CORTE NAQONALDE JUSTICIA CORTE NACIONAL DE JUSTICIA SALA DE LO PENAL JUICIO PENAL: No. 0997- 2013 A.C RESOLUCION: No.846 2013 SALA PENAL PROCESADOS: RUGEL SONO MIGUEL ANGEL OFENDIDO (A): NOLIVOS CUEVA ROSA MERCEDES RECURSO: CASACIÓN POR: INJURIAS - - oc»r\i(1 CORTE NACIONAL DE JUSTICIA DEL ECUADOR SALA ESPECIALIZADA DE LO PENAL, PENAL MILITAR, PENAL POLICIAL Y TRÁNSITO PROCESO 0997~~ 2012— GT RECURSO DE CASACION LA CIUDADANA ROSA MERCEDES NOLIVOS CUEVA CONTRA EL CIUDADANO MIGUEL ANGEL RUGEL SONO JUEZ PONENTE: Dra. Gladys Terán Sierra Quito, julio 29 de 2013. Las 12h30. VISTOS: La ciudadana Rosa Mercedes Nohvos Cueva, querellante, interpone recurso de casación en contra de la sentencia dictada por la Segunda Sala de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia del Guayas, la cual confirma la sentencia dictada por el Juzgado Séptimo de Garantías Penales del Guayas, en cuanto a la imputabilidad de Miguel Ángel Rugel Sono, por el delito de injuria no calumniosa grave tipificado en el art. 489 del Código de Procedimiento Penal, que le impusiera la pena de seis meses de prisión correccional; así como, la suspensión del cumplimiento de la pena, acorde con el art. 82 ibídem; y, que la reformara en cuanto a que no existe pago de daños y perjuicios. Por el sorteo realizado, corresponde conocer del presente recurso a este Tribunal de Casación, de la Corte Nacional de Justicia, integrado por la Doctora Gladys Terán Sierra como Jueza Ponente, y los Doctores Vicente Robalino Villafuerte y Lucy Elena Blacio Pereira, como Jueces Nacionales, miembros del Tribunal; por lo que, habiéndose agotado el trámite legal pertinente y siendo el estado de la causa el de resolver, para hacerlo se considera: 1. COMPETENCIA Este Tribunal, de la Sala Especializada de lo Penal, Penal Militar, Penal Policial y Tránsito de la Corte Nacional de Justicia, es competente para resolver los recursos de casación y revisión, conforme a lo dispuesto en los arts. 184.1 y 76.7.k), de la Constitución de la República, arts. 184 y 186.1, del Código Orgánico de la Función Judicial (reformados mediante la Ley Orgánica Reformatoria del Código Orgánico de la Función Judicial publicada en el Suplemento del R. O. No. 38 de 17 de julio de 2013); art. 349 del Código de Procedimiento Penal; y, acorde al art. 5 de la Resolución No. 04-2013 de la Corte Nacional de Justicia de 22 de julio de 2013. Este recurso de casación, ha sido tramitado conforme las normas procesales de los artículos 349 al 358 del Código de Procedimiento Penal, de igual forma 1 se ha aplicado lo que dispone el artículo 76.3 de la Constitución de la República. 2. ANTECEDENTES DE LA ACTUACIONES PROCESALES SENTENCIA IMPUGNADA Y El 18 de agosto de 2011, la ciudadana Rosa Mercedes Nolivos Cueva, presenta querella por el delito injurias en contra de Miguel Ángel Rugel Sono; proceso de acción privada que se radicó en el Juzgado Séptimo de Garantías Penales del Guayas, bajo el No. 1306-2011. En la querella ha señalado: que el día 26 de mayo de 2011, a las 14h10, ingresó en la Secretaría del Colegio Fiscal Mixto “Eloy Alfaro” de la ciudad de Guayaquil, una comunicación dirigida a su nombre en calidad de rectora del plantel, firmada de puño y letra por el querellado, profesor, Miguel Ángel Rugel Sono; que, en la referida comunicación se ha dicho, textualmente: usted, de manera totalmente indebida, irregular, con abuso de autoridad, ilegal e inconstitucionalmente; y, con ODIO Y VENGANZA, por haberla denunciado de todos sus actos de corrupción, cometidos en el plantel, desde que usted ejercía las funciones de vocal principal (recuerde que auditores de la Contraloría General del Estado, verificaron su ilícito cometido en la adquisición de las 13 computadoras); procedió a despojarme, desmembrarme; dicho en términos legales, a despedirme intempestivamente de la seccion nocturna en el año lectivo 2009-20 10, cometiendolo tambien con mi esposa Lcda Leonor Patiño Gavilanez, y con mis colegas profesor Walter Plaza Suarez, Ps Azucena Guevara García y Lcdo Alberto Limones Reyes “... Señala, que esta comunicación ha sido también dirigida a las maestras y maestros del plantel (120 profesores, administrativos y servicios), Supervisora Provincial de Educación, Director Provincial de Educación, Subsecretaria Regional de Educación del Litoral, Ministra de Educación, a la Secretaría Nacional de Transparencia de Gestión; y, al Presidente de la República. Indica, que el ánimo del querellado, en la comunicación, ha sido la de atacarle, desacreditarle, desprestigiarle e imputarle la comisión de actos ilegales e inmorales, que jamás ha cometido, ni ha sido partícipe; que su actuar en el colegio ha sido íntegro, con rectitud, moralidad, verticalidad, que ha ejercido funciones como Colectora, profesora, vocal del Consejo Directivo, Vicerrectora y como Rectora titular; que jamás ha recibido sanción alguna. Precisa, que lo afirmado por el Prof. Miguel Rugel, en cuanto a que auditores de Contraloría han verificado su ilícito en la adquisición de 13 computadoras, ha sido falso, ya que lo lógico hubiera sido, que la Contraloría General del Estado, hubiera determinado en su contra algún tipo de responsabilidad; ha 2 ( C)C\\tfl’U adjuntado el certificado del organismo de control; ha señalado que lo afirmado en la comunicación daña su imagen, ofende y mancilla su buen nombre y su ganada reputación, a más de haber atentado contra su dignidad y honor; que la afirmación en cuanto a que ha actuado con abuso de autoridad, ilegal e inconstitucionalmente con odio y venganza, no ha tenido fundamento; que la intención ha sido deshonrar, desacreditar, desprestigiar su buen nombre, que lo ha ganado ante sus compañeros y autoridades; que el querellado con pleno conocimiento de falsedad ha manifestado que ha sido despedido intempestivamente, cuando a la fecha se ha encontrado laborando normalmente; que tal afirmación ha demostrado la conducta y malicia de los actos del querellado, el cual no ha hecho un simple juicio de valor, sino, una afirmación contraria a la verdad y la imputación de actos y hechos contrarios a las norma y la legislación educativa. Afirma que era evidente el animus injuriandi del profesor Miguel Rugél, haciéndole en tal comunicación la imputación falsa de actos y hechos que jamás ha perpetrado, que la verdadera intención del querellado ha sido crear una falsa opinión de su imagen y persona. Establece como pretensión, que el acusado Miguel Ángel Rugel Sono sea declarado autor del delito tipificado en el art. 489 del Código Penal, sancionado y reprimido acorde al art. 495 ibídem, con el máximo de la pena, esto es seis meses de prisión, por encontrarse en las circunstancias del art. 491 del mismo cuerpo legal; de manera puntual, solicita acorde al art. 31.1 c) del Código de Procedimiento Penal, se declare en sentencia los daños y perjuicios ocasionados por la infracción cometida, en una indemnización de US $ 500.000,oo, más los honorarios de sus defensores que los ha estimado en US $ 2.500,oo. El 6 de octubre de 2011, Miguel Ángel Rugel Sono, ha dado contestación a la querella presentada en su contra, y ha señalado, que impugna y redarguye de falso el contenido de la misma; que siendo la injuria un delito doloso ha debido existir el animus injuriandi; que en el caso específico no ha existido la intención o ánimo de injuriar, de ofender, de deshonrar o descreditar a la querellante; que por ende no ha existido el delito denunciado. El 13 de octubre de 2011 se apertura el plazo de presentación de prueba, período en el cual, tanto la querellante como el querellado han presentado una serie de documentos relacionados con su trayectoria académica, personal y laboral, así como, la comunicación de 26 de mayo de 2011 suscrita por el profesor Miguel Rugel dirigido a la Máster Rosa Nolivo, documento en el cual la acusadora particular señala que se le ha irrogado las injurias. 3 El 1 de febrero de 2012, se declara concluida la prueba y se ha convocado a la correspondiente audiencia de conciliación y juzgamiento, la cual se realizó el 16 de febrero de 2012; toda vez que no fuera posible un arreglo amistoso, se evacuó la audiencia en la que se ha actuado lo siguiente: - Testimonio de Carlos Francisco Contreras Terán, quien ha señalado que ha comparecido por el contenido de la comunicación, que ha conocido de la misma, que se ha acusado a la señora Nolivos de actos de corrupción, que se ha enterado el 26 de mayo de 2011, a las 9h00, en el Colegio Eloy Alfaro de Guayaquil, que la comunicación se la ha entregado el señor Miguel Rugel Sono. Testimonio de Arehza Jesús Fernández Córdova, quien ha indicado que entre los hechos que se han denunciado en la comunicación de 26 de mayo de 2011, suscrita por Miguel Rugel, recuerda aquello que la señora rectora lo ha despojado de sus horas de trabajo, que ha entendido que era en la jornada nocturna, trabajo que se ha realizado mediante horas extras; que de lo que ha conocido, ni ha sucedido que la Contraloría ha glosado a la rectora por la compra de 13 computadoras; que ha tenido conocimiento del documento el 26 de mayo de 2011, en el transcurso de la mañana, que ella ha ingresado a las 10h25, que se lo ha entregado el propio profesor Miguel Rugel. Testimonio de Pilar Gardenia Chávez Badillo, que ha señalado que respecto a injurias ha habido un documento firmado por Miguel Rugel, que el mismo lo ha entregado el 26 de mayo de 2011, a eso de las 14h00 que no ha conocido que la señora rectora haya cometido actos de corrupcion que en el documento que ha recibido se ha dicho aquello de que la Contraloría ha verificado un ilícito en la adquisición de 13 computadoras; que no ha conocido la resolución 7602 de la Contraloría en la que se ha señalado una serie de responsabilidades a la señora Nolivos. Testimonio de Milton Morán Jiménez, quien ha indicado que el 26 de mayo de 2011 el profesor Rugel le ha entregado un documento dirigido a la señora Rosa Nolivos, aproximadamente a las 15h00, que lo que se ha dicho allí no ha sido verdad, que en el documento el profesor Rugel ha acusado a la Lic. Nolivos de haber cometido un ilícito en la adquisición de 13 computadoras; que ha visto que el profesor Rugel ha entregado el documento a otros profesores en la entrada del plantel; que no ha conocido la resolución 7602 de la Contraloría en la que se han señalado responsabilidades a la señora Nolivos. Testimonio de Edwin Reinaldo Toapanta Verdezoto, quien ha señalado que el escrito de 26 de mayo de 2011, lo ha entregado el señor Miguel Rugel el mismo día, cerca de la asociación de profesores, en el interior del colegio, que ha sido injurioso; que, refiriéndose a la rectora, no ha incurrido en ninguna inmoralidad, que ha tenido conocimiento que la 4 wc~1t,fl~~ - Contraloria General del Estado la ha absuelto de toda culpa, en torno a / la compra de las 13 computadoras; que el documento que se le ha entregado ha sido una volante que se ha dado también a un buen número de maestros, que dicho volante lo ha suscrito el profesor Rugel y ha estado dirigido a la Lic. Nolivos y ha sido de fecha 26 de mayo de 2011; que el documento ha señalado irregularidades que no han sido comprobadas. Testimonio de Román Andrés López Merchán, quien ha indicado que leyendo el documento entregado por el señor Miguel Rugel, en el que se ha señalado que ha sido despedido intempestitvamente, que la señora ha sido tildada por la Contraloría como corrupta; ha precisado que la Contraloría no ha entregado ninguna sanción, que más bien ha sido una certificación de que todo ha estado correcto, que el señor jamás ha sido despedido, que el documento ha dicho cosas falsas; que como Colector del plantel, era la persona que hacía el ingreso o salida del sistema de presupuesto o seguro social, que el señor jamás ha sido separado; que ha observado que el 26 de mayo de 2011, el señor Rugel, en horas del almuerzo, ha entregado este papel a la mayoría de profesores que pasaban, aproximadamente a las 14h00 a 14h45, que a él le ha entregado el mismo profesor Rugel. Intervención de la acusadora particular, quien ha acotado que las glosas no son actos corruptos, al punto que se desvirtúan dentro del plazo de 8 días, que la glosa a la que se ha hecho referencia corresponde a otra acción que no ha tenido nada que ver con las 13 computadoras, que esa glosa ha sido desvirtuada; ha hecho hincapié que en el proceso ha obrado un documento otorgado por la Contraloría General del Estado en el que ha constado que nunca ha tenido responsabilidad, civil, penal o administrativa. Intervención del querellado, quien ha indicado que la querella se ha referido a dos puntos que supuestamente han sido injuriosos: con relación al despido intempestivo de la sección nocturna, la querella ha transcrito el contenido de su denuncia pública que como ciudadano la ha presentado en su mismo despacho el 26 de mayo de 2011 que ha sido sin el ánimo de faltarle el respeto o cometer un supuesto acto de injuria; que dentro de las pruebas presentadas por la querellante han existido documentos firmados por López Merchán quien ha certificado con fecha 28 de julio de 2011 que se ha encontrado, a tal fecha, recibiendo su sueldo normalmente y que no ha sido despedido intempestivamente; que la querellante ha tratado de engañar, haciendo aparecer que el querellado ha denunciado que lo han despedido intempestivamente del colegio, que en realidad lo que ha denunciado en su carta ha sido que se lo despojó de la sección nocturna; que él no la ha injuriado, que lo que ha hecho fue denunciar, a ella y a las autoridades de educación nacional y regional, un acto inconstitucional de haberlo despedido de la 5 sección nocturna, al igual que a su esposa. Que en el segundo punto de la querella, la querellante ha manifestado que él le ha injuriado, le ha dañado la honra al manifestar que la Contraloría General del Estado en el ejercicio 1996-2001, ha llevado a cabo la auditoría general, que lo que él ha denunciado ha sido la compra de computadoras, que en el informe que ha obrado del proceso, la Contraloría a través de la subdirección de responsabilidades, ha emitido la resolución 7602 de 27 de julio de 2004, donde ha constado el nombre de la señora y la correspondiente glosa; de otro lado, el querellado ha reconocido haber entregado el documento de 26 de mayo de 2011, que la rectora ha dicho ser injurioso, en la secretaria del plantel, que ha entregado el documento a la mayoría de los que han estado presentes en la audiencia. El 17 de febrero de 2012, a las 15h05, el Juez Séptimo de Garantías Penales del Guayas, ha señalado que el querellado lejos de haber desvirtuado o desmentido lo aseverado por la acusadora, se ha ratificado en el documento materia de la injuria; que lo expresado por el querellado de que no ha sido con el ánimos de injuriarla, sino de denunciarle, que lo que hubo de su parte fue el animus denunciandi, que hubiera sido así si se hubiere quedado en la presentación del escrito de 26 de mayo de 2011, pero lejos de aquello, acorde a las versiones de los testigos, se ha reconocido que ha entregado el documento a sus compañeros tanto en horas de la mañana como en la tarde; que ha hecho publico el documento antes de ser presentado en la secretaria del colegio, que es en ese momento en el que ha aparecido el animus injunandi del querellado en contra de la acusadora particular Sobre esta base, el Juez ha resuelto declarar con lugar la acusacion particular deducida por Rosa Mercedes Nolivos Cueva en contra de Miguel Ángel Rugel Sono, por el delito injuria no calumniosa grave tipificada en el art. 489 del Código Penal, imponiéndole la pena de prisión correccional de seis meses de acuerdo a lo establecido en el art. 495 ibídem y, por tratarse de los casos establecidos en el art. 82 del mismo cuerpo legal, considerando la personalidad integral del condenado, de haber sido un docente de un centro educativo, se ha suspendido el cumplimiento de la pena. El 27 de febrero de 2012, la querellada, ha interpuesto recursos de nulidad y ampliación. El 19 de marzo de 2012, a las 16h45, el Juez Séptimo de Garantías Penales del Guayas, ha señalado que por legal y procedente se amplía la sentencia en el sentido de que se condena al sentenciado al pago por concepto de indemnización de daños y perjuicios, costas procesales y honorarios profesionales acorde al art. 283 del Código de Procedimiento Civil. 6 oc\N~ç\~ — El 10 de julio de 2012, la Segunda Sala de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia del Guayas, a las 12h01, ha señalado, refiriéndose al recurso de apelación, que: “confirma la sentencia dictada por el Juez a-quo, en cuanto a la imputabilidad; sin embargo, se reforma en cuanto que: no existe pago de daños y perjuicios que hacer por parte del querellado, por no ser acusador particular, ni haber actuado de mala fe.” De esta sentencia, la querellante Rosa Mercedes, han interpuesto recurso de casación, que es el que ahora nos ocupa. 3. ARGUMENTOS Y FUNDAMENTACION DEL RECURSO Se llevó a cabo la audiencia oral pública y contradictoria, de fundamentación del recurso, compareciendo la querellante recurrente Rosa Mercedes Nolivos Cueva con su abogado Santiago Yépez; y, en representación del procesado Miguel Ángel Rugel Sono el Dr. Wilson Camino, defensor público. 3.1. De la recurrente querellante Quien para fundamentar su recurso, por intermedio de su abogado patrocinador, Ab. Santiago Yépez, ha manifestado que el recurso de casación se basa en los arts. 1 y 5 de la Ley de Casación, que ha sido propuesto contra la parte que reforma la sentencia de primera instancia, que en la misma se ha declarado culpable del delito de injurias a Miguel Rugel Sono y se lo ha condenado al pago por concepto de indemnización de daños y perjuicios, costas procesales y honorarios profesionales; que en la sentencia de segunda instancia se ha reformado la parte correspondiente al pago de indemnización, señalando que no existe tal pago por no haber sido acusador particular ni haber actuado de mala fe. ( Que el art. 3.1indebida, de la Ley era una causal de de casación la aplicación faltadedeCasación, aplicaciónseñala, o errónea interpretación normas por de derecho, incluyendo los precedentes jurisprudenciales obligatorios; que en la sentencia existe una errónea interpretación de normas de derecho; que en el juicio por injurias la querellante es la acusadora particular, que nunca el querellado es el acusador particular, que en el juicio que nos ocupa, si ha existido la respectiva acusación particular por parte de la querellante, que si se ha condenado al acusado por el delito de injurias es porque se ha comprobado el animus injuriandi, la mala fe de dañar, desprestigiar, deshonrar la dignidad de la persona; que la injuria lleva implícito la actuación de mala fe. Ha señalado, que constituye precedentes jurisprudenciales obligatorios, condenar al imputado por el delito de injurias, a más de la pena correctiva a la indemnización por daños y perjuicios ocasionados, que se ha evidenciado en 7 ~ casos análogos de procesos penales por esta clase de delitos; que el art. 309.5 del Código Penal, señala entre los requisitos de la sentencia, la condena a pagar los daños y perjuicios ocasionados por la infracción en la determinación del monto económico a ser pagado por el sentenciado al ofendido, haya o no presentado acusación particular. Como corolario ha señalado que en el caso se ha confirmado la existencia del delito y la imputabilidad de Migel Rugel Sono, por lo que se le condenó a la pena de seis meses de prisión correccional; solicita se admita y se declare la procedencia del recurso de casación y en sentencia se condene al querellado al pago de una indemnización reparatoria por los daños y perjuicios ocasionados al pago de costas y honorarios de la defensa; y, que se deje constancia de la suspensión de los derechos de ciudadanía del procesado por igual tiempo al de la condena. 