formulario de postulación feria antartica escolar año

Anuncio
FORMULARIO DE POSTULACIÓN
FERIA ANTARTICA ESCOLAR AÑO
Código :
B_82-12
Tipo de Proyecto : Bibliográfico
Identificación del Proyecto :
Título del Proyecto
Efectos del cambio climático sobre la cadena trófica de dos especies de pinguinos
Establecimiento
Colegio Inglés San José
Ciudad
Antofagasta
Nombre Profesor Guía
Norma Cruz Tapia
Teléfono Profesor Guía
82368761
E-mail Profesor Guía
[email protected]
Identificación del Equipo del Proyecto :
Rut
Nombres
Apellidos
19102561-K
19102561-K
19098727-2
Pilar Belén
Pilar Belén
Sofía Constanza
Pastén Bonilla
Pastén Bonilla
Salazar Castillo
1
1. ÍNDICE.
TEMAS
Presentación equipo de trabajo
Resumen
Introducción
Formulación del problema
Marco teórico
Análisis y discusión de los resultados
Conclusión
Bibliografía
PÁGINA
1
2
3
3
4
7
11
12
2. RESUMEN DE LA INVESTIGACIÓN
El Hombre está modificando a gran velocidad y en forma directa o indirecta el
funcionamiento de los ecosistemas. Estas alteraciones alcanzan las propiedades biofísicas
de la atmósfera y el clima ya sean a nivel local, regional o global, de tal manera que hoy en
día los diferentes ecosistemas del planeta presentan algún grado de degradación o cambio
como respuesta a estas modificaciones. Un claro ejemplo de esto es el continente
Antártico, el cual ha mostrado durante las últimas décadas, cambios drásticos.
Pensar en la fauna antártica es reconocer la presencia de especies representativas
como pingüinos, ballenas, mamíferos marinos e invertebrados como el krill; las primeras
especies mencionadas se caracterizan por ser longevas y de reproducción lenta por lo que
son susceptibles a los cambios climáticos. Sin lugar a dudas, los pingüinos son las aves
más representativas de la Antártica y en muchas ocasiones son utilizados como emblema
del continente. Específicamente, el género Pygoscelis incluye actualmente a tres especies
(P.adeliae, P.antarctica y P. papua) de distribución circumpolar restringida a las áreas
antárticas y subantárticas. Este género apareció hace unos 33 millones de años y las
especies actuales aparecieron, aproximadamente, hace menos de 23 millones de años;
son aves muy sociables que suelen encontrarse en colonias, a veces muy grandes
especialmente en las épocas de nidificación.
Los efectos del calentamiento sobre las especies antárticas son variados, destacando
aquellos relacionados con la pérdida o ganancia de hábitat, modificación de las tramas
tróficas e invasiones.
Dada su gran densidad, los crustáceos desempeñan un papel esencial en la
organización y función de las redes tróficas marinas, especialmente el grupo de los
eufásicos (Krill), de los cuales las especies principales tienen periodos ligados a los ciclos
estacionales del hielo marino. Aquí surge la interrogante ¿Cómo ha afectado el cambio
climático a las cadenas tróficas?
Nuestra investigación se ha enfocado en el krill (Euphausia superba) y sus implicancias
en la cadena trófica de pingüinos del género Pygoscelis. A partir de la cual, podemos
indicar que existe una relación entre el cambio climático y la disminución de Euphausia
superba, que está provocando una reducción de las poblaciones del pingüino adelia
(Pygoscelis adeliae) y de barbijo (Pygoscelis antarctica), ya que son ampliamente
dependientes del krill.
2
3. INTRODUCCIÓN.
Las especies endémicas son aquellas únicas en una determinada zona, es decir no se
encuentran en otro lugar. Este caso, es común en los archipiélagos, y en áreas de difícil
acceso como la Antártica, donde las especies que allí viven son más vulnerables a los
cambios de sus hábitats. La importancia que reviste estudiar y conservar especies
endémicas antárticas radica precisamente en que su representación está limitada a ella y
su desaparición significaría la pérdida de una particular biodiversidad.
El ecosistema marino antártico depende del krill antártico (Euphasia superba), como
presa esencial en las distintas tramas tróficas. Su distribución alcanza desde zonas con
hielo hasta el medio oceánico. En el hielo encuentra las algas para alimentarse y refugio de
los depredadores, sobretodo en el estado larvario. Entonces, debido a la dependencia del
hielo, probablemente sea una de las especies más afectadas por el derretimiento de éste a
consecuencia del calentamiento global. Estas alteraciones cobran relevancia en las zonas
en las que el krill (Euphasia superba) es abundante y el deshielo es mayor. Las
consecuencias de éste fenómeno estarán directamente relacionadas con la dependencia de
cada especie con el hielo marino como hábitat crítico y con su adaptación a las
perturbaciones producidas en la estacionalidad del alimento. Las variaciones interanuales
en la dieta de los pingüinos probablemente reflejen cambios en la disponibilidad de presas.
4. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA.
Pregunta:
¿Ha afectado el cambio climático a la cadena alimenticia de los pingüinos del género
Pygoscelis?
Hipótesis:
Si el calentamiento global modifica a los ecosistemas marinos, entonces, éste producirá
efectos negativos en las cadenas tróficas de los pingüinos del género Pygoscelis del
ecosistema antártico.
Objetivos:
1. Establecer la relación entre el cambio climático y la disminución de Euphausia
superba, integrantes de la cadena trófica de los pingüinos del género Pygoscelis.
2. Determinar si la disminución de Euphausia superba afecta la abundancia de las
poblaciones de pingüinos del género Pygoscelis.
3
5. MARCO TEÓRICO.
Como consecuencia del proceso de cambio climático se ha producido un aumento de
las temperaturas, del cual no queda exenta la Antártica, ésta variación ha incidido
directamente en la calidad de hielo disponible en la región. En ella, existen tres tipos de
hielo: el hielo glaciar, que está formado por agua dulce, el hielo que forman las plataformas
y grandes barreras, igualmente formado por agua dulce y por último, el hielo marino,
consecuencia de la congelación del mar y la formación de una banquisa durante el invierno.
De los 244 glaciares marinos que drenan la capa de hielo y las islas asociadas de la
Península Antártica 212 (aproximadamente 87%) han mostrado retiro total desde 1953. Los
otros 32 glaciares muestran pequeños avances (Turner et al., 2009). En el caso de las
plataformas que circundan algunas zonas de la Antártica se están observando retrocesos y
grandes fracturas o quiebres, como ocurre en la de Larsen situada en la costa este y al
norte de la península antártica y en la de Wilkins, localizada en la parte sur de la costa
oeste de la península (Turner et al., 2009).
Los efectos del cambio climático sobre las especies son diferentes en función de las
características ecológicas de cada una de ellas, en este sentido, el calentamiento global ha
generado diversos efectos al ecosistema antártico. Algunas de las consecuencias
importantes son el derretimiento de hielos y glaciares milenarios, hábitat esencial de
diversas especies que requieren de su existencia y extensión para alimentarse, las
variaciones temporales de los recursos alimenticios, causa cambios en la dieta de las
especies, como por ejemplo, la disminución del krill, presenta un problema al ser el alimento
esencial en las cadenas tróficas que incluyen desde aves como los pingüinos, hasta
mamíferos superiores entre los que se encuentran focas y ballenas.
El krill se alimenta de plancton marino y depende del hielo para sobrevivir, porque es
precisamente ahí donde encuentra algas de las que alimentarse y refugio frente a
depredadores, sobre todo durante su estado larvario. (Almudena, M. 2008)
Dentro de las especies que son afectadas, encontramos a los pingüinos del género
Pygoscelis, que habitan la región y que han demostrado ser sensibles ante cambios
climáticos.
