revista electrónica leer, escribir y descubrir

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Florida International University
FIU Digital Commons
Revista Electrónica Leer, Escribir Y Descubrir
9-2015
Revista Electrónica Leer, Escribir Y Descubrir
Septiembre 2013 Vol 1 No 2
International Reading Association
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REVISTA
ELECTRÓNICA
LEER, ESCRIBIR Y DESCUBRIR
El contenido en este número es
el siguiente
ELDESARROLLODELPENSAMIENTOENELNIÑOPARA
ESCUCHAR,HABLAR,LEERYESCRIBIR
AngelaK.Salmon
LOSDOCENTESCOMOMEDIADORESDEL
CONOCIMIENTOCIENTÍFICOUTILIZANDOLA
LENGUAESCRITA
AdelinaArellano‐Osuna
El desarrollo del lenguaje en los primeros
cuatro años de vida: cómo favorecerlo desde la
cotidianidaddelespacioeducativo
I
JeannetteCerdasNúñezyMarielosMurillo
Septiembre 2015
Vol 1 No 2
ISSN 2309-0006
Revista Electrónica
Septiembre 2015
Vol 1 No 2
Revista El ectrónica
Leer, Escribir y Descubrir
POLÍTICA EDITORIAL
Leer Escribir y Descubrir
La Revista Electrónica Leer, Escribir y Descubrir (LED) se
publica dos veces al año por la Dirección de Comité
Latinoamericano para el Desarrollo de la lectura y la escritura.
La Revista Electrónica Leer, Escribir y Descubrir pública en
línea, artículos inéditos sobre lectura y escritura e
implicaciones educativas, en los idiomas: español y
portugués.
GUIA PARA AUTORES
Directora/ Editora
Adelina Arellano Osuna (Venezuela)
Editor /Revisor
Marta E. Sánchez G. (Costa Rica)
Oscar Martinez Alaniz (México)
Comité Latinoamericano para el
Desarrollo de la Lectura y la
Escritura
Diagramador/diseñador
Joseph Howard (EUA)
Vol 1 No 2 Septiembre 2013
La Revista Electrónica Leer, Escribir y Descubrir (LED) procura
seguir los estándares más altos de las revistas académicas
Sumario
electrónicas para asegurar la calidad de los artículos que
publica. Ello permitirá ser reconocida como una revista de
prestigio internacional la cual podrá ser seguida y utilizada
por las instituciones y profesionales más exigentes en
el
El desarrollo del pensamiento en el
educación
e informal, en el mundo hispanoparlante y
leer y formal
escribir
campo de la lectura, escritura y sus implicaciones en la
portugués parlante.
Angela K.
Salmon
El autor interesado debe enviar su trabajo a la dirección de la
Revista Electrónica Leer, Escribir y Descubrir que aparece a
continuación: [email protected]
Miembros del Consejo Editor
Ana Lupita Chávez (Costa Rica)
Silvana Gili (Brasil)
Liliana Montenegro (República
Dominicana)
Martha
Eugenia
Sánchez G. hablar,
niño
para
escuchar,
(Costa Rica)
Miriam Serech (Guatemala)
Daniel Tort (Uruguay)
Gaby Vallejo (Bolívia)
1 Rico)
Ruth Saéz Vega (Puerto
Miembros del Consejo Académico
Gilberto Alfaro (Costa Rica)
Aranda (Mexico)
Características psicométricas de un a Gilberto
rúbrica
para evaluar
Daniel Cassany (Barcelona España)
expresión escrita a nivel universitari o Alan Crawford (EUA)
Guia para autores está disponible aquí.
Invitamos a los educadores de todo el mundo para que utilicen
Carla Muñoz
Jorge Valenzuela
y divulguen, sin costo alguno, previa solicitud de permiso y
atribución propia, el contenido de esta publicación. Todas las
solicitudes deberán remitirlas a la dirección de la Revista.
Comité Latinoamericano para el desarrollo de la lectura
y la escritura. mailto:[email protected]
Maria de Famania (Panamá)
Yo landa López Franco (Panamá) 12
Kenneth Goodman (EUA)
Ye tta Goodman (EUA)
Amparo Clavijo Olarte (Colombia)
Angela Katiuska Salmon (Ecuador)
Berenice Carrera de Vallejos (Panamá)
José Villalobos (Venezuela)
Copyright © 2013 by the Comité Latinoamericano para el
desarrollo de la lectura y la escritura.
Revista
Leer, Escribir y Descubrir
Todos
losElectrónica
derechos reservados.
Septiembre 2015
2
Leer Escribir y Descubrir
Vol 1
No 2
Septiembre 2015
Sumario
El desarrollo del pensamiento en el niño para escuchar, hablar,
leer y escribir
Angela K. Salmon
2
Los Docentes como mediadores del conocimiento
científico utilizando la lengua escrita.
Adelina Arellano Osuna
13
El desarrollo del lenguaje en los primeros cuatro años de
vida: cómo favorecerlo desde la cotidianidad del espacio
educativo
Jeannette Cerdas Núñez y Marielos Murillo Rojas
21
El desarrollo del pensamiento en el
niño para escuchar, hablar, leer y
escribir
Angela K. Salmon
Mediante el uso de la técnica “Dibuja y Comparte” (Salmon & Lucas, 2011),
la
maestra pide a Nichole ─de cuatro años de edad─, que dibuje lo que significa
pensar. Una vez que la niña termina su dibujo la maestra le vuelve a preguntar: ¿Qué
es pensar?. Apuntando hacia su dibujo, Nichole responde: Pensar es cuando lees un
libro y piensas en algo que quieres, como estar en un lugar que tú quieres estar. Es
cuando puedes cerrar tus ojos e imaginar lo que quieras. Al terminarde dar esta
definición, la mente de Nichole parece trasladarse a otro lugar… La niña utiliza su
dedo índice para hacer dibujos en el aire.
Esta es una de las muchas historias que he visto a lo largo de mi investigación.
En ésta, como en muchas otras historias, se revela la estrecha relación que existe
entre pensamiento y lenguaje (Salmon & Lucas, 2011). La comprensión de la
conjugación de pensamiento y lenguaje es fundamental para entender los procesos
de construcción de significados, tanto al leer un texto como al expresarlo en forma
escrita. En el ejemplo anterior, Nichole nos manifiesta los procesos mentales que
ocurren en su mente ─imaginación─ cuando lee un libro. De igual manera, se ve una
estrecha relación con la escritura, cuando la niña traduce sus pensamientos en un
dibujo. Tanto el dibujo como la escritura son pensamientos impresos en papel.
Ritchhart & Perkins (2011) sostienen que cuando los niños hablan o escriben, ellos
profundizan su pensamiento.
Los maestros, como facilitadores de procesos cognitivos y de lectoescritura,
nos preguntamos: ¿Cómo cultivar lectores pensantes, escritores efectivos e
individuos que escuchen efectivamente? Después de trabajar en el aula de
Kindergarten y de constatar la estrecha relación que existe entre lenguaje y
pensamiento, he sentido la necesidad de saber cómo mantener a los estudiantes
cognitivamente curiosos; puesto que, cuando los niños sienten curiosidad de
conocer algo y de expresarse, tienen que recurrir necesariamente a la lectura y a la
escritura. Es así como tuve mi primer encuentro con el enfoque de «Pensamiento
Visible» desarrollado por investigadores del Proyecto Cero, de la Escuela de
2 Graduados de la Universidad de Harvard (Ritchhart & Perkins, 2011). Este enfoque,
basado en investigaciones, ha desarrollado una serie de estrategias que ponen al
descubierto el pensamiento. Así, he podido comprobar cómo el
pensamiento
promueve el lenguaje y éste se hace visible a través de la escritura. El niño, cuando
toma conciencia de su pensamiento, desarrolla funciones ejecutivas y teorías de la
mente. ¿Qué son las funciones ejecutivas y las teorías de la mente? Las funciones
ejecutivas consisten en tomar conciencia del pensamiento ─metacognición─ y la
autorregulación (Dawson & Guare, 2010), mientras que la teoría de la mente (Flavell,
et al, 1995) se relaciona con la capacidad de atribuir pensamientos e intenciones a
otras personas. Para cultivar lectores pensantes, escritores efectivos e individuos que
escuchan efectivamente es preciso entrar en la mente del individuo; es decir, conocer
las teorías de su mente y el uso de sus funciones ejecutivas.
Este manuscrito introduce al lector en el enfoque de Pensamiento Visible como
vía de entrada, en la que los niños hacen uso de sus funciones ejecutivas y de la
teoría de la mente, como elementos claves para el desarrollo de la lectura y la
escritura. Además, puede tener beneficios en estudiantes con necesidades
especiales y estudiantes de segunda lengua.
Lenguaje y Pensamiento
La estrecha relación existente entre pensamiento y lenguaje supone un estudio
profundo sobre cómo desafiar a los niños cognitivamente para que éstos tengan la
necesidad de recurrir al lenguaje oral y escrito para comunicarse. John Dewey (1910)
defiende la idea de que los maestros deben dar importancia al pensamiento en la
educación. Por otro lado, Goodman (2008), Smith (2004) y otros expertos enfatizan
en la importancia de procesos cognitivos que permitan al lector hacer conexiones de
conocimientos y experiencias previas para darle sentido a un texto y, de este modo,
lograr la comprensión o la escritura. Smith (2004), particularmente, sostiene que la
comprensión de la lectura involucra una serie de procesos cognitivos. Al leer y/o
escribir, no hay una zona específica del cerebro involucrada en la construcción de
significados, sino una serie de funciones cerebrales ─la visión, el oído, la memoria,
las emociones, etc.─ que se conectan.
Concentrar la atención en el pensamiento del niño resulta beneficioso en todos
los niños; sobre todo en aquellos que crecen en medios bilingües o que hablan una
segunda lengua, porque el pensamiento ocurre indistintamente y sin limitaciones, en
cualquiera que sea la lengua que hable el niño.
3 Pensamiento Visible
Pensamiento Visible es un enfoque, basado en investigaciones, que integra el
desarrollo del pensamiento en el niño a través de las distintas disciplinas. El
Pensamiento Visible crea disposiciones para pensar, entre otras: la curiosidad, la
comprensión y la creatividad. No se centra únicamente en las destrezas de
pensamiento, sino en las oportunidades para usar el pensamiento. Para David
Perkins, uno de los creadores de Pensamiento Visible, el aprendizaje es resultado del
pensamiento (1992). Esto nos lleva a concientizar la importancia de promover el
pensamiento en los estudiantes y hacerlo visible para que el estudiante entienda su
forma de aprender.
Para hablar de procesos cognitivos en el plano psicopedagógico es
conveniente partir de las siguientes preguntas: «¿Cómo piensan los niños? ¿Por qué
es importante enseñar a los niños a pensar? ¿Cómo se puede enseñar a pensar a los
niños? ¿Cómo el pensamiento promueve la lecto-escritura en los niños?». Nuestro
pensamiento es por naturaleza invisible para las personas que están a nuestro
alrededor. El Pensamiento Visible es una iniciativa que surge de investigaciones en
medios naturales, como el aula, con el fin de poner al descubierto el pensamiento de
las personas (Tishman & Perkins, 1997). El lenguaje, tanto oral como escrito, es el
medio más común para exteriorizar el pensamiento de las personas. Es por esto que
el estímulo cognitivo tiene tanta importancia para generar pensamiento y promover el
lenguaje en todos los niños y, sobre todo, en niños con necesidades especiales o que
aprenden en una segunda lengua. Ritchhart y Perkins (2008) proponen seis
características que hacen visible el pensamiento:
•
El aprendizaje es consecuencia del pensamiento.
•
El pensar bien no es solo asunto de destrezas, sino de
disposiciones o hábitos.
•
•
visible.
El desarrollo del pensamiento es un asunto social.
Para promover el pensamiento se requiere hacer el pensamiento
•
La cultura del salón de clase da el tono y la forma de lo que se
debe aprender.
•
Las escuelas deben ser culturas de pensamiento para las
escuelas; es decir, el maestro debe estar aprendiendo constantemente.
Para lograr hacer visible el pensamiento en el aula, es preciso crear culturas de
pensamiento; es decir, valorar el pensamiento y hacerlo visible. Para ello, Ritchhart
4 (2011) propone ocho fuerzas culturales que imprimen una cultura de pensamiento en
el aula. Estas fuerzas culturales son:
•
Expectativas: Se requiere que el maestro tenga altas expectativas
de que sus estudiantes utilicen el pensamiento para aprender, resolver
problemas, preguntarse, tener perspectivas, etc. Vygotsky (1978) dice que el
aprendizaje humano presupone una naturaleza social específica y un proceso
mediante el cual los niños accedan a la vida intelectual de aquellos que los
rodean.
