TEMA 10. El arte a fines del XVIII y principios del XIX

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TEMA 10. LAS ARTES EUROPEAS A FINALES DEL XVIII
Y PRINCIPIOS DEL XIX.
I – EL CONTEXTO HISTÓRICO Y SU INFLUENCIA EN EL ARTE
II – LA ARQUITECTURA
A) LA ARQUITECTURA NEOCLÁSICA
1- Características generales
2- La arquitectura neoclásica en Europa y América
3- La arquitectura neoclásica en España
B) LA ARQUITECTURA A MEDIADOS DEL XIX
1- Características generales
2- Historicismo, clasicismo y Eclecticismo
III – LA ESCULTURA
A) LA ESCULTURA NEOCLÁSICA.
1- Características generales
2-
Los principales escultores neoclásicos
B) LA ESCULTURA DEL ROMANTICISMO
IV – LA PINTURA: ACADEMICISMO Y RENOVACIÓN
A) LA PINTURA NEOCLÁSICA.
1 - Características generales
2 – La pintura neoclásica en España
B) LA RUPTURA: GOYA
C) LA PINTURA ROMÁNTICA.
1- Características generales
2- Variedades nacionales: Francia, Inglaterra, Alemania, España
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I – EL CONTEXTO HISTÓRICO Y SU INFLUENCIA EN EL ARTE
En la 2ª mitad del XVIII, casi coincidiendo con el Rococó, surge una nueva concepción artística,
el Neoclasicismo, que ya a principios del XIX va a convivir con el Romanticismo. En realidad
Neoclasicismo y Romanticismo son las dos caras de una misma moneda: el arte del período de
las Revoluciones Burguesas.
A fines del XVIII ha surgido una nueva economía, el capitalismo, basado en la propiedad
privada y la libertad de mercado, el desarrollo de la actividad industrial y comercial. Esta nueva
economía tiene como resultado el crecimiento de las ciudades y de los grupos sociales que la
habitan: la burguesía, que experimenta un crecimiento económico y social; y las masas
populares urbanas que viven en unas condiciones cada vez peores (proletarización,
expropiación, largas jornadas, bajos salarios, etc.)
Ante estos cambios la sociedad estamental, las relaciones sociales feudales, y la Monarquía
Absoluta quedan desfasadas. Es necesario un cambio en las estructuras sociales y políticas.
Ante la negativa de nobleza y monarquía a los cambios, la burguesía impondrá esos cambios
por la fuerza: son las Revoluciones Burguesas, de las que saldrán resultantes regímenes
liberales, representativos (parlamentos), de derecho (constituciones), basados en la soberanía
nacional. Precisamente de la exaltación de esas naciones, de su historia, tradiciones,
costumbres, folklore, nacerá el Romanticismo (S. XIX).
Culturalmente, la 2ª mitad del XVIII es el de la Ilustración, una corriente de pensamiento que se
basa en la razón como único instrumento que puede explicar el mundo para contribuir a
mejorarlo, y que pretende la divulgación de los conocimientos basados en la razón.
Racionalismo y materialismo son los dos valores de la nueva sociedad burguesa. Por tanto, la
Ilustración trae consigo un gran desarrollo de las ciencias, una crítica a la Religión (y sobre
todo a la Iglesia, que en el XVIII pierde buena parte de su poder social, y en el XIX el poder
económico –desamortizaciones-). Por tanto, la Iglesia pierde su papel de mecenas del arte y
cede su protagonismo a los Estados, y a la burguesía, el nuevo grupo social dominante, y gran
consumidor de arte, con su concepción materialista de la vida y del arte.
Es difícil fijar la cronología del Neoclasicismo, pues aparece en la 2ª mitad del XVIII,
conviviendo con el Rococó y el barroco final, y se prolonga hasta las primeras décadas del XIX,
conviviendo con el Romanticismo.
CAUSAS DE SU APARICIÓN:
En la 2ª mitad del XVIII se nota un agotamiento progresivo de las formas decorativas del rococó
(la ley del cansancio de las formas y el gusto por nuevas líneas y estilos). Esto se ve reforzado
por el redescubrimiento de la Antigüedad Clásica tras los hallazgos de Herculano (1719) y
Pompeya (1748). El clasicismo tenía la serenidad Y equilibrio que necesitaban los espíritus
hastiados del dislocamiento barroco, e imbuidos del racionalismo de la Ilustración.
La aparición de las Academias de Arte, que en su afán de normativizar conectaron con el
espíritu racionalizador de la Ilustración. Las primeras academias datan ya del S. XVII,
fundándose la mayoría a principios del XVIII. Las academias ayudan a la formación de los
artistas, de estudiar, de viajar a Italia, pero sobre todo les ayudan a darse a conocer gracias a
la periódica exposición de obras en “Salones” o “Exposiciones”. Ante la gran avalancha de
obras la academia crea jurados que filtran las obras a exponer siguiendo sus criterios
academicistas, por lo que los nuevos genios creadores frecuentemente quedan al margen. Las
academias luchan contra la “degeneración formal y técnica” del Barroco o más tarde del
Romanticismo y preconizan el valor “normativo” del arte clásico.
El éxito del Neoclasicismo también se explica porque al asociar al Rococó con la aristocracia y
su vida frívola, la burguesía defenderá el Neoclasicismo como la expresión artística de su
racionalidad. Por tanto la lucha contra el Absolutismo y la aristocracia será en el arte la lucha
del Neoclasicismo frente al barroco-rococó. La nueva clase dominante, la burguesía, lo usará
para sus nuevas manifestaciones artísticas.
No obstante, la ruptura no fue tan brusca: las primeras obras neoclásicas fueron impulsadas
por las monarquías ilustradas y reformistas de fines del XVIII. Pero los planteamientos artísticos
y estéticos del Neoclasicismo dotarán de una posibilidad de alternativa a los revolucionarios
empeñados en acabar con todo vestigio del Antiguo Régimen.
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El epicentro del nuevo movimiento será Francia, pero se extendió a todo el continente europeo
(incluso Norteamérica), y a todas las artes: arquitectura, escultura y pintura. Los mecenas
tendrán todavía una gran importancia: monarquía ilustrada, Estado burgués, y burguesía. Pero
poco a poco los artistas se irán independizando, conforme aumenta el gusto por adquirir obras
de arte, y trabajarán por su cuenta, poniendo en el mercado sus obras –salones de pintura,
galerías, marchantes- y esperando que aparezca un comprador.
------------El S. XIX es el siglo de las grandes transformaciones:
Económicas: la revolución industrial, la revolución de los transportes.
Sociales: la sociedad de clases, el dominio de la burguesía, la aparición del proletariado, el
crecimiento demográfico, las grandes migraciones, el desarrollo urbano, etc.
Políticas: aparición de los regímenes liberales, Estado de derecho, constitucionales, los
Estados-Nación, la soberanía nacional, etc.
La expansión colonial
Esos cambios afectaron a las mentalidades, la cultura, y por supuesto al arte. A una sociedad
en permanente cambio le corresponde una gran mutabilidad en sus manifestaciones artísticas.
Las corrientes artísticas se suceden con rapidez. La historiografía posterior ha tendido a
simplificar su estudio dividiendo el arte en dos grandes corrientes: la académica, y la
vanguardista. La primera, representada por el Neoclasicismo, quedó relegada, mientras de la
segunda (Romanticismo, realismo) surge el arte del siglo XX, tras la ruptura que significó el
Impresionismo, aunque en realidad la frontera entre ambas no es tan tangible.
