Acerca de la Metadona - Drug Policy Alliance

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Acerca de la Metadona
(inside front cover)
Contenidos
Agradecimientos
Presentación
Dependencia
¿Qué es la Metadona?
¿Qué es el LAAM?
Mantenimiento
Después de la Metadona
Mitos & Verdades
Interacciones con Otras Drogas
Sus Otros Médicos
La Metadona y las Mujeres
¿Cómo se Almacena la Metadona?
Sobredosis: Inquietudes
En Caso de una Sobredosis
Desintoxicación
Desintoxicación: ¿Cómo Funciona?
Conducir
Viajando con Metadona
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(p.1)
Acerca de la Metadona
(p.2)
Ilustraciones: Liz Pagano
Diseño y producción: Criscola Design
Imprenta: Herlin Press, Inc.
Copyright ©2000 Drug Policy Alliance
Todos los derechos reservados
Impreso en Los Estados Unidos
ISBN: 1-930517-27-0
(p.3)
Agradecimientos
Este manual fue diseñado en base a un excelente libro
escrito por Andrew Preston para pacientes que utilizan la
metadona en el Reino Unido, El Manual de la Metadona.
Queríamos que los pacientes que utilizan la metadona en los
Estados Unidos tuvieran acceso a información sobre su
tratamiento médico.
Agradezco a mis colaboradores, Corinne Carey, Travis Jordan,
Michael McAllister, Sharon Stancliff, Ellen Tuchman y Peter
Vanderkoot por sus invaluables contribuciones a la
investigación y escritura de esta guía.
Agradezco también a Matt Briggs, Paul Cherashore, Amanda
Davila, Ethan Nadelmann, Robert Newman, J. Thomas Payte y
Shayna Samuels por sus sugerencias con mejorías.
Y doy un agradecimiento especial a todos los pacientes que
usan metadona, a los que abogan por su uso, y a sus seres
queridos, todos ellos, seres que he conocido y con quienes
he trabajado. Ustedes son la inspiración de este manual.
Holly Catania, JD
Drug Policy Alliance
(p.5)
Presentación
Puede que usted esté leyendo este manual porque está tomando
metadona o porque está pensando en tomarla—o puede que lo
esté leyendo porque se preocupa por un ser querido que ya la
está tomando.
La gente por lo general comienza el tratamiento de la
metadona porque se siente abrumada por su dependencia de la
heroína u otros opiáceos. Pero no todo el que comienza con
el tratamiento de mantenimiento de la metadona tiene el
mismo objetivo. Hay gente que quiere dejar de tomar drogas
ilegales definitivamente. Otros quieren dejar de tomar las
drogas ilegales temporalmente. Y algunos quieren reducir o
volver a regular su uso de las drogas ilegales.
Algunos comienzan a tomar metadona creyendo que necesitarán
ser medicados indefinidamente. Otros creen que sólo la
necesitarán por un corto periodo de tiempo. Dejando de lado
lo que usted espera obtener del mantenimiento con la
metadona, toda la evidencia concuerda en los siguientes
puntos:
(p.6)
¾ Aquellas personas dependientes de las drogas ilegales
que reciben el tratamiento de la metadona gozan de
mejor salud y se encuentran más a salvo que aquellos
que no usan la metadona. Viven por más tiempo, pasan
menos tiempo en prisión y en hospitales, contraen el
SIDA/VIH con menor frecuencia y cometen menos crímenes.
¾ Son mejores los periodos más largos de mantenimiento de
la metadona que los periodos cortos. Cuanto más siga
con el mantenimiento de la metadona, mejor será el
resultado general. El tratamiento indefinido por lo
general significa una extensión de buena salud a lo
largo de la vida, el resultado seronegativo del SIDA y
una vida libre, fuera de la prisión.
¾ El tratamiento de mantenimiento de la metadona es el
adecuado para la gente que es dependiente de los
opiáceos. No es un tratamiento para gente cuyos
principales problemas se deban a otras drogas—tales
como la cocaína, el alcohol, benzodiazepinas o los
cigarrillos.
Las drogas opiáceas incluyen a todas las drogas que
vienen completa o parcialmente del opio y drogas
sintéticas que tienen un efecto similar. La morfina,
heroína, codeína, metadona, dilaudid, LAAM y el
fentanyl son opiáceos.
Aquellas personas dependientes de las drogas ilegales que
reciben el tratamiento de la metadona gozan de mejor salud y
se encuentran más a salvo que aquellos que no usan la
metadona.
(p.7)
Dependencia
Los opiáceos han sido usados por miles de años y desde hace
tiempo se sabe que mucha gente dependiente de los opiáceos
tiene severas dificultades para dejar de usarlos de manera
permanentemente.
El tener que pasar por el síndrome de abstinencia es sólo
parte del problema. La verdadera dificultad siempre ha sido
el mantenerse libre de drogas una vez que el periodo de
abstinencia ha terminado.
Tal como en los casos de aquellos que no pueden dejar de
fumar, es difícil explicar el por qué es tan difícil no
volver a usar los opiáceos. Las razones incluyen la
depresión de largo plazo, la falta de energías, sentir
ansias por las drogas y ataques impulsivos físicos del
síndrome de abstinencia.
Alguna gente encuentra que estos problemas disminuyen con el
tiempo y que, eventualmente, desaparecen por completo—pero
otros continúan sufriendo de estos síntomas indefinidamente,
y muchos de ellos eventualmente recaen y vuelven al uso
regular de sus opiáceos.
La razón por la cual la gente sufre una recaída a menudo no
tiene nada que ver con la falta de fuerza de voluntad u
otros problemas de personalidad. En cambio, pareciera ser
que la gente con un largo... (p.8) ...historial de problemas
de opiáceos ha experimentado cambios en una parte del
cerebro que permite que la gente se sienta y funcione
normalmente. Esta parte del cerebro produce sus propios
opiáceos de manera natural y los utiliza.
