Sentencia del Tribunal Supremo (Sala de lo Civil, Sección 1ª) núm

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Sentencia del Tribunal Supremo (Sala de lo Civil, Sección 1ª) núm. 201/2007 de 23 febrero de 2007
Ponente: Excmo Sr. Alfonso Villagómez Rodil
(Fuente. Aranzadi Westlaw RJ 2007\2118)
Los antecedentes necesarios para el estudio de esta Sentencia se recogen en su primer fundamento jurídico.
En la Villa de Madrid, a veintitrés de febrero de dos mil siete.
Vistos por la Sala Primera del Tribunal Supremo, integrada por los Magistrados identificados al margen, el Recurso
de Casación contra la Sentencia dictada en grado de apelación por la Audiencia Provincial de Madrid –Sección
dieciocho-, en fecha 26 de enero de 2000 , como consecuencia de los autos de juicio de mayor cuantía sobre
litispendencia internacional (cumplimiento de contrato extinguido de distribución y pleito seguido ante el Tribunal de
Nueva York sobre su rescisión o nulidad), tramitados en el Juzgado de Primera Instancia de Madrid número sesenta,
cuyo recurso fue interpuesto por Pepsi-Cola de España, SA, CMCI (The Concentrate Manufacturing Company Of
Ireland), representada por el Procurador de los Tribunales don Antonio-Rafael Rodríguez Muñoz, en el que es recurrida
la entidad Sociedad Anónima de Refrescos de Palma (Sarepa), a la que representó el Procurador don Santos de
Gandarillas Carmona.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO
El Juzgado de Primera Instancia sesenta de Madrid tramitó los autos de juicio de mayor cuantía número 983/94, que
promovió la demanda de The Concentrate Manufacturing Company of Ireland (C..M.C.I.) Seven-Up-Int y Pepsi-Cola de
España, SA, en la que tras exponer hechos y fundamentos de derecho, suplicaron: «Que teniendo por presentado este
escrito, con la escritura de poder que acredita mi legitima representación, demás documentos al mismo acompañados y
copia de todo ello, se sirva admitirlo, tener al Procurador que suscribe como parte en las actuaciones en la
representación que ostenta de las compañías The Concentrate Manufacturing Company Of Ireland (CMCI), Seven-Up
Int. y Pepsi-Cola de España, SA, ordenando se entiendan conmigo las sucesivas diligencias, tener por promovida
demanda de juicio declarativo ordinario de mayor cuantía sobre incumplimiento de contrato y reclamación de cantidad
contra la Sociedad Anónima Refrescos de Palma (Sarepa), cuyo domicilio consta en el encabezamiento de este escrito,
acceder la citación de la demandada, a fin de que en el término de nueve días comparezca en autos y, en su momento,
conteste a la demanda si es que conviene a su derecho, dar al procedimiento su ulterior curso y, en su día, dictar
sentencia por la que se declare:– a) Que Pepsi-Cola de España, SA y CMCI concertaron respectivamente con Sarepa
dos acuerdos de 13 de diciembre de 1990 que se acompañan con la demanda, los cuales son enteramente válidos y
eficaces y plenamente vinculantes para las partes.– b) Que dichos contratos contenían una cláusula de sumisión
expresa a los Tribunales de Madrid, de obligado cumplimiento para las contratantes.– c). Que igualmente dichos
contratos establecían la exención de responsabilidad de CMCI/Seven-UP por la finalización del contrato de distribución
y embotellado suscrito por Seven UP CO, con Sarepa en 1971, y renovado en 1983 y la renuncia expresa de Sarepa a
exigir responsabilidad a las demandantes como consecuencia de dicha extinción contractual, careciendo por tanto
Sarepa de cualquier acción contra las actoras al amparo de los eventuales derechos renunciados.– d). Que Pepsi-Cola
de España, SA y CMCI han ejecutado en debida forma todas las prestaciones derivadas de tales acuerdos en especial
las obligaciones de pago que se asumían en los contratos.– e). Que Sarepa, al iniciar un procedimiento judicial en
Nueva York contra Pepsi-Cola de España, SA y CMCI/Seven Up Int., ha incumplido los contratos suscritos con PepsiCola de España, SA y CMCI/Seven Up Int., tanto en lo que se refiere a la sumisión a fuero, a la exención de
responsabilidad y a la renuncia de las eventuales acciones y derechos que pudiesen corresponderla.– f). Que, con su
incumplimiento Sarepa ha producido daños y perjuicios a Pepsi-Cola de España, SA y CMCI/Seven Up Int..– Y que en