Tras las guerras napoleónicas se intentó volver al absolutismo. Pero las ideas revolucionarias
se mantuvieron y lograron expresarse a través del liberalismo político y el Romanticismo
(movimiento cultural de los estados burgueses), estilo artístico que reivindica la libertad
personal. De ahí la exaltación del individualismo y de los pueblos.
En la pintura esto se traduce en la representación de temas intimistas, heroicos o la
representación subjetiva del paisaje. El Romanticismo tardó más en llegar a la escultura,
dominada por el Neoclasicismo, pero la influencia de la pintura romántica acabará por hacer
nacer una escultura que se centra en exaltar los fastos históricos, la Revolución, el Imperio. En
arquitectura el Romanticismo recuperó los viejos estilos nacionales, especialmente los
medievales, muy acordes con sus principios nacionalistas y épicos, por lo que podemos hablar
de unos “revivals”, como el “Neogótico”.
En el XIX el arte y los artistas reciben un pleno reconocimiento social. Aquellos que tienen éxito
en vida gozan de prestigio, fama, medios económicos. Con las Revoluciones Burguesas vence
el liberalismo, también en el arte, donde se acaban las reglamentaciones, los gremios. El artista
hace lo que quiere y lo pone a la venta en comercios especializados (Galerías, marchantes de
arte). La figura del mecenas desaparece, el artista se independiza.
El único vestigio normativo es la permanencia de las Academias de Bellas Artes, que siguen
realizando sus Exposiciones o “Salones”.
Los artistas empeñados en regenerar el arte tendrán que luchar contra los conservadurismos,
tendrán que crear sus propios espacios de exposición (Napoleón III crea en 1863 el “Salón de
los Rechazados”, muchos tuvieron que financiar sus propias exposiciones), e ir ganando poco
a poco el favor de la crítica y el público.
El arte del XIX estará muy marcado por el sentimiento nacional y el romanticismo, exaltar los
pasados nacionales, recuperar los viejos estilos, sobre todo el clásico y el medieval. Pero al
mismo tiempo los contactos cada vez mas frecuentes (la revolución de los transportes) con
otras culturas harán que se recojan elementos artísticos foráneos (también por un mayor gusto
por lo exótico), y que la existencia de “escuelas nacionales” sea cada vez mas difícil. Los
estilos son internacionales.
II – LA ARQUITECTURA
A – LA ARQUITECTURA NEOCLÁSICA
1- CARACTERÍSTICAS GENERALES
Frente a la acusación de que copia el arte clásico, o imita los modelos formales griegos y
romanos, el Neoclasicismo se caracteriza por la investigación rigurosa y la crítica de los
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modelos clásicos: Los arquitectos recuperan las formas clásicas para aprender de ellas. La
gran preocupación es hacer una arquitectura de la razón, y el lenguaje clásico es la gran
referencia para conseguirlo.
La arquitectura griega, mas que la romana, es el origen del Neoclasicismo (Roma ya había
dado sus frutos en el Renacimiento). Se utiliza el orden dórico, la columna, los frontones
triangulares con estatuas en los tímpanos, la cúpula (siguiendo el modelo de S. Pedro).
2- LA ARQUITECTURA NEOCLÁSICA EN EUROPA Y AMÉRICA
FRANCIA:
ARQUITECTOS ACADEMICISTAS: Imitan el clasicismo griego. Sirve para exaltar el poder.
JACQUES-GERMAIN SOUFFLOT (1713-1780). Iglesia de Santa Genoveva (Panteón de
hombres ilustres). Influencia de S. Pedro de Roma y S. Pablo de Londres. Planta de cruz
griega con gran cúpula rodeada de columnas. En la fachada un gran frontón con relieves.
PIERRE VIGNON: La Madeleine. Templo corintio erigido sobre un podio. Gran simplicidad y
pureza de líneas (influencia Maison Carrée de Nimes).
PERCIER Y FONTAINE: Arco del Triunfo del Carrousel. Encargo de Napoleón.
CHALGRIN Y BLOUET: Arco del Triunfo de L’Etoile.
GOUDAIN Y LEPÈRE: Columna conmemorativa de la Place Vendôme (influencia columna
Trajana). Encargo de Napoleón.
ARQUITECTOS REVOLUCIONARIOS O VISIONARIOS:Obras mas funcionales, regenerativas,
originales, utópicos para su momento, aunque de gran influencia en la arquitectura del XX.
ETIENNE-LOUIS BOUILLÉ Y CLAUDE-NICOLÁS LEDOUX. Proyectos utópicos, con gran
audacia en las formas geométricas, que nunca llegaron a realizarse. Proyecto de Cenotafio
para Newton.
INGLATERRA
ARQUITECTOS NEOPALLADIANOS: Hacen sobre todo residencias para la nobleza y
burguesía. Gran influencia de la obra de Palladio.
WILLIAM CHAMBERS: Somerset House
ROBERT ADAM. Culzean Castle, Osterley Park House, Syon House (Middlessex)
JOHN WOOD (padre e hijo). Trabajan en Bath. Queen´s Square, Royal Crescent (30 casas
dispuestas en fomra semielíptica, con gigantescas columnas jónicas)
ARQUITECTOS NEO-GRIEGOS: Más influencia griega. Hacen edificios públicos.
ROBERT SMIRKE: Oficina central de Correos de Londres. Museo Británico (Jónico).
WILKINS: National Gallery.
ESTADOS UNIDOS
THOMAS JEFFERSON (1743-1826). Tercer presidente de los EEUU y gran arquitecto. Fue el
planificador de la ciudad de Washington. Construyó el Capitolio del Estado de Virginia.
THORTON Y BULFINCH: Capitolio de Washington.
ALEMANIA
KARL GOTHARD LANGHANS (1732- 1808) Puerta de Brandemburgo (1789-1794). Influencia
de los propileos de Atenas. Influyó en puertas similares en toda Europa (Puerta de Alcalá).
LEO VON KLENZE. Gliptoteca de Munich. Influencia arquitectura griega. Primer edificio
hecho para ser museo.
KARL FRIEDRICH SCHINKEL. Teatro nacional de Berlín. Museo Altes (Berlín)
LA ARQUITECTURA NEOCLÁSICA EN ESPAÑA
Dado el gran arraigo del Barroco, el Neoclasicismo es bastante tardío, aunque desde mediados
del XVIII se van depurando las formas, con la Academia de Bellas Artes de S. Fernando
presidida por Mengs a la cabeza de la lucha.
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FRANCISCO SABATINI: Puerta de Alcalá (Madrid. 1764-1778), aunque ésta aún conserva un
cierto barroquismo en los juegos de claroscuros y en los volúmenes.
VENTURA RODRIGUEZ (1717-1778) Aún conserva cierto barroquismo. Fachada de la
Catedral de Pamplona. Pórtico con un frontón triangular sostenido por 4 columnas corintias.
JUAN DE VILLANUEVA (1739-1811).El mayor arquitecto neoclásico hispano. Estudió en la
Academia de Bellas Artes y en Italia. Obras: Casita de Arriba y Casita de Abajo en El Escorial.
Casita del Príncipe (Palacio de El Pardo). Academia de la Historia (Madrid). Observatorio
Astronómico (Madrid). Palacio de Villanueva (Madrid. Hoy Museo Thyssen-Bornemisza)
Museo del Prado (1785). En principio museo de ciencias naturales.
Alterna el uso del ladrillo y la piedra. Consta de 3 cuerpos: central (planta basilical), Norte
(Rotonda inscrita en un cuadrado, con un pórtico, inspirada en el Panteón de Agripa) y Sur
(planta cuadrada). Los tres cuerpos se unen mediante nexos cuya planta baja presenta arcos
de medio punto, y el primer piso una columnata. El pórtico principal es de orden dórico,
exástilo, rematado por un ático, no por frontón. En toda la construcción sabe conjugar como
nadie los distintos elementos (arcos, columnas), materiales (ladrillo, piedra), plantas (circular,
basilical, cuadrada) y dar una sensación de unidad.
B – ARQUITECTURA A MEDIADOS DEL XIX
1- CARACTERÍSTICAS GENERALES
1- La aparición del urbanismo, con la ordenación de las ciudades en expansión, o los planes
para nuevas ciudades que satisfagan las necesidades de la sociedad industrial.
2- Una rápida sucesión de estilos. A principios de siglo el Neoclasicismo. Pronto surge un
movimiento de exaltación nacionalista, relacionado con el Romanticismo, recupera los
revivals arquitectónicos: el renacido interés por el gótico, el clasicismo, románico, mudéjar.
También surge el interés por el exotismo y otras culturas sobre todo las orientales
(bizancio, islam, lejano oriente).Algunos autores intentarán reunir todas las tendencias en el
Eclecticismo. Otra tendencia, internacional, basada en el uso de los nuevos materiales,
sobre todo el hierro
3- El interés por la historia propia despierta también el interés por el patrimonio artístico, lo
que llevó a la restauración de edificios históricos, o a la definitiva conclusión de aquellos
que llevaban siglos inacabados, unas veces con intervenciones sutiles, afortunadas, otras
con intervenciones tan profundas o groseras que eliminaron cualquier interés.
2 - HISTORICISMO, CLASICISMO Y ECLECTICISMO
El Historicismo es la corriente arquitectónica que se corresponde con el Romanticismo y que se
desarrolló en Europa durante buena parte del XIX. Revalorizaba los estilos del pasado,
especialmente los medievales (sobre todo el neogótico). Es la trasposición a la arquitectura del
interés por la historia y las tradiciones nacionales.
ALEMANIA: finalización obras de la Catedral de Colonia.
ESPAÑA: finalización obras Catedral de Barcelona (barbaridad), restauración Catedral de León
INGLATERRA
JOHN NASH: Interés por la arquitectura gótica y de la India. En sus obras solía combinar
elementos de diversos estilos: Royal Pavillion en Brighton (nuevos materiales, orientalizante –
elementos bizantinos, árabes, indios, góticos-)
AUGUSTUS WELBY PUGIN. Restaura el Castillo de Windsor.
CHARLES BARRY hace las Casas del Parlamento de Londres.
JOHN RUSKIN: Destaca por ser el gran teórico del historicismo
FRANCIA
EUGEN-EMANUEL VIOLLET-LE-DUC. Restaura monumentos artísticos como las Catedrales
de Reims, Chartres, la Magdalena de Vèzelay, Notre-Dame de París, Saint Denís, la ciudad de
Carcasona, intentando volver a su espíritu original, sin añadidos.
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Clasicismo e Historicismo convivieron durante gran parte del XIX, a pesar de ser en principio
irreconciliables. En Londres tenemos un buen ejemplo. Se construyen casi simultáneamente el
Parlamento y el Museo Británico. A partir de mediados del siglo se experimenta un gran
cambio: a las opciones clásica y gótica. Nace el ECLECTICISMO (también se le llama Estilo
Imperio, destacando como construcción emblemática la Ópera de París). El eclecticismo
recogía lo mejor de cada estilo: columnas gigantes, sofisticados vanos, etc.
El Eclecticismo tuvo un gran éxito en España: Barrios burgueses de los ensanches de Madrid,
Valencia, etc., Escuela de Minas, Ministerio de Agricultura, palacio de Justicia de Barcelona,
Casino de S. Sebastián (hoy Ayuntamiento) Ayuntamiento de La Coruña, etc.
IV) LA ESCULTURA NEOCLÁSICA
A- LA ESCULTURA NEOCLÁSICA
1 – CARACTERÍSTICAS GENERALES
La escultura neoclásica pretende volver a la antigüedad en las formas y en los contenidos, pero
para satisfacer las necesidades de una nueva sociedad.
1.- Tipos: relieves (frontones y sepulcros) y estatuas exentas (grupos, retratos, estatuas).
2.- Temas: Mitológicos (pero recatados, moralizantes, desnudos pero no eróticos); retratos.
Casi desaparece el tema religioso.
3.- Materiales: algo de bronce, sobre todo el mármol.
4.-Calidad: evitan los excesivos claroscuros (difuminados suaves). Se pule mucho la talla.
5.- Influencia del arte clásico y de las normas dictadas por la Academias de Bellas Artes.
6.- Gran perfección técnica, pero falta el espíritu. Buscan la belleza ideal, pero solo exterior, no
la espiritual.
7.- Claridad de líneas.
8.- Movimiento suave.
9.- Proporción, equilibrio, orden.
2 – ESCULTORES NEOCLÁSICOS.
ANTONIO CÁNOVA (1757-1822). Veneciano. Gran influencia de los modelos romanos y
griegos. Se caracteriza por la belleza idealizada en las formas, la proporción, el equilibrio, el
movimiento pausado. Desde 1802 trabaja en París para la familia Bonaparte.
Sepulcro de Mª Cristina de Austria (1795-1805).
Perseo. Las Tres Gracias. Amor y Psique.
Napoleón (1809) Bronce. Personifica a Marte, con gran influencia del Doríforo.
Paulina Bonaparte (1804-1808. Galería Borghese. Roma) Retratada como una Venus,
recostada en un diván (gran influencia posterior).
BERTEL THÖRVALDSEN (1770-1844) De origen danés. Trabaja en Roma. Gran influencia de
la escultura clásica griega. Esculpe sobre todo personajes mitológicos. Gran pureza formal,
algo fría y académica.
Jasón y el vellocino de oro, Las Tres Gracias, Zeus y Ganímedes.
GOTTFRIED SCHADOW. Cuadriga que adorna la parte superior de la Puerta de
Brandemburgo (bronce).
En España la escultura neoclásica llega tarde, y no es de muy buena calidad, influida por el
rococó y el neoclasicismo franceses. Destacan Juan Pascual de Mena (Neptuno. Madrid),
Francisco Gutiérrez (Cibeles. Madrid), Antonio Solá (monumento a Daoíz y Velarde).
B - LA ESCULTURA DEL ROMANTICISMO
La escultura romántica es la antítesis de la neoclásica: intenta captar el movimiento, introducir
las masas en acción. Sus modelados son ásperos (no como en el Neoclasicismo) y los gestos
grandilocuentes. Se realiza casi de un modo exclusivo en Francia.
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FRANÇOIS RUDÉ: (1784-1855). Relieves del Arco de Triunfo de L´Etolie (1833-36),
destacando La Marsellesa (Marcha de los voluntarios). En piedra caliza. Altorrelieve.
Representa a los voluntarios que defendieron la revolución en 1792: guerreros ataviados con
ropas de la antigüedad, arengados por Bellona (diosa romana de la guerra). Inspirada en “la
libertad guiando al pueblo” de Delacroix. Su finalidad es hacer de símbolo del heroísmo del
pueblo y del sentimiento patriótico. La composición se basa en diagonales: alas de la diosa,
brazo del guerrero-pierna del joven. El movimiento es ascendente.
