abril - Universidad de Sonora

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Universidad de Sonora
Unidad Regional Sur
ACADEMIA
REVISTA JURIDICA DE LA ACADEMIA DE DERECHO
UNIVERSIDAD DE SONORA
UNIDAD REGIONAL SUR
ARTÍCULOS
JURISPRUDENCIA: UNA APROXIMACIÓN A SU DEFINICIÓN Y NATURALEZA
JURÍDICA
LA INCONSTITUCIONALIDAD DE LA LEY DEL I.M.S.S.
LOS PRINCIPIOS DEL DERECHO PENAL
EL CONTRATO DE PROMESA
EL DERECHO DE IDENTIDAD
¿QUÉ ES LA JUSTICIA?
ABRIL DEL 2005
Número 13
Universidad de Sonora
DIRECTORIO
Dr. Pedro Ortega Romero
Rector de la Universidad de Sonora
Ing. Héctor César Ornelas Vizcarra
Vicerrector
Lic. Luz Haydeé Cruz Morales
Directora de la División
Económicas y Sociales
de
Ciencias
Lic. María del Rosario Molina González
Jefe del Departamento de Ciencias Sociales
Lic. Ramón Corona Anduaga
Presidente de la Academia de Derecho
CONSEJO EDITORIAL
Lic. Ramón Corona Anduaga
Lic. Francisco Javier Valdez Valenzuela
Lic. María del Rosario Molina González
Lic. María de Jesús Camargo Pacheco
Lic. Iliana Guadalupe Cortéz A.
Lic. Liliana del Carmen Lagarda Navarro
Lic. David Hernández Aguirre
Lic. José Raúl García Bojórquez
COLABORADORES
Lic. Francisco Javier Valdez Valenzuela
Lic. César Edmundo Sánchez Félix
Lic. Ramón Corona Anduaga
Lic. María de Jesús Camargo Pacheco
Lic. Miguel Lagarda Flores
Lic María del Rosario Molina Gonzáles
Lic. Raymundo Gámez Perea
Lic. José Moisés Vergara Tejada
EDITORIAL
La Universidad de Sonora, en el
cumplimiento de sus programas
educativos, ha convocado para el
examen a los alumnos de bachiller o
preparatoria que deseen ingresar a la
máxima casa de estudios en el Estado
de Sonora; en ese sentido en todas las
unidades se están ofertando una
amplia gama de carreras, con la
seguridad de que los programas co-
Unidad Regional Sur
rrespondientes
se
encuentran
certificados, es decir hemos entrando a
una etapa de consolidación de todos y
cada uno de los proyectos, por tanto
es importante reiterar la invitación a
toda
la
comunidad
estudiantil
sonorense de preparatoria, para que
en cumplimiento de los términos de la
convocatoria publicada en los medios
de comunicación, asuman la tarea y
participen del examen de admisión y
estén en la posibilidad de ingresar
como nuevos búhos, pues cabe aclarar
con beneplácito, que las solicitudes
rebasan con mucho la oferta que
tenemos, de ahí la importancia de que
no se deje pasar la oportunidad, por
que los espacios ofrecidos no son
todos los que se solicitan, sino que
estamos en una situación donde la
demanda es mayor que la oferta, y ello
habla bien de nuestra institución, que
se mantiene a la vanguardia de la
educación superior en el estado.
Por otro lado es importante
señalar que las unidades regionales de
la Universidad, que son la Sur en
Navojoa, La Norte en Caborca, la
Central en Hermosillo, la de Santa Ana
y la de Nogales, ofrecen diferentes
opciones educativas, es decir no se
ofertan las mismas carreras, por tanto
se debe seleccionar la Unidad
atendiendo a la región o domicilio del
futuro búho,(Estudiante), y a la carrera
que se desea estudiar.; ADELANTE Y
BIENVENIDOS SEAN LOS FUTU
ROS BUHOS DE LA UNISON.
GRACIAS.
[email protected]
Universidad de Sonora
Unidad Regional Sur
ÍNDICE
página
JURISPRUDENCIA: UNA
APROXIMACIÓN A SU DEFINICIÓN Y
NATURALEZA JURÍDICA
1
EL CONTRATO DE PROMESA
5
LOS PRINCIPIOS RECTORES DEL
DERECHO PENAL
7
¿QUÉ ES LA JUSTICIA?
10
EL DERECHO DE IDENTIDAD
15
LA INCONSTITUCIONALIDAD DE LA
LEY DEL I.M.S.S.
19
Universidad de Sonora
JURISPRUDENCIA: UNA
APROXIMACIÓN A SU
DEFINICIÓN
Y NATURALEZA JURÍDICA
I PARTE
Lic. María del Rosario Molina González
Lic. Miguel Lagarda Flores
Hablar
de
la
definición
de
jurisprudencia es una empresa amplia, toda
vez que en ella suelen adherirse sus
características, efectos y alcances en el
sistema de derecho de un Estado en un tiempo
o época determinada. De tal suerte que en
propósito del presente artículo arribar a una
visión totalizadora de la Jurisprudencia.
El presente análisis se origina con la
referencia etimológica de tal vocablo, con su
eminente influencia de las raíces latinas,
posteriormente se abre un abanico de los
conceptos doctrinales, que ha nuestro juicio,
son los mas significativos en las pretensiones
definitorias de la jurisprudencia.
Raíz
etimológica
jurisprudencia.
del
vocablo
La palabra jurisprudencia es una
1
palabra culta , que proviene etimológicamente
de las voces latinas ius, iuris y prudencia. El
primero con un significado de derecho, en
tanto que el segundo entendido como
sabiduría, conocimiento, prudencia. Así en su
sentido etimológico es entendida como
“sabiduría del derecho” o “conocimiento del
derecho”.
Es mérito atribuible al jurisconsulto
romano Ulpiano el que dichos términos hayan
llegado a nuestros días, el cual la definió
como: “divinarum ataque humanarum rerum
notitia, justi et injusti scientia”, que traducida
al español significa: Jurisprudencia es la
noticia o conocimiento de las cosas humanas y
1
PODER JUDICIAL DE LA FEDERACION; Suprema Corte de
Justicia de la Nación, La Jurisprudencia en México, México,
2002, Pp. 175-177
Unidad Regional Sur
divinas, así como la ciencia de lo justo y de lo
injusto”. 2
Como se puede apreciar en esta
percepción latina de jurisprudencia, se
desdobla en dos elementos fundamentales. El
primero como ciencia de lo justo e injusto, que
denota el trabajo del prudente o jurisperito de
saber y conocer el derecho; y por el otro, el de
la noticia de las cosas divinas y humanas,
pues para este momento histórico, el derecho
romano se encontraba en una etapa en la cual
aun no lograba separarse el derecho de la
influencia
sacerdotal
o
religiosa.
La
secularización llegó con posterioridad y
después de un proceso paulatino.
Al ocurrir la secularización del derecho,
es decir, al separarse éste último de la religión,
trae como consecuencia inmediata la aparición
de la ciencia del derecho, y de ahí la
importancia de la interpretación de los
3
jurisconsultos.
Es necesario reconocer que el trabajo
de estos jurisprudentes o jurisconsultos
tuvieron una influencia fundamental en el
sistema jurídico romano en formación, de tal
suerte que su trabajo, entendido como
“contestaciones, peritajes y opiniones se
coleccionaban, discutían y comparaban,
formándose así un abigarrado conjunto de
decisiones concretas, de consejos e ideas, que
es la jurisprudencia romana”, parte de la cual
se conservó en el digesto de Justiniano. 4
Así las cosas, la jurisprudencia para el
derecho escrito ha estado ligado a la obra
interpretativa de los jurisprudentes romanos,
primeramente reconocido solamente a los
sacerdotes integrantes del Pontífice Romano,
después
de
la
secularización,
los
jurisconsultos no necesariamente debían ser
sacerdotes, éstos requirieron el aval del
emperador
denominado
ius
publice
respondendi, con posterioridad incluso el
2
BURGOA Orihuela, Ignacio. Diccionario de Derecho
Constitucional, Garantías y Amparo, 6ª ed., Edit. Porrúa,
México, 2000, P. 257
3
FLORES Barraza, Eusebio, Prontuario General de Derecho
Romano, Cárdenas editor y distribuidor, México 1991, P. 32
4
MARGADANT S. Guillermo, Derecho Romano, Edit. Esfinge,
México, 1997, p. 54
Universidad de Sonora
mismo emperador empezó a dar respuestas y
jurisprudencias.
Conceptualización doctrinal.
Previo a todo análisis, consideramos
necesario invocar algunos de los sucesos más
trascendentes en éste proceso evolutivo que
marca las implicaciones de la jurisprudencia en
los ordenamientos jurídicos en las diferentes
sociedades.
Así, después de una intensa evolución
de la jurisprudencia durante la época clásica
del derecho romano, con la caída del Imperio
se da, en la Edad Media un estanco del trabajo
jurisprudencial, mucho influyó que el trabajo de
los glosadores y comentaristas, personajes de
éste momento histórico, fue de poca
trascendencia pues se dedicaron precisamente
a comentar respecto al trabajo jurisprudencial
realizado por los romanos.
En épocas
modernas, el trabajo de los humanistas
italianos durante el Renacimiento, hacen una
verdadera reconstrucción del derecho romano
jurisprudencial, inclusive fue denominado
como culta jurisprudencia.
La Revolución
Francesa es un parte aguas que significó la
ruptura de la jurisprudencia, pues se limitó
toda función interpretativa del juzgador.
Posteriormente, el devenir histórico revela el
resurgimiento de la jurisprudencia, son las
épocas o etapas trascendentes del donde se
ciñe ese vaivén de la definición de
5
jurisprudencia.
La referencia anterior fue necesaria
pues, a partir del momento y lugar
determinado, se puede percibir o matizar la
importancia, naturaleza y alcance de la
jurisprudencia, de tal suerte que, algunos de
los conceptos más significativos e ilustradores
que describen esta percepción del análisis de
jurisprudencia son:
De acuerdo al español Francisco
Suárez 6 con una formación de filósofo
Unidad Regional Sur
escolástico, se apega al origen etimológico de
jurisprudencia, ius que significa lo justo y
equitativo, y aun cuando no existe en su obra
un concepto concreto, se apega a la definición
tradicional que la percibe como “el arte de lo
bueno y de lo equitativo, porque en la
interpretación de las leyes siempre debe
atender a lo bueno y equitativo, aunque
algunas veces sea preciso templar el rigor de
las palabras para no apartarse de lo equitativo
y bueno natural”.
7
Para Hans Kelsen es percibida como
la “ciencia particular del derecho”.
La
jurisprudencia ve al derecho como un sistema
de normas generales e individuales. Los
hechos
son
considerados
en
esta
jurisprudencia solamente en tanto que ellos
son el contenido de las normas jurídicas.
Sigue diciendo en la teoría pura de
Kelsen que solamente las normas que
establecen cómo los individuos deben
comportarse, con objeto de la jurisprudencia,
nunca la conducta real o fáctica de los
individuos. Además que la jurisprudencia
considera a una norma jurídica como válida
solamente si pertenece a un orden jurídico que
sea eficaz en general.
En estos dos conceptos claramente
podemos percibir enfoque teóricos totalmente
divergentes; pues Suárez atribuye a la
jurisprudencia el valor de lo justo e injusto,
presencia latente del atributo religioso
originario del derecho romano, de manera que
Suárez nos la presenta como la virtud para
identificar lo justo de lo injusto, pero
concatenadamente se infiere en su concepto la
idea de ciencia, como conjunto de
conocimientos derivado de la capacidad
intelectual del jurisprudente.
Desde la perspectiva kelseniana, se le
reconoce el carácter de ciencia, y la percibe
como
un
conjunto
de
conocimientos
sistematizados directamente correlacionados
5
Notas de Clase. Materia: Jurisprudencia, dentro
del programa curricular de la Maestría en Amparo,
Universidad Autónoma de Durango, Mta. Aída
Araceli Patiño, Los Mochis, Sinaloa, Marzo 2003.
6
LARA Marín, Ricardo. El concepto de
jurisprudencia en Francisco Suárez y Hans Kelsen,
artículo publicado en JURIDICA, Anuario del
Departamento de Derecho de la Universidad
Iberoamericana, No. 30, México 2000, Edit.
Venustiano Reyes Reyes. P. 681
7
Ibid. P. 687
Universidad de Sonora
con la norma jurídica general, emanada de
aplicar ésta a los casos individuales.
Por otro lado, Acosta Romero y Pérez
Fonseca al analizar las ideas de Villoro
Toranzo advierten que éste la describe en tres
acepciones: 1) Al designarla como ciencia del
derecho, 2) Al determinar que es el criterio de
aplicación del derecho por los tribunales y; 3)
como labor de determinados tribunales en
cuanto que el sentido de sus sentencias es
obligatorio para los Tribunales que les son
8
inferiores.
Las dos últimas acepciones entrañan
un especial punto de apoyo, más allá de la
concepción romanista, en ellas se le aprecia
como una facultad derivada de los tribunales
para aplicar el derecho, en tanto que en la
segunda la vislumbra como esencia de las
sentencias de éstos tribunales que constriñe a
aquellos jerárquicamente inferiores. Ambas
vertientes, como lo veremos más adelante,
matizan actualmente la conceptualización y
naturaleza de la Jurisprudencia en nuestro
sistema de derecho.
En la perspectiva del ilustre Luis
9
Jiménez de Asúa , la explica en sensu stricto,
entendiéndola como la doctrina sentada por el
superior tribunal de casación en sentencias
numerosas y coherentes.
Aún cuando Jiménez de Asúa es
eminentemente penalista, la interpretación que
hemos indicado con antelación nos permite
encontrar características esenciales de la
Jurisprudencia de reiteración, en tanto que nos
describe un número (varias) de sentencias las
cuales adquieren el carácter de identidad o
similitud, amén que vuelve a incidir, como lo
han constatado otros de los autores referidos,
en el aspecto de jerarquía, es decir que es
producto de un recurso de casación (revisión)
que resuelve un tribunal supremo.
Criterio que se colige al proclamado
por Jiménez de Asúa es el que propone el
8
ACOSTA Romero Miguel y PEREZ Fonseca
Alfonso. Derecho Jurisprudencial Mexicano, 2ª ed.,
Edit. Porrúa, México, 2000, P. 73
9
JIMÉNEZ de Asúa Luiz, La ley y el delito,11ª ed.,
Edit. Sudamérica, Buenos Aires, 1997, P. 87
Unidad Regional Sur
panameño Bonifacio Diferman 10 quien define a
la jurisprudencia como la aplicación del
derecho, constante, repetida, uniforme y
coherente. Y finaliza afirmando que una
sentencia aislada no constituye por sí sola
jurisprudencia.
Con la definición de Diferman ya
pueden adherirse a nuestro análisis nuevas
características de Jurisprudencia, es así que la
coherencia y uniformidad como caracteres
fundamentales del acto jurisprudencial, son ya
introducidos al análisis, de ahí que sea preciso
señalar que no basta la repetición o constancia
de la sentencia del tribunal, sino que además
éstas deben estar impregnadas de ese indicio
de uniformidad, lo que le da la reiteración y
analogía en los casos y sentencia que se
resuelven. Finalmente nos abre la luz de que
la obligatoriedad no se reconoce, ni doctrinal y
jurídicamente, al precedente aislado, pero
como
veremos
los
precedentes
van
impregnados de una carga moral orientadora.
En el pensamiento de los juristas
mexicanos contemporáneos, el Dr. Ignacio
11
Burgoa la describe como:
“La Jurisprudencia se
traduce
en
las
interpretaciones
y
consideraciones
jurídicas
integrativas uniformes que
hace una autoridad judicial
designada para tal efecto por
la ley, respecto de uno o
varios puntos de derecho
especiales y determinados
que surgen en cierto número
de
casos
concretos
semejantes
que
se
presentan, en la inteligencia
de
que
dichas
consideraciones
e
interpretaciones
son
obligatorias
para
los
inferiores jerárquicos de las
mencionadas autoridades y
10
DIFERMAN Bonifacio, cit. en artículo
www.geocities.com/
Jurisprudencia,
derechoonline/jurisprudente.htm
11
BURGOA Orihuela Ignacio. El juicio de
Amparo, Edit. Porrúa, México, 1992, P. 821
Universidad de Sonora
que expresamente señala la
ley”.
Igualmente el Dr. Alberto del Castillo
del Valle 12 la describe como La interpretación
que de la ley hacen los órganos facultados
para ello, esclareciéndose, aclarándose y/o
confirmándose lo que el legislador quiso decir
en su obra (la ley), siendo de observancia
obligatoria para los inferiores jerárquicos del
tribunal que sentó la tesis respectiva.
Ambos aspectos doctrinarios nos
aportan ya elementos de la llamada
jurisprudencia técnica, entendida como la
interpretación que de la ley hace el tribunal,
pero a la vez inciden, abiertamente, en la idea
de obligatoriedad y el carácter jerárquico del
tribunal que la realiza, aspecto éste ligado al
carácter reiterativo de las sentencias del
tribunal.
El aspecto interpretativo se afianza con
énfasis en la idea de jurisprudencia, que al
hacer
tal
labor,
el
juzgador
está
perfeccionando la ley creada, no como
legislador, sino en función de esclarecimiento,
ideas que magistralmente se reúnen en el
13
criterio del español De la Morena , quien
sostiene:
Jurisprudencia es el
plusvalor o complemento
jurídico, añadido a una
norma imperfecta por los
reiterados fallos del órgano
judicial constitucionalmente
responsable de mantener la
unidad del ordenamiento
jurídico, para lo que éste le
contiene el monopolio de su
única interpretación válida y
el control último e irrevisable
de la legalidad de los actos,
sentencias
y
normas
emanadas de los restantes
poderes públicos del Estado.
12
DEL CASTILLO Del Valle Alberto, Segundo
Curso de Amparo, Edit. Edal, México, 1998, P. 191.
13
DE LA MORENA, Luis, cit. por, Poder Judicial
de la Federación, Suprema Corte de Justicia en
México, La Jurisprudencia en México, México
2002, P. 227
Unidad Regional Sur
Con estas anotaciones se aprecia una
definición general e integradora de las
apreciaciones que los diferentes autores han
realizado respecto a jurisprudencia, y que al
fusionar todas las percepciones doctrinales
que hemos acotado, nos permite intentar
proponer un concepto integrador, por lo que
podemos decir que:
Jurisprudencia es la interpretación emanada
de los tribunales constitucionalmente
facultados para ello, que se materializa a
través de las sentencias de los casos concretos,
con un carácter reiterativo, uniforme y
coherente, que en su conjunto le dan el
atributo de un conocimiento sistematizado, de
naturaleza obligatoria para los órganos
judiciales inferiores de aquél que lo ha
creado; y que al interpretar la norma jurídica
impregna un contenido de justicia, al aplicar
la ley al caso real concreto, de ahí que el
tribunal es aportador de un plusvalor a la ley
incompleta del legislador.
Haciendo un ejercicio conclusivo
previo en esta parte del artículo, consideramos
que las implicaciones a la reforma estructural a
los programas curriculares de las materias de
derecho de práctica procesal y sobre todo la
propia práctica docente, debe ser inminente y
con ésta prioridad, toda vez que bajo la idea
de que “La ley reina y la jurisprudencia
gobierna”, en esa justa dimensión se entiende
que tanto el buen abogado, el estudiante,
como el docente, deben conocer el
ordenamiento jurídico imperante, ya no solo
desde la perspectiva positivista o legalista,
sino bajo la premisa jurisprudencial, pues es
donde realmente se encuentra la labor
interpretativa e integradora del juzgador, que al
hacerlo, enlaza los supuestos normativos con
los hechos y realidades circundantes del
medio social donde se ha de aplicar la ley.
Universidad de Sonora
EL CUMPLIMIENTO FORZOZO DE
UN CONTRATO DE PROMESA
¿ PARA QUÉ ?
** Lic. Ramón Corona Anduaga
Debido
a
los
problemas
económicos y financieros por los que
atraviesa una población como la nuestra
que no tiene una economía muy
fortalecida, hoy en día ha tomado fuerza
entre las gentes el hecho de realizar
promesas de contrato, que no son otra
cosa
que
prometer
celebrar
un
determinado contrato a futuro, recayendo
sobre todo en las compraventas de
diversos
y
diferenciados
artículos,
destacando el relativo a casas, con el
ingrediente de que en muchos de los
casos el promitente vendedor
y
comprador desconocen las características
y consecuencias legales de una promesa,
que de cumplirse o no, produce efectos
jurídicos tan importantes unos como los
otros.
Resulta conveniente destacar en
primer término que la promesa de contrato
tiene una atención en la codificación civil,
es decir no está sujeta nada más al arbitrio
de las partes contratantes, sino que está
reglamentada, así el artículo 2474 del
Código Civil en Sonora dice:
“……Es aquel por virtud del cual
una parte o ambas se obligan en
cierto tiempo a celebrar un contrato
futuro determinado.”
Lo anterior nos dice de entrada que los
sujetos
recibirán
el
nombre
de
promitentes, denominándose así por que
ambos
se
prometen
beneficios
respectivos, naciendo desde este mismo
momento las obligaciones recíprocas
para las partes promitentes, de celebrar
Unidad Regional Sur
en el tiempo determinado en la propia
promesa, el contrato definitivo que se
haya pactado celebrar, de tal manera que
si uno de los promitentes después se
arrepiente y no quiere ya celebrarlo,
estará incurriendo en una causal de
incumplimiento que le significará la
posibilidad de que pueda ser demandado
y condenado a la postre a pagar, ya sea
cumpliendo
forzosamente
con
la
celebración del contrato definitivo o
indemnizando económicamente por los
daños y perjuicios causados con la falta
de celebración del contrato de que se
trate.
Ahora bien es importante decir que
el contrato de promesa solo es factible
celebrarlo sobre obligaciones de hacer,
es decir específicamente en relación con
la celebración del contrato definitivo con
todo lo ofrecido, cabiendo decir también
que las condiciones no podrán ser
variadas, salvo que los propios
promitentes
al
momento
de
la
celebración del contrato definitivo lo
quieran hacer.
En tiempos pasados se había
llegado a considerar que la existencia de
esta figura jurídica no tenía razón de ser,
pues incluso los romanos considerados
los padres del derecho, no lo contemplaban en su legislación, pues es de
reconocido valor el hecho de que la
palabra era suficiente para que las partes
cumpliesen con lo que prometían, mas
sin embargo el avance y evolución de
una sociedad como la nuestra, hizo que
el legislador se ocupara y reglamentara
la situación, de tal manera de que la
promesa de contrato hoy en día, debe
de celebrarse por escrito y cumpliendo
con todos los requisito de cualquier
contrato, es decir que las partes tengan
plena capacidad, que las voluntades
sean conscientes y libres, que el motivo,
el fin y el objeto del futuro contrato sean
lícitos, entre otras especificaciones no
menos importante, todo lo cual servirá
Universidad de Sonora
para que si una de las partes promitentes
no cumple, la otra pueda actuar ante los
tribunales a como lo hemos expresado
en líneas anteriores.
Ahora bien, cabe decir entonces
que tendremos que actuar como se actúa
en las negociaciones mercantiles, todo por
escrito aunque vaya a celebrarse a futuro,
pues solo así se tendrá la oportunidad de
asegurar al menos un juicio, sin tener que
exponernos a que el promitente se niegue
cuando el contrato se haya celebrado
verbalmente; sin embargo todo es teoría
por que desafortunadamente, el hecho de
que no se cumpla a pesar de estar
penalizado en nuestro derecho, no
trasciende por que cualquiera que tenga
necesidad de reclamar ante una autoridad,
ésta a lo más que puede obligar es a que
se celebre el contrato definitivo que se
hubiere pactado, y si acaso se logra,
aunque es muy difícil, daría razón para
exigir el cumplimiento forzoso de aquel
contrato definitivo, pero deberá ser muy
importante o valioso lo que se disponga en
el citado contrato como para animarse a
demandar la acción de cumplimiento
forzoso del contrato, a través de un juicio
que por las característica de tortuguismo
de nuestros tribunales, así como por las
personales y profesionales de los
funcionarios, que lejos están de ser la
óptimas, durará un tiempo muy amplio,
que no precisamente serán meses sino
años, de ahí que sostengamos que en
términos prácticos no valga la pena buscar
primero el cumplimiento forzoso de la
promesa de contrato y luego el
cumplimiento
forzoso
del
contrato
definitivo, constituyéndose a nuestro criterio en letra muerta todo lo que se dice en
el Código Civil de Sonora en lo respectivo
a la formación de los contratos preliminares o promesas de contrato, al menos
en lo que se refiere a una pretendida
ejecución procesal, por lo que ya se dijo,
pues como dice el refrán: “ el prometer no
empobrece, el cumplir es el que aniquila”.
Unidad Regional Sur
Bibliografía.
ROJINA
Villegas
Rafael.
(2003).
Compendio de Derecho Civil. Contratos.
Tomo IV. Editorial Porrúa, S.A.
PEREZ Fernández del Castillo Bernardo.
(1999).Contratos Civiles. Sexta Edición.
Editorial Porrúa. México.
Código Civil para el Estado de Sonora,
(2003) Editorial Cajigas. Puebla, Puebla.
**
MAESTRO
DE
TIEMPO
COMPLETO
UNIDAD REGIONAL SUR
UNISON
Universidad de Sonora
Unidad Regional Sur
El presente artículo se reproduce,
debido a que en la edición anterior, número
doce, el mismo salió con errores de impresión,
motivo
por
el
cual
pedimos
una
disculpa.******
principio del bien jurídico, principio de acto,
principio de culpabilidad y principio de
presunción de inocencia.
PRINCIPIOS RECTORES DEL
DERECHO PENAL
a).- Principio de legalidad
Este principio es el más importante de
todos y sobre él se construye todo el sistema
penal.
****
M.D.P. María de Jesús Camargo Pacheco
El derecho penal constituye uno de los
principales recursos con los que cuenta el
Estado para el mantenimiento de la paz y
seguridad públicas, a través de él se intenta
salvaguardar los bienes más importantes para
el hombre, como lo son la vida, la libertad, el
honor, el patrimonio, entre otros.
El derecho penal se caracteriza por
reaccionar de una manera más severa ante
ciertos actos humanos imponiendo penas que
incluso pueden consistir en la pérdida de la
vida o la libertad.
En razón a lo anterior, ha sido
necesario establecer una serie de principios
que garanticen el máximo respeto a los
derechos de quienes son sometidos a un
proceso penal, para evitar imponerles castigos
injustos; apareciendo así desde la época de la
ilustración algunos de ellos, como el principio
de legalidad, el principio de la proporcionalidad, el principio de la racionalidad de las
penas, que se encuentran contenidos en los
diversos principios vigentes en la actualidad.
Dentro de la doctrina penal se han
definido gran diversidad de principios
garantistas de los derechos del acusado,
llegándose por ello a señalar que el derecho
penal es la carta magna del delincuente.
En este estudio se hará referencia
únicamente a los siguientes: principio de
legalidad, principio de tipicidad, principio de
intervención mínima del derecho penal,
Veamos en que consiste cada uno de
ellos y su correspondencia con la norma penal
y prácticas de los tribunales penales.
Consiste en que el Estado en ningún
caso podrá imponer pena o medida de
seguridad alguna sino es por la realización de
una conducta previamente descrita en la ley
como delito o sin que la sanción esté
igualmente establecida en la ley.
Se resume en el aforismo jurídico:
“nullum crimen nulla poena sine lege”, que
quiere decir que no hay delito y por lo tanto no
debe haber pena si no hay ley que señale tal o
cual conducta como delictiva.
Señala el Dr. Moisés Moreno
Hernández, que “este principio no solo exige
que los órganos del estado ajusten el ejercicio
de su poder a lo establecido por la ley, sino
que también la propia ley penal esté diseñada
con claridad y precisión, de suerte que su
contenido se derive seguridad jurídica para
14
los individuos”.
Este principio se encuentra Plasmado
en el artículo 14 constitucional, 15 al señalar
que nadie podrá ser objeto de castigo, si no es
por la realización de cualquiera de las
conductas catalogadas como delitos en las
leyes penales, de tal manera de que no se
pueden castigar aquellas conductas amorales,
vergonzosas, reprochables, criticables si éstas
no se encuentran contempladas en la ley como
14
Moreno Hernández, Moisés, Política
criminal y Reforma Penal, Algunas bases para su
democratización en México, Cepolcrim, México,
1999, p. 115.
15
El artículo en referencia señala que “en
los delitos del orden criminal queda prohibido
imponer, por simple analogía y aún por mayoría de
razón, pena alguna que no esté decretada por una
ley exactamente aplicable al delito de que se trate”.
Universidad de Sonora
delictivas. El legislador decide en el texto de la
ley cuales son las conductas delictivas y cual
es la pena para ellas.
El principio de legalidad implica la
creación
de tipos penales (delitos) cuya
función estriba en describir la materia de
regulación, describiendo la conducta que la
norma penal prohíbe u ordena, y que
constituye un requisito necesario para poder
hablar de delito; asimismo plantea la
necesidad que la redacción de los tipos
penales sea lo suficientemente clara para que
el ciudadano común pueda entender su
significado y por lo tanto
motivar a su
comportamiento
en
función
de
su
comprensión. Por ello es importante que el
legislador al momento de redactar la ley evite
términos ambiguos o confusos que provoquen
incertidumbre sobre su aplicación.
b).- Principio de no retroactividad de la ley
en perjuicio
Queda
prohibido
imponer
retroactivamente una norma penal si con esto
se perjudica al reo.
Interpretado a contrario se entiende de
que si una reforma penal beneficia al reo
porque disminuye la penalidad del delito
cometido, lo desaparece o cambia de manera
sustancial la naturaleza de la pena,
haciéndola más benévola, sí puede aplicarse
retroactivamente independientemente de la
situación procesal del reo (sea o no
sentenciado), con tal de que no haya cumplido
con la condena.
c).- Principio de intervención mínima del
derecho penal.
Este principio, también conocido como
principio de ultima ratio, implica que el derecho
penal sólo debe ser utilizado como último
recurso en la prevención de la delincuencia,
cuando otros medios resultan ineficaces;
impone la necesidad de agotar previamente
recursos no penales, cuyas consecuencias
sean menos drásticas, pero pueden resultar
más eficaces que las penales para la
protección de bienes jurídicos.
A la decisión de incluir nuevos delitos
en las leyes penales o aumentar su penalidad,
16
se le conoce como política criminal y tiene
16
Política Criminal, es el poder del Estado
para caracterizar un conflicto social como delito. Es
Unidad Regional Sur
como propósito la prevención de la
criminalidad. En la decisión de ampliar el
catálogo de delitos y penas, se debe
necesariamente tomar como fundamento,
estudios criminológicos, que den cuenta del
impacto de esas conductas y la necesidad de
castigarlas. Ese proceso al cual muchos
juristas llaman “crimininalización”, debe estar
expuesto a una constante revisión crítica.
d).- Principio del bien jurídico
Este principio se refiere, que en ningún
caso deberá imponerse pena alguna si no es
por la realización de una conducta que haya
lesionado o, por lo menos, puesto en peligro
17
un determinado bien jurídico. Al legislador le
exige que en sus regulaciones penales no
deberá prohibir u ordenar conductas si no
existe de por medio un bien jurídico que
proteger. Es decir, los tipos penales sólo se
justifican en la medida en que con ellos se
trata de proteger un determinado bien jurídico.
Por ello la consideración que el bien jurídico
constituye la razón de ser de los tipos penales
y de todo derecho penal. Así el homicidio y el
aborto protegen el bien jurídico de la vida, el
secuestro y la privación ilegal de la libertad a la
libertad ambulatoria, el robo y el fraude el
patrimonio, las calumnias y la difamación, el
honor, etc.
e).- Principio de acto
Precisa que las normas penales
únicamente pueden prohibir u ordenar
conductas humanas (acciones u omisiones),
por lo que al sujeto sólo se le podrá imponer
una pena o medida de seguridad “por lo que
haya hecho” y no “por lo que es”; se rechaza,
la decisión del Estado de clasificar como delictiva
una conducta, con el objeto de disminuir o prevenir
su incidencia dentro de la sociedad. Bustos, Juan, y
Hormazábal Malareé, Hernán, Lecciones de
Derecho Penal, Ed. Trotta, Madrid, 1997, p. 29.
17
Juan Bustos, define al bien jurídico
como “el objeto protegido por el sistema penal, cuya
relevancia consiste en limitar el poder del Estado
de definir conductas criminales a la exclusiva
protección de bienes jurídicos”.
Franz Von Liszt define al bien jurídico
(1888) como “el interés jurídicamente protegido”;
Welsel (1976), como “todo Estado social que el
derecho quiere resguardar de lesiones”
Bustos, Juan,
y Hormazábal Malareé,
Hernán, Op Cit. , p. 58
Universidad de Sonora
por lo tanto, que las normas prohíban u
ordenen meros estados o situaciones de la
persona o formas de conducir su vida. Lo
anterior implica que la sanción imponible a un
delincuente debe realizarse en función de la
gravedad de la conducta cometida y no en
función de lo que fue o hizo en el pasado. Esto
es, no deben tomarse en cuenta los antecedentes penales para determinar la penalidad
por el nuevo delito, porque se castigaría
doblemente una misma conducta.
Estas ideas inspiraron que muchas
legislaciones, entre las que se encuentra el
Código Penal Sonorense, modificaran las
reglas
de
los
antecedentes
penales,
estableciendo su prescripción, lo cual es un
gran avance, ya que poco a poco estamos
transitando de un derecho peligrosista a un
derecho penal de acto.
f).- Principio de culpabilidad
Conforme a este principio: a nadie se
le impondrá pena alguna si no se demuestra
previamente su culpabilidad; por otra parte, la
medida de la pena estará en relación directa
con el grado de culpabilidad del sujeto, esto es
el límite de la pena no deberá exceder el límite
de la culpabilidad; lo que quiere decir que la
culpabilidad constituye tanto el fundamento
como el límite de la pena.
g). Principio de presunción de inocencia
Este principio atribuye al órgano del
Estado la carga de probar la culpabilidad del
sujeto autor de la conducta antijurídica, y que
mientras aquél no demuestre su culpabilidad
se le tendrá por inocente. Sin embargo, este
principio no ha sido recogido por las
legislaciones penales, y es el acusado de un
delito quien tiene que probar su inocencia,
siendo la prisión preventiva contradictoria con
este principio, ya que se aplica la pena de
prisión, aún antes de que se haya
comprobado la responsabilidad del sujeto en el
delito.
Es de destacarse la propuesta
anunciada desde el día 27 de abril del 2005,
por el señor Presidente de la República
Vicente Fox Quezada, en el sentido de reforma
las leyes penales para resguardar los
derechos de los ciudadanos sujetos a juicio
penal, para que no sean privados de los
mismos en tanto no se dicte una sentencia
final y definitiva.
Unidad Regional Sur
De todo lo anterior se puede concluir
que los principios tienen por objeto limitar el
ejercicio del poder de los diferentes actores del
sistema penal; (al legislador, al juzgador y a
los órganos encargados de la aplicación de
sanciones),si bien es cierto estos principios
han frenado los abusos que en el pasado
cometía la autoridad, sobre todo
a los
encargados de aplicar la ley, aún hay mucho
por hacer para que en nuestra legislación se
respeten cada uno de los principios que rigen
al derecho penal.
Bibliografía sugerida;
BUSTOS, Juan, y HORMAZÁBAL MALAREÉ,
Hernán, Lecciones de Derecho Penal. Ed.
Trotta, Madrid, 1997.
COHEN, Stanley, Visiones del Control Social,
traducido por Bustos Ramírez, Juan y
Hormazábal Malareé, Ed. Promociones y
Publicaciones
Universitarias
S.A.,
Barcelona,1988.
JIMÉNEZ DE ASÚA LUIS, Lecciones de
Derecho Penal ,Ed. Oxford, Volumen 3,
México, 1999.
MORENO HERNÁNDEZ, Moisés, Política
Criminal y Reforma Penal, Algunas bases para
su democratización en México, Cepolcrim,
México, 1999.
** MAESTRA DE TIEMPO
COMPLETO
CON MAESTRÍA EN DERECHO
PENAL
UNIDAD REGIONAL SUR
UNIVERSIDAD DE SONORA
Universidad de Sonora
Unidad Regional Sur
continuamente y que jugó un papel
muy importante en la ética de los
antiguos. La solución depende de la
decisión que determina cual de los dos
valores, vida o libertad, es superior. Si
la vida es el valor más alto, el suicidio
es injusto, si lo es la libertad y si una
vida sin libertad no tiene valor alguno,
el suicidio no es entonces tan sólo
permitido sino exigido. Es el problema
de la jerarquía entre el valor vida y el
valor libertad. En este caso sólo es
posible una solución subjetiva, una
solución que únicamente tiene valor
para el sujeto que juzga y que en
ningún caso alcanza la validez
universal que posee, por ejemplo, la
frase que afirma que el calor dilata los
metales. Este último es un juicio de
realidad y no de valor.
****La presente colaboración representa la
segunda y última parte del artículo
publicado con el mismo título en la edición
número doce. *****
¿QUÉ ES LA JUSTICIA?
** Lic. César Edmundo Sánchez Félix
II.- La jerarquía de los valores
1.
2.
Lo que se acaba de decir
puede ser ilustrado con algunos
ejemplos. Para una determinada
convicción moral, es la vida humana,
la vida de cada cual, el valor supremo.
La consecuencia de esta concepción
es la prohibición absoluta de dar
muerte a un ser humano aún en caso
de guerra o de pena capital. Esta es,
como se sabe, la posición de los que
se niegan a prestar servicio militar o
rechazan por principio la pena de
muerte.
Opuesta a esta posición hay otra
convicción moral que sostiene que el
valor supremo es el interés y el honor
de la nación. Por lo tanto, todos están
obligados a sacrificar su vida y a matar
en caso de guerra a los enemigos de
la nación, cuando los intereses y el
honor de ésta así lo exijan. Parece
entonces también justificable el
condenar a muerte a los grandes
criminales. Desde luego, es imposible
decidirse de una manera científico_
racional por cualquiera de estos juicios
de
valor
fundados
en
tan
contradictorias
concepciones.
En
último caso es nuestro sentimiento,
nuestra voluntad, no nuestra razón, lo
emocional y no lo racional de nuestra
conciencia, quien resuelve el conflicto.
Otro ejemplo: a un esclavo o a
un prisionero de un campo de
concentración en donde la fuga es
imposible, se le plantea el problema de
saber si el suicidio es moral o no. Este
es un problema que se presenta
3.
Supongamos sin por eso
sostenerlo que sea posible demostrar
que mediante los llamados planes
económicos se puede mejorar en tal
forma la situación de un pueblo que la
seguridad económica individual quede
asegurada, y que tal organización sólo
sea factible mediante una renuncia o
al menos una considerable limitación
de la libertad individual. La respuesta a
la pregunta de si es preferible un
sistema económico libre o una
economía planificada depende de que
nos decidamos por el valor de la
libertad individual o por el valor de la
seguridad económica. Una persona
con fuerte sentimiento individualista
preferirá la libertad individual, mientras
otra que sufra de un cierto complejo de
inferioridad se inclinará por la
seguridad económica. Esto significa
que a la pregunta de si la libertad
individual es un valor superior a la
seguridad económica o si la seguridad
económica es una valor preferible a la
libertad individual, sólo es posible dar
una respuesta subjetiva y en ningún
caso formular un juicio objetivo como
lo es aquel que afirma que el acero es
más pesado que el agua y el agua
más pesada que la madera. Estos son
juicios de realidad que pueden ser
comprobados experimentalmente y no
Universidad de Sonora
Unidad Regional Sur
juicios de valor que no permiten tales
verificaciones.
4.
5.
lograr en forma más efectiva que los
ciudadanos, libremente y sin coacción,
se conduzcan justamente?”. “Si yo
fuera legislador obligaría a todos los
escritores y a todos los ciudadanos a
expresarse en este sentido, es decir, a
afirmar que la vida más justa es la más
feliz” 1. Según Platón el gobierno está
autorizado para utilizar aquellas
mentiras que considere convenientes.
Platón coloca así la justicia es decir lo
que el gobierno como tal entiende, o
sea, la legalidad por encima de la
verdad. Pero no hay ninguna razón
que nos impida colocar la verdad por
encima de la legalidad y rechazar la
propaganda del gobierno por estar
fundada en la mentira, aún en el caso
en que esta última sirva para el logro
de un buen fin.
Después de un cuidadoso
examen de su paciente, descubre el
médico una enfermedad incurable que
en poco tiempo provocará la muerte de
aquél. ¿Tiene el médico que decir la
verdad al enfermo, o pude y hasta
debe mentir y decir que la enfermedad
es curable y que no existe ningún
peligro
inmediato?
La
decisión
depende de la jerarquía que se
establezca entre ambos valores:
verdad o compasión. Decir la verdad al
enfermo equivale a mortificarlo con el
temor de la muerte, mentir significa
ahorrarle este sufrimiento. Si el ideal
de la verdad es superior al de la
compasión, el médico debe decir la
verdad, en caso contrario deberá
mentir. Pero cualquiera que sea la
jerarquía de estos dos valores, es
imposible dar a esta pregunta una
respuesta fundada en consideraciones
científico racionales.
Como
se
hizo
notar
anteriormente, Platón sostiene que el
justo y esto significa para él aquél que
se conduce legalmente y únicamente
el justo es feliz y el injusto o sea el que
actúa ilegalmente infeliz. Platón dice:
“la vida más justa es la más feliz”. Sin
embargo admite que en algunos
casos, el justo puede ser desgraciado
y el injusto feliz. Pero agrega el filósofo
es absolutamente necesario que los
ciudadanos sometidos a la ley crean
en la verdad de la frase que afirma que
sólo el justo es feliz aún en el caso en
que ésta no sea verdadera. De lo
contrario nadie querría obedecer la ley.
En consecuencia, el gobierno tiene,
según Platón, el derecho de difundir
entre los ciudadanos, por todos los
medios posibles, la doctrina de que el
hombre justo es feliz y el injusto
desgraciado aún cuando esto sea
falso. Si esta afirmación es una
mentira, es una mentira necesaria
pues garantiza la obediencia de la ley.
“¿Puede encontrar un legislador que
sirva para algo, una mentira más útil
que ésta o alguna otra que pueda
III
6.
La solución que se dé al
problema de la jerarquía de los valores
vida y libertad, libertad e igualdad,
libertad y seguridad, verdad y justicia,
verdad y compasión, individuo y
nación será distinta según que este
problema sea planteado a un cristiano,
para quien la salvación del alma, es
decir, el destino sobrenatural, es más
importante que las cosas terrenas, o a
un materialista que no cree en la
inmortalidad del alma. Y la solución no
puede ser la misma cuando se acepta
que la libertad es el valor supremo,
punto de vista del
liberalismo, y
cuando se supone que la seguridad
económica es el fin último del orden
social, punto de vista del socialismo. Y
la respuesta tendrá siempre el carácter
de un juicio subjetivo y por lo tanto
relativo.
La
justicia como problema de la
justificación de la conducta humana
7.
El
hecho
de
que
los
verdaderos juicios de valor sean
subjetivos y que por lo tanto sea
posible que existan juicios de valor
contradictorios entre si, no justifica en
ningún caso que cada individuo tenga
su propio sistema de valores. En
Universidad de Sonora
realidad, muchos individuos coincidan
en sus juicios valorativos. Un sistema
positivo de valores no es la creación
arbitraria de un individuo aislado sino
que es siempre el resultado de
influencias individuales recíprocas
dentro de un grupo dado (familia, raza,
clan,
casta,
profesión)
bajo
determinadas
condiciones
económicas. Todo sistema de valores
y especialmente un orden moral, con
su idea central de justicia, es un
fenómeno social y por lo tanto,
diferente según la naturaleza de la
sociedad en las que aparece. El hecho
de que ciertos valores sean en general
reconocidos
dentro
de
una
determinada sociedad es compatible
con el carácter subjetivo y relativo de
los valores que afirman estos juicios.
El que varios individuos coincidan en
un juicio de valor no prueba en ningún
caso que este juicio sea verdadero, es
decir, que tenga validez en sentido
objetivo. Lo mismo que el hecho de
que muchos hayan creído que el sol
giraba alrededor de la tierra no prueba
en absoluto que esta creencia esté
fundada en la verdad. El criterio de
justicia lo mismo que el criterio de
verdad aparece con muy poca
frecuencia en lo juicios de realidad y
en los de valor. A menudo, en la
historia de la civilización humana,
juicios de valor más o menos opuestos
aunque no por eso menos aceptados.
Así, por ejemplo, las sociedades
primitivas
consideraban
que
el
principio
de
la
responsabilidad
colectiva (la venganza de sangre, por
ejemplo),
era
un
principio
absolutamente justo. Por el contrario,
la sociedad moderna afirma que el
principio opuesto, o sea el de la
responsabilidad individual, es el que
mejor responde a las exigencias de
una conciencia recta. Sin embargo, en
ciertos campos, como por ejemplo el
de las relaciones internacionales, el
principio de responsabilidad colectiva,
y en el terreno de las creencias
religiosas,
las
responsabilidad
hereditaria, el pecado original que es
también
una
especie
de
responsabilidad colectiva no son
Unidad Regional Sur
incompatibles con los sentimientos del
hombre
actual.
Tampoco
es
absolutamente imposible que en el
futuro si el socialismo llega al poder
vuelva a ser considerado como moral
en el campo de las relaciones
internacionales
un
principio
de
responsabilidad
colectiva
independiente de toda concepción
religiosa.
8.
Aunque la pregunta acerca de
cual sea el valor supremo no puede
ser contestada racionalmente, el juicio
subjetivo y relativo con el que en
realidad se responde a la misma, es
presentado por lo general como una
afirmación de valor objetivo, o lo que
es lo mismo, como norma de validez
absoluta. Un rasgo característico del
hombre es el sentir una profunda
necesidad de justificación de su
conducta: el tener una conciencia. La
necesidad de justificación o de
racionalización es quizás una de las
diferencias que existen entre el
hombre y el animal. La conducta
externa del hombre no difiere mucho
de la del animal: el pez grande come al
pequeño, tanto en el reino animal
como en el humano. Pero cuando un
“pez humano”. Movido por sus
instintos, se conduce de esta manera,
procura justificar su conducta ante sí
mismo y ante los demás y tranquilizar
su conciencia con la idea de que su
conducta con respecto al prójimo es
buena.
9.
Como el hombre es, en mayor
o menor medida, un ser racional,
intenta racionalmente, es decir,
mediante
una
función
de
su
entendimiento, justificar una conducta
que el temor o el deseo determinan.
Tal justificación racional es posible
sólo en una medida limitada, es decir,
en tanto su temor o su deseo se
refieran
a
determinado
medio
mediante el cual debe lograrse un
determinado fin. La relación de medio
a fin es semejante a la de causa a
efecto; por lo tanto, puede ser
determinada empíricamente o sea por
Universidad de Sonora
Unidad Regional Sur
procedimientos científicos racionales.
Evidentemente, esto no es posible
cuando los medios para lograr un
determinado
fin
son
medidas
específicamente sociales. El estado
actual de las ciencias sociales no
nos permite tener una comprensión
clara del nexo causal de los
fenómenos sociales y por lo tanto,
una experiencia suficiente como
para poder determinar en forma
precisa cuáles son los medios
adecuados
para
lograr
un
determinado fin social. Este es el
caso, por ejemplo, del legislador
cuando se enfrenta con el
problema de establecer la pena de
muerte o simplemente la de prisión
para evitar ciertos delitos. Este
problema
puede
también
formularse con la pregunta: ¿cuál
es la pena justa, la de muerte o la
de prisión? Para resolver esta
cuestión,
el
legislador
debe
conocer el efecto que la amenaza
de las diferentes penas tiene sobre
el hombre que, por inclinación
natural, procura cometer los delitos
que el legislador quiere evitar.
Desgraciadamente, no tenemos un
conocimiento exacto de estos
efectos
y
no
estamos
en
condiciones de llegar a tal
conocimiento, pues aún en el caso
en que éstos fuera posible
mediante
la
utilización
de
experimentaciones,
la
experimentación en el campo de la
vida social es aplicable sólo en una
medida muy limitada. De aquí que
el problema de la justicia, aún
cuando se lo reduzca a la cuestión
de saber si una medida social es
medio adecuado para lograr un
supuesto fin, no puede ser siempre
solucionado racionalmente. Pero
aún en el caso en que estos
problemas
pudieran
ser
solucionados
exactamente,
la
solución de los mismos no podrán
proporcionar
una
justificación
completa de nuestra conducta, es
decir, aquella justificación que
nuestra conducta exige. Con
medios sumamente adecuados
pueden lograrse fines sumamente
problemáticos. Basta pensar en la
bomba atómica. El fin justifica o,
como suele decirse, santifica los
medios. Pero los medio no
justifican el fin. Y es precisamente
la justificación del fin, de ese fin
que no es medio para otro fin
superior, que es precisamente el
fin último y supremo, lo que
constituye la justificación de
nuestra conducta.
10.
Cuando se justifica algo,
especialmente una conducta
humana, como medio para un
determinado fin, surge
inevitablemente el problema de
saber si este fin es también
justificable. Y esta cuestión
conduce finalmente a la aceptación
de un fin supremo que es
precisamente el problema de la
moral en general y de la justicia en
particular.
Cuando se justifica una conducta
humana como medio apropiado
para el logro de un fin propuesto
cualquiera, esta justificación es
sólo condicional, depende de que
el fin propuesto sea justificado o
no. Una justificación condicionada
y en cuanto tal, relativa, no excluye
la posibilidad del contrario, pues
cuando el fin no es justificable
tampoco lo es el medio. La
democracia es una forma justa de
gobierno pues asegura la libertad
individual. Esto significa que la
democracia es una forma de
gobierno justa únicamente cuando
su fin supremo es el cuidado de la
libertad individual. Si en vez de la
libertad individual se considera que
que el valor supremo es la
Universidad de Sonora
seguridad económica y si puede
probarse que en una organización
democrática, aquella no puede ser
suficientemente garantizada, no
será entonces la democracia sino
otra, la forma de gobierno
considerada como justa. La
democracia, como forma de
gobierno, puede justificarse relativa
pero no absolutamente.
11.
12.
Nuestra conciencia no se
contenta con estas justificaciones
condicionadas, sino que pide una
justificación absoluta, sin reservas.
Por lo tanto, nuestra conciencia no
queda
tranquila
cuando
justificamos nuestra conducta sólo
como medio adecuado para un fin
cuya justificación es dudosa y
exige que justifiquemos nuestra
conducta como último fin o, lo que
es lo mismo, que nuestra conducta
concuerde con un valor absoluto.
Pero no es posible lograr tal
justificación por medios racionales.
Toda justificación racional es
esencialmente justificación de algo
en tanto es medio adecuado; y,
precisamente, el último fin no es
medio para ningún otro fin. Cuando
nuestra conciencia pide una
justificación absoluta de nuestra
conducta, es decir, postula valores
absolutos, nuestra razón no está
en condiciones de satisfacer estas
exigencias. Lo absoluto en general
y los valores absolutos en
particular, están más allá de la
razón humana que sólo puede
lograr una solución limitada y en
este sentido, relativa del problema
de la justicia como problema de la
justificación
de
la
conducta
humana.
Pero la necesidad de una
justificación absoluta parece ser
más fuerte que toda consideración
racional. Por eso busca el hombre
Unidad Regional Sur
esta justificación, es decir, la
justicia absoluta, en la religión y en
la metafísica. Pero esto significa
que la justicia es desplazada de
este
mundo
a
un
mundo
trascendente. Será la característica
esencial
de
una
autoridad
sobrenatural, de una deidad cuyas
características y funciones son
inaccesibles
al
conocimiento
humano. El hombre debe creer en
la existencia de Dios, es decir, en
la existencia de una justicia
absoluta, pero es incapaz de
comprenderla o sea de precisarla
conceptualmente. Los que no
pueden aceptar esta solución
metafísica del problema de la
justicia pero conservan la idea de
los valores absolutos con la
esperanza de poder definirla
racional y científicamente, se
engañan a sí mismos con la ilusión
de que es posible encontrar en la
razón humana ciertos principio
fundamentales que constituyen
estos valores absolutos que, en
verdad, están constituidos por
elementos emocionales de la
conciencia. La determinación de
valores absolutos en general y la
definición de la justicia en particular
que de este modo logra, son
fórmulas vacías mediante las
cuales
es
posible
justificar
cualquier orden social.
Por esto no es extraño que las
numerosas teorías sobre la justicia
que se han formulado desde los
tiempos antiguos hasta hoy, puedan
ser reducidas a dos tipos
fundamentales: uno metafísico_
religioso y otro racionalista, o
mejor dicho, pseudo racionalista.
** MAESTRO DE HORAS SUELTAS
UNISON UNIDAD REGIONAL SUR
Universidad de Sonora
*** Reseña de la Conferencia: “El
Derecho de Identidad” sustentada por el
Dr. Raymundo Gámez Perea, en el VI
Simposium Nacional Universitario ***
EL DERECHO DE IDENTIDAD
*** DR. RAYMUNDO GAMEZ PEREA
La simple procreación da base al
Derecho familiar;
esa simple realidad
biológica trae diversos efectos jurídicos;
de tal forma que la rama más evolutiva es
la materia de las obligaciones familiares.
Encontrar nuestra identidad, es un
derecho fundamental; que es afán y
principal punto de búsqueda del humano,
saber toda nuestra realidad existencial y
que eso es nuestro Derecho.
En el Artículo 4 de la Convención
Internacional de los Derechos del Niño, los
Estados Partes se comprometieron a
adoptar todas las medidas administrativas,
legislativas y de otra índole para hacer
efectivos los derechos reconocidos en la
Convención; que deberían adoptarse esas
medidas hasta el máximo de los recursos
de que dispongan en lo que respecta a los
derechos
económicos,
sociales
y
culturales de los niños y las niñas.
En el Artículo 7 del mismo
Tratado, se pactó que todo niño después
de su nacimiento debe ser inscrito
inmediatamente y tendrá derecho desde
que nace a un nombre, a adquirir una
nacionalidad y, en la medida de lo posible,
a conocer a sus padres y a ser cuidado
por ellos; y que se debe velar por que
estos derechos se apliquen; enfatizando
que esto es Derecho vigente y positivo
que se refiere a los elementos físicos,
jurídicos y sociales que debe gozar el
niño, o sea el derecho de identidad:
Unidad Regional Sur
En Marzo del año 2003 la
Magistrado Olga María del Carmen
Cordero, sentó Jurisprudencia con relación
a la prueba de ADN, donde se plasmó
como procedente el juicio de amparo
indirecto contra el auto que haya admitido
la prueba del ADN en juicios de
paternidad, todo lo cual ha generado
contradicciones de tésis, pues se sostiene
que a la fecha es la prueba más idónea
para este tipo de juicios, pero queda la
disyuntiva ¿ y la privacidad que otorga la
constitución, aún cuando la orden de
desarrollo de la prueba emerja de un
procedimiento?.
Los argumentos esgrimidos por la
Suprema Corte de Justicia fueron que: de
admitirse la prueba de ADN en juicios
sobre la Paternidad, podría causarse un
daño irreparable, y que cada caso debe
ser
revisado
por
los
Tribunales
Colegiados; que deben de revisar la
admisión de la prueba, ya que se pueden
violentar los derechos de la intimidad
privada; porque como ningún derecho es
absoluto, se viola la garantía de protección
corporal;
se restringe el derecho de
libertad, de tránsito.
Al parecer, la Corte se contradice,
porque hace referencia que ningún
derecho es absoluto, pero no estima, o no
tomó en cuenta que cuando se enfrentan
dos derechos, debe de prevalecer el del
más débil.
Asimismo porque no se
comparó el derecho del niño, con el
derecho del adulto. De igual forma, que
con ello se viola el derecho probatorio,
porque está permitido utilizar los avances
de la ciencia, y negar el desahogo de la
referida prueba, es negar lo anterior.
De la misma manera, el Artículo 3 de la
citada Convención del Niño establece que
en todas las medidas concernientes a los
niños que tomen las instituciones públicas
o privadas de bienestar social, los
tribunales, las autoridades administrativas
o los órganos legislativos, deben tener
Universidad de Sonora
como consideración primordial el interés
superior del niño, resultando entonces
igualmente que antes de poner en
primacía los intereses del niño, parecería
que se ponen los del adulto.
Ahora bien
los alcances del
Derecho de identidad señalados en la
Codificación Civil, como son: el derecho a
un nombre, a alimentos y a la herencia,
entre
otros
que
son
derechos
fundamentales no deben de ser violados, y
con la negativa a la autorización de la
prueba del ADN, resultan de primer
momento afectados y de alguna forma
ninguneados.
Vale decir que la Sociedad actual
es muy variante y cambiante y como
ejemplo, puede ponerse que la mujer
busca en la tecnología la reproducción
cuando no puede naturalmente hacer; lo
cual urge a que se legisle para que se
establezca una ley sobre la voluntad
procreacional, por que al nacer el nuevo
ser, ¿a quien se le ha de cargar la
paternidad? ¿al que se prestó para la
inseminación? que inclusive puede
suceder que la inseminada ni lo conozca.
El maestro hizo hincapié en que los
avances científicos han dado lugar a
temas como la clonación, que es la réplica
de los seres vivos, y las polémicas que se
han suscitado sobre este tema. Que para
él, los avances científicos deben servir
para prevenir enfermedades, que no se
debe atentar sobre el derecho de
identidad, porque utilizar la clonación de
los seres humanos, sería tanto como
perder la raíz de nuestro origen.
Se cuestionó el porqué es importante
saber sobre nuestro origen; también que
ha habido avances en la ciencia tan
importantes como el genoma humano, que
no es otra cosa que nuestra historia
genética; lo maravilloso de las células
humanas, de los órganos, y de cómo una
sola célula contiene la información
Unidad Regional Sur
genética para conocer nuestros orígenes,
dándonos oportunidad de conocer de
dónde y de quien venimos y nuestros
rasgos.
Concluyó su conferencia diciendo: “Si en
la Ley no tenemos una norma que le diga
al niño quien es, seremos semillas sin
germen, o jinetes sin caballo”.
** PRESIDENTE DE LA SALA DE
DERECHO
DE
FAMILIA
DEL
SUPREMO TRIBUNAL DE JUSTICIA
DEL
ESTADO
DE
SINALOA,
EXPONENTE DEL VI SIMPOSIUM
NACIONAL
JURÍDICO
UNIVERSITARIO, “ENRIQUE ALEJO
URQUIDI URBALEJO”
Universidad de Sonora
*** Reseña de la plática conferencia
sustentada con el título del derecho de
identidad del Maestro José Moisés
Vergara Tejada. ***
“LA INCONSTITUCIONALIDAD DE
LA LEY DEL IMSS”
Mtro. José Moisés Vergara Tejada
El Maestro Vergara Tejada inició su
Conferencia diciendo que la Ley del IMSS es
Inconstitucional.
Mencionó que después de aprobada dicha
Ley, surgieron inconformidades, que en
contravención con la Constitución, se firmó un
convenio para no aplicar la Ley del IMSS,
siendo esto una irregularidad inconstitucional.También comentó que el Poder Legislativo
dejó al Ejecutivo la reglamentación de la Ley
del IMSS.
Que la citada Ley del IMSS en lo relativo a los
Trabajadores del campo, en el Art. 237
establece que el Trabajador del campo debe
tener carácter de
permanente y así ser
afiliado.
Refutó que los trabajadores del campo
eventuales y permanentes no deben ser
tratados con el mismo carácter, que el
tratamiento debe ser distinto, ya que son
desiguales, que si la Ley los trata como iguales
se rompe con el principio de equidad, previsto
en el artículo 31 fracción IV Constitucional.Que la Ley del IMSS al tratar este tema de los
trabajadores del campo es Inconstitucional,
explicando que no es posible que los
trabajadores del campo eventuales tengan el
mismo tratamiento, toda vez que los mismos, a
veces trabajan solo por un día, o por horas, ya
que son contratados por los llamados
“camioneteros” que acarrean gente a los
campos para que trabajen, que muchas de las
veces no trabajan mas que unas horas, un día,
o semanas, que se les paga por lo que
trabajan, y que van trabajando de campo en
campo,
pero
para
ingresarlos
como
trabajadores permanentes al IMSS sería tanto
como exigirle al patrón que llevara a una
Unidad Regional Sur
Secretaria que estuviese en el campo a las
5:00 a.m. para que los trabajadores que
llegaran a diario fueron registrados, afiliados al
momento de llegar; y si solo trabajaban un
día, o una semana, fueran luego dados de
baja; que muchas de las veces no se conocían
de dichos trabajadores, ningún dato personal,
o su identidad, ya que estos no eran
contratados directamente por el patrón, y que
era ilógico, que tuviera el patrón obligación de
darle el mismo tratamiento que a un trabajador
permanente.
Argumentó también que contra la mencionada
Ley procede el juicio de amparo; que el Patrón
cuando le afecte puede interponerlo.Siguió diciendo que el Legislativo se equivocó
y violó el artículo 16 Constitucional, así como
el artículo 72 Constitucional, ya las Leyes se
deben iniciar y llevar todo un proceso
legislativo para ser aprobadas.- La iniciativa de
la Ley del IMSS fue recibida en el Cámara de
Senadores, cuando debió ser en la Cámara de
Diputados.
Explicó que la Ley del IMSS debe ser llamada
inconstitucional por la Autoridad, ya que se
dejó en manos del ejecutivo: regular los
elementos de las contribuciones y por ello es
inconstitucional. El Ejecutivo no reglamentó
esta Ley debidamente, porque dejó muchas
lagunas, ya que no especifica como debe
incorporarse, cotizarse y contribuirse al IMSS
al trabajador del campo.
Concluyó su conferencia mencionando que las
Autoridades admitieron su equivocación en el
año 2004 con respecto a la citada Ley; ya que
a solicitud de patrones presentaron nueva
iniciativa para reformar la Ley del IMSS, la cual
está en revisión y aún no se aprueba, pero
aunque si se resuelven unos problemas con
dicha reforma, no se resuelven otros, ya que
no se resuelve el problema de guarderías de
los trabajadores del campo, aun cuando los
patrones pagan ese servicio, que la Ley es
injusta para ambos, pero afecta más al patrón.
** MAESTRO EN DERECHO FISCAL
Y EXPONENTE DEL VI SIMPOSIUM
NACIONAL
JURÍDICO
UNIVERSITARIO, “ENRIQUE ALEJO
URQUIDI URBALEJO”
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