Nuevas investigaciones sobre el origen del nombre América

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J
EL NOMBRE DE AMERICA, SEGUN EL CELEBRE AMERICANISTA FRANCES JULES MARCOU, 1
TUVO SU ORIGEN INDIRECTO EN LA SIERRA AMERRIQUE DE NICARAGUA. CON UNA
LIBRO DEL MES
ERUDICION MAS QUE SUFICIENTE, DIVULGO ESE DESCUBRIMIENTO, RESULTADO DE UNA ' - - - - - - - - - ' INTENSA INVESTIGACION, QUE DIO FRUTOS EN VARIOS ESTUDIOS PUBLICADOS EN FRANCIA, ESPAI'iiA, ARGENTINA, CUBA, GUATEMALA Y NICARAGUA. UNO DE ELLOS, EL ULTIMO, ES EL QUE PUBLICAMOS A CONTINUACION
NO SIN RECOMENDARLO A PROFESORES Y ESTUDIANTES PARA QUE LO APROVECHEN Y LO TENGAN COMO UNA
CONTRIBUCION DE NUESTRA PATRIA A ESA INTERESANTE CONTROVERSIA.
NUEVAS INVESTIGACIONES
SOBRE
EL ORIGEN
DEL NOMBRE
AMERICA
POR EL PROFESOR
JULES MARCOU
EXTRACTO DEL BOLETIN DE LA SOCIEDAD DE GEOGRAFIA
DE PARIS
TRADUCCION
DE
J. D. RODRIGUEZ
MANAGUA
1888
NUEVAS INVESTIGACIONES
SOBRE
EL ORIGEN DEL NOMBRE
AMERICA
1
IMTIUliDUCICION
Marina de la Habana, en Diciembre de 1882, y el Diario de Centro América de Guatemala.
Varios periódicos y revistas de los Estados Unidos,
1rancia, Alemania e Italia, ha publicado noticias y
extractos de aquel trabajo; y hánse presentado también no pocas objeciones y dudas.
En general puede decirse, que en España y en
la Amé1 ica española, ha sido bien acogido el origen
indígena del nombre del Nuevo Mundo; que lo mismo
lo ha sido en los Estados Unidos, (') con cuatro o cinco
ex' epciones, habiendo sabidos que piensen que su
erudición les impone el deber a unos de manifestar escrúpulos, a otros de responder con sátiras.
En Francia, Alemania e Italia, se ha dejado ver
incredulidad, duda, y se han presentado objeciones,
salvo entre un corto número de eruditos, de los cuales
citmé al señor Guido Cara, geógrafo de Turín.
Vamos a pasar en revista las críticas, a examinar
todos los documentos que se relacionan con la cuestión,
y abrigamos la esperanza de demostrar/ mediante una
acumulación de hechos de los cuales parecen resultar
conclusiones inevitables e irresistibles, cuál es el origen
verdodero del nombre tan apropiado y tan bello de
Amélica, dado al Nuevo Mundo
Cuatro hechos dominan y resumen toda la cuestión acerca del origen del nombre de América. 19
Amen ique es el nombre indio de unas montañas existentes entre Juigalpa y La Libertad, Departamento de
Chontales, que separan el lago de Nicaragua de la
costa de los mosquitos
En lengua maya significa
País del viento", País donde el viento sopla siempre'/
29 El nombre propio de Vespucci es, en italiano
y español, Alberico, en latín Albericus.
30 Jamás ha sufrido ningún nombre propio tantas vcrriaciones y combinaciones, unas de intente]), otras
inconscientemente, como el de Vespucci
Semejante
11
11
con-fusión es sin ejemplo, es única en la historia de los
hombres célebres
Hecha excepción del nombre Albelico, ninguno de los otros nombres se encuentra en
las nomenclaturas y calendarios, a la sazón tan rícos 1
de santos italianos y españoles, y esto en tiempo del
mayor fervor religioso, y de la supremacía absoluta del
cristiainsmo católico romano
Enunciemos algunos
de esos nombres Americus, Amerrigo, Amerigor Amé·
rigo, Amergio, Americo, Almerigo, Albertutio, Almerico, Morigo, Damerrigho, Armerico, Emeric, Aimeric,
Almérk y Améric Estos no son diminutivos, ni altemciones usuales, sea en italiano, español o francés, de
Alberico, Albericus, Albéric, Albert
49 En fin, antes de 1507, fecha de la publicación
del nomb1 e Americus por Jean Basin, en Saint Dié, no
se encuentra este nombre en ningún documento im~
pt eso, ni aun manuscrito, de autenticidad reconocida e
incontestable
Mi primera memoria publicada en 1875, "Sobre
el origen del nombre América (Bul/etin de la Societé de
Geographie, serie 6 9 , tomo IX, pág 587, París) ha tomado al mundo por sorpresa
Una se resiste a cambiar hábitos seculares que se han hecho clásicos Sin
embargo las traducciones in extenso y las citas que
de ese traba jo se han hecho en todas las lenguas importantes, ponen de manifiesto el interés que ha despertado
Con especialidad en los países en donde se habla
la lengua española, se han dado muestras de haberse
aceptado con gusto la solución que yo ofrezco, y ha
sido publicada mi memoria no solo en el Boletín de la
Sociedad geográfica de Madrid, correspondiente a
Septiembre de 1883, y en el Boletín de la Sociedad
geográfica argentina, de Buenos Aires, en 1884, sino
también en periódicas políticos, como el Diario de la
1
n
Sierra "Amerrique" en Nicaragua.-Sus minas de
Oro.-EI naturalista Thomas 1:\elt.-Nuevos nombres de
lugcues en la América Central, terminados en 11 iqque,
ique, o ic" .-Ausencia de nombres de montañas, en lo§
documentos y relaciones impresos en el siglo XVI-Difícullacl de hallar la verdad.
Un geólogo y naturalista de talento, el difunto
Thomas Belt, autor de The Natura/ist in Nicaragua,
Lond1es, 1874, dice que la cadena de montañas que
forma la línea divisoria de las aguas, entre el lago de
Nicaraguu y el río Bluefields, se llama Sierra Amerrique, o CordilleJa de Amerrique, que es formada de
rocas, sembrada de precipicios, con alturas verticales
como cortadas a pico, de masos de rocas aisladas y
en forma de puntas
Habla de encontrarse con frecuencia la terminación tique o rique, en los nombres
de lugares en Honduras, y piensa que los indios Leneas
fueron los antiguos habitantes de Chontales
En fin,
1
(1) El Atlnntic Monthly de Marzo de 1879, publien unn traducc!6n
bajo el tib.do de, Origin of thc name Amcrica
2
Thomas Belt dice, que el oro se encue'ntra en venas o la Sierra de Amerrique, en ningún documento antiguo
de la América Central
{2)
filones de cuarzo, en lds minas de Santo Domingo, San
Tan numerosas son las incertidumbres y contraBenito, San Antonio y Consuelo, explotadas durante
tres años, de 1868 a Hl71, por la Compañía Minera
dicciones, en cuanto concierne a los navegantes y a
de Chontales, de que él fue ingeniero Afirma que
los descubrimientos geográficos, de fines del siglo XV
no hay placeres que valgan la pena de ser explotados, y principios del XVI, que Humboldt dice con justiciamostrando con eso, que anteriormente habían sido
"En la cronología de los descubrimientos, confúndenagotados por los indios o los españoles
se, a la sazón, las fechas/ las naciones y los hombres (3) Y si Saint Beuve ha podido exclamar respecto
En carta datada en Londres a 8 de Abril de 1878,
Thomas Belt me dice, que cuando él vivió en La Uber-· de los acontecimientos y de los hombres de nuestro
siglo -"¡Cuánto trabajo cuesta hallar la verdad, y
tad, al pie oriental de las montañas de Ame¡rique, a
cuántas dificultades se tropieza en el camino!
con
menudo había llamado su atención la semejanza de
ese nombre con el de todo el Continente, pero que ¿qué sucederá cuando se trata de cosas de hace cuajamás había visto en eso otra cosa que una coinciden- tro siglos? ¿Qué deberá hacerse para distinguirlo lo
verdadero de lo falso, y transformar en luz vagas visSe hace cargo de la pronunciación indígena del
cia
lumbres? Examinar de cerca, comparar y hacer connombre Amerrique, con doble r y agrega -"Las cresverger todo lo que se halla a nuestro alcance por una
tas y picos de esta sierra, son desnudas, y batidas conspar te los datos históricos impresos en la época
tantemente por los vientos violentos que vienen del
misma/
y por otra, los manuscritos que vayan enconPacífico"
trándose, o que hubiesen sido impresos largo tiempo
El Doctor A Le Plongeon, de Mérida, Yucatán,
atrás en fin, darse cuenta exacta de las condiciones
que es el er 4dito que mejo'r ha estudiado a los indios
sociales
de la época
de la América Central, y especialmente la lengua maya, me escribió en 1O de Diciembre de 1881, que el
111
nombre América o Ametrique, quiere decir
país
donde el viento sopla siempre con fuerza", o "el país
viaje de Vespucci, de 1497 a 1498.-Uitimo
del viento"/ y que "algunas veces la terminación iqque, viaje Primer
de Colón, de 1502 a 1503.-Su permanencia al
il< é ika, no solo significa viento aire, sino también el pie de la Sierra "Amerrique" -Espejos de oro de los
esp~ritu que respira, la vida/'
indios de la costa de mosquitos -Rozones que impidieEn mi primera memoria de 1875, he dado una ron a Colón hacer mérito de la Sierra de uAmerrique" en
listo de quince nombres de lugar, indígenas de la su "Lettera Raríssima" -Quinto viaje de Vespucci en
América CentraC y que te¡minan todos en iqque ikue 1505, a la costa de los moscos El nombre "Amerrique"
o ic
Fsto última te1minación se escribe indiferente- propalado por la tripulaci6n y oficiales de esta expedimente ic, ique, o iqque, la eh al fin de un nomb1e se ción -Schóner declara desde 1515 que el nombre
pronuncia como k o e
"Amerrique" (América) era ya popular
He aquí otros diezinueve nomb1es de lugares,
Comen~cemos por citar viajes y descubrimientos
con la misma terminGción Tepich, Xoncanich, y CanSi se acepta la opinión de Varnhagen {4) de que Vescabtic, en Yucatán, Ter~osique, en Tabasco, Chirique,
pucci efectuó su primer viaje de 1497 a 1498, que el
Tuquerrique o Tucurrique, Bruzhik 1 Brunhik, lzquizhik 1
navío en que lo hizo tocó en las cercanías del Cabo
Berbazhik, Tayutique o T uyatique y T uriric, en Costa
Rica, cerro de Cunchique, en el Salvador, Mizquie o Gracias a Dios, y que otros dos días de navegación le
llevaron al Cabo Camarón, en la costa meridional de
Mizquique, en Méjico, Zapótitlic, en Jalisco, Pitic y
Honduras, veremos por su relación, que los cm ibes teSaric en Sonora, Tajique, en Nuevo Méjico, y Munchinían 01 o, pues portaban ornamentos de este metal
En fin, citemos el nombre Ameque, en Colombia
que los indígenas decían haber tornado a sus vecinos,
ralik, distrito de Groenlandia, cerw de Godthaab, a
Esos vecinos son, el
con quienes estaban en guerra
64° 5' latitud Norte, y 51° de longitud
día de hoy, los indios de la costa de mosquitos, situada
Después de las montañas de Ameuique, de Nicaal pie oriental de las montañas de Amen ique Hay
ragua, tenemos las de Lepaterrique de Honduras
en esto una especie de luz que permite suponer que
Obse1vemos, que todos los nombres indígenas ameriVespucci y sus compañeros han debido ser los primeros
canos, de lugar, son descriptivos de aquel a que se
europeos que pronunciaron el nombre Amerrique
aplican
Cristóbal Colón, en su cuarto y Crltimo viaje, se
Conviene decir, que de los documentos que podetuvo largo tiempo en Cariai, a la embocadura del río
seemos sobre la América sea que traten de demarcaBluefields, en la costa de los mosquitos, en frente, y
ciones/ concesión o confiscación de propiedades por
letras patentes o reales cédulas, o que contengan des- al pie de la Sierra de Amerrique Allí hizo reparaciones a sus navíos, y dio descanso a sus tripulaciones
CI ipciones de provincias o nuevas exploraciones, en
Allí vieron los europeos que los indias portaban como
ninguno se halla nunca un solo nombre de cadena de
montañas, de mesetas o llanuras
Encuéntrense adorno, espejos de oro, pendientes del cuello -lnte·
rrogados con frecuencia, de dónde venía aquel oro, los
i nombres de provincias/ villas, pueblos, ríos puertos de
Esta
mar, bahías, cabos, y algunas veces de valles
(2) Cootu Rica, Nicnrag:uu. y Panamú en el siglo XVJ, etc, por don
omisión en la geografía física, muestra que la ciencia Mnnuel M Peralta, in Sr;>, París, 1883
de la descripción exacta y tqpogrqfica de un país, no
(3) Examen Critique, vo] IV, pág 42
(4) Primer viaje de Amerigo (sic) Vcspucci-Viena, 18G9
existía, y explica cómo no ~!l. encuentra el nombre de
1
'
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3
Admitido el quinto viaje de Vespucci en 1505, (S)
y que durante él visitase fas costas de Centro América,
y que haya visitado Veragua y la costa de los mosquitos, es probable que este navegante se detuviese a la
embowdura del rí'o Bluefiefds, y que se comunicase
con los indios "de los espejos de oro" del pié oriental
de la Sierra de Amerrique
Asíl, de 1497 a 1505, tenemos tres indicaciones
históricas bastante ciertas de desembarcos y comunicaciones de los españoles, a fas órdenes de Colón, de
Pinzón, de Solís o de Cosa, en dos de las cuales estuvo
Vespucci ¡Cuánta razón para que hombres poseídos
de fa sed de riquezas, y especialmente de oro, hayan
oído y llevado a Europa, y repetido mil y mil veces en
sus conversaciones, el nombre de uno de los fugares
más ricos en oro, esto es, el nombre indígena de Amerriquel Tal es fa razón principal que hizo decir a
Schoner en 1515, que a fa sazón este nombre era ya
popular y generalmente empleado
indios designaron varios pa1ses que lo produeí'an en
abundancia. Colón no cita en su relación más que
el de Veraguas, pero dice expresamente que los indios
nombraron otras muchas localidades abundantísimas
en oro (5) Aquellos indios vivían al pie oriental dé los
montes de Amerrique, a muy corta distancia de las actuales minas de oro de La Libertad, (6) y no es posible
que el nombre Amerrique no hubiese sido con frecuencia pronunciado por ellos, en respuesta a las incesan'
tes preguntas de los europeos, harto ávidos de oro
En efecto, es bien sabido, que el móvil principal
y casi siempr'e único de los viajes de descubrimiento,
era el oro, y que así los jefes como las tripulaciones,
no tenían casi otra preocupación que la de obtener la
mayor cantidad posible del precioso metal
Colón na se cansaba de prodigar elogios al oro
de los países que había descubierto Cada vez que
entraba a alguna gran población de España, hacía
colocar al cuello de un indio de Haití que había llevado
consigo en su segundo viaje, una magnífica cadena
de oro, con peso de seiscientos castellanas. En uno
de sus informes dijo, "que había apartado pepitas de
oro, tamañas como huevos de gallina o de pato, que
que1 í·a llevar a la Corte de España, intento que le frustró el Comandante Bobadilla"
Habiendo dejado la región situada al pie ,de la
Sierra de Amerrique, Colón tocó .veinticinco leguas
más al Sur, en el país de Varagua, que él menciona
en su relación A Colón le pareció que esta era la
provincia donde el oro se hallaba en mayar abundancia Además, fue allí donde hubo la primera indicación de la existencia de un mar al Oeste (el mar del
Sur)
Estas dos consideraciones deben de haber fijado en su espíritu el nombre de Veragua, que debe de
haberse adherido más fuertemente al lugar que los
de los otros regiones de fa costa fuera de Gracias a
Dios, y como este último viaje fue descrito por Colón,
ya viejo, enfermo, disgustado de fas injusticias de que
había sido víctima, no es sorprendente que en su relación no haya citado todos los nombres nuevos, cuanto
bárbaros, que había oído de boca de los naturales con
1
IV
Documentos impresos antes de 1507 -Primera carta
sobre el tercer via¡e de Vespucci.-Diezinueve ediciones
todas con el nombre propio "Aibericus".-Segunda c:ar..
ta sobre los cuatro via¡es de Vespucci; edidón italiana
de 1506, con el nombre propio "'Amerigo" -Otras ediciones italianas que llegan hasta 1519, con el nombre
propio "Aiberico".
Llegamos ya al examen de documentos impresos
Veamos desde luego los que aparecieron en 1507, fecho de la famosa Cosmograpllioe /ntroductio, del Gimnasio Vosgense. Aquí sabemos a qué atenernos, al
menos en lo tocante al título de fas publicaciones, y
al nombre propio dado a Vespucci, pues hasta aquella
fecha no hay razón alguna que induzca a suponer la
existencia de alteraciones/ voluntarias o inconscientes,
de ese nombre A lo sumo podrán invocarse errores
tipográficos o de lectura defectuosa de los manuscritos, para la creación de un nombre propio renco y estropeado
A este propósito dice Varnhagen -"Desde el
momento que se examina a Vespucci en sus propias
obras, comienza el caos, y fa duda surge por todos
fados"
Ensayemos a separar lo verdadero de lo falso, comparando las obras publicadas por aquella misma época
El señor Henry Harrise, en· su excelente y belfa
obra Bibliotheca Americana retustissima, en dos volúmenes, publicados el primero en Nueva York (1866),
y el segundo con el nombre de Additions, en París
(1872) nos da con gran cuidado y loable exactitud, el
título de diezinueve publicaciones, del tercer viaje o
primera carta de Vespucci, hechas antes de 1507
Ahora bien, en todas se encuentra como nombre propio de Vespucci, el bien conocido nombre A/bericus,
sin ninguna variación. El nombre de Vespucci varía
de la manera siguiente· Vespucius, Vesputius, Vespucci, Vespuctius y Vespotius
Dice el señor Harrise, que del tercer viaje de Vespucci, hecho bajo bande1a portuguesa, existen once
quienes estuvo en comunicación
Por lo tanto, de que el nombre Amerrique no ocurra en la Lettera raríssima, no puede seguirse que Colón y sus compañeros no lo hayan oído, ni lo hayan
repetido con frecuencia a su regreso a Europa esta
sería una suposición de las menos probables, y contraria a lo que ha sucedido a todos los navegantes y
descubridores de tierras nuevos, ricas en oro
Humboldt dice, que en las Quatuor Navigationes
de Vespucci casi no se encuentran indicaciones geográficas, y añade -"La omisión de los hechos y sitios
más memorables, caracterizo casi en el mismo grado
muchas de fas relaciones fragmentarias publicadas en
los primeros años del siglo dieziseis" (7)
(5) Conocida ea la extrema resena que Colón acostumbraba a gnarrlal'
en sus informes escritos al Gobierno español Temfa sin duda las c.almnnlas, las falsas interpretaciones, y se ponía en guardia por un sentimiento
de prudencia
(6) Por otm parte, exi:;ten también Jus minas de oro de Juigaipa
nombre indígena que deh{t\ escribirse Huzgalpa, y sil~hifica }latria del oro:
En fin, el nombre que los indios daban a toda la costa de mosquitos es
TegUzgalpa, o Taguzga}j)a, nombre que quiere decil" oro
'
(7)
1
(S) Nuevas investigaciones sobre los últimos viajes del nllvegante flo-rcmtino, por F. A de Varnhagen. PlÍ&' 156.
Exarnen Critique, vol. IV, páginas 192 y 198.
