145-A-99 SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las ocho horas del día dieciocho de diciembre de dos mil. El presente proceso contencioso administrativo, ha sido promovido por el Licenciado Rosalío Tochez Zavaleta, de cincuenta años de edad, al iniciar este proceso, abogado y de este domicilio, en carácter de apoderado general judicial del señor JUAN JOSE MARTIN ALCAINE NUÑEZ, impugnando de ilegal la resolución dictada por la Dirección General de Impuestos Internos, a las diez horas treinta minutos del día veintiocho de mayo de mil novecientos noventa y ocho, mediante la cual determinó a cargo de su poderdante cuota complementaria de Impuesto sobre la Renta y Multas por un valor de ochocientos diecinueve mil novecientos noventa y dos colones noventa y cinco centavos (¢819,992.95); y la resolución pronunciada por el Tribunal de Apelaciones de los Impuestos Internos, a las ocho horas treinta minutos del día veintidós de marzo de mil novecientos noventa y nueve, por medio de la cual confirmó la resolución antes mencionada. Han intervenido en el presente juicio: la parte actora en la forma mencionada, la Dirección General de Impuestos Internos y el Tribunal de Apelaciones de los Impuestos Internos como autoridades demandadas y el Licenciado Leonardo Alberto Oviedo Martínez, mayor de edad, Licenciado en Ciencias Jurídicas, de este domicilio, en calidad de Agente Auxiliar y en representación del señor Fiscal General de la República. LEIDO EL JUICIO; Y, CONSIDERANDO: I.- En la demanda presentada el actor esencialmente expone: La Dirección General de Impuestos Internos en forma automática pretende cobrar sumas de dinero en concepto de Impuesto sobre la Renta y multas por un monto de ochocientos diecinueve mil novecientos noventa y dos colones noventa y cinco centavos (¢819,992.95), sin cumplir debidamente con lo establecido en los artículos 113, 115, 116 y 119 de la Ley de Impuesto sobre la Renta, pues dicha suma fue determinada sin que previo a ello se notificara el informe que contiene los fundamentos en que se basa la resolución; es decir, no observó el procedimiento señalado en el Art. 115 relativo en hacerle saber al contribuyente la transcripción del Informe Pericial rendido por el Auditor designado para la fiscalización, que contiene los hechos e irregularidades imputadas en su contra y que sirvió de base para la respectiva tasación. Que el precepto establecido en el Art. 115 es para que se cumpla y debe interpretarse a la luz de que el contribuyente conozca plenamente el resultado de la intervención del Auditor, para luego tener oportunidad de defenderse y aportar pruebas para desvirtuar o no los hechos atribuidos. En el caso de autos la garantía para ejercer ese derecho no se otorgó porque la ley de la materia no contempla esa posibilidad, así como la de notificar las actuaciones a que hacen referencia los artículos 115, 116 y 119 de la ley citada. Concluye que la Dirección General de Impuestos Internos cometió ilegalidad por no cumplir con el Art. 115 inciso tercero, que literalmente reza: "... En consecuencia, la tasación, cuando ocurra intervención de Auditores deberá basarse en uno o varios informes que la misma Dirección escoja, los que serán transcritos íntegramente para conocimiento del contribuyente; y, por no aplicar correctamente los artículos 113, 116 y 119 de la precitada Ley de Impuesto sobre la Renta, omitiendo arbitrariamente aplicar el tenor literal prescrito en la ley, vulnerando con ello el derecho a la seguridad jurídica, la garantía de audiencia al no haber sido oído y vencido en juicio, con todas las garantías que para tal efecto se requieren. II. Admitida que fue la demanda, se tuvo por parte al licenciado Rosalío Tochez Zavaleta en el carácter que compareció, se ordenó la suspensión provisional de los efectos del acto pronunciado por el Tribunal de Apelaciones de los Impuestos Internos, y se solicitó a las autoridades demandadas informe sobre la existencia de los actos atribuidos. Contestados estos informes se confirmó la suspensión de los efectos del acto que se había decretado provisionalmente y se solicitaron nuevos informes con los fundamentos de legalidad de los actos impugnados, y se ordenó además, notificar la