ESTUDIO SISTEMATIZADO DE LA DOCTRINA ESPIRITA

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ESTUDIO SISTEMATIZADO DE LA DOCTRINA ESPIRITA
PROGRAMA VI
ASPECTO RELIGIOSO
GUÍA Nº 04
UNIDAD 1ª
SUBUNIDAD 02
EVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO RELIGIOSO
MOISÉS Y LA PRIMERA REVELACIÓN:
LOS MANDAMIENTOS DE LA LEY DE DIOS = 2ª
PARTE =
OBJETIVOS ESPECÍFICOS


Identificar en Moisés al gran legislador hebreo y al
misionero de la primera Revelación de Dios a los
Hombres.
Analizar el Decálogo, justificando su origen Divino.
IDEAS PRINCIPALES
 “(…) En su condición de líder de su pueblo, Moisés estaba no solo
técnicamente equipado, mediante su educación y entrenamientos, egipcios …,
en un nivel más profundo, un líder supremo, por ser un servidor tan cercano a
su Dios, mediante la fe. (…)
 Moisés fue el modelo característico de todos los verdaderos profetas
posteriores, hasta la llegada de Aquél del que fue precursor (…).” (04)
 “(…) Para Israel, las condiciones básicas de su alianza (con Dios) eran
los Diez Mandamientos, en realidad la ley moral como expresión de la voluntad
de Dios (…).” (05)

(01)
“(…) La ley de Dios está formulada en los Diez Mandamientos (…).”
 “(…) En la ley mosaica existen dos partes distintas: la ley de Dios,
promulgada en el Monte Sinaí y la ley civil o disciplinaria, decretada por
Moisés. Una es invariable; la otra, apropiada a las costumbres y al carácter del
pueblo, se modifica con el tiempo. (…)” (01)
SÍNTESIS DEL ASUNTO
PROGRAMA VI – GUÍA Nº 04
MOISÉS: LEGISLADOR Y MISIONERO
“(…) La ley mosaica fue la precursora directa del Evangelio de Jesús.
El protegido de Thermutis, después de beneficiarse con la cultura que le podía
prodigar Egipto, fue inspirado para reunir, todos los elementos que resultaran
útiles para su grandiosa misión, popularizando el monoteísmo y estableciendo
el Decálogo, por inspiración divina, cuyas determinaciones son hasta hoy la
edificación básica de la Religión de la Justicia y del Derecho, si bien las
doctrinas antiguas ya habían arraigado la creencia en el Dios único (…).
La legislación de Moisés está repleta de leyendas y crueldades
compatibles con la época, pero si se la exime de todos los comentarios
fabulosos a su respecto, de hecho su figura es la de un hombre extraordinario,
revestido de los más elevados poderes espirituales. Fue el primero en hacer
accesibles a las masas populares las enseñanzas que solamente se
conseguían a costa de una prolongada y penosa iniciación, con la síntesis
luminosa de grandes verdades. (…)” (10)
Para legislar, “(…) Moisés abarcó desde las más altas
combinaciones de la política hasta las costumbres domesticas, teniendo
siempre en vista la estabilidad del carácter nacional y de la moralidad. La
religión, de una moral severa, con absoluta confianza en la Providencia, no es
una doctrina secreta; sin embargo establece una Iglesia nacional y una
teocracia reguladora de la vida: no es un ingenioso concatenamiento de ideas
metafísicas, sin influencia sobre las acciones, sino un vivo y frecuente contacto
con Dios. (…)” (06)
“(…) En la condición de líder de su pueblo, Moisés estaba no solo
técnicamente equipado, mediante su educación y entrenamientos egipcios
(Hch, 7:22), sino que también era, en un nivel mucho más profundo, un líder
supremo, por ser un servidor tan cercano a su Dios, mediante la fe (Hb, 11:2329; Hch, 7:23-37). (…)” (04)
Pero la vida y misión de Moisés no fueron fáciles; al contrario,
estaban llenas de tribulaciones, traiciones y desconfianzas. “(…) Muchas,
muchas veces, (…) Israel demostró no tener confianza en el poder salvador de
su Dios (…) desobedeció los mandamientos y rechazó el liderazgo de Dios al
rebelarse contra Moisés (…). Incluso la familia de Moisés lo abandonó: lo que
está probado por la debilidad de Aarón (su hermano) en el caso del becerro de
oro (Ex, 32:1 y siguiente 21) (…). Era realmente grande la mansedumbre y
magnanimidad de Moisés en medio de todo eso (Núm., 12:3) (…).” (04)
Además de un autentico líder, Moisés también fue un gran legislador
y lúcido profeta.
