La Contribución del Ser Humano. El Desarrollo de Grandes Científicos conectados hacia el futuro de nuestra era. Los hombres de ciencia de la categoría de Einstein y Maxwell, que realizaban grandes descubrimientos sin esfuerzos mentales excepcionales, muestran claramente la diferencia que existe entre diversos grados de la inteligencia humana. Los cerebros poderosos no experimentan dificultades en realizar descubrimientos magnos, mayores que las que experimentan los cerebros débiles para descubrir cosas intrascendentes. Los grandes resultados que produjeron con un esfuerzo mental normal, demuestran la verdadera magnitud de sus inteligencias. Por tal motivo, el público en general, crea un ámbito en el cual solo los genios pueden alcanzar grandes rangos y contribuir a la humanidad sin siquiera conocer la serie de obstáculos por los que estos genios intelectuales tuvieron que pasar para poder ser grandes en la historia de la humanidad. El hombre muchas veces no cree tener la capacidad suficiente para sobrevivir en este planeta, sin embargo, mientras tenga algo en lo que pensar, defender y creer, esa idea jamás se desvanecerá de su mente y seguirá subsistiendo. Todos los genios crean, aplicando la imaginación al conocimiento. El autor dramático aplica su imaginación al conocimiento que posee de la humanidad, el poeta lírico, a la descripción de la naturaleza, y el hombre de ciencia a su interpretación de la naturaleza. Los diversos tipos de actividades creadoras sólo difieren en el tema en que se inspiran; en todos ellos pueden hallarse las mismas clases de imaginación. Es posible establecer un paralelo entre la imaginación de Shakespeare y la de Maxwell. Ambos, genios del nivel más elevado, alcanzaron en su tiempo considerable fama, y sin embargo sólo fueron comprendidos a medias. Una gran invención en la historia de la humanidad es la comunicación por medio de redes inalámbricas, la contribución que han hecho los grandes genios de la historia pueden modificar el futuro de la misma. La comunicación actual ya va mas allá de un gran teléfono estilo tabique con el cual el más poderoso y rico de las personalidades se puede comunicar, en el tiempo actual, los hombres se pueden comunicar por medio de redes inalámbricas y artículos de tamaño inferiores a los del tamaño de la mano, todos estos grandes logros se han ido desarrollando gracias al poder de la mente humana, no solo por que el hombre es acreedor a este don a la hora de su nacimiento, sino también por el esfuerzo logrado en las épocas de gran retención intelectual y por las epifanías que todo esto ocasionaba en aquellas épocas y que muchas veces mantuvo a nuestros grandes intelectuales al margen de la muerte, hay que reconocer que amar al conocimiento es entregar el todo por el todo. El teléfono móvil es la evolución de una serie de eventos oportunos como el comienzo de la radio (Telegrafía Sin Hilos) que desde sus inicios ha estado directamente relacionada con la Electrónica, sin embargo, esta contribución va más allá de la electrónica. El punto de partida lo podemos referenciar al descubrimiento del electrón en 1897 por J.J. Thompson, dado a conocer ante la Royal Institución el 30 de Abril del mismo año, no obstante con la teoría científica del Dr. Lee de Forest sobre el funcionamiento de la válvula de tres electrodos (1920), se iniciaron los avances más importantes y reales sobre la Radio. La verdad es que retomamos estos avances desde épocas griegas cuando se ponía de manifiesto la teoría de los átomos pero nos adelantaremos en la época donde los grandes científicos se relacionan para establecer el futuro que ahora conocemos y en el cual vivimos. Empecemos con la vida de Maxwell, podemos decir que Maxwell fue el auténtico precursor de la radio, aunque terminó sus días sin poder ver plasmadas sus teorías en realidad. El caso es excepcional al adelantarse la predicción analítica 24 años a la experimental. James Clerk MAXWELL Nació el 13 de junio de 1831 en Edimburgo. En su juventud tenía Maxwell cabello y barba negros, ojos casi negros y cutis pálido, y sus rasgos eran hermosos y expresivos. Rara vez reía, pero en sus ojos había un guiño expresivo cuando estaba de humor irónico. Tenía la tendencia a expresarse por hipérboles, contra la cual luchaba y que confundía a los espíritus simples. Cuando hablaba con ironía, su voz se tornaba ronca, dificultando la comprensión de lo que decía. Pertenecía a la clase de los «lairds», pequeños terratenientes escoceses, a la cual pertenecía desde hacía tres siglos su familia, de la cual habían salido varias personalidades destacadas en la historia de Escocia. Su padre contaba con una renta reducida, pero segura, y en su juventud se había dedicado esporádicamente a la profesión de abogado, en Edimburgo, concentrando, con el tiempo, su atención en la administración de su pequeña heredad, cerca de Middelebie, en Dumfriesshire. John Clerk Maxwell poseía alguna de las mejores cualidades de su clase; la seguridad de su situación se traducía en independencia de opinión y de acción y ocupaba su libertad mental en imaginar planes para el progreso de su propiedad y en informarse sobre el progreso de la ciencia y de la tecnología. Su esposa falleció cuando James tenía ocho años de edad, teniendo entonces que suplir a ésta en la educación de su hijo. La corriente de mutua comprensión que se tendió entre John Clerk Maxwell y su hijo James contribuyó a desarrollar en éste una capacidad de comprensión personal y espiritual. James pudo evitar de caer en la ideología de la clase terrateniente y familiarizarse con el espíritu de la cultura industrialista, gracias a su interés en la tecnología. El tío bisabuelo de Maxwell, John Clerk, era amigo de James Hutton, fundador de la geología moderna, y afirmaba haber encontrado la táctica naval mediante la cual Rodney ganó la batalla de la Dominique. El bisabuelo de Maxwell, Sir George Clerk, se había casado con una prima hermana, Agnes Maxwell, descendiente de Drummond, y heredera de Middlebie, que había adoptado el apellido de Clerk Maxwell. Resultó así que la familia entró en posesión de las heredades de Penicuik y Middlebie. James era muy feliz, en Glenlair, en la compañía de su inteligente padre, deleitándose con las variadas actividades de la vida campesina, jugando en el arroyo adyacente a la casa, y correteando por el campo. Solía ponerse ranas en la boca, para verlas salir saltando. Entre sus juguetes tenía un fenaquistiscopio, invento de Faraday, que constituye una forma primitiva del cinematógrafo. Años más tarde, aplicó el efecto visual de la rotación en su invento del trompo coloreado, y agregó lentes al fenaquistiscopio, adelantando un paso más hacia su forma moderna, el cinematógrafo. Lo utilizó para hacer ver escenas del choque de anillos torbellinos, la cual fue probablemente la primera aplicación del cinematógrafo a la ilustración de fenómenos científicos. Su biógrafo hace notar acertadamente que su comportamiento ocultaba serias heridas de su espíritu. Maxwell no se vio libre, ni trató de hacerlo, de su sobrenombre, durante su estadía en la escuela, y sus raras observaciones y risa eran interpretadas como señales de tontería. Durante muchos años, la escuela no despertó su interés, que seguía concentrado en «Glenlair» y en la casa de su tía en «Edinburgh». Escribía a su padre cartas detalladas, ilustradas con dibujos, y aquél las leía con afectuosa comprensión, y cuando estaba en Edimburgo no se cansaba de hacer ver a su hijo cosas interesantes. Cuando tenía doce años lo llevó a ver «máquinas electromagnéticas» y a una reunión de la Edinburgh Royal Society. Durante este periodo sus compañeros continuaron mortificándolo hasta el punto que a veces se volvía contra ellos y los atacaba con furor demoníaco. Su prolongada amistad con Lewis Campbell parece haberse iniciado en el patio de la escuela, una vez que Lewis se puso de su parte, contra sus perseguidores. A la edad de catorce años ganó la medalla de matemáticas y escribió a su tía que su amigo Campbell «había recibido una carta felicitándolo prematuramente por la medalla que al final gané yo; pero no existe rivalidad entre nosotros». También ganó una medalla en la asignatura de poesía inglesa. Su padre se preocupaba seriamente de que aprendiera bien matemáticas, llevándolo más frecuentemente a las reuniones de la Edinburgh Royal Society y de la Society of Arts. Aquí se pudo apreciar la importancia que la independencia económica tiene para poder alentar a un talento en formación. La libertad de ocupación de Mr. Maxwell le permitió darse inmediata cuenta del hallazgo de su hijo, pues dedicaba mucho tiempo a visitar a Hay y a J.D. Forbes, el distinguido profesor de Edimburgo, llamándoles la atención sobre el descubrimiento. Forbes quedó grandemente impresionado, y redactó el razonamiento de Maxwell en un lenguaje apropiado para una comunicación a laRoyal Society de Edimburgo. Poseía un fascinante sentido del humor y una falsa solemnidad que nunca fue causa de que no lo apreciasen debidamente, en el momento en que culminaba el proceso social que estableció como tipo ideal al hombre de negocios. En esta forma, antes de cumplir quince años, Maxwell fue conducido por su padre a una reunión de la Royal Society de Edimburgo para oír la lectura de su primer trabajo. El profesor Forbes destacó que el procedimiento de Mr. Maxwell para trazar óvalos era más sencillo y general que el de Descartes, y que no se había sospechado que estas curvas, cuyas propiedades ópticas habían sido discutidas matemáticamente por Newton y Huygens, se podían construir en forma tan sencilla. ¡Descartes, Newton, Huygens! ¡Qué nombres aparecían en la discusión del trabajo matemático de un escolar!. Nunca se oyó a Maxwell lamentarse de su educación clásica, y con frecuencia dijo en años ulteriores que consideraba que el descubrimiento del pensamiento de un autor, sin otra ayuda que un diccionario y una gramática era uno de los mejores ejercicios mentales. Estos trabajos (sobre prismas) despertaron considerable interés por el futuro de Maxwell, y así Forbes visitó al padre de aquél, y lo urgió a que lo enviase a Cambridge. Después de muchas deliberaciones éste decidió enviarlo a Peterhouse, donde se había destacado Thompson unos años antes y había ingresado ya Tait, su compañero de escuela. Lo cierto es que Maxwell nunca dominó la matemática en grado comparable a su penetración en el campo de la física, y si hubiera ido antes a Cambridge, este ligero desequilibrio podría haberse remediado. Cuando Maxwell se presentó personalmente a solicitar al doctor Thompson, entonces rector de Trinity College, que le permitiese pasarse a ese establecimiento, parecía tímido e inseguro; pero al poco rato sorprendió al rector presentándole un paquete conteniendo ejemplares de sus trabajos originales y acompañándolos con esta observación: «Tal vez esto le demuestre que no soy inepto para ingresar a su College». Al poco tiempo pasó a ser alumno de William Hopkins, famoso profesor de matemáticas que había preparado a Stokes, Thompson y otros candidatos de nota, para el examen para optar a la lista de honores. Teniendo en cuenta el grado de desarrollo mental y su originalidad se puede considerar que siguió con notable conciencia las enseñanzas de Hopkins, y que se desempeñó igualmente bien en el extraño juego que es un examen para optar a honores. Hopkins quedó impresionado por la inmensa cantidad de conocimientos de Maxwell, así como por el desorden en que estaban; pero reconoció su genio, pues manifestó que Maxwell era, de lejos, el más notable de todos los alumnos que había tenido. Llegó a decir que Maxwell era casi incapaz de pensar equivocadamente en cuestiones de física, aunque su dominio de la parte formal de las matemáticas era deficiente. Thompson, admiró, pero no comprendió a Maxwell. Y aun es posible que ni él mismo comprendiera la verdadera esencia de la naturaleza. Era profundamente religioso, y sus prácticas rituales ininterrumpidas deben haber ejercido, como en el caso de Faraday, importante influencia en el curso de su vida intelectual, pues el repudio de la filosofía es un modo espartano de evitar los errores filosóficos, y al sustituir los estudios filosóficos por la religión no se vio en el caso de formularse una filosofía propia, para explicar, mediante ella, sus ideas a los demás. En esta forma se salvó Maxwell de caer en ciertos errores filosóficos, pero no pasó lo mismo con la generación a la cual perteneció. La solución religiosa de Faraday y Maxwell no sería tal vez elegante, pero constituía ciertamente una solución a los problemas sociales e intelectuales que aminoraban y perjudicaban la calidad de la obra realizada por muchos de sus contemporáneos de mayor valía. Shakespeare se encaró con los más profundos problemas intelectuales; pero eludió los sociales, mientras que Maxwell no los eludió por completo. Así, numerosas veces dio clase para obreros en Cambridge, Aberdeen y Londres, haciendo notar que con frecuencia los auditorios proletarios comprendían las ideas científicas mejor que sus estudiantes universitarios. También se interesó por el «Socialismo cristiano», de F.D. Maurice. Es posible que el desarrollo, y especialmente la precoz manifestación de los genios de Thompson y de Maxwell, hayan respondido, en gran parte, a las explicaciones completas de los fenómenos que les dieron sus ilustrados padres constituyendo así una base intelectual que no podrían haber recibido de madres afectuosas y hábiles, pero sin preparación científica. Poco tiempo después de graduarse, escribió a Thompson, pidiéndole consejo a propósito de la investigación. Le decía que había pensado estudiar electricidad, y preguntaba si a Thompson le molestaba que abordase ese tema. Evidentemente debió recibir una respuesta favorable, pues escribió a su padre que Thompson «está muy contento de que yo haga incursiones en sus dominios eléctricos». Mientras preparaba el material para su primer trabajo de importancia Sobre las líneas de fuerza de Faraday se mantuvo intelectualmente activo en varios campos de la física. Nunca había abandonado las investigaciones a propósito de la sensación del color, sugeridas, así como su trabajo sobre la geometría del óvalo, por el libro de D.R. Hay sobre la teoría matemática del arte. La primera oración de Maxwell en sus trabajos sobre electricidad es «El estado actual de la ciencia de la electricidad parece particularmente desfavorable a la especulación». Hace observar que algunos de los fenómenos de la electricidad estática, de la corriente eléctrica y del electromagnetismo se pueden describir matemáticamente, pero que, hasta ese momento, no se ha hallado ninguna teoría general que vincule entre sí los fenómenos de todos estos tipos. El investigador que busque una teoría general debe dominar una «considerable masa de conocimientos matemáticos de los más intrincados, cuya mera retención en la memoria lo estorba materialmente en su progreso». Explica que las «líneas de fuerza» pueden representarse convenientemente mediante «delgados tubos de sección variable, que transportan un fluido imponderable ». La intensidad y la dirección de la fuerza es cualquier punto puede representarse mediante el movimiento del fluido. «En el caso de un sistema de fuerzas completamente arbitrario habrá, generalmente, intersticios entre los tubos. Los tubos serán entonces meras superficies que guíen el movimiento de un fluido que llene todo el campo. Hace notar que el estudio matemático de las fuerzas eléctricas y magnéticas se ha basado generalmente en la representación de un modelo en el cual se supone que estas fuerzas son análogas a las reacciones entre ciertos puntos; pero ahora propone basar el tratamiento matemático en la suposición de que las reacciones de las fuerzas sean análogas a las existentes en el modelo hidrodinámico que ha descrito. Luego procede a demostrar que «las leyes de las atracciones y efectos de inducción de los imanes y de las corrientes eléctricas pueden imaginarse claramente sin realizar suposiciones respecto de la naturaleza física de la electricidad, y sin añadir nada a lo que ya se conoce por la