PODER JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN “POR UNA JUSTICIA DE VALORES, TRANSPARENCIA Y RENDICIÓN DE CUENTAS” RETOS Y COMPROMISOS 2015-2018 PRESENTACIÓN. Con motivo del proceso de designación de la Presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura, y en cumplimiento a lo dispuesto por el artículo 29 del Reglamento Interior de la primera, someto a la consideración de la señora y los señores Ministros el contenido de las líneas generales de mi propuesta de trabajo denominado “Por una Justicia de Valores, Transparencia y Rendición de Cuentas”, Retos y Compromisos 20152018. Tengo el pleno convencimiento que el Poder Judicial de la Federación es hoy actor determinante en el proceso de consolidación de la democracia en nuestro país. Entendida la democracia como un valor fundamental e indispensable del Estado de Derecho, cuya soberanía radica en la voluntad popular y tiene como objetivo el bienestar de los gobernados, el respeto irrestricto a sus derechos humanos y a los principios de constitucionalidad, convencionalidad, legalidad y división de poderes. 1 Con ese convencimiento, deseo reiterar que el Poder Judicial de la Federación constituye, actualmente, el fiel de la balanza en la solución de los muchos y variados conflictos sometidos a su jurisdicción; es garante de la preservación de condiciones para una convivencia social, pacífica y armónica; salvaguarda de los derechos humanos, de la dignidad humana y fortalecimiento de las instituciones del Estado. Sobre todo hoy que el país vive profundas transformaciones, nuevas instituciones aparecen en el escenario nacional, nuestro sistema jurídico evoluciona acorde con los cambios políticos económicos y sociales. La modernización de México es necesaria y es un reto en el que el Poder Judicial de la Federación tiene un papel determinante. Las bases que propongo están diseñadas para contribuir a su fortalecimiento y al cabal cumplimiento del mandato constitucional que como Poder le corresponde en ejercicio de la soberanía. La esencia de estas líneas generales de trabajo la constituyen los principios y valores que la Constitución y el orden jurídico prescriben para el juzgador, en cuya actuación la sociedad espera verlos reflejados. Nuestro país requiere de jueces preparados, profundamente conocedores del Derecho, de las leyes que integran el orden jurídico, la doctrina y la jurisprudencia, y conscientes de los problemas y la realidad por la que México transita. 2 Hombres y mujeres incesantes en el estudio, siempre ávidos de saber; acuciosos en el análisis de cada uno de los asuntos sometidos a su conocimiento; ejemplo de excelencia y perseverancia para sus compañeros y colaboradores. Hombres y mujeres conocedores de la condición humana; reflexivos; abiertos a escuchar a las partes, sin con ello afectar su libertad de conciencia para juzgarlas y su imparcialidad ante ellas; que nunca dobleguen su voluntad por prejuicio o interés alguno; de convicción y firmeza de carácter; de prudencia y sensatez; de buena fe. Hombres y mujeres firmes y congruentes en su vida pública y privada. La honorabilidad no queda sujeta a un horario de labores, vive en nosotros, se refleja en nuestro actuar cotidiano, tanto como la congruencia en el ser y en el pensar, en nuestros valores; se despliegan en el día a día y se resumen en integridad y sencillez. Todo integrante del Poder Judicial de la Federación, ya sea que desarrolle actividades jurisdiccionales o de administración, está obligado a su estricto y público cumplimiento; primero, por convicción; segundo, por obligación constitucional, convencional y legal, y, tercero, porque su desapego será motivo de reconvención. Los compromisos que plasmo en los lineamientos que presento son el fortalecimiento y la unidad del Poder Judicial de la Federación, pues sólo un Poder Judicial fuerte, confiable, sólido, predecible, institucional, unificado en sus principios y valores, definido en y por sus acciones, puede ocupar dignamente el lugar de actor definitorio 3 consagrado en el orden jurídico nacional. Con reglas claras y universales, de ejecución real, efectiva y eficaz, acorde con la modernidad y transformaciones en las cuales el país se encuentra inmerso. Mi objetivo es establecer los lineamientos generales de trabajo, sustentados en la tradición de la cultura de la legalidad, de la justicia, en el respeto a los derechos humanos, la excelencia, autonomía e independencia de los juzgadores, respeto a la dignidad humana y a la equidad procesal, entre otros; todo ello en la búsqueda de la consolidación de una impartición de justicia apegada a Derecho, que permita que la actuación de los integrantes de este Poder Federal sea valorada y reconocida. Éste fue el propósito que externé desde mi incorporación a este Alto Tribunal y lo expresé en los términos siguientes: “…no puede perderse de vista que vivimos en una sociedad dinámica y cambiante y que México forma parte del concierto de naciones que pertenecen a un mundo cada vez más globalizado, en estas circunstancias, en el umbral del siglo XXI nos encontramos en un momento oportuno para analizar, con base en la experiencia, el sistema de impartición de justicia y proponer todas aquellas ideas que contribuyan a su mejoramiento, de manera efectiva y eficaz, para satisfacer adecuadamente las demandas de justicia que plantea el México de hoy”. Mediante estas propuestas, hoy reitero mi propósito. Frente a la realidad actual y demandas de superior calidad en la impartición de justicia, mi propuesta contempla también el desarrollo de un sistema de medición y evaluación del desempeño que integre 4 factores cualitativos y favorezca la implantación de las mejores prácticas. Las medidas que propongo para medir y evaluar el desempeño judicial de manera global se constituirán en un apoyo para definir la vigencia de los principios de transparencia y rendición de cuentas, al ser claramente evidenciados en términos de resultados medibles que aseguren un Poder Judicial de excelencia. Transparencia y rendición de cuentas implican que la responsabilidad por el desempeño del Poder Judicial es compartida por todos los actores y organizaciones involucradas con la justica. Transparencia y rendición de cuentas, establecidas y definidas en términos operacionales, tendrán pleno sustento en la aplicación de los indicadores de desempeño, al demostrar en los hechos y mediciones la actuación del Poder Judicial. Rendición de cuentas, transparencia y combate a la corrupción son distintas facetas de un mismo esfuerzo, el esfuerzo por hacer que los recursos públicos se destinen a fines públicos y que éstos sean manejados además de con honestidad, eficaz y eficientemente, de manera que se alcancen en el mayor grado posible, los fines para los que fueron destinados. De ahí la relevancia de la implantación de un sistema de evaluación del desempeño A lo largo de mis casi cuarenta años en el Poder Judicial de la Federación, de ellos diez como Ministra de este Alto Tribunal, he desarrollado en mi ser, un amor y lealtad inquebrantables hacia esta institución. Mis decisiones y mi actuación han estado regidas, 5 invariablemente, por la voluntad constante de alcanzar los valores de independencia, imparcialidad, objetividad, profesionalismo y excelencia, plasmados en la Constitución y las leyes. La responsabilidad que implica dirigir al Poder Judicial de la Federación, requiere que la toma de decisiones tenga como guía esos valores. Este es mi ofrecimiento, en esto empeño mi palabra. La unidad nacional supone el reconocimiento de la pluralidad, signo de nuestra época; muestra de ello son los debates y discusiones públicas merced a los cuales, en el seno del Alto Tribunal del país impera la posibilidad de expresar con absoluta libertad las convicciones jurídicas individuales respecto de los asuntos sometidos a su jurisdicción, teniendo siempre como marco ineludible el trazado por el propio Poder Constituyente. La fuerza irresistible que mantiene y hace fuertes a los pueblos es la voluntad nacional. Hoy pretendo asumir esta responsabilidad de presidir el Máximo Tribunal, a sabiendas de que a la Nación rendimos cuentas, para ella son mis lealtades y con ella son mis compromisos. 