“(…) Con una cualidad muy prominente, para declarar y enseñar la
voluntad, los mandamientos y la naturaleza de Dios, Moisés fue el modelo
característico de todos los verdaderos profetas posteriores, hasta la venida de
Aquel de quien fue el precursor (Dt, 18:22; Hechos, 3:22-23) (…) Él fue llamado
por Dios (Éxodo, 03:01; 4:17) no solo para sacar al pueblo de Israel de la
esclavitud, sino también para dar a conocer la voluntad de Dios. Eso fue lo que
hizo (…) cuando comunicó los mandamientos (…)” (04)
“(…) Moisés, en su condición de mensajero del Divino, procura
entonces concentrar a su pueblo para la gran jornada en busca de la Tierra de
Promisión. Médium extraordinario, realiza grandes prodigios ante sus
hermanos y compañeros, maravillados.
Es entonces cuando recibe, de emisarios de Cristo, en el Sinai, los
diez sagrados mandamientos que hasta el presente, representan la base de
toda la justicia del mundo.
Antes de abandonar las luchas de la Tierra, en la extática visión de la
Tierra Prometida, Moisés lega a la posteridad sus tradiciones en el Pentateuco,
con el que inicia la construcción de la más elevada ciencia religiosa de todos
los tiempos, para las generaciones venideras. (…)” (11)
“(…) El término “Código”, que con frecuencia se aplica a algunas
partes del Pentateuco, no es exacto. (…) Los documentos de otros tratados
contemporáneos del Cercano Oriente, pertenecientes al siglo XIII a C.,
demuestran que Moisés fue inducido por Dios a expresar la relación de Israel
para con Dios, según la forma de un tratado o pactos “feudal”, mediante el cual
un rey importante (en ese caso Dios, el rey de los reyes) ligaba a ÉL un pueblo
vasallo (…), la diferencia solamente está en que la forma en cuestión fue
trasladada hacia el plano religioso o espiritual. Esa era una especie de norma
que en aquella época seria comprendida universalmente. Dicha alianza estaba
fundada en la “gracia proveniente” del Gran Rey (…) y significó para sus
súbditos una obligación de deuda y gratitud, que se traduciría en la práctica de
la obediencia a condiciones explicitas y a reglamentos detallados (…). Para
Israel, las condiciones básicas de su alianza eran los Diez Mandamientos, que
constituían en realidad, la ley moral como expresión de la voluntad de Dios; y
las detalladas obligaciones de la alianza tomaron la forma de estatutos “civiles”
(…). La vida de Israel, en todos sus aspectos, debería distinguirse por la
rectitud y la santidad, expresadas en la obediencia a la alianza o, en otras
palabras, por el cumplimiento de la ley. (…)” (05)
Como consecuencia de los aspectos considerados, queda en claro
que… “en la ley mosaica existen dos partes distintas: la ley de Dios,
promulgada en el monte Sinaí y la ley civil o disciplinaria, decretada por
Moisés. Una es invariable; la otra, apropiada a las costumbres y al carácter del
pueblo, se modifica con el tiempo.
La ley de Dios está expresada en los diez mandamientos (…) (01)
que resumidamente citamos (Ex, 20: 1-17)
1º “Yo soy el Señor tu Dios,…
2º No tomarás el nombre del Señor tu Dios en vano…
3º Recuerda el día del sábado, para santificarlo…
4º Honra a tu padre y a tu madre…
5º No matarás…
6º No cometerás adulterio.
7º No hurtarás.
8º No dirás falso testimonio contra tu prójimo.
9º No codiciarás la mujer de tu prójimo.
10º No codiciaras la casa de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni
su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo. (…).” (09)
Versión moderna de “Los Diez Mandamientos”: “Los Diez
Mandamientos, recibidos mediúmnicamente por el profeta, brillan aun hoy
como fundamento luminoso en la edificación del derecho, dentro del orden
social.
La palabra de la Esfera Superior grababa la ley de causa y efecto
para el hombre, al advertirle solemnemente:
-Consagra amor supremo al Padre de Bondad Eterna y reconoce en
Él tu origen divino.
Toma precauciones contra las trampas del aspecto humano, porque
generalizar los atributos divinos absolutos por los limitados atributos del
hombre, es caer en peligrosas celadas de la vanidad y del orgullo.
Abstente de involucrar el Juicio Divino en la estrechez de tus juicios.