•
Oportunidades: Las expectativas del maestro lo llevan a crear
oportunidades de aprendizaje en las que los niños pueden utilizar distintas
formas de pensar para comprender y aprender. Se dejan abiertas las puertas
hacia la curiosidad y el pensamiento.
•
Rutinas de pensamiento: Estas son estructuras de preguntas o
provocaciones que generan el pensamiento en el niño.
•
Lenguaje y conversaciones: Las interacciones entre el adulto y el
niño ponen al descubierto tanto las expectativas que el maestro tiene del niño
como la manera en que éste valora el pensamiento en su aula.
•
Modelar: La manera en que el maestro modela el pensamiento
marca la forma que tendrá la cultura en el salón de clase.
•
Interacciones y relaciones: Se refiere al discurso del maestro en el
aula; es decir, a sus interacciones con los estudiantes. Si el maestro demanda
algún tipo de pensamiento para resolver un problema, creará un diálogo
enfocado en el pensamiento.
•
Ambiente físico: Como dicen los maestros de las escuelas de
Reggio Emilia en Italia, el ambiente físico es otro maestro. El ambiente físico no
sólo revela la filosofía del maestro y cuánto valora el pensamiento, sino que
también pone al descubierto el trabajo de los niños y el respeto y valor al
pensamiento que ha dado forma a un trabajo.
•
Tiempo: El maestro crea oportunidades en las que los
puedan pensar. El maestro abre espacios para la reflexión.
niños
Las fuerzas culturales llevan, tanto al maestro como al estudiante,
a
profundizar textos y a exteriorizar el pensamiento. Las fuerzas culturales son
condiciones que permiten poner el pensamiento del niño al descubierto. Si
consideramos que la escritura es pensamiento en papel, el maestro ofrece, a través
5 de ésta, oportunidades para que el estudiante pueda manifestar su pensamiento y, a
la vez, crear conciencia sobre el mismo.
El Pensamiento Visible tiene tres elementos a practicarse en el aula: las rutinas
de pensamiento, la documentación y el grupo de estudio. Las rutinas de pensamiento
son preguntas o secuencias cuya meta es generar algún tipo de pensamiento en el
niño. Una vez que estas rutinas pongan al descubierto el pensamiento del niño, el
maestro lo documentará a través de videos, notas de conversaciones, artefactos
escritos, dibujos, etc. Finalmente, una vez recogida la documentación, los maestros
participarán de un grupo de estudio para analizar los tipos de pensamiento y sus
implicaciones en el aprendizaje. A continuación pongo a su disposición dos rutinas
de pensamiento: Ver/Pensar/Preguntarse y ¿Qué te hace decir eso? Luego, mostraré
un ejemplo ocurrido en un salón de clase que fue documentado en forma escrita para
ser analizado por un grupo de estudio.
Ver/Pensar/Preguntarse
Desarrolla la descripción, la interpretación y el cuestionamiento.
Objetivo de pensamiento:
Esta rutina motiva a los estudiantes a hacer observaciones cuidadosamente y a
desarrollar la curiosidad. Esta rutina permite el desarrollo del vocabulario a
través del lenguaje oral con sujetos y vocabulario de alta frecuencia.
¿Qué ves?
¿Qué piensas sobre lo que ves?
¿Qué te preguntas sobre lo que ves?
¿Qué te hace decir eso? ¿Qué pasa?¿Que ves que te hacer decir eso?
Permite razonar con evidencia e interpretar con justificación.
Objetivo de pensamiento: Ayuda a los niños a elaborar conceptos sobre algo
que saben o a construir explicaciones. . Ayuda a elaborar interpretaciones,
comprender alternativas y ver distintas perspectivas.
El siguiente ejemplo ilustra una actividad de clase en la que la maestra de niños de 4
años tenía como meta de comprensión que sus estudiantes aprecien otras culturas y
6 sus costumbres. Para esto, la maestra puso a disposición de los niños una pintura
titulada «La Curandera», de Carmen Lomas.
Maestra: First we will observe the image in silence. Take your time. (Primero vamos a
mantenernos en silencio y a observar la imagen. Tómense su tiempo…)
Maestra: What do you see? (¿Qué ven aquí?) (Enseñando la obra.)
José: A boy. (Un niño.)
Maestra: A boy. (Un niño.)
Paula: Una cosita así. (Dibujando una cruz en el aire).
Maestra: Una cruz, una T.¿Qué piensan?
José: He is sick. (Está enfermo.)
Maestra: You think he is sick? (¿Tú piensas que está enfermo?)
Manuel: Ahí se murió el niño Jesús.
Maestra: ¿Qué ves para que digas eso?
José: The boy has a cough (El niño está con tos.) Maestra: Can you hear? (¿Puedes
oír?) (Hace un gesto con el oído.)
Eliana: No, because it is not real. (No, porque no es real.)
María: No… It’s a girl. (Es una niña.)
Maestra: There is a discrepancy: Jose thinking that it is a boy and Mary thinks it is a
girl. That’s Okay, there’s no problem. (Aquí hay una discrepancia: José piensa que es
un niño y María piensa que es una niña. Está bien, no hay problema.)
Este es tan solo un segmento de dos o tres minutos. El ejemplo ilustra
claramente cómo la maestra pone en juego fuerzas culturales mientras ella utiliza las
rutinas Ver/Pensar/Preguntarse y ¿Qué te hace pensar eso? Para empezar es
evidente que ella tiene altas expectativas de las teorías y conexiones que los niños
pueden hacer al ver la imagen. La maestra inicia la actividad invitando a los niños a
tomarse su tiempo para que procesen lo que observan y lo compartan; es decir, ella
permite que el pensamiento sea visible a los demás a partir de la observación e
interpretación de una imagen. A medida que los niños interactúan, la maestra modela
el lenguaje del pensamiento preguntando a los niños qué es lo que piensan y qué les
hace pensar así. Por tanto, los niños tienen que proveer una evidencia de lo que
7 dicen. También se puede observar cómo a través de la rutina de pensamiento los
niños ofrecen ideas en el idioma de su preferencia y la maestra crea un andamiaje
para enriquecer el vocabulario en los dos idiomas. Esta manera de integrar a los
niños en la conversación genera un ambiente libre de errores; es decir que no hay
respuesta correcta o errónea, simplemente distintas perspectivas. Esto es poderoso
para los niños con necesidades especiales y niños que hablan una segunda lengua.
Además, se aprecia cómo la maestra ofrece a los niños la oportunidad de interactuar
y crear lo que Paul (2001) llama Pensamiento Dialogado. Este es tan solo un pequeño
ejemplo de cómo una rutina de pensamiento ayuda a los niños a escuchar,
interpretar, predecir, hacer conexiones y otras destrezas cognitivas esenciales para
comprender un texto.
Los investigadores de Proyecto Cero han desarrollado varias rutinas que son
magníficas para que los niños comprendan historias y las extiendan. Las rutinas
¿Qué te hace decir eso? Y Ver/Pensar/Preguntarse son muy útiles para libros con
ilustraciones. Con este tipo de rutinas, el maestro tiene la oportunidad de conocer lo
que saben sus estudiantes y, de este modo, identificar las zonas de desarrollo
próximo, que, de acuerdo con Vygotsky (1978) es la distancia que existe entre lo que
el niño sabe y lo que puede conocer con la ayudar de un adulto .
Hay muchas rutinas de pensamiento para diferentes metas de pensamiento
(Project Zero 2013). A continuación presento dos ejemplos más de rutinas de
pensamiento, para promover la comprensión de textos.
Círculo de punto de vista
Es una rutina para explorar diversas perspectivas.
Objetivo de pensamiento: Ayuda a considerar distintas perspectivas y a comprender
que la gente piensa y siente diferente.
Hacer una lluvia de ideas de las diferentes perspectivas y usar el siguiente
formato:
Estoy pensando en… (Tópico, libro, etc.)… desde el punto de vista de… (A quien ha
escogido.)
Yo pienso… (Describir el tópico desde el punto de vista… Adopte un personaje desde
su punto de vista…)
Resumir: ¿Qué nuevas ideas tiene sobre el tópico que no tenía antes? ¿Qué nuevas
preguntas tiene?
Encabezado/Título
8 Esta rutina captura la esencia de un tema.
Objetivo de pensamiento: Ayuda a los niños a mantener el foco y a establecer
conclusiones.
Esta idea surge de los encabezas del periódico. La rutina consiste en hacer la
pregunta:
Si tú tienes que escribir un título sobre el tema en discusión para capturar lo más
importante, ¿qué escribirías? Una segunda pregunta consistiría en: ¿Cómo ha
cambiado el encabezado y cómo se diferencia del primero?
Funciones Ejecutivas
El lóbulo frontal del cerebro ─también definido por Luria como el órgano de la
civilización (en Goldberg, 2001)─ es el que realiza las funciones más avanzadas y
complejas del cerebro. Estas funciones se conocen como funciones ejecutivas y
están directamente relacionadas con el desarrollo cognitivo.
Las funciones ejecutivas son un conjunto de procesos mentales que conectan
experiencias pasadas con acciones del presente y tienen relación con las funciones
cerebrales que ponen en marcha, organizan, integran y manejan otras funciones.
Para Horowitz (2007), las funciones ejecutivas tienen relación con las emociones o
motivaciones del individuo, y la habilidad de autocorregirse y pedir ayuda. Por otro
lado, las funciones ejecutivas permiten al ser humano buscar soluciones para los
problemas a través de la planificación, organización y autorregulación; también,
hacen que las personas sean capaces de medir las consecuencias de sus acciones a
corto y largo plazo, así como de calcular los resultados. Además, las funciones
ejecutivas permiten que las personas sean capaces de evaluar sus acciones, tanto en
el momento de llevarlas a cabo, como en el momento de hacer los ajustes
necesarios, en caso de no obtener el resultado deseado.
La función ejecutiva tiene que ver con la auto-regulación; es decir, la
responsabilidad que toma el lector para entender textos y expresarse. El niño, al
pensar como piensa, logra autorregularse y aprender a aprender. Al leer una historia,
el niño utiliza estrategias cognitivas que le permiten construir significados; por
ejemplo: formular conexiones, formar conceptos, hacer predicciones, etc.
Las funciones ejecutivas juegan un papel importante en el proceso de la
lectoescritura. Al leer, la persona tiene que sincronizar diferentes áreas del cerebro,
incluyendo aquellas que tienen que ver con las emociones y conocimientos previos
para construir significados (NPR, 2009; Smith, 2004). Al escribir, la persona tiene que
procesar su pensamiento con la ayuda de experiencias, emociones y acciones para
9 transmitir el mensaje deseado. Cuando escribe la persona tiene que planificar lo que
quiere comunicar y, además, debe autocorregirse; puesto que puede anticipar las
consecuencias o efectos de su mensaje en otras personas (Graham, et al., 2007). En
este sentido, la escritura requiere de autorregulación.
El ejemplo de Nichole, mencionado al inicio de este manuscrito, revela el uso
de la imaginación e imágenes mentales para construir significados. La niña, al estar
consciente de su proceso mental, adquiere conciencia de lo que ocurre en su mente
cuando lee un libro y, por ende, aprende a autorregularse. La autorregulación, de
acuerdo con Dawson & Guare (2010) está bajo las funciones ejecutivas que permiten
al individuo organizarse, y manejar sus emociones y su conducta.
Teoría de la Mente
La teoría del pensamiento hace conciencia sobre el hecho de que cada
persona piensa de modo distinto y nadie puede leer la mente de otra persona, sino a
través de sistemas de símbolos como la lectoescritura. La lectoescritura tiene como
función la comunicación. El niño, al desarrollar la teoría de la mente, toma conciencia
de que cada persona piensa diferente y, por ende, la escritura es la vía tanto para dar
a conocer a otros nuestro pensamiento como para acceder al pensamiento de otros.
Smith (2004) sostiene que no podemos hablar o escribir de modo competitivo si no
sabemos de qué queremos hablar o qué queremos dar a conocer a los demás. Por
su lado Calkins (1991), sostiene que es sumamente importante que los niños lean y
escriban por las mismas razones por las que los adultos leen y escriben; es decir,
para comunicarse, entretenerse y reír. La lectoescritura es uno de los mecanismos
con los que podemos conocer el pensamiento de los demás.