6 LÍNEAS GENERALES El documento que hoy presento comprende las líneas generales de diversas acciones vinculadas con las atribuciones y facultades que corresponden a este Poder Judicial de la Federación. En lo jurisdiccional, que es la actividad básica que por mandato constitucional le corresponde a este Poder Federal, propongo: I. FORTALECER LA CONFIANZA Y CREDIBILIDAD EN EL PODER JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN. El juzgador mexicano, cuya designación es ajena al voto popular, obtiene la aprobación de su actuación no por su nombramiento, sino por los resultados que ofrece a la sociedad. De ahí que requiera justificar su legitimidad a través del servicio de aplicación e interpretación del derecho, resolviendo con eficacia y profesionalismo las controversias. Cuando esta función se realiza adecuadamente, el juez legitima su actuación y es vínculo de cercanía entre el pueblo y la justicia que éste exige. Para este propósito, la función del juzgador se basa en el cumplimiento de una serie de principios y valores rectores de su desempeño. Estos principios y valores básicos, de observancia obligatoria en su vida personal, social, familiar, y sobre todo profesional, son: igualdad, objetividad, equidad, imparcialidad, credibilidad, integridad, profesionalismo, independencia, honestidad, prudencia, 7 observancia y respeto de los derechos humanos; todo ello, para garantizar el acceso a la justicia con certeza y seguridad jurídica, lo que supone procesos justos, eficiencia, trasparencia, rendición de cuentas y responsabilidad. Mi compromiso consiste en que la administración, vigilancia, carrera judicial y disciplina de la actividad jurisdiccional, tenga como directriz la ineludible observancia y cumplimiento de estos principios por parte de los juzgadores federales, pero también del resto de los integrantes del Poder Judicial de la Federación. El Poder Judicial de la Federación tiene, en la norma jurídica, el sustento de los valores y propósitos fundamentales que definen su esencia y guían su camino. La alineación a los valores que se encuentran en el imperio de la ley no es una opción, es el único camino a la civilidad, a la paz, a la estabilidad y al progreso. En esta época tan azarosa la población exige y espera que las instituciones atiendan, escuchen y resuelvan, en la medida de sus atribuciones, los conflictos y problemas que la aquejan. El juez debe encarnar los más altos valores del ser humano, sin doblez alguno, consciente de la responsabilidad de la alta investidura de ser juzgadores. El Poder Judicial son sus juzgadores, por ello, es insoslayable que éstos mantengan y fortalezcan niveles de credibilidad y confianza en la población, pues este Poder constituye la última instancia dentro 8 de los cauces institucionales, para que toda persona se vea retribuida por el menoscabo, daño o afectación que haya tenido en sus derechos. II. PRIORIDAD DE LA ACTIVIDAD JURISDICCIONAL. La labor administrativa no tiene un fin en sí misma, pues simplemente constituye un medio, aunque importante, de lograr la eficacia de la función jurisdiccional que es la primordial del Poder Judicial. En efecto, con motivo de la reforma constitucional de 1994, se planteó una modificación integral, con el objeto de depurar las actividades de los Ministros del Máximo Tribunal, para que prioritariamente se dedicaran a la actividad jurisdiccional. La complejidad de la época actual obliga a que los órganos jurisdiccionales redoblen su esfuerzo y atención en la solución de los asuntos que les son planteados. Debe tomarse en consideración el notable crecimiento de atribuciones y competencias de este Poder Judicial de la Federación, lo cual, de manera natural ha traído consigo un notable incremento en los asuntos sometidos a su competencia. Lo anterior hace necesaria la revisión y, en su caso, la redistribución de atribuciones jurisdiccionales entre aquellos asuntos que conserva para su conocimiento y los que habrán de resolver los Tribunales Colegiados de Circuito, en aras de la pronta administración 9 de justicia y fortalecer el papel de Tribunal Constitucional de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que así se reservará el conocimiento de los asuntos de mayor trascendencia para el país. Para ello habrá que sumar esfuerzos para que en esa restructuración competencial se cuente con suficientes órganos jurisdiccionales y con un capital humano de excelencia. II.1 INCREMENTAR LA CAPACITACIÓN Y PERMANENTE ACTUALIZACIÓN A JUECES, MAGISTRADOS Y PERSONAL JURISDICCIONAL DE APOYO. Acorde con la orientación del ejercicio de la función jurisdiccional que pretendo impulsar, la formación y actualización de los funcionarios judiciales cobra particular relevancia y habrá de estar determinada por el perfil de juzgadores a los que aspiramos. En este sentido, más allá del diseño de programas, debemos plantear un nuevo modelo de capacitación, que incida en un doble aspecto: por un lado, en lo profesional y técnico; y por otro, en una auténtica formación en los principios y valores que orientan tanto la propia carrera judicial como la función jurisdiccional, con el objeto de enraizarlos en la íntima e irrevocable convicción de los juzgadores, que trasciendan al ejercicio de su cotidiano desempeño. A este fin habrán de plantearse las modificaciones atinentes, tanto como revisar las atribuciones y funciones de los órganos involucrados. 10 El Poder Legislativo Federal ha implementao una importante producción de nuevos cuerpos normativos y la adecuación de otros, con motivo de las reformas constitucionales y legales que han impactado de manera muy importante la estructura y funciones de órganos de gobierno, así como han originado la creación de otros entes encargados de tareas administrativas; de igual manera, se han establecido nuevas figuras jurídicas en las cuales se le ha otorgado a la Suprema Corte de Justicia de la Nación el carácter de última instancia decisoria. La reforma constitucional en materia de derechos humanos de 2011, trajo consigo un nuevo impulso al quehacer jurisdiccional en el que mucho se ha avanzado y que habrá de consolidarse, ensanchando su reconocimiento constitucional y convencional, así como un nuevo sistema de control difuso de constitucionalidad. Esto ha hecho imperativo el establecimiento de capacitación a jueces y magistrados sobre estos temas. Mi propuesta consiste en incrementar cursos de capacitación y difundir criterios del máximo tribunal que les permitan a magistrados y jueces, en su carácter de operadores de la norma, contar con los instrumentos y herramientas necesarios para la informada y adecuada emisión de sus sentencias. Se busca también que los procesos sean ágiles y sus resoluciones oportunas. Por otra parte, percibo al interior del Poder Judicial de la Federación, una gran inquietud de sus integrantes por continuar con cursos, diplomados, seminarios y cualquiera otro que les permita tener una permanente actualización y nuevos conocimientos, así como 11 desarrollar habilidades, que les den la oportunidad de participar en las convocatorias y procesos de selección para aspirar a niveles de superior jerarquía, por lo que es preciso fomentar este apartado. II.2 ROBUSTECER AUTONOMÍA E INDEPENDENCIA DE JUECES Y MAGISTRADOS. A fin de que los juzgadores cumplan adecuadamente con la alta y delicada responsabilidad que les ha sido conferida, es indispensable que cuenten con un mínimo de atribuciones y prerrogativas que les den seguridad, estabilidad y fortaleza, para que los órganos encargados de impartir justicia respondan adecuadamente a las demandas del grupo social. Debe cuidarse con especial esmero la autonomía de jueces y magistrados; que su desempeño se lleve a cabo sin injerencia de grupos o personas y sin la prevalencia de ningún