existencia de este juicio al señor Fiscal General de la República. En el informe que rindió la Dirección General de Impuestos Internos, básicamente manifestó, que la alegación planteada por el demandante se centra en el incumplimiento del Art. 115 de la Ley de Impuesto sobre la Renta, específicamente en que el informe de auditoría rendido por el Auditor a esta oficina debió transcribírsele íntegramente, y según esta oficina no realizó conforme a la Ley. Sobre lo alegado consta en el expediente respectivo a folios 207 vuelto, el acta de notificación de las dieciocho horas veinticinco minutos del día veintinueve de mayo de mil novecientos noventa y ocho, mediante la cual se notificó la resolución de mérito como el Informe de Auditoria de fecha trece de mayo de mil novecientos noventa y ocho. Que en su opinión, el citado Art. 115 establece dar a conocer al contribuyente interesado el resultado de la auditoría practicada, pero no establece el momento en que debe efectuarse tal notificación, ni la ley indica un procedimiento previo para la determinación del impuesto complementario más que el efectuado por esa oficina; y es en ese sentido, que los argumentos planteados por el demandante no tienen fundamento, ya que el derecho de conocer el resultado de la verificación efectuada se respetó. Respecto al derecho de conocer el resultado del informe de Auditoría con el propósito de hacer uso del derecho de defensa y aportar pruebas pertinentes para lograr desvanecer o no las determinaciones impuestas por esa oficina afirma, que el derecho de defensa y legitima reclamación lo realizó cuando hizo uso del recurso de apelación ante la instancia respectiva. Que cuando se notificó el auto de designación de auditores, el contribuyente quedó enterado que estaría sujeto a una fiscalización, cuya actuación se enfocaría a constatar incumplimientos a las obligaciones tributarias, por lo que tenía oportunidad de demostrar con la contabilidad, libros, documentos, registros y pruebas que obraren en su favor, que habría declarado correctamente. Caso contrario estaba sabedor que se determinaría cuota complementaria del impuesto, las sanciones y recargos correspondientes. En conclusión se aplicó el procedimiento previo a la determinación de cuotas complementarias de Impuesto sobre la Renta y multas conforme a la legislación secundaria aplicable, bajo el entendido que el demandante conoció oportunamente de él para demostrar que ciertamente había declarado lo correcto. Que es evidente el conocimiento y su participación en procedimiento administrativo dentro del cual manifestó una conducta notoriamente maliciosa ante esa oficina, por cambiar frecuentemente el lugar para oír notificaciones, lo que hace pensar que previo a la notificación de la resolución misma, él conocía del desarrollo del procedimiento tributario, confirmándose así, que bien pudo demostrar que lo declarado en su oportunidad estaba en orden lo cual no hizo. En relación a la violación de derechos constitucionales alegados, es de considerar que aún sin existir un procedimiento reglado en la respectiva ley impositiva, el demandante hizo uso del derecho de reclamación ante la misma administración, al interponer el recurso de apelación ante el Tribunal de Apelaciones de los Impuestos Internos quien conoció de las reclamaciones planteadas por el contribuyente y procedió al análisis respectivo. Que en su opinión, el demandante ha expresado claramente el derecho de reclamación en sede administrativa, en donde se dio oportunidad en su verdadera dimensión, no a un derecho sino a un interés legítimo para sostener que habría cumplido debidamente con sus obligaciones tributarlas sean formales o sustantivas. Por su parte el Tribunal de Apelaciones de los Impuestos Internos en lo pertinente manifestó: Que aún cuando se dieron las condiciones y circunstancias justificativas para proceder fiscalizar bajo los métodos estimativos e indicios permitidos por la ley, se autorizó por cumplir con las exigencias del Art. 116 de la Ley de Impuesto sobre la Renta, no obstante que el expediente respectivo refleja la aplicación de base cierta para la determinación del impuesto y multas. Ese auto que autoriza proceder a fiscalizar por tales medios, no es de