1817-1904 | 1907-1940 | 1947-1975 | 1976 -1982 | 1984 -1999 | 2001 - actualidad La deuda sin fin Este primer período se caracteriza por el relativo aislamiento de las regiones del país, siendo la principal actividad económica la exportación ganadera. El comercio hacia países europeos hacían de la Aduana y el puerto los principales polos de movimiento de mercaderías y de contrabando debido a las altas tarifas aduaneras. El establecimiento de milicias nacionales luego de la revolución criolla de 1810 hizo necesaria la compra de armamento en el exterior. Por otra parte, la pérdida del Alto Perú había producido efectos desastrosos en la circulación monetaria, por lo que a la salida de divisas se sumó la imposibilidad de su restitución. Consecuentemente existió una inaudita escasez de moneda. Planes de contribución extraordinaria o capitación y los empréstitos forzosos fueron destinados a sostener las campañas militares del Norte y Cuyo, realizadas en parte para apoderarse de las provincias del Alto Perú con sus riquísimos yacimientos minerales. La economía de guerra estimuló varios proyectos de bancos para proveer fondos al estado y emitir títulos y billetes en reemplazo de las monedas metálicas existentes hasta el momento. Es así que el gobierno acordó en 1818 la creación de la Caja Nacional de Fondos de Sudamérica para recibir el aporte de particulares con el objetivo de costear gastos fiscales y bélicos. La fundación de esta Caja fue un intento por organizar el crédito público que no prosperó y culminó en su cierre en noviembre de 1821. Algunos intentos ahogados fueron también la creación de la Casa de la Moneda y el Banco de Rescates en 1919, que no pudieron llevarse a cabo por falta de pasta de papel. En 1822 nace el Banco de Buenos Ayres o Banco de Descuentos, como popularmente se conoció, que fue al mismo tiempo la primera sociedad anónima argentina que alcanzó un millón de pesos moneda metálica. La institución tuvo privilegio de emisión por veinte años, durante los cuales no podía existir otro banco de igual natura- 1813 Acuñación de la Primera Moneda Patria en la ceca de Potosí (Asamblea del año XIII) 12 | REALIDAD PROFESIONAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Camino al bicentenario iniciamos en esta edición un recorrido por la historia económica argentina que nos permitirá reflexionar sobre el pasado, presente y futuro de nuestro país. Una breve síntesis de los hechos más destacados en cada entrega completarán la evolución de la economía desde la gesta de mayo de 1810 hasta nuestros días. leza. Emitió billetes de 1, 2, 5, 17 (equivalente a una onza), y 20 pesos. La deuda más larga del mundo En noviembre de 1822 nace en nuestro país la historia financiera. La Legislatura de Buenos Aires autorizó al Poder Ejecutivo a contratar un empréstito de cinco millones de pesos con 6% de interés anual, en un hecho que marca el origen de la deuda externa. Las relaciones comerciales con Inglaterra eran estrechas, de hecho para 1822 la mitad de las importaciones de Buenos Aires provenían de ese país, por lo que no resultó extraño que se contratara en la inglesa Baring Brothers el préstamo en cuestión. Los fondos serían destinados a construir un puerto en Buenos Aires, fundar ciudades sobre la costa que sirvieran de puertos al exterior, levantar pueblos sobre la frontera de indios y proveer agua corriente a la capital provincial. Sin embargo, ninguno se cumplió, no obstante estar los fondos disponibles desde 1824. Hasta llegar a la refinanciación de la deuda en 1857, varias opciones fueron consideradas para pagar los intereses generados. Por citar solo dos ejemplos, en 1828 se autorizó la venta de dos fragatas para el pago de intereses, y en 1842, se propuso la cesión de las islas Malvinas, manteniendo la legitimidad de los derechos sobre ella, en pago de la deuda. Todos los gobiernos posteriores continuaron pagando y refinanciando la deuda hasta 1904. Por ley del Congreso del 28 de enero de 1826, el Banco de Buenos Aires fue incorporado al Banco Nacional de las Provincias Unidas del Río de La Plata, y su capital fue formado en parte por dinero del empréstito Baring. Poco después el 1857 Primer tren argentino. Se inaugura el ferrocarril oeste 1866 Se constituye la Sociedad Rural Argentina 1871 Se crea el Banco Hipotecario de la Provincia de Bs. As., que emite cédulas hipotecarias. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Congreso dio curso legal a los billetes del Banco de Buenos Aires, disponiendo la continuidad de su circulación y su uso como moneda corriente en todas las transacciones. Diez años después Rosas liquida el Banco Nacional, que se transforma en una entidad innominada, luego conocida como Casa de la Moneda, con la facultad de emitir billetes inconvertibles de curso forzoso. A partir de este momento y hasta 1852 se vivieron años de anarquía monetaria. Varias provincias emitieron y/o acuñaron moneda propia: onzas de oro, moneda boliviana y hasta valores y contraseñas emitidos por establecimientos comerciales circularon en el mercado. En 1854 se crea el Banco y Casa de la Moneda de la Provincia de Buenos Aires, sobre la base de la Casa de la Moneda, totalmente estatal. Mientras tanto, el Gobierno de la Confederación puso en funcionamiento un nuevo Banco Nacional, que como institución de crédito y emisión pasó muy fugazmente, dado que sus billetes encontraban resistencia en provincias habituadas a la circulación de moneda metálica. También