JEAN BAPTISTE CARPETAUX (1827-1875):
La danza: relieve que decora la fachada de la Ópera de París. Representa un grupo de
bacantes danzando en torno a un genio alado.
ESPAÑA: Ponziano Ponzano. Frontón del Congreso (España y la Constitución)
V - LA PINTURA: ACADEMICISMO Y RENOVACIÓN
A – LA PINTURA NEOCLÁSICA
1 – CARACTERÍSTICAS GENERALES
Al contrario de la escultura, la pintura neoclásica no disponía de modelos clásicos como
referencia (apenas de conocían las pinturas de Pompeya), por lo que buscaron los referentes
clásicos en los relieves greco-romanos.
Las academias dictaban las normas de cómo debía ser esa pintura: unos cánones y normas
que encorsetaban en exceso a los pintores. De ahí el apelativo de “pintura academicista”.
1.- Se exalta la perfección en el dibujo,
2.- Pincelada fina, se desprecia a los que usan la pincelada suelta cargada de pigmento.
3.- Los volúmenes bien diferenciados (se inspira en la escultura),
4.- Movimiento sosegado,
5.- Composiciones equilibradas,
6.- Búsqueda de la belleza ideal.
7.- Pero adolece de una falta de profundidad (personajes en una misma fila),
8.- Se desdeña el tratamiento del color y la luz, que vuelve a ser abstracta e indefinida,
9.- Los temas predominantes son los clásicos: bien mitológicos, bien históricos.
10.- Ya se advierten algunos rasgos pre-románticos, como una tendencia al sentimentalismo y
un gusto por la feminidad.
2 – PINTURA NEOCLÁSICA EN EUROPA
ALEMANIA
ANTONIO RAFAEL MENGS (1718-1779), quien desde 1761 trabaja en España, en los frescos
del Palacio Real. Se caracteriza por un dibujo virtuoso y colores fuertes.
INGLATERRA
Los retratistas ingleses del XVIII (Reynolds, Hoggarth, Gainsborough) tienen un estilo tan
particular que es difícil clasificarlos dentro de los movimientos pictóricos del continente. Hay
autores que los colocan en el rococó (como hemos hecho nosotros) y autores que los analizan
en el neoclasicismo.
FRANCIA
Francia es la 1ª potencia económica, política, militar y toma el relevo de Italia como centro
artístico y como avanzadilla de las nuevas tendencias artísticas, ya con los Borbones, y sobre
todo tras la Revolución. El nuevo arte está en consonancia con las nuevas ideas, la Ilustración,
el Racionalismo, la crítica al Antiguo Régimen.
El papel de la Academia es importante: facilita la formación a los estudiantes de arte,
proporciona modelos al natural, dicta las normas a seguir, otorga becas para estudiar en Roma
(paraíso del clasicismo), crea el “Salón de Exposiciones” donde exhibir las obras de los artistas
(tras pasar por un jurado que dicta si tiene la suficiente calidad, según su gusto, claro), lo que
podía representar el trampolín al éxito.
Se multiplican los encargos: del Estado (sobre todo con Napoleón) que fomentó el arte como
medio de propaganda, de la burguesía.
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JACQUES-LOUIS DAVID (1748-1825).
Sus principios fueron rococós pero pronto evolucionó al neoclasicismo (temas de exaltación de
los principios revolucionarios: la libertad, la virtud cívica, etc.). La Antigüedad clásica le ofrecía
el contexto para la transmisión de los principios revolucionarios, de los que era un ferviente
defensor (fue miembro de la Asamblea Nacional, la Convención, político señalado del periodo
napoleónico, del que fue el escenógrafo y propagandista). La época imperial señala el declive
de su pintura al pasar de la austeridad a la pompa.
Belisario. 1781. 1ª obra romántica expuesta en el “Salón”.
El juramento de los Horacios. 1784. Óleo sobre lienzo (330 x 425 cm) (Museo del Louvre)
Tema: los tres hermanos de la familia de los Horacios se juramentan con su padre para
defender la supremacía de Roma en su rivalidad con Alba Longa –Albanos- en un duelo con
los hermanos Coracios. Tuvo un gran éxito popular ya que representaba el compromiso del
pueblo con el Estado (gran significación para la Francia pre-revolucionaria al plasmar la idea de
que son los ciudadanos los que forman la nación, no el rey) David toma un tema clásico para
expresar una idea revolucionaria (a pesar de que el cuadro era un encargo del rey).
Elementos plásticos: una nueva estética pictórica, dura, fría, racional. Usa líneas rectas para
los hombres y curvas para las mujeres. El cromatismo se subordina al dibujo, predominando
los colores claros y brillantes (rojo, gris, ocre –el rojo de la túnica del padre simboliza la pasión,
la sangre, el duelo-). La luz entra por el lado izquierdo y crea sombras muy bien delimitadas. La
perspectiva es lineal, siendo visible en el suelo (no hay sfumatto, ni atmósfera). Gran
tratamiento escultórico de los volúmenes. Falta movimiento.
Composición: Simetría, equilibrio. A partir de los 3 arcos del fondo: a la izquierda los hermanos
Horacios, en el centro el padre, y a la derecha las mujeres de la familia. El número 3 es
constante: 3 arcos, 3 hermanos, 3 espadas, 3 mujeres. Formas geométricas: las piernas de los
hermanos forman triángulos, los hermanos y el padre un rectángulo, las mujeres 2 triángulos.
La energía de los hermanos se contrarresta con el abatimiento de las mujeres, doloridas por el
duelo, pero también porque una de ellas es novia de un coráceo (el hermano sobreviviente
acabará por matarla por considerarlo deshonroso)
El cuadro rezuma clasicismo: el tema, vestimentas, las columnas toscanas, etc.
El Rapto de las Sabinas. Representa el momento de la intercesión de las mujeres entre
romanos y sabinos. Una mujer en el centro marca el eje de simetría. Los cuerpos aparecen
bien modelados, escultóricos, con un dibujo preciso.
Otras obras son el reflejo de su historia contemporánea: la revolución francesa es comparable
en grandeza a la Antigüedad Clásica: El Juramento del Juego de Pelota,
La muerte de Marat (1793). Marat es asesinado por defender sus ideales revolucionarios.
Destaca el dramatismo, logrado por el rostro de Marat y la luz (influencia de Caravaggio).
En el periodo napoleónico, sus obras se dedican a exaltar al Emperador:
Napoleón cruzando el puerto de S. Bernardo. Coronación de Napoleón.
Retrato de Madame Recamier (amante de Napoleón. Recostada sobre un diván, con pose,
túnica y peinado clásicos. El modelo fue imitado posteriormente por Cánova para su Paulina).
Se caracterizan todos ellos por la exaltación patriótica y el sentimiento, pero tienen menor valor
como obras de arte, al tiempo que abre el camino para el Romanticismo (sin querer).
ANTOINE-JEAN GROS
(1771-1835). Discípulo de David. A medio camino entre el
Neoclasicismo y el Romanticismo. Mas acorde con los tiempos napoleónicos, de exaltación del
Imperio, más dramatismo y sentimentalismo. Pintor de las batallas y éxitos de Napoleón: la
Batalla de Eylau. Napoleón y los apestados de Jaffa.
JEAN-AUGUSTE DOMINIQUE INGRÈS (1780-1867).
Vida muy larga. Sobrevive al Neoclasicismo, convive con el Romanticismo y Realismo.
Conservó siempre su estilo, apegado a los principios neoclásicos y el academicismo (director
de la Academia y desde ella defendió sus principios criticando a los románticos como
Delacroix, Gericault, etc.).
Estudió el arte griego, pero de él se quedó sólo con el estudio de la forma, no le interesó el
espíritu ni el mensaje, ni la ideología, sólo la búsqueda de la belleza formal en la mujer, el
desnudo femenino. Entiende la pintura sólo como imagen, como mirada.
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Gran defensor del dibujo, del que decía que era ¾ de la obra, mientras el color se quedaba en
¼. La línea es el elemento fundamental. Sus cuerpos son muy plásticos, pero sabe rodearlos
de una atmósfera creada por la luz (difuminado).
El Voto de Luis XIII. Inspirado en Rafael, la composición es triangular. Tema: el monarca pone
a Francia bajo la protección de la Virgen de la Asunción.
La gran odalisca. 1814. (Louvre) De espaldas, la cabeza girada (influencia oriental, de los
venecianos y Velazquez).
La bañista de Valpinçon. 1808. (Louvre) Refleja la belleza ideal. Gran juego de luz, línea y
color.
El baño turco (Louvre. 1862) Trata con minuciosidad el desnudo femenino. Las mujeres se
confunden entre sí en un línea curva constante. Ambiente oriental, sensual, atmósfera húmeda
y cálida. En primer plano reaparece la bañista de Valpinçon, tañendo un instrumento.
Madame de Senones.
La fuente.
3 – LA PINTURA NEOCLÁSICA EN ESPAÑA
PINTORES EXTRANJEROS
Cuando Felipe V llega a España se encuentra con una pintura que no tiene nada que ver con la
que él había conocido en Francia. Por eso hace venir a pintores extranjeros con una fuerte
formación académica.
LUIS MIGUEL VAN LOO. Retrato de la familia de Felipe V.
ANTONIO RAFAEL MENGS llega a España con Carlos III para decorar los techos de varios
salones del Palacio Real (Triunfos de Hércules y de Trajano). Retratos de Carlos III y Mª
Luisa de Parma. Se caracteriza por el dibujo minucioso, los colores pálidos, el tratamiento
escultórico, y una cierta frialdad en sus personajes.
Contemporáneo de ellos, TIÉPOLO, tiene un estilo muy diferente (italianizante).
PINTORES ESPAÑOLES
FRANCISCO BAYEU (1734-1795). Cuñado de Goya. Importante fresquista. También se dedicó
a los cartones para tapices (temas costumbristas, paisajes, mitológicos)
ANTONIO SALVADOR MAELLA (1739-1819).
LUIS MELÉNDEZ.
Los autores más clasicistas trabajan ya en el XIX, influidos por David:
JOSÉ DE APARICIO,
JOSÉ DE MADRAZO (Muerte de Viriato)
B - LA RUPTURA: GOYA
Francisco de Goya y Lucientes (Fuendetodos (Zaragoza), 1746 / Burdeos (Francia), 1828).
Imposible clasificarle dentro de un determinado estilo: surgió en uno de los peores momentos
de la pintura española, convivió con el final del Rococó, con el Neoclasicismo y el
Romanticismo. Pero en cuanto Goya crea su propio estilo, éste es inclasificable, producto de
influencias (inicialmente neoclásicas, pero sobre todo de venecianos, Velázquez y Rembrandt),
y de su atormentado e ilustrado espíritu y sensibilidad.
Influirá sobre toda la pintura posterior, sobre todo el Impresionismo, Expresionismo, incluso el
Surrealismo. Representa la ruptura con el arte académico en cuanto a técnica y a espíritu.
Dominó todos los géneros y todas las técnicas (fresco, óleo, grabado).
Los primeros años de aprendizaje los pasa en Zaragoza. Cuantas veces se presenta a la
prueba de ingreso a la Academia de S. Fernando es rechazado. No obtuvo la beca para
estudiar en Italia, pero fue por sus propios medios en 1770 y aprendió la técnica del fresco.
Vuelve a Zaragoza en 1771, donde pinta algunos frescos en la Basílica del Pilar. En 1773 se
casa con la hermana de Francisco Bayeu, y en 1775 se desplaza a Madrid, donde su cuñado le
ha conseguido un trabajo para hacer cartones para la Real Fábrica de Tapices.
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Su estilo en esta época está impregnado de influencias del academicismo, el rococó y el
neoclasicismo: dibujo de trazo acabado, buena factura, colores rojos y grises, temas amables,
costumbristas, populares (majas, majos, niños, etc.), composiciones sencillas, geométricas:
El quitasol, Merienda a orillas del Manzanares, El Paseo de Andalucía (Maja y
embozados), El cacharrero.
Pero Goya aprovecha la tranquilidad económica para investigar, hacer ensayos en color,
composiciones más complejas, aumenta el número de personajes, los ademanes. La paleta se
vuelve más clara y brillante, recoge de Velázquez la luz, la atmósfera, el difuminado de la
distancia, los colores más espesos, la pincelada mas suelta.
Los temas se vuelven más costumbristas, llenos de tipos populares, y menos amables. En un
contexto de convencionalismo académico Goya intenta evolucionar, no conformarse con la
mediocridad.
La Gallina Ciega, El Pelele
Tetralogía de las 4 estaciones (La Era, La Vendimia, Las floreras, La nevada)
La Pradera de S. Isidro ((pincelada ágil, suelta, colorido, atmósfera)
Poco a poco va penetrando en los círculos ilustrados de la capital, se empapa de sus ideas
reformistas, se compromete con la sociedad de su época. Defiende la razón y el liberalismo,
critica el Antiguo Régimen, Inquisición privilegios, etc. Alguien surgido del pueblo, que se codea
con ilustrados y aristócratas pronto hace su elección: su simpatía por el pueblo siempre estará
presente, mientras sus esperanzas en la nobleza se tornarán en frustración y crítica feroz.
Goya vive en la época de las revoluciones y es un hombre comprometido con la sociedad y con
sus ideas.
En esta época el éxito le va sonriendo poco a poco. En 1780 obtiene el ingreso en la Academia
de S. Fernando gracias al Cristo Crucificado (de gran influencia velazqueña).
Logró contactar con la aristocracia madrileña (Duques de Osuna –encargo de retratos y 2
cuadros para la catedral de Valencia sobre S. Francisco de Borja, el 2º ya anticipa la futura
evolución de Goya-, Duquesa de Alba, etc.), para la que pronto empezará a hacer retratos, lo
que le abre el camino para ser nombrado en 1785 pintor de cámara de la Corte. Los retratos le
permiten tener un nivel de vida por lo que aquí su técnica será menos libre, y variará menos en
el tiempo, pero también en ellos se nota su evolución técnica, y sobre todo una penetración
psicológica en la personalidad del retratado, incluso la postura personal del pintor
(simpatía/antipatía)
Nobleza:
Duques de Osuna, Marquesa de Santa Cruz, Duquesa de Alba, Godoy, Condesa de
Chinchón (ternura, rasgos infantiles, fondo oscuro resalta la claridad del vestido y la condesa)
Otros personajes:
Bayeu, Moratín, Jovellanos, Iriarte, Josefa Bayeu, Pepehillo (torero), La Tirana (folklórica),
y otros de médicos, banqueros, políticos, etc., y muchos autorretratos.
Realeza:
Carlos III, Carlos IV, Reina Mª Luisa de Parma, y sobre todo:
La Familia de Carlos IV. (1800-1801). Óleo sobre lienzo. (Prado).