Los niños pequeños, cuyo pensamiento va más allá de conceptos concretos
que no pueden ser ilustrados con un dibujo, tienen la necesidad de utilizar la escritura
convencional para que los demás entiendan lo que quieren decir. Tal es el caso de
Daniel, otro niño de cuatro años, a quien también se le pidió que ilustrara su
concepto de lo que es pensar. Al describir su dibujo (Imagen 2), Daniel indica que se
vio en la necesidad de dibujar dos personas con la burbuja de conversación porque
nadie sabe lo que piensa la otra persona. Además, inserta una serie de garabatos
dentro de la burbuja y su explicación es que esas eran palabras escritas porque él
aún no sabe escribir convencionalmente. Esta conversación con Daniel es
sumamente reveladora, pues refleja la importancia de la teoría de la mente en el
proceso de la escritura.
10 Conclusiones
El lenguaje tiene dos funciones: La función receptiva ─escuchar y comprender
los mensajes, tanto orales como escritos─ y la expresiva ─aprender a hablar y usar
el lenguaje, tanto oral como escrito, para comunicarse─ (Sulzby & Teale, 1996). Por
lo tanto, en el desarrollo de la lectoescritura, los niños deben desarrollar destrezas de
lenguaje tales como escuchar, hablar, leer y escribir (Resnick & Snow, 2009). El
enfoque de Pensamiento Visible provee al maestro de una serie de herramientas
dentro del marco de una cultura de pensamiento donde los niños, al desarrollar
procesos mentales, tengan la oportunidad de ponerlos al descubierto ─lenguaje
expresivo─ y, así, lograr dar visibilidad al pensamiento. El enfoque, además, enfatiza
en el papel fundamental del adulto para establecer zonas de desarrollo próximo y el
andamiaje necesario para la lectoescritura. Las fuerzas culturales crean en el aula un
ambiente donde el estudiante tiene la disposición para ver el mundo desde varias
perspectivas ─teoría de la mente─, entender conceptos o ideas a profundidad,
comunicar ideas con evidencia, etc. El niño, con alta actividad cognitiva, se ve con la
necesidad buscar mecanismos de comunicación, siendo la escritura uno de los más
comunes y el dibujo en niños de edad pre-escolar. En cuanto a la lectura, cuando el
maestro prepara al niño a navegar en el mundo de un libro proveyéndole de
experiencias que le permiten hacer conexiones, le ayudará a entender un texto.
Rutinas como Ver/Pensar/Preguntarse utilizadas para introducir un libro a través de
su cubierta, por ejemplo, provocan en el niño la activación de conocimientos previos
y desarrolla la curiosidad por saber y predecir lo que puede ocurrir en el libro.
El Pensamiento Visible promueve el desarrollo de funciones ejecutivas que
permiten al conocerse a sí mismo, y por ende autorregularse; así el niño aprender a
aprender. El niño, cuando conoce su forma de pensar y resolver problemas, está más
apto para: hacer conexiones con experiencias previas, manejar sus emociones y
autocorregirse. A través de la lectura los niños logran construir significados que son
labrados a partir de su pensamiento.
De igual manera, al percatarse de que cada persona piensa diferente, o tiene
distintas teorías de la mente, el niño siente la necesidad de escribir para dar a otros a
conocer sus pensamientos y, por otro lado, accede al pensamiento de los demás a
través de sus textos. En conclusión, es imprescindible nutrir el pensamiento el niño
como precursor del desarrollo de lenguaje tanto oral como escrito. Vygotsky (1978)
sostiene que el aprendizaje humano presupone una naturaleza social específica y un
proceso mediante el cual los niños accedan a la vida intelectual de aquellos que los
rodean. Para esto, Ritchhart & Perkins (2008) proponen la creación de culturas de
pensamiento en el aula, las mismas que se dan cuando las fuerzas culturales están
presentes.
11 Referencias Bibliográficas
Calkins, Lucy McCormick. 1991. Living Between the Lines. Portsmouth, N.H.:
Heinemann. Dawson, P., & Guare, R. (2010). Executive skills in children and
adolescents. New York, NY: Guilford Press.
Dewey, J. (1910). How We Think. Boston. D.C. Heath & Co, Publishers.
Flavell, J. Green, F., Flavell, E. (1995). Children’s knowledge about thinking. In Harris,
P., & Wilde, J.. Monographs of the Society for Research in Child Development,
1995, 60(1,Serial No. 243).
Graham, St., Harris, K., & Olinghouse, N. (2007). Addressing executive function
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practice. New York: Guilford Press.
Goldberg, E. (2001). The executive brain: Frontal lobes and the civilized mind. New
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Goodman, K. S. (1967). Reading: A psycholinguistic guessing game. Journal of the
Reading Specialist, 6, 126-135.
Paul, R. (2001). Dialogic and dialectical thinking. In Costa, A. (Ed.) (2001). Developing
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Virginia. ASCD.
Perkins, D. (1992). Smart Schools: From Training Memories to Educating Minds. New
York. Free Press.
Resnick, L. & Snow, C. (2009). Speaking and listening for preschool through third
grade (revised ed.). Washington, DC: New Standards.
Ritchhart, R. & Perkins, D. N. (2008). Making thinking visible. Educational Leadership,
65 (5), 57-61.
Ritchhart, R. Church, M. & Morrison, K. (2011). Making Thinking Visible: How to
promote engagement, understanding, and independence for all learners. San
Francisco, Jossey-Bass.
Salmon, A., & Lucas, T. (2011). Exploring young children’s conceptions about thinking.
Journal of Research in Childhood Education. 25, 4, 364-375
Smith, F. (2004). Understanding reading. Mahwah, N.J.: L. Erlbaum Associates.
•
Visible Thinking Website http://pzweb.harvard.edu/vt/
VisibleThinking_html_files/VisibleThinking1.html
Sulzby, E., & Teale, W. (1996). Emergent literacy. In R. Barr, M.L. Kamil, P.B.
Mosenthal, & P.D. Pearson (Eds.), Handbook of reading research(Vol. 2, pp.
727-757). Mahway, NH: Lawrence Erlbaum.
Vygotsky, L. (1978). Mind in Society: The Development of Psychological Processes:
Cambridge, MA: Harvard University Press.
12 Los Docentes como mediadores del
conocimiento científico utilizando la
lengua escrita
Adelina Arellano Osuna
Desde tiempos remotos, se ha recomendado que, el papel del educador sea
dedicarse a hacer que los aprendices establezcan las mejores relaciones entre ellos
como un experto y, sus alumnos, como los aprendices, realizando juntos un trabajo
de cooperación e intercambio. Así el que aprende estará al lado de un experto
haciendo y deshaciendo conocimientos, mientras es mediado por quien conoce
mejor el objeto de conocimiento confrontado. Esta manera de aprender de otros es,
quizás, la manera más antigua de aprender en diferentes culturas alrededor del
mundo y tal vez, la única manera de aprender en las sociedades más antiguas. Con
la invención de la escritura la tarea de los educadores sufrió un cambio significativo,
ya que grandes cantidades de conocimiento se almacenaban codificadas. El poder
tener acceso a esta información sólo era posible por medio de la apropiación de la
lengua escrita como cultura letrada funcionando bajo los canónes del código de
representación. Así pues, observamos como todas las culturas alfabetizadas
inventaron formas educativas para codificar y descodificar el conocimiento. El
problema ha surgido porque pese a las presunciones sostenidas por algunos, en el
sentido de que una vez adquirido el códig, las personas serían capaces de encontrar
el conocimiento, su postulado no resultó tan fácil en la práctica. Esto se debe, en
gran parte a que, muchas de las complejidades de los sistemas de representación
codificadas, en nuestro caso alfabéticamente, no se resuelven por simple
reconocimiento y uso del código. Ello implica el conocimiento de la cultura letrada
para con ese conocimiento, alcanzar la comprensión de aquello que se ha
almacenado y posteriormente, aprenderlo. Esto es tan cierto, que desde los
tiempos del sabio filósofo Platón, se nos recordaba esta complejidad del proceso
de apropiación del conocimiento por medios escritos, cuando decía que, sería tonto
pensar que, lo escrito por alguien, necesariamente sería lo exactamente
comprendido por los demás.
Por otra parte, El concepto de educar que surge de esta idea de acumulación
del conocimiento codificado y almacenado, convirtió a los educadores
en
13 transmisores de información que en los sistemas educativos se organizaron en
bloques de conocimientos separados en disciplinas tales como, historia, ciencia,
matemáticas, estudios sociales, literatura y otros. La demostración de conocer sus
contenidos era la prueba de haberse educado. En consecuencia, sería muy simple
pensar que la familiaridad con estas formas del conocimiento perfilarían a los
educados. Quizás, no sólo Jean-Jacques Russeau sino también Jean Piaget, veían a
la mente humana como un órgano psicológico, con sus propias rutinas de desarrollo
que son, en cierta medida, independientes de las formas particulares del contenido
que se desea aprender. Si analizamos cuidadosamente estos planteamientos,
resultaría significativo decir que, los maestros deberían dedicarse a la tarea de
apoyar con su trabajo el proceso de desarrollo interior de sus alumnos, permitiendo
así, el desarrollo de su mente también.
En el trabajo que hoy nos ocupa, comenzaremos por exponer algunas ideas que
orientan nuestra propuesta pedagógica en el aprendizaje de la ciencia en general, en
un ambiente escolar de la escuela de hoy, donde la enseñanza de los conocimientos
científicos exige una reflexión profunda por parte de los educadores de este siglo.
Enseñanza/Aprendizaje de la Ciencia
¿Cómo se realiza? Los alumnos trabajan con materiales desconocidos y así se
van respondiendo las interrogantes planteadas, ¿Cómo ocurre? . Esta curiosidad
natural y la exploración del mundo que los rodea ha permitido que por lo general,
llamemos a los niños “científicos por naturaleza”. En realidad, éstas son las
verdaderas interrogantes de investigación que se plantearían los científicos. La
curiosidad que sienten los niños por conocer cómo funcionan las cosas en el mundo
real, es lo que hace que ellos se sumerjan en la ciencia de una manera natural, con
una tendencia a observar y razonar como herramientas muy efectivas que todos
ellos traen consigo a una sala de clase para el aprendizaje de la ciencia. Pero existe
una gran diferencia entre la observación casual y el razonamiento en el cual ellos se
comprometen de una manera más organizada y disciplinada tal y como, lo haría un
científico.¿Cómo podemos ayudar a los alumnos para que desarrollen
el
pensamiento científico?.¿Cómo hacer que se interesen en el conocimiento de la
ciencia? estos tipos de razonamiento requieren de una serie de herramientas de
observación y medida de estándares de evidencias, así como, de valores y creencias
subyacentes a la producción del conocimiento. Hoy reconocemos que los alumnos
no tienen mayores problemas para alcanzar el desarrollo de este conocimiento en
una sala de clase.
Vygostky (1997) enfatizó la importancia del aprendizaje de los conceptos
científicos y no exclusivamente, el aprendizaje verbal de los hechos conceptuales.
Lo cual se ha considerado como una de las metas en la enseñanza contemporánea
14 de la ciencia. En la enseñanza tradicional los maestros exigen a los alumnos que
memoricen las reglas científicas, conceptos, definiciones o teoremas. A esto se
agrega que, la adquisición del conocimiento verbal no demuestra ni
resuelve
problemas relacionados con el aprendizaje de la ciencia.
Investigaciones realizadas en Rusia por ejemplo, demostraron Davydov (1990)
que la memorización de las características mas importantes de los mamíferos, aves y
peces, en la escuela elemental, cuando clasificaban animales se refería a las
características superficiales de estos animales y no a la de los
conceptos
memorizados. Por ejemplo, asociaban la ballena con la clase de peces.
Investigadores (Davydov, 1990; Galperin, 1969; Talysina, 1981) apoyaron los
planteamientos de Vygotsky relacionados con el conocimiento científico como el
mediador más importante para pensar y resolver problemas de distinto índole en este
campo del conocimiento. Enfatizando que los conceptos científicos cumplen este
papel mediador siempre y cuando el alumno desarrolle procedimientos relevantes.
Leontiev (1983) señalaba que “que para que un niño desarrollara niveles altos de
generalización, es decir, un concepto, es necesario que también desarrolle, un
sistema de operaciones psicológicas que, sean relevantes a estas generalizaciones
de altísimo nivel.
Vygotsky recomendaba que no viéramos a la educación como la construcción
de superestructuras construidas sobre las bases psicológicas, sino que le diéramos a
la educación la importancia que ella representa para la formación de estas bases
psicológicas del conocimiento científico.
Esta conceptuación cambiaría la visión piagetiana en donde el trabajo del
educador consiste en acomodarse a un modelo de desarrollo psicológico para sus
alumnos.
