REUNION NACIONAL DE JUECES, MICHOACAN 2014 MESA 3

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REUNION NACIONAL DE JUECES, MICHOACAN 2014
MESA 3 MATERIA FAMILIAR.FORTALEZAS Y DEBILIDADES
DEL PROCESO ORAL.
TEMA: DIVORCIO NECESARIO
PONENCIA:
“EL DIVORCIO NECESARIO A LA LUZ DEL DERECHO
FUNDAMENTAL DE LA DIGNIDAD HUMANA”
PONENTE:
LIC. CINTHIA ELODIA MERCADO GARCIA
CARGO: JUEZA PRIMERO DE PRIMERA INSTANCIA EN
MATERIA CIVIL DEL DISTRITO JUDICIAL DE LOS REYES,
MICHOACAN.
1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA.
En primer término, cabe señalar que al ser el matrimonio una institución de
orden público, en cuyo mantenimiento está interesada la sociedad, de tal suerte
que sólo por excepción la ley permite que sea disuelto, por ello es necesario tanto
que la causal o causales invocadas para solicitar el divorcio queden debidamente
acreditadas, así como que la acción se ejercite oportunamente. Lo anterior tiene
fundamento en la tesis de amparo emitida por la otrora Tercera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, del tenor siguiente: 1
“DIVORCIO, LAS CAUSALES DE, DEBEN PROBARSE PLENAMENTE.
Por ser de orden público la institución del matrimonio, en cuyo mantenimiento está
interesada la sociedad, es preciso que en los casos de divorcio necesario, se
compruebe plenamente no sólo la causa legal invocada para obtener la disolución
del vínculo matrimonial, sino también que la acción para obtenerla no fue
deducida extemporáneamente”.
El artículo 261 del Código Familiar del Estado de Michoacán de Ocampo,
establece las causales de divorcio necesario, de las que destacamos la fracción
XVII, que a la letra dice:
“Artículo 261. Son causas de divorcio: …
“… XVII. La conducta de violencia familiar cometida o permitida por uno de los
cónyuges contra el otro, o hacia las hijas o hijos de ambos, o de alguno de ellos.
Para los efectos de este artículo se entiende por violencia familiar la descrita en
este Código…”.
1
Publicada en el Semanario Judicial de la Federación, sexta época, tomo XLII, cuarta parte, página
50.
En este tenor, es necesario puntualizar que la Primera Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación interrumpió la Jurisprudencia número 1a./J.
69/2006, en la cual sostuvo que cuando se ejerce la acción de divorcio necesario
con base en la causal de violencia intrafamiliar, no basta que en la demanda se
narren genéricamente los hechos que a juicio del actor actualicen dicha causal,
sino que es necesario expresar las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que
acontecieron; para ahora, merced a una nueva reflexión, apartarse del indicado
criterio, ya que la exigencia pormenorizada de "hechos" que revelen con precisión
las circunstancias de modo, tiempo y lugar de cada una de las conductas de
violencia que motivan una demanda de divorcio es extremadamente difícil de
cumplir, además de que hace prácticamente imposible que prospere una acción,
pues para tener por acreditada la indicada causal tendrían que demostrarse
plenamente las circunstancias mencionadas, es decir, documentar el día, mes y
hora en que sucedieron los hechos (tiempo), la forma detallada de cómo
ocurrieron (modo) y el sitio o lugar preciso en el que acontecieron (lugar), por lo
que es prácticamente imposible que una persona recuerde datos específicos de
todos y cada uno de los actos de violencia -maltrato físico, psicoemocional y
sexual- de los que fue objeto.
Luego, cuando una persona invoca la violencia intrafamiliar como causal de
divorcio, funda su acción no sólo en un hecho particular y aislado, sino en un
cúmulo de actos y situaciones de maltrato. En ese tenor, cuando se ejerce la
acción de divorcio necesario con base en esa causal, es innecesario expresar
pormenorizadamente las indicadas circunstancias, pues basta que en la demanda
se expresen los hechos de manera concreta, ya que al narrarse ciertos sucesos
de esta forma, la contraparte puede tener una idea clara de lo que se le imputa y
de las causas que motivan la demanda de divorcio, lo que le permitirá preparar
adecuadamente su defensa.
