SARA RIVERA DÁVILA PIEZA DEL MES FEBRERO 2012 RETRATO-MINIATURA DE ANTONIO MARÍA DEL VALLE ANGELÍN, POR JOSEF HEIGEL Días 4, 11, 18 y 25 de febrero a las 12:30 h. por Sara Rivera Dávila Ventura Rodríguez, 17 28008 Madrid 1 RETRATO-MINIATURA DE ANTONIO MARÍA DEL VALLE ANGELÍN, POR JOSEF HEIGEL Texto: Sara Rivera Dávila Coordinación: Cecilia Casas Desantes - Ismael Hernández Valverde Maquetación: Gráficas Pedraza © Museo Cerralbo, 2011 N.I.P.O. 551-11-001-7 2 SARA RIVERA DÁVILA RETRATO-MINIATURA DE ANTONIO MARÍA DEL VALLE ANGELÍN, POR JOSEF HEIGEL Semblanza de un personaje histórico Antonio María del Valle Angelín (Madrid, 1791–1863) fue uno de aquellos personajes cuya biografía nos revela el devenir de un periodo histórico, en este caso, el romanticismo español. Su vida transcurre durante los años que abarcan, a nivel europeo, la procelosa transición del Antiguo Régimen a las monarquías liberales, plasmada en España en el complejo desarrollo de la época de las regencias y el Periodo Isabelino. Militar durante la Guerra de la Independencia, Antonio María del Valle destacó posteriormente como político y hacendista, adquiriendo el título de marqués de Villa-Huerta. Fue subgobernador del Banco de San Fernando, ministro interino de 3 RETRATO-MINIATURA DE ANTONIO MARÍA DEL VALLE ANGELÍN, POR JOSEF HEIGEL Hacienda y nombrado Intendente de Puerto Rico, culminando su carrera política como senador prócer por la provincia de Cáceres. A la luz de estos datos, el personaje histórico, tanto como su retrato en miniatura, nos remiten sin dilación al periodo del Romanticismo. Su relación con el Museo Cerralbo, simbólico del ambiente finisecular español, procede del matrimonio de Antonio María del Valle con Inocencia Serrano Cerver, que al enviudar contrajo segundas nupcias con Enrique Aguilera y Gamboa, marqués de Cerralbo. Fruto de su primer matrimonio fueron dos hijos, Antonio y Amelia del Valle Serrano. A su hija, la marquesa de Villa-Huerta, al igual que otras piezas que tendremos ocasión de mencionar, debemos la presencia de esta bella miniatura en el Museo, procedente del legado Villa-Huerta, constituido en el año 1927. La excelente miniatura que nos ocupa, un retrato de Antonio María del Valle pintado en 1830 por el artista alemán Joseph Heigel, se expone en la actualidad en la Salita Rosa, la habitación con vistas al Jardín donde Amelia pasaba las tardes en compañía de sus íntimas en los días de recibir. La misma intimidad respiran los objetos albergados en esta estancia, y la misma inspira este retrato, como medio en el que la miniatura se expresa de manera privilegiada. El hecho de ser expuesto en un marco (1), dentro de una habitación privada, implica esa dimensión íntima. Frente a los usos públicos que tradicionalmente tuvo la miniatura, como regalo diplomático o simplemente guardando un sentido propagandístico, con el tiempo prevalece en la esfera de la intimidad, ya sea como parte del diálogo amoroso, ya como objeto físico que permite aprehender el recuerdo de familiares y seres queridos, aquí de la figura paterna. 4 SARA RIVERA DÁVILA Retrato biográfico No solo a través de los retratos y otros objetos personales, conservados en el Museo Cerralbo, podemos conocer la trayectoria vital de Antonio María del Valle Angelín. A partir de la documentación custodiada en el propio archivo del Museo, sabemos que como militar participó activamente en los hechos de la Guerra de la Independencia, siendo nombrado teniente el 28 de septiembre de 1808 y capitán en la misma fecha del año 1813. Luchó contra las tropas francesas en la toma de Riomonte y la acción de Almaraz, actuó en la defensa de Descuernacabras, Batalla de Talavera, retirada del Puente de Arzobispo, Batalla de Ocaña y retirada de Despeñaperros. En 1812 estuvo presente en la Reconquista de Sevilla y se halló también en el Sitio de la Isla de León, salió con la expedición de Levante al mando del General Cruz, volviendo a reembarcar hacia Huelva