Tema: retrato de Carlos IV y su familia. Goya aparece al fondo en penumbra.
Elementos plásticos: pincelada suelta y vigorosa, el dibujo no le importa. Gran trabajo en color,
los blancos y dorados se conjugan con azul y rojo. La luz es mas fuerte en la parte derecha,
mientras la penumbra se extiende por la izquierda, lo que ayuda a acentuar el brillo de los
vestidos y joyas.
Composición: Influencia de las Meninas de Velazquez (espejo, autorretrato) y de la pintura
neoclásica (inmovilidad, verticalidad de los personajes). Los personajes están agrupados en 3
grupos: en el centro el rey, la reina y sus hijos pequeños (Francisco de Paula y Mª Isabel); a la
Izquierda Fernando VII, su futura mujer (aún no se sabía quién, por lo que oculta su rostro), la
hermana del rey y el infante D. Carlos Mª Isidro; a la derecha las infantas Carlota, Joaquina y
Mª Luisa, un hermano del rey, su yerno, y un nieto. Al fondo, en penumbra, Goya se
autorretrata. La composición es muy simple, centrada en el primer plano, muy cerrada (todo
dirige hacia el centro del cuadro), pero con ritmo. La escasa profundidad y el gran número de
personajes producen la sensación de abigarramiento.
Estilo: Goya no se limita a retratar los personajes físicos, sino que también penetra en ellos.
Tras el parecido físico se oculta una falta de adulación e incluso una crítica a los personajes
(falta de carácter en Carlos IV, vanidad en la reina) e indirectamente a la monarquía como
institución.
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Otros retratos míticos son las famosas Majas (encargo de Godoy):
Maja desnuda (aprox. 1800, de 97 x 190 cm. Prado). Retrato de mujer (¿Duquesa de Alba?,
más que improbable, la cara desde luego no lo es) bajo la influencia de las Venus de Tiziano y
Velázquez. Versión clásica de la Venus recostada, pero lo que Goya representa no es una
diosa, sino una mujer de carne y hueso, hermosa, con un cuerpo de piel nacarada, que
representa el ideal de belleza para Goya, posando con gran descaro, mirando directamente al
espectador, recostada sobre unos cojines que elevan la figura. Problemas con la Inquisición.
Maja vestida. (Prado). Idéntica, pero vestida de maja de lujo. La pincelada es más suelta y
pastosa, dando una textura rugosa. Tiene una mayor riqueza cromática, es menos
academicista, más libre (¿tomó la idea de representar una misma figura desnuda y vestida de
Carreño de Miranda y su “Monstrua”?
En 1792 Goya sufre una grave enfermedad (46 años) que le tuvo al borde de la muerte durante
meses, y de la que pese a recuperarse le quedó la secuela de una profunda sordera. Si el
sufrimiento transforma las personalidades, en el caso de Goya la enfermedad y la sordera
hacen que su temperamento se resienta: se hace más crítico, más encerrado sobre sí mísmo,
escéptico, sarcástico, cínico, atormentado. Pero su crítica no se dirige contra todo, sino contra
aquello que él considera irracional: los privilegios y la vida regalada de la nobleza, la
Inquisición, el absolutismo, la represión de las ideas liberales, las supersticiones, determinadas
tradiciones, la violencia, la guerra. Y para ello va a utilizar la sátira, el cinismo, los contrastes:
exhibiendo lo irracional hace un canto a la necesidad de la razón (similar al Bosco).
Hace una serie de grabados llamada “Los Caprichos” (1797-99. Biblioteca Nacional) en los
que cada grabado lleva una leyenda explicando su contenido. Los temas son de brujería (“que
viene el coco”, “volaverunt”), crítica social (“que Dios la perdone”, “era su madre”), la censura,
la lascivia, destaca el nº 43 “el sueño de la razón produce monstruos” (como ilustrado,
mantiene viva su esperanza en la razón, pero es consciente de los peligros que entraña su
fragilidad – se retrata a sí mismo, durmiendo, y sus pesadillas).
Su pintura deriva hacia un estilo mas personal, alcanzando la madurez. Temas más cercanos
al pueblo, pero con un sentimiento pesimista y de crítica de la sociedad. También cambia la
técnica, ya no le importa el dibujo, sólo la pincelada larga, suelta, cargada de pintura.
El albañil herido, Las gigantillas, Corrida de Toros, La Duquesa de Alba y la Beata, El
Gran Cabrón (tema de akelarres, diablos, etc.).
En 1798 pinta los frescos de S. Antonio de la Florida, donde refleja tipos populares (el tema
es la resurrección de un muerto por S. Antonio de Padua) con una pincelada suelta, de color.
Finge una balaustrada a la que se asoman los personajes.
Entre esta fecha y 1808 sigue en su etapa de plenitud (retratos de la familia real, las majas).
Pero en 1808 sobreviene la Guerra de Independencia, que desencadenará una segunda crisis.
El impacto de la guerra en Goya es terrible. Francia, el país ilustrado y revolucionario que era
su esperanza la defrauda al invadir España. La razón ha muerto y los monstruos andan
sueltos. Durante la guerra Goya viaja por España, ve escenas de brutalidad y crueldad que le
hacen perder su esperanza en el género humano. La guerra hace salir en cada uno los peores
instintos. No se salva ni el pueblo ni los franceses, los dos pilares de su esperanza.
Durante la guerra tiene que hacer más retratos de militares tanto franceses como españoles
(Palafox), realiza el Entierro de Sardina (crítica a costumbres del pueblo español), y toma
apuntes y bocetos que al acabar la guerra en 1814 tomarán cuerpo en la serie de grabados de
los “Desastres de la guerra” (Academia de S. Fernando), donde da rienda suelta a su
desesperanza, refleja los horrores, crueldades, salvajismo, la irracionalidad, hambre, torturas,
de la guerra, tanto de franceses como de españoles, lo que al mismo tiempo implica una crítica
y una exaltación de los valores de la paz.
Al finalizar la guerra hace dos cuadros de tema histórico sobre la guerra, que encierran una
crítica a la guerra:
La carga de los mamelucos (El Dos de Mayo). (268 x 347 cm. Prado) Gran composición, con
multitud de personajes en actitudes violentas, que transmite la idea de violencia y ferocidad. El
movimiento cuenta con una composición diagonal, el uso del colorido con pinceladas a grandes
manchas (mamelucos con colores cálidos; pueblo con colores oscuros). Crítica a la crueldad y
la violencia de unos y otros.
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Los fusilamientos de la montaña del Príncipe Pío (La Moncloa), también llamado El Tres de
Mayo. (Prado. 268 x 347 cm) Tema: tras el alzamiento antifrancés de Madrid, se produce la
represión francesa: 43 ejecutados, salidos por sorteo de entre los cientos de prisioneros. Goya
refleja sin piedad esa represión, la inocencia frente a la guerra y la muerte.
Elementos plásticos: Alterna grandes manchas de color con el uso del negro (precedente de
las Pinturas Negras). La pincelada se convierte en brochazos. El dibujo se desmaterializa.
Composición muy compleja y estudiada: en el lado izquierdo los patriotas españoles, en
diversas poses (muertos, aguardando el fusilamiento, siendo fusilados), destacando el
personaje de la camisa blanca (símbolo de paz e inocencia) entre otros que rezan, se ocultan
el rostro, amenazan, con rostros de furia, miedo, resignación. También se ve la sangre vertida.