otro influjo por sobre el interés público implícito en la ley, pues sólo ésta es a la que deben sujetarse y observar. Algo muy importante es hacer de la independencia de criterio, la base de su dignidad personal y profesional. Cimiento fundamental de esta cualidad intrínseca del juzgador, es sin duda alguna, su inamovilidad que lo desvincula de influencias internas y externas, garantizándole de esta forma el fortalecimiento de su recta voluntad. En una sociedad democrática la integridad de sus juzgadores es tan esencial como su independencia; por lo que quienes se someten a 12 ellos esperan que su trabajo se oriente a servir al interés público y nunca al interés personal o privado. Esto es indispensable, pues sólo jueces y magistrados autónomos e independientes posibilitan la existencia de un Poder Judicial que realice su actividad con plenitud. De no existir estos elementos básicos: independencia y autonomía, podría generarse el riesgo de incurrir en una politización de la justicia, la cual nunca será benéfica para una auténtica división de poderes, ni para la estabilidad y legitimidad de nuestro régimen jurídico y político. III. REVISAR, HOMOLOGAR E IMPULSAR LA CARRERA JUDICIAL. De conformidad con el artículo 100 constitucional, la ley establecerá las bases para la formación y actualización de funcionarios, así como el desarrollo de la carrera judicial, la cual se regirá por los principios de excelencia, objetividad, imparcialidad, profesionalismo e independencia. La función judicial requiere de impartidores de justicia de excelencia, lo que precisa de la selección de elementos profesionales, con una sólida formación y capacidad técnica que cubran un alto perfil, y un proceso de selección que acompañe este propósito. En este rubro pondré especial empeño en reforzar las siguientes medidas: 13 III.1 PROCESO DE DESIGNACIÓN DE JUECES Y MAGISTRADOS. En su oportunidad propondré las modificaciones pertinentes al actual método de designación a fin de que los procesos de selección se lleven a cabo con la mayor objetividad y transparencia posibles, en estricto apego al marco legal, con un énfasis en los principios y valores que orientan la función jurisdiccional y que pretendo fomentar y arraigar en los juzgadores, garantizando que quienes ocupen estos encargos cuenten con el potencial requerido y los mejores perfiles. Asimismo, deberán responder a las necesidades dinámicas y cambiantes del Poder Judicial, debiendo guardar plena correspondencia entre las exigencias de las recientes reformas constitucionales y legales con el perfil de juzgadores que cubran con eficiencia profesional esos nuevos requerimientos. En este orden, la adecuada implementación del sistema penal acusatorio exige una rigurosa selección de funcionarios judiciales de un perfil idóneo. La capacitación y selección deberá ser acorde con este especial requerimiento. En el mismo sentido, cuando se trate de juzgadores especializados en determinadas materias, habrá de aplicarse la más escrupulosa selección que asegure sobradamente su solvencia profesional en la disciplina de que se trate. 14 III.2 ADSCRIPCIÓN Y READSCRIPCIÓN Los esfuerzos habrán de encaminarse a que en los concursos relativos imperen criterios objetivos y razonables, que tiendan a garantizar la mayor equidad y transparencia, debiendo considerar, entre otros, criterios de igualdad de género, tipos de órgano, especialidad, sin soslayar las necesidades del servicio. III.3 CARRERA JUDICIAL. La carrera judicial tiene rango constitucional1 y en ese sentido deben considerarse rubros tales como los años de servicio, los cursos que se han cubierto, las calificaciones obtenidas en los concursos correspondientes, así como el desempeño en el cargo, entre otros. Especial énfasis habré de dar al fomento y fortalecimiento de la carrera judicial, para que se observe y cumpla a cabalidad, de tal manera que toda promoción o ascenso se realice con criterios de respeto estricto a la antigüedad y capacidad de los funcionarios. Con el paso de los años las reglas y procedimientos para la selección, promoción, formación y actualización, adscripción, estabilidad, ratificación, inamovilidad y responsabilidades de sus integrantes, se han clarificado y establecido en nuestra Ley Orgánica. Sin embargo, existen algunos aspectos pendientes de ponderar en relación con este apartado. Uno de ellos es la revisión y, en su caso, la integración a la carrera judicial de quienes desempeñan funciones 1 Reforma al artículo 100 constitucional, publicada en el Diario Oficial de la Federación del 31 de diciembre de 1994. 15 análogas en diversos órganos jurisdiccionales integrantes del Poder Judicial de la Federación. La propuesta se refiere también a reconocer a quienes por el tiempo y calidad de sus servicios han demostrado reunir los requisitos necesarios para cubrir los diversos eslabones de la carrera judicial, servidores públicos a quienes es preciso reconocer y valorar. IV. REVISAR Y ACTUALIZAR AL CONSEJO DE LA JUDICATURA FEDERAL. Conforme a lo dispuesto en la Constitución Federal, la carrera judicial, así como la vigilancia y disciplina del Poder Judicial de la Federación, hecha excepción de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, están a cargo del Consejo de la Judicatura Federal. Se trata de un órgano integrante de este Poder Judicial de la Federación, cuya labor es un capital importante, pues se encarga también de velar por mantener la buena imagen, ante la Nación del Poder Judicial de la Federación. Los nuevos retos que el Consejo de la Judicatura Federal tiene que enfrentar en un futuro cercano para atender las demandas que vendrán con la entrada en vigor de las nuevas reformas legislativas, la implementación del sistema penal acusatorio, el incremento en las cargas de trabajo, el crecimiento exponencial de los órganos jurisdiccionales. Adicionalmente, un diagnóstico profundo permitirá proponer las medidas necesarias para atender y, en su caso, corregir duplicidad de 16 funciones y cualquiera otra situación incompatible con las mejores y más sanas prácticas en materia de administración. IV.1. CREAR UN SISTEMA DE APOYO Y DE FORTALECIMIENTO A LA TAREA JURISDICCIONAL DE JUECES Y MAGISTRADOS. Mi propuesta consiste en revisar y en su caso adecuar los procedimientos que actualmente existen sobre el desempeño de la función jurisdiccional. El principio que debe regir estas funciones es el respeto a jueces y magistrados, así como una evaluación cualitativa que complemente la de carácter cuantitativo que actualmente se realiza. De igual manera, fortalecer vínculos y mantener un diálogo permanente con todos los juzgadores, a fin de conocer los problemas que puedan existir en su entorno de trabajo; es decir, las dificultades cotidianas que se les presentan, así como cualquiera otra cuestión que pueda generar contratiempos para el adecuado desempeño de su labor jurisdiccional. IV.2. DISEÑAR PROGRAMAS DE APOYO INSTITUCIONALES PARA HACER FRENTE A INCREMENTOS DE CARGAS DE TRABAJO EN LOS CIRCUITOS JUDICIALES. Por múltiples razones, con relativa periodicidad se generan incrementos desproporcionados de trabajo en juzgados y tribunales, lo que impide cumplir a cabalidad con la pronta impartición de justicia. 17 Para ello propongo revisar las causas más frecuentes que originan esta circunstancia, a fin de obtener un diagnóstico acertado sobre esta situación, e implementar la posible solución en cada caso. V. ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA EXPEDITA. El artículo 17 constitucional, especifica que la administración de justicia debe impartirse en los plazos y términos legales y las resoluciones deben emitirse de manera pronta, completa e imparcial; y señala un importante elemento adicional: prohíbe las costas judiciales, pues el servicio de impartición de justicia debe ser gratuito. Esto constituye, por una parte, la obligación de hacer accesible la administración de justicia a las personas; y por otra, precisa la eficacia de este servicio público, pues obliga a hacerlo de manera pronta y completa. Para cumplir con este mandato constitucional se formula la propuesta siguiente. V.1 TRÁMITE, RESOLUCIÓN Y CUMPLIMIENTO DE SENTENCIAS DEL PODER JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN, CON APOYO EN SU INFRAESTRUCTURA TECNOLÓGICA. El Poder Judicial de la Federación cuenta con equipamiento e infraestructura tecnológica que puede ser utilizada para que los procesos sometidos a su jurisdicción y las sentencias que lo concluyan, puedan cumplirse cabalmente en forma pronta, completa e imparcial. 