en el mismo año. Entró en Francia con el Tercer Ejército el 13 de abril de 1814, por lo que le fue concedido diploma del mismo en octubre de 1816, así como la Cruz de la Reconquista de Sevilla. Su actividad militar termina el 17 de septiembre de 1822, fecha en la que cesó en el Ejército siendo nombrado oficial octavo segunda del Ministerio de la Guerra (2). Estos actos vienen confirmados por un conjunto de condecoraciones que pertenecieron a Antonio María del Valle y que se exponen en el Museo: conjunto formado por un estuche con cinco medallas: MC Nº Inv. VH 1100, VH 1101, VH 1102, VH 1103 y VH 1105. Se trata, respectivamente, de las condecoraciones de la Legión de Honor francesa, la Cruz de Carlos III, dos medallas conmemorativas del 2 de Mayo, y una última condecoración que 5 RETRATO-MINIATURA DE ANTONIO MARÍA DEL VALLE ANGELÍN, POR JOSEF HEIGEL constituye la Cruz de distinción del pronunciamiento del 1º de septiembre de 1840, creada por el general Baldomero Espartero por Decreto de 12 de agosto de 1841. Caja de cristal que contiene cinco medallas pertenecientes a Antonio María del Valle Angelín, marqués de Villa-Huerta. Museo Cerralbo, Madrid. En efecto, varias fuentes proclaman el carácter liberal de Antonio María del Valle, causa que le obligó a exiliarse tras la caída del Trienio Liberal de Riego (1820-1823), y no volver a España hasta la muerte de Fernando VII. El presente retrato en miniatura, firmado en 1830, hubo de ser realizado durante este periodo, pues Joseph Heigel, el artista encargado de llevarlo a cabo, ejerció su carrera en París a partir de 1817 hasta su muerte, en el año 1837. Como tantos aristócratas y personajes de la nueva y poderosa burguesía, Antonio María del Valle quiso obtener su retrato en la capital parisina, epicentro de las modas que a nivel cultural y estético habrían de seguir los miembros de la alta sociedad. A su regreso a España fue elegido procurador en Cortes por la provincia de Cáceres en la legislatura de 1836, y nombrado intendente de Puerto Rico en 1837. En España, su papel político 6 SARA RIVERA DÁVILA de mayor transcendencia lo ocupa, consecuentemente, durante la Regencia de Espartero, ejerciendo como ministro interino de Hacienda durante la legislatura transcurrida entre el 26 de mayo de 1841 y el 17 de junio de 1842, fecha en que se nombra a Ramón María Calatrava y Peinado, siendo finalmente elegido senador por Cáceres en el año 1843 (3). Aun otros documentos conservados en el Archivo General Militar de Segovia nos aportan datos sobre su trayectoria profesional, principalmente referidos a los años posteriores a que ejerciera como intendente de la isla de Puerto Rico. En el expediente de Antonio María del Valle (AHM, Legajo B-406) se encuentra oficio firmado por el Subsecretario de Guerra a 12 de diciembre de 1837, por el que se le concede por Decreto la Cruz Supernumeraria de la Real y distinguida Orden española de Carlos III, que como ya sabemos exhibe el Museo Cerralbo. De fecha más tardía, firmado por Narváez, otro documento (nº 196) dirigido a la Reina Regente María Cristina el 8 de noviembre de 1839, otorga a Antonio María del Valle la Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo. En el mismo expediente figura escrito por el que se le encarga interinamente el Ministerio de Hacienda, firmado por Sanmiguel en mayo de 1842 y por último, en oficio firmado con fecha del 25 de mayo de 1852, en el que solicita para sí y sus criados el uso de armas en su posesión del distrito de Canillas que le fue concedido, se cita a Antonio María del Valle como “Oficial de la Secretaría de la Guerra que ha sido, y posteriormente Yntendente de Exto. y Mº Hacienda de Ultramar y en la actualidad sub-gobernador del Banco Español de S. Fernando” (4). Una vez más el Museo Cerralbo conserva entre sus fondos una fotografía de Antonio María del Valle, en edad ya muy 7 RETRATO-MINIATURA DE ANTONIO MARÍA DEL VALLE ANGELÍN, POR JOSEF HEIGEL avanzada, donde aparece sentado mostrando orgulloso algunas de estas condecoraciones. Se trata de una carte de visite, de autor desconocido, que nos acerca con fidelidad a su personalidad. Carte de Visite de Antonio María del Valle Angelín. Anónimo, mediados del s. XIX. Copia positiva a la albúmina. Museo Cerralbo, Madrid. Al margen de su carrera militar y política, finalmente dos últimos testimonios documentales nos acercan a una faceta de carácter más privado. Antonio María del Valle firmó dos testamentos, uno en 1837, ya como intendente de Puerto Rico, donde legaba varias fincas que se citan a su padre, Juan Francisco del Valle, y a sus hermanos. El segundo testamento, del 17 de abril de 1860, deja a sus sobrinos y hermanos cierta cantidad de dinero y algunos objetos de carácter personal, y como heredera universal a su segunda esposa, Inocencia Serrano, “por el mucho cariño, interés y cuidado que la debo, y lo feliz que hace mi existencia a su lado, para que todo lo que constituya mi herencia lo lleve, goce y herede con la vendición de Dios y con la mía” (5). 8 SARA RIVERA DÁVILA Retrato de Manuela Inocencia Serrano y Cerver, marquesa de Cerralbo. Ricardo Balaca, 1859. Óleo sobre Lienzo. Museo Cerralbo, Madrid. Retrato pictórico: la miniatura Este retrato en miniatura de Antonio María del Valle Angelín es una obra perteneciente al año1830 pintada por el miniaturista alemán Joseph Heigel, en la técnica, menos habitual, del aguazo o gouache sobre cartón (6). Miniatura de Antonio María del Valle Angelín. Joseph Heigel, 1830. Aguazo sobre cartón. Museo Cerralbo, Madrid. 9 RETRATO-MINIATURA DE ANTONIO MARÍA DEL VALLE ANGELÍN, POR JOSEF HEIGEL En él, el retratado aparece representado de busto, en posición de tres cuartos, con el rostro ligeramente girado, para dirigir frontalmente la mirada al espectador. Vestido a la moda de la época, el marqués de Villa-Huerta luce casaca de amplias solapas en tonos pardos, camisa blanca de pronunciado cuello y corbata del mismo color. Asimismo el peinado, de aspecto descuidado, responde a los parámetros estilísticos masculinos del momento. Iconográficamente resulta muy interesante una medalla que luce prendida sobre el pecho, que representa a su vez un retrato femenino, creando el tradicional recurso pictórico del “retrato dentro del retrato”. Ciertamente la mirada, así como la veracidad y viveza de las facciones y la profunda expresividad del rostro, denotan la fuerte calidad pictórica de esta pieza y la maestría del autor dentro de un género consolidado, con marcada personalidad en el contexto decimonónico pese a estar en trance de convertirse en una expresión artística del pasado (7). En este sentido, son numerosos los autores que señalan el nacimiento de la fotografía, y en particular la invención de la carte de visite en 1854, como causa de la desaparición del retrato en miniatura, en favor de una nueva forma de expresión artística que por ende consiguió identificarse por completo con la sensibilidad y la necesidad de perpetuar la propia imagen sentida por la nueva burguesía. El mismo Antonio del Valle se nos presenta en esta imagen como un burgués, al igual que algunos retratos posteriores, ya fotográficos, como el que conserva el Museo Cerralbo. 10 SARA RIVERA DÁVILA Carte de Visite de Antonio María del Valle Angelín. André Adolphe Disdèri, c. 1860. Copia positiva a la albúmina. Museo Cerralbo, Madrid. La mayor parte de ellos son fotografías a la albúmina, en formato tarjeta de visita, realizadas por André Adolphe Disdéri en su estudio parisino del Boulevard des Italiens. Tal referencia vendría a confirmar lo expresado anteriormente en cuanto a la miniatura, igualmente realizada en París durante alguna estancia de Antonio María del Valle en la ciudad francesa. El autor: josef heigel El autor de este retrato desarrolló su carrera artística en París, como venimos afirmando. Habitó en el nº 5 de la rue Joubert, y participó asiduamente en las Exposiciones del Salón entre 