Caracterización de las especies estudiadas:
Krill (Euphausia superba)
El krill puede vivir entre seis y siete años y alcanza la madurez sexual a los dos años (las
hembras) y a los tres años (los machos), respectivamente (Siegel, 2000). El apareamiento
comienza hasta 1-2 meses antes del desove (en noviembre). Las gónadas del adulto
desaparecen en invierno y sólo se desarrollan cuando hay suficiente alimento. Los huevos
se ponen lejos del talud continental (por sobre los mil metros) donde se hunden antes de
eclosionar, esta estrategia reduce la mortalidad debida a los depredadores que viven en la
capa superficial. A medida que los ejemplares de krill maduran y se hacen adultos, se
agrupan en grandes bancos, dando un color rojizo o anaranjado al mismo. Estas
concentraciones de krill pueden ser densas y compactas a lo largo de extensas capas,
agrupaciones o capas profundas desperdigadas, que pueden alcanzar kilómetros de
extensión horizontal.
Euphausia superba es fundamentalmente herbívoro, en verano se alimenta de nano y
microplancton como algas flageladas y diatomeas, pero también de zooplancton,
especialmente de copépodos; mientras que en invierno se alimenta principalmente de las
algas que crecen bajo la superficie del hielo. Se cree que también pueden formar parte de
4
su dieta el zooplancton. Su importancia radica en que es uno de los componentes
principales de la dieta de una gran variedad de especies e incluso muchas dependen del
krill casi completamente (Alonzo et al. 2003). (Figura 1)
Pingüinos del género Pygoscelis (adeliae, antarctica y papua)
Los pingüinos son aves no voladoras, capaces de resistir el frío extremo ya que están
provistas de plumas cortas y muy densas. Además, una capa gruesa de grasa que les sirve
tanto de aislante térmico y para el almacenamiento de energía. Estas adaptaciones, entre
otras, les permiten minimizar la pérdida de calor en las aguas heladas de la Antártica.
Los pingüinos de éste género ponen normalmente dos huevos, primero uno y luego de
cuatro días, el segundo. Si eventualmente uno de ellos no llegara a término, ya sea por
predación u otra causa, existe la opción de una tercera puesta, aunque generalmente ésta
no llega a éxito.
El periodo de incubación oscila entre 35 – 38 días y es compartida por el macho y la
hembra quienes se turnan para mantener el calor necesario.
Adaptaciones
1. Adaptaciones etológicas y fenológicas.
Son migrantes que se instalan en la Antártica durante el verano, regresando al mar o a
las islas sub-antárticas más septentrionales en invierno. Llegan a sus costas en los últimos
días de octubre o primeros de noviembre y la abandonan a finales de febrero o marzo, con
las crías.
Limitan su nidificación a las zonas costeras libres de hielo, disputándose los lugares
apropiados de esa superficie. Forman nidos sobre las rocas, lo que les permite recoger
calor almacenado por insolación para que no se congelen los huevos. Los pichones, en
5
general, no son alimentados por regurgitación de alimento ingerido, sino previa
transformación de éste en un aceite concentrado en el estómago, lo que les permite estar
lejos del nido durante más tiempo. Los juveniles no reproductores ayudan en el cuidado de
las "guarderías" mientras los adultos cazan. La identificación entre los progenitores y los
pollos se realiza mediante voces. Como los pollos no pueden termorregular, los cuidados
parentales se prolongan durante cuarenta días por lo menos. (Sánchez, R.,2009)