3.2. DeI procesado querellado Por quien, en su representación ha actuado el Dr. Wilson Camino, Defensor Público, quien indicó: que la sentencia de la Segunda Sala de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia del Guayas estaba debidamente fundamentada, que ha cumplido con lo que establece el art. 309 del Código de Procedimiento Penal; con relación a lo manifestado por el recurrente, que se refiere a que éste se ha fundamentado en la Ley de Casacion, norma legal que no procede para los casos penales, sino el Codigo de Procedimiento Penal, que el recurrente no ha indicado cual ha sido la violacion de la ley en la sentencia, que la sentencia en la parte ultima, ha indicado que no existe pago de daños y perjuicios por no haber sido acusador particular y no haber actuado de mala fe, que por esa razón no se ha condenado a tal pago; que al no estar el recurso debidamente fundamentado, ha solicitado declararlo improcedente. 4. ANÁLISIS DEL TRIBUNAL DE CASACIÓN 4.1. DeI recurso de casación La casación, es un medio de impugnación extraordinario, contra la sentencia de última instancia, el cual se caracteriza por su aspecto eminentemente técnico-jurídico, o de formalidad, igualmente jurídica; y, que es limitado a determinadas resoluciones por las causales que la ley ha determinado; es por ello que a la casación se la considera una sede extraordinaria de control de legalidad, y por ende de corrección de errores trascendentales cometidos por los estadios ordinarios del proceso. La actual casación penal ha de concebirse como un recurso extraordinario, mediante el cual se pone en marcha un juicio técnico 8 /‘‘ - limitado de derecho, sobre los procesos de los cuales han surgido sentencias que no han adquirido el carácter de firmeza, con el propósito de hacer efectivo el derecho sustantivo y las garantías debidas a quienes intervienen en el proceso penal, unificar la jurisprudencia nacional como criterio auxiliar del derecho (...) y reparar agravios inferidos por las determinaciones del fallo impugnado a los intervinientes. Se trata entonces coetáneamente, de un juicio enmarcado en la dilogía de legalidad y necesidad. 4)/7(É’ ~ En sentido lato, se trata de un medio de impugnación de fallos violatorios de la normatividad sustantiva.1 En nuestro ordenamiento jurídico el recurso de casación, se encuentra previsto, en el Código de Procedimiento Penal, art. 349 que señala: “El recurso de casación será procedente para ante la Corte Nacional de Justicia, cuando en la sentencia se hubiera violado la ley, ya por contravención expresa de su texto, por indebida aplicación, o por errónea interpretación. [-sic-] No serán admisibles los pedidos tendientes a volver a valorar la prueba.” La casación como recurso extraordinario, a diferencia de los recursos ordinarios que se ejercen en las instancias, tiene finalidades específicas determinadas por la propia ley y a las circunstancias, a que, con los cuestionamientos sobre la legalidad de las sentencias, pretenda la reparación de los agravios y errores inferidos a las partes, en el respectivo fallo; la efectividad del derecho material y de las garantías debidas a los sujetos procesales y unificar la jurisprudencia; todo lo cual debe hacerse únicamente con base y por los motivos expresamente previstos en el art. 349 del Código de Procedimiento Penal, puesto que, no cualquier inconformidad con la sentencia es susceptible de ser recurrida por esta vía. Se trata de una institución establecida con el fin de garantizar la corrección sustancial y la legalidad formal del juicio previo exigido por la Constitución, para asegurar el respeto a los derechos individuales y a las garantías de igualdad ante la ley, inviolabilidad de la defensa, debido proceso, entre otras garantías constitucionales; así como, y en tratándose de materia penal, el mantenimiento del orden jurídico penal por una más uniforme aplicación de la ley sustantiva. Este recurso, es considerado un medio de impugnación, que por motivos de derecho específicamente previstos por la ley, una parte, denominada casacionista postula la revisión de los errores jurídicos atribuidos a la sentencia de mérito que la perjudica; reclamando la correcta aplicación de la ley 1 RAMiRES POVEDA, Samuel José, Los Errores de Hecho en Sede de casación Penal, Bogotá, Ediciones Juridicas Gustavo lbañez Ltda., 2002, p. 19 9 — sustantiva, o la anulación de la sentencia, y una nueva decisión, con o sin reenvío a nuevo juicio. Es precisamente de las finalidades de este recurso, que quedan indicadas, que se permiten clarificar su carácter excepcional que está orientado al control de la legalidad de las actuaciones de los operadores de la norma. 4.2. De la fundamentación del recurso y de las vulneraciones legales invocadas por el recurrente Como quedó indicado en el punto 3.1. la recurrente ha fundamentado su recurso señalando, en rasgos generales, que lo hace al amparo de la Ley de Casación (arts. 3.1.5), que en la sentencia recurrida ha existido una errónea interpretación de normas de derecho, ya que se ha reformado la parte correspondiente al pago de indemnización, señalándose que no existe tal pago por no haber sido acusador particular ni haber actuado de mala fe; que el art. 309.5 del Código Penal, señala entre los requisitos de la sentencia, la condena a pagar los daños y perjuicios ocasionados por la infraccion Identificado el escenario causal, en el que se fundamenta la recurrente; corresponde proceder al examen, en sí mismo, de tales fundamentos para determinar su procedencia o improcedencia; sin entrar en un análisis por se de la prueba actuada en el juicio, lo cual no corresponde (de manera primigenia) a este escenario de casacion 42 1 En primer lugar, cabe dejar indicado que en materia penal, el recurso de casación está claramente determinado en el Código de Procedimiento Penal, dentro del Libro IV Etapas del Proceso; Título IV, Etapa de Impugnación; Capítulo IV, Recurso de Casación, arts. 349-354; por ende, respecto de este recurso existe norma expresa; de allí que, huelga reiterar que en materia penal la fundamentación del mismo no se lo hace con base en la Ley de Casación. 4.2.2. Ahora bien, es cierto que el recurso de casación por definición es limitado, que como bien lo señala el tratadista Orlando Rodríguez, tiene un carácter específico, que le impide al Tribunal o Corte de Casación saltarse la barda que le impone el censor mediante la proposición jurídica, por lo que no corrige ni adiciona demandas, que se limita a verificar la correcta formulación de la proposición y su desarrollo normativo; que solo aquellas demandas que se desarrollan por el correcto sendero, tienen vocación para prosperar2; más sin embargo, existe la denominada “casación oficiosa”, la cual como nos indica este autor, “opera como una excepción al principio de limitación que regula el ejercicio de la casación ordinaria. “~ 2 ver Rodríguez, Oriando. “Casación y Revisión Penal~ Edid. Temis. Bogotá. 2008, p. 138 Rodríguez, Orlando. Op. Cit. p. 138 10 “fr la casación oficiosa adquiere mayor protagonismo, porque si antes había surgido tímidamente ante la existencia de errores de procedimiento, ahora tenía expresa raigambre constitucional en el deber de la Sala de Casación Penal de la Corte de proteger los derechos y garantías fundamentales. Por tanto esta corporación judicial debía no solo resolver, sino avocar, tramitar y sentenciar de oficio, superando las limitaciones de la técnica en la formulación de la proposición jurídica. Es la expresión de la función protectora y garantista de los derechos y libertades fundamentales como del cometido constitucional de la realización de la justicia material (...) La casación oficiosa, en consecuencia, opera únicamente para la protección de los derechos y garantías fundamentales del procesado...4 Sobre la base de lo indicado, para el caso traído a sede casacional, cabe también remitirnos al art. 358 del Código de Procedimiento Penal, que en su parte final señala “Si la sala obseivare que la sentencia ha violado la ley, admitirá la casación, aunque la fundamentación del recurrente haya sido equivocada. 4.2.3. Para el caso en ciernes, el delito por el cual se ha activado el proceso judicial ha sido el de injuria, que en nuestro ordenamiento jurídico se encuentra tipificado en el Código Penal; Libro II, De los Delitos en particular; Titulo VII, De los Delitos contra la Honra; Capítulo Único, De la Injuria; arts. 489-5O2.~ Rodriguez. Orlando. Op. y cit. p. 140 Haciendo un ligero resumen sobre las injurias que contempla nuestro código Penal, podemos señalar que el art. 489 trata sobre las clases de injurias (calumniosa y no calumniosa); el art. 490 sobre las injurias no calumniosas; el ai-t. 491 sobre las injurias calumniosas; el art. 492 sobre las injurias calumniosas ante menos de diez personas; el art. 493 sobre la injuria calumniosa a la autoridad: el art. 494 sobre la tipificación y sanción a la acusación o denuncia calificada como maliciosa; el art. 495 sobre otras injurias no calumniosas; el art. 496 sobre la compensación de injurias; el art. 497 sobre la inadmisibilidad de prueba en las injurias no calumniosas; el art. 498 sobre las injurias publicadas en el extranjero; el art. 499 trata sobre la reproducción de publicaciones injuriosas; el art. 500 sobre la injuria vertida enjuicio; el art. 501 trata sobre los comentarios ofensivos a la reputación, esto es por difamación; el art. 502 trata sobre la eximente de responsabilidad respecto a ciertas personas que infieren injurias no calumniosas; finalmente y bajo la categoria de contravenciones, los arts. 606.14.15 tratan sobre las injurias con categoria de contravenciones de tercera clase; y, 607.9.10 tratan a las injurias como contravenciones de cuarta clase. En cuanto respecta a las penas, en nuestra legislación por estos delitos, tenemos que el código Penal dispone lo siguiente: en el art. 492 señala que serán reprimidos con uno a seis meses de prisión, y multa de seis a doce dólares de los Estados unidos de Norteamérica en el caso de imputación privada; el art. 493 establece, en el caso de imputación calumniosa a una autoridad, que la pena será de prisión de uno a tres años y multa de seis a veinte y cinco dólares de los Estados Unidos de Norteamérica; pero si las imputaciones no calumniosas son graves, las penas será de prisión de seis meses a dos años y multa de seis a diecinueve dólares de los Estados Unidos de Norteamérica; el art, 494 señal, en el caso de que la acusación o denuncia hayan sido declaradas como maliciosa, que la pena será de prisión de tres meses a tres años y multa de seis a treinta y un dólares de los Estados unidos de Norteamérica; el art. 495 determina que, en el caso del art. 491 (injurias no calumniosas graves) la pena será de prisión de tres a seis meses y multa de seis a doce dólares de los Estados Unidos de Norteamérica; yen el caso del art. 492 con prisión de quince dias a tres meses y multa de seis dólares de los Estados Unidos de Norteamérica; el art. 499,1, para el caso de difamación, sanciona con la pena de prisión de seis meses a dos años; el art. 500, esto es por injuria vertida en juicio, sanciona con una multa de hasta dieciséis dólares de los Estados Unidos de Norteamérica; el art, 501, en el caso de comentarios ofensivos a la reputación por difamación, sanciona con pena de tres meses a un año de prisión y multa de seis a diecinueve dólares de los Estados Unidos de Norteamérica; y, por último, el art, 502, expresamente señala ‘No cometen injuria: los padres ni los ascendientes, respecto de sus hffos y descendientes; ni los tutores, curadores, patronos, maestros, directores o jefes de los establecimientos de educación, corrección o castigo, respecto de sus pupilos, trabajadores, discípulos o dependientes, a menos quela injuria sea de las calificadas como calumniosas’, 11 Nuestro código sustantivo penal, en esta parte, regula de manera genérica tres delitos, a saber: la injuria, la difamación y la calumnia, cada cual con sus características particulares; con lo que, en nuestro país, el referido cuerpo legal, a más de la norma suprema, Constitución de la República, a la cual nos referiremos más adelante, protege con estas figuras penales, al bien jurídico de la honra, considerada a ésta tanto en el aspecto individual como en el aspecto social y público. 4.2.4. Como quedó indicado, en este tipo de delitos, el bien jurídico protegido es la honra de las personas, esto es el honor, el buen nombre. Dentro de toda sociedad jurídicamente organizada, el derecho a la honra, es considerado como derecho fundamental de la persona humana, de tal manera que el naufragio de los más altos valores de nuestro tiempo, los excesos a los atropellos al honor, ponen en serio peligro la vigencia de ese derecho, lo que no permite la convivencia tranquila, digna, libre de zozobras y perturbaciones en nuestro país.6 El objeto jurídico de los delitos contra el honor y la honra, es el interés del Estado en proteger el valor moral de las personas, privadas y públicas, valor que es el fundamento de su existencia individual y social, que no puede prescindir de la confianza y de la estima reciprocas. El honor es inherente a la persona humana, es un bien como lo son su vida, su integridad corporal, su honestidad y su libertad de tal modo que las ofensas contra el honor atacan a un conjunto de cualidades apreciadas como valiosas por la comunidad, estas cualidades no son exclusivamente las que atañen a la personalidad moral del individuo, sino que comprenden las cualidades jurídicas, sociales y profesionales valiosas para la comunidad; de tal manera que la tranquilidad de cada uno y la paz social, exigen que la personalidad ajena sea respetada, de ahí que a toda persona le corresponde un mínimo de respetabilidad y honorabilidad que debe ser protegida. En nuestro ordenamiento jurídico el honor se lo entiende en dos sentidos: 1) Objetivo; que es la reputación, el buen nombre o la fama de que goza una determinada una persona ante los demás; u) Subjetivo; que es el sentimiento de la estimación que la persona tiene de sí mismo en relación con la conciencia de la propia moral. GARcIA FALc0NÍ, José. La Injuria, Calumnia y Difamación. Articuio en Revista Judicial. Diario La Hora. Quito. Ecuador de 28 de febrero de 2012 12 Nuestra legislacion protege el honor de una persona, ya que la ley estima que éstas tienen derecho a su fama; el honor es, en nuestro país, uno de los bienes jurídicos más protegidos por el Estado a través de la Constitución de la República, tratados internacionales de derechos humanos y las leyes, ya que el mismo constituyente ha ubicado como el más preciado patrimonio de una persona; pues, el honor es un bien jurídico que se halla protegido hasta con sanciones de carácter penal, porque todo individuo tiene derecho a la inviolabilidad de su personalidad moral, auténtica y presunta; más aún, algunos consideran al honor como el mayor bien de la vida, a punto tal que prefieren la muerte antes que perderlo; otros en cambio, la aprecian solo en lo que tienen de útil para la convivencia social; de este modo el honor es un sentimiento valorado e interpretado de forma muy diferente por los seres humanos. Nuestra norma suprema en el art. 66.18. dispone que se reconoce y garantiza a las personas “El derecho al honor y al buen nombre. La ley protegerá la ¡magen y la voz de la persona.” 4.2.5 Toda vez que en el caso sub ludice, la injuria por la cual se ha sentenciado es aquella del tipo no calumniosa grave tipificada en el art. 489 del Código Penal, y por la cual se ha impuesto la pena de prisión correccional de seis meses, prevista en el art. 495 ibídem; corresponde, previo al examen de casación, en torno al problema jurídico traído a esta sede, el referirnos a los elementos del delito, entre los cuales tenemos que tanto el sujeto activo, como el pasivo, puede ser cualquier persona, incluso los delincuentes, los condenados a interdicción civil, y lo son también los niños y los dementes, los indignos y los desprovistos del honor; ya que, como quedó indicado, la ley protege a todas las personas y sanciona toda expresión o hecho que ofenda la integridad moral humana, independientemente de la reputación del ofendido. El art. 490 del Código Penal, nos señala cuatro casos de injurias calumniosas graves, a saber: 1) la imputación de un vicio o falta de moralidad cuyas consecuencias pueden perjudicar considerablemente la fama, crédito o intereses del agraviado; 2) las imputaciones, que por su naturaleza, ocasión o circunstancia, fueren tenidas en el concepto público por afrentosas; 3) Las imputaciones que racionalmente merezcan la calificación de graves, atendiendo el estado, dignidad y circunstancias del ofendido y del ofensor; y, 4) las bofetadas, puntapiés u otros ultrajes de obra; huelga reparar, que lo indispensable es que cualquier medio que se emplee para injuriar, debe tener un contenido ofensivo; es necesario que el acto injurioso, ya sea la palabra o el hecho, exteriorice el propósito de injuriar, es a esto lo que el maestro Carrara denominó el animus injuriandi 13 Ahora bien, hay que señalar, que las opiniones que se emitan sobre una persona, aunque aparentemente sean injuriosas si no tienen el ánimo de injuriar, no constituye delito. 4.2.6. En el caso que nos ocupa, y recordando aquello de que para el recurso de casación los hechos ya vienen fijados, encontramos que, tanto el a que como el ad quem, han determinado en su respectivo momento que: según las varias versiones de los testigos presentados por la querellante, estos afirman —como quedó relatado en la audiencia de juzgamiento-, que recibieron de parte del acusado, el referido documento en horas de la mañana, es decir antes de la presentación, que según aparece del escrito adjuntado el proceso, fue recibido en la secretaría del plantel el 26 de mayo del 2011 a las 14h10, reconociendo además el querellado, que tanto a sus compañeros en el interior del Colegio Eloy Alfaro de esta ciudad de Guayaquil, tanto en horas de la mañana como en horas de la tarde, entregó el documento, es decir, ya hizo público ese documento antes de ser presentado en la secretaría del colegio, es en ese momento donde aparece el animus injuriandi del querellado en contra de la acusadora particular, toda vez que injuria no calumniosa consiste en toda otra expresión proferida en descrédito, deshonra o menosprecio de otra persona,... Hay que recordar, que en esta clase de licitos, el animo injuriandi es el dolo, perse, estos delitos son dolosos 4.2.7. Adentrándonos al nudo central de la casación planteada, para la cual como quedó indicado, si bien el recurrente lo ha hecho de manera errada fundamentándola en la Ley de Casación, que no es pertinente; más sin embargo, sobre la base de lo señalado en el punto 4.2.2., este Tribunal de Casación procede a realizar la casación de oficio, al haber determinado que la sentencia del juez ad quem yerra por errónea aplicación de la ley, conforme se pasa a analizar. Si bien, en la sentencia recurrida se está ‘confirmando” la sentencia del a quo, en cuanto a la imputabilidad, vale decir, en cuanto a la existencia misma del delito de injuria no calumniosa grave y de la responsabilidad del querellado; de quien, por haberse señalado que ha habido el animus injuriandi, se lo ha condenado por tal ilícito; más sin embargo, el ad quem comete el error de una indebida aplicación de la ley, ya que, si se considera que este tipo delictual, como quedó indicado, es doloso y lleva implícito el ánimo de causar daño, en este caso a la honra, el honor y/o el buen nombre de una persona; es precisamente por ello, que el afectado en su honor (ofendido) asume una calidad de querellante, para activar y poner en marcha el proceso penal. 