Boletín Septiembre 2015

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BOLETÍN
N° 4 | Septiembre 2015
Boletín Asociación Colombiana de Ganaderos Ecológicos
Carta del Presidente
Diego Arciniegas Díaz—Presidente BioGanaderos | [email protected]
Cuando los ganaderos leemos en los diarios de circulación nacional o
internacional, columnas referentes al daño que hace la ganadería, o
vemos o escuchamos entrevistas de personalidades reconocidas que
hacen parte de entidades prestigiosas públicas o privadas, degradando la ganadería por su afectación al medio ambiente, algunos se podrán preguntar si esas afirmaciones o escritos serán ciertos y qué
afectaciones estaremos haciendo en nuestras fincas al medio ambiente, cuando la gran mayoría de ganaderos estamos procurando
hacer aportes para dejar un mejor mundo para las generaciones venideras, definitivamente nos pone a pensar si estamos en el negocio
correcto y que nuestra responsabilidad ambiental está en entredicho.
Pues para tranquilidad de los que practicamos esta profesión u oficio
de la ganadería, la noticia es que sí estamos haciendo ganadería de la
forma adecuada; no solo NO estamos generando las cantidades de
gas metano de las cuales acusan implacablemente a nuestros animales, sino que por el contrario hacemos aportes importantes a la captura o secuestro de Carbono (C); y cuando me refiero a hacer la ganadería de forma adecuada, es a hacerla de manera natural, de forma
organizada en sincronía con la naturaleza y no destruyendo arborizaciones o “embutiendo” animales en sistemas de confinamiento super
- intensivo, con alimentación, en un alto porcentaje, a base de granos,
lo cual sí genera unos efectos nocivos al medio ambiente.
En los años 40 un científico francés, André Marcell Voisin empezó a
desarrollar un sistema de pastoreo que años después se denominara
el PRV o Pastoreo Racional Voisin, como una de las tecnologías que
demuestran la importancia de los animales en una interacción con la
pastura y el medio ambiente; Allan Savory, de visita en Colombia el
pasado mes de julio, nos hacía una reflexión que, como hoy día algunos personajes dicen, “que la ciudad ideal sería la que esté llena de
vegetarianos en bicicleta”, Savory indicó que la solución para la creciente desertificación en África, (proceso de degradación ecológica
en el que el suelo fértil y productivo pierde total o parcialmente el
potencial de producción) era sacrificar 40.000 elefantes y una vez
llevada a cabo esa matanza, con el apoyo del Estado, se dieron cuenta que el proceso continuaba pese a que se había “controlado” esa
población, El Dr. Allan a partir de ese momento y consciente del error
que había cometido, prometió trabajar el resto de sus días en encontrar las soluciones para frenar este efecto de desertificación y reversarlo convirtiendo hoy día miles de hectáreas de desiertos en bosques, pero con la ayuda del ganado, no sin él.
Años más tarde, científicos de prestigiosas universidades e instituciones de todo el mundo han logrado afianzar estas teorías puestas en
En este Boletín

