Memoria - Confederación Hidrográfica del Ebro

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MINISTERIO DE
MEDIO AMBIENTE
DIRECCIÓN GENERAL DE OBRAS HIDRÁULICAS Y CALIDAD
DE LAS AGUAS
Q 5017001 H
CONFEDERACIÓN HIDROGRÁFICA DEL EBRO
OFICINA DE PLANIFICACION HIDROLOGICA
TRABAJOS DE CONSULTORIA Y ASISTENCIA
PRESUPUESTO DEL
ORGANISMO
CLAVE:
REF. CRONOLOGICA :
2003-PH-22-I
12/2003
TIPO:
ESTUDIO
TITULO:
APLICACIÓN DE LA CLASIFICACIÓN DE ROSGEN AL RÍO GÁLLEGO Y
PROTOCOLO PARA SU APLICACIÓN A LOS RÍOS DE LA CUENCA DEL EBRO
PRESUPUESTO DE CONTRATA:
10.083,82 euros
PRESUPUESTO DE ADJUDICACION:
10.083,82 euros
SERVICIO:
ORDENACIÓN E INFORMES
DIRECTOR:
VICTOR M. ARQUED ESQUÍA
CONSULTOR:
OTRI-UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA (JOSÉ A. SÁNCHEZ Y
ALFREDO OLLERO)
TOMO: ÚNICO
EJEMPLAR: ÚNICO, COPIA EN CD
CONTENIDO:
MEMORIA, ANEJOS Y COPIA EN CD
NUMERO ARCHIVO O P H:
OFICINA DE PLANIFICACION HIDROLOGICA
TRABAJOS DE CONSULTORIA Y ASISTENCIA
CLAVE:
2003-PH-22-I
TITULO:
APLICACIÓN DE LA CLASIFICACIÓN DE ROSGEN AL RÍO GÁLLEGO Y
PROTOCOLO PARA SU APLICACIÓN A LOS RÍOS DE LA CUENCA DEL
EBRO
Zaragoza, 12 de abril de 2004
El Director de los trabajos
El Consultor:
Fdo.: Víctor M. Arqued Esquía
Fdo.: Alfredo Ollero Ojeda
Examinado:
El Jefe de la O P H
Fdo.: Antonio Coch Flotats
RESUMEN
Los ríos de la cuenca del Ebro fueron tramificados y tipificados mediante una
técnica multimétrica de regionalización ecológica que se desarrolló en la Oficina de
Planificación Hidrológica con el apoyo de la Universidad de Barcelona en el año 2000.
Aquel trabajo, pionero en la aplicación en España de la Directiva Marco del Agua,
permitió tantear distintas condiciones de referencia para diferentes zonas de la red
fluvial atendiendo a su variedad biogeográfica. Sin embargo, no estudiaba directamente
las características morfológicas de los ríos.
En el trabajo que aquí se presenta, se investiga una metodología que analiza la
red fluvial con otro punto de vista hasta ahora no adecuadamente considerado en
nuestros estudios, el geomorfológico. Así, dentro de los ríos catalogados dentro de un
tipo según la regionalización ecológica realizada, nos interesará distinguir diferentes
tramos morfológicos: encajados, entrelazados, meandriformes..., que tienen distinta
respuesta a las perturbaciones y distinto potencial de regeneración ante presiones físicas
como encauzamientos, extracciones de áridos y otras.
Las clasificaciones que existen para este propósito de tipificación morfológica
por tramos son numerosas y variadas. Aquí se ha escogido la que propone Rosgen
(1994), por considerarse que es suficiente y que está siendo ampliamente aplicada en el
mundo, con lo que se tendría la posibilidad de valorar nuestra cuenca comparativamente
con otras e importar aquí la experiencia que existe en la utilización de la propia
clasificación para fines específicos de gestión.
El trabajo realizado ha abordado, a modo de experiencia piloto, la clasificación
del eje fluvial del Gállego y alguno de sus principales afluentes (Aguas Limpias y
Aurín), al objeto de poner a punto un método de análisis que resulte aplicable a los ríos
de toda la cuenca del Ebro. El resultado ha sido la diferenciación de 26 tramos con
distintas características, que van desde los rectilíneos con fuerte pendiente de las
cabeceras hasta los meandriformes o trenzados de curso bajo. También se ha preparado
un protocolo de aplicación a toda la cuenca que espera poderse desarrollar durante el
año 2004, al objeto de apoyar la caracterización de los ríos requerida por la Directiva
Marco.
Una vez que se tenga el mapa de tipos de río para toda la cuenca, se tendrá un
punto de apoyo sobre el que esperamos ser capaces de establecer medidas de gestión
para conservar aquellos tramos que resultan más sensibles o interesantes e igualmente se
dispondrá de nuevos criterios para condicionar otros tipos de actuaciones, tales como
extracciones de áridos, construcción de defensas, “limpiezas” de cauce y demás.
UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA
APLICACIÓN DE LA CLASIFICACIÓN DE
ROSGEN AL RIO GALLEGO
REALIZADO POR:
SÁNCHEZ NAVARRO, José Ángel
OLLERO OJEDA, Alfredo
Diciembre 2003
APLICACIÓN
DE LA CLASIFICACIÓN DE
ROSGEN AL RÍO GÁLLEGO
Equipo de trabajo
SÁNCHEZ NAVARRO, José Ángel
Profesor Titular de Hidrogeología. Dirección del trabajo. Desarrollo conceptual y de aplicación.
OLLERO OJEDA, Alfredo
Profesor Titular de Geografía Física. Desarrollo metodológico. Coordinación del trabajo de campo.
BALLARÍN FERRER, Daniel
MORA MUR, Daniel
Geógrafos. Trabajo de campo y gabinete.
MONTORIO LLOVERÍA, Raquel
ZÚÑIGA ANTÓN, Maria
Geógrafas. Trabajo de gabinete.
