N° 42 - Poder Judicial de la Provincia de Santa Fe

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Nº
42
T.
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En la ciudad de Venado Tuerto, a los
04
días
del mes de Abril de dos mil doce, se reunieron en Acuerdo los Señores
Vocales de la Cámara de Apelación en lo Penal, los Dres. F. Vidal y Tomás
Gabriel Orso y el Dr. Juan Ignacio Prola, Vocal de la Excma. Cámara de
Apelación en lo Civil, Comercial y Laboral, ambas de esta ciudad, con el fin de
dictar sentencia definitiva en el proceso seguido a F. I. A. -argentino, soltero,
nacido en la ciudad de Rosario, en fecha 30/11/1985, DNI. 31.986.325, hijo de
Juan Carlos y de Nélida Norma Giménez, domiciliado en calle Pasaje Quito
N° 2571 de la ciudad de Rosario, Prio. N° 1.482.839 de la Comisaría 9, Inst. 1,
respecto del delito de HURTO CALIFICADO, hecho ocurrido el 12 de Agosto
de 2010, en perjuicio de Matías Ezequiel Ferreyra, en Causa Nº 22/2012 de
esta Cámara.
Estudiados los autos, se resolvió plantear las siguientes
cuestiones:
1) ES JUSTA LA SENTENCIA APELADA?
2) QUE PRONUNCIAMIENTO CORRESPONDE DICTAR
EN DEFINITIVA?
Practicado el sorteo de ley, resultó que la votación debía
efectuarse en el siguiente orden: Dres. Tomás Orso, F. Vidal, Juan Ignacio
Prola.
A la primera cuestión planteada, el Dr. Orso manifestó:
I)
Contra la Sentencia N° 234 del 6 de Septiembre de
2011, dictada por el Dr. Edgardo Mario Fertitta, Juez en lo Penal de Sentencia
N° 3 de Rosario y por la que se falló en sus puntos: 1) CONDENANDO a F.
IVÁN A. -de identidad ya especificada- como autor penalmente responsable
del delito de hurto calificado (art. 163 inc. 6, en función del 45 del C.P.), a la
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pena de UN AÑO Y SEIS MESES DE PRISIÓN Y LAS COSTAS DEL PROCESO,
DECLARÁNDOLO REINCIDENTE (arts. 40, 41, 29 inc. 3°, 50 del C.P.); 2)
Revocar la condicionalidad de la pena de tres años de prisión que le
impusiera el Juzgado de Sentencia de la 5° Nominación de esta ciudad, a
tenor de lo normado en el art. 27 del C.P. 3) UNIFICAR la sanción precitada
con la impuesta en virtud al presente proceso fijando como pena única y
definitiva la de CUATRO AÑOS Y SEIS MESES DE PRISIÓN, ACCESORIAS
LEGALES
Y
LAS
COSTAS
DE
LOS
PROCESOS,
DECLARÁNDOLO
REINCIDENTE (Arts. 55, 58, 29 inc. 3°, 50, 40, 41, 12, 19 todos del C.P); el Dr.
Carlos Heuer interpuso recurso de apelación, el que fuera concedido
-libremente y con efecto suspensivo- por decreto del 12 de Septiembre de
2011 (fs. 116).
1) El Dr. Carlos Norberto Heuer, por la Defensa de F.
Iván A., al expresar agravios solicitó que se dicte formal absolución a su
pupilo.
La Defensa se agravió por la pena impuesta a su
defendido atento la naturaleza del hecho, el modo comisivo, la edad de A. y
las demás pautas de los arts. 40 y 41 del CP.
A
criterio
del
Dr.
Heuer,
la
pena
impuesta
luce
desproporcionada entre el grado de culpabilidad del hecho intimado y la
respuesta sancionadora, por lo que solicitó se reduzca la pena impuesta a los
mínimos legales para los delitos por los que fuera condenado.
Asimismo, destacó que se está en presencia de un hecho
en el que no se causaron lesiones a las víctimas de autos. Por ello, estimó
que el delito debe quedar configurado en grado de tentativa.
La Defensa indicó que existen dudas en torno a cómo se
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desarrollaron los hechos, que el Acta de Procedimiento fue cuestionada por
el imputado y que no existen testigos presenciales de la requisa y detención
de su pupilo.
Para el caso en que se estime necesario imponer una
sanción, el Dr. Heuer solicitó que se mantenga el arresto domiciliario que
actualmente posee su pupilo, hasta que éste pueda acceder al beneficio de
la libertad condicional.