Carta del Presidente

Finca El Retiro | La
Finca Invitada

El compost: Una forma de devolver vida
a la Tierra

El suelo en la Producción Ecológica

Amigo Consumidor:
Por una cadena de
producción justa:
¡Exija el Sello Orgánico!
Asociación Colombiana de
Ganaderos Ecológicos
BioGanaderos
Presidente:
Diego Arciniegas Díaz
Vicepresidente:
Jorge Afanador Garzón
Secretaria:
Alcira Inés Garzón Acosta
Miembros Principales
Leonardo Mesa González
Antonio José García Gómez
Andrés Silva Mejía
Pedro Enrique Sarmiento Pérez
Miembros Suplentes
Álvaro Velasco Galindo
José Luis Márquez Contreras
Carlos Sánchez Vesga
Director Ejecutivo:
Alejandro Garavito Henao
Coordinador Técnico:
Álvaro Camilo Velasco Pulido
Editor General:
Andrés Silva Mejía
Delegado y miembro de la Junta
Directiva
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práctica por ganaderos de todas las latitudes, llegando a conclusiones fundamentales en defensa de
la ganadería; el profesor Luiz Carlos Pinheiro hace una recopilación de varios autores donde se tienen
estudios documentados sobre estos aspectos, indicando que si una pastura es cosechada en el punto óptimo de cosecha, la respiración de la planta es más favorable a una mayor captura de C y en este estado vegetativo el consumo lleva una menor emisión de C por parte del animal. Por supuesto
que no nos referimos a que no se produzca CO2, ya que un bovino en su vida emite unos 3.500 kg de
CO2 producto de la conversión de metano proveniente de la fermentación ruminal. Mientras tanto
una pastura bien manejada, con la deposición de materia orgánica proveniente del estiércol y del
sistema radicular, secuestra 14.467 Kg CO2/ha/año (Schenck, 2001; Harper et al, 1995; LCPM, 2003). Si
la vida media de los bovinos fuera de 3 años, el secuestro de C en ese periodo sería de 43.400 Kg, esto
es, para cada unidad de C emitida por un bovino, serían secuestrados 12,5 veces más por la pastura.
Autores como Sheck, 2001; Wright, 2001; Rillig et al, 1999; Sagar, 1999; de Angelo x Orlic, 1999; Subak,
1999, afirman que la pastura manejada sin arados u otras agresiones al suelo, y apoyándose con los
microorganismos del suelo, la biocenosis, el estiércol y la orina del ganado, que genera una rápida
mineralización de la Materia Orgánica, incrementa la fertilidad del suelo y secuestra cantidades mucho mayores de C, provenientes de las emisiones derivadas de la fermentación ruminal.
Phineiro, 2004 afirma que el sistema de Pastoreo Racional Voisin es el proceso que promueve mayor
secuestro de C. Por un lado, al incrementar la Materia Orgánica del suelo, automáticamente se aumenta la captación de C, porque 1 Kg de Materia Orgánica fija 3,67 Kg de C.
Y para poner estas cifras en el contexto local, el pasado 26 de agosto la Dra. Amézquita, directora
científica del proyecto mitigación a través de la captura de Carbono y haciendo parte de un grupo de
80 investigadores demostraron científicamente, a través de un estudio de 10 años, que la ganadería
bien manejada no sólo no afecta el medio ambiente, sino que lo beneficia, con un manejo integral
de gramíneas, leguminosas, silvopastoreo y otros aspectos que hacen que este tipo de ganaderías
capturen las emisiones generadas por los mismos animales dentro de un sistema holístico.
Colombia produce tan solo un 0,37% de las emisiones de gases efecto invernadero del mundo, por
debajo del promedio mundial y es 5º en la región, y por esto debemos continuar haciendo esfuerzos
para reducir estas emisiones a través de sistemas limpios, ecológicos y que trabajen de la mano con