BEGUERÍA PORTUGUÉS, Santiago
Dr. en Geografía. Investigador del Instituto Pirenaico de Ecología. Apoyo puntual en el trabajo de
gabinete.
JIMÉNEZ TORRECILLA, Néstor
Geólogo. Apoyo de campo con piragua
FUENTES RETAMAR, Javier
Geólogo. Traducción previa del manual de Rosgen (1996)
GALVE ARNEDO, Jorge Pedro
Geólogo. Trabajo de gabinete.
ACÍN NAVERAC, Vanesa
GRANADO GARCÍA, David
Geógrafos. Apoyo puntual en el trabajo de gabinete.
ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN: CLASIFICACIONES HIDROMORFOLÓGICAS
3
2. LA CLASIFICACIÓN DE ROSGEN
6
2.1. Introducción
6
2.2. El caudal bankfull: caracterización y medición
6
2.3. Variables utilizadas en la clasificación de Rosgen (niveles 1 y 2)
12
2.3.1. Introducción
12
12
2.3.1.1. Variables en sección transversal
2.3.1.2. Variables en el perfil longitudinal
13
2.3.1.3. Variables en planta
13
2.3.2. Descripción y medición de las variables
13
2.3.2.1. Encajamiento (entrechment ratio)
13
2.3.2.2. Relación anchura/profundidad (W/D ratio)
16
2.3.2.3. Sinuosidad
18
2.3.2.4. Materiales del canal
19
21
2.3.2.5. Pendiente
2.4. Descripción de los principales tipos de ríos
22
2.4.1. Ríos tipo “Aa+”
25
2.4.2. Ríos tipo “A”
25
26
2.4.3. Ríos tipo “B”
2.4.4. Ríos tipo “C”
26
2.4.5. Ríos tipo “D”
27
2.4.6. Ríos tipo “DA”
28
2.4.7. Ríos tipo “E”
29
30
2.4.8. Ríos tipo “F”
2.4.9. Ríos tipo “G”
30
2.5. Descripción de los principales tipos de valles y los ríos relacionados
31
2.5.1. Valle fluvial de tipo 1
31
2.5.2. Valle fluvial de tipo 2
32
32
2.5.3. Valle fluvial de tipo 3
32
2.5.4. Valle fluvial de tipo 4
2.5.5. Valle fluvial de tipo 5
33
2.5.6. Valle fluvial de tipo 6
33
2.5.7. Valle fluvial de tipo 7
34
35
2.5.8. Valle fluvial de tipo 8
36
2.5.9. Valle fluvial de tipo 9
2.5.10. Valle fluvial de tipo 10
36
2.5.11. Valle fluvial de tipo 11
37
3. APLICACIÓN DE LOS CRITERIOS DE CLASIFICACIÓN DE ROSGEN AL RÍO
38
GÁLLEGO
3.1. Metodología de aplicación
38
3.1.1. Parámetros de clasificación y sistema de trabajo
39
3.1.2. Sectores funcionales homogéneos
41
3.1.3. Pendiente y sinuosidad del cauce
43
3.1.4. Trabajo de campo
45
3.1.4.1. Elección de puntos de muestreo
45
3.1.4.2. La ficha de campo
46
54
3.1.4.3. Anexos a la ficha
3.1.5. Presentación de resultados
54
1
3.2. Resultados
Sector funcional Gállego 1: del nacimiento a la cola del embalse de Formigal
Sector funcional Gállego 2: embalse de Formigal
Sector funcional Gállego 3: presa de Formigal – cola del embalse de Lanuza
Sector funcional Gállego 4: embalse de Lanuza
Sector funcional Gállego 5: desfiladero de Escarrilla
Sector funcional Gállego 6: embalse de Búbal
Sector funcional Gállego 7: presa de Búbal – fuente de Santa Elena
Sector funcional Gállego 8: Santa Elena - Cuchiecho
Sector funcional Gállego 9: Ribera de Biescas hasta la morrena de Senegüé
Sector funcional Gállego 10: morrena de Senegüé – confluencia del Aurín
Sector funcional Gállego 11: embalse de Sabiñánigo
Sector funcional Gállego 12: Sabiñánigo – Hostal de Ipiés
Sector funcional Gállego 13: Hostal de Ipiés – Central Eléctrica de Jabarrella
Sector funcional Gállego 14: riberas de Caldearenas y Javierrelatre
Sector funcional Gállego 15: estrecho de Astaún
Sector funcional Gállego 16: meandros de Anzánigo y Yeste
Sector funcional Gállego 17: embalse de La Peña
Sector funcional Gállego 18: La Peña - Riglos
Sector funcional Gállego 19: Siglos – Santa Eulalia
Sector funcional Gállego 20: Santa Eulalia - Ardisa
Sector funcional Gállego 21: embalse de Ardisa
Sector funcional Gállego 22: presa de Ardisa – Gurrea de Gállego
Sector funcional Gállego 23: Gurrea – Ontinar del Salz
Sector funcional Gállego 24: Ontinar - Zuera
Sector funcional Gállego 25: Zuera - Peñaflor
Sector funcional Gállego 26: Peñaflor – desembocadura en el Ebro
Sector funcional Aguas Limpias 3: Tornadizas
Sector funcional Aurín 3: Acumuer – desembocadura en el Gállego
-REFERENCIAS CITADAS Y BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
-ANEXO: DATOS DEL PERFIL LONGITUDINAL EMPLEADO PARA EL
CONJUNTO DEL GÁLLEGO
54
60
67
68
74
75
77
78
85
92
101
103
104
111
117
124
126
133
134
141
147
153
154
156
158
166
172
173
179
187
197
2
1
Introducción:
clasificaciones hidromorfológicas
Los ríos son sistemas naturales enormemente dinámicos y complejos. Su
principal función es el transporte de agua, sedimentos y nutrientes, pero además
conforman espacios lineales de gran valor ecológico, paisajístico y territorial,
auténticos corredores que enlazan montañas y tierras bajas. Por tanto, la red
fluvial, los ríos o sistemas fluviales, constituye un elemento clave en la dinámica
ambiental y en la planificación territorial. En un espacio como la cuenca del
Ebro, de interior y con notables contrastes climáticos y altitudinales, la
trascendencia de los sistemas fluviales es mayor si cabe, más aún si
consideramos también la complejidad de la gestión del agua en este territorio.
