(cover) Acerca de la Metadona (inside front cover) Contenidos Agradecimientos Presentación Dependencia ¿Qué es la Metadona? ¿Qué es el LAAM? Mantenimiento Después de la Metadona Mitos & Verdades Interacciones con Otras Drogas Sus Otros Médicos La Metadona y las Mujeres ¿Cómo se Almacena la Metadona? Sobredosis: Inquietudes En Caso de una Sobredosis Desintoxicación Desintoxicación: ¿Cómo Funciona? Conducir Viajando con Metadona 3 5 7 10 13 14 16 17 21 24 26 30 31 36 38 40 42 44 (p.1) Acerca de la Metadona (p.2) Ilustraciones: Liz Pagano Diseño y producción: Criscola Design Imprenta: Herlin Press, Inc. Copyright ©2000 Drug Policy Alliance Todos los derechos reservados Impreso en Los Estados Unidos ISBN: 1-930517-27-0 (p.3) Agradecimientos Este manual fue diseñado en base a un excelente libro escrito por Andrew Preston para pacientes que utilizan la metadona en el Reino Unido, El Manual de la Metadona. Queríamos que los pacientes que utilizan la metadona en los Estados Unidos tuvieran acceso a información sobre su tratamiento médico. Agradezco a mis colaboradores, Corinne Carey, Travis Jordan, Michael McAllister, Sharon Stancliff, Ellen Tuchman y Peter Vanderkoot por sus invaluables contribuciones a la investigación y escritura de esta guía. Agradezco también a Matt Briggs, Paul Cherashore, Amanda Davila, Ethan Nadelmann, Robert Newman, J. Thomas Payte y Shayna Samuels por sus sugerencias con mejorías. Y doy un agradecimiento especial a todos los pacientes que usan metadona, a los que abogan por su uso, y a sus seres queridos, todos ellos, seres que he conocido y con quienes he trabajado. Ustedes son la inspiración de este manual. Holly Catania, JD Drug Policy Alliance (p.5) Presentación Puede que usted esté leyendo este manual porque está tomando metadona o porque está pensando en tomarla—o puede que lo esté leyendo porque se preocupa por un ser querido que ya la está tomando. La gente por lo general comienza el tratamiento de la metadona porque se siente abrumada por su dependencia de la heroína u otros opiáceos. Pero no todo el que comienza con el tratamiento de mantenimiento de la metadona tiene el mismo objetivo. Hay gente que quiere dejar de tomar drogas ilegales definitivamente. Otros quieren dejar de tomar las drogas ilegales temporalmente. Y algunos quieren reducir o volver a regular su uso de las drogas ilegales. Algunos comienzan a tomar metadona creyendo que necesitarán ser medicados indefinidamente. Otros creen que sólo la necesitarán por un corto periodo de tiempo. Dejando de lado lo que usted espera obtener del mantenimiento con la metadona, toda la evidencia concuerda en los siguientes puntos: (p.6) ¾ Aquellas personas dependientes de las drogas ilegales que reciben el tratamiento de la metadona gozan de mejor salud y se encuentran más a salvo que aquellos que no usan la metadona. Viven por más tiempo, pasan menos tiempo en prisión y en hospitales, contraen el SIDA/VIH con menor frecuencia y cometen menos crímenes. ¾ Son mejores los periodos más largos de mantenimiento de la metadona que los periodos cortos. Cuanto más siga con el mantenimiento de la metadona, mejor será el resultado general. El tratamiento indefinido por lo general significa una extensión de buena salud a lo largo de la vida, el resultado seronegativo del SIDA y una vida libre, fuera de la prisión. ¾ El tratamiento de mantenimiento de la metadona es el adecuado para la gente que es dependiente de los opiáceos. No es un tratamiento para gente cuyos principales problemas se deban a otras drogas—tales como la cocaína, el alcohol, benzodiazepinas o los cigarrillos. Las drogas opiáceas incluyen a todas las drogas que vienen completa o parcialmente del opio y drogas sintéticas que tienen un efecto similar. La morfina, heroína, codeína, metadona, dilaudid, LAAM y el fentanyl son opiáceos. Aquellas personas dependientes de las drogas ilegales que reciben el tratamiento de la metadona gozan de mejor salud y se encuentran más a salvo que aquellos que no usan la metadona. (p.7) Dependencia Los opiáceos han sido usados por miles de años y desde hace tiempo se sabe que mucha gente dependiente de los opiáceos tiene severas dificultades para dejar de usarlos de manera permanentemente. El tener que pasar por el síndrome de abstinencia es sólo parte del problema. La verdadera dificultad siempre ha sido el mantenerse libre de drogas una vez que el periodo de abstinencia ha terminado. Tal como en los casos de aquellos que no pueden dejar de fumar, es difícil explicar el por qué es tan difícil no volver a usar los opiáceos. Las razones incluyen la depresión de largo plazo, la falta de energías, sentir ansias por las drogas y ataques impulsivos físicos del síndrome de abstinencia. Alguna gente encuentra que estos problemas disminuyen con el tiempo y que, eventualmente, desaparecen por completo—pero otros continúan sufriendo de estos síntomas indefinidamente, y muchos de ellos eventualmente recaen y vuelven al uso regular de sus opiáceos. La razón por la cual la gente sufre una recaída a menudo no tiene nada que ver con la falta de fuerza de voluntad u otros problemas de personalidad. En cambio, pareciera ser que la gente con un largo... (p.8) ...historial de problemas de opiáceos ha experimentado cambios en una parte del cerebro que permite que la gente se sienta y funcione normalmente. Esta parte del cerebro produce sus propios opiáceos de manera natural y los utiliza. Los opiáceos naturales más conocidos son los químicos conocidos como endorfinas. La palabra endorfina significa literalmente “la morfina que viene de adentro.” De hecho, estos químicos son funcionalmente idénticos a la morfina o heroína. Todavía no comprendemos todo lo que estos opiáceos naturales hacen en el cuerpo, pero la evidencia sugiere que están involucrados en el control del dolor, el aprendizaje, la regulación de la temperatura corporal y muchas otras funciones. Es posible que la gente que desarrolla una dependencia de los opiáceos haya nacido con un sistema de endorfinas que los hace particularmente sensibles. Por ejemplo, sabemos que la adicción parece ser hereditaria en algunas familias. La adicción puede estar también relacionada a cambios en el cerebro causados por el uso excesivo de la heroína u otros opiáceos. O puede ser el resultado de una relación compleja entre la genética y el medio ambiente. (p.9) Todavía no sabemos exactamente cómo ocurre este mal funcionamiento, ni siquiera sabemos si toda la gente que siente que no puede dejar de usar fármacos sufre este daño. Sin embargo, hay una suma creciente de evidencia que indica que mucha gente a la cual le cuesta dejar los opiáceos ha sentido estos cambios físicos—que probablemente sean permanentes. Todavía no hay ningún examen que pueda determinar cuanto daño tenga una persona en su sistema natural de opiáceos, ni cuán difícil sea para esa persona el mantenerse alejada de los opiáceos. Todo lo que sabemos con certeza en este momento es que una recaída es una característica común en la dependencia de opiáceos. La metadona no es una cura para el problema de la dependencia de opiáceos. Es un tratamiento—un tratamiento que es efectivo solamente durante el tiempo que la persona continúa haciéndolo de manera apropiada. La razón por la cual la gente sufre una recaída a menudo no tiene nada que ver con la falta de fuerza de voluntad u otros problemas de personalidad. (p.10) ¿Qué es la Metadona? La metadona es una droga sintética y narcótica de actuación prolongada que fue usada al principio en el tratamiento de mantenimiento de la adicción a las drogas en los Estados Unidos en los años 1960. Es un “agonista” del opiáceo, lo cual significa que actúa de manera similar a la morfina y otras medicinas narcóticas. Cuando es utilizada en dosis apropiadas en el tratamiento de mantenimiento, la metadona no crea la sensación de euforia ni sedación, ni da un efecto analgésico. Las dosis deben ser determinadas de manera individual basándose en el peso corporal de la persona y en su tolerancia al opiáceo. La dosis adecuada de mantenimiento es aquella con la cual los anhelos por la droga se detienen sin crear los efectos de euforia ni sedación. Aunque la metadona no es un producto individual que se consigue de un único fabricante, el ingrediente activo es siempre el mismo: clorhidrato de metadona. Todos los fabricantes agregan una pequeña cantidad adicional de productos inactivos, tales como estearato de magnesio y celulosa. Algunas de las compañías de los EE.UU. que fabrican la metadona agregan un saborizante con gusto a cereza o naranja. La metadona es suministrada de manera oral de diversas maneras, ellas incluyen: (p.11) ¾ Tabletas, también llamadas disquetes. Cada una contiene 40 miligramos de metadona, se disuelve en agua y luego es administrada como una dosis oral. El principal ingrediente activo es el dióxido de silicona coloidal. ¾ Polvo, que también se disuelve en el agua. ¾ La metadona líquida puede ser suministrada con una bomba medidora automática. Las dosis pueden ser ajustadas a cantidades tan pequeñas como un miligramo. Los pacientes tienen distintas opiniones sobre los diversos tipos de metadona. Algunos prefieren la tableta blanca que se disuelve, algunos la tableta naranja y algunos la forma líquida. Cada proveedor de metadona por lo general ofrece un cierto estilo de suministro de la droga y obtiene sus provisiones de una sola fuente, lo cual significa que los pacientes por lo general no pueden elegir el tipo de metadona que les será suministrada. Para la mayoría de la gente, una dosis individual de metadona dura entre 24 y 36 horas. (p.12) ¿En qué se diferencia la metadona de la heroína y otros opiáceos (por ejemplo la morfina o dilaudid)? ¾ La metadona dura más. El cuerpo metaboliza la metadona de manera diferente a cómo metaboliza la heroína o morfina. Cuando una persona toma metadona regularmente, se acumula gradualmente y el cuerpo crea un depósito, de esa manera dura aún más cuando es utilizada para hacer el mantenimiento. La mayoría de las personas nota que cuando se estabiliza con la dosis de metadona que es la correcta para cada individuo, una dosis individual oral los “mantendrá” por, al menos, un día completo de 24 horas. Para algunos, el efecto dura más; para otros dura un periodo de tiempo más corto. ¾ La estabilidad es más fácil con la metadona oral. La mayoría de la gente que está tomando una dosis de metadona estable y apropiada por varias semanas no tendrá ninguna sensación significante de estar “dopado” ni con “síndrome de abstinencia.” Sin embargo, algunos pacientes pueden sentir una “transición”—o un leve “resplandor” temporario—por un corto periodo de tiempo varias horas después de ser medicado. Otros pueden sentir una leve “abstinencia” antes de tomar la dosis diaria de medicina, pero la mayoría sentirá poco o ningún efecto al serle suministrada la dosis apropiada de metadona una vez que se haya estabilizado. (p.13) ¿Qué es el LAAM? LAAM (levo-alpha-acetil-metadol), también conocido como ORLAAM, es un opiáceo sintético. Al igual que la metadona, LAAM bloquea las ansias y los efectos de abstinencia de los fármacos. El LAAM se metaboliza lentamente, lo cual significa que los pacientes necesitan tomarlo tan solo cada 48 a 72 horas, mientras que los pacientes deben tomar la metadona a diario. LAAM también tiene una forma de actuar lenta, lo cual significa que, al principio, alguna gente puede llegar a sentir los síntomas de abstinencia. Para contrarrestar este efecto, puede que los doctores receten LAAM junto con metadona hasta que los niveles de LAAM del paciente sean suficientes como para eliminar la metadona por completo. Hoy en día, LAAM es menos accesible en los EE.UU. que la metadona—así que la mayoría de los pacientes no pueden elegir entre los dos tratamientos. Adicionalmente, muchos programas proveen solamente una u otra terapia. (p.14) Mantenimiento El mantenimiento con metadona tiene como objetivo lograr tres resultados para la gente que participa del programa: 1. Evitar que el paciente sufra el síndrome de abstinencia. La dosis estándar inicial, tal como se la recomienda hoy en día, es entre 30 y 40 miligramos al día. Al cabo de varios días, los proveedores de cuidados médicos ajustan la dosis del paciente en base a lo que sea necesario. 2. Mantener al paciente cómodo y sin ansias por las drogas ilegales. Tener un anhelo no solo significa que uno desea drogarse. Significa que uno tiene una necesidad tal de los opiáceos que hace que una persona pueda tener sueños recurrentes en los que usa las drogas, puede pensar en usar drogas excluyendo todo lo demás de sus vidas, y/o hacer cosas que no haría normalmente para conseguir las drogas. La metadona no controla el deseo emocional de una persona de drogarse, pero una dosis adecuada de metadona debería prevenir el deseo físico sobrecogedor de usar drogas ilegales. (p.15) 3. “Inhibir” los efectos de las drogas ilegales. Si la dosis es lo suficientemente alta, la metadona evita que el paciente sienta demasiado efecto y, tal vez, ningún efecto, al tomar las dosis usuales de drogas ilegales. Este resultado comúnmente se llama el efecto “inhibidor.” Si la tolerancia de una persona hacia los opiáceos es lo suficientemente elevada con el tratamiento de la metadona, haría falta una cantidad muy importante de heroína para superarla y producir una sensación significante de estar dopado. La metadona no controla el deseo emocional de una persona de drogarse, pero una dosis adecuada de metadona debería prevenir el deseo físico sobrecogedor de usar drogas ilegales. (p.16) Después de la Metadona Algunos pacientes se cansan del régimen de mantenimiento, el cual requiere un uso indefinido de la medicación. Esto se da especialmente en pacientes que están haciendo el mantenimiento con metadona porque, en los EE.UU., los pacientes que utilizan la metadona también deben hacer visitas frecuentes a una clínica (con pocas excepciones) para recibir sus medicamentos. Sin embargo, después de alcanzar un nivel cómodo de estabilidad—con un buen sistema de apoyo—los pacientes pueden elegir reducir gradualmente su dosis de metadona y finalizar su tratamiento. Se pueden hacer planes para permitir que la medicación deje de actuar muy gradualmente, y es posible que se incluya una terapia de cuidados posteriores por un tiempo. (p. 17) Mitos & Verdades ¾ Mito: La metadona se mete en los huesos y los debilita. ¾ Verdad: La metadona no se “mete en los huesos” ni causa ningún tipo de daño al sistema esquelético. Aunque algunos pacientes tratados con metadona han informado que sienten dolores en sus brazos y piernas, la incomodidad es probablemente un síntoma leve de abstinencia y puede ser aliviado ajustando la dosis de metadona. Además, algunas sustancias pueden hacer que la metadona se metabolice más rápidamente (ver páginas 21-23 para obtener un listado de las medicaciones que interactúan con la metadona). Si usted está tomando otra sustancia que afecta la metabolizacion de su metadona, es posible que su doctor tenga que ajustar su dosis de metadona. Algunas sustancias pueden hacer que la metadona se metabolice más rápidamente. (P.18) ¾ Mito: Es más difícil dejar la metadona que la adicción a las droga. ¾ ¾ ¾ ¾ Verdad: El dejar de usar la metadona es distinto a dejar de usar la heroína. A alguna gente le cuesta más porque los periodos de abstinencia duran más tiempo. Otros dicen que, aunque duran más tiempo, son más leves que los síndromes de abstinencia de la heroína. Mito: El tomar metadona daña el cuerpo. Verdad: La gente ha estado tomando metadona desde hace más de 30 años, y no ha habido evidencia de que el uso a largo plazo cause algún tipo de daño físico. Alguna gente sufre algunos efectos secundarios de la metadona— tales como estreñimiento, aumento de sudación y boca seca—pero éstos por lo general desaparecen con el paso del tiempo o con un ajuste de la dosis. Otros efectos secundarios, tales como anormalidades en el ciclo menstrual o la disminución del deseo sexual, han sido comentados por algunos pacientes pero no han sido ligados directamente al uso de la metadona. Mito: La metadona es peor para el cuerpo que la heroína. (p.19) ¾ ¾ ¾ ¾ ¾ Verdad: La metadona no es peor para el cuerpo que la heroína. Tanto la heroína como la metadona no son tóxicos, sin embargo, ambas pueden ser peligrosas si son tomadas en exceso—pero ese es el caso para todo, desde las aspirinas hasta la comida. La metadona es más segura que la heroína de la calle porque es una medicacion que es prescripta legalmente y es tomada de manera oral. Las drogas ilegales no reguladas a menudo contienen muchos aditivos dañinos que son utilizados para “cortar” la droga. Mito: La metadona daña el hígado. Verdad: El hígado metaboliza (descompone y procesa) la metadona, pero la metadona no “daña” el hígado. En realidad es más fácil para el hígado metabolizar la metadona que muchos otros tipos de medicamentos. La gente que tiene hepatitis o que sufre enfermedades graves del hígado pueden tomar la metadona sin problema alguno. Mito: La metadona daña el sistema inmunológico. Verdad: La metadona no daña el sistema inmunológico. De hecho, varios estudios sugieren que los pacientes con SIDA que toman metadona son más saludables y viven más tiempo que aquellos que usan drogas y no están tomando metadona. (p.20) ¾ Mito: La metadona hace que la gente use cocaína. ¾ ¾ ¾ Verdad: La metadona no hace que la gente use cocaína. Mucha gente que usa cocaína comenzó a hacerlo antes de comenzar con el tratamiento de mantenimiento de la metadona—y muchos dejan de usar la cocaína mientras hacen el mantenimiento. Mito: Cuanto más baja la dosis de metadona, mejor. Verdad: Las dosis bajas de metadona reducirán los efectos de abstinencia, pero son necesarias dosis más elevadas para bloquear el efecto de la heroína y-aún más importante—para eliminar las ansias por la heroína. La mayoría de los pacientes necesitarán entre 60 y 120 miligramos diarios de metadona para dejar de usar la heroína. Sin embargo, algunos pacientes se sentirán bien si toman entre 5 y 10 miligramos; otros necesitarán cientos de miligramos al día para sentirse cómodos. Idealmente, los pacientes deberían decidir cuál es su dosis con la ayuda de su médico, y sin interferencia externa ni límites. ¾ ¾ Mito: La metadona causa somnolencia y sedación. Verdad: Todo el mundo a veces se siente somnoliento o cansado. Los pacientes que toman una dosis estabilizada de metadona no se sentirán ni más somnolientos ni más sedados de lo que es normal. (p.21) Interacciones con Otras Drogas Como con cualquier medicación, la metadona puede interactuar con otros tipos de medicinas y con drogas ilegales. El cuerpo es un sistema complejo y es posible que las comidas, hormonas, cambios en el peso corporal y stress afecten también en forma individual la manera en la cual la metadona trabaja en el cuerpo. Sabemos de algunas de las sustancias que pueden interactuar con la metadona—y algunas de ellas se mencionan aquí. Puede que se descubran otras que también interactúan con ella. ¾ Estos medicamentos hacen que el hígado metabolice la metadona más rápidamente y pueden hacer que se necesite una dosis superior de metadona: *Carbamazepina (Tegretol) *Fenitoína (Dilantin) *Nevirapina (Virammune) *Rifampina *Ritonavira (Norvir)—los efectos son menores ¾ Algunas medicinas hacen que la metadona se metabolice más lentamente. A veces la gente sentirá los efectos de la metadona más fuertemente al tomar estas medicinas, y otras veces sentirán síndromes de abstinencia al dejar de tomar estas medicinas: (p.22) *Amitriptilina (Elavil) *Cimetidina (Tagamet) *Fluvoxamina (Luvox) *Ketoconazol (Nizoral) ¾ Algunas medicinas son inhibidoras de opiáceos y pueden causar el síndrome de abstinencia. Estas medicinas inhiben el efecto de la metadona y NO DEBERIAN SER TOMADAS si uno está tomando metadona: *Pentazocina (Talwin) *Naltrexona (Revia) *Tramadol (Ultram), en la mayoría de los casos ¾ Algunos medicamentos actúan inicialmente con la metadona para causar sedación, pero en realidad causan lo opuesto, y pueden causar el síndrome de abstinencia. Estas medicinas incluyen: *Benzodiazepinas tales como Xanax y Valium *Alcohol *Barbitúricos (p.23) ¾ Otras medicaciones con efectos interactivos: *La cocaína puede incrementar la dosis requerida de metadona. *La metadona incrementa los niveles de AZT y desipramina en la sangre. Hay dos cosas que siempre se deben tomar en cuenta con respecto a las interacciones con la metadona: ¾ ¾ La metadona no es responsable por cada nueva sensación que uno tenga, y no será afectada por la mayoría de las medicaciones o cambios que haya en la vida de uno. Si uno no se siente cómodo con su dosis de metadona, probablemente no sea la dosis correcta. Usted es el experto a la hora de decidir cuánta metadona es suficiente. Hable con su médico acerca de lo que siente. Si uno no se siente cómodo con su dosis de metadona, probablemente no sea la dosis correcta. (p.24) Sus Otros Médicos Los pacientes que utilizan metadona son a veces renuentes a contarles a sus otros médicos que están tomando metadona. Temen que estos doctores—u otros proveedores de cuidados de la salud—discriminen contra ellos. Lamentablemente, a menudo tienen razón. Uno debe encontrar un médico de cabecera en quien pueda confiar. Lo ideal es asegurarse de que todos sus médicos sepan que está tomando metadona. Sin embargo, si elige no comentárselo a sus médicos, tome en cuenta estos importantes datos: (p.25) ¾ ¾ Si está por ser operado y la operación requiere anestesia total, puede que el anestesiólogo utilice un tipo de medicación que puede causarle abstinencia abrupta de la metadona. Asegúrese de saber cuáles son las medicinas que interactúan con la metadona (ver páginas 21-23)—mismo si sus médicos saben que está tomando metadona. Es ilegal que su proveedor de metadona se comunique con su médico de cabecera o con cualquier otra persona sin su permiso. (el Título 42 del Código de Regulaciones Federales Parte 2 [42CFR parte 2] protege contra la divulgación de registros de tratamientos contra las drogas.) En verdad, la comunicación abierta entre todos los médicos que lo están tratando puede ayudarle a obtener el mejor tratamiento médico posible. (p.26) La Metadona y las Mujeres ¿Es verdad que a veces las mujeres dejan de tener el período cuando comienzan a tomar metadona? Sí, pero también hay muchas otras razones por las cuales los períodos de las mujeres son irregulares o se detienen: ¾ ¾ ¾ ¾ Embarazo Stress Dieta poco balanceada Aumento y pérdida de peso ¾ ¾ ¾ Menopausia Otros problemas médicos Otras medicinas Recuerde: ¾ Una mujer puede quedar embarazada aunque no le venga el período. ¾ Usted puede concebir y tener embarazos normales y partos normales mientras esté tomando metadona. (p.27) Puede que haya oído que no debería tomar metadona mientras está embarazada. Esto no es verdad. ¾ ¾ ¾ ¾ ¾ ¾ La metadona no hace daño al feto en desarrollo—pero la desintoxicación sí es dañina. La metadona es el tratamiento preferido para los dependientes de heroína y opiáceos durante el embarazo. Los efectos de la metadona en el embarazo han sido estudiados ampliamente. La metadona se ha utilizado exitosamente durante el embarazo. Cuando es prescripta para mujeres embarazadas, la metadona provee de un medio no estresante al feto en el cual se puede desarrollar. El tomar metadona durante el embarazo puede prevenir el aborto espontáneo, la aflicción fetal, y la labor prematura. (p.28) Si está embarazada, asegúrese de hablar con su médico. ¾ ¾ El bajar la dosis de la metadona durante el primer trimestre aumenta el riesgo del aborto espontáneo. Durante el embarazo, su dosis debería ser lo suficientemente alta como para evitar las ansias, evitar las drogas ilegales, y prevenir los síndromes de abstinencia. Si está embarazada, asegúrese de hablar con su médico, porque: ¾ Cuando una está embarazada, el metabolismo del cuerpo cambia, así que es posible que haya que ajustar su dosis. Puede que necesite incrementar su dosis de metadona, o que necesite dividir su dosis y tomar cantidades más pequeñas dos o tres veces al día. Puede que haya escuchado que su bebé nacerá adicto a la metadona o que sufrirá otros efectos secundarios, pero he aquí la realidad: ¾ La metadona no causa anormalidades en el feto. No se han hallado efectos dañinos al feto en el estudio que se ha hecho acerca del efecto de la metadona en el embarazo. (p.29) ¾ El parto prematuro y el bajo peso al nacer pueden ser asociados a los cigarrillos y/o a una dieta poco balanceada, y no son atribuibles a la metadona. ¾ Los bebes que nacen de madres dependientes de la metadona tendrán metadona en sus sistemas, pero los estudios demuestran que los niños pueden ser destetados exitosamente y sin peligro, sin efectos adversos. Puede que haya oído que no debería darle el pecho a su bebé si está tomando metadona, pero he aquí la realidad: ¾ ¾ ¾ Hoy en día se considera que es seguro que las mujeres que toman metadona le den el pecho al bebé, pero no es seguro para mujeres que son VIH+. Pequeñas cantidades de metadona pueden pasarle al bebé por medio de la leche materna. Los niveles de metadona en la leche materna son muy bajos. (p.30) ¿Cómo Almacenar la Metadona? Mientras que la tenga en su casa, mantenga siempre su metadona en un lugar seguro—preferentemente bajo llave en una caja o armario—fuera del alcance de los niños y señalizada claramente para evitar que otra persona la tome por error. Recuerde: La metadona es una droga narcótica muy poderosa. Una cantidad pequeña puede matar a un niño o a un adulto que no tiene tolerancia ante la metadona. Si alguien de su hogar toma accidentalmente su metadona, llame al 911 o a una ambulancia de inmediato. Almacene su metadona lejos de calor o frío extremo. La metadona que usted se lleva a su casa a menudo está mezclada con agua—y, a veces, con otros aditivos, dependiendo de dónde obtiene su metadona. La solución por lo general se mantiene durante semanas. Cuando viaja o está lejos de casa, mantenga la metadona en los envases recetados que le fueron entregados por su proveedor de metadona para evitar cualquier problema con la ley. Como con cualquier droga de venta bajo receta, es ilegal poseer metadona sin prescripción médica. (p. 31) Sobredosis: Inquietudes El tratamiento de metadona reduce el riesgo de sobredosis para aquellos que están tomando heroína o que son adictos a ella. La metadona es una droga pura y es recetada individualmente. No contiene los “cortes” peligrosos que son mezclados con las drogas que se obtienen en la calle. Sin embargo, siguen habiendo inquietudes acerca de la sobredosis. Esto es especialmente cierto si usted continúa usando drogas ilegales o si vuelve a usar la heroína regularmente luego de dejar su tratamiento de metadona. Si deja de usar la metadona y comienza a usar drogas ilegales nuevamente, las posibilidades de que sufra una sobredosis se ven incrementadas porque ahora usted tiene una tolerancia menor a las drogas. Si alguien de su hogar toma accidentalmente su metadona, llame al 911 o a una ambulancia de inmediato. (p.32) La tolerancia se incrementa cuando su cuerpo se ha acostumbrado a tener la droga en el sistema—en otras palabras, su cuerpo “tolera” la presencia de la droga. Si deja de