el medio ambiente, como lo muestran las cifras de las conclusiones del estudio liderado científicamente por la Dra Amézquita, en la Amazonía colombiana en sistemas mejorados de asociación gramínea-leguminosa la captura fue de 4,3t/ha/año/1m, en el piedemonte andino de Colombia en incorporación de bosques con leguminosas 2,6 t/ha/año/1m, en Esparza (Costa Rica) con sistemas silvopastoriles-graminea-leguminosa-árboles productivos y protectores 7,5t/ha/año/1m; en el Cauca colombiano con sistemas agro-silvo-pastoriles, gramíneas-leguminosas-árboles cítricos y árboles protectores 5,5 t/ha/año/1m, por citar algunos ejemplos del estudio de la captura de Carbono.
Como lo explica Pinheiro, el balance positivo de secuestro de Carbono en estos sistemas de pastoreo
no es solo una ventaja ambiental; puede ser también, una garantía de beneficio económico. Ya se
viene negociando en algunas bolsas (Chicago, Londres, Syndey), (Candacado, 2001), los bonos o créditos de CO2. El mecanismo consiste en que las industrias contaminantes del Hemisferio Norte, responsables de la polución de la atmósfera por sus emisiones de CO2, compren cantidades equivalentes de Carbono secuestrado por los bosques y pasturas permanentes bien manejadas, especialmente
en el Hemisferio Sur. El valor de 1ton de CO2, ha sido negociado por US$10,00 (Candacado, 2001).
Si bien esto nos muestra un panorama muy distinto a lo que vemos y oímos en los medios de comunicación, tenemos un gran compromiso por delante y es el hecho de continuar por la senda de manejar una ganadería de la manera adecuada, de recuperar las zonas degradadas con sistemas agrosilvo-pastoriles mejorados y sostenibles, con altas tasas de captura de C, trayendo consigo beneficios
sociales, ambientales, económicos y de manera asociativa, todas estas ideologías unidas a través de
una asociación, BioGanaderos, propendiendo por ayudar a entregar un mejor planeta que el que recibimos.
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Casa Finca El Retiro
Finca El retiro | La Finca Invitada
Por: José Luis Márquez Contreras – Asociado BioGanaderos Líder Regional Santander y Norte de
Santander | [email protected]
Mucho antes de que comenzara a dársele importancia a nivel global y local a temas ambientales
como el calentamiento global y el efecto invernadero atribuidos a la ganadería y a pesar de estar en
pleno auge la Revolución Verde, el componente agropecuario de estos predios continuó siendo
manejado desde sus anteriores dueños de forma tradicional. Es decir, sin administrar productos de
síntesis química, ni a los potreros, ni al ganado.
El predio visto desde arriba tiene forma de pez, con la cabeza tocando la vía central que comunica
Cúcuta con Bucaramanga a la altura del kilómetro 100. Se ubica en la vereda La Caldera del municipio de Mutiscua (Norte de Santander), a 2.360 msnm, con temperaturas que oscilan entre 12 y 18° C
en el día y de 0 a 10° C en la noche, con una pluviosidad de 1.000 a 1.200 mm/año y una humedad
relativa del 70 al 85 %. Desde la carretera comienza a descender por un terreno pendiente hasta lo
que sería la mitad del pez, donde se encuentra la vivienda y continúa descendiendo hasta lo que
correspondería a la cola.
Son pues estas 8 hectáreas,
mezcla de terreno
pendiente y ondulado en su
gran mayoría, en las que
han permanecido como
componentes de la pradera,
gramíneas como el kikuyo,
la falsa poa y en menor proporción, el pasto brasilero,
mezcladas con dos tipos de
carretones (Tréboles) blanco y rojo, leguminosas propias del trópico alto.
De ellas se ha nutrido el ganado bovino, cuyo tipo predominante ha sido una
mezcla entre Normando y
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ganado criollo destinado a un sistema de producción de
doble propósito en explotación extensiva y que ha disfrutado de buenas condiciones sanitarias y de bienestar
animal, pero que sin embargo aún no ha manifestado
totalmente su pleno potencial productivo.
A comienzos de la década de los noventa, aprovechando
el abandono y desinterés de las propietarias de la época
y al dejar todo en manos de un administrador desleal, el