Los opiáceos naturales más conocidos son los químicos
conocidos como endorfinas. La palabra endorfina significa
literalmente “la morfina que viene de adentro.” De hecho,
estos químicos son funcionalmente idénticos a la morfina o
heroína.
Todavía no comprendemos todo lo que estos opiáceos naturales
hacen en el cuerpo, pero la evidencia sugiere que están
involucrados en el control del dolor, el aprendizaje, la
regulación de la temperatura corporal y muchas otras
funciones.
Es posible que la gente que desarrolla una dependencia de
los opiáceos haya nacido con un sistema de endorfinas que
los hace particularmente sensibles. Por ejemplo, sabemos que
la adicción parece ser hereditaria en algunas familias.
La adicción puede estar también relacionada a cambios en el
cerebro causados por el uso excesivo de la heroína u otros
opiáceos. O puede ser el resultado de una relación compleja
entre la genética y el medio ambiente.
(p.9)
Todavía no sabemos exactamente cómo ocurre este mal
funcionamiento, ni siquiera sabemos si toda la gente que
siente que no puede dejar de usar fármacos sufre este daño.
Sin embargo, hay una suma creciente de evidencia que indica
que mucha gente a la cual le cuesta dejar los opiáceos ha
sentido estos cambios físicos—que probablemente sean
permanentes.
Todavía no hay ningún examen que pueda determinar cuanto
daño tenga una persona en su sistema natural de opiáceos, ni
cuán difícil sea para esa persona el mantenerse alejada de
los opiáceos. Todo lo que sabemos con certeza en este
momento es que una recaída es una característica común en la
dependencia de opiáceos.
La metadona no es una cura para el problema de la
dependencia de opiáceos. Es un tratamiento—un tratamiento
que es efectivo solamente durante el tiempo que la persona
continúa haciéndolo de manera apropiada.
La razón por la cual la gente sufre una recaída a menudo no
tiene nada que ver con la falta de fuerza de voluntad u
otros problemas de personalidad.
(p.10)
¿Qué es la Metadona?
La metadona es una droga sintética y narcótica de actuación
prolongada que fue usada al principio en el tratamiento de
mantenimiento de la adicción a las drogas en los Estados
Unidos en los años 1960. Es un “agonista” del opiáceo, lo
cual significa que actúa de manera similar a la morfina y
otras medicinas narcóticas.
Cuando es utilizada en dosis apropiadas en el tratamiento de
mantenimiento, la metadona no crea la sensación de euforia
ni sedación, ni da un efecto analgésico. Las dosis deben ser
determinadas de manera individual basándose en el peso
corporal de la persona y en su tolerancia al opiáceo. La
dosis adecuada de mantenimiento es aquella con la cual los
anhelos por la droga se detienen sin crear los efectos de
euforia ni sedación.
Aunque la metadona no es un producto individual que se
consigue de un único fabricante, el ingrediente activo es
siempre el mismo: clorhidrato de metadona. Todos los
fabricantes agregan una pequeña cantidad adicional de
productos inactivos, tales como estearato de magnesio y
celulosa. Algunas de las compañías de los EE.UU. que
fabrican la metadona agregan un saborizante con gusto a
cereza o naranja. La metadona es suministrada de manera oral
de diversas maneras, ellas incluyen:
(p.11)
¾ Tabletas, también llamadas disquetes. Cada una contiene
40 miligramos de metadona, se disuelve en agua y luego
es administrada como una dosis oral. El principal
ingrediente activo es el dióxido de silicona coloidal.
¾ Polvo, que también se disuelve en el agua.
¾ La metadona líquida puede ser suministrada con una
bomba medidora automática. Las dosis pueden ser
ajustadas a cantidades tan pequeñas como un miligramo.
Los pacientes tienen distintas opiniones sobre los diversos
tipos de metadona. Algunos prefieren la tableta blanca que
se disuelve, algunos la tableta naranja y algunos la forma
líquida. Cada proveedor de metadona por lo general ofrece un
cierto estilo de suministro de la droga y obtiene sus
provisiones de una sola fuente, lo cual significa que los
pacientes por lo general no pueden elegir el tipo de
metadona que les será suministrada.
Para la mayoría de la gente, una dosis individual de
metadona dura entre 24 y 36 horas.
(p.12)
¿En qué se diferencia la metadona de la heroína y otros
opiáceos (por ejemplo la morfina o dilaudid)?
¾ La metadona dura más. El cuerpo metaboliza la metadona
de manera diferente a cómo metaboliza la heroína o
morfina. Cuando una persona toma metadona regularmente,
se acumula gradualmente y el cuerpo crea un depósito,
de esa manera dura aún más cuando es utilizada para
hacer el mantenimiento. La mayoría de las personas nota
que cuando se estabiliza con la dosis de metadona que
es la correcta para cada individuo, una dosis
individual oral los “mantendrá” por, al menos, un día
completo de 24 horas. Para algunos, el efecto dura más;
para otros dura un periodo de tiempo más corto.
¾ La estabilidad es más fácil con la metadona oral. La
mayoría de la gente que está tomando una dosis de
metadona estable y apropiada por varias semanas no
tendrá ninguna sensación significante de estar “dopado”
ni con “síndrome de abstinencia.” Sin embargo, algunos
pacientes pueden sentir una “transición”—o un leve
“resplandor” temporario—por un corto periodo de tiempo
varias horas después de ser medicado. Otros pueden
sentir una leve “abstinencia” antes de tomar la dosis
diaria de medicina, pero la mayoría sentirá poco o
ningún efecto al serle suministrada la dosis apropiada
de metadona una vez que se haya estabilizado.
(p.13)
¿Qué es el LAAM?