14 ( n~r~ 8 ~OD - Este proceso penal, precisamente, arranca con la presentación formal de la querella, misma que si bien es cierto, nuestro Código de Procedimiento Penal, a momentos la confunde o la ubica como si se tratara de la acusación particular (Art. 371 del Código de Procedimiento Penal); no por ello hay que perderse, que el ofendido de este delito, Ilámese querellante, para efectos de activar el proceso penal, en el momento oportuno de la sustanciación del mismo, que huelga reiterar, es de acción privada, cuyo trámite esta normado en el Código de Procedimiento Penal, Libro IV, Etapas del Proceso; Título V, Los Procedimientos Especiales; Capítulo II, Procedimiento de Acción Penal Privada; arts. 371 -375; “formaliza” su acusación particular una vez concluida la prueba, en la audiencia de conciliación, juicio o juzgamiento (arts. 371.4, 373 inc. segundo); como así ha ocurrido en el caso en ciernes. Cc~t0~~ 4.2.7. De otro lado, en cuanto tiene que ver con la sentencia, el Código de Procedimiento Penal, en el artículo 309 establece los requisitos que ésta debe contener; y, entre ellos consta textualmente el numeral quinto que señala: “La condena a pagar los daños y perjuicios ocasionados por la infracción en la determinación del monto económico a ser pagado por el sentenciado al ofendido haya o no presentado acusación particular.” 4.2.8. De lo indicado en los puntos ut supra, deviene que la sentencia del ad quem, cabe ser casada, en tanto y en cuanto, nótese, que de un lado, si bien consta aquella expresión de que la sentencia del a quo ha sido confirmada en cuanto a la imputabilidad; más sin embargo, la “reforma” en cuanto a que no existe pago de daños y perjuicios por parte del querellado por no ser acusador particular, ni haber actuado de mala fe...” “... De lo cual, a las claras resalta el error de aplicación de los artículos que quedan indicados; ya que, no solo que da a entender que en el caso en ciernes no ha habido “acusación particular», sino que, confunde el hecho ilógico de que el querellado, sujeto activo del delito de injuria, sea quien debía ser acusador particular; y, lo que es más errado, que el mismo querellado no haya actuado con mala fe, lo cual es otro craso yerro del ad quem, ya que como quedó señalado este tipo de delitos son dolosos, tienen el animus injuriandi, ergo, la mala fe de dañar la honra, el honor, el buen nombre, la reputación de una persona, ya que si no hubiera tal elemento del tipo penal, simplemente no habría delito que perseguir. Finalmente, el yerro radica en que, sobre todo, el establecer la condena a pagar daños y perjuicios ocasionados por la infracción, se haya o no presentado acusación particular, constituye un requisito de la sentencia, de conformidad con el art. 309.5 del Código de Procedimiento Penal; aquello, precisamente como, aplicación del derecho de “reparación integral”, del cual se abordará en el punto siguiente; más aún en el delito de injurias, éste inicia 15 necesariamente con la querella, pues en estos casos de acción privada, su ejercicio le corresponde únicamente al ofendido; este acto procesal —querella es la acusación particular, que se denomina así para los delitos de acción pública, se diferencia únicamente por los requisitos: Art 55 y Art. 371 del Código de Procedimiento Penal, la protesta de formalizar la acusación particular una vez concluida la prueba; y en el caso de la acusación particular la justificación de la condición de ofendido y los elementos en que esté fundada la atribución de la participación del procesado en la infracción; en consecuencia, pare efectos del pago de indemnización de daños y perjuicios por la infracción es igual, tanto en la acusación particular como en la querella, e incluso, en la una procede sin necesidad de que esta se haya propuesto, pues este derecho es un requisito de la sentencia, conforme se indicó utsupra. 4.2.10. Una vez que se ha evidenciado el yerro del ad quem en la sentencia recurrida en casación, y dado que, el nudo central estriba también en aquello de la indemnización de daños y perjuicios, que es lo que el recurrente ha solicitado de manera expresa, tanto al proponer su querella, al formalizar su acusación particular y, al fundamentar su recurso de casación; este Tribunal, para ahondar en un correcto análisis del caso sub iudice abordará lo atinente a la “reparación integral”7; más aún, si se considera el marco del Estado constitucional de derechos y justicia que impera en nuestro país a partir de la entrada en vigencia de la Constitución del 2008, y el paradigma garantista que se erige en nuestra sociedad, reparacion integral, la cual, mas alla de ser abordada como un concepto abstracto, subjetivo y/o en construccion y definicion en nuestro ordenamiento, merece ser cabal y perfectamente entendida tanto en su concepcion, implicancia, alcance y componentes, a fin de llegar a determinar su real aplicación, al caso concreto. El tema de la reparación integral, es un concepto que deviene directamente del sistema universal de Derechos Humanos y ha sido acuñado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en donde tal reparación integral deviene, primordialmente, como medida de saneamiento a la responsabilidad estatal por violaciones a derechos humanos, y se puede cumplir a cabalidad, con la utilización de todo el andamiaje estatal y no solo con los órganos de administración de justicia. La reparación integral”.., supone determinar cómo se puede restituir a la persona afectada en su derechos fundamentales, cómo puede el derecho reestablecer la situación, no sólo patrimonialmente, sino que integralmente, mirando a la persona como un todo (...) teniendo presente su realización como ser humano y la restauración de su dignidad.”8 ver articulo ‘La Reparación Integral en el Proceso Penal y en la constitución de la República del Ecuador’, Revista Ensayos Penales. Edición No. 1 febrero 2013. Corte Nacional de Justicia del Ecuador, pp. 20-32 Corte Interamericana de Derechos Humanos, sentencia de 27 de noviembre de 1998, voto Conjunto de os jueces A. Cancado Trindade yA. Abreu 8. Caso Loayza Tamayo—reparaciones. Párr. 17 16 ~j;pcc En nuestro país, con la adopción del Estado constitucional de derechos y justicia, a partir de la Constitución deI 2008, se recoge a la reparación integral, dentro del Título II Derechos, Capítulo VIII Derechos de Protección, art. 78, que señala: Art. 78.- Las víctimas de infracciones penales gozarán de protección especial, se les garantizará su no revictimización, particularmente en la obtención y valoración de las pruebas, y se las protegerá de cualquier amenaza u otras formas de intimidación. Se adoptarán mecanismos para una reparación integral que incluirá, sin dilaciones, el conocimiento de ¡a verdad de los hechos y la restitución, indemnización, rehabilitación, garantía de no repetición y satisfacción del derecho violado. (énfasis en negrilla fuera del texto). Es en esta norma constitucional, misma que debe ser analizada para una cabal comprensión en el marco de los Derechos Humanos y del Derecho Penal, en la cual encontramos, haciendo una ligera disección de la misma, que la reparación integral, a más de ser un derecho, dentro de los derechos de protección que tienen las víctimas de infracciones, ha sido establecida como un mandato por el cual se señala que se adoptarán mecanismos para tal reparación integral, que de manera explícita se señala que incluirá dos componentes generales, a saber: i) el conocimiento de la verdad de los hechos; y, U) la restitución, dentro de la cual a su vez está, la indemnización, la rehabilitación, la garantía de la no repetición y la satisfacción del derecho violado. En la sentencia No. 004-13-SAN-CC expedida dentro del caso No. 001 5-10AN, la Corte Constitucional del Ecuador, ha entregado algunos criterios sobre ( la reparación económica como parte de la reparación integral; y, ha señalado: la reparación integral en el ordenamiento ecuatoriano constituye un verdadero derecho constitucional, cuyo titular es toda persona que se considere afectada por la vulneración de sus derechos reconocidos en la Constitución. Adicionalmente, es un principio orientador que complementa y perfecciona la garantía de derechos; así, esta institución jurídica se halla inmersa en todo el ordenamiento constitucional ecuatoriano, siendo transversal al ejercicio de los derechos, así por ejemplo, la obligatoriedad de la reparación para las víctimas de delitos penales (artículo 78);...~ ver sentencia No. 004-13-sAN-cc, caso No. 0015-10-AN, acción por incumplimiento planteada por claudio Masabanda Espin vs Ministerio de Relaciones Exteriores, de 13 de junio de 2013, publicada en el R. O. No. 003 de 21 de junio de 2013, p. 21. 17 - El principio de la reparación íntegra o plena del daño, constituye un arbitrio interpretativo de jerarquía constitucional y supraconstitucional, al que se acude para fundamentar la determinación del daño, por un lado, y su cuantificación, por el otra; empero, ello no repercute mayormente en el aumento del quantum, pero sí en la existencia y extensión del menoscabo a la persona en su total dimensión, el que es indemnizable intrínsecamente aún con prescindencia de su aspecto laborativo o lucrativo. 4.2.11. Una vez que han quedado determinados los componentes de la reparación integral, corresponde, abstrayéndonos al caso sub ludice, analizarla, dado que al respecto ha habido posiciones diversas de este Tribunal de Casación, en cuanto a que, si para el caso en ciernes, se debe o no considerar, o si ha sido ésta considerada. Para ello, es menester, ahondar en la comprensión, alcance y/o límites de la reparación integral y, sobre todo, el verdadero rol del Estado (sus instituciones) como garante de los derechos de los ciudadanos, ya sea como responsable directo, o como “colaborador” para la debida aplicación de aquella. Partiendo de la premisa, que la citada norma constitucional (Art. 78), protege a los sujetos pasivos del delito (víctimas de la infracción), lo cual implica que tal condición deviene tras la sustanciación del proceso penal que haya concluido con sentencia ejecutoriada, en el que se haya establecido tanto la existencia del delito, como la responsabilidad del sujeto activo, debidamente individualizado, siendo por tal, este sujeto activo del delito, el encontrado culpable, quien debe, en primer momento, ser el encargado de responder por los daños y perjuicios, como componente de la reparación integral, que por su actuar ilícito ha sufrido la víctima. Ahora bien, cierto es que para el cumplimiento de este derecho, en todo su contexto, se requiere la intervención estatal a través de sus diversas instituciones; más sin embargo, no es menos cierto que el legislador constituyente, como un deber para garantizar tal derecho le ha impuesto el rol de colaborar, con el cumplimiento de tal reparación integral de las víctimas de infracciones penales. Esto obedece a una lógica común de los estados constitucionales de derechos en donde, como no hay una gradación de derechos, o superposición de unos derechos sobre otros (no hay derechos de primera y segunda), ya que todos están reconocidos en la periferia o universo constitucional, en igualdad de condiciones, y por tanto pueden ser activados, ejercitados y/o reclamados; más sin embargo, cuando entran en colisión, vulneración o afectación, será el titular de tales derechos quien deberá ejercitarlo y por ende activar su protección. Rudolf Von lhering decía “Debo y tengo que perseguir mi derecho, cueste lo que cueste; si no lo hago, no sólo abandono ese derecho, sino el derecho”. ( 18 5 4.2.12. Siguiendo el hilo conductor del razonamiento, y sobre todo la línea de la propuesta del legislador constituyente, plasmada en la norma constitucional del art. 78, debemos adentramos a aquellos “mecanismos” establecidos claramente para alcanzar la reparación integral, los cuales como quedó señalado, y así dice la norma, son: el conocimiento de la verdad de los hechos y la restitución, entre la cuales está la indemnización, la rehabilitación, la garantía de la no repetición y la satisfacción del derecho violado. ~‘ • En cuanto respecta al “conocimiento de la verdad de los hechos”, este componente de la reparación integral corresponde, como mecanismo, hacerlo al Estado y sus organismos, ya que la “verdad’, certeza jurídica, a la que se arriba en el proceso penal, tiene como su base, la obligación que tiene el Estado, de investigar, procesar y castigar, como garantía de los derechos humanos10; y, por tanto, con los diferentes fallos dictados por la administración de justicia, a lo largo de este proceso penal, queda este derecho cumplido por parte del Estado, al condenar a una pena privativa de libertad al responsable de vulnerar el derecho a la honra de la querellante ofendida. Con relación a la “restitución”, cabe remitirnos al documento expedido por la Asamblea General de Naciones Unidas, denominado “Los Principios y Directrices básicos sobre el derecho de las víctimas de violaciones manifiestas de las normas internacionales de derechos humanos y de violaciones graves del derecho internacional humanitario a interponer recursos y obtener reparaciones”, en el cual la medida de restitución intenta regresar a la persona que ha sufrido la violación de sus derechos humanos, a la situación que ostentaba con anterioridad al acaecimiento de dicha infracción; así, el principio No. 19 del referido documento, propone como especie de este tipo de medidas: el restablecimiento de la libertad, el disfrute de los derecho humanos, la identidad, la vida familiar y la ciudadanía, el regreso al lugar de residencia, la reintegración en su empleo y la devolución de sus bienes.”. e “... Cabe indicar, que en el ámbito penal, esta medida de reparación, debe ser tomada en cuenta analizando el tipo de bien jurídico que se tutela al sancionar una conducta humana como ilícita, ya que no en todos los casos se puede regresar a la persona a su estado anterior al cometimiento La corte Interamericana de Derechos Humanos, en la sentencia de 3 de abril de 2009, caso Kawas Fernández vs. Honduras, ha señalado, haciendo un desarrollo jurisprudencial del art. 1.1. de la convención Americana de Derechos Humanos, que: ‘.. cada acto estatal que conforma el proceso investigativo. as! como la investigación en su totalidad, debe estar odentado hacia una finalidad específica, la determinación de la verdad y la investigación, persecución, captura, enjuiciamiento y. en su caso, la sanción de los responsables de los hechos.’ 10 19 de un ilícito, dado que los bienes jurídicos protegidos no siempre permanecen intactos luego de la vulneración perpetrada por el ilícito; y, en aquellos casos en los que se mantienen, las alteraciones sufridas por la víctima hacen imposible que cualquier medida reparatoria que se pueda tomar, cumpla con el fin de restitución. Esto ocurre en el caso sub ¡dice, en donde el bien protegido es la honra, el honor y el buen nombre de la persona; pues como se dice, hay dos cosas que no tienen reversa, el proyectil disparado y la injuria lanzada; es por ello, que aquella mancha u ofensa al honor muy difícilmente se limpia; el filósofo Cicerón decía: “Nada hay tan veloz como la calumnia; ninguna cosa más fácil de lanzar, más fácil de aceptar, ni más rápida de extenderse».” En lo que respecta a la “indemnización”, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) señala: corresponde en primer término a los perjuicios sufridos por la parte lesionada, y comprende, como esta Corte ha expresado anteriormente, tanto el daño material como el moraL “12; esta medida, como parte también de la reparación integral, se da en virtud de la imposibilidad de regresar a la víctima del delito a una situación anterior a su cometimiento, así como por todos los malestares que se la haya causado, derivados de la perpetración del ilícito; esta medida, puede ser ya complementaria o supletoria de la restitución. e “... Es precisamente, esta medida, como componente de la reparacion integral, la cual para el caso sub ¡udice, por disposicion expresa del art 309 5 debe constar al ser un requisito de la sentencia, mas aun por ser tal medida la que explícitamente la ha requerido la víctima de la infracción, en este caso la querellada Rosa Mercedes Nolivos Cueva. Existen varias formas de reparación, a saber: “La Reparación Individual”, la cual se produce cuando una persona acude ante un juez, para que éste condene al responsable de un crimen y lo obligue indemnizar a la víctima; “La Reparación Colectiva”, la cual se orienta a la reconstrucción psicosocial de las poblaciones afectadas por el ilícito; “La Reparación Simbólica”, por la cual se entiende todo acto realizado a favor de las víctimas ( ~ En la doctrina colombiana, frente a los problemas de violencia, se habla de una “reparación transformadora”, la cual se refiere a la posibilidad de procurar un estado superior al perdido a causa del hecho victimizante; en donde las victimas no regresarán a su estado anterior de precariedad y miseria, sino que a partir de un análisis aproximativo acerca dei lucro cesante, el freno a su desarrollo social y económico y lo que dejó de crecer y progresar a causa de la violencia y el abandono forzado de su tierra, de sus animales y de sus proyectos, obtendrán una ganancia que en justicia les represente un incremento patrimonial. El riesgo de la reparación transformadora y que podria impedir su materialización, según los analistas, es que la fijación de limites en las indemnizaciones podría limitar el acceso a recursos para más allá de garantizar la plena reparación, lograr un incremento patrimonial en las victimas lo cual terminaría por generar falsas expectativas a las víctimas y una jerarquización entre ellas al tener que distinguir entre aquellas que históricamente han sufrido la pobreza, exclusión y el abandono del Estado de aquellas que han sido victimizadas con ocasión del conflicto, 12 ver Sentencia de 22 de enero de 1999, caso Blake vs. Guatemala, de la corte Interamericana de Derechos Humanos, párr.42. 