LAUDATIO DEL PROFESOR DR. D. JOSE MANUEL CANALES ALIENDE, CATEDRATICO DE CIENCIA POLITICA Y DE LA ADMINISTRACION EN EL ACTO DE INVESTIDURA DE DOCTOR HONORIS CAUSA POR LA UNIVERSIDAD DE ALICANTE, DEL EXCMO. SR. D. JULIO MARIA SANGUINETTI Es para mi un honor y una gran satisfacción personal y profesional, estar hoy aquí y ahora en este emotivo y relevante acto, en el que como padrino del que será hoy formalmente investido Doctor Honoris Causa por esta universidad, me corresponde hacer la laudatio o la defensa y presentación pública de los méritos, del Excmo. Sr. D. Julio María Sanguinetti, siendo ésta fundamentada adecuadamente en base a los méritos que pasaré a detallar sucintamente, y que justifican esta investidura. En primer lugar, debo decir que el origen de todo este proceso que hoy final y felizmente culmina, tuvo lugar en noviembre del 2013 en Montevideo, con motivo de mi asistencia como coordinador de un panel en el Congreso del Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD). Durante la asistencia a dicho congreso, tuve la oportunidad de conocer y visitar al nuevo doctor en su domicilio particular, gracias a las gestiones eficaces de su hermano y buen amigo mío, D. Carlos Sanguinetti, aquí presente. Lo que inicialmente estuvo pensado y planificado, como una mera visita de cortesía mía, para conocer realmente a este ilustre personaje, se convirtió en una riquísima conversación de varias horas, en las que puede captar y confirmar todo lo que yo ya sabía y se me había dicho sobre él; y a la vez poderle plantear al final la posibilidad de su posible visita y colaboración con la universidad de Alicante. Permítanme que narre un detalle inolvidable de la gran humanidad del personaje, que me impactó. Finalizada nuestra conversación, me acompañó por la calle de su domicilio hasta tomar un taxi para incorporarme al Congreso antedicho, al que yo debía asistir, y que era la causa de mi viaje a esa bella ciudad. A lo largo de ese trayecto fue saludado por diversas personas de diferentes status y condición social, con los que mantuvo una breve y cálida conversación. Esta visita antedicha, me causó un gran impacto personal e intelectual, y me cambió las posibles prioridades a la hora de seleccionar y proponer esta candidatura frente a otras posibles. Tras una larga y meditada reflexión, entendí que si el Área de 1 Ciencia Política y de la Administración, creada en el 2001 en esta universidad, de la que soy el primer catedrático en ella, así como en toda la Comunidad Valenciana, debería optar no sólo por un personaje académicamente prestigioso, sino también por una personalidad con experiencia y liderazgo político que encarnarse en sí, de forma integral y complementaria, todos los valores de lo público que estimo, y que no sólo son propios de esta Área de Conocimiento que dirijo en esta universidad, sino también que él los simbolizara en el ámbito político en general y universitario en particular. A lo que añadiría como un gran valor, el mérito de ser líder democrático en su país, la República Oriental de Uruguay, y a la vez hoy presidente del relevante Círculo de Montevideo. Y en base a lo anterior, me decidí a iniciar el procedimiento de propuesta y aprobación por los diversos órganos competentes de esta universidad del nombramiento, destacando que en todas las fases del mismo, la propuesta siempre fue aprobada por unanimidad, lo cual demuestra la sensibilidad y la generosidad de todos los partícipes en este largo proceso, a quienes quiero hoy agradecer pública y expresamente su apoyo. Explicada de la forma más sintética posible el origen, y el fundamento de mi propuesta de nombramiento; ahora, y en segundo término, haré mención de los múltiples y variados méritos del nuevo doctor honoris causa de forma también muy reducida. Destacaría en principio las tres facetas esenciales de su personalidad, a saber: primera, la de político experimentado y hombre de Estado; segunda, la de académico e intelectual consagrado y, tercera, la de publicista (o columnista) en diversos medios de comunicación. Como ejemplo de esta tercera faceta señalaría, que es un ensayista de periódico de la prensa de su país y también de la prensa española, y en particular del periódico El País. Abundando en lo anterior, en lo que se refiere a la vida y experiencia política del nuevo doctor, ésta ha sido muy rica y diversa, ya que fue Diputado, Ministro de Educación y de Industria, y dos veces Presidente de la República Oriental de Uruguay, la primera de ellas como primer presidente democrático en la historia de su país, entre otros cargos políticos desempeñados. En cuanto a su vida académica e intelectual destacaría sustancialmente, que tiene una formación universitaria amplia y rigurosa como jurista y científico social. Es 2 autor de diversas publicaciones, de entre las que destacaría dos de sus monografías. Una de ellas titulada “La agonía de la democracia”, dedicada al proceso político democrático de su país; y la segunda es “El Doctor Figari”, obra en la que describe las cualidades de este pintor y humanista uruguayo. Además tiene en su haber la concesión de once doctorados Honoris Causa por diversas universidades prestigiosas de todo el mundo, y ha recibido un total