experimentación». Ya ha escrito «no estoy intentando establecer ninguna teoría física de una ciencia en la cual apenas he realizado experimentos». El eminente astrónomo real, Sir George Biddle Airy, declaró que «apenas podía imaginar que alguien que conozca la coincidencia existente entre los valores observados y los calculados en base a la acción a distancia, pueda titubear un instante entre esta acción simple y precisa, por una parte, y algo tan vago e impreciso como las líneas de fuerza, por otras». Debido a su comprensión de lo que es el espíritu de la investigación científica y a su imaginación geométrica, Maxwell quedó convencido de la exactitud de las concepciones de Faraday sin realizar él mismo ninguna investigación experimental sobre electricidad. Faraday a su vez supo apreciar inmediatamente los trabajos de Maxwell y en una carta fechada el 13 de noviembre de 1857 le escribe: «Siempre he comprobado que yo podía entender perfectamente sus conclusiones. Las cuales, aunque no me ilustran del todo sobre los pasos de su razonamiento, me presentan resultados, que ni exceden a la verdad ni quedan cortos, y que son de una naturaleza tan clara, que basándome en ellos puedo seguir pensando y trabajando». Maxwell demostraba con indiscutible lucimiento su dominio de las ideas de acción a distancia, y sin embargo, apoyaba la adopción de la noción aparentemente complicada de las líneas de fuerza de Faraday. Sus contemporáneos, intrigados, se preguntaban qué es lo que tenía en la mente, y decidieron finalmente que era una de sus extravagancias. En 1859, Clausius publicó un cálculo de la longitud del “camino medio libre”, basándose en la distancia media existente entre las moléculas de una masa de gas y la distancia entre los centros de dos moléculas que chocan, en el momento de producirse éste. Maxwell leyó el trabajo de Clausius e independientemente dedicó toda su capacidad al desarrollo de la teoría dinámica de los gases y en la reunión de la British Association que tuvo lugar en Aberdeen en 1859 disertó sobre esta teoría. Clausius y sus predecesores, exceptuando al ignorado Waterston, suponían que todas las moléculas debían moverse con la misma velocidad. Esto evidentemente no podía suceder, pues los choques debían aumentar a veces, y a veces disminuir la velocidad de la molécula que ha chocado. En su conferencia de Aberdeen, Maxwell dio una solución a este problema con auxilio de la teoría matemática de la probabilidad, demostrando que la distribución de la velocidades entre las moléculas sigue la misma ley que la de los errores en un grupo de observaciones, variando de cero al infinito, aunque el número de moléculas con velocidades muy elevadas es relativamente pequeño. La deducción de la distribución de las velocidades moleculares hecha por Maxwell en su trabajo original no es nada clara, aunque el resultado es correcto. Mientras que algunos expertos hombres de ciencia consideraban que la exhibición más brillante del genio de Maxwell es su contribución a la teoría dinámica de los gases, la mayoría de los físicos juzgan que su obra capital es su teoría electromagnética de la luz. Maxwell realizó la parte más importante de su trabajo sobre estas dos teorías durante los años comprendidos de 1860 a 1865 mientras ocupaba la cátedra en el King’s College de Londres, entre las edades de veintinueve y treinta y cuatro años. En este periodo llevaba una vida muy ocupada: daba clases nueve meses al año, periodo muy largo para un curso universitario, y dentro de sus tareas incluía las clases para obreros. Después de cinco agotadores años en Londres, Maxwell renunció, en 1865, su cátedra delKing’s College, retirándose a Glenlair. Estaba más atado a su pequeña heredad que a su carrera, y en esto no hacía más que atenerse a las tradiciones de la clase social a que pertenecía. En 1868, a la edad prematura de treinta y siete años, fue invitado a ocupar el cargo de decano del United College, en la Universidad de Saint Andrews, cargo que en realidad implicaba la dirección de la Universidad misma, pero ni aun este ofrecimiento tentador lo arrancó de Glenlair, donde se ocupaba escribiendo la gran obra Treatise on Electricity and Magnetism, y atendiendo a las obligaciones sociales y religiosas inherentes a la pequeña nobleza. Cerca de su casa hizo construir un buzón especial para las necesidades de su abundante correspondencia. Su Tratado sobre electricidad y magnetismo contiene todas las ecuaciones básicas todavía se utiliza en los estudios electromagnéticos. En los términos más sencillos, el trabajo desarrolla la idea de que el campo magnético producen eléctrica corriente eléctrica produce campos magnéticos y actual y describe la relación matemática entre los dos. Anteriormente, los campos eléctricos y magnéticos que se había pensado para ser independiente, pero demostró que Maxwell no es sólo una relación entre los dos, pero también la teoría de que la luz blanca (la naturaleza de la que había sido bastante desconcertante para los científicos a la hora) se compone de ondas electromagnéticas. Hizo esta deducción después de observar que las ondas electromagnéticas que se circule a la velocidad de la luz (Harman 1998 162-174). Su teoría de la electricidad y del magnetismo condujo a la teoría de la relatividad; su teoría dinámica de los gases contribuyó al establecimiento de la teoría de los cuantos, y sus planes