Número de registro: 6687 Novena Época Instancia: Primera Sala

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INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 148/99.
Número de registro: 6687
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: Tomo XII, Octubre de 2000
Página: 103
INCIDENTE DE INEJECUCIÓN 148/99. CLEMENTE CASTAÑEDA VILLEGAS.
CONSIDERANDO:
SEGUNDO. El presente incidente de inejecución de sentencia, ha quedado sin materia en
virtud de que el secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal, como superior
jerárquico de las autoridades responsables, dependientes de él, y el director general de
Administración y Desarrollo de Personal del Gobierno del Distrito Federal, quien es una de
las autoridades responsables, respecto de las cuales se concedió el amparo en la ejecutoria de
cuya inejecución se trata, presentaron, respectivamente, los días doce y catorce de mayo de
mil novecientos noventa y nueve, ante la Unidad de Gestión y Dictamen de Cumplimiento de
Sentencias de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, los oficios números S2-BB/63/99,
de fecha seis de mayo de mil novecientos noventa y nueve, y 001498, de fecha cuatro de esos
mismos mes y año, a los cuales adjuntaron las constancias que demuestran que las
autoridades responsables no han incurrido en contumacia al cumplimiento de la ejecutoria de
amparo, como se analizará enseguida.
Efectivamente, el presente incidente de inejecución de sentencia se formó porque el Juez
Cuarto de Distrito en Materia Administrativa en el Distrito Federal, mediante proveído de
fecha dieciséis de marzo de mil novecientos noventa y nueve, ordenó la remisión de los autos
a esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, porque ni las autoridades responsables ni sus
superiores jerárquicos, habían obedecido la ejecutoria de amparo, no obstante los diversos
requerimientos efectuados para obtener su cumplimiento.
Como se advierte de los antecedentes de esta sentencia, en la parte que a la misma trasciende,
Clemente Castañeda Villegas promovió el juicio de amparo indirecto número 883/97, ante el
Juez Cuarto de Distrito en Materia Administrativa en el Distrito Federal, en contra de las
siguientes autoridades:
De la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal:
1. Director de Disciplina y Remuneraciones (ordenadora y ejecutora).
2. Director general de Servicios de Apoyo (ordenadora y ejecutora).
3. Director ejecutivo de Administración de Personal (ejecutora).
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4. Director de Recursos Humanos (ejecutora).
5. Subdirector de Moral y Disciplina (ordenadora y ejecutora).
6. Jefe del Departamento de Disciplina (ordenadora y ejecutora).
Del Gobierno del Distrito Federal:
7. Director general de Administración y Desarrollo (ejecutora).
A las autoridades responsables señaladas como ordenadoras, el quejoso les reclamó,
esencialmente, la baja de su empleo en la Policía Preventiva del Distrito Federal y a las
ejecutoras la abstención de pagarle sus haberes que percibía como policía de dicha
corporación.
Como antecedentes del caso relató, en esencia, los siguientes:
Que ingresó con la categoría de policía, el día primero de febrero de mil novecientos ochenta
y siete, a la Policía Preventiva del Distrito Federal con clave de cobro 412 35310 80301 0201
5, con adscripción a la Dirección de Recursos Humanos.
Que se instauraron en su contra, por abandono de empleo, los procedimientos administrativos
números DDRL/354/97 y DDRL/364/97, ante la Dirección de Disciplina y Remuneraciones
Laborales de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal.
Que la jefa de dicho departamento le entregó el día seis de noviembre de mil novecientos
noventa y siete el oficio número 004889 a través del cual se le comunicó su baja de esa
corporación, decretada por el director de Disciplina y Remuneraciones Laborales de la
Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal.