20 ROu&VIU ~ ~fl’%O e-/y- o de la comunidad en general que tienda a asegurar la preservación de la memoria histórica, la no repetición de los hechos victimizantes, la aceptación pública de los hechos, el perdón público y el restablecimiento de la dignidad de las víctimas; “La Reparación Material” que comprende todos los actos relacionados con la indemnización pecuniaria.’3 - Con relación a la “rehabilitación”; la Asamblea General de Naciones Unidas, en el documento antes indicado (Principios y Directrices básicos sobre...); en el postulado 21 señala: «La rehabilitación ha de incluir la atención médica y psicológica, así como servicios jurídicos y sociales.”; al respecto cabe hablar del concepto “proyecto de vida” que le ha servido a la Corte Interamericana de Derechos Humanos para establecer una valoración del daño moral, el cual nos ayudará a comprender la finalidad que debe intentar alcanzar, esta medida de rehabilitación, que huelga reiterar es también un o Estos conceptos son bien manejados en el ordenamiento juridico colombiano y en su jurisprudencia constitucional, en donde el tema de la reparación integral se lo aborda a la par con la denominada ‘reparación transformadora”: todo ello frente a los casos de victimas de violencia socio-politica. Allá encontramos por ejemplo que tienen la ‘La Ley de victimas’, en donde persiste la confusión a este respecto y a través de varios artículos (9 y 65) se intentan legalizar prácticas que ha sido a su vez proscritas por el consejo de Estado y por la corte constitucional; es por ello que allá, se considera que el atribuir “efecto reparador” a planes y programas generales del Estado encaminados a prestar ayuda humanitaria o a brindar servicios sociales, es inconstitucional: puesto que la asistencia humanitaria y la politica social no son reparación. “ En el caso colombiano, la reparación procura el restablecimiento de los derechos vulnerados y el aseguramiento de que las victimas de la violencia logren recuperar su proyecto de vida, ofreciendo garantias de estabilidad socioeconómica, psicosocial y reales opciones de desarrollo en condiciones de equidad y seguridad. La reparación transformadora, se refiere a la posibilidad de procurar un estado superior al perdido a causa del hecho victimizante; vale decir, que las victimas no regresarán a su estado anterior de precariedad y miseria, sino que a partir de un análisis aproximativo acerca del lucro cesante, el freno a su desarrollo social y económico y lo que dejó de crecer y progresar a causa de la violencia y el abandono forzado de su tierra, de sus animales y de sus proyectos, obtendrán una ganancia que en justicia les represente un incremento patrimonial. El riesgo de la reparación transformadora y que podria impedir su materialización, según los analistas colombianos, es que la fijación de limites en las indemnizaciones podría limitar el acceso a recursos para más allá de garantizar la plena reparación, lograr un incremento patrimonial en las victimas, lo cual terminaria por generar falsas expectativas a las victimas y una jerarquización entre ellas al tener que distinguir entre aquellas que históricamente han sufrido la pobreza, exclusión y el abandono del Estado de aquellas que han sido victimizadas con ocasión del conflicto. ( Un punto de partida para emprender el análisis de la garantia y satisfacción del derecho a la reparación que tienen todas las victimas de la violencia sociopolitica en colombia, es entender que más que simples desunatarias de programas asistencialistas, focalizados, que no comprometen politicas públicas integrales, son ciudadanos y ciudadanas a los que les fueron vulnerados sus derechos, y que además son sujetos políticos y sujetos de derecho; son testigos históricos que representan la memoria viva de los acontecimientos violentos de su pasado reciente y son quienes conocen las causas que han dado lugar a las acciones de victimización. Su condición les debe otorgar un papel protagónico en la construcción de alternativas que conlleven a la superar la impunidad; de alli que, en el caso colombiano, ha sido necesario además, atender un criterio diferenciado que repare integralmente los daños que han sufrido mujeres, hombres, niños, niñas, poblaciones étnicas, comunidades, organizaciones y movimientos sociales; ya que sólo asi se ha podido empezar a construir una respuesta adecuada acerca de por qué es importante reparar, quiénes deben ser reparados, y en qué forma debe hacerse. En colombia, además existen diferentes organizaciones e instituciones como la comisión Nacional de Reparación y la misma jurisprudencia colombiana en donde se ha señalado que la reparación de daños colectivos no se debe confundir con reparación colectiva a daños individuales, pues la primera parte de reconocer los efectos que han sufrido colectividades -como la destrucción de redes sociales, propuestas politicas y cosmovisiones culturales, que configuran alternativas de vida y memoria construidas por las victimas-, mientras que la segunda en cambio, responde a una visión de eficiencia y celeridad en el manejo de los recursos y en los mecanismos para reparar. comprendido lo anterior, es preciso considerar que la reparación integral lleva implícito el logro de la verdad y la acción de la justicia; sólo a partir del entendimiento de estos aspectos es posible elaborar propuestas que hagan de la reparación integral un mecanismo para crear las condiciones necesarias para alcanzar la reconciliación, empezando por el reconocimiento público ante la sociedad, por parte de los responsables de los perjuicios ocasionados a las victimas. 21 componente de la reparación integral; tal concepto hace referencia a las expectativas de desarrollo personal, profesional y familiar, posibles en condiciones normales, que fueron interrumpidas de manera abrupta por el ilícito.14 Cabe indicarse que esta forma de reparación puede ser cumplida en la medida pecuniaria (indemnización); ahora bien, hay que destacar, que en este caso se activa el rol de colaboración del Estado en la reparación integral de la víctima, como así lo manda el art. 78 de la Constitución de la República. Con relación a la “garantía de no repetición y satisfacción del derecho violado”; hay que dejar señalado que estas medidas, son quizá las más difíciles de aplicar en el campo de la reparación integral, pues son aquellas en las cuales entra en juego el rol del Estado, y el deber o la responsabilidad misma tanto de la víctima como del agresor, para ejercitar, requerir y/o cumplir con las mismas; más sin embargo, no hay que perder de vista, que tales medidas son componentes de la reparación integral y no constituyen en sí mismo ni el principio ni el fin de aquella. o En cuanto a la “garantía de no repetición”, el rol del Estado como colaborador para la reparación integral, en tratándose de los casos de delitos en general, se plasma en: 1) la derogatoria de leyes que impidan el desarrollo de las medidas de reparacion integral, asi como de aquellas que imposibiliten o dificulten el obtener el derecho a la verdad de las victimas no hay que olvidar que la falta de investigacion conlieva a la impunidad y esta al aumento de delincuencia’5, y, 2) el desarrollo de la garantia de no repeticion contenida en el postulado 23.g) de la Declaración de Principios a la que nos hemos ya referido, el cual señala: “La promoción de mecanismos destinados a prevenir, vigilar y resolver los conflictos sociales.”. Finalmente hay que dejar señalado que, la rehabilitación del procesado, constituye per se la garantía fundamental de no repetición, tras el proceso penal, que debe cumplir el Estado. En lo que respecta a la “satisfacción del derecho violado”, recordando en primer lugar que el derecho a la reparación integral, proviene en principio y así fue concebido por los organismos internacionales, de la responsabilidad “internacional” del Estado; ahora bien, ya en tratándose de delitos específicos, entre particulares, y/o en los cuales tal derecho emerge de un proceso penal inter partes (sujeto activo y sujeto pasivo del delito), en donde hay que tener claro el bien jurídico protegido y/o afectado por el ilícito; corresponde dejar en claro hasta dónde va el rol del Estado, en el alcance de tal reparación integral; Ver Sentencia de 7 de septiembre de 2004, caso Tibi vs Ecuador, de la corte Interamericana de Derechos Humanos. 15 En este punto, entra en juego también aquello de la la construcción de cuerpos luridicos que propendan y regulen aquello, y es precisamente en este marco, de la reparación integral, que hay que estar pendientes de lo que se pueda introducir en el código Integral Penal que se halla en discusión en la Asamblea Nacional del Ecuador. 14 22 ( v~ocetMu rol que como queda indicado es de colaboración, para el logro de la misma,~ entendida en sus diversos componentes; y, que remitiéndonos a este caso, se ha dado o se dará, ya con el conocimiento de la verdad de los hechos (la sustanciación del proceso penal de acción privada por el delito de injuria y su resolución que ha declarado con lugar la querella -acusación particular- y ha condenado al culpable); así como, con la indemnización, que fuera reclamada por la querellante tanto al proponer su querella como al formalizar su acusación particular. La “satisfacción del derecho violado”, es un componente de la reparación integral, que estriba y/o recae imperiosamente, desde el rol accionador de la propia víctima de la infracción y que parte de la satisfacción subjetiva que considera y/o aspira dicha víctima: de allí que, este componente de la reparación integral, al estribar de la apreciación individual que hace la propia persona, no puede ni debe depender de otro agente ajeno a la misma persona; la cual de manera explícita deberá accionario y/o, solicitarlo. 4.2.15. A manera de corolario, se puede manifestar que las juezas y jueces debemos plasmar en nuestras sentencias el mandato constitucional, de cumplir con las medidas de reparación integral a la víctima del delito; y en el caso específico traído a sede casacional, como queda indicado, la reparación integral en su contexto global, implica una serie de componentes, o medidas, algunas de la cuales dependen directamente del rol del Estado inmerso en sus diferentes instituciones, como es aquella del conocimiento de la verdad de los hechos, y las relacionadas con la restitución, en las cuales está la indemnización, la rehabilitación, la garantía de no repetición, que están acorde al rol de colaboración del Estado en alcanzar tal reparación integral. Finalmente, la medida de satisfacción del derecho violado, sin dejar el rol colaborador del Estado, para lograr aquella, deviene directamente de la activación, ejercicio ylo proposición que haga la víctima como titular de este derecho constitucional. En el caso concreto que nos ocupa, la víctima del delito, únicamente, ha puesto un valor económico que debería ser considerado y analizado por este Tribunal, de alguna manera, para dar cumplimiento con los requisitos de la sentencia y así se pueda conseguir; más no ha considerado dentro de la reparación integral que trata la Constitución de la República con respecto a la restitución para satisfacer el derecho violado; considerándose que en este aspecto, el Tribunal no puede conocer de qué otra forma podría actuar con relación a esto; y si, ¿corresponde o no? unas simples disculpas, o una publicación de la sentencia en la prensa, así como cualquier otro acto que se convertiría en subjetivo; por cuanto este Tribunal no conoce a la víctima de manera personal, y por ende no puede saber lo que le satisface o no. 23 4.2.16. Sobre la base de lo que queda indicado, en el caso sub iudice, la reparación integral, desde el rol del Estado, y en el caso específico de la administración de justicia, como organismo de éste, va directamente con la obligación impuesta a los jueces en el art. 309.5 del Código de Procedimiento Penal, en donde como requisito de la sentencia consta la condena y el monto a pagar por concepto de daños y perjuicios; que es el mecanismo (medida o componente) de la reparación integral con la cual en mayor medida, desde el rol mismo del Estado, se debe cumplir con aquel derecho. Es por ello que para este caso, considerando por un lado que el bien jurídico protegido es la honra, el honor, el buen nombre; per se, que está en íntima ligación con el daño moral, y que la doctrina internacional (CIDH) al analizar y resolver estos casos, lo ha hecho en equidad16; de allí que, para el caso en ciernes, en donde el valorar tal daño, en principio corresponde a la propia víctima de la infracción, en este caso a la querellada, la cual ha solicitado US $ 500.000,oo; el Tribunal debe considerar que tal requerimiento debe ser proporcional con respecto a las condiciones y/o capacidades económicas del querellado; sobre todo, para que tal medida de reparación se realizable. Ahora bien, cabe considerar, que en el mecanismo de la indemnización de daños y perjuicios, entran en juego aspectos como el daño emergente y el lucro cesante la CIDH respecto a las causas de las indemnizaciones ha seguido los criterios generales determinados por el derecho civil asi, en lo que respecta al daño emergente”, Claudio Nash Rojas ha señalado que es equivalente a los gastos directos e inmediatos que ha debido cubrir la víctima o sus representantes con ocasión del ilícito. Básicamente representa todos aquellos gastos que, en forma razonable y demostrable, hayan incurrido las víctimas con el objeto de reparar el ilícito, o bien, anular sus efectos... “17~ En cuanto al “lucro cesante”, se debe entender por este la merma en los ingresos de la víctima, devenido de su imposibilidad para producirlos; el lucro cesante se lo deberá calcular en virtud a elementos objetivos, tales como la declaración del impuesto a la renta o la remuneración de la víctima, entre otro&8. ~° ver, Sentencia de 25 de noviembre de 2000, caso Bamaca veiásquez vs. Guatemala. NASH ROJAS, claudio. “La Reparación ante la coite Interamericana de Derechos Humanos Andros impresiones. Santiago de chile, chile. 2009. p. 43 ~“ La CIDH en varias de Sus sentencias ha determinado vados criterios para realizar tal cálculo; así en la Sentencia de 29 de juho de 1998, caso velásquez Rodríguez vs. Honduras, Indemnización compensatoria ha señalado: “...de acuerdo con los ingresos que habria de recibir la victima hasta su posible fallecimiento natural (...) fallecimiento que debe ser considerado atendiendo a las expectativas de vida en el pais dei cual era natural la víctima ; en la sentencia de 3 de noviembre de 1997. caso castillo Páez vs. Perú. Reparaciones ha señalado: debe estarse a las expectativas de vida laboral en el país respectivo ya los ingresos posibles de la victima,,.”. caludio Nash Rojas ha señalado: [se debe evaluar todos estos elementos al momento de determinar el monto de la indemnización [paral que esta causa no sea una causa de enriquecimiento ilícito para las victimas...’ ‘~ 24 ro~3Pstiu ~tiE~ Ç7- Abstrayéndonos al caso que nos ocupa, si bien es cierto la quereliantC ~ ha solicitado como indemnización la suma de US $ 500.000,oo; no es menos’ cierto, que no obran del proceso elementos probatorios para justificar y/o sustentar tal aspiración; de allí que, tratando de buscar parámetros objetivos, frente a la posibilidad económica del querellante, cuyos ingresos conforme obra del expediente (fs 309 planilla de aporte al IESS mes de julio de 2011) estriba en el orden de US $ 1.030,oo; todo ello para realizar un cálculo que vuelva a la indemnización un mecanismo posible y realizable, y no quede como una mera ilusión o expectativa no cobrable, con lo cual la propia reparación integral quedaría en un lirismo empírico; es menester barajar los siguientes parámetros: i) el tiempo que ha durado el presente proceso; y, II) el valor del salario digno19. Con los parámetros indicados, los mismos que resultan ser los más objetivos, para el caso que nos ocupa, tendríamos que: i) el tiempo que ha llevado el proceso, considerado éste como el mecanismo para alcanzar la “verdad de los hechos”, primer componente de la reparación integral acorde al Art. 78 de la Constitución de República, y que en el presente caso contabilizado desde la fecha de presentación de la querella (18 de agosto de 2011) estaría bordeando los dos años (24 meses); y, u) el salario digno, que acorde al Acuerdo Ministerial No. 0007 publicado en el R. O. No. 844 de 1 de febrero de 2013, está en US $ 368,05. Con éstos parámetros, podemos hacer un ejercicio de multiplicación del punto i (24) por el ji (368,05), arroja un monto de US $ 8.833,2, que sería el valor de indemnización por daños y perjuicios que tendría que pagar el querellado Miguel Ángel Rugel Sono por la injurias no calumniosas graves proferidas a la querellante Rosa Mercedes Nolivos Cueva. Es estos términos que queda consignado el presente voto salvado; no sin antes dejar señalado: que extenderse al componente de la satisfacción del derecho violado, concibiéndolo como el principio y fin del derecho a la reparación integral, el cual depende únicamente al titular del derecho su determinación de lo que él considere la medida o límite de su satisfacción, no corresponde al Estado ni al organismo administración de justicia; sin embrago es menester dar cumplimiento con los requisitos de la sentencia y dar satisfacción jurídica al requerimiento económico propuesto por la querellante. Finalmente, cabe dejar señalado que la reparación integral lleva implícito el logro de la verdad y la acción de la justicia, que en este caso se ha logrado. El código Orgánico de la Producción comercio e Inversiones, en el Titulo II, De la Promoción del Trabajo Productivo Digno, Arts. 8-10 trata sobre el salario digno y señala: Art. 8.- El salado digno mensuales el que cubra al menos las necesidades básicas de la persona trabajadora as! como las de su familia, y corresponde al costo de la canasta básica familiar divido para el número de perceptores del hogar. El costo de la canasta básica familiar y el número de perceptores del hogar serán determinados por el organismo rector de las estadisticas y censos nacionales del pais, de manera anual, lo cual servirá de base para la determinación del salado digno establecido por el Ministerio de Relaciones Laborales. - 10 25 5. RESOLUCIÓN A la luz del análisis jurídico que queda expuesto, este Tribunal de la Sala Especializada de lo Penal, Penal Militar, Penal Policial y Tránisto de la Corte Nacional de Justicia, “ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR, Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE LA REPÚBLICA”, al amparo del artículo 358 del Código de Procedimiento Penal, casa de oficio la sentencia dictada por la Segunda Sala de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia del Guayas, el 10 de julio de 2012, a las 12h01 dentro del juicio No. 273-2012, por violación a la ley por errónea aplicación de esta, y dispone reparación integral que incluye daños y perjuicios y la valoración de los mismos que se los fija en US $ 8.833,2 que deberá pagar el querellado Miguel Ángel Rugel Sono por la injurias no calumniosas gayes proferidas a la querellante Rosa Mercedes Nolivos Cueva; debiendo or tal, devolvers el proceso al tribunal de origen para los fines legales consi uientes. Notifiq 1ese ~ Dra. Gla ys T rán Sierra V LVADO JUEZ NACION Dra. Martha Villarro y SECRETARIA RELATORA (E) 26 JUEZA PONENTE Dra. Gladys Terán Sierra JUSTICIA 9~’t1da r qctt~~_3’ VOTO SALVADO CORTE NACIONAL DE JUSTICIA.