Ley de caza de 16 de Mayo de 1902

Anuncio
Z
A
DE 16 DE MAYO DE 1902
C O H E IT T A D A
para el servielo de la Guardia c iv il con aclaraelones
¿ tile s para lo s cazadores
Dos Oficiales de dicho instituto.
M ADRID
IM P R E N T A
D E B IG A R D O R O JA S
Campomanes, S.—Teléfono 916.
190^
.
&45
Ayuntamiento de Madrid
rr
Ayuntamiento de Madrid
Ayuntamiento de Madrid
•<^-r
r■
i:.'
Ayuntamiento de Madrid
LEY
DE
C
A
Z
A
DE 16 DE MATO DE 1902
O O H E ir T A D A
para el servicio de la Guardia c iv il con aclaraciones
útiles para lo s cazadores
Dos Oficiales de dicho Instituto.
M ADRID
IM P R E N T A D E R IO A E D O
ROJAS
Oampomanea, 8.— Tiléfono 816.
1902
0 4 -5 9
Ayuntamiento de Madrid
iB l!\
Ayuntamiento de Madrid
CUATRO PALABRAS
Contiene esta L e y preceptos nuevos, esta*
blece tales restricciones y a h e ra en tal forma
alg o de lo que desde tiempo inmemorial ha­
bía establecido, que requiere un estudio de­
tenido por parte de los llamados á velar por
su cumplimiento.
P or eso principalmente dedicamos á ellos
esta obra, puesto que en ninguna de las pu­
blicadas hasta ahora comentando la le y de
caza se ha atendido á facilitar á los indivi­
duos d e la Guardia civ il el conocim iento de
la ley y de las demás disposiciones que en
ella se citan, ó que tienen relación con algu ­
nos de sus preceptos; objeto que nos hemos
propuesto á fin de evitarles rozamientos,
dudas ó dificultades, fáciles de encontrar
cuando h ay gen eral predisposición á burlar
la ley, y la G uardia civil tiene la misión de
hacerla cumplir.
Ayuntamiento de Madrid
0460
.
Ayuntamiento
,4^ de Madrid
k"
LE Y DE C A Z A
I©
DE
MAYO
DE
002
D . A lfon so X III, por la gracia de D ios y
la Constitución R e y de España, y en su
nom bre y durante su menor edad la R eina
R eg’ente d el R eino;
A todos los que la presente vieren y en­
tendieren, sabed: que las Cortes han decre­
tado y Nos sancionado lo siguiente:
SECCION PKIMEEA
CLASIFICACIÓN DE LOS ANIMALES
A rtícu lo
tos de esta
1.® L o s
2.* L o s
3.“^ L o s
1.® L o s animales, para los efec­
ley , se dividen en tres clases:
fieros ó salvajes.
amansados <5 domesticados.
mansos 6 domésticos (1).
(l)
L a le y d e i g de S ep tiem bre de 1896 y el
R eal decreto de 25 d e N o v ie m b re d e l m ism o año,
q u e se insertan más adelante, tratan de ía protec­
c ió n á lo s pájaros q u e son útiles á la agricultura.
E l art. 4 6 5 d e l C ódig-o civil d ice; “ L o s animales
fieros 8<51o s e p oseen m ientras s e hallan en nuestro
p od er; lo s d om esticad os <5 am ansados se ssinúlan á
lo s m ansos ó d om ésticos, si conservan la costum bre
d e v o lv e r á la casa d el p ose e d o r.,,
Ayuntamiento de Madrid
0461
Art. 2.° S o a aaimales fieros ó salvajes
los que vagan libremente y no pueden ser
cogidos sino p or la tuerza.
Art, 3.° S on animales amansados 6 do­
mesticados los que, siendo por su baturaleza
fieros ó salvajes, se ocupan, reducen y acos­
tumbran por el hombre.
Art. 4.“ L o s animales amansados ó d o­
mesticados son propios del que los ha redu cido á esta condición, mientras se mantie­
nen en ella. Cuando recobran su primitiva
libertad, dejan de pertenecer al que fué
su dueño, y son del prim ero que los o cu ­
pa (l).
iÜ|
I
(l)
C onviene ten er presente Jo que d ispon en
lo s siguientes artículos d e l C ó d ig o civ il.
A rt. 6 x 0 . S e ad qu ieren p o r la o cu p acián lo s b ie ­
nes ap ropia bles p ar s u . naturaleza que carecen de
d u e ñ o , c o m o lo s anim ales q u e s o n o b je to de la caza
7 p esca, el tesoro o cu lto j las cosas m uebles aban­
donadas.
A rt. 6 i 2 . E l p rop ietario d e un enjam bre de
abejas tiene d erech o á p ersegu irla s sobre el fundo
(heredad 6 p ro p ie d a d ) ajen o, indem nizando al p o ­
seed or d e ésta e l daño causado. S i estuviere c ercad o
necesitará e l con sen tim ien to dei d u eñ o para p en e­
trar en él.
Cuando el p rop ietario n o haya p ersegu ido 6 cese
d e p e rse gu ir el enjam bre d o s días con secu tivos,
p o d r á e l' p o se e d o r d e la finca o cu p a rlo 6 rete­
n e r lo .
E l p ro p ieta rio d e animales am ansados p o d rá tam­
b ié n reclam arlos dentro de veinte d ías, á contar
Ayuntamiento de Madrid
— 9 Art. 5.“ Son animales mansos ó domésti­
cos los que nacen y se crían ordinariamente
bajo el poder del hombre, el cual conserva
siempre su dominio.
A unque salga de su poder, puede recla­
marlos de cualquiera que los retenga, pa­
gando los gastos de su alimentación.
A rt. 6-° L o s animales fieros 6 salvajes y
los amansados 6 domesticados de que trata
el art. 4. pasan á poder del hombre por la
caza (1).
Art. 7.“ S e com prende bajo la acción g e ­
nérica de cazar todo arte lícito y todo m e­
dio leg a l de buscar, perseguir, acosar, aprehender ó matar, para reducirles á propiedad
particular, los animales referidos en a cla­
se 1.» del art. 1.“ , y los del art. 4.»
SECCION 2.“
DHL DERECHO D E C A ZA R
A rt. 8.° E l derecho de cazar corresponde
a toda persona m ayor de quince años que se
desde su ocu p acidn p o r o tro . P asado este térm ino,
pertenecerán al que los haya c o g id o y co n se r­
vado.
Seg-iía e l art. 613 de d ich o Cddig-o, las palom as
y co n e jo s que de su resp ectiv o cria dero pasen á otro
perteneciente á distinto d u eñ o serán p rop ied ad de
¿ste , siem pre que n o hayan sido atraídas p o r m edio
d e alg-iin artificio 6 fraude.
(l)
V éase en la nota d e l art. 4 . ° el 6 1 0 d e l C ád ig o c iv il que a llí se consigna.
0462
Ayuntamiento de Madrid
-
10 -
h alle provista de las correspocdientes licen­
cias de uso de escopeta y de ca za 6 de g a l­
gos, segú a los casos (1).
A rt. 0.” Este derecho puede ejercitarse
en los terrenos del Estado, de los pueblos,
comunidades civiles ó fincas de propiedad
particular que no estén vedados.
E n los que estén visiblem ente cerrados
ó acotados sólo podrán cazar los dueños
ó arrendatarios 6 las personas á quienes
li
^1';
-i
(l)
Para obten er lice n cia ha d e p rom overse ins­
tancia al G obern ador c iv il d e la p ro v in cia , extendida
en p a p e l se lla d o de una peseta. C uando lo s p eticio­
narios n o a crediten ser personas d e garantía, los
G obern adores n o pueden co n ce d e r la lice n cia sin
que p reced a e l in form e favorable de la respectiva
com andancia d e la Guardia civil, segiin l o qne de­
term ina el art. 4.® de la R e a l orden de G o b e rn a ción
de 16 d e E n e ro de 1893.
Para co n ce d e r licen cia d e caza, y p o r lo tanto de
uso de arm as á u n m ay or d e q u in ce años y m en or
d e v ein te, se g ü n e l caso 2 ,” del art. ó .” d el R eal
d ecreto de 10 d e A g o s to de 18 76, han d e ser g a ­
rantizadas p o r escrito ante la autoridad lo ca l por
lo s padres ó tutores. Para esto h a d e solicitarse del
A lca ld e p o r m e d io de instaccia form u lad a en p ap el
s e lla d o d e una peseta, y e n e lla , á continuación se
extiende la d ilig e n cia de garantía ñrm ada p o r el
p ad re 6 tutor y p o r e l A lca ld e . C o n este docum ento
p u e d e el m e n o r solicitar d e l G obern ador la licencia
d e caza y u so d e armas para cazar.
S egiín el art. 93 de la le y d e l T im b re de ; 6 de
M arzo d e 19 00, las licencias se c o n c e d e n según la
Ayuntamiento de Madrid
— 11 —
aquéllos autoricen precisam ente p or escrito (l).
L o s vedados, para ser tenidos por tales,
deberán llenar las condiciones que estable­
cíase de la cédu la p ersonal c o n a rre g lo á la tarifa
sig'uieDte;
L ic e n c ia »
de
C L A S E
L ic e n c ia s
c a z ft y U9 0 d e
d«
arm a» d e ca zu
d e la
r s R S O N A l*
y
p ara cazar.
u so d e arm as
e n g e n e r a l.
P e s € ta i.
P e se ta s,
...........................................................................
4 0
3 0
......................................................
3 0
2 0
5 - ^ ......................................................
2 0
1 0
15
7
4 -*
y
L a s
d e m á s
c l a s e s ..........................
(i¡
E l art. 198 de la le y d e l T im b re de 26 de
M arzo de 1900 previen e en el caso 5 .° qne las li­
cencias ó p erm isos q u e concedan lo s particulares
para la caza y pesca e n sus p rop ied ad es lleven un
tim bre m ó v il d e 10 c éotim os.
E ste párrafo está con form e con la p rescripcián
d e ¡ a r t. 15, q u e n o p ro h fb e cazar e a lo s terrenos
que n o estén cercados, am ojon ados 6 acotados, más
que en e l ca so d e n o haberse levantado las co se ­
chas. E stando levantadas éstas, si las tierras n o es­
tán cercadas, am ojonadas 6 acotadas, la entrada en
ellas es libre para cazar.
V e r la n ota d e l art. 18.
Ayuntamiento de Madrid
0463
-
12 -
cen 2a ley de acotamientos, com o también las
disposiciones vigentes sobre tributación,_ y
tener en sus límites á todos aires, en sitios
fádlm ente legibles, tablillas ó piedras con
letreros cjue digan: “ vedado de caza“. E n es­
tos vedados sólo se podrá cazai- con permiso
escrito del dueño ó arrendatario (1).
L’l
. I¡
(l)
E l decreto de las C ortes de 8 de Junio de
1813, re sta b le cid o p o r R eal d ecreto de 6 de S e p ­
tiem bre d e 1836, en su art. l . “ d ice q u e todas las
d eh esa s, heredades y demás tierras d e cualquier
clase pertenecientes á d o m in io particular, ya sean
libres 6 vinculadas, se declararán cerradíis 6 a c o ta ­
das perpetuam ente, y sus d ueños 6 poseedores p o ­
drán cercarlas s in p er ju icio d t la s cañadas, abreva­
deros, cam inos, travesías y se r v id u m ir e s, disfrutar­
las lib re y exclusivam ente 6 arrendarlas c o m o m e­
jo r Ies parezca y destinarlas á lab or, á pasto 6 á
pla n tío, á al uso que más les acom od e.
L a re g la 5.^ d e la R eal orden de 17 d e M ayo
d e 1838 sobre u so y m ancom tm idad de pastos públi­
c o s y lim itacion es de acotam ien tos, d eterm in a que
n o p u e d e darse al art. I.® d e l decreto de 8 de Junio
d e 1813 más extensión que la que expresa su letra
y espíritu, según lo s cuales, só lo se autoriza el c e ­
rram ien to y acotam ien to d e las heredades de d o m i­
n io particiolar, sin p erju icio d e las servidum bres que
so b re sí tengan ; absteniéndose, de c o n sig u ie o te, lo s
A lcaldes y A yuntam ientos de ejecutar 6 consentir
el acotam iento 6 adehesam iento de aq n ellos terre­
n o s p ú b lico s q u e siem pre han sid o de ap rovech a­
m iento com iín de un o ó más p u e b lo s, sin q u e p r o ­
c e d a la com petente facu ltad, c o n a rreg lo á l o que
p rev ien e la le y sobre la a d o p ció n d e cualquiera ar-
Ayuntamiento de Madrid
— 13 T od o propietario podrá vedar legalm ente
sus flacas; pero será responsable directa­
mente con sus bienes, con arreglo al C ódigo
bitrío; im p id ien d o asim ism o el cerram iento, ocu pacián lí o tro em barazo de las servidum bres p ú bli­
cas destio&das al nso de hom bres 6 g a ca d o s, que
en nin gún caso p u ed en ser obstruidas.
S o b re estos m ism os asuntos d ice el C d d ig o civil;
A e t . 38 8. T o d o p rop ietario p odrá cerrar 6 cer­
car sos heredades p o r m edio d e paredes, zanjas, se­
tos vivos ó m uertos, <5 de cualquiera o tro m o d o , siu
p e rju ic io d e la s servidum bres constituidas sobre las
mismas.
A e t . 6 0 2 . S i entre los v e cin o s d e u n o 6 más
pu eblos ex istiere com u nidad de pastos, e l p ro p ie ­
tario m íe ce rca re con tapia 6 seto una finca la hará
lib re ffe la com u nidad. Q uedarán, sin em bargo,
subsistentes las servidum bres q u e s o b r e la misma
estuviesen establecidas. E l p ro p ie ta rio q u e cercare
su finca conservará sn d e re ch o á la com unidad de
pastos e n las otras fincas n o cercadas. Para vedar
una tierra d ebe hacerse la oportuna d eclaración al
D e le g a d o de H acien da d e la p rovim cla respectiva
paca lo s efectos de tributación , pues lo s vedados de
caza p a g a n c o m o terrenos d e prim era clase. L o s
defraudadores d eben ser d enunciados á d ich o D e ­
le g a d o , y para io s efectos de denuncia, á lo s infrac­
tores á la le y de caza, d e b e tenerse presente que
n o puede considerarse vedado cuan do el p ropietario
n o p a g a la con trib u ción q u e le corresp on d e.
L as tablillas d icie n d o « V e d a d o de caza» deben
estar á to d o s lo s vientos, c o m o d ice la le y , e n las
lind es d e la finca y eii sitio fá cilm en te le g ib le ; p ero
n o d ebe entenderse q u e basta p o n e r cuatro tablillas
Ayuntamiento de Madrid
0464
-
14 -
civil, de los daños que la caza que se críe en
su propiedad cause en los piedios de los p ro­
pietarios colindantes (1).
e n lina finna á lo s cn atro v ien tos, p n es pudiera en­
trar a lg u n o e n ellas sin saber q u e es un veda do, y
esto aconseja q u e estén á una d istancia p ru den cia l.
C laro que p u ed e ser tten u ccia do e l carad or que en­
tre e n un v e d a d o aunque éste te n g a ' p o ca s tablillas
in d ioaa do esa c o n d ició n d e l terreno, p e ro será se^ r a m e n t e absuello, p o rq u e es ju s to adm itir en el
ju ic io la excusa d e ig n o ra n cia d e ser tierra vedada.
L a G u ardia ci'vil n o d e b e in terven ir p ara o b lig a r á
un p rop ietario á p o n e r m ayor 6 m e n o r nilm ero de
esas tablillas.
(i)
E l art. i .g o 6 d e l C ó d ig o establece q u e el
p ro p ie ta rio d e una h ered ad de caza resp on d e del
d añ o q u e ésta cause e n las h eredades vecinas cuan do
n o haya h e c h o l o necesario p a ra im p ed ir su m ulti­
p lica ció n , 6 en e l c a s o que haya d ificultado la acción
d e lo s d se ñ o s d e d ich as fincas para persegu irla .
E sta p re s crip ció n es d eficien te, p o rq u e lo s c o n e ­
jo s , que son lo s que hacen d a ñ o en las fincas v eci­
nas, l o verifican d e n o c h e generalm ente, sa lie n d o á
co m e r e n l o s sem brados y v iñ ed os, y n o hay otro
m e d io d e d efend er las tierras q u e c o lo ca n d o lazos,
l o cu a l está p ro h ib id o p o r el art. 2 0 d e esta ley .
R esulta ilu soria la c o n c e s ió n h ech a á lo s d ueños de
terrenos lindantes c o n lo s v e d a d o s d e caza, y c o n ­
v en d rá aclarar este p u n to en e l re g la m e n to q u e se
d icte para la e je cu ció n d e la le y ; m ientras tanto, la
G u ardia c iv ü h a de abstenerse d e interpretar l o que
d eba hacerse e n este ca so, p o rq u e , h ech o c o n el
m ejor d eseo, p u d iera llevar á incurrir e n resp onsa­
bilidades.
■iv
Ayuntamiento de Madrid
-
15 -
_ Art. 10. T od o propietario puede conceder
licencia á un tercero que utilice el derecho
que le con cede el artículo anterior, estable­
ciendo las condiciones que tenga p or con ve­
niente, pero sin contrariar las de la presente
ley (1).
Art. 11. Cuando el propietario no establez­
ca condiciones especiales para cazar en su
propiedad, se entenderá concedido el permiso
con arreglo á las prescripciones de esta ley.
Art, 12. Cuanáo una finca pertenezca á
diversos dueños, cada uno de los propietarios
p or sí ó por la persona que le represente tie ­
ne derecho á cazar; pero no podrá conceder
permiso á otro que no sea su representante
para que lo haga, mientras no tenga el consentiiniento de los condueños que reúnan al
menos dos terceras partes de la propiedad.
Art. 13. E l derecho de cazar correspon­
de ai dueño de la finca si en el contrato de
arriendo no se hubiera estipulado lo con­
trario (2).
(1 ) C o n a rre g lo a l ca so 5 ,° d e l art. 198 de la
le y del T im b re, lo s p erm isos que con ced a n lo s p ar­
ticulares p ara cazar en sus fincas, serán p o r e scrito y
d eben llevar un tim bre m ó v il d e 10 céntim os; y se­
gú n el art. 9 .° d e d ich a le y ha de ir in u tilizad o con
la fe c h a d e la concesM n,
( 2 ) SegTín la antíg-ua ley , e l d e re c h o de cazar
corresp on d ía al arrendatario d e la finca, y scg-iín la
v id e n te , es d e l dueño d e ella; p e r o c o m o las leyes
n o tienen e fe c to retroactivo, esa m odificacid n se
desprende d ebe r e g ir para lo s contratos hechos
p osteriorm en te á la prom ulg;ación d e ésta.
Ayuntamiento de Madrid
-
16 —
A rt. 14. Cuando el Qsufructo se halle se­
parado de la propiedad, ó la finca esté co n ­
cedida e 0 enfiteusis (1), el derecho de cazar
corresponde a l usufructuario ó enfiteuta (2).
Cuando la finca esté en administración ó en
depósito judicial ó voluntario, incum be al
administrador 6 depositario la facultad de
con ceder ó n egar el perm iso de cazar.
Arti 15. Considerándose cerradas y a co ­
tadas todas las dehesas, heredades y demás
tierras de cualquier clase pertenecientes á
dominio particular, nadie puede cazar en las'
que n o estén materialmente am ojonadas, c e ­
rradas ó acotadas, sin permiso escrito de su
dueño, mientras no estén levantadas las co ­
sechas.
E n los terrenos cercados y acotados m ate­
rialmente ó en los am ojonados nadie puede
cazar sin permiso d el dueño (3).
A rt. 16. E l cazador que usando de un d e­
recho de caza desde una fixica donde le sea
permitido cazar hiera una pieza de caza
menor que ca e 6 entra en propiedad ajena,
tiene derecho á ella; pero no podrá entrar en
esta propiedad sin permiso del dueño cuando
la heredad esté materialmente cerrada por
seto, tapia ó vallado, si bien el dueño de la
( 1 ) P or
se entiende el enajenam iento
d e l d o m in io de algun a posesión, m edían te una
ren ta pag'ada al enajenante.
( 2 ) E n fiU u ta es el q u e p o se e a lg u n a cosa en
virtud d e enfitensb.
(3 ) V éase la llam ada p rim era d e l art. 9.® y la
n ota del art. 10,
Ayuntamiento de Madrid
— 17 —
finca tendrá el deber d e entregar la pieza
h en d a <5 muerta.
Cuando la heredad no esté cerrada mate­
rialmente, el cazador podrá penetrar solo á
coger la pieza herida ó muerta, sin permiso
del dueño, pero será responsable de los per­
ju icios que cause.
SJ2CÍÍIÓN 3 .“
D E L EJERCICIO D E L DERECHO DE L A C A ZA
Queda absolutamente prohibida
toda clase de caza desde 15 de F eb rero hasta
di de A gosto inclusive en todas las provin
cías del R ein o, excepción hecha de las del
litoral cantábrico, incluso las cuatro de Galicia, donde la veda no terminará hasta el 15
de beptiembre.
L a s palomas campestres, torcaces, tórto­
las y codornices sólo podrán cazarse desde
1.° de A g o s to en aquellos predios en que se
encuentren segadas ó cortadas las cosechas,
aun cuando los haces ó gavillas se hallen en
el terreno.
L o s con ejos podrán cazarse y circular
desde el !.'• de Julio, cuando el dueño del
monte, dehesa, soto ó finca que se halle le ­
galm ente vedado para caza, se provea de
licencia escrita de la autoridad loca l y de
una guía expedida por ésta para que los c o ­
nejos muertos puedan ser trasladados por
la vía pública.
En las lagunas ó albuferas ó terrenos pan­
tanosos podrán cazarse las aves acuáticas y
zancudas y las becadas, becacinas y demás
similares hasta el 31 de Marzo.
2
Ayuntamiento de Madrid
0468
>K’|
in l
-
18 -
L a s av es in sectív ora s q u e determ in a rá el
r e e la m e n to , siyetán dose á l a l e y d e 19 de
S ep tiem b re y R e a l o rd e n d e ^ d e N ov iem ­
b r e d e 1896, c o n las ad icion es que se estim en
con v en ien tes, n o p od rá n ca za rse en tiem po
a lg u n o p o r ser ben eficiosa s p a ra la a g n c u l18. L o s dueños p a rticu la res d e las
tierra s destinadas á v ed a d os d e ca za que
estén realm en te cerca d a s, a m ojon a d a s ó a c o ­
tadas p od rá n ca za r e n ella s lib rem en te en
cu a lq u ier é p o c a d el añ o, m en os c o n recla m o
d e perdiz, m a ch o ó h em bra, el cu a l só lo poprán u tiliza r en tiem po q u e n o sea d e v ed a ,
p e r o n op od rá n u sar re cla m o n i otros e n e a
ñ os á m en or distancia d e 1.000 m etros d e las
tierras colin dan tes (2).
A r t. 19. L a ca za d e la p e r d iz c o n r e c la m o
qu eda a b solu tam en te p ro h ib id a e n tod o tiem ­
p o, s a lv o lo dispuesto en e l a rticu lo a n te n o r.
P a r a ca za r c o n re cla m o d e perdiz n e ce -
(i)
L a L e y y R e a l o rd e n q u e se citan pueden
verse más adelante al final d e esta ley.
tz)
Los dueños pueden cazar ea sus tierras li-
brem^ente, y aunque la ley no contiene un precepto
claro, tampoco modifica el art. 95 de la ley del Tim.
bre que dice- ^Los dueños 6 arrendatarios de terre­
nos podían cazar en ellos libremente y sin limitación
aleuna. Si para usar de este derecho utilizasen armas de fneg-o, cualquiera que sea su clase habran
de estar provistos de la correspondiente licencia de
uso de armas.„ Es decir, que no necesitan la licencia de caza. Ver la regla 5.® de la Real orden de l.
de Julio de 190a inserta al final de esta obra,
Ayuntamiento de Madrid
-
19 -
sita el dueño ó arrendatario de la finca pro­
veerse de uaa licencia, de 25 pesetas por
cada reclam o. D ich a licencia se extenderá
precisamente á nom bre del cazador que vaya
& usar el reclam o, y deberá inscribirse en la
Secretaría del Ayuntam iento respectivo (1).
L a Guardia civil y los guardas jurados se
incautarán de los reclam os de perdiz cuyos
conductores no exhíban en el acto la indi­
cada licencia, y en este caso los reclam os
serán muertob inmediatamente (2). Adem ás
de las resultas d el ju icio, los infractores de
este artículo pagarán una multa de ^ pese­
tas p or la prim era denuncia, 50 p or la se­
gunda y 75 en las sucesivas (3).
E l im porte de estas multas será entregado
(1 )
V e r ia n ota dei a rt. 29 resp ecto á p u blicacid n de licencias concedidas.
( 2 ) E l p re ce p to en este caso es claro y term i­
nante, y lo s reclam os después d e m uertos se entre­
g a n a iju z g a d o al hacer la deDuncia.
(3 ) S u rg e la d ad a si esas multas ha de im p o ­
nerlas tam bién e l Juez m unicipal, y se d esprende
q u e así sea, sin p e rju ic io d e las otras resultas del
ju ic io , pues constituya 6 n o in /ra cció n la denuncia,
el h e c h o d e llevar reclam o carecien do d e licencia
se pena indepeadientem ente, y ha de im ponerla el
Juez, p orq u e, segita el art. 4 2 del R eglam en to p a ra '
e l se rv icio d e la G u ardia civ il, n in g ú n ind ividu o de
ella p u ed e im p o n e r n i cobrar m ultas.
Estas se cob ra n e n d in ero y n o en p a p e l d e l E itad o, y ibs Ju zgad os entregan su im p orte á lo s que
e ip re sa este articulo p aro lo s efectos que en él se
especifican.
04G7
Ayuntamiento de Madrid
-
20 -
necesariamente á la Guardia civil 6 guardas
jorad os 6 á ambos, según de quién p ro ce ­
diera la denuncia, dentro de los och o días
siguientes á la presentación de ésta.
En el caso de corresponder estas multas á
la G uardia civil, su im porte ingresará en la
C aja del C olegio de Huérfanos de su Insti­
tuto.
,
,
A rt. 20. S e prohíbe en todo tiempo la
' caza con hurón, lazos, perchas, redes, n g a y
cualquier otro artificio; solamente se excep ­
túan los pájaros que no sean declarados in ­
sectívoros en el C atálogo aprobado por R e a l
orden de 25 d eN oviem bre de 1896 (1).
L a G uardia civil ó guardas jurados in ­
utilizarán en el acto de la aprehensión los
lazos, perchas, redes ó artificio empleado,
para que en ningún concepto pueda ser de­
vuelto. Si el medio em pleado fuese el hurón,
éste será muerto (2). „
( l ) E n el se ¿ü n d o g r u p o d e las aves q u e Clasi­
fica esa R e a l o rd e n determ ina la é p o ca en q u e a lg u ­
nas n o se consideran insecticivoras, que es desde l . “
d e S ep tiem bre á fin d e E n ero, y , p o r tanto, en ese
tiem p o, c o m o en cu alq u iera d e l año las n o con sid e­
rad as c o m o tales, p u e d e n cazarse c o n redes, liga
6 cualquier o tro artificio,
■ V e r el caso 5.° de la R e a l orden de i . ° d e Julio
d e i g 0 2 que se inserta a l final d e esta obra.
(2 )
L o s hurones despnés de m ncrtos deben en­
tregarse á lo s Ju zgados al hacer la denuncia.
N o está e n arm onía e l p re ce p to de este artículo
y el del 47 respecto é. inutilizar e n el acto d e la
a p reh en sión lo s lazos, perchas ,redes 6 artificio em -
Ayuntamiento de Madrid
-
21 ^
S e prohíbe igualm ente la form ación de
cuadrillas para perseguir las perdices á Ja
carrera, y a sea á pie ó á caballo,
2X. T od a caza queda terminante­
mente prohibida en los dfas de nieve, en los
de niebla y en los llam ados de fortuna (1).
Art. 23- S e prohíbe cazar de noche con
iu za rtifia a l.
A rt. 33, N o se permite cazar con armas
de tuego sino á la distancia de un kilóm ep lead o para cazar, p ues en aijnél se d eterm in a que
se inutilicen en e l a cto del ju ic io . A n o prevenir
otra co sa lo s Jefes de Com andancia es p referib le
que lo s individu os de la G u ardia civil se abstengan
d e inutilizar aquellos efectos al ap reh en d erlos, evi­
tando el despertar resentim ientos y an tagonism os
hacia el C uerpo, que e n to d o ' caso n o harían más
que cum plir lo s preceptos de la le y .
L a m isión d e l Instituto es más elevada.
C o n a rre g lo 'á la R e a l orden d e G o b e rn a ció n
d e 14 d e M arzo de 1881, p u ed e persegu irse lo s hu­
rones, aun e n el d o m ic ilio particular, p o n ién d ose
d e acuerdo c o n las A u toridad es ju d icia le s p ara que
les sea facultado el op ortu n o m andam iento.
(1 ) P roh ibid a ¡a caza en lo s días d e n ieve y de
n ie b la , s ó lo p odrían considerarse c o m o d e fortuna
lo s de v ien to, cazando lo s cazadores e n d ire cció n
contraria á la de aquél, y aun esto es p rob lem á tico.
E l consignar esa frase d ia s d t f o r t u n a , constituye
un a redundancia, después de l o que an teriorm ente
á ella d ic e el artícu lo.
E n nuestro c o n c e p to n o hay más d ía d e fortuna,
y én lo s cuales se p ro h íb e cazar, que los de nieve r
n ieb la.
^
0463
Ayuntamiento de Madrid
-2 2 tro, contando desde la última casa de la p o ­
blación.
, ^ .
j
A rt. 24. L o s dueños 6 arrendatarios ae
propiedades destinadas á. la cría de caza
puede colocar en ellas toda clase de útiles
para la destrucción de animales dañinos ó
seguridad de la finca; pero en m anera al­
guna en los caminos, veredas ó sendas de la
misma propiedad.
,
.
x
i.:
A rt 25. Q ueda terminantemente prohi­
bida la circulación y venta de caza viva ó
muerta y de los pájaros vivos y muertos que
determina el reglam ento en todo tern ton o
español durante la tem porada de veda, cual­
quiera que sea la fecha de la adquisición,
con la excepción que de los conejos queda
hecha en el art. 17 (1). _
.
Queda también terminantemente prohi­
bida en todo tiempo, y por espacio de seis
años desde la publicación de la presente ley,
la exportación al extranjero de toda clase ae
pájaros y caza m ayor y m enor, excepción
hecha de los estorninos, tordos y la de jo s
conejos, que sólo podrán ser exportados
(i)
V e r la r e g la 4-^ de la R e a l orden d e l .
de
J u lio de 1 9 0 2 que se inserta al final de esta o b ia .
T é n g a se presente lá diferencia entre esta ley y
la d e 18 79, e n la q u e se p roh ibía la circu la ción y
venta d e la caza y pája ros m u e ito s, y e n la nueva
se p r o h íb e la circu la ción y venta d e la caza viva O
m uerta y d e lo s pájaros v iv o s ó m uertos que deter­
m ina el R eg lam en to; esto es, lo s c o m p re n d id o s en
la le y d e 19 d e S ep tiem bre de 1896 y R e a l orden
de 25 de N o v ie m b re d e l m ism o año.
Ayuntamiento de Madrid
— 23 —
desde el I.® de Septiem bre al 1.® de Marzo
de cada año, siendo responsables subsidia­
riam ente de las infracciones que se cometan
las Empresas de ferrocarriles, barcos de
todo género ú otros medios de transportes
en cuyos trenes ó expediciones se conduzca
la caza para la exportación.
S e a u to r ip al G obierno de S . M . para
que p or m edio de R e a l decreto se am plíe ese
plazo de seis años, cuando á s a ju icio las ne­
cesidades lo demanden.
A rt. 26. L o s arrendatarios de montes y
los que se dediquen á la industria de la saca
de conejos, podrán tener hurones previo el
permiso d el G obernador civil de la provin­
cia, el cual hará que se lle v e un registro de
los que conceda, y una licencia de 10 pese­
tas p or cada hurón (1).
A rt. 27. E l dueño del monte, dehesa,
soto ó finca vedada que en tiem po de veda
quiera destruir los conejos que haya ó se
críen en su propiedad, podrá hacerlo por
cualquier medio; pero observando las res­
tricciones que establece el art. 25 de la ley ,
en su relación con el 17, teniendo además
necesidad de obtener un permiso d el G ob er­
nador civil de la provincia, cu ya A utoridad
podrá concederle, previo inform e favorable
de la G uardia civi .
A rt. 28. Unicam ente podrá cazar el que
haya obtenido del G obernador civil de la
provincia licencia de uso de escopeta y li(l)
V e r en el art. 2 9 l o que d ice respecto á U
p n b lica cid a <Je licencias concedidas.
Ayuntamiento de Madrid
469
— 24 —
cencía de caza. Estas licencias sólo servirán
para un año desde su fecha, y se concederán
con a rreglo á las leyes (1).
A rt, 39. S ólo podrán otorgarse licencias
de caza por los G obernadores de las p rovin ­
cias, que en ningún caso las podrán co n ce ­
der gratis (2).
Continuarán, sin em bargo, los Capitanes
generales con la facultad de conceder lice n ­
cias gratuitas é intransferibles de caza úni­
camente á los militares en activo servicio, á
los retirados con sueldo y á los condecorados
con la cruz de San Fernando, cuyas circuns­
tancias se liarán constar precisam ente en
las mismas licencias, ,á las que acompañará
siempre la cédula personal del interesado.
(l)
V éase la llam ada d e l art. 8 .“
E a cuan to á lo s p rop ietarios, p ara cazar en sus
terren os, véase la n ota d e l art. l8 .
C on v ien e tener presente la R e a l orden de 21 de
S ep tiem bre d e 1894, que previen e que k G uardia
civil se cuide de pedir las oportunas licea cia s en las
estaciones de ferrocarril, y fu era de p o b la d o á t od os
lo s q u e lle v e n arm as.
{2 ) Según la re g la 2.* de la R e a l o rd e n d e I.®
d e Julio de 1902, q í e se inserta al final de esta obra,
lo s G obern adores d e las p rov in cias deben publicar
en el B o le tín o ficia l r elación nom inal de las lic e n ­
cias de arm as y cara co n ce d id a s, asi co m o las de
reclam os de perd iz, g alg o s y p o d e n co s , y aunque el
re ce p to p a re ce referirse al hacer la p u blicación á
la vez q u e la d e esa R eal o r d e n , resultaría esto in ­
eficaz si periódicam en te n o se p ublican las c o n c e ­
sion es hechas. .
Ayuntamiento de Madrid
-
25 —
P ara cazar en fincas que estén vedadas
legaím ente es necesario estar provisto de la
licencia d e caza, sin más excepción que la
establecida en el art. 18. (1). L a Guardia
civjl ó guardas jurados exigirán la presenta­
ción de dicha licencia, y si el cazador ó caza­
dores no la exhibieran en el acto, se incauta­
ran de las escopetas ó armas, que sólo serán
■devueltas á sus dueños cuando en el término
de och o días presenten la licencia de caza,
expedida necesariamente con fecha anterior
á l^a denuncia. L as armas ó escopetas reco­
gidas por los guardas jurados serán siempre
entregadas á la Guardia civil, que las d e p o­
sitará, pasados los och o días, en la Com an­
dancia de la provincia; estas armas serán
vendidas en pública subasta p or la C om an­
dancia el 1.® de cada mes, y su im porte será
entregado al que haya hecho la aprehensión
o la denuncia; si correspondiese á la Guar­
dia civil dicho im porte, ingresará para el
sostenimiento del C olegio de los huérfanos
de su instituto. S i las armas ó escopetas no
tuvieran postor serán destruidas inmediata­
mente después de verificada la subasta,
dando cuenta del resultado de la misma al
G obernador civil de la provincia (2).