Kozulin (1998) señala que la educación formal de países desarrollados y
aquellos en vías de desarrollo, pertenece a grupos sociales expuestos a una amplia
gama de herramientas simbólicas que no sólo resultan indispensables como
herramientas cognitivas sino también, como una manera de extender formalmente la
realidad del individuo moderno.
Para muchos educadores e investigadores la pregunta crucial puede ser la de
encontrar la mejor manera de enseñar. La respuesta vendría dada por identificar
cuáles serían los métodos de instrucción dignos de su práctica pedagógica, algunos
se orientarían por el aprendizaje como descubrimiento, otros, en forma de
cooperación y quizás hasta llegar a plantearse el uso de las nuevas tecnologías. Sin
embargo, para Vygotsky, la pregunta ¿Cómo enseñar? sería secundaria y no la más
15 importante. Una combinación del conocimiento científico y procedimientos
relevantes para lograrlo si nos conduciría a lograr la meta de educar.
La adquisición del aprendizaje de conceptos espontáneos o aprendizaje
empírico y del aprendizaje científico, es el resultado de dos tipos de aprendizaje muy
bien diferenciados. El aprendizaje empírico se basa en la comparación que realizan
los aprendices de objetos diferentes, identificando sus características más
sobresalientes y formulando sobre estas bases un concepto general acerca de este
objeto o evento. Esta estrategia opera en la medida en que los objetos o eventos de
conocimiento reflejan sus características significantes esenciales. Por ejemplo, el
conocimiento del color amarillo en los niños lo desarrollarían por esta vía. Sin
embargo, su estrategia no funcionaría si las características más destacadas de la
clase de objetos con las cuales el niño está trabajando no son las características
comunes de todos los objetos de esta clase. Así vemos por ejemplo que, los
preescolares responden pensando que por ser objetos pequeños una aguja, un
alfiler y una monedita, éstos se hunden concluyendo erróneamente que todos los
objetos pequeños se hunden. El que sean pequeños los une en una característica
sobresaliente a una aguja, un alfiler y una monedita, pero no podríamos decir que
sólo por su tamaño los agruparíamos para generalizar y decir que, todos los
objetos pequeños se hunden.
Existen muchas interpretaciones equivocadas de lo que representa el
conocimiento empírico en la educación formal. En las escuelas que
hemos
denominado “tradicionales” la enseñanza, por lo general, promueve el aprendizaje
empírico. A los estudiantes se les enseña el aprendizaje memorístico y definiciones
verbales del conocimiento científico en vez de enseñarles el verdadero conocimiento
científico,. Es decir, la combinación del conocimiento conceptual y de procedimiento
en un campo de conocimiento determinado. Generalmente, las memorizaciones
vienen cargadas de actividades sin sentido para quien aprende y lo aprendido no les
permite flexibilidad suficiente para resolver problemas. Estas prácticas llevan a los
alumnos a tener que desarrollar sus propios conceptos espontáneos y
procedimientos relevantes para resolver problemas de la disciplina estudiada. El
aprendizaje empírico , refleja los intentos del aprendiz para compensar
las
deficiencias de la enseñanza tradicional en la escuela, descubriendo por ellos
mismos el conocimiento científico que no se les ha enseñado en la escuela. En la
mayoría de los casos estos intentos fracasan llevando a los alumnos a desarrollar los
conceptos espontáneos y no los científicos. Es por esto, que los estudiosos y
seguidores de las investigaciones de Vygotsky, afirman que el conocimiento científico
debe enseñarse por instrucción directa en la escuela y no dejar a los alumnos solos
para que, lo descubran por si mismos. Todo este planteamiento los llevó a
recomendar la enseñanza del aprendizaje teórico el cual consiste en la adquisición
16 de métodos de análisis científico de objetos o eventos de distintos campos del
saber. Cada uno de estos métodos consiste en seleccionar las características
esenciales de objetos o eventos de una determinada clase y presentar estas
características en modelos de forma simbólica y de representación gráfica. Los
maestros enseñan métodos de análisis científico que sus alumnos deben aprender e
internalizar mientras los usan. Los métodos luego servirán como herramientas
cognitivas para mediar en la resolución de problemas más adelante.
El conocimiento de los conceptos científicos debe orientarse hacia la reflexión
como una habilidad humana básica para considerar las metas, motivos no sólo por
medios propios, sino también, por los de otros, dentro de sus acciones y maneras
de pensar. A algunas facetas de este proceso mental es lo que también se ha
denominado metacognición. Es decir, no sólo mi manera de ver las cosas es la
valida, existen otras maneras de verlas que poseen las demás personas. Otra
capacidad humana dentro de la reflexión es la comprensión de sus limitaciones para
encontrar maneras de superarlas o encontrar salidas. La introspección forma parte
de esta importante capacidad humana. El poder de cambio personal y poder
trascender las limitaciones es otro elemento de la capacidad humana para la
reflexión. Estas serían capacidades muy elaboradas de comprensión, las cuales,
generalmente no se alcanzan en la escuela. Son muy pocos los adultos o
adolescentes que llegan a manifestar sus habilidades reflexivas de alto nivel en un
ambiente escolar. Lograr desarrollar estas habilidades de reflexión en la escuela sería
uno de los retos planteados para el educador de hoy. Si a los alumnos se les apoya
para que alcancen a descubrir lo que aquellos alumnos más talentosos son capaces
de hacer por si mismos, entonces, esta capacidad de aprendizaje no sería sólo
privilegio de unos pocos, sino que todos los educandos usarían la reflexión como la
capacidad para distinguir entre lo conocido y aquello por conocer y cuando se
hipotetiza sobre lo desconocido ser capaz de razonar con acciones propias
incluyendo las opiniones de los compañeros. El aprendizaje se convertirá, entonces,
en relevante y sistemático si a lo planteado anteriormente, al mismo tiempo,
desarrolla la capacidad de reflexión para hacerse preguntas, negándose a aceptar
evidencias sin respaldo alguno y siempre buscando para comprobar en una gama de
puntos de vista como manifestaciones de conducta aprendida.
Si seguimos los planteamientos de Davydov (1990) los alumnos podrían
descubrir el método general para resolver problemas por medio de actividades con
objetos manipulables o reales, experimentos con el objeto de conocimiento y
expresando sus descubrimientos en un modelo o esquema que represente el
concepto general. De esta manera lograrían deducir el campo de conocimiento
estudiado a partir de un concepto inicial o embrionario. Así se desplazan de lo
general a lo particular mientras se basan en el modelo estudiado. Esta forma de ver el
17 aprendizaje nos remite a una metáfora relevante como seria si viéramos a la semilla
como la promesa del futuro de un árbol. El árbol ya desarrollado, está bien
estructurado y, es un sistema altamente desarrollado. Mientras que la semilla
formaparte de la riqueza, complejidad e integridad de su organización. El educador,
podría, entonces, comenzar por presentar los nuevos conceptos partiendo de lo
general, basándose en su conocimiento previo, es decir, todo lo ya aprendido y
almacenado que traen consigo sus alumnos, al salón de clase. Los educadores que
partirían de conceptos iniciales tomarían en consideración dos suposiciones
epistemológicas. La primera, el concepto como un esquema mental de acción es
uno ya realizado (verbal o esquemáticamente) y reconstruye esta acción; y 2) los
signos, esquemas y símbolos sirven como mediadores entre la acción y su
esquema mental. Según Arievitch y Stetsenko (2000) Los modelos internalizados por
los aprendices, se convierten en herramientas muy poderosas cambiando
cualitativamente la manera de ver ellos las cosas, el pensamiento acerca de éstas y
cómo operan en un campo determinado. De hecho, desplazan el desarrollo cognitivo
de los alumnos a un nuevo nivel de desarrollo cognitivo, que en la mayoría de los
casos es de alto nivel. En un segundo plano, influye en el desarrollo de las
habilidades de reflexión dentro de los alumnos en una sala de clase. La colaboración
entre pares es también una condición para que las habilidades cognitivas de reflexión
ocurran. Las interacciones que ocurren entre el docente y sus alumnos serían el
prerrequisito para iniciar al alumno en la actividad de aprendizaje. Recordando que la
zona de desarrollo próximo se construye mediante las interacciones entre el que
aprende y su par más capaz, sin olvidarnos del rol del docente como mediador y
que sus aportes en las interacciones con sus alumnos también, son necesarias.
Las reflexiones son indispensables para desarrollar los conceptos generales,
mientras que para los conceptos cotidianos no se requieren. No se podría trabajar
con conceptos generales sin tomar en consideración las limitaciones que
implica aplicarlos. Nadie adquiere un concepto general sin la consideración de los
límites de lo que sabe y comprende. Los conceptos cotidianos y sus habilidades
respectivamente se adquieren por observación de modelos. La condición radicaría
en que un experto modele ante el aprendiz. Sin embargo, para los conceptos
generales aun no se ha determinado claramente cómo ocurre su adquisición,
aunque se cree que se aprenden en cooperación, especialmente, por observación
y comprobación. La observación no abarca la formulación de hipótesis y
cuestionamiento acerca de lo desconocido o de las realidades contradictorias
existentes. Lo que si sabemos por investigaciones realizadas sobre este tema es
que los alumnos deben trabajar con grupos y no en forma individual para poder
lograr que, los alumnos reflexionen sobre su método como aprendices.
(Zuckerman, 1994). Mientras los alumnos trabajan en grupo desarrollan los
conceptos generales, ya que la confrontación de diferentes puntos de vista entre
18 ellos les permite moverse desde su nivel de conocimiento a otro mas avanzado por
medio de un enfoque más elaborado.
No es sólo la participación con los compañeros más capaces, sino también
con los menos capaces lo que contribuye al desarrollo de la iniciativa de los
aprendices en colaboración.
El proceso de apropiación de las herramientas psicológicas es diferente de los
procesos de adquisición de los contenidos de aprendizaje. Aunque los contenidos de
las materias por lo general, evidencian realidades empíricas con las cuales los
educandos se familiarizan en sus rutinas, las herramientas psicológicas sólo se
aprenderán mediante la instrucción directa y formal de las mismas. Aprender a ubicar
en un mapa dónde están situados los ríos mas importantes de una ciudad en
particular requiere un paradigma de aprendizaje diferente al requerido para nombrar
o ubicarlos en ese mismo mapa. Este paradigma de aprendizaje requiere a) de un
proceso de aprendizaje explícito y no espontáneo; b) aprendizaje sistemático de las
herramientas simbólicas debido a su propia organización sistemática, c) énfasis en la
naturaleza generalizada de las herramientas simbólicas y su respectiva utilización.
Las herramientas simbólicas sólo cumplirán su cometido si se apropian e
internalizan como un instrumento generalizado, es decir, un instrumento psicológico
capaz de organizar el conocimiento individual y el aprendizaje de las funciones en
diferentes contextos mientras se utilizan para realizar distintas tareas. De aquí la
importancia necesaria para lograr que los alumnos alcancen su desarrollo máximo
con el fin de resolver problemas, especialmente, aquellos relacionados con el
aprendizaje de las ciencias.
19 Referencias Bibliográficas
Bibliografía.
Arievitch, I.M., y Stentsenko, A. (2000). The quality of cultural tools and cognitive
development: Galperin’s perspectives and its implications . Human Development, 43,69-92.
Davydov, V.V. (1990). Types of Generalization in instruction. Reston, VA: NationalCouncil of
Teachers of Mathematics.
Galperin, P.Y. (1969). Stages in the development of mental acts. In M. Cole & I. Maltzman
(Eds.), A handbook of contemporary Societ psychology (pp. 34-61). New York: Basic
Books.
Kozulin, Alex (1998). Psychological tools: A sociocultural approach to education. Cambridge,
MA: Harvard University Press.
Talysina, N. F. (1981). The psychology of learning. Moscow: Progress.
Vygostky (1997). The collected works of Vygotsky. Vol.4. The History of the Development
of Higher Mental Functions (R.W.Reiber, M.J.Hall, & J. Glick, Eds.).New York: Plenum
Press.
20 El desarrollo del lenguaje en los primeros cuatro años de vida: cómo favorecerlo
desde la cotidianidad del espacio educativo
Jeannette Cerdas Núñez
Marielos Murillo Rojas
1. Introducción
De acuerdo con Tomasello (2003) los niños alrededor del año se acercan al proceso de
adquisición del lenguaje equipados de dos habilidades cognitivas: la intención de lectura dimensión funcional- y la búsqueda de patrones –dimensión gramatical-. La intención de lectura
se refiere a la capacidad que posee el niño para discernir las intenciones del hablante cuando
utiliza las convenciones lingüísticas para fines socio-comunicativos y luego aprender esas
convenciones culturales. Los patrones gramaticales emergen a partir de la comprensión e
interacción con el contexto; en un primer momento el niño produce holofrases, más adelante
combinaciones de dos palabras hasta llegar a construcciones con un alto grado de abstracción.
