Reflexiones en torno al liderazgo escolar

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Reflexiones en torno al liderazgo escolar
Presenta: José Luis Gálvez Martínez
Los cambios más decisivos en la humanidad, son los cambios de
creencias, la intensificación o debilitamiento de creencias. Ortega y
Gasset
Resumen
En este ensayo, solo pretendemos hacer unas reflexiones
personales en torno al liderazgo y la educación, apoyados por
supuesto de algunas investigaciones de estudiosos del tema.
Incluye tipologías sobre el caso, unas son estrictamente educativas,
otras son empresariales, además de aportes que la psicología hace
en términos de los tipos de inteligencia, y los estilos de
comunicación que existen en ámbitos escolares. El trabajo fue
varias veces depurado, el estilo emocional imperaba en el texto, y
fue sustituido por uno más sensato y económico en las palabras.
Palabras
clave:
educación,
liderazgo,
tipologías,
filosofía,
pensamiento, investigación.
La historia nos ha dado a conocer líderes que han ayudado a
transformar la realidad, para bien o para mal. El liderazgo es un
tema fascinante. Solo por referirnos al siglo XX diremos que
Gandhi, Martin Luther King, Nelson Mandela, la Madre Teresa de
Calcuta, Hitler, Fidel Castro, el ministro inglés Winston Churchill,
entre los que recuerdo son figuras indiscutibles en relación a la
forma en que enfrentaron y desafiaron las circunstancias en las que
estuvo inmerso cada quien en su época.
Son personas inquietas, visionarias y con una conciencia social y
política muy desarrollada, que les permite actuar de acuerdo a su
sentir y a los elevados conceptos de justicia, paz, libertad en el caso
de la
mayoría de los aquí mencionados, excepto por supuesto
Hitler.
¿Cuáles son los perfiles psicológicos de estos personajes? ¿Cómo
desarrollan un elevado sentido de compromiso? ¿Son personajes
sin miedo a las circunstancias y que es, lo que los eleva por encima
de los demás?
Las escuelas adolecen de una formación de liderazgo escolar.
Existe la idea que los maestros siguen siendo líderes de las
sociedades actuales y si esto es cierto, ¿No debería estar mejor la
situación escolar en el país? El desafío mayor que presenta la
sociedad es la formación de sujetos valientes, con ideas firmes, con
una estatura moral que transgreda una
sociedad que ha sido
corroída por la corrupción, y la conducta deshonesta en el quehacer
diario en todas las actividades de la vida social.
Así que la pregunta es ¿Cuáles son los rasgos de carácter y
personalidad que debe poseer el nuevo maestro?
¿Profesores
coherentes,
Visionarios,
Humanistas,
Radicales,
Críticos? ¿Críticos de que y de quien?¿Organizados?¿Estrategas?
¿Qué nuevas actitudes son las requeridas en los nuevos tiempos?
¿Es solo el cambio de actitud lo que requieren los jóvenes?
¿O su papel es despertar aspiraciones, crear tensiones positivas y
señalar metas?
La escuela es un lugar de socialización. La madurez social,
intelectual y emocional se teje en comunidad, la escuela es un
espacio adecuado para tales fines: La diversidad de origen de los
alumnos, sus costumbres familiares y los conceptos de vida, hacen
de la vida escolar una riqueza cultural en la que vale la pena poner
atención.
La armonía del salón solo es factible en la medida en que la
madurez de cada uno abona a superar las diferencias y las
diferencias son fundamentales para el crecimiento moral, social y
psicológico.
Las actitudes positivas a menudo se ven puestas a prueba para el
éxito escolar, y el éxito escolar lo defino como la posibilidad de
alcanzar las metas y propósitos definidos en los planes de estudio,
sumado a la comprensión de la vida como un permanente reto que
hay que conquistar, se requiere de parte del maestro, cuatro
elementos.