La tradición en el estudio de los sistemas fluviales es larga y fructífera,
constituyendo uno de los temas más tratados por las ciencias ambientales. La
Geomorfología Fluvial, compartida fundamentalmente por geógrafos y
geólogos, se ha ido convirtiendo en las últimas décadas en una de las ramas más
potentes de la Geomorfología, con un desarrollo continuo, alcanzando en
algunos países el liderazgo entre los distintos temas de interés abordados por la
ciencia geomorfológico, por el número de publicaciones y de aportaciones a
congresos. Pero si el interés y el desarrollo científico de la Geomorfología
Fluvial son innegables, aún es más destacable la enorme aplicabilidad que en los
últimos años ha adquirido esta disciplina. Ello se debe fundamentalmente al
creciente interés por conservar los ríos como ecosistemas y por su integración en
la ordenación del territorio, de manera que han surgido en la mayor parte de los
países desarrollados iniciativas desde la administración tendentes a la
clasificación y evaluación del estado de los ríos. En la mayor parte de los casos,
aunque se mantiene una clara preponderancia de los elementos bióticos del
sistema natural como objetivo de conservación, se ha despertado un notable
interés por los abióticos, denominados generalmente elementos, procesos o
indicadores “hidromorfológicos”. Es lógico este interés, teniendo en cuenta que
para la correcta conservación o mejora de las biocenosis y para el objetivo del
mantenimiento o incremento de la biodivesidad, son imprescindibles unas
condiciones hidrológicas y geomorfológicos adecuadas, de la mayor naturalidad
posible.
3
Así pues, en las últimas décadas hemos ido asistiendo, a mayor o menor
velocidad según los territorios, a un paso desde una concepción y tratamiento
ingenieril de los ríos o sistemas fluviales, como meros problemas técnicos que
resolver, aunque se degradaran o destruyeran en aras del progreso, a una
necesaria y urgente perspectiva conservacionista y de planificación del espacio
fluvial, un territorio en el que convergen múltiples intereses y riesgos. En esta
nueva perspectiva llevan las riendas los enfoques biológicos o, a lo sumo,
ecológicos, durante unos años, hasta que también se introduce con fuerza,
aunque al principio desde los propios ecólogos fluviales, la perspectiva
hidromorfológica. Ante esta posibilidad de gran futuro científico y técnico,
geólogos y geógrafos se incorporan y van enriqueciendo en los últimos años
métodos de trabajo y sistemas de evaluación. Hoy no se han terminado aún de
definir éstos, y existe una gran diversidad de enfoques, lo cual es positivo, pero
se van observando algunas tendencias muy claras y se van imponiendo algunos
sistemas de trabajo, el menos en Europa, donde numerosos profesionales y
científicos se autodenominan ya “hidromorfólogos fluviales”.
En Europa ha sido clave la aprobación a finales de 2000 de la Directiva
Marco de Aguas (2000/60/CE) para el relanzamiento de los trabajos
hidromorfológicos en los ríos. Dicha Directiva exige a los países miembros
clasificar o tipificar y evaluar el estado ecológico de sus masas de agua antes del
31 de diciembre de 2004, y alcanzar un buen estado ecológico para todas las
masas de agua no modificadas antes del 31 de diciembre de 2015.
Así pues, lo más urgente es clasificar los ríos por tipos, y la tradición en
cuanto a la clasificación de cursos fluviales desde criterios geomorfológicos es
muy importante. Así, son clásicas la clasificación de Leopold y Wolman (1957)
-cauces rectos, trenzados y meandriformes- y la tipificación de Schumm (1963,
1977), basada en la estabilidad del canal (estables, que erosionan o que
depositan), la carga sedimentaria (de fondo, en suspensión o mixta) y las
dimensiones del canal. Complejas pero muy interesantes y aplicables
clasificaciones a partir de fotografía aérea se llevaron a cabo en Canadá por
Kellerhals et al. (1972, 1976), Galay et al. (1973) y Mollard (1973). Otras
clasificaciones descriptivas más recientes son las de Brice & Blodgett (1978),
Church & Rood (1983), Mosley (1987), Nanson & Croke (1992), Downs
(1995), Montgomery & Buffington (1993, 1997, 1998) o Bernot et Creuzé des
Châteliers (1998). Pero una de las clasificaciones más completas y aplicables a
la ordenación es sin duda la que propone Rosgen (1994, 1996), que combina
criterios hidrológicos, geomorfológicos y ecológicos. Es sin lugar a dudas la
clasificación más citada en la bibliografía internacional y ha sido aplicada a
numerosos ríos de todo el planeta.
En los últimos años, el interés por tipificar y clasificar ha dado un salto desde
el ámbito científico al técnico, ya que en la mayoría de los países desarrollados
4
han aparecido, como se ha señalado, planes de ordenación, programas de
conservación o normativas diversas que afectan a cauces y riberas. Como los
sistemas fluviales son enormemente diversos entre sí, era necesario simplificar
esta realidad estableciendo tipos, para posteriormente aplicar a cada tipo un
modelo de gestión o de actuación.