La Defensa, ante el hipotético caso de que no se haga
lugar a sus planteos, efectuó reserva de derechos para acudir ante el
Superior Tribunal, tanto en el orden Federal como en el Provincial.
Por lo argumentado, el Dr. Heuer soliictó que se revoque la
resolución puesta en crisis y que se tengra presente la reserva de derechos
efectuada.
2) La Dra. María Eugenia Iribarren, Fiscal de Cámaras N°
2 de Rosario, al contestar traslado sostuvo que los planteos de la Defensa no
pueden prosperar en razón de que el A-quo efectuó una valoración de los
elementos probatorios reunidos de acuerdo a las reglas de la sana crítica
racional y arribó a una correcta solución respecto de la responsabilidad
penal que le cupo al mismo en los hechos que se le endilgan.
Asimismo, sostuvo que la negativa asumida por el
imputado al prestar declaración indagatoria (fs. 25) se ve desvirtuada por el
resto de las constancias probatorias reunidas en la causa, debiendo
interpretarse sus dichos como un mero intento por mejorar su comprometida
situación procesal.
Recordó que tanto la materialidad del hecho como la
participación del imputado está acreditada a partir del Acta de Procedimiento
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(fs. 2) de la que surge el arresto de Anriquez y el secuestro en su poder de la
motocicleta Honda Wave.
A ello sumó el hecho de haber sido encontrado el
imputado por los agentes policiales con inmediatez tempo espacial respecto
al lugar de ejecución del delito, teniendo en su poder el vehículo sustraído.
Esto -agregó- constituye un elemento de cargo incontrarestable que permite
afirmar la responsabilidad penal de Anriquez en el hecho imputado.
La Dra. Iribarren resumió que sostener que los hechos no
ocurrieron como surge del Acta de Procedimiento implicaría admitir la
existencia de un complot entre los agentes policiales y la víctima para
perjudicar a un ciudadano inocente, preconstituyendo prueba en su contra,
todo lo cual no resiste el menor análisis lógico en su opinión.
A criterio de la representante del Ministerio Fiscal Público,
la decisión dictada por el A-quo aparece acertada tanto en relación a la
responsabilidad penal del imputado como en lo que hace a la calificación
legal de la conducta por la cual se lo condena.
Argumentó que por cómo sucedieron los acontecimientos,
el imputado tuvo la disponibilidad de la cosa sustraída ya que la detención se
produjo recién cuando los autores del hecho se vieron acorralados por el
personal policial, no pudiendo continuar la fuga.
En cuanto a los agravios relativos al monto de la pena
impuesta, la Dra. Iribarren consideró que éste no puede prosperar ya que, a
su criterio, aparece ajustada a derecho y razonable teniendo en cuenta la
escala legal a considerar y la pena solicitada por la Fiscalía de grado al
momento de formular las conclusiones, la que era mayor a la que en
definitiva resultó impuesta.
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En relación al pedido de la Defensa de cumplimiento de la
pena bajo la modalidad de prisión domiciliaria, la Fiscalía sostuvo que ese
pedido debe ser tramitado en Baja Instancia, a fin de salvaguardar la garantía
constitucional de la doble instancia.
Por lo argumentado, la Dra.
Iribarren solicitó que se
rechacen los agravios de la Defensa y que se confirme la sentencia apelada.
II) Corresponde en las presentes actuaciones resolver el
recurso de apelación interpuesto por el Dr. Carlos Norberto Heuer, en
representación de F. I. A., contra la sentencia n° 234, dictada en fecha 6 de
Septiembre de 2011 por el Dr. Edgardo Mario Fertita -Juez en lo Penal de
Sentencia de la Tercera Nominación de Rosario- mediante la cual el
imputado de anterior referencia fue condenado, como autor penalmente
responsable del delito de Hurto calificado de vehículo dejado en la vía
pública a una pena de un año y seis meses de prisión y las costas del
proceso, declarándoselo reincidente y unificándose la misma, con la de tres
años de prisión impuesta por el Juzgado en lo Penal de Sentencia de la
Quinta Nominación de Rosario, a una pena única de cuatro años y seis
meses de prisión. (Arts. 12, 19, 29 inciso tercero 40, 41, 45, 55, 163 inciso sexto
y 58, todos del Código Penal).