1.- La comprensión del contexto en el que se desarrolla la actividad
docente
2.-La asimilación de la cultura escolar y la inquietud de cambiar lo
que se pueda cambiar
3.-La comprensión de nuestra individualidad
4.-La comprensión de los alumnos
Para entender el primer punto es necesario hacer el recorrido de la
zona, apropiarse de la cultura, inmiscuirse en ella si es posible, y
superar la barrera entre mi cultura y la cultura del lugar. Podemos
explicar la escuela, en un primer momento a partir de ella. Hacer
anotaciones en un diario, juzgarla o meditarla dependerá del grado
de madurez del maestro.
El segundo momento, es decir la cultura escolar de una escuela no
se construye en un día, requiere años en constituirse y es
inacabada, es como los sujetos en permanente transformación. No
obstante, hay ciertas tendencias en la escuela, ciertas variables que
definen a la institución. Estas variables son:
a) La movilidad de los maestros y de los alumnos
b) La composición de la población estudiantil
c) Los eventos culturales
d) Los eventos académicos
e) Los posicionamientos de grupos en su interior
Entre otras, si queremos mejorar la cultura escolar, esta requiere la
participación del cuerpo docente, de los administrativos y la
participación del estudiante. Además de un esmerado liderazgo de
parte del director de la escuela, y para ello se requiere actitud,
aptitud, y experiencia. La zona de comodidad no sirve para el
verdadero líder, el status quo, es resistencia al cambio. Y aquí está
el primer reto escolar, sacar de la zona de privilegios y
comodidades a los maestros y los estudiantes. La historia nos
enseña que no hay progreso sin conflicto. Es pues el entendimiento
de la dialéctica nuestra primera tarea. La dialéctica, es una
herramienta de entendimiento para sacar al conflicto la mejor parte.
Además, es necesario construir un proyecto claro, imaginarnos una
escuela en el que los propósitos escolares, junto a los intereses de
los maestros y los alumnos sean beneficiados, es decir la teoría del
sano equilibrio cuyo resultado deba ser una madurez relacional que
vea los intereses de todos. Debemos dejar de suponer que algo
que nunca se ha hecho podría ser imposible de hacerse” (Maxwell:
2007: 187).
La comprensión de la individualidad es parte vital para la salud de
una institución. Requiere disposición y humildad en reconocer que
no hay ser humano que reúna en si mismo todas las habilidades y
destrezas que se requieren para desarrollar un proyecto.
Asumir la fuerza del grupo es importante, maduramos en comunión
y maduramos para servirnos unos a otros como sujetos, para hacer
de la vida un propósito, para agregarle valor y para agregarnos
valor a nosotros mismos. “No hay vida tan vacía, como la que está
centrada en uno mismo, y no hay vida tan centrada como la que
está vacía de uno mismo” (Maxwell: 2004: 218). Las metas pueden
dar dirección, pero los sueños dan poder, los sueños hacen que el
mundo se expanda.
La docencia es una posibilidad de construir futuro, oportunidad de
servicio, es la vía para mejorar la condición humana. La cultura de
masa ha dañado y distorsionado la personalidad de los sujetos.
Para revertir el daño, el maestro debe comprender la cultura juvenil,
que ha sido expulsada de las aulas, convirtiendo a esta en una
prisión que excluye el comportamiento natural de los jóvenes. ¿Qué
suponemos que son los intereses de los alumnos?
Nuestros
alumnos
buscan
referentes
personales,
prototipos
sociales, y se ajustan a las formas de comportamiento que los
medios masivos de comunicación les envía. El maestro debe hacer
un esfuerzo adicional, no solo de corte intelectual sino afectivo, de
tal forma que acerque al estudiante a su singularidad. La escuela,
contraria a los medios debe fortalecer la identidad, mejorar la actitud
y desarrollar habilidades y destrezas, que pongan al estudiante en
el camino correcto de la vida. Como dice (Suarez Díaz: 2007) “O
se educa para la sociedad que existe o se hace para cambiarla”.