usar fármacos regularmente—o si se ha desintoxicado—es necesaria una cantidad menor de heroína, metadona, u otro opiáceo para causar la sobredosis. Además, el mezclar píldoras tales como benzodiazepinas, barbitúricos y/o alcohol con la metadona o heroína incrementa los riesgos de sufrir una sobredosis. Preguntas Frecuentes ¾ ¿Puedo sufrir una sobredosis de metadona? Es posible sufrir una sobredosis de metadona, pero los proveedores de la salud trabajan para ajustar las dosis para que sean seguras para cada paciente. Es importante ser honesto con el personal de la clínica con respecto a la cantidad de heroína u otros opiáceos que usted está tomando para que le prescriban la dosis adecuada— si es demasiado baja no será efectiva; si es demasiado alta podría hacerle sufrir una sobredosis. La metadona es una medicina potente, así que necesita incrementar la dosis lentamente para asegurarse de que su cuerpo está tolerando bien la medicina. (p.33) ¾ ¿Puedo sufrir una sobredosis de LAAM? Puede sufrir una sobredosis si se le da una dosis demasiado alta de LAAM antes de que su cuerpo la pueda tolerar. Esto es, sin embargo, muy poco probable— especialmente si usted es honesto con el personal de la clínica con respecto a la cantidad de heroína que está tomando. ¾ Antes de que el LAAM sea absorto por completo, puede que sienta que la dosis es demasiado pequeña. También puede que sienta que necesita heroína u otro opiáceo para disminuir la sensación de abstinencia. Debido a que el LAAM tarda en formar reservas en el cuerpo, es mejor no tomar ningún opiáceo mientras comienza el tratamiento. Es posible que el opiáceo en combinación con el LAAM le cause una sobredosis. ¿Qué pasa si uso otras drogas mientras tomo metadona o LAAM? La dosis correcta de metadona inhibe los efectos de la heroína. Si toma opiáceos mientras toma metadona, puede que no sienta los efectos de los opiáceos. Puede que entonces usted decida tomar más opiáceos, lo cual le puede causar una sobredosis. Algunas drogas interactúan con la metadona y pueden cambiar la forma en que sus medicinas lo afectan a usted (ver páginas 21-23). El tomar demasiados calmantes o mucho alcohol mientras toma metadona también puede ser peligroso porque cada una de las sustancias hace que la otra sea más potente, incrementando así su riesgo de sobredosis. Tenga mucho cuidado si mezcla estas drogas. (p.34) ¾ ¿Puedo sufrir una sobredosis de heroína mientras estoy tomando metadona? Sí. Mismo si está tomando metadona, si toma demasiada heroína—especialmente si la heroína es inusualmente fuerte—puede sufrir una sobredosis. Usted incrementa las probabilidades de sufrir una sobredosis de heroína mientras toma metadona si la mezcla con calmantes, alcohol u otras drogas. ¾ ¿Qué pasa si dejo de ir a mi programa de metadona? Si deja de tomar su metadona y vuelve a tomar drogas ilegales, puede sufrir una sobredosis más fácilmente que la ultima vez que usó esas drogas. Al dejar de tomar metadona, su cuerpo desarrollará rápidamente una tolerancia menor a la heroína. En cuanto la metadona de su cuerpo desaparezca por completo (un par de días), su tolerancia ante la heroína será más baja de lo que era cuando comenzó a tomar metadona o LAAM. Entonces, si usted decide volver a usar drogas, necesita tener mucho cuidado. Tome algunas precauciones—asegúrese de que siempre haya gente con usted cuando usa drogas en caso de que necesite atención médica, y evalúe los efectos que le causa la droga antes de tomar una dosis completa. La dosis correcta de metadona inhibe los efectos de la heroína. ¾ ¿Qué pasa si comienzo a tomar metadona nuevamente luego de haberla dejado? Si deja de tomar la metadona aunque sea por un par de días, necesita tener cuidado al comenzar a tomarla nuevamente. Puede que su cuerpo haya perdido parte de su tolerancia a la metadona, así que podría sufrir una sobredosis. Puede que tenga que retomar el tratamiento con una dosis menor hasta llegar al nivel en el cual estaba antes de dejar. El médico de su clínica puede ayudarlo a determinar las dosis correctas. (p.36) En Caso de una Sobredosis Si sospecha que alguien ha sufrido una sobredosis de metadona, recueste a esa persona de costado en la posición de recuperación y llame al 911 de inmediato. Si los profesionales médicos llegan rápidamente, pueden tratar al individuo con un antagonista, como la naloxona, que ayudará a la persona a recuperarse de la sobredosis. Es importante decirle a los profesionales médicos qué droga tomó la persona que sufrió la sobredosis para que sepan qué droga usar para contrarrestar la sobredosis. La persona que sufrió la sobredosis necesitará ser vigilada por un par de horas. La metadona es una droga de acción prolongada. Las medicinas que se usan para tratar la sobredosis son de corta duración. Si el antagonista se disipa antes de que bajen los niveles de metadona, puede que el paciente vuelva a un estado de sobredosis y que requiera nuevamente atención médica. (p.37) ¿Qué debo hacer si alguien sufre una sobredosis? ¾ Llame inmediatamente al 911 y permanezca con la persona. ¾ No haga vomitar a la persona. ¾ No obligue a la persona a darse una ducha fría. ¾ No le inyecte agua con sal en las venas. ¿Cuáles son las señales de una sobredosis de metadona? ¾ Nauseas y vómitos ¾ Pupilas contraídas (pequeñas, como puntas de alfiler) ¾ Somnolencia ¾ Piel húmeda y fría, azulada ¾ Ritmo cardíaco lento ¾ Baja temperatura corporal ¾ Respiración lenta o ausencia de respiración ¿Qué puede pasar si no se trata la sobredosis? ¾ Falta de aire ¾ Aflicción respiratoria ¾ Edema pulmonar (líquido en los pulmones) ¾ Convulsiones (por la falta de oxígeno) ¾ Muerte (p.38) Desintoxicación Los médicos no aconsejan que la gente disminuya su dosis de metadona abruptamente—pero, desafortunadamente, esto ocurre en muchos casos. Por ejemplo, puede que un paciente de metadona esté en la cárcel o en un hospital donde no se prescribe la metadona. O puede que la persona esté cumpliendo con una orden de una corte familiar para poder reunirse con niños que están bajo cuidados adoptivos. La política pública está cambiando lentamente, pero algunos pacientes de metadona siguen siendo forzados a desintoxicarse de su medicación. Si usted está siendo “desintoxicado administrativamente” por su proveedor de metadona, debería encontrar a otro proveedor rápidamente. Si su proveedor no lo está ayudando a encontrar a otro proveedor, contáctese con un programa de reducción de daños, intercambio de jeringas, o con el departamento de salud de su estado para pedir asistencia. Un directorio de las agencias de abuso de drogas y alcohol de su estado puede ser hallado en http://www.treatment.org_states/. Alguna gente también usa dosis de metadona que van disminuyendo lentamente por cortos periodos de tiempo (entre tres y siete días) para aliviar el malestar inicial de la abstinencia de la heroína. Este método puede ser exitoso para gente que no ha sido dependiente de la heroína u otros opiáceos durante un largo plazo. (p.39) Es importante que mismo esas personas que usan la desintoxicación como forma principal de tratamiento se sientan motivadas a dejar las drogas. Además, usted debería desarrollar un sistema de apoyo para mantenerse alejado de las drogas. Si no lo hace, puede que la desintoxicación le provea solamente un par de semanas de abstinencia o de uso reducido—y es muy probable que retome el uso diario de la heroína y que acabe nuevamente donde comenzó. Pero, recuerde, si vuelve a tomar drogas luego de desintoxicarse, usted no es un “fracaso.” Cada uno de los períodos de tiempo en que se mantuvo alejado de las drogas ilegales fue un periodo de riesgo reducido—riesgo de ser arrestado, riesgo de exponerse a enfermedades, riego de sobredosis. Estos periodos de éxito proveen un periodo de estabilidad durante los cuales usted puede comenzar a enfocarse en otros aspectos de su vida y a considerar planes de largo plazo. (p.40) Desintoxicación: ¿Cómo Funciona? Los pacientes que utilizan la metadona tienen dos opciones: ser internados u obtener tratamientos ambulatorios. Al elegir ser internado, el paciente es admitido a una clínica u hospital dónde debe pernoctar. Por lo general, el paciente debe permanecer varios días en el hospital y tomar medicaciones para aliviar los síntomas de abstinencia. En la desintoxicación ambulatoria, la medicina también ofrece alivio ante los síntomas de abstinencia. La medicina es administrada durante visitas diarias a la clínica durante un periodo de varias semanas o más. A menudo se utiliza la metadona, en dosis que son reducidas gradualmente. Cualquier opiáceo de “tolerancia cruzada”—tal como la morfina, dilaudid, metadona, heroína o LAAM—puede suprimir la abstinencia. Es preferible la metadona ya que es de larga actuación, gradual, elimina las ansias y no produce sensaciones de estar drogado cuando es usada adecuadamente. (BOX on p.40) Metadona & Dolor En los Estados Unidos, desde hace tiempo se ha tratado muy poco el dolor severo. Esto se debe en parte a la ignorancia y prejuicios, pero también se debe a las leyes que hicieron ilegales a drogas tales como la heroína. El gobierno ha perseguido y procesado a médicos por recetar opiáceos. Si usted está haciendo el mantenimiento de metadona, su dosis normal de mantenimiento de metadona no le aliviará los dolores; puede que quizás le otorgue una pequeña cantidad de alivio contra el dolor. Seguirá sintiendo dolor, tal como el resto de la gente. De hecho, puede que necesite una mayor cantidad de medicinas contra el dolor comparado con gente que no está tomando metadona. Una conciencia pública más amplia de cuánta gente ha sufrido innecesariamente por esta falta de tratamiento del dolor está comenzando a forzar cambios. Para manejar el dolor, los médicos están comenzando a prescribir opiáceos más libremente—inclusive la metadona, la cual ha sido reconocida como una medicina efectiva contra el dolor. (p.41) Otras medicinas, incluyendo drogas tales como buprenorfina y clonidina, que no son opiáceos, también se utilizan—y pueden ser utilizadas más ampliamente en el futuro. Los efectos secundarios potenciales—tales como presión arterial más baja, falta de energía y boca seca—son tomados en cuenta antes de elegir una droga. El programa usual de desintoxicación de la metadona requiere que el paciente la utilice con dosis que van disminuyendo durante unos 21 a 30 días. Durante la inducción, el doctor determina la dosis adecuada para superar la abstinencia. Luego, la dosis que usted toma va disminuyendo gradualmente, hasta que no necesita más la metadona. El equipo medico y de consejeros de su programa podrán ayudarlo a desarrollar un plan para continuar con el tratamiento si usted lo requiere, y lo guiarán a través de los cambios físicos que usted experimentará durante el periodo de desintoxicación. (p. 42) Conducir Todos los estudios que se han hecho han demostrado que la gente que es mantenida