(i)
V éase la nota puesta a l c ita d o artículo.
( ? ) A lg u n o s pretenden q u e esa ob lig a ciÓ Q q u e
se Im pone á la G uardia civ il d e conservar p o r o d i o
días las armas recog-idas p o r ella, 6 q u e le en tre­
g u en lo s guardas jurados, y rem itirlas á la C om an­
dancia á los o c h o días, se refiere stílo ¿ las in/racd ion es com etidas en fincas que estén vedadas le g a l-
Ayuntamiento de Madrid
0470
— 26 —
A rt. BO. L o s propietarios ó arrendatarios
d e los sitios vedados destinados á la cría de
caza pueden nombrar guardas jurados con
sujeción á lo que termine el reglam ento,
pero no se les podra autorizar para usar esm ente p o r hablarse de ellas al prÍD cipto d e este
párra fo. E l p re ce p to es g e n e ra l para to d o cazador
qne al ser so rp re n d id o n o presente la licen cia de
caza, y pru eba qne la G nardia c iv il p u ed e retener
esas arm as sin presentarlas á lo s Juzgados al liacer
las denuncias, es q « e lo s gii^rdas ju rad os que dlrectamante denuDcian á lo s infractores d e esta le y tie­
n e n el d eber d e entregar las armas á la G uardia ci
v il, l o que con firm a q u e n o han de h a ce rlo á los
Ju zgados m unicipales.
C ierto q u e e l art. 4 7 d ice que las infracciones de
esta le y siem pre se im pon drá la pérd id a del arma,
p e r o téngase presente que en este ort. 29 lo que se
d ice de retener la G u ardia c iv il las armas reco g id a s
por ella 6 q u e le -e n tre g u e n lo s guarda? ju rad os, es
p o r n o llev ar lice n cia lo s cazadores, p ues in frio g ie n d o lá le y estando p rov isto de lice n cia de caza,
que p u ed e ser p o r entrar e n terreno v e d a d o , a m o ­
jon a d o (5 acotad o sin tener l erm iso d el dueño, 6 ca
zar en tiem po de v eda , las arm as han d e presentarse
á lo s J u zgad os al hacer las denuncias, lo m ism o que
cu an d o se aprehenden, n o p o r in fra cción d e caza,
sin o p o r carecer de licen cia d e u so de armas lo s que
las llevan. Para estos casos la G u ardia c ivil reclam a
las armas de lo s Ju zgados una vez sustanciados lo s
ju icio s y las rem ite á la C om andancia.
L o s C om andantes de puesto e n lo s o c h o días que
retien en las armas e n su poder p odrán d evolverlas
á sus d u eñ os si presentan la licen cia de caza ex pe-
Ayuntamiento de Madrid
— 27 cop ela de caza más que dentro de las fincas
respectivas (1).
A rt. 81. L a s declaraciones de los gu ar­
das jurados en las denuncias que hagan con
arreglo á esta le^ tendrán la fuerza de prue­
ba plena, salvo siempre la justificación en
contrario, y los ataques á estos guardas s e ­
rán considerados com o resistencia á los
agentes de la A utoridad (2).
L os guardas ju ra d os de los particulares
podrán denunciar cualquier infracción de
esta ley en todo el término municipal donde
radique la finca para la que fueron nombra­
dos, y percibirán la parte que les correspon­
da en las multas consignadas en los artícu­
los 19, 33 y 50, sea cualquiera el sitio del
término municipal en que hagan la denunda
ó aprehensión.
d ida c o n fech a anterior á la denuncia, y esto con fir­
m a q u e al h a cerla ante lo s Ju zgad os m unicipales no
han d e ser entregadas las armas.
E s convenien te que antes de verificar la suoasta
se anuncie e n el B e le tín o ficia l d e la provincia.
D e b e verse la r e g la 6.® de la R eal orden d e l.®
d e Jtilio de 1902 que se inserta al final d e esta obra.
(1 ) S alvo el caso que ah ora autoriza este ar­
tícu lo, e l 10 d e l R e fla m e n to de 1.“ de N ov iem b re
d e 1849 orden a q u e tod os lo s guardas d e cam po
d eben llevar armas de guerra.
(2) S i la d enuncia es puesta p o r lo s guardas ju­
rados y se refiere á la infracción d e la le y de 19 de
S eptiem bre de 1896, q u e se inserta al final de esta
obra, según e l art. 5 .° d e la m ism a, para esa de­
nuncia n o se ad m ite prueba en contrario.
0471
Ayuntamiento de Madrid
-
28
SECCIÓN i . '
,
D E L A C A Z A DE L A S PALOM AS
Art. 32. L a s palomas campestres quedan
comprendidas en el art. 17.
L as palom as domésticas ajenas no podrán
tirarse sino á un kilóm etro de la población;
pero en ningún caso podrá hacerse uso de
señuelo, cimbeles ú otro engaño.
Durante las épocas de recolección y de se­
mentera será libre tirar á las palom as d o ­
mésticas y campestres á cualquiera distancia
en el campo fuera d el pueblo, aunque sea
dentro de los 1.000 metros que quedan seña­
lados, siempre que en este último caso se tire
con las espaldas vueltas a l palom ar (1).
Art. 33, L o s dueños ó arrendatarios de
palom ares están obligados á tenerlos ce rra ­
dos los meses de Octubre y N oviem bre y
(l)
L as p alom as cam pestres están com prendidas
en lo s p re ce p to s d e l art. 17 e u cuan to á la veda,
p e ro segiíu el p árrafo 3 .° d e éste que aclaram os, es
lib re tirarlas en las ép ocas d e re co le cciá n 7 sem en­
tera, y c o m o la prim era siem pre está com p ren d ida
e u e l p e ríod o d e v e d a , se d esprende que es lib re el
tirar á las p a lom a s'en esa ép oca , si lo s palom ares
están abiertos, con tra vin ien d o lo m andado en el ar­
tícu lo sigu ien te.
E l art. 613 d e l C ó d ig o civil previen e que las p a­
lom as y co n e jo s que de su r esp ectiv o criadero pasen
á otros pertenecientes á distin to d u eñ o, serán pro­
p ied a d de éste, siem pre q u e n o hayan sid o atraída*
p o r m e d io d e alg ú n artificio 6 fraude.
Ayuntamiento de Madrid
— 29 desde !•“ de Julio a l 15 de A gosto, para e v i­
tar el daño que puedan ocasionar las p alo­
mas en la sementera y en la recolección.
L o s Gobernadores civiles podrán ampliar
estos plazos de clausura, previa reclam ación
p or escrito del grem io de ladradores, y oyen­
do al Ayuntam iento de la localidad á que se
refieran; pero no podrán aumentar en más
de un mes el plazo de la sementera y en más
de quince días el de la recolección , y se hará
saber p or medio de edictos y del Boletín
oficial.
L o s dueños ó arrendatarios infractores d.e
este artículo pasarán, además del daño que
las palomas Subieren causado, 100 pesetas
de multa la prim era vez y 200 en cada una
de las sucesivas.
SECCIÓN 8.'^
D E L A C A Z A CON GALGOS
A rt. 34, D esde l . “ de M arzo á 15 de O c­
tubre se prohíbe en toda España é islas a d ­
yacentes la caza con g a lg o s ó podencos en
toda clase de terrenos, A dem ás queda prohi­
bida dicha caza en las tierras labrantías
desde la siem bra hasta la recolección y en
los viñedos desde el brote hasta la vendimia,
A rt 35. L o s que quisieren cazar con g a l­
g os ó podencos deberán obtener una licencia
especjal del G obernador civil de la p rovin ­
cia, Esta licencia será personal é intransfe­
rible: servirá para llevar un g a lg o ó un p o ­
denco y costará 10 pesetas.
0472
Ayuntamiento de Madrid
— 30 SECCION 6.'^
D E L A C A Z A M AYOR
Art. 36. La. veda establecida para la caza
menor com prende lanibiéE á la mayor.
Art. 37. T o d o cazador que hiera á una
res tiene derecho á ella mientras él sólo, 6
con sus perros, la persigue; pero está ob li­
gado á pagar todos los daños que catisen en
las fincas que atraviesen, con arreglo a la
prescripción d el art. 16.
A rt. 38. Si una ó más reses fueran levan ­
tadas y no heridas p or uno ó más cazadores
ó sus perros y otro cazador matase una o más
de aquéllas durante la carrera, el matador
y los com pañeros que con él estuvieran ca ­
zando tendrán iguales derechos á la pieza ó
piezas muertas que los cazadores que las
hayan levantado y persigan.
Óueda terminantemente prohibido matar
en todo tiempo las hembras de ganado cerbuno y sus similares, com o corzas y gamas,
^s£ com o su venta y circulación, quedando
dBcomisadas las que se presenten á la venta
é im poniéndose una multa de 100 pesetas al
contraventor.
,
.,
j
L as Compañías de ferrocarriles, dueños
de diligencias, carros ó caballerías, asi como
los expendedores y recoberos, serán subsi­
diariamente responsables de la infra.cción de
este artículo. L a multa, que se cobrará en
dinero, será entregada a lq u e h a y a hecho la
aprehensión ó la denuncia ó por mitad entre
ambos.
Ayuntamiento de Madrid
-
31 —
SECCIÓN 7 “
D E L A C A Z A D E ANIMALES D A fíIN O S (l).
A rt. 89. S erá libre la caza de animales
dañinos, lobos, zorros, garduña, gatos m on­
teses, linces, tejones, hurones y demás que
determine el reglam ento, en los terrenos del
E stado ó de los pueblos, en los baldíos y en
los rastrojeros de propiedad particular, no
cerrados ó amojonados. En los terrenos cer­
cados, bien pertenezcan á los pueblos, bien
á los particulares, habrá necesidad de obte­
ner Ucencia escrita d e los dueños ó arrenda­
tarios.
Art. 40. L o s alcaldes estimularán la p er­
secución de las fieras y animales dañinos,
ofreciendo recompensas pecuniarias á los
que acrediten baberlos muerto.
L a cuantía de las recompensas se fijará en
el reglam ento, y las pruebas que ha de p re­
sentar el que reclam e la recom pensa. L o s
Ayuntam ientos incluirán en sus presupues­
tos, entre sus gastos obligatorios, la corres­
pondiente partida para esas recompensas (2).
( 1 ) Véase la liam ada 3.^ d e l art. 9.® d e ésta ley.
( 2 ) F alta la p u blicación d e l R eg la m en to que h »
de com plem en tar esta ley, en el que ha de deteccninarse las recom pensas para estimular la p ersecu ción
d e las fieras y anim ales dañinos; y entendem os que
ínterin se re g u le n esas recom pensas d e b e r e g ir el
R eg la m e n to de 3 d e M ayo d e 1834, que c o n c e d ía á
lo s cazadores 4 0 reales p o r cada lo b o , 6 0 p o r cada
loba, y s i estaba p reñ ad a 8 0 , 2 0 reales p o r cada lo*
Ayuntamiento de Madrid
-
32 —
A rt. 41. Cuando las circunstancias lo
exijan, los A lca ld es, previa autorización del
G obernador civil de la provincia y de los
dueños de las fincas, podrán organizar bati­
das generales para U destrucción de anima­
les dañinos y el envenenamiento de éstos.
T om arán las medidas necesarias para la
seguridad y conservación de las personas y
de las propiedades, el modo, la duración, el
orden y la m archa de la operación, y todas
las demás que sean necesarias para asegu­
rar la regularidad y evitar los peligros y los
inconvenientes, siempre con intervención de
la G uardia civ il (1).
