“2015 ‐ Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” Senado de la Nación Secretaría Parlamentaria Dirección General de Publicaciones (S-3198/15) PROYECTO DE LEY El Senado y Cámara de Diputados,... ARTÍCULO 1°.- Sustitúyese el artículo 34 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación por el siguiente: “Artículo 34. - Deberes. Son deberes de los jueces: 1. Asistir a la audiencia preliminar y realizar personalmente las demás diligencias que este Código u otras leyes ponen a su cargo, con excepción de aquellas en las que la delegación estuviere autorizada. En el acto de la audiencia, o cuando lo considere pertinente, si las circunstancias lo justifican, podrá derivar a las partes a mediación. Los términos del expediente judicial quedarán suspendidos por treinta (30) días contados a partir de la notificación del mediador a impulso de cualquiera de las partes y se reanudará una vez vencido. Este plazo podrá prorrogarse por acuerdo expreso de las partes. En los juicios de divorcio, separación personal y nulidad de matrimonio, en la providencia que ordena el traslado de la demanda, se fijará una audiencia en la que deberán comparecer personalmente las partes y el representante del Ministerio Público, en su caso. En ella el juez tratará de reconciliar a las partes y de avenirlas sobre cuestiones relacionadas con la tenencia de hijos, régimen de visitas y atribución del hogar conyugal. 2. Decidir las causas, en lo posible, de acuerdo con el orden en que hayan quedado en estado, salvo las preferencias establecidas en el Reglamento para la Justicia Nacional. 3. Dictar las resoluciones con sujeción a los siguientes plazos: a) Las providencias simples, dentro de los tres (3) días de presentadas las peticiones por las partes o del vencimiento del plazo conforme a lo prescripto en el artículo 36, inciso 1) e inmediatamente, si debieran ser dictadas en una audiencia o revistieran carácter urgente; b) Las sentencias interlocutorias y las sentencias homologatorias, salvo disposición en contrario, dentro de los diez (10) o quince (15) “2015 ‐ Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” días de quedar el expediente a despacho, según se trate de juez unipersonal o de tribunal colegiado; c) Las sentencias definitivas en juicio ordinario salvo disposición en contrario, dentro de los cuarenta (40) o sesenta (60) días, según se trate de juez unipersonal o de tribunal colegiado. El plazo se computará, en el primer caso, desde que el llamamiento de autos para sentencia, dictado en el plazo de las providencias simples, quede firme; en el segundo, desde la fecha de sorteo del expediente, que se debe realizar dentro del plazo de quince (15) días de quedar en estado; d) Las sentencias definitivas en el juicio sumarísimo, dentro de los veinte (20) o treinta (30) días de quedar el expediente a despacho, según se trate de juez unipersonal o tribunal colegiado. Cuando se tratare de procesos de amparo el plazo será de diez (10) y quince (15) días, respectivamente. En todos los supuestos, si se ordenase prueba de oficio, no se computarán los días que requiera su cumplimiento. 4. Fundar toda sentencia definitiva o interlocutoria, bajo pena de nulidad, respetando la jerarquía de las normas vigentes y el principio de congruencia. 5. Dirigir el procedimiento, debiendo, dentro expresamente establecidos en este Código: de los límites I. Concentrar en lo posible, en un mismo acto o audiencia, todas las diligencias que sea menester realizar. II. Señalar, antes de dar trámite a cualquier petición, los defectos u omisiones de que adolezca, ordenando que se subsanen dentro del plazo que fije, y disponer de oficio toda diligencia que fuere necesaria para evitar o sanear nulidades. III. Mantener la igualdad de las partes en el proceso. IV. Prevenir y sancionar todo acto contrario al deber de lealtad, probidad y buena fe. V. Vigilar para que en la tramitación de la causa se procure la mayor economía procesal. VI. Declarar, en oportunidad de dictar las sentencias definitivas, la temeridad o malicia en que hubieran incurrido los litigantes o profesionales intervinientes. “2015 ‐ Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” VII. Informar mediante oficio al Honorable Congreso de la Nación las sentencias firmes que declaren la inconstitucionalidad de una ley para la consideración y eventual revisión de la norma”. ARTÍCULO 2°.