^ I í Núm. 2 - 75 HD ^^ I I i PLANTONES DE AGRIOS EN HUERTOS DOBLADOS 0 NUEVAS PLANTACIONES DIEGO GOMEZ DE BARREDA Departamento Nacional de Citricultura CRIDA 07 - INIA JOSE SALA GALAN Agente de Extensíón Agraria - :.;2 ^^,^^^^^ 3,'^^^^ MINISTERIO DE AGRICULTURA CULTIVO DE PLANTONES DE AGRIOS EN HUERTOS DOBLADOS 0 NUEVAS PLANTACIONES Hasta hace unos pocos años, el pie amargo se empleaba con carácter casi general en España ; es muy rústico, se adapta bien a muchas condiciones ecológicas, es compatible con las variedades de agrios comerciales y resistente o, al menos, tolerante a diversas enfermedades. Sin embargo, la enfermedad virótica llamada tristeza, que se empieza a sentir en nuestros naranjales a partir de 1956-57 y de forma alarmante durante los últimos años, ha sido la causa de que el patrón amargo haya perdido gran parte de su valor, puesto que las combinaciones de naranjos, mandarinos y pomelos sobre ese patrón son sensibles a la enfermedad. Las pérdidas ocasionadas en nuestra patria por la tristeza son, en la actualidad, enormes ; pero lo realmente grave es que la gran mayoría de la producción de cítricos españoles descansa sobre un solo pie, que está condenado a desaparecer. La solución, hasta ahora conocida, para evitar mayores estragos, consiste en utilizar patrones tolerantes a la tristeza. El cambio de variedad mediante sobreinjerto, tan fácil de utilizar en los agrios, tan ampliamente empleado en otra época, ha perdido en gran medida su significado, puesto que el desequilibrio que se produce como consecuencia de la operación efectuada sobre árboles de dudosa sanidad y sobre una combinación patrón-injerto sensible a tristeza, suele producir consecuencias negativas para el porvenir de la plantación. Fig. l.-Nével nuclear sobre Citran ge Troyer. El agricultor naranjero levantino, que está sufriendo estos problemas, repone las faltas o incluso, de permitirlo el marco de plantación, dobla su huerto con árboles tolerantes a la enfermedad. EL PROBLEMA DE LAS REPLANTACIONES O DOBLADOS En los huertos doblados o en aquellos que se han ido reponiendo las faltas tienen que convivir los árboles adultos y los nuevos plantones. Las necesidades y exigencias de estos árboles de diferentes edades, patrones e incluso variedades son distintas; si se atiende preferentemente a uno de ellos, se puede estar perjudicando a los otros. Se pueden distinguir en las plantaciones dobladas dos etapas distintas: una, la primera, cuando la producción del huerto procede totalmente de los árboles adultos, y otra, la seg`unda, cuando los árboles jóvenes empiezan a dar cosecha. El agricultor, en la primera etapa, suele cultivar según las necesidades de la plantación vieja y no se preocupa en demasía de los plantones intercalados. Como consecuencia, Hig. 2.-Aspecto del cul^ivo de plantones de agrios en un huerto doblado con plantón tolerante. Fig. 3.-En los huertos recién doblados no sólo se deben cuidar los arboles adultos productivos, sino yue se debe atencler también a las necesidades de ^os árboles jóvenes y, sobre todo, evitar las lesiones en los plantones que puedan mermar la Producción futura. Fig. 4.-EI plástico ha evi^ado que la juncia (Cy^^erus rolundus), que infesta al resto del campo, pro- lifere alrededor del plantón. Fig. 5.-Huerlo doblado; fotoera fia tomada en primavera, cuando el campo todavía no había sido labrado. Puede observarse perfectamente la fila de plantones, donde se había colocado una lámina de pl5stico. Fig. 6.-Se puede observar perfectamente el rastro que produce la lámina de 300 galgas. En este caso, se puede ver que únicamente la juncia lCyperus rotundusl había sido capaz de atravesarlo. -6- los árboles jóvenes se endurecen y no se desarrollan normalmente. Además, hay que tener en cuenta que se está desaprovechando la época en la que los cuidados a los plantones deben ser mayores, para, de esta manera, poder ir formando árboles vigorosos y productivos. Las lesiones en tronco y raíces, en esta fase, son muy perjudiciales y repercuten negativamente en el porvenir de la plantación. Estas lesiones son muy frecuentes y a veces no suficientemente consideradas por el agricultor, quizá porque el plantón tiene bastante capacidad para regenerar los tejidos dañados ; se producen por las herramientas mal empleadas, golpes de la maquinaria al aproximarse demasiado, tratamientos herbicidas defectuosos, roces de las largas gomas de pulverizar, etc. Estas heridas suelen cicatrizar, pero durante el proceso de curación pueden penetrar enfermedades ( por ejemplo, gom^osis ), que disminuirán las posibilidades productivas de los árboles jóvenes. Los riegos son fundamentales durante los primeros años de la vida del árbol. Hay que tener en cuenta que el sis- Fig. 7.