2. Adaptaciones anatómicas y fisiológicas.
2.1 Al medio acuático.
Cuerpo hidrodinámico. Alas transformadas en potentes aletas propulsoras. Patas
palmeadas. Gruesa capa de grasa subcutánea. Plumas especializadas: cortas, muy rígidas
y lanceoladas, cada una de las cuales posee un ramillete de pequeños plumones en la
base, cubiertas de una sustancia oleosa que debe ser aplicada por el ave, se mantienen
impermeables y aislantes. Las plumas de la cola, muy rígidas, permiten no sólo su función
de timón, sino la de apoyo en la pedestración. Presentan también, adaptaciones de su
sistema ocular, con visión frontal estereoscópica, y córnea relativamente plana y adaptable
mediante musculación específica, lo que les permite la correcta visión tanto en el aire como
bajo el agua. (Sánchez, R.,2009)
2.2 El sistema circulatorio presenta varias adaptaciones no sólo al medio acuático sino a
las bajas temperaturas y al buceo. Presenta una adaptación en la distribución de venas y
arterias que minimiza la pérdida de calor al realizarse el intercambio de calor en el interior
del abdomen. Las piernas, muy cortas, dejan exclusivamente las patas fuera del cuerpo
protector. Tanto en las patas como en las aletas, esta adaptación impide el acceso al
cuerpo de la sangre venosa enfriada en patas y aletas, sino que, previamente a su entrada
en el abdomen recoge todo el calor de la sangre arterial, la cual, gracias a este mecanismo,
cuando llega a las patas y aletas está ya refrigerada. Minimizándose de esta forma el
intercambio de calor con el exterior y la pérdida o disipación del mismo. (Sánchez, R.,2009)
2.3 Al buceo. Todos los pingüinos del género Pygoscelis (adeliae, antarctica y papua) son
buceadores, sin embargo, presentan adaptaciones que les permiten mantenerse debajo del
agua hasta 10 minutos. Son adaptaciones que suponen vías alternativas a la respiración
metabólica y muscular en presencia de oxígeno, sustituida por una respiración en ausencia
del mismo o con muy bajas tasas de oxigenación. La respiración se convierte en anaeróbica
lo que les permite buceos más profundos y de mayor duración.
Presentan mayor capacidad de regular los incrementos del pH de la sangre, debidos a la
disolución de dióxido de carbono en la sangre a medida que aumenta la presión y
presentan una bioquímica muscular que les brinda mayor resistencia a altos niveles de
ácido láctico, que se acumula en la sangre cuando se respira de forma anaeróbica y que
genera fatiga muscular. Asimismo, los niveles de hemoglobina y de mioglobina son más
altos en los pingüinos que en otras aves no buceadoras, lo que les permite una mayor
captación fisiológica de oxígeno antes de cada inmersión. (Sánchez, R. ,2009)
6
6. ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS.
La alimentación de las distintas especies permite evaluar si los integrantes de un
ecosistema vulnerable como la Antártica, son capaces de compensar la presión de los
efectos del calentamiento global, ejercidos en la interacción entre los factores bióticos y
abióticos del ecosistema. De esta forma, un cambio en la dieta podría significar una mayor
tolerancia y /o un desplazamiento hacia la herbivoría u omnivoría dependiendo de cada
dieta de las especies e implicaría una condición crítica de la abundancia de los recursos
alimenticios. Por el contrario, la mantención de la dieta, podría generar una extinción a nivel
regional, de la especie en cuestión, debido a la disminución de la disponibilidad
alimenticia. Pero además, está la posibilidad de contraer endo o ectoparásitos, ya sea por
cambio en la dieta o por insuficiencia de alimentación, y que podrían eventualmente
ocasionarles alteraciones en el metabolismo o enfermedades para lo cual no están
preparados inmunológicamente.
Existe un estrecho nexo entre el incremento de temperaturas y los cambios del hielo marino
que se forma durante el invierno. En particular, el área norte de la península antártica, datos
recientes indican una reducción de la extensión de hielo marino durante los meses de
diciembre y enero en el periodo (1978-1986) en comparación con el periodo (1998-2006)
(Montes-Hugo et al., 2009). Otro de los cambios detectados con respecto al hielo marino
en la península Antártica es la reducción del número de días con hielo marino durante el
invierno debido a una formación más tardía del hielo y a un retroceso más temprano. Al
mismo tiempo el grosor de dicho hielo es también menor (Stammerjohn et al., 2008). Estos
cambios en las condiciones del hielo marino tienen profundas consecuencias en el
ecosistema antártico. No obstante
al observar la banquisa en su
superficie superior se puede
contemplar una imagen blanca y
un paisaje carente de signos de
vida. Aparentemente, en su
superficie inferior la visión es muy
diferente con una variación de
colorido que va desde el verdoso
al marrón, debido a la presencia de
miles de algas unicelulares que
crecen en los intersticios del hielo.