- SALA ESPECIALIZADA DE LO PENAL, PENAL MILITAR, PENAL POLICIAL Y TRANSITO.- Quito, 29 de julio de 2013, las 12h30 VISTOS: La ciudadana Rosa Mercedes Nolivos Cueva, querellante, interpone recurso de casación en contra de la sentencia dictada por la Segunda Sala de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia del Guayas, la cual confirma la sentencia dictada por el Juzgado Séptimo de Garantías Penales del Guayas, en cuanto a la imputabilidad de Miguel Ángel Rugel Sono, por el delito de injuria no calumniosa grave tipificado en el art. 489 del Código de Procedimiento Penal, que le impusiera la pena de seis meses de prisión correccional; así como, la suspensión del cumplimiento de la pena, acorde con el art. 82 ibídem; y, que la reformara en cuanto a que no existe pago de daños y perjuicios. Por el sorteo realizado, corresponde conocer del presente recurso a este Tribunal de Casación, de la Corte Nacional de Justicia, integrado por la Doctora Gladys Terán Sierra como Jueza Ponente, y los Doctores Vicente Robalino Villafuerte y Lucy Elena Blacio Pereira, como Jueces Nacionales, miembros del Tribunal; por lo que, habiéndose agotado el trámite legal pertinente y siendo el estado de la causa el de resolver, para hacerlo se considera: 1. COMPETENCIA Este Tribunal, de la Sala Especializada de lo Penal, Penal Militar, Penal Policial y Tránsito de la Corte Nacional de Justicia, es competente para resolver los recursos de casación y revisión, conforme a lo dispuesto en los arts. 184.1 y 76.7k), de la Constitución de la República, arts. 184 y 186.1, del Código Orgánico de la Función Judicial (reformados mediante la Ley Orgánica Reformatoria del Código Orgánico de la Función Judicial publicada en el Suplemento del R. O. No. 38 de 17 de julio de 2013); art. 349 del Código de 1 Procedimiento Penal; y’ acorde al art. 5 de la Resolución No. 04-2013 de la Corte Nacional de Justicia de 22 de julio de 2013. Este recurso de casación, ha sido tramitado conforme las normas procesales de los artículos 349 al 358 del Código de Procedimiento Penal, de igual forma se ha aplicado lo que dispone el artículo 76.3 de la Constitución de la República. 2. ANTECEDENTES DE LA SENTENCIA IMPUGNADA Y ACTUACIONES PROCESALES El 18 de agosto de 2011 la ciudadana Rosa Mercedes Nolivos Cueva, presenta querella por el delito injurias en contra de Miguel Ángel Rugel Sono; proceso de acción privada que se radicó en el Juzgado Séptimo de Garantías Penales del Guayas, bajo el No. 1306-2011. En la querella ha señalado: que el día 26 de mayo de 2011, a las 14h10, ingreso en la Secretaria del Colegio Fiscal Mixto “Eloy Alfaro” de la ciudad de Guayaquil, una comunicacion dirigida a su nombre en calidad de rectora del plantel, firmada de puño y letra por el querellado, profesor, Miguel Angel Rugel Sono; que, en la referida comunicación se ha dicho, textualmente: “...usted, de manera totalmente indebida, irreguiar, con abuso de autoridad, Ilegal e inconstitucionalmente; y, con ODIO Y VENGANZA, por haberla denunciado de todos sus actos de corrupción, cometidos en el plantel, desde que usted ejercía las funciones de vocal principal (recuerde que auditores de la Contraloría General del Estado, verificaron su ilícito cometido en la adquisición de las 13 computadoras); procedió a despojarme, desmembrarme; dicho en términos legales, a despedirme intempestivamente de la sección nocturna en el año lectivo 2009-20 10, cometiéndolo también con mi esposa Lcda. Leonor Petillo Gavilánez, y con mis colegas profesor Walter Plaza Suarez, Ps. Azucena Guevara García y Lcdo. Alberto Limones Reyes...”. Señala, que esta comunicación ha sido también dirigida a las maestras y maestros del plantel (120 profesores, administrativos y servicios), Supervisora 2 -fr /e/fl*/ - Provincial de Educacion, Director Provincial de Educacion, Subsecretaria Regional de Educación del Litoral, Ministra de Educación, a la Secretaría Nacional de Transparencia de Gestión; y, al Presidente de la República. Indica, que el ánimo del querellado, en la comunicación, ha sido la de atacarle, desacreditarle, desprestigiarle e imputarle la comisión de actos ilegales e inmorales, que jamás ha cometido, ni ha sido partícipe; que su actuar en el colegio ha sido íntegro, con rectitud, moralidad, verticalidad, que ha ejercido funciones como Colectora, profesora, vocal del Consejo Directivo, Vicerrectora y como Rectora titular; que jamás ha recibido sanción alguna. Precisa, que lo afirmado por el Prof. Miguel Rugel, en cuanto a que auditores de Contraloría han verificado su ilícito en la adquisición de 13 computadoras, ha sido falso, ya que lo lógico hubiera sido, que la Contraloría General del Estado, hubiera determinado en su contra algún tipo de responsabilidad; ha adjuntado el certificado del organismo de control; ha señalado que lo afirmado en la comunicación daña su imagen, ofende y mancilla su buen nombre y su ganada reputación, a más de haber atentado contra su dignidad y honor; que la afirmación en cuanto a que ha actuado con abuso de autoridad, ilegal e inconstitucionalmente con odio y venganza, no ha tenido fundamento; que la intención ha sido deshonrar, desacreditar, desprestigiar su buen nombre, que lo ha ganado ante sus compañeros y autoridades; que el querellado con pleno conocimiento de falsedad ha manifestado que ha sido despedido intempestivamente, cuando a la fecha se ha encontrado laborando normalmente; que tal afirmación ha demostrado la conducta y malicia de los actos del querellado, el cual no ha hecho un simple juicio de valor, sino, una afirmación contraria a la verdad y la imputación de actos y hechos contrarios a las norma y la legislación educativa. Afirma que era evidente el animus injuriandi del profesor Miguel Rugel, haciéndole en tal comunicación la imputación falsa de actos y hechos que jamás ha perpetrado, que la verdadera intención del querellado ha sido crear una falsa opinión de su imagen y persona. 3 Establece como pretensión, que el acusado Miguel Ángel Rugel Sono sea declarado autor del delito tipificado en el art. 489 del Código Penal, sancionado y reprimido acorde al art. 495 ibídem, con el máximo de la pena, esto es seis meses de prisión, por encontrarse en las circunstancias del art. 491 del mismo cuerpo legal; de manera puntual, solicita acorde al art. 31.1 c) del Código de Procedimiento Penal, se declare en sentencia los daños y perjuicios ocasionados por la infracción cometida, en una indemnización de US $ 500.000,oo, más los honorarios de sus defensores que los ha estimado en US $ 2.500,oo. El 6 de octubre de 2011, Miguel Ángel Rugel Sono, ha dado contestación a la querella presentada en su contra, y ha señalado, que impugna y redarguye de falso el contenido de la misma; que siendo la injuria un delito doloso ha debido existir el animus injuriar-idi; que en el caso específico no ha existido la intención o ánimo de injuriar, de ofender, de deshonrar o descreditar a la querellante; que por ende no ha existido el delito denunciado. El 13 de octubre de 2011 se apertura el plazo de presentacion de prueba periodo en el cual, tanto la querellante como el querellado han presentado una serie de documentos relacionados con su trayectoria academica, personal y laboral, así como, la comunicación de 26 de mayo de 2011 suscrita por el profesor Miguel Rugel dirigido a la Máster Rosa Nolivo, documento en el cual la acusadora particular señala que se le ha irrogado las injurias. El 1 de febrero de 2012, se declara concluida la prueba y se ha convocado a la correspondiente audiencia de conciliación y juzgamiento, la cual se realizó el 16 de febrero de 2012; toda vez que no fuera posible un arreglo amistoso, se evacuó la audiencia en la que se ha actuado lo siguiente: - Testimonio de Carlos Francisco Contreras Terán, quien ha señalado que ha comparecido por el contenido de la comunicación, que ha conocido de la misma, que se ha acusado a la señora Nolivos de actos de corrupción, que se ha enterado el 26 de mayo de 2011, a las 9h00, en el Colegio Eloy Alfaro de Guayaquil, que la comunicación se la ha entregado el señor Miguel Rugel Sono. 4 E. C~tAI Testimonio de Areliza Jesús Fernández Córdova, quien ha indicado que~ entre los hechos que se han denunciado en la comunicación de 26 de mayo de 2011, suscrita por Miguel Rugel, recuerda aquello que la señora rectora lo ha despojado de sus horas de trabajo, que ha entendido que era en la jornada nocturna, trabajo que se ha realizado mediante horas extras; que de lo que ha conocido, ni ha sucedido que la Contraloría ha glosado a la rectora por la compra de 13 computadoras: que ha tenido conocimiento del documento el 26 de mayo de 2011 en el transcurso de la mañana, que ella ha ingresado a las 10h25, que se lo ha entregado el propio profesor Miguel Rugel. Testimonio de Pilar Gardenia Chávez Badillo, que ha señalado que respecto a injurias ha habido un documento firmado por Miguel Rugel, que el mismo lo ha entregado el 26 de mayo de 2011, a eso de las 14h00, que no ha conocido que la señora rectora haya cometido actos de corrupción, que en el documento que ha recibido se ha dicho aquello de que la Contraloría ha verificado un ilícito en la adquisición de 13 computadoras; que no ha conocido la resolución 7602 de la Contraloría en la que se ha señalado una serie de responsabilidades a la señora Nolivos. Testimonio de Milton Morán Jiménez, quien ha indicado que el 26 de mayo de 2011 el profesor Rugel le ha entregado un documento dirigido a la señora Rosa Nolivos, aproximadamente a las 15h00, que lo que se ha dicho allí no ha sido verdad, que en el documento el profesor Rugel ha acusado a la Lic. Nolivos de haber cometido un ilícito en la adquisición de 13 computadoras; que ha visto que el profesor Rugel ha entregado el documento a otros profesores en la entrada del plantel; que no ha conocido la resolución 7602 de la Contraloría en la que se han señalado responsabilidades a la señora Nolivos. Testimonio de Edwin Reinaldo Toapanta Verdezoto, quien ha señalado que el escrito de 26 de mayo de 2011, lo ha entregado el señor Miguel Rugel el mismo día, cerca de la asociación de profesores, en el interior del colegio, que ha sido injurioso; que, refiriéndose a la rectora, no ha incurrido en ninguna inmoralidad, que ha tenido conocimiento que la Contraloría General del Estado la ha absuelto de toda culpa, en torno a 5 la compra de tas 13 computadoras; que el documento que se le ha entregado ha sido una volante que se ha dado también a un buen número de maestros, que dicho volante lo ha suscrito el profesor Rugel y ha estado dirigido a la Lic. Nolivos y ha sido de fecha 26 de mayo de 2011; que el documento ha señalado irregularidades que no han sido - comprobadas. Testimonio de Román Andrés López Merchán, quien ha indicado que leyendo el documento entregado por el señor Miguel Rugel, en el que se ha señalado que ha sido despedido intempestitvamente, que la señora ha sido tildada por la Contraloria como corrupta; ha precisado que la Contraloría no ha entregado ninguna sanción, que más bien ha sido una certificación de que todo ha estado correcto, que el señor jamás ha sido despedido, que el documento ha dicho cosas falsas; que como Colector del plantel, era la persona que hacia el ingreso o salida del sistema de presupuesto o seguro social, que el señor jamás ha sido separado; que ha observado que el 26 de mayo de 2011, el señor Rugel, en horas del almuerzo, ha entregado este papel a la mayoría de profesores que pasaban, aproximadamente a las 14h00 a 14h45, que a el le ha entregado el mismo profesor Rugel lntervencion de la acusadora particular, quien ha acotado que las glosas no son actos corruptos, al punto que se desvirtúan dentro del plazo de 8 días, que la glosa a la que se ha hecho referencia corresponde a otra acción que no ha tenido nada que ver con las 13 computadoras, que esa glosa ha sido desvirtuada; ha hecho hincapié que en el proceso ha obrado un documento otorgado por la Contraloría General del Estado en el que ha constado que nunca ha tenido responsabilidad, civil, penal o administrativa. Intervención del querellado, quien ha indicado que la querella se ha referido a dos puntos que supuestamente han sido injuriosos: con relación al despido intempestivo de la sección nocturna, la querella ha transcrito el contenido de su denuncia pública que como ciudadano la ha presentado en su mismo despacho el 26 de mayo de 2011 que ha sido sin el ánimo de faltarle el respeto o cometer un supuesto acto de injuria; que dentro de las pruebas presentadas por la querellante han existido 6 C[Qfljt, CÇ~) ‘JeIn~z yl~~ documentos firmados por López Merchán quien ha certificado con fecha 28 de julio de 2011 que se ha encontrado, a tal fecha, recibiendo su sueldo normalmente y que no ha sido despedido intempestivamente; que la querellante ha tratado de engañar, haciendo aparecer que el querellado ha denunciado que lo han despedido intempestivamente del colegio, que en realidad lo que ha denunciado en su carta ha sido que se lo despojó de la sección nocturna; que él no la ha injuriado, que lo que ha hecho fue denunciar, a ella y a las autoridades de educación nacional y regional, un acto inconstitucional de haberlo despedido de la sección nocturna, al igual que a su esposa. Que en el segundo punto de la querella, la querellante ha manifestado que él le ha injuriado, le ha dañado la honra al manifestar que la Contraloría General del Estado en el ejercicio 1996-2001, ha llevado a cabo la auditoría general, que lo que él ha denunciado ha sido la compra de computadoras, que en el informe que ha obrado del proceso, la Contraloría a través de la subdirección de responsabilidades, ha emitido la resolución 7602 de 27 de julio de 2004, donde ha constado el nombre de la señora y la correspondiente glosa; de otro lado, el querellado ha reconocido haber entregado el documento de 26 de mayo de 2011, que la rectora ha dicho ser injurioso, en la secretaría del plantel, que ha entregado el documento a la mayoría de los que han estado presentes en la audiencia. El 17 de febrero de 2012, a las 15h05, el Juez Séptimo de Garantías ( Penales del Guayas, ha señalado que el querellado lejos de haber desvirtuado o desmentido lo aseverado por la acusadora, se ha ratificado en el documento materia de la injuria; que lo expresado por el querellado de que no ha sido con el ánimos de injuriarla, sino de denunciarle, que lo que hubo de su parte fue el animus denunciandi, que hubiera sido así si se hubiere quedado en la presentación del escrito de 26 de mayo de 2011, pero lejos de aquello, acorde a las versiones de los testigos, se ha reconocido que ha entregado el documento a sus compañeros tanto en horas de la mañana como en la tarde; que ha hecho público el documento antes de ser presentado en la secretaria del colegio, que es en ese momento en el que ha aparecido el animus injuriandi del querellado en contra de la acusadora particular. Sobre esta base, el Juez 7 - ha resuelto declarar con lugar la acusación particular deducida por Rosa Mercedes Nolivos Cueva en contra de Miguel Ángel Rugel Sono, por el delito injuria no calumniosa grave tipificada en el art. 489 del Código Penal, imponiéndole la pena de prisión correccional de seis meses de acuerdo a lo establecido en el art. 495 ibídem y, por tratarse de los casos establecidos en el art. 82 del mismo cuerpo legal, considerando la personalidad integral del condenado, de haber sido un docente de un centro educativo, se ha suspendido el cumplimiento de la pena. El 27 de febrero de 2012, la querellada, ha interpuesto recursos de nulidad y ampliación. El 19 de marzo de 2012, a las 16h45, el Juez Séptimo de Garantías Penales del Guayas, ha señalado que por legal y procedente se amplía la sentencia en el sentido de que se condena al sentenciado al pago por concepto de indemnización de daños y perjuicios, costas procesales y honorarios profesionales acorde al art. 283 del Código de Procedimiento Civil. El 10 de julio de 2012, la Segunda Sala de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia del Guayas, a las 12h01, ha señalado, refinendose al recurso de apelación, que: “confirma la sentencia dictada por el Juez a-quo, en cuanto a la imputabilidad; sin embargo, se reforma en cuanto que: no existe pago de daños y perjuicios que hacer por parte del querellado, por no ser acusador particular, ni haber actuado de mala fe.” De esta sentencia, la querellante Rosa Mercedes, han interpuesto recurso de casación, que es el que ahora nos ocupa. 3. ARGUMENTOS Y FUNDAMENTACION DEL RECURSO Se llevó a cabo la audiencia oral pública y contradictoria, de fundamentación del recurso, compareciendo la querellante recurrente Rosa Mercedes Nolivos Cueva con su abogado Santiago Yépez; y, en 8 representación del procesado Miguel Ángel Rugel Sono el Dr. Wilson Camino, Veirrkz y Coct~(o defensor público. 3.1. De la recurrente querellante Quien para fundamentar su recurso, por intermedio de su abogado patrocinador, Ab. Santiago Yépez, ha manifestado que el recurso de casación se basa en los arts. 1 y 5 de la Ley de Casación, que ha sido propuesto contra la parte que reforma la sentencia de primera instancia, que en la misma se ha declarado culpable del delito de injurias a Miguel Rugel Sono y se lo ha condenado al pago por concepto de indemnización de daños y perjuicios, costas procesales y honorarios profesionales; que en la sentencia de segunda instancia se ha reformado la parte correspondiente al pago de indemnización, señalando que no existe tal pago por no haber sido acusador particular ni haber actuado de mala fe. Que el art. 3.1 de la Ley de Casación, señala, era una causal de casación por la aplicación indebida, falta de aplicación o errónea interpretación de normas de derecho, incluyendo los precedentes jurisprudenciales obligatorios; que en la sentencia existe una errónea interpretación de normas de derecho; que en el juicio por injurias la querellante es la acusadora particular, que nunca el querellado es el acusador particular, que en el juicio que nos ocupa, si ha existido la respectiva acusación particular por parte de la querellante, que si se ha condenado al acusado por el delito de injurias es porque se ha comprobado el animus injuriandi, la mala fe de dañar, desprestigiar, deshonrar la dignidad de la persona; que la injuria lleva implícito la actuación de mala fe. Ha señalado, que constituye precedentes jurisprudenciales obligatorios, condenar al imputado por el delito de injurias, a más de la pena correctiva a la indemnización por daños y perjuicios ocasionados, que se ha evidenciado en casos análogos de procesos penales por esta clase de delitos; que el art. 309.5 del Código Penal, señala entre los requisitos de la sentencia, la condena a pagar los daños y perjuicios ocasionados por la infracción en la determinación 9 del monto económico a ser pagado por el sentenciado al ofendido haya o no presentado acusación particular. Como corolario ha señalado que en el caso se ha confirmado la existencia del delito y la imputabilidad de Migel Rugel Sono, por lo que se le condenó a la pena de seis meses de prisión correccional; solicita se admita y se declare la procedencia del recurso de casación y en sentencia se condene al querellado al pago de una indemnización reparatoria por los daños y perjuicios ocasionados, al pago de costas y honorarios de la defensa; y, que se deje constancia de la suspensión de los derechos de ciudadanía del procesado por igual tiempo al de la condena. 3.2. Del procesado querellado Por quien, en su representación ha actuado el Dr. Wilson Camino, Defensor Público, quien indicó: que la sentencia de la Segunda Sala de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia del Guayas estaba debidamente fundamentada, que ha cumplido con lo que establece el art 309 del Codigo de Procedimiento Penal, con relacion a lo manifestado por el recurrente que se refiere a que este se ha fundamentado en la Ley de Casacion, norma legal que no procede para los casos penales, sino el Código de Procedimiento Penal; que el recurrente no ha indicado cuál ha sido la violación de la ley en la sentencia, que la sentencia en la parte última, ha indicado que no existe pago de daños y perjuicios por no haber sido acusador particular y no haber actuado de mala fe, que por esa razón no se ha condenado a tal pago; que al no estar el recurso debidamente fundamentado, ha solicitado declararlo improcedente. 4. ANÁLISIS DEL TRIBUNAL DE CASACIÓN 4.1. DeI recurso de casación La casación, es un medio de impugnación extraordinario, contra la sentencia de última instancia, el cual se caracteriza por su aspecto eminentemente técnico-jurídico, o de formalidad, igualmente jurídica; y, 10 ckeñio \i~, que es limitado a determinadas resoluciones por las causales que la ley kJe~Iey Çh)co ~- ha determinado; es por ello que a la casación se la considera una sede extraordinaria de control de legalidad, y por ende de corrección de errores trascendentales cometidos por los estadios ordinarios del proceso. La actual casación penal ha de concebirse como un recurso extraordinario, mediante ei cual se pone en marcha un juicio técnico limitado de derecho, sobre los procesos de los cuales han surgido sentencias que no han adquirido el carácter de firmeza, con el propósito de hacer efectivo ei derecho sustantivo y ias garantías debidas a quienes intervienen en ei proceso penal, unificar ia jurisprudencia nacional como criterio auxiliar del derecho (...) y reparar agravios inferidos por las determinaciones del fallo impugnado a los intervinientes. Se trata entonces coetáneamente, de un juicio enmarcado en la dilogía de legalidad y necesidad. En sentido lato, se trata de un medio de impugnación de fallos violatorios de la normatividad sustantiva.1 En nuestro ordenamiento jurídico el recurso de casación, se encuentra previsto, en el Código de Procedimiento Penal, art. 349 que señala: “El recurso de casación será procedente para ante la Corte Nacional de Justicia, cuando en la sentencia se hubiera violado la ley, ya por contravención expresa de su texto, por indebida aplicación, o por errónea interpretación. [~sic-J No serán admisibles los pedidos tendientes a volver a valorar la prueba.” La casación como recurso extraordinario, a diferencia de los recursos ( ordinarios que se ejercen en las instancias, tiene finalidades específicas determinadas por la propia ley y a las circunstancias, a que, con los cuestionamientos sobre la legalidad de las sentencias, pretenda la reparación de los agravios y errores inferidos a las partes, en el respectivo fallo; la efectividad del derecho material y de las garantías debidas a los sujetos procesales y unificar la jurisprudencia; todo lo cual debe hacerse únicamente con base y por los motivos expresamente previstos en el art. 349 del Código de Procedimiento Penal, puesto que, no cualquier inconformidad con la sentencia es susceptible de ser recurrida por esta vía. RAMiRES POVEDA, Samuel José, Los Errores de Hecho en Sede de casación Penal, Bogotá, Ediciones Jurídicas Gustavo Ibañez Ltda., 2002, p. 19 1 11 Se trata de una institución establecida con el fin de garantizar la corrección sustancial y la legalidad formal del juicio previo exigido por la Constitución, para asegurar el respeto a los derechos individuales y a las garantías de igualdad ante la ley, inviolabilidad de la defensa, debido proceso, entre otras garantías constitucionales; así como, y en tratándose de materia penal, el mantenimiento del orden jurídico penal por una más uniforme aplicación de la ley sustantiva. Este recurso, es considerado un medio de impugnación, que por motivos de derecho específicamente previstos por la ley, una parte, denominada casacionista postula la revisión de los errores jurídicos atribuidos a la sentencia de mérito que la perjudica; reclamando la correcta aplicación de la ley sustantiva, o la anulación de la sentencia, y una nueva decisión, con o sin reenvío a nuevo juicio. Es precisamente de las finalidades de este recurso, que quedan indicadas, que se permiten clarificar su carácter excepcional que está orientado al control de la legalidad de las actuaciones de los operadores de la norma. 42 De la fundamentacion del recurso y de las vulneraciones legales rnvocadas por el recurrente Como quedó indicado en el punto 3.1. la recurrente ha fundamentado su recurso señalando, en rasgos generales, que lo hace al amparo de la Ley de Casación (arts. 3.1.5), que en la sentencia recurrida ha existido una errónea interpretación de normas de derecho, ya que se ha reformado la parte correspondiente al pago de indemnización, señalándose que no existe tal pago por no haber sido acusador particular ni haber actuado de mala fe; que el art. 309.5 del Código Penal, señala entre los requisitos de la sentencia, la condena a pagar los daños y perjuicios ocasionados por la infracción. Identificado el escenario causal, en el que se fundamenta la recurrente; corresponde proceder al examen, en sí mismo, de tales fundamentos para determinar su procedencia o improcedencia; sin entrar en un análisis por se de 12 la prueba actuada en el juicio, lo cual no corresponde (de manera primigenia) a ~1?~11ø este escenario de casación. 4.2.1. En primer lugar, cabe dejar indicado que en materia penal, el recurso de casación está claramente determinado en el Código de Procedimiento Penal, dentro del Libro IV Etapas del Proceso; Título IV, Etapa de Impugnación; Capítulo IV, Recurso de Casación, arts. 349-354; por ende, respecto de este recurso existe norma expresa; de allí que, huelga reiterar que en materia penal la fundamentación del mismo no se lo hace con base en la Ley de Casación. 4.2.2. Ahora bien, es cierto que el recurso de casación por definición es limitado, que como bien lo señala el tratadista Orlando Rodríguez, tiene un carácter específico, que le impide al Tribunal o Corte de Casación saltarse la barda que le impone el censor mediante la proposición jurídica, por lo que no corrige ni adiciona demandas, que se limita a verificar la correcta formulación de la proposición y su desarrollo normativo; que solo aquellas demandas que se desarrollan por el correcto sendero, tienen vocación para prosperar2; más sin embargo, existe la denominada “casación oficiosa”, la cual como nos indica este autor, “opera como una excepción al principio de limitación que regula el ejercicio de la casación ordinaria. ‘~ la casación oficiosa adquiere mayor protagonismo, porque si antes había surgido timidarnente ante la existencia de errores de procedimiento, ahora tenía expresa raigambre constitucional en el deber de la Sala de casación Penal de la Corte de proteger los derechos y garantías fundamentales. Por tanto esta corporación judicial debía no solo resolver, sino avocar, tramitar y sentenciar de oficio, superando las limitaciones de la técnica en la formulación de la proposición jurídica. Es la expresión de la función protectora y garantista de los derechos y libertades fundamentales como del cometido constitucional de la realización de la justicia material (...) La casación oficiosa, en consecuencia, opera únicamente para la protección de los derechos y garantías fundamentales del procesado.. ver Rodríguez, Orlando. ~Casacfón y Revisión PenaI’~ Edid. Temis. Bogotá. 2008, p. 138 Rodríguez, Orlando. Op. cit. p. 138 ~ Rodríguez, Orlando. Op. cit. p. 140 2 13 76e~ Sobre la base de lo indicado para el caso traído a sede casacional, cabe también remitirnos al art. 358 del Código de Procedimiento Penal, que en su parte final señala “Si la sala observare que la sentencia ha violado la ley, admitirá la casación, aunque la fundamentación del recurrente haya sido equivocada. ‘~ 4.2.3. Para el caso en ciernes, el delito por el cual se ha activado el proceso judicial ha sido el de injuria, que en nuestro ordenamiento jurídico se encuentra tipificado en el Código Penal; Libro II, De los Delitos en particular; Título VII, De los Delitos contra la Honra; Capítulo Único, De la Injuria; arts. 489-5O2.~ Nuestro código sustantivo penal, en esta parte, regula de manera genérica tres delitos, a saber: la injuria, la difamación y a calumnia, cada cual con sus características particulares; con lo que, en nuestro país, el referido cuerpo legal, a más de la norma suprema, Constitución de la República, a la cual nos referiremos más adelante, protege con estas figuras penales, al bien jurídico de la honra, considerada a ésta tanto en el aspecto individual como en el aspecto social y publico Haciendo un ligero resumen sobre las injurias que contempla nuestro códigá Penal, podemos señalar que el art. 489 trata sobre las clases de injurias (calumniosa y no calumniosa); el art. 490 sobre las injurias no calumniosas; el art. 491 sobre las injurias calumniosas; el art. 492 sobre las injurias calumniosas ante menos de diez personas; el art. 493 sobre la injuria calumniosa a la autoridad; el art. 494 sobre la tipificación y sanción a la acusación o denuncia calificada como maliciosa; el art. 495 sobre otras injurias no calumniosas; el art. 496 sobre la compensación de injurias; el art. 497 sobre la inadmisibilidad de prueba en as injurias no calumniosas; el art. 498 sobre las injurias publicadas en el extranjero; el art. 499 trata sobre la reproducción de publicaciones injuriosas; el art. 500 sobre la injuria vertida enjuicio; el art. 501 trata sobre los comentarios ofensivos a la reputación, esto es por difamación; el art. 502 trata sobre la eximente de responsabilidad respecto a ciertas personas que infieren injurias no calumniosas; finalmente y bajo la categoría de contravenciones, los arts. 606.14,15 tratan sobre las injurias con categoría de contravenciones de tercera clase; y, 607.9.10 tratan a las injurias como contravenciones de cuarta clase. En cuanto respecta a las penas, en nuestra legislación por estos delitos, tenemos que el Código Penal dispone lo siguiente: en el art. 492 señala que serán reprimidos con uno a seis meses de prisión, y multa de seis a doce dólares de los Estados Unidos de Norteamérica en el caso de imputación privada; el art. 493 establece, en el caso de imputación calumniosa a una autoridad, que la pena será de prisión de uno a tres años y multa de seis a veinte y cinco dólares de los Estados Unidos de Norteamérica; pero si las imputaciones no calumniosas son graves, las penas será de prisión de seis meses a dos años y multa de seis a diecinueve dólares de los Estados Unidos de Norteamérica; el art. 494 señal, en el caso de que la acusación o denuncia hayan sido declaradas como maliciosa, que la pena será de prisión de tres meses a tres años y multa de seis a treinta y un dólares de los Estados Unidos de Norteamérica; el art. 495 determina que, en el caso del art. 491 (injurias no calumniosas graves) la pena será de prisión de tres a seis meses y multa de seis a doce dólares de los Estados Unidos de Norteamérica; yen el caso del art. 492 con prisión de quince dias a tres meses y multa de seis dólares de los Estados Unidos de Norteamérica; el art. 499.1, para el caso de difamación, sanciono con la pena de prisión de seis meses a dos años; el art. 500, esto es por injuria vertida en juicio, sanciona con una multa de hasta dieciséis dólares de los Estados Unidos de Norteamérica; el art, 501, en el caso de comentarios ofensivos a la reputación por difamación, sanciona con pena de tres meses a un año de prisión y multa de seis a diecinueve dólares de los Estados Unidos de Norteamérica; y, por último, el art, 502, expresamente señala ‘No cometen injuria: los padres ni los ascendientes, respecto de sus hijos y descendientes: ni los tutores, curadores, patronos, maestros, directores o jefes de los establecimientos de educación, corrección o castigo, respecto de sus pupilos, trabajadores, discípulos o dependientes, a menos quela injuria sea de las calificadas como calumniosas”, 14 4.2.4. Como quedó indicado, en este tipo de delitos, el bien jurídico ~rote~ido es la honra de las personas, esto es el honor, el buen nombre. Dentro de toda sociedad jurídicamente organizada, el derecho a la honra, es considerado como derecho fundamental de la persona humana, de tal manera que el naufragio de los más altos valores de nuestro tiempo, los excesos a los atropellos al honor, ponen en serio peligro la vigencia de ese derecho, lo que no permite la convivencia tranquila, digna, libre de zozobras y perturbaciones en nuestro país.6 El objeto jurídico de los delitos contra el honor y la honra, es el interés del Estado en proteger el valor moral de las personas, privadas y públicas, valor que es el fundamento de su existencia individual y social, que no puede prescindir de la confianza y de la estima reciprocas. El honor es inherente a la persona humana, es un bien como lo son su vida, su integridad corporal, su honestidad y su libertad, de tal modo que las ofensas contra el honor atacan a un conjunto de cualidades apreciadas como valiosas por la comunidad, estas cualidades no son exclusivamente las que atañen a la personalidad moral del individuo, sino que comprenden las cualidades jurídicas, sociales y profesionales valiosas para la comunidad; de tal manera que la tranquilidad de cada uno y la paz social, exigen que la personalidad ajena sea respetada, de ahí que a toda persona le corresponde un mínimo de respetabilidad y honorabilidad que debe ser protegida. En nuestro ordenamiento jurídico el honor se lo entiende en dos sentidos: 1) Objetivo; que es la reputación, el buen nombre o la fama de que goza una determinada una persona ante los demás; Ii) Subjetivo; que es el sentimiento de la estimación que la persona tiene de sí mismo en relación con la conciencia de la propia moral. GARcIA FALc0NI, José. La Injuria, Calumnie y Difamación. Articulo en Revista Judicial. Diario La Hora. Quito. Ecuadorde 28 de febrero de 2012 15 Nuestra legislación protege el honor de una persona, ya que la ley estima que éstas tienen derecho a su fama; el honor es, en nuestro país, uno de los bienes jurídicos más protegidos por el Estado a través de la Constitución de la República, tratados internacionales de derechos humanos y las leyes, ya que el mismo constituyente ha ubicado como el más preciado patrimonio de una persona; pues, el honor es un bien jurídico que se halla protegido hasta con sanciones de carácter penal, porque todo individuo tiene derecho a la inviolabilidad de su personalidad moral, auténtica y presunta; más aún, algunos consideran al honor como el mayor bien de la vida, a punto tal que prefieren la muerte antes que perderlo; otros en cambio, la aprecian solo en lo que tienen de útil para la convivencia social; de este modo el honor es un sentimiento valorado e interpretado de forma muy diferente por los seres humanos. Nuestra norma suprema en el art. 66.18. dispone que se reconoce y garantiza a las personas “El derecho al honor y al buen nombre. La ley protegerá la ¡magen y la voz de la persona.” 4.2.5 Toda vez que en el caso sub ludice, la injuria por la cual se ha sentenciado es aquella del tipo no calumniosa grave tipificada en el art 489 del Codigo Penal, y por la cual se ha impuesto la pena de prision correccional de seis meses, prevista en el art 495 ibídem, corresponde, previo al examen de casación, en torno al problema jurídico traído a esta sede, el referirnos a los elementos del delito, entre los cuales tenemos que tanto el sujeto activo, como el pasivo, puede ser cualquier persona, incluso los delincuentes, los condenados a interdicción civil, y lo son también los niños y los dementes, los indignos y los desprovistos del honor; ya que, como quedó indicado, la ley protege a todas las personas y sanciona toda expresión o hecho que ofenda la integridad moral humana, independientemente de la reputación del ofendido. El art. 490 del Código Penal, nos señala cuatro casos de injurias calumniosas graves, a saber: 1) la imputación de un vicio o falta de moralidad cuyas consecuencias pueden perjudicar considerablemente la fama, crédito o intereses del agraviado; 2) las imputaciones, que por su naturaleza, ocasión o circunstancia, fueren tenidas en el concepto público por afrentosas; 3) Las imputaciones que racionalmente merezcan la calificación de graves, 16 c~e~*\o ~‘e~D atendiendo el estado, dignidad y circunstancias del ofendido y del ofensor; y, ~) ~ las bofetadas, puntapiés u otros ultrajes de obra; huelga reparar, que lo indispensable es que cualquier medio que se emplee para injuriar, debe tener un contenido ofensivo; es necesario que el acto injurioso, ya sea la palabra o el hecho, exteriorice el propósito de injuriar, es a esto lo que el maestro Carrara denominó el animus injuriandL Ahora bien, hay que señalar, que las opiniones que se emitan sobre una persona, aunque aparentemente sean injuriosas, si no tienen el ánimo de injuriar, no constituye delito. 4.2.6. En el caso que nos ocupa, y recordando aquello de que para el recurso de casación los hechos ya vienen fijados, encontramos que, tanto el a quo como el ad quem, han determinado en su respectivo momento que: según las varias versiones de los testigos presentados por la querellante, estos afirman —como quedó relatado en la audiencia de juzgamiento-, que recibieron de parte del acusado, el referido documento en horas de la mañana, es decir antes de la presentación, que según aparece del escrito adjuntado el proceso, fue recibido en la secretaría del plantel el 26 de mayo del 2011 a las 14h10, reconociendo además el querellado, que tanto a sus compañeros en el interior del Colegio Eloy Alfaro de esta ciudad de Guayaquil, tanto en horas de la mañana como en horas de la tarde, entregó el documento, es decir, ya hizo público ese documento antes de ser presentado en la secretaría del colegio, es en ese momento donde aparece el animus injuriandi del querellado en contra de la acusadora particular, toda vez que injuria no calumniosa consiste en toda otra expresión proferida en descrédito, deshonra o menosprecio de otra persona,... Hay que recordar, que en esta clase de ilícitos, el ánimo injuriandi es el dolo, perse, estos delitos son dolosos. 