aquellas actuaciones que trascienden al contribuyente de forma inmediata, por lo que resulta innecesario que éste le sea notificado. Sobre la falta de audiencia en el procedimiento aplicado que alega el demandante, advierte que los Arts. 113 al 119 de la Ley de Impuesto sobre la Renta que considera violados no tratan de un derecho fundamental, sino más bien de una garantía jurídica para preservar eso sí los derechos fundamentales en su dimensión última si se quiere, la dignidad humana, pero que a todas luces no constituye per se un derecho fundamental; por otro lado, como garantía procesal el derecho de audiencia y de defensa opera, según esa disposición en el ámbito jurisdiccional, pero que arrastrarlo al procedimiento administrativo - manifestación de actos administrativos- que por virtud de una ley explícita o implícitamente traza un interés público a realizar, como es que todos contribuyan mediante las prestaciones tributarias debidamente determinadas o cumplan con el resto de obligaciones, cuyo incumplimiento se ha sancionado en sede administrativa, les parece que no extiende tal garantía procesal constitucional a la actividad administrativa propiamente, salvo que habiendo procedimiento reglado no se cumpla, o que no habiéndolo se provea del derecho de reclamación ante la misma Administración, como el caso en cuestión, en que el Tribunal de Apelación de los Impuestos Internos asumió el caso escuchando, las reclamaciones planteadas, de tal manera que en sede administrativa, el contribuyente ha expresado su derecho de reclamación y se ha dado oportunidad de conocer en su verdadera dimensión, no un derecho, sino un interés legítimo, como es el de sostener que no habría incumplido con sus obligaciones o deberes tributarios; pero esto, a decir que sea el procedimiento administrativo interno un juicio en donde se da una verdadera controversia, y que el desborde de la ley consistía en omitir un trámite reglado que regula sobre la audiencia previa y probanzas, aspectos sustanciales y propios de la jurisdicción, les parece que atiende más a un desideratum que a un verdadero requisito constitucional, o lo que es más, violente algún principio de esa índole, porque la realidad material ha sido que sí se ha dado oportunidad de conocer y probar en descargo ante ese Tribunal, sin bien en contralor, pero que por tratarse de la misma sede administrativa, la unilateralidad del procedimiento que debe sostenerse con razonabilidad; por consiguiente, aún si la exigencia del Art. 11 Cn., se extendiera a cualquier actividad o proceso, sea administrativo, legislativo o jurisdiccional, en este caso, por ser función administrativa, la actividad reclamada como violatoria de inconstitucionalidad no se muestra tal, si en los hechos y antes de cerrar la vía administrativa se da oportunidad de audiencia y defensa. III.- Se tuvo por agregados el escrito y la credencial presentados por el Licenciado Leonardo Alberto Oviedo Martínez a quien se dio intervención en este proceso en carácter de Agente Auxiliar y en representación del señor Fiscal General de la República. Posteriormente el juicio se abrió a prueba por el término de ley, en el que la Dirección General de Impuestos Internos presentó documentación la cual se tuvo por agregada. En esta etapa del proceso, el actor presentó escrito -ver folios 81- manifestando que el hecho que la Ley de Impuesto sobre la Renta no contenga un debido procedimiento para que toda persona previo a ser sancionada tenga la oportunidad de defenderse y presentar pruebas de descargo y de hacer alegatos finales en su defensa, el Art. 115 de dicha ley sí otorga esa oportunidad cuando señala "en consecuencia, la tasación, cuando ocurra intervención de auditores deberá basarse en uno o en varios informes que la misma Dirección escoja, los que serán transcritos íntegramente para el conocimiento del contribuyente". Ese acto de comunicación a que hace referencia dicha disposición no existió, pues tal informe de auditoría fue notificado -al contribuyente- hasta el día viernes veintinueve de mayo de mil novecientos noventa y ocho, fecha en que se notificó la resolución de las diez horas treinta minutos del día veintiocho de mayo de ese mismo año, que determina cuota de