1817 y 1837 (8). Es realmente escasa la información sobre el miniaturista Josef Heigel que hemos podido encontrar en las diversas fuentes que, 11 RETRATO-MINIATURA DE ANTONIO MARÍA DEL VALLE ANGELÍN, POR JOSEF HEIGEL por otro lado, reproducen básicamente la misma información de unos autores a otros. La referencia más completa la encontramos en la obra de Leo R. Schidlof (9), que nos indica el nacimiento del artista en Munich, el 23 de marzo de 1780, y su muerte en París en el año 1837. Según el mismo autor, Heigel asistió durante varios años a la Academia de Munich, hasta que se marcha a París, donde llega a convertirse en un miniaturista de gran renombre, si bien su hijo, el también pintor y miniaturista Franz Napoleon Heigel, fue quien obtendría mayor éxito. Tras una primera formación en Munich, a través de su padre, desarrolla un estilo por completo formado en la escuela parisina, concretamente como discípulo de Jean Guèrin. Después de haber viajado por Francia, Bélgica e Italia entre los años 1838 y 1846, Franz Napoleon se asienta en Munich, donde alcanzaría el puesto de pintor del rey con Luis I y Luis II de Baviera. Todavía encontramos una tercera figura que trabajó como miniaturista con el mismo apellido: Henriette Heigel, hermana de Franz Napoleon y, naturalmente, hija de Josef Heigel, que firmó en torno a los años 1840 algunas piezas como H. Heigel, una de ellas vendida por la Casa de Subastas Sotheby’s en 1963 (10). El propio Schidlof señala la dificultad de distinguir a veces las obras pertenecientes a Heigel padre e hijo, aunque considera a Franz Napoleon un artista de mayor envergadura, ensalzándole como el mejor miniaturista alemán del siglo XIX. Describe sus retratos como obras de un dibujo impecable, de colores muy puros y frescos y de una ejecución extremadamente fina y acertada. Sin embargo, en el caso de la miniatura que nos ocupa, el estilo deja bastante clara la cuestión de la atribución. 12 SARA RIVERA DÁVILA En primer lugar, la pieza pertenece a una datación algo temprana para que fuera pintada por Franz Napoleon, puesto que se halla firmada en 1830, si acaso la estética del retrato y su vestimenta dejaran alguna duda al respecto. En aquellas fechas Josef Heigel gozaba de una carrera en plenitud mientras Franz Napoleon daría por entonces sus primeros pasos importantes en lo artístico. Pero sobre todo, la comparación entre las obras atribuidas a uno y otro artista, inciden muy a las claras en el estilo de cada uno: Franz Napoleon se caracteriza por una técnica exquisita, desarrollada en la miniatura sobre marfil y el dibujo a la acuarela, de gran claridad en los colores y delicadeza en el dibujo. En cambio Josef Heigel, si bien hace gala de una menor perfección técnica, destaca por una mayor expresividad, austeridad en el tratamiento de los detalles y síntesis en la aplicación del color, cualidades todas ellas que encontramos en la miniatura de Antonio María del Valle. De nuevo Schidlof nos ofrece información sobre algunas de sus miniaturas conocidas: Heigel pintó varias miniaturas del conde de Reiset, conservador del Musée du Louvre, y de su mujer, tanto al marfil como en acuarela, y otras como los retratos de su hermano, el actor Auguste Heigel, un Autorretrato con traje azul, firmado en 1815, o una miniatura de Maximiliano I de Baviera, datada en 1818. Entre todas ellas, queremos destacar el Retrato de Lola Montez, atribuido a Josef Heigel, que se conserva en el Metropolitan Museum of Art de NuevaYork. 13 RETRATO-MINIATURA DE ANTONIO MARÍA DEL VALLE ANGELÍN, POR JOSEF HEIGEL Miniatura de Lola Montez. Joseph Heigel (atrib.). Gouache sobre marfil. Metropolitan Museum of Art, Nueva York. Representada con vestido color púrpura y cuello de encaje blanco sobre delicado fondo de celaje, en esta miniatura sobre marfil el soberbio rostro de la bailarina aparece identificado en la inscripción que aparece en el reverso como Mistress del rey Ludwig de Bavaria. La fuerte expresividad de los rasgos y mirada vuelven a remitirnos a la mano de Josef Heigel en esta miniatura que, por lo demás, consta de iconografía muy similar y la firma, en negro, también recorriendo un lateral. Contexto de la miniatura francesa en el primer tercio del siglo xix Heigel adoptó enteramente el estilo y la técnica de los miniaturistas franceses de esta época, llegando a ser un artista de gran calidad. 