Humberto Maturana

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Humberto Maturana: “Las emociones son el fundamento de todo hacer”
En los setenta revolucionó a la ciencia con su concepto de autopoiesis. Luego remeció a
los más tradicionales con su objetividad entre paréntesis. Y más tarde planteó que todo
argumento racional se funda en premisas no racionales aceptadas desde la emoción.
Humberto Maturana, el hombre detrás de estas afirmaciones, fue invitado al ciclo
Diálogos Creativos el 4 de mayo, y fue entrevistado por el periodista César Pincheira.
Humberto Maturana es Doctor en Biología de la Universidad de Harvard. Obtuvo el
Premio Nacional de Ciencias en 1994 por su destacado aporte a la biología del
conocimiento.
Además, es autor de diversos libros como De Máquinas y seres vivos, El árbol del
conocimiento -ambos en colaboración con Francisco Varela- y Amor y juego, entre otros.
“Tápense el ojo izquierdo y miren con el derecho la cruz que está al medio. Luego muevan
el papel y el punto negro desaparecerá”. Así comenzó Maturana la conversación con la
gran cantidad de asistentes que se reunieron en el Hall del Consejo Nacional de la Cultura
y las Artes (CNCA). Los ejemplos, y las láminas didácticas permitieron explicar en forma
distendida sus planteamientos sobre conocer, la razón, los seres vivos y el amor.
- ¿Podría explicarnos su afirmación de que los seres humanos estamos imposibilitados
para distinguir entre ilusión y percepción?
Si me toco la punta de la nariz con los dedos cruzados, se sienten dos puntitas. Pero si me
veo en el espejo… ¿A quién le creo? ¿Al espejo o al tacto? Los seres vivos vivimos lo que
vivimos como válido en el momento de vivirlo. La ilusión es una experiencia que uno vive
como válida en el momento de vivirla e inválida desde otra experiencia que uno acepta. Al
creerle al espejo, digo “esto es una ilusión” (porque veo una puntita, acepto lo que me
muestra el espejo).
Con la percepción es lo mismo. La percepción y la ilusión son experiencias. La primera se
valida con otra, y la segunda se invalida con otra.
En la experiencia misma no tenemos cómo distinguir entre ilusión y percepción.
- ¿Cómo diferencia el error y la mentira?
Supongamos que un niño dice algo, y un adulto le dice “eso no es así, estás mintiendo”.
Pero el niño insiste diciendo “yo lo vi” ¿Qué le pasa al niño? El niño no está mintiendo,
puede haberse equivocado, pero no mintió. Uno no sabe que está cometiendo un error
cuando dice lo que dice. Cuando digo “me equivoqué” nace el error. La disculpa por el
error pide al otro reconocimiento de honestidad. En cambio la mentira, uno sabe que está
mintiendo. En el error no me equivoco porque quiero equivocarme…
Si castigamos el error, invitamos a mentir. Asi que por favor cuando alguien se equivoque
y diga “disculpe, me equivoqué”, felicítenlo.
- ¿A qué se refiere con plantear a la cultura como red de conversación?
En esto aparece el tema del lenguaje. Usualmente uno piensa que el lenguaje es un
sistema de comunicación sobre la realidad, sobre lo que existe allí. Una comunicación
simbólica. Que el lenguaje nos permite hablar de lo que hay. Pero el lenguaje no puede
ser eso porque no tenemos cómo hablar de aquello independiente de nosotros porque no
sabemos, y esto no es una limitación. Uno descubre que con el lenguaje uno coordina sus
conductas. Por ejemplo: salgo a la calle y quiero tomar un taxi, en una avenida de doble
vía, pero todos vienen ocupados. Sin embargo al otro lado están desocupados, ¿qué hace
uno? Quizás uno puede cruzar la calle, pero no se puede porque hay barreras, entonces
uno ve que viene al otro lado un taxi desocupado. De repente se encuentra la mirada con
el taxista y lo detengo con un gesto. Seguramente dará la vuelta y vendrá hacia acá. Pero
si justo viene en mi dirección otro y lo tomo, el anterior taxista se molestará.
Lo que ha pasado con estos gestos -y que lo expresamos en el discurso-, es una operación
mínima en el lenguaje. El lenguajear consiste en un fluir en el convivir en coordinaciones
de coordinaciones de haceres. Lo coordinamos de tal manera que surge en la convivencia,
en una manera consensual.
¿Qué quiere decir que uno entiende al otro? Que coordina las coordinaciones de haceres.
Conversar es un fluir en coordinaciones de haceres y emociones.
Las culturas, las comunidades que constituyen una cultura, forman un espacio común,
fundamental, de coordinaciones de coordinaciones de haceres y emociones, que es
cerrado, que uno lo aprende cuando se incorpora y es miembro de la cultura y si no lo
aprende no es miembro de la cultura. Las culturas son redes cerradas de conversaciones
que uno aprende haciéndose miembro de ella, ya sea en la infancia o en algún otro
momento.
- Usted plantea que el amor es la emoción que nos constituye como seres humanos
¿Cómo incide esta emoción en el surgimiento del lenguaje?
Yo me encontré con el tema del amor justamente en el tratar de entender cómo tiene que
haber sido al comienzo, porque lo interesante es que el lenguaje comienza en un espacio
en que no debe haber existido el lenguaje. Uno ve que toda la historia de la
transformación del sistema nervioso tiene que ver con la convivencia, con el hacer cosas
juntos. Entonces, lo que me di cuenta es que si es cierto que el lenguajear son
coordinaciones de coordinaciones de haceres, para que eso pase hay que permanecer
juntos. Y para estar juntos hay que disfrutar el estar juntos. La emoción que hace posible
el origen del lenguaje es la que constituye la cercanía, ella es el amar. El amar tiene que
ver con el ver, con el oír, con el estar presente.
- ¿Cómo podemos hacerle entender a la ciencia que el amor también es un camino para
comprender?
Una persona es amorosa cuando se conduce de modo tal que a través de lo que él o ella
hace el otro surge en su legitimidad en la convivencia con él o ella. Eso ocurre cuando no
hay prejuicios, expectativas, exigencias en la relación. El otro tiene presencia, cuando es
legítima su presencia, no se tiene que disculpar por ser. Si yo no respeto nunca lo voy a
comprender…
El acto de la reflexión -la ciencia por ejemplo- requiere amar. Requiere este acto de
moverse en las circunstancias, sin prejuicios, expectativas o exigencias. En el proceso de
entender se requiere una cierta actitud para entender. Pero en el mundo actual aparece la
competencia, la ambición, y allí surge esa negación aparente del amar.
Las emociones son el fundamento de todo hacer. Nunca se pueden separar. La
comprensión no se da en la argumentación racional, si no en que yo acepte esa
argumentación racional como válida, y eso depende de la emoción.
Por César Pincheira
Fuente: Centro de Extensión CNCA
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