Entonces una disminución del hielo
marino implica, una reducción de la
abundancia de estas algas como
indican datos tomados por satélite
en los que se observa una
reducción de la producción de clorofila derivada de dichas algas (Figura.2) (Montes-Hugo et
al, 2009). Estas algas (cryptophytes, diatomeas, prymnesiophytes, etc), son las que sirven
de base para la alimentación de Euphausia superba, de manera que se esperaría que
existiera una relación entre la disminución de hielo marino, la reducción de la abundancia
de algas y una reducción de la abundancia de éste eufásido.
7
Atkinson et al., (2004) han
mostrado que se ha producido una
disminución de la abundancia de
Euphausia superba en los últimos
veinticinco años y la relacionan con la
disminución de hielo acontecido en el
mismo periodo; entonces si pensamos
que éste, es clave para la cadena
trófica antártica, es factible considerar
el cambio en la dieta en especies
depredadoras más generalistas, sin
embargo en el caso de especies con
una mayor especialización trófica este
cambio no será posible y por tanto
evidenciarán más rápidamente una
disminución de sus poblaciones.
(Figura.3)
Por otra parte, dada la función esencial de Euphausia superba en el ecosistema marino
antártico hay que plantear algunas cuestiones importantes en relación con el potencial
impacto de la recolección de éste, por embarcaciones pesqueras, especialmente en
aquellas especies para las que el krill es un componente esencial de su dieta. La pesca se
produce casi en su totalidad en las zonas de alimentación de los depredadores terrestres
de él, como los pingüinos y las focas. Está demostrado que ya existe competencia por el
krill entre barcos de pesca y depredadores en algunas zonas. La evidencia se basa
especialmente en los índices de consumo en zonas locales y en épocas del año
especialmente críticas para los depredadores (Constable & Nicol 2002).
Existe también otra actividad humana que se ha ido incrementando en el tiempo y es el
turismo. Visitar la Antártica fue escogida por el 99% de los casi 38.000 turistas que recibió
la Antártida a lo largo de campañas turísticas ofrecidas por operadores de esta actividad,
manteniéndose las tendencias observadas en los últimos años (Figura 4). El análisis de
estos datos reveló que el 75% de
las emisiones de carbono se
producen durante la fase de
crucero, mientras que el 25%
restante corresponde a los vuelos
realizados desde los países de
origen de los pasajeros antes de
embarcar. Pero el resultado más
destacado de esta investigación es
la huella de carbono promedio de
los turistas antárticos, la cual se
sitúa en 6,18 toneladas de CO2 por
pasajero. Una cifra muy elevada si
se considera que la emisión media
per cápita a nivel mundial es de
sólo 4,38 toneladas de CO2.
8
En el caso de las actividades humanas que se desarrollan en el interior del continente
(bases de investigación y expediciones científicas), tienen diferentes estrategias de gestión,
en las que se incluye el depósito en pozos enterrados en el hielo o su almacenamiento y
posterior evacuación junto al resto de residuos. Un efecto del calentamiento global en la
Península Antártica ha sido la reducción de la nieve en zonas costeras, lo que
precisamente ha dejado al descubierto antiguos depósitos de residuos fecales. Al respecto
se ha comprobado, mediante técnicas moleculares, que microorganismos capaces de
formar esporas resistentes como Bacillus y Clostridium sp. pueden sobrevivir más de 40
años, mientras que los coliformes fecales suelen ser vulnerables a la radiación ultravioleta y
la desecación, por lo que su persistencia es mucho menor.
Otro de los problemas que parecen estar acechando al krill y también a otros crustáceos, y
por consecuencia a los pigoscélidos y otros depredadores, es la relación directa que se ha
descubierto entre la muerte de embriones de esta especie y la acidificación (por aumento
en los niveles de CO2) de los océanos. Según el reporte de Kawaguchi et al, se deben
considerar algunos efectos de la acidificación oceánica en diferentes crustáceos y
especialmente en el krill; el resultado de estos experimentos indican que la acidificación
oceánica podrían tener impactos negativos en la fertilización, desarrollo de larvas como
Hemicentrotus pulcherrimus y Echinometra mathaei, etapas reproductivas, disminución de
éxito de eclosión de huevos de Euphasia superba y Calanus finmarchicus. (Kurihara, H). En
el desarrollo embrionario el crecimiento se interrumpe en diferentes etapas en un 90%
antes de la gastrulación (Kawaguchi) (Figura 5).
