Servicio a los hermanos (Extracto de Secretariado nacional de chile) Ahora bien, en este marco y teniendo presente la siempre necesaria formación de los dirigentes; considerando por una parte que históricamente el Movimiento de Cursillos de Cristiandad nació en el seno de una Escuela, y que la solidez en la formación de los dirigentes es fundamental y prioritaria para evangelizar las realidades temporales y transformar el mundo desde adentro; considerando al mismo tiempo, que para la urgente necesidad de formación de sus dirigentes, se hace cada vez más imprescindible que los Secretariados Diocesanos cuenten con una Escuela de Dirigentes, que funcione regularmente, como instrumento de apoyo para quienes perseveran en él y como una expresión de la proyección de su funcionamiento en el tiempo, teniendo en consideración que esta Escuela garantizará una formación metodológica y doctrinaria, que posibilitará ser más eficaces, eficientes y efectivos, al interior del Movimiento de Cursillos de Cristiandad y en los ambientes en que estamos insertos; cada Secretariado, atendida sus propia realidad debería considerar al menos las siguientes pautas para lograr estos objetivos Siendo la Escuela de Dirigentes la cuna histórica del M.C.C., y la fragua de sus mejores, es necesario revisar permanentemente en cada diócesis, su funcionamiento, incorporando en ella elementos didácticos y técnico pedagógicos que sin superar el Mensaje lo hagan más atractivo, motivante y dinámico para quienes se incorporan a ellas, posibilitando su proyección hacia el Movimiento y hacía los ambientes que hay que evangelizar con urgencia. Este instrumento, que depende del Secretariado, tiene como objetivo general, acelerar, en quienes hemos vivido la experiencia del Cursillo, la vivencia y convivencia de lo Fundamental Cristiano, transformándonos así en mejores dirigentes del M.C.C. y de nuestros ambientes. Ahora bien, Escuela de Dirigentes, Escuela de Servicio, Escuela de Profesores, Escuela de Rollistas, Escuela de Formación, Escuelas Intensivas, Escuelas ABC, etc, son denominaciones, que en forma bastante anárquica se utilizan hoy, a nivel de los distintos Secretariados Diocesanos para referirse muchas veces a una misma realidad, o a aspectos de una misma realidad, prestándose esta anarquía en no pocas oportunidades para equívocos cuando se trata de analizar la realidad de la Escuela en reuniones interdiocesanas o nacionales como Encuentros y Asambleas. Por ello es que nos parece que para abordar esta ponencia, “La formación de dirigentes.La Escuela”; es necesario ponerse de acuerdo en un vocabulario común al respecto, que permita entender claramente en cada caso a que nos estamos refiriendo. Objetivamente, desde un punto de vista práctico la Escuela de Dirigentes será "aquel instrumento, dependiente del Secretariado Diocesano de Cursillos de Cristiandad, que tiene por objetivo colaborar a que quienes han vivido un Cursillo, puedan acelerar la vivencia de lo Fundamental Cristiano en si mismos, en el Movimiento de Cursillos y en los ambientes en que se desenvuelven". O como se define en ”Ideas Fundamentales”, la Escuela de Dirigentes "es un grupo de cristianos que, unidos por y en un clima de Reunión de Grupo, buscan estar mas centrados, mas comprometidos y mas conjuntados, para acelerar la vivencia de lo Fundamental Cristiano, en si mismos, en el Movimiento de Cursillos y en los ambientes donde se mueven". (IFMCC.Pag.211). De esta definición de “Ideas Fundamentales” pueden desprenderse las características generales que debería tener cualquier Escuela de Dirigentes de Cursillos de Cristiandad: (Cfr.IFMCC.- Pags. 212-213) 1.- Es un Grupo, algo que es y que existe antes, durante y después de sus reuniones; algo que actúa dentro y fuera de sus reuniones; Ante todo, una Comunidad Cristiana en Acción. 2.- Es un grupo unido por y en un clima de Reunión de Grupo, unidad y comunión hechas posibles por un clima de diálogo, donde todos pueden y tienen algo que enseñar y que aprender, que preguntar y que opinar, donde al mismo tiempo se inspire el dialogo y el respeto y donde todos, además de ir a aprender y servir, a dar y entregarse, vayan fundamentalmente a darse, todo ello en un ambiente o clima de sinceridad, confianza, austeridad, libertad, igualdad, pluralismo, unidad en la diversidad y humildad, tanto en el plano individual como comunitario. En otras palabras la Escuela deber ser Comunidad Cristiana en Acción, con una existencia permanente, donde todos sean protagonistas y agentes de ella. Deberá estar unida por y en un clima de Reunión de Grupo. 3.- Es un grupo en el que sus integrantes buscan estar cada día mas Centrados, para hacer de lo Fundamental Cristiano el centro o. eje de sus vidas, y de la Mentalidad de los Cursillos el centro o eje de su actuación como Dirigentes del Movimiento; mas Comprometidos, "Conpro-meterse", meterse con y a favor de algo o alguien. En cristiano, estar "metidos" con Cristo y en pro de las cosas de Su Reino aquí en la tierra; y mas Conjuntados, lo cual supone conocerse, comprenderse, compenetrarse y coordinarse, de modo que la Escuela, como Grupo, sea la unidad de todos en un mismo Señor, una misma mentalidad y unos mismos objetivos. 4.- Es un instrumento de promoción apostólica que debe ayudar a descubrir, encauzar y promover la vocación de las personas que, habiendo vivenciado un Cursillo, se integren a ella, para asumir la responsabilidad de ser Dirigente en la Iglesia, en el Movimiento y en sus respectivos ambientes temporales. 5.- Es una rica instancia de formación doctrinaria y metodológica, ya que solo dirigentes sólidamente formados, podrán conquistar los ambientes en que están insertos. 6.- Debe ser un momento de encuentro y de grata acogida, comprensión y gozo para encontrarse con Cristo y con los hermanos. Asimismo, de la definición de “Ideas Fundamentales” se desprende la finalidad específica de la Escuela de Dirigentes, que no es otra que la de perseguir acelerar la vivencia de lo Fundamental Cristiano (Cfr.IFMCC.Pag.215): 1.- En cada uno, dándole criterios ("llenando la cabeza de ideas") y dándole espíritu ("llenando el corazón de fuego", para realizarlas). 2.- En el Movimiento, sondeando e impulsando inquietudes; pulsando e impulsando a los Grupos, Centros y sus reuniones; preparando y perfeccionando las Ultreyas - La Escuela es a las Ultreyas lo que el Equipo es al Cursillo – y acelerando y perfeccionando la conversión de las personas que participan e integran la Ultreya 3.- En los ambientes, informando - dando forma – cristiana, a los dirigentes de los ambientes, a las "vértebras", mediante el estudio, el cual proporcionará solidez a nuestra fe, forma a nuestra vida y eficacia a nuestro apostolado. La Escuela de Dirigentes en consecuencia deberá: 1.- Colaborar a la búsqueda de la santidad, promoviendo la orientación autentica (sincera), continua (decidida) y progresiva (cada día mayor) de toda nuestra vida a la luz del Evangelio, de nuestra vida en unión vital con Cristo 2.- Entregar el mensaje cristiano, mediante el conocimiento de la Palabra de Dios y la Historia de la Salvación; mediante el conocimiento de las exigencias de la Palabra de Dios para la Iglesia y el mundo de hoy (Documentos Conciliares, Documentos Pontificios, Orientaciones Episcopales, etc), de manera que se despierte la responsabilidad de los laicos en la Iglesia y en el mundo actual; mediante el conocimiento de la situación concreta, de los condicionamientos sicológicos, de la problemática, de la mentalidad, de los ambientes y de los hombres de nuestro tiempo. 3.- Dar a conocer y promover la aplicación de la Mentalidad, Esencia y Finalidad del Movimiento de Cursillos de Cristiandad. 4.- Dar a conocer la realidad y la problemática que existe en los ambientes del mundo de hoy, a través del testimonio de vida de sus integrantes, y 5.- Enseñar la Técnica de la Estrategia del Movimiento de Cursillos en sus tres tiempos: Precursillo, Cursillo y Poscursillo. Ahora bien, la Escuela de Dirigentes puede operar bajo distintas modalidades o con distintas estructuras, teniendo en consideración las características, las posibilidades reales y los recursos de que dispone cada Secretariado ¿Cuál es la finalidad del Movimiento? El Movimiento de Cursillos anhela encontrar en todos los ambientes, especialmente en los que están más alejados de la mentalidad cristiana, unos núcleos de cristianos que transformarán poco a poco su ambiente por la fuerza de su testimonio. Juan Pablo II hizo recordar este objetivo el día de la Ultreya Nacional de Italia, el 24 de noviembre de 1990: “He aquí su aporte dentro de la Iglesia : crear unos núcleos de creyentes que lleven el mensaje de salvación por todos lados, haciendo prevalecer el peso de su opinión no por imposición sino más bien por la fuerza de su testimonio”. La expresión “ser fermento del Evangelio dentro de los ambientes” traduce bien la finalidad del Movimiento. Jesús nos ha hablado de levadura: “El Reino de los Cielos es semejante a la levadura que una mujer ha tomado y mezclado con tres medidas de harina, hasta que todo haya levantado” (Mt 13, 33) La levadura (o fermento) es un ingrediente que se añade a la masa. Produce, desde el interior, una efervescenciaque la hace levantarse y causa unas burbujas que seve en el pan. Para los cursillistas, esta palabra “fermento” nos sugiere una forma de evangelización que se hace desde el interior, en los ambientes en donde vivimos. La finalidad del MCC consiste en construir un mundo más fraterno, proclamando los valores del Evangelio, pero recordando que esto se hará antes que todo “por la fuerza del testimonio”. Por lo tanto la meta intermedia que persigue el MCC para alcanzar su finalidad, es hacer posible la vivencia de lo fundamental cristiano, o sea el Reino de Dios (IFMCC,120). El MCC propicia el encuentro con Dios a través de una vivencia personal y profunda, y proporciona el medio de ahondar esta vivencia dentro de una comunidad cristiana auténtica. De ahí la definición oficial que el MCC se dio desde el Primer Encuentro Latinoamericano : “Los Cursillos de Cristiandad (el MCC) son un Movimiento de Iglesia que, mediante un método propio, posibilitan la vivencia y convivencia de lo fundamental cristiano, ayudan a descubrir y a realizar la vocación personal, y propician la creación de núcleos de cristianos que vayan fermentando de Evangelio los ambientes”. (IFMCC, 75)