-Las heridas en el tronco son la puerta abierta a enfermedades como caries, gomosis, etc. - ^ tema radicular es más superficial en esa fase y que, por lo tanto, necesitarán una frecuencia de riego mayor que los árboles adultos, aunque con menor volumen de agua. Los plantones deben quedar en el terreno de asiento a una altura superior a la que estaban en el vivero. Es conveniente aporcar tierra alrededor del plantón hasta cubrir toda la zona que estaba enterrada en el vivero y, de esta manera, poder luchar indirectamente contra gomosis, asfixia radicular, etc. Pero plantando de esta manera, la humedad en la zona de las raíces desaparece más pronto y estaría recomendado dar unos riegos complementarios para los plantones, difíciles de aportar donde el agua se dispone según un turno preestablecido. Cada vez se emplean más los herbicidas en los huertos de agrios. En los doblados se tiene que extremar el cuidado, puesto que los plantones, durante los primeros años, toleran mucho menos estos compuestos químicos. De emplear los herbicidas de contacto, se tiene que procurar por todos los medios (conos de pulverización, protectores de troncos, días sin viento, presión baja, etc. ) que las gotas no lleguen a tocar las hojas y, menos aún, los troncos, muchas veces todavía tiernos (verdes) del árbol joven. El resto de herbicidas, es decir, los de acción remanente y translocación, requieren todavía, si cabe, un cuidado superior en el operario que ejecute los tratamientos e incluso la utilización de alguno de ellos puede estar contraindicada durante los primeros años. El riesgo, pues, de producir fitotoxicidades se acrecienta en los primeros años de la vida del huerto doblado. UN NUEVO PROCEDIMIENTO PARA PROTECCION DE PLANTONE^ DE AGRIOS Por todo lo que se ha citado anteriormente, el cultivo de plantones de agrios en nuevas plantaciones, pero sobre todo en huertos doblados, es realmente difícil de llevar a cabo adecuadamente ; sin embargo, dada la amenaza de la Fig. b. - L.a planta debe quedar en el terreno definitivo, como máximo, al mismo nivel que en el vivero. No es conveniente ente^rrarla. tristeza, existe una verdadera necesidad de realizar esta operación. Se va a exponer un procedimiento l únicamente el que, de todos los experimentados, tiene más probabilidades de éxito ) que se está empezando a experimentar con muy buenos resultados hasta la fecha y que tiende a resolver la mayoría de los problemas de cultivo expuestos. Descripción del procedimiento Material empleado.-Sacos usados de abonos. Preparación del material.-Colocar los sacos por parejas, de forma que coincidan superpuestos. A cada pareja se le da un corte de unos 10 cm. en la mitad de uno de los lados y perpendicular a éste. Momento de realizar la protección.-Después de haber plantado, dado los primeros riegos y antes de que se desarrollen las malas hierbas. Lo ideal es plantar, regar, volver a regar a los pocos días (antes de la semana) y realizar la operación en buena sazón de este segundo riego. .^b'é^^ . ^ . : ^. , r^11^^;^` " Fig. 9.-Izquierda, plan(ón a proleger; con el le^ón se han apartado la tien^a, piedras, etc A la dcrecha, lorma de culoc^r el primer Seco de la p^ireja que se emplea en la operació^; se les da un corle de 10 centímeu^o;. Manera de realizar la protección.