4.2.7. Adentrándonos al nudo central de la casación planteada, para la cual como quedó indicado, si bien el recurrente lo ha hecho de manera errada fundamentándola en la Ley de Casación, que no es pertinente; más sin embargo, sobre la base de lo señalado en el punto 4.2.2., este Tribunal de Casación procede a realizar la casación de oficio, al haber determinado que la 17 - sentencia del juez ad quem yerra por errónea aplicación de la ley, conforme se pasa a analizar. Si bien, en la sentencia recurrida se está confirmando” la sentencia del a quo, en cuanto a la imputabilidad, vale decir, en cuanto a la existencia misma del delito de injuria no calumniosa grave y de la responsabilidad del querellado; de quien, por haberse señalado que ha habido el animus injuriandi, se lo ha condenado por tal ilícito; más sin embargo, el ad quem comete el error de una indebida aplicación de la ley, ya que, si se considera que este tipo delictual, como quedó indicado, es doloso y lleva implícito el ánimo de causar daño, en este caso a la honra, el honor y/o el buen nombre de una persona; es precisamente por ello, que el afectado en su honor (ofendido) asume una calidad de querellante, para activar y poner en marcha el proceso penal. Este proceso penal, precisamente, arranca con la presentación formal de la querella, misma que si bien es cierto, nuestro Código de Procedimiento Penal, a momentos la confunde o la ubica como si se tratara de la acusación particular (Art. 371 del Código de Procedimiento Penal); no por ello hay que perderse, que el ofendido de este delito, llamese querellante para efectos de activar el proceso penal, en el momento oportuno de la sustanciacion del mismo, que huelga reiterar, es de accion privada, cuyo tramite esta normado en el Código de Procedimiento Penal, Libro IV, Etapas del Proceso; Título V, Los Procedimientos Especiales; Capítulo II, Procedimiento de Acción Penal Privada; arts. 371 -375; “formaliza” su acusación particular una vez concluida la prueba, en la audiencia de conciliación, juicio o juzgamiento (arts. 371.4, 373 inc. segundo); como así ha ocurrido en el caso en ciernes. 4.2.7. De otro lado, en cuanto tiene que ver con la sentencia, el Código de Procedimiento Penal, en el artículo 309 establece los requisitos que ésta debe contener; y, entre ellos consta textualmente el numeral quinto que señala: “La condena a pagar los daños y perjuicios ocasionados por la infracción en la determinación del monto económico a ser pagado por el sentenciado al ofendido haya o no presentado acusación particular.” 18 4.2.8. De lo indicado en los puntos ut supra, deviene que la sentencia del adr~e~4Z’I quem, cabe ser casada, en tanto y en cuanto, nótese, que de un lado, si bien consta aquella expresión de que la sentencia del a quo ha sido confirmada en cuanto a la imputabilidad; más sin embargo, la reforma” en cuanto a que no existe pago de daños y perjuicios por parte del querellado “... por no ser acusador particular, ni haber actuado de mala fe...” De lo cual, a las claras resalta el error de aplicación de los artículos que quedan indicados; ya que, no solo que da a entender que en el caso en ciernes no ha habido ‘acusación particular”, sino que, confunde el hecho ilógico de que el querellado, sujeto activo del delito de injuria, sea quien debía ser acusador (. particular; y, lo que es más errado, que el mismo querellado no haya actuado con mala fe, lo cual es otro craso yerro del ad quem, ya que como quedó señalado este tipo de delitos son dolosos, tienen el animus injuriandi, ergo, la mala fe de dañar la honra, el honor, el buen nombre, la reputación de una persona, ya que si no hubiera tal elemento del tipo penal, simplemente no habría delito que perseguir. Finalmente, el yerro radica en que, sobre todo, el establecer la condena a pagar daños y perjuicios ocasionados por la infracción, se haya o no presentado acusación particular, constituye un requisito de la sentencia, de conformidad con el art. 309.5 del Código de Procedimiento Penal; aquello, precisamente como, aplicación del derecho de “reparación integral”, del cual se abordará en el punto siguiente; más aún en el delito de injurias, éste inicia necesariamente con la querella, pues en estos casos de acción privada, su ejercicio le corresponde únicamente al ofendido; este acto procesal —querella es la acusación particular, que se denomina así para los delitos de acción pública, se diferencia únicamente por los requisitos: Art 55 y Art. 371 del Código de Procedimiento Penal, la protesta de formalizar la acusación particular una vez concluida la prueba; y en el caso de la acusación particular la justificación de la condición de ofendido y los elementos en que esté fundada la atribución de la participación del procesado en la infracción; en consecuencia, pare efectos del pago de indemnización de daños y perjuicios por la infracción es igual, tanto en la acusación particular como en la querella, e incluso, en la 19 una procede sin necesidad de que esta se haya propuesto, pues este derecho es un requisito de la sentencia, conforme se indicó ut supra. 4.2.10. Una vez que se ha evidenciado el yerro del ad quem en la sentencia recurrida en casación, y dado que, el nudo central estriba también en aquello de la indemnización de daños y perjuicios, que es lo que el recurrente ha solicitado de manera expresa, tanto al proponer su querella, al formalizar su acusación particular y, al fundamentar su recurso de casación; este Tribunal, para ahondar en un correcto análisis del caso sub ¡ud/ce abordará lo atinente a la “reparación integral”7; más aún, si se considera el marco del Estado constitucional de derechos y justicia que impera en nuestro país a partir de la entrada en vigencia de la Constitución del 2008, y el paradigma garantista que se erige en nuestra sociedad; reparación integral, la cual, más allá de ser abordada como un concepto abstracto, subjetivo y/o en construcción y definición en nuestro ordenamiento, merece ser cabal y perfectamente entendida tanto en su concepción, implicancia, alcance y componentes, a fin de llegar a determinar su real aplicación, al caso concreto. El tema de la reparacion integral, es un concepto que deviene directamente del sistema universal de Derechos Humanos y ha sido acuñado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en donde tal reparación integral deviene, primordialmente, como medida de saneamiento a la responsabilidad estatal por violaciones a derechos humanos, y se puede cumplir a cabalidad, con la utilización de todo el andamiaje estatal y no solo con los órganos de administración de justicia. La reparación integral “... supone determinar cómo se puede restituir a la persona afectada en su derechos fundamentales, cómo puede el derecho reestablecer la situación, no sólo patrimonialmente, sino que integralmente, mirando a la persona como un todo (...) teniendo presente su realización como ser humano y la restauración de su dignidad.”8 ‘ver articulo 1.a Reparación Integral en el P,vceso Penal yen la constitución de la República del Ecuador”, Revjsta Ensayos Penales. Edición No. 1, febrero 2013. corte Nacional de Justicia del Ecuador, pp. 20-32 8corte Interamericana de Derechos Humanos. Sentencia de 27 de noviembre de 1998, voto conjunto de los jueces A. Cancado Trindade y A. Abreu 8. Caso Loayza Tamayo — reparaciones. Párr. 17 20 C ~en~o ¿\\O En nuestro país, con la adopción del Estado constitucional de derechos y rJC justicia, a partir de la Constitución del 2008, se recoge a la reparación integral,’~’~ dentro del Título II Derechos, Capítulo VIII Derechos de Protección, art. 78, que señala: Art. 78.- Las víctimas de infracciones penales gozarán de protección especial, se les garantizará su no revictimización, particularmente en la obtención y valoración de las pruebas, y se las protegerá de cualquier amenaza u otras formas de intimidación. Se adoptarán mecanismos para una reparación integral que incluirá, sin dilaciones, el conocimiento de la verdad de los hechos y la restitución, indemnización, rehabilitación, garantia de no repetición y satisfacción del derecho violado. (énfasis en negrilla fuera del texto). Es en esta norma constitucional, misma que debe ser analizada para una cabal comprensión en el marco de los Derechos Humanos y del Derecho Penal, en la cual encontramos, haciendo una ligera disección de la misma, que la reparación integral, a más de ser un derecho, dentro de los derechos de protección que tienen las víctimas de infracciones, ha sido establecida como un mandato por el cual se señala que se adoptarán mecanismos para tal reparación integral, que de manera explícita se señala que incluirá dos componentes generales, a saber: i) el conocimiento de la verdad de los hechos; y, u) la restitución, dentro de la cual a su vez está, la indemnización, la rehabilitación, la garantía de la no repetición y la satisfacción del derecho violado. En la sentencia No. 004-13-SAN-CC expedida dentro del caso No. 001 5-1 0AN, la Corte Constitucional del Ecuador, ha entregado algunos criterios sobre la reparación económica como parte de la reparación integral; y, ha señalado: la reparación integral en el ordenamiento ecuatoriano constituye un verdadero derecho constitucional, cuyo titular es toda persona que se considere afectada por la vulneración de sus derechos reconocidos en la constitución. Adicionalmente, es un principio orientador que complementa y perfecciona la garantía de derechos; así, esta institución jurídica se halla inmersa en todo el ordenamiento constitucional ecuatoriano, siendo 21 transversal al ejercicio de los derechos así por ejemplo la obligatoriedad de la reparación para las víctimas de delitos penales (articulo 73); ..~ El principio de la reparación íntegra o plena del daño, constituye un arbitrio interpretativo de jerarquía constitucional y supraconstitucional al que se acude para fundamentar la determinación del daño, por un lado, y su cuantificación, por el otro; empero, ello no repercute mayormente en el aumento del quantum, pero sí en la existencia y extensión del menoscabo a la persona en su total dimensión, el que es indemnizable intrínsecamente aún con prescindencia de su aspecto laborativo o lucrativo. 4.2.11. Una vez que han quedado determinados los componentes de la reparación integral, corresponde, abstrayéndonos al caso sub ludice, analizarla, dado que al respecto ha habido posiciones diversas de este Tribunal de Casación, en cuanto a que, si para el caso en ciernes, se debe o no considerar, o si ha sido ésta considerada. Para ello, es menester, ahondar en la comprensión, alcance y/o limites de la reparaclon Integral y sobre todo, el verdadero rol del Estado (sus InstitucIones) como garante de los derechos de los ciudadanos, ya sea como responsable directo, o como “colaborador” para la debida aplicación de aquella. Partiendo de la premisa, que la citada norma constitucional (Art. 78), protege a los sujetos pasivos del delito (víctimas de la infracción), lo cual implica que tal condición deviene tras la sustanciación del proceso penal que haya concluido con sentencia ejecutoriada, en el que se haya establecido tanto la existencia del delito, como la responsabilidad del sujeto activo, debidamente individualizado; siendo por tal, este sujeto activo del delito, el encontrado culpable, quien debe, en primer momento, ser el encargado de responder por los daños y perjuicios, como componente de la reparación integral que por su actuar ilícito ha sufrido la víctima. Ver sentencia No. 004-13-SAN-cc, caso No, 0015-lo-AN, acción por incumplimiento planteada por Claudio Masabanda Espín Vs Ministerio de Relaciones Exteriores, de 13 de junio de 2013, publicada en el R. O. No. 003 de 21 de junio de 2013, p. 21. 22 Ahora bien, cierto es que para el cumplimiento de este derecho, en todo su contexto, se requiere la intervención estatal a través de sus diversas instituciones; más sin embargo, no es menos cierto que el legislador ___~ constituyente, como un deber para garantizar tal derecho le ha impuesto el rol de colaborar, con el cumplimiento de tal reparación integral de las víctimas de infracciones penales. Esto obedece a una lógica común de los estados constitucionales de derechos en donde, como no hay una gradación de derechos, o superposición de unos derechos sobre otros (no hay derechos de primera y segunda), ya que todos están reconocidos en la periferia o universo constitucional, en igualdad de condiciones, y por tanto pueden ser activados, ejercitados y/o reclamados; más sin embargo, cuando entran en colisión, vulneración o afectación, será el titular de tales derechos quien deberá ejercitarlo y por ende activar su protección. Rudolf Von lhering decía “Debo y tengo que perseguir mi derecho, cueste lo que cueste; si no lo hago, no sólo abandono ese derecho, sino el derecho”. 4.2.12. Siguiendo el hilo conductor del razonamiento, y sobre todo la línea de la propuesta del legislador constituyente, plasmada en la norma constitucional del art. 78, debemos adentramos a aquellos “mecanismos” establecidos claramente para alcanzar la reparación integral, los cuales como quedó señalado, y así dice la norma, son: el conocimiento de la verdad de los hechos y la restitución, entre la cuales está la indemnización, la rehabilitación, la garantía de la no repetición y la satisfacción del derecho ( violado. e En cuanto respecta al “conocimiento de la verdad de los hechos”, este componente de la reparación integral corresponde, como mecanismo, hacerlo al Estado y sus organismos, ya que la “verdad’, certeza jurídica, a la que se arriba en el proceso penal, tiene como su base, la obligación que tiene el Estado, de investigar, procesar y castigar, como garantía de los derechos humanos’°; y, por tanto, con los diferentes fallos dictados por la La corte Interamericana de Derechos Humanos, en la sentencia de 3 de abril de 2009, caso Kawas Fernández vs. Honduras, ha señalado, haciendo un desarrollo jurisprudencial del art. 1.1. de la convención Americana de Derechos Humanos, que: “... cada acto estatal que conforma el proceso investigativo, as! como la investigación en su totalidad, debe estar orientado hacia una finalidad específica, la determinación de la verdad y la investigación, persecución, captura, enjuiciamiento y, en su caso, la sanción de los msponsables de los hechos.” ‘° 23 0~ - administración de justicia, a lo largo de este proceso penal, queda este derecho cumplido por parte del Estado, al condenar a una pena privativa de libertad al responsable de vulnerar el derecho a la honra de la querellante ofendida. e Con relación a la “restitución”, cabe remitirnos al documento expedido por la Asamblea General de Naciones Unidas, denominado “Los Principios y Directrices básicos sobre el derecho de las víctimas de violaciones manifiestas de las normas internacionales de derechos humanos y de violaciones graves del derecho internacional humanitario a interponer recursos y obtener reparaciones”, en el cual la medida de restitución intenta regresar a la persona que ha sufrido la violación de sus derechos humanos, a la situación que ostentaba con anterioridad al acaecimiento de dicha ( infracción; así, el principio No. 19 del referido documento, propone como especie de este tipo de medidas: el restablecimiento de la libertad, el disfrute de los derecho humanos, la identidad, la vida familiar y la ciudadanía, el regreso al lugar de residencia, la reintegración en su empleo y la devolucion de sus bienes” “... Cabe indicar, que en el ambito penal, esta medida de reparacion debe ser tomada en cuenta analizando el tipo de bien jurídico que se tutela al sancionar una conducta humana como ilícita, ya que no en todos los casos se puede regresar a la persona a su estado anterior al cometimiento de un ilícito, dado que los bienes jurídicos protegidos no siempre ( permanecen intactos luego de la vulneración perpetrada por el ilícito; y, en aquellos casos en los que se mantienen, las alteraciones sufridas por la víctima hacen imposible que cualquier medida reparatoria que se pueda tomar, cumpla con el fin de restitución. Esto ocurre en el caso sub idice, en donde el bien protegido es la honra, el honor y el buen nombre de la persona; pues como se dice, hay dos cosas que no tienen reversa, el proyectil disparado y la injuria lanzada; es por ello, que aquella mancha u ofensa al honor muy difícilmente se limpia; el 24 32’ filósofo Cicerón decía: “Nada hay tan veloz como la calumnio; ninguna cosa 1 más fácil de lanzar, más fácil de aceptar, ni más rápida de extenderse”.11 En lo que respecta a la “indemnización”, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) señala: corresponde en primer término a los “... perjuicios sufridos por la parte lesionada, y comprende, como esta Corte ha expresado anteriormente, tanto el daño material como el moral.”12; esta medida, como parte también de la reparación integral, se da en virtud de la imposibilidad de regresar a la víctima del delito a una situación anterior a su cometimiento, así como por todos los malestares que se la haya causado, derivados de la perpetración del ilícito; esta medida, puede ser ya complementaria o supletoria de la restitución. Es precisamente, esta medida, como componente de la reparación integral, la cual para el caso sub iudice, por disposición expresa del art. 309.5 debe constar al ser un requisito de la sentencia; más aún por ser tal medida la que explícitamente la ha requerido la víctima de la infracción, en este caso la querellada Rosa Mercedes Nolivos Cueva. Existen varias formas de reparación, a saber: “La Reparación Individual”, la cual se produce cuando una persona acude ante un juez, para que éste condene al responsable de un crimen y lo obligue indemnizar a la víctima; “La Reparación Colectiva”, la cual se orienta a la reconstrucción ( ~, ~ei~ o’]~ psicosocial de las poblaciones afectadas por el ilícito; “La Reparación Simbólica”, por la cual se entiende todo acto realizado a favor de las víctimas o de la comunidad en general que tienda a asegurar la preservación de la memoria histórica, la no repetición de los hechos victimizantes, la aceptación ~ En la doctrina colombiana, frente a los problemas de violencia, se habla de una ‘reparación transformadora”, la cual se refiere a la posibilidad de procurar un estado superior al perdido a causa del hecho victimizante; en donde las victimas no regresarán a su estado anterior de precariedad y miseria, sino que a partir de un análisis aproximativo acerca del lucro cesante, el freno a su desarrollo social y económico y lo que dejó de crecer y progresar a causa de la violencia y el abandono forzado de su tierra, de sus animales y de sus proyectos, obtendrán una ganancia que en justicia les represente un incremento patrimonial. El riesgo de la reparación transformadora y que podria impedir su materialización, según los analistas, es que la fijación de limites en las indemnizaciones podria limitar el acceso a recursos para más allá de garantizar la plena reparación, lograr un incremento patrimonial en las victimas, lo cual terminaria por generar falsas expectativas a las victimas y una jerarquización entre ellas al tener que distinguir entre aquellas que históricamente han sufrido la pobreza, exclusión y el abandono del Estado de aquellas que han sido victimizadas con ocasión del conflicto. 12 Ver Sentencia de 22 de enero de iggg, caso Blake vs. Guatemala, de la corte Interamericana de Derechos Humanos, párr.42. 