LAAM (levo-alpha-acetil-metadol), también conocido como
ORLAAM, es un opiáceo sintético. Al igual que la metadona,
LAAM bloquea las ansias y los efectos de abstinencia de los
fármacos.
El LAAM se metaboliza lentamente, lo cual significa que los
pacientes necesitan tomarlo tan solo cada 48 a 72 horas,
mientras que los pacientes deben tomar la metadona a diario.
LAAM también tiene una forma de actuar lenta, lo cual
significa que, al principio, alguna gente puede llegar a
sentir los síntomas de abstinencia. Para contrarrestar este
efecto, puede que los doctores receten LAAM junto con
metadona hasta que los niveles de LAAM del paciente sean
suficientes como para eliminar la metadona por completo.
Hoy en día, LAAM es menos accesible en los EE.UU. que la
metadona—así que la mayoría de los pacientes no pueden
elegir entre los dos tratamientos. Adicionalmente, muchos
programas proveen solamente una u otra terapia.
(p.14)
Mantenimiento
El mantenimiento con metadona tiene como objetivo lograr
tres resultados para la gente que participa del programa:
1. Evitar que el paciente sufra el síndrome de abstinencia.
La dosis estándar inicial, tal como se la recomienda hoy en
día, es entre 30 y 40 miligramos al día. Al cabo de varios
días, los proveedores de cuidados médicos ajustan la dosis
del paciente en base a lo que sea necesario.
2. Mantener al paciente cómodo y sin ansias por las drogas
ilegales. Tener un anhelo no solo significa que uno desea
drogarse. Significa que uno tiene una necesidad tal de los
opiáceos que hace que una persona pueda tener sueños
recurrentes en los que usa las drogas, puede pensar en usar
drogas excluyendo todo lo demás de sus vidas, y/o hacer
cosas que no haría normalmente para conseguir las drogas.
La metadona no controla el deseo emocional de una persona de
drogarse, pero una dosis adecuada de metadona debería
prevenir el deseo físico sobrecogedor de usar drogas
ilegales.
(p.15)
3. “Inhibir” los efectos de las drogas ilegales. Si la dosis
es lo suficientemente alta, la metadona evita que el
paciente sienta demasiado efecto y, tal vez, ningún efecto,
al tomar las dosis usuales de drogas ilegales. Este
resultado comúnmente se llama el efecto “inhibidor.”
Si la tolerancia de una persona hacia los opiáceos es lo
suficientemente elevada con el tratamiento de la metadona,
haría falta una cantidad muy importante de heroína para
superarla y producir una sensación significante de estar
dopado.
La metadona no controla el deseo emocional de una persona de
drogarse, pero una dosis adecuada de metadona debería
prevenir el deseo físico sobrecogedor de usar drogas
ilegales.
(p.16)
Después de la Metadona
Algunos pacientes se cansan del régimen de mantenimiento, el
cual requiere un uso indefinido de la medicación. Esto se da
especialmente en pacientes que están haciendo el
mantenimiento con metadona porque, en los EE.UU., los
pacientes que utilizan la metadona también deben hacer
visitas frecuentes a una clínica (con pocas excepciones)
para recibir sus medicamentos.
Sin embargo, después de alcanzar un nivel cómodo de
estabilidad—con un buen sistema de apoyo—los pacientes
pueden elegir reducir gradualmente su dosis de metadona y
finalizar su tratamiento. Se pueden hacer planes para
permitir que la medicación deje de actuar muy gradualmente,
y es posible que se incluya una terapia de cuidados
posteriores por un tiempo.
(p. 17)
Mitos & Verdades
¾
Mito: La metadona se mete en los huesos y los debilita.
¾
Verdad: La metadona no se “mete en los huesos” ni causa
ningún tipo de daño al sistema esquelético. Aunque
algunos pacientes tratados con metadona han informado
que sienten dolores en sus brazos y piernas, la
incomodidad es probablemente un síntoma leve de
abstinencia y puede ser aliviado ajustando la dosis de
metadona.
Además, algunas sustancias pueden hacer que la metadona
se metabolice más rápidamente (ver páginas 21-23 para
obtener un listado de las medicaciones que interactúan
con la metadona). Si usted está tomando otra sustancia
que afecta la metabolizacion de su metadona, es posible
que su doctor tenga que ajustar su dosis de metadona.
Algunas sustancias pueden hacer que la metadona se
metabolice más rápidamente.
(P.18)
¾ Mito: Es más difícil dejar la metadona que la adicción
a las droga.
¾
¾
¾
¾
Verdad: El dejar de usar la metadona es distinto a
dejar de usar la heroína. A alguna gente le cuesta más
porque los periodos de abstinencia duran más tiempo.
Otros dicen que, aunque duran más tiempo, son más leves
que los síndromes de abstinencia de la heroína.
Mito: El tomar metadona daña el cuerpo.
Verdad: La gente ha estado tomando metadona desde hace
más de 30 años, y no ha habido evidencia de que el uso
a largo plazo cause algún tipo de daño físico. Alguna
gente sufre algunos efectos secundarios de la metadona—
tales como estreñimiento, aumento de sudación y boca
seca—pero éstos por lo general desaparecen con el paso
del tiempo o con un ajuste de la dosis. Otros efectos
secundarios, tales como anormalidades en el ciclo
menstrual o la disminución del deseo sexual, han sido
comentados por algunos pacientes pero no han sido
ligados directamente al uso de la metadona.
Mito: La metadona es peor para el cuerpo que la
heroína.
(p.19)
¾
¾
¾
¾
¾
Verdad: La metadona no es peor para el cuerpo que la
heroína. Tanto la heroína como la metadona no son
tóxicos, sin embargo, ambas pueden ser peligrosas si
son tomadas en exceso—pero ese es el caso para todo,
desde las aspirinas hasta la comida. La metadona es más
segura que la heroína de la calle porque es una
medicacion que es prescripta legalmente y es tomada de
manera oral. Las drogas ilegales no reguladas a menudo
contienen muchos aditivos dañinos que son utilizados
para “cortar” la droga.
Mito: La metadona daña el hígado.
Verdad: El hígado metaboliza (descompone y procesa) la
metadona, pero la metadona no “daña” el hígado. En
realidad es más fácil para el hígado metabolizar la
metadona que muchos otros tipos de medicamentos. La
gente que tiene hepatitis o que sufre enfermedades
graves del hígado pueden tomar la metadona sin problema
alguno.
Mito: La metadona daña el sistema inmunológico.
Verdad: La metadona no daña el sistema inmunológico. De
hecho, varios estudios sugieren que los pacientes con
SIDA que toman metadona son más saludables y viven más
tiempo que aquellos que usan drogas y no están tomando
metadona.
(p.20)
¾ Mito: La metadona hace que la gente use cocaína.
¾
¾
¾
Verdad: La metadona no hace que la gente use cocaína.
Mucha gente que usa cocaína comenzó a hacerlo antes de
comenzar con el tratamiento de mantenimiento de la
metadona—y muchos dejan de usar la cocaína mientras
hacen el mantenimiento.
Mito: Cuanto más baja la dosis de metadona, mejor.
Verdad: Las dosis bajas de metadona reducirán los
efectos de abstinencia, pero son necesarias dosis más
elevadas para bloquear el efecto de la heroína y-aún
más importante—para eliminar las ansias por la heroína.
La mayoría de los pacientes necesitarán entre 60 y 120
miligramos diarios de metadona para dejar de usar la
heroína. Sin embargo, algunos pacientes se sentirán
bien si toman entre 5 y 10 miligramos; otros
necesitarán cientos de miligramos al día para sentirse
cómodos. Idealmente, los pacientes deberían decidir
cuál es su dosis con la ayuda de su médico, y sin
interferencia externa ni límites.
¾
¾
Mito: La metadona causa somnolencia y sedación.
Verdad: Todo el mundo a veces se siente somnoliento o
cansado. Los pacientes que toman una dosis estabilizada
de metadona no se sentirán ni más somnolientos ni más
sedados de lo que es normal.
(p.21)
Interacciones con Otras Drogas
Como con cualquier medicación, la metadona puede interactuar
con otros tipos de medicinas y con drogas ilegales. El
cuerpo es un sistema complejo y es posible que las comidas,
hormonas, cambios en el peso corporal y stress afecten
también en forma individual la manera en la cual la metadona
trabaja en el cuerpo.
Sabemos de algunas de las sustancias que pueden interactuar
con la metadona—y algunas de ellas se mencionan aquí. Puede
que se descubran otras que también interactúan con ella.
¾
Estos medicamentos hacen que el hígado metabolice la
metadona más rápidamente y pueden hacer que se necesite
una dosis superior de metadona:
*Carbamazepina (Tegretol)
*Fenitoína (Dilantin)
*Nevirapina (Virammune)
*Rifampina
*Ritonavira (Norvir)—los efectos son menores
¾
Algunas medicinas hacen que la metadona se metabolice
más lentamente. A veces la gente sentirá los efectos de
la metadona más fuertemente al tomar estas medicinas, y
otras veces sentirán síndromes de abstinencia al dejar
de tomar estas medicinas:
(p.22)
*Amitriptilina (Elavil)
*Cimetidina (Tagamet)
*Fluvoxamina (Luvox)
*Ketoconazol (Nizoral)
¾
Algunas medicinas son inhibidoras de opiáceos y pueden
causar el síndrome de abstinencia. Estas medicinas
inhiben el efecto de la metadona y NO DEBERIAN SER
TOMADAS si uno está tomando metadona:
*Pentazocina (Talwin)
*Naltrexona (Revia)
*Tramadol (Ultram), en la mayoría de los casos
¾
Algunos medicamentos actúan inicialmente con la
metadona para causar sedación, pero en realidad causan
lo opuesto, y pueden causar el síndrome de abstinencia.
Estas medicinas incluyen:
*Benzodiazepinas tales como Xanax y Valium
*Alcohol
*Barbitúricos
(p.23)
¾ Otras medicaciones con efectos interactivos:
*La cocaína puede incrementar la dosis requerida de
metadona.
*La metadona incrementa los niveles de AZT y desipramina
en la sangre.
Hay dos cosas que siempre se deben tomar en cuenta con
respecto a las interacciones con la metadona:
¾
¾
La metadona no es responsable por cada nueva sensación
que uno tenga, y no será afectada por la mayoría de las
medicaciones o cambios que haya en la vida de uno.
Si uno no se siente cómodo con su dosis de metadona,
probablemente no sea la dosis correcta. Usted es el
experto a la hora de decidir cuánta metadona es
suficiente. Hable con su médico acerca de lo que
siente.
Si uno no se siente cómodo con su dosis de metadona,
probablemente no sea la dosis correcta.
(p.24)
Sus Otros Médicos
Los pacientes que utilizan metadona son a veces renuentes a
contarles a sus otros médicos que están tomando metadona.
Temen que estos doctores—u otros proveedores de cuidados de
la salud—discriminen contra ellos. Lamentablemente, a menudo
tienen razón.
Uno debe encontrar un médico de cabecera en quien pueda
confiar. Lo ideal es asegurarse de que todos sus médicos
sepan que está tomando metadona. Sin embargo, si elige no
comentárselo a sus médicos, tome en cuenta estos importantes
datos:
(p.25)
¾
¾
Si está por ser operado y la operación requiere
anestesia total, puede que el anestesiólogo utilice
un tipo de medicación que puede causarle abstinencia
abrupta de la metadona. Asegúrese de saber cuáles
son las medicinas que interactúan con la metadona
(ver páginas 21-23)—mismo si sus médicos saben que
está tomando metadona.
Es ilegal que su proveedor de metadona se comunique
con su médico de cabecera o con cualquier otra
persona sin su permiso. (el Título 42 del Código de
Regulaciones Federales Parte 2 [42CFR parte 2]
protege contra la divulgación de registros de
tratamientos contra las drogas.)
En verdad, la comunicación abierta entre todos los
médicos que lo están tratando puede ayudarle a obtener
el mejor tratamiento médico posible.
(p.26)
La Metadona y las Mujeres
¿Es verdad que a veces las mujeres dejan de tener el período
cuando comienzan a tomar metadona?
Sí, pero también hay muchas otras razones por las cuales los
períodos de las mujeres son irregulares o se detienen:
¾
¾
¾
¾
Embarazo
Stress
Dieta poco balanceada
Aumento y pérdida de peso
¾
¾
¾
Menopausia
Otros problemas médicos
Otras medicinas
Recuerde:
¾ Una mujer puede quedar embarazada aunque no le venga el
período.
¾
Usted puede concebir y tener embarazos normales y
partos normales mientras esté tomando metadona.
(p.27)
Puede que haya oído que no debería tomar metadona mientras
está embarazada. Esto no es verdad.
¾
¾
¾
¾
¾
¾
La metadona no hace daño al feto en desarrollo—pero la
desintoxicación sí es dañina.
La metadona es el tratamiento preferido para los
dependientes de heroína y opiáceos durante el embarazo.
Los efectos de la metadona en el embarazo han sido
estudiados ampliamente.
La metadona se ha utilizado exitosamente durante el
embarazo.
Cuando es prescripta para mujeres embarazadas, la
metadona provee de un medio no estresante al feto en el
cual se puede desarrollar.
El tomar metadona durante el embarazo puede prevenir el
aborto espontáneo, la aflicción fetal, y la labor
prematura.
(p.28)
Si está embarazada, asegúrese de hablar con su médico.
¾
¾
El bajar la dosis de la metadona durante el primer
trimestre aumenta el riesgo del aborto espontáneo.
Durante el embarazo, su dosis debería ser lo
suficientemente alta como para evitar las ansias,
evitar las drogas ilegales, y prevenir los síndromes de
abstinencia.
Si está embarazada, asegúrese de hablar con su médico,
porque:
¾
Cuando una está embarazada, el metabolismo del cuerpo
cambia, así que es posible que haya que ajustar su
dosis. Puede que necesite incrementar su dosis de
metadona, o que necesite dividir su dosis y tomar
cantidades más pequeñas dos o tres veces al día.
Puede que haya escuchado que su bebé nacerá adicto a la
metadona o que sufrirá otros efectos secundarios, pero he
aquí la realidad:
¾
La metadona no causa anormalidades en el feto. No se
han hallado efectos dañinos al feto en el estudio que
se ha hecho acerca del efecto de la metadona en el
embarazo.
(p.29)
¾ El parto prematuro y el bajo peso al nacer pueden ser
asociados a los cigarrillos y/o a una dieta poco
balanceada, y no son atribuibles a la metadona.
¾ Los bebes que nacen de madres dependientes de la
metadona tendrán metadona en sus sistemas, pero los
estudios demuestran que los niños pueden ser destetados
exitosamente y sin peligro, sin efectos adversos.
Puede que haya oído que no debería darle el pecho a su bebé
si está tomando metadona, pero he aquí la realidad:
¾
¾
¾
Hoy en día se considera que es seguro que las mujeres
que toman metadona le den el pecho al bebé, pero no es
seguro para mujeres que son VIH+.
Pequeñas cantidades de metadona pueden pasarle al bebé
por medio de la leche materna.
Los niveles de metadona en la leche materna son muy
bajos.
(p.30)
¿Cómo Almacenar la Metadona?
Mientras que la tenga en su casa, mantenga siempre su
metadona en un lugar seguro—preferentemente bajo llave en
una caja o armario—fuera del alcance de los niños y
señalizada claramente para evitar que otra persona la tome
por error.
Recuerde: La metadona es una droga narcótica muy poderosa.
Una cantidad pequeña puede matar a un niño o a un adulto que
no tiene tolerancia ante la metadona. Si alguien de su hogar
toma accidentalmente su metadona, llame al 911 o a una
ambulancia de inmediato.
Almacene su metadona lejos de calor o frío extremo. La
metadona que usted se lleva a su casa a menudo está mezclada
con agua—y, a veces, con otros aditivos, dependiendo de
dónde obtiene su metadona. La solución por lo general se
mantiene durante semanas.
Cuando viaja o está lejos de casa, mantenga la metadona en
los envases recetados que le fueron entregados por su
proveedor de metadona para evitar cualquier problema con la
ley. Como con cualquier droga de venta bajo receta, es
ilegal poseer metadona sin prescripción médica.
(p. 31)
Sobredosis: Inquietudes
El tratamiento de metadona reduce el riesgo de sobredosis
para aquellos que están tomando heroína o que son adictos a
ella.
La metadona es una droga pura y es recetada individualmente.
No contiene los “cortes” peligrosos que son mezclados con
las drogas que se obtienen en la calle. Sin embargo, siguen
habiendo inquietudes acerca de la sobredosis. Esto es
especialmente cierto si usted continúa usando drogas
ilegales o si vuelve a usar la heroína regularmente luego de
dejar su tratamiento de metadona.
Si deja de usar la metadona y comienza a usar drogas
ilegales nuevamente, las posibilidades de que sufra una
sobredosis se ven incrementadas porque ahora usted tiene una
tolerancia menor a las drogas.
Si alguien de su hogar toma accidentalmente su metadona,
llame al 911 o a una ambulancia de inmediato.
(p.32)
La tolerancia se incrementa cuando su cuerpo se ha
acostumbrado a tener la droga en el sistema—en otras
palabras, su cuerpo “tolera” la presencia de la droga.
Si deja de usar fármacos regularmente—o si se ha
desintoxicado—es necesaria una cantidad menor de heroína,
metadona, u otro opiáceo para causar la sobredosis. Además,
el mezclar píldoras tales como benzodiazepinas, barbitúricos
y/o alcohol con la metadona o heroína incrementa los riesgos
de sufrir una sobredosis.
Preguntas Frecuentes
¾
¿Puedo sufrir una sobredosis de metadona?
Es posible sufrir una sobredosis de metadona, pero los
proveedores de la salud trabajan para ajustar las dosis
para que sean seguras para cada paciente. Es importante
ser honesto con el personal de la clínica con respecto
a la cantidad de heroína u otros opiáceos que usted
está tomando para que le prescriban la dosis adecuada—
si es demasiado baja no será efectiva; si es demasiado
alta podría hacerle sufrir una sobredosis. La metadona
es una medicina potente, así que necesita incrementar
la dosis lentamente para asegurarse de que su cuerpo
está tolerando bien la medicina.
(p.33)
¾ ¿Puedo sufrir una sobredosis de LAAM?
Puede sufrir una sobredosis si se le da una dosis
demasiado alta de LAAM antes de que su cuerpo la pueda
tolerar. Esto es, sin embargo, muy poco probable—
especialmente si usted es honesto con el personal de la
clínica con respecto a la cantidad de heroína que está
tomando.
¾
Antes de que el LAAM sea absorto por completo, puede
que sienta que la dosis es demasiado pequeña. También
puede que sienta que necesita heroína u otro opiáceo
para disminuir la sensación de abstinencia. Debido a
que el LAAM tarda en formar reservas en el cuerpo, es
mejor no tomar ningún opiáceo mientras comienza el
tratamiento. Es posible que el opiáceo en combinación
con el LAAM le cause una sobredosis.
¿Qué pasa si uso otras drogas mientras tomo metadona o
LAAM?
La dosis correcta de metadona inhibe los efectos de la
heroína. Si toma opiáceos mientras toma metadona, puede
que no sienta los efectos de los opiáceos. Puede que
entonces usted decida tomar más opiáceos, lo cual le
puede causar una sobredosis. Algunas drogas interactúan
con la metadona y pueden cambiar la forma en que sus
medicinas lo afectan a usted (ver páginas 21-23).
El tomar demasiados calmantes o mucho alcohol mientras
toma metadona también puede ser peligroso porque cada
una de las sustancias hace que la otra sea más potente,
incrementando así su riesgo de sobredosis. Tenga mucho
cuidado si mezcla estas drogas.
(p.34)
¾ ¿Puedo sufrir una sobredosis de heroína mientras estoy
tomando metadona?
Sí. Mismo si está tomando metadona, si toma demasiada
heroína—especialmente si la heroína es inusualmente
fuerte—puede sufrir una sobredosis. Usted incrementa
las probabilidades de sufrir una sobredosis de heroína
mientras toma metadona si la mezcla con calmantes,
alcohol u otras drogas.
¾ ¿Qué pasa si dejo de ir a mi programa de metadona?
Si deja de tomar su metadona y vuelve a tomar drogas
ilegales, puede sufrir una sobredosis más fácilmente
que la ultima vez que usó esas drogas. Al dejar de
tomar metadona, su cuerpo desarrollará rápidamente una
tolerancia menor a la heroína. En cuanto la metadona de
su cuerpo desaparezca por completo (un par de días), su
tolerancia ante la heroína será más baja de lo que era
cuando comenzó a tomar metadona o LAAM. Entonces, si
usted decide volver a usar drogas, necesita tener mucho
cuidado. Tome algunas precauciones—asegúrese de que
siempre haya gente con usted cuando usa drogas en caso
de que necesite atención médica, y evalúe los efectos
que le causa la droga antes de tomar una dosis
completa.
La dosis correcta de metadona inhibe los efectos de la
heroína.
¾
¿Qué pasa si comienzo a tomar metadona nuevamente luego
de haberla dejado?
Si deja de tomar la metadona aunque sea por un par de
días, necesita tener cuidado al comenzar a tomarla
nuevamente. Puede que su cuerpo haya perdido parte de
su tolerancia a la metadona, así que podría sufrir una
sobredosis. Puede que tenga que retomar el tratamiento
con una dosis menor hasta llegar al nivel en el cual
estaba antes de dejar. El médico de su clínica puede
ayudarlo a determinar las dosis correctas.
(p.36)
En Caso de una Sobredosis
Si sospecha que alguien ha sufrido una sobredosis de
metadona, recueste a esa persona de costado en la posición
de recuperación y llame al 911 de inmediato.
Si los profesionales médicos llegan rápidamente, pueden
tratar al individuo con un antagonista, como la naloxona,
que ayudará a la persona a recuperarse de la sobredosis. Es
importante decirle a los profesionales médicos qué droga
tomó la persona que sufrió la sobredosis para que sepan qué
droga usar para contrarrestar la sobredosis.
La persona que sufrió la sobredosis necesitará ser vigilada
por un par de horas. La metadona es una droga de acción
prolongada. Las medicinas que se usan para tratar la
sobredosis son de corta duración. Si el antagonista se
disipa antes de que bajen los niveles de metadona, puede
que el paciente vuelva a un estado de sobredosis y que
requiera nuevamente atención médica.
(p.37)
¿Qué debo hacer si alguien sufre una sobredosis?
¾ Llame inmediatamente al 911 y permanezca con la
persona.
¾ No haga vomitar a la persona.
¾ No obligue a la persona a darse una ducha fría.
¾ No le inyecte agua con sal en las venas.
¿Cuáles son las señales de una sobredosis de metadona?
¾ Nauseas y vómitos
¾ Pupilas contraídas (pequeñas, como puntas de alfiler)
¾ Somnolencia
¾ Piel húmeda y fría, azulada
¾ Ritmo cardíaco lento
¾ Baja temperatura corporal
¾ Respiración lenta o ausencia de respiración
¿Qué puede pasar si no se trata la sobredosis?
¾ Falta de aire
¾ Aflicción respiratoria
¾ Edema pulmonar (líquido en los pulmones)
¾ Convulsiones (por la falta de oxígeno)
¾ Muerte
(p.38)
Desintoxicación
Los médicos no aconsejan que la gente disminuya su dosis de
metadona abruptamente—pero, desafortunadamente, esto ocurre
en muchos casos. Por ejemplo, puede que un paciente de
metadona esté en la cárcel o en un hospital donde no se
prescribe la metadona. O puede que la persona esté
cumpliendo con una orden de una corte familiar para poder
reunirse con niños que están bajo cuidados adoptivos. La
política pública está cambiando lentamente, pero algunos
pacientes de metadona siguen siendo forzados a
desintoxicarse de su medicación.
Si usted está siendo “desintoxicado administrativamente” por
su proveedor de metadona, debería encontrar a otro proveedor
rápidamente. Si su proveedor no lo está ayudando a encontrar
a otro proveedor, contáctese con un programa de reducción de
daños, intercambio de jeringas, o con el departamento de
salud de su estado para pedir asistencia. Un directorio de
las agencias de abuso de drogas y alcohol de su estado puede
ser hallado en http://www.treatment.org_states/.
Alguna gente también usa dosis de metadona que van
disminuyendo lentamente por cortos periodos de tiempo (entre
tres y siete días) para aliviar el malestar inicial de la
abstinencia de la heroína. Este método puede ser exitoso
para gente que no ha sido dependiente de la heroína u otros
opiáceos durante un largo plazo.
(p.39)
Es importante que mismo esas personas que usan la
desintoxicación como forma principal de tratamiento se
sientan motivadas a dejar las drogas. Además, usted debería
desarrollar un sistema de apoyo para mantenerse alejado de
las drogas. Si no lo hace, puede que la desintoxicación le
provea solamente un par de semanas de abstinencia o de uso
reducido—y es muy probable que retome el uso diario de la
heroína y que acabe nuevamente donde comenzó.
Pero, recuerde, si vuelve a tomar drogas luego de
desintoxicarse, usted no es un “fracaso.” Cada uno de los
períodos de tiempo en que se mantuvo alejado de las drogas
ilegales fue un periodo de riesgo reducido—riesgo de ser
arrestado, riesgo de exponerse a enfermedades, riego de
sobredosis. Estos periodos de éxito proveen un periodo de
estabilidad durante los cuales usted puede comenzar a
enfocarse en otros aspectos de su vida y a considerar planes
de largo plazo.
(p.40)
Desintoxicación: ¿Cómo Funciona?
Los pacientes que utilizan la metadona tienen dos opciones:
ser internados u obtener tratamientos ambulatorios.
Al elegir ser internado, el paciente es admitido a una
clínica u hospital dónde debe pernoctar. Por lo general, el
paciente debe permanecer varios días en el hospital y tomar
medicaciones para aliviar los síntomas de abstinencia. En la
desintoxicación ambulatoria, la medicina también ofrece
alivio ante los síntomas de abstinencia. La medicina es
administrada durante visitas diarias a la clínica durante un
periodo de varias semanas o más. A menudo se utiliza la
metadona, en dosis que son reducidas gradualmente.
Cualquier opiáceo de “tolerancia cruzada”—tal como la
morfina, dilaudid, metadona, heroína o LAAM—puede suprimir
la abstinencia. Es preferible la metadona ya que es de larga
actuación, gradual, elimina las ansias y no produce
sensaciones de estar drogado cuando es usada adecuadamente.
(BOX on p.40)
Metadona & Dolor
En los Estados Unidos, desde hace tiempo se ha tratado muy
poco el dolor severo. Esto se debe en parte a la ignorancia
y prejuicios, pero también se debe a las leyes que hicieron
ilegales a drogas tales como la heroína. El gobierno ha
perseguido y procesado a médicos por recetar opiáceos.
Si usted está haciendo el mantenimiento de metadona, su
dosis normal de mantenimiento de metadona no le aliviará los
dolores; puede que quizás le otorgue una pequeña cantidad de
alivio contra el dolor. Seguirá sintiendo dolor, tal como el
resto de la gente. De hecho, puede que necesite una mayor
cantidad de medicinas contra el dolor comparado con gente
que no está tomando metadona.
Una conciencia pública más amplia de cuánta gente ha sufrido
innecesariamente por esta falta de tratamiento del dolor
está comenzando a forzar cambios. Para manejar el dolor, los
médicos están comenzando a prescribir opiáceos más
libremente—inclusive la metadona, la cual ha sido reconocida
como una medicina efectiva contra el dolor.
(p.41)
Otras medicinas, incluyendo drogas tales como buprenorfina y
clonidina, que no son opiáceos, también se utilizan—y pueden
ser utilizadas más ampliamente en el futuro. Los efectos
secundarios potenciales—tales como presión arterial más
baja, falta de energía y boca seca—son tomados en cuenta
antes de elegir una droga.
El programa usual de desintoxicación de la metadona requiere
que el paciente la utilice con dosis que van disminuyendo
durante unos 21 a 30 días. Durante la inducción, el doctor
determina la dosis adecuada para superar la abstinencia.
Luego, la dosis que usted toma va disminuyendo gradualmente,
hasta que no necesita más la metadona. El equipo medico y de
consejeros de su programa podrán ayudarlo a desarrollar un
plan para continuar con el tratamiento si usted lo requiere,
y lo guiarán a través de los cambios físicos que usted
experimentará durante el periodo de desintoxicación.
(p. 42)
Conducir
Todos los estudios que se han hecho han demostrado que la
gente que es mantenida en una dosis correcta de metadona
puede realizar las mismas tareas que hace la gente que no
utiliza medicina alguna.
Los investigadores han realizado estudios en laboratorios y
estudios de campo desde 1964. Han encontrado
consistentemente que la metadona—cuando es utilizada en el
tratamiento de la adicción a la heroína—no ha tenido efectos
adversos en la habilidad de una persona para pensar y actuar
normalmente.
Sin embargo, los pacientes que utilizan metadona siguen
sufriendo una gran cantidad de discriminación por parte de
los empleadores, especialmente al buscar empleos que
requieren de la capacidad de conducir. También les es
difícil retener estos trabajos.
La discriminación continúa, a pesar de que la gente que está
en un programa de mantenimiento con metadona no se
diferencia de la población en general en lo que hace a sus
habilidades motoras, tiempos de reacción, capacidad de
aprendizaje y de concentración, ni de tomar decisiones
complejas.
Claro que, su habilidad de pensar y funcionar normalmente
depende de que se le esté suministrando la dosis adecuada de
metadona.
(p. 43)
Si se siente adormilado o atontado, cansado o incapaz de
concentrarse, no debería manejar. Asegúrese de consultar a
su médico para ver si está recibiendo la cantidad adecuada
de metadona.
(p.44)
Viajando con Metadona
¾
Viajar en los Estados Unidos
Puede ser muy estresante para los pacientes que toman
metadona el planificar un viaje. Las reglas varían de lugar
a lugar dentro de los Estados Unidos, y muchas de esas
reglas no son muy claras.
Si usted va a viajar dentro de los Estados Unidos, decida
si quiere viajar con su medicamento o si quiere obtenerlo al
llegar a su destino.
Para asegurarse de que su tratamiento con metadona no sea
interrumpido, necesitará obtener suficiente metadona de su
proveedor médico para cubrir la duración entera del viaje—o,
su proveedor o clínica deberá hacer los arreglos necesarios
para que usted sea “tratado a modo de huésped” en una
clínica de metadona ubicada en el área en la cual usted se
va a quedar.
En cualquiera de los dos casos, es aconsejable hacer sus
planes tan pronto como sea posible antes de su viaje.
(p. 45)
Tenga en cuenta que las regulaciones federales, estatales y
de las clínicas, limitan la cantidad de metadona que usted
puede llevar consigo. Estas reglas varían de lugar a lugar,
así que verifique con su proveedor médico para averiguar
sobre estas reglas en las áreas que planea visitar.
Un listado completo, el “Directorio de Tratamiento del
Mantenimiento de la Metadona,” con todos los datos
informativos y de contactos para pacientes ambulatorios de
mantenimiento de metadona dentro de los Estados Unidos puede
ser hallado en Internet en:
http//methinfex.home.mindspring.com/directory . Si usted no
tiene acceso al Internet, llame a NAMA (Alianza Nacional
para Abogar por la Metadona) al (212) 595-6262, o a la
agrupación de NAMA más cercana.
(p.46)
¾ Viajar al exterior
La metadona es una medicina que se obtiene con receta
médica, y la mayoría de los países permiten que los
visitantes traigan cualquier medicina de prescripción
que necesiten con ellos. Sin embargo, en algunos
lugares, la metadona puede ser considerada una
excepción a la regla.
En muchos países, la metadona no se consigue, y algunos
países prohíben su ingreso. Algunos países también
tienen leyes que prohíben que los ex-adictos o gente
con historial criminal ingrese al país. Puede ser
difícil encontrar qué leyes están en efecto en qué
país—y cuáles de esas leyes son puestas en vigor.
Hay algunos recursos que los pacientes pueden consultar
para determinar cuáles leyes son aplicables a la
metadona en el país de su destino. En definitiva, los
pacientes son responsables por determinar si es legal
y/o seguro viajar con metadona.
¾
Un lugar excelente con el cual comenzar es el sitio de
web de INDRO en
http://home.muenser.net/~indro/travreg.htm o en
www.methadone.org.
(p.47)
¾ Ahora también puede consultar al consulado del país al
cual quiere viajar—aunque no todos los consulados
estarán bien informados acerca de la metadona.
Cualquiera que sea el país al cual decide viajar,
necesitará decidir si va a llevar su propia metadona
(donde sea permitido) o encontrar a un proveedor de
metadona en el lugar de destino que podrá tratarlo (si
hay alguno disponible).
Cualquiera sea la opción que elija, necesitará traer su
receta de metadona, y, si va a ser tratado a modo de
huésped, una carta de su propio proveedor médico,
explicando su prescripción/dosis. Haga estos arreglos
con la mayor antelación posible antes de su viaje.
¿Qué debe hacer si la importación de metadona es
prohibida en su destino?
Al saber que su medicación es legal, la mayoría de la
gente simplemente no la declara en aduanas a menos que
se les solicite específicamente que lo hagan. Sin
embargo, en algunos países, hay penalidades severas por
importar pequeñas cantidades, no importa cuán pequeñas
sean ni si han sido prescriptas por un médico (por
ejemplo, en Singapur, ¡significa la pena de muerte!).
Cada paciente deberá medir esta decisión
cuidadosamente. Muchos pacientes de metadona han
viajado a diversas partes del mundo sin ningún
problema.
(inside back cover)
Para obtener mayor información sobre la metadona o para
solicitar copias adicionales de este manual, diríjase
a:
Drug Policy Alliance
925 Ninth Avenue
New York, NY 10019
Tel: (212) 548-0695
Fax: (212) 548-4670
E-mail: [email protected]
Sitio de web: www.drugpolicy.org
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