de trabajos y métodos para el Laboratorio Cavendish, esbozados en su conferencia inaugural, condujeron a la física atómica experimental. Este es quizás el área en la que Maxwell se destaca entre los científicos de la época, fue uno de los primeros en intentar describir fenómenos tales como la relación entre los campos eléctrico y magnético actual. Estos aportes son sumamente importantes porque que permitió a los científicos a dar el paso de la observación de algunas cosas interesantes, la ecuación que desarrolló para relacionar el campo magnético producido por una corriente eléctrica, que es un vector con componentes que contienen la derivada de la función con respecto a cada dirección, es conocido como el operador delta (o del). Después de algunos síntomas de dispepsia, a los que no había prestado atención, Maxwell enfermó gravemente en 1879, conociendo entonces que sus días estaban contados, y el 5 de noviembre murió, a los cuarenta y ocho años de edad. Sin embargo, El propio Einstein, en 1918, descubrió que existían soluciones ondulatorias a su ecuación de la relatividad general, del mismo modo que las ondas electromagnéticas son soluciones a las ecuaciones de Maxwell. Esto obtuvo grandes ventajas sobre Einstein y su teoría de la relatividad, conozcamos ahora la situación de Einstein: El físico alemán-americano Albert Einstein, nacido en Ulm, Alemania, Marzo 14, 1879, muerto en Princeton, N.J., Abril 18, 1955, contribuyó más que cualquier otro científico a la visión de la realidad física del siglo 20. Al comienzo de la Primera Guerra Mundial, las teorías de Einstein --sobre todo su teoría de la Relatividad-- les pareció a muchas personas, apuntaban a una calidad pura de pensamiento para el ser humano. Raramente un científico recibe tal atención del público pero Einstein la recibió por haber cultivado la fruta de aprendizaje puro. Los padres de Einstein, quienes eran judíos no vigilados, se mudaron de Ulm a Munich cuando Einstein era un infante. El negocio familiar era una fábrica de aparatos eléctricos; cuando el negocio quebró (1894), la familia se mudó a Milán, Italia. A este tiempo Einstein decidió oficialmente abandonar su ciudadanía alemana. Dentro de un año todavía sin haber completado la escuela secundaria, Einstein falló un examen que lo habría dejado seguir un curso de estudios y recibir un diploma como un ingeniero eléctrico en el Instituto suizo Federal de Tecnología (el Politécnico de Zurich). El se pasó el año próximo en Aarau cercana a la escuela secundaria de cantonal, donde disfrutó de maestros excelentes y adelantos de primera índole en física. Einstein volvió en 1896 al Politécnico de Zurich, donde se graduó (1900) como maestro escolar de secundaria en matemáticas y física. Después de dos cortos años obtuvo un puesto en la oficina suiza de patentes en Bern. La oficina de patentes requirió la atención cuidadosa de Einstein, pero mientras allí estaba empleado (1902-09), completó un rango asombroso de publicaciones en física teórica. La mayor parte de estos textos fueron escritos en su tiempo libre y sin el beneficio de cierto contacto con la literatura científica. Einstein sometió uno de sus trabajos científicos a la Universidad de Zuri ch para obtener un Ph.D en 1905. En 1908 le envió un segundo trabajo a la Universidad de Bern y llegó a ser docente exclusivo, o conferencista. El año próximo Einstein recibió un nombramiento como profesor asociado de física en la Universidad de Zurich. Por 1909 Einstein fue reconocido por la Europa de habla alemana como el principal pensador científico. Rápidamente obtuvo propuestas como profesor en la Universidad alemana de Prague y en el Politécnico de Zurich. En 1914 adelantó al puesto más prestigioso y de mejor paga que un físico teórico podría tener en la Europa céntrica: profesor en el Kaiser-Wilhelm Gesellschaft en Berlín. Aunque Einstein asistió a una entrevista en la Universidad de Berlín, en este tiempo él nunca enseñó cursos regulares universitarios. Einstein quedó en el cuerpo de profesor de Berlín hasta 1933, de este tiempo hasta su muerte (1955) tuvo una posición de investigación en el Instituto para Estudios Avanzados en Princeton, N.J. En 1905, Einstein examinó el fenómeno descubierto por Max Planck, de que la energía electromagnética parecía ser emitida por objetos radiantes en cantidades que fueron decisivamente discretas. La energía de estas cantidades --la llamada luz-quanta-- estaba directamente proporcional a la frecuencia de la radiación. Esta circunstancia estaba perpleja porque la teoría clásica del electromagnetismo, basada en las ecuaciones de Maxwell y las leyes de la termodinámica, había asumido en forma hipotética que la energía electromagnética consistía de ondas propagadas, todo-compenetrar medianamente llamada la luminiferous ether, y que las ondas podrían contener cualquier cantidad de energía sin importar cuan pequeñas. Einstein uso la hipótesis del quántum de Planck para describir la radiación visible electromagnética, o luz. Según el punto de vista heurístico de Einstein, se puede imaginar que la luz consta de bultos discretos de radiación. Einstein usó esta interpretación para explicar el efecto fotoeléctrico, por que ciertamente los metales emiten electrones cuando son iluminados por la luz con una frecuencia dada. Einstein asumió que la rapidez de la luz queda constante en todos los marcos de