Thortstein Veblen

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Thortstein Veblen y la economía institucionalista americana.
Antecedentes.
Thorstein Veblen (1857−1929) es el autor de Economía institucional, un estudio representativo de la crítica
continua de la economía teórica recibida, por su contribución metodológica, produjo una comprensión
creativa de las relaciones económicas y sociales en un grado sorprendente.
Cuarenta años antes de Veblen, ya se había manifestado entre los alemanes e historicistas británicos la
necesidad de un nuevo método de estudio de la economía, y proponían la búsqueda de leyes de desarrollo
histórico, uso de generalizaciones empíricas deductivas más que de la lógica deductiva, y la irrelevancia
general de la ciencia económica tal como entonces estaba constituida. Veblen simpatizaba con algunos de
estos puntos de vista, pero sus teorías son aun más complejas que esto; y se le considera el padre de la única
escuela genuinamente americana de economía que aportó una visión critica darwiniana del proceso capitalista.
En 1831, en contra de la economía ricardiana que en Inglaterra se fortalecía, el reverendo Richard Jones
publicó An essay on the distribution of wealth and on the sources of taxation; que consideraba que los
supuestos económicos debían estar determinados históricamente y ser justificables empíricamente.
Más tarde en 1876 la Fortnightly Review se convirtió en el portavoz oficioso de los historicistas; en ella
Walter Bagehot, aunque temprano seguidor de Ricardo, presentó escritos llenos de interés por la interrelación
entre las estructuras institucionales y la teoría económica; una vez más se hablaba de que los supuestos de la
ciencia económica no se podía verificar y las teorías resultantes eran demasiado abstractas para tener un valor
practico. Su contemporáneo Herbert Spencer, comparaba la evolución biológica con la evolución social, y
valiéndose de los trabajos de Darwin (1859) se puso la evolución al servicio de las teorías del desarrollo
institucional y social, aunque no de una forma significativa y coherente por el resto de los historicistas
británicos.
Los intelectuales británicos de ésta época estuvieron mayormente influenciados por la filosofía positivista del
francés August Comte. Dicha corriente filosófico−determinista se dejo ver en los historicistas, sobre todo en
el erudito clásico y economista historicista John Kells Ingram, autor de History of political eonomy; su
concepción es la de un movimiento necesario y continuo de la humanidad hacia un final teleológico y
predecible. T.E. Cliffe−Leslie, defendía la economía positiva, propuso un depurado de los postulados
heurísticos de la ciencia para dejar lugar a una nueva teoría. Arnold Toynbee proponía una relación simbiótica
ente la historia y la teoría. Todas sus obras tuvieron notables efectos prácticos; sin embargo los intentos de
hacer de la economía una rama de la sociología y de deducir un cuerpo de teoría a través de los procesos
históricos fracasaron.
En el paradigma historicista la economía se concebía como una ciencia, pero sus abstracciones no tenían que
ser a priori, y a la deducción se le asignaba un papel menor. La teoría se deduciría también mediante procesos
históricos. Los economistas encontrarían el material para realizar sus estudios comparando los estados de la
sociedad a fin de descubrir leyes de afiliación social, y éstos hechos no podían estudiarse al margen de su
historia; por lo tanto se consideraba la historia como el origen del que surgiría la ciencia económica.
Thorstein Veblen y el institucionalismo americano.
A finales del siglo XIX en Norteamérica el electicismo había sido el sello de los economistas americanos; el
paragmatismo impregnó tanto la filosofía como la economía hasta bien entrado el siglo XX; hablaba de
historicismo también, y fue en este medio que surgió Thorstein Veblen, crítico americano de la ortodoxia
económica recibida.
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Los humanos, en la opinión de Veblen son criaturas complejas dirigidas por instintos particulares y
caracterizadas por un comportamiento y hábitos instintivos; seres curiosos que buscan por naturaleza nuevas
maneras de hacer las cosas. Veblen llegaba a la conclusión de que determinados instintos, se aplican a todos
los humanos en todas las sociedades ; y que las circunstancias materiales que rodean a los humanos,
constituyen el factor más significativo en la determinación de sus propensiones y preconcepciones acerca del
mundo.
En un ensayo titulado The Preconceptions of economic science (publicado por primera vez en el Quarterly
journal of economics en 1899−1900), Veblen atacó los fundamentos filosóficos de la ortodoxia económica.