4
ediciones en latín, sin lugar ni fecho· (pero todos publicados probablemente en el mismo año de 1504 o
1505). En este viaje Vespucci por vez primero decloro, que los tierras nuevamente descubiertos deben
llamarse Nuevo Mundo, "más habitado de pueblos y
animales que nuestra Europa, que el Asia o el Africo". (9)
Lo relación de este viaje, dirigida en idioma que
no era el latín sino probablemente el italiano, a Laurent Pier Froncesco de Médicis, residente entonces en
Parí5, fue traducida al latín por un arquitecto italiano,
monge de Verano, dominicano que se hallaba empleado en la cpnstrucción del puente Notre Dame, y del
Petit Pont, en París Ciertamente, estos dos compatriotas italianos de Vespucci, sobre todo su amigo y
conciudadano florentino Médicis, deben de haber conocido con exactitud su nombre propio, al emplear el
de Albf:>ricus o Alberico, debe juzgárseles muy autorizados
Después de esta corto de 1503, o quizás de fines
de 1502, carta suficientemente auténtica e indiscutible, en cuanto a su publicación repetida muchas veces
con anterioridad a 1507, tenemos, con referencia al
nombre propio Albericus, la segunda carta de 4 de
Septiembre de 1504, no menos auténtica, pero sobre.
la cual es dudosa la fecha de la primera publicación·
Está escrita en italiano bárbaro, españolizado, y dirigida al gonfaloniero de Florencia, Piero Saderini, amigo de juventud y de estudios de Vespucci
Siguiendo a Varnhagen, la edición princeps es
italiana, hecha en Pescia, cerca de Florencia, en 1506
La edición latina de Abril de 1507, (10) es de Saint Dié,
por el Gimnasio Vosgense, traducción del Canónigo
Jean Basin, de un texto francés, que hoy es desconocido, y que fue sacado del original italiano
El título
italiano es así Lettere di Amerigo Vespucci del/e iso/e
nuoramente trovote in quottro suoi riaggi -Sin fecho
Eso fue lo primera vez que un documento impreso
en aquello época, dio a Vespucci el nombre propio de
Amerigo Digamos desde luego, que las publicaciones
italianos posteriores o 1506, y que llegan hasta 1519,
en número de cuatro, todas le don el nombre de Alberico, que la de 1521 le do el de Albertutio, y que no es
sino a partir de 1745, cuando se publicó el panegírico
de Bandini, es decir,, más de dos siglos después, que
las publicaciones italianos, al ocuparse particularmente de Vespucci, le dan por nombre propio el de Amerigo.
Estas dos cortos de Vespucci es cuanto nos queda
verdaderamente auténtico, con todo y ser claro que
los originales han sido perdidos, o han de jodo de existir.
Fue en Saint Dié, pequeña población perdida al
pie occidental de los Vosgos, muy lejos de Nancy, de
Metz y de Strasburgo, y que no se distingue por otro
coso que por ser lo sede de un obispado que viene
desde el siglo Vil, obispado debido a la fundación de
un monasterio por Sanctus Deodotus de Nevers, fue
en este Soint Dié, que en Abril de 1507, ocurrió lo que
se ha llamado "el singular bautismo del Nuevo Mundo, descubierto por Cristóbal Colón"
He aquí como se expresa Alejandro de Humboldt
-"He tenido lo felicidad de descubrir muy poco há,
el nombre y los trabajos literarios del personaje misterioso que propuso el primero, en 1507, el nombre
América para designar el nuevo Continente, y que se
oculta a sí mismo bajo el nombre griego Hy/acomylus"
11
Resulta de mis investigaciones, que el nombre
Amé oica ha sido, cuando menos, inventado, y propagado por lo ignorancia de este viajero (Vespucci") (11)
En otro lugar (12) Humboldt dice -"A mi juicio no
hay más que otro ejemplo de esta peligroso celebridad,
adherida, como la de Vespuce, sea a hombres o cosas,
por una reunión fortuita de circunstancias'' Y más
adelante {13)-"Es probable que Vespuce jamás supo
la gloria peligrosa que se le preparaba en Saint Dié, en
un lugarejo situado al pie de los Vosgos, y cuyo nombre verosímilmente le fue desconocido Hasta la
época de su muetre (en Sevilla, a 22 de Febrero de
1512), el nombre América, como denominación de un
Continente (America, Amerige, Americi terra) solo se
hallo en dos obras impresas, la Cosmographiae fntroductio, de Martín Waldseemüller, y el G/obus Mundi,
ele , (Argentar 1509)
Hasta aquí no hay pruebo
alguna de relación. directa entre Waldssemüller, impresor de Saint Dié, y el navegante florentino. Las
Quatuor Navigationes que registro la Cosmografía del
primero, son traducidos de vu/gori gallico in latinum
Aceptando la opinión de Varnhagen, de que lo
segunda carta de Vespucci, datada en Lisboa el 4 de
Septiembre de 1504, fue en segunda publicada en
italiano, a principios de 1506, en Pescia, tendremos
por la primera vez, un documento impreso en la misma
época, y que nos da la palabra Amerigo como nombre
Pero hay todaví'o más es la pripropio de Vespucci
mera vez que el nombre Amerigo se encuentra en un
impreso, yo sea éste ejecutado en Italia, o en otra parte, nombre completamente desconocido hasta entonces, y que no existe entre los nombres de santos que
se usaban a lo sazón como nombres poopios.
Es muy importante observar, que el cuarto y último viaje de Colón fue de 1502 a 1503, que en Septiembre de 1503 fue conocido en Europa el resultado
de este viaje, por la llegada de dos subalternos, Méndez y Fiesco, enviados de Jamaica por Colón, y que
Vespucci, que vivfa entre marineros y pilotos, que eran
las gentes de su esfera, tuvo todo ocasión de conocer
V
Bautismo singular de Saint Dié, Lorena, en 1507.
(11)
Investigaciones y opiniones de Alejandro de Humboldt.
-¿Es uAmerigo" nombre propio, es apelativo o es apodo?-Vespucci primer americano.
púg
(i1
Amerigo Vespucci, por F
A
Examen Critique, vol IV, páginas 33 y 34
(12)
Examen Chitique, vol V, pág 170
(li:)
Examen Critiqne, vol V, páginas 206 y 207
(14) Uno de estos marinos, amigos suyo, el Capit:ln Hojedn, le llama
Morigo, que quiere decir parecido a lnoro Por aquellB época fueron exlllllsados los moros de Esxmña, sin quedar en territorio español más que
aquellos que se hicieron cristianos a la fuerza ¿Había V espucci frecuentado a los moros, o tenía el tipo mol il!eo '!
tic Vmnhagen-Lima, 1865, folio,
10) Su fecha es 7 de las calendas de Mayo de 1507, es dcch, el 25 de
Abril de dicho año, después de rectificado el calendnrlo
5
Más adelante hablaremos de los manuscritos aparecidos después, impresos a autografiados, en que na salo
se halla el nombre Amerigo, sino también Americus
muchos de estos documentas han sido falsificados (o
llevan al menos graves sospechas de haberlo sido) para
satisfacer a los amantes de autógrafos, o a los panegiristas a todo trance,. que han creado genealogía y
antecedentes o un hambre oscuro, que fue célebre
hasta largo tiempo después de su muerte
ios detalles de este viaje
Puede suce_der que o lo
sazón hoyo conocido el nombre ~memque, que _por
segunda vez oí'o, como el de un p01s neo en oro, SI en
efecto supo en su primer viaje de 1497, de donde venía el oro que los indias le habían most1 a do
¿Pues cómo puede explicarse que habiendo llevado Vespucci hasta 1504, el hombre Albe:nc?, b1en
corlOcidó como nombre cristiano, le haya susttturdo con
el de Amerigo, que era desconocido en Europa? ¿Lo
torrió como sobrenombre?, o no es más que apodo que
los marinos de los puertos de la Península ibérica le
dieron po1 su persistencia en hablar de Amerrique?
Estas son con ft ecuencia las causas vulgares y farrllliares de los apodos (11) entre las gentes de mar, y cuyo
origen se oculta rápidamente con la dispe1 sión de los
que los .inventan o usan, subsistiendo, ~_in embargo/ y
trasmitiéndose de boca en boca, y hac1endose permanentes, sin que pueda saberse el punta de partida
Mi impresión, después de un dilatado estudio de
este asunto es que, ya dado por otros, o tomado por
él mismo, ~~ nombre Amerigo pareció a Vespucci mejor que el común y conocido Alberico En efecto, el
VI
"Cosmographioe lntroductio" del Gimnasio vosgen~
se -Citas de los nombres "Americo, Ame~rige". Expli~
cación de Ale¡andro de Humboldt, que atribuye al nom~
bre "Americus" procedencia germánica.-Etimologías
fantásticas.-Traducción latina, con el nombre de "Quatuor Navigations", por el Canónigo Basin, de la segun~
da carla de Vespucci -Rarera del librito de Saint Dié.D'Avezac y su libro "Martin Hylacomylus Waftzemüller"
Hemos llegado al punto más impo1 tan te, conforme al parecer de los crÍ[icos que se han ocupado de la
denominación del Nuevo Mundo, desde 1507, época
en que vio lo luz en Saint Dié la Cosmographioe lntroductio del Gimnasio vosgense, que contenía "un nombre geográfico inventado occidentalmente lejos de
España, e inscrito en las cartas a falta de publicaciones sobre los viajes de Colón a las castas del Paria y
(15)
de Veragua"
Me reservo para más tarde citar el pasaje famoso, tantas veces citado y reproducido, que forma la
única partido auténtica de bautismo del Nuevo Mundo -Digamos solamente, que al margen de este posaje se halla escrito el nombre Americo Dos fojas
antes, a la décima tercia, marcada C, en la tirada o
edición de 1507, que tengo a la vista, (16) al frente del
pasaje
et quarta orbis pars (quam quia Americus
invenit Amerigen, etc) el nombre Ame-rige se halla
en das líneas al margen
Humboldt dice·-"Los contemporáneos de Vespuce han traducido Ameriga en latín, no por Americus,
como debieron hacerlo, sino por AlbericUS11
,,Gomara, en su Historia de las Indias (Zaragoza, 1551)
reune al nombre italiano el nombre latino, llamándole
Americo a Alberico Vespucio (17) Mathurin de Redouer ha confundido Eméric, Aimeric, Almeric y Alberic Y el gran panegirista de Vespucci, el Abate
Bandini, pretende que el tío mismo de Vespucci le designó con el nombre Emericus
(Véase Bandini, pág
XXVIII)
Y una vez lanzados en el campo de las explicaclones más o menos fantásticas, que no han podido
ajustarse ni al italiana ni al español, e ignorando
Humboldt, por otra parte, la existencia de una región
geográfica del Nueva Mundo, que llevaba el nombre
indígena Amerrique, se acogió a la lengua alemana,
fuente inagotable de erudición,, en tratándose de nombres propios
Humboldt na vaciló en declarar, con su
nombre Amerigo parecía recordar, mediante uno de-
signación extranjera, y por el pais del Nuevo Mundo
que lleva la de Ame~rique, que entre los Vespucci de
Florencia, era aquel el gran viajero y explorador de
En una palabra, el
países nuevamente descubiertos
nombre Amerigo es más bien un calificativo que un
nombre propio, pudiendo decirse que Vespucci fue el
primero a quien se dio un nombre tomado del Nuevo
Mundo, y que fácilmente se trosf armó en Ame:ico como más apropiado al del origen, que es Amemque y
en este sentido puede también asegurarse que Vespucci fue el prirner Americano Es decir, que en lugar de tener el honor de dar su nombre o lo cuarta
parte del mundo, de ésta salió el sobre nombre que
lleva, trocado en nombre por el uso, y que lo ha hecho
célebre, siendo además el primer europeo que ha tenido tal honor
¿No se dice el día de hoy el "Chino Gordon", para designar al hé1oe de Khartoum? ¿No es llamado
Congo Stanley, el gran viaje1o y descubridor del curso
del Congo? ¿Por qué no habría podido decirse Amerige Vespucci en 1504? ¿No tuvo Roma a Escipion el
africano y otros por el estilo?
El cambio del nombre propio de Vespucci efectuado entre la fecha de su primera cm ta, que debe ser
Marzo o Abril de 1503, y la de la segundo, que es de
Septiembre de 1504, es un hecho incontestable, sobre
el cual hasta ahora no se ha llamado la atención, pues
todo el mundo se ha contentado con admitir que el
nombre propio de Vespucci ha sufrido numerosas variaciones
¿Cómo no ha sucedido igual cosa con los
nombres de los otras navegantes? ¿No han sido siempre los mismos los nombres de Colón, Vasco de Gama,
los Cabotas, Cortés, Pizarra, Magallanes, Cartier, etc,
etc ? Solo el de Vespucci cambia y es sustituido por
otro que no se conoce en Europa, y que no tiene más
analogía que con el de un lugar del centro del Nuevo
Mundo
Todo lo dicho se funda en documentos impresos
en aquella época, y cuya autenticidad es indiscutible
6
(15)
Examen C1 ítico, vol
( 16)
m
(17)
Examen Crítico,
IV, pág 154
bello ejemplar del señor Oharlcs Deane, de Cambridge
}lÍig
52, tom, IV
Deane, (22) Navarrete, Orazco, Uricoechea, etc., etc ,
todos los americanistas de los dos mundos han examinado esta edición
Ha sido vuelta y revuelta en todo
sentido Jamás ninguna joya-y es esta una de las
más raras y magníficas-ha sido vista y estudiada con
mayor atención
Cuando uno ha tenido la fortuna de
hacerse con uno de los doce o quince ejemplares existentes, lo toca con recelo y con cierto respeto mezclado de profunda curiosidad, estudiando sus fojas
una en pos de otra
El precio que ha alcanzado en
almoneda, por ejemplar de la te1cera edifición, que
es la menos rara, ha sido de 1,700 y 2,000 francos,
que es bonito dinero por un librejo de cincuenta y dos
El único ejemplar de la primera
fojas, cuarto menor
edición, que es el de Eyriés, y que pasó en seguida a
la biblioteca de Yéméniz (de Lyon) si fuese puesto a
la venta, alcanzaría 4,000 o 5,000 francos, y probablemente aun más
Pero de todos los geágramos bibliófilos, el que
mejor ha estudiado esta mal pergeñada obra, es el sabioMarie-Amand-Pascal de Costera Macaya d' Avezac
En un libro (23) que le hace el más grande honor,
y al que con modestia suma no le puso su nombre,
contentándose con el de 11 Un geógrafo bibliófilo11 ,
casi ha agotado la materia
Poco menos que temeridad es abrir nuevamente la discusión sobre cuestiones
que deben considerarse juzgadas por semejante maesEs verdad que d' Avezac, como Alejandro de
tro
Humboldt y tantos otros, ignoró la existencia de la
Sierra de Amerrique, y eso por la razón muy autorizada, que él mismo da, de que ' Los países primeros en
ser descubiertos, como Veragua/ etc , etc, están el día
de hoy olvidados y casi desiertos"
Es necesario iambién decir que d'Avezac, a ejemplo de todos los investigadores, ha terminado por hacer
de Waltzemuller, una especie de héroe perseguido, o
al menos tratado con injusticia, y que en sus discursos y digrésiones' 1 se dejó llevar muy lejos acerca de
este dibujante de mapas, con escudos de armas muy
elaborados y repulidos, que se llamó Martín HylacomyNo solo un participo de
lus, de Fribwgo en Brisgau
su entusiasmo/ sino que voy a demostrar que d' Avezac
ha sido inconscientemente injusto en sus críticas contra los miembros del Gimnasio vosgense, a quienes no
hace bastante justicia
amigo el sabio lingüista de Berlín, van der Hagen, que
el nombre Americus es de origen germánico, lo que,
añade ingenuwnene, "no debe dudarser siendo el
cosmógrafo Hylacomylus, nativo de la Alemania Meridional". (18) Es necesario leer las páginas, de la 53 a
la 59, del Examen Crítico de Id Historia de la Geografía del Nuevo Continente, por Alejandro de Humboldt,
para formarse una idea de todo lo que es posible imaginar en punto a etimologí'os 1 donde se hace intervenir
las lenguas germánicas, inclusive el alto alemán antiguo, las lenguas romanas y hasta el sanscrito Y toda
esta erudición, a efecto de explicm un nombre usado
por los pobres indios de la costa de mosquitos, para
designar la región de Amerrique a los primeros navegantes, ávidas del oro que de allí provenía
Los Quatuor Navigationes de la Cosmographiae
lntroductio, o sea la segunda carta de Vespucci, según
la clasificación de Varnhagen, fueron una traducción
del francés al latín, por el canónigo Jaen Basin de
~andocourt IJoannes Basinus Sendacurius) o de Sendacour, según d'Avezac (19) La primera traducción
francesa del original italiano es tanto como su auto(
desconocida, y es bárbara y españolizada
Si entone
ces fue publicada, ya en forma de opúsculo, o como
hojas volantes, de ello no hemos encontrado rastro
alguno
Observemos de paso, que todo cuanto se hacía
camino al docto Gimnasio de Saint Dié, era de segunda, y aun de tercera mano. De allí la ocasión de
errares,, multiplicados por la inexactitud a que siempre fueron propensos los poetas y cosmógrafos del Renacimiento, y que explica, al menos en parte, las que
brillan en el célebre volumen de Saint Dié
Jamás se ha publicado librito alguno más prefíado de inexactitudes y errores
En él se encuentra impreso por la primera vez el nombre latinizado de la
mitad de la tierra, el nombre de todo el Hemisferio
Y para más rematar la curiosidad, este
Occidental
librejo es una verdadera obra de aficionado, una bella
muestra de trabajo tipográfico, de los cincuenta primeros años del arte de imprimir Además, es rarísimo
Esta obra célebre ha sido la desesperación, el
rompecabeza, el objetivo de la codicia, de todos los
bibliófilos americanistas, desde hace medio siglo
Alejandro de Humboldt, que fue el primero en
reconocer su gran importancia, dice que es una
obra "preparada con el mayor descuido por un librero
(reconocido como muy oscuro) del pueblecito de Saint
Die, en Lorena (20) El visconde de Santarem, la mira
como "fuente de tantas injusticias, engaños y confusión'/
(21)
Humboldt, de Santerem, van Varnhagen, Harrisse1 Eyriés 1 YéméniZ 1 Chartener, Fírmin-Didot Brunet
Major/ Lenox, Barlow, Brown, de Costa,' Winsor:
1
1
1
11
Vil
Variedad de opm1ones acerca de la posición que
ocupaba Waltzemüller en Saint Dié.-EI mismo nos dice
que era director de imprenta y dibujante de cartas adornadas con escudos de armas -Imprenta de Saint Dié,
llamada de los Luds iGualterio y Nicolás).--Personal del
Gimnasio vosgense.-Los canónigos Gualterio lud, Pedro
de Blarru, Juan Basin y Laurent Pilades, y los legos Nicolás Lud, Mathias Ringmann, Sinforiano Champier y
Jehan Aluys.
118) Examen C¡Jtico, tom 4Q, púdnas 40, 5o y 51
de Sandocourt, IJUtria de Jemt Emdn
He adoptado la oitografía de la carta
llamada del Estado Mayor, foja 14 {Metz) escala 11320,000 en luga1 de los
tles llombres <le Sandacourt, Sandacour y Sendacour, dados por d'Aveza,-.
(22) El señal Charles Deanc ha puesto a mi disposición, con mucha
comJllacencia, su bello cjemplnr de la Cosm lnt , edición de Setiembre,
1507 Y el señor Justin Winsol·, con no menor liberalidad, me hn suminls·
tra<io todas lns reseña¡¡ y Iibtos de In rica biblioteca de la Universidad de
J{arvard, en Massachusetts
Entre Neufcha.teau y Mirecourt, en los Vesg-os, muchos de lm;
nombu:s <1e lugar tetminan en courl Es allí dnnde se encuentra la vi\Ia
(HJ¡
(20)
Examen Critico, tom
(21)
Rceherches sur Americ Vcspucci, París, 1842, pág
1
1
IV, páginas fl8 y fl9
(23) Martin Hylacomylus Waltzemüller, sus ob1ns y sus colabo1adores
Pal"Ís, 1867, in, Sg
70
7
La primera cuestión que se ofrece, y que no ha
He aqui su descripción. Un rectán¡¡ulo levansido resuelta de una manera satisfactoria, es la si- tado en forma de horca, can orladura blanca, orladura
guiente ¿Cuál era la verdadera posición de Waltze- cuyo borde está engazado en negro. En este rectángulo, y destacándose en blanco, hay una doble cruz
müller en Saint Dié?
lgnórase cuál fue, hasta el año de 1507, la vida de Lorena, en un círculo de diámetro horizontal, con
En esa época, Waltze- resplandores que acompañan a la doble cruz, y que esde este alemán de ultra-Rhin
mliller, a quien hallamos inscrito en la matrícula de tán colocados perpendicularmente en el diámetro
los estudiantes de Friburgo, bajo el nombre de Marti- Entre el palo mas grande de la cruz y el drcula, las
En el círculo, a
nus Waltzemüller, de Friburgo, Constantiensis dyoe- letras mayúsculas ~ D (Saint Dié)
cesis, hizo su aparición en Saint Dié, a donde fue cada lada de los resplandores perpendiculares al diállamado por el canónigo Gualterio Lud, Secretario del metro G L (Gualterio Lud) y N. L (Nicolás Lud). por
duque de Lorena, Mecenas y jefe reconocido del Gim- último, debajo del diámetro, como final muy aparennasio vosgense
Pero en calidad de qué llegó allí, qué te, las letoas M l. entrelazadas (Martín llacomylus).
En seguida, debajo de la viñeta, la fecha de la impreera?