El a quo, en la sentencia de fecha treinta de abril de mil novecientos noventa y ocho,
concedió a Clemente Castañeda Villegas, el amparo en los términos que a continuación se
transcriben: "... De la propia manera, la garantía de legalidad constriñe a las responsables a
ajustar su actuación a los preceptos legales que las facultan para ello y como consecuencia
respetar las formalidades de los procedimientos contenidos en las leyes. De lo anterior, se
deriva que toda autoridad que emita un acto de molestia debe tener competencia para ello,
entendiéndose por competencia la facultad u obligación expresa que le confiere una norma
jurídica a una autoridad para realizar determinada acción. Por tanto, las autoridades
solamente pueden hacer aquello para lo que expresamente están facultadas en la norma. El
artículo 55, de la Ley de Seguridad Pública del Distrito Federal, que el quejoso estima
infringido, dispone lo siguiente: (se transcribe) ... Igualmente, el artículo 53, de dicha ley,
expresa: (se transcribe) ... De acuerdo con lo que señalan los artículos antes transcritos, le
asiste la razón al quejoso, en la medida en que de las constancias que obran en autos, se
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advierte que el director de Disciplina y Remuneraciones, decretó la baja de aquél, con base en
el acta que al efecto se levantó (foja veintiséis de autos), y en la que se comunica al quejoso
que deja de laborar en dicha secretaría, toda vez que existe motivo suficiente y razonable de
pérdida de la confianza. Pues bien, lo anterior denota la ilegal actuación del director de
Disciplina y Remuneraciones de la Secretaría de Seguridad Pública, toda vez que no observó
los lineamientos que para tal efecto prevén los artículos 55 y 53 de la Ley de Seguridad
Pública del Distrito Federal; además, de que se advierte que la autoridad competente es el
Consejo de Honor y Justicia, para conocer sobre la destitución de los elementos, sujetándose
a un procedimiento administrativo. Por lo que no se cumplió con las formalidades esenciales
del procedimiento, de acuerdo a dicha ley. En consecuencia, se debe conceder el amparo al
quejoso de que se trata, en contra del acto atribuido al director de Disciplina y
Remuneraciones de la Secretaría de Seguridad Pública, amparo que se hace extensivo con
relación a las autoridades ejecutoras de dicha orden." (fojas 107 vuelta a 109 del juicio de
amparo indirecto).
Conforme a lo expuesto, los alcances del fallo protector, consisten en lo siguiente:
1. Que el director de Disciplina y Remuneraciones de la Secretaría de Seguridad Pública del
Distrito Federal deje sin efectos el oficio número 004889, de fecha tres de noviembre de mil
novecientos ochenta y siete, en el cual decretó que a partir de esa fecha el quejoso dejaba de
laborar en esa corporación.
2. Reinstalar a Clemente Castañeda Villegas en el puesto que desempeñaba.
3. Pagarle, al propio agraviado, los salarios caídos.
Lo anterior es así, porque de conformidad con el artículo 80 de la Ley de Amparo, la
sentencia que lo conceda, tendrá por objeto restituir al agraviado en el pleno goce de la
garantía individual violada, restableciendo las cosas al estado que guardaban antes de la
violación, cuando el acto sea de carácter positivo y, cuando sea de carácter negativo, su
efecto será obligar a la autoridad responsable a que obre en el sentido de respetar la garantía
de que se trate, y a cumplir, por su parte, lo que la misma garantía exija.
Bajo tales premisas, debe decirse que es necesario precisar cuál es la situación en que se
hallaba el quejoso antes de que se emitieran los actos reclamados, así como los efectos que
éstos produjeron.
Clemente Castañeda Villegas reclamó la orden de baja de su empleo como policía y la
abstención del pago de sus haberes y percepciones en la Policía Preventiva del Distrito
Federal, decretada por el director de Disciplina y Remuneraciones de la Secretaría de
Seguridad Pública del Distrito Federal, mediante oficio número 004889, de fecha tres de
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noviembre de mil novecientos noventa y siete, de tal manera que antes de la emisión del acto
reclamado, el quejoso laboraba en la Policía Preventiva del Distrito Federal y percibía
salarios por ese concepto en el puesto de policía, categoría que inclusive se desprende de las
copias certificadas de la documentación exhibida por las autoridades responsables en
justificación de su informe (fojas 67 del juicio de amparo indirecto).
De ahí que si en la ejecutoria de amparo se consideró violatoria de garantías la baja del
quejoso en su empleo, porque el director de Disciplina y Remuneraciones de la Secretaría de
Seguridad Pública del Distrito Federal que la decretó, carece de competencia legal en
términos del artículo 55 de la Ley de Seguridad Pública del Distrito Federal y, además,
porque no observó el procedimiento establecido en el artículo 53 de la citada ley, entonces el
citado se encuentra obligado no sólo a dejar sin efectos el oficio en el que se decretó la baja
del quejoso, sino además a reinstalarlo en el puesto que ocupaba, y a cubrirle los haberes
dejados de percibir, actos que constituyen el núcleo esencial de la obligación.
En consecuencia, para estimar que no existe contumacia de las autoridades responsables para
acatar el cumplimiento de la ejecutoria de amparo, deben realizarse esos deberes que
constituyen el núcleo esencial de la obligación exigida.