impuesto y multa. Concluido el término probatorio se corrieron los traslados que ordena el Art. 28 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa. La Dirección General de Impuestos Internos, ratificó lo expuesto en su informe justificativo, y el Tribunal de Apelaciones de los Impuestos Internos agregó entre otros aspectos, que a su entender la cuestión medular es que el fallo que pronuncie esta Sala sea demostrativo del iter interpretativo del Art. 11 de la Constitución, ya que la tesis jurisprudencial esbozada por la Sala de lo Constitucional podría saturar de casos esta Sala, por lo que, una vez advertida la razonabilidad del fallo en cuestión la única alternativa resultaría ser la de modificar la ley para incorporar por ausencia de requisitos sustanciales del proceso, tales presupuestos en lo que respecta a las leyes tributarias en particular y otras administrativas en general; que les llama la atención como el fallo parte del presupuesto o principio del carácter vinculante de la Constitución, lo cual no es discutible como regla general, pero que sí mueve a dudas cuando tal principio se erige en dogma para toda la normativa constitucional, de ahí que esto importaría interpretar a la luz de la Constitución según esta tesis, que cada vez que se atiende a una disposición fundamental habría que implícitamente incorporar tal expresión, aplicable ya no solo en atención a lo que la disposición constitucional hace referencia; que es en ello donde el Tribunal de Apelaciones de los Impuestos Internos considera que existe un exceso en el iter interpretativo, debido a que los alcances dados al Art. 11 no resultan para nada en la conjugación de otras disposiciones, valores o principios de la misma Constitución, por lo cual el fallo se alimenta de doctrina pura y para nada de una normativa preexistente. Que el fallo de la Sala de lo Constitucional aplica el Art. 11 Cn., no solo a efectos jurisdiccionales sino a todo el que hacer estatal, cuando dicha disposición solo enfatiza en la garantía procesal para cuestiones de proceso Jurisdiccional y jamás administrativo; que esto lleva a otro problema, cual sería confundir la tarea interpretativa con la tarea integradora por insuficiencia constitucional; que en el análisis del Art. 11 de la Constitución y su pretendida aplicación al procedimiento administrativo, ninguna vía de interpretación hace posible llegar a tal resultado por más que se combinen los textos, principios y valores de la Constitución Salvadoreña, porque el artículo en mención señala al respecto la expresión juicio y que todo ello sea con "arreglo a las leyes", lo que prescribe con razonabilidad la exigencia de la garantía de audiencia en el ámbito del proceso jurisdiccional que es donde entran en juego los derechos subjetivos controvertidos, pero no hay disposición que permita concluir que tal garantía deba exigirse en plenitud de requisitos esenciales y para todo tipo de proceso estatal y no solo jurisdiccional. Enfatiza finalmente que la sola mención de que la Constitución sea vinculante no es suficiente como para insertar innovadoramente supuestos constitucionales por virtud de la interpretación constitucional de esa Honorable Sala; que en constituciones foráneas existen disposiciones que permiten sin lugar a dudas llegar a razonamientos que se pretenden innovar de manera doctrinario y de pura conveniencia, sin antes poder insertar tal doctrina en el entramado jurídico constitucional, al faltarle el principio o principios de donde emerjan los alcances interpretativos. La parte actora reiteró que el espíritu del legislador en el Art. 115 de la Ley de Impuesto sobre la Renta se traduce en la obligación que tiene la Dirección General de Impuestos Internos a transcribir íntegramente el informe pericial -resultado la fiscalización- para conocimiento del contribuyente a fin de que éste conozca en forma pormenorizada el resultado de la auditoría efectuada, y de esta forma conocer los hechos imputados en su contra para luego poder aportar pruebas pertinentes, alegatos finales para la emisión de la sentencia respectiva. En el caso de autos, la Dirección General de Impuestos Internos omitió dar a conocer previamente el referido dictamen pericial, pues se notificó