Ten presente la necesidad de la meditación a tu favor y en beneficio
de los que te atienden en la esfera del trabajo, para que puedas asimilar con
seguridad los valores de la experiencia.
Recuerda que la deuda para con tus padres terrestres, por
naturaleza sublime, no puede pagarse con dinero.
Serás responsable por las vidas que deliberadamente extinguieres.
Elude enturbiar el sentimiento ajeno, porque el cálculo delictivo emite
ondas de energía desequilibrada que volverán sobre ti mismo.
Evita la apropiación indebida para que no agraves tus propias
deudas.
Destierra de tus labios toda palabra dolosa a fin de que no se
transforme, algún día, en un obstáculo para tus pies.
Resguárdate de la envidia y el despecho, la rebeldía y los celos y
aprende a conquistar la alegría y la tranquilidad al precio del esfuerzo propio,
porque tus pensamientos preceden a tus pasos y plasman, hoy, tu camino de
mañana”. (14)
“(…) Esa ley es de todos los tiempos y de todos los países, por eso
mismo tiene carácter divino. (…)” (02)
La ley mosaica civil o disciplinaria consta en el Pentateuco. Esos
cinco libros contienen leyes que “(…) Moisés decretó porque se vio obligado a
refrenar, por el temor, a un pueblo naturalmente turbulento e indisciplinado, en
el cual tenia que combatir arraigados abusos y prejuicios adquiridos durante la
esclavitud en Egipto. Para imprimir autoridad a sus leyes, tuvo que atribuirles
un origen divino, como hicieron todos los legisladores de los pueblos primitivos
(…). Pero las leyes mosaicas propiamente dichas, estaban revestidas de un
carácter esencialmente transitorio. (…)” (03)
Todavía, en la actualidad, “(…) los hebreos dividen sus libros en
Tora, o doctrina por excelencia y esos son los cinco de Moisés (Pentateuco);
en Nebum, que son los profetas y en Quetubim, o escritos en general, es decir,
cualquier otro libro. El Talmud designa di brecaballah, es decir, palabras de
tradición, a todo lo que no es Tora. Los rabinos dicen que solamente la Tora es
una verdadera novedad en Israel, porque los otros libros solo son desarrollos
parciales del jeroglífico primitivo, encubierto bajo aquel nombre.
Los hebreos designan los cinco libros del Pentateuco con las
primeras palabras de cada uno de ellos. Los nombres griegos que les damos
nosotros, habitualmente, fueron obra de los Setenta, en la época de su
traducción. (…)” (07)
En síntesis, podemos decir que en la religión judaica existen tres
periodos o edades que marcaron la formación religiosa de los israelitas: “(…) la
edad de oro o la del hebraísmo bíblico puro, que abarcaba los libros santos,
antes del traslado a Babilonia; la edad de plata, o la del hebraísmo bíblico
tardío, que abarcaba los libros escritos con posterioridad a la emigración; y la
edad de bronce o la del hebraísmo no bíblico tardío, llamada comúnmente
lengua rabínica. (…)” (08)
“(…) Y al recordar las citas de la narración, somos naturalmente
inducidos a preguntar el porque de la preferencia de Jesús porque el árbol de
David, para llevar a efecto sus divinas lecciones a la humanidad; pero la lógica
nos hace reconocer que de todos los pueblos de entonces, si bien Israel era el
más creyente, también era el más necesitado, debido a su vanidad y sus
pretensiones exclusivistas. (…)” (12)
“(…) Las organizaciones de los doctores de la Ley subsistieron en el
transcurso incesante de los tiempo. En vano esperaron otro Cristo durante
estos dos milenios que ahora llegan a su término. La realidad es que un hálito
de amargura hizo sentir intensamente su peso sobre el destino de la raza,
después de la ignominiosa tarde del Calvario (…).
Israel continúa rindiendo culto al Dios Todopoderoso de sus profetas,
sus rituales prosiguen en puntos aislados de todo el orbe.
Tal vez es la raza más libre, más internacional, más fraterna para con
sus propios integrantes, pero también la más altiva y exclusivista del mundo.
(…)
Jesús acompaña su marcha dolorosa a través de los siglos de luchas
expiatorias y regeneradoras.
Nuevos conocimientos provienen del Cielo hacia el corazón de sus
patriarcas y no pasará mucho tiempo para que veamos que los judíos
comprenden integralmente la misión sublime del verdadero Cristianismo y se
suman a todos los pueblos de la Tierra en el peregrinaje salvador, en busca de
la edificación de un mundo mejor. (…)” (13)
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