Universidad de Sonora Unidad Regional Sur ACADEMIA REVISTA JURIDICA DE LA ACADEMIA DE DERECHO UNIVERSIDAD DE SONORA UNIDAD REGIONAL SUR ARTÍCULOS JURISPRUDENCIA: UNA APROXIMACIÓN A SU DEFINICIÓN Y NATURALEZA JURÍDICA LA INCONSTITUCIONALIDAD DE LA LEY DEL I.M.S.S. LOS PRINCIPIOS DEL DERECHO PENAL EL CONTRATO DE PROMESA EL DERECHO DE IDENTIDAD ¿QUÉ ES LA JUSTICIA? ABRIL DEL 2005 Número 13 Universidad de Sonora DIRECTORIO Dr. Pedro Ortega Romero Rector de la Universidad de Sonora Ing. Héctor César Ornelas Vizcarra Vicerrector Lic. Luz Haydeé Cruz Morales Directora de la División Económicas y Sociales de Ciencias Lic. María del Rosario Molina González Jefe del Departamento de Ciencias Sociales Lic. Ramón Corona Anduaga Presidente de la Academia de Derecho CONSEJO EDITORIAL Lic. Ramón Corona Anduaga Lic. Francisco Javier Valdez Valenzuela Lic. María del Rosario Molina González Lic. María de Jesús Camargo Pacheco Lic. Iliana Guadalupe Cortéz A. Lic. Liliana del Carmen Lagarda Navarro Lic. David Hernández Aguirre Lic. José Raúl García Bojórquez COLABORADORES Lic. Francisco Javier Valdez Valenzuela Lic. César Edmundo Sánchez Félix Lic. Ramón Corona Anduaga Lic. María de Jesús Camargo Pacheco Lic. Miguel Lagarda Flores Lic María del Rosario Molina Gonzáles Lic. Raymundo Gámez Perea Lic. José Moisés Vergara Tejada EDITORIAL La Universidad de Sonora, en el cumplimiento de sus programas educativos, ha convocado para el examen a los alumnos de bachiller o preparatoria que deseen ingresar a la máxima casa de estudios en el Estado de Sonora; en ese sentido en todas las unidades se están ofertando una amplia gama de carreras, con la seguridad de que los programas co- Unidad Regional Sur rrespondientes se encuentran certificados, es decir hemos entrando a una etapa de consolidación de todos y cada uno de los proyectos, por tanto es importante reiterar la invitación a toda la comunidad estudiantil sonorense de preparatoria, para que en cumplimiento de los términos de la convocatoria publicada en los medios de comunicación, asuman la tarea y participen del examen de admisión y estén en la posibilidad de ingresar como nuevos búhos, pues cabe aclarar con beneplácito, que las solicitudes rebasan con mucho la oferta que tenemos, de ahí la importancia de que no se deje pasar la oportunidad, por que los espacios ofrecidos no son todos los que se solicitan, sino que estamos en una situación donde la demanda es mayor que la oferta, y ello habla bien de nuestra institución, que se mantiene a la vanguardia de la educación superior en el estado. Por otro lado es importante señalar que las unidades regionales de la Universidad, que son la Sur en Navojoa, La Norte en Caborca, la Central en Hermosillo, la de Santa Ana y la de Nogales, ofrecen diferentes opciones educativas, es decir no se ofertan las mismas carreras, por tanto se debe seleccionar la Unidad atendiendo a la región o domicilio del futuro búho,(Estudiante), y a la carrera que se desea estudiar.; ADELANTE Y BIENVENIDOS SEAN LOS FUTU ROS BUHOS DE LA UNISON. GRACIAS. [email protected] Universidad de Sonora Unidad Regional Sur ÍNDICE página JURISPRUDENCIA: UNA APROXIMACIÓN A SU DEFINICIÓN Y NATURALEZA JURÍDICA 1 EL CONTRATO DE PROMESA 5 LOS PRINCIPIOS RECTORES DEL DERECHO PENAL 7 ¿QUÉ ES LA JUSTICIA? 10 EL DERECHO DE IDENTIDAD 15 LA INCONSTITUCIONALIDAD DE LA LEY DEL I.M.S.S. 19 Universidad de Sonora JURISPRUDENCIA: UNA APROXIMACIÓN A SU DEFINICIÓN Y NATURALEZA JURÍDICA I PARTE Lic. María del Rosario Molina González Lic. Miguel Lagarda Flores Hablar de la definición de jurisprudencia es una empresa amplia, toda vez que en ella suelen adherirse sus características, efectos y alcances en el sistema de derecho de un Estado en un tiempo o época determinada. De tal suerte que en propósito del presente artículo arribar a una visión totalizadora de la Jurisprudencia. El presente análisis se origina con la referencia etimológica de tal vocablo, con su eminente influencia de las raíces latinas, posteriormente se abre un abanico de los conceptos doctrinales, que ha nuestro juicio, son los mas significativos en las pretensiones definitorias de la jurisprudencia. Raíz etimológica jurisprudencia. del vocablo La palabra jurisprudencia es una 1 palabra culta , que proviene etimológicamente de las voces latinas ius, iuris y prudencia. El primero con un significado de derecho, en tanto que el segundo entendido como sabiduría, conocimiento, prudencia. Así en su sentido etimológico es entendida como “sabiduría del derecho” o “conocimiento del derecho”. Es mérito atribuible al jurisconsulto romano Ulpiano el que dichos términos hayan llegado a nuestros días, el cual la definió como: “divinarum ataque humanarum rerum notitia, justi et injusti scientia”, que traducida al español significa: Jurisprudencia es la noticia o conocimiento de las cosas humanas y 1 PODER JUDICIAL DE LA FEDERACION; Suprema Corte de Justicia de la Nación, La Jurisprudencia en México, México, 2002, Pp. 175-177 Unidad Regional Sur divinas, así como la ciencia de lo justo y de lo injusto”. 2 Como se puede apreciar en esta percepción latina de jurisprudencia, se desdobla en dos elementos fundamentales. El primero como ciencia de lo justo e injusto, que denota el trabajo del prudente o jurisperito de saber y conocer el derecho; y por el otro, el de la noticia de las cosas divinas y humanas, pues para este momento histórico, el derecho romano se encontraba en una etapa en la cual aun no lograba separarse el derecho de la influencia sacerdotal o religiosa. La secularización llegó con posterioridad y después de un proceso paulatino. Al ocurrir la secularización del derecho, es decir, al separarse éste último de la religión, trae como consecuencia inmediata la aparición de la ciencia del derecho, y de ahí la importancia de la interpretación de los 3 jurisconsultos. Es necesario reconocer que el trabajo de estos jurisprudentes o jurisconsultos tuvieron una influencia fundamental en el sistema jurídico romano en formación, de tal suerte que su trabajo, entendido como “contestaciones, peritajes y opiniones se coleccionaban, discutían y comparaban, formándose así un abigarrado conjunto de decisiones concretas, de consejos e ideas, que es la jurisprudencia romana”, parte de la cual se conservó en el digesto de Justiniano. 4 Así las cosas, la jurisprudencia para el derecho escrito ha estado ligado a la obra interpretativa de los jurisprudentes romanos, primeramente reconocido solamente a los sacerdotes integrantes del Pontífice Romano, después de la secularización, los jurisconsultos no necesariamente debían ser sacerdotes, éstos requirieron el aval del emperador denominado ius publice respondendi, con posterioridad incluso el 2 BURGOA Orihuela, Ignacio. Diccionario de Derecho Constitucional, Garantías y Amparo, 6ª ed., Edit. Porrúa, México, 2000, P. 257 3 FLORES Barraza, Eusebio, Prontuario General de Derecho Romano, Cárdenas editor y distribuidor, México 1991, P. 32 4 MARGADANT S. Guillermo, Derecho Romano, Edit. Esfinge, México, 1997, p. 54 Universidad de Sonora mismo emperador empezó a dar respuestas y jurisprudencias. Conceptualización doctrinal. Previo a todo análisis, consideramos necesario invocar algunos de los sucesos más trascendentes en éste proceso evolutivo que marca las implicaciones de la jurisprudencia en los ordenamientos jurídicos en las diferentes sociedades. Así, después de una intensa evolución de la jurisprudencia durante la época clásica del derecho romano, con la caída del Imperio se da, en la Edad Media un estanco del trabajo jurisprudencial, mucho influyó que el trabajo de los glosadores y