Alejandro de Humboldt dice:-"Es un hombre sión, en caracteres movibles de imprenta
Para obtener la explicación de esta singular maroscuro que fue a comer pasas a Lorena, quien inventó
el nombre América". (24) En esto puede reconocerse ca tipográfica, cuyos detalles no han sido estudiados
la grande imaginación, con sus ribetes humorí~ticos del hasta el día de hoy, es necesario consultar la edición
célebre autor del Cosmos En otra parte le llama "li- de la Cosmographiae lntroduetio que Waltzemüller,
brero del pueblecito de Saint Dié, (25) Waltzemüller descontento de la que había salido de Saint Dié, en
impresor de Saint Dié (26) ".
la idea que se ocurrió Mayo y Septiembre de 1507, h!zo tirar de su cuenta
a un sabio de Lorena de aplicar en 1507, al Nuevo en Etrasburgo en 1509 Esta edición termina al frenMundo, el nombre de Americ Vespucci", (27) "Hyla- te de la foja treinta y dos, con la siguiente marca tipo·
comylus había establecido poco antes de 1507 una li- gráfica
brería" (/iberríam officinam), (28) en fin le llama
PRESSIT APUD ARGENTORAtambién profesor de Lorena, y sabio oscuro. ,
COS HOC OPUS !NGEN!OSUS V!R JOHANNES
Varnhagen llama a Waltzemüller "oscuro geóGRUNlNGER ANNO POST NATUM SALVAROTEM
grafo", (29) Brunet, el célebre aficionado a libros, y
SUPRA SESQU! MILLESIMUM MONO
autor del Manual del Librero, dice que Waltzemüller
era impresor Según Mr Harrisse, Waltzemüller fue
JOANNE ADELPHO MUL!CHO ARGENTINENSI
profesor en el Gimnasio de Saint Dié (who held a proCAS'fiGATORE.
fessorship in the Gymn?sium of Saint Dié). (30) En
fin, d'Avezac le convierte en matemático, en sabio
Este director o corrector era el médico de Siraslaborioso e infatigable (31)
burgo Jean Adelffus de Mühlingen, erudito célebre
Títulos le sobran, y calidades tiene muchas, como después corno biógrafo de Federico Barbarroja. Y la
se puede ver de todo esto Pero su verdadero título marca tipográfica hecha a la vista de Waltzemüller,
no está allí mencionado, y Waltzemüller mismo es para su propia edición, explica el misterio de la de
quien nos enseña cuál su posición era en Saint Dié.
Saint Dié.
Al pie de la última página de la Cosmographiae
Demos aquí de ésta una idea, aunque sea g1 osera.
lntroduetio, hállase la marca tipográfica del Gimnasio
vosgense, en la que constan el lugar y la fecha de la
impresión. Esa marca es una figura muy simple, que
S.
D.
se destaca en blanco en un fondo negra-oscuro, cuyo
fac-símile se encuentra en el Manual del Librero y del
aficionado a los libros (32) de J. C. Brunet, indicio cierto de la originalidad y valor de la viñeta
G. L.
(24}
Do! de la Sociedad Geográfica, Pnris, 1865, pág 411
(26)
Examen Critique, vol lV, pág
(26)
Examen Critique, vol IV, pfig 98
(27)
Examen Critico, vol IV, pág lOG
(28)
Examen Critique, vol IV, pág lé6
(29)
Primer viaje de Amerigo (sic) Vespucci, pref
Ül69
(30)
Biblioteca Amedcana (Vetustfsima, plig. 94)
(31)
Martin Hylacomylus, púglnns 18, 23 y 25
"
p{¡g
1
N. L.
Las dos últimas letras están entrelazadas.
Ahora comparemos. Primero, el nombre de luar, Strasburgo en la una, Saint Dié en la otra. En seguida el nombre del impresor, Jean Grüninger en
Strasburgo, y las de los dos Lud en Saint Dié.
En fin, abajo, a la vista,, el nombre del corrector
con su título en le~ edición de Strasburgo, como el mo~
n_ograma de Martm llacamylus, abajo también, y a la
VISta, !'los muestra el verdadero lugar de Waltzemüller
en la Imprenta de Saint Dié, en la que era corrector, o
sea cast1gatore, como lo era Mühlingen, en la imprenta
de Strasburgo.
E:ta explicación es incontestable, y yo no he hecho mas que una aplicación legítima del procedimien-
Viena,
(32) 'l'om II, col , 316 de la p.ueva edición El editor de la Dibllothe...
~a, Americana ve~uatisstma, de Harrisse, ha dado en forma de viñeta una
eap~ie de par{)(ha, de gusto dudOlro, Sllstituyendo sus inicinlea y Jns de
Nueva York, a las de Saint Dié.
En fin, es~a .notable marca tipográfica, se encuentra dos veces reproducl$)a en facsunde en A Catalog~e of Books (Bihliotllteea Americana) de
J C Bro\vn, por J R Bartlett, vol l'!, piiglnas 82 y 33, Providence, 1875
8
zac, su hermano, y además socio en la imprenta.Debe éste de haber sido un Mecenas del Gimnasio
vosgense, y persona muy erudita, atendido a que Jean
Basin en su Novus e/egansque, le llama "noble, consi·
derable, magnífico y clarísimo, Nicolás lud, burgués
de Saint Dié" (35) Sigue a éste el profesor de geografía y matemáticas Matías Ringmann (Philesius) del
valle de Orbey, cerca de Schelestadt en Alsacia, autor
de la Gramática figurada; y del poema Vosagus Era
este el más joven de los miembros de la Asociación
Científico-literaria de Saint Dié, y muy activo, muy ~s·
piritual, jocoso, hasta :farsante,-tomando esta pala·
bra en su sentido bueno,-gustaba de darse el título
de hijo de la vertiente arieta! de los vosgos (Vogesigena)) y no escaseaba las ch!inzas En la elegía publicada por prime1a vez en 1505, en Strasburgo, al
frente de la edición de la primera carta de Albericus
Vespucius a Médicis, y reproducida en Saint Dié, en
1507, Philesius advierte al lector, no hacerse "nariz
de rinoceronte[" emblema, según Martial, de gran
burla, entre los romanos aritiguos y modernos Ringmann era muy dado a la rima, era el poeta favorito
del Gimnasio, sobre todo después de la muerte de Jean
de Barru, acaecida en 150.5 D'Avezac le llama humanista filólogo, Harrisse poeta y erudito, (scholar), y
muy antes que ellos, Waltzemül/er, en lp Margarita
phi/osophica de Gr leisch, 1508 y 1513, le llama "instruido en matemáticas, y profesor de Cosmografía en
la Universidad de Bale" ' Era el representante activo
del Gimnasio, y el que le comunicaba el carácter ale-
to de identificación de funciones, mediante la posición
respectiva de dos marcas tipog1áficas de aquella época, hechas para una misma obra, por la persona, o a
la vista de la persona, más interesada en ella
la imprenta corría bajo el nombre de los Lud,
de los cuales, Gualterio la había instalado, sufragaba
los gastos y era el responsable ante el duque de lorena Es esto tan cierto, que en la Historia de Saint Dié
por (¡ravier, jamás se encuentra el nombre de Hylacomylus, mientras el canónigo Gualterio lud, es mirado
como bienhechor de Saint Dié, por haber establecido
la imprenta que dirigía, y cuyas producciones mostraba con vanidad, llamándolas monumentos, honor de
éste pueblecito perdido al pie "de las simas de la montaña de los Vosgos"
La posición de Waltzemüller en Saint Dié, era de
empleado, dependiente de lud, primero o director de
la imprenta. No formaba parte del Gimnasio vosgense Siendo amigos el profesor ·Ringmann y Waltzemüller, es posible que éste haya llegado a Saint Dié,
por recomendación de aquel
Buen corrector, (castigatore) como lo prueba la primera edición de la Cosmagraphioe (ejemplar d'Eyriés) (33) hábil dibujador de
mapas, que adornaba con sobervios escudos de armas
de diferentes soberanos, conocía además las matemáticas . Waltzemüller era un auxiliar importante y de
los más útiles de la Sociedad del Gimnasio vosgense,
pero no más que un auxiliar, un ayudante asalariado,
empleado en preparar las cartas paro uno nueva edición de Ptolomeo, y en corregir pruebas en lo imprenta de los lud
Digamos algunos palabras acerca del Gimnasio
vosgense Ya hemos hablado del canónigo Guolterio
lud, hombre generoso que erigía fundaciones piadosas, según consta en la Historia de Saint Dié, (Gravier,
Historia de Saint Dié, páginas 203, 205, etc, etc,) y
que se esforzaba en la propagación de las luces y de
los conocimientos Debe de haber sido rico, o poseíc
do, al menos, fondos considerables, dádivas quizás debidas o la liberalidad de René 11, duque de lorena,
nieto del buen rey René, protector de las artes y de la
literatura.
El "jocoso canónigo", Gualterio lud, era el jefe
reconocido, "la clavija principal, el alma visible del
Gimnasio vosgense" (34) Era lo que hoy llamaríamos
un geógrafo aficionado, y patrono de la geografía
Vienen en seguida los canónigos Pierre de Blarru,
autor del poema nacional la Nancéide, en verso latino,
Juan Basin de Sandocourt, editor póstumo de Nanceidos, traductor de las Quatuor Narigationes de Vespucci, y autor del libro rarísimo, Novus e/egansque
~onficiendar epistolar , etc ; por último, laurent Pilade, autor de Rusticiados (la Guerra de los campesinos)
que más tarde, al disolverse el Cabildo de Saint Dié,
fue cura de Corcieux, cerca de Saint Dié Todos estos cuatro, en calidad de canónigos y sacerdotes, formaban parte del Cabildo colegial de Saint Dié Vienen después los legos el rico y doctor burgués Nicolás
lud, padre del canónigo Gualterior, o, según d' Ave-
gre
Citemos, en fin, como miembros de Gimnasium
vosagense, al médico Sinforiano Champier, y al biógrafo Jean Aluys, aut~" de la Vida de René 11, rey de
Sicifia y duque de Lorena
De esta reunión de latinistas, ocupados en construir la geografía, aunque tan poco al corriente de los
descubrimientos de los últimos quince años, como
ignorantes acerca de los hombres y de los sucesos, y
dispuestos a divertirse con el efecto que su libro produjese a los lectores; de esta reunión salió la Cosmographioe lntroductio
Ahora que ya conocemos el personal de esta primera Sociedad de Geografía francesa", examinemos
la edición
11
VIII
Descripción de la ucosmographioe lntroductio"; es
obra de colaboración.-Jean Basin no es su principal
autor.-Parfe que en eUa tomaron Ríngmann y Gualterio Lud.-Waltzemüller, en su calidad de director de imprenta tuvo a su cargo el arreglo material de la obr11, y
el dibujo de las figuras.-Precauciones que lomó para
asegurar la propiedad, como si fuera autor de la ol:Jra
-Ringamann, con la ligereza del ppeh;1, se hac" su cóm ..
plice.-Apropiaci6n de la 11 Cosmograpioe lntroductio'' por
Waltzemüller. Omisión del nombre de Jean Basin.
Habiendo el duque de lorena remitiqo a la Asociación literaria de Soint Dié la versión francesa de la
famosa edición italiana de lettera di Amerigo Ves-
(33) Al decir Cosmographiue, en este y otro.'! Iuga~es de la :presente
memoria, entendemos hablar de la Cosmographiae Introductio
(35)
9
Martin H)olo.eomylus. nálr 73
pucci del le lsole nuovamente travate in quattl o suoi
riaggi Data in Lisbona a di 4 di septembre 1504, el
canónigo impresor Gualterio Lud rogó encarecidamen1
te a su colega 'e! canónigo Jean Basin 1 ínsiQne poeta,
y no menos diserto prosador 11 , hiciese una traducción
latina, a causa, le dijo, de, 11 1a elegancia cwacterística
de su estilo11 •
Esta carta, llamada la segunda de Vespucci, fue
la pieza importante que la Asociación dete1minó publicar, fundando en su publicación una justa esperanza de celebridad
Pensó Lud que el Gimnasio debía
hacer una especie de introducción, en forma de nociones elementales y generalidades geográficas, o
Cosmografía como se decía entonces/ introducción
que se colocaría, a guisa de primera parte de las
Quatuor Navigationes
En su doble calidad de director de imprenta y
cartógrafo para la prepmación de una grande edición
que se proyectaba de lo Geografía de Pto/omeo, Waltzemüller reunió las contribuciones de los miembros del
Gimnasio, y fue él quien desde luego tuvo a su cargo
el arreglo material, después de haber terminado el de
la Introducción
D' Avezac piensa que él la escribió,
sin embargo, no dice que los otros no hayan colaborado
El estudio de ese tratadito de geografía muestla
1
con la mayor evidencia, que es obra debida a los esfuerzos de muchas personas
Le falta unidad, y su
redacción acusa di ve• sidad de estilos y de forma
Es
verdaderamente cortoda a hachazos/ sin hilación, y sus
partes están mal hilvanadas entre sí
Los ocho primeros capítulos, que pudieran mejor
llamarse simples párrafos/ son puramente matemática
El noveno es una descripción de la tierra
tancia varía mucho
Su impor-
Los cinco primeros son muy cor-
tos, y se componen solo de dos a cuatro páginas del
texto Parecen hober sido escritos por Lud, con la
ayuda tal vez de Waltzemüller con1o secretario
El
sexto es más importante, llena seis páginas, y contiene
al fin de la roágina C, un pasaje sobre el Nuevo Mundo,
Amerige al margen, y citas que descubren la mano
elegante de Jean Basin
El capHulo VIII, sobre los vientos, que no tiene
más que tres páginas, llenos de poesía y citos, deja
ver el estilo y el carácter alegre de Ringmann
En fin,
el capítulo IX, con mucho el más largo e imprtante,
de ocho páginas más Jo esfera indica por su redacción, desde luego, que la famosa frase tan a menudo
citada, debe de haber sido escrita por la misma mano
que tradujo al latín las Quatuor Navigotion<?s, pues
tiene elegancia y estilo fácil y poético
Por otra par1
1
te, esta descripción del antiguo mundo, en cinco pá-
ginas en verso, de una poesía un tanto endiablada,
recuerda por completo el estilo de Rigmann en su
composición de verso elegiaco y muy chistoso al reverso del título de las Quotuor Novigationes
Hechura,
forma y aspecto, todo muestra que estos cinco páginas
son de Philesius
El pra/oquium y el apéndice, que forman en
junto tres páginas, parecen ser de los dos Lud Las
cinco figuras matemáticas, muy elementales, proba-
blemente fueron ejecutadas por el diseñador Waltzemüller.
En fin, la lntroduetio está compuesta de veinte
fojas, de las que diezinueve son impresas o los dos la·
dos
La última foja es la únicd que no está impresa
al reverso Además, tiene la lámina plegada, o Pfa.
nisferio1 impresa al rev~rso, formando con esto vein-
tidós fojas
En este opusculito, o tratado elemental de geografía, el canónigo Jean Basin compiló todos los pasajes, en núme1 o de cuatro, referentes a los nuevos descubrimientos, y que mencionan al navegante florentino
Vespucci,.lo que no es sino muy natural desde que habiendo traducido los Quatuor Navigationes, estaba
más al corriente que ningún atto miembro del Gimnasio, de todo lo concerniente al Nuevo Mundo Jean
Basin es el autor del famoso pasaje que ha dado a
Waltzemüller toda su celebridad
No solo la elegancia del estilo lo denota, 'lino otras pruebas que presentaremos más tarde
En esta introducción, Philesius Ringmann escribió
todo lo que está en verso Los dos Lud se~ los autores del resto, según está en la edición de Septiembre
de 1507, salvo las cinco figuras, que son trabajo manual de Waltzemüller
Este último no contribuyó
mós que con algunas frases ordenadas por Lud en la
primeta edición, y que f110ntan a muy poca cosa
De
ellas hablaremos adelante
Parece que antes de la impresión surgieron difi-
cultades entre Waltzemüller y los dos Lud, según lo
demuestra la dedicatoria de Hylacomylus, en la segunda {ojo Aij, dende habla de "las intrigas de que sus
rivales',
Al admitir que tuvo colaboradores, que sin
embargo no nombra, Woltzemüller no concedió a su
amigo Ringmann más paternidad que la de dos piececitas en versar firmadas Phi/esius
La primera dirigí-.
da al emperador, al reVerso de la carátula de la Introducción, y la segunda, a los lectores, al reverso de la
foja bij, que lleva la carátula de la haducción lc;~tina
de las Quatuor Novigationes La primera es un
decastichon, ampuloso y ridículo, que termina con un
elogio a quemaropa del "autor que con admirable talento ha preparado este tratado general"
Evidentemente Waltzemüller era vano, desprovisto de toda
modestia
Lo que es Ringmann, siempr~ chistoso,
versificaba o propósito de todo, y sobre todo asunto
Era poeta fácil, demasiado fácil
Observemos como
tuvo cuidado,, en el vago de la poesía, de decir preparado, en lugar de ejecutado o escrito este tratado general
Esa gradación misma deja ver, que fue más
dirección y preparación, que trabajo original
La segunda pieza se compone de once dísticos de
versos elegiacos, dil igidos a los geógrafos del siglo XVI
Ringmann la había publicado yo, dos años antes, en
Strasburgo, o la cabezo de la primera carta de Vespucci a Laurent Pierre Francois de Médicis, que lleva
el título de ' De ora antártica, etc, etc, imprim de
Mathias Hupfuff, 1505 Solo con la diferencia que
entonces dio a Vespucci el nombre propio de Albericus,
reemplazado por el de Americus en el libro de Saint
El no se paró en esto su númen satírico y chisDié
toso estaba muy por encima de las cuestiones ortográficas de los nombres propios, y desde el momento que
el canónigo Jean Basin tuvo por conveniente usar Ame"
lricus, en lugar de Albericus, Ringmann le siguió sin
1
10
pestañear Como todos los amigos de lo jocoso, era
hombre de fácil composición
De Je.an Basin, traductor de las Quatuor Navigationes, el autor del decastichon elegantemente versificado, que sigue a la carátula, y de la extraña
equivocación que le hizo poner la segunda corta de
Vespucci, como dirigida al rey René, duque de Lorena,-de .t.Jan Basin, autor del nombre Americus dado
por primera vez a Vespucci, y del nombre América,
dado también por primera vez al Nuevo Mundo, no
dice una sola palabra, pero ni siquiera deja lugar a
El verdadero autor, aquel de
sospechar su presencia
quien proviene toda la celebridad del librito de Saint
Dié, el que bautizó al Nuevo Mundo, ni siquiera es
nombrado! Tampoco se encuentran en parte alguna
sus iniciales --Jean Basin era tan modesto, como poeta y literato elegante.
En cuanto a los dos Lud, no aparece de ellos en
el librito más que sus monogramas en el co/ofon, y eso
solo como impresores.
En fin, para corona de todo, Martin Waltzemüller, con audacia inaudita, se da por autor de la obra,
bajo el nombre cacofónico de Martin llacomylus, teniendo buen cuidado de ponerse bajo la protección del
emperador Diro Maxími/iano Cesari
He aquí el primer ejemplo, después de la invención de la imprenta,
del robo de los trabajos ajenos, tan frecuentemente
repetido después Lo notable de este caso, es el haber sido un Inferior, un empleado subalterno quien se
atribuyó la mayor parte, así intelectual como material
Ordinariamente sucede lo contrario, un jefe, un sabio
renombrado, se hace ayudar por colaboradores, y sin
el menor empacho se apropia sus trabajos, contentándose, en cambio de la ayuda que le han prestado, con
nombrarlos, ya en la introducción, ya en el prefacio,
y a las veces del todo no les nombra
Pero aquí, el director de una imprenta, (36) se
arroga, de su propia autoridad, el derecho de poner
su nombre, como si él fuese el solo autor de la obra
Vanidoso hasta el exceso1 jactancioso1 pretensioso,
ambicioso de renombre, Waltzemüller ejecutó un triste
papel en esta primera producción tipográfica de Saint
Dié
"Hombre oscuro", habrfa hecho mejor de quedarse en la oscuridad
Se creyó suficiente para asimilarse y "digerir" los trabajos geográficos del Gimnasio vosgense
Como detentador de los manuscritos
de esta Sociedad, compaginador y arreglador de los
materiales que se le habían confiado, se le dejó atribuirse todo el mérito que podía sacarse
Yo no puedo participar de la generosa indignación
de mi sabio amigo el difunto d'Avezac, que acusa a
los miembros de la Sociedad de haber "despojado a
(36) Los primeros impresore:J tenfan, todos, una opinión muy elQ.o
vmla de sú importancia; y los ~e los pueblos pequeños, como Saint Dlé,
Salins, et;c, etc, se consideraban genios, comparables a Jos hiíróes de la
FAbula Así,_ filll el prbp.er libro impreso en Salins, en el Fr!,l.nco Condado,
en 1484, se dice en verso latino, de una edición de las más mediocres:
"La mano de impreso1. que ejecutó esta_ obl'a,
Fue digna de un Elcides, y dispuso de las annaá de Vulcano.