18 Cada vez son más las instituciones que se suman a la implementación tecnológica y electrónica de su actividad, por ello, a fin de mantener actualidad y presencia social, procede revisar este rubro y determinar las medidas pertinentes. En esta línea, habrá de seguirse avanzando en el expediente electrónico, manteniendo una permanente evaluación de su operación y funcionamiento, en constante diálogo con barras y colegios de abogados, con el foro, autoridades, así como toda aquella persona que sea parte en los juicios que se tramitan, detectando necesidades generales y particulares de todos los usuarios, en quienes deberá fomentarse la cultura de su utilización, con miras hacia un futuro en el que se pueda analizar la viabilidad de implementar los juicios en línea, y la modernización integral del sistema de impartición de justicia, abonando hacia un Poder Judicial de vanguardia. VI. VINCULACIÓN INSTITUCIONAL. VI.1 VINCULACIÓN INTERNA. El Poder Judicial de la Federación es una institución integrada por diversos órganos y la labor de todos reviste singular importancia. Se propone establecer un diálogo con cada uno de ellos, con el objeto de implementar lo que resulte necesario para su funcionamiento óptimo, así como establecer y actualizar procedimientos que les permitan cumplir cabalmente con su cometido. 19 Para ello es preciso mantener e intensificar los lazos con los diversos órganos que lo integran: Consejo de la Judicatura, Tribunal Electoral, Tribunales Colegiados y Unitarios de Circuito, Juzgados de Distrito, Instituto Federal de Defensoría Pública, Instituto de la Judicatura, Instituto Federal de Concursos Mercantiles, Visitaduría Judicial y Casas de la Cultura Jurídica. Por tanto, formularé la propuesta para la creación de un Comité Interinstitucional que establezca, coordine y dé seguimiento a las actividades de estos órganos y unidades internas del Poder Judicial de la Federación. A este mismo fin, propongo el fortalecimiento del Comité Homologador del Consejo de la Judicatura Federal, Tribunal Electoral y Suprema Corte de Justicia de la Nación. Por cuanto al Instituto de la Judicatura Federal, propongo la actualización de cursos, diplomados, seminarios y conferencias que se imparten en esta institución, con una visión teórico-práctica para asumir la responsabilidad de ser la escuela formadora de los nuevos impartidores de justicia y de su personal de apoyo. VI.2 VINCULACIÓN EN EL ORDEN JURÍDICO INTERNO. La presencia del Poder Judicial de la Federación en la entidades federativas no sólo se genera a través de órganos jurisdiccionales, sino también de las Casas de la Cultura Jurídica; son éstas un contacto cultural entre la población y este Poder; las tareas de difusión e información en rubros como el relativo al Semanario Judicial de la Federación se llevan a cabo precisamente a través de este conducto. 20 Por lo anterior, es preciso reforzar en lo necesario la actividad e infraestructura de estas unidades, a fin de que continúen brindando el apoyo a la población en general, a los estudiosos del derecho y a los integrantes del foro. Las facultades y atribuciones con las cuales actualmente cuenta el Poder Judicial de la Federación, lo colocan como la instancia decisoria cuando se generan conflictos entre los otros poderes federales, poderes locales y los diversos ámbitos de gobierno. Ante tan importante papel es preciso mantener e intensificar el intercambio institucional. Propongo llevar a cabo esta labor de enlace con los diversos niveles de gobierno, así como los distintos Poderes, instituciones académicas, barras y colegios de abogados, autoridades y sociedad civil. El diálogo respetuoso e independiente con otros poderes y órganos habrá de mantenerse, promoverse y fortalecerse, en aras de impulsar fines conjuntos para la mejor impartición de justicia, sumar a la construcción del Estado al que aspiramos, bajo la plena vigencia del Derecho. Coadyuvar, en la esfera de sus atribuciones y con apego irrestricto a nuestra Ley Fundamental, a la consecución de un México de mayores oportunidades para todos. La vinculación natural con los poderes judiciales de los Estados continuará impulsándose a través de los canales establecidos, en particular el órgano creado ex profeso, la Asociación Mexicana de Impartidores de Justicia, favoreciendo con una visión de unidad 21 acciones concretas que redunden en la mejor impartición de justicia, bajo la visión que pretendo impulsar, el ejercicio de la función jurisdiccional orientada por los principios y valores que emanan de la propia Constitución y la normatividad secundaria. El foro es un interlocutor muy importante; normalmente es a través de los abogados que el Poder Judicial se vincula con la sociedad. Su visión, opinión y aportaciones son relevantes. En ese orden, habrá de mantenerse una estrecha vinculación con las barras y colegios de abogados. VI.3 VÍNCULO INTERNACIONAL. La Corte ha logrado una fuerte presencia y reconocimiento en el ámbito internacional. Habremos de mantener e incrementar esa presencia, así como estrechar y fortalecer los lazos con los tribunales y organizaciones dedicadas al sistema de impartición de justicia de otros países y del orden internacional, a efecto de intercambiar experiencias, abonar en la propuesta de solución a problemas que nos sean comunes, incrementar el intercambio para efectos de capacitación, bases de datos con información, publicaciones, entre otros. Especial mención se hace de la Corte Interamericana de Derechos Humanos cuya jurisprudencia es a partir de este año de observancia obligatoria. 22 VII. ADECUAR Y ACTUALIZAR LA NORMATIVA INTERNA DEL PODER JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN. La facultad de emitir acuerdos generales, tan necesaria para dar agilidad y optimizar el ejercicio de nuestras funciones, nos ha llevado a la existencia de un importante número de instrumentos normativos. Resulta conveniente su revisión, en aras de su actualización y adecuada sistematización, así como la concentración en instrumento normativo de disposiciones que regulan tanto la materia jurídica de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, del Consejo de la Judicatura Federal y las respectivas áreas administrativas, a fin de evitar la dispersión de disposiciones, brindando mayor certeza en su aplicación. Las áreas jurisdiccionales y administrativas de este Poder Judicial de la Federación requieren particular atención, propongo la concentración de la totalidad de disposiciones que actualmente existen, a fin de analizarlas, detectar posibles incongruencias y, en su caso, duplicidad de funciones, y una vez que se cuente con un diagnóstico preciso, proceder a elaborar e implementar el marco jurídico del Poder Judicial de la Federación, en la competencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal, así como en la parte administrativa de cada una. 23 VIII. FORTALECER LA CULTURA DEL RESPETO A LOS DERECHOS HUMANOS. Con motivo de las reformas constitucionales del mes de junio de 2011, se dio una mayor tutela a los derechos humanos; esto trajo consigo un nuevo paradigma de impartición de justicia y un nuevo entramado constitucional. Es indispensable continuar con la vocación del máximo tribunal de cuidar que en sus resoluciones se dé una absoluta protección a los derechos humanos del justiciable, vocación que incluso ha sido reconocida en el ámbito internacional al recibir un galardón por parte de la Organización de las Naciones Unidas, compromiso que debemos honrar. Siendo la Suprema Corte la máxima instancia jurisdiccional del país, le corresponde cumplir con este mandato constitucional. Habremos de continuar reafirmando esta nueva manera de impartir justicia, orientados en la búsqueda de este supremo valor y la equidad, al hacer vigentes los derechos humanos de víctimas e inculpados, en plena armonía con el orden público y la seguridad jurídica, bajo los principios de igualdad y no discriminación, y de equidad procesal. 