Si bien existen diferentes teorías sobre la adquisición del lenguaje (innatista, biológica,
constructivista, sociológica, interaccionista y sociofuncional), dados los objetivos del presente
artículo nos acogemos al enfoque socio-pragmático, según el cual los eventos comunicativos,
los espacios de interacción, lo que se desea comunicar y las intenciones de los participantes en
el acto comunicativo, son fundamentales en los procesos de expresión y comprensión
textuales.
En este contexto los espacios educativos constituyen una gran oportunidad para favorecer el
desarrollo del lenguaje, a partir del conocimiento sobre la adquisición de la lengua, la
caracterización evolutiva de cada componente del lenguaje, la descripción de las propósitos
educativos desde una perspectiva desarrollista, al igual que del conocimiento de algunas
particularidades básicas del sistema nervioso de los niños que deben contemplarse en una
rutina diaria y en la programación lingüística curricular.
21 A partir de lo indicado anteriormente, se pretende ofrecer una propuesta didáctica para
transversalizar la estimulación del lenguaje de los niños desde el nacimiento a los 4 años de
edad, en la cotidianeidad del espacio educativo. Esta propuesta didáctica se alimenta también
de la experiencia acumulada en los procesos de observación y práctica profesional realizados
por estudiantes y docentes de la carrera de Educación Preescolar de la Universidad de Costa
Rica, de los lineamientos propuestos en el Programa de Estudio del Ciclo Materno Infantil del
Ministerio de Educación Pública de Costa Rica (MEP, 2000) y con los aportes de la especialista
argentina en Educación Inicial, Laura Pitluk (2007).
La adquisición y el aprendizaje del lenguaje de los niños desde el nacimiento a los
cuatro años de edad
Con el propósito de realizar un acercamiento a los procesos de adquisición y aprendizaje de la
lengua materna en niños menores de cuatro años se sintetizan los principales hitos que
permiten responder a la pregunta ¿cómo aprenden los niños una lengua?
Tal como plantea Aguado (2000) la adquisición de la lengua es “un trabajo compartido entre el
niño y el adulto, pero es un trabajo de sol a sol” (p.19). Por tanto, se considera para esta
exposición al niño y la caracterización de su desarrollo comunicativo y lingüístico, el entorno
familiar y su influencia en el desarrollo del lenguaje y la institución educativa como parte del
input lingüístico.
Para Tomasello (1995) en el proceso de adquisición del lenguaje se da una compleja
interacción entre la herencia genética, la maduración biológica, el desarrollo cognitivo y la
relación con el medio socioafectivo; dicho de otra manera, la capacidad para adquirir
el
lenguaje está dada por la presencia de un cerebro que madura articulado con las interacciones
sociales en las que se utiliza el lenguaje.
Estos autores adjudican un rol activo al niño y al adulto en el proceso de adquisición del
lenguaje: el ambiente influye en el niño, el niño modifica el ambiente y el adulto introduce reglas
lingüísticas y conceptos nuevos.
Unido a lo señalado y siguiendo los aportes del campo de las neurociencias “se sabe que el
desarrollo del cerebro antes del primer año de vida es mucho más rápido y extenso de lo que
se conocía y creía y que es más sensible a los factores del ambiente de lo que antes se
22 reconocía” (Martínez Mendoza:19).
En consecuencia, es obvio que la etapa prelingüística, primer año de vida, cumple un papel
fundamental en la adquisición del lenguaje, en la cual aporta tanto el niño como el adulto.
Etapa prelingüística
Aguado (2000) diferencia en la etapa prelingüística cuatro elementos integrantes y
entrelazados: 1) desarrollo perceptivo, 2) desarrollo cognitivo, 3) afectividad y 3) formatos y
primeras interacciones (dimensión funcional), separados únicamente para
23 efectos
metodológicos. El niño posee diferentes mecanismos genéticos para captar distintas
sensaciones en función de su supervivencia, dicho de otra manera, el bebé humano nace
predirigido a la interacción social, aspecto básico para entender la adquisición del lenguaje.
La percepción visual y auditiva y la coordinación entre ambas cumplen roles fundamentales
asociados con el
reconocimiento de
rostros y voces de
los cuidadores del
niño,
fundamentalmente de la madre.
Los procesos cognitivos que emergen durante el primer año de vida y su relación con el
lenguaje surgen a partir de la creación compartida de estructuras operativas que afloran en un
mundo de seres comunicantes, cuyo perfeccionamiento se consigue mediante la interacción
social.
Las facultades cognitivas que predisponen la adquisición del lenguaje son la atención selectiva,
las actividades dirigidas a un objetivo, la sistematicidad y la abstracción. La atención selectiva
se manifiesta desde el nacimiento, ya que el niño muestra predilección hacia la voz y el rostro
humanos, simultáneamente las madres responden a los movimientos, gestos, llanto, etc. del
niño con lenguaje y miradas, estos comportamientos forman parte de un diálogo a partir del
cual se desarrollan los intercambios comunicativos. Las actividades dirigidas a un objetivo
comienzan desde muy temprano cuando los niños utilizan los medios que tienen disponibles
para lograr fines (chupar, mover la cabeza, fijar la mirada, etc.), a los cuales la madre les otorga
intencionalidad y significado.
La siguiente facultad cognitiva es la sistematicidad con la que se organiza la actividad del niño
en situaciones frecuentes y repetidas; el niño aprende el orden en que se producen los
acontecimientos y emite vocalizaciones para obtener el resultado deseado, de esta manera
forma esquemas anticipatorios de las acciones y palabras y simultáneamente aprende a inferir
intenciones.
La otra facultad cognitiva, propuesta por Bruner, es la abstracción, la cual se manifiesta con la
sistematicidad de las actividades cognitivas del niño. Dicho de otra forma se define como las
reglas que gobiernan el mundo perceptivo del bebé y estructuran las acciones del niño en
búsqueda de objetos permanentes y de pronósticos seguros.
En fin, el niño posee una capacidad cognitiva general que da soporte a la creación de los
intercambios comunicativos con el adulto y le permite crear relaciones con el mundo de los
24 objetos y acontecimientos, de esta manera se va apropiando de los sistemas simbólicos y las
herramientas necesarias para la adquisición del lenguaje.
El tercer componente de la etapa prelingüística, según Aguado es la afectividad, elemento que
va más allá del repertorio de conductas afectivas que posee el niño al nacer y le permite
expresar
sus necesidades
básicas,
relacionadas
con la alimentación. Las formas
comunicativas del bebé suponen la percepción, desde muy temprano, de un entorno humano
social con intenciones y capaz de interpretar sus necesidades. La madre hace lectura de los
estados y expresiones del niño y responde creando un sistema afectivo de comunicación. Este
sistema permite la interpretación de gritos, llantos, vocalizaciones, para las que el adulto habrá
propuesto qué quiere que signifiquen. Una de las características más notables de este sistema
de comunicación es el empleo por parte de los padres de una entonación universal
(característica del habla infantilizada) cuya función es facilitar el acceso a las palabras, el
mantenimiento de la atención y de las respuestas emocionales.
El último aspecto, formatos y primeras interacciones, corresponde a la dimensión funcional del
lenguaje. El concepto de formato es un legado teórico de Bruner, quien lo define como “una
pauta de interacción estandarizada e inicialmente microscópica, entre un adulto y un niño, que
contiene roles demarcados que finalmente se convierten en reversibles” (Aguado, 2000:35); es
el procedimiento comunicativo más eficaz que crea el adulto y el niño antes del surgimiento del
lenguaje. Los formatos se construyen en un proceso interactivo de dos pasos básicos: 1) la
madre, a partir de un contexto cognitivo supuesto, se dirige al niño como si el recién nacido
tuviera creencias, intenciones y deseos, 2) el lenguaje del adulto se dirige hacia el mundo
mental del niño y da por supuesto que el niño hace lo mismo; estos dos acontecimientos
repetidos permitirán la anticipación de uno u otro elemento de la rutina y con ello de la
construcción en la mente del niño de supuestos reales sobre el mundo interior del otro, sus
intenciones y deseos. Esta percepción de intenciones es de vital importancia en la adquisición
del lenguaje, pues hace posible que el niño entienda qué hay detrás de las palabras y con ello
se inicia la construcción de significados.
En suma, el niño con un año de vida sabe muchas cosas acerca del lenguaje antes de producir
textos orales.
25 Etapa lingüística
Al iniciar el segundo año de vida emerge la palabra, el input lingüístico se impone y el papel de
las interacciones sociales es cada vez más trascendental.
El proceso de adquisición de la lengua ha sido objeto de estudio desde diferentes
planteamientos teóricos que tratan de responder a diferentes cuestionamientos: ¿cómo
adquiere el niño el repertorio de sonidos de su lengua?, ¿cuál es el modo en que los niños
localizan las palabras?, ¿cuánto puede comprender un niño que se encuentra en la etapa
holofrástica?, entre muchas otras. Las respuestas se dan desde diversas teorías y enfoques:
innatismo (Chomsky), biológica (Lenneberg), constructivismo (Piaget), sociológica (Halliday),
interaccionismo (Vygotsky) y sociofuncional (Bruner, Tomasello). Para efectos del presente
artículo se asumirá una posición sociofuncional e interaccionista, en la que los contextos
biológico, social, cultural y lingüístico son vitales en el proceso de adquisición de la lengua
materna.
Desde la aproximación que se eligen los entornos comunicativos, el contexto, la cultura, la
educación y la colaboración de los adultos abren, en términos de Vygostky, una zona de
desarrollo que deberá transitar el infante para crecer en compañía del adulto, quien valora el
nivel real del niño y lo proyecta hacia uno potencial. Este espacio denominado zona de
desarrollo próximo (ZDP) se define como “la distancia entre el nivel real de desarrollo,
determinado por la capacidad de resolver independientemente un problema, y el nivel de
desarrollo potencial, determinado a través de la resolución de un problema bajo la guía de un
adulto o en colaboración con otro compañero más capaz” (Vygotsky, citado por Signoret,
2002:321). En este proceso Vygotsky propone partir del conocimiento cotidiano del niño y
ampliarlo en cada etapa retomando los conocimientos previos.
El concepto de ZDP lo toma Bruner, lo estudia y enfatiza en las interacciones madre-niño y crea
el concepto de andamiaje, que sería un Sistema de apoyo para la adquisición del lenguaje
(SAAL), en el cual se le da prioridad a la pragmática antes que a otros niveles lingüísticos. “De
esta manera, las unidades lingüísticas básicas que maneja la madre son
escenarios
discursivos –y/o formatos– constituidos de determinados actos de habla” (Signoret, 2002:324).
Los formatos son básicamente pautas de interacción o rutinas establecidas entre los
participantes del intercambio comunicativo –niño y adulto-, tales como juegos, canciones,
26 representación de roles, intercambios de turno en la conversación; dicho de otra manera las
situaciones de aprendizaje del lenguaje se presentan en forma de juego.
27 Siguiendo el mismo modelo Tomasello (2000) considera que todo conocimiento lingüístico es el
fruto de la comprensión y producción de textos; sitúa, entonces, el nivel pragmático como la
base de la adquisición del lenguaje. Este autor destaca la importancia de la imitación de
patrones sociales, de las funciones comunicativas y de la necesidad de que el niño entienda la
intención comunicativa de los textos que escucha para poder llegar a adquirir los
constituyentes de las diferentes construcciones lingüísticas.
Teniendo en cuenta cuáles son los factores que influyen en el proceso de adquisición del
lenguaje desde el punto de vista funcional, se procede a caracterizar la evolución estructural de
los componentes lingüísticos: léxico-semántico, fonológico, morfosintáctico y pragmático,
durante los primeros cuatro años de vida.
Componente léxico semántico
De acuerdo con Aguado (2000), las primeras palabras propiamente dichas aparecen alrededor
de los 12 meses y son puramente referenciales, etiquetas de los objetos. Su función es
compartir más la experiencia que el significado; significan la relación del pequeño con ese
objeto determinado. Su crecimiento es lento durante la primera mitad del segundo año, las
palabras aparecen fijadas en los contextos de uso y no en otros en que tal vez podrían
utilizarse.