referencia, como lo formula la teoría clásica Maxweliana. Einstein abandonó la hipótesis del Eter, porque no jugó ningún papel en su Cinemática o en su reinterpretación de la teoría de electrones de Lorentz. Como una consecuencia de su teoría Einstein recobró el fenómeno de la dilatación del tiempo, en que el tiempo, análogo a la longitud y masa, es una función de la velocidad y de un marco de referencia. Más tarde en 1905, Einstein elaboró cómo, en una manera de hablar, masa y energía son equivalentes. Einstein no fue el primero proponer a todo los elementos que están en la teoría especial de relatividad; su contribución queda en haber unificado partes importantes de mecánica clásicas y electrodinámica de Maxwell. Los terceros de los papeles seminales de Einstein de 1905 concerniente a la estadística mecánica, un campo de estudio elaborado, entre otros por, Ludwig Boltzmann y Josiah Willard Gibbs. Sin premeditación de las contribuciones de Gibbs, Einstein extendió el trabajo de Boltzmann y calculó la trayectoria media de una partícula microscópica por colisiones al azar con moléculas en un fluido o en un gas. Einstein, quien después de volver a Alemania en 1914 no volvió a solicitar ciudadanía alemana, estaba con sólo un manojo de profesores alemanes quienes lo situaron como un pacifista por no apoyar la dirección de la guerra Alemana. Después de la guerra cuando los aliados victoriosos buscaron excluir a científicos alemanes de reuniones internacionales, Einstein--un judío de viaje con un pasaporte suizo-- quedó como un enviado alemán aceptable. Las vistas políticas de Einstein como un pacifista y un Sionista lo deshuesó contra conservadores en Alemania, quienes lo marcaron como un traidor y una derrotista. Pero no solo Maxwell contribuyo con la teoría de la relatividad de Einstein, sino que también fue el pionero en dar lugar a lo que ahora conocemos como teléfono móvil (celular). Ya que quien se encargaría después de su muerte de su teoría y de sus trabajos fue un profesor de la Universidad de Bonn (E. R. Hertz). Posteriormente el alemán E. R. Hertz profesor de la Universidad de Bonn (1857-1894) conseguía la realización de la teoría de Maxwell. El desafío para Hertz consistió en inventar el transmisor y el receptor. El emisor estaba constituido por un carrete de Ruhmkorff de grandes dimensiones al que adapto una especie de antena dipolo. El receptor, muy poco sensible, consistía en un anillo abierto, entre cuyas puntas podían saltar chispas. Hertz estudió las propiedades de las ondas electromagnéticas, demostró su naturaleza ondulatoria y determino su longitud, llegando a trabajar con ondas centimétricas. Al cabo de poco tiempo, el médico y físico francés Eduardo Branly (1846-1940), estudiando las variaciones de conductividad eléctrica de los metales bajo diversas condiciones, observó un fenómeno insólito: las limaduras de varios metales, bajo la influencia de ondas Hertzianas reducían considerablemente su resistencia eléctrica. Dicho fenómeno dic lugar al invento del "cohesor", un detector muy sensible comparado con el aro de Hertz. El "cohesor" consta de un tubo de cristal, dentro del cual unas limaduras metálicas que pueden ser de hierro, quedan aprisionadas entre dos émbolos metálicos. Si no están muy apretadas ofrecen una alta resistencia del orden del Ohm, pero al estar bajo la acción de las ondas pasan a tener una resistencia de unos pocos Ohms. El Ohmetro marcara una resistencia alta y cuando salten chispas en el emisor la resistencia quedará notablemente reducida. En ausencia de ondas y golpeándolo ligeramente, el cohesor recobrara su resistencia inicial. La experiencia de una transmisión a distancia se realizo en el Colegio Lassalle de Paris, desde una ventana a otra atravesando un patio de unos 20m. Investigó con gran número de materiales de forma pulverulenta y de limaduras, comunicando con todo detalle el resultado de sus trabajos a la Academia de Ciencias. Posteriormente al ganar unas oposiciones de médico militar dejó sus experiencias eléctricas. La contribución de Marconi. (1874-1937). A los 20 años de edad el joven Marconi, basándose en las experiencias de Hertz y Branly consiguió realizar un sistema emisor receptor, utilizando respectivamente el carrete de Ruhmkorff y el cohesor. Ambos aparatos se conectaron a tierra y fueron dotados de antenas, consistente en hilo de cobre suspendido en el espacio, y de considerable longitud lo cual hizo que la transmisión se realizara en onda larga, contrariamente a las experiencias de Hertz y Branly realizadas con ondas centimétricas. En 1899 las señales de T.S.H. cruzaban el Canal de la Mancha y en 1901 se establecía comunicación entre Cornwall y Terranova. Continuamente se realizaban perfeccionamientos, y gracias al físico-matemático inglés Oliveiro Lodge (1851-1940) se pudo aplicar el fenómeno de la sintonización en el emisor y el receptor. Al cohesor le salieron serios rivales como el carborundum, la galena (1904), el detector electrolítico y el de Marconi. Este último es magnético y tiene dos versiones. La primera se basa en la imantación permanente de un hilo de acero que se desplaza, con movimiento uniforme mediante un mecanismo de relojería, y que pasa entre los polos de un imán. Este hilo también atraviesa una bobina conectada a antena y tierra, además de otra de muchas espiras, conectada a un teléfono. Si hay señal, las