Para arribar a la conclusión de que el presente incidente de inejecución de sentencia ha
quedado sin materia, es pertinente transcribir el contenido de los oficios y constancias
siguientes:
1. Oficio número S2-BB/63/99 de fecha seis de mayo de mil novecientos noventa y nueve,
suscrito por el director general de Servicios de Apoyo, en ausencia del secretario de
Seguridad Pública del Distrito Federal.
"Secretaría de Seguridad Pública. Dirección Jurídica. Dirección de Amparos Penales, Civiles
y Foráneos. Liverpool No. 136, colonia Juárez, C.P. 06600, México, D.F. Tel. 242 51 00, ext.
5185. Oficio No. S2-BB/63/99. Amparo 883/97. Inc. Inej. de Sent. 148/99. Asunto: Se
informa el debido cumplimiento a la sentencia ejecutoriada pronunciada en el juicio de
amparo 883/97, promovido por Clemente Castañeda Villegas, relativo al incidente de
inejecución de sentencia 148/99. México, D.F., a 6 de mayo de 1999. Lic. Jesús Guadalupe
Luna Altamirano. Jefe de la Unidad de Gestión y Dictamen de Cumplimiento de Sentencias
de la H. Suprema Corte de Justicia de la Nación. Presente. En cumplimiento a la sentencia
ejecutoriada pronunciada en el juicio de amparo citado al rubro, que le concedió el amparo y
protección de la Justicia de la Unión, al respecto informo a usted lo siguiente. Los efectos de
la sentencia son para que la autoridad responsable a dejar (sic) insubsistente todo lo actuado
en los expediente (sic) DDRL/354/97 y DDRL/364/97, así como el contenido del oficio
número 004889 de fecha 5 de noviembre de 1997, donde se rescindió la relación laboral del
amparista con esta dependencia. Las autoridades responsables han dado el total cumplimiento
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a la ejecutoria en comento. Reincorporando a su servicio al amparista, tal como se demuestra
con el aviso de alta 00039, de fecha 27 de noviembre de 1998, asimismo se han cubierto la
totalidad de haberes dejados de percibir por el impetrante, según se acredita con el
contrarrecibo JC12-00797, de fecha 31 de diciembre de 1998, y que fue recibido en forma
personal por el referido el día 31 de enero del año en curso, estampando al margen superior
derecho su huella digital y firma. Con lo anterior la autoridad responsable señala que ha dado
cumplimiento a los extremos de la ejecutoria y con fundamento en el artículo 113 de la Ley
de Amparo, solicita el archivo del presente asunto como definitivamente concluido, tal como
se demuestra con las copias certificadas que agrega al presente como constancia: 1. Aviso de
alta número 00039, de fecha 27 de noviembre de 1998. 2. Contrarrecibo JC12-00797, de
fecha 31 de diciembre de 1998. Por lo antes expuesto y fundado; a usted C. Jefe de la Unidad
de Gestión y Dictamen de Cumplimiento de Sentencias de la H. Suprema Corte de Justicia de
la Nación, atentamente pido se sirva: Único. Tenerme por presentado en tiempo y forma
dando el debido cumplimiento a la ejecutoria, dejando sin materia el incidente de inejecución
de sentencia y archivando el presente asunto como totalmente concluido. Atentamente.
Sufragio efectivo. No reelección. El secretario de Seguridad Pública. Dr. Alejandro Gertz
Manero (firma por ausencia). El suscrito firma por ausencia del C. Secretario de Seguridad
Pública con fundamento en los artículos 2o. y 83 del Reglamento Interior de la
Administración Pública del Distrito Federal. El director general de Servicios de Apoyo. Lic.
Genaro Pérez Rocha. Firma." (fojas 9 y 10 del incidente).
2. Copia certificada del aviso de alta de fecha veintisiete de noviembre de mil novecientos
noventa y ocho, suscrito por el director de Recursos Humanos de la Secretaría de Seguridad
Pública del Distrito Federal:
Ver tabla 1
Ver tabla 2
(foja 14 del incidente).
3. Copia certificada del contrarrecibo de cuenta certificada por liquidar, de fecha treinta y uno
de diciembre de mil novecientos noventa y ocho:
Ver tabla 3
(foja 15 del incidente).