Siendo casi el Aquiles de e:~te arte verd!!t-dero, etc., etc
En Sa!ins, vnlle ilustre (sic) por renombre hercúleo", etc, etc
Primer libro impreso en el Franco CondBdo, descubierto y desc.r:lto 110r
Augusto Gastan (Memorias de la Soc d'Emulatlon du Dollbs} 5• serie.
tomo IV, página 52 Besnncon, 1880
Waltzemüller, sin la menor vergüenza, si no de la paternidad misma de su obra, al menos de los señales
exteriores que contienen su público afirmación". (37)
Hablando de lo que ~1 llama la edición original, que
en realidad no es mas que una primera tirada muy
corta, d'Avezac agrega -"Esta edición original fue
pérfidamente capada (palabra dura, pero muy gálica)
y rehecha de suerte que desapareciese de las primeras
fojas toda mención del nombre del autor, sin dejar trazas que acusasen esta odiosa mutilación
(38)
D'Avezac fue demasiado lejos, y está completamente equivocado, mas al presentar excusas, muestra
claramente, que, para él también, Waltzemüller no es
más que un simple auxiliar, empleado a sueldo del canónigo Gualterio Lud
D'Avezac cambia los papeles.
constitúyese defensor del espoliador y del pirata, contra sus víctimas indignamente burladas, y completamente despojadas
En realidad, los Lud no hicieron
más que reemplazar las designaciones individuales de
su director de imprenta (castigatore) hechas sin su
aqyiescenciq, por el nombre colectivo de la Asociación,
el Gimnasio vosgense (Gimnasium vosagense) Simple
cuestión de justicia y de honradez literaria,
1
'
IX
Gualteric Lud suprime la primera tirada, despide a
Waltzemüller, y en la segunda quita el nombre de llacomylus y pone el del "Gimnasio vosgense" -Alteraciones
que se hicieron necesarias en la "Cosmographioe lntro ..
ductio" .-Corto número de ejemplares de la primera ti ..
rada, o edición "princeps" .-La segunda lleva la misma
fecha que la anterior, (Mayo de 1507) y es muy escasa.
-Primeros impresores y sus obras.-Tercera tirada de la
edición de Saint Dié, en Setiembre de 1507.-Estas tres
tiradas han sido muy limitadas.
Naturalmente, cuando Gualterio Lud tuvo en
,sus manos el primer ejemplar de la edición, puede
imaginarse la extrañeza e indignación que experimen~
taría Suspendió desde luego la tirada-lo que explica lo raro de la primera edición, de la que no se
conoce más que un ejemplar-y sea que no se hubiesen impreso hasta allí más que unos pocos, sea que
los Lud hubiesen secuestrado y destruido la edición,
lo que es muy posible, puede decirse que la primera
tirada no fue distribuida, ni, por lo mismo, puesta en
circulación
Con mucha moderación y justicia, Gualterio Lud
se contentó con suprimir el nombre de su director
Martinus 1/acomy/us, como autor, y reemplazarle por
el nombre colectivo del Gynnasium (sic) rosagense,
dejando el monograma del director en la marca tipográfica además suprimió el decastichon de Ringmann
De la dedicatoria de Waltzemüller modificó
ciertas partes, en suma, las variaciones son poco numerosas, teniendo en mira reemplazar al ambicioso y
logrero Waltzemüller, por los asociados del Gimnasio
vosgense Solo las dos primeras fojas fueron objeto
de los cambios que vengo indicando. El resto está
He nhí un bello ejemplo de pretensión y vanidad
11
(37)
MarÜn Hylaeomylus, pág líO
{38)
Martin Hylaeomylus pág. 51
todo entero, ni una palabra de la parte geográfica ni
de los viajes de Vespucci se halla modificada; conserva la fecha primitiva del 7 de Mayo de 1507.
Después de este golpe, Waltzemüller fue inmediatamente despedido, la ausencia del director de la
imprenta se reconoce en los errores tipográficos la
palabra Gymnasium está impresa Gynnasium (c~n _dos
enes) y en ciertos cambios de letras de las pag~nas
quinta y sexta, que se relacionan con la primera y segunda, y que se reimprimieron por c~mp.t;to, -:'o como
dice d'Avezac para disfrazar la mut1lac1on, s1no para
obtener la uniforme reimpresión de las cuatro fojas,
facilitando el pasaje del molde bajo la prensa
Philesius Vogesigena (Ringmann), debió recibir su
parte de culpa, pues que su decastichon fue suprimido;
y era tan buena composición, que jam~s la hizo ~ea­
parecer en sus escritos, impresos despues, reconociendo así la justicia del procedimiento de Gualteri~ L~.d,
que había reivindicado los derechos de la Asoc1ac1on
del Gimnasio vosgense, arrebatados por llacomylus
D'Avezac, que tanto ha contribuido a hacernos
conocer las diversas ediciones del célebre libro de Saint
Dié, y los otros trabajos literarios de los ':'iembros. del
Gimnasio vosgense, admite que Gual\eno Lud, ¡efe
reconocido del Gimnasio,
11
editor pagador
11
,
e impre-
sor de Saint Dié, al hacer las correcciones de la ,primera tirada, tuvo por "objeto directo recomendar al público renombre la obra común del Gimnasio vosgense,
en lugar de la obra de Waltzemü\!er" (39) Piensa,
sin embargo, que la segunda tirada debió ser forzosamente muy reducida, a consecuencia, dice 1 de haberse
pUesto en Circulación anteriormente ejemplares intac-
tos de la edición original, o primera tirada, añadiendo
que esto persuadió luego a ejecutar la tercera edición,
o más bien una tirada, cuya impresión fue acabada el
cuatro de las calendas de Septiembre de 1507.
Esta tercera tirada no es más que una reimpresión de la segunda, con algunas diferencias en la disposición tipográfica, la única de alguna importancia
es la compaginación de las dos partes de la obra, llevando cada una su propia serie marcada con letras
Segurmente las planchas se componían de dos partes
distintas y separables, lo que explica la existencia de
algunos ejemplares aislados de la una y de la otra
parte, formando un libreto separado
Este modo de ver de d' Avezac no resiste un examen atento
Gualterio Lud que había hecho venir la imprenta,
y que se ocupaba en muchas obras, tanto de sí mismo
como de Jean Basin, de Ringmann y de Jehan Aluys,
debía, como impresor responsable, ser muy atento a
todo lo qus pmaba en su oficina Waltzemüller, bajo
cualquier pretexto, pudo haber retardado la impresión
del primer pliego, a fin de poder modificar en su provecho el texto del manuscrito, admitido por el Gimnasio vosgense, pudo haber produCido el primer pliego
hasta el último momento, y cuando toda la plancha
estaba ya lista, esperando sacar de ese modo ventaja
del hecho consumado No obtante, Lud debe haber
tenido en sus manos uno de los primeros ejemplares
de la Cosmographiae lntroductio. Admitamos que
(3D)
Martin Hylacomylm;, pág 54
Rlngmann tuviese uno, seo en prueba 1 seo yo en for-
ma, y que sucedió lo mismo con Waltzemüller, tenemos tres ejemplares cuya existencia puede darse como
Cierta
~._
Agreguemos tres ejifmplares más, que pueden
haber sido dados a Jean Basin o Nicolás Lud y algún
otro miembro del Gimnasio; y ese será el total de ejemplares puestos en circulación de la edición princeps.
Disgustado de la tentativa del director de la Imprenta y auxiliar cartógrafo, de apropiarse la obra
común, Lud quitó en el acto las planchas, y no p~do
haber circulación fuera del pequeño grupo del Gimnasio
Porque es necesario recordar, y esto aun en
la suposición de que Waltzemüller hubiese sustraído
algunos ejemplares, que a la sazón no ha_~ía correos
~egulares, y que las comunicaciones de Saint Dié con
el resto del mundo, eran raras y difíciles. Podemos
así 2oncluir con una certeza casi completa, que la primera tirada no fue puesta en circulación
El canóni-
co Lud cambió en el acto las dos primeras fojas, y
hecha de este modo la segunda tirada, es como circuló
el libro
¿Cuántos ejemplares se imprimieron? Nada sabemos de esto, careciendo de datos más detallados
1elativamente a la imprenta de los Lud, pero podemos
hacer conjeturas probables y plausibles
Los primeros impresores vagaban cori su mate:-
rial ambulante, empleados casi exclusivamente por el
clero, clase más rica e instruida que las otras de la
población
Los canónigos y los obispos hacían imprimir sobre todo, obras religiosaS1 y como éstos eran
gastos enteramente de lujo, resultaban verdaderas
obras de af;cionados, en papel muy bueno, y en corto
número de ejemplares, con grandes letras mayúsculas
iluminadas a pincel
Existen ejemplos bien demostrados de libros de los cuales solo se imprimieron dos
o tres ejemplares Acabada su obra, los impresores
empacaban su material y se lo llevaban a otra parte
La imprenta de Saint Dié probablemente no tuvo otro
origen
Los Lud deben haberla comprado a causa
del abundante trabajo que el Gimnasio vosgense se
proponía ejecutar
Por el año de 151 O no había traza alguna de esta imprenta, cuya existencia no duró
más de tres años.
Cuando se habla de edición, sobre todo respecto
de las imprenta de ricos aficionados, de las pequeñas
poblaciones, no debe tenerse en cuenta lo que esta
expresión quiere decir en nuestros dí-as. No se trata
de centenares; mucho menos de millares, sino solo de
medias docenas o docenas de ejemplares
Los superiores y grandes señores, obispos1 capítulos colegiados/
abadías y órdenes religiooas, no vendían los libros _que
_imprimían, sino que los daban de regalo a sus am1gos
y corresponsales
Gualterio Lud, canónigo del capí-
tulo colegial de Saint Dié, y además secretario del
duque de Lorena, era un gran señor -Así, este primer
lib1o de la Cosmographioe /ntroductio, salido de sus
prensas, fue verdaderamente una obra de aficionado,
y la suposición de que las primeras tiradas de Mayo
de 1507, montaron a dos o tres docenas de ejemplares, no puede andar muy lejos de la verdad Admitamos que fueron treinta Y' seis ejemplares, de los cuales
12
X
seis quedaron intactos, y forman la edición original 0
princeps De estos treinta y seis ejemplares ¿cuántas
Wcdtzemüller hizo reimprimir en Strasburgo en
conoce~os el día de hoy?
Uno solo de la edición
1
?09;
la "Cosmographioe lntroductio" .-Se la ap;opia
princeps, y tres, o quizás cuatro de la segunda tirada.
Citemos de paso este axioma de los bibliófilos -"Los y <omele el primer acto de falsificación y piratería litelibros verdaderamente ráros son los que han sido im- raria, conocido deSpués de la invención de la imprenta.
presos en menor número de ejemplares" (Guía del Ignorancia de los geógrafos de Sainl Dié y de Strasbur~o,_ respecto de los descubrimientos geográficos de Ja
librero anticuario y del biblófilo, por Jules Richard)
epoca.
Conforme, pues, a nuestra manera de ver, la
· Un hombre audaz ávido de renombre como Waltsegunda tirada de la Cosmographiae de Saint bié, fue
la primera puesta en circulación por el Gimnasio vos- zemüller, no podía aceptar tan fácilmente la pérdida
de su empleo en Saint Dié, y el desahucio de su nomgense Agotada ésta, Gualterio Lud reimprimió, y el
4 de Septiembre de 1507 dio a luz, una nueva edición bre ~omo solo autor de la obra de la Sociedad
compuesta de más ejemplares, digamos 72, o seis do- del Gimnasi.o vosgense. Obstinado y perseverante a
la manera de. sus comp 0 triotas del Schwartzwald, 'no
cenas, cifra muy alta para la época, y pára ser aquel
quiso
someterse a estos güelfos de los Vosgos, que haun libro de aficionado, (<O) esta tercera edición fue la
bía
creído
poder trasquilar sin la menor vergüenza, y
más conocida, y constituyó realmente la obra geográfica debida al pequeño cenáculo de Saint Dié
Esta dos años después, en 1509, hizo imprimir en Strasburgo, por Jean Grünigen una edición de la Cosmoes la que ha llegado hasta nosotros en mayor número,
graphiae
lntroductio, y de las Quatuor Navigationes,
conociéndose de ella diez o doce ejemplares, de los
tomando la una y las otras, de la primera edición de
~uales cuatro se hallan en los Estados Unidos, y de
Saint Dié, con su nombre a la cabeza de la segunda
estos, dos en Cambridge, Massachusetts.
pagma con este signo Aij
En súma, vemos que las tres ediciones de la Cos,
El título muy visible, puesto con la mira de llamographiae de 1507, no montaron más que a un mar la atención, dice~
centenar de ejemplares, cifra que no autoriza a decir,
como lo ha sostenido uno de nuestros contradictores y
ANTELOQUIUM
críticos, que un libro que ha tenido tres ediciones en
DIVO MAXIMILIANO
un solo año, no debe ser raro, y mucho menos puede
LESARI lsicl AUGUSTO MARTINUS
decirse, con otro crítico, que este libro ha llenado a
ILACOMILUS FELICITATEM
Europa
OPTAT.
Si fuera necesario, dos geógrafos e historiadores
·
Tiene algunos cambios ligeros, y trasposiciones.
del siglo XVI nos servirían para demostrar cuán exaConsta
de treinta y dos fojas de las cuales dieziocho
gerado y aun ridkúlo es hablar de la gran circulación
ocupan las Quatuor Navigationes, traducción del model libro de Saint Dié, comprendiendo en junto todas
desto Jean Basin, cuyo nombre no se encuentra en
las ediciones de Strasburgo y de Lyon (1507, 1509 y
.ninguna
parte
1518) La grande obra de Oviedo Historia general
La
parte
material está ejecutada con más intede las Indias, Sevilla, 1535, no hace alusión alguna a
ligencia que en las tiradas o ediciones de Saint Dié.
1~ famosa obrita del Gimnasio vosgense; jamás menLos encabez.amientos de los capítulos, que apec~o~.a a Ve~putci, y esto en Sevilla, donde Vespucci
nas
se
notan en l'os ejemplares de Saint Dié, son muy
VIVID y muno
Por su parte Abraham Ortelius, quien
visibles
y salientes en los de Strasburgo Además, el
por general consentimiento es el más grande de los
capítulo IV, marcado por equivocación Caput Quintum
geógrafos de aquel siglo, aunque cita dos obras de
el') l<;1 edición de Saint Dié, está designado Caput IV,
llacomylus, no menciona ni la Geographiae lntroductio,
·distin'guiénpose dé todos los otros capítulos de la de
ni el mapa-mundi o planisferio de Waltzemüller. Para
Strasburgo, en qúe está indicado en cifras romanas
~1 éste geógrafo es tan _esCurar que en la preciosa
miéntras los demás lo están en cifras arábigas Est~
lista de obras geográficas inserta al principio de su distinción debe ser intencionada
·
TheatiUm orbis terrarum 1570, dice -"Martín llacoLas signaturas de las Quatuor Navigationes se
mylus, friburgués, de quien tenemos una Carta de
entrelazan con las de la Cosmographiae, al contrario
Europa impresa en part~ en Alemaniau, y "Martii1
de lo que sucede en la tercera tirada de Saint Dié De
Waltzmüller, Carta náutica· universal, o, como vulgarsuerte que la edición de Strasburgo no está formada
mente se dice, marina, publicada en Alemania
Piende dos partes distintas, que pudieran separarse y fors~ que este es el mismo llacomylus, que precede". En
mar dos cuaderru:rs diferentes.
n~nguna parte hace alusión a la Cosmographiae lntroLos tipos empleados en Strasburgo san más peductio, ni al bautismo geográfico del Nuevo Mundo en
queños,
y muy inferiores a los de Saint Dié, nótase
Saint Dié.
además que son muy gastados, dejándose ver en mu·chos lugares la fuerza de la presión. Las líneas entre
(40) Una edición de 500 ejemplares se miraba entonces lo mismo
que un siglo después, como el h1á4imum a que raramente se' llegnb
sí tienen menor espacio. El papel es de calidad infeque ~orroopondería. hoy a una edición de 25 a 30,000 ejemplares En ie::
grafm no había mas que Pt.olom,eo, Münster y Ortelius, cuyas edicione 1 a!M
rior En suma, la edición de Strasburgo indica un
~anzaron. la cifra: de ?~O eJemp.ares: se les citaba comO tiradas fuera de
trabajo barato, que nada tiene de común con la obra
todo l.fmtte Jules ~hthppe, en au hbro Origines de l'imprlnterie a París,
nos dt~e que las pr!merna obras no se t¡.,.aban más que en número de 40
del aficionado, distintivo característico de las edicio_o óO eJemplares _Ctta úna edfci6n· de Sahi.rtio eri. númerO -de 200 ej"empla-nes de Saint Dié.
res, en 1470
·
·
·
13
Waltzemüller tuvo muy en cuenta el gasto el
número de su edición fue muy limitado, si hemos de
juzgar por los ejemplares que hon llegado hasta nosotros, que es el mismo que los de las ediciones de Saint
Dié, aun siendo éstas anteriores a aquella Waltzemüller debe de haber distribuido la obra a las mismas
personas que ya habían recibido las del Gimnasio vosgense, que deben de haberle sido conocidas, sea por sÍI
mismo,, o por medio de su amigo Ringmann, y debe de
haberlo hecho así a fin de contrarrestar a los modestos vosgenses, y sostener su primera tentativa de apropiarse su trabajo
Felizmente Waltzemüller tomó el partido de publicar a su costa, o por sí mismo, el común trabajo de
los asociados de Saint Dié, de otra modo pudiera llegar a considerársele como víctima, y así lo ha considerado d'Avezac
Pero a la vista de esta edición, es
imposible dejar de descubrir el espíritu de rapiña literaria que anima a Waltzemüller En nuestros días le
llamaríamos falsificación, y alguna otra cosa más En
1509, no existían leyes que protegiesen la propiedad
lite<aria Al apropiarse Waltzemüller la obra del
Gimnasid vosgense, se convirtió en un falsificador, un
plagiario, un verdadero pirata y se ve la injusticia de
llamar a la Cosmagraphiae lntraductio, 'ICosmographiae de Waltzemüller", u "obra de llacomylus".
Hay en eso un golpe grave, dirigido a la propiedad literaria y dentífica, que es importante señalar
Próximo a llegar a la consideración de los dos
nombres Americus y América, que han hecho tan
célebre ese librito, digamos que el pequeño tratado de
geografía que forma su introducción o primera parte,
es un trabajo muy mediocre, y que muestra el escaso
conocimiento que sus autores poseían del estado en
que se hollaban Jos adelantos geográficos al comienzo
del siglo XVI, y cómo, por otra parte, llegaban éstos a
los eruditos de un lugar pequeño, perdido entre Jos
Vosgos, y muy distante de los puertos de mar De
Cristóbal Colón, de Cabot, nada sabían, y también igResnoraban los descubrimientos de los portugueses
pecto de las nociones ptolomáicas, procuraban ponerse
de ellas al corriente, haciéndose con ejemplares de los
textos más completos de Ptolomeo. Nada de original era aquello un trabajo elemental, cuyo solo mérito consistía en la edición latina de la segunda carta
de Vespucci, edición más fácil de leer que la del bárbaro italiano de 1506
XI
Jean Basin de Sendacour es el autor de los nombres
"Americus" y "América".-Raz6n que tuvo para preferir
restos nombres a "Aibericus", 11Amerigo Amerigonius"
y a "Aibericia, Amerigia", y Amerigonia".-Los france ..
ses han conservado el nombre indígena "Amerique", y
han sido los primeros en nombrar americanos a los ha..
bitantes del Nuevo Mundo.-Razones que hay contra la
suposición de que Waltzemüller y Gualterio Lud hayan
podido ser los autores de los nombres uAmericus y
América".
Henos aquí, pues, llegado~ a los nombres Americus y América Las largas disgresiones que preceden, no son en manera alguna inútiles, como vamos
ya a verlo Todo cuanto se encuentra en el documento impreso contemporáneo que hemos considerado, y que es el único verdaderamente auténtico, es de
importancia para llegar a la verdad.