comentaristas, personajes de éste momento histórico, fue de poca trascendencia pues se dedicaron precisamente a comentar respecto al trabajo jurisprudencial realizado por los romanos. En épocas modernas, el trabajo de los humanistas italianos durante el Renacimiento, hacen una verdadera reconstrucción del derecho romano jurisprudencial, inclusive fue denominado como culta jurisprudencia. La Revolución Francesa es un parte aguas que significó la ruptura de la jurisprudencia, pues se limitó toda función interpretativa del juzgador. Posteriormente, el devenir histórico revela el resurgimiento de la jurisprudencia, son las épocas o etapas trascendentes del donde se ciñe ese vaivén de la definición de 5 jurisprudencia. La referencia anterior fue necesaria pues, a partir del momento y lugar determinado, se puede percibir o matizar la importancia, naturaleza y alcance de la jurisprudencia, de tal suerte que, algunos de los conceptos más significativos e ilustradores que describen esta percepción del análisis de jurisprudencia son: De acuerdo al español Francisco Suárez 6 con una formación de filósofo Unidad Regional Sur escolástico, se apega al origen etimológico de jurisprudencia, ius que significa lo justo y equitativo, y aun cuando no existe en su obra un concepto concreto, se apega a la definición tradicional que la percibe como “el arte de lo bueno y de lo equitativo, porque en la interpretación de las leyes siempre debe atender a lo bueno y equitativo, aunque algunas veces sea preciso templar el rigor de las palabras para no apartarse de lo equitativo y bueno natural”. 7 Para Hans Kelsen es percibida como la “ciencia particular del derecho”. La jurisprudencia ve al derecho como un sistema de normas generales e individuales. Los hechos son considerados en esta jurisprudencia solamente en tanto que ellos son el contenido de las normas jurídicas. Sigue diciendo en la teoría pura de Kelsen que solamente las normas que establecen cómo los individuos deben comportarse, con objeto de la jurisprudencia, nunca la conducta real o fáctica de los individuos. Además que la jurisprudencia considera a una norma jurídica como válida solamente si pertenece a un orden jurídico que sea eficaz en general. En estos dos conceptos claramente podemos percibir enfoque teóricos totalmente divergentes; pues Suárez atribuye a la jurisprudencia el valor de lo justo e injusto, presencia latente del atributo religioso originario del derecho romano, de manera que Suárez nos la presenta como la virtud para identificar lo justo de lo injusto, pero concatenadamente se infiere en su concepto la idea de ciencia, como conjunto de conocimientos derivado de la capacidad intelectual del jurisprudente. Desde la perspectiva kelseniana, se le reconoce el carácter de ciencia, y la percibe como un conjunto de conocimientos sistematizados directamente correlacionados 5 Notas de Clase. Materia: Jurisprudencia, dentro del programa curricular de la Maestría en Amparo, Universidad Autónoma de Durango, Mta. Aída Araceli Patiño, Los Mochis, Sinaloa, Marzo 2003. 6 LARA Marín, Ricardo. El concepto de jurisprudencia en Francisco Suárez y Hans Kelsen, artículo publicado en JURIDICA, Anuario del Departamento de Derecho de la Universidad Iberoamericana, No. 30, México 2000, Edit. Venustiano Reyes Reyes. P. 681 7 Ibid. P. 687 Universidad de Sonora con la norma jurídica general, emanada de aplicar ésta a los casos individuales. Por otro lado, Acosta Romero y Pérez Fonseca al analizar las ideas de Villoro Toranzo advierten que éste la describe en tres acepciones: 1) Al designarla como ciencia del derecho, 2) Al determinar que es el criterio de aplicación del derecho por los tribunales y; 3) como labor de determinados tribunales en cuanto que el sentido de sus sentencias es obligatorio para los Tribunales que les son 8 inferiores. Las dos últimas acepciones entrañan un especial punto de apoyo, más allá de la concepción romanista, en ellas se le aprecia como una facultad derivada de los tribunales para aplicar el derecho, en tanto que en la segunda la vislumbra como esencia de las sentencias de éstos tribunales que constriñe a aquellos jerárquicamente inferiores. Ambas vertientes, como lo veremos más adelante, matizan actualmente la conceptualización y naturaleza de la Jurisprudencia en nuestro sistema de derecho. En la perspectiva del ilustre Luis 9 Jiménez de Asúa , la explica en sensu stricto, entendiéndola como la doctrina sentada por el superior tribunal de casación en sentencias numerosas y coherentes. Aún cuando Jiménez de Asúa es eminentemente penalista, la interpretación que hemos indicado con antelación nos permite encontrar características esenciales de la Jurisprudencia de reiteración, en tanto que nos describe un número (varias) de sentencias las cuales adquieren el carácter de identidad o similitud, amén que vuelve a incidir, como lo han constatado otros de los autores referidos, en el aspecto de jerarquía, es decir que es producto de un recurso de casación (revisión) que resuelve un tribunal supremo. Criterio que se colige al proclamado por Jiménez de Asúa es el que propone el 8 ACOSTA Romero Miguel y PEREZ Fonseca Alfonso. Derecho Jurisprudencial Mexicano, 2ª ed., Edit. Porrúa, México, 2000, P. 73 9 JIMÉNEZ de Asúa Luiz, La ley y el delito,11ª ed., Edit. Sudamérica, Buenos Aires, 1997, P. 87 Unidad Regional Sur panameño Bonifacio Diferman 10 quien define a la jurisprudencia como la aplicación del derecho, constante, repetida, uniforme y coherente. Y finaliza afirmando que una sentencia aislada no constituye por sí sola jurisprudencia. Con la definición de Diferman ya pueden adherirse a nuestro análisis nuevas características de Jurisprudencia, es así que la coherencia y uniformidad como caracteres fundamentales del acto jurisprudencial, son ya introducidos al análisis, de ahí que sea preciso señalar que no basta la repetición o constancia de la sentencia del tribunal, sino que además éstas deben estar impregnadas de ese indicio de uniformidad, lo que le da la reiteración y analogía en los casos y sentencia que se resuelven. Finalmente nos abre la luz de que la obligatoriedad no se reconoce, ni doctrinal y jurídicamente, al precedente aislado, pero como veremos los precedentes van impregnados de una carga moral orientadora. En el pensamiento de los juristas mexicanos contemporáneos, el Dr. Ignacio 11 Burgoa la describe como: “La Jurisprudencia se traduce en las interpretaciones y consideraciones jurídicas integrativas uniformes que hace una autoridad judicial designada para tal efecto por la ley, respecto de uno o varios puntos de derecho especiales y determinados que surgen en cierto número de casos concretos semejantes que se presentan, en la inteligencia de que dichas consideraciones e interpretaciones son obligatorias para los inferiores jerárquicos de las mencionadas autoridades y 10 DIFERMAN Bonifacio, cit. en artículo www.geocities.com/ Jurisprudencia, derechoonline/jurisprudente.htm 11 BURGOA Orihuela Ignacio. El juicio de Amparo, Edit. Porrúa, México, 1992, P. 821 Universidad de Sonora que expresamente señala la ley”. Igualmente el Dr. Alberto del Castillo del Valle 12 la describe como La interpretación que de la ley hacen los órganos facultados para ello, esclareciéndose, aclarándose y/o confirmándose lo que el legislador quiso decir en su obra (la ley), siendo de observancia obligatoria para los inferiores jerárquicos del tribunal que sentó la tesis respectiva. Ambos aspectos doctrinarios nos aportan ya elementos de la llamada jurisprudencia técnica, entendida como la interpretación que de la ley hace el tribunal, pero a la vez inciden, abiertamente, en la idea de obligatoriedad y el carácter jerárquico del tribunal que la realiza, aspecto éste ligado al carácter reiterativo de las sentencias del tribunal. El aspecto interpretativo se afianza con énfasis en la idea de jurisprudencia, que al hacer tal labor, el juzgador está perfeccionando la ley creada, no como legislador, sino en función de esclarecimiento, ideas que magistralmente se reúnen en el 13 criterio del español De la Morena , quien sostiene: Jurisprudencia es el plusvalor o complemento jurídico, añadido a una norma imperfecta por los reiterados fallos del órgano judicial constitucionalmente responsable de mantener la unidad del ordenamiento jurídico, para lo que éste le contiene el monopolio de su única interpretación válida y el control último e irrevisable de la legalidad de los actos, sentencias y normas emanadas de los restantes poderes públicos del Estado. 