4. Oficio número 001498 de fecha cuatro de mayo de mil novecientos noventa y nueve,
suscrito por el director general de Administración y Desarrollo de Personal del Gobierno del
Distrito Federal:
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"Dependencia: Dirección General de Administración y Desarrollo de Personal. Sección:
Dirección de Relaciones Laborales. Mesa: Subdirección de Normatividad Laboral. Número
de oficio: 001498. Expediente: (sic). Asunto: Se informa cumplimiento a la ejecutoria
pronunciada en el juicio de amparo No. 883/97, promovido por Clemente Castañeda Villegas,
incidente de inejecución de sentencia No. 148/99. México, D.F., a 4 de mayo de 1999. Lic.
Jesús Guadalupe Luna Altamirano. Jefe de la Unidad de Gestión y Dictamen de
Cumplimiento de Sentencias. Presente. Licenciado Víctor Quintana Silveyra; titular de la
Dirección General de Administración y Desarrollo de Personal del Gobierno del Distrito
Federal, en mi carácter de responsable y en alcance a la ejecutoria pronunciada en el juicio de
amparo al rubro indicado relativo al incidente de inejecución en cita al respecto comparezco a
exponer lo siguiente. Que con fundamento en lo establecido por los artículos 80, 104 y 105
de la Ley de Amparo y en cumplimiento a la ejecutoria de mérito las responsables han
acatado los extremos del juicio de garantías, lo cual se acredita con las copias fotostáticas del
aviso de alta 00039 de fecha 27 de noviembre de 1998, así como el contrarrecibo No. J-C1200797, de fecha 31 de diciembre de 1998, expedido a nombre del C. Castañeda Villegas
Clemente, firmando de conformidad el amparista el día 13 de enero de 1999, como consta
con los documentos que se anexan al presente. Por lo anterior y con fundamento en lo
dispuesto por el artículo 113 de la Ley de Amparo, se solicita el archivo del presente asunto
como total y definitivamente concluido, al no existir materia para la prosecución del mismo.
A usted C. Jefe de la Unidad de Gestión y Cumplimiento de Sentencias, atentamente pido se
sirva: Primero. Tenerme por presentado en tiempo y forma informando el debido y cabal
cumplimiento a la ejecutoria de mérito, con las documentales en copias fotostáticas que para
tal efecto se anexan. Segundo. Acordar de conformidad, previos los trámites de ley, declarar
sin materia el presente incidente de inejecución de sentencia y ordenar se archive, como total
y definitivamente concluido. Sin otro particular, reitero a usted mi atenta y distinguida
consideración. Atentamente. Sufragio efectivo. No reelección. El director general de
Administración y Desarrollo de Personal. Lic. Víctor Quintana Silveyra. Firma." (foja 13
frente y vuelta del incidente).
A dicho oficio se exhibieron las copias simples del aviso de alta de fecha veintisiete de
noviembre de mil novecientos noventa y ocho, y del contrarrecibo de cuenta certificada por
liquidar, de treinta y uno de diciembre de ese mismo año, las cuales no se transcriben por
tratarse de copias fotostáticas simples carentes de pleno valor probatorio, y además porque
las copias certificadas de esas documentales se transcribieron con antelación, en virtud de
haberse exhibido con el oficio reseñado en primer término.
Esas copias certificadas fueron expedidas por servidores públicos, con motivo de sus
funciones, por ello se trata de pruebas instrumentales públicas, las cuales merecen eficacia
probatoria plena, en términos de los artículos 129 y 202 del Código Federal de
Procedimientos Civiles, supletoriamente aplicado a la Ley de Amparo, según su artículo 2o.
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De ellas se desprenden los siguientes hechos:
Por lo que se refiere al primer punto en el que se dividieron los alcances de la ejecutoria de
amparo, consistente en dejar insubsistente el oficio número 4889, de fecha tres de noviembre
de mil novecientos noventa y siete, suscrito por el director de Disciplina y Remuneraciones
de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, las autoridades responsables no
remitieron prueba alguna que acredite que expresamente se dejó insubsistente esa
determinación.
Sin embargo, el artículo 190, fracción II, del Código Federal de Procedimientos Civiles,
aplicado en supletoriedad de la Ley de Amparo, como ya se fundó con antelación, regula la
prueba presuncional humana, que es aquella que se deduce de hechos comprobados en el
juicio y, de conformidad con el artículo 218 del ordenamiento procesal en cita, su valor
depende del prudente arbitrio del juzgador.