9
Ahora, los efectos derivados de la disminución de Euphausia superba están provocando
una reducción de las poblaciones de pingüino de adelia (Pygoscelis adeliae) y de pingüino
barbijo ( Pygoscelis antarctica) que son ampliamente dependientes del krill, mientras que el
pingüino papúa (Pygoscelis papua) no está sufriendo este declive e incluso en algunas
zonas está incrementando sus poblaciones, dado que tiene una dieta más variada en la que
se incluyen peces y calamares, por lo tanto, es capaz de amortiguar los efectos de la
disminución del krill (Euphausia superba) de tal forma, que no solo sus poblaciones no se
ven afectadas sino que incluso están aumentado y en algunas zonas están colonizando
nuevas áreas en el sur de su área de distribución.
Durante los últimos 30 años se han desarrollado estudios poblacionales en los que se ha
estimado como ha variado el número de colonias y la sobrevivencia de las crías debido a
los cambios de temperatura en la región polar (Figura 6). Estos resultados indican que el
pingüino Adelia, en mayor medida que el pingüino barbijo, estarían reduciendo sus colonias
en la zona oeste de la península Antártica y retirándose tempranamente hacia hábitats más
favorables, mientras que el pingüino Papúa toleraría estos aumentos de temperatura
presentando un mayor éxito en el norte de la península.(Forcada, et al, 2009).
10
7. CONCLUSIONES.
A pesar del extremo aislamiento de la Antártida que la ha protegido de la presencia
humana, por muchos años, no ha escapado del calentamiento global, y sus consecuencias
se evidencian, entre otras, en el derretimiento de hielos y glaciares milenarios, aumento de
la acidificación del mar, alterando el hábitat esencial de diversas especies que requieren de
sus condiciones particulares para desarrollar su existencia.
Una disminución del hielo marino, particularmente de la banquisa en invierno, implica una
reducción de la abundancia de los géneros cryptophytes, diatomeas, prymnesiophytes, etc,
ya que sirven de base para la alimentación de Euphausia superba.
La actividad humana en forma directa, a través de la pesca y el turismo principalmente,
también ejerce presión negativa sobre la Antártica, dado que el primero compite por un
recurso vital de la cadena trófica tanto de pigoscélidos como de otros depredadores y el
turismo hace lo suyo aumentando la inversión de la huella del carbono, que incidirá en el
medio donde se desarrolla la vida, especialmente marina.
Un aumento de la acidificación marina influye en las diferentes etapas del desarrollo de
muchos crustáceos entre los que se encuentra el krill (Euphasia superba) aumentado la
letalidad de las larvas.
Nuestra investigación establece que existe relación entre el cambio climático y la
disminución de Euphausia superba, la que está provocando una reducción de las
poblaciones de pingüino de adelia (Pygoscelis adeliae) y de pingüino barbijo ( Pygoscelis
antárctica), ya que son ampliamente dependientes del krill.
Resulta imperiosa la ejecución de estudios a medio y largo plazo que permitan identificar
los impactos acumulativos de las actividades humanas ya sea directa o indirecta sobre los
diferentes compartimentos ambientales antárticos. Estas investigaciones debieran de
combinar las actividades de seguimiento con el desarrollo de estudios experimentales que
generen la información necesaria para detectar y gestionar los impactos humanos y en lo
posible contrarrestar sus efectos.
11
8. BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES.
Bibliografía complementaria
1. Audesirk “et al.” Biología. Ciencias de la Naturaleza. Pearson Prentice Hall
Educación. 2004
2. Bell,Robin. Dinámica de los casquetes glaciares. Revista Investigación y Ciencia.
(378) Abril 2008. Páginas: 42 - 49
3. Curtis, Helena “et al.” Invitación a la Biología. Sexta edición. Editorial Médica
Panamericana. 2000
4. Gay García, Carlos., Estrada, Francisco. Cambio de las temperaturas global y
hemisféricas. Revista Investigación y Ciencia. (405). Junio 2010. Páginas: 84 – 89
5. Kump, Lee R., El último gran calentamiento global. Revista Investigación y Ciencia.
(420). Septiembre 2011. Páginas: 30 – 33
6. Rupert Barnes. Zoología de los invertebrados. Sexta edición. México.Mc Graw-Hill.
Interamericana. 1991.