consecuencia se condene a Sarepa a:– 1º. Estar y pasar por las anteriores declaraciones, cesando en su estado de
incumplimiento contractual.– 2º. Indemnice a Pepsi-Cola de España, SA y a CMCI respectivamente de las siguientes
sumas:– Los daños y perjuicios causados por Sarepa como consecuencia del incumplimiento incurrido, en especial los
gastos causados por la defensa de Pepsi Cola de España, SA y CMCI ante los Tribunales de Nueva York.– Los gastos
ocasionados en España a las demandantes como consecuencia de la conducta de Sarepa.– Cualquier otro daño
derivado directamente de la conducta incumplidora de Sarepa, pudiendo ser acreditados bien en período de prueba o b
bien en el trámite de ejecución de sentencia.– 3º. Al pago de las costas del procedimiento»
SEGUNDO
La demandada Sociedad Anónima de Refrescos de Palma (Sarepa) se personó en el pleito y presentó contestación
opositora a la demanda, que contiene el siguiente suplico: «Que teniendo por presentado este escrito, con el documento
adjunto y su traducción y las copias respectivas, se sirva admitirlo y tener por contestada la demanda y por formalizadas
las excepciones y la oposición de la misma; y en su día, previos los trámites prescritos para el juicio de mayor cuantía
dictar sentencia:– 1º. Estimando la excepción de litispendencia propuesta por esta parte y, sin entrar en el fondo del
asunto, acordar el archivo de las actuaciones.– 2º. Subsidiariamente, para el caso improbable de no estimar la
excepción de litis pendencia, estimando la excepción de defecto legal en el modo de proponer la demanda y, también
sin entrar en el fondo del asunto, acordar el archivo de las actuaciones.– 3º. Subsidiariamente, para el supuesto de no
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estimar ninguna de las excepciones antes referidas, declarando que Sarepa no incumplió obligación alguna al plantear
el procedimiento núm. 21.839/93, ante el Tribunal Supremo del Estado de Nueva York, Distrito de Westchester, contra
las aquí demandantes y otras, y en consecuencia que no procede condenarla al pago de las indemnizaciones ni los
gastos, ni ninguna otra condena a que se refiere la demanda de la que será absuelta mi mandante.– 4º. En todo caso,
imponiendo las costas del pleito a los demandantes».
TERCERO
El Magistrado-Juez del Juzgado de Primera Instancia número sesenta de Madrid dictó sentencia el 12 de septiembre
de 1997, con el siguiente Fallo literal: «Que estimando la excepción de litispendencia planteada por el Procurador D.
Santos de Gandarillas Carmona, en representación de «Sociedad Anónima de Refrescos de Palma» (Sarepa), debo
absolver y absuelvo en instancia a «Sarepa» de los pedimentos formulados en la demanda interpuesta por el
Procurador D. Antonio Rafael Rodríguez Muñoz, en representación de !The Concentrate Manufacturing Company Of
Ireland (CMCI), Seven-Up Int» y «Pepsi-Cola de España S.A»., no entrando a resolver sobre el fondo de la cuestión
litigiosa, ni efectuando los pronunciamientos interesados en el suplico de la demanda.– Con expresa imposición de
costas procesales a la parte actora».
CUARTO
La referida sentencia fue recurrida por las compañías demandantes que plantearon apelación para ante la Audiencia
Provincial de Madrid y su Sección Dieciocho (rollo de alzada número 1060/97, con fecha 26 de enero de 2000 pronunció
sentencia con el siguiente Fallo literal: «Que desestimando el recurso de apelación interpuesto por The Concentrate
Manufacturing Company of Ireland (CMCI) Seven up. Int. y Pepsi Cola de España, SA, representadas por el Procurador
de los Tribunales Sr. Rodríguez Muñoz contra la sentencia dictada por el Ilmo. Sr. Magistrado Juez titular del Juzgado
de 1ª Instancia núm. 60 de Madrid, de fecha 12 de septiembre de 1997 en autos de juicio de mayor cuantía núm.
983/94, debemos confirmar y confirmamos íntegramente la misma, con imposición a la apelante de las costas
procesales causadas en esta alzada».
QUINTO
El Procurador de los Tribunales don Antonio-Rafael Rodríguez Muñoz, en nombre y representación de Pepsicola de
España, SA y CMCI, formalizó recurso de casación contra la sentencia de apelación, que integró con los siguientes
motivos:
I.– Al amparo del ordinal primero del artículo 1692 de la Ley de Enjuiciamiento Civil , abuso, exceso o defecto en el
ejercicio de la jurisdicción.
