La cobertura televisiva sobre la muerte del Papa Juan Pablo II

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RELIGIÓN
11 de abril de 2005 |
9
espectáculo mediático
La cobertura televisiva
sobre la muerte del
Papa Juan Pablo II,
convirtió al suceso
en un espectáculo
mediático en todo el
mundo. La mayoría
hizo énfasis en el
aspecto emotivo y
poco se reparó en las
repercusiones históricas
de su legado.
Un papa mediático
Juan Pablo II fue un papa mediático. Le tocó
la llegada de la internet y los celulares, los que
crearon revuelo en comunicaciones. En este sentido supo entender los signos de los tiempos.
“No habíamos tenido un pontífice de esa naturaleza, aunque a lo largo de la historia algunos fueron carismáticos, pero los tiempos eran otros”, dijo
el especialista universitario Víctor Ramos, fundador
del Centro de Estudios de Religión y Sociedad, del
Departamento de Estudios de la Cultura Regional,
de la Universidad de Guadalajara.
En su opinión, a Juan Pablo II le tocó enfrentar una gran diversidad de ofertas religiosas en el
mundo: la crisis de la modernidad, que ha llevado
a la gente a buscarle sentido a su vida.
En dicho contexto, consideró que el pontífice insistió en una postura propia –con la que se
La cobertura especial del deceso del jerarca de la Iglesia católica estuvo presente
en todas las estaciones de radio y televisión
en México. Sin embargo, fueron las dos
principales televisoras del país las que mayor audiencia registraron, aunque el trabajo
informativo y de análisis resultara muy deficiente, consideran especialistas de la Universidad de Guadalajara.
Las trasmisiones (que iniciaron el viernes con el rumor de que el Papa había muerto) se caracterizaron por la emotividad más
que el análisis y por ofrecer al espectador
anécdotas de la vida de Karol Wojtyla y los
viajes que hizo a territorio nacional por sobre la información que generó el hecho.
El investigador del Departamento de
Estudios en Comunicación Social (DECS),
de la UdeG, Francisco Aceves González, señala que la transmisión de estas dos televisoras transcurrió sin una contextualización
de lo que ocurría en ese momento, de lo que
significó históricamente el papado de Juan
Pablo II, ni las perspectivas y retos que tendrá quien lo suceda.
puede estar o no de acuerdo–, en una doctrina conservadora, pero “con apertura social y progresista”.
“Estas dos facetas son importantes, porque los críticos le cargan mucho la tinta a que fue un papa conservador, doctrinario, que vuelve a posiciones anteriores al
Concilio Vaticano II, y en buena parte les asiste la razón,
pero eso no impidió que en asuntos sociales el papa fuera
progresista, al enfrentar a las izquierdas internacionales,
al comunismo y al socialismo, sobre todo en Europa, y en
América latina a la teología de la liberación”.
No obstante, en un segundo periodo la campaña
que emprende contra el neoliberalismo, no tiene tanto
éxito como la realizada en un primer periodo contra el
socialismo.
El especialista aseguró que tal campaña no logró concitar apoyos contra el modelo neoliberal.
Juan Pablo II puede ser analizado por la construcción de imaginarios religiosos importantes. En cada país
al que iba enfrentó los problemas del mismo.
En México fue clave su participación para el establecimiento de las relaciones iglesia-Estado.
Otro rasgo distintivo fue el asunto de los santos.
Este papa elevó a los altares a más personajes de
esta índole que todos los pontífices anteriores a través de la historia.
Hoy existen 430 santos más, la mayoría asiáticos, chinos, vietnamitas y coreanos. El segundo núcleo es europeo y el tercero de América latina, en el
que México obtuvo una cantidad mayor, casi todos
mártires de la cristera.
Perspectivas y retos del próximo papado
El especialista en asuntos religiosos consideró que la
planificación familiar, aborto, sida, las relaciones prematrimoniales y los divorcios, puede ser el primer núcleo de asuntos que el nuevo papa deberá enfrentar.
Un segundo bloque está relacionado con el celibato opcional de los sacerdotes, la renovación de la
curia romana
Un tercer grupo de asuntos se refiere a la diversidad de las ofertas religiosas, porque el catolicismo,
“No hubo análisis a profundidad, a
diferencia de lo que ocurrió en CNN y la
televisión española, en la que los enviados
especiales describían la atmósfera vivida en
el lugar, además de consultar a analistas y
expertos en cuestiones del Vaticano”.
El especialista en televisión y jefe del
DECS, Armando Zacarías Castillo, juzgó
que esta cobertura puso de manifiesto el
alto sentimiento de religiosidad del pueblo
mexicano, que fue “explotado hábilmente”
por las dos cadenas televisoras más importantes del país.
“Hubo un exceso de información, pero
trabajaron mucho el aspecto emotivo de la
relación que México tuvo con Juan Pablo II.
Tan es así que repitieron algunos de los momentos en que estuvo en México, sin abundar en las características y las principales
propuestas de su pontificado”.
Dijo que hubo una cobertura excesiva,
que no cumplió con las expectativas de información de muchos y que incluso se prestó a la improvisación, “no justificada, pues
la muerte del Papa era un evento previsi-
con todo y ser importante, ha perdido seguidores
en algunas partes del mundo.
Un cuarto núcleo es referente al compromiso
social: las grandes injusticias en el mundo y el
problema de la guerra.
“Cuando digo que deberá enfrentar estos
cuatro bloques de problemas, no afirmo que lo
hará con apertura. Probablemente continúe la dinámica de este papa o lo haga retrocediendo con
relación a las posturas de Juan Pablo II”.
La sucesión
Los latinoamericanos como nunca tienen posibilidades de llegar al pontificado, porque hay 21 cardenales latinos. Es el primer cónclave en la era de la
internet. “Tengo la impresión de que la prensa jugará
un papel importante, ya que muchos de los cardenales no se conocen entre sí, y para ello los medios
son un factor relevante antes del cónclave”.
El nuevo papa, como ha sucedido en otros
momentos de la historia, quizá asuma el control
de la iglesia por un periodo corto, después de un
largo pontificado. De ahí que podría ser un cardenal mayor, de 70 años en adelante.
Con respecto a su nacionalidad, los italianos
buscan la reconquista de la santa sede.
El corte conservador
que caracterizó a Juan
Pablo II podría ser
repetido en el sucesor
de este pontífice,
vaticina investigador del
ITESO.
ble”.
El primer papa mediático
Gracias a sus constantes apariciones en los
medios de comunicación, el papa Juan Pablo II logró posicionar su imagen y la de la
iglesia católica y utilizarlas para difundir la
fe, lo que no había sucedido con ninguno de
sus predecesores.
“Este papa siguió estrategias eficientes
de comunicación, orientadas a la búsqueda
de capturar la atención de los creyentes y reestablecer la reputación de la iglesia, lo que
es difícil en estos momentos para cualquier
religión”, mencionó Zacarías Castillo.
“Muchas personas dicen que era un
actor, que por naturaleza se le daba el dominio del escenario, por su contacto con el
micrófono y con la gente”, aseveró el académico del ITESO y especialista en el tema,
Jesús Navarro Ramos.
Dijo que los mexicanos recordamos al
Papa por cuestiones menores, como lo fueron sus frases, oraciones frente a la virgen
de Guadalupe o la canonización de Juan
Diego, “pero muchas personas ignoran
los motivos específicos por los que vino a
México y no han leído los documentos que
resultaron de estas visitas”.
Aceves González, quien ha realizado
análisis de contenido en medios de comunicación, coincidió en que el jerarca católico
conocía la fuerza de su imagen en los medios masivos y supo sacarles el mayor jugo
posible a favor de su causa.
“Fue el primer pontificado mediático,
pues era un excelentísimo comunicador”.
El resultado es que surgió “un culto a su
personalidad, al individuo carismático y
cercano a la gente”, culto que prevalece aún
después de su muerte.
Hizo pública la religión
Karol Wojtyla fue un pontífice carismático
que se caracterizó por su contacto con las
masas y los ambientes populares y que logró sacar la religión de los templos, para llevarla a la vida cotidiana y dar un enfoque
planetario a las cuestiones religiosas, opinó
Navarro Ramos.
“Los estados laicos querían que la institución religiosa estuviera metida en una
especie de culto privado, pero eso no sucedió con Juan Pablo II, que sacó a la escena
pública el tema de la religión”.
Consideró que uno de los aspectos que
debemos reconocer a su pontificado, es el
hecho de que durante el jubileo del 2000,
pidió perdón por las actuaciones negativas
de la iglesia a lo largo de la historia, como
fue la inquisición, así como la persecución y
condena a teólogos y científicos.
Mencionó que aún es prematuro dar
una opinión generalizada y una perspectiva de su pontificado, porque no existe una
distancia afectiva con relación a su muerte y
es necesario mirar los nuevos acontecimientos”.
Vaticinó que el corte conservador que
lo caracterizó podría ser repetido en el siguiente pontífice, pues la mayoría de los
cardenales electores fueron nombrados por
Juan Pablo II y poseen perfiles más o menos
semejantes en cuanto a fidelidad a la institución, ortodoxia y las formas de intervención en diversos asuntos.
Dijo, sin embargo, que esto no es solo
una cuestión política, “porque según la fe
católica, en el proceso de elección y de actuación de los pontífices interviene el espíritu santo, lo que no necesariamente garantiza una continuidad”.
“El nuevo papa necesita una comprensión clara de los problemas del mundo. Debe
ser profundamente espiritual y dialogante, con plena conciencia de lo humano, que
busque la construcción del reino, más que el
posicionamiento de la iglesia”. ■
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