En esa tesitura, debe decirse que del aviso de alta del quejoso, Clemente Castañeda Villegas,
número 00039, de fecha veintisiete de noviembre de mil novecientos noventa y ocho, suscrito
por el director de Recursos Humanos de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito
Federal se infiere que se dejó insubsistente la orden de baja del quejoso, pues precisamente a
través de dicho aviso se dispuso su reingreso a la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito
Federal; con ello, implícitamente se dejó sin efectos la orden de baja del agraviado, dado que
la emisión de dicho aviso motiva que las autoridades responsables de manera tácita, esto es, a
través de la realización de ciertos hechos o actitudes sobreentendidas, se aparten de la orden
de baja del inconforme para disponer su ingreso.
Consecuentemente, de un hecho conocido y comprobado en el incidente, como lo es la
emisión por escrito de la orden de alta del quejoso en la Secretaría de Seguridad Pública del
Distrito Federal, se infiere la existencia de otro desconocido, como lo es la insubsistencia
sobreentendida de la orden de baja relativa.
Sirve de apoyo a la anterior determinación, la tesis número CXCV/89, sustentada por la
Tercera Sala de la anterior integración de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la cual
comparte esta Primera Sala, visible en el Semanario Judicial de la Federación, Octava Época,
Tomo IV, Primera Parte, página doscientos veinticinco, cuyo contenido es el siguiente:
"EJECUCIÓN DE SENTENCIA. PUEDE PRESUMIRSE DERIVÁNDOLA DE HECHOS
COMPROBADOS. Dado que la presunción derivada de hechos comprobados constituyen un
medio de prueba cuyo valor probatorio queda al prudente arbitrio del juzgador, conforme a lo
dispuesto por los artículos 190, fracción II, y 218, segundo párrafo, del Código Federal de
Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a la materia de amparo, al fallarse un
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incidente de inejecución de sentencia puede válidamente presumirse su cumplimiento si el
mismo se deriva de hechos comprobados."
Por cuanto al segundo de los efectos en los que se dividió la concesión del amparo, relativo a
reinstalar al quejoso en su empleo de policía, debe decirse lo siguiente.
En la copia certificada del aviso de alta número 00039 del que se ha venido hablando,
suscrito por el director de Recursos Humanos de la Secretaría de Seguridad Pública del
Distrito Federal el veintisiete de noviembre de mil novecientos noventa y ocho, se anotó en el
recuadro relativo a antecedentes, la siguiente inscripción: "Reinstalación con lo que se da
cumplimiento a la sentencia dictada por el C. Juez Cuarto de Distrito en Materia
Administrativa en el Distrito Federal, al juicio de amparo No. 883/97.".
De lo anterior se advierte que el director de Recursos Humanos de la Secretaría de Seguridad
Pública del Distrito Federal, quien es una de las autoridades responsables obligadas al
cumplimiento de la ejecutoria de amparo, suscribió el aviso de alta del quejoso, por virtud del
cual se le reinstaló con la categoría de policía que ocupaba antes de su baja, con efectos a
partir del día veintisiete de noviembre de mil novecientos noventa y ocho, de manera que la
autoridad responsable mencionada, tampoco fue contumaz a acatar el deber jurídico impuesto
por la ejecutoria de amparo, de reinstalar al quejoso.
Por lo que se refiere al último punto, en los cuales se dividieron los alcances de la ejecutoria
de amparo, consistente en pagar al quejoso sus salarios caídos, debe decirse que entre las
documentales ya transcritas, obra la copia certificada del contrarrecibo, de fecha treinta y uno
de diciembre de mil novecientos noventa y ocho, expedido a nombre del quejoso Clemente
Castañeda Villegas, por la cantidad de treinta y nueve mil novecientos noventa y un pesos
con cincuenta y ocho centavos.
Consecuentemente, si el director general de Administración y Desarrollo de Personal del
Gobierno del Distrito Federal, y el director de Recursos Humanos de la Secretaría de
Seguridad Pública del Distrito Federal, quienes son dos de las autoridades responsables
obligadas al cumplimiento de la ejecutoria y el secretario de Seguridad Pública del Distrito
Federal, como superior jerárquico de las restantes autoridades responsables que dependen de
él, remitieron ante esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, las pruebas documentales que
acreditan que la orden de baja del quejoso quedó implícitamente sin efectos, que se le
reinstaló en el puesto de policía que ocupaba antes de la emisión de su baja, que se
cuantificaron los salarios caídos correspondientes y que autorizaron su pago, entonces no
persiste la contumacia original a la ejecutoria de amparo que motivó la remisión de los autos
del juicio de amparo indirecto a este Alto Tribunal, razón por la cual debe declararse que el
incidente de inejecución de sentencia ha quedado sin materia, en virtud de haberse acreditado
en este incidente, que las autoridades responsables dejaron de ser contumaces a acatar la
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ejecutoria de amparo.