12 DEL CASTILLO Del Valle Alberto, Segundo Curso de Amparo, Edit. Edal, México, 1998, P. 191. 13 DE LA MORENA, Luis, cit. por, Poder Judicial de la Federación, Suprema Corte de Justicia en México, La Jurisprudencia en México, México 2002, P. 227 Unidad Regional Sur Con estas anotaciones se aprecia una definición general e integradora de las apreciaciones que los diferentes autores han realizado respecto a jurisprudencia, y que al fusionar todas las percepciones doctrinales que hemos acotado, nos permite intentar proponer un concepto integrador, por lo que podemos decir que: Jurisprudencia es la interpretación emanada de los tribunales constitucionalmente facultados para ello, que se materializa a través de las sentencias de los casos concretos, con un carácter reiterativo, uniforme y coherente, que en su conjunto le dan el atributo de un conocimiento sistematizado, de naturaleza obligatoria para los órganos judiciales inferiores de aquél que lo ha creado; y que al interpretar la norma jurídica impregna un contenido de justicia, al aplicar la ley al caso real concreto, de ahí que el tribunal es aportador de un plusvalor a la ley incompleta del legislador. Haciendo un ejercicio conclusivo previo en esta parte del artículo, consideramos que las implicaciones a la reforma estructural a los programas curriculares de las materias de derecho de práctica procesal y sobre todo la propia práctica docente, debe ser inminente y con ésta prioridad, toda vez que bajo la idea de que “La ley reina y la jurisprudencia gobierna”, en esa justa dimensión se entiende que tanto el buen abogado, el estudiante, como el docente, deben conocer el ordenamiento jurídico imperante, ya no solo desde la perspectiva positivista o legalista, sino bajo la premisa jurisprudencial, pues es donde realmente se encuentra la labor interpretativa e integradora del juzgador, que al hacerlo, enlaza los supuestos normativos con los hechos y realidades circundantes del medio social donde se ha de aplicar la ley. Universidad de Sonora EL CUMPLIMIENTO FORZOZO DE UN CONTRATO DE PROMESA ¿ PARA QUÉ ? ** Lic. Ramón Corona Anduaga Debido a los problemas económicos y financieros por los que atraviesa una población como la nuestra que no tiene una economía muy fortalecida, hoy en día ha tomado fuerza entre las gentes el hecho de realizar promesas de contrato, que no son otra cosa que prometer celebrar un determinado contrato a futuro, recayendo sobre todo en las compraventas de diversos y diferenciados artículos, destacando el relativo a casas, con el ingrediente de que en muchos de los casos el promitente vendedor y comprador desconocen las características y consecuencias legales de una promesa, que de cumplirse o no, produce efectos jurídicos tan importantes unos como los otros. Resulta conveniente destacar en primer término que la promesa de contrato tiene una atención en la codificación civil, es decir no está sujeta nada más al arbitrio de las partes contratantes, sino que está reglamentada, así el artículo 2474 del Código Civil en Sonora dice: “……Es aquel por virtud del cual una parte o ambas se obligan en cierto tiempo a celebrar un contrato futuro determinado.” Lo anterior nos dice de entrada que los sujetos recibirán el nombre de promitentes, denominándose así por que ambos se prometen beneficios respectivos, naciendo desde este mismo momento las obligaciones recíprocas para las partes promitentes, de celebrar Unidad Regional Sur en el tiempo determinado en la propia promesa, el contrato definitivo que se haya pactado celebrar, de tal manera que si uno de los promitentes después se arrepiente y no quiere ya celebrarlo, estará incurriendo en una causal de incumplimiento que le significará la posibilidad de que pueda ser demandado y condenado a la postre a pagar, ya sea cumpliendo forzosamente con la celebración del contrato definitivo o indemnizando económicamente por los daños y perjuicios causados con la falta de celebración del contrato de que se trate. Ahora bien es importante decir que el contrato de promesa solo es factible celebrarlo sobre obligaciones de hacer, es decir específicamente en relación con la celebración del contrato definitivo con todo lo ofrecido, cabiendo decir también que las condiciones no podrán ser variadas, salvo que los propios promitentes al momento de la celebración del contrato definitivo lo quieran hacer. En tiempos pasados se había llegado a considerar que la existencia de esta figura jurídica no tenía razón de ser, pues incluso los romanos considerados los padres del derecho, no lo contemplaban en su legislación, pues es de reconocido valor el hecho de que la palabra era suficiente para que las partes cumpliesen con lo que prometían, mas sin embargo el avance y evolución de una sociedad como la nuestra, hizo que el legislador se ocupara y reglamentara la situación, de tal manera de que la promesa de contrato hoy en día, debe de celebrarse por escrito y cumpliendo con todos los requisito de cualquier contrato, es decir que las partes tengan plena capacidad, que las voluntades sean conscientes y libres, que el motivo, el fin y el objeto del futuro contrato sean lícitos, entre otras especificaciones no menos importante, todo lo cual servirá Universidad de Sonora para que si una de las partes promitentes no cumple, la otra pueda actuar ante los tribunales a como lo hemos expresado en líneas anteriores. Ahora bien, cabe decir entonces que tendremos que actuar como se actúa en las negociaciones mercantiles, todo por escrito aunque vaya a celebrarse a futuro, pues solo así se tendrá la oportunidad de asegurar al menos un juicio, sin tener que exponernos a que el promitente se niegue cuando el contrato se haya celebrado verbalmente; sin embargo todo es teoría por que desafortunadamente, el hecho de que no se cumpla a pesar de estar penalizado en nuestro derecho, no trasciende por que cualquiera que tenga necesidad de reclamar ante una autoridad, ésta a lo más que puede obligar es a que se celebre el contrato definitivo que se hubiere pactado, y si acaso se logra, aunque es muy difícil, daría razón para exigir el cumplimiento forzoso de aquel contrato definitivo, pero deberá ser muy importante o valioso lo que se disponga en el citado contrato como para animarse a demandar la acción de cumplimiento forzoso del contrato, a través de un juicio que por las característica de tortuguismo de nuestros tribunales, así como por las personales y profesionales de los funcionarios, que lejos están de ser la óptimas, durará un tiempo muy amplio, que no precisamente serán meses sino años, de ahí que sostengamos que en términos prácticos no valga la pena buscar primero el cumplimiento forzoso de la promesa de contrato y luego el cumplimiento forzoso del contrato definitivo, constituyéndose a nuestro criterio en letra muerta todo lo que se dice en el Código Civil de Sonora en lo respectivo a la formación de los contratos preliminares o promesas de contrato, al menos en lo que se refiere a una pretendida ejecución procesal, por lo que ya se dijo, pues como dice el refrán: “ el prometer no empobrece, el cumplir es el que aniquila”. Unidad Regional Sur Bibliografía. ROJINA Villegas Rafael. (2003). Compendio de Derecho Civil. Contratos. Tomo IV. Editorial Porrúa, S.A. PEREZ Fernández del Castillo Bernardo. (1999).Contratos Civiles. Sexta Edición. Editorial Porrúa. México. Código Civil para el Estado de Sonora, (2003) Editorial Cajigas. Puebla, Puebla. ** MAESTRO DE TIEMPO COMPLETO UNIDAD REGIONAL SUR UNISON Universidad de Sonora Unidad Regional Sur El presente artículo se reproduce, debido a que en la edición anterior, número doce, el mismo salió con errores de impresión, motivo por el cual pedimos una disculpa.