simultáneamente con la resolución de tasación. Finalmente el Agente Auxiliar en representación del señor Fiscal General de la República presentó su alegato en el cual hizo una serie de formulaciones concluyendo que los actos impugnados son legales. FUNDAMENTOS DE DERECHO IV. El juicio se encuentra en estado de dictar sentencia. Los actos objeto de debate son: - Resolución dictada por la Dirección General de Impuestos Internos, a las diez horas treinta minutos del día veintiocho de mayo de mil novecientos noventa y ocho, mediante la cual determinó a cargo del demandante cuota complementaria de Impuesto sobre la Renta y Multas por un valor de ochocientos diecinueve mil novecientos noventa y dos colones noventa y cinco centavos (¢ 819,992.95 ); y - Resolución pronunciada por el Tribunal de Apelaciones de los Impuestos Internos, a las ocho horas treinta minutos del día veintidós de marzo de mil novecientos noventa y nueve, por medio de la cual confirmó la resolución de antes relacionada. El demandante concretiza su alegación, en que la Dirección General de Impuestos Internos estableció cuota de impuesto complementario y multas en base al informe pericial rendido por el auditor designado, el cual no se hizo de su conocimiento previo sino hasta la notificación de la resolución de fondo. En otros términos, la Dirección General no dio estricto cumplimento al Art. 115 de la Ley de Impuesto sobre la Renta, en razón que omitió dar a conocer previamente el informe de auditoría, el cual sirvió de fundamento para pronunciar la resolución de determinación. De la revisión de la documentación agregada en el proceso y de los expedientes administrativos relacionados con el presente caso, se extraen los datos cronológicos de lo ocurrido. El día cinco de mayo de mil novecientos noventa y siete la Dirección General de Impuestos Internos designó al señor Raúl Ernesto Cerritos Gómez, miembro del cuerpo de auditores, para que fiscalizara y verificara el cumplimiento de las obligaciones tributarias del contribuyente Juan José Martín Alcaine Nuñez, respecto del ejercicio impositivo comprendido del uno de enero al treinta y uno de diciembre de mil novecientos noventa y cuatro. Ver folios 153 del expediente respectivo. A fs. 69 del citado expediente corre agregado el memorándum de fecha doce de junio de mil novecientos noventa y siete, mediante el cual el auditor nombrado solicita al contribuyente la documentación e información ahí detallada, cuya copia se entregó al señor Juan Ramón Alas Aguilar. El día dieciocho de junio de mil novecientos noventa y siete el Jefe de Fiscalización Subdirección de Medianos Contribuyentes, solicitó diversidad de información a la sociedad Ambientes Habitacionales, S.A. de C.V. relacionada con operaciones realizadas por el demandante. El día veinticinco de junio de mil novecientos noventa y siete, ese mismo Jefe, solicitó a la sociedad Bayer de El Salvador, S.A., información relacionada con las sumas otorgadas por diversos conceptos al contribuyente investigado, información que proporcionó según consta a fs. 72 del expediente respectivo. El día doce de marzo de mil novecientos noventa y ocho, el auditor nombrado -Raúl Ernesto Cerritos Gómez- informó a la Dirección General de Impuestos Internos las actividades realizadas por el señor Juan José Martín Alcaine Nuñez durante el período investigado, manifestando que éste no llevaba los registros especiales ni control de ingresos, costos y gastos, lo cual impedía verificar el impuesto sobre la renta correspondiente, solicitando en consecuencia la autorización para proceder conforme los Arts. 116 y 119 de la Ley de Impuesto sobre la Renta. La anterior petición se autorizó por medio de la resolución de las quince horas cinco minutos del día diecinueve de marzo de mil novecientos noventa y ocho, notificada a contribuyente por medio del señor René Francisco Toledo, quien manifestó trabajar en el lugar señalado para oír notificaciones. Posteriormente dicha notificación fue invalidada a las catorce horas cuarenta y cinco minutos del día veinte de abril del citado año, por lo que la anterior resolución se notificó nuevamente por medio de la señorita Socorro Guadalupe Bolaños, mayor de edad, en el lugar señalado para