Esto requiere del imperativo categórico Kantiano, es decir, asumir la
docencia domo un deber que estamos obligados a cumplir. El deber
de no guardarse nada para si en el proceso de enseñanza
aprendizaje. Mucho de lo que se deja de hacer en las escuelas
tiene que ver con la ausencia de esta ética trascendente. El
estudiante diferencia bien entre los actos y las palabras, y lo sabe
por qué la simulación es un estilo de vida en los medios y las
instituciones, por eso la actividad docente exige más consciencia de
la acción educativa. Enfocarse en “el culto a la eficiencia modelando
gente altamente especializada, capaz en su área, pero incapaz
fuera de ella” (Castro Rodolfo: 2003), es un error. Si la meta es
educar para la vida, se requiere más argumentos para sostener una
escuela.
La enajenación de los sentidos, producto de una mente sobre
saturada de información, es el desafío al que nos enfrentamos
maestros y alumnos. Ahora bien, en relación con el liderazgo del
maestro,
las
características
deseables
ser:(White, Josep: 2010:88)
a) innovador
b) dispuesto a correr riesgos
c) tener apetito por grandes talentos
d) desarrollar una mirada totalizadora
e) factor deslumbrante
del
docente
deben
“Recuérdese que la dirección consiste fundamentalmente en orden
y control. La esencia del liderazgo mientras tanto, es alcanzar
metas y realizar cambios” (White Joseph: 2010)
Mortimore, Peter (1998:26) en un texto denominado Características
clave de las escuelas efectivas, señala once factores para que una
institución escolar funcione correctamente, dentro de ellas se
encuentra el liderazgo y establece que el liderazgo efectivo, tiene
por lo menos tres características: es por lo general firme y con
propósito;
otra
es
la
habilidad
del
director
de
compartir
responsabilidades con otros miembros del equipo y de involucrar
más a los maestros en la toma de decisiones; y una tercera
característica es que según sus investigaciones en Inglaterra y
Estados Unidos los directores son comúnmente profesionistas
sobresalientes.
A estas virtudes le agrega diez características más para hacer de la
escuela una institución efectiva, como por ejemplo, una visión clara
y objetivos compartidos, ambientes sanos de aprendizajes, la
enseñanza y el aprendizaje como centros de la actividad escolar,
una enseñanza con propósito entre otras.
El sugerente texto de Stephen J. Ball La micro política de la
escuela: hacia una teoría de la organización (1994: 97-123) basada
en una investigación en Inglaterra concluye con otra tipología de
los estilos de liderazgo de los directores:
a) Interpersonal: Este estilo pone énfasis en la interacción
personal, el contacto cara a cara entre el director y su
personal
b) Administrativo:
El
modelo
práctico
del
director es
el
administrador industrial. El uso de técnicas de administración
implica la importación dentro de la escuela, de estructuras,
tipos de relaciones y procedimientos de control organizativo
tomados de la fabrica
c) Político: Este último lo subdivide en dos: antagonista y
autoritario. El antagonista: se basa principalmente en la
conversación. Estimula el debate público y es un destacado
participante en el. Se subraya el dialogo, y no raramente el
enfrentamiento. Se reconoce la existencia de intereses e
ideologías rivales en la escuela. El estilo autoritario: si el
director antagonista aspira a persuadir y convencer, el
autoritario se preocupa directamente por imponerse. La
exposición, más que el enfrentamiento, es el modo primario
de relación verbal con los demás. Agrega algunos diálogos
sobre la opinión que vierten los maestros al respecto. He aquí
algunos:
“El director es sumamente receptivo a las ideas y las
opiniones de otras personas. Un punto débil es que no
comunica a las personas cómo y porque toma las decisiones”
“El director debe ser un profesor. Debe dirigir. Debe ser una
figura carismática dentro de la escuela, en particular para el
personal y en un contexto más amplio para los alumnos”
“El director es un pragmático; para él, el papeleo siempre ha
tenido poca importancia. Uno de los criterios para saber si un
departamento tiene éxito
es el modo como trata a sus
colegas”
“El supuesto principal es que…en circunstancias normales el
director es el centro principal de la actividad micro política de
la escuela” (Stephen, Ball: 1994) y que alrededor de este
personaje es que gira la escuela, además se hace evidente
sus virtudes y sus defectos.