Art, 42. "Las batidas y los envenena-
rl.
¡y
b e z n o y la m itad respeclivam ente p o r cada zorro,
zorra ó zorrillo; y si eran garduñas tí o tros animales
m en ores que lo s m en cion ad os la cuarta parte r es­
p ectivam ente.
( i)
P ara d ispon er las,batidas y envenenam ien­
tos, el A lca ld e resp ectivo solicitará la oportun a auto riza cid n del G ob ern a d or de la p ro v in cia , ex p o­
n ién d ole la necesidad de ellas, y una v ez obten id o
e l p erm iso, el A lc a ld e p o r m e d io d e ba n d o lo dis-,
pondrá, d eterm inando lo s días en q u e el envenena­
m ien to teadrá lug-ar, para que e n las casas de cam po
y en lo s atos d e g a n a d o lo s perros qiteden atados 6
lle v e n bozal p ara evitar que com a n lo s ceb os. E l
térm in o se dividirá en cuarteles, y la batida se dará
después d e l envenenam iento, señalando d ía y hora
d e reu n ión y 'm a rch a que han de llevar los que la
ejecu ten .
L a G uardia c iv il, d e a cu e rd o .co n el A lc a ld e , in­
tervendrá para evitar desgracias.
Ayuntamiento de Madrid
--■ 33 —
m ientos serán dirigidos p or personas peritas,
que nombraran las A utoridades administra­
tivas, y se anunciarán durante tres días con­
secutivos p or m edio de bandos en el pueblo
en cu yo término haya de tener lugar, y en
los pueblos colin da n tes.'
E l resultado se pondrá en con o­
cim iento del G obernador civil d e la provin­
cia p or m edio d e un inform e, en el que se
consignarán, todas las observaciones necesarias a dar cuenta exacta de la form a en que
se ha llevado a efecto la operación.
SECCION 8.“
D E LOS PROCEDIM IENTOS Y P E N ALID A D
A rt. t í
Es pública la acción para d e­
nunciar las infracciones de esta ley . Com o
queda prohibida la venta y circulación du­
rante la época d e la veda de la caza viva
o muerta, cualquiera que sea la fecha de su
adquisición, y asimismo la exportación al
extranjero, todo conform e al art. 25, la que
se encuentre será decomisada y destruida,
pagando el contraventor la multa de 25 p e ­
setas p o r cabeza, y 2 pesetas por cada una
SI tuesen pájaros.
Kstas multas se repartirán entre el d e­
nunciante y el aprehensor por mitad, ó co ­
rresponderá integro á éste si no hubiere denunaante (1 ).
A rt. 45. D é l a s infracciones d e 'e s ta ley
( i ) Este artículo-pena no sólo la‘ infracción,
de circular ó veader la caza en tiempo de veda,
3
0 4 7 .1
Ayuntamiento de Madrid
— 31 —
de caza que no constituyan delito, co n o ce ­
rán privativamente los Jueces municipales
en ju icios de faltas, y la? sustanciarán bajo
su responsabilidad dentro aecesariam eate
de tercero día dé haberse form ulado la d e­
nuncia, de la cual darán siempre recibo al
denunciante.
D e las infracciones que constituyan delito
conocerátn privativamente los Jueces y T ri­
bunales ordinarios (1).
sin o la d e exportarla al extran jero en cualquier
tiem p o.
L as multas deben cobrarse ea m etálico para r e ­
partirlas en. la fo rm a q u e el a rticu lo determ ina; si
corresp on d en á la G u ardia c ít íI p o r el espíritu de
los artiouios 19 y 2 9 d e esta ley . ingresan e u el
fo n d o para lo s A slio s d e huérfanos d e l C u erp o.
N o d ebe suscitar dudas el d estin o q u e lia d e
darse á la caza a p reh en d id a, record an d o e l p re ce p to
d e la an tigua ley , pues en este artícu lo se deter­
m ina claram ente q u e será d estru ida , y esto p u ed e
h a cerse qu em á n d ola 6 enterrándola.
V e r la n ota d e l art. 25.
( l ) N o p u ed e haber d u d a para lo s individu os
d e la Guardia civil resp ecto á cuándo corresponde
h a cer la d enuncia ante el Juez m unicipal 6 el de
prim era instancia, teniendo presente qu e, según el
a rtícu lo 14 de la le y d e E njuiciam iento crim in a l y
la sentencia d e l T rib u n a l S uprem o de 19 de Junio
de 18 95, e l Juez del térm ino ju risd iccion a l á que
c o rr e s p o n d e el m onte 6 terren o d on d e se su pon e
com etida la in fra cciá n de la le y d e caza es el com ­
petente para c o n o c e r d e l ju ic io verbal d e faltas.
N i e n ia Cartilla, ni e n lo s R e g la m e n to s, ni en la
Ayuntamiento de Madrid
-
35 —
A rt. 46. L a s referidas denuncias se sus­
tanciarán en ju icio verbal de faltas, oyendo
al denunciador, al F isca l y al denunciado
si se presenta, recibiendo las justificaciones
que se ofrezcan, y pronunciando en el acto
la sentencia, consignándolo todo en un acta
que firmarán los concurrentes y el S ecreta ­
rio. Cuando la sentencia sea condenatoria
se impondrá el pago de las costas a l denun­
ciado.
-Art. 47. E n las infraccioiies de esta ley
se impondrá siempre la pérdida del arma ó
del objeto coa que se pretenda cazar. E l
arma, siendo escopeta de caza, podrá recu­
perarse mediante la entrega de 100 pesetas
le y d e E njuiciam ieQ to crim in a l se d eterm in a que
para d ennnciar una falta sea p re c is o form u lar un
atestado, sin em bargo de ] o cu al, la -co stu m b re ha
venid o á im p on erlo co m o o b lig -a ció n á lo s in d iv idn os
d el C u e rp o . Será innecesario la generalidad de k s
v eces y convenien te algunas, so b re to d o cuan do
sie n d o varios lo s cazadores pueden lu e g o confabu­
larse p ara desvirtuar lo s hechos en el acto del
ju ic io .
A l final de esta o bra dam os form ularios d e ates­
tados p o r in fra cció n d e la le y d e caza y llev a r armas
sin licencia,
C uando el infractor sea persona co n o cid a 6 de
responsabilidad, l o cual p u ed e c o m p ro b a rse p o r sus
docum entos p erson ales, ó cualquier o t r o m e d io , n o
d e b e deten érsele, á m enos d e constituir d e lito la
in fra cción , se g ú n las p rescripcion es d e esta ley .
D e la denuncia d ebe re co g e rse siem pre recibo,
reclam ando Ineg-o si se desea c o p ia d e la sentencia,
0475
Ayuntamiento de Madrid
— 36 en papel de pagos, pero los otros objetos con
que se pretenda cazar nunca serán devuel­
tos y se inutilizarán en el acto (1).
A rt.áS ." E n todo caso, el infractor será
condenado á la indemnización del daño, se­
gún tasación pericial, á la pérdida de la caza
y á una multa, que por primera -vez será de
c o o fo r m e á lo d ispu esto e n la R e a l ordeu d e G obernaclán d e 14 de M arzo d e 1881.
El p recep to de celebrar el ju ic io d en tro d e l tercer
d ía dará lu g a r á que tauchas veces ¡o s guardias de­
nunciadores DO p u ed an concurrir á é l p o r tenérseles
que citar p o r c o n d u cto d e l C apitán g e a e ra l de la
r e g ió n resp ectiva, y para evitar los inconvenientes
que esto lia de tener convendiría autorizar á los c o ­
m andantes d e puesto p a ia q u e las parejas dennnciadoras de infracciones de caza concurriesen á aquel
acto al ser citados p o r su con d u cto, c o m o y a con cu ­
rren ante lo s A lcaldes para lo s ju icio s p o r in fra ccio­
nes á la le y de M ontes; d e b ie n d o d ich o s com andan­
tes d e puesto dar cuenta á sus Jefes de haber
co m p a re cid o la pareja é incidentes d el ju icio .
(l)
L o d eterm in ado e n este artícu lo e n cuanto
á la pérdida d e l arm a está en conson ancia c o n el
com en ta rio que d ejam os con sig n a d o a l art. 29 ; esto
e s , q u e la Guardia civil conserve en su poder las
escopetas, cu a n d o lo s cazadores al ser sorpren didos
carecen de licen cia d e caza, y só lo e n las in fra ccio ­
nes com etidas estando p rov istos de aquélla es
cu a n d o el arm a ha de entregarse en el ju z g a d o al
p re s e n ta r la denuncia.
C on v ien e v er el com en ta rio del c ita d o art. 29, y
e l del 3 0 p o r l o q u e respecta á lo s o tros o b je to s con
que se pretenda cazar.
Ayuntamiento de Madrid
-
37 -
5 á 23 pesetas, por la s e ^ n d a de 25 á 50, v
por la tercera de 50 á 100, siempre ea papel
de pagos (l).
A rt. 49. E l insolvente en el pago d e las
multas sufrirá un dfa de arresto por cada 5
pesetas.
A rt. 60. E l que entrando en propiedad
ajena sin permiso escrito del dueño ó arren­
datario, cuando ese permiso sea necesario,
se le coja ó se le encuentre con azada ó aza­
dón ú otro instrumento parecido, lazos, hu­
rones, perchas, reclam os ú otros ardides
para aprisionar ó m atar la caza, aun cuando
no hava lograd o su objeto, será responsable
de delito y castigado con las penas de arresto
m ayor en sus grados mínimo y m edio, según
las circunstancias del caso.
(i)
L im ítaase lo s ju e ce s m unicipales á castigar
las in fra ccio n e s , c o a a rreg lo á lo s p recep tos d e la
le y de caza, h acien do caso o m iso de la defraudación
á la H a c ie n d » e n lo s casos d e carecer d e Ucencia
lo s infractores. E ntendem os que sie a d o esto c o m p e ­
tencia d e lo s D e le g a d o s d e H acienda, c o n a rreg lo
al art. 22.0 de la le y del T im b re de 2 6 de M arzo
d e 19 00, sin p e rju icio d e la denuncia puesta ante
el Ju ez m unicipal, la G u ardia civil d ebe denunciar
la d efrau d ación á dich os D e le g a d o s; p ues ésta se
p en a, seg iín el art. 2 1 4 , c o n un a m ulta d e l triple
d e lo defraudado, y según el 21 5, s i se trata de
tim bres m óviles, c o n una m ulta d e una peseta p o r
cada sello de 10 céntim os. E l art. 227 d e la referid a
le y del T im b re determ ina q u e al denuncLinte corres­
p o n d e la te rce ra p arte d e la m ulta, n o co n d o n a b le
en nin gún caso.
Ayuntamiento de Madrid
-
38 -
S i fnere dos ó más veces reincidente, la
pena será la inmediatamente superior en
grado á la señalada en el párrafo anterior, 6
sea arresto m ayor en su grado m áxim o á
presidio correccion al en su grad o mínimo.
R ¡ cazador 6 cazadores que solo ó en cua­
drilla entrasen á cazar con perros 6 armas
de fuego en propiedad particular sin permiso
escrito de su dueño ó arrendatario, cuando
ese permiso fuese necesario, será castigado
cada cazador con una multa d e 50 pesetas
p or la prim era vez y de 100 pesetas p or la
segunda. S i estos cazadores se dedicasen á
la caza m ayor serán considerados com o au­
tores del delito de hurto.
L a tercera vez constituirá delito, y se cas­
tigará al réincidente con arresto m ayor en
su grad o mínimo y medio.
Art. 51. E l que destruya los vivares, los
nidos de perdices y los demás de caza menor
será condenado en juicio de faltas á pagar
la multa de 25 á 50 pesetas por la primera
vez, 50 á 100 por la segunda y 100 á 200 por
la tercera.
E l que en tiempo de veda destruya los ni­
dos de las aves útiles á la agricultura será
castigado, la prim era v ez con una multa de
50 pesetas, la segunda de 100 y la tercera
de^O .