Durante el invierno de 1506 a 1507, la pequeña
Sociedad de Geografía del Gimnasio vosgense, tuvo
en su poder 1Q' la primera carta de Vespucci, edición
de Strasburgo del impresor Matias Hupfuff, la cual
contiene la composición en verso elegiaco de Philesius,
y en la que Vespucci es conocido con el nombre propio
de Albericus, 2Q, muy probablemente la segunda carta
de Vespucci, en la que lleva el nombre de Amerigo,
en fin 1 39, una traducción francesa, manuscrita o impresa, de esa misma segunda carta, que contiene los
cuatro viajes, y en la cual se llama Amttrige
Este nombre Amerige, en francés, como traducción de Amerigo, se ha conservado en la traducción
latina, conocida con el de Quatuor Navigationes, y
ocurre en la introducción, para marcar que es sinónimo, en la traducción francesa, del nombre italiano
Ametigo, y que el nombre latino Americus debe mirarse como su traducción libre, quizás muy libre.
El COf1Ónigo Jean Basin de Sandocourt tuvo el
encargo especial--a causa de la elegancia de su estilo
poéticQ-.. de traducir en latín la versión francesa de
las Quatuor Navigationes
Preséntese desde luego el
nombre propio de Vespucci Jean Basin tuvo ante sí
Albericus, nombre bien conocido, y que según Humboldt, "recuerda a muchos hambres célebres de la edad
media que lo han llevado, (41) en seguida Amerigo, o
Amerige, nombre totalmente desconocido, así en italiano como en español, al menos como nombre propio,
de Santo, y eso en la época del mayor fervor del cristianismo Traducido en latín Amerige da Amerigius,
como Virgilius, etc , a bien, si se acepta el nombre
italiano Amerigo, se tendría Amerigonius, o con más
elegancia Amerigo, como Cicero, Seipio, etc Así' es
que Jean Basin tuvo a su disposición los cuatro nombres latinos A/bericus, Amerigius, Amerigonius, Amerigo, como también Amerige, (42) y sin embargo no empleó ninguno de éstos -Por qué? Uno de mis críticos
ha dicho -"El uso de la palabra Americus, es una corrección más que un error del geógrafo alemán" (43)
Corrección quiere decir falta cometida, o al menos lapsus linguae. Por medio de la corrección se
vuelve la palabra a un sentido del que no puede desviarse, ni admitir variación, pena de ser incorrecta.
Hasta ahora, a pesar de todas las investigaciones, no
hay noticia de la . existencia del nombre Americus en
ningún libro u otro impreso anterior a 1507 Este
nombre tiene tanto de europeo, como Nicaragua, Guatemala, Niágara, Mississippí, Missouri, Ontario, Chimborazo, etc , etc, todos tan bellos como peculiares al
Nuevo Mundo
(41)
Examen CritiQUe, vol IV, páginas 49 y 50.
(42} Nicollni de Sabio, en la edición de la Cosmographiae Introdttctlo
que publicó en Venecia en 1535, manifiesta dudas sobre el empleo de la
Palabra .Améirlca, y quisiera que se W!BBe Amerlge
(43) The Natlon, 10 de Abl.'il de 1884, New York El a.utor cree que
WaJtzemOller ea el autor del nombre, cuando en verdad lo es .}f!an Basin
14
El elegante poeta Basin seguramente gustó mucho del nombre Amerrique o Amérique, que llegó
hasta él, como adelante probaremos, y lo juzgó admirablemente adaptado para colocarlo frente al de Vespucci, a quien miraba como descubridor del país de
donde provenía este nombre sonoro y de fácil pronunciación
Y sin más examen, por una licencia poética
muy grata a todos Jos versificadores y prosadores de
gusto, disfrazó a su héroe Vespucci con un nombre
indígena, operando la ingeniosa corrección de Amerige
o Ame·rigius por Amérique o Americus Con esto dio
un golpe de maestro, de docto filólogo y de diserto
Era preciso un poeta para semejante asiprosador
milación, digamos más bien, creación
El imbécil de
Waltzemüller, lleno de importancia como director de
imprenta y diseñadas, no pudo ser autor de semejante
arranque de vivacidad y de buen gusto Par lo demás1 Juan Basin no mostró hallar inconveniente en
seguir literal y matemáticamente, cuanto halló en el
manuscrito, y sin pestañear puso como dirigida al rey
René,. duque de Lorena, la segunda carta de Vespucci
dirigida a su Magnificencia Messire Pierre Sederini,
gonfalonero perpetuo de la República de Florencia
Para él todo esto no pasaba de ser un juego, una licenJuan Basin es un hombre a quien debe
cia poética
juzgarse como poeta, y tomarse por lo que es, a saber,
el editor de la Nancéide, el autor de un tratado séptuplo sobre el arte de bien decir, INorus elegansque
conficiendar epistolar Saint Dié, 1507) Era pulcro
y elegante en el arte de decir y en el de escribir
Una vez decidido a dar a Vespucci como nombre
propio el de Americus, solo le quedaba un paso para
llamar América al Nuevo Mundo Con igual facilidad
y naturalidad Jean Basin franqueó esa certísima distancia primera en un párrafo de la foja trece, página
C (tirada de Septiembre de 1507) que hemos citado al
principio del capítulo VI, en donde se encuentra inscrito al margen el nombre Ame-rige para indicar que
Americus está allí en lugar de Amerige, en seguida en
el capítulo IX De quibusdam Cosmographiae rudimentis, que es el alma de la Introducción, y que constituye su principal capítulo, al mismo tiempo que el
más largo de toda ella, estando en ocho páginas Al
reverso de la foja quince, es decir, a la página treinta,
que no está marcada, hállase el famoso y tan repetido
pasaje, en estas palabras·
"Nunc vera et hae partes !Europa, Africa, Asia)
sunt latius lustratae, et afia quarta pars per Americum
Vesputium lut in sequentibus audietur) inventa est
quam non video cur quis jure vetet ab Americo inventare, sagacis ingenii viro, Amerigen quasi Americi terram, sive Americam dicendam· cum et Europa et
Asia a mulieribus sua sortita sint nomina Ejus situm
et gentis mores ex bis binis Americi navigationibus quae
sequuntur liquide intel/igi datur"
Este capítulo IX que tiene tan grande importancia, y que puede decirse el primero de toda la obra,
presenta las particularidades que voy a indicar
Desde luego, como para aislarlo y separarlo de todo lo
que precede, tiene al margen y al fin del capítulo VIII,
una grande estrella de seis radios que pasan las líneas
En el Tractandoy se introducen al mismo margen
rum Ordo del principio, el título del capítulo IX
es diferente del que lleva en el cuerpo de la obra, y
que he c1tado antes
En el índice de las materias se
lee lo siguiente Nono capite quedam de dirisione
terrae, de finibus maris, de insulis et locar ab invicem
distantia dicent
Después del acta de bautismo del Nuevo Mundo,
se encuentra lo que sigue .-Hunc in modum terra
iam quadripartita cognoscitur et sunt tres primae
partes continentes quarta est ínsula. cum omni quaque mari circundata conspiciatur Esto indica que
para los geógrafos del Gimnasio vosgense, América, la
cuarta parte del mundo no era continente sino isla
Jean Basin, consciente o inconscientemente/ tomó "el nombre de un puerto por el de un hombre"; y
por una serie de equivocaciones/ errare~ y falsas suposiciones, el nombre indígena Amerrique vino a ser nombre propio de Vespucci, nombre de un hemisferio, y
propiedad de Martin Hylacomilus Waltzemüller, que
no figuró con otro papel que el de castigatore o director de la imprenta de Jos Lud de Saint Dié
Hagamos notar que Jean Basin era francés, al
menos en el sentido de la lengua francesa que se hablaba en Lorena, que es en Francia, y solo allí, de todos
los países de Europa, donde la palabra indígena Amerrique se ha conservado en toda su pureza, suprimiéndole una r que se ha ha reemplazado con un acento
agudo sobre la primera e, Amérique, (44) y que suaviza
un poco Jo pronunciación de la palabra primitiva
Todas las demás lenguas aceptaron y emplearon el
nombre Améric, latinizado por Jean Basin
Agreguemos que los franceses designaron desde
Juego a los indígenas del Nuevo Mundo con el nombre de Amériquains, escrito con las letras q y u, como
el nombre de lugar Amérique, según puede verse de
la obra del Padre Lafiteau Maeurs des sauvages
Ameriquains, etc , París, 1724
Conviene acabar de dar las razones que hacen
inadmisible la opinión de que Waltzemüller haya sido
autor de los nombres Americus y América, dados a
Vespucci y al Nuevo Mundo
Las correcciones que a la obra del Gimnasio vosgense introdujo Gualterio Lud, nada tocaron de lo referente a estos nombres Waltzemüller no tiene,
pues, razón alguna para considerar alterada la parte
que puede pretender pertenecerle, en punto a lo que
en este particular se dice del Nuevo Mundo en dicha
obra
Si no hay más correcciones que las de Gualterio Lud, sería hasta cierto punto fundado sostener que
Waltzemüller pudo ser inspirador de Jos nombres
Americus y América, pero en ese caso, se encontrarían
de ello rastros en sus otras obras, es a saber, el tratadito intitulado Architecturae et Perspectivae Rudimento, de 1508, o la descripción de su carta itineraria
de Europa, hecha por su amigo Ringmann en 1511
(/nstructio manuductionem prestans in cartam itinera-
15
1
(44) Asegura M H Harrisae que fJX!ste en la Biblioteca uacional de
Parls un manuscrito de Autonio Pigaffet_a, caballero de Rodas y compa~
ñero 'de viaje de ]'d:agallanes, manuscrito en viejo fraucéa, en el que se
describe esta célebre navegación alrededor del mundo, Y que, en opinión de
los paleógrafos data del primer cuarto de siglo XVI Al margen de la
foja sétima, hállase en caractel'es anti~uos el nombre Amérique merlonale,
mostrando asír que los que hablaban la lengua francesa empleaban desde
el ;;jglo XVI el nombre Amé.rique en su forma de nombre indígena de las
montañas de la costa de mosquitos
riam Mariini 1/acomi/i, etc) y sobre todo la edición
monumental de la Geografía de Ptolomeo, de Sirasburgo, año de 1513 Waltzemüller dibujó todas las
cartas y blasones heráldicos de esta última obra, comenzada en Sainte Dié en 1505, bajo el cuidado del
canónigo Gualterio Lud (45) y continuada después durante seis años, es decir de 1507 a 1513, por dos jurisconsultos de Strasburgo, J Aeszler y G Uebelin si
él hubiese sido autor de los nombres Americus y América, allí tenía una ocasión magnífica y rara, y no habría dejado de colocarlos en una obra magistral que
estuvo toda en su mano En la epístola dedicatoria
de su tratadito de arquitectura de 1508, nos ha dejado
un ejemplo de sus que jos y la manera ruidosa como
sabía reclamar lo poco que habfa hecho por el Gimnasio vosgense
Esta carta está dirigida a Ringmann, y con referencia a ella podemos hacer notar, que Waltzemüller
no llega hasta pretender parte alguna, como autor, en
la obra de Saint Dié de 1507, solo reclama al parte
principal en la hechura, dibujo e impresión de una
figu.a universal de la tierra en forma de planisferio
De este plainsferio, atribuido a lo que parece a otros,
(sin duda alguna al Gimnasio vasgense) y que circuló
con esta designación desagradable para Waltzemüller,
obteniendo cierta celebridad, no queda ningún ¡astro:
Ortelius no la cita en 1570, y al presente nos es desconocida
Puede objetarse que si Waltzemüller no hubiese
por lo menos aprobado los nombres Americus y Amé
rica, que Jos habría suprimido al reimprimir la obra a
"1 costa en 1509
La respuesta es fácil. No podía
hace1lo sin tocar el trabajo del principal colaborador,
Jean Basin, y sin pcner en cuestión el punto de Jos verdaderos autores del libro, que ante toda, tenía el mayal interés de evitar Cuando se roba, no debe dejarse nada
Por lo demás, si no era admirador ni aprobador
de estos nombres, como lo demuestran sus obras posteriores de cartografía, en las que no se encuentran
mencionados, tampoco fue purista en punto a nombres
propios, y al lado de su sobrenombre Hylacomylus, el
nombre Americus debió parecerle una maravilla
D'
Avezac ha demostrado, en efecto, que el nombre
Hylacomylus, (46) es una alteración, y al propio tiempo
Una c.reación absolutamente única en su especie. Su
Verdade1o nombre era Martín VValtzemüller (molino
con cilindros revolvedores) que después cambió en el
de Waltzemüller (molino de lago silvestre), luego, traduciendo en griego la palabra Wald por Hile y Mül/er
por Mulos, amalgama digna de un herrero dado a la
fanta,ía, creó el dulce nombre Hy/acomylus, el nombre cacofónico 1-/y/acomy/us, Ylacomylus, o 1/acomilus
En fin, el canónigo Gualterio Lud no es tampoco
el autor del nombre América A la verdad, no fue
de él ni aun partidario entusiasta, ni promotor diligente
o interesado, pues en su Speculi orbis dec/aratio . ,
(45) Hombre de buena educación, Lud no reclamó parte alguna de
egta obra, (]UC! comenzó, y dcspué.~. largamente sostuvo con su dinero e inílutOncia
Al nbamlonar su trabajo a los editores de Strasburgo y u
Waltzemüller dio Pl uebas de gene10sidad, modestia Y buen juicio Que
contra<Jte con la conducta y pretensioneJ de Waltzemtiller 1
(46)
Martln Hylacomylus, pág 8
de 1507, publicada en Strasburgo, no lo emplea jamás
al hablar de Jos países nuevamente descubiertos.
En cuanto a f',ingmann, si hubiese sido el autor
de estos nombres, no habría dejado de imprimirles la
estampa de su Philesius Vogesigena, pues nada salía
de su pluma sin su señal, estando poseído, como su
amigo Waltzemüller, de insaciable sed de celebridad,
Como traductor de los
o al menos de notoriedad
textos de Ptolomeo, en 1513, no habrfa dejado de ponerlos en ese libro
El modesto Jean Basin fue el padrino del primer
libro, impreso, conocido, en que se halla el nombre
que lleva el Nuevo Mundo
Preguntemos, sin embargo, le auxiliaría Vespucci? Esto lo examinaremos
más abajo
XII
Propagación del nombre "América" .-"Giobus Mun-
di" de 1509.-Su presunto autor.-Carta de Apianus de
1520 -Globos de van Houslab y de Schóner -Carlas
de Leonardo de Vii1Ci, de Luis Boulenger y del Ptolomeo
de 1522.-Todos los cartógrafos inscriben en sus cartas
el nombre "América", sin variación, en tanto que los
autores de libros hacen todas las variaciones imaginables con los nombres "Albericus y Americus" .-Errores
a que han dado ocasión los nombres indígenas de Canadá y Labrador.
¿Cómo se propagó el nombre América? En
cuanto a documentos impresos en aquella época, solo
tenemos las dos ediciones de la Cosmographiae /ntroJuctio, de 1507, (Saint Dié, tres tiradas) y de 1509,
(Strasburgo) formando un total aproximado de doscientos ejemplares impresos y puestos en circulación,
como antes lo hemos referido Además, un opusculito anónimo, de catorce fojas, que lleva el tftulo ele:
Globus Mundi Declaratio sive descriotio mundi et
totius 01 bis terrarum, etc,, impreso en i 509 en Sirasburgo, en la imprenta de Jean Grüniger, corregido por
el mismo director, (castigatore) Adelphus Mulichus
Según d' Avezac -"A pesar de las promesas del título,
el opúsculo dice poca cosa de América" (47) El nombre Americo para designar al navegante florentino, se
encuentra al fin del título, y el nombre América para
designar la cuarta parte del mundo, se ve también
una sola vez, en el capítulo IV, de Descriptione Terrae.
Alejandro de Humboldt dice -"En este opúsculo,
rarísimo el día de hoy, he encontrado por primera vez
el nombre América para designar al Nuevo Mundo,
siguiendo la indicación de Hylacomylus, de 1507" (48)
A la manera que el tratadito de Geograffa del libro del Gimnasio vosgense, Cosmographiae lntroductio, este opúsculo impre5o en el mismo formato y con
los mismos caracteres que la edifición de Strasburgo,
no hace mención alguna de Cristóbal Colón, cuya
existE'ncia ianoro hechos que parecen indicar que esta publicación anónima fue dada con objeto de explicar
el globo o planisferio, cuya construcción pretendió
(47)
Martin Hylacornylus, pág 114
(48) Examen Clith:me, vol IV, pág 142 Humboldt mira inju~tn•
mente a Waltzemüller comi autor del nombre América; de Jean Basin
no supo nada
16
Waltzemüller como suya mientras vivió en Saint Dié.
Pero es muy poco probable que sea suya, porque él no
era amigo del incógnito, sino todo lo contrario
Preciso es presumir que fue Jean Basin, cuya
modestia es bien conocida, y que gustaba de no nombrarse, como lo prueba su traducción latina de las
Quatuor Navigationes, quien escribió y publicó este
opúsculo Y lo que da mayor probabilidad a esta versión, es que introduce los nombres Americus y América, como st los tocase con mano ligera, y con la discreción del hombre de mundo, que no gusta de repetirse, citando lo ya dicho en su otro escrito, que evidentemene es el célebre opúsculo del Gimnasio vosgense.
Según Humboldt y Harrisse, esta obrita es en la
actualidad muy rara, de donde puede conjeturarse,
que cuando se dio a luz fue en número muy limitado
de ejemplares-digamos unos cien-lo que con la
Cosmographiae lntroductio forma un total de trescientos opúsculos, en que se hallaban los nombres de
Americas y America Pues bien, en 1515, solo ocho
años después de su publicación, Juan Schóner, de
Bamberg, asegura en su obra titulada Luculentissima
quaedam terrae totius descriptio, cum mu/tis uti/issimis
cosmographiae iniciis et , impresa en Nürember, que
el nombre América estaba generalmente adoptado.
1
Santarem ve en esto una equivocación de Schó·
ner (49) El señor 8 F. de Costa, en su explicación del
globo de Lenox, de 1511, (50) repite la misma opinión,
esto es, que Schóner se equivocó
Habiendo Schóner
sido contemporáneo de los miembros del Gimnasio
vocgense y de los geógrafos de Strasburgo de los quince primeros años del siglo XVI, tal suposición es enteramente gratuita y carece de valor
Estamos en presencia de un hecho incómodo
Negarlo es rehuirlo
La negación absoluta es un argumento vano, sin
fuerza
¿Cómo admitir que el nombre América hubiese
sido generalmente adoptado, habiéndose limitado la
circulación de este opúsculo, a unos doscientos o trescientos ejemplares, y eso es una época en que las comunicaciones eran tan difíciles? Este opúsculo debe
haber salido muy poco fuera de los límites del Rhin y
de una región que se extendía del lago de Constanza
a Mayenza En esa región se han encontrado todos
los ejemplares existentes el día de hoy.
Esta aserción de Schóner es la primera indicación
impresa de la existencia del nombre América, como
hecho reconocido, y de su uso general pues para que
una persona que vivía en un pueblecito en el centro
del Continente, pudiese, en 1515, expresarse con lo
seguridad que él lo hace, es preciso que este nombre,
pasando de boca en boca, hubiese adquirido popular
celebridad.
Lo que principalmente se recomienda a la imaginación de la generalidad de las gentes, al hablarse de
países nuevos, es la riqueza de éstos, su abundancia
en oro
Los aventureros y los tripulantes de los buques, pronunciaron el nombre América, queriendo dar
(49)
Vespuciu.<J aúd ~is vayages
,
(50) Le globe Lenox, de llill, tl'a,ducido del inglés por Gabriel Gravier, Rouen, 1880, pág 28
expresión a sus vagas nociones sobre un país de Jos
más ricos del Nuevo Mundo Acerca de su posición,
no era para ellos más fija que lo fue en la antigüedad
la de Chrysé (país dorado) con que se expresaban las
vagas nociones de una región del extremo Oriente; o
que lo ha sido la de El Dorado, que tiene la reputación
de ser un reino o país legendario, de riqueza fabulo-sa (51)
Hasta ahora, a pesar de todas las investigaciones,
la primera carta que conocemos, de fecha cierta,
constante en ella misma, y que contiene el nombre
América, es la de Apianus (Pierre Bienewitz) publicada
en el Polystor de Solinus, en 1520 Muchos globos o
cartas manuscritas o impresas contienen el nombre
América, pero carecen de fecha, y cuando se ha tratado de fijárselas mediante un atento estudio, apenas
si se ho llegado a lo vago, perdiéndose las conjeturas
en diferencias de tres, cuatro o seis años
El globo impreso con líneas astronómic.gs, que se
dice del General von Hauslab, de Viena, y que tiene
inscrito el nombre América, pertenece, en opinión de
unos, al año de 1509, y en la de otros, al de 1515.
rudiera también sostenerse con igual razón que es de
1505 o 1506 En este caso, el nombre América debe
de haberlo tomado de otra parte que de la obrita de
Saint Dié, lo que indicaría que se usaba a la sazón el
nombre América, para designar una parte del Nuevo
Mundo, un antes de que lo bautizase Jean Basin
Schóner trae otro globo impreso, en donde se
encuentra el nombre América, que el Dr. Franz Wieser (52) atribuye con certeza al año de 1515, aunque
carece de fecha
La carta manuscrita, que se dice ser de Leonardo
de Vinci, y algunos cteen de 1512 a 1514, mientras
otros piensan que es de 1515 a 1516, lleva el nombre
América en la región más meridional del Nuevo Muh·
do
Una carta francesa, que se atribuye a Ludovieus
Boulengier, encontrada en una edición de la Cosmographiae lntroductio, Lyon, 1513, tiene esta inscripción America noviter reperta, en una parte de la región meridional del Nuevo Mundo Sin embargo, no
es cosa segura que esta carta sea de la misma fecha
que el librito, y es posible que haya sido colocada en
él posteriormente.