14 SARA RIVERA DÁVILA Gran parte de la historiografía considera la escuela parisina como la mejor miniatura europea del primer cuarto del siglo XIX, por lo que no es de extrañar que este artista de origen germánico se trasladara a la capital francesa y asumiera esta forma de pintar como propia. Hacia el año en que Josef Heigel acude a París, la miniatura francesa se debatía entre dos grandes tendencias, surgidas a su vez a finales del siglo anterior, y que provenían de un largo proceso histórico. Carmen Espinosa (11) nos explica con toda claridad cómo el término miniatura designa solamente imágenes realizadas en una determinada técnica, y no todo tipo de pinturas de pequeño tamaño, “entendiéndose por miniatura un tipo de pintura realizada a la gouache sobre vitela y desde principios del siglo XVIII también sobre láminas de marfil”. Esta técnica introducida por la miniaturista veneciana Rosalba Carriera, terminaría por imponerse como soporte característico de la miniatura, ya que todo el mundo artístico supo apreciar la belleza y los delicados efectos que el marfil permitía conseguir gracias a su superficie translúcida, otorgando a las imágenes una gran luminosidad y sutileza en la aplicación del color. El también sutil tratamiento del dibujo en estas escenas de reducido tamaño completa la singular expresividad de esta forma de pintura que cautivó a las clases aristocráticas, principalmente dedicada al género del retrato, en toda Europa. De este modo, dentro del desarrollo general del arte de la miniatura, cada país –y cada autor– vino a introducir sus peculiaridades estilísticas, viviendo cada una de las escuelas distintos periodos de esplendor. 15 RETRATO-MINIATURA DE ANTONIO MARÍA DEL VALLE ANGELÍN, POR JOSEF HEIGEL Si seguimos la periodización establecida por Torben Holck Colding (12), esa primera etapa responde al desarrollo de la miniatura como manifestación artística independiente, alejándose de las pautas heredadas de la iluminación. La miniatura se configura a partir de los retratos de la iluminación medieval, en un proceso que le lleva a definir sus cualidades propias, especialmente a partir de la introducción del marfil. Superada esta primera fase, y como se ha dicho, sirviendo el uso del marfil como punto de inflexión, la segunda etapa constituye, a partir de 1760, el periodo de esplendor de la miniatura, definida básicamente por dos maneras de aplicar el color. La primera y considerada tradicional, consiste en el punteado como forma de aplicar los pigmentos, principalmente en las carnaciones, creando composiciones de color de gran sutileza. La segunda es el entramado o manière large, donde se opta por utilizar una pincelada más larga y expresiva. Quedan así establecidas las dos grandes vías expresivas que se transitan durante el tercer periodo, considerado por Colding de decadencia, desde principios del siglo XIX hasta la práctica desaparición de la miniatura en torno a 1840, cuando ya solo aparece de manera excepcional. En lo que afecta a nuestro autor, la escuela alemana tuvo un importante papel en la historia de la miniatura, si bien su producción más destacada tendría lugar en sus inicios, con las primeras obras realizadas por autores tan importantes como Hans Holbein. Hubo otros grandes nombres como Jeremiah Meyer, o Heinrich Friedrich Füger. Sin embargo éstos, como el propio Heigel, desarrollaron su carrera fuera del ámbito germánico. Centrándonos en el caso francés, donde realmente discurre su carrera, la comentada dicotomía entre las dos vías estilísticas 16 SARA RIVERA DÁVILA se extiende, principalmente, entre los seguidores del innovador miniaturista Adolph Hall y los continuadores de la tradición del punteado. En las últimas décadas del siglo XVIII, Pierre Adolph Hall y sus seguidores practicaron una miniatura basada en una pincelada larga y expresiva, representando ampliamente los fondos del retrato con recreaciones de interiores refinados o fondos de paisaje, como si de un cuadro se tratara. Son composiciones complejas, llenas de detalles anecdóticos, ligereza en la ejecución, y marcada gracia y belleza en el tratamiento del color. La otra estela, formada por los seguidores del puntillismo heredado de Jean-Baptiste Massé, enfatiza, por el contrario, la expresión de los rostros y el acercamiento psicológico al personaje retratado. Precisamente esta generación, que abarca desde el periodo revolucionario hasta el primer tercio del siglo XIX, estaría formada por los contemporáneos de Heigel y aquellos que definirían su estilo. Entre ellos destacan miniaturistas como Jean Antoine Laurent, Fraçois Dumont o Jean-Urban Guèrin, como sabemos, maestro de Franz Napoleon Heigel. Pero sobre todo Jean-Baptiste Augustin, con su técnica llena de virtuosismo y su aguda captación de la personalidad del retratado, y el prolífico Jean-Baptiste Isabey fueron los principales artistas de esta Age d´Or en Francia. Isabey fue indudablemente el artista más influyente para la miniatura del siglo XIX. Encontró la fórmula que respondía a las necesidades de las clases burguesas, mediante retratos que mantienen fidelidad a los rasgos fisionómicos del modelo, pero lo envuelven de cierta idealización, creando un efecto etéreo y lleno de gracia por el que la nueva burguesía sintió fascinación. Se trata de retratos que responden ya a nuevos conceptos, coherentes con la mentalidad de una nueva sociedad. Durante el s. XIX aparecen nuevos soportes: aparte del marfil o la marfilina, se 17 RETRATO-MINIATURA DE ANTONIO MARÍA DEL VALLE ANGELÍN, POR JOSEF HEIGEL utilizan con frecuencia soportes de papel y cartón, con toques de pincelada más libres, con tratamiento más natural de los colores, creando imágenes sin duda cada vez más cercanas a la pintura al óleo. El cartón sirve de soporte a la miniatura de Antonio María del Valle realizada por Heigel, integrado como observamos plenamente en este contexto que acabamos de esbozar. Pero ante todo es en esa nueva estética burguesa donde se aprecia la influencia francesa: a través del tratamiento realista de los rasgos del político y militar, su caracterización social como tal, la viva y profunda expresividad del retrato y, eminentemente, la evocación, de manera incontestable, de una nueva y propia sensibilidad romántica. 18 SARA RIVERA DÁVILA NOTAS (1) El marco fue realizado en el taller de Ferrant, Dorador Honorario de Cámara, que estaba situado en la Calle Hortaleza nº 34. Los Ferrant fueron una de las destacadas dinastías de artistas durante el Romanticismo. (2) R.2451 Museo Cerralbo: AMH Leg. 3007. Exp. 58 (datos facilitados por el Archivo Central del Ministerio de Hacienda, a solicitud del Museo, en 1983). (3) HIS-0494-02: Expediente personal del senador Antonio María del Valle y Angelín, por la provincia de Cáceres. (4) B-406: Archivo General Militar de Segovia, Expediente Personal de Antonio María del Valle, _Intendencia, Leg. B-406. (1837 – 1842). (5) Testamentos remitidos al Museo Cerralbo por el Jefe del Archivo de Protocolos de Madrid, Antonio Matilla, en 1983, a petición del Museo. (6) Habitualmente la miniatura está realizada al gouache sobre soporte de marfil, pergamino o vitela, si bien aparecen otro tipo de soportes como naipes, papel de diferentes calidades y cartón, sobre todo en el s.XIX. (7) Véase Colding, T. H., Aspects of miniature painting: its origins and developme, E. Munksgaard, 1953. (8) Véase Schidlof, L. R., Miniature en Europe aux 16e, 17e, 18e, et 19e siécles, Akademische Druck- u. Verlagsanstalt, 1964. (9) Schidlof, L. R., opus cit, 1964. (10) Véase Foskett, D., Miniatures: Dictionary and Guide, Antique Collectors’ Club, 1987. 