El círculo vicioso de Schopenhauer, de deseo -hastío, mas deseo –
hastío, en el que está inmersa la vida cotidiana de todos quienes
formamos parte de una institución escolar, exige innovación, visión,
perspicacia, de parte de quien dirige la institución.
En relación a las preguntas iníciales, sobre el perfil del maestro que
planteamos al inicio, es importante señalar que: En el maestro debe
prevalecer la coherencia de las ideas, el pensamiento y la acción
deben ir de la mano si se quiere impactar o servir de ejemplo a las
nuevas generaciones. El amor a la verdad, la emoción por el
conocimiento son elemento esenciales que debe transmitir el
docente.
La claridad de sus ideas y la pulcritud de sus palabras deben ser
bases elementales para construir e imaginar futuros posibles. La
lealtad a los principios trascendentes es importante, pero no es
posible construir propósitos con los valores cotidianos.
Es evidente que para ser un buen líder se necesita tener la visión
adecuada, que desafíen el estado actual en el que se encuentran
las escuelas, sacar del espasmo y aburguesamiento comodino que
impera.
Solo
responsabilidad,
es
posible
crear
desarrollando
un
ambiente
conciencia
sano
social,
es
y
de
decir,
despreocuparnos de nuestros intereses, y velar por el interés
general.
Aquellos que estén más allá de las circunstancias actuales, que
imaginen un futuro saludable a las nuevas generaciones, que
vinculen la escuela con instituciones de toda índole, que permita
alcanzar objetivos específicos como mejoramiento de la calidad,
que impacte a la sociedad a la cual se debe, que genere
conocimientos, que divulgue el quehacer científico, humanístico y
tecnológico. Que sea un referente en la construcción del
conocimiento.
Una visión es en el fondo una transgresión de la realidad y nace de
adentro, en la intimidad, de los sueños. Es un acto de fe, de fe
racionalizada, que considera los recursos con los que se cuenta,
pero que va un paso adelante, que arriesga, y se atreve. Una
formación de esa naturaleza requiere imaginación, así lo hizo ver
Einstein, (maxwell: 2004:95) “más importante que el conocimiento
es la imaginación”. No abundaremos sobre estos temas porque
requiere más espacio, y más profundidad.
Las competencias tienen que ver con el saber ser, con el saber
hacer y con el saber convivir, con el saber administrar, con el saber
dirigir, pero sobre todo con el saber comprender. Tenemos
problemas a la hora de comprender. Es un acto de apertura y de
madurez que pocos alcanzan y que pocos desean lograr. Entre los
griegos, a la centralidad del sujeto se le llamo humanismo y sigue
de cierto modo llamándose así.
Hay muchas versiones del humanismo entre las que figuran el
griego ya mencionado, el medievalista, el renacentista, el marxista,
el cristiano, el existencialista, el estructuralista, el personalista y
todos coinciden en la centralidad del sujeto. La diferencia entre uno
y otro es evidente.
El marxista y la estructuralista vela por una ética nueva centrada en
la justicia, justicia que solo se encuentra en una nueva sociedad
que no es precisamente la capitalista sino la socialista. Una y otra
teoría tiene sus razones aunada a una comprensión explicita de la
historia, y son además seculares, asentadas en una racionalidad y
desvinculada de toda institución de corte capitalista.
La existencialista parte del supuesto La existencia precede a la
esencia es su lema favorito. No obstante, la apología de esta
corriente, su literatura es altamente pesimista, depresiva y
apocalíptica, el corolario es el sinsentido producto de la cultura de
la sociedad post-industrial. El ensimismamiento es el resultado
natural que propicia esta teoría.
A
este
desencanto,
respondieron
los
personalistas,
cuyo
representante Emmanuel Mounier afirmó que la falta de sentido
ocasionada por esta teoría es explicada por una vida centrada en sí
mismo. Los apologistas de la convivencia y de la otredad como
respuesta a la filosofía existencial es por supuesto el personalismo.
La madurez intelectual, emocional, y espiritual no tienen sentidos en
sí mismo. Tienen sentido en la medida que se ofrecen en servicio,
en servicio a los demás por supuesto. Crecemos y maduramos en
comunidad,
toda
acción
humana
es
una
oportunidad
de
aprendizaje, todo es educación.