II.– Por el ordinal tercero del artículo 1692 de la Ley de Enjuiciamiento Civil se denuncia quebrantamiento de las
formas esenciales del juicio por infracción de las normas reguladoras de las sentencias, habiéndose causado
indefensión en cuanto no se ha aplicado el artículo procesal 56 y artículo 11-3 de la Ley Orgánica del Poder Judicial y
jurisprudencia que se cita.
III.– Por la vía del número cuarto del artículo 1692 de la Ley Procesal Civil, infracción de su artículo 533-5 e indebida
aplicación del artículo 1252 y jurisprudencia.
IV.– Con el mismo amparo procesal, aplicación indebida del artículo procesal 533-5º y del 1252 del Código Civil y
jurisprudencia.
SEXTO
La parte recurrida presentó escrito a medio del cual impugnó el recurso de casación que resultó admitido.
SÉPTIMO
La votación y fallo del presente recurso de casación tuvo lugar el pasado día nueve de febrero del año 2007.
Ha sido Ponente el Magistrado Excmo. Sr. D. Alfonso Villagómez Rodil
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO
Al amparo del número uno del artículo 1692 de la Ley de Enjuiciamiento Civil se denuncia en el motivo primero que
la sentencia recurrida incide en abuso, exceso o defecto en el ejercicio de la jurisdicción, por vulneración legal y por
defecto en el ejercicio de la jurisdicción al no haber resuelto la cuestión litigiosa sometida a su conocimiento para la que
era competente, incidiendo en quebrantamiento legal al no observar la jurisprudencia aplicable en la materia de
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litispendencia internacional, por incorrecta aplicación del art. 533-5º y de la jurisprudencia reflejada en las Sentencias de
31 de enero de 1921, 19 de junio de 1990 y concordantes.
Se plantea de principio mal el motivo al apilar todos los supuestos del ordinal primero del artículo 1692, cuando se
refieren a situaciones procesales distintas y perfectamente identificadas, que exigen alegación y tratamiento por
separado.
Se lleva a cabo impugnación de la decisión del Tribunal de instancia, que entró a conocer la excepción de
litispendencia, que acogió, pues el pleito que se aportó como pendiente y justificativo de la excepción se tramitaba en
tiempo anterior ante Tribunal extranjero, concretamente ante el Tribunal Supremo de Nueva York, Condado de
Westchester, y se trata por tanto de litispendencia internacional que hacía exigible la existencia de convenio de tal
naturaleza o bilateral entre los Estados Unidos de América y España, como sucede con los Convenios de Bruselas y de
Lugano respecto a los paises comunitarios.
Si bien la simple pendencia de proceso extranjero no puede producir efectos, y menos suspensivos, en el ámbito
nacional y si los ocasiona una vez dictada resolución firme mediante el procedimiento del «exequatur», conforme a los
artículos 951, 952, 954 y concordantes de la Ley de Enjuiciamiento Civil , con la excepción del supuesto de que en el
país que tramita el pleito pendiente no se de cumplimiento a las ejecutorias de los Tribunales españoles.
En consecuencia, y de principio, cabía proponer la litispendencia y al Tribunal español le asistía jurisdicción para
considerar la excepción de referencia, siendo cuestión distinta la de si puede resultar eficaz o no, dadas las vicisitudes
que tuvieron lugar a lo largo del proceso y que se resolverá.
El motivo se desestima, lo que determina la improcedencia del motivo segundo, formulado al amparo del número 3º
del art. 1692 de la Ley de Enjuiciamiento Civil en el que se dice que la sentencia recurrida incide en quebrantamiento de
las formas esenciales del juicio por infracción de las normas reguladoras de la sentencia o de las que rigen los actos y
garantías procesales, siempre que, en este último caso, se haya producido indefensión para la parte; concretamente por
cuanto no se ha aplicado en debida forma el mandato contenido en los arts. 56 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, en
relación al art. 22.2 de la Ley Orgánica del Poder Judicial y el art. 11.3 de dicho cuerpo legal, según jurisprudencia
interpretadora de los mismos. (Sentencias de 13 de octubre de 1993 y 10 de noviembre de 1993 ).
La demandada Sarepa planteó en el pleito cuestión de competencia por declinatoria, con la pretensión de que el
pleito fuera remitido al Tribunal Supremo del Estado de Nueva York, donde se tramitaba el proceso que había
promovido, habiendo el Juzgado dictado resolución firme el 25 de septiembre de 1995 que desestimó la petición,
decretando su competencia para el conocimiento y resolución de la cuestión litigiosa de la que entendía y no se decretó
competente para conocer el pleito extranjero en que se basaba la litispendencia alegada.
Ha de tenerse en cuenta que Sarepa demandó ante el Tribunal de Nueva York, en base a que la interpelada Pepsi-In
–otorgante de la franquicia– residía en dicha ciudad y contra Pepsi-Cola de España y CMCI, así como otras compañías,
debiendo de tenerse en cuenta que los contratos de 13 de diciembre de 1990 sólo despliegan sus efectos entre los que
los suscribieron, y con ello la cláusula pactada de sumisión a los Tribunales españoles.
La declaración de competencia no implica que haya de resolverse inevitablemente la cuestión discutida, cuando
concurre una excepción, como en este caso la de litispendencia que condiciona la resolución del pleito por la posibilidad
de generar cosa juzgada y sentencias contradictorias, y de este modo la referida excepción queda desligada de la
competencia territorial, teniendo la misma sus propias incidencias.
SEGUNDO
La mercantil demandada, Sociedad Anónima de Refrescos de Palma (Sarepa), propuso la excepción de
litispendencia en base a los siguientes hechos: a) Las entidades actoras en este pleito demandaron a Sarepa para que
básicamente reconociera la validez, eficacia y vinculación de los acuerdos de 13 de diciembre de 1990 que había
suscrito con Pepsi Cola de España, SA, así como el de la misma fecha con la entidad The Concentrate Manufacturing
Company of Ireland (CMCI), los que liquidaron el contrato de distribución extinguido y que se había suscrito en fecha 31
de marzo de 1971, con renovación y ampliación el 2 de junio de 1983, solicitando indemnización por incumplimiento de
los mismos; y b) En el pleito que Sarepa promovió ante el Tribunal del Estado de Nueva York interesó la rescisión o
nulidad de los referidos contratos de 13 de diciembre de 1990, por concurrir vicios en el consentimiento.
Las posturas enfrentadas de los litigantes aparece perfectamente determinadas, por una parte se promovió la validez
de los acuerdos y por la contraria su ineficacia, por lo que la resolución que se dictase en el pleito extranjero pendiente,
de resultar estimatoria, y debidamente homologada, indudablemente ocasionaría cosa juzgada en el presente proceso,
y determinaría la desestimación de la demanda, ya que la litispendencia y cosa juzgada están en relación, y ésta
justifica a aquella a efectos de evitar sentencias dispares o contradictorias, y aquí sucede que el juicio extranjero
precedente prejuzga e interfiere el actual (posterior), al presentarse como interdependientes los respectivos suplicados
en ambos litigios ( sentencias de 9-2 y 14-11-1998 , 17-2-2000 , 28-2-2002 , 4-3-2002 y 25-7-2003 ).
La jurisprudencia ha considerado incompatibles el ejercicio en dos procesos de la acción de cumplimiento del
contrato con la resolutoria del mismo ( sentencias de 17-3-1997 , 4-3 y 20-12-2002 ).
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Siguiendo el discurso casacional no puede omitirse, y ha de ser objeto de consideración y estudio, el hecho ocurrido
durante la tramitación del pleito y es que el Tribunal de Nueva York resolvió el juicio que ante el mismo pendía,
pronunciando sentencia, que resultó firme, el 21 de noviembre de 1996, decretando la desestimación de la demanda, al
rechazar en su totalidad la acción ejercitada, con expresa imposición en costas. De este modo ninguna sentencia había
de ejecutarse en España ya que los contratos permanecen válidos, por lo que no entraría en juego la cosa juzgada
material.
No se acepta el argumento del Tribunal de Apelación que declare la supervivencia de litispendencia, para lo que
computó la fecha de la presentación de la demanda, en cuyo tiempo efectivamente persistía. Ahora bien como declara
la sentencia de 10 de julio de 2000 , la excepción de litispendencia pierde interes, y deja de cumplir su finalidad
institucional preventiva y de tutela de la cosa juzgada, al haberse resuelto el pleito anterior pendiente y sobre todo con
resultado desestimatorio, como aquí ocurre.
En la misma línea decisoria se pronuncian las sentencias de 16 de enero de 1997 y de 9 de febrero de 1998 ( RJ
1998, 608) sobre pleitos resueltos definitivamente en casación, y por tanto no pendientes. Igual doctrina se mantiene en
la sentencia de 30 de octubre de 2003 que declara que ha de tenerse por finalizada y extinguida la litispendencia
cuando termina el proceso que pendía, y si se trata de resoluciones de fondo daría lugar a la instauración de cosa
juzgada.
En estos casos, la excepción queda definitivamente aparcada y desprovista de efecto alguno. La sentencia de 30 de
noviembre de 2004 establece que la excepción de litispendencia opera en los supuestos de interdependencia y
prejudicialidad, y es preciso que la decisión del primer pleito vincule y determine el segundo, y de esta manera, si la
sentencia es desestimatoria de la pretensión suplicada, su repercusión en el pleito donde se alegó no lo determina en
modo alguno y recupera la plena libertad procesal.
Por lo expuesto, procede estimar el motivo tercero, que se complementa con el cuarto, en el que se denuncia
aplicación indebida de los artículos 1252 del Código Civil y 533-5º de la Ley de Enjuiciamiento Civil y jurisprudencia
que aporta, ya que al no concurrir la excepción de litispendencia queda despejado el pleito de obstáculos procesales
para resolver la cuestión de fondo, conforme autoriza el artículo 1715-1-3º de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
La demanda ha de ser estimada, si bien en forma parcial, como se dirá en el Fallo de esta sentencia, en base al
incumplimiento denunciado en que incurrió la demandada Sarepa de los acuerdos de 13 de diciembre de 1990, en los
que prestó renuncia expresa, no combatida en forma debida, a cualquier acción para formular reclamación por concepto
alguno, por no tener nada que exigir a las demandantes, procediendo decretar, de la apreciación probatoria, que los
daños y perjuicios reclamados y acreditados, son únicamente los correspondientes a los gastos causados por la
defensa de Pepsi-Cola España, SA y CMCI ante los Tribunales del Estado de Nueva York, a fijar en ejecución de
sentencia.
TERCERO
Al estimarse el recurso, no procede hacer declaración expresa en las costas correspondientes al mismo, así como
las causadas en primera instancia y en apelación, conforme al artículo 1715 de la Ley de Enjuiciamiento Civil ,
decretándose asimismo la devolución del depósito en su momento constituido por las recurrentes.
Por lo expuesto, en nombre del Rey y por la autoridad conferida por el pueblo español
FALLAMOS
Que debemos declarar y declaramos haber lugar al recurso que fue formalizado por las mercantiles Pepsi-Cola de
España, SA y CMCI contra la sentencia pronunciada por la Audiencia Provincial de Madrid en fecha veintiséis de enero
de 2000 , la que casamos y anulamos, y con estimación parcial de la demanda del proceso, declaramos:
a). Que Pepsi Cola de España, SA y CMCI concertaron, respectivamente, con Sarepa los acuerdos de 13 de
diciembre de 1990, lo cuales son enteramente válidos y eficaces y plenamente vinculantes para las partes.
b). Que, igualmente, dichos contratos establecían la exención de responsabilidad de Cmci/Seven-UP por la
finalización del contrato de distribución y embotellado suscrito por Seven-UP CO. con Sarepa en 1971, y renovado en
1983, y la renuncia expresa de Sarepa a exigir responsabilidad a las demandantes como consecuencia de dicha
extinción contractual.
c). Que Sarepa, al iniciar un procedimiento judicial en Nueva York contra Pepsi-Cola de España, SA y CMCI/SevenUP INT, ha incumplido los contratos suscritos con Pepsi-Cola de España, SA y CMCI/Seven-UP INT.
d). Que, con su incumplimiento, Sarepa ha producido daños y perjuicios a Pepsi-Cola de España, SA y CMCI/SevenUP INT.
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En consecuencia condenamos a la Sociedad Anónima de Refrescos de Palma (Sarepa), a estar y pasar por las
anteriores declaraciones e indemnizar a Pepsi-Cola de España, SA y a CMCI los gastos judiciales causados a dichas
entidades ante los Tribunales del Estado de Nueva York, cuyo importe se fijará en ejecución de sentencia.
No se hace declaración expresa de las costas del recurso ni de las causadas en las dos instancias, decretándose la
devolución del depósito constituido por las entidades recurrentes.
Así por esta nuestra sentencia, que se insertará en la Colección Legislativa pasándose al efecto las copias
necesarias, lo pronunciamos, mandamos y firmamos –Jesús Corbal Fernández. – Vicente-Luis Montés Penadés.–
Alfonso Villagómez Rodil.– Rubricados.
PUBLICACIÓN. –Leída y publicada fue la anterior sentencia por el Excmo. Sr. D Alfonso Villagómez Rodil, Ponente
que ha sido en el trámite de los presentes autos, estando celebrando Audiencia Pública la Sala Primera del Tribunal
Supremo, en el día de hoy; de lo que como Secretario de la misma, certifico.
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