- Sustitúyese el artículo 166 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación por el siguiente: “ACTUACION DEL JUEZ POSTERIOR A LA SENTENCIA Artículo 166.- Pronunciada la sentencia, concluirá la competencia del juez respecto del objeto del juicio y no podrá sustituirla o modificarla. Le corresponderá sin embargo: 1) Ejercer de oficio, antes de la notificación de la sentencia, la facultad que le otorga el artículo 36, inciso 6). Los errores puramente numéricos podrán ser corregidos aun durante el trámite de ejecución de sentencia. 2) Corregir, a pedido de parte, formulado dentro de los tres días de la notificación y sin substanciación, cualquier error material; aclarar algún concepto oscuro sin alterar lo sustancial de la decisión y suplir cualquier omisión en que hubiese incurrido sobre algunas de las pretensiones deducidas y discutidas en el litigio. 3) Ordenar, a pedido de parte, las medidas precautorias que fueren pertinentes. 4) Disponer las anotaciones establecidas por la ley y la entrega de testimonios. 5) Proseguir la substanciación y decidir los incidentes que tramiten por separado. 6) Resolver acerca de la admisibilidad de los recursos y sustanciarlos, en su caso, decidir los pedidos de rectificación a que se refiere el artículo 246. 7) Ejecutar oportunamente la sentencia. 8) Informar mediante oficio al Honorable Congreso de la Nación las sentencias firmes que declaren la inconstitucionalidad de una ley para la consideración y eventual revisión de la norma”. ARTÍCULO 3°.- Sustituyese el artículo 303 del Código Procesal Penal de la Nación, aprobado por la Ley N° 27.063, por el siguiente: “Artículo 303.- Competencia. Los jueces con funciones de revisión a quienes corresponda el control de una decisión judicial serán “2015 ‐ Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” competentes en relación a los puntos que motivan los agravios y al control de constitucionalidad. La sentencia firme que declare la inconstitucionalidad de una ley deberá ser informada mediante oficio al Honorable Congreso de la Nación para la consideración y eventual revisión de la norma. Las impugnaciones interpuestas por los acusadores permitirán modificar o revocar la resolución aun a favor del imputado.” ARTÍCULO 4°.- Incorpórese como artículo 131 bis a la Ley de Organización y Procedimiento de la Justicia Nacional del Trabajo, N° 18.345, el siguiente: “Artículo 131 bis.- La sentencia firme que declare la inconstitucionalidad de una ley deberá ser informada mediante oficio al Honorable Congreso de la Nación para la consideración y eventual revisión de la norma”. ARTÍCULO 5°.- El Poder Ejecutivo Nacional deberá reglamentar la presente ley dentro de los CIENTO OCHENTA (180) días contados a partir de su publicación. ARTÍCULO 6°.- Comuníquese al Poder Ejecutivo. Carmen Lucila Crexell.FUNDAMENTOS Señor Presidente: El presente Proyecto de Ley tiende a poner en conocimiento del Honorable Congreso de la Nación las sentencias firmes que declaren la inconstitucionalidad de una ley a los fines de su respectiva consideración y eventual revisión de la norma. Cabe recordar que nuestra Constitución Nacional es la cúspide del ordenamiento jurídico, lo que implica que las normas que se sancionen deben guardar congruencia con ella. Cuando esa relación de coherencia se rompe se produce un vicio llamado inconstitucionalidad. Para garantizar la eficacia del principio de supremacía constitucional es necesario un sistema que tenga como finalidad velar por la defensa de la Constitución Nacional. Ello se viabiliza mediante el sistema de control o revisión de constitucionalidad el cual fue reconocido en el célebre precedente de la Suprema Corte de los Estados Unidos