Existe, en fin, la carta de la famosa edición de la
Geografía de Ptolameo, impresa en Strasburgo, en la
imprenta de Jean Grüniger, año de 1522, en la que
aparece el nombre América. Como la carta de Apiano de 1520, lleva ésta la inscripción de América provincia, al propio tiempo que en ella misma se declara,
(51) En una memoria intitulada "'l1hle origin of the name of Ame!l'ica", (Boletín de la Sociedad Geo ráfica americana, pág 45, núm 1, 1883,
New York) el señor F H Lambert coloc{mdose desde el punto de vista
filológico, piensa que el primitivo nombre de la mayor parte del Nuevo
Mundo, et•a Amarca, qne quiere decir la gran tierra del Sol, y que era el
nombre nacional de los peruanos; conforme n su libro sagrado Cita estos
nombre.~ de hl[mres, Cundin Amaren (más tal'de "Ciudad del Oro", o "El
Doi'ado" de los españoles)
Caj Amarca, Yan~Amarc.u, Ang-Amarca, Chenpi~Amarca, Vin-Amnrcn y el cepatolio Amaren
Alvarndo destruyó este
capitolio Pntinamit-Amnrca en 1524 El autor mha la forma América
como una val'iación del nombl'e Amares Dice que los españoles oyeron
este nombre desde su llegada a la embocadura del Orinoco, en 1499 Evidentemente Amares debe de habet ayudado a la propagación del nombre
Amóricn, y es una razón demás en favor de su origen índigeha
(52) Mngalhae~-Strasse und Austral-Continent, auf deu Globen des
Johannes Schóner-Innsbruck, 1881, pág 27
17
que el Nuevo Mundo fue descubierto por Colón y no
por Vespucci
Otra prueba de que el nombre América
se empleaba para designar solo una región de estas
nuevas tierras sin intención alguna de atribuirlo a
Vespucci
Debo aqu" hacer una observación que no he visto
enunciada, y que tiene su valor en el difícil estudio
que nos hemos propuesto Todos los cartógrafos han
inscrito en los globos o cartas, el nombre América, sin
variación alguna, salvo los franceses que escriben
Amérique, desde que en Francia dejaron de ponerse
inscripciones latinas a las cartas Hay notable uniformidad y corrección perfecta, ne varietur en la palabra América como nombre de lugar, o nombre geográfico, en tanto que el mismo nombre, aplicado a Vespucci, ha tenido muchísimas variaciones, ofreciendo
todas las combinaciones posibles de sonidos semejantes, tales como Amerigo, Amerrigo, Almerigo, Amergio, Morigo, Emeric, Aimeric, etc , verdadera cacofonía
de prenombres o de apelativos, sin igual en la historia,
que si los nombres propios, se escriben con frecuencia
de diferentes maneras, no así los siguientes, entre muchos otros Cristóbal, Juan, José, Sebastián, Fernando,
etc , que no varían si no es en su traducción de una
lengua a otra
El nombre de lugar Amerrique se ha mantenido
íntegro, siempre que se ha usado geográficame'nte, ya
en cartas, ya en libros, (53) mientras que, al quererse
dar a un hombre los aires de la fábula, como lo hizo
Jean Basin con Vespucci, se ha llegado a una confusión completa, verdadera torre de Babel, donde parecen haberse ensayado todas las combinaciones para
hacer armonizar el bello nombre indígena Amerrique
con el prenombre Alberic
Tenemos aquí una nueva prueba de haber sido
un nombre de lugar el que se impuso a un hombre, y
no el prenombre de un hombre al nuevo ContinenteEl uno es un nombre de lugar conocido de todo el
mundo, en tanto que el otro es un sobre nombre fantástico, que cada uno escribe a su modo
Por lo demás, este error es natural y se comprende fácilmente
En el Nuevo Mundo ocurre con frecuencia, aunque con menos éxito. Citaremos, por ejemplo, el
nombre indígena Canadá
Dos historiadores que gozan de cierta reputación, bien merecida por el un01
declaran, en 1637, (54) y en 1672, (55) que el Canadá
fue así llamado en honor de M de Can o Cane, señor
francés que fue el primero en fundar una colonia en
América, llamada entonces la Nueva Francia
Hubo
efectivamente dos hermanos de Caen (no M de Cane•
o Cane) que llegaron al Canadá en 1621, un siglo
después que Jacques Cartier Afortunadamente, este
(63) Grynoeus en 1532, en Bale, bajo el nombre de Novus Orbis, cita
un tratndito geográfico de Sebastián Münster, donde en el mismo pasaje
llama a Vespucei Alberico, y en seguida, hablando de las tierras nueva..mcnte descubiertas, le llama Americo, y emplea el nombte América;-notable ejemplo de la confusión que introdujo el haberse atribuido a V eapucci el nombre indfgena
(54) The New Englisb Canaan, or New Canaan cintalning an ab1trnct
of New England, by ThomM Morton, reprinted in Boston, by the Prince
Society, 18883, pág 235 La edición original es de Amsterdan, 1637
(55) New England Rnrities, by John Josselin, London, 1672, pág 6En uno y otro libro, los autores creen que ese nombre fue dado al principio
al río Snn Lorenzo, que ellos llaman río Canadá
último nos dice en su relación del v1a¡e, que Canadá
es palabra de los indios de las riberas del San Lorenzo,
y quiere decir villa, o reunión de chozas de indígenas
Pero supongamos que Jacques Cartier no hubiese dado tal explicación, y que los dos hermanos de Caen
hubiesen llegado a la región del San Lorenzo cinco o
seis años después que Cartier, tendríamos un caso
semejante al de Colón con Vespucci,. en la cuestión
del nombre América
Respecto del Labrador, la confusión llega al
caos
El bello nombre Brador o Bradaur, sonoro y admirablemente apropiado, es palabra de los indios de
las orillas del golfo de San Lorenzo Significa "bahía",
y corresponde exactamente al nombre noruego fiord
Toda la costa del Labrador no es, en efecto, otra cosa
que una serie de fiords contrapuestos a los de la costa
noruega
Demos en pocas palabras otros orígenes imaginarios
Primeramente, La tierra de los esclavos, donde
se arrebataban indios para reducirlos a la esclavitud.
Este país es tan pobre y rudo, que nunca ha tenido
más que una escasa población, muy diseminada
En
seguida, La tierra de la Labor, o tierra del Labrador,
para indicar tierras fértiles donde no hay otra cosa
que rocas, irrisoria etimología! (56) En fin, el inevitable navegante, un ballenero vasco, llamado el Capitán
Labrador, que penetró en el estrecho de Bell-lsle, hasta una bahía que nombró Labrador, y esto a mediados
del siglo XV, cuarenta años próximamente antes del
descubrimiento del Nuevo Mundo por Cristóbal Colón
De esta bahía se supone haberse extendido a toda la
costa
El bello nombre Brador se ha dado, además, a
una bahía particular, donde se encuentra el pueblo o
establecimiento de pescadores llamado Brador, el antiguo Brest de los franceses
En fin, las dos bahías
profundas que parten en dos la isla de Cabo Bretón,
llevan los nombres de Grande y Pequeño Brador, que
los franceses, y a su ejemplo, los ingleses, escriben
Bras-dor
xm
Incertidumbres sobre la posición de Ja provincia o
región "América", como la del Brasil, Cuba, Florida y
Terra Nova -Mercator en 1541, y Ortelius en 1570, llaman "América" a todo el Nuevo Mundo.-Opiniones de
Humboldt, Varnhagen y d'Avezac sobre la propagación
y adopción del nombre '~América" .-Ayudó o retardó
el error de Jean Basin a la adopción de este nombre?
La inscripción del nombre América en las primitivas cartas, demuestra no haberse adoptado del todo
la proposición de Jean Basin y del Gimnasio vosgense,
de llamar América a toda la cuarta parte del mundo,
smo que ese nombre se aplicó a una región particular
del Nuevo Mundo
Incierto era el lugar donde debía
situarse, y de allí las variables y vagas posiciones en
(56) He aqU[' lo que Jacques Cartier, en su primer viaje al golfo de
San Lorenzo, dice, respecto de toda la costa, de3de Blanc-Sablon y Dlest
(Brador) hacia el Oesle:-"En toda la tierra hacia. el Norte no \he visto
tierra suficiente para poder entrnr en un benneau- (cesto éolocado en un
carromato)"
(Viaje d.e Jacqucs Cartier al Canadá en 1534., por Michelant
París, 1865, pá.g 271~
18
que se le inscribía, colocándosele acá y allá, sin saber
donde fijarlo definitivamente
Igual cosa sucedía
respecto a otros nombres de regiones del Nuevo Mundo el Brasil, Cuba, Florida, Terra Nova, etc.
Encuéntrese el nombre Brasil, {que quiere decir
madera de tinte rojo) dado a la isla de Terceira, en las
Azores, desde 1385, en seguida le hallamos en la
América Central, donde el día de hoy son Guatemala
y Honduras, en México, Yucatán y Campeche
Luego en la región que ahora es Colombia; fue por último reducido al país que en la actualidad le lleva.
Cuba comprendió a México, lo mismo que a los Estados Unidos y el Canadá, antes de quedar dentro de
los modestos límites de una isla
En cuanto a la Florida, llamóse así toda la costa
del Atlántico, desde Las Tortugas hasta el Cabo Cod
en Massachusetts, y no ha sido sino poco a poco que
se ha reducido a los modestos linderos de la península
y Estado de ese nombre. La isla de Terra Nova, la
hallamos primeramente al Norte de la América del
Sur, {Venezuela y Colombia), y hasta un siglo después
no se concluyó por fijarla a la entrada del golfo de
San Lorenzo.
El nombre América fue atribuido primero a la
parte Norte de la América meridional, {Guayana) y
caminó después hacia el Ecuador y el trópico de Capricornio, a la punta más Sur del lado del polo austral,
designando todo lo hoy comprendido dentro de los
límites del Brasil
Remonta después al Ecuador, abrazando a la actual Bolivia, entre Chile y Perú, y finalmente,, va invadiendo y cubriendo más y más terreno,
hasta que por último, en 1541, Mercator lo puso en
una proyección de su Globo terrestre, y Ortelius, todavía con más ventaja, en 1570, en su Mapa Mundi llamado Typus Orbis Terrarum, abrazó todo el Hemisferio
Occidental bajo los títulos de America sive India nova,
y de Ame Rica a multis hodie Nova India dicta.
Observemos que en el globo de Mercator el nombre
América está dividido en dos partes, separadas la una
de la otra casi por todo el nuevo Continente. Ame se
halla en la parte Norte frente a frente de Anuromega
{Nerembega) y de la BaccaleatUm regio cerca del lugar
ocupado hoy por Manitoba, mientras que Rica está
al otro extremo de la proyección, en la región más meridional, entre el Plata y Chile
Esto ocurría treinta y cuatro y sesenta y tres años
después de la proposición de Jean Basin, y de sus asociados del Gimnasio vosgense.
Apresurémonos a añadir, que esta es solo la solución teórica, porque en la práctica necesitó mucho
tiempo, y el día de hoy aun hay localidades que persisten en dar a la palabra una significación limitada,
mostrando que di principio América designaba solo las
regiones centrales del Continente
El día de hoy para los descendientes de los antiguos colonos franceses
de las riberas del San Lorenzo, América, significa todo
el país situado al Sur de Canadá
Estos canadenses
dicen que van a América, cuando se dirigen a los Estados Unidos o a México
Tal variedad en la significación de la palabra
América, aplicada a una provin<;ia del Nuevo Mundo,
y su progresiva invasión al Continente, demuestran
hasta la evidencia, que los cartógrafos no se conformaron absolutamente con la proposición de Jean Besin, que pasó inadvertida por la gran mayoría de sus
contemporáneos Su importancia no se dejó ver hasta después de muchos siglos, gracias a las investigaciones y al gran nombre de Alejandro de Humboldt.
Porque si el bautismo de Jean Basin hubiese sido aceptado y reconocido, habríase desde luego atribuido el
nombre América, que inició el librito del Gimnasio vosgense, a toda la cuarta parte del mundo, como se
hacía con Europa, Asia y Africa Pera no sucedió
nada de esto. Y cuando se suscitaron dificultades
sobre la persona a quien debía atribuirse el descubrimiento del Nuevo Mundo, no se pensó en el Gimnasio
vosgense, ni en Hylacolus, sino en Vespucci mismo,
que fue acusado de colocar su nombre en las cartas
pretendiendo arrebatar a Colón la gloria del descubri~
miento, y el nombre de Nuevo Mundo.
Schóner fue el primero, en 1535, en acusar a
Vespucci de poner su nombre en las cartas, pero todas
las investigaciones ulteriores han demostrado la falsedad de esta acusación Cuanto puede decirse es que
ese nombre ~había hecho popular, pero no a consecuencia de la publicación de ningún opúsculo o carta,
y a este punto nos vemos obligados a volver continuamente.
Humboldt piensa que la propagación del nombre
América (57) es debida a las cuatro ediciones de la
Cosmographiae lntraductio {1507, 1509, 1535 y 1554)
y a la falta de publicaciones sobre los viajes de Colón. {58)
Varnhagen atribuye la adopción y éxito del nombre América a la imprenta del siglo XVI y "a la opinión pública, juez supremo de estas cuestiones de
bautismo, resueltas por ella y para ella". {59)
En fin, d' Avezac dice -"Entre el error temprano
y la verdad tardía, {aludiendo a la ignorancia de los
miembros del Gimnasia vosgense, respecto al descubrimiento del Nuevo Mundo por Colón, que ellos atribuían a Vespucci) la elección del vulgo no puede ser
dudosa como siempre, quedará el error consagrado.
Algunos espíritus puros se sublevan contra él, pero
dado el impulso, los carneros de Dindenault saltan como de costumbre en seguimiento de los de Panurge,
balando corno ellos el nombre América, y este hombre
repetido por toda la gente carneruna, se hizo general,
exclusivo, y de allí en adelante, indeleble (60)
Razones singulares, débiles e insuficientes par
demás, pero dadas por los tres sabios que más y mejor
han estudiado la cuestión!
De todo lo anterior puede concluirse, que el nombre América fue aceptado, no a causa de Vespucci,
sino más bien a pesar del trabajo que en su favor ejecutaron Jean Basin y sus asociados del Gimnasio vasgense
{67)
Exnmen Critique, tom IV, pág 114.
(58)
Examen Ctitique, tom IV, pág 1154
Amerigo Vespucci, Nouvelles recherches, (P 57) ; Viena, 1870
Esta opinión es excelente, Y no puede estar mejor aplicada El público
conoció el nombre América, no mediante :Publicaciones aisladas y raras,
-Y cuenta que además, el público del siglo XVI no sabia leer,----llino por el
decir que iba de boca en boca, y es a.<Ji como ha guatdado ese nombre, a.
(59)
pesar de todo
(GO)
19
Martin Hylncomylus, páginas 154 y 155
ratos han disputado sobre el empleo y origen de ese
bello nombre
Rectificado antes de dos años, en la edición de
Strasburgo, el error de atribuir a Vespucci el descubrimiento del Nuevo Mundo, no hubo tiempo para
que llegase a ser rutina, según la expresión de d' Avezac, (61) pues ¿qué era, a la verdad, un espacio de dos
años, en aquella época de comunicaciones difíciles,
cuando no había una sola carta impresa que llevase
ese nombre, y con tan pocos ejemplares del opúsculo
de Saint Dié en circulación? Hablar de rutina en tales ci1 cunstancias, es pagarse de palabras, sin la menor apariencia de verdad. No fueron los sabios quienes impusieron ar vufgo nombre América, porque con
la resistencia de Schóner y otros, desde 1535, no habría sido aceptado, ni menos mantenido pero ese
nombre era tan popular, que el vulgo lo impuso a los
sabios
A orillas del Rhin, y en el centro de Europa, en
general, (62) el error de Basin puede haber ayudado,
dentro de ciertos límites a propagarlo; pera en España
y Porlugal, en Génova y en Venecia, (63) sucedía lo
contrario En todos los puertos de mar era sabido que
Vespucci no era el descubridor del Nuevo Mundo, en
donde no había estado más que en la posición subalterna de pasajero, sobrecargo, o mayordomo, y cuando se sup0--lo que no fue sino al menos después de
t1 einta años-que se le atribuía el nombre VLJigar y
generalmente usado, América, fa opinión pública experimenló mucha indignación
En los actos oficiales,
en el Consejo de Indias, en las Historias de las Indias
de Oviedo, de Gomara, de Las Casas, no se emplea
este nombre, en España y Portugal, !a resistencia a su
adopción duró tres siglos
Pero en el pueblo y entre
las tripulaciones, había echado raíces profundas, seguramente a causa de su condición de aborígen, que,
sin embargo, ya se había olvidado, como sucede con
frecuencia, triunfando de las objeciones, tanto de los
primeros sabios de! mundo entero, como de las cancillerías españolas, y subsistiendo de grado o por fuerza
Un autor ha dicho con mucha sagacidad, sin
conocer el origen indígena del nombre América, que
"el haberse respetado la aseveración que lo dtribuye
a Vespucci, había sido, sobre todo, por falta de solución que oponerle"
En realidad, ha faltado una explicación racional, bien fundada y verdadera del fenómeno singular de un nombre de lugar, cuya posición geográfica precisa es desconocidar con el que se
quiso revestir a un hombre, y hacerle navegante italiano
Nueva prueba del triunfo final de los pequeños,
y de la opinión pública, sobre los errores de los doctos,
de los eruditos, y de los panegiristas patrióticos -Pobres tripulaciones llevaron del Nuevo Mundo el nombre
Amerrique, y durante cuatro siglos Jos sabios y los lite(61)
XIV
Documentos publicados después del siglo XVII.
Ausencia total de huellas de Vespucci en Portugal. Dudas sobre la existencia de un solo documento auténtico
en Florencia, relativo a Vespucci.-Fabrícase en París,
durante el segundo imperio, una pretendida carta de
Vespucci a su padre, por el falsario Vrain-Lucas.-Dificultad de leer, con matemática exactitud, los nombres
o sobre nombres asignados a Vespucci.-Los padres católicos rehusan, hasta el día de hoy, dar por único nombre de bautismo, uno que no sea de santo.
Hasta la vez no he hecho uso más que de documentos impresos durante el primer cuarto, o el primer
tercio die siglo XVI, antes que se suscitase cuestión
alguna sobre los méritos o deméritos de Vespucci, y he
tomado los hechos como los han trasmitido los contemporáneos Trato ahora de examinar otros que
han aparecido más tarde
Notemos, desde luego, con
Alejandro de Humboldt, que fue hasta después de la
publicación del señor Fernández de Navarrete (64) en
1825, que hemos tenido materiales preciosos y verdaderamente dignos de fé acerca de Vespucci. Antes
de eso, habíase puesto en obra todo cuanto podían
inventar las pasiones, las rivalidades, los celos patrióticos y de campanariO--sin pararse ni ante la fabricación de piezas falsas, ni ante los hechos mejor averiguados Se inventaron relaciones de viajes, genealogías, cartas, en fin hasta se ha grabado en mármol
en Santa aría del!' umiltá, en Florencia, el año de
l 719, la famosa inscripción del abate Anton M. Sal·
vi ni
AMERICO VESPUCIO PATRICIO FLORENTINO
OB REPERTAM AMERICAM
SUI ET PATRLAE NOMINIS ILLUSTRATORI
APLICATORI ORBIS TERRARUM
IN HAC OLIM VESPUCCIA DOMO
A TANTO VIRO HABITATA
PATRES SANTI JOANNIS DE DEO CULTORES
GRATAE MEMORIAE CAUSA
Con Navarrete, y sobre todo con Humboldt, se
pasa del romano legendario a la realidad, y por vez
primera se encuentra uno en el terreno de los hechos,
en una discusión científica un tanto reñida.