7. Sanchez, Rodolfo. Antártida - Introducción a un continente remoto. Primera edición
Editorial: Albatroz Argentina. 2009
PDFs, Revistas y Artículos Científicos en sitios webs
8. Almudena,
M., El efecto del deshielo en la cadena trófica antártica.
http://www.soitu.es/soitu/2008/07/04/medioambiente/1215177683_356972.html
9. Agustí, Susana. Aumento de la radiación ultravioleta: Impacto sobre los océanos
polares. http://www.fbbva.es/TLFU/dat/01%20AGUSTI_Impactos.pdf
10. Alonzo, S.H., Switzer, P. V., Mangel, M. 2003. An ecosystem-based approach to
management: using individual behavior to predict the indirect effects of Antarctic krill
fisheries on penguin foraging. Journal of Applied Ecology (2003) 40: 692-702.
http://www.yale.edu/eeb/alonzo/Alonzo_Switzer_and_Mangel_2003_J_Appl_Ecol.pd
f
11. Atkinson, A.,Siegel, V., Pakhomov E., & Rothery, R. Long-term decrease in krill
stocks and increase in salps within the Southern Ocean. 2004 Nature 432:100-103
12. Barbosa, A. Efectos del cambio climático
http://www.revistaecosistemas.net/pdfs/685.pdf
sobre
pingüinos
antárticos.
13. Barbosa, A., Palacios, M. J., Valera, F., Benzal, J., Cuervo, J.J., Bellire, J., E., DIAZ,
J. I., D’amigo, V., Vidal, V., Ortiz, J., Coria, N., Santos, M., Motas, M., Jerez, S.,
Martinez, A., Dolnik, O., Negro, J. J., Pedraza, S., Ortega-Mora, L., García-Peña, F.
J., Merino, S,J., De La Cruz, C. y Carrillo, C. Variabilidad poblacional en fisiología
12
de pingüinos en la Península Antártica: patrones latitudinales y predicciones en un
escenario
de
Cambio
Climático.
http://www.uam.es/otros/cnscar/pdf/Resumenes_VIII_SEP_2011.pdf
14. Barbraud, C., Weimerskirch, H. 2006. Antarctic birds breed later in response to
climate change. Proceedings of the National Academic of Sciences 103:6248-6251.
http://www.pnas.org/content/103/16/6248.full.pdf+html
15. Constable, A.J., Nicol, S. Defining smaller-scale management units to further
develop the ecosystem approach in managing large-scale pelagic krill fisheries in
Antarctica.
CCAMLR
Science,
Vol.
9:
117-131,
2002.
http://www.ccamlr.org/en/publications/science_journal/ccamlr-science-volume9/ccamlr-science-volume-9117-131
16. Duarte, Carlos. Impactos del calentamiento global sobre los ecosistemas polares.
http://www.fbbva.es/TLFU/dat/00%20DUARTE.pdf
17. Eizaguirre, Nagore O. El krill y las ballenas equilibran un ecosistema sensible.
http://suite101.net/article/el-krill-y-las-ballenas-equilibran-un-ecosistema-sensiblea61699
18. Fredes, Fernando. “et al”. Fauna parasitaria gastrointestinal en el pingüino Adelia
(Pygoscelis adeliae) de zona antártica especialmente protegida (ZAEP Nº150).
http://www.scielo.cl/pdf/parasitol/v63n1-2-3-4/art11.pdf
19. Kawaguchi, So, “et al”. Will krill fare well under Southern Ocean acidification? 2010.
http://rsbl.royalsocietypublishing.org/content/early/2010/10/07/rsbl.2010.0777.full.pdf
+html
20. Kurihara, Haruko. Effects of CO2-driven ocean acidification on the early
developmental stages of invertebrates.