E l reincidente por dos ó más v eces s e r á '
penado con arreglo al art. 52.
E n caso de insolvencia de ios multados,
tendrá aplicación lo dispuesto en el art. 49.
Art. 62. E l que después de haber sido
castigado tres veces p o r infracciones de esta
ley constitutiva de taitas com etiere otra ó
Ayuntamiento de Madrid
— 39 más, será considerado com o reo de delito y
penado con arresto m ayor en su grad o mí­
nimo.
L a duración de la pena en cada caso la
determinarán dentro del grado, las circuns­
tancias del hecho y la im portancia de la in­
fracción.
A l que por dos veces sea castigado com o
infractor de la ley de caza no se le conce­
derá licencia para cazar, y se le retirá la
que se le haya concedido.
*
A rt. 53. L o s padres, representantes le­
gales y amos de los infractores, serán res*
ponsafeles civil y subsidiariamente, con su­
jeción á las leyes, p or las infracciones que
com etan sus hijos sometidos á la patria po­
testad, criados ó personas que estén bajo su
poder.
A rt. 54. L a acción para perseguir las
infracciones de la presente le y prescribe á
ios dos meses de haberlas cometido.
DISPOSICIONES GENERALES
1.“ Queda á ca rg o de la G uardia civ il y
guarde) ía forestal, que por su instituto ejer­
cen, vigilan cia en el campo y despoblado, y
de los guardas jurados por los particulares 6
Ayuntam ientos, la observancia de esta ley
en todas sus partes2.“ E l Ministro de A gricu ltu ra, oyendo
al Consejo de Estado en pleno, publicará en
e l térm ino de tres meses los reglam entos
n ecesarios para la ejecución de la presente
ley.
3.^ T od a licencia de caza llevará impre­
rr
i
Ayuntamiento de Madrid
-
40 —
sos en el reverso los artículos de esta le y y
del reglam eato que se consideren' necesa­
rios.
•1 * L.OS'Gobernadores de provincia ten ­
drán oblig-ación de publicar, quince días
antes de empezar y concluir eí tiempo de la
veda, edictos recordando el cumplimiento
de las disposiciones de esta ley .
5.^ Quedan, en su virtud, derogadas t o ­
das las ordenanzas, pragm áticas, reglam ea*
tos, decrefos y leyes anteriores á ésta en
cuaato se refieran á la caza.
ARTÍCULOS AI)ICIONAI;ÉS
1.° L a s infracciones de esta le y serán en
todo caso_ corregidas, cuando constituyan
falta <5 delito, p or los ju e ce s ó Tribunales de
la jurisdicción ordinaria, sin consideración
al fuero personal d e los presuntos culpa­
bles (1).
^
2.® L o s guardas jurados y no jurados que
nom bren los A yuntam ientos y particulares
no podrán usar armas de caza, ni, p or co n ­
siguiente, expedírseles licencia para cazar,
salvo lo dispuesto en el art. 30 (2).
3.® U n ejem plar de la presente le y estará
coloca do constantemente en sitio m uy visi­
ble en los Gobiernos, civiles, Diputaciones
( 1 ) Trátese d e falta á de delito, lo s m ilitares lí
o tros a fo ra d o s qne in frin jan esta le y d eben ser de­
nu nciados aate lo s Ju eces m uaioipates 6 de prim era
instaucia, seg-iín lo s casos,
(2 ), V éase la n ota d e l art. 3 0 .
Ayuntamiento de Madrid
-
41 -
p rov in cia les A ;^ t a m íe n t o s ,C o m a n d a Q c ia s
y puestos de la Guardia civil y estaciones de
bajo las responsabilidades
de las Autoridades y Jefes de estación.
P o r tacto:
, Mandamos á todos los Tribunales, Justi­
cias, Jefes, G obernadores y demás A u toriaaaes, asi civiles com o militares y eclesiás­
ticas de cualquier clase y dignidad, que
guarden y hagan guardar, cum plir y ejecu
tar la p re se n ^ ley en todas sus partes.
D ad o en P ala cio á diez y seis de Álavo
l a
r e in a
E l M inistro de A gricultura,
^d u stria, C om ercio y Obras públicas, José
Canaleiasy Ménde:{.
■
0478
Ayuntamiento de Madrid
iil
1
Ayuntamiento de Madrid
APENDICE
L e y de 19 de Septiem bre de 1896 sobre profeocíón á los pájaros.
A rtícu lo 1.“ L o s tordos serranos y los d e­
más pájaros ó aves salvajes que les igualen
ó superen en_ tamaño, se podrán cazar coa
estncta sujeción á lo establecido por la ley
de C aza de 10 de Enero de 1879 entendién­
dose que respecto de las aves de rapiña diur­
nas, com o los milanos, halcones, águilas y
quebrantahuesos, y las urracas y cucos no
i'egirá la veda que establece su art. 17, y p o ­
dran cazarse durante ella de todos modos
menos á tiros (i).
L a s aves de rapiña nocturnas, los tordos
d e torre, y los demás pájaros de m enor t a ­
m año, se declararán insectívoros, y no p o ­
drán cazarse en tiempo alguno, de conform i­
dad con lo dispuesto en el párrafo tercero del
m encionado art. 17.
A rt. 2.® E n las puertas de los A yu n ta­
mientos se pondrá un cuadro en que se lea:
L o s hom bres d e buen corazón deben prote'
(i)
T én gase presente que la R eal o r d e n d e 25
d e N o v ie m b re d e 1896 inserta á con tin u a cién exceptúa siem pre la caza de lo s eueos.
Ayuntamiento de Madrid
-
v}
i
'
44 -
g e r la vida de los pájaros y favorecer Su p ro­
pagación. Protegiéndolos, los labradores o b ­
servarán cóm o disminuyen en sus tierras las
malas hierbas y los insectos. L a le y prohíbe
la caza de pájaros y señala pena para los in ­
fractores.“
En las puertas de las Escuelas se pondrá
un cuadro, en que se lea; “N iños, no privéis
de la libertad á ]os pájaros; no los m artiri­
céis y no les destruyáis sus nidos. D ios pre­
mia á los niños que protegen á los pájaros, y
la ley prohíbe que se les cace, se destruyan
sus nidos y se les quiten las cría s.“
Art. 8.“ L a acción para denunciar las in ­
fracciones d e esta le y es pública.
A rt. 4.® N o se perm itirá transportar más
de dos ejem plares de los pájaros á que se
refiere el párrafo segundo del art- 1.®, sin
permiso eScrito y sellado del A k a ld e de un
pueblo.
A rt. 6.“ C ontra las denuncias de los guar­
das jurados no se admitirá prueba en co n ­
trario.
A rt. 6.® L o s A lca ld es penarán con m ul­
tas de 2 á 5 pesetas á los que en la v ía pú ­
b lica retengan ó m artiricen á algún ejem ­
p lar de los pájaros com prendidos en el pá­
rrafo segundo del art. 1.”
E l transporte de tres 6 más de esos pájaros
vivos ó muertos, 6 la venta anunciada ó rea­
lizada en la vía pública, lo penarán con mul­
tas de 5 á 10 pesetas.
Art. '¡ ° E l que destruya los nidos de los
pájaros com prendidos en el párrafo segundo
d el art. 1.° será castigado co n multa:
P o r prim era v e r, de 2 á 5 pesetas.
Ayuntamiento de Madrid
-
45 -
P o r segunda vez, d e ó á JO pesetas.
P o r tercera vez, de 10 á 2 0 pesetas.
E l que delinca p or cuarta vez será con si­
derado com o reo de daño y entregado á los
Tribunales.
Esta penalidad la podrán im poner los A Icaldes ó los Jueces municipales en ju icio de
faltas indistintamente; pero un mismo hecho
no podrá ser penado por las dos A utorida­
des; la resolución de una de ellas producirá
la excepción de cosa juzgada.
A rt. 8.“ L as resoluciones de los A lcaldes,
p or virtud de lo dispuesto en los artículos 6."
y 7.“, son inapelables. Serán adoptadas li­
brem ente sin orma de juicio.
Si los multados se niegan á satisfacer la
multa impuesta, el A lca ld e oficiará al Juez
municipal para que la haga efectiva p or la
v ía de apremio.
Ee este casolas costas serán im
puestasal
m
ultado.
Art. 9.° L a s denxincias contra los infrac­
tores del párrafo 2.“ del art. l . “ se presen­
tarán á los Jueces m unicipales, los cuales,
después de dar el oportuno recibo, las sust^ c ia r á n y f i la r á n en el forzoso plazo de
cinco días en ju icio verbal, im poniendo m ul­
tas de 5 á 15 pesetas.
A rt. 10. L o s útiles con que pretendiera
cazar el presunto infractor d el párrafo 2.“
del art. 1.“ , si es condenado, serán quemados
ó destruidos en su presencia; pero si es arma
de fu ego podrá recobrarla en el acto, entre­
gan do 25 pesetas en papel de multa.
Si n o lo hubiere en el pueblo, quedará obli­
g a d o á presentarlo en el plazo de ocho días.
Ayuntamiento de Madrid
— 46 A rt. 11. T odas las multas se satisfarán
ea papel de p a gos; los insolventes m ayores
de diez y ocno años sufrirán un día d e p ri­
sión, si se les impuso la multa de dos pesetas,
y si fuere m ayor, por cada porción de 2,Ó0.
Art. 12. L o s padres ó representantes le ­
g ales de los infractores serán responsables
civil ó subsidiariamente p or sus Rijos ó re ­
presentados menores de diez y ocho años, y
los amos de las que cometan sus criados de
la misma edad.
A rt. 18. L o s pájaros de que se apodere
la Autoridad, á virtud de lo dispuesto en
el art. 6.°, se soltarán para ver si están en
condiciones de recobrar su libertad.
A rt. 14. L a acción para perseguir las in ­
fracciones de esta le y prescribe á los treinta
días de haberse cometido.
A rt. 15. L o s G obernadores y los P resi­
dentes de A udiencia territorial castigarán,
con arreglo á sus facultades, á los respecti­
vos subordinados que demuestren poco celo
en la aplicación de esta ley.
Ayuntamiento de Madrid
47
Catálogo de las aves cuya caza debe prohibirse
en todo tiempo, y de las que sólo pueden c a ­
za rse desde l. ° de Septiem bre á fin de Enero,
aprobado por Real orden de 25 de Noviembre
de 1896.
l . —Aves inseclívoras cuya ca\a debe estar
prohibida siempre.
E l cernícalo, lagartero ó esparabé {Tinnunculus alandariiis).
E l buaro, buarillo ó xuriguer [Tinnunculus
cenchris).
E l halcón abejero {Pernis apivorus).
E l águila ratera, alferraz, butio, buteón
6 sacre {Buteo vulgaris)E l lagópodo (Butaetes lagopus).
L as lechuzas, los m ochuelos, la cornejuela
ó boarillo {Aves de rapiña nocturnas de gén e­
ros diferentes).
L o s chotacabras, pitaciegas, papavientos
6 znma.ya.a iCaprimulgus europaeus y Caprimulgus ruJicoUis).
L o s vencejos, arrejaques, orm ejos ó fa l­
sías [Cypsellus upus y Cypsellus melpa).
L o s aviones, pedreros 6 rocarols (Chelidoa
urbica).
L a golondrina de San M artín ó de ribera
{Cotyle riparia).
L a golondrina, andolina, andarina ó ura*
neta (Hirundo rústica).
Ayuntamiento de Madrid
-
48 !
-
L a oropén dola, m ingolondrero ú oriol
XOriolus galbula)E l azulejo, cuerva, gá lgu lo ó carraso {Co­
radas garrula).
L a abubilla ó bubllla, cuquillo, antecuco,
cuchillo, gu rgio, jaudilla, popa, puput, etc.
{Upupa epop^'
ii l chochin, chochipa, coletero, re y d e zar­
za ó buscareta {Trogíodytes europaeus).
E l trepatronco ó trepador {Cerlhia fam iliaris).