****** principio del bien jurídico, principio de acto, principio de culpabilidad y principio de presunción de inocencia. PRINCIPIOS RECTORES DEL DERECHO PENAL a).- Principio de legalidad Este principio es el más importante de todos y sobre él se construye todo el sistema penal. **** M.D.P. María de Jesús Camargo Pacheco El derecho penal constituye uno de los principales recursos con los que cuenta el Estado para el mantenimiento de la paz y seguridad públicas, a través de él se intenta salvaguardar los bienes más importantes para el hombre, como lo son la vida, la libertad, el honor, el patrimonio, entre otros. El derecho penal se caracteriza por reaccionar de una manera más severa ante ciertos actos humanos imponiendo penas que incluso pueden consistir en la pérdida de la vida o la libertad. En razón a lo anterior, ha sido necesario establecer una serie de principios que garanticen el máximo respeto a los derechos de quienes son sometidos a un proceso penal, para evitar imponerles castigos injustos; apareciendo así desde la época de la ilustración algunos de ellos, como el principio de legalidad, el principio de la proporcionalidad, el principio de la racionalidad de las penas, que se encuentran contenidos en los diversos principios vigentes en la actualidad. Dentro de la doctrina penal se han definido gran diversidad de principios garantistas de los derechos del acusado, llegándose por ello a señalar que el derecho penal es la carta magna del delincuente. En este estudio se hará referencia únicamente a los siguientes: principio de legalidad, principio de tipicidad, principio de intervención mínima del derecho penal, Veamos en que consiste cada uno de ellos y su correspondencia con la norma penal y prácticas de los tribunales penales. Consiste en que el Estado en ningún caso podrá imponer pena o medida de seguridad alguna sino es por la realización de una conducta previamente descrita en la ley como delito o sin que la sanción esté igualmente establecida en la ley. Se resume en el aforismo jurídico: “nullum crimen nulla poena sine lege”, que quiere decir que no hay delito y por lo tanto no debe haber pena si no hay ley que señale tal o cual conducta como delictiva. Señala el Dr. Moisés Moreno Hernández, que “este principio no solo exige que los órganos del estado ajusten el ejercicio de su poder a lo establecido por la ley, sino que también la propia ley penal esté diseñada con claridad y precisión, de suerte que su contenido se derive seguridad jurídica para 14 los individuos”. Este principio se encuentra Plasmado en el artículo 14 constitucional, 15 al señalar que nadie podrá ser objeto de castigo, si no es por la realización de cualquiera de las conductas catalogadas como delitos en las leyes penales, de tal manera de que no se pueden castigar aquellas conductas amorales, vergonzosas, reprochables, criticables si éstas no se encuentran contempladas en la ley como 14 Moreno Hernández, Moisés, Política criminal y Reforma Penal, Algunas bases para su democratización en México, Cepolcrim, México, 1999, p. 115. 15 El artículo en referencia señala que “en los delitos del orden criminal queda prohibido imponer, por simple analogía y aún por mayoría de razón, pena alguna que no esté decretada por una ley exactamente aplicable al delito de que se trate”. Universidad de Sonora delictivas. El legislador decide en el texto de la ley cuales son las conductas delictivas y cual es la pena para ellas. El principio de legalidad implica la creación de tipos penales (delitos) cuya función estriba en describir la materia de regulación, describiendo la conducta que la norma penal prohíbe u ordena, y que constituye un requisito necesario para poder hablar de delito; asimismo plantea la necesidad que la redacción de los tipos penales sea lo suficientemente clara para que el ciudadano común pueda entender su significado y por lo tanto motivar a su comportamiento en función de su comprensión. Por ello es importante que el legislador al momento de redactar la ley evite términos ambiguos o confusos que provoquen incertidumbre sobre su aplicación. b).- Principio de no retroactividad de la ley en perjuicio Queda prohibido imponer retroactivamente una norma penal si con esto se perjudica al reo. Interpretado a contrario se entiende de que si una reforma penal beneficia al reo porque disminuye la penalidad del delito cometido, lo desaparece o cambia de manera sustancial la naturaleza de la pena, haciéndola más benévola, sí puede aplicarse retroactivamente independientemente de la situación procesal del reo (sea o no sentenciado), con tal de que no haya cumplido con la condena. c).- Principio de intervención mínima del derecho penal. Este principio, también conocido como principio de ultima ratio, implica que el derecho penal sólo debe ser utilizado como último recurso en la prevención de la delincuencia, cuando otros medios resultan ineficaces; impone la necesidad de agotar previamente recursos no penales, cuyas consecuencias sean menos drásticas, pero pueden resultar más eficaces que las penales para la protección de bienes jurídicos. A la decisión de incluir nuevos delitos en las leyes penales o aumentar su penalidad, 16 se le conoce como política criminal y tiene 16 Política Criminal, es el poder del Estado para caracterizar un conflicto social como delito. Es Unidad Regional Sur como propósito la prevención de la criminalidad. En la decisión de ampliar el catálogo de delitos y penas, se debe necesariamente tomar como fundamento, estudios criminológicos, que den cuenta del impacto de esas conductas y la necesidad de castigarlas. Ese proceso al cual muchos juristas llaman “crimininalización”, debe estar expuesto a una constante revisión crítica. d).- Principio del bien jurídico Este principio se refiere, que en ningún caso deberá imponerse pena alguna si no es por la realización de una conducta que haya lesionado o, por lo menos, puesto en peligro 17 un determinado bien jurídico. Al legislador le exige que en sus regulaciones penales no deberá prohibir u ordenar conductas si no existe de por medio un bien jurídico que proteger. Es decir, los tipos penales sólo se justifican en la medida en que con ellos se trata de proteger un determinado bien jurídico. Por ello la consideración que el bien jurídico constituye la razón de ser de los tipos penales y de todo derecho penal. Así el homicidio y el aborto protegen el bien jurídico de la vida, el secuestro y la privación ilegal de la libertad a la libertad ambulatoria, el robo y el fraude el patrimonio, las calumnias y la difamación, el honor, etc. e).