-Caso de haber alrededor de la planta, en la superficie del suelo a proteger, hierbas (vivas o muertas), piedras, etc., se apartarán con el mismo legón a emplear en la operación. A cada árbol a proteger corresponde una pareja de sacos, preparada de antemano. Los sacos se colocan por separado, el primero sobre el suelo, de forma que el tronco de la planta entre por el corte hasta el final. El segundo, en la parte contraria, entrando el tronco por el corte hasta el final; este saco montará en toda su longitud unos 10 cm. sobre el primero. Sobre los sacos que cubren la base del plantón, se coloca tierra de alrededor para que queden cubiertos dos o tres centímetros. Se debe procurar, una vez efectuada esta operación, que el plantón no haya quedado bajo, sino más bien alto, para que los peligros de acumulación de agua en su base sean menores. Esto último es muy conveniente con algunos pa- Fig. lo.-izquierda, pareja de sacos ya colocados; el que se pone en segtmdo lugar se solapa sobre el anterior. ,^ la derecha, comenfan^lo a cubrir los sacos con tierra. trones, tales como el "Cleopatra", práctica que se debe seguir independientemente de este procedimiento. Cuidados posteriores.-Es necesario procurar que el plástico no se vea. Puede suceder que, debido al riego ( arrastre de tierra ), a lluvia, pisadas, etc., o alguna operación por pase de máquina, el plátitico quede al descubierto. En este caso se deberá tapar tan pronto como se pueda, con el fin de evitar que las malas hierbas se desarrollen y que el plástico se degrade y no pueda durar el tiempo deseado. Las demás operaciones de cultivo se harán como en el procedimiento tradicional. Puede existir cierta duda por parte del agricultor en . Io que respecta al abonado del suelo y a su posible asimilación por el plantón. No obstante, se debe pensar que en el primer arío no es necesario abonar a través del suelo y que en años posteriores el sistema radicular habrá sobrepasado ya la zona donde se encuentra el plástico. Puede resultar beneficioso emplear abonos foliares, una o dos veces durante el primer año, aprovechando los tratamientos contra plagas. - 11 VENTAJAS No se necesita eí'ectuar escardas alrededor del plantón Se elimina la competencia entre malas hierbas y el plantón por nutrientes y agua. Caso de nacer y desarrollarse malas hierbas bajo el plástico, éstas no reciben luz debido a la capa de tierra que lo tapa ; esto hace que sean incapaces de realizar la función clorofílica y, en consecuencia, tienen que valerse de sus propias reservas. Las malas hierbas anuales mueren fácilmente y las perennes se desarrollan con un albinismo total, consumiendo sus reservas y muriendo, en definitiva. No obstante, hemos podido comprobar quc al5unas, como la juncia ("Cyperus rotundus" ), pueden llegar a perforar la lámina de plástico hasta de 300 g•algas. Se acanseja no desdoblar ei saco de plástico, pues si bien se ahorraría material, algunas malas hierbas pueden perforarlo más fácilmente que poniéndolo doble. Pueden aparecer malas hierbas por las siguientes causas: terreno mal tapado con el plástico; porciones de plás- Fig. 1 I.-^?na vez colocados los sacos se debe tapar el plástico de manera que no se vea. Pig. 12.-Huerto doblado. EI plantón (centro de la foto) había sido protegido con sacos de plástico, permaneciendo libre de la competencia de las malas hierbas Eig. 13.-Huerto do^blado en la misma fila de los árboles adultos. Obsérvese que el nuevo arbolito está plantado sobre el caballón y que, por disponer de sacos de plástico, no aparecen malas hierbas alrededor del mismo; las que se ven en la fotografía, aparecen permanentemente fuera de la zona donde está situado el plástico y donde el rotovator de la mula mecánica, con muy buen criterio por cierto, no se aproximó al caba]lón, con lo cual en este caso se evitó romper el plástico, dañar las raíces v deshacer el caballón. Fig. 14.-Los sacos, además del efecto eliminador de malas hierbas, mantienen mejor la humedad del suelo. Nótese este último fenómeno observando la distinta tonalidad del suelo; fuera de la acción del plástico, más claro y seco, y debajo mismo del saco, más oscuro y húmedo. Fig. 15.-A través de onficios o solapes mal efectuados aparecen las malas hierbas ( en este caso Lepidiurn draba, florenta o capellans). Fig. 16.-E1 saco simple ha sido perforado por Lepidirnn draba (florenta o capellans). Fig. 1i.