variaciones de flujo inducirán una corriente variable que registrará el auricular o casco telefónico. En la segunda versión el revelador está constituido por un imán permanente que gira mediante un mecanismo de relojería R, frente a un núcleo de hierro dulce F, el cual contiene los dos bobinados. Uno de pocas espiras de hilo grueso, conectado a antena y tierra, y un secundario C que esta unido a los teléfonos T. La corriente de alta frecuencia produce variaciones del ciclo de histéresis magnética que engendran corrientes inducidas que acusa T. Contribución del Dr. Fleming. (1849-1945). A principios de 1881, con la fundación de la empresa "Edison Electric Light Company Of. London", el ingeniero ingles J. A. Fleming fue nombrado asesor técnico, pudiendo conocer muchos problemas relacionados con En 1899 pasó a trabajar para Marconi, como asesor técnico en los trabajos preparatorios para conseguir comunicaciones T.S.H. a través del Atlántico. En 1900 el principal problema de la radiocomunicación consistía en conseguir receptores más sensibles y seguros, pues el cohesor de Branly resultaba inestable, incluso era afectado por la acción del transmisor de la propia estación y el autodecohesor de Marconi daba un servicio más seguro a consta de menor sensibilidad. En una palabra: El receptor constituya el eslabón débil de la cadena T.S.H. En el Octubre de 1904, Fleming profundamente preocupado por este problema, llegó a la conclusión de que tal vez fuera resuelto por el "efecto Edison". Contribución indirecta de Tomas Alva Edison. (1847-1931). Edison durante el invierno de 1879-1880, experimentando con varias formas de lámparas incandescentes, observo el ennegrecimiento del vidrio de las bombillas alrededor del filamento y que este aumentaba con el tiempo de funcionamiento. Pensó que el fenómeno podría estar producido por la proyección de partículas eléctricas procedentes del filamento. Para lograr captarlas, dispuso una placa metálica dentro de la ampolla con una conexión al exterior, que conectó alternativamente a una y otra entrada de la lámpara sin obtener resultados positivos. Luego consideró que tal vez fuera preciso polarizar dicha placa con respecto al filamento y mediante una oportuna batería, Observando con un sensible galvanómetro, el fenómeno de que cuando la placa era de polaridad positiva respecto al filamento conducía una débil corriente, pero cuando era negativa no circulaba intensidad. A este fenómeno se le denominó "Efecto Edison". Partiendo de la base de que podían rectificar corrientes alternas de baja frecuencia, se trataba de averiguar su comportamiento en corrientes alternas de altas frecuencias, y la experiencia dio resultados positivos. Llegando a la conclusión de que disponían de un detector más estable y sensible que todos los demás conocidos. El circuito era sumamente simple, no empleaba batería auxiliar y la corriente que pasa por los auriculares es rectificada por el diodo Fleming. En 1912 la "Britihs Marconi Company" construyó en receptor con el detector duplicado. A las válvulas empleadas Fleming las denominó "válvulas oscilantes. Calificativo injustificado. Las válvulas empleadas se guardan en el Museo de Ciencias de Londres. Los descubrimientos del Dr. Lee de Forest (1873-1961) El Dr. Lee de Forest, doctor en Filosofía de la universidad de Yale y antiguo alumno de Williams Gibbs, físicomatemático de la misma Universidad, poseía una intuición científica que le aproximaba a la inspiración del poeta. Henri Damelet dice de Lee de Forest que el primer poema de los versos que hizo fue a la lámpara, al referirse a ella como "Verdadero don de los dioses". En el verano de 1900, Lee de Forest era profesor de filosofía y vivía en una pensión de Chicago con alumbrado de gas. Su dormitorio, que a la vez hacia las funciones de "laboratorio", estaba dotado de una lámpara Welsbach de las de "camiseta". Repetidas veces observó variaciones de luz en la lámpara de gas si su transmisor de chispa transmitía. Realizó un experimento consistente en colocar el carrete de Rumkorff dentro de un armario de madera y con este cerrado pudo comprobar, que la luz de gas no sufría alteración alguna. Resultaba evidente que las variaciones de luz eran debidas a las chispas y no a las ondas electromagnéticas. A pesar del fracaso quedó grabada en la mente de Lee de Forest la idea de que los gases incandescentes podrían ser utilizados de alguna manera para detectar señales inalámbricas. En 1903 Lee de Forest en su laboratorio instalado en Nueva York, calle Támesis montó un circuitonº11, a base de un mechero Bunsen, y este extraño dispositivo funcionó, recibiendo señales de T.S.H. procedentes de buques del puerto de la ciudad. Convencido de que el mechero Bunsen constituía un inconveniente muy grande, trató de eliminarlo. Un primer intento consistió en substituirlo por un arco voltaico al que tuvo que desechar por ruidoso. Después pensó encerrar un gas en un recipiente de vidrio, caldearlo mediante un filamento incandescente y además disponer una placa. Encargo la construcción del primer diodo de gas a Wallace Candless de Nueva York, fabricante de lámparas eléctricas tipo miniatura, advirtiéndole que no practicase un alto vacío, puesto que para su funcionamiento era necesario algo de gas. Las estaciones de TX. Se dejaron "oír" por lo que el ayudante del Dr. Lee de Forest propuso designar al nuevo detector