A continuación se transcribe la tesis de amparo sostenida por la referida
Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, del rubro y texto
siguiente:2
”DIVORCIO NECESARIO. CUANDO SE EJERCE LA ACCIÓN RELATIVA
CON BASE EN LA CAUSAL DE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR, BASTA QUE EN
LA DEMANDA SE EXPRESEN LOS HECHOS DE MANERA CONCRETA
(INTERRUPCIÓN DE LA JURISPRUDENCIA 1a./J. 69/2006). La Primera Sala
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la jurisprudencia citada,
sostuvo que cuando se ejerce la acción de divorcio necesario con base en la
causal de violencia intrafamiliar, no basta que en la demanda se narren
genéricamente los hechos que a juicio del actor actualicen dicha causal,
sino que es necesario expresar las circunstancias de tiempo, modo y lugar
en que acontecieron. Ahora bien, una nueva reflexión lleva a apartarse del
indicado criterio, ya que la exigencia pormenorizada de "hechos" que
revelen con precisión las circunstancias de modo, tiempo y lugar de cada
una de las conductas de violencia que motivan una demanda de divorcio es
extremadamente difícil de cumplir, además de que hace prácticamente
imposible que prospere una acción, pues para tener por acreditada la
indicada causal tendrían que demostrarse plenamente las circunstancias
mencionadas, es decir, documentar el día, mes y hora en que sucedieron los
hechos (tiempo), la forma detallada de cómo ocurrieron (modo) y el sitio o
lugar preciso en el que acontecieron (lugar), por lo que es prácticamente
imposible que una persona recuerde datos específicos de todos y cada uno
de los actos de violencia -maltrato físico, psicoemocional y sexual- de los
que fue objeto. Lo anterior es así, porque cuando una persona invoca la
violencia intrafamiliar como causal de divorcio, funda su acción no sólo en
2
Localizable en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; Libro IV, Enero de
2012, Tomo 3; Pág. 2681, Registro: 160 411, [TA]; 10a. Época.
un hecho particular y aislado, sino en un cúmulo de actos y situaciones de
maltrato. En ese tenor, cuando se ejerce la acción de divorcio necesario con
base en esa causal, es innecesario expresar pormenorizadamente las
indicadas circunstancias, pues basta que en la demanda se expresen los
hechos de manera concreta, ya que al narrarse ciertos sucesos de esta
forma, la contraparte puede tener una idea clara de lo que se le imputa y de
las causas que motivan la demanda de divorcio, lo que le permitirá preparar
adecuadamente su defensa. Amparo directo 12/2010. 9 de marzo de 2011.
Cinco votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria:
Rosalía Argumosa López. Nota: La presente tesis interrumpe el criterio sostenido
en la diversa 1a./J. 69/2006, de rubro: "DIVORCIO NECESARIO. CUANDO SE
EJERCE LA ACCIÓN RELATIVA CON BASE EN LA CAUSAL DE VIOLENCIA
INTRAFAMILIAR,
EN
LA
DEMANDA
DEBEN
EXPRESARSE
PORMENORIZADAMENTE
LOS
HECHOS,
PRECISANDO
LAS
CIRCUNSTANCIAS DE TIEMPO, MODO Y LUGAR EN QUE OCURRIERON.",
que aparece publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, Tomo XXV, enero de 2007, página 173”.
También debe mencionarse que la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
estableció en criterio jurisprudencial que la dignidad humana, como derecho
fundamental superior, deriva el libre desarrollo de la personalidad, que comprende,
entre otras expresiones, la libertad de contraer matrimonio o no hacerlo; de procrear
hijos y cuántos, o bien, decidir no tenerlos; de escoger su apariencia personal; su
profesión o actividad laboral, así como la libre opción sexual, en tanto que todos
estos aspectos son parte de la forma en que una persona desea proyectarse y vivir
su vida y que, por tanto, sólo a ella corresponde decidir autónomamente.
Por su parte, los artículos 890, 891 y 892 del invocado Código Familiar,
dice que toda sentencia debe fundarse en la Ley, en los tratados y convenciones
internacionales y en la jurisprudencia, cuando la controversia no pueda resolverse
con base en ellos, deberá decidirse según los principios generales de derecho,
según las circunstancias del caso, reuniendo siempre las características de
claridad, precisión, exhaustividad, fundamentación y motivación; en el entendido
de que en materia familiar no existe una litis cerrada, por lo que en beneficio de
menores e incapaces, el juzgador podrá pronunciarse sobre aspectos que no
sean materia de litigio.