-Las malas hierbas perennes, debajo de los sacos de plástico, al no poderlos atravesar, se desarrollan con un albinismo total, hasta que terminan por con- sumir sus reservas, mtuiendo. - 14 -- tico sin cubrir con tierra; no m^ontar un saco con el otro en la debida extensión; no quedar bien unidos el tronco y el plástico, etc. Estos detalles deben tenerse en cuenta. En consecuencia, no se llegará a producir la competencia entre plantón y malas hierbas por nutrientes y agua y, por lo tanto, la planta aprovechará al máximo estos elementos. Se evitan los daños producidos en las raíces y_ tronco del plantón Esto, como se comentó anteriormente, es importantísimo para ei porvenir de la nueva plantación. Las mulas mecánicas mal manejadas, en el afán de efectuar un desyerbe más completo, o por desviación involuntaria de la dirección, se aproximan con frecuencia demasiado al arbolito, pudiéndole producir lesiones que repercutirán negativamente en el comportamiento futuro. El empleo de herbicidas alrededor del plantón requiere, además de que el producto quimico sea selectivo, que se Fig. 18.-Huerto doblado en una plantación adulta afectada de tristeza. - 15 - utilice de forma adecuada, puesto que si no se hace así puede ocasionar daño en los plantones. Con cualquiera de los herbicidas mal aplicados se pueden originar fitotoxicidadcs de graves consecuencias. DiGminución de Ias necesidades de agua Se ha podido comprobar en todas las parcelas donde se ha ensayado este procedimiento que se reducen notablemente las necesidades de riego de los plantones. Las causas de esta reducción se deben, por una parte, a la eliminación del consumo que hubieran efectuado las malas hierbas y, por otra, a la existencia de una capa ( tierra y plástico ) que impide las pérdidas de agua por evaporación. En los huertos doblados, en condiciones normales, las plantas jovenes necesitan más riegos que las viejas, aunque con menos volúmenes de agua. Con la protección del suelo alrededor del plantón se consigue que la humedad permanezca durante más tiempo y, como consecuencia, atendiendo normalmente a los árboles adultos, se pueden cubrir las necesidades de los plantones. Disminución de gastos de cultivos - Menos gastos de agua, al no tener que dar riegos suplementarios a los plantones. - Menos necesidades de mano de obra : en riegos, tratamientos herbicidas, escarda, etc. INCONVENIENTES En las parcelas experimentales no se ha podido observar, al cabo de un año de iniciados los trabajos, ningún efecto adverso en los plantones. Suponiendo que las condiciones en que se desarrollan las raíces del plantón pudiesen repercutir de manera desfavorable, se podría solucionar este defecto efectuando perforaciones, con algún instrumento penetrante ( tipo punzón ), que, atravesando la tierra que sostiene el plástico lo perforara. - 16 - El coste de la operación ( materiales y mano de obra ) supone, desde luego, un desembolso que debe efectuar el agricultor. Pero, dado el poco valor del material, refiriéndonos al método descrito, así como la rapidez de su colocación, repercute muy poco en los gastos de cultivo. Los sacos de plástico utilizados para abonos son el material empleado. Su valor, una vez cumplida la función primordial, se puede considerar muy bajo. La mano de obra empleada es poca; en el peor de los casos, se necesita minuto y medio a dos minutos por planta, y otro tanto en su mantenimiento durante el año. CONCLUSIONES En los huertos de agrios dok^lados con plantones se producen con frecuencia heridas en los mismos, principalmente al tratar de eliminar las malas hierbas. De no efectuar estas labores, la vegetación espontánea afecta negativamente el desarrollo. Incluso suponiendo que en los procedimientos tradicionales de escardas alrededor de los plantones no se realice daño alguno, el métado de protección expuesto tiene las ventajas de ahorrar mano de obra y consumo de agua, factores que van a suponer, cada vez más, una mejora innegable para su adopción. PUBLICACIONES DE EXTENSION AGRARIA Bravo M^urillo, 101 Madrid-20 Se autoriza la reproducción íntegra de esta publicación mencionando su origen: «Hojas Divulgadoras del Ministerio de Agricultura». LS.B.N.: 84-341-0382-6 - Dep. legal: M. 8.380-1975 (20.000 ejemp]ares) Neografis, S. L. - Santiago Estévez, 8- Madrid-19