En Portugal, y más particularmente en Lisboa,
donde Vespucci escribió sus dos célebres cartas, (1503
y 1504) nada se ha descubierto, ni en los archivos de
la Torre do Tambo, ni en ninguna otra parte no se
han hallado rastros de las letras patentes de que Vespucci habla a Soderini Su nombre mismo no ha podido encontrarse en ninguna parte
En Florencia no ha podido ostentarse hasta el día
de hoy ningún documento de autenticiadd absoluta
Nada parecido a las tres célebres cartas de Cristóbal
Colón, conservadas en Génova, ha podido encontrarse
Mat'tin Hylacomylus, pág 62
(62) Santarem dice con razón :-"La mayor parte de los geógrafos de
fines del siglo XVI y Jos del siglo XVII, propagaron esta confusión, sin
tomar~" jamfls el trabajo de pkofundizarla
(lnve:>tlgaciones histó'rlcas,
pág 2~)
(63) QQn excepción de Florencia y Pisa, el resto de Italia, sobre todo
el Norte (Génova Piamonte, Lornbardfa y Venecia} se resistió largo tiempo a adoptar y emplear los nombres Americus Y América Lo frecuente
eila que lüs escritO:e"l, en absoluto, 'no citaban a Vespt1cci, como lo hizo
Castaltlo en IIU Pto'omeo, en 1548; o, si era a3tmto de citarlo, lo llamaban
All!erico, cuando tenian nec~sidad d~ decir qtle el N"uevo ~undo (Terra
NUI.lva) .habla sJdo desct1bierto pol" el navegante genovés Cristóbal Colón
(64) Colección de loo viajes y descubrimientos, etc, vol III, sección
segunda Viajes de Americo Vespuccl Noticias exactas de Americo Ves~
pucd Madrid
20
en la ciudad de los Médicis Todo cuanto se ha hallado son los panegíricos de Bandini y Canovai _y
por otra pat te, ¿habrá en esto motivo de sorpresa
cuando personajes más cercanos a nuestros tiempos'
y cuyos escritos y publicaciones han sido enormes, co~
mo por ejemplo, Shakespeare y Moliére, no han dejado tras de sÍ' rastro alguno, ni de sus manuscritos ni
de sus cartas, sino apenas unas dos o tres firmas cada
uno?
La pretendida carta de Vespucci a su padre,
fechada en 147 6, en latín, no tiene carácter de autenticidad
Publicada por el panegirista Bandini, que
tuvo buen cuidado de no dar la firma, debe de haber
servido de tentación a los fabricantes de autógrafos.
Uno de estos falsarios, Vrain, o Vrin-Lucas, admitió en
el proceso (65) que se le siguió al efecto, haber fabricado cartas de Galileo, de Vespucci, etc , puesto que,
dijo, se las pedían, y el fabricarlas ''no cedía en mal
de nadie" Agregó que no quería más que 11 recurrir
a una forma picante, para reavivar el gusto por las
discusiones literarias e históricas 11 ,
Aparte de esto, el examen por rápido que sea,
de esta pretendida carta de Vespucci a su padre, (66)
comparada con la sola auténtica publicada en facsímile por el Gobierno español, en las Cartas de Indias,
etc , (Madrid, 1878, in folio) muestra la falsedad de
dicho documento, todos los caracteres son diferentes
de íos de la pieza auténtica uno solo de ellos no se
parece a éstos
La observación de que Vespucci escribió la una, a los veinticuatro, y la otra, a los cincueny seis años de edad, es enteramente inadmisible para
explicar una diferencia caligráfica tan grande, que
puede decirse absoluta
Es imposible que la misma
mano haya jamás escrito esas dos cartas Siendo la
de 1508 de una autenticidad cierta, la otra ha debido
ser fabricada
Por otra parte, la firma del nombre
indígena latinizado Americus, constituye una imposibilidad desconocida a los falsarios
El árbol genealógico construido por Bandini más
de dos siglos después de la muerte de Vespucci, tiene
el valor de todas las piezas de este género aplicadas a
los hombres que llegan a ser célebres Vespucci necesitó al menos un predecesor para el nombre Amerigo, y Bandini no faltó en arrimárselo, siendo, según
él, su abuelo, a quien llamó S Amerigo, mientras a su
padre le dio el nombre de Ser Nastagio Ser está allí
por Servitore como se como se encuentra en todos los
ejemplares de la segunda carta de Vespucci a Soderini,
al fin Servitore Amerigo Vespucci in Lisbona
M de Varnhagen, cuyas simpatías por Vespucci
no pueden ponerse en duda, ha reconocido, en Florencia misma, la falsedad de otra carta atribuida a
Vespucci y publicado por Bandini en 1745 Mira
asimismo como falsas otras dos, publicadas por la vez
primera, la una en 1789, por Bartolozzi, y la otra en
1827, por Baldelli
1
1
(65) Audiencia dei 'Iiíbunaf Goreccíonal del Sena, 16 de Febre1o de
1870 Asunto de autógrafos, Go:;:ettc des Trlbunaux, y diario Le Tcrnps,
Véase también Faux Autographes Asunto Vraln-Lucas, estudio crítico por
por Ernesto Charavay, París, 1870
{66) Durante el segundo imPQJ;'Ío Mr Feulllet de Conches publicó en
:fncsimil esta carta latina que Val'nhÍI.gen replOdujo en su U~ro Americo
V espucd, púg 89.
Déjase ver por estos ejemplos cuán en guardia
es. preciso estar contra las publicaciones hechas en
Florencia acerca de Vespucci, pues si el prenombre
de Vespucci no se sujeta a una crítica minuciosa y de
mucha exactitud, pudiera llegar a dudarse si Alberico,
o Amerigo es el verdadero.
La cuestión es de alguna importancia, como ha
podido verse por Jo que dejó dicho sobre Jos documentos impresos de 1504 a 1507, en los que se encuentran los nombres Alberico y Amerigo, sin respicencia a
que su solución toque la parte vital e importante del
origen del nombre América, que flota siempre entre
la licencia poética de Jean Basin, y Amerrique, nombre de lugar del Nuevo Mundo Esta solución implicará más o menos el payo que Vespucci puede haber
prestado, sin saberlo quizás, al bautismo de Saint Dié
Las piezas que sirvieron a Bandini para establecer
el nacimiento y filiación genealógica de Vespuccisi en realidad existen-debieron ser examinadas con
el mayor cuidado, primero en orden a la lectura exacta de los prenombres, y en seguida desde el punto de
vista de su autenticidad sobre todo, era preciso asegurarse de que no habían sufrido alteraciones ni mutilaciones
En general, tratándose del prenombre de Vespucci, la lectura aun de documentos impresos, ha
adolecido de mucha inexactitud, y no se ha pensado
en deletrear letra por letra. El mismo d' Avezac, tan
exacto en sus citas de los cambios de letras y errores
de los primeros cuadernos impresos en Saint Dié y
Strasburgo, tradujo dos veces el nombre A/bericus por
Americ, en lugar de Albert o Alberic, a la página 91
de su Martin Hyfacomylus Waltzemül/er
Humboldt es quien mayor corrección ha observado en la ortografía de aquel nombre, que siempre tuvo
cuidado de escribir con todas sus letras, según se encuentran en los documentos impresos o citados en
publicaciones Sin embargo, cuando habla de Vespucci no vacila en llamarle Americ, y nunca Alberic o
Albert.
Cuantos conocen la Italia y la España, saben
que es absolutamente imposible, conseguir que un padre católico dé por nombre de pila, uno que no se halle
en el calendario de los santos
Esto es lo mismo aun
en Francia y Bélgica
Los empleados del registro
civil en Francia, antes como ahora, han rehusado frecuentemente inscribir como prenombres, los que no
son nombres de santos
En Italia, en la época de la
omnipotencia de la Iglesia católica, la dificultad debe
de haber sido aun mayor, y no se tiene noticia de excepción alguna de esta regla absoluta, salvo en los
casos de los grandes nombres latinas, como César,
Vespasiano, Mario, etc , o en las designaciones numét icas para indicar el orden en la serie de los niños,
como Quintino Aun estos nombres no Jos acepta
sino como ocultos entre otros muchos pertenecientes
a santos, y de buena y legítima ortodogía.
Cómo creer, sin un documento de autenticidad
indiscutible, exento de raspaduras y enmiendas, que
nos· sirviese de prueba, que un padre haya podido bautizar a Vespucci con el solo nombre de Amerigo, sin
acompañarle otros prenombres de santos bien conocí21
derini, datada en Lisboa a 4 de Septiembre de 1504,
le da por prenombre Amerigo. Recordemos, sin
embargo, que la primera carta, igualmente datada en
Lisboa en 1503, le da por nombre Alberica, traducido
por Lorenzo de Médicis y Giocondo, A/bericus.
El haber usqdo Colón el nombre Amerigo se explica con la fecha de sus cartas, posteriores en tres
años a su estadía en la embocadura del río Bluefields,
al pie de las montañas de Amerríque, del 16 al 24 de
Septiembre de 1502
El cambio del nombre propio
de Vespucci ocurrió entre 1503 y fines de 1504, de
modo que Colón, al llamarlo Amerigo, no hizo más
que conformarse al uso de sobrenombre adoptado par
Vespucci
Alejandro de Humboldt, que ciertamente conocía bien la España, dice -"Este nombre !Amerigo)
tan raro, puede ser enteramente desusado en España,
y pudo también tomarse por apelativo". (68) Efectivamente, hay apelativos españoles que se le acercan,
entre otros, por ejemplo, Ameghino. No sabiendo
como explicar el nombre Amerigo "elevado a la celeXV
bridad por la extravagante aplicación geográfica que
Descubrimiento de documentos referentes a Ves- de él se hizo en 1507", (69) Humboldt se lanza a expucci, en los archivos de Sevilla y de Simancas, en Es- plicaciones y contradicciones inextricables. Dice que
"la preferencia dada al nombre propio o de pila sobre
paña.-Mención de Vespucci en 1496, sin prenombre.
-En 1505, Colón, en sus dos cartas del mes de F<;brero, el de familia, tiene sin duda su origen en el sonido,
poco agradable, de Vespuccia, según la costumbre
le nombra "Amerigo" Vespucci.-Opinión de Alejandro
de Humboldt sobre el nombre "Amerrigo" con doble muy común en Italia y España de designar a las per"r", como el nombre indio "Amerrique".-Vespucci ja- sonas notables por su nombre propio únicamente". (70)
Pero en 1504 y 1505 Vespucci no era persona notable,
más desmintió públicamente ni sus dos cartas a Médicis
al contrario, era un desconocido que no alcanzó cierto
y Soderini, ni el bautismo de Saint Dié.-Papel de Pierealce ni notoriedad, sino a partir de su nombramiento
rre Marty d'Anghiera.-Descripción de las dos firmas
de Piloto Mayor, que fue el 1O de Junio de 1508
auténticas de Vespucci. Son ellas los documentos más
Además, en un país en donde se cantaban a lo sazón
graves en su contra.
tantos navegantes célebres, Vespucci no podía hacer
En España las investigaciones de J B. Muñoz, y más que una pobre figura, a punto que el historiador
M F de Navarrete, en los archivos de Sevilla y de Oviedo, en su célebre Historia general de las Indias,
Simancas, (67) han logrado el éxito de descubrir las publicada en 1535, en Sevilla, que es donde Vespucci
únicas piezas auténticas que poseemos sobre la vida vivió como Piloto Mayor, y donde murió, no lo cita uno
de Vespucci Todas se refieren o los últimos seis sola vez
años de su vida
Antes de eso nada teníamos de él,
La preferencia del nombre propio sobre el apelani tocante a él, pues las setenta y cuatro cartas del tivo, es única en lo historia de la geografía, con exCartei dei Medici avanti i/ principato, filza 68 (Archi- cepción de los de personas pertenecientes a familias
La excepción en favor de Vespucci no tiene
vos generales de Florencia) señaladas por Bartolozzi reales
como dirigidas a Vespucci, de Febrero de 1483, o más explicación plausible que el doble error de Jeon
Noviembre de 1491, por los miembros de la familia de Basin
Vespucci y por Lorenzo de Médicis, dejan lugar por
Humboldt añade -"Siendo muy sonoro, presenuna parte, a graves dudas sobre su identidad, y por taba la ventaja de prestarse a ser siempre correctamente escrito en los documentos'' (71) Y sin embargo,
otra, a muy serias sobre su destino y dirección.
En un inventario de las cuentas de la flota, en lo Humboldt mismo cita las siguientes variaciones AmeCasa de Contratación de Sevilla, Muñoz encontró uno rrigol Morigo A/berico, Americe, Emeric, Damerigho,
nota, datada el 12 de Enero de 1496, que indica que Almerigo, Amerigo y Almerico
Vespuche (sin otro nombre) había recibido del tesorero
A más de las cartas de Colón, hánse encontrado
Pinelo diez mil maravedís
Este es el primer docu- otros documentos, pertenecientes a los años de 1505
mento de interés para nosotros, en que se encuentra a 1516, en que se lee el nombre Amerigo a saber, su
el nombre de Vespucci
carta de naturalización, su nombramiento de Piloto
El 5 y 25 de Febrera de 1505, el gran Almirante Mayor, en 1508, y recibos e instrucciones
Los libros
Cristóbal Colón, en sus dos cartas a su hijo Diego, ha- de cuentas del Archivero de Indias, de Sevilla, consigbla de Amerigo Vespuchy
Lo segunda carta a So(68) Examen Critique, vol IV, pág 47
dos y de ortodogía nada sospechosa, cuando su padre
y su madre mismos estaban bajo la advocación de
Anastasia y Elizabet?
Tenemos en eso una dificultad material, seria
aun para las mismas italianos, quiera decir, los que de
entre ellos son imparciales, y que no ven la presente
cuestión, únicamente y ante todo por el lado del patriotismo
Por desgracia para muchos italianos, la
fibra patriótica les impide discutir en calma. Hay
uno, el marqués Pietro Amat di San Filippe, que no ha
vacilado en acusarme de querer privar a Vespucci del
honor de haber dado su nombre a la cuarta parte del
mundo
Declara mi opiniÓn sobre e/ origen del nombre América, "mal aconsejada y poco sosteni,ble".Pero en cuanto a razones, no da ninguna Vease este curioso pasaje en la página 21 de la Biografía dei
viaggiatori ita/iani, per P. Amat di S Filippo, publicada
por la Societá geográfica italiana, Romo, 1882, vo/ume 1'1, edizione seconda.
1
(67) Si lo~ archivos y biblloteeas de España ha nsldo mal eonserva~
dos, y con demasiada frccueneia lborriblemente saqueados .e<~tos e~tableci~
mientes, al menos, no guardan piezas falsificadas. La hoñrade~ eastellana
jamás ha perrnitido In furtiva introdueei6n de piezas falsas entre los dCk
cumentos hht6rieos
22
(69)
Examen Critique, vol IV, pág 47
(70)
Examen Critique, vol IV, pág 47.
(71)
Examen Critique, vol IV, pág
48
non frecuentemente Ha de Haber Amerigo, con el
solo título de Capitán Amerigo, empleándose este
nombre como apodo, bien conocido y admitido, sin
Vespucci, el cual no aparece sino raras veces En España se ha gustado siempre de poner apodos, sobre
todo a los extranjeros.
La carta patente, que nombra a Amerigo Vespuchi Piloto Mayor, está datada a 22 de Marzo de 1508,
y la instrucción de Valladolid lleva la fecha de 6 de
Agosto de 1508
Navarrete y Muñoz no han encontrado más que
dos o tres firmas de Vespucci, al pie de recibas, y F
Adolphe de Varnhagen, ha dado el fascísile de la firma de Vespucci, la cual, dice, es "verdadera". (72)
Todas estas firmas de Vespucci san referentes a sus
funciones de Piloto Mayar, y posteriores a 1507
Encontróse poco ha una carta entera de Vespucci,
y el Gobierno español la publicó en facsímil entre las
Cartas de Indias publicadas por primera vez magnífico in folio, Madrid, 1878 Esta carta está dirigida
al Cardenal de Toledo, datada en Sevilla a 9 de Diciembre de 1508 La firma es parecida a la de las
recibos, y dice Amerigo Vespucci, Piloto Mayar.
Hagamos notar acerca de estas firmas, que son
las solas auténticas, los únicos documentos efectivos
que poseemos de Vespucci
La segunda carta del navegante florentino, datada en Lisboa a 4 de Septiembre de 1504, está firmada
Ame:rigo Verdad es que el manuscrito es desconocido, y que no podrá recobrarse, pero no hay razón
para suponer que el impresor P. Paccini, de ~escia,
no haya copiado la firma exactamente y a la letra,
tnto más que la publicación fue hecha en Italia, a las
puertas de Florencia.
La proposición de Jean Basin y del Gimnasio
vosgense, de llamar América a la cuarta parte del
mundo, fue hecha en 1507, y las firmas auténticas de
Vespucci, son de 1508
Dice Humboldt que "Vespuce estuvo en correspondencia con el duque de Lorena", (73) quien puso
en manos de su secretario, Gualterio Lud, la traducción francesa de la carta de las Quotuor Navigationes.
René, pues, tuvo tiempo suficiente, antes de su muerte, que fue el 1O de Diciembre de 1508, de hacer
llegar a Vespucci, en Sevilla, un ejemplar de la ediEs además probable, que si no
ción de Saint Dié
hubiese llegado a manas de Vespucci, la Cosmographiae lntroductio, enviada directamente por el duque de Lorena, o por Gualterio Lud u otro miembro
del Gimnasio vosgense, algún sabio de Metz, con
quien Pedro Mártir, amigo de Vespucci, estuviese en
que se había hecho en Saint Dié, en tanto que Pedro
Mártir, al dar a Vespucci el nombre Americus en su
segunda Década, Los Oceánicos, tuvo claramente la
intención de sancionar el bautismo de Saint Dié Sa·cerdote y protonotario apostólico, encargado de la
canonización de santos, sabía muy bien que en el calendario católico no había Amerigo, ni Amerrigo, ni
Americus En fin, al servirse del nombre inventado
por Jean Basin, probó que estaba al corriente de lo que
éste había hecho paro atribuir o Vespucci el descubrimiento del Nuevo Mundo, e identificarlo con el nombre Amerrique.
Nadie fue más activo que Pedro Mártir durante
este período Preceptor y tutor de los hijos de Fernando e Isabel la Católica, diplomático, prelado romano, miembro del Consejo de Indios, sostenía correspondencia seguida con un gran número de personas
de diversas partes de Europa Sus cartas, de las cuales se publicaron en 1530 arribo de ochocientas, indican que era hol'l']bre que se hallaba muy al corriente
de las cosas de su tiempo Por su posición en la
Corte de España, en el Cuerpo Diplomático y en el
Canse jo de Indias, estaba al tonto de todo la que se
publicaba y decía sobre los países nuevamente descubiertos. Imposible dudar que conocía el librito de
Saint Dié, y por su medio Vespucci debe de haber sido
informado de la existencia de esa publicación, si yo no
fuese que la obtuvo directamente. Pedro Mártir, como Vespucci, nodo hizo poro rectificar los errores del
Gimnasio vosgense Al contrario, ayudó a propagarlos, sirviéndose del nombre Americus como nombre
propio de Vespucci.
Las Repúblicas italianas de Venecia, Génova y
Piso tenían el mayor interés comercial en conocer todos los descubrimientos marítimos efectuados en nombre de los Gobiernos español y portugués Aunque
estaba prohibida, bajo pena de muerte, la salida de
las cartas geográficas relativas a esos descubrimientos, y para impedirla se guardaban dichos documentos bajo diferentes llaves custodiadas po rtres o cuatro
personas, aquellas Repúblicas hallaron, sin embargo,
los medios de obtener las importantes reseñas que deseaban
Pura esto emplearon agentes y diplomáticos
especiales, como Lorenzo Cretico, Vicenco Quirini,
Angelo Trivigiono, Girolamo Priuli, etc, quienes naturalmente se dirigían, ora en secreto, ora de un modo
f1 anca, a sus compatriotas Colón, Vespucci y Pedro
Mártir. Uno de ellos se jacta en sus cartas de ser
grande amigo de Colón, y de obtener de él un mapa
de las nuevas tierras, otro copia secretamente las Décadas De rebus oceanicis, de Pedro Mártir, y suministro los materiales del Mondo novo e paesi novamente
ritrovati da Albarico Vespuzio florentino, Vicenza,.
