Acto DDHH - Discurso Ministro Almagro acto nro 7

DÍA INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
HOMENAJE A FUNCIONARIOS DEL SERVICIO EXTERIOR AFECTADOS POR EL ACTO
INSTITUCIONAL NRO 7 Y DISPOSICIONES EMANADAS DEL GOBIERNO DE FACTO
10 DE DICIEMBRE DE 2012
Palabras del Canciller de Uruguay Dr. Luis Almagro
Estimados colegas y amigos,
Hoy en todas partes del mundo se conmemora el día internacional de los derechos
humanos.
Hace 64 años, un 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones
Unidas proclamaba solemnemente la DECLARACIÓN UNIVERSAL DE DERECHOS
HUMANOS como ideal común para la promoción y protección de los derechos
humanos y las libertades fundamentales.
En nuestro país se están llevando a cabo (afortunadamente) un gran número de
eventos, ceremonias, actos recordatorios tanto en la capital del país como en el
interior.
Nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores no quería dejar pasar esta
oportunidad para sumar un nuevo acto recordatorio que tuviera como
propósito excluyente el rendir un justo homenaje a aquellos funcionarios que se
vieron afectados por el Acto Institucional número 7 y disposiciones emanadas
del gobierno de facto.
En 1977 la dictadura cívico militar de nuestro país dicta el Acto Institucional
Número 7.
El año 1977 era el año en que la dictadura uruguaya celebraba el comienzo de las
funciones del Ministerio de Justicia; año en el que se dictó el Acto Institucional No. 6
por el cual se interviene la Corte Electoral, año en que se eliminó el Ministerio de
Vivienda a la vez que se aprobó el Acto Institucional No. 8 que dio inicio a una Corte de
Justicia subordinada al Poder Ejecutivo.
Asimismo, ya en el año 1978, la Comisión Interamericana de DDHH de la OEA aprueba
un duro informe sobre la situación uruguaya con la consecuente negativa del Canciller
de entonces (Rovira) de permitir el ingreso de la CIDH a nuestro país.
Pocos meses mas tarde la Comisión de Derechos Humanos de la ONU comienza a
tratar el caso uruguayo en su agenda de trabajo.
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Paralelamente, la dictadura se encargaba de elaborar un discurso oficial de
“restauración del orden y refundación del país” al que se le había que extirpado
de raíz la “subversión”.
Este discurso imperante en todos los ámbitos, necesitaba la adhesión o
complicidad de algunos, quienes además de evitar disensos, debían “colaborar
con el proceso”.
La limitación masiva de los derechos políticos y laborales fue entonces otra de
las formas de vigilancia y control del conjunto de la sociedad uruguaya.
En la administración pública se implementaron diversos mecanismos para detectar y
despedir funcionarios.
Quizás el más importante de ellos fue el Acto Institucional Nro 7 que habilitaba
a pasar a disponibilidad al personal como paso previo a la destitución o la
exigencia de una declaración jurada de fe al sistema democrático de gobierno.
Sobre éstas y otras resoluciones tales como la constancia de habilitación para cargos
públicos extendida por las respectivas seccionales policiales- la dictadura uruguaya
elaboró una clasificación de ciudadanos (A, B y C) de acuerdo a su confiabilidad
política.
La clasificación de un ciudadano o ciudadana uruguaya como “C” respondía a la
participación en actividades sociales o políticas durante años previos-, e inhabilitaba a
su portador para obtener o mantener su empleo.
EN NUESTRO MINISTERIO SE SINGULARIZARON ALREDEDOR DE 200
FUNCIONARIOS Y FUNCIONARIAS A LOS SE LES AFECTARON SUS CARRERAS,
EXPECTATIVAS Y FUTUROS LABORALES Y EN ALGUNOS CASOS LA PROPIA VIDA
E INTEGRIDAD PERSONAL.
Dentro de estos casos (y si bien cronológicamente sucedió con anterioridad al Acto
Numero 7) se impone recordar al funcionario del Ministerio de RREE, Manuel
Antonio Ramos Filipini que pagó con su vida el precio de disentir y desafiar a las
expresiones autoritarias de la época.
Ramos Filipini (funcionario de Tesorería de esta Cancillería) fue detenido y procesado
por la justicia ordinaria por el delito de “asistencia a una organización para delinquir”
a raíz de los cual es separado del cargo y se le instruye un sumario.
Permanece detenido por 7 meses en el Penal de Punta Carretas.
En julio de 1970 tuvo el beneficio de la libertad provisional regresando al Ministerio
de RREE aunque su situación laboral era indefinida.
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El 31 de julio de 1971 personal de Información e Inteligencia lo detiene y lleva con
rumbo desconocido.
Horas después su cadáver fue encontrado en un lugar rocos de la Playa Pocitos
próximo al Parador Kibón.
El cuerpo presentaba 12 impactos de bala y señales inequívocas de tortura.
Años después se supo que la ejecución fue producto de un equívoco tras haber sido
erróneamente identificado como uno de los secuestradores de Dan Mitrione.
Fue la segunda ejecución del Escuadro de la Muerte.
Toda esta situación fue ignorada por las distintas autoridades del Ministerio y delñ
Gobierno hasta el presente.
Es por ello que la Cancillería que tengo el honor de dirigir quería rescatar el
recuerdo de estos uruguayos y uruguayas que han pagado incluso con su vida el
ser consecuente con sus ideas.
Los derechos humanos deben ser una referencia ética para nuestro ser nacional, una
pauta de conducta cívica y ciudadana ineludible, y está en nuestra voluntad y en la de
nuestro gobierno honrarla cada día.
De esta forma honraremos también la memoria de todos estos compatriotas que han
ofrecido su generoso esfuerzo por esta noble causa que es la defensa de los derechos,
el bienestar y la dignidad de nuestros compatriotas.
Muchas gracias.