E l arañero 6 picaraí5as ( Tichrodroma phaenicoptera).
L o s picotellas {Sitta europaeá).
E l garrapinos, picatroncos, pinero ó g a ­
llito {Lophophanes crislaíus).
E l herrerillo, carbonero, cerrajerillo, retoret, m onje, picaperas, pájaro cerero, estibero, etc- (Parus major).
E l pajarocele, cham ariz, m eleivo, etc.
(Parus caeruleus)E l azabache, carbonero, coronilla de rey,
etcétera (Parus ater).
E l cham arón, ja re ro ó alionin (Mescitura
caudata).
E l parasolia ópalo bigotudo {Panuros
biarmicusj.
E l pájaro m oscón <5texido (Aegitalus pendulinus).
L o s tordinos, bisbitas, titellas, farluchas
(Anthus rufescens, Antus aquaticus, Antusarboreus y Anthus prateusis).
L a pespita, saltanebra, gafardeta, n eva­
tilla de prim avera, etc. (Buditesjlapa).
L a lavandera, pischota, pastorcilla, pa­
jarilla de la n iev e, buscareta, mosolina,
Ayuntamiento de Madrid
— 49 —
aguanieves, maUarenga y treinta y tantos
nom bres más provinciales (Molacilla alba y
Moíacilla lügubris).
E l saltamimbres (3 araflaillo y ruiseñor
silvestre (Calamodyta melapogon, Calamody
¡a aquatica, Calamodyta phrahmitis y Calamodita locustella).
E l pájaro rojo (Agrobates g-alactodes).
E l peticán (Hipolais salicaria).
L o s mosquiteros, mosquillos, zarceros y
ullde-bou (Phyllopneutes sibilatrix, Phyliop'
nenies írochilus, Pnyllopneutes ru fa y Pkyllopneutes BonelH).
L o s reyezuelos, reipetit, abadejo, cardeñera borda, carrancina (Regulas crisialus y
Regulas ignicapillus}.
L o s cagachines, pserines, guardacam pos
(Syli>ia conspicillala, Sylvia subulpina, Sylvia
curruca y Sylpia cinerea).
L o s ruiseñores ó calandrijos (Philomela
luscinia).
L o s picafigos, andalmertas, cagnegres,
etcétera (Curruca hortensis, Curruca orphea
y Curruca atricapilla).
L o s zarceros de invierno, aletillos y r o í­
dos de peña (Accentor modularis y Acceníor
alpinus).
E l barbarroja, cagastiles, cardenales, p e­
chicolorados, pechín, pechirrojo, sobrestan­
te, rayató, peifoque (Rubecula familiaris).
E l pechiazul (Cyanecula suecica).
E l carbonero, cu lirrojo, rabirrojo, rem edóQ, colirrojo, gabírrojo, etc. (Ruticilla phoenicura y Ruticilla erithaca).
E l junquero, junquerillo, taravillá, lebalda, etc. ( Gratincola rubicola y P . rubeíra).
4
0482
Ayuntamiento de Madrid
-
50 —
L o s arriblancos, coliblancos, rabiblancos|
chirraSi dominicos, pájaro-trapaza, sacrista
nes, colm eneros, pájaro n egro, etc. {Suxicola
aenanthe, Suxicola stupacina, Suxicola aurita
y Suxicola cachinans).
E l aletillo 6 papam oscas (Butalis grisola)
y el papamoscas n egro (Musiccpa atricapillo
y Musicapa albicoUis).
L o s carrioaes 6 cu co real ¡Oxilaphusglandarius).
E l cuco y cuquillo (Cuculus canorusj.
E l horm iguero, torcecu ello ó form igué
(Yunv íorquilla).
L o s picam adera, picaverde, pigot, piconeg ro, pitonegro, carpintero, picapuerco, picorrelincho, picam aderos, pipo y sarapito, es­
pecies d é lo s gén eros ('GednUS, Dryoaopus,
P icu sy Aptemus).
2
,~ A v escu y a ca^a puede permitirse desde
de Septiembre hasta Jin de E nero, ó sea ter­
minada su cría, pues durante ésta deben res­
petarse, p o r ser entonces insectívoras.
L o s tordos, los trigueros, verdonchas, limpiacam pos, hortelanos y demás emberizas'Liísfringllidas, todas: gorriones, pardillos,
pinzones, jilgueros, verderones y v e rd e a llos, chillas, chamarices, boliceros, camachuelos, piñoneros y piquituertos, etc.
L a s alaüdidas, alondra, calandria, terrera,
cogujada, totobía y ferrerola, etc.
L o s alcaudones, pegarreborda, arricayo,
desolladores, buchí, etc., etc.
E n las córvidas, el arrendajo, rabilargo o
■ÍQohino, g r a ja y choba.
Ayuntamiento de Madrid
-
51 —
E a las türdidas, el m irlo, capibJanco, char­
la, zorzal, cagaceite 6 griba, malvis 6 tor­
della, etc., y hasta los mismos estorninos,
que, com o todas las aves referidas, son in­
sectívoras durante su prim era edad, y los
padres para criar sus polluelos hacen una
gu erra activa á los insectos, com o lo verifi­
can las gallináceas, muchas aves de ribera,
y ciertos palm ípedos (patos, gansosj garcetas,
etcétera) (Gaceta de 2 de Diciem bre).
R eai orden de Gobernación de l . ° de Julio de 1902
para la ejecución de la ley de C aza de 16 de
Mayo del mismo ano ( “ G aceta,, del 5).
L a publicación de la nueva le y de Caza,
^ e d eroga los {¡receptos de la de 10 de
É nero de 1879, é im pone á los G obernado­
res, á las Corporaciones populares y á cuan­
tos incumbe la vigilancia en el campo, ine­
ludibles deberes cu yo más exacto cumpli­
miento ha de contribuir eficazmente á la
corrección de los abusos de que am arga­
mente se condolieron mis dignos anteceso­
res en sus circulares d e 1^ de M arzo de 1881
y 2 de Marzo de 1888, obliga al P od er cen­
tral á llam ar la atención de sus representan­
tes y agentes en las provincias acerca de sus
más importantes preceptos para la debida
observan cia de los mismosL a ley de C aza no tiene p or objeto procarar g ra to solaz á los aficionados á tan hi­
gién ico ejercicio, en cu yo caso sus infraccio­
nes pudieran ser disculpables, sinoque tiende
á fom entar un ramo im portante de la riqueza
pública y los recursos del Tesoro, com o lo
Ayuntamiento de Madrid
-
52 -
confirm an las estadísticas nacionales y ex­
tranjeras,
J 1£
P o r esta razón la nueva le y de L aza de lo
de M avo último, después de establece r una
clasificación científica de los animales y el
derecho de cazar, íntimamente relacionado
con el derecho civil, m arca la época d e la
veda, ó sea aquella en que para facilitar la
reproducción d e las especies queda absolu­
tamente prohibida la caza. E l periodo de la
veda com prende desde el 15 de F e b r ^ o
basta el 31 de A g o s to inclusive en toda España, á excepción del litoral (Cantábrico, in ­
clusas las cuatro provincias de_G alicia,
donde la veda se extiende hasta el 15 de S ep­
tiembre. Y com o el principal objetivo de
una ley de Caza es que la época de la veda
se observe y guarde rigurosam ente, tanto la
G uardia civil com o los guardas jurados, y
las A utoridades administrativas vigilarán
y averiguarán qué vecinos han obtenido licencia de armas y de caza, recogiendo todas
las armas cu yo uso no esté legalm ente au­
torizado, é im pidiendo que en la época de la
veda se cace bajo ningún pretexto, com o no
sean los con ejos desde 1.® de Julio, si se ob­
tiene licen cia escrita de la A utoridad local
y g u ía para transportarlos por la vía pú­
blica; las palom as cam pestres, torcaces, tór­
tolas y codornices, desde 1.° de A g o s to
donde estén segadas ó cortadas las cosechas,
y las aves acuáticas en las lagunas 6 albu­
feras ó terrenos pantanosos hasta el 31 de
M arzo.
.,
,
L a s aves insectívoras, protegidas p or Ja
ley de 19 de Septiem bre y determinadas por
Ayuntamiento de Madrid
-
5 3 '-
la R eal orden de 25 de N oviem bre de 1896,
no deben cazarse en ningún tiempo, y todo
el que infrinja esas prescripciones incurre en
la responsabilidad que marca la ley , y debe
ser denunciado á los Jueces municipales, si
se trata de m eras faltas, y á los Jueces y T r i­
bunales si la infracción constituye delito.
L a caza d e perdiz con reclam o, que uno
d e mis antecesores calificó com o la más d e­
vastadora en sus efectos que debía ser persegfuida con m ayor rigor, ha quedado prohi­
bida en todas las provincias de España, y
sólo será permitida á los dueños particulares
de las tierras destinadas á vedados de caza
que estén realm ente cercadas, amojonadas
ó acotadas, en las cuales se podrán usar los
reclam os desde 1.“ de Septiem bre al 15 de
F ebrero, es decir, fuera de la época de la
veda, con tal q^ue el reclam o ú otros engaños
se separen 1.000 metros de los predios colindaütes. E n la época de la veda la prohibi­
ción del reclam o alcanza á todos» y com o es
facilísim o conocer, sobre todo á la Guardia
civil, los.cazadores de oficio ó aficionados
que los poseen y los utilizan, deben comen­
zar, cuantos están llam ados á exigir el de­
bido cumpUmiento de la ley , por saber si
aquéllos pagan las 25 pesetas que m arca la
ley de 19 de Oiciem bre de 1899, p or impedir
l a caza por dicho medio, recogien d o el re­
clam o de los que n o tengan licencia y la es­
copeta del infractor.
_A l mismo tiempo, y para que las disposi­
ciones de la le y no sean letra muerta, la
G uardia civil debe exigir también la presen­
tación de la correspondiente licencia especial
0484
Ayuntamiento de Madrid
-
54 -
que prescribe el art. 35 de la le y á todo caza­
dor que llev e en su com pañía g a lg o s ó p o­
dencos, decomisándolos ó form ulando la
oportuna denuncia en el caso de carecer de
aquélla.
, ,
T od os los ardides destructores de la caza
están prohibidos p or la l'ey- E l hurón, los
lazos, perchas, redes, lig a y cualquier otro
artificio; las cuadrillas perseguidoras de las
perdices; la caza en los dias de nieve, niebla
y fortuna; de noche con luz artificial, y a
menor distancia de u a kilóm etro contado
desde la última casa de la población; todo
esto está prohibido y debe denunciarse sin
consideración de ninguna especie. L a ley,
en su art. 50, dedica preferente a ten a ón al
cazador furtivo, y con razón le considera reo
de delito y lo castiga con pena correccional;,
es preciso desplegar, pues, la m ayor actiyi
dad en perseguirlos y denunciarlos á la ju ­
risdicción ordinaria, prestando el debido au­
xilio á los guardas jurados, á quienes se les
con cede en sus declaraciones fuerza de
prueba plena.
. ,
,
, ,
Asim ism o castiga la le y al que -destruye
los vivares, los nidos de perdices y los demas
de caza m enor, y com o esto generalm ente lo
realizan los pastores que pasan la vida en la
soledad d el cam po, conviene ejercer una e x ­
quisita vigilan cia respecto de éstos, re co ­
giéndoles los lazos que lleven y destruyendo
todas las artimañas de que se va lga n para
destruir la caza. D entro de esta prohibición
se com prende la de reco g e r los huevos de las
perdices, en la época de la veda, bien para
aprovecharlos ó venderlos; pues con ello se
Ayuntamiento de Madrid
— 55 —
impide la rg)roducci6n y se causa un e v i­
dente perjuicio á la riqueza pública, que debe
evitarse á toda costa. T o d o cuanto se haga
para im pedir tam año abuso contribuirá al
cumplimiento de la le y en una de sus más
importantes disposiciones.