por la palabra "audión" derivado del latín "audio", oír. En las postrimerías de 1906 la Navy encargo a Lee de Forest, un receptor que se instalaría en la Base Naval de Key West. Los tubos empleados fueron llamados " Key West Audions". En 1907 tuvo la feliz idea de cubrir el con una hoja de papel de estaño y conectar la antena a este electrodo exterior. El resultado fue sorprendente: Las señales eran más intensas, había efecto amplificador. La razón de la experiencia fue que en el montaje primitivo, consideraba que había pérdidas de alta frecuencia a través de los cascos telefónicos. En otra experiencia ajustó una bobina, conectando sus extremos a una antena y a tierra respectivamente, el audión tuvo similar rendimiento. Entonces el Sr. Candless, a petición del autor construyó un nuevo tubo que contenía dos placas que cubrían los dos lados del filamento. Una placa la conectó a la antena y la otra a los cascos -batería-tierra. El resultado fue mejor. Al cabo de un tiempo se dotó al tubo de una rejilla en zig-zag situada entre placa y filamento. . Los filamentos de carbón fueron substituidos por filamentos de tántalo y tungsteno. Y así nació la lámpara tríodo, base de las lámparas tetrodo, pentodo, etc. Desde el primer momento la lámpara tríodo fue utilizada como detectora, como amplificadora de alta frecuencia y como osciladora. Mediante el empleo de la lámpara tríodo fue posible generar corriente de alta frecuencia que podían ser moduladas con facilidad y así fue posible la radiotelefonía. Hasta entonces todos los intentos habían fracasado por parte de la emisión. Incluso ingeniero dinamarqués Poulsen, realizando muchas experiencias mediante su transmisor de arco voltaico, no pudo llegar a conseguir recibir la voz humana de manera aceptable. Desde los primeros tiempos, el inventor del tríodo abasteció a experimentadores y aficionados. En la primera guerra mundial el gobierno americano necesitó tubos en grandes cantidades. Según Lee de Forest su "grid-audion" funcionaba de la siguiente manera: Las ondas al llegar a la rejilla producen el enfriamiento del gas y éste varía su resistencia dentro de amplios límites. La explicación científica de la lámpara, después de los trabajos de Thompson y Richardson, tuvo que apoyarse forzosamente en la Teoría Electrónica, y esta fue la causa esencial que a sus circuitos asociados se les denominara electrónicos, considerando totalmente equivalentes la palabra "radio" con la que acababa de nacer, "electrónica". Tal vez el uso más importante de las ecuaciones de Maxwell que nos afecta hoy en día es la aplicación de sus ecuaciones en la electrónica y los circuitos eléctricos. Desde los ordenadores, los televisores, a las microondas, y muchos más están compuestas de basa en sus ecuaciones. Los dos componentes básicos que son posibles gracias a estas ecuaciones son el inductor y el condensador. El inductor utiliza la ecuación que relaciona una corriente variable a un campo magnético para resistir los cambios en curso. El condensador utiliza el trabajo de Maxwell en materiales dieléctricos para resistir un cambio en el voltaje. El nombre que James Maxwell se asocia a menudo es Michael Faraday, el predecesor de Maxwell en el estudio del electromagnetismo. A pesar de que trabajó en el mismo campo, no tienen muchas similitudes más allá de eso. Faraday fue una generación de más de Maxwell. De hecho, primer descubrimiento de Faraday de la inducción magnética se produjo en casi exactamente el mismo tiempo que la luz de Maxwell. Aunque Maxwell no es exactamente un nombre muy conocido como Einstein o Newton, con toda seguridad lo consideran uno de los más grandes científicos del siglo diecinueve, si no todo el tiempo. Todos estos descubrimientos iniciales, aparentemente considerados simples y de limitada repercusión dieron origen al teléfono y a la electrónica, creando una nueva revolución en los campos de la tecnología y de la ciencia, y una imponderable repercusión en el mundo político, económico, social y cultural. “NO IMPORTA CUANTOS HOMBRES INTELECTUALES EXISTAN EN EL PLANETA, LO QUE IMPORTA ES COMO SE FORMA SU INTELECTO Y COMO AFECTA AL FUTURO SUS GRANDES CREACIONES”. Bibliografía La vida de James Maxwell está disponible en: http://www.sonnetusa.com/maxbio/index.htm La página de inicio Glenair: http://www.soft.net.uk/glenlair/ Algunos más páginas web sobre James Maxwell: Universidad de St. Andrews: http://www-groups.dcs.st-andrews.ac.uk/ historia ~ / Mate , Lewis y William. Garnett La vida de James Clerk Maxwell Campbell. Londres: Macmillian y Cía 1882. Fishbane, Pablo, Gasiorowicz Stephen, Stephen y Thornton. Física para Científicos e Ingenieros: Segunda edición. Saddle River superior, New Jersey: Prentice Hall. 1996. Bibliografía: Clark, Ronald W., Einstein: La Vida y el Tiempo (1972); Einstein, Albert, Ideas y Opiniones (1954; [repr]. 1985), y Fuera de Mis años más Tarde, [rev]. [ed]. (1990); Hoffmann, Banesh, Albert Einstein: Creador y Rebelde (1973); Infeld, Leopold, Albert Einstein: Su Trabajo y Su Influencia en Nuestro Mundo (1950); Pais, Abraham, Sutil Es el Señor: La Ciencia y Vida de Albert Einstein (1982); Schilpp, Paul Arturo, [ed]., Albert Einstein: Philosopher-Scientist (1949); Seelig, Carl, Albert Einstein: Una Biografía documental (1956). Puedes conseguir más información sobre Einstein en Albert Einstein Online Traducido por: Alexander Velásquez.