Entre las numerosas iniciativas científico-técnicas que han tratado de tipificar
y clasificar cursos fluviales podemos destacar la norteamericana “Rapid Stream
Assessment Technique” (RSAT), las inglesas “River Habitat Survey” (RHS)
(Raven et al., 1998), versión sencilla del “System for Evaluating Rivers for
Conservation” (SERCON), o “Stream Reconnaissance” (Thorne, 1998), la
francesa “SEQ-Physique” (Système d’Evaluation de la Qualité Physique des
Cours d’Eau), propugnada por las Agences d’Eau pero con resultados muy
discutidos (Tartar, 2000), la alemana Länderarbeitsgemeinschaft Wasser
(LAWA-vor-Ort) (LAWA, 2000) o la italiana “Indice de Funcionalita Fluviale”
(IFF) (Siligardi, coord, 2003). Una de las más interesantes es la iniciativa
australiana del “River Styles Framework” (Brierley & Fryirs, 2000; Fryirs &
Brierley, 2001; Brierley et al., 2002), herramienta con base geomorfológica que
cuenta con el “Index of Stream Condition” (ISC) y que se integra en el programa
AUSRIVAS (Australian River Assessment System) (Parsons et al., 2002). Cabe
destacar también en esta línea por su notable valor metodológico la tesis
doctoral de Schmitt (2001) aplicada a los ríos de Alsacia. Igualmente se ha
trabajado en la clasificación de ríos de Sudáfrica (Heritage et al., 1997).
En el excelente y reciente manual de Kondolf y Piégay (2003) se dedica un
interesante capítulo (Kondolf et al., 2003) a las clasificaciones geomórficas en el
que se recogen algunas de las citadas y se hace referencia al especial desarrollo
de esta línea de trabajo en los últimos años.
5
2
La clasificación de Rosgen
2.1. INTRODUCCIÓN
En este apartado se describen las variables que este autor considera en los
niveles 1 y 2 de su ordenada clasificación jerárquica para definir la tipologías de
los diferentes ríos.
Rosgen establece 9 tipos de ríos que denomina: Aa+, B, C, D, DA, E, F, G.
Posteriormente, considerando la naturaleza del sustrato del río, los subdivide
hasta un total de 41 tipos distintos.
Las variables que considera son siempre relativas al cauce del río y son
marcadamente hidromorfólogicas. Como se señala anteriormente, todas las
variables utilizadas tienen como referencia de medida la geometría que
corresponde a una situación hidrológica concreta que es la del CAUDAL
BANKFULL expresada en anchura bankfull.
Por todo ello, en este capítulo se hace una breve descripción de esa situación
de bankfull y de su medición, para después describir las variables de la
clasificación y los métodos de medida de las mismas.
2.2. EL CAUDAL BANKFULL: CARACTERIZACIÓN Y MEDICIÓN
La situación bankfull corresponde al caudal del río correspondiente a la
máxima sección húmeda del cauce. Originalmente, el término bankfull fue usado
para describir la altura del agua en el cauce fluvial en el momento en que
comienza a producirse la inundación.
En muchos sistemas fluviales, la situación de bankfull está asociada al
momento en el que la corriente llena el canal hasta su capacidad máxima y, por
tanto, inmediatamente antes de producirse la invasión de la llanura de
inundación (hydrologic floodplain). La Figura 2.1 muestra en una sección de
cauce la situación de bankfull.
6
Figura 2.1.-Situación de bankfull en una sección transversal de un río. (Stream
Corridor Restoration: Principles, Proceses, and Practices, 2001)
La situación de bankfull y, con ello, el caudal asociado, justifica las
dimensiones y morfología del río (canal stream), de manera que esas
dimensiones (anchura, profundidades), sus relaciones y las formas de lecho
asociadas al perfil longitudinal del río, son descritas como función de la anchura
del cauce medida en situación bankfull.
Para ríos en condiciones naturales, todas las medidas de campo son referidas a
la situación bankfull. Esto es especialmente útil en ríos que tienen llanura de
inundación. Los ríos que están profundamente encajados no muestran cambios
significativos de anchura en las crecidas, por lo que la situación bankfull puede
ser determinada mediante indicadores que posteriormente se relacionan.
Destacar que la situación bankfull corresponde al caudal para el cual la
conservación del canal es más efectiva. Es, por tanto, cuando más eficientes son
los movimientos de sedimentos (formando y destruyendo barras, cambiando la
banda activa de los meandros...). Como puede verse en la Figura 2.2, es el
caudal que más importancia tiene en la generación de las morfologías fluviales.
Según Dunne y Leopold (1978), el caudal bankfull tiene un periodo de retorno
de 1.5 años, y señalan que, aunque eventos de mayor periodo de retorno pueden
dar lugar a grandes procesos erosivos y sedimentarios, el caudal bankfull es el
que más cantidad de sedimentos moviliza, al estar asociado a una mayor
frecuencia de ocurrencia.
7
Figura 2.2. Determinación de la descarga efectiva de sedimentos en relación con
el caudal del río y su frecuencia de ocurrencia.
Diferentes autores señalan para el caudal de bankfull un periodo de retorno de
1.4 a 1.6 años. Rosgen considera valores ligaremente inferiores, en torno a 1.2
años.
La más consistente de las determinaciones de bankfull es la que se obtiene a
partir de la llanura de inundación. La altura bankfull corresponde a la altura del
agua en el cauce tal que el río empieza a extenderse por la citada llanura de
inundación.
Muchas de las llanuras de inundación están construidas por movimientos
laterales del río. En esos casos la cota el techo del “point bar” es una buena
referencia de la situación bankfull. Es importante para el observador de campo
reconocer las diferencias físicas y morfológicas entre una terraza joven y la
llanura de inundación.
Cuando las llanuras de inundación no están bien desarrolladas o no existen, la
identificación de la situación bankfull debe ser hecha mediante indicadores. El
uso apropiado de estos indicadores del bankfull requiere 4 principios básicos:
-Buscar los indicadores apropiados para la localización de la situación
bankfull que a cada tipo de río corresponde.
-Conocer recientes episodios de inundación y/o sequías históricas. Por
ejemplo la colonización de especies vegetales de ribera en el canal
durante el periodo de sequía o las acumulaciones de sedimentos durante
periodos de inundación.
8
-Uso de indicadores múltiples donde sea posible, para reforzar la
determinación del bankfull.