- Principio de acto Precisa que las normas penales únicamente pueden prohibir u ordenar conductas humanas (acciones u omisiones), por lo que al sujeto sólo se le podrá imponer una pena o medida de seguridad “por lo que haya hecho” y no “por lo que es”; se rechaza, la decisión del Estado de clasificar como delictiva una conducta, con el objeto de disminuir o prevenir su incidencia dentro de la sociedad. Bustos, Juan, y Hormazábal Malareé, Hernán, Lecciones de Derecho Penal, Ed. Trotta, Madrid, 1997, p. 29. 17 Juan Bustos, define al bien jurídico como “el objeto protegido por el sistema penal, cuya relevancia consiste en limitar el poder del Estado de definir conductas criminales a la exclusiva protección de bienes jurídicos”. Franz Von Liszt define al bien jurídico (1888) como “el interés jurídicamente protegido”; Welsel (1976), como “todo Estado social que el derecho quiere resguardar de lesiones” Bustos, Juan, y Hormazábal Malareé, Hernán, Op Cit. , p. 58 Universidad de Sonora por lo tanto, que las normas prohíban u ordenen meros estados o situaciones de la persona o formas de conducir su vida. Lo anterior implica que la sanción imponible a un delincuente debe realizarse en función de la gravedad de la conducta cometida y no en función de lo que fue o hizo en el pasado. Esto es, no deben tomarse en cuenta los antecedentes penales para determinar la penalidad por el nuevo delito, porque se castigaría doblemente una misma conducta. Estas ideas inspiraron que muchas legislaciones, entre las que se encuentra el Código Penal Sonorense, modificaran las reglas de los antecedentes penales, estableciendo su prescripción, lo cual es un gran avance, ya que poco a poco estamos transitando de un derecho peligrosista a un derecho penal de acto. f).- Principio de culpabilidad Conforme a este principio: a nadie se le impondrá pena alguna si no se demuestra previamente su culpabilidad; por otra parte, la medida de la pena estará en relación directa con el grado de culpabilidad del sujeto, esto es el límite de la pena no deberá exceder el límite de la culpabilidad; lo que quiere decir que la culpabilidad constituye tanto el fundamento como el límite de la pena. g). Principio de presunción de inocencia Este principio atribuye al órgano del Estado la carga de probar la culpabilidad del sujeto autor de la conducta antijurídica, y que mientras aquél no demuestre su culpabilidad se le tendrá por inocente. Sin embargo, este principio no ha sido recogido por las legislaciones penales, y es el acusado de un delito quien tiene que probar su inocencia, siendo la prisión preventiva contradictoria con este principio, ya que se aplica la pena de prisión, aún antes de que se haya comprobado la responsabilidad del sujeto en el delito. Es de destacarse la propuesta anunciada desde el día 27 de abril del 2005, por el señor Presidente de la República Vicente Fox Quezada, en el sentido de reforma las leyes penales para resguardar los derechos de los ciudadanos sujetos a juicio penal, para que no sean privados de los mismos en tanto no se dicte una sentencia final y definitiva. Unidad Regional Sur De todo lo anterior se puede concluir que los principios tienen por objeto limitar el ejercicio del poder de los diferentes actores del sistema penal; (al legislador, al juzgador y a los órganos encargados de la aplicación de sanciones),si bien es cierto estos principios han frenado los abusos que en el pasado cometía la autoridad, sobre todo a los encargados de aplicar la ley, aún hay mucho por hacer para que en nuestra legislación se respeten cada uno de los principios que rigen al derecho penal. Bibliografía sugerida; BUSTOS, Juan, y HORMAZÁBAL MALAREÉ, Hernán, Lecciones de Derecho Penal. Ed. Trotta, Madrid, 1997. COHEN, Stanley, Visiones del Control Social, traducido por Bustos Ramírez, Juan y Hormazábal Malareé, Ed. Promociones y Publicaciones Universitarias S.A., Barcelona,1988. JIMÉNEZ DE ASÚA LUIS, Lecciones de Derecho Penal ,Ed. Oxford, Volumen 3, México, 1999. MORENO HERNÁNDEZ, Moisés, Política Criminal y Reforma Penal, Algunas bases para su democratización en México, Cepolcrim, México, 1999. ** MAESTRA DE TIEMPO COMPLETO CON MAESTRÍA EN DERECHO PENAL UNIDAD REGIONAL SUR UNIVERSIDAD DE SONORA Universidad de Sonora Unidad Regional Sur continuamente y que jugó un papel muy importante en la ética de los antiguos. La solución depende de la decisión que determina cual de los dos valores, vida o libertad, es superior. Si la vida es el valor más alto, el suicidio es injusto, si lo es la libertad y si una vida sin libertad no tiene valor alguno, el suicidio no es entonces tan sólo permitido sino exigido. Es el problema de la jerarquía entre el valor vida y el valor libertad. En este caso sólo es posible una solución subjetiva, una solución que únicamente tiene valor para el sujeto que juzga y que en ningún caso alcanza la validez universal que posee, por ejemplo, la frase que afirma que el calor dilata los metales. Este último es un juicio de realidad y no de valor. ****La presente colaboración representa la segunda y última parte del artículo publicado con el mismo título en la edición número doce. ***** ¿QUÉ ES LA JUSTICIA? ** Lic. César Edmundo Sánchez Félix II.- La jerarquía de los valores 1. 2. Lo que se acaba de decir puede ser ilustrado con algunos ejemplos. Para una determinada convicción moral, es la vida humana, la vida de cada cual, el valor supremo. La consecuencia de esta concepción es la prohibición absoluta de dar muerte a un ser humano aún en caso de guerra o de pena capital. Esta es, como se sabe, la posición de los que se niegan a prestar servicio militar o rechazan por principio la pena de muerte. Opuesta a esta posición hay otra convicción moral que sostiene que el valor supremo es el interés y el honor de la nación. Por lo tanto, todos están obligados a sacrificar su vida y a matar en caso de guerra a los enemigos de la nación, cuando los intereses y el honor de ésta así lo exijan. Parece entonces también justificable el condenar a muerte a los grandes criminales. Desde luego, es imposible decidirse de una manera científico_ racional por cualquiera de estos juicios de valor fundados en tan contradictorias concepciones. En último caso es nuestro sentimiento, nuestra voluntad, no nuestra razón, lo emocional y no lo racional de nuestra conciencia, quien resuelve el conflicto. Otro ejemplo: a un esclavo o a un prisionero de un campo de concentración en donde la fuga es imposible, se le plantea el problema de saber si el suicidio es moral o no. Este es un problema que se presenta 3. Supongamos sin por eso sostenerlo que sea posible demostrar que mediante los llamados planes económicos se puede mejorar en tal forma la situación de un pueblo que la seguridad económica individual quede asegurada, y que tal organización sólo sea factible mediante una renuncia o al menos una considerable limitación de la libertad individual. La respuesta a la pregunta de si es preferible un sistema económico libre o una economía planificada depende de que nos decidamos por el valor de la libertad individual o por el valor de la seguridad económica. Una persona con fuerte sentimiento individualista preferirá la libertad individual, mientras otra que sufra de un cierto complejo de inferioridad se inclinará por la seguridad económica. Esto significa que a la pregunta de si la libertad individual es un valor superior a la seguridad económica o si la seguridad económica es una valor preferible a la libertad individual, sólo es posible dar una respuesta subjetiva y en ningún caso formular un juicio objetivo como lo es aquel que afirma que el acero es más pesado que el agua y el agua más pesada que la madera. Estos son juicios de realidad que pueden ser comprobados experimentalmente y no Universidad de Sonora Unidad Regional Sur juicios de valor que no permiten tales verificaciones. 