A los fines de facilitar la lectura del presente voto cabe
recordar la plataforma fáctica sobre la cual pivoteó la teoría del caso del
actor penal y la condena del juzgador. En tal sentido se atribuyó, acusó y
condenó al imputado por haberse apoderado ilegítimamente, junto con otra
persona, de una motocicleta Honda, de color negro, modelo Wave, dominio
053-EDM, perteneciente a Matías Ezequiel Ferreyra, la que se encontraba
estacionada, sin medida de seguridad alguna, en la puerta de una vivienda
ubicada en Pasaje Neil 1543 de la Ciudad de Rosario. El hecho ocurrió en
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horas de la tarde del 12 de Agosto de 2010.
Examinando los agravios expresados por el recurrente, a
la luz de los elementos probatorios que fueron tenidos en cuenta por el
sentenciante para emitir el fallo y la réplica del actor penal de alzada, tras lo
cual considero que los mismos llegan a conmover parcialmente el decisorio
recurrido, sólo en lo que atañe a la respuesta punitiva impuesta por el injusto
perpetrado por el sometido a proceso.
A la conclusión precedente arribo tras considerar que el
juicio de autoría desarrollado en el fallo impugnado -extremo que sólo tocó
tangencialmente el apelante- resulta irreprochable. En tal sentido, surge
fehacientemente de autos -conforme la prueba recogida durante la colecta
instructoria- que el birodado objeto del apoderamiento ilegítimo por parte de
A. -quien fue detenido en situación de flagrancia cuando manejaba la moto
llevada de tiro por otra persona, la que huyó del lugar ante el accionar
policial- se encontraba estacionada enfrente de una vivienda, en la que se
encontraba la víctima, desde la cual fue transportada (remolcada desde otro
vehículo de similar tenor) por dos personas que circulaban en moto, entre las
cuales se hallaba el condenado y que fueron detectadas por la policía,
logrando escapar una de ellas -la que iba en la moto de adelante- siendo
aprehendido Anríques, quien marchaba a bordo de la moto sustraída,
vehículo que por carecer de llave iba con el motor apagado y por dicho
motivo era remolcada.
Atento dicho panorama probatorio, típico de una situación
de flagrancia, no quedan dudas respecto a la participación del prenombrado
en el hecho por el cual resultó condenado, máxime que ni siquiera atinó a
explicar que estaba haciendo al momento de su detención, la que –vale
recordar- pudo lograrse merced a una rápida y eficaz acción policial, puesto
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que el imputado pretendía huir del lugar, siendo dicho extremo otro indicio
incriminatorio importante.
Asimismo y en orden a si el hurto llegó a consumarse o
quedó en grado de tentativa, tal como lo sostiene la defensa, considero que
el juzgador proporcionó suficientes razones -a partir del análisis de la prueba
obrante en autos- como para entender que la sustracción pasó del grado de
conato, lo cual resulta acertado ya que entre la sustracción de la moto y su
recupero transcurrieron varios minutos y cierta distancia, extremos que
permiten inferir que el vehículo en cuestión salió de la esfera de custodia de
su legítimo propietario, lo cual basta para la consumación delictual
cuestionada por el recurrente.
Por todo ello considero que la sentencia recurrida, en
orden a la autoría delictual endilgada al justiciable y a la calificación legal
asignada a la conducta desplegada por el mismo, debe ser mantenida.
Cambia el panorama cuando analizamos lo vinculado a la sanción punitiva
impuesta a Anríquez, resultando atendibles las razones expuestas por el
apelante a partir de las cuales solicita una morigeración de la misma. En tal
sentido comparto lo señalado por el Dr. Heuer respecto a los efectos nocivos
que le pueda acarrear a su pupilo una pena de la magnitud que le fuera
aplicada,
lo
cual
no
se
compadece
o
al
menos
aparenta
ser
desproporcionada a la luz de la mínima ofensividad que generaron los
hechos por los cuales resulta condenado, habida cuenta de la rápida
recuperación del bien sustraído.
En función de lo anteriormente expuesto considero que la
pena adecuada, en orden al delito de Hurto Calificado (Art. 163.6 CP)
perpetrado por el inculpado, resulta la de un año de prisión. Asimismo
corresponde unificar dicha sanción punitiva, con la de tres años de prisión
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impuesta en relación a causa tramitada por ante el Juzgado de Sentencia de
la Quinta Nominación de Rosario, imponiendo -vía composición- una pena
única de Tres años y seis meses de prisión, accesorias legales y las costas
del proceso. (Arts. 5, 12, 29 inc. 3 y 58, todos del Código Penal).