. i l lam entable estado de Ja caza en E spa­
ña y s « escandalosa exportación al extran­
je ro , aun en la época de la veda, ha obligado
al legislador á prohibirla p or espacio de seis
años, desde la publicación de la le y , que­
dando facultado el G obierno para ampliar
este plazo, cuando á su ju icio las necesida­
des lo demanden.
L a exportación de la caza al extranjero
queda, pues, prohibida durante seis años.
T a m p oco puede circular en el interior du­
rante la época de la veda, puesto que toda
caza queda prohibida en ese período. A u n
fuera de d ía n o podrán circular, y deberán
ser decomisadas las hembras de ganado, ce r­
vuno y sus similares. Y cuando se pueden
cazar las aves á que se refiere el art- 17 de
la ley, sólo podrán circular después de las
fechas que respectivamente se señalan en
dicho artículo.
L o s hurones, según el art. 26 de la ley ,
sólo pueden criarlos y tenerlos los que se
dediquen á la industria de la saca de cone­
jo s, y aun en este caso pagando licencia y
obteniendo permiso del G obernador civil de
la provincia. E n otro caso están prohibidos,
y los que se posean sin estos requisitos deben
ser decomisados y muertos. L a caza con g a l­
g os 6 podencos sólo podrá reahzarse desde
16 de Octubre á 28 de F ebrero, guardando
Ayuntamiento de Madrid
-
56 -
las restricciones que establecen los aríícu
lo s 34 y 3 5de la ley.
C om o com plem ento de las observaciones
que quedan indicadas, y para la más eficaz
cooperación de su autoridad en tan señ ala­
dos fines, se servirá V . S . proceder al más
exacto cumplimiento de las siguientes pres­
cripciones:
1.“ Q ue en virtud de lo dispuesto en el
art. 3.“ de los adicionales á la ey de C aza,
se coloque en sitio visible de los G obiernos
civiles, Diputaciones provinciales, A yu n ta ­
m ientos, Comandancias y puestos de la
G uardia civil, y estaciones de los ferrocarri­
les, un ejem plar de dicha le y . y allí se m an ­
tenga ex[)uesto, b ^ 'o la responsabilidad de
las A utoridades y Jefes de estación.
2.“ Que la presente circu lar se publique
desde lu ego en el Boletín oficial de esa p r o ­
vincia, acompañada de una relación nominal-de las licencias de armas y caza co n ce ­
didas para cazar con escopeta, reclam os de
perdiz, g a lg o s y podencos.
3.“ Q ue poniéndose de acuerdo con los
Jefes de la G uardia civ il de esa provincia, y
trasladando esta circular á los de línea y de
puesto de dicho instituto, dicte las_ disposi­
ciones com plem entarias para facilitar el
cumplimiento de la le y de C aza en lo refe­
rente á la época de la veda, en la inteligen­
cia de que se ha de exigir la consiguiente
responsabilidad á todo el que no contribuya
al cumplimiento de lo mandado en aquella
ley 6 muestre m orosidad en. llen ar sus de­
beres.
. . . .
4.'‘ Q ue estando prohibida la circulación
Ayuntamiento de Madrid
-
57 -
y venta d e la caza durante el período de la
veda, y su exportación a l extranjero duran­
te seis añ os, debe ejercerse una especial
vigilan cia para evitar que la caza se venda
y sirva en las fondas, mesones ó estableci­
mientos particulares durante la veda, y se
exporte a l extranjero viva ó muerta, com ­
pleta ó en fracciones, por ferrocarril, carre­
tería, á caballo 6 peatón, sin admitir ezcusa
n i atenuación de ninguna especie.
5.^ Que deben guardarse con la m ayor
veridad las prohibiciones consignadas en la
referida ley , im pidiendo la caza co n reclam o
de perdiz, salvo á los dueños particulares de
tierras destinadas á vedados d e caza, real­
mente cercadas, am ojonadas 6 acotadas,
quianes podrán u tilizarlos reclam os en ellas,
siempre que paguen la contribución corres­
pondiente y los coloquen á menor (1) distan*
cia de 1.000 metros de las tierras colindan­
tes; el hurón, com o no sea al sacador 'd e
conejos que pague la licencia y haya obte
nido permiso d el G obernador civ il de la p ro­
vincia; los lazos, perchas, redes, lig a y cual­
quier otro artificio; la destrucción de v iv a ­
res, nidos de perdices y de caza m enor, y
sobre todo, debe perseguirse al cazador fur­
tivo, ejerciendo una vigilancia discreta y
constante sobre aquellos á quienes la voz
( l ) E s un e rro r seguram ente e l co n sig n a r que
p u e d e cazarse c o n recísimo á m en or d istancia de
los i . o o o m etros que determ ina el art. l 8 d e la
L e y , p ues e a e l p re á m b u lo d e esta R eal o rd e n se
habla ya d e aquel p re ce p to e n arm onía c o n él.
(1480
Ayuntamiento de Madrid
-
ir
58 -
popular denuncie p or sus antecedentes, por
su m anera de vivir ordinariamente en des­
poblado, 6 por la venta Iraudulenta de caza
á que se dediquen y se hallen en condiciones
propicias para com eter el delito que castiga
el art. 50 de la le y , previniéndose m uy espe­
cialmente que no se permíta en ningún caso
la caza con ga lgos ó podencoSr sin que sus
dueños presenten en el acto la correspon­
diente licencia; y
. .
6 * Que tratándose de un servicio que
afecta á los ingresos del T esoro y al fo ­
mento de un ramo im portante de la riqueza
pública, será objeto de recom pensa el que se
distinga en el cumplimiento de sus deberes,
así com o el que muestre lenidad 6 o e g li^ n cia será severamente castigado; y los G o ­
bernadores civ-iles de las provincias se abs­
tendrán en lo sucesivo de condonar multas
n i devolver escopetas, pues de todas las in­
fracciones de la le y de Caza y la pérdida del
arma ú objeto con que se pretenda cazar
corresponde con ocer á los Jueces municipa­
les <5 á los ordinarios, según los artículos 44
y siguientes de diclia ley.
D e R e a l orden lo comunico á V . S . para
su cumplimiento y demás efectos legales
M adrid, I.“ de Julio de 1902.—M ore/.—Señor
G obern ador civil de la provincia de...
Ayuntamiento de Madrid
FORMULARIOS
Atestado denunciando infractores á la ley
de Caza.
A m a d or L uis D íaz, G uardia civ il d e pri­
m era clase del puesto de.-. Com andancia
de.-., hace constar:
Que desempeñando el servicio de correría
con el de segunda clase Faustino G álvez
M in go, al lle g a r al sitio d e... y com o á las
diez d e la mañana d el día (tal mes y año),
encontraron un sujeto armado de escopeta y
con dos conejos muertos k la espalda. In te­
rrogado que fué, manifestó llam arse (aquí se
consigna su filiación ), exhibiendo cédula
personal, núm ero... x habitante en la calle
de tal, núm ero tantos, y manifestando no
tener licen cia de armas n i autorización para
cazar, por haber caducado la que tenía, di­
ciendo haber m uerto los conejos en tal terre­
no, propiedad de D on (nom bre), sin que tam­
p oco tuviera perm iso para ello. En tal v ir­
tud, y enterado que fué d el derecho que
tiene á leer su manifestación, lo verificó, fir­
mando en unión del com pañero d e pareja y
el que certifica.
Firma del denunciado
Firma entera del
encargado de pareja.
Firma entera del
compañero de pareja.
í‘ 4 8 7
Ayuntamiento de Madrid
— 60 E l atestado se extiende en papel com ún de
hilo sin recortar, y con un m argen de la ter­
cera parte d el papel, y se entrega con oficio
al J u e z .
Atestado par uso de arm as sin licencia.
Epifanio M arcos U lloa, cabo de la G u a r­
dia civil de la Com andancia de M álaga y c o ­
mandante del puesto de M arbella, regresan ­
do acompañado del jruardia de segunda clase
del mismo puesto, Eustaquio T o rro g a Núñez, después de haberse entrevistado con
fuerza d el de G jén, y entregado los presos
en conducción, hace constar; Que á las ca ­
torce d el día seis de N oviem bre de mil n ove­
cientos uno, y al lleg a r á las minas, obser­
varon que un hombre escondió una escopeta
de la que iba armado, en un m atorral junto
al camino, emprendiendo después acelerada­
mente la marcha, p or lo que tuvieron n ece­
sidad d e darle el A lto, á cuyo mandato se
detuvo, resultando ser (aquí su nom bre ape­
llidos y filiación), manifestando al "ser convenientemeQte in terrogado que, com o q^uiera que carecía de la correspondiente licen ­
cia para usar la escopeta que se le pone de
manifiesto, y que reconoce com o suya, la
ocultó en aquel m atorral al avistar la pareja
p or si de este m odo y pasado inadvertido por
ella, pudiera haberla salvado.
E n vista de lo relatado, resultando sujeto
conocido y de buenos antecedentes, y con s­
tituyendo el hecho una infracción al R e a l
decreto de diez de E nero d e mil ochocientos
setenta y nueve, en la que debe con ocer el
Ayuntamiento de Madrid
-
61 —
Juzgado municipal, conform e á lo dispuesto
en la R e a l orden del M inisterio de la G ober­
nación de veintiuno d e Septiem bre de mil
ochocientos noventa y cuatro, se extiende el
presente atestado, que firma el infractor des­
pués de haberlo leíd o integram ente con el
com pañero de pareja, y el que certifica.
{Firma del infractor).
Eustaquio Turroga Núñesi.
Epifanio M arcos Ulloa.
Modelo de solicitud de licen cia para uso de
a rm a s y caza, la cual se extiende en papel se­
llado de una peseta.
D o n ... vecin o d e... provin cia de... partido
d e... según cédula personal que existe, á
V . S- con el debido respeto.expone: Q ue d e ­
seando dedicarse al ejercicio de la caza y
reuniendo las condiciones necesarias, desea
se le expida la correspondiente licencia para
usar armas y cazar, por lo que á V - S . su­
plica que. previo los inform es oportunos, se
digne concederle dicjia licencia, á cu yo efec­
to acom paña las tapetas talonarias preve­
nidas.
G racia que no duda m erecer de V . S.
T a l... á tantos de tal m es y año.
Firma entera del peticionario.
S r. G obern ad or civ il de esta provinciaEsta instancia acom pañada d e la
cédula personal y las tarjetas talonarias que
se venden en los estancos se entregan en el
G obierno civil,
N o ta .
0488
Ayuntamiento de Madrid
-
62 —
Modelo de solicitud de lic e n cia de uso de arm as
y caza p ara un menor de edad.
D on ... vecin o d e... partido de,., provincia
d e... menor de edad, según cédala personal
que acom paña, á V . S, con el respeto debido
expone:
, .
. . , ,
Q ue deseando dedicarse al ejercicio de la
caza, y previam ei^e obtenida la garantía
p or escrito de sus guardadores, en armonía
al párrafo 2." d el art. 6.° del R e a l decreto
de 10 de A g o s to de 1876; á V . S. suplica que,
previos los oportunos informes, en atención
á ser el recurrente m enor de veinte años y
m ayor de quince, tenga á bien concederle la
oportuna licencia.
Gracia queespera m
erecer d
e V. b.
T a l ptinto... de tal mes y año.
Firma entera del fieticionario.
Nota.
Se extiende en papel sellado d
e
una peseta.
D iligencia de g a ra n tía que se extiende en papel
de una peseta.
En el pueblo de... provincia de... á .,.d e ...
com pareció ante mi autoridad D on ... padre
(ó tutorj.del menor D on... manifestanao que
caran tiza á su hijo (ó pupilo) á los efectos
l e í párrafo 2,® d el art. 6.® del R e a l drcreto
de ib de A g o s to de 1876, para que pueda
l'i
‘I
Ayuntamiento de Madrid
-
63 —
concedérsele la licencia de uso de armas y
caza.
Y para que coaste, lo firmo con el intere­
sado y sello con e ! de esta A lcaldía.
Firma del padre ó tutor.
E l A lcalde.
(Firm a)
0483
Ayuntamiento de Madrid
Ayuntamiento de Madrid
Descargar