de América del año 1803, “Marbury vs Madison”, donde se sostuvo que la atribución de los tribunales para realizar el control conlleva juzgar la “2015 ‐ Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” conformidad de una ley con la Constitución y declarar inaplicable las leyes que pudieran contravenirla. En el mismo sentido cabe mencionar lo dispuesto en nuestro ordenamiento jurídico en la Ley Nº 27, de Organización de la Justicia Nacional, que establece que el juez solo ejerce jurisdicción en los casos contenciosos en que es requerida a instancia de parte. Lo contrario sería permitir que el juez, de oficio, pudiera declarar la inconstitucionalidad de una norma, legislando de modo indirecto. La Corte Suprema de Justicia ha delineado el marco que condiciona el ejercicio del control de constitucionalidad, el cual requiere: petición de parte interesada; gravamen actual al titular de un derecho causado por una norma o acto del Estado o de particulares; causa judicial. Ello en la medida en que se demuestre que la aplicación de la norma cuestionada vulnera derechos o garantías fundamentales previstos en la Constitución Nacional, tratados internacionales o las leyes que en su consecuencia se dicten. El sistema de control de constitucionalidad es judicial y difuso; judicial porque se asigna esa atribución a los jueces en vez de ser ejercido por un órgano político, tal como acontece en la República de Francia con el Consejo Constitucional; y difuso porque puede ser ejercido por cualquier juez de cualquier instancia, competencia o materia, tanto de la Nación como de las Provincias. En este sentido el máximo tribunal sostuvo en oportunidad de pronunciarse al respecto que “…el poder Judicial es el único habilitado para juzgar la validez de las normas dictadas por el Poder Legislativo1” Nuestro sistema se diferencia del control de constitucionalidad concentrado en el cual el órgano encargado de efectuar el mismo es un órgano específico creado al efecto (vrg. Tribunal Constitucional o una institución semejante como acontece en el Reino de España, República de Italia, República Oriental del Uruguay). Respecto del control constitucional ejercido en nuestro país, Juan Bautista Alberdi ya recordaba una importante premisa sobre esta cuestión: “La ley, la Constitución, el gobierno, son palabras vacías, si no se reducen a los hechos por la mano del juez, que, en último resultado, es quien los hace realidad o mentira2”. 1 Fallo Don Domingo Mendoza y hermano c/ Provincia de San Luis s/Derechos de Exportación, CSJN 3:131, sentencia del 5 de diciembre de 1865. 2 ALBERDI, Juan Bautista; “Bases y Puntos de Partida para la Organización Política de la República Argentina”; Cap. XVI, Buenos Aires, Argentina. “2015 ‐ Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” Como ya se mencionara en el orden federal el control es judicial, difuso, por vía indirecta y a pedido de parte interesada. La reforma Constitucional Nacional del año 1994 incorporó en forma expresa en el artículo 43, párrafo primero in fine, la facultad de los jueces de declarar la inconstitucionalidad de una norma en que se funde el acto y omisión lesivo. Hasta ese momento, la acción de inconstitucionalidad era creación pretoriana de la Corte Suprema de Justicia de la Nación la que en reiteradas ocasiones sostuvo que la declaración de inconstitucionalidad constituye la "última ratio" del orden jurídico. Al respecto debe señalarse que la declaración de inconstitucionalidad tiene efecto entre las partes (inter partes), es decir, se limita al caso resuelto. Frente a una norma, cualquier juez puede declarar su inconstitucionalidad. La consecuencia será que la sentencia declarativa de la inconstitucionalidad de dicha norma solo tendrá efectos respecto del caso en cuestión, dejando subsistente su vigencia normativa fuera del caso. Ello es consecuencia de la forma de gobierno adoptada en nuestra Constitución Nacional ya que lo contrario constituiría un avasallamiento contra el sistema de división de poderes dado que es el Poder Legislativo