Alrededor de los 18 meses la expansión léxica se acelera cuando el niño alcanza un volumen
de 50 palabras, en este momento puede observarse una efervescencia léxica, durante la cual
el niño aprenderá una o dos palabras nuevas cada día. (Cfr. OˈGrady, 2010). La sobreextensión
es un fenómeno muy frecuente en este período, el pequeño generaliza las palabras
aprendidas, aquellas que le permiten entresacar alguna característica común con el objeto cuyo
nombre desconoce.
Tal como lo plantea OˈGrady (2010) los niños utilizan estrategias y se basan en pistas para
fragmentar los textos orales en unidades menores y, de esa forma, adquirir más vocabulario.
En el caso del idioma español el acento se constituye en un “foco de proyección” que dirigiría la
atención del niño hacia determinadas sílabas o patrones de entonación volviéndolos más
fáciles de reconocer. Conforme aumenta el vocabulario entra en escena otra estrategia de
aprendizaje de palabras denominada “estrategia de la búsqueda de coincidencias”; supóngase
que el niño conoce la palabra perro y más adelante escucha perrogrande (los hablantes no
28 hacen pausa entre una palabra y otra), esa nueva expresión coincide con la palabra perro,
conocida previamente, a partir de ahora el niño sabrá que perro es una palabra y grande otra.
Mediante situaciones como esta surgen las preguntas ¿qué es grande?, por ejemplo. Esta
búsqueda de coincidencias puede llevar a segmentaciones incorrectas; no obstante, se vuelve
más fácil conforme el niño aumenta su vocabulario.
Simultáneamente el niño debe averiguar el significado que poseen las palabras y la manera de
modificarlas para generar otras nuevas palabras. En este punto interesaría observar como
emerge la flexión, la derivación y los verbos irregulares.
Desde el interaccionismo social se considera que en el proceso de adquisición léxica los
padres y otros adultos ajustan la comunicación a las necesidades y capacidades de atención
de los niños. Los padres hacen el esfuerzo para hablar sobre aquello que sus hijos están
interesados facilitando el foco conjunto de atención mediante diferentes estrategias, por
ejemplo atrayendo el campo de visión del niño, utilizando una acentuación propia del habla
infantilizada, observando el contexto que funciona como referente para hablar y compartiendo
los objetos con los niños, entre otros.
Por consiguiente, la adquisición del vocabulario a partir del segundo año de vida surge como
fruto de la interacción entre el niño, los padres, la lectura de libros, los escenarios multiniños y
el rol de los hermanos, cuando los hay; todos ellos elementos constitutivos del input necesario
para el aprendizaje de nuevas palabras.
Componente fonológico
En este punto el cuestionamiento básico es responder a la pregunta ¿cómo logran los niños
aprender el sistema de sonidos característico de la lengua que hablan?
De acuerdo con O’Grady (2010) los niños parecen estar especialmente diseñados para
escuchar los sonidos del habla y prefieren la voz de sus madres que cualquier otra voz
femenina. Entre el mes de vida y los cuatro meses los niños son capaces de percibir de
manera refinada las diferencias entre dos sonidos consonánticos distintos y a los 6 meses
logran hacer lo mismo con los sonidos vocálicos. Al año los sonidos dejan de ser simples
sonidos y se transforman en los constituyentes de las palabras. No obstante, percibir un sonido
no es lo mismo que generarlo; la percepción supone la mitad del proceso, la otra parte
corresponde a la articulación o sea la pronunciación efectiva de los sonidos del habla.
29 Para Aguado (2000) el estudio de la articulación de los sonidos inicia desde la etapa del
balbuceo –va de los 5-6 meses hasta el comienzo del segundo año–, la cual va variando su
estructura de emisiones sin regularidad a la presencia de sonidos parecidos a la lengua
empleada en el entorno del niño, sobre todo a partir de los 8 meses.
Tal como lo expresa Fernández Pérez (2011) los recursos sonoros de las primeras etapas
constituyen sistemas genuinos que caracterizan el habla infantil, por tanto, los niños no hablan
incorrectamente, lo que interesa es determinar los procesos fonéticos habituales en ciertas
franjas de edad.
Por su parte Fikkert (2007), citada por Ruiz Leveau (2011) señala tres hechos simples por
considerar al explicar cómo los niños adquieren el sistema fonológico: 1. Los niños no hablan
como los adultos, 2. El habla de los niños difiere de manera sistemática de la de los adultos y 3.
El lenguaje infantil se desarrolla gradualmente hacia el lenguaje de destino.
El orden en que aparecen los fonemas ha sido objeto de estudio de varios investigadores, pero
todavía resulta difícil pretender establecer un orden generalizable. Razón por la cual los
estudios sobre los procesos fonológicos se han dedicado a identificar fenómenos regulares en
el lenguaje infantil, entre los que se citan la sustitución, la elisión, la reduplicación, la adición y
la metátesis de segmentos.
Fernández Pérez y Cano López (2011), para la edad de 2 a 4 años encuentran
que los
procesos fonéticos que manifiestan los niños españoles, estudiados como parte del corpus
Koiné, son los siguientes:
1. Alteración del punto de articulación del fonema /s/ -fenómeno de anteriorización o
posteriorización-.
2. Alteración del modo de articulación de los fonemas oclusivos y fricativos, por ej.
camiseta=camiteta (una fricativa pasa a ser oclusiva), salchichas=chalchitas (un sonido
fricativo pasa a ser africativo). Este fenómeno se denomina oclusivización y
fricativización.
3. Semiconsonantización de líquidas /l/y lateralización de vibrantes /r/. Son fenómenos que
afectan la “l” y la “r”. Ej: Lateralización de vibrantes: quiero “quielo”, verde “velde”, cerdo
“celdo”, libro “liblo”; semiconsonantización de líquidas:
plátano “piatano.
30 cumpleaños “cumpiaños”,
4. Omisión de sílaba pretónica y postónica. Este fenómeno incide sobre la sílaba o la
palabra modificando su constitución por la vía de la supresión y
aparece
fundamentalmente en palabras trisílabas y tetrasílabas. Omisión de sílabas átonas:
tobogán= baán, caramelo=camelo, durmiendo=miendo, Alberto=Beto.
5. Coda silábica, omisión del fonema consonántico final de sílaba después de la vocal
nuclear, en el caso del español serían /s, n, r, l /: barco “baco”, comer “come”, saltar
“saltá”. La omisión de la vibrante en posición de coda silábica es el fenómeno más
frecuente, seguido de la omisión de la /s/ y la /l/.
6. Simplificación de grupos consonánticos. (ccv=cv, plato “pato”, estrella “tella”, cocodrilo
“cocodilo”, trabaja “tabaja”). Dentro de este mismo grupo aparece otro fenómeno
denominado vocalización de la lateral /l/ para a /i/, veamos algunos ejemplos: plátano
“piatano”, flor “fior”.
En suma, los procesos presentados en el párrafo anterior afectan fundamentalmente el punto
de articulación, las omisiones de márgenes silábicos y las simplificaciones de grupos
consonánticos. Tal como señalan Fernández y Cano (2011) los sonidos más tardíos en la
dinámica de desarrollo son los vibrantes /r/, /l/ y /s/, pues presentan mayor número de
peculiaridades.
Componente morfosintáctico
Alrededor de los 18 meses los niños empiezan a emitir dos palabras con un mismo contorno
entonativo y haciendo referencia a un solo acontecimiento. Para Aguado (2000) a partir de este
momento se puede hablar de sintaxis desde el punto de vista formal.
De acuerdo con O’Grady (2010) el proceso de adquisición de las habilidades necesarias para la
construcción de oraciones pueden dividirse en dos grandes fases: 1) inicia alrededor de los 18
meses de vida, implica la aparición de patrones relativamente simples, formados por dos o tres
palabras, 2) empieza alrededor de los dos años, se añaden las piezas que faltan y se produce
un rápido crecimiento en la capacidad de generar todo tipo de construcciones complejas.
31 La primera fase se caracteriza por el paso de gramática semántica en la que las intenciones
comunicativas poseen un marcado peso a la gramática formal. En este período el desarrollo
sintáctico presenta una gran dependencia del componente léxico, por lo que aprendizaje de las
palabras y el de las construcciones no son procesos separados y sucesivos, sino en cierto
modo, dos caras de la misma moneda.
Tradicionalmente se han identificado cuatro etapas en el desarrollo de la adquisición de la
sintaxis: 1) etapa de la holofrase (0,10 al año), 2) etapa de dos palabras (1,06 a 2,00), 3) etapa
telegráfica (2,00 a 2,06) y 4) etapa de consolidación (2,06 a 3 años).
La etapa holofrásica corresponde al momento en que el niño emite una palabra para expresar
un significado próximo al de una oración, es así como el niño elige la palabra que expresa lo
novedoso, cambiante o incierto acerca de la situación en que está inmerso, por ej. si está
intentando bajarse de una silla y dice “abajo”, lo que está expresando es que quiere un cambio
de lugar y no otra cosa.
La etapa de las dos palabras se caracteriza por un encadenamiento que carece de elementos
que pertenecen a la clase funcional de la gramática: artículos, preposiciones, conjunciones.
Estos agrupamientos presentan patrones que difieren de un niño y a otro, pero que en general
siguen el orden agente+acción (Eva lee), acción+paciente (golpear pelota) o bien poseedor
+cosa (papá zapato).
La etapa telegráfica se caracteriza por emisiones donde están ausentes las marcas
gramaticales de flexión, de especificidad y de número, y de subordinación, es decir, donde no
se realizan las categorías básicas de tiempo, determinante y complementos. Estas
características hacen al lenguaje infantil sustancialmente diferente del lenguaje adulto.
En la segunda fase, se inserta la etapa de consolidación, en la cual los encadenamientos
verbales se van alargando con la incorporación de nuevas palabras, cada vez más complejas y
se comienzan a utilizar algunos conectores o elementos de la clase funcional como los artículos
y sufijos. Respecto del proceso de adquisición de las palabras funcionales y los sufijos, según
O’Grady (2010) el orden en que aparecen los constituyentes oracionales dependerá de cuatro
factores: regularidad, frecuencia, visibilidad fonética o facilidad de percepción y transparencia
semántica.
32 A partir de los 3 años las formaciones gramaticales muestran nuevas adquisiciones:
relación formulada entre sujeto y verbo y objeto y acción, los verbos comienzan a
conjugarse tanto en función de persona como de tiempo y número.
La valoración de la evolución del lenguaje infantil se ha abordado desde diferentes
métodos y teorías de análisis; el índice “longitud promedio del enunciado” es uno de los
más utilizados, pero también se aborda el análisis desde los esquemas oracionales que
presentan las muestras de habla infantil y del léxico verbal.
Componente pragmático
Pese a que no existe un acuerdo generalizado entre los autores que estudian la emergencia de
la comunicación de los niños con otros, es un hecho que los pequeños empiezan a utilizar una
conducta intencional y comunicativa desde muy temprano. Signoret (2009) hace un recorrido
sobre los enfoques teóricos que reflexionan en torno al desarrollo cognitivo, desarrollo
lingüístico y a la relación entre el lenguaje y el pensamiento y señala que autores como
Vygosky, Bruner y Tomasello resaltan las capacidades del bebé para la interacción social y el
papel de la madre o cuidadora como soporte, apoyo o ayuda para que aflore el lenguaje. Desde
esta perspectiva se estudia la intencionalidad del niño y de la madre, la habilidad del adulto
para valorar las capacidades cognitivas y comunicativas del niño (ZDP), los sistemas de apoyo
a la adquisición del lenguaje (SAAL) que brinda el adulto, resaltando el valor pragmático del
lenguaje, respecto de los otros componentes de la lengua.
Según Tomasello, citado por Signoret (2009:325), “todo conocimiento lingüístico resulta de la
comprensión y de la producción de una frase específica utilizada en determinada situación de
uso, de la interacción en donde el locutor trata de nivelar su expresión lingüística y su
interlocutor de controlar el nivel de dificultad de los enunciados”.
Desde el punto de vista de este artículo el componente pragmático está enraizado en los
procesos de socialización del niño, en su contexto socio-comunicativo y en su desarrollo
cognitivo.
Durante el primer año de vida cobran muchísima importancia los aportes de Bruner (1975),
fundamentalmente por el estudio específico de la interacción madre-niño y el aporte de
conceptos como acción conjunta, construcción de rutinas, atención conjunta, acción sobre los
objetos y aprendizaje de patrones con intenciones comunicativas.
33 En el ámbito hispano Prego, Souto y Dieste (2011) distinguen tres niveles de desarrollo en las
interacciones comunicativas en la edad infantil: 1) etapa deíctica, 2) etapa ideativa y 3) etapa
discursiva, que forman parte de un continuum en el que los niños incorporan nuevas
habilidades pragmáticas e incrementan sus recursos socio-interaccionales.