Bajo este marco contextual, tenemos que en el caso de que se solicita el
divorcio necesario en base a la causal XVII del precepto 261 del Código Familiar
del Estado de Michoacán de Ocampo, relativa a la conducta de violencia familiar
cometida o permitida por uno de los cónyuges contra el otro, o hacia las hijas o
hijos de ambos, o de alguno de ellos, aún cuando la Suprema Corte de Justicia de
la Nación ha modificado su criterio para establecer que es innecesario expresar
pormenorizadamente las circunstancias de tiempo, modo y lugar, pues basta que
en la demanda se expresen los hechos de manera concreta, lo que le permitirá a
su contraparte preparar adecuadamente su defensa, lo que conlleva a que en el
periodo de prueba sea factible acreditarla y así en sentencia determinar sobre su
procedencia o no; sin embargo, si en el juicio no se demuestra dicha causal no se
decreta el divorcio.
2.PLANTEAMIENTO Y FORMULACION DE HIPOTESIS.
En los juicios ordinarios familiares sobre divorcio necesario en donde se
invoca la causal de violencia familiar tanto en la demanda principal como en
reconvención y ninguna de las partes logra demostrarla,
¿el juzgador
deberá
decretar en sentencia la procedencia del divorcio tomando como fundamento el
derecho fundamental de la dignidad humana?.
Primeramente debemos señalar, que no pasa inadvertido la existencia del
derecho a que la ley proteja siempre la organización y el desarrollo de la familia, en
términos del primer párrafo del artículo 4o. de la Constitución Federal, sin embargo,
ello no lleva al extremo de que el Estado deba mantener a toda costa unidos en
matrimonio a los consortes, aun contra su voluntad, so pretexto de esta disposición
constitucional, sino que debe buscar los medios o instrumentos adecuados para
evitar su desintegración, pero sin afectar los derechos humanos que le son
inherentes a cada uno de sus integrantes, como lo es su conciliación, pero si ésta no
se logra, es evidente que el Estado no puede obligar al consorte que no lo desee a
continuar unido en matrimonio.
Máxime cuando de autos pudiera advertirse que, por el tiempo que
llevan los consortes separados o por haber expresado ambos su interés en disolver
el vínculo, declarar la improcedencia del divorcio, lejos de beneficiar la estabilidad
familiar, implicará desconocer la situación de hecho existente e incluso propiciará el
desgaste en las relaciones entre sus integrantes.
En consecuencia, para decretar el divorcio en los casos en que se
invoque la causal XVII del artículo 261 del Código Familiar del Estado, ya sea en la
demanda principal o reconvención o en ambas, el Juez natural debe atender que: a)
lo solicite uno o ambos consortes; b) por el tiempo transcurrido de convivencia, se
evidencie que éste fue suficiente para que ya se hubiera logrado una reconciliación,
y no se obtuvo; y, c) las circunstancias particulares pongan de manifiesto que la
relación ya provocó o está provocando un perjuicio a la estabilidad personal o
familiar, según sea el caso.
Lo expuesto tiene apoyo en la tesis de amparo número XVIII.4o.15 C (10a.),
sostenida por el Cuarto Tribunal Colegiado del Décimo Octavo Circuito, que dice
como sigue:3
“DIVORCIO NECESARIO. DEBE DECRETARSE AUN CUANDO NO
QUEDEN DEMOSTRADAS LAS CAUSALES INVOCADAS, TOMANDO EN
CONSIDERACIÓN EL DERECHO FUNDAMENTAL A LA DIGNIDAD HUMANA. El
Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al resolver el amparo
directo 6/2008, del que derivó la tesis aislada P. LXVI/2009, publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXX,
diciembre de 2009, página 7, de rubro: "DERECHO AL LIBRE DESARROLLO
DE LA PERSONALIDAD. ASPECTOS QUE COMPRENDE.", estableció que de la
dignidad humana, como derecho fundamental superior, deriva el libre
desarrollo de la personalidad, que comprende, entre otras expresiones, la
libertad de contraer matrimonio o no hacerlo; de procrear hijos y cuántos, o
bien, decidir no tenerlos; de escoger su apariencia personal; su profesión o
actividad laboral, así como la libre opción sexual, en tanto que todos estos
aspectos son parte de la forma en que una persona desea proyectarse y vivir
su vida y que, por tanto, sólo a ella corresponde decidir autónomamente. Por
tanto, no obstante que no quede demostrada la causal de divorcio invocada
por uno de los cónyuges, o ambos en caso de reconvención, la autoridad que
conozca del juicio debe advertir que ya no existe la voluntad de al menos una
de las partes para seguir unida en matrimonio y debe tenerla en cuenta, para
determinar lo que mejor les conviene, tomando en consideración su derecho
fundamental a la dignidad humana y, en esa medida, decretar el divorcio. No
pasa inadvertido la existencia del derecho a que la ley proteja siempre la
organización y el desarrollo de la familia, en términos del primer párrafo del
artículo 4o. de la Constitución Federal, sin embargo, ello no lleva al extremo de
que el Estado deba mantener a toda costa unidos en matrimonio a los
consortes, aun contra su voluntad, so pretexto de esta disposición
constitucional, sino que debe buscar los medios o instrumentos adecuados
para evitar su desintegración, pero sin afectar los derechos humanos que le
son inherentes a cada uno de sus integrantes, como lo es su conciliación,
pero si ésta no se logra, es evidente que el Estado no puede obligar al
consorte que no lo desee a continuar unido en matrimonio. Máxime cuando de
3
Visible en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 2, Enero de 2014, Tomo IV,
Materia(s): Constitucional, Civil, Página: 3051, Décima Época, Registro: 2005339.