24 VIII.1. INTENSIFICAR LA DIFUSIÓN DE LOS CRITERIOS ESTABLECIDOS POR EL PLENO DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN. A partir de la reforma constitucional en materia de derechos humanos, el más Alto Tribunal del país ha establecido una serie de criterios sistematizados en la materia, que precisan los alcances de los juzgadores al momento de emitir sus resoluciones. Dar debido seguimiento y buscar la optimización de la publicación semanal electrónica del Semanario Judicial de la Federación, que ha otorgado certeza y seguridad jurídicas, pues a través de este medio se precisan los tiempos para el inicio de la obligatoriedad de la jurisprudencia y permite que dicha información esté al alcance de toda la población, a través de la difusión que se hace por medios electrónicos y en esta labor tienen un importante papel las Casas de la Cultura Jurídica. VIII.2. DIVULGAR ALCANCES EN LA APLICACIÓN DE INSTRUMENTOS INTERNACIONALES Y LA JURISPRUDENCIA DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN. Propongo realizar lo necesario a fin de que tanto operadores de la norma, el foro, como público en general, tengan la posibilidad de conocer la totalidad de instrumentos internacionales firmados y ratificados por el Estado Mexicano. 25 Para tal efecto, debe disponerse de las herramientas de carácter tecnológico con las cuales cuenta nuestra institución, a fin de reforzar estas tareas de divulgación, entre estos instrumentos destaca el “Buscador Jurídico Avanzado en Materia de Derechos Humanos” de reciente implementación, cuya actualización debe ser permanente. IX. IMPLEMENTAR LO NECESARIO PARA LA ADECUADA OPERACIÓN DE LA REFORMA PENAL, EN LA JURISDICCIÓN FEDERAL. El 18 de junio de 2008 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Decreto por el que se reformaron y adicionaron diversas disposiciones de nuestra Constitución, a fin de implementar dentro de nuestro orden jurídico, un sistema de justicia penal acusatorio y adversarial en donde tienen plena vigencia los principios de contradicción, publicidad, oralidad, continuidad, concentración e inmediación. Esto conlleva profundas transformaciones en la forma en que se procure e imparta justicia en nuestro país, generando derechos para víctimas e inculpados que implican un cambio estructural. De igual forma, en junio de 2011 fueron publicadas las reformas constitucionales en materia de Amparo y derechos humanos y en marzo de 2014 se facultó al Congreso de la Unión para expedir una legislación procesal nacional para la justicia penal. La implementación de estas reformas representa un reto para el Poder Judicial de la Federación, pues el Consejo de la Judicatura Federal y la Suprema Corte de Justicia deben asumir un papel 26 proactivo para realizar acciones contundentes que permitan concluir en tiempo y forma, con estándares que exigen la Constitución y los tratados internacionales. El nuevo sistema de justicia penal inició el 24 de noviembre anterior en los Estados de Puebla y Durango a nivel federal. Asimismo, iniciará operación el próximo 16 de marzo de 2015 en los Estados de Yucatán y Zacatecas. Esto significa que aún faltan 28 Estados por implementar las reformas en tan solo 18 meses. Los esfuerzos que hasta este momento se han realizado han permitido tener coordinación con los distintos operadores del sistema de justicia penal, la Procuraduría General de la República y la Secretaría de Gobernación, a través de la participación de los representantes de la Unidad de Implementación del Consejo de la Judicatura Federal en el grupo que se creó para tales efectos. Tratándose de los centros de justicia, debe aprovecharse la experiencia de las salas instaladas en los Estados de Puebla y Durango, a fin de subsanar aquellas deficiencias que se hubieren advertido y arribar con un plan maestro que permita avanzar con la debida oportunidad y en los plazos previstos, realizando los ajustes normativos internos que sean necesarios. La comunicación y estrecha coordinación con las instancias involucradas es fundamental, por lo que habrá de seguirse fortaleciendo. En estas circunstancias, el reto estriba en apenas 18 meses arrancar en todos los Estados de la República con el nuevo sistema, 27 plazo en el cual habrá de cumplirse con la capacitación de los funcionarios judiciales, y con la instalación de la infraestructura física y tecnológica. X. EVALUAR Y OPTIMIZAR LAS MEDIDAS DE COMUNICACIÓN DEL PODER JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN. Cabe la satisfacción a la Suprema Corte de Justicia de la Nación de ser el máximo tribunal que por primera ocasión difunde su actividad en tiempo real mediante transmisiones en medios electrónicos. La época actual se caracteriza, entre otras cuestiones, por la información y transparencia, por ello propongo generar los instrumentos institucionales con los órganos del estado encargados de esas áreas, a fin de que el derecho a la información sea verdaderamente asequible al gobernado y la transparencia esté permanentemente presente en el desarrollo de la actividad de este Poder Federal. La difusión televisiva de la vida institucional del Poder Judicial de la Federación es uno de los mayores logros en un lapso menor a ocho años, período durante el cual la sociedad ha conocido su funcionamiento, permitiendo con ello una crítica más informada y propiciando un diálogo con quienes tenemos el propósito de difundir públicamente los orígenes de nuestras decisiones. Es por ello que propongo optimizar la operación de nuestro Canal Judicial mediante la permanente modernización de su equipo y de sus áreas de producción, con el objeto de que la calidad ganada no se pierda ante la competitividad de un sector de las comunicaciones 28 en el que los espectadores exigen, con justa razón, la constante renovación de contenidos e imágenes que les permitan depositar su confianza y atención a nuestras transmisiones. Asimismo, propongo brindar la mayor apertura a todas las distintas corrientes de opinión en programas de debate jurídico, ofreciendo a la audiencia una variedad de puntos de vista que le permitan informarse, y también formar criterio sobre los tópicos de interés nacional abordados, pues en la pluralidad de enfoques se encuentra la mejor solución de los problemas. En suma, propongo que la televisión pública que administramos tenga la calidad suficiente para que, a pesar de carecer de patrocinio privado, tenga en su área de cobertura la aceptación de una programación de mejor categoría. Ante el inminente paso a la televisión abierta en el Valle de México del Canal Judicial, propongo se prevea la disponibilidad presupuestal para su realización. XI. EQUIDAD DE GÉNERO El Poder Judicial de la Federación ha actuado de manera muy importante para que la materia de equidad de género, tenga plena vigencia y aplicación. Esta labor debe mantenerse y fortalecerse. En el propio seno de este Poder Federal habrá de implementarse lo necesario para que se 29 mantengan e impulsen procedimientos y mecanismos de participación de mujeres y hombres en condiciones de igualdad. Un importante número de mujeres participan en la trascendente labor que lleva a cabo el Poder Judicial de la Federación, pero la mayoría lo hace en las categorías de menor rango. Conviene revisar estos aspectos a fin de estimular la participación de las mujeres en los ascensos y promociones a las diversas categorías de la carrera judicial, y aún con acciones afirmativas en caso de ser necesario; así como incrementar su