4. 5. lograr en forma más efectiva que los ciudadanos, libremente y sin coacción, se conduzcan justamente?”. “Si yo fuera legislador obligaría a todos los escritores y a todos los ciudadanos a expresarse en este sentido, es decir, a afirmar que la vida más justa es la más feliz” 1. Según Platón el gobierno está autorizado para utilizar aquellas mentiras que considere convenientes. Platón coloca así la justicia es decir lo que el gobierno como tal entiende, o sea, la legalidad por encima de la verdad. Pero no hay ninguna razón que nos impida colocar la verdad por encima de la legalidad y rechazar la propaganda del gobierno por estar fundada en la mentira, aún en el caso en que esta última sirva para el logro de un buen fin. Después de un cuidadoso examen de su paciente, descubre el médico una enfermedad incurable que en poco tiempo provocará la muerte de aquél. ¿Tiene el médico que decir la verdad al enfermo, o pude y hasta debe mentir y decir que la enfermedad es curable y que no existe ningún peligro inmediato? La decisión depende de la jerarquía que se establezca entre ambos valores: verdad o compasión. Decir la verdad al enfermo equivale a mortificarlo con el temor de la muerte, mentir significa ahorrarle este sufrimiento. Si el ideal de la verdad es superior al de la compasión, el médico debe decir la verdad, en caso contrario deberá mentir. Pero cualquiera que sea la jerarquía de estos dos valores, es imposible dar a esta pregunta una respuesta fundada en consideraciones científico racionales. Como se hizo notar anteriormente, Platón sostiene que el justo y esto significa para él aquél que se conduce legalmente y únicamente el justo es feliz y el injusto o sea el que actúa ilegalmente infeliz. Platón dice: “la vida más justa es la más feliz”. Sin embargo admite que en algunos casos, el justo puede ser desgraciado y el injusto feliz. Pero agrega el filósofo es absolutamente necesario que los ciudadanos sometidos a la ley crean en la verdad de la frase que afirma que sólo el justo es feliz aún en el caso en que ésta no sea verdadera. De lo contrario nadie querría obedecer la ley. En consecuencia, el gobierno tiene, según Platón, el derecho de difundir entre los ciudadanos, por todos los medios posibles, la doctrina de que el hombre justo es feliz y el injusto desgraciado aún cuando esto sea falso. Si esta afirmación es una mentira, es una mentira necesaria pues garantiza la obediencia de la ley. “¿Puede encontrar un legislador que sirva para algo, una mentira más útil que ésta o alguna otra que pueda III 6. La solución que se dé al problema de la jerarquía de los valores vida y libertad, libertad e igualdad, libertad y seguridad, verdad y justicia, verdad y compasión, individuo y nación será distinta según que este problema sea planteado a un cristiano, para quien la salvación del alma, es decir, el destino sobrenatural, es más importante que las cosas terrenas, o a un materialista que no cree en la inmortalidad del alma. Y la solución no puede ser la misma cuando se acepta que la libertad es el valor supremo, punto de vista del liberalismo, y cuando se supone que la seguridad económica es el fin último del orden social, punto de vista del socialismo. Y la respuesta tendrá siempre el carácter de un juicio subjetivo y por lo tanto relativo. La justicia como problema de la justificación de la conducta humana 7. El hecho de que los verdaderos juicios de valor sean subjetivos y que por lo tanto sea posible que existan juicios de valor contradictorios entre si, no justifica en ningún caso que cada individuo tenga su propio sistema de valores. En Universidad de Sonora realidad, muchos individuos coincidan en sus juicios valorativos. Un sistema positivo de valores no es la creación arbitraria de un individuo aislado sino que es siempre el resultado de influencias individuales recíprocas dentro de un grupo dado (familia, raza, clan, casta, profesión) bajo determinadas condiciones económicas. Todo sistema de valores y especialmente un orden moral, con su idea central de justicia, es un fenómeno social y por lo tanto, diferente según la naturaleza de la sociedad en las que aparece. El hecho de que ciertos valores sean en general reconocidos dentro de una determinada sociedad es compatible con el carácter subjetivo y relativo de los valores que afirman estos juicios. El que varios individuos coincidan en un juicio de valor no prueba en ningún caso que este juicio sea verdadero, es decir, que tenga validez en sentido objetivo. Lo mismo que el hecho de que muchos hayan creído que el sol giraba alrededor de la tierra no prueba en absoluto que esta creencia esté fundada en la verdad. El criterio de justicia lo mismo que el criterio de verdad aparece con muy poca frecuencia en lo juicios de realidad y en los de valor. A menudo, en la historia de la civilización humana, juicios de valor más o menos opuestos aunque no por eso menos aceptados. Así, por ejemplo, las sociedades primitivas consideraban que el principio de la responsabilidad colectiva (la venganza de sangre, por ejemplo), era un principio absolutamente justo. Por el contrario, la sociedad moderna afirma que el principio opuesto, o sea el de la responsabilidad individual, es el que mejor responde a las exigencias de una conciencia recta. Sin embargo, en ciertos campos, como por ejemplo el de las relaciones internacionales, el principio de responsabilidad colectiva, y en el terreno de las creencias religiosas, las responsabilidad hereditaria, el pecado original que es también una especie de responsabilidad colectiva no son Unidad Regional Sur incompatibles con los sentimientos del hombre actual. Tampoco es absolutamente imposible que en el futuro si el socialismo llega al poder vuelva a ser considerado como moral en el campo de las relaciones internacionales un principio de responsabilidad colectiva independiente de toda concepción religiosa. 8. Aunque la pregunta acerca de cual sea el valor supremo no puede ser contestada racionalmente, el juicio subjetivo y relativo con el que en realidad se responde a la misma, es presentado por lo general como una afirmación de valor objetivo, o lo que es lo mismo, como norma de validez absoluta. Un rasgo característico del hombre es el sentir una profunda necesidad de justificación de su conducta: el tener una conciencia. La necesidad de justificación o de racionalización es quizás una de las diferencias que existen entre el hombre y el animal. La conducta externa del hombre no difiere mucho de la del animal: el pez grande come al pequeño, tanto en el reino animal como en el humano. Pero cuando un “pez humano”. Movido por sus instintos, se conduce de esta manera, procura justificar su conducta ante sí mismo y ante los demás y tranquilizar su conciencia con la idea de que su conducta con respecto al prójimo es buena. 