La etapa deíctica comprende la etapa que abarca del año y 5 meses al año y once meses.
Los mecanismos propios de la señalización y la mostración se aceleran hasta los dos años. Las
intenciones comunicativas solo se señalan y afectan a objetos o eventos del contexto
inmediato, aquellos objetos que se encuentran en el eje aquí-ahora compartidos por los
interlocutores de la conversación. Se inicia la emergencia de los actos de habla expresivos,
cuya realización descansa en interjecciones y partículas que no poseen significado
proposicional. Las interjecciones manifiestan actitudes, emociones, sentimientos hacia los
objetos que están presentes en el contexto espacio-temporal inmediato. En esta fase los niños
expresan con mayor frecuencia emociones negativas y apelaciones directas al receptor con
significado de saludo, agradecimiento o disculpa.
También en los actos directivos o protodirectivos aparecen construcciones simples,
conformando turnos de palabras únicos y cortos. Los actos directivos más frecuentes son los
que procuran la acción conjunta (como el uso del imperativo mira), los que llaman la atención
del oyente con el fin de que éste realice una acción inmediata, los que responden a la
demanda de acción del objeto visible, solicitudes y peticiones.
Las formas interrogativas en este nivel tienen significado deíctico, pues los objetos sobre los
que preguntan están presentes. Los actos asertivos responden a un patrón organizado:
pregunta/respuesta/evaluación/comentario, actos construidos con más partición del adulto y el
niño.
La etapa ideativa inicia a partir de los dos años y llega a los tres. Durante esta fase los
hablantes organizan su experiencia del mundo mediante el lenguaje y empiezan a establecer
relaciones lógicas. A partir de los dos años y medio emerge el predominio de contenidos
simbólicos y desaparece el aquí-ahora. Los niños empiezan a emitir enunciados lingüísticos
para vehicular intenciones de sus actos expresivos de emoción positiva y sorpresa, dolor,
molestia y desaprobación. Inicia la realización de preguntas sobre hechos, objetos y acciones
que se escapan del contexto comunicativo inmediato. Por otra parte, empiezan a aparecer
actos de habla asertivos “monológicos” y se introducen construcciones verbales que permiten
34 hacer referencia a hechos pasados, futuros y presentes. Además, los niños inician las
habilidades de observación y descripción y se comprometen con la verdad de lo afirmado.
La etapa discursiva se ubica en la franja temporal de los tres a los cuatro años y medio. Lo
llamativo en este nivel de desarrollo es la incorporación de la función textual, la emergencia de
la competencia comunicativa y social: aparece el primer género discursivo la narración. Los
niños emiten actos de habla cohesionados, se alternan los turnos de conversación y el discurso
infantil se complejiza. Los niños empiezan a utilizar actos directivos que responden a la petición
de permiso para realizar una acción, también actos directivos de desaprobación, réplica y
protesta. El rasgo fundamental de esta etapa es la incorporación de la función textual del
lenguaje: los niños crean discursos coherentes y cohesionados, su competencia comunicativa
es apreciable, cohesiona en un mismo turno diferentes actos expresivos y relata su propia
experiencia.
Esas tres etapas perfilan el mapa evolutivo de la progresión de las habilidades pragmáticas y
brindan al padre y al docente información básica para proyectar el desarrollo de la competencia
comunicativa del niño, en un ambiente que privilegie la interacción social.
En síntesis, es fundamental conocer las líneas evolutivas generales del desarrollo y adquisición
de la lengua materna durante los primeros cuatro años de vida, a fin de enriquecer el contexto
cotidiano del preescolar sobre la base de la comprensión de los principales hitos evolutivos y
de una gestión pedagógica orientada hacia la potenciación del desarrollo del lenguaje.
2. Lineamientos que se deben considerar en un espacio educativo para la estimulación
del lenguaje durante los primeros cuatro años de vida
Tal como se presentó en el apartado anterior los primeros cuatro años de vida constituyen un
periodo sensitivo, según la denominación de Mendoza (2010), para el desarrollo del lenguaje.
En consecuencia, se deben ofrecer espacios cotidianos estimulantes que posibiliten el
desarrollo de las competencias comunicativo-lingüísticas de los niños, fundamentalmente en
los procesos de expresión y comprensión.
En este orden, la estimulación lingüística debe formar parte de todo espacio en el que haya
presencia de niños: ambiente familiar e institucional. Estos espacios constituyen oportunidades
invaluables para favorecer el lenguaje y potenciar el desarrollo integral.
35 Seguidamente se brindan algunas acciones educativas de enriquecimiento del lenguaje,
tomando como sustento la política lingüística nacional reflejada en los planes y programas de
estudio; para efectos del rango de edad que compete a este estudio se considera el Programa
de Estudio del Ciclo Materno Infantil, del Ministerio de Educación Pública de Costa Rica (2000),
documento que orienta los procesos de mediación pedagógica dirigidos a niños preescolares,
de los seis meses a los cinco años de edad.
El programa citado se organiza a partir de cuatro propósitos generales, uno de los cuales
corresponde al componente de comunicación, enunciado de la siguiente forma: "Que la niña y
el niño enriquezcan y diversifiquen sus formas de comunicación, expresión y representación de
la realidad en interacción con el contexto sociocultural", para lo cual se sugieren las acciones
didácticas que se sintetizan a continuación:
-Organización de espacios y rutinas flexibles que potencien la comunicación y permitan
el desarrollo del lenguaje receptivo y expresivo.
-Inclusión de materiales y recursos que motiven la comunicación y la expresión.
-Creación de un clima emocional que propicie la expresión.
-Potenciación de diferentes formas de comunicación (la palabra oral y escrita, la música,
el arte, el movimiento, etc.).
-Inclusión de experiencias que favorezcan la sensibilización y el disfrute mediante
diferentes manifestaciones del lenguaje.
-Promoción de la lectura y la escritura como medios de comunicación y expresión desde
una perspectiva lúdica.
-Documentación de la evolución de las habilidades lingüístico-comunicativas de los
preescolares, como apoyo a la toma de decisiones pedagógicas.
-Organización de espacios de formación familiar sobre el tema de la comunicación y la
expresión.
-Modelaje lingüístico adecuado como parte de la cotidianeidad en la institución
educativa.
36 Tal como se observa estas acciones más que didácticas son pedagógicas y trascendentes, ya
que estarán presentes en el preescolar durante la rutina diaria, en actividades estructuradas y
no estructuradas como parte de la cotidianeidad.
Siguiendo el programa en comentario, en el apartado correspondiente a la organización del
espacio para el juego, se incluyen dos propuestas relacionadas con la estimulación del
lenguaje, a saber:
-“Espacio para la comunicación y expresión, donde se sugiere integrar diversos
materiales para la expresión oral, gráfico pictórica, plástica, musical, teatral, escrita.
-Espacio para la identificación y representación, equipado con material que permita al
niño actuar y expresarse de diversas maneras”.
Respecto de la organización del tiempo, no se visualiza un momento específico para trabajar el
desarrollo de las competencias lingüístico-comunicativas, sino que se proyecta su integración
en las experiencias sugeridas, ya sea de libre acción (interacciones espontáneas),
estructuradas (experiencias organizadas con un propósito definido), intermedias (experiencias
realizadas por los niños, mientras la docente realiza actividades como cambiar pañales, lavado
de manos, etc.) y de rutina o cuidado diario (secuencias didácticas para favorecer necesidades
básicas, fortalecer la comunicación y los lazos afectivos).
En cuanto a los materiales sugeridos, a partir de los 6 meses de edad se identifican recursos
específicos que se utilizan para favorecer el desarrollo del lenguaje, tales como: títeres,
fotografías de personas y animales, objetos para juego dramático, libros de material resistente,
muñecos y utensilios plásticos, láminas con diferentes temáticas, materiales para pintar y
amasar, entre otros.
Para concluir con los aportes del programa de estudio del Ciclo Materno Infantil (2000) es
pertinente considerar las sugerencias didácticas que se proponen, a fin de concretar la
interacción pedagógica con los grupos de bebés y de maternal y, las acciones específicas que
propician la estimulación del lenguaje:
37 Grupo de bebés
Grupo de maternal
Interacciones entre niños y adultos:
Interacciones entre niños y adultos:
Deben
ser
individualizadas,
mirándolos Saludar calurosamente a los niños, niñas,
siempre a la cara, hablándoles de manera madres, padres o familiares, diciéndoles sus
pausada, con voz tranquila, lenguaje simple y nombres.
correcto, manteniendo el contacto visual.
Se deben brindar respuestas de apoyo, oral, Iniciar el día con un espacio de interacción a fin
basadas en la observación y escucha de las de facilitar la integración del grupo.
vocalizaciones del niño.
Ser cálidas, conversarles acerca de todo lo Se promoverá la lectura, el canto y el juego.
que ocurre alrededor del niño. Además se
deben incluir explicaciones durante las rutinas.
Reconocimiento del llanto y los movimientos
como formas de comunicación.
Promover conversaciones amenas, brindando
los espacios necesarios para escuchar y
responder atentamente a los inicios verbales
de los niños.
Acompañamiento del juego con comentarios Establecer una comunicación fluida con la
familia a fin de indagar acerca de las
orales.
palabras usadas por los niños; información
necesaria para comprender sus mensajes
orales.
Creación de espacios para hablar, cantar y leer
a los niños.
Práctica de normas de cortesía en las rutinas
de saludo y despedida de los bebés y sus
familiares.
38 -Ambiente y experiencias:
-Ambiente y experiencias:
Colocar fotos de los bebés y miembros de la Rotular o nombrar los objetos, describir
familia a su altura para que puedan eventos y reflejar sentimientos para que
niñas y niños actualicen nuevas palabras.
observarlas, explorar y conversar.
Simplificar el lenguaje para quienes
empiezan a hablar, usando palabras claves y
Promover un ambiente planificado, elegir
música y otras grabaciones para favorecer la concretas.
escucha apreciativa.
Leer frecuentemente de manera individual,
sobre el regazo o en grupos de dos o tres
Favorecer el lenguaje oral mediante la infantes.
comunicación verbal y no verbal.
Cantar y realizar juegos dactilares, actuar
historias simples, cuentos o leyendas,
utilizando diferentes recursos, como por
ejemplo un franelógrafo o un imanógrafo y
permitir al niño que manipule y pegue las
figuras.
-Espacio para el juego:
-Espacio para el juego:
Deben ser cómodos y tener entre otros S e l e s p r o v e e a l f o m b r a s o p i s o s
elementos: alfombras y cojines suaves donde antideslizantes donde se desarrollen
los bebés puedan acostarse y sentarse en el experiencias de movimiento, de expresión y
regazo de la docente para la lectura y el c o m u n i c a c i ó n , d e i d e n t i f i c a c i ó n y
canto.
representación.
Se les facilitan libros con pasta resistente
Se les facilitan libros gruesos en los que se
colocados en libreros, al alcance de los niños observan personas de diversas edades,
que se desplazan.
razas y culturas.
Así como animales,
implementos personales y paisajes.
Fuente: Programa de Estudio para Ciclo Materno Infantil (MEP: 2000)
Como puede apreciarse, el Programa de Estudio para el Ciclo Materno Infantil (MEP, 2000) en
su propuesta para el desarrollo didáctico y metodológico integra diversos elementos que
propician la estimulación del lenguaje, cobrando especial importancia las interacciones entre
niños y adultos; en este sentido se resalta que las interacciones recomendadas son viables y
oportunas, dado que el recurso básico requerido es la disposición corporal y afectiva del
docente.
39 4. Propuesta didáctica para el desarrollo del lenguaje en los primeros cuatro años de
vida desde la cotidianeidad del espacio educativo
En vista de que en el proceso de adquisición del lenguaje se identifican etapas y que la
evolución de los diferentes componentes lingüísticos permite la consolidación progresiva de las
habilidades comunicativas del niño, es recomendable identificar estrategias didácticas para
transversalizar la estimulación el lenguaje desde una perspectiva integral, que le permita
explorar y vivenciar diferentes posibilidades de interacción y comunicación.
Aranda (2008) señala que "la evolución del lenguaje está unida al desarrollo de la motricidad, la
afectividad y la sociabilidad" (p. 149). Por lo tanto, en la medida que el niño explore tiene la
posibilidad de construir representaciones mentales que le permitan apropiarse del lenguaje,
tendrá a su disposición un recurso para la socialización, la comunicación, la expresión y la
adquisición de nuevos conocimientos.
