NON BIS IN IDEM. VOTO N° 2007-000110 DE LAS 9:50 HRS. DEL 23 DE FEBRERO DEL 2007. II.- El actor formula recurso de casación por estimar que en la sentencia del ad quem se quebrantaron los principios non bis in idem e in dubio pro operario, porque no se demostró de manera fehaciente que él hubiese sustraído el queso, y sancionársele doblemente por los mismos hechos. El principio non bis in idem es uno “de los principios clásicos del derecho sancionador, el cual ha sido considerado incluido en el ámbito del principio de legalidad en materia sancionadora (…)” Sánchez Morón Miguel: Derecho de la Función Pública, segunda edición, Editorial Tecnos, S.A. 1197, Madrid, España, pag. 278). El propósito de este principio es establecer la prohibición de sancionar dos veces una conducta en la que concurren identidad de sujetos, hechos y fundamento sancionador; la ratio legis de este principio es proteger al trabajador de las arbitrariedades del empleador evitando que se le sancione dos veces por un mismo hecho. En nuestra legislación este principio es un derecho fundamental que se desprende del artículo 42 de la Carta Magna, el cual establece la interdicción de la duplicidad de sanciones por la misma falta. El artículo 42 de ese cuerpo legal dispone:”(…) nadie podrá ser juzgado más de una vez por el mismo hecho punible.” En el caso que se analiza cuando el empleador tuvo conocimiento de los hechos irregulares en que había incurrido el actor, el 29 de octubre dispuso suspenderlo, sin goce de salario por un lapso de 3 días, mientras se decidía como sancionar la falta cometida, esto se desprende de la carta en que se le comunicó la suspensión, donde se indicó: “Por este medio la compañía ... S.A. le informa que queda suspendido de sus labores durante tres días sin goce de salario a partir de hoy, mientras la gerencia toma una decisión final con respecto a lo sucedido hoy” (folio 25). De ese enunciado se colige que esa suspensión no constituyó una sanción, sino una medida cautelar tomada por la accionada con el fin de proteger sus bienes mientras decidía sobre el futuro laboral del accionante. Como medida precautoria la suspensión provisional debe tener una justificación objetiva y razonable, en la medida en que sea una decisión 279 Revista Número VI necesaria para realizar una investigación, etc. Esta sala ha determinado que en algunas situaciones es procedente la suspensión del trabajador como medida precautoria mientras se realiza el procedimiento para determinar si es aplicable el despido u otra sanción, pero esa suspensión debe ser con goce de salario, (sobre este tema véanse entre otros los votos números 159 de las 9:30 horas del 1 de abril del 2003 y 652 de las 9:25 horas del 12 de agosto del 2004). Esto fue lo que ocurrió en el caso en estudio, en el que la suspensión no tenía el propósito de sancionar, sino de poner a buen recaudo los bienes de la empresa mientras se decidía la sanción aplicable. El error, al hacerlo sin goce de salario en el caso concreto, no tiene la virtud de convertirla en la sanción por la falta imputada al actor, porque, como queda expuesto no fue esa la finalidad, sino que era precautoria. Así lo entendió el petente pues, al presentar su demanda no alegó que fue sancionado con suspensión sin goce de salario, sino que, sobre la decisión de sancionarlo dijo: “En fecha 31 de octubre del año en curso mis expatronos decidieron despedirme sin responsabilidad patronal, pues se encontraron un queso en la cabina del camión que acababa (sic) de recibir para salir a repartir…” . Cuando se apersonó al Ministerio de Trabajo para pedir una comparecencia tampoco alegó haber sido sancionado por los mismos hechos con suspensión, todo esto son indicios claros de que sabía que la comunicación del 29 de octubre del 2003 no tenía como finalidad sancionarlo, sino que fue una medida precautoria; aunque la Sala no comparte que se haya hecho sin goce de salario, pero esta circunstancia no fue objetada en la demanda, por lo que no se puede entrar a conocer al respecto. Cuando terminó la medida precautoria, fue que la accionada tomó la decisión sancionatoria, optando por el despido sin responsabilidad patronal por la falta atribuida. Así las cosas a la Sala no le queda la menor duda de que en el sub litem no se transgredió el principio non bis in idem, pues como se analizó supra, la suspensión tenía el propósito de analizar las posibles medidas aplicables, y una vez analizada la falta se decidió que la sanción que procedía era el despido, estando legitimado el empleador para hacerlo. III.- En cuanto a la supuesta vulneración del principio in dubio pro operario, este agravio no es de recibo, porque SALA SEGUNDA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA con la prueba testimonial se acreditó claramente que en el carro del actor había una barra de queso escondida detrás del asiento del acompañante, la cual estaba fría, lo que significa que la acababan de sacar de la cámara de refrigeración y la única persona que había ingresado en esa cámara era el actor, por lo que se le atribuyó la responsabilidad. Este hecho fue demostrado mediante la prueba testimonial, al respecto la testigo … dijo:” Yo se que don … fue despedido porque se le encontró una barra de dos kilos de queso en la cabina del camión, detrás del asiento del acompañante, y ese día solo él había entrado al camión, a mi me consta porque yo trabajo al puro frente de donde están los camiones” (folio 46). Por su parte el testigo …, indicó que algunos comerciantes le habían contado que el actor les había vendido quesos a precios 280 Revista Número VI más bajos, y les había dicho que a él se los regalaban en la empresa demandada, situación de la que se colige que el actor llevaba otros productos adicionales a los que la empresa le había despachado para distribuir, ese mismo testigo menciona una conversación que sostuvo con el hijastro del recurrente, quien refiriéndose al recurrente le dijo: “Salado yo me hubiera echado la culpa, así él hubiera seguido trabajando.” (sic. folio 49). Esas declaraciones acreditan que el actor había incurrido en la falta atribuida por lo que no existe duda razonable que permita resolver el caso aplicando el principio protector, en su regla del in dubio pro operario. IV.- En mérito de lo expuesto, procede confirmar la sentencia recurrida: SALA SEGUNDA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA