8ªULTREYA NACIONAL Homilía Eucaristía de los 40 años del MCC en Chile P.Marcos Uribe Gutierrez 1er Asesor Nacional del MCC Hermanos: Celebramos con gozo y gratitud los 40 años de la llegada de los Cursillos de Cristiandad a nuestra patria, en este día la Iglesia Universal celebra a Cristo como REY UNIVERSAL, REY DE LOS REYES DE LA TIERRA. (Jn 18, 33b –37) ¡Qué hermoso es constatar que el MCC tiene como vocación en la Iglesia el construir el Reino de Dios y trabajar en los ambientes por la unidad y fraternidad de los hombres, tratando de construir el Reino eterno y universal, el Reino de la verdad y de la vida, el Reino de la santidad y de la gracia, el Reino de la justicia, el amor y la paz! En el Evangelio, la palabra que Jesús más repite en su predicación y en sus parábolas es la de REINO DE DIOS, o REINO DE LOS CIELOS. Con las distintas comparaciones, habló a los hombres de su tiempo y de todos los tiempos, del REINO como una comunidad en desarrollo que nace en este mundo y se proyecta hacia la eternidad. REBAÑO. Grupo de ovejas fieles guiadas a buenos pastos y aguas frescas por un Pastor bueno, capaz de dar la vida por el rebaño o por la oveja perdida, pero consciente que hay “otras ovejas que no son del redil, y que también hay que reunir”. CAMPO SEMBRADO: buena tierra y semilla seleccionada de la que se espera un buen fruto, pero donde el enemigo siembra cizaña y el Reino se manifiesta como una comunidad donde coexisten el bien y el mal, y donde sólo al final se establecerá la separación. El Reino es un BANQUETE: invitación generosa a todos con la libertad de aceptar o rechazar el convite. Y Jesús el Rey –lejos de la prepotencia y autoridad absolutista que concedemos al términoes el PASTOR que cuida, guía y orienta, es el dueño del campo que cuida con paciencia su sembrado, es el dueño del banquete que es capaz de inclinarse sobre cada invitado para lavar sus pies y procurar su puruficación. Cuando Nicodemo el fariseo va de noche a ver a Jesús para preguntar los secretos del Reino, y cómo se puede ingresar a él, Jesús le responde: “Hay que nacer de nuevo”. El “hombre nuevo” es la base de la construcción del Reino. +++ Con este cuadro bíblico comienza el MCC. Cuando miramos la estructura, el método y la finalidad del Movimiento, vemos que comienza con un llamado a la conversión, a hacer nacer en nosotros el “hombre nuevo” (“la mujer nueva”), para construir en este mundo el “Reino de Dios”, su Iglesia, su Comunidad. Nuestro deseo de “ser Iglesia”, de poner a Cristo como Rey y centro de nuestras vidas, de comprometernos con su ley – la ley del amor- para construir la hermandad entre los hombres, sentimos la estupenda actualidad de los Cursillos de Cristiandad que en su último Encuentro Mundial en Seúl (Corea 1997), lo reconocía “como método siempre válido de evangelización en la Iglesia postconciliar”. +++ Cuando agradecemos a Dios los 40 años del MCC en nuestra patria, reconocemos una historia recorrida que no ha estado ajena a la historia del mundo, de nuestra Iglesia y de nuestra patria. Hagamos un breve recorrido:1960, el Mundo se venía aun recobrando de la 2ª guerra mundial. La Iglesia Universal se encontraba preparando el Concilio Vaticano II, recientemente convocado por el beato Papa Juan XXIII. Chile, y especialmente la región Sur, vivía la angustia y los temores de terremotos y maremotos. Las Iglesias Diocesanas de todo el país estaban preparando la “Gran Misión” del año 1963, preocupadas de formar especialmente a personas para liderar los equipos misioneros. Una IDEA PASTORAL: los Cursillos de Cristiandad, nacidos como tales 10 años antes en España, y con una buena experiencia en la península y en otros países de Europa y América ofrecen la oportunidad. El Obispo de Temuco de la época, Monseñor Bernardino Piñera acepta la propuesta, y en junio de 1963 se da aquí, en Temuco el primer Cursillo con un equipo de cinco personas venidos de Arequipa, Perú. De aquí nació una nueva fuerza pastoral que poco a poco fue extendiéndose a todas las Diócesis del país, hasta Punta Arenas que acaba de tener este año sus primeros cursillos. Fuerza nueva. Vitalidad postconciliar. Reorganización de una Iglesia Nueva, a partir del “hombre nuevo”. Nuevas comunidades eclesiales. Creciente participación y madurez del Laicado. Presencia activa de Cristo Rey en todos los ambientes. Son muchos miles de hermanos los que han vivido esta experiencia en todo Chile. Sólo aquí en Temuco han participado 5.886 personas en 172 Cursillos efectuados. Una larga historia de gracia y de misterio, que tenemos que agradecer al Señor. +++ Todas las cosas humanas tienen un desgaste natural. Para muchos ha habido un decaimiento del fervor inicial. Este encuentro quiere renovar en nosotros nuestro compromiso primero, y con nuestro testimonio y nuestra amistad, renovarnos con nuevas energías para seguir construyendo el Reino de Dios bajo la conducción de Cristo Rey, Cristo Pastor, Cristo Profeta, Cristo Sacerdote. Que nuestra oración con las palabras de Jesús: “VENGA A NOSOTROS TU REINO” vaya acompañada con nuestro entusiasmo y nuestro esfuerzo para seguir construyendo el Reino de Dios allí donde el Señor nos ha colocado. Renovemos nuestros principios vividos en el Cursillo: - CRISTO Y YO MAYORÍA APLASTANTE. EL IDEAL DE VIVIR DE COLORES. TODOS SOMOS IGLESIA. ULTREYA, ÁNIMO, FUERZA, VALENTÍA, ADELANTE No estamos solos: CRISTO CUENTA CONTIGO, Y YO CON SU GRACIA. Temuco 23 de Noviembre 2003