autos pudiera advertirse que, por el tiempo que llevan los consortes
separados o por haber expresado ambos su interés en disolver el vínculo,
declarar la improcedencia del divorcio, lejos de beneficiar la estabilidad
familiar, implicará desconocer la situación de hecho existente e incluso
propiciará el desgaste en las relaciones entre sus integrantes. En
consecuencia, para decretar el divorcio, el Juez natural debe atender que: a) lo
solicite uno o ambos consortes; b) por el tiempo transcurrido de convivencia,
se evidencie que éste fue suficiente para que ya se hubiera logrado una
reconciliación, y no se obtuvo; y, c) las circunstancias particulares pongan de
manifiesto que la relación ya provocó o está provocando un perjuicio a la
estabilidad personal o familiar, según sea el caso. Amparo directo 32/2013. 29
de abril de 2013. Unanimidad de votos. Ponente: Carlos Hernández García.
Secretario: Gerardo Vázquez Morales. Esta tesis se publicó el viernes 17 de enero
de 2014 a las 13:02 horas en el Semanario Judicial de la Federación”.
De modo que, determinar lo contrario causaría un grave perjuicio para
ambos contendientes sobre todo porque del propio juicio se advierten claramente
que se cumplen los supuestos a que en líneas anteriores se indicaron resultando
evidente que se ha incumplido con los fines del matrimonio que establece el artículo
123 del Código Familiar del Estado, relativos a procurar su ayuda mutua, guardarse
fidelidad, perpetuar la especie y crear entre ellos una comunidad de vida
permanente.
Determinación que también tiene su fundamento en los artículos 6, 25
y 29 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, aprobada el 10 diez de
diciembre de 1948 mil novecientos cuarenta y ocho, 1° y 29, segundo párrafo, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en relación con los artículos
1°, 3, 11 y 17 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, aprobada en
San José, Costa Rica del 7 al 22 de noviembre de 1969 mil novecientos sesenta y
nueve, a la cual nuestro país se adhirió el 3 tres de febrero de 1981 mil novecientos
ochenta y uno, dado que se tutela el derecho fundamental a la dignidad humana de
las partes, como derecho fundamental superior, derivado del libre desarrollo de la
personalidad, que comprende, entre otras expresiones, la libertad de contraer
matrimonio o no hacerlo y, por tanto, a disolver el vínculo matrimonial.
3.CONCLUSION.
No obstante que no quede demostrada la causal de divorcio invocada por uno
de los cónyuges, o ambos en caso de reconvención, relativa a la violencia
intrafamiliar, contemplada en la fracción XVII del artículo 261 del Código de
Procedimientos Civiles del Estado de Michoacán,
la autoridad que conozca del
juicio debe advertir que ya no existe la voluntad de al menos una de las partes para
seguir unida en matrimonio y debe tenerla en cuenta, aunado a que por el tiempo
transcurrido de convivencia, se evidencie que éste fue suficiente para que ya se
hubiera logrado una reconciliación, y no se obtuvo, así como que las circunstancias
particulares pongan de manifiesto que la relación ya provocó o está provocando un
perjuicio a la estabilidad personal o familiar, según sea el caso, para determinar lo
que mejor les conviene, tomando en consideración su derecho fundamental a la
dignidad humana y, en esa medida, decretar el divorcio, virtud de actuar.
4.RESUMEN.
1.El matrimonio es una institución de orden público, en cuyo mantenimiento
está interesada la sociedad, por lo que sólo por excepción la ley permite que sea
disuelto, siendo necesario acreditar la causal o causales invocadas para solicitar
el divorcio.
2.El artículo 261 del Código Familiar del Estado de Michoacán de Ocampo,
contempla
en su fracción XVII, la conducta de violencia familiar cometida o
permitida por uno de los cónyuges contra el otro, o hacia las hijas o hijos de
ambos, o de alguno de ellos. Para los efectos de este artículo se entiende por
violencia familiar la descrita en este Código…”.
3.La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
interrumpió la Jurisprudencia número 1a./J. 69/2006, en la cual sostuvo que
cuando se ejerce la acción de divorcio necesario con base en la causal de
violencia intrafamiliar, no basta que en la demanda se narren genéricamente los
hechos que a juicio del actor actualicen dicha causal, sino que es necesario
expresar las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que acontecieron; para
ahora, merced a una nueva reflexión, apartarse del indicado criterio, bastando que
en la demanda se expresen los hechos de manera concreta, ya que al narrarse
ciertos sucesos de esta forma, la contraparte puede tener una idea clara de lo que
se le imputa y de las causas que motivan la demanda de divorcio, lo que le
permitirá preparar adecuadamente su defensa.
4.De igual manera, la Suprema Corte de Justicia de la Nación estableció en
criterio jurisprudencial que la dignidad humana, como derecho fundamental
superior, deriva el libre desarrollo de la personalidad, que comprende, entre otras
expresiones, la libertad de contraer matrimonio o no hacerlo; de procrear hijos y
cuántos, o bien, decidir no tenerlos; de escoger su apariencia personal; su
profesión o actividad laboral, así como la libre opción sexual, en tanto que todos
estos aspectos son parte de la forma en que una persona desea proyectarse y
vivir su vida y que, por tanto, sólo a ella corresponde decidir autónomamente.
5.Los artículos 890, 891 y 892 del Código Familiar del Estado de
Michoacán de Ocampo, establecen el fundamento legal que toda sentencia debe
fundarse, entre ellos, los tratados y convenciones internacionales y en la
jurisprudencia.
.
6. El juzgador deberá decretar en sentencia la procedencia del divorcio
tomando como fundamento el derecho fundamental de la dignidad humana, en el
caso de que se invoca la causal de violencia familiar tanto en la demanda
principal como en reconvención y ninguna de las partes logra demostrarla.
7. El primer párrafo del artículo 4o. de la Constitución Federal, no lleva al
extremo de que el Estado deba mantener a toda costa unidos en matrimonio a los
consortes, aun contra su voluntad.
8.Para decretar el divorcio en los casos en que se invoque la causal XVII del
artículo 261 del Código Familiar del Estado, ya sea en la demanda principal o
reconvención o en ambas, el Juez natural debe atender que: a) lo solicite uno o
ambos consortes; b) por el tiempo transcurrido de convivencia, se evidencie que
éste fue suficiente para que ya se hubiera logrado una reconciliación, y no se
obtuvo; y, c) las circunstancias particulares pongan de manifiesto que la relación ya
provocó o está provocando un perjuicio a la estabilidad personal o familiar, según
sea el caso.
9.Determinar
lo
contrario
causaría
un
grave
perjuicio
para
ambos
contendientes resultando evidente que se ha incumplido con los fines del matrimonio
que establece el artículo 123 del Código Familiar del Estado, relativos a procurar su
ayuda mutua, guardarse fidelidad, perpetuar la especie y crear entre ellos una
comunidad de vida permanente, teniendo además su fundamento en los artículos 6,
25 y 29 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, aprobada el 10 diez de
diciembre de 1948 mil novecientos cuarenta y ocho, 1° y 29, segundo párrafo, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en relación con los artículos
1°, 3, 11 y 17 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, aprobada en
San José, Costa Rica del 7 al 22 de noviembre de 1969 mil novecientos sesenta y
nueve, a la cual nuestro país se adhirió el 3 tres de febrero de 1981 mil novecientos
ochenta y uno, dado que se tutela el derecho fundamental a la dignidad humana de
las partes, como derecho fundamental superior, derivado del libre desarrollo de la
personalidad, que comprende, entre otras expresiones, la libertad de contraer
matrimonio o no hacerlo y, por tanto, a disolver el vínculo matrimonial.
Morelia, Michoacán, a 25 de junio de 2014.
ATENTAMENTE.
LIC. CINTHIA ELODIA MERCADO GARCIA.
JUEZA PRIMERO DE PRIMERA INSTANCIA EN MATERIA CIVIL DEL DISTRITO
JUDICIAL DE LOS REYES, MICHOACAN.
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