En el lado derecho, los soldados franceses, con una gran uniformidad de acción, igual postura,
sin rostro, de espaldas, representan la guerra, la máquina de matar, la crueldad, que no es
humana, sino impersonal.
Este cuadro es un precedente del impresionismo por la técnica, del expresionismo por el tema,
del romanticismo por el tema heroico, romántico (resistencia a la opresión).
El Coloso. (Óleo sobre lienzo. 116 x 105 cm.). Hoy se piensa que en realidad no es de Goya.
Tras la vuelta de Fernando VII (1814) los ánimos del pintor aún han decaído más. A pesar de
que él fue repuesto como pintor de cámara del rey (retrato de Fernando VII –sensación de
fatuidad-), se inició una vuelta al Antiguo Régimen y una persecución de ilustrados, liberales y
afrancesados que convence a Goya de que este país no tenía remedio. En estos años Goya
tiene una salud muy delicada. Está obsesionado por el tema de la locura (Casa de locos), la
crítica al Antiguo Régimen (Los Disciplinantes, El Tribunal de la Inquisición) y recibe varios
encargos de pinturas religiosas, como La última comunión de S. José de Calasanz (1819).
Sabe transmitir dramatismo y espiritualidad, con un gran dominio de la expresión. La técnica es
la de su último periodo: pinceladas sueltas, sin dibujo.
También de este periodo es otra serie de grabados: la “Tauromaquia” (Biblioteca Nacional),
donde vuelve a verse el gran interés que este tema tenía para Goya.
Su pesimismo llega a su punto más álgido. En 1819 compra una casa en las cercanías de
Madrid (la “Quinta del Sordo”) y se refugia en ella huyendo de una sociedad que desprecia,
dedicándose a decorar las paredes, dando rienda suelta a su imaginación, su yo interior y su
pesimismo.
Son las Pinturas Negras (14 en total) (1819-1824), al fresco, en las que su técnica llega al
máximo en el uso del negro para aumentar el expresionismo (también usa el marrón, verde,
rojo). La pincelada es suelta, a brochazos que luego extiendo con la espátula. Los temas se
centran en el dolor, la muerte, la miseria, las supersticiones, la visión pesimista de la vida.
La Leocadia (su pareja tras la muerte de su esposa); Las Parcas; Paseo del Santo Oficio;
Dos viejos comiendo sopa: retrata la vejez, la decadencia física y moral.
Saturno devorando a sus hijos: el tema mitológico del paso del tiempo le sirve para expresar
el horror de la muerte. El dios como símbolo del tenebrismo y la destrucción, con unos ojos
enloquecidos, sangre, máxima expresión de su expresionismo.
Duelo a garrotazos (dos forasteros) (¿Las dos Españas?). 2 individuos, en teoría en medio de
un campo de hierba, en realidad atrapados en un cenagal hasta las rodillas, golpeándose, y
condenados a seguir golpeándose. Simboliza la ignorancia y brutalidad del hombre, condenado
a autodestruirse (a él o a otros de su misma especie).
Camino de la reunión de brujas.
El Perro: en una ladera. Inquietante, sobrecogedor, misterioso, da la sensación de medio
acabado ¿Sube? ¿Se hunde? ¿Es ese el destino del hombre, permanecer en un mar de dudas,
sin saber nada de su existencia?
El Akelarre (reunión de brujas). Una multitud en torno al macho cabrío, en el rito de iniciación
de una nueva bruja. Critica las supersticiones y la irracionalidad. Los rostros están
enloquecidos, resultan terroríficos.
La Romería de S. Isidro. Representa una fiesta, pero llama la atención el contraste con el
mismo tema representado años antes: desaparecen la alegría y el optimismo. Aquí todo es
horror y degeneración. Los personajes, deformes, lúgubres se dirigen hacia el espectador
aullando. Es una comitiva siniestra. Es su venganza contra la humanidad que le ha
decepcionado. No hay color, sólo negro y tonos grisáceos. La pincelada rápida, decidida.
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Años mas tarde, ante la situación de ruina de la casa, se pasaron los frescos al óleo (1881) y
se trasladaron al Museo del Prado.
También de esta época es la serie de grabados de “Los Disparates” (Academia de S.
Fernando), donde da rienda suelta a su imaginación, representando lo deforme y monstruoso,
siendo un precedente del surrealismo.
Tras el Trienio Liberal y la restauración de Fernando VII en 1823, Goya decide que ya no
puede vivir en España y pide al rey el cese en la Corte. Se traslada a Francia, a Burdeos, y allí
hace sus últimas obras. Parece que en estos últimos años vuelve a recuperar parte de su
optimismo (en un dibujo escribe: " y aún aprendo”) como demuestra en su última obra:
La Lechera de Burdeos. (1828) tema más jovial. Pincelada suelta, breve, colores primarios
para fundirse en la retina del espectador (técnica impresionista).
Muere en Burdeos en 1828. Su cuerpo se trasladó a Madrid en 1901 (S. Antonio de la Florida).
C - LA PINTURA ROMÁNTICA
1 – CARACTERÍSTICAS GENERALES
Desde finales del XVIII surgen en GB nuevos planteamientos estéticos basados en la
subjetividad y el sentimiento, coincidiendo en el tiempo con el Neoclasicismo. Neoclasicismo y
Romanticismo comparten el sustrato ideológico burgués. El Neoclasicismo, más acorde con el
Imperio Napoleónico y sus gustos academicistas, mantuvo al Romanticismo en un segundo
plano hasta la caída del Imperio. Pero en ese momento eclosiona el Romanticismo como
reacción frente a la Restauración, con un espíritu de rebeldía y durará hasta mediados del XIX.
El XIX se debate entre 2 posturas: Neoclásica, continuadora de la academicista (Ingrès), con
apoyos oficiales, manteniendo el clasicismo, el canon, equilibrio formal y sensorial; y la
transgresora, progresista, representada por el Romanticismo, Realismo e Impresionismo. La
pintura es uno de los campos donde mejor se plasma el espíritu romántico.
El Romanticismo se basa en la reivindicación de la subjetividad y los sentimientos
individuales, por lo que dentro de él podemos ver gran variedad de posturas, pero con una
base común: individualismo, sensibilidad, inconformismo, huida del espacio y el tiempo (vuelta
a la Edad Media, temas exóticos –orientalismo-). Carece de sistematización, al contrario que el
Neoclasicismo (por eso fue tan criticado por los académicos).
CARACTERÍSTICAS:
-
Exaltación de los sentimientos frente a la razón: subjetivismo. A veces llega al pesimismo.
Color de gran potencia, en detrimento del dibujo. Las formas se liberan (manchas de color).
Dramáticos contrastes de luz.
Composiciones dinámicas, desequilibradas, complejas.
Movimiento convulso, gestos drámáticos.
Culto al paisaje, recurso para desplegar la luz y el color. El paisaje no está dominado por el
hombre. Es una fuerza contra la que se ha de luchar. Otras veces se representa bucólico.
Temas: históricos, literarios, de Edad Media, leyendas, revoluciones políticas liberales,
desastres. También retratos y paisajes. Captan los momentos gloriosos, pero también los
dramáticos, patéticos.
2 – LA PINTURA ROMÁNTICA EN FRANCIA, INGLATERRA,
ALEMANIA, ESPAÑA
FRANCIA
THÉODORE GÉRICAULT (1791-1824): Contemporáneo de David, muy alejado de él. Gran
colorista, su pintura está llena de luz y energía, y temas macabros: El Maníaco, Anciana
italiana, etc.
La balsa de la Medusa (1819). Óleo sobre lienzo (491 x 716 cm) Museo del Louvre.