-Donde sea posible, realizar calibraciones en el campo que determinen las
elevaciones del sistema bankfull y sus correspondientes dimensiones de
bankfull de canal para conocer tiempos de retorno a partir de caudales
obtenidos en estaciones de aforo próximas. Estos procedimientos pueden
servir para verificar la diferencia entre la llanura de inundación de un río
y las terrazas inferiores.
Los indicadores de bankfull varían en su importancia y en el poder
discriminatorio para los diferentes tipos de río. Algunos son los siguientes:
-La presencia de una llanura de inundación a una cota de inundación
incipiente.
-La cota asociada al techo de las formas de sedimentación (point bar,
barras centrales en el centro del canal activo). Estas formas
sedimentarias / deposicionales son especialmente buenos indicadores
para canales en presencia de terrazas.
-Una rotura en la pendiente de los márgenes y/o un cambio en la
distribución de tamaños de partículas; los más finos se asocian a la
sedimentación en la llanura de inundación, en cambio la sedimentación
del material más grosero tiene lugar en el canal activo.
-La evidencia de unas formas propias de inundaciones, como por ejemplo
pequeños cordones sedimentarios.
-Manchas en las rocas, debidas a las crecidas.
-Raíces de árboles y arbustos expuestas bajo una capa de suelo alterado, lo
que indica la exposición a un flujo erosivo.
-Líquenes en algunas zonas de determinados ríos, así como ciertos tipos de
especies vegetales de ribera.
Antes de la selección del tramo en el que se situará la sección donde se
tomarán los datos, se debe considerar un perfil longitudinal de al menos 20
anchuras de bankfull, aguas arriba y aguas abajo, al objeto de reconocer el
mayor numero posible de indicadores bankfull. Sólo cuando se corroboren las
formas y/o indicadores bankfull, se puede pasar a la medición de la anchura de
bankfull en el río.
La localización apropiada para la determinación de la anchura bankfull del
río, depende del tipo de río. En las Figuras 2.3 y 3.4 se muestran la secciones
más adecuadas para río con morfología de lecho rápido-poza “riffle-pool” y
salto-poza “step-pool”.
9
Figura 2.3. Lugar más adecuado para la medición de la anchura bankfull en un
sistema riffle-pool.
Figura 2.4. Lugar más adecuado para la medición de la anchura bankfull en un
sistema step-pool.
10
La sección idónea para la determinación de las dimensiones de bankfull de
canal se encuentran en la zona riffle para corrientes de tipo C, E y F, en mitad
del rápido para corrientes de tipo B y para zonas donde la anchura es mínima en
la zona de transición que se extiende desde el “step” hacia la zona de cabecera
del “pool” para corrientes de tipo Aa+, A y G.
En general, para todo tipo de cauces, el mejor punto para la medida de la
anchura de bankfull es el segmento más estrecho de la zona del río seleccionada,
ya que es ahí donde el canal puede libremente ajustarse a sus límites laterales
bajo las condiciones de flujo de corriente existentes.
En la selección de secciones deben evitarse las zonas de ríos donde existan
deflectores de corriente, como pueden ser grandes rocas, troncos de árbol o
construcciones inusuales que hagan especialmente estrecho el cauce.
La cota del bankfull con frecuencia se subestima cuando se determina
solamente en base a la vegetación, y estas determinaciones unilaterales deberían
ser evitadas. De ninguna forma determinadas especies comunes de ribera pueden
ser realmente utilizadas como indicadores de bankfull, como ciertas especies
maduras de abedules (Betula sp.), cornejos (Cornus sp.) y alisos (Alnus sp), las
cuales tienden a colonizar y establecerse en zonas muy cercanas al bankfull.
Las pequeñas plantas leñosas, hierbas y forbas pueden colonizar las áreas con
substrato disponible en el bankfull, especialmente durante los periodos de sequía
o bajo régimen de corriente, como se ve con ciertas especies y clases de sauces
(Salix sp). Estas especies no deberían ser utilizadas como indicadores de
bankfull.
Con un adecuado conocimiento de los parámetros que conforman la ecuación
de Manning es posible determinar el caudal del río para diferentes alturas de la
lámina de agua del mismo, de manera que puede hacerse una estimación del
valor del caudal considerando la altura de bankfull.
Generalmente, como puede verse en la figura 2.5, esa altura representa un
brusco cambio de pendiente en la relación altura-caudal.
11
Figura 2.5. Relación caudal-altura en un río a partir de la ecuación de Manning.
Determinación gráfica del caudal de bankfull y dos situaciones por debajo y por
encima del caudal bankfull.
2.3. VARIABLES UTILIZADAS EN LA CLASIFICACION DE ROSGEN
(NIVELES 1 y 2)
2.3.1. Introducción
Las variables que Rosgen considera en su clasificación de los ríos se basan en
características del cauce fluvial, tanto en su sección transversal, como en su
perfil longitudinal, y en su morfología en planta. Son todas ellas características
hidromorfológicas.
2.3.1.1. Variables en sección transversal
La sección transversal es importante para determinar el grado de
encajamiento, la relación anchura/profundidad (W/D) y los materiales
dominantes de canal (D50)
Encajamiento (entrenchment ratio): Es una relación que se usa para describir
el grado de incisión vertical del canal fluvial. Es la proporción entre la anchura
del “flood-prone” (anchura del cauce obtenida a una elevación de 2 veces la
profundidad del bankfull máximo) y la anchura de bankfull.
12
Relación anchura/profundidad (width/depth ratio): Es una relación que indica
la forma de la sección del canal: anchura bankfull / profundidad media del
bankfull.
Materiales dominantes de canal (D50): Tamaño de diámetro de partículas
correspondiente a una frecuencia acumulada del 50 % (D50 en mm significa que
el 50% de las partículas medidas por el pebble-count tienen un ∅ medio igual a
ese valor en mm).
2.3.1.2. Variables en el perfil longitudinal
Pendiente: corresponde a la pendiente media de la superficie del agua a lo largo
de una longitud de 20 a 30 anchuras bankfull de canal.