http://www.int-res.com/articles/theme/m373p275.pdf
21. Montes-Hugo, M, Scott C. D, . Ducklow, H., Fraser, W., Martinson, D., Stammerjohn,
S,. Schofield, O. Recent changes in phytoplankton communities associated with
rapid regional climate change along the western Antarctic Peninsula.2009. Science
323:1470-1473.
http://www.climate-talks.net/2009-ENVRE130/PDF/DucklowScience.pdf
22. Olaso,Ignacio.,Lombarte.A.,Velasco.F Daily ration of Antarctic silverfish
(Pleuragramma antarcticum Boulenger, 1902) in the Eastern Weddell Sea
http://digital.csic.es/bitstream/10261/5524/1/ration.pdf
23. Peña, Fabiola. Efectos del cambio climático sobre los pingüinos de la isla Rey
Jorge. Una aproximación molecular. Boletín Antártico Chileno 30/1 y 2, Especial 30
años. Pág.37, 2011. http://www.inach.cl/wp-content/uploads/2012/03/BACH-30.pdf
24. Perona, Franco.”et al”. Efectos del cambio climático en la alimentación de las aves
marinas en isla Ardley. Boletin Antartico Chileno. Volumen 28 Nº2/ Diciembre 2009.
http://www.inach.cl/wp-content/uploads/2009/10/BAC-Dic091.pdf
13
25. Quintana,R.J., AGRAZ J., y BORGO, L. Biodiversidad en la Antártida. CIENCIA
HOY. (6) 31. http://www.cienciahoy.org.ar/hoy31/biodiversidad.htm
26. Riebesell, Ulf. Los océanos ácidos. Nuestro Planeta la revista del programa de las
naciones
unidas
para
el
medio
ambiente.
Diciembre
2007:11
http://www.unep.org/PDF/OurPlanet/2007/dec/SP/OP-2007-12-spFULLVERSION.pdf
27. Smetacek, V., Impactos del aumento de 2ºC en
http://assets.wwf.es/downloads/informe_pinguins_ok_1.pdf
pingüinos
antárticos.
28. Stephen, Nicol. Krill, Currents, and Sea Ice: Euphausia superba and Its Changing
Environment.
http://faculty.bennington.edu/~sherman/the%20ocean%20project/krill,%20currents%
20sea%20ice.pdf
29. Turner, John., “et al”. 2009. Antarctic climate change and the environment. SCAR.
Cambridge. UK. http://www.scar.org/treaty/atcmxxxiv/ATCM34_ip052_e.pdf
Artículos y Noticias
30. BBC
Ciencia.
Cae
población
de
pingüinos
en
la
Antártica.
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/04/110412_verde_pinguinos_antartica_d
eclive_lh.shtml
31. La retaguardia de la vida silvestre. http://www.unep.org/geo/GEO3/spanish/582.htm
32. Human
impacts
on
the
marine
ecosystems
of
http://noc.ac.uk/news/human-impacts-marine-ecosystems-antarctica
Antarctica.
Colección personal
33. Stammerjohn, S.E., Martinson, D.G., Smith, R.C., Ianuzzi, R.A. 2008. Sea ice in the
western Antarctic Peninsula region: Spatio-temporal variability from ecological and
climate change perspectives. Deep-Sea Research II 55:2041-2058.
14
9. PARTICIPACIÓN. Describa brevemente la participación de los integrantes en el
trabajo (Media página como máximo).
Pasten Bonilla Revisión bibliográgica y de la web. Traducción de paper. Análisis y
redacción.
Salazar Castillo Revisión bibliográgica y de la web. Traducción de paper. Análisis y
redacción.
10. AGRADECIMIENTOS. Brevemente, en caso de ser necesario (Media página
como máximo).
Agradecemos a todos
aquellos que nos ayudaron de diversas formas,
especialmente a Sebastián Gallardo por su constante apoyo y ayuda profesional, a
nuestros profesores de Química e Historia Sergio Casas-Cordero y Cristhian
Campos, por la lectura y sugerencias en el trabajo y a Fabiola Peña, por su ayuda y
envío de material que nos sirvió para fortalecer nuestro conocimiento. Finalmente a
nuestra profesora guía, por todas las horas extras que nos dedicó para revisar,
traducir y completar este trabajo.
15
Descargar