Sirve de apoyo a lo anterior la jurisprudencia número 1a./J. 57/98 de esta Primera Sala,
visible en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo VIII,
correspondiente al mes de diciembre de mil novecientos noventa y ocho, página doscientos
noventa y uno, del rubro y tenor siguientes:
"INEJECUCIÓN DE SENTENCIA. QUEDA SIN MATERIA CUANDO LA AUTORIDAD
RESPONSABLE ACREDITA DIRECTAMENTE ANTE LA SUPREMA CORTE QUE NO
HA INCURRIDO EN CONTUMACIA.-Cuando la autoridad responsable obligada a dar
cumplimiento a la sentencia de amparo, acredita en forma directa ante la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, que no ha incurrido en contumacia, con la documentación oficial que
sin lugar a dudas así lo demuestre, debe declararse sin materia el incidente respectivo, sin
prejuzgar sobre el debido cumplimiento dado a la ejecutoria de amparo y dejando a salvo los
derechos del quejoso para, en su caso, hacer valer los medios de defensa que tenga a su
alcance."
No es óbice a la anterior determinación que de todas las autoridades respecto de las cuales se
concedió el amparo, precisadas al principio de este considerando, sólo dos de ellas hayan,
una, suscrito uno de los oficios de cumplimiento, y otra, el aviso de alta del quejoso y las
copias certificadas de éste y del contrarrecibo de cuenta por liquidar certificada, y las
restantes autoridades no hayan tenido intervención en ninguno de ellos, pues, los actos
desplegados por el director general de Administración y Desarrollo de Personal del Gobierno
del Distrito Federal y por el director de Recursos Humanos de la Secretaría de Seguridad
Pública del Distrito Federal como autoridades responsables directamente obligadas al
cumplimiento de la ejecutoria, y por el secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal,
como superior jerárquico de las restantes autoridades que de él dependen, son suficientes para
demostrar que no persiste la contumacia original a acatar el fallo protector que motivó la
remisión de los autos a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pues como ya se dijo, esas
autoridades justificaron que quedó implícitamente sin efectos la orden de baja del quejoso,
que se le reinstaló en su puesto de policía y que se cuantificaron y se ordenó el pago de sus
salarios caídos, lo cual denota que las citadas autoridades actuaron con relación a los deberes
que les impuso la ejecutoria de amparo y por ende no puede sostenerse que exista inejecución
de la misma.
Para concluir con la cuestión en análisis, debe decirse que el incidente de inejecución de
sentencia no tiene por objeto determinar si intervinieron en el cumplimiento de la ejecutoria
todas las autoridades respecto de las cuales se concedió el amparo y protección de la Justicia
de la Unión, sino únicamente si dicha sentencia constitucional no se ha obedecido a pesar de
los requerimientos formulados para obtener su cumplimiento, dado que de ello depende la
aplicación de las sanciones previstas por el artículo 107, fracción XVI, de la Constitución
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General de la República, que es la finalidad de la apertura y tramitación del incidente de
inejecución de sentencia.
En relación con lo anterior, debe decirse que no es el caso de proceder a aplicar a las
autoridades responsables la sanción a que se refieren los preceptos citados con antelación,
pues para que ello sea factible, se requiere que exista contumacia de su parte para acatar el
fallo constitucional, esto es, que a través de evasivas y actos de escasa eficacia, pretendan
eludir su cumplimiento, lo cual no ha acontecido en la especie, porque en atención a las
consideraciones precedentes, las autoridades responsables no han sido rebeldes a acatar la
ejecutoria de amparo, pues desplegaron actos que demuestran sometimiento a la misma y por
ello no existe contumacia de su parte, que es el supuesto fáctico que se requiere para aplicar
las sanciones correspondientes.
Por lo expuesto y fundado se resuelve:
ÚNICO.-Ha quedado sin materia el incidente de inejecución de sentencia número 148/99.
Notifíquese; con testimonio de esta resolución, vuelvan los autos al lugar de su origen, y en
su oportunidad archívese el toca como asunto concluido.
Así lo resolvió la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por unanimidad
de cinco votos de los señores Ministros: Juventino V. Castro y Castro (ponente), José de
Jesús Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y
presidente Humberto Román Palacios.
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