de treinta y tres condecoraciones y distinciones honoríficas. Estamos pues, ante una persona relevante y polifacética, cuyos méritos se extienden a otros ámbitos de la vida cotidiana, y sirva como botón de muestra su Presidencia Honorífica del Club de fútbol “Peñarol de Montevideo”. El nuevo doctor estimo que tiene una gran coherencia en su trayectoria vital, política, literaria y de divulgación, pero sobretodo y ante todo, estamos en presencia de un líder político que creyó, practicó y defendió siempre la democracia, y que fue el impulsor de la transición democrática en su país. Además éste posee un innegable liderazgo en el continente iberoamericano. Su personalidad refleja íntegra y plenamente, las ideas-fuerza de Estado de Derecho y Democracia, de Política y Democracia, y la figura de un gran “hombre de Estado”. No quisiera olvidar en mi exposición, hacer mención expresa y somera al hecho relevante de que el nuevo doctor es el actual Presidente del Círculo de Montevideo, la mayoría de cuyos miembros hoy nos acompañan. Dicho círculo no es sólo un club político, sino también y sobretodo es un polifacético “think tank” en la región iberoamericana, siendo claramente su orientación y posición a favor del desarrollo integral y democrático, y no del mero crecimiento de la región, frente a los extremos tanto de planteamientos conservadores como de los populistas. En mi opinión, el Círculo de Montevideo supone pues, una visión y una opción experimentada a favor de los valores públicos, y de una democracia plena y de calidad en la región. Quisiera destacar también, la presencia como miembro del Círculo de Montevideo, de la Secretaria General de la SEGIB, organismo que tan importante papel juega, y que en la última reunión apostó por la primacía en la educación como eje fundamental de desarrollo en la sociedad iberoamericana. 3 La educación junto a la investigación, como es sabido, son el paradigma hoy fundamental e imprescindible, para el desarrollo de la sociedad del conocimiento, y es un gran reto en el ámbito iberoamericano. Ahora bien, la educación no sólo es transmisión de conocimientos y técnicas profesionales, sino también es un medio para lograr la transformación, la movilidad, la equidad, la integración y la cohesión social. La educación debe ser además, un proceso dinámico, interactivo y participativo de las personas; y ello está muy alejado del modelo del eficientismo, de la mercantilización y del darwinismo social, que se predica hoy, bajo un falso concepto de calidad, que sólo sirve a los intereses del capitalismo financiero clientelar. La educación debe coadyuvar a crear y potenciar, una ciudadanía y una sociedad civil plenamente democráticas. En concordancia con lo anterior, querría hacer mío el proverbio clásico, pero siempre actual, de “Cogito ergo sum”, “pienso luego existo”. Hoy más que nunca es prioritario el conocimiento, en un viva a la inteligencia frente a la muerte, en expresión del gran maestro Unamuno. Si la educación y en especial la universidad, quieren existir y sobrevivir frente a su posible muerte, deben privilegiar y potenciar el análisis, la reflexión, el conocimiento frente a la mercantilización, la tecnocracia, la mediocridad intelectual, y el llamado pensamiento único. No es una casualidad, que en los discutidos y discutibles rankings universitarios con la metodología comparatista tan simplistamente tratada, y a pesar de abordar insuficientemente los elementos de calidad y de valor añadido, y no sólo los meramente cuantitativos; aparezcan como primeras las universidades norteamericanas de la Yvy League, y en especial Harvard con su Escuela Kennedy de Gobierno. Y en Europa, Oxford y Cambridge, en las que los estudios de filosofía y humanidades, y de ciencia política son relevantes y complementarios de la técnica y de la economía. Por otro lado, sin perjuicio de lo anterior, en el pensamiento relevante español, también se puso de manifiesto este papel antedicho de la universidad. En concreto, y para no extender más mi intervención, citaría dos autores ya clásicos pero actuales, 4 como son don José Ortega y Gasset, en su obra “La misión de la universidad”, así como a don Francisco Giner de los Ríos y su texto “Ensayos sobre Educación”. Lo anterior, no es incompatible, sino al contrario, plenamente complementario con lo que el nuevo doctor ha dicho, y cito textualmente: “el reto de la universidad es el de formar gente para este nuevo mundo de la revolución científica y tecnológica…”. Ahora bien, la tecnología no debe olvidarse que es un medio, y no un fin en sí misma. Pues bien, tras esta breve y necesaria reflexión personal sobre el papel de la educación en la sociedad actual postmoderna, y de la necesaria loa a la inteligencia, procede finalizar mi intervención, no sin antes decirle a usted y a los demás miembros ilustres e ilustrados invitados del Círculo de Montevideo, que espero y deseo que este emotivo y simbólico acto, no fuese un final y una despedida, sino por el contrario, el inicio de una nueva y valiosa etapa de colaboración académica pluridisciplinar entre esta Universidad y ustedes; y por todo ello con la razón y con el corazón, no les digo adiós, sino hasta pronto, hasta siempre. Muchas gracias. 5