inclusión en cursos, diplomados, o cualquier otro, que les permitan prepararse y capacitarse para estar en aptitud de concursar y obtener movilidad en las diversas categorías. XII. SISTEMA DE EVALUACIÓN DEL DESEMPEÑO, TRANSPARENCIA Y RENDICIÓN DE CUENTAS. Es propósito del Programa que hoy presento, diseñar y establecer un camino de mejora continua en la impartición de justicia, que se apoye en herramientas modernas, y refleje y evalúe sus avances a través de un estructurado sistema de medición y evaluación del desempeño que coadyuve a la implementación de las mejores prácticas jurisdiccionales y administrativas, como conducto para asegurar una impartición de justicia de excelencia, apoyar una mejor rendición de cuentas, el fortalecimiento de la transparencia, y la consecución de una creciente certeza jurídica que alimente y sustente la credibilidad en la Institución y sus integrantes, la predecibilidad en 30 sus decisiones; y, el adecuado, transparente y eficiente uso de los recursos públicos, que en su conjunto redunden y privilegien una fortalecida confianza de la población y de los actores políticos y sociales en el Poder Judicial. Los profundos cambios experimentados en el ámbito nacional y los retos acrecentados en materia de impartición de justicia en general, determinan que la valoración de la función jurisdiccional mediante un enfoque básicamente cuantitativo, esté cada vez más alejado del ideal de justicia de la ciudadanía, que no busca tanto el volumen de casos resueltos, sino congruencia, certeza jurídica, transparencia, ética, confiabilidad; es decir, pleno convencimiento de que sus propios casos se resuelven no como un número más de la estadística, sino como lo que son, un conflicto especial para quienes en ellos están involucrados y pretenden que su resolución se realice en estricto apego a derecho, con un estudio profundo de causas y consecuencias y una total transparencia en la aplicación del mandato de la ley. Frente a la realidad actual y demandas de superior calidad en la impartición de justicia, mi propuesta contempla también el desarrollo de un sistema de medición y evaluación del desempeño que integre factores cualitativos y favorezca la implantación de las mejores prácticas. Es cierto que esta iniciativa resulta novedosa para el Poder Judicial Federal, sin embargo, en el contexto del mundo globalizado en el que estamos insertos, esta ya es una tendencia ampliamente extendida, desde hace varios años, tanto en los diversos estados de la 31 Unión Americana, así como en prácticamente todos los países europeos, incluyendo los antiguos socialistas, que han encontrado en estas mediciones de calidad, un soporte invaluable para la toma de decisiones imparciales, equilibradas, sustentadas en resultados objetivos, cuantificables, identificables y representativos de las cuestiones más trascendentes de la impartición de justicia, lo que ha derivado en una mayor credibilidad de su ejercicio, elevación de la calidad de sus procedimientos y resultados, así como un mayor acercamiento, reconocimiento y confianza de la ciudadanía. Por ello, el cambio de visión en la evaluación de la actividad judicial que propongo con el desarrollo e implantación de un estructurado sistema de medición y evaluación del desempeño judicial, se enfoca, con especial cuidado a conceptos más amplios y profundos que comprenden cuestiones relevantes para los justiciables, como son: el acceso real a la justicia de manera universal, que contempla, incluso, facilidades físicas para discapacitados en juzgados y tribunales, existencia de traductores oficiales para grupos minoritarios; así como otros aspectos trascendentes como: calidad en la resolución de los asuntos en todos los niveles, distribución equitativa de cargas de trabajo, atención de asuntos en los tiempos establecidos por la ley, competencia jurídica y personal de los juzgadores, habilidades de comunicación y apertura hacia los justiciables; esto, sin desechar lo relativo a mediciones cuantitativas tradicionales de número de casos recibidos, resueltos, tiempo empleado en su atención, costo económico y humano de la resolución de asuntos. 32 Esto es, en concordancia con los requerimientos de la ciudadanía de una justicia de excelencia, pronta, expedita y apegada a derecho; la evaluación del desempeño se enfocará, básica y primordialmente, a la evaluación de los procedimientos en tanto condicionan los resultados y los resultados mismos de los procedimientos jurisdiccionales, más que los costos implícitos en su desarrollo; con una visión de mejora continua en la impartición de justicia y un enfoque sólido de transparencia y rendición de cuentas, sin que ello implique, en modo alguno, afectación a la independencia y autonomía de los juzgadores que integran el Poder Judicial. Las valiosas experiencias internacionales que han hecho evidente la mejora en la impartición de justicia y en la percepción ciudadana de la actuación de sus juzgadores, con indicadores y mediciones enfocadas, entre otras, a cuestiones relativas a habilidad legal, integridad, imparcialidad, profesionalismo, objetividad, apertura hacia las partes, habilidad de comunicarse; serán contempladas como guía, con la absoluta conciencia de que no existe un único y mejor camino hacia la evaluación del desempeño judicial, sino una necesidad de diseño propio y la constante actualización de indicadores y parámetros que permitan obtener la información que resulta relevante para evaluar las cuestiones de trascendencia en el desempeño judicial, para aplicarlas en le ruta de mejora continua. Un punto que es fundamental en este propósito es el relativo a que, la medición y evaluación del desempeño deben ser consideradas, esencialmente, como contribución para un diálogo entre evaluados y 33 evaluadores y no como una guía autoritaria de cómo debieran ser las cosas. La formación de un Comité Institucional de Medición y Evaluación del Desempeño hará posible la selección de aquellos indicadores que mejor representen el desempeño de juzgadores y órganos jurisdiccionales considerando, desde luego en su implementación, que se atiendan de manera diferenciada las diversas especialidades. La Comisión habrá de enfocarse, a los siguientes aspectos básicos: 1) Evaluación individual de juzgadores y órganos jurisdiccionales; 2) Dirección de la operación del sistema estadístico que provea los datos que hagan posible la evaluación del desempeño de los órganos que integran el Poder Judicial; en ello, habrán de aprovecharse los recursos de los que ya se dispone, como es el SISE; 3) Aplicación de encuestas a usuarios e interesados, que permitan obtener retroalimentación relativa al desempeño judicial; 4) Determinación de los rubros que por su representatividad y trascendencia deben ser medidos, así como de los datos a recopilar para integrar los indicadores de desempeño fundamentales 5) Sistema de medición y establecimiento de parámetros para cada categoría o criterio de indicadores. 34 En relación con las evaluaciones individuales de juzgadores y órganos jurisdiccionales, su trascendencia radica en determinar por qué, aun en aquellos casos en que la evaluación tradicional de juzgadores y órganos jurisdiccionales apunta a que se están desempeñando de manera excelente, la impresión pública del sistema judicial en su conjunto no corresponde a esto. Con frecuencia, los medios de comunicación hablan de los jueces cuando perciben fallas y no cuando se dan aciertos. De ahí que, considero fundamental mejorar los criterios y las formas de evaluación, con una clara visión de qué información deberá tomarse en consideración para ser utilizada cuando se evalúe a juzgadores, y, con base en ello, establecer los diversos criterios de evaluación y los estándares de medición. Un punto relevante en este apartado es hacer que las evaluaciones tengan una línea universal para todos los juzgadores y órganos jurisdiccionales del mismo nivel, a efecto de que los evaluados encuentren que la evaluación no es arbitraria, ni influida por las ideas personales del evaluador. Los evaluadores, por su parte, deberán ser conscientes de que no constituyen una instancia superior a los evaluados, sino exclusivamente, un interlocutor válido para explicar el sentido y propósito de los criterios de evaluación y escuchar de los evaluados su argumentación y explicación que habrá de ser, en última instancia, lo que determine qué tipo de apoyo, en su caso, es requerido para encauzar su actividad por el camino de mejora continua y mejores prácticas. 