Argumentaba que Adam Smith, en parte se apoderó de la realidad, adoptando una preconcepción empírica,
aunque no tenía la culpa de fomentar una visión animística del mundo en la ciencia económica. En una
preconcepción animística, el fundamento último de la realidad es un designio de Dios, un resultado natural
teolológico.
La filosofía utilitarista de Bentham y Mill hizo de la economía una ciencia de la riqueza, en la que el
individuo es algo inerte, porque la naturaleza y las instituciones humanas están dadas, y los valores, por lo
tanto quedan eliminados. Veblen sostenía que los instintos y hábitos que surgían del hedonismo pecuniario
caracterizaban a la sociedad americana tanto por el lado de la oferta como por el lado de la demanda; la
propiedad ausente y el consumo y el ocio ostensibles eran las respuestas a una preconcepción utilitarista:
economía de consumo.
Desde el punto de vista metodológico, Veblen en primer lugar argumentaba que la visión neoclásica ortodoxa
del sistema económico y la superestructura teórica que ésta sustentaba eran estériles y esencialmente inútiles;
en segundo lugar basaba su propia teoría sobre 1) una hipótesis implícita de que los acontecimientos históricos
se determinan y describen mejor pro las características de grupo formadas por la suma de comportamientos
humanos basados en instintos y hábitos, y 2) una visión del cambio darwiniana, no determinista, como
instrumento para tratar los fenómenos económicos y sociales.
Veblen desarrolló una ciencia evolutiva de la economía basada en instituciones permanentemente cambiantes;
en conjunto sus funciones crearían las condiciones preliminares para la máxima producción . Él identificaba
dos grupos de instituciones basándose en características invariables de la naturaleza humana y los procesos
antropológicos e históricos:
• Instituciones tecnológicas dinámicas: <<Proceso de la máquina>>, inventos, métodos de producción ,
tecnología etc.
• Instituciones ceremoniales: Un conjunto de derechos de propiedad, estructuras sociales y económicas,
instituciones financieras, etc.
Como Marx, Veblen creía que los ciclos económicos eran endógenos en el capitalismo; había dos factores
básicos que llevaban a la recesión: la incertidumbre bancaria después de un periodo de expansión y nueva
capitalización de la industria; y el desplazamiento tecnológico por nuevos y más eficientes descubrimientos y
procesos. Por otro lado caracterizaba la fase de expansión del ciclo como fase de sobreproducción y
sobrecapitalización. Creía que el ciclo económico se acentuaba por los motivos de ahorro e inversión de los
financieros y propietarios de las empresas de negocios. Y el objetivo de buena parte de la regulación era la
protección de intereses creados, a costa del interés publico; esto es, la formación de cárteles legalizados
legitimaba los monopolios a costa del público.
En cuanto al futuro del capitalismo, Veblen mantuvo coherentemente su perspectiva evolucionista; desde su
punto de vista, el trabajo organizado ejercía su propio abandono consciente de la eficiencia a fin de mantener
su rendimientos por encima del nivel competitivo. La Federación Americana del Trabajo (AFL) era un
objetivo frecuente; Veblen consideraba que las organizaciones laborales americanas y en especial la AFL,
eran uno de los intereses creados siempre dispuesto a luchar por sus propios privilegios y beneficios.
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Gran parte de los escritos de Veblen son de naturaleza sociológica y cuasifilosófica, pero sus ideas son
relevantes para la economía. Los estudios institucionales a largo plazo de Veblen pueden utilizarse como un
complemento útil al análisis teórico de los precios a corto plazo y nos recuerdan que la economía es una
ciencia social y no una simple rama de la investigación matemática.
Segunda y tercera generaciones de Veblenianos.
• John Rogers Commnons (1862−1945)
• Wesley Clair Mitchell (1874−1948)
• Clarence E. Ayres (1892−1972)
• John Kennet. Galbraith: el populizador de los institucionalistas.
Conclusión: el paradigma institucionalista.
El destino de un paradigma institucionalista puro sigue siendo algo incierto; la economía institucional parece
ser una investigación ilimitada de antemano. Hay un fuerte reconocimiento en el cuerpo tradicional de la
economía americana de que las instituciones, y especialmente las instituciones de los derechos de propiedad,
no pueden suponerse dadas en los estudios en que los aspectos temporales son importantes. Las teorías de l
crecimiento y desarrollo económicos , el derecho y la economía han sido los mayores beneficiarios de estos
planteamientos más amplios.
EKELUND B., Robert y Hébert, J.R. Robert. Historia de la teoría económica y su método. 3ª ed. Mc Graw
Hill. México. Págs. 475−563.
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