25 pública de los hechos, el perdón público y el restablecimiento de la dignidad de las víctimas; “La Reparación Material” que comprende todos los actos relacionados con la indemnización pecuniaria.13 Con relación a la “rehabilitación”; la Asamblea General de Naciones Unidas, en el documento antes indicado (Principios y Directrices básicos sobre...); en el postulado 21 señala: “La rehabilitación ha de incluir la atención e médica y psicológica, asi como servicios jurídicos y sociales!’; al respecto cabe hablar del concepto “proyecto de vida” que le ha servido a la Corte Interamericana de Derechos Humanos para establecer una valoración del daño moral, el cual nos ayudará a comprender la finalidad que debe intentar ~ Estos conceptos son bien manejados en el ordenamiento juridico colombiano y en su jurisprudencia constitucional, en donde el tema de la reparación integral se lo aborda a la par con la denominada ‘reparación transformadora”; todo ello frente a los casos de victimas de violencia socio-politica, Allá encontramos por ejemplo que tienen la “La Ley de Victimas en donde persiste la confusion a este respecto y a traves de vanos articulos (9 y 65) se intentan legalizar prácticas que ha sido a su vez proscritas por el consejo de Estado y por la corte constitucional; es por ello que allá, se considera que el atribuir “efecto reparador” a planes y programas generales del Estado encaminados a prestar ayuda humanitaria o a brindar servicios sociales, es inconstitucional; puesto que la asistencia humanitaria y la politica social no son reparación. En el caso colombiano, la reparación procura el restablecimiento de los derechos vulnerados y el aseguramiento de que las victimas de la violencia logren recuperar su proyecto de vida, ofreciendo garantias de estabilidad socloeconómica, psicosocial y reales opciones de desarrollo en condiciones de equidad y seguridad. La reparacion transformadora se refiere a la posibilidad de procurar un estado supenor al perdido a causa del hecho victimizante vale decir que las victimas no regresaran a su estado anterior de precariedad y miseria sino que a partir de un análisis aproximativo acerca del lucro cesante, el freno a su desarrollo social y económico y lo que dejó de crecer y progresar a causa de la violencia y el abandono forzado de su tierra, de sus animales y de sus proyectos, obtendran una ganancia que en justicia les represente un incremento patnmonial El riesgo de la reparacion transformadora y que podria impedir su matenalizacion segun los analistas colombianos es que la fijacion de limites en las indemnizaciones podría limitar el acceso a recursos para más allá de garantizar la plena reparación, lograr un incremento patrimonial en las victimas, lo cual terminaria por generar falsas expectativas a las víctimas y una jerarquización entre ellas al tener que distinguir entre aquellas que históricamente han sufrido la pobreza, exclusión y el abandono del Estado de aquellas que han sido victimizadas con ocasión del conflicto. Un punto de partida para emprender el análisis de la garantia y satisfacción del derecho a la reparación que tienen todas las victimas de la violencia sociopolitica en colombia, es entender que más que simples destinatarias de programas asistencialistas, focalizados, que no comprometen políticas públicas integrales, son ciudadanos y ciudadanas a los que les fueron vulnerados sus derechos, y que además son sujetos politicos y sujetos de derecho; son testigos históricos que representan la memoria viva de los acontecimientos violentos de su pasado reciente y son quienes conocen las causas que han dado lugar a las acciones de victimización, Su condición les debe otorgar un papel protagónico en la construcción de alternativas que conlleven a la superar la impunidad; de alli que, en el caso colombiano, ha sido necesario además, atender un criterio diferenciado que repare integralmente los daños que han sufrido mujeres, hombres, niños, niñas, poblaciones étnicas, comunidades, organizaciones y movimientos sociales; ya que sólo asi se ha podido empezar a construir una respuesta adecuada acerca de por qué es importante reparar, quiénes deben ser reparados, y en qué forma debe hacerse. En Colombia, además existen diferentes organizaciones e instituciones como la Comisión Nacional de Reparación y la misma jurisprudencia colombiana en donde se ha señalado que la reparación de daños colectivos no se debe confundir con reparación colectiva a daños individuales, pues a primera parte de reconocer los efectos que han sufrido colectividades -como la destrucción de redes sociales, propuestas políticas y cosmovisjones culturales, que configuran alternativas de vida y memoria construidas por las víctimas-, mientras que la segunda en cambio, responde a una visión de eficiencia y celeridad en el manejo de los recursos y en los mecanismos para reparar. Comprendido lo anterior, es preciso considerar que la reparación integral lleva implícito el logro de la verdad y la acción de la justicia; sólo a partir del entendimiento de estos aspectos es posible elaborar propuestas que hagan de la reparación integral un mecanismo para crear las condiciones necesarias para alcanzar la reconciliación, empezando por el reconocimiento público ante la sociedad, por parte de los responsables de los perjuicios ocasionados a las victimas. 26 clefl%3 c\-\~ 22 alcanzar, esta medida de rehabilitación, que huelga reiterar es también un componente de la reparación integral; tal concepto hace referencia a lasw expectativas de desarrollo personal, profesional y familiar, posibles en condiciones normales, que fueron interrumpidas de manera abrupta por el ilícito.14 Cabe indicarse que esta forma de reparación puede ser cumplida en la medida pecuniaria (indemnización); ahora bien, hay que destacar, que en este caso se activa el rol de colaboración del Estado en la reparación integral de la víctima, como así lo manda el art. 78 de la Constitución de la República. Con relación a la “garantía de no repetición y satisfacción del derecho violado”; hay que dejar señalado que estas medidas, son quizá las más difíciles de aplicar en el campo de la reparación integral, pues son aquellas en las cuales entra en juego el rol del Estado, y el deber o la responsabilidad misma tanto de la víctima como del agresor, para ejercitar, requerir y/o cumplir con las mismas; más sin embargo, no hay que perder de vista, que tales medidas son componentes de la reparación integral y no constituyen en sí mismo ni el principio ni el fin de aquella. En cuanto a la “garantía de no repetición”, el rol del Estado como colaborador para la reparación integral, en tratándose de los casos de delitos en general, se plasma en: 1) la derogatoria de leyes que impidan el desarrollo de las medidas de reparación integral, así como de aquellas que imposibiliten o dificulten el obtener el derecho a la verdad de las víctimas, no hay que olvidar que la falta de investigación conlleva a la impunidad y ésta, al aumento de delincuencia15; y, 2) el desarrollo de la garantía de no repetición contenida en el postulado 23.g) de la Declaración de Principios a la que nos hemos ya referido, el cual señala: “La promoción de mecanismos destinados a prevenir, vigilar y resolver los conflictos sociales.” . Finalmente hay que dejar señalado que, la rehabilitación del procesado, constituye por se la garantía fundamental de no repetición, tras el proceso penal, que debe cumplir el Estado. ver sentencia de 7 de septiembre de 2004, caso Tibi vs Ecuador, de la corte Interamericana de Derechos Humanos. ~ En este punto, entra en juego también aquello de la la construcción de cuerpos juridicos que propendan y regulen aquello, y es precisamente en este marco, de la reparación integral, que hay que estar pendientes de lo que se pueda introducir en el código Integral Penal que se halla e,n discusión en la Asamblea Nacional del Ecuador. ‘~ 27 O’! En lo que respecta a la “satisfacción del derecho violado”, recordando en primer lugar que el derecho a la reparación integral, proviene en principio y así fue concebido por los organismos internacionales, de la responsabilidad “internacional” del Estado: ahora bien, ya en tratándose de delitos específicos, entre particulares, y/o en los cuales tal derecho emerge de un proceso penal inter partes (sujeto activo y sujeto pasivo del delito), en donde hay que tener claro el bien jurídico protegido y/o afectado por el ilícito; corresponde dejar en claro hasta dónde va el rol del Estado, en el alcance de tal reparación integral; rol que como queda indicado es de colaboración, para el logro de la misma, entendida en sus diversos componentes; y, que remitiéndonos a este caso, se ha dado o se dará, ya con el conocimiento de la verdad de los hechos (la sustanciación del proceso penal de acción privada por el delito de injuria y su resolución que ha declarado con lugar la querella -acusación particular- y ha condenado al culpable): así como, con la indemnización, que fuera reclamada por la querellante tanto al proponer su querella como al formalizar su acusación particular. La satisfaccion del derecho violado”, es un componente de la reparacion integral, que estriba y/o recae imperiosamente, desde el rol accionador de la propia víctima de la infracción y que parte de la satisfacción subjetiva que considera y/o aspira dicha víctima: de allí que, este componente de la reparación integral, al estribar de la apreciación individual que hace la propia persona, no puede ni debe depender de otro agente ajeno a la misma persona: la cual de manera explícita deberá accionarIo y/o, solicitarlo. 4.2.15. A manera de corolario, se puede manifestar que las juezas y jueces debemos plasmar en nuestras sentencias el mandato constitucional, de cumplir con las medidas de reparación integral a la víctima del delito; y en el caso específico traído a sede casacional, como queda indicado, la reparación integral en su contexto global, implica una serie de componentes, o medidas, algunas de la cuales dependen directamente del rol del Estado inmerso en sus diferentes instituciones, como es aquella del conocimiento de la verdad de los hechos, y las relacionadas con la restitución, en las cuales está la 28 cienb doce.. ~34- indemnización, la rehabilitación, la garantía de no repetición, que están acorde al rol de colaboración del Estado en alcanzar tal reparación integral. Finalmente, la medida de satisfacción del derecho violado, sin dejar el rol colaborador del Estado, para lograr aquella, deviene directamente de la activación, ejercicio ylo proposición que haga la víctima como titular de este derecho constitucional. En el caso concreto que nos ocupa, la víctima del delito, únicamente, ha puesto un valor económico que debería ser considerado y analizado por este Tribunal, de alguna manera, para dar cumplimiento con los requisitos de la sentencia y así se pueda conseguir; más no ha considerado dentro de la reparación integral que trata la Constitución de la República con respecto a la restitución para satisfacer el derecho violado; considerándose que en este aspecto, el Tribunal no puede conocer de qué otra forma podría actuar con relación a esto; y si, ¿corresponde o no? unas simples disculpas, o una publicación de la sentencia en la prensa, así como cualquier otro acto que se convertiría en subjetivo; por cuanto este Tribunal no conoce a la víctima de manera personal, y por ende no puede saber lo que le satisface o no. 4.2.16. Sobre la base de lo que queda indicado, en el caso sub iudice, la reparación integral, desde el rol del Estado, y en el caso específico de la administración de justicia, como organismo de éste, va directamente con la obligación impuesta a los jueces en el art. 309.5 del Código de Procedimiento Penal, en donde como requisito de la sentencia consta la condena y el monto a pagar por concepto de daños y perjuicios; que es el mecanismo (medida o componente) de la reparación integral con la cual en mayor medida, desde el rol mismo del Estado, se debe cumplir con aquel derecho. Es por ello que para este caso, considerando por un lado que el bien jurídico protegido es la honra, el honor, el buen nombre; per se, que está en íntima ligación con el daño moral, y que la doctrina internacional (CIDH) al analizar y resolver estos casos, lo ha hecho en equidad16; de allí que, para el 15 ver, Sentencia de 25 de noviembre de 2000, caso Bamaca Velásquez vs. Guatemala. 29 caso en ciernes, en donde el valorar tal daño, en principio corresponde a la propia víctima de la infracción, en este caso a la querellada, la cual ha solicitado US $ 500.000,oo; el Tribunal debe considerar que tal requerimiento debe ser proporcional con respecto a las condiciones y/o capacidades económicas del querellado; sobre todo, para que tal medida de reparación se realizable. Ahora bien, cabe considerar que en el mecanismo de la indemnización de daños y perjuicios, entran en juego aspectos como el daño emergente y el lucro cesante; la CIDH respecto a las causas de las indemnizaciones ha seguido los criterios generales determinados por el derecho civil; así, en lo que respecta al “daño emergente”, Claudio Nash Rojas ha señalado que: “. . es equivalente a los gastos directos e inmediatos que ha debido cubrirla víctima o sus representantes con ocasion del ¡licito Basicamente representa todos aquellos gastos que, en forma razonable y demostrable, hayan incurrido las víctimas con el objeto de reparar el ilícito, o bien, anular sus efectos 17 En cuanto al ‘lucro cesante”, se debe entender por este la merma en los ingresos de la victima devenido de su imposibilidad para producirlos el lucro cesante se lo debera calcular en virtud a elementos objetivos, tales como la declaracion del impuesto a la renta o la remuneracion de la victima, entre otros1° Abstrayéndonos al caso que nos ocupa, si bien es cierto la querellante ha solicitado como indemnización la suma de US $ 500.000,oo; no es menos cierto, que no obran del proceso elementos probatorios para justificar y/o sustentar tal aspiración; de allí que, tratando de buscar parámetros objetivos, frente a la posibilidad económica del querellante, cuyos ingresos conforme obra del expediente (fs 309 planilla de aporte al IESS mes de julio de 2011) estriba en el orden de US $ 1.030,oo; todo ello para realizar un cálculo que vuelva a la ~ NASH ROJAS, claudio. “La Reparación ante/a Corte interamericana de Derechos Humanos’~ Andros impresiones. Santiago de chile, chile. 2009. p. 43 la La clDH en varias de sus sentencias ha determinado varios criterios para realizar tal cálculo; así en la sentencia de 29 de julio de 1998, caso velásquez Rodriguez vs. Honduras, Indemnización compensatoria ha señalado: de acuerdo con ios ingresos que habria de recibir la víctima hasta su posible fallecimiento natural (...) fallecimiento que debe ser considerado atendiendo a las expectativas de vida en el pais del cual era natural la victima ; en la sentencia de 3 de noviembre de 1997, caso castillo Páez ys. Perú. Reparaciones ha señalado: “debe estarse a las expectativas de vida laboral en el pais respectivo ya los ingresos posibles de la víctima...”. caludio Nash Rojas ha señalado: [sel “debe evaluar todos estos elementos al momento de determinar el monto de la indemnización [paral que esta causa no sea una causa de enriquecimiento ilicito para las victimas...” 30 ojeçy~g 1jecc indemnización un mecanismo posible y realizable, y no quede como una mera ilusión o expectativa no cobrable, con lo cual la propia reparación integral quedaría en un lirismo empírico; es menester barajar los siguientes parámetros: i) el tiempo que ha durado el presente proceso; y, Ii) el valor del salario digno19. Con los parámetros indicados, los mismos que resultan ser los más objetivos, para el caso que nos ocupa, tendríamos que: 1) el tiempo que ha llevado el proceso, considerado éste como el mecanismo para alcanzar la “verdad de los hechos”, primer componente de la reparación integral acorde al Art. 78 de la Constitución de República, y que en el presente caso contabilizado desde la fecha de presentación de la querella (18 de agosto de 2011) estaría bordeando los dos años (24 meses); y, Ii) el salario digno, que acorde al Acuerdo Ministerial No. 0007 publicado en el R. O. No. 844 de 1 de febrero de 2013, está en US $ 368,05. Con éstos parámetros, podemos hacer un ejercicio de multiplicación del punto i (24) por el ji (368,05), arroja un monto de US $ 8.833,2, que sería el valor de indemnización por daños y perjuicios que tendría que pagar el querellado Miguel Ángel Rugel Sono por la injurias no calumniosas graves proferidas a la querellante Rosa Mercedes Nolivos Cueva. En estos términos que queda consignado el presente voto salvado; no sin antes dejar señalado: que extenderse al componente de la satisfacción del ( derecho violado, concibiéndolo como el principio y fin del derecho a la reparación integral, el cual depende únicamente al titular del derecho su determinación de lo que él considere la medida o límite de su satisfacción, no corresponde al Estado ni al organismo administración de justicia; sin embrago es menester dar cumplimiento con los requisitos de la sentencia y dar satisfacción jurídica al requerimiento económico propuesto por la querellante. El código Orgánico de la Producción comercio e Inversiones, en el Titulo II, Deja Promoción del Trabajo Productivo Digno, Arts. 8-10 trata sobre el salario digno y señala: Art. 8.-El salario digno mensual es el que cubra al menos las necesidades básicas de la persona trabajadora asi como las de su familia, y corresponde al costo de la canasta básica familiar divido para el número de perceptores del hogar. El costo de la canasta básica familiar y el número de perceptores del hogar serán determinados por el organismo rector de las estadisticas y censos nacionales del pais. de manera anual, lo cual servirá de base para la determinación del salario digno establecido por el Ministerio de Relaciones Laborales.” 19 31 Finalmente cabe dejar señalado que la reparación integral lleva implícito el logro de la verdad y la acción de la justicia, que en este caso se ha logrado. 5. RESOLUCIóN A la luz del análisis jurídico que queda expuesto, este Tribunal de la Sala Especializada de lo Penal, Penal Militar, Penal Policial y Tránsito de la Corte Nacional de Justicia, “ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR, Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE LA REPÚBLICA”, al amparo del artículo 358 deI Código de Procedimiento Penal, casa de oficio la sentencia dictada por la Segunda Sala de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia del Guayas, el 10 de julio de 2012, a las 12h01, dentro del juicio No. 273-2012, por violación a la ley por errónea aplicación de esta, y declara con lugar los daños y perjuicios y la valoración de los mismos que se los fija en US $ 8.833,2 que deberá pagar el querellado Miguel Ángel Rugel Sono por la injurias no calumniosas graves proferidas a la querellante Rosa Mercedes Nolivos Cueva; debiendo por tal, devolverse el proceso al tribunal de origen para los fines legales consiguientes. Notifiquese y CumPlase~~~ Dra. GIad Tejan Sierra VOTO S~LVADO JUEZA NACIONAL D~rthaVill~s SECRETARIA RELATORA (E) 32