el órgano con atribuciones para sancionar, modificar o derogar una ley. Ahora bien, la iniciativa tiende a la efectiva vigencia de la Constitución Nacional a través de la actuación coordinada de los órganos del Estado, respetando la división republicana de poderes y sin pretender atribuir, de modo indirecto, facultades legislativas al Poder Judicial. Asimismo la propuesta persigue lograr agilizar y optimizar los recursos en orden a la economía procesal, facilitando la actuación conjunta entre el Poder Judicial y el Poder Legislativo en resguardo de la Constitución Nacional. Actualmente, declarada la inconstitucionalidad por la Justicia, la norma continúa vigente lo que genera que, en cada nuevo caso de aplicación de la misma, se vuelva a solicitar, ya sea a pedido de parte o aún de oficio, su inconstitucionalidad. En el marco de la doctrina de la división de los poderes los jueces no están investidos con la potestad de sancionar leyes así como tampoco de derogar esas normas, la función del juez es la dirimir las controversias mediante la aplicación de la ley. Pueden y a veces deben, abstenerse de aplicar aquellas normas que vulneren los principios constitucionales en el marco de los hechos que conforman la causa judicial, pero no están habilitados para disponer su “2015 ‐ Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” derogación. Tal como lo sostenía Alberdi: “La Corte Suprema declara inconstitucionales a las leyes que lo son. No las deroga porque no tiene el poder de legislar; derogar es legislar. Declarada inconstitucional la ley, sigue siendo ley hasta que el Congreso la deroga”. Por otro lado no puede dejar de mencionarse el aporte que significó la sanción de la Ley Nº 26.856 respecto de la publicidad de las acordadas, resoluciones y sentencias dictadas por la Corte Suprema de Justicia de la Nación y tribunales de segunda instancia que integren el Poder Judicial de la Nación. No obstante la trascendencia de la medida ésta propuesta persigue una finalidad más específica. Como se mencionara la iniciativa tiende a poner en conocimiento del Honorable Congreso de la Nación las sentencias firmes que declaren la inconstitucionalidad de una ley a los fines de su respectiva consideración y eventual revisión de la norma. Finalmente debe destacarse que algunas constituciones provinciales contemplan normas similares a la que proponemos3. Por lo expuesto, solicito a mis pares me acompañen con el presente Proyecto de Ley. Carmen Lucila Crexell.- 3 Cfr. Constitución de la Provincia de San Juan, artículo 11: Toda ley, decreto, ordenanza o disposición contraria a la Ley Suprema de la Nación o a esta Constitución, carecen de valor y los jueces deben declarar su inconstitucionalidad en juicio, aún cuando no hubiere sido requerido por parte, previo conocimiento a las mismas. La inconstitucionalidad declarada por la Corte de Justicia de la Provincia debe ser comunicada formal y fehacientemente a los poderes públicos correspondientes, a los fines de sus modificaciones y adaptaciones al orden jurídico vigente.Constitución de la provincia de Santiago del Estero, artículo 193: Función jurisdiccional. En su función jurisdiccional el Superior Tribunal de Justicia tendrá las siguientes competencias, de conformidad con las leyes que la reglamenten: 1. Ejercer jurisdicción originaria y exclusiva en los siguientes casos: [….] b. En las acciones declarativas directas contra la validez de leyes, decretos, ordenanzas, reglamentos o resoluciones de alcance general, contrarias a la Constitución Nacional o a esta Constitución. La declaración de inconstitucionalidad hace perder la vigencia de la norma salvo que se trate de una ley y la Legislatura la ratifique por mayoría de dos terceras partes de los miembros presentes, dentro de los tres meses de la notificación de la sentencia declarativa por parte del Superior Tribunal de Justicia. La ratificación de la Legislatura no altera sus efectos en el caso concreto, ni impide el posterior control difuso de constitucionalidad ejercido por todos los jueces.