19 RETRATO-MINIATURA DE ANTONIO MARÍA DEL VALLE ANGELÍN, POR JOSEF HEIGEL (11) Espinosa, C., Iluminaciones, Pequeños Retratos y Miniaturas en la Fundación Lázaro Galdiano, FLG, 1999. (12) Colging, T. H, Aspects of miniature painting: its origins and development, E. Munksgaard, 1953 20 SARA RIVERA DÁVILA GLOSARIO Aguazo Aguada sobre lienzo. Término con que se designa la pintura al gouache. Procedimiento similar a la acuarela, cuyos colores son más espesos y se diluyen en agua o cola mezclada con miel. A diferencia de la acuarela, emplea también el color blanco. Carte de Visite Fotografías de pequeño formato, generalmente 6 x 9 cm., patentadas por Disdéri en 1854. Se obtenían mediante una cámara especial dotada de varias lentes, que permitía realizar de seis a ocho tomas fotográficas diferentes en un mismo posado. Del negativo de vidrio al colodión se obtenían por ennegrecimiento directo las correspondientes imágenes positivas sobre papel a la albúmina, que se montaban sobre soporte secundario de cartón, en el que constaba la firma del fotógrafo o los datos del estudio fotográfico. Entramado Tramado o hatching, técnica consistente en la aplicación de pinceladas largas y colores líquidos, más diluidos de lo habitualmente empleado en miniatura, obteniendo un resultado pictórico más cercano al óleo. Miniatura Término que deriva del latín minium, óxido de plomo de color rojo que se utilizaba en la iluminación de los códices manuscritos medievales. Con el tiempo se independiza como arte pictórico desarrollado en pequeños formatos, donde se representan escenas de paisaje, temas religiosos o mitológicos y esencialmente retratos, con una determinada técnica. Punteado Punteado o stipling, técnica característica de la miniatura consistente en la aplicación de un punteado regular, realizado con colores espesos, para crear las diferentes capas de color, especialmente en las carnaciones. 21 RETRATO-MINIATURA DE ANTONIO MARÍA DEL VALLE ANGELÍN, POR JOSEF HEIGEL BIBLIOGRAFÍA BLATTEL, H., International Dictionary Miniature Painters Porcelain Painters Silhouettists. 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AA., L´Age d´Or du Petit Portrait, Reunion des Musees Nationaux: Musée des arts décoratifs (Bordeaux); Musée de l’ horlogerie et de l’émaillerie (Genève); Musée du Louvre (Paris), 1995. 23 RETRATO-MINIATURA DE ANTONIO MARÍA DEL VALLE ANGELÍN, POR JOSEF HEIGEL CRÉDITOS FOTOGRÁFICOS PORTADA. Detalle de la miniatura de Antonio María del Valle Angelín. Joseph Heigel. Aguazo sobre cartón. 1830. Museo Cerralbo, nº inv. VH 0504 (foto: Á. Martínez Levas. Museo Cerralbo, Madrid). CONTRAPORTADA. Retrato-miniatura de Antonio María del Valle Angelín. Joseph Heigel, 1830. Museo Cerralbo, nº inv. VH 0504 (foto: Á. Martínez Levas. Museo Cerralbo, Madrid). Pág. 6: Caja de cristal que contiene cinco medallas pertenecientes a Antonio María del Valle Angelín, marqués de Villa-Huerta. Museo Cerralbo, nº inv. 26975 (foto: Á. Martínez Levas. Museo Cerralbo, Madrid). Pág. 8: Fotografía de Antonio María del Valle Angelín. Anónimo, mediados del s. XIX. Copia positiva a la albúmina. Carte de Visite. Museo Cerralbo, nº inv. FF03533. Pág. 9: Retrato de Manuela Inocencia Serrano y Cerver, marquesa de Cerralbo. Ricardo Balaca, 1859. Óleo sobre Lienzo. Museo Cerralbo, nº inv. 01814 (foto Museo Cerralbo, Madrid). Miniatura de Antonio María del Valle Angelín. Joseph Heigel, 1830. Aguazo sobre cartón. Museo Cerralbo, nº inv. VH 0504 (foto: Á. Martínez Levas. Museo Cerralbo, Madrid). Pág. 11: Fotografía de Antonio María del Valle Angelín. André Adolphe Disdèri, c. 1860. Copia positiva a la albúmina. Carte de Visite. Museo Cerralbo, nº inv. FF02660. Pág. 14: Miniatura de Lola Montez. Joseph Heigel (atrib.). Gouache sobre marfil. Gift of Helen O. Brice, 1942. Metropolitan Museum of Art, Nueva York, nº inv. 42.53.3. 24