Formas de lecho: es un criterio de clasificación secundario, describe la
conFiguración del canal en términos de rápidos-pozas (riffle-pool), tramos muy
pendientes (steep), saltos-pozas (step-pool), cascadas, formas de convergencia y
divergencia de corrientes. Son morfologías que dependen de la pendiente y de la
forma del canal.
2.3.1.3. Variables en planta
Sinuosidad: se define como la relación entre la longitud de cauce y la longitud
del valle, o también, como la relación entre la pendiente del valle y la pendiente
del canal.
Meander Width Ratio: Es la relación entre la anchura de la banda activa de los
meandros (meander belt width) y la anchura de bankfull; este criterio describe el
grado de divagación lateral del canal.
2.3.2. Descripción y medición de las variables
2.3.2.1. Encajamiento (entrenchment ratio)
Se define como la relación que tiene un río con las características
morfológicas de su valle. Cualitativamente se corresponde con el grado de
incisión el fondo del valle. Fue Rosgen en 1994 el primero que definió este
término cuantitativamente como la relación entre la anchura del flood-prone y la
anchura de bankfull, tal y como puede verse en la figura 2.6. El flood-prone es
13
la anchura del cauce obtenida a una elevación de 2 veces la profundidad del
bankfull máximo. El término no tiene plasmación geomorfológica, normalmente
si socioeconómica, y espacialmente puede cubrir tanto la llanura de inundación
activa como la zona de terrazas más jóvenes.
Figura 3.6. Pasos necesarios para la determinación del encajamiento
(entrenchment ratio)
Los pasos necesarios para la determinación del encajamiento son los
siguientes:
-Localizar la máxima profundidad del cauce y medir el valor en relación
con la altura del estado de bankfull.
-Multiplicar esa profundidad por dos y situar a esa altura las regletas de
medida a ambos lados del cauce.
-Medir la anchura entre la regletas, ésta es la anchura flood-prone.
-Dividir la anchura del flood-prone entre la anchura de bankfull.
El valor del encajamiento (entrenchment ratio) para los diferentes tipos de
ríos se expone en la figura 2.7.
14
Figura 2.7. Ratios de encajamiento para diferentes secciones en distintos tipos
de ríos
Los valores de encajamiento que aparacen en los distintos tipos de ríos, se
basan en relaciones obtenidas empíricamente a partir de las mediciones de las
anchuras de flood-prone y bankfull de cientos de ríos. A modo de descripción se
puede decir (tabla 1):
Tabla 1. Grados de encajamiento
TIPO DE CAUCE
VALOR DE ENCAJAMIENTO
Canales encajados
1 a 1.4
Canales moderadamente encajados
1.41 a 2.2
Canales ligeramente encajados y con
Mayor de 2.2
llanura de inundación desarrollada
Las observaciones de campo muestran que para muchos tipos fluviales esta
altura (2 veces la profundidad máxima del agua en situación bankfull)
corresponde a tiempos de retorno de avenidas de menos de 50 años.
La verificación de campo de cientos de secciones transversales ha sido la base
para el uso de 2 veces la profundidad máxima de la situación bankfull para
estimar la altura y extensión de la zona de inundación. El valor medio 2.0 es el
15
más frecuentemente utilizado (existen autores que utilizan valores desde 1.3 a
2.7).
Por otra parte, otros autores en vez de utilizar la profundidad máxima de la
sección bankfull, utilizan el valor medio de la sección. Los resultados muestran
que, utilizando valores medios, la altura de las terrazas más jóvenes -en ríos de
tipo C- no queda incluida en el área flood-prone, contrariamente a lo que
muestran los indicadores de inundaciones. Basado en estas observaciones, la
profundidad de 2 veces el máximo de la profundidad bankfull fue seleccionada
como un índice para representar una estimación de las alturas representativas de
la zona flood-prone.
El encajamiento es un criterio básico de clasificación, tal y como puede verse
en las claves de clasificación de Rosgen más adelante (figuras 2.13 y 2.14).
Para tipos fluviales ligeramente encajados (C, D, DA y E) los flujos mayores
que los de bankfull, desbordan los márgenes del canal y se extienden en su
llanura de inundación. Este fenómeno natural no se produce en canales
profundamente encajados (A, F y G) donde la altura de los márgenes fluviales es
mucho más elevada que la situación bankfull. Para canales encajados, la zona
flood-prone aumenta solo marginalmente la anchura del cauce.
2.3.2.2. Relación anchura / profundidad (W/D ratio)
La ratio anchura/profundidad (W/D) se define como la relación entre la
anchura de la superficie bankfull respecto la profundidad media del canal en
estado bankfull. La proporción W/D es la llave para la comprensión de la
distribución de energía en un canal y con ello la capacidad para movilizar
sedimento.
Destacar que la anchura de un cauce puede ser estable aunque éste migre
lateralmente, ya que la erosión en una margen es compensada con la
sedimentación en la otra margen.
La determinación de esta ratio W/D proporciona una rápida y visual
valoración de la inestabilidad del canal que debe ser verificada en el campo. De
entre los criterios, la relación W/D es la más sensible como indicador de
tendencia a la inestabilidad de un canal.
La figura 2.13 (claves de clasificación) muestra que para todos los tipos de
ríos, a excepción de aquellos con canales de tipo múltiple, la relación W/D está
16
en torno a un valor de 12. En los ríos de tipo A, G y E es menor de 12, mientras
que en los de tipo B, C y F es mayor que ese valor.
A continuación (figura 2.8) se muestran varios ejemplos de secciones de
cauces con su relación anchura/profundidad, representativos de distintos tipos de
ríos.
Figura 2.8. Ejemplos de relaciones anchura/profundidad para diferentes tipos de
ríos
Los análisis de los datos de campo muestran un continuo en la relación W/D
donde el valor 12 fue elegido como el valor más frecuente. La relación W/D =
12 fue empíricamente obtenida, pero está relacionada con los procesos físicos
que gobiernan la distribución de la energía y la erosión y transporte de los
sedimentos.