35 De ahí que, en lo relativo al sistema de evaluación, de juzgadores y órganos jurisdiccionales, su enfoque será mejorar su desempeño profesional, incrementar la eficiencia de la actividad de los juzgados y tribunales, y elevar la confianza pública en la judicatura. Dado el objetivo de estimular la mejora propia del desempeño y que la evaluación del desempeño sirva como fuente de retroalimentación, y provea de alguna guía para cambios y mejoras en el comportamiento y desempeño de los actores jurisdiccionales, es necesario que los evaluados y los evaluadores discutan ampliamente los diferentes aspectos del desempeño; reconozcan que el desempeño perfecto no existe, y discutan lo que puede ser hecho para mejorar el desempeño. En este terreno se pretende aprovechar las experiencias positivas de otros países que han obtenido de las denominadas “pláticas de funcionamiento” resultados altamente positivos. Asimismo y con el objeto de mejorar el proceso de evaluación, en relación con estos aspectos, habrán de desarrollarse líneas específicas de evaluación que señalen lo que los evaluadores deben hacer con objeto de evaluar cada aspecto del desempeño del juzgador u órgano evaluado, así como guiar el proceso de comunicación entre los evaluadores y los evaluados. Consecuencia lógica y deseada de este cambio de visión de cantidad por calidad es, consecuentemente, el cambio en la manera de calificar el desempeño de juzgadores y órganos jurisdiccionales, que implica mejorar el sistema actual de enfoque exclusivo a cantidad, 36 por otro enfocado a aspectos básicos y esenciales de calidad en procedimientos y resoluciones que, en última instancia, es aquello que los justiciables persiguen cuando se someten a la potestad de la jurisdicción para la solución de sus controversias. Las medidas efectivas de desempeño se enfocan a los resultados, no a los medios para alcanzarlos. Enfatizan la condición o estatus de los receptores de los servicios o de los participantes en los programas jurisdiccionales, más que en los aspectos de procesos internos, programas y actividades. Se enfocan a resultados más que a la cuantificación de recursos o nivel de esfuerzo. Tradicionalmente, los directivos de los órganos jurisdiccionales se han apoyado en medidas de volumen o frecuencia en tres categorías: a) Cantidad de trabajo demandado (tal como el número de casos ingresados); b) Número de productos o servicios entregados (como el número de casos registrados);y, c) El número de personas atendidas. De manera cada vez más amplia, se hace el reconocimiento de que, mientras tales medidas muestran la demanda de servicios y cuánto esfuerzo se ha necesitado realizar para enfrentar tal demanda, no revelan nada acerca de si el esfuerzo ha hecho alguna diferencia, por ejemplo, si alguien mejoró como resultado del esfuerzo realizado. 37 Y es que, el desempeño no solamente se determina por números. La medición del desempeño utiliza números, pero no versa sobre los números. Versa sobre la percepción, el entendimiento y la comprensión requerida para una visión interna que soporte un efectivo liderazgo con decisiones sólidas, objetivas y bien fundamentadas, enfocadas a una mejora continua, a un desempeño de excelencia. Los factores clave de éxito han sido referidos en la literatura de la medición del desempeño organizacional como las áreas de mayor desempeño, elevadas metas y objetivos, estándares de éxito, perspectivas, dominios, criterios de desempeño, factores clave de resultados y resultados clave. Sin importar como se les denomine, ellos forman el marco de la rendición de cuentas y de la transparencia al público de una corte. La alineación de la medición del desempeño con los propósitos y responsabilidades fundamentales de la justicia y sus órganos y juzgadores es vital. Bien concebidos, los indicadores de desempeño sirven para alinear los esfuerzos de una institución con la consecución de su misión. Por ello, el requisito de la vinculación de las medidas de desempeño a la misión sistemática y a los objetivos y metas estratégicos del Poder Judicial es vital. Finalmente, medir y administrar el desempeño es una habilidad esencial, dado efectivamente que las entregadas medidas son correctas claras, sin de desempeño ambigüedades, y ejecutables. 38 La disciplina de la medición del desempeño provee un atajo conceptual a competencias organizacionales importantes como planeación estratégica, recursos administrativos, comunicación con involucrados; un limitado número de factores de éxito tales como: acceso a la justicia, equidad, y oportunidad en el procesamiento de casos. Estos indicadores cuentan sólo lo que cuenta y miden sólo lo que importa. Para identificar las medidas de medición del desempeño adecuadas, una corte debe responder a las mismas cuestiones fundamentales acerca de valores, ideales, metas, objetivos y estrategias como lo hace en la planeación estratégica. Cuando identifica un indicador de desempeño estratégico tal como la satisfacción del usuario de la corte/ o ciudadano, comunica un claro, simple y penetrante teoría de su “objetivo” –sus ideales y propósitosque informan decisiones y acciones. Bien concebidas, las mediciones del desempeño sirven para alinear los esfuerzos de una organización con la persecución de sus objetivos y metas. El requisito de vinculación de medidas de desempeño al sistema de valores , misión, objetivos estratégicos y rol distintivo en la sociedad es vital. Derivado de ello, se estima necesaria la realización de tareas que hagan posible evaluar el desempeño de juzgadores y órganos jurisdiccionales, entre las que destacan: 39 Desarrollar líneas guía específicas para el proceso de evaluación, con el propósito de que los evaluadores apliquen un mecanismo uniforme para evaluar. Establecer la obligación de evaluadores y evaluados de discutir ampliamente los diferentes aspectos del desempeño, reconociendo de antemano que, no existe tal cosa como un desempeño perfecto, así como también discutir lo que pueda ser hecho para mejorar el desempeño, de manera que el enfoque prioritario se entienda y concentre en incrementar el apoyo que sea realmente requerido en cada caso y estimular la mejora personal, base del mejoramiento institucional. Permitir que los criterios de evaluación reflejen el “perfil del juzgador” definido por los principios y valores institucionales, de manera que sean claras las líneas acerca de las expectativas del comportamiento de los juzgadores y de los órganos jurisdiccionales; lo cual implica establecer una descripción válida de los conocimientos, capacidades, cualidades personales y características particulares que son necesarias para ejercer de manera apta el cargo de juzgador. Conformar un grupo de evaluadores “expertos”, con amplio conocimiento de la materia jurisdiccional y de los criterios y propósitos de la evaluación del desempeño judicial, que puedan aconsejar y enseñar al grupo de evaluadores acerca de cómo medir y evaluar el proceso y desempeño judicial. Establecer una nueva forma y escala de graduación del desempeño que privilegie la calidad en el análisis, atención y resolución de asuntos, sobre la cantidad de asuntos resueltos. 