La cultura mediática nos invita a vivir en un estado permanente de
felicidad. Las exigencias emocionales que impone la sociedad
tecnológica, las enormes dosis de entretenimiento que a diario
vemos en los medios minimizan la capacidad de asombro, de
meditación, de contemplación.
El problema de la historia es este, cambiamos modos de producción
pensando que el éxito será absoluto, cambiamos a los sujetos de
dirección modificamos ciertas normas y leyes, creamos nuevas
instituciones y el resultado es: lo mismo, una sociedad desigual,
injusta y sobre todo sin esperanza. El liderazgo requiere la
comprensión de estas realidades, de estas circunstancias, el
reconocimiento de que aun cuando la sociedad es diversa en sus
expresiones, sus anhelos profundos son los mismos. El deseo de
estar bien, consigo y con los demás.
La formación de estudiantes críticos requiere maestros con el
mismo talante, dentro de los programas de estudio vigentes esta es
una competencia que debemos desarrollar. Estar informados de los
acontecimientos cotidianos es una habilidad del líder. Es necesario
discutir los problemas cotidianos en las aulas, comentarlos, hacer
participes a los estudiantes de los problemas que aquejan a las
sociedades modernas.
Es necesario ser un pensador crítico, la sociedad actual tiene
muchos elementos que sirven de elementos de análisis, de
discusión. Pensadores contemporáneos la han llamado de distintas
maneras, Sociedad postmoderna (Lyotar), Liquida (Bauman),
sociedad híper (Lipovetski), sociedad de pensamiento débil
(Vattimo). Al interior de las escuelas
existe una reproducción
precisa de las circunstancias que imperan al exterior de ella. Por lo
tanto la realidad nacional, estatal o municipal está presente en las
relaciones de poder. Es necesaria la habilidad política del maestro,
para favorecer en un primer momento la armonía, y anteponer el
interés primario de la institución, y en un segundo momento,
proyectar la imagen que se requiere en la institución, de tal manera
que sean explícitos los objetivos y las metas que la institución
desea alcanzar.
Por eso requerimos de un maestro líder, que de confianza y con
proyecto claro. Que defina con nitidez los propósitos humanos y
académicos que debe alcanzar la escuela, que esté al alcance de
todos y acorde a los tiempos. No basta con ser eficientes, debemos
preocuparnos por la calidad humana. La pos-modernidad nos
impone desafíos que debemos afrontar y “cada desafío tiene una
oportunidad y cada oportunidad tiene un desafío” (Maxwell:
2006:35).
Coordinar formas pensamientos divergentes dada diversidad
cultural a la que pertenecen los alumnos,
los maestros y el
personal administrativo es un reto del líder. Edward de Bono
establece que las formas de pensamientos son antes que nada
decisiones. Es decir, podemos decidir
pensar
creativamente
pensar
pensar objetivamente,
emocionalmente,
pensar
positivamente entre otras. Es prioritario educar el pensamiento,
educar las formas de pensar de quienes integramos las
instituciones. Si las formas de pensamiento actuales son el
obstáculo hacia el mejoramiento es importante poner énfasis en
ello.
No obstante, es poco común que quien asume algún tipo de
liderazgo sea negativo
nuestras
creencias
“Si los pensamientos son negativos,
serán
negativas,
nuestras
decisiones
equivocadas y estas nos conducirán a acciones equivocadas. Las
acciones equivocadas
serán acciones continuas y darán pie a
malos hábitos” (Maxwell: 2006:47). Crear buenas actitudes que
liberen el talento de cada estudiante es el reto de la educación.
Recordemos, la gente siempre proyecta hacia afuera lo que siente
por dentro.
La lectura de los tiempos y de las circunstancias, son vitales para
armar la estrategia que convenga a la institución. Solo con la lectura
cuidadosa de la realidad es posible construir escenarios futuros, y
factibles, además, son pocas las veces en que todas las
circunstancias políticas, sociales y económicas están armonizadas.