predio fue sometido a un intenso sobrepastoreo al ingresar múltiples especies animales (Ovinos – caprinos –
equinos) y debido a un inadecuado manejo, se produjo
una alta mortalidad de bovinos y el máximo deterioro
ambiental en la historia del predio.
Sin embargo, al comenzar este tercer milenio, los actuales propietarios comenzamos a dar los primeros pasos
para encaminar nuestro predio hacia la producción orgánica. Somos conscientes de nuestra responsabilidad
de generar salud y bienestar desde esta pequeña parte
del planeta Tierra que El Creador nos concedió para administrar, pensando en ayudar a los demás seres humanos.
El pasado 19 de abril, bajo la asesoría de Cultura Empresarial Ganadera, iniciamos la instalación del proyecto de
Pastoreo Racional Voisin (PRV) en esta agreste topografía y que como característica especial contará con un
sistema de potreros exclusivo para las crías, para un total
de 72 potreros definidos.
Actualmente nos encontramos en proceso de Certificación en Hatos Libres de Brucella y Tuberculosis bovina
y en Buenas Prácticas Ganaderas, asesorados por el ICA y
acompañados por el Pasante de la Facultad de Ingeniería Agroecológica de UNIMINUTO Sede Cundinamarca, que fue gestionado a través de BioGanaderos y que comenzó su práctica el pasado 1 de
septiembre.
Nuestras expectativas para el futuro son continuar el sendero trazado por BioGanaderos y encaminarnos junto a la Asociación hacia la certificación en producción orgánica.
Con nuestro trabajo y dedicación en este proyecto de vida y a través del ejemplo como padres,
tenemos el propósito de conseguir algo ya de
trascendencia para el futuro: que nuestros hijos
Alejandro y Federico se estén encariñando con
todos estos esfuerzos y procesos que paulatinamente y con perseverancia ya van dando frutos
en la naturaleza y en sus corazones.
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El compost: Una forma de devolver vida a la
Tierra
Por: Germán Darío Martínez Delgado – Administrador de Empresas Agropecuarias. Especialista en
Negocios Internacionales | [email protected]
Desde el comienzo de la Revolución Verde en la década de los años cincuenta, la productividad
agrícola en Colombia ha aumentado entre 2 y 5 veces. No obstante, para cubrir las necesidades de
este aumento en la producción, ha sido necesario el uso de fertilizantes químicos y plaguicidas que
suplan los requerimientos de las nuevas variedades más productivas, pero a la vez más exigentes,
no solamente en nutrición, sino en necesidades hídricas y mejor control de plagas y enfermedades,
ya que en la obtención de estas nuevas variedades se sacrificó la resistencia natural, en pro de una
mayor productividad.
Resultado de esto, además de una mayor producción, es que Colombia se ha convertido en uno de
los países que más fertilizantes usan por hectárea, alrededor de 578,6 Kg/año (Fuente: Banco Mundial) trayendo como consecuencia el deterioro de nuestros suelos y aumentando las áreas desérticas de nuestro país, por ser cultivos tan exigentes que han ido consumiendo los nutrientes naturales.
Lo anterior ha conducido a la disminución de la materia orgánica, lo cual se traduce en una mayor
necesidad de fertilizantes químicos que suplan la poca disponibilidad de los elementos requeridos
por los cultivos. Así mismo, aumento en la necesidad de riego, pues al haber poca materia orgánica
no hay retención de agua y, por el contrario, en épocas de lluvias, no hay un buen drenaje y ocurre el
encharcamiento y los problemas que trae consigo. Por su parte, la micro fauna contenida en la materia orgánica es escasa, lo que hace que las moléculas de los plaguicidas utilizados se acumulen en
nuestros suelos, volviéndolos más improductivos y peor aún, trasladándolos a los seres humanos en
las cosechas recolectadas.
En síntesis, la falta de materia orgánica trae consigo:

Degradación Física: Compactación de suelos, erosión hídrica y eólica.
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
Degradación Química: Pérdida de la Capacidad de Intercambio Catiónico, Salinización, Alcalinización, Acidificación, Contaminación.

Degradación Biológica: Reducción de Micro y Macro Fauna, Reducción de la Biomasa del suelo.
Por lo anterior, vemos la necesidad de devolver todas estas características al suelo, retomando técnicas ancestrales de cultivo, como lo es el uso de los residuos de cosechas y residuos orgánicos, que
junto al manejo concomitante con las nuevas prácticas agrícolas, devolverán la fertilidad a nuestros
suelos.
Dejando a un lado el tema que trataremos en otra oportunidad, acerca de la cantidad de residuos
producidos en nuestras ciudades, de los cuales el 65% son orgánicos que van a parar a los rellenos
sanitarios, nos dedicaremos a la biomasa producto de las cosechas, y a las excretas animales, las
cuales se utilizarán para producir compost que no es más que materia orgánica que nos ayudará a
devolver todas las características físicas, químicas y biológicas a nuestros suelos.
¿QUÉ ES LA MATERIA ORGÁNICA Y QUÉ ES EL HUMUS?
La materia orgánica es aquella que se encuentra conformada por moléculas orgánicas resultantes
de los seres vivos y la podemos hallar en las raíces, en los animales, en los organismos muertos y en
los restos de alimentos.
El humus es la capa superior del suelo que se encuentra compuesta por un conjunto de materias
orgánicas en descomposición, tales como hongos y bacterias. Esta capa se caracteriza especialmente por su color negruzco.
CLASIFICACIÓN DE LOS RESIDUOS SÓLIDOS
Orgánicos: Son los que se pudren, porque son biodegradables y se descomponen fácilmente al
contacto con el medio natural. Son los sobrantes de productos utilizados para preparar comidas,
cáscaras de frutas, verduras y huevos, hierbas, tamo o heno, carnes, madera, boñiga, leche, algunos
papeles, etc. Durante su descomposición los residuos orgánicos transforman benéficamente al Medio Ambiente produciendo abonos. En ocasiones generan detrimento de la atmósfera al emitir malos olores.
No orgánicos: Son los que permanecen en su estado y forma por largo tiempo. Plástico, papel, cartón, vidrio, hojalata, aluminio, zinc, hierro, textiles, hueso, desechos de construcción, etc. Buena parte de estos residuos tienen la propiedad de ser utilizados o transformados en nuevos productos mediante el re-uso y el reciclaje.
DISPOSICIÓN FINAL DE RESIDUOS
Es el último tratamiento que se le hace a los residuos para re-uso, reciclaje, relleno sanitario, compostaje, lombricultura o incineración.
Compostaje: Proceso biotecnológico, oxidativo y acelerado de descomposición de la materia orgánica, que genera elevadas temperaturas debido al metabolismo de microorganismos aerobios y
termófilos.
Un proceso de biotransformación es exitoso cuando se establece y se mantiene el crecimiento de
los microorganismos y se cuenta con la maquinaria y equipo idóneos para mantener el proceso dentro de los estándares de producción que aseguren una transformación rápida, confiable y sin riesgos
ecológicos, en un producto totalmente higienizado y estabilizado.
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Las condiciones más importantes para lograr la biotransformación son:

Mezcla de materiales para lograr la relación C/N ideal para llevar a cabo el proceso.

Realizar el proceso bajo cubierta para eliminar el factor climático que incide en la generación de
lixiviados y tránsito de maquinaria.

El material inicial debe ser esparcido en pilas técnicamente elaboradas y de acuerdo a un diseño
establecido.

Se deben mantener los niveles de oxígeno suficientes para que el proceso se mantenga aerobio.
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
Volteos mecanizados mediante máquinas compostadoras que favorezcan un proceso de degradación rápido que exponga todo el material a las temperaturas necesarias, garantizando la
actividad microbiana y la higienización y homogeneidad del producto final.

Suficiente humedad para permitir la actividad microbiana, sin obstaculizar la aireación.
Mediante este proceso de compostaje no solamente se disminuye el impacto ambiental en los cultivos, sino que también se abaratan los costos de producción y se pueden obtener mejores y más
abundantes cosechas y así se tendrá una agricultura más limpia y sostenible.
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El suelo en la Producción Ecológica
Por: Álvaro Camilo Velasco Pulido – Coordinador Técnico BioGanaderos | [email protected]
Pasamos por encima de él permanentemente; lo ignoramos, lo quemamos, le clavamos chuzos y lo rasgamos todo el tiempo, pero desconocemos su importancia y todo lo que realmente está pasando con él.
¿De quién hablamos? Del suelo, y para este articulo nos concentraremos en el Horizonte A, aquel elemento que soporta la vida en este planeta y es todo un universo de vida, con un supermercado de nutrientes y
una población de microorganismos tan grande, que en tan solo una cucharada de suelo podemos contar
más microorganismos, que gente en todo el planeta y estos millones de microorganismos buscan prosperar para mejorar las condiciones del suelo, además de ser trabajadores incansables que ayudan a nutrir
nuestras plantas, nuestros animales y que reciclan los desechos de la naturaleza, bien sean plantas o animales.
Empecemos por desglosar la composición del suelo: un suelo sano se compone de un 25% de aire, 23%
agua, 45% de Sustancias Minerales (partículas rocosas) y un 7% de sustancias orgánicas. El agua es un elemento fundamental para la nutrición de todos y nuestro planeta se compone en más del 70% de ésta. El
aire en el suelo es otro componente muy importante, ya que las raíces necesitan tener esos poros para
poder crecer, porque a diferencia de lo que muchas personas creen, las raíces no tienen la capacidad de
perforar el suelo, sino únicamente de “caminar” por aquellos espacios vacíos; es más, muchas veces no
tienen la capacidad de poder tomar los nutrientes del suelo de los cuales hablaremos más adelante.
¿Dónde se encuentran esas sustancias? Las sustancias minerales son elementos fundamentales para el
desarrollo y nutrición de las plantas; se han reconocido hasta ahora 17 elementos que ayudan en su desarrollo y que son transferidos a nuestros animales y por ende, a los vegetales que consumimos y a los derivados de los animales que criamos.
Ahora, con respecto a las sustancias orgánicas, éstas son una parte, aunque pequeña, fundamental en el
proceso de construcción del suelo… ¿Construcción del suelo?, Si así es; se ha vuelto toda una ciencia con la
que se busca desarrollar condiciones fértiles del suelo, aptas para la agricultura.
De estas sustancias orgánicas, el 85% es humus, 10% son raíces y 5% es biomasa. El humus es más que solo excremento de lombrices; es realmente aquel hábitat donde la materia orgánica del suelo existe. De color negruzco, principalmente por la cantidad de
Carbono que lo compone, y esto es fundamental, ya que el suelo es el principal depósito de Carbono del mundo, aquel elemento
que culpamos del calentamiento global. De
hecho, ha sido justamente la falta de cuidado que hemos tenido como productores
agropecuarios, lo que nos ha hecho responsables de aportar grandes cantidades de
Carbono a la atmosfera, ya que al dejar la
tierra desnuda por el uso de arados intensos,
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quemas irresponsables, aplicación indiscriminada de herbicidas, entre
muchas otras prácticas con las que hacemos que el Carbono se libere al
aire, porque adicionalmente quitamos la cobertura hecha por las plantas, ya sean pastizales, cultivos o arvenses. La naturaleza es sabia y desarrolló toda una metodología para capturar el Carbono, enterrarlo en el
suelo, cubrirlo de tal forma que no se escape y con esa misma cobertura,
comenzar a capturar más.
En la fase orgánica tenemos otros dos componentes. Uno de ellos son las
raíces, mencionadas anteriormente y de las que simplemente queda por
decir que son aquellas extensiones de las plantas que les permiten recorrer el suelo en búsqueda de los nutrientes que necesitan para prosperar… Pero ellas no pueden hacerlo solas, ellas necesitan “trabajadores”
que les ayuden a obtener sus nutrientes y estos se encuentran en la Biomasa, compuesta por un 59% de hongos, 25% Bacterias, 9% lombrices,
4% protozoos y 3% otros animales.
Hongos como las Micorrizas, que se adhieren a las raíces en una simbiosis en la que, las primeras buscan en el suelo nutrientes para las segundas y las segundas proveen un hospedaje para las primeras. Bacterias
que ayudan a descomponer la materia y los nutrientes del suelo para
que puedan ser digeridos por las plantas; lombrices que abren túneles y
dejan por el camino nutrientes listos para ser tomados por protozoos,
nemátodos y demás animales y microorganismos que en conjunto, son
trabajadores incansables para crear vida desde la base de la tierra.
¿Por qué tratar este tema del suelo en la producción ganadera y agrícola?
Porque estos son los cimientos de una producción agropecuaria exitosa y
si no tenemos buenos cimientos, nuestra producción no será la adecuada. Al contar con suelos pobres, tendremos plantas mal nutridas y de
esta forma obtendremos un alimento con poca capacidad para cubrir las
necesidades de mantenimiento, producción y reproducción de nuestros
animales. Pero lastimosamente es la realidad de nuestros campos; el mal
manejo que le hemos dado por décadas, ha causado que tengamos suelos con bajo porcentaje de materia orgánica y desbalance de sustancias
minerales, lo que ocasiona que no se hagan los aportes que necesitamos.
Sin embargo, tenemos una ventaja y es que hoy en día más que nunca
sabemos cómo manejar el suelo y conocemos las labores que podemos
comenzar para reconstruirlo, entre las cuales se encuentra inocular microorganismos, restaurar las poblaciones de bacterias y construir humus;
y eso es más fácil que nunca, gracias a las herramientas que están a
nuestra disposición.
Esto es apenas el fundamento base de Suelos. Ya en cada elemento del suelo podremos encontrar detalles como los nutrientes, como desarrollar materia orgánica, como preservar los microorganismos y como nuestros animales interactúan con el suelo.
BIBLIOGRAFÍA
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Amigo Consumidor: Por una cadena de producción justa: ¡Exija el Sello Orgánico!
Por: Alejandro Garavito Henao – Director Ejecutivo BioGanaderos | [email protected]
Para nadie es un secreto que día a día lo orgánico gana mayor terreno y protagonismo en el mercado mundial de alimentos, como resultado de la concientización que ha hecho el consumidor ante la necesidad de buscar productos que,
además de nutrir, sean inocuos y provengan de sistemas de explotación racionales en los que el bienestar animal y el respeto al Medio Ambiente son el punto de partida.
Al mismo tiempo, la legislación sanitaria guía a los ganaderos para que cumplan con las condiciones requeridas y por su parte, quienes optan por aplicar un
sistema de producción orgánica, asumen la responsabilidad y los compromisos
que por ley se derivan de esta decisión, pero es importante aclarar que una certificación sanitaria no es lo mismo que un certificado orgánico, ya que ésta es
solo uno de los pasos de todo el proceso.
En Colombia, al mercado de este segmento de alimentos entran productores
que han logrado obtener algún tipo de certificación sanitaria, o que han hecho
ajustes en su producción enfocándose hacia el bienestar animal y la no utilización de insumos químicos, y desafortunadamente compiten en el mismo, argumentando que los productos que ofrecen son orgánicos, cuando en realidad,
más allá de tener un sistema de producción diferencial, no han seguido el estricto proceso de conversión y certificación requerido para denominarse como
orgánico. Está bien hacer este tipo de ajustes en la producción, pero autoproclamarse “productor orgánico” sin estar certificado oficialmente, no es justo con los
productores que si han llevado a cabo todo el proceso.
Somos conscientes que obtener la Certificación Orgánica no es una tarea a corto plazo, ni del todo fácil, que además implica una importante inversión y una
alta dosis de constancia, orden y disciplina, pero si queremos llegar a obtener
este tipo de sellos, es un camino que debemos recorrer y para el cual no existen
atajos, y hoy en día quienes hacen las cosas bien, de acuerdo a la legislación,
deben enfrentarse a una competencia desleal que claramente afecta la rentabilidad del negocio.
Es por esto que hacemos un llamado a los consumidores para que sean más
rigurosos en la escogencia de los productos que les ofrecen como orgánicos o
ecológicos, que exijan los certificados que avalan dichos productos y que su criterio de selección vaya más allá de comprar un producto por una etiqueta o
publicidad que apela al bienestar o “felicidad” animal.
Así mismo, es importante que las entidades que se encargan de certificar y regular la producción y mercadeo de este tipo de productos y todas aquellas cuya
misión es proteger a los consumidores, asuman el rol que la ley les exige para
que pueda existir aunque sea un esbozo de equidad en el mercado y entre los
productores.
Nuestros Aliados Estratégicos:
AGROGRUP
S.A.S
Médicos Veterinarios homeópatas:
James Crossley Sanz
Francisco Javier Niño Murcia
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