1507 Estos agentes italianos se mezclaban, además, con los marinos que volvían de Indias, y no dejaban de explotar esta fuente viva de noticias Vespucci, siempre ocupado, debe de haber sido puesto a
contribución por estos emisarios, sobre todo después
de su nombramiento para el puesto de Piloto Mayer
es imposible que por medio de ellos no hubiese conocido el libro del Gimnasio vosgense, pues los agentes
que recorrían la Suiza, la Francia y la Inglaterra, antes
relaciones epistolares/ la mandase al primero, a fines
de 1507, o a más tardar, a principios de 1508.
De todos los contemporáneas de Vespucci que
vivieron con él en España, el italiano Pietro Martire
d'Anghiera, es el único que le ayudó conscientemente
en la propagación del nombre Americus. Colón y los
demás que se sirvieron del nombre Amerigo, no se dieron cuenta del uso que de él podía llegar a hacerse, o
(72)
Amerigo Vespucci, Limn, 1865, pág 68
(73')
Examen Critique, vol IV, J;Jág 107.
23
de llegar a Lisboa y a Sevilla, tenían una bella ocasión
de ganarse su confianza, mostrándole ese libra que
tanto debe de haber lisonjeado su amor propio
Humboldt dice -"Resulta de mis investigaciones, que por lo menos, el nombre Amética, fue inventado y propagado por la ignorancia de Vespucci" (74)
Y además, "no hay hasta aquí prueba alguna de relación directa, entre Waltzemüller, impresor de Saint
Dié, y el navegante florentino" (75) Humboldt no
conocía a Jean Basin, y creía que Hylacomylus había
traducido las Quatuor Navigationes, y que era autor
de la proposición de nombrar Amét ica al Nuevo Mundo
Participo en mucho de esta opinión, y pienso que
Vespucci no fue instigador de la "gloria peligrosa que
se le preparó en Saint Dié" (76) El visconde de Santarem fue aun más lejos cuando dio -"Esta denominación (América) dada al nuevo Continente, después
de la muerte de Colón, fue probablemente resultado
de un plan concebido y preparado contra su memoria,
sea con designio y conocimiento de causa, sea por influencias secretas", etc (77) Deja con toda la reserva
del uso de la palabra Amerigo como nombre propio, a
partir de 1504, en lugar del nombre A/berico, usado
ciertamente en 1503, y con mucha probabilidad más
adelante
Es un hecho cierto que el nombre .A¡Iberico,
no tomando en cuenta más que las publicaciones anteriores a 1745, fue empleado por los italianos, y sostenido en Italia más largo tiempo que en ninguna otra
parte Aun el día de hoy italianos hay que no designan a Vespucci de otro modo
En la biblioteca
Magliabechiana de Florencia, intitúlase Alberico un
volumen impreso con copias y notas manuscritas sobre
Vespucci
Este volumen, que data de 1820, fue dispuesto y arreglado por el abate Follini, entonces bibliotecario, mientras que el nombre Amerigo o Amerrigo
tuvo origen en la Península ibérica, (Lisboa y Sevilla)
en donde se le encuentra con más persistencia al tratarse de Vespucci, hecho nada extraño, teniendo su
origen dicho nombre en las tierras de Occidente que
acababan de descubrirse
En cuanto al nombre latino
Américus, su autor es Jean Basin, prosador elegante
de Saint Dié, y este nombre se localizó en la región del
Rhin, antes de propagarse en otras partes, con excepción de la cita aislada, que hizo de él Pedro Mártir, en
1516, en España, y en su segunda década, lo que demuestra la parte que este compatriota de Vespucci
tomó en dar consistencia a la alteración del nombre
propio del mismo Vespucci
Al recibir lo Cosmagraphiae lntraductio del Gimnasio vosgense, Vespucci debe haberse sentido por ex,tremo lisonjeado con el honor que se le discerníaPretensioso, vano, abundando en deseos de celebridad,
1
dos cm tos a Médicis y Soderini, veía realizarse las más
,bellas aspiraciones que jamás pudo alentar, y eso, sin
poner nada de su parte.
Examen Clitique, vol IV, pág 34
(75)
Examen Critique, vol V, pág 207
(76)
ta el 22 de Febrera de 1512 pudo al menos escribir a
sus amigos de Florencia, declarándoles que nunca había tenido la pretensión de suplantar a Colón, ni a los
otros primeros descubridores y exploradores del Nuevo
Mundo
No sucedió esto, pero, en cambio, nos dejó
aquellas tres firmas, y su carta al Cardenal Ximénez
de Cisneras, arzobispo de Toledo, todo posterior a
1508.
Una de estas firmas, según el facsímil de
Varnhagen,. (73) es obra maestra de caligrafía. El
prenombre, o más propiamente el sobrenombre, pues
está colocado encima del otro de la manera siguiente
Amerrigo Vespucci está escrito Amerrigo con dos rs
Esta firma tiene una doble rúbrica, cuadrada y deslumbrante
Pudiera decirse hecha por un maestro de
Es evidente que para su
escritura, calígrafo emérito
autor el prenombre antecede al apellido, y lo puso de
r-elieve, como centinela avanzado, bien aparte de la
palabra Vespucci, a fin de que el lector lo notase de
toda preferencia
¡Qué diferencia con la firma modesta y rúbrica de Cristóbal Colón!
La segunda firma, al pie de la carta dirigida al
Cardenal arzobispo de Toledo, fechada el 9 de Diciembre de 1508, es también elaborada y ostentosa, con la
sola diferencia de que el prenombre está escrito en la
niisma línea que el apellido, ligero cambio que hizo
para dar lugar al título de Pilota mor (mayor) colocado
en la siguiente línea
Amerrigo está escrito con doble
r, mostrando que Vespucci, en 1508, y después de esa
fecha escribía su prenombre con doble r
Las dos rúbricas cuadradas y deslumbrantes, son las mismas, tal
vez más acentuada la segunda que la primera, que he
dgccrito antes
En fin, hay un gran rasga sobre la
ab1 eviatura mor., del título de Piloto Mayor, que se
destaca bastante del apellido y prenombre, mostrando
que Vespucci hacía de él mucha cuenta.
La letra de toda la carta es clara, aun elegante,
e indica que Vespucci debe haber poseído talentos poco comunes, como calígrafo y dibujante, talentos que
deben haber servido para alcanzar el puesto de Piloto
Mayor, que quiere decir conservador y diseñador de
las cartas marítimas pertenecientes al Consejo de Indias
La duplicación de la letra r prueba que Vespucci
quiso aproximar cuanto fue posible su prenombre o
sobrenombre al nombre indio Amerrique, el cual hasta el día de hoy, se pronuncia en Centro América con
la doble r muy fuerte (79) Si se trae a la vista el nombre Amerigo, propuesto por el Gimnasio vosgense en
1507, no puede menos que descubrirse la evidente intención c;ie ayuda para mantener el error, tanto más
cuanto qu no habiendo aun sido impreso el nombre en
francés, ignoraba Vespucci que en lugar de escribirlo
Amerrique como debían, los franceses suavizaron el
sonido de la doble r, dejando una, y colocando un
acento agudo sobre la e que le precede
amigo de ostentar su erudición, como fo prueban sus
(74)
Si hubiese querido, pudo siempre desconocer esa
"gloria peligrosa", pues no ocurrió su muerte sino has-
(78)
Amcrrigo Vespucci, pág 08, Lima, 18G5, in folio
(79) La ddble r es también una prueba tan pr6xima a la certeza
aJ,soluta, como es posible en las condiciones en que nos encontramos, a la
di5-tancia casi de cuatro siglos, de que Vespucci oyó pronunciar el nombre
Ameuique de bocl). de los indigenas, sea en 1498, sea en 1505, en el Cabo
Gracias a Dios, o en la costa de mosquitOs
Examen Critique, vol V, pág 206
(77) Investigaciones hist6ticas y bibliográficas sob1e Americo Vesvuccio, Paris, 1842, pág 133
24
Humboldt se hace cargo de la existencia de la
doble r, pero no sabiendo cómo explicarla, la atribuye
''casi a una prueba de erudición 11 , (ao) mirándola como
una asimilación de dos consonantes parecidas, en lugar de Ame/rico, nombre de un obispo de Como, que
vivió por el año de 8ó5, según él asegura, siguiendo la
opinión de un erudito de Berlín, el profesor von der
Hagen.
Mientras tanto, sabiendo como sobemos, que en
Nicaragua, y especialmente en los pueblos de La
Libertad, Juigalpa y Acoyapa, al pie de la Sierra de
Amerrique, se pronuncia fuerte la doble r, tenemo.s la
explicación del cambio operado en cuanto a la escritura del prenombre de Vespucci, Amerigo en 1504,
Amerrigo en 1508, mediando en el intervalo el bautismo de Saint Dié (1507)
Este cambio, junto con la firma bien evidenciada,
es la sola prueba que tenemos, no de la parte que Vespucci haya tomado en el bautismo de Saint Dié, sino
del auxilio que le prestó para hacerlo v61ido y eficaz
Respecto de su silencio en cuanto a que el Nuevo
Mundo fuese descubierto por Colón y no por Vespucci,
la prueba es solo negativa, siendo posible qup Vespucci
hubiese protestado en carta, y que esta carta hubiese
sido destruida, sin quedar de ella rastro alguno.
XVI
RESUMEN Y CONCLUSIONES
En resumen, nos hallamos en presencia de los
siguientes hechos, completamente auténticos.
19-En Enero de 1496, Vespuche recibió 10,000 maravedís
29-Primera carta de Vespucci a Médicis, escrita dulante los tres primeros meses del año de 1503,
con el prenombre Alberico (Aibericus).
3 9-Colón ejecutó su cuarto viaje, del 9 de Mayo de
1502, cuando partió de C6diz, a Junio de 1503,
habiendo hecho estadía en Septiembre de 1502,
al pie de la Sierra Amerrique En Julio de 1503
llegaron a Española dos de sus compañeros, Méndez y Fiesco, y refirieron su viaje, cuyos resultados fueron conocidos en Europa en Septiembre u
Octubre de 1503
4Q--Segunda carta de Vespucci a Soderini, datada el
4 de Septiembre de 1504, y firmada Amerigo.
5Q--En Febrero de 1505, Colón en dos cartas, escribe
Amerigo Vespuchi.
69 -Jean Basin, en 1507, imprime en Saint Dié los
prenombres Amerige y Americus, y el Gimnasio
vosgense propone se de a la cuarta parte del
mundo, el nombre América
7 9-Carta de Vespucci al Cardenal arzobispo de Toledo, datada el 9 de Diciembre de 1508 firmada
Amerrigo con doble r, conforme al norn'bre indio
Amerrique
~-~
(SO)
Examen Critique, vol IV, niiginas 48 y 64,
89-De 1508 a 1512, fecha de la muerte de Vespucci,
dos o tres firmas, con el prenombre Amerrigo sobre el apelativo, y muy conspícuamente.
99-Schóner declaro en 1515 que el nombre América
es generalmente usado
Ante un examen tan prolija de los textos, los nombres, los lugares y las fechas, cu61 deber6 ser la conclusión? Esta conclusión se impone, y si no es toda
la verdad, pues la verdad no podr6 jam6s saberse, debe acercársele muchísimo.
Después de un estudio atento de todos los
documentos, pienso que si se ha andado lejas de lo
razonable, tratando a Vespucci de feliz impostor y
11
1
',
afirmando como Santarem, que "consintió indirecta-
mente en la injusticia cometida con Colón, sus panegiristas, al llamarle "genio sublime", 'hombre de educación superior, con "el prodigioso talento de Plinio",
no han sido más justos, y han traspasado los límites de
lo verosímil
Adolphe de Varnhagen, en su deseo de rehabilitación, se dejó llevar por sus simpatías, y se avanzó
demasiado, queriendo, dice, rendir 11 homenaje a lo
justicia, a la moralidad y a la verdad histórica, en favor del nombre americano, y de Amerigo Vespucci"
El mismo Alejandro de Humboldt, con todo y
reconocer los lados flacos del car6cter y escritos de
Vespucci, ha creído más bien, que éste es victima inocente de acontecimientos en gran parte inexplicables, de confusiones, de alteraciones fantásticas y de
inexactitudes inherentes a cuanto se refiere a los descubrimientos de los navegantes de fines del siglo XV,
y principios del XVI
Del estudio que precede puede concluirse que
Vespucci fue lo que el día de hoy se llama un hombre
hábil, muy niplom6tico, muy diestro, en italiano tan
hno Y es bien considerar que se trata de un compatriota de los Médicis, y del no menos célebre Maquiavelo Desgraciadamente, en sus especulaciones
comerciales, después de navegar como simple pasajero, o empleado subalterno, tuvo el talento de hacerse
recomendar por su compatriota el Almirante Colón, y
obtener el puesto de Piloto Mayor. Tomó adem6s sus
precauciones para no dejarse olvidar en su patria, y
colocarse ante el mundo como un gran navegante, escribiendo cartas a personaes de muy elevada posición
Florencia, cartas que se ve claro, eran destinadas a la
publicidad, y que nunca desconoció
No puede admitirse razonablemente, que no tuviese conocimiento de su publicación, pues su muerte
ocurrió en 1512, y su posición de Piloto Mayor en Sevilla, lo ponía en relaciones con personajes tales como
Pedro M6rtir, Miembro del Consejo de Indias, con el
Embajador de la República de Venecia, y con muchos
otros que, o le pudieron dar ejemplares de los opúsculos impresos en que se registraban sus cartas, o bien
advertirle su existencia
Al concluir, no puedo menos que hacer notar, que
el nombre indio Amerrique, fue atribuido o un pilotocartógrafo, empleado por sus talentos de calígrafo y
dibujante, el florentino Alberico Vespucci, y que ese
singular bautismo fue puesto con no menos falta de
1
25
razón, boja la égida de otro dibujante-cartógrafo, que
era al misma tiempo castigatore, Martín Waltzemüller, que esto sucedió haciendo primeramente a un
lado al navegante que descubrió el Nuevo Mundo, el
genovés Cristóbal Colón, y luego a los soberanos de
España que lo enviaron, desatendiéndose del nombre
propio de Vespucci (Aiberico) y pasando, en fin, enteramente en silencio el nombre del fantástico padrino
del Nuevo Mundo, Jean Basin de Sandocourt, autor de
la consabida licencia poética ¡Qué tejido de errores
y confusiones, tan singular en la historia de las ciencias geográficas! El florentino Albarico Vespucci tuvo el honor de ser el primer hombre de la raza blanca
a quien se aplicó el sobrenombre de Américus, Ameriquain o Amerlcaing Esta gloria tan bella, considerados los antecentes de Vespucci, es después de todo,
suficiente, y debería satisfacer a sus compatriotas, aun
los más exigentes, asil florentinos como italianos
Si el día de hoy, con los conocimientos que poseemos en geografía ffsica y descriptiva, buscásemos
un nombre para el Nuevo Mundo, sería imposible encontrar otro mejor, pero ni siquiera tan bueno Nombre indígena, designación descriptiva· Amerrique,
país del viento, al mismo tiempo que país rico en oro
¡qué bella definición! Las cuatro quintas de las tormentas que visitan la Europa occidental, son llevadas
allí por los vientos del Sud-Oeste y del Oeste, o;iginándose todas en la América, país de donde viene el viento Y el oro que ha entrado a la circulación después
de haber descubierto Cristóbal Colón a Castilla del
Oro, {81) se ha decuplicado más de cuatro veces, gra(81') La Ge1>grafi11 di Claudio Ptolomeo Allessandrlno, primera edi~
ci6n itallann por Jncopo GMtaldo, Venecia, 11348; cattas intituladas Terra
Nova, et Universale novo, páginas 64 y 59, donde ae (mcuenta la Provincia
de CastJUa del Oro
cias q los placeres y filones de cuarzo aurífero, esparcidos de un extremo a otro de este nuevo Continente,
Estos dos grandes hechos de la geografía física, se
encuentran reunidos y resumidos, entre el lago de Nicaragua y la costa de los mosquitos, en el centro mismo del Continente, en la Sierra de Amerrique. Alejado
de todos los grandes focos de población, y sin pertenecer a ninguna gran nación, es un punto neutro, que
a nadie provoca a celos por rivalidad de descubrimiento El gran Colón es incontestablemente el descubridor, mientras Vespucci no aparece más que como
persona subalterna, cuyo sobrenombre se hizo más célebre que lo que él mismo pudo pensar, ni aun soñar,
cuando le dieron o tomó tal sobrenombre.
¡Qué de obstáculos no tuvo que vencer el bello
nombre América, que cubre la mitad del globo terrestre! El día de hoy brilla puro y libre de toda mancha.
Nada debe a ninguna persona en particular, habiendo
surgido de entre las relaciones de los primeros navegantes, tripulantes y aventureros, y acogídose por general asentimiento, con el concurso de todos
Tal como es, fue recibido, sin examen, sin reparo
Es uno de esos nombres populares, salidos del seno de
las masas, que lo lanzaron inconscientemente, y en
seguida sancionado del modo más extraordinario y de
una manera del todo errónea, por los doctos, los sabios, los cartógrafos y los grandes de la tierra
Poco
a poco se extendió de las regiones equinocciales a las
de los dos polos.
Nada tiene de exótico este nombre. Si su nacim_Jento fue oscuro, su juventud difícil y borrascosa, el
d1a de hoy no hay cosa que lo empañe ni rebaje el resplandor de su justo renombre.
Cambridge, Massachusetts, Setiembre de 1886
APENDICE
(Octubre de 1887)
S. E don Adán Cárdenas, Presidente de la Re- muy probable que esfa variaaión sea debida a falta
pública de Nicaragua, en carla da±a.da en Managua del copista, o bien a una imperfecta lectura
Bel±,
a 2!2 de Mayo de 1886, dhigida a don Manuel M
que vivió más de tres años al pie de aquella Sierra,
PeraUa., dice que no solo exista una cadena de mon- la cual fenía siempre a la. vista, que la atravesó mu±añas llan1.ada "Amerrique", sino que además esa chas veces, y que empleó a los indios de las inmecadena está habifada por la tribu de los indios lla- diaciones en los irabajos de las minas de oro que
mados ''Amerriques'', reducida el día de hoy a un
dirigía, estuvo en posición excepcionalmente fa vecorto número de individuos, y que segUn las indi- rable de oir y escribir correciamenfe el nombre de
caciones que se encuenfran en aquella región, ha de
esta Sierra
En su libro escribe "Aznenique", siemhaber sido anierionnenie de alguna importancia El pre que la cifa 1 y de la misma manera y en letras
Presidente Cárdenas agrega que los indiqs amerri- muy claras, en la carla que me escribió
ques han estado siempre en comunicación más o
El nombre de la Sierra de "'Lepaferrique", que
menos frecuente con el Cabo de Gracias a Dios y ±oda
se escribe sin "s", y el número de nombres ±e:rrninala costa de n1.oSqúilos
("Boletín de la Soc Geogr
dos en "ique", es tan considerable en :l:odo Centro
Americana'', 1886, nUmero 4, páginas 315 y 316, América (sin un solo caso de_ la excepción contraria
New York)
de la tenninación en "isque''l que apenas r:;i puede
Este es un hecho nuevo e importante, que pres- haber duda sobre el sonido verdadero de la palahia
fa el más fuerte apoyo a las probabilidades en .favor 3M manam nman man gunman man gunman man
de la opinión según la cual Col6n Y sus equipajes.
En orden a la objeci6n que se funda en no encuando es1uvieron en Cariai y- Caramburu en 1502,
centrarse impreso más que en el libro de Thomas
y Vespucci cuandq esfuvo en el Cabo de Gracias a
Bel±, y que no existe ninguna carla geográfica, puede
Dios en 1497, Y a lo largo de la costa. de mosquifos
responderse, que esto simplemente prueba cuán
en 1505, segdn la cual, digo, Colón y Vespucci deben
parle de N>'caraglta, •• cuándesconocida es aq"ella
de haber oídos mendonar el nom b re "Amerrique"
.....
z
como designaci6n de un lugar rico en oro, y de los ±o se ha descuidado la exploración de las primeras
indiOs de quienes los moscos obtenían ese metal Es
tierras finnes descubiertas en el Nuevo Mundo
Por
un nuevo anillo en la cadena de hechos auténticos, lo demás, si el nombre "Amerrique" hubiese sido
relativos a esta difícil cuesfi6n
inscrifo én ~lguna carla geográfica, no sería yo
La orlografía de' nombre "Amerrique", en la
quien diese las explicaciones que preceden
Oiros
carla impresa del Presidente Cárdenas, difiere ligepresentarían d9spués de largo tiempo la cuesfi6n baramente de la que usó Thomas Bel±t la primera tiene
jo la misma luz, con más talenfo y claridad, sin duuna "s"' entre la "i" y la q"q": "Amerrique'". Es
da, pero no con más deseo de encontrar la verdad
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