La estrategia tiene que alcanzar metas específicas,
plantearse
objetivos precisos, reunir los recursos adecuados y contar con la
actitud positiva de los colaboradores. La justicia, el reconocimiento
de la labor, la consideración a los que hacen el esfuerzo educativo,
la palmadita en el hombro, el sentidos de pertenencia a la escuela,
y la justa preocupación de las necesidades docentes y de los
alumnos son parte vital para el sano desarrollo de las actividades
académicas.
Por eso, se necesitan maestros de calidad humana probada. La
calidad educativa es
inconcebible sin el trato adecuado
a los
docentes y los alumnos. Una escuela con visión solo administrativa
inconsciente de la importancia del proceso educativo que desarrolla
su institución propicia desanimo. Ubicar la gestión administrativa en
el lugar correcto sin menoscabo de nadie es indispensable.
Considerar la sensibilidad de todo el personal es importante para la
armonía escolar. En la escuela como toda institución pública o
privada existen diferencias ideológicas, y las diferencias son sanas,
solo en la medida que permiten el desarrollo de la tolerancia, y
porque en ella nos construimos. El sano equilibrio del microsistema
escolar es básico en las relaciones cotidianas de la institución.
La psicología nos aporta bases para la comprensión del sujeto. He
aquí una tipología básica.
a) Sanguíneo: Desea diversión, es extrovertido, orientado hacia las
relaciones, ingenioso, de trato fácil, popular artístico, emocional,
franco y optimista
b) Melancólico: Desea la perfección, es introvertido, trabajador,
artístico, emocional, orientado a las metas, organizado y
pesimista
c) Flemático: Desea paz,, es introvertido, no se muestra emotivo,
de voluntad firme, orientado a las relaciones, pesimista e
impulsado por su propósito
d) Colérico: Desea el poder o el control, es fuerte de voluntad,
decisivo, orientado a las metas, organizado, no es emotivo, es
franco, extrovertido y optimista.
El estratega debe considerar los tipos de inteligencia. Según
Thomas Armstrong en su libro “Siete tipos de inteligencia” tipifica al
ser humano de la siguiente manera:
a) Inteligencia lingüística; es decir la capacidad de usar las
palabras
b) Inteligencia lógico-matemática; trabajan con números y lógica
c) Inteligencia espacial; piensa en cuadros e imágenes
d) Inteligencia musical; perciben, aprecian y producen ritmos y
melodías
e) Inteligencia cenestésica-corporal; conocimiento del ser físico
f) Inteligencia interpersonal; entendimiento y capacidad de
trabajar con las personas.
g) Inteligencia intrapersonal; conocimiento del ser interior
Estos elementos, son indispensables que el docente que
pretende dirigir un grupo, o una institución los tome en cuenta,
para sacar el máximo potencial de los miembros de la
escuela.
En relación a los estilos de comunicación, sugiero la lectura
del siguiente esquema:
Estilos
de Resultados del Dirección
comunicación
proceso
Efectos
de hacia donde sobre
comunicación
lleva
a
la receptor
persona
Venganza
Destruye
la Uno
comunicación
contra Degrada
otro
positiva
Dominio
Destruye
la Superior
comunicación
a Intimida
los otros
franca
Aislamiento
Destruye
la Alejado
de Frustra
esperanza de los demás
comunicación
Cooperación
Desarrolla
la Uno
con Alienta
el
comunicación
positiva
otros
y
franca
Textos consultados
Suarez Díaz, Reinaldo, La educación, México, Trillas, 2007
Maxwell, John C. El mapa para alcanzar el éxito, Editorial Unilit,
2003
White B Joseph La naturaleza del liderazgo, editorial, Amacon,
2010
Mounier, Emmanuel, el personalismo, Editorial Puf, 2005
De Bono, Edward, seis sombreros para pensar, México, Paidos,
2012
Castro, Rodolfo, la intuición de leer, la intención de narrar, México,
Gedisa, 2004
Ball, Stephen J., La micro política de la escuela: hacia una teoría de
la organización escolar, España, Paidòs, 1944
Mortimore, Peter (1998), Características clave de las escuelas
efectivas, México, S.E.P.
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