Por otra parte, teniendo en cuenta que el recurrente
solicita no se modifique el régimen domiciliario que viene cumpliendo su
pupilo, considero que la modalidad de cumplimiento de la pena debe ser
considerada en la etapa ejecutiva por parte del magistrado con competencia
específicamente para ello. En dicha instancia seguramente se tendrán en
cuenta los motivos expuestos por la defensa, sumado a que por la
disminución de la pena impuesta el condenado se encuentra a pocos meses
de obtener la libertad condicional, situación que puede tornar aplicables a
cualquiera de las alternativas al régimen tradicional de encierro. (Art. 32 y ss.,
ley 24.660).
Finalmente,
no
obstante
la
ausencia
de
agravios,
considero que en este decisorio no puede soslayarse la errónea aplicación
del instituto de la reincidencia por parte del magistrado. En tal sentido,
teniendo en cuenta que la pena antecedente fue de aplicación en suspenso
-es decir que el justiciable no tuvo tratamiento penitenciario, por lo que nunca
revistió carácter de penado- y que el Código Penal adhirió desde hace varias
décadas al sistema de reindencia real y no ficta, sumado a que tampoco
hubo pedido fiscal; por todo lo cual corresponde dejar sin efecto la
declaración de reincidencia de F. Iván Anríques dispuesta en la sentencia
apelada.
A la misma cuestión, el Dr. Vidal dijo:
Estimo correcta la solución que da el Dr. Orso a la cuestión
planteada, por lo que adhiero a la misma y voto en consecuencia.
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A la misma cuestión, el Dr. Prola expresó:
Habiendo dos votos concordantes, me abstengo de votar (Art. 26
L.O.P.J.).
A la segunda cuestión planteada, el Dr. Orso manifestó:
Conforme a todo lo argumentado propongo al acuerdo la
confirmación parcial de la sentencia apelada, en cuando condenara a F. Iván
Anríquez, como autor penalmente responsable del delito de Hurto Calificado
(Arts. 45 y 163.6 CP), disminuyendo la pena impuesta, la que se fija en un año
de prisión y disponiéndose su unificación, con la de tres años de prisión
impuesta en relación a causa tramitada por ante el Juzgado de Sentencia de
la Quinta Nominación de Rosario, aplicando -vía composición- una pena
única de Tres años y seis meses de prisión, accesorias legales y las costas
del proceso (Arts. 5, 12, 29 inc. 3 y 58, todos del Código Penal), dejándose sin
efecto la declaración de reincidencia que había sido impuesta.
A la misma cuestión planteada, el Dr. Vidal dijo:
Adhiero especificamente a las consideraciones expresadas por
el vocal preopinante.
A la misma cuestión, el Dr. Prola expresó:
Me abstengo de votar en las presentes actuaciones, atento el
voto concordante de los Vocales que me preceden.
En definitiva, leídas que han sido las partes, la Cámara de
Apelación en lo Penal RESUELVE: I) Confirmar parcialmente la sentencia
apelada, en cuando condenara a F. Iván Anríquez, como autor penalmente
responsable del delito de Hurto Calificado (Arts. 45 y 163.6 CP).
II) Disminuir la pena que le había sido impuesta, la que se fija en un año
de prisión, accesorias legales y las costas del proceso. (Arts. 5, 12, 29
9
inc. 3 y 58, todos del Código Penal). III) Disponer la unificación de tal
pena, con la de tres años de prisión impuesta en relación a causa
tramitada por ante el Juzgado de Sentencia de la Quinta Nominación
de Rosario, aplicándose -vía composición- una pena única de Tres
años y seis meses de prisión, accesorias legales y las costas del
proceso (Arts. 5, 12, 29 inc. 3 y 58, todos del Código Penal). IV) Dejar sin
efecto la declaración de reincidencia que había sido impuesta. V)
Diferir el tratamiento del pedido de cumplimiento domiciliario de la
pena para el momento procesal oportuno. VI) Tener presente la
reserva de derechos efectuada.
Insértese copia autorizada, hágase saber y bajen.
Dr. Tomás Orso
Dr. F. Vidal
Dr. Juan Ignacio Prola
-Art. 26 LOPJ-
Dr. Sergio R. Fenice
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