CESIÓN DE DERECHOS. NULIDAD DE LA. EL DEUDOR CARECE

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171528. I.8o.C.280 C. Tribunales Colegiados de Circuito. Novena Época. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXVI, Septiembre de 2007, Pág. 2491.
CESIÓN DE DERECHOS. NULIDAD DE LA. EL DEUDOR CARECE DE INTERÉS
PARA RECLAMARLA. De los artículos 2224 y 2226 del Código Civil para el Distrito
Federal se desprende que la nulidad puede ser invocada por cualquier interesado, lo que
significa que es condición indispensable para que la acción prospere, que sea ejercitada
precisamente por aquel que por contar con la titularidad de un derecho que se vea afectado
por los actos de cuya invalidez se trate, pueda calificarse como interesado, siendo entonces
dicho interés un requisito esencial para deducir la acción. Ahora bien, el deudor no está
legitimado para plantear la nulidad de la cesión de los derechos de su acreedor, porque ésta
sólo tiene como efecto un cambio en el sujeto activo, dejando subsistente la obligación del
deudor, quien incluso, de conformidad con el artículo 2035 del citado Código Civil, está
facultado para oponer contra el cesionario todas las excepciones que tuviese contra el
cedente, de tal modo que el deudor queda colocado en idéntica situación a la que tenía frente
al original acreedor. Además, si de conformidad con el artículo 2076 del mismo
ordenamiento, el pago hecho de buena fe a quien esté en posesión del crédito libera al
deudor, ello implica la validez del pago efectuado al titular aparente del crédito, es decir, a
aquel que aun cuando en realidad no lo sea, por vicios en la adquisición de su calidad,
presente al menos una apariencia razonable de serlo, como en el caso en el que el cesionario
exhibe un documento auténtico en el que consta la cesión; en la inteligencia de que la validez
del pago efectuado en esas condiciones deriva del propósito de la ley de proteger la confianza
en la apariencia, por parte del deudor, a quien no se le puede obligar a efectuar una
investigación acerca de la legitimidad del derecho en la persona del acreedor, pudiendo por
tanto atenerse a la apariencia establecida para hacer el pago sin responsabilidad; pero
precisamente en atención a que legalmente es válido el pago realizado al acreedor aparente y
en consecuencia no está obligado el deudor a indagar sobre los defectos intrínsecos que el
título de aquél pudiera tener, es inconcuso que al deudor tampoco puede considerársele
legitimado para plantear la nulidad de la cesión de derechos bajo el argumento de que es
ilícita y se le expone a un doble pago, puesto que lo primero no impediría conceptuar válido
el pago que de buena fe se realizare al cesionario y sería en todo caso el verdadero acreedor
quien tendría un derecho de restitución contra quien hubiera indebidamente cobrado en su
lugar; siendo también de notarse que aun en los casos en que son dudosos los derechos del
cesionario, no hay obstáculo para que el deudor se libere de la obligación sin responsabilidad,
porque en ese supuesto y con arreglo al artículo 2099 del Código Civil, puede hacer la
consignación de la cosa debida, quedando a cargo del acreedor justificar cumplidamente sus
derechos y del Juez decidir lo conducente; de ahí que el deudor no resienta perjuicio con
motivo de la cesión y por consiguiente carece de interés jurídico para pedir su nulidad.
OCTAVO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.
Amparo en revisión 157/2007. Ingenio de Casasano La Abeja, S.A. de C.V. y otras. 13 de
junio de 2007. Unanimidad de votos. Ponente: Abraham S. Marcos Valdés. Secretaria:
Patricia Villa Rodríguez.
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