ENGEO en Resistencia2014

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ENGEO en Resistencia, Chaco
La Antropología Histórica, un vehículo para estudiar a la sociedad
En la jornada del Encuentro de Geohistoria Regional del jueves, la investigadora Ana María
Lorandi (UBA-CONICET) realizó una de las conferencias más convocantes del congreso. Allí,
realizó un recorrido histórico y epistemológico de las ciencias sociales y humanas para explicar
el surgimiento y los alcances de la Etnohistoria, de la cual ella es uno de los mayores referentes.
Desde una mirada que busca unir teórica y metodológicamente a la historia con la
antropología, la doctora Ana María Lorandi (Universidad de Buenos Aires – CONICET) explica
cómo surgió la Etnohistoria o la Antropología Histórica para estudiar a los grupos y
comunidades. En el marco del XXXIV Encuentro de Geohistoria Regional, hizo un repaso por el
desarrollo epistemológico de las ciencias sociales y humanidades.
“¿Qué puede esperar la sociedad de nosotros y de nuestros saberes? ¿Qué entendemos
cuando hablamos de Etnohistoria? ¿Pertenece a las ciencias sociales o a las humanidades?”,
con esos interrogantes inició su exposición la investigadora y académica de gran trayectoria,
en una ponencia que cautivó la atención de un público compuesto por docentes,
investigadores, becarios y estudiantes.
Dentro de las humanidades históricamente estuvieron presentes la filosofía, la historia, el arte,
entre otras disciplinas, que constituyeron campos en donde predominaba la especulación, la
descripción y la imaginación. “Ésta fue contrapuesta a las ciencias duras y a la rigurosidad que
se pretende; estos estereotipos se han matizado, pero aún existen y condicionan las políticas
académicas”, expresó Lorandi.
Es así que repasó, rápidamente, cómo fue el trayecto que transitaron distintas ciencias sociales
hasta alcanzar el status científico. La sociología, que surge como una reflexión del
comportamiento social pero que luego va tendiendo a cuantificar a los hechos sociales. Por su
parte la geografía, con una fuerte base en estadísticas y datos medibles, incorpora la influencia
de los actores sociales como factores susceptibles de modificar al medio ambiente.
La historia tiene su propio derrotero, al pasar de ser una disciplina enfocada en la historia
colonial, a ser una historia social, con una profunda influencia en el siglo XX de la sociología. La
antropología, con un surgimiento a partir del descubrimiento del Otro social, de aquel sujeto o
comunidad que responde a pautas culturales diferentes a las de la civilización occidental y que
debe ser conocido.
“Los antropólogos insertos desde las aldeas transmitían cómo eran las pautas culturales y el
universo simbólico de esos hombres”, explicó. Sin embargo, no se consideraba su trayecto
histórico, eran sujetos “sin historia”. De manera que esas pautas culturales parecían ser
concebidas como una superestructura que tenía su propia dinámica, sin pensar en los hombres
que los compartían o producían.
Entonces, cuál es el papel de la Antropología Histórica en este contexto, se preguntó la
investigadora. "Se trata de un abordaje más complejo que la recuperación de un relato, se
trata de reconstruir esa historia”, expresó. “Las poblaciones indígenas fueron el objeto pasivo
de la historia, porque no tenían pasado o era olvidado por los pobladores locales”.
En América, la reivindicación de estas comunidades le correspondió a la antropología, que
buscó la esencia de la cultura y realizó una reelaboración de las relaciones interétnicas,
tomando modelos teóricos y metodológicos de las ciencias sociales y las humanidades.
Además, la investigadora agregó que se trata de una disciplina inclusiva.
“El dilema es llamarlo Etnohistoria o Antropología histórica”, expresó la investigadora. “Se
utiliza el término etnia cuando se refiere a hábitos y costumbres de indígenas pero no cuando
se estudian a pueblos colonizadores, aunque no sea etimológicamente correcto”, agregó. Esto
que puede parecer un tecnicismo constituye una limitación, porque la Antropología Histórica
busca estudiar a diferentes grupos sociales, ya sean indígenas o no.
En este sentido, la Antropología Histórica trasciende esa noción de “etnia” y tiene un sentido
más amplio. “Descubre cómo estudiar esos otros segmentos, es decir que la sociedad no
indígena puede ser analizada desde la Antropología Histórica, es el vehículo para estudiar a la
propia sociedad, con aborígenes si los hay”, explicó la doctora. Tal es así que se abordan
determinadas comunidades o grupos, siempre bajo la premisa de situarlos históricamente, y
privilegiar el análisis de los hábitos, imaginarios, símbolos, rituales, estructuras de parentesco,
etc.
“La antropología ha provisto a la historia de categorías y conceptos de gran valor, como ser
principalmente el de cultura, además de imaginario y de introducir la emocionalidad”, dijo
Lorandi. La historia tiene la particularidad de necesitar intermediaciones, como ser
documentos, archivos y diversas fuentes, y la antropología se nutre del testimonio directo,
pero en este maridaje entre las dos disciplinas el testimonio oral debe controlarse con el
criterio de verdad a través de los documentos.
“Antes la historia se reconstruía desde arriba para abajo, predominando las elites, ahora ya no
se interesa solo por aquellos actores que ocuparon el primer plano de la escena política. Esto
permitió replantear los fluidos vínculos entre Antropología e Historia, que originalmente se
constituyen como disciplinas diferentes”, concluyó la investigadora.
Con su recorrido histórico y epistemológico dejó abierto a la reflexión del auditorio si la
Etnohistoria es una disciplina que puede pensarse desde las humanidades o las ciencias
sociales, o si puede considerarse como una relación dialéctica entre ambas. La doctora Lorandi
captó el interés del auditorio que al finalizar la exposición le hizo preguntas para profundizar
sobre algunos aspectos.
Cabe destacar que el XXXIV Encuentro de Geohistoria Regional inició el miércoles 24 de
septiembre y finalizó el viernes 26, a las 18 horas. Habrá diversas mesas de trabajo que
abordarán temáticas de historia, política, comunicación, lingüística, historia, etc. El evento es
organizado por el Instituto de Investigaciones Geohistóricas (IIGHI – CONICET/UNNE).
EPÍGRAFE:
(izq. a der.) Dra. Ana María Lorandi, Dra. María Laura Salinas, Dra. María Silvia Leoni y Dra.
Mariana Giordano.
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