se entregaron concesiones para instalar bancos a José Buschentahl, a los banqueros franceses Trouvé, Chauvel y Bubois, y más tarde al banquero brasileño barón de Mauá, que vivieron pocos años sin éxito y fueron rescindidos sus contratos por incumplimiento. Siguiendo la línea de creación de instituciones de crédito, en 1862 se instala el Banco de Londres y Río de la Plata, y al año siguiente el Banco de la Provincia de Buenos Aires adopta su actual denominación e inaugura su primera sucursal en San Nicolás de los Arroyos. Mucha de la historia de esta institución se relaciona con el redactor del Código Civil, el doctor Dalmacio Vélez Sarsfield, quien formara parte por 20 años de su directorio y fuera entre 1863 y 1864 Ministro de Hacienda del Presidente Mitre. De su puño y letra es el proyecto de ley que dio nacimiento al Banco en 1854, como también de su autoría las importantes leyes monetarias que recibieron sanción poco después de su gestión ministerial. No había pasado una década cuando Vélez Sarsfield ostentó el cargo de vicepresidente del segundo Banco Nacional de emisión y de depósitos según el modelo del Banco de Inglaterra, que alcanzará en 1879 un total de 16 sucursales. En noviembre de 1881 se sancionó la ley N° 1130 que estableció el sistema monetario que rigió hasta la creación del Banco Central de la República Argentina. La unidad monetaria fijada fue el peso oro de 1,6129 grs. y ley 900 milésimos de fino. Las monedas de oro fueron el argentino, de cinco pesos oro, el medio argentino, de dos pesos y medio oro, y las monedas de plata fueron de un peso moneda nacional y cincuenta, veinte, diez y cinco centavos. Esta ley fue posible por el mejoramiento de las condiciones del país, la floreciente situación del Banco Nacional y el de la provincia de Buenos Aires y la pacificación política que sobrevino a la revolución de 1880 y la federalización de Buenos Aires. Para fines de siglo XIX Argentina se mostraba como un país en crecimiento. A los capitales ingleses se sumaron los inmigrantes que aportaron mano de obra para lograr productos exportables. El clima de confianza generaría una burbuja especulativa en los círculos financieros de Buenos Aires y Londres durante el período de presidencia de Miguel Juárez Celman (1886- 1890), que culminaría en el primer default de la historia económica argentina. En 1887, el gobierno promulgó la ley N°2216 de Bancos Garantidos, siguiendo el modelo de los Bancos libres de Estados Unidos. Así se permitía a los bancos privados emitir billetes de curso legal con el respaldo de las reservas en oro del Estado, y además abría la posibilidad a cualquier persona que pudiera demostrar un capital mínimo de 25.000 pesos moneda nacional de iniciar su propio banco. Con esto se esperaba que los bancos le compraran al gobierno títulos de la deuda interna. El gobierno les entregaba las sumas pagadas en billetes con el nombre de cada banco y para controlar el cumplimiento de la ley se creó la Oficina de Bancos Garantidos. Con esta ley en solo dos años se crearon 20 bancos garantidos que comenzaron a enviar sus capitales al exterior, el Estado, entonces, debió limitar el retiro de los ahorros depositados en los bancos; estamos en los orígenes del “corralito”. La euforia comenzó a disiparse en 1889 con la baja de los precios internacionales de nuestras exportaciones, una creciente inflación y la falta de divisas genuinas, ya que la moneda emitida por los bancos garantidos carecía de valor. En junio de 1890 el gobierno se declaró en cesación de pagos y anunció oficialmente que no podía pagar la deuda externa; en las Bolsas recientemente creadas estalló el pánico, y los ahorristas empezaron a extraer sus depósitos A esto se sumó la caída de la casa Baring Brothers y las denuncias sobre emisiones clandestinas y recirculación de billetes anulados. En el mes de octubre del mismo año se sancionó la ley n° 2741 que creó la Caja de Conversión, que cambia $1 oro por $2,27 papel y viceversa. La situación provocó que el Banco de la Provincia suspendiera sus actividades por quince años y el cierre del Banco Nacional. A su vez se liquidaron los bancos garantidos y la Nación se hizo cargo de los billetes emitidos y de la deuda externa de las provincias, a cambio de los títulos de deuda interna que garantizaban las emisiones. En 1891 se crea el Banco de la Nación Argentina como banco privado, con la facultad de realizar operaciones de depósitos y descuentos, pero imposibilitado de emitir moneda. La institución adoptaría una nueva estructura en 1904 cuando se transforma en banco oficial y se elimina la participación privada. Una nueva convertibilidad llega en 1899 con la sanción de la ley 3871. El sistema consistía en crear un signo monetario que valía 0,44 pesos oro sellado o sea que cada peso oro equivalía a 2,27 pesos moneda nacional. Este sistema se implemento hasta la Primera Guerra Mundial que influyó directamente sobre la economía nacional. Llegamos a culminar esta etapa con una nación devaluada pero estabilizada que dedicó ochenta y dos años de su historia a resolver el pago de un empréstito que trajo más problemas que soluciones. Administraciones poco claras, ineficacia e inexperiencia en la gestión y falta de criterio signan el nacimiento de una nación constantemente adaptada a las circunstancias. 1876 Ley de inmigración y de colonización 1883 Se establecen los primeros frigoríficos en la provincia de Buenos Aires REALIDAD PROFESIONAL | 13