La dimensión del canal, el modelo fluvial, el perfil y los correspondientes
tipos de ríos cambian cuando la relación W/D se altera significativamente.
17
Ahora bien, variaciones de ± 2 unidades no necesariamente indican un cambio
en la morfología o el tipo de curso fluvial.
La relación W/D sólo puede determinarse en el campo siguiendo la
metodología que aparece en la figura 2.6. De la misma manera, el criterio de
selección de los tramos y secciones aparece en las figuras 2.3 y 3.4. antes
expuestas.
Es interesante establecer una o más secciones transversales permanentes que
permitieran medir los cambios morfológicos y con ello el estado de estabilidad
del cauce fluvial.
2.3.2.3. Sinuosidad
La sinuosidad es la relación entre la longitud del río y la longitud del valle.
También puede ser descrita como la relación entre la pendiente del valle y la
pendiente del canal. Las características geométricas de un río están directamente
relacionadas a la sinuosidad por un principio básico: el principio del mínimo
gasto de energía.
El grado de sinuosidad depende de:
-las dimensiones del canal
-la carga sedimentaria
-el caudal
-los materiales tanto del lecho como de la orilla
La sinuosidad es un buen indicador de clasificación, sobre todo en llanuras de
inundación; no obstante, su valor se modifica fácilmente por afloramiento del
sustrato rocoso, por la presencia de la vegetación, pero especialmente por acción
antrópica: construcción de caminos, defensas que confinan el cauce...
Cuando la pendiente del canal y el tamaño de las partículas sedimentarias
dominantes decrecen, se produce generalmente un incremento en la sinuosidad.
En la figura 2.9 se muestra en planta la sinuosidad característica de los
distintos tipos de ríos de Rosgen. Los valores de esta sinuosidad se acompañan
en las claves de clasificación (figuras 2.13 y 3.14). Como se puede observar,
excepto en tipologías determinadas como la “A” o la “E”, los valores no son
determinantes en la clasificación.
18
Figura 2.9. Pendiente longitudinal y aspecto en sección y planta de diferentes
tipos de ríos.
2.3.2.4. Materiales del canal
El lecho fluvial y los materiales de las márgenes condicionan la forma de la
sección transversal, la vista en planta y el perfil longitudinal de los ríos; también
determinan el transporte sedimentario y proporcionan resistencia a los esfuerzos
hidráulicos.
Una valoración de la naturaleza y la distribución de materiales que forman el
cauce es fundamental para la interpretación de las funciones biológicas y la
estabilidad de los ríos, de manera que el conocimiento de los materiales de canal
es esencial en la clasificación.
Para los propósitos de clasificación, los materiales que se investigan son las
partículas superficiales que constituyen tanto el lecho como las márgenes
situadas dentro del cauce para una situación bankfull.
La figura 2.10 muestra las partículas superficiales que se consideran para la
clasificación y cómo debajo suelen existir otras más finas que denominaremos
“subsuperficiales”. Las partículas subsuperficiales son indicativas de un rango
19
de tamaño de sedimento que es susceptible de ser movilizado cuando el caudal
se aproxima o es el correspondiente al Q bankfull.
Figura 2.10. Categorías generales de los materiales de lecho superficial y
subsuperficial
Para la medición de las partículas Wolman (1954) desarrolló el sistema de
contaje “pebble count”, sistema para la determinación de la distribución de
tamaños de las partículas en los materiales del canal.
El método de Wolman fue modificado por Rosgen ajustando la localización
del material muestreado a la presencia de estructura riffle-pool o step-pool.
Considera que sobre 100 muestras tomadas, un mínimo de 70 muestras deberían
ser tomadas en riffles y las 30 restantes en zonas de pool (ver figura 2.11).
Además, las partículas deberían ser muestreadas a intervalos sistemáticos a lo
largo de una ruta o trayecto predefinido. Para evitar potenciales errores, las
partículas escogidas debe ser seleccionadas sin verlas previamente. Un muestreo
representativo es esencial, ya que las zonas profundas (pool) contienen
20
partículas de sedimento fino mientras que en las zonas riffle, steep y step
predominan las partículas más groseras.
Figura 2.11. Procedimiento de muestreo de materiales del cauce, representativo
para un sistema pool-riffle.
2.3.2.5. Pendiente
La pendiente de la superficie del agua tiene una gran importancia en la
morfología del canal fluvial, del sedimento, de la hidráulica y de las funciones
biológicas. Con un suficiente número de salidas al campo se pueden hacer
perfiles longitudinales donde queden indicadas las zonas de riffles, las de
rápidos, pools, etc.... Es útil describir las dimensiones de riffle y pool en
términos de pendiente media y el tamaño de las partículas que alberga el canal.
La pendiente del agua superficial se determina a lo largo del perfil
longitudinal del canal midiendo la diferencia de cotas de la superficie del agua
por unidad de longitud de canal, (figura 2.12).
Las medidas de pendiente deberían ser tomadas a través del canal a estudio,
tomando tramos de al menos 20 anchuras de canal en longitud lineal o para
distancias iguales a 2 longitudes de onda de meandro.
La pendiente de la superficie de agua se debería medir tomando la diferencia
de cota entre una morfología de lecho hasta la siguiente morfología del mismo
tipo aguas arriba o aguas debajo de la misma.
Los instrumentos que deben usarse para las medidas de cota apropiados deben
precisar al menos 0,1 pie = 0,03 m en 100 pies = 30,48 m de distancia. El uso
de clinómetros debería ser desaconsejado para medir pendientes, excepto para
tramos muy abruptos y poco accesibles, sobre el 10% de pendiente. En tramos
fluviales de baja pendiente, los clinómetros tienden a sobreestimar la pendiente
21
de la superficie de agua. Los niveles láser son óptimos, ya que una persona es
capaz de obtener todos los datos de campo de forma apropiada.
Figura 2.12. Medida de la pendiente de cauce a lo largo de una secuencia
riffle/pool.
La pendiente es un criterio muy resolutivo en la clasificación de los tipos de
ríos de Rosgen. En la figura 2.9 se han mostrado los perfiles longitudinales de
los distintos tipos de ríos y los intervalos de pendiente que les corresponden.
2.4. DESCRIPCIÓN DE LOS PRINCIPALES TIPOS DE RIOS
Las figuras 2.13 y 2.14 son la clave para la clasificación de los tipos de ríos
según Rosgen. En ellas aparecen los intervalos de valor de cada variable
correspondientes a los distintos tipos de ríos. Son como puede verse un total de
8 tipos principales (serían 9 si consideramos el tipo Aa+ que aparece descrito
por Rosgen en su libro de 1996). Considerando la naturaleza de los materiales
del cauce (su tamaño) los ocho tipos de ríos se subdividen hasta definir un total
de 41 tipos de ríos distintos. A continuación se hace una detallada descripción de
los tipos de ríos principales.
22
Figura 2.13. Clave de clasificación
23
Figura 2.14. Clave de clasificación
24
2.4.1. Ríos tipo “Aa+”
Son cursos fluviales con pendiente muy elevada (>10 %) y bien encajados
(entrenchment ratio menor de 1.4), con un ratio anchura/profundidad bajo y
totalmente confinados, es decir, lateralmente constreñidos. Las formas del lecho
son típicamente step-pool con chutes (largos tramos de forma convexa en los
que el agua se mueve a gran velocidad), debris flow y cascadas o saltos de agua.
La sección transversal del canal es estrecha y profunda.
Este tipo de corriente suele darse en terrenos donde son frecuentes las
avalanchas y los procesos de debris en las vertientes. Son zonas con potentes
sedimentos, como tills glaciales, terrazas o morfologías que son controladas
estructuralmente o influenciadas por fallas o contactos estructurales. Los
caudales circulantes en la situación bankfull son torrenciales.
Los cauces de tipo Aa+ pueden estar asociados tanto con el basamento de la
roca (sustrato), como con zonas de potentes sedimentos o de suelos residuales
donde el río realiza una profunda incisión. Además de en las cabeceras, estos
cauces pueden generarse por un aumento de la energía del río, siempre en una
situación de pendiente abrupta, por ejemplo por cambio en el nivel de base del
canal principal, o cuando un cauce principal erosiona lateralmente un abanico
aluvial, modificando el nivel de base de los barrancos afluentes.
2.4.2. Ríos tipo “A”
Es un tipo de río similar al anterior en términos de formas de relieve y de
características del canal, pero las pendientes del cauce varían de un 4 a un
10% y el caudal en estado bankfull circula mediante típicas estructuras steppool con caídas limpias o pulidas (scour plunges) asociadas. Normalmente un
río de tipo A se encuentra en valles de gran pendiente, y tiene un elevado
potencial de transporte de materiales y por tanto una baja sedimentación.
Aunque un gran número de corrientes de tipo A se dan en ríos de bajo orden1
en zonas altas de ladera, el orden de los ríos de este tipo puede variar de 1 hasta
5, e incluso mayores. La presencia de troncos de árbol (debris orgánicos) puede
jugar un papel importante en la forma de lecho y sobre todo en la estabilidad de
canal.
Los tipos de valle asociados a corrientes de tipo A son 1, 3 y 7.
1
Orden de corriente. Nos referimos al orden de corriente aportado por Strahler en 1952, donde la incipiente crenulación de un drenaje en el
terreno es de primer orden y la confluencia de dos drenes de primer orden da como resultado uno de segundo orden.
25
2.4.3. Ríos tipo “B”
Este tipo de ríos es característico de pendientes moderadas a ligeramente
moderadas (2-4%). Son típicos en valles estrechos de laderas controladas
estructuralmente que limitan el desarrollo de la llanura de inundación.
Muchos son el resultado de la influencia de zonas de límites estructurales, fallas,
juntas de estratificación, depósitos de aluvio-coluviones.
Los ríos de tipo B están moderadamente encajados (entrenchment ratio 1.4 a
2.2), la sección transversal de cauce tiene una relación anchura/profundidad
mayor de 12, y muestran una sinuosidad superior a 1.2. La morfología de lecho
típica corresponde a la presencia de rápidos, con frecuencia influenciados por
constricciones de debris y a estrechamientos locales, dando lugar a pozas
pulidas y rápidos. Las tasas de erosión de las márgenes son normalmente bajas
al igual que los procesos de agradación y degradación de canal.
El espaciado característico entre poza (pool) y poza es de 4 a 5 anchuras de
bankfull, disminuyendo esta distancia con el incremento de la pendiente de río.
Otro dato morfológico de interés es que la relación anchura de meandro/anchura
de bankfull es generalmente baja, lo cual indica una escasa tasa de expansión o
divagación lateral de este tipo de ríos.
Los ríos de tipo B se encuentran en valles de tipo 2, 3 y 6.
2.4.4. Ríos tipo “C”
Son ríos generados en valles desarrollados sobre depósitos aluviales, de
manera que tienen una llanura de inundación bien desarrollada y ligeramente
encajada (entrenchment ratio mayor de 2.2). Son ríos relativamente sinuosos
(sinuosidad mayor de 1.2) y poseen pendientes por debajo del 2%. La secuencia
longitudinal característica del lecho es la riffle-pool. Los ríos de tipo C se
reconocen también por la elevada ratio anchura/profundidad de su canal
(W/D>12). La secuencia de riffles y pools enlaza con la geometría de los
meandros, de manera que el espaciado riffle-pool es una media de 1.5 veces la
longitud de onda del meandro, lo que aproximadamente supone de 5 a 7
anchuras de bankfull.
Las características morfológicas esenciales de los ríos tipo C son la
sinuosidad, el bajo relieve del canal, las llanