¿sabías que? • Una abeja necesita realizar 200.000 vuelos y 8.000 kilómetros, visitando más de un millón de flores para hacer un kilo de miel. Una colonia de abejas consume en un año entre 50 y 120 kilos de miel. • Una abeja hace de 10 a 15 viajes de recolección por día, y visita hasta 100 flores durante un viaje. Podría viajar 6,5 millones de kilómetros a 11 kilómetros por hora con la energía que obtendría de 3,785 litros de néctar. • Las abejas recolectan sus alimentos en un radio reducido, normalmente de alrededor de 1,5 a 2 km de la colmena, mayores distancias sólo les resultan rentables en caso de extrema necesidad. • Una cría de abeja necesita para su desarrollo unos 125 mg de polen (30 mg de proteínas); con 1 kg de polen una colonia puede criar unas 8.000 obreras. Una colonia puede criar al año unas 325.000 obreras. • Generalmente las bolitas de polen son monoflorales, cada carga se forma con una sóla especie floral y pesa de promedio unos 7,5 mg (dependiendo de la especie vegetal de la que proceda). El tiempo necesario para realizar una carga oscila de los 5 a los 15 minutos. • Mientras una larva, que va dar origen a una obrera, recibe aproximadamente 140 visitas diarias de obreras que la alimentan, una larva que dará origen a una reina, la atienden aproximadamente 1.600 veces al día. • Las abejas emplean unos 250-300 mg de jalea real en la alimentación de una reina. Gracias a esta alimentación la larva aumenta 1.500 veces su peso hasta su completa evolución a reina (y esto ocurre en sólo 16 días). • Las reinas pueden vivir hasta 4 años (las obreras sólo de 1-3 meses) y procrean intensamente durante toda su vida, poniendo de 2.000-3.000 huevos diarios en las épocas de cría. • Las reinas se aparean en sus vuelos nupciales con unos 8-12 zánganos, guardan el esperma en la espermateca y con él fecundarán los huevos de hembra que pondrán durante su vida. • Dentro de la colmena existen diferentes “familias” de obreras, formadas por las hermanas que provienen del mismo zángano. • La sustracción del veneno acorta la vida de las abejas. Las abejas de 15-20 días de edad son las que pueden dar mayores cantidades de veneno. Se calcula que de 20 colonias se puede extraer 1 gramo de veneno seco. • Las abejas poseen los órganos del olfato en las antenas, y en su superficie tienen 500.000 poros olfativos. • La abeja posee 2 ojos compuestos y 3 simples. Los ojos compuestos tienen una geometría perfecta que recuerda la precisión de los hexágonos de los panales; sirven para ver de lejos, fuera de la colmena en los trabajos de recolección de néctar y polen. Los ojos simples, llamados ocelos, se emplean para la visión de cerca. • La potencia de los músculos de las alas es tal que las abejas pueden llegar a batir las alas 200 veces por segundo y alcanzar velocidades entre 10 y 20 km. Sus dos pares de alas quedan enganchados entre ellos durante el vuelo favoreciendo la sincronización. • Las abejas distinguen el color azul, amarillo y blanco. No ven el rojo y confunden el verde con el amarillo y el azul, pero pueden ver el ultravioleta. • Los machos de las abejas, los zánganos, no tienen ningún aguijón. Realizan escasas funciones en la colonia, aunque ayudan a producir calor y repartir néctar, pero su cometido principal es acoplarse con la abeja reina. • La reina fue considerada rey hasta finales de la década de 1660, cuando el naturalista holandés Jan Swammerdam diseccionó una y comprobó que tenía ovarios. • Tras un período corto de aprendizaje las abejas europeas y asiáticas pueden entender los respectivos “dialectos” de sus danzas para comunicar las fuentes de alimento. • La abeja melífera se ha convertido en el cuarto insecto en tener su genoma secuenciado, después de la mosca del vinagre (Drosophila melanogaster), el mosquito (Anopheles gambiae) y el gusano de seda (Bombyx mori). • Un estudio realizado por científicos australianos reveló que las abejas son capaces de contar, pero sólo hasta el número cuatro. En el estudio se colocaron cinco marcas dentro de un túnel y se dejó néctar en una de ellas. • Que en muchos países asiáticos las larvas de abejas están consideradas un gran alimento, rico en proteínas, y forman parte de su tradición culinaria. • Una de las referencias apícolas más antiguas del mundo está en Valencia, una pintura rupestre en la Cueva de la Araña en Bicorp, que tiene unos 8.000 años y que escenifica la recolección de miel de un enjambre. • El famoso escalador Edmund Hillary, el primero que completó con éxito una ascensión al Everest, era apicultor y que Sherlock Holmes se dedicó a la apicultura cuando “se retiró” de detective. • Las abejas se utilizan como bioindicadores de la calidad ambiental. Son muy útiles para la detección de pesticidas y metales pesados; el uso de abejas como indicadores del grado de contaminación atmosférica comenzó a investigarse en la década de los 30 en el siglo XX. • Se han entrenado abejas para detectar algunos de los explosivos más habituales. Las abejas tienen un olfato tan desarrollado como los perros y son capaces de detectarlos aun con la presencia de sustancias que pueden interferir como perfumes, aceite de motor o agentes repelentes para los insectos. • Que el famoso escritor Francisco López de Ayala asegura haber alcanzado los 103 años gracias a tomar siempre para cenar yogur con miel. • Se ha solicitado que la abeja y la apicultura sean declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.