9. Como el hombre es, en mayor o menor medida, un ser racional, intenta racionalmente, es decir, mediante una función de su entendimiento, justificar una conducta que el temor o el deseo determinan. Tal justificación racional es posible sólo en una medida limitada, es decir, en tanto su temor o su deseo se refieran a determinado medio mediante el cual debe lograrse un determinado fin. La relación de medio a fin es semejante a la de causa a efecto; por lo tanto, puede ser determinada empíricamente o sea por Universidad de Sonora Unidad Regional Sur procedimientos científicos racionales. Evidentemente, esto no es posible cuando los medios para lograr un determinado fin son medidas específicamente sociales. El estado actual de las ciencias sociales no nos permite tener una comprensión clara del nexo causal de los fenómenos sociales y por lo tanto, una experiencia suficiente como para poder determinar en forma precisa cuáles son los medios adecuados para lograr un determinado fin social. Este es el caso, por ejemplo, del legislador cuando se enfrenta con el problema de establecer la pena de muerte o simplemente la de prisión para evitar ciertos delitos. Este problema puede también formularse con la pregunta: ¿cuál es la pena justa, la de muerte o la de prisión? Para resolver esta cuestión, el legislador debe conocer el efecto que la amenaza de las diferentes penas tiene sobre el hombre que, por inclinación natural, procura cometer los delitos que el legislador quiere evitar. Desgraciadamente, no tenemos un conocimiento exacto de estos efectos y no estamos en condiciones de llegar a tal conocimiento, pues aún en el caso en que éstos fuera posible mediante la utilización de experimentaciones, la experimentación en el campo de la vida social es aplicable sólo en una medida muy limitada. De aquí que el problema de la justicia, aún cuando se lo reduzca a la cuestión de saber si una medida social es medio adecuado para lograr un supuesto fin, no puede ser siempre solucionado racionalmente. Pero aún en el caso en que estos problemas pudieran ser solucionados exactamente, la solución de los mismos no podrán proporcionar una justificación completa de nuestra conducta, es decir, aquella justificación que nuestra conducta exige. Con medios sumamente adecuados pueden lograrse fines sumamente problemáticos. Basta pensar en la bomba atómica. El fin justifica o, como suele decirse, santifica los medios. Pero los medio no justifican el fin. Y es precisamente la justificación del fin, de ese fin que no es medio para otro fin superior, que es precisamente el fin último y supremo, lo que constituye la justificación de nuestra conducta. 10. Cuando se justifica algo, especialmente una conducta humana, como medio para un determinado fin, surge inevitablemente el problema de saber si este fin es también justificable. Y esta cuestión conduce finalmente a la aceptación de un fin supremo que es precisamente el problema de la moral en general y de la justicia en particular. Cuando se justifica una conducta humana como medio apropiado para el logro de un fin propuesto cualquiera, esta justificación es sólo condicional, depende de que el fin propuesto sea justificado o no. Una justificación condicionada y en cuanto tal, relativa, no excluye la posibilidad del contrario, pues cuando el fin no es justificable tampoco lo es el medio. La democracia es una forma justa de gobierno pues asegura la libertad individual. Esto significa que la democracia es una forma de gobierno justa únicamente cuando su fin supremo es el cuidado de la libertad individual. Si en vez de la libertad individual se considera que que el valor supremo es la Universidad de Sonora seguridad económica y si puede probarse que en una organización democrática, aquella no puede ser suficientemente garantizada, no será entonces la democracia sino otra, la forma de gobierno considerada como justa. La democracia, como forma de gobierno, puede justificarse relativa pero no absolutamente. 11. 12. Nuestra conciencia no se contenta con estas justificaciones condicionadas, sino que pide una justificación absoluta, sin reservas. Por lo tanto, nuestra conciencia no queda tranquila cuando justificamos nuestra conducta sólo como medio adecuado para un fin cuya justificación es dudosa y exige que justifiquemos nuestra conducta como último fin o, lo que es lo mismo, que nuestra conducta concuerde con un valor absoluto. Pero no es posible lograr tal justificación por medios racionales. Toda justificación racional es esencialmente justificación de algo en tanto es medio adecuado; y, precisamente, el último fin no es medio para ningún otro fin. Cuando nuestra conciencia pide una justificación absoluta de nuestra conducta, es decir, postula valores absolutos, nuestra razón no está en condiciones de satisfacer estas exigencias. Lo absoluto en general y los valores absolutos en particular, están más allá de la razón humana que sólo puede lograr una solución limitada y en este sentido, relativa del problema de la justicia como problema de la justificación de la conducta humana. Pero la necesidad de una justificación absoluta parece ser más fuerte que toda consideración racional. Por eso busca el hombre Unidad Regional Sur esta justificación, es decir, la justicia absoluta, en la religión y en la metafísica. Pero esto significa que la justicia es desplazada de este mundo a un mundo trascendente. Será la característica esencial de una autoridad sobrenatural, de una deidad cuyas características y funciones son inaccesibles al conocimiento humano. El hombre debe creer en la existencia de Dios, es decir, en la existencia de una justicia absoluta, pero es incapaz de comprenderla o sea de precisarla conceptualmente. Los que no pueden aceptar esta solución metafísica del problema de la justicia pero conservan la idea de los valores absolutos con la esperanza de poder definirla racional y científicamente, se engañan a sí mismos con la ilusión de que es posible encontrar en la razón humana ciertos principio fundamentales que constituyen estos valores absolutos que, en verdad, están constituidos por elementos emocionales de la conciencia. La determinación de valores absolutos en general y la definición de la justicia en particular que de este modo logra, son fórmulas vacías mediante las cuales es posible justificar cualquier orden social. Por esto no es extraño que las numerosas teorías sobre la justicia que se han formulado desde los tiempos antiguos hasta hoy, puedan ser reducidas a dos tipos fundamentales: uno metafísico_ religioso y otro racionalista, o mejor dicho, pseudo racionalista. ** MAESTRO DE HORAS SUELTAS UNISON UNIDAD REGIONAL SUR Universidad de Sonora *** Reseña de la Conferencia: “El Derecho de Identidad” sustentada por el Dr. Raymundo Gámez Perea, en el VI Simposium Nacional Universitario *** EL DERECHO DE IDENTIDAD *** DR. RAYMUNDO GAMEZ PEREA La simple procreación da base al Derecho familiar; esa simple realidad biológica trae diversos efectos jurídicos; de tal forma que la rama más evolutiva es la materia de las obligaciones familiares. Encontrar nuestra identidad, es un derecho fundamental; que es afán y principal punto de búsqueda del humano, saber toda nuestra realidad existencial y que eso es nuestro Derecho. En el Artículo 4 de la Convención Internacional de los Derechos del Niño, los Estados Partes se comprometieron a adoptar todas las medidas administrativas, legislativas y de otra índole para hacer efectivos los derechos reconocidos en la Convención; que deberían adoptarse esas medidas hasta el máximo de los recursos de que dispongan en lo que respecta a los derechos económicos, sociales y culturales de los niños y las niñas. En el Artículo 7 del mismo Tratado, se pactó que todo niño después de su nacimiento debe ser inscrito inmediatamente y tendrá derecho desde que nace a un nombre, a adquirir una nacionalidad y, en la medida de lo posible, a conocer a sus padres y a ser cuidado por ellos; y que se debe velar por que estos derechos se apliquen; enfatizando que esto es Derecho vigente y positivo que se refiere a los elementos físicos, jurídicos y sociales que debe gozar el niño, o sea el derecho de identidad: Unidad Regional Sur En Marzo del año 2003 la Magistrado Olga María del Carmen Cordero, sentó Jurisprudencia con relación a la prueba de ADN, donde se plasmó como procedente el juicio de amparo indirecto contra el auto que haya admitido la prueba del ADN en juicios de paternidad, todo lo cual ha generado contradicciones de tésis, pues se sostiene que a la fecha es la prueba más idónea para este tipo de juicios, pero queda la disyuntiva ¿ y la privacidad que otorga la constitución, aún cuando la orden de desarrollo de la prueba emerja de un procedimiento?. Los argumentos esgrimidos por la Suprema Corte de Justicia fueron que: de admitirse la prueba de ADN en juicios sobre la Paternidad, podría causarse un daño irreparable, y que cada caso debe ser revisado por los Tribunales Colegiados; que deben de revisar la admisión de la prueba, ya que se pueden violentar los derechos de la intimidad privada; porque como ningún derecho es absoluto, se viola la garantía de protección corporal; se restringe el derecho de libertad, de tránsito. Al parecer, la Corte se contradice, porque hace referencia que ningún derecho es absoluto, pero no estima, o no tomó en cuenta que cuando se enfrentan dos derechos, debe de prevalecer el del más débil. Asimismo porque no se comparó el derecho del niño, con el derecho del adulto. De igual forma, que con ello se viola el derecho probatorio, porque está permitido utilizar los avances de la ciencia, y negar el desahogo de la referida prueba, es negar lo anterior. De la misma manera, el Artículo 3 de la citada Convención del Niño establece que en todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los órganos legislativos, deben tener Universidad de Sonora como consideración primordial el interés superior del niño, resultando entonces igualmente que antes de poner en primacía los intereses del niño, parecería que se ponen los del adulto. Ahora bien los alcances del Derecho de identidad señalados en la Codificación Civil, como son: el derecho a un nombre, a alimentos y a la herencia, entre otros que son derechos fundamentales no deben de ser violados, y con la negativa a la autorización de la prueba del ADN, resultan de primer momento afectados y de alguna forma ninguneados. Vale decir que la Sociedad actual es muy variante y cambiante y como ejemplo, puede ponerse que la mujer busca en la tecnología la reproducción cuando no puede naturalmente hacer; lo cual urge a que se legisle para que se establezca una ley sobre la voluntad procreacional, por que al nacer el nuevo ser, ¿a quien se le ha de cargar la paternidad? ¿al que se prestó para la inseminación? que inclusive puede suceder que la inseminada ni lo conozca. El maestro hizo hincapié en que los avances científicos han dado lugar a temas como la clonación, que es la réplica de los seres vivos, y las polémicas que se han suscitado sobre este tema. Que para él, los avances científicos deben servir para prevenir enfermedades, que no se debe atentar sobre el derecho de identidad, porque utilizar la clonación de los seres humanos, sería tanto como perder la raíz de nuestro origen. Se cuestionó el porqué es importante saber sobre nuestro origen; también que ha habido avances en la ciencia tan importantes como el genoma humano, que no es otra cosa que nuestra historia genética; lo maravilloso de las células humanas, de los órganos, y de cómo una sola célula contiene la información Unidad Regional Sur genética para conocer nuestros orígenes, dándonos oportunidad de conocer de dónde y de quien venimos y nuestros rasgos. Concluyó su conferencia diciendo: “Si en la Ley no tenemos una norma que le diga al niño quien es, seremos semillas sin germen, o jinetes sin caballo”. ** PRESIDENTE DE LA SALA DE DERECHO DE FAMILIA DEL SUPREMO TRIBUNAL DE JUSTICIA DEL ESTADO DE SINALOA, EXPONENTE DEL VI SIMPOSIUM NACIONAL JURÍDICO UNIVERSITARIO, “ENRIQUE ALEJO URQUIDI URBALEJO” Universidad de Sonora *** Reseña de la plática conferencia sustentada con el título del derecho de identidad del Maestro José Moisés Vergara Tejada. *** “LA INCONSTITUCIONALIDAD DE LA LEY DEL IMSS” Mtro. José Moisés Vergara Tejada El Maestro Vergara Tejada inició su Conferencia diciendo que la Ley del IMSS es Inconstitucional. Mencionó que después de aprobada dicha Ley, surgieron inconformidades, que en contravención con la Constitución, se firmó un convenio para no aplicar la Ley del IMSS, siendo esto una irregularidad inconstitucional.También comentó que el Poder Legislativo dejó al Ejecutivo la reglamentación de la Ley del IMSS. Que la citada Ley del IMSS en lo relativo a los Trabajadores del campo, en el Art. 237 establece que el Trabajador del campo debe tener carácter de permanente y así ser afiliado. Refutó que los trabajadores del campo eventuales y permanentes no deben ser tratados con el mismo carácter, que el tratamiento debe ser distinto, ya que son desiguales, que si la Ley los trata como iguales se rompe con el principio de equidad, previsto en el artículo 31 fracción IV Constitucional.Que la Ley del IMSS al tratar este tema de los trabajadores del campo es Inconstitucional, explicando que no es posible que los trabajadores del campo eventuales tengan el mismo tratamiento, toda vez que los mismos, a veces trabajan solo por un día, o por horas, ya que son contratados por los llamados “camioneteros” que acarrean gente a los campos para que trabajen, que muchas de las veces no trabajan mas que unas horas, un día, o semanas, que se les paga por lo que trabajan, y que van trabajando de campo en campo, pero para ingresarlos como trabajadores permanentes al IMSS sería tanto como exigirle al patrón que llevara a una Unidad Regional Sur Secretaria que estuviese en el campo a las 5:00 a.m. para que los trabajadores que llegaran a diario fueron registrados, afiliados al momento de llegar; y si solo trabajaban un día, o una semana, fueran luego dados de baja; que muchas de las veces no se conocían de dichos trabajadores, ningún dato personal, o su identidad, ya que estos no eran contratados directamente por el patrón, y que era ilógico, que tuviera el patrón obligación de darle el mismo tratamiento que a un trabajador permanente. Argumentó también que contra la mencionada Ley procede el juicio de amparo; que el Patrón cuando le afecte puede interponerlo.Siguió diciendo que el Legislativo se equivocó y violó el artículo 16 Constitucional, así como el artículo 72 Constitucional, ya las Leyes se deben iniciar y llevar todo un proceso legislativo para ser aprobadas.- La iniciativa de la Ley del IMSS fue recibida en el Cámara de Senadores, cuando debió ser en la Cámara de Diputados. Explicó que la Ley del IMSS debe ser llamada inconstitucional por la Autoridad, ya que se dejó en manos del ejecutivo: regular los elementos de las contribuciones y por ello es inconstitucional. El Ejecutivo no reglamentó esta Ley debidamente, porque dejó muchas lagunas, ya que no especifica como debe incorporarse, cotizarse y contribuirse al IMSS al trabajador del campo. Concluyó su conferencia mencionando que las Autoridades admitieron su equivocación en el año 2004 con respecto a la citada Ley; ya que a solicitud de patrones presentaron nueva iniciativa para reformar la Ley del IMSS, la cual está en revisión y aún no se aprueba, pero aunque si se resuelven unos problemas con dicha reforma, no se resuelven otros, ya que no se resuelve el problema de guarderías de los trabajadores del campo, aun cuando los patrones pagan ese servicio, que la Ley es injusta para ambos, pero afecta más al patrón. ** MAESTRO EN DERECHO FISCAL Y EXPONENTE DEL VI SIMPOSIUM NACIONAL JURÍDICO UNIVERSITARIO, “ENRIQUE ALEJO URQUIDI URBALEJO”