Representa un hecho real que conmovió a toda Francia: el hundimiento de la fragata Medusa.
Los oficiales huyeron, abandonando a los marineros, que construyeron una balsa y estuvieron
a la deriva durante 13 días. Representa la lucha desesperada, la muerte, el dramatismo frente
a la furia de la naturaleza desatada. Influencias: barroco (Caravaggio).
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Color: cálidos, logran más acercamiento emocional. La pincelada es densa, destaca por
encima del dibujo, de color violento. Luz: como si hubiera un foco, creando grandes claroscuros
y contrastes. Llega a usar el betún para zonas en penumbra (por eso hoy está muy
ennegrecido). El detallismo no busca el realismo, sino aumentar el dramatismo.
Composición: 2 pirámides que se cruzan: vela-ola-hombre que sostiene cadáver de su hijo;
pirámide de la esperanza (hombres, que al fondo ven un minúsculo barco). En la parte inferior
se amontonan los cadáveres, aumentando la sensación de angustia.
EUGÈNE DELACROIX (1798-1863): formado en el neoclasicismo, lo abandona por las
influencias de Rubens, los venecianos y Gericault. Es el primero en exponer una obra
romántica en el Salón de la Pintura de 1822, provocando el rechazo de los academicistas.
La barca de Dante. La muerte de Sardanápalo.
La matanza de Quíos (1824). Representa una masacre turca en la guerra de independencia
griega. Pocos personajes, pero sabiamente dispuestos. Tensión, dramatismo, estudios
psicológicos de los personajes. Movimiento. Colorido. Ideología: liberalismo, nacionalismo.
La Libertad guiando al Pueblo. 1830. Óleo sobre lienzo de 260 x 325 cm. (Louvre).
Conmemora la revolución de 1830 en Francia. Es la 1ª composición política de la pintura
moderna.
Color: vivo (influencia paisajistas ingleses) y brillante (barniz), combina los opuestos. Los tonos
azules crean el eje central de la composición. Pincelada suelta.
Luz irreal: ilumina selectivamente (Libertad, muerto del suelo, rostros de joven y burgués).
Composición: piramidal, con la bandera francesa en la cima y los dos muertos en la base. El
color azul marca el eje central. Movimiento en las líneas ondulantes, las pinceladas de color, la
acción, que se dirige hacia el espectador, transmitiendo la pasión.
Profundidad: funde figuras y ambiente. Se ven las calles de París, las torres de Notre-Dame.
Significado: es una alegoría, la mujer del centro representa a la Libertad, con fusil y bandera. A
la izquierda se ve un representante de la burguesía (sombrero de copa, posiblemente el propio
Delacroix) y un artesano (banda blanca), y a la derecha un joven con 2 pistolas (estudiantes).
Un viaje por España y Marruecos en 1832 hizo que el resto de su vida pintara temas exóticos,
llenos de luz, color y sensualidad, pero de menor calidad: Las mujeres de Argel.
ROMANTICISMO INGLÉS
La pintura experimenta un gran impulso en GB en la 2ª mitad del XVIII gracias a la labor de
retratistas como Reynolds o Gainsborough y crea las bases para la renovación estética en el
XIX. Ya en el XIX, algunos autores se inclinan por la pintura fantástica, se oponen al
academicismo, se acercan a los temas románticos, de estética fantástica, delirante, surrealista,
cercana a Goya o El Bosco: HEINRICH FÜSSLI, WILLIAM BLAKE.
Pero el auténtico relevo lo toman paisajistas que pintan al natural y se preocupan sobre todo de
la luz (por ello usan sobre todo la acuarela).
JOHN COSNTABLE (1776-1837). Uno de los primeros paisajistas modernos. Huye del taller y
pinta al natural (precedente del Impresionismo). Se preocupa sobre todo de la luz y sus
reflejos. Maneja ágilmente el color, aplicándolo a veces con la espátula. Gran pintor de nubes y
tormentas, alejándose de la visión idealizada de la naturaleza. . No mezclaba los colores en la
paleta sino que aplicaba pinceladas superpuestas de varias tonalidades del mismo color
(precedente del Impresionismo).
La catedral de Salisbury, La esclusa (Thyssen). El carro de heno
WILLIAM TURNER (1775-1851). La naturaleza y los cambios de luz son el núcleo de su obra.
La luz penetra en los objetos y los desmaterializa. La luz y el color no son reales, sino visiones
imaginarias que nos distancian de los sentidos para introducirnos en visiones oníricas. El dibujo
se diluye en una luz asombrosa (por ello prefiere la acuarela). Le interesan más los efectos de
luz al atravesar una determinada atmósfera o impactar sobre un objeto que el propio objeto.
Los objetos no existen mas que en la medida en que la luz incide sobre ellos.
Lluvia, vapor y velocidad. El último viaje del Temerario. La tempestad.
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LA HERMANDAD PRERRAFAELITA:
GB. En 1848 la “Hermandad Prerrafaelita” lucha contra la pintura academicista, la sociedad
victoriana, la industrialización y sus efectos sobre el hombre y la naturaleza. Reflejan la
naturaleza con total fidelidad pero con una visión romántica, buscando una pureza ya perdida.
Temas entre la leyenda y la religiosidad en ambientes de ensueño el medievo (virtuosismo
técnico, mujeres preciosas, de pelos rojos, colorido intenso, gusto por el detalle).
DANTE RAFAEL ROSSETTI.
JOHN EVERETT MILLAIS.
ROMANTICISMO ALEMÁN
La época romántica coincide con la gran explosión de la cultura alemana (Goethe, Schiller,
Beethoven, etc.) y del nacionalismo alemán. Nacionalismo y religiosidad van a marcar la
pintura romántica alemana.
CASPAR DAVID FRIEDRICH: ve el arte como la expresión de vibraciones interiores, con una
cierta visión pesimista. Sitúa una o varias figuras humanas, de espaldas, enfrentadas a la
fuerza de la naturaleza al atardecer o amanecer, transmitiendo la sensación de soledad,
melancolía, tristeza, indefensión, convirtiendo a la naturaleza en símbolo de religiosidad.
La Cruz de la montaña. Viajero en un mar de niebla. Mar glacial / El hundimiento de “La
Esperanza”. La catedral en las montañas. Mañana de Pascua (Thyssen)
LOS NAZARENOS: Pintores alemanes que trabajan en Roma. Fuerte sentimiento religioso
fusionado con el romanticismo. F. OVERBECK, P. CORNELIUS.
LA PINTURA BIEDERMEIER: En territorios germánicos, entre 1815 y 1848. Expresa los gustos
de la pequeña burguesía: retratos, escenas hogareñas, paisajes, etc., ligeramente idealizados.
LA PINTURA DEL XIX EN ESPAÑA
RETRATOS: Vicente López (Fernando VII, Goya, General Serrano).
ROMANTICISMO:
Federico Madrazo: El Gran Capitán; Retratos.
Antonio Esquivel,
Joaquín Espalter.
Cuadros de costumbres:
Valeriano Domínguez,
Leonardo Alenza,
Eugenio Lucas.
Paisajes:
Perez Villaamil,
Carlos de Haes.
Pintura de historia:
Antonio Gisbert (Fusilamiento de Torrijos y sus compañeros),
José Casado del Alisal (Rendición de Bailén),
Eduardo Rosales (El Testamento de Isabel la Católica)
Martínez Cubells: La educación del Príncipe Juan.
Padilla: Juana la Loca
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