40 Eliminar la posibilidad de remover a un juzgador debido a los malos resultados de su evaluación, porque el sentido de la evaluación del desempeño es de mejora, no de castigo, esto último implicaría afectar la independencia judicial, no mejorar la calidad de impartición de justicia. Remover del proceso evaluatorio cualquier aspecto que pudiera implicar violar la independencia judicial del juzgador, lo que implica que las evaluaciones del desempeño no son, de ninguna manera, un camino para la remoción de juzgadores. Mantener que, las evaluaciones del desempeño y los procedimientos disciplinarios son dos procesos totalmente diferentes, al igual que los encargados de ambos aspectos y los criterios utilizados. Eliminar el número de casos resueltos como factor determinante de evaluación, para fortalecer la independencia judicial y el enfoque a resultados de calidad, en beneficio de los justiciables. En concordancia con la avanzada visión de diversos países y cortes extranjeras, apoyar el relevante principio guía para la evaluación judicial de los juzgadores que establece que, la evaluación de juzgadores nunca debe versar sobre el contenido de la sentencia, pues el riesgo de hacerlo así, descansado en este indicador, es obvio y contrario a los principios de autonomía e independencia que rigen la actividad jurisdiccional. Por lo que hace al diseño del sistema estadístico de apoyo para la medición y evaluación del desempeño judicial, éste deberá reunir 41 los atributos de confiabilidad, uniformidad y propiedad, se basará en categorías estandarizadas de naturaleza simples, robustas y perfectamente identificadas con el propósito de medición para el que fueron seleccionadas. Para asegurar un correcto, confiable y uniforme sistema de registro estadístico, las herramientas más relevantes, además de los registros estadísticos, serán la capacitación y entrenamiento permanente de los responsables en la materia y el establecimiento de redes de trabajo (networks) para el debate de asuntos relacionados con la estadística; para facilitar compartir e intercambiar conocimientos de quienes lleven a cabo este trabajo en el cual, aprovechar la experiencia y recursos del SISE será fundamental. En relación con acciones para retroalimentar el sistema judicial con la opinión y percepción de usuarios y justiciables, hasta el presente, no se cuenta con un mecanismo de esta naturaleza, a pesar de que esta información resulta relevante para un grupo de indicadores de desempeño que se basan, precisamente, en esta retroalimentación externa. Esto puede deberse, en parte, a una idea errónea acerca del uso de tales indicadores; debieran ser usados; sin embargo, su propósito va más allá de establecer que el usuario está siempre en lo correcto, sino más bien, en la consideración de que nunca es poco importante conocer la opinión que tiene del sistema de impartición de justicia y el por qué de su opinión. De ahí que, entre las preguntas que habrán de formar parte de este ejercicio, están las relativas a si el juzgador demostró experiencia 42 profesional y conocimiento de la ley, así como también si actuó de manera neutral e imparcial, entre otras, reconociendo de antemano que, el objetivo fundamental del poder judicial es impartir justicia, no lograr el 100% de usuarios satisfechos, lo cual nunca se conseguirá, dada tarea que el poder judicial desempeña. Sin embargo, las encuestas de usuarios proveen de útil retroalimentación, así como de información acerca de lo que un juzgador o un órgano jurisdiccional debe hacer para mejorar su imagen e incluso su desempeño. Aspecto relevante de los datos de desempeño acerca de juzgadores y órganos jurisdiccionales es que aportan información trascendente y confiable, que permite la toma de mejores decisiones,. Los estándares serán elaborados en consulta con los principales interesados (por ejemplo, los representantes de barras y colegios de abogados, de instituciones jurídicas de defensoría de oficio, académicas, de investigación e incluso, Ministerio Público). En particular en lo relativo a los indicadores de tiempo, estos deberán reflejar lo que es razonable que los ciudadanos esperen en términos de una pronta y justa conclusión de la mayoría de los casos de un determinado tipo. Los estándares, habrán de ser diferentes para los diversos tipos de casos. Por lo que hace a los estándares de productividad, aunque se contempla que indiquen cuántos casos se espera que un juzgador resuelva en un año, este índice debe ser sopesado considerando que ello se hará asumiendo alta calidad de resolución y métodos eficientes 43 de trabajo, pero también, considerando los horarios de trabajo establecidos. Externamente, esta medición hará posible, de manera objetiva y demostrable, visualizar la proyección de los avances en la impartición de justicia, así como la consolidación de la imagen del Poder Judicial ante la ciudadanía y los otros Poderes del Estado. Este esfuerzo permitirá apoyar también, de manera relevante, la acción en otros ámbitos prioritarios de la moderna sociedad democrática que es hoy nuestro país, en el que, al igual que otras naciones, en ocasiones términos y frases referidos a valores como rendición de cuentas y transparencia han sido tan frecuentemente utilizados que tergiversan su significado. Las medidas que se proponen para medir y evaluar el desempeño judicial de manera global se constituirán en un apoyo para definir la vigencia de estos principios, al ser claramente evidenciados en términos de resultados medibles que aseguren un Poder Judicial de excelencia y también lo muestren y demuestren. Transparencia y rendición de cuentas significa que la responsabilidad por el desempeño de la corte es compartida por todos los actores y organizaciones involucradas con la justica. Transparencia y rendición de cuentas, establecidas y definidas en términos operacionales, mientras tendrán pleno sustento en la aplicación de los indicadores de desempeño, al demostrar en los hechos y mediciones la actuación del Poder Judicial. 44 Rendición de cuentas, transparencia y combate a la corrupción son distintas facetas de un mismo esfuerzo, el esfuerzo por hacer que los recursos públicos se destinen a fines públicos y que estos sean manejados además de con honestidad, eficaz y eficientemente, de manera que se alcancen en el mayor grado posible, los fines para los que fueron destinados. De ahí la relevancia de la implantación de un sistema de evaluación del desempeño, Y es que, la medición del desempeño judicial, proceso de monitorear, analizar y utilizar datos de desempeño sobre una base regular y continua de datos, es elemento de primer nivel para el cumplimiento de los propósitos de transparencia, rendición de cuentas y mejoras en la eficiencia, efectividad y calidad en la impartición de justicia. El imperativo de medición y administración del desempeño encaja bien en una visión más amplia de liderazgo de una institución judicial auto gobernada, bien administrada, efectiva, eficiente y confiable. Las líneas generales que propongo, se refieren a una visión integral, de conjunto sobre el Poder Judicial de la Federación, requieren que nuestra generación de juzgadores se comprometa y responda a la circunstancia actual del país. No tengo duda de que nuestro Poder Judicial corresponde a su responsabilidad histórica, pues es semillero inagotable de mentes lúcidas que han desempeñado un relevante papel en la evolución de la Nación Mexicana. Un Poder Judicial que se suma a la consolidación de nuestra transformación, al hacer vigentes los derechos humanos de víctimas e inculpados, en plena armonía con el orden público y la 45 seguridad jurídica, bajo los principios de igualdad, equidad y no discriminación, pues la justicia es un valor inherente al ser humano, un anhelo inquebrantable, una esperanza que se transforma en una realidad cuando aquél que tiene el poder y el honor de dirimir y decidir, lo hace con transparencia y apego a la ley. Reitero mi compromiso de que mis actos como siempre se inspiren en un espíritu de justicia; se ajusten a una línea de rectitud; a obedecer la conciencia como único móvil y encaminarse al bien de la patria como único fin. México, Distrito Federal, a 5 de diciembre de 2014. MARGARITA BEATRIZ LUNA RAMOS MINISTRA DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 46