ese efecto, manifestando dicha persona trabajar en dicho lugar. (ver fs. 161 Vto. del expediente respectivo). El trece de mayo de mil novecientos noventa y ocho el auditor Raúl Ernesto Cerritos Gómez emite el dictamen pericial que sirvió de fundamento para dictar la resolución de las diez horas treinta minutos del día veintiocho de mayo de mil novecientos noventa y ocho. A fs. 207 vuelto del expediente administrativo corre agregada el acta de notificación efectuada a las dieciocho horas y veinticinco minutos del día veintinueve de mayo de mil novecientos noventa y ocho, a través de la cual se dio a conocer la resolución antes detallada y el respectivo informe de auditoría. En el transcurso de este proceso el demandante ha insistido que la Dirección General de Impuestos Internos no dio a conocer previo a la emisión del acto de determinación el informe de auditoría que sirvió de base para dictar dicho acto. Que dicha omisión impidió ejercer el derecho de defensa dentro del procedimiento respectivo seguido por esa institución. Sobre este punto la Dirección General de Impuestos Internos afirma, que el citado informe de auditoría fue notificado con la resolución de determinación a las dieciocho horas veinticinco minutos del día veintinueve de mayo de mil novecientos noventa y ocho. Que el Art. 115 de la Ley de Impuesto sobre la Renta hace referencia a que el informe de auditoría debe ser transcrito íntegramente para conocimiento del contribuyente, pero que tal disposición como el resto de dicha ley no establece el momento de su notificación; y, que la referida ley no señala un procedimiento previo para la determinación del impuesto complementario, por lo que su actuación está dentro del marco de la legalidad. El Tribunal de Apelaciones de los Impuestos Internos contra argumenta lo alegado por el demandante, y sostiene que el derecho de audiencia y defensa opera según el Art. 11 de la Constitución en el ámbito jurisdiccional y no en el procedimiento administrativo, salvo que habiendo procedimiento reglado no se cumple, o que no habiéndole se provea al administrado del derecho de reclamación ante la misma Administración, como sucedió en el presente caso, a través del recurso de apelación. El Artículo 115 de la Ley de Impuesto sobre la Renta establece que los auditores al concluir su comisión, deben formular un informe dirigido a la Dirección General. Que la tasación, cuando ocurra intervención de auditores, deberá basarse en uno o varios informes que la Dirección escoja, los que serán transcritos íntegramente para conocimiento del contribuyente. Se ha establecido a Fs. 207 del expediente administrativo, que el informe de auditoría en base al cual la Dirección General de Impuestos Internos determinó cuota complementaria de Impuesto sobre la Renta y multas, no se comunicó al interesado sino hasta el momento en que notificó la resolución de determinación. Lo expuesto denota que el contribuyente demandante no tuvo conocimiento con anterioridad de los hechos, omisiones e infracciones imputados en su contra, hasta el momento de la resolución final, que establece cuota complementaria de Impuesto y Multas a su cargo. En consecuencia, el contribuyente agraviado no fue posible defenderse, más que recurrir en apelación ante el Tribunal de Apelaciones de los Impuestos Internos. Como es sabido en sede administrativa el derecho de defensa se concentra en el derecho a ser oído en el procedimiento administrativo; se concretiza en que los interesados planteen sus alegaciones y que éstas sean tenidas en cuenta por la Administración a la hora de resolver, esto es, que sean valoradas y aceptadas o rechazadas en función de razones y argumentos que, convenzan o no, permitan conocer el sentido de la voluntad administrativa, el juicio que la fundamenta. Y es que la concesión de garantías jurídicas debidas, no debe exclusivamente operar -como expresa el Tribunal de Apelaciones- en el ámbito jurisdiccional porque -según él- es ahí donde se da una verdadera controversia. Al respecto este Tribunal concuerda con los criterios sentados por la Sala de lo Constitucional en que el vocablo "juicio" consignado en el Art. 11 Cn. no está referido única y exclusivamente al concepto de proceso jurisdiccional -el proceso por antonomasia- sino que, se amplía a la idea de trámite, de actividad dinámica destinada al pronunciamiento de una decisión, evidentemente conflictiva con el interés o derecho de unas personas. La opinión brindada por las autoridades demandadas, relativa a que la Ley de Impuesto sobre la Renta no establece un procedimiento reglado para la tasación de impuesto complementario y multas, y que si bien el Art. 115 hace referencia a la transcripción del dictamen pericial al contribuyente, no precisa el momento en que debe notificarse; denota por una parte las deficiencias de que adolece la ley, y por el otro lado, no es más que una interpretación restrictiva de la misma, ya que es evidente la afectación de oportunidades de defensa del contribuyente. Sin embargo, la ley en su entorno y específicamente el citado Art. 115 debió interpretarse conforme a la Constitución. Relacionado con este punto, en sentencia definitiva, dictada a las quince horas cuarenta y ocho minutos del día treinta y uno de marzo del presente año, este Tribunal declaró que la interpretación conforme a la Constitución es vinculante no sólo para entes jurisdiccionales, sino de manera general para todo funcionario, ya que el Art. 235 de la Norma Suprema señala: "Todo funcionario civil o militar, antes de tomar posesión de su cargo, protestará bajo su palabra de honor, ser fiel a la República, cumplir y hacer cumplir la Constitución, ateniéndose a su texto cualesquiera que fueren las leyes, decretos, órdenes o resoluciones que la contrarien.." Conforme a ese marco legal concluyó, que la única interpretación conforme a la Constitución que puede hacerse respecto al punto discutido prescrito en el Art. 115 de la Ley de Impuesto sobre la Renta, es que la notificación del informe de auditoría debe llevarse a cabo antes de que se emita la resolución de determinación impositiva, pues con ello el contribuyente conoce plenamente el resultado de la investigación recabada por el auditor designado, y por tanto tiene la oportunidad de defenderse, presentando para ello las alegaciones fundadas en derecho, así como las pruebas que estime pertinente para lograr desvanecer los hechos, omisiones e infracciones imputadas en su contra. De lo contrario, sería imposible que el contribuyente conozca los cargos que se le atribuyen, situación que lo pondría en desventaja pues se le estaría privando la oportunidad de ejercer su derecho de defensa. En el caso de autos el desconocimiento del resultado de la investigación efectuada por los auditores impide que el contribuyente pueda cuestionar y debatir dentro del procedimiento, y no únicamente en un recurso posterior. En conclusión, el criterio y la práctica adoptada por las autoridades demandadas vulnera el Art. 115 de la Ley de Impuesto sobre la Renta, en la interpretación que acorde a la Constitución debía hacerse del mismo, viciando en consecuencia el acto de tasación y su posterior confirmación, por lo que sus actuaciones son ilegales. POR TANTO, con base en las razones expuestas y artículos 421 y 427 Pr. C., 31 y 32 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, a nombre de la República, esta Sala FALLA: a) Que es ilegal la resolución emitida por la Dirección General de Impuestos Internos, a las diez horas treinta minutos del día veintiocho de mayo de mil novecientos noventa y ocho, mediante la cual determinó cuota complementaria de Impuesto sobre la Renta y Multas por un valor de ochocientos diecinueve mil novecientos noventa y dos colones noventa y cinco centavos; b) Declárase que es ilegal la resolución dictada por el Tribunal de Apelaciones de los Impuestos Internos, a las ocho horas treinta minutos del día veintidós de marzo de mil novecientos noventa y nueve que confirmó la resolución relacionada en la letra a); c) No hay especial condenación en costas; d) En el acto de la notificación, entréguese certificación de esta sentencia a las autoridades demandadas y a la representación Fiscal; y, e) Devuélvase los expedientes administrativos a sus respectivas oficinas de origen. NOTIFÍQUESE.---M. ALF. BERNAL SILVA---J. N. R. R.---RENE FORTIN MAGAÑA---M. CLARA---PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN---J. E. ESCALANTE D.---RUBRICADAS.