en una dosis correcta de metadona puede realizar las mismas tareas que hace la gente que no utiliza medicina alguna. Los investigadores han realizado estudios en laboratorios y estudios de campo desde 1964. Han encontrado consistentemente que la metadona—cuando es utilizada en el tratamiento de la adicción a la heroína—no ha tenido efectos adversos en la habilidad de una persona para pensar y actuar normalmente. Sin embargo, los pacientes que utilizan metadona siguen sufriendo una gran cantidad de discriminación por parte de los empleadores, especialmente al buscar empleos que requieren de la capacidad de conducir. También les es difícil retener estos trabajos. La discriminación continúa, a pesar de que la gente que está en un programa de mantenimiento con metadona no se diferencia de la población en general en lo que hace a sus habilidades motoras, tiempos de reacción, capacidad de aprendizaje y de concentración, ni de tomar decisiones complejas. Claro que, su habilidad de pensar y funcionar normalmente depende de que se le esté suministrando la dosis adecuada de metadona. (p. 43) Si se siente adormilado o atontado, cansado o incapaz de concentrarse, no debería manejar. Asegúrese de consultar a su médico para ver si está recibiendo la cantidad adecuada de metadona. (p.44) Viajando con Metadona ¾ Viajar en los Estados Unidos Puede ser muy estresante para los pacientes que toman metadona el planificar un viaje. Las reglas varían de lugar a lugar dentro de los Estados Unidos, y muchas de esas reglas no son muy claras. Si usted va a viajar dentro de los Estados Unidos, decida si quiere viajar con su medicamento o si quiere obtenerlo al llegar a su destino. Para asegurarse de que su tratamiento con metadona no sea interrumpido, necesitará obtener suficiente metadona de su proveedor médico para cubrir la duración entera del viaje—o, su proveedor o clínica deberá hacer los arreglos necesarios para que usted sea “tratado a modo de huésped” en una clínica de metadona ubicada en el área en la cual usted se va a quedar. En cualquiera de los dos casos, es aconsejable hacer sus planes tan pronto como sea posible antes de su viaje. (p. 45) Tenga en cuenta que las regulaciones federales, estatales y de las clínicas, limitan la cantidad de metadona que usted puede llevar consigo. Estas reglas varían de lugar a lugar, así que verifique con su proveedor médico para averiguar sobre estas reglas en las áreas que planea visitar. Un listado completo, el “Directorio de Tratamiento del Mantenimiento de la Metadona,” con todos los datos informativos y de contactos para pacientes ambulatorios de mantenimiento de metadona dentro de los Estados Unidos puede ser hallado en Internet en: http//methinfex.home.mindspring.com/directory . Si usted no tiene acceso al Internet, llame a NAMA (Alianza Nacional para Abogar por la Metadona) al (212) 595-6262, o a la agrupación de NAMA más cercana. (p.46) ¾ Viajar al exterior La metadona es una medicina que se obtiene con receta médica, y la mayoría de los países permiten que los visitantes traigan cualquier medicina de prescripción que necesiten con ellos. Sin embargo, en algunos lugares, la metadona puede ser considerada una excepción a la regla. En muchos países, la metadona no se consigue, y algunos países prohíben su ingreso. Algunos países también tienen leyes que prohíben que los ex-adictos o gente con historial criminal ingrese al país. Puede ser difícil encontrar qué leyes están en efecto en qué país—y cuáles de esas leyes son puestas en vigor. Hay algunos recursos que los pacientes pueden consultar para determinar cuáles leyes son aplicables a la metadona en el país de su destino. En definitiva, los pacientes son responsables por determinar si es legal y/o seguro viajar con metadona. ¾ Un lugar excelente con el cual comenzar es el sitio de web de INDRO en http://home.muenser.net/~indro/travreg.htm o en www.methadone.org. (p.47) ¾ Ahora también puede consultar al consulado del país al cual quiere viajar—aunque no todos los consulados estarán bien informados acerca de la metadona. Cualquiera que sea el país al cual decide viajar, necesitará decidir si va a llevar su propia metadona (donde sea permitido) o encontrar a un proveedor de metadona en el lugar de destino que podrá tratarlo (si hay alguno disponible). Cualquiera sea la opción que elija, necesitará traer su receta de metadona, y, si va a ser tratado a modo de huésped, una carta de su propio proveedor médico, explicando su prescripción/dosis. Haga estos arreglos con la mayor antelación posible antes de su viaje. ¿Qué debe hacer si la importación de metadona es prohibida en su destino? Al saber que su medicación es legal, la mayoría de la gente simplemente no la declara en aduanas a menos que se les solicite específicamente que lo hagan. Sin embargo, en algunos países, hay penalidades severas por importar pequeñas cantidades, no importa cuán pequeñas sean ni si han sido prescriptas por un médico (por ejemplo, en Singapur, ¡significa la pena de muerte!). Cada paciente deberá medir esta decisión cuidadosamente. Muchos pacientes de metadona han viajado a diversas partes del mundo sin ningún problema. (inside back cover) Para obtener mayor información sobre la metadona o para solicitar copias adicionales de este manual, diríjase a: Drug Policy Alliance 925 Ninth Avenue New York, NY 10019 Tel: (212) 548-0695 Fax: (212) 548-4670 E-mail: [email protected] Sitio de web: www.drugpolicy.org