Desde esta perspectiva, pensar en una propuesta didáctica para favorecer la adquisición y el
desarrollo del lenguaje en los primeros años de vida, va más allá de enlistar una serie de
actividades, implica el reconocimiento, como lo señala Pitluk (2007), de que en el espacio
educativo de los niños menores de 4 años "se enseña en todo momento,
cuando
se
resignifican las rutinas, cuando se acompañan los procesos, cuando se crea un ambiente
propicio para aprendizajes ricos, y especialmente cuando se plantean propuestas de
enseñanza previamente planificadas y secuenciadas" (p.35)
Ahora bien, ¿cuál debe ser el propósito que oriente el quehacer educativo para favorecer la
adquisición y el desarrollo del lenguaje en los primeros años de vida?
Como se señaló anteriormente, según el Programa de Estudio del Ciclo Materno Infantil,
Ministerio de Educación Pública, Costa Rica (2000:50) el propósito debe ser que los niños
"enriquezcan y diversifiquen sus formas de comunicación, expresión y representación de la
realidad en interacción con el contexto sociocultural".
Al respecto, Pitluk (2007) establece que este campo de experiencias debe abarcar dos ámbitos:
-Experiencias vinculadas con los aspectos generales de la expresión y la comunicación gestual,
corporal y verbal.
40 -Experiencias de acercamiento al área expresiva.
Con el fin de visualizar posibles estrategias para abarcar estos campos de experiencias en
la cotidianeidad del espacio educativo, se presenta a continuación una tabla organizada por
edades a partir de las ideas planteadas por Pitluk (2007), enriquecidas con acciones
desarrolladas desde la carrera de Bachillerato y Licenciatura en Educación Preescolar,
Universidad de Costa Rica, durante los procesos de práctica profesional con niños menores
de 4 años.
1. Experiencias para la comunicación y expresión
Entre el nacimiento y 1 año
-Sonreír, tocar, acariciar al niño y llamarlo por su nombre.
-Sostener al niño en brazos mientras se le canta y se le habla.
-Producir emisiones para que el niño las imite: gorgeos, laleos.
-Realizar gestos llamativos para que el niño los imite: tortillitas, viejitas, adiós con la mano,
mientras se acompaña con la palabra.
-Acompañar los movimientos con palabras y canciones.
-Hablar al niño con distintas entonaciones e inflexiones de la voz: frases cortas, completas,
correctamente construidas con léxico sencillo, con pausas entre frases y con repeticiones.
-Provocar sus vocalizaciones por medio de caricias y cosquillas moderadas.
-Conversar con el bebé, poniendo en palabras sus gestos y actitudes: está enojado porque
tiene hambre, ya le vamos a dar su comidita.
-Expandir lo que el bebé dice en función del contexto: "agua"...quiero agua porque tengo
sed.
41 Entre 1 y 2 años
-Utilizar distintas inflexiones de la voz para acompañar la acción del niño.
-Utilizar un lenguaje rico y variado.
-Fomentar la expresión verbal a partir de preguntas que induzcan la extensión de los
enunciados emitidos por el niño: ¿por qué el perro está triste?
-Iniciar al niño en la comprensión verbal, mediante la narración de cuentos cortos
y
sencillos, con objetos y situaciones conocidas, mediante la utilización de imágenes y el uso
de títeres.
-Presentar libros con imágenes para reconocer y nombrar elementos.
-Favorecer la escucha de rimas, poesías y canciones cortas.
-Realizar juegos de imitación de acciones acompañadas de frases con ritmo, repetición de
onomatopeyas o de sonidos ambientales.
-Realizar juegos de imitación de acciones: estamos cansados, vamos a dormir (se
acuestan)
-Favorecer el juego simbólico: por ejemplo bañar y vestir muñecos.
42 Entre 2 y 3 años
-Favorecer espacios experienciales para hablar y escuchar, "leer y escribir", bailar, cantar,
pintar.
-Presentar contextos variados, obras y textos para que los niños puedan imaginar, jugar,
interactuar y comenzar a manifestarse expresando afectos, imágenes y emociones.
-Presentar productos artísticos, música, pinturas, cuentos, imágenes que estimulen la
producción de lenguaje verbal y no verbal.
-Promover el acercamiento de los niños al acontecer artístico, ofreciendo posibilidades de
participar en espectáculos, exposiciones, talleres, para que disfruten de diferentes
manifestaciones estéticas y comiencen a desarrollar su sentido crítico.
-Generar un clima afectivo de participación donde todos tengan la oportunidad de hablar y
escuchar a los otros, iniciando el intercambio de ideas a partir de preguntas abiertas,
describiendo lo que se hace y se ve, propiciando pequeños diálogos.
-Favorecer el acercamiento al lenguaje escrito mostrando lo que se lee y se escribe.
-Modelar la lectura para favorecer en los niños su encuentro con los libros.
-Extender a los hogares la práctica de la lectura, involucrando a la familia o algún miembro
de la misma en actividades programadas por la institución.
-Leer a los niños literatura variada: rimas, poesías, cuentos, para favorecer la escucha
atenta e interesada.
-Facilitar la formación de imágenes propias en los niños a partir de la escucha de
narraciones cortas, utilizando una voz clara y expresiva, con el apoyo de
gestos y
ademanes.
-Acercar a los niños al lenguaje poético, permitiéndoles jugar con él, explorar su musicalidad
y su ritmo.
-Realizar experiencias donde se utilice el lenguaje del movimiento expresivo para favorecer
la exploración sensitiva-corporal.
-Realizar diferentes actividades plásticas para propiciar el disfrute por la exploración y la
43 Entre 3 y 4 años
-Mantener el espacio de encuentro (saludarse, a nivel individual, personalizado, cuando el
niño llega a la institución).
--Facilitar la conversación individual y en pequeños grupos sobre temas específicos
(mascotas, juguete preferido, familia, alimentos. Siempre acompañado de material concreto)
--Presentar e interactuar con materiales como libros, títeres, peluches, láminas, juguetes
sonoros, material para juego simbólico.
-Favorecer la expresión espontánea en torno a las actividades cotidianas que se realizan en
la institución educativa.
--Aprovechar los períodos de transición entre actividades para incorporar recursos
lingüísticos (trabalenguas, juegos digitales, secuencias rítmicas, rimas, pequeñas poesías,
canciones).
--Lectura diaria de diversos textos literarios (cuentos y poesías -caracterizarlo, cuentos
cortos con temas cercanos al niño y poesías con musicalidad-)
--Favorecer la experimentación gráfica con diferentes tipos de materiales: pinceles, tizas
gruesas, brochas, rodillos, esponjas, pinturas de diferente tipo.
--Priorizar la pregunta en torno a: gustos, sentimientos, ideas sobre qué hacer con el
material y cómo usarlo.
--Sin limitar la libre expresión del niño invitarlo a que su expresión tenga alguna
intencionalidad, por ejemplo dibujar algo sobre una poesía leída o un pequeño cuento.
44 2. Experiencias para el acercamiento al área expresiva
2.1. Expresión musical
tre e
ac m e
-Producir sonidos con di eren es obje o
y1a
arrugar papele
golpear una apa con una
cuchara percu ir un ambor
-Escuchar sonidos del ambien e o grabado
describiéndole al niño su procedencia
-Can ar canciones acompañadas de con a o sico incluyendo juegos rimados con ge os
y movimien os corporale
canciones de cuna in an ile
populare
en re o ra
-Acunar y mecer a los niños mien ras se les can a
-Jugar con sonidos y música mien ras se realiza de area de cambio de pañale
-Al ernar las canciones con música grabada o con momen os de silencio
-Realizar juegos imi a ivos con la vo
con variaciones de in ensidad y regi ro
tre 1 y 2 a
s
nvi ar al niño a imi ar sonidos del en orno y de animale
-Producir sonidos con palma
con obje os co idiano
con jugue es y con in rumen os
musicale
-Buscar obje os con sonidos que e án escondido
-Escuchar música relajan e
tre 2 y 4 a
-Compa ir “hacer y escucha
s
conocer y di ru ar di eren es mani e aciones musicale
-Proveer un repe orio de cancione
pe enecien es a di eren es e ilos de música
-Permi ir la exploración de ma eriales co idianos e in rumen os musicale
posibilidades de los niño
-Crear movimien os a pa ir de di eren es e
mulos musicale
45 adecuados a las
2.2 Sensibilización y expresión corporal
tre e
ac m e
y1a
-Vivencia repe ición y progresiva discriminación de percepciones de movimien o de odo el
cuerpo ya sea de manera guiada por la docen e o espon ánea en posición horizon al
acompañado de música cálida y melodiosa
bservar el movimien o expresivo de la docen e ro ro mano
-Vivencia y percepción de di eren es e ilos y ri mos musicale
ge o
median e el movimien o del
cuerpo del docen e mien ras lo man iene en brazo
-Vivencia y exploración au ónoma de posiciones y desplazamien os en posición horizon al
-Vivencia exploración repe ición e invención de juegos y a ividades expresivas con la
docen e
tre 1 y 2 a
s
-Compa ir a os y con a os con la docen e al alzar mecer y apar al niño
-Reconocimien o gradual de su o alidad corporal con relación al cuerpo de los demá
juegos de saludi os de mano
con los pie
consigo mismo y con un compañero
-Progresiva discriminación de percepciones de movimien o de algunas pa es del cuerpo
experiencias de estirarse y encogerse, en diferentes posiciones, preferiblemente
acompañadas de música cálida y melodiosa
bservación vivencia y percepción del movimien o bailar di eren es ri mos con o sin
obje os in ermediarios como elas y cin a
46 tre 2 y 4 a
s
-Exploración reconocimien o y discriminación de sensaciones corporales y percepciones
mo rices a pa ir de la música
-Experimen ación de di eren es po uras y movimien os con el propio cuerpo sacudirse
mecerse
-Bailar libremen e de manera individual y en pequeños grupos a pa ir de di eren es
e
mulos musicale
niciar los juegos en ronda
Estas sugerencias constituyen algunas ideas para enriquecer la cotidianidad del niño menor de
4 años en el espacio educativo y favorecer el enriquecimiento del lenguaje y todas su
formas de expresión; queda a criterio del personal encargado diversificar, complementar,
ajustar y enriquecer lo propuesto para potenciar su desarrollo.
5. A manera de conclusión
La adquisición y el desarrollo del lenguaje en los niños desde el nacimiento hasta los
cuatro años de edad constituye un proceso que se da en dos etapas claramente definidas:
prelingüística y lingüística. La primera integrada por cuatro elementos
fundamentales:
desarrollo perceptivo, desarrollo cognitivo, afectividad, formatos y primeras interacciones;
los cuales se entrelazan para conformar la plataforma de
la
etapa
lingüística,
cuyos
componentes :-léxico semántico, fonológico, morfosintáctico y pragmático-, evolucionan
significativa durante esta etapa de la vida, y de esta manera se sientan las bases del potencial
comunicativo y expresivo del individuo.
Conocer las líneas evolutivas generales de la adquisición y desarrollo del lenguaje durante los
primeros cuatro años de vida permite proponer algunos lineamientos generales para
enriquecer el
ambiente
lingüístico-comunicativo
del
niño,
teniendo
en
cuenta
las
recomendaciones de la política educativa nacional para este nivel educativo.
Por lo tanto, las acciones por realizar, la organización del espacio y del tiempo, los materiales
que se ofrezcan y las sugerencias didácticas que se apliquen deben estar dirigidas al
47 enriquecimiento y diversificación de las formas de expresión y representación del niño en
interacción con su contexto sociocultural.
Desde la cotidianeidad deben proveerse experiencias vinculadas con los aspectos
generales de la expresión y la comunicación gestual, corporal y verbal, así como espacios que
permitan el acercamiento al área expresiva, de tal manera que el niño menor de 4 años
potencie integralmente todas su posibilidades comunicativas, paralelo al desarrollo de sus
capacidades cognitivas.
La propuesta planteada tiene la intención de ofrecer algunas sugerencias para enriquecer
y diversificar la competencia comunicativa del niño, a partir de sus necesidades y
posibilidades, del contexto familiar y sociocultural en que está inmerso, sin confundir el
enriquecimiento con la aceleración del desarrollo.
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b. Remitir las objeciones planteadas por los evaluadores externos y solicitar los
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(no ajustarse al contenido de la revista, etc.) y sugerencia de otros posibles
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1.
4. Cuando el autor remita el artículo modificado para solventar las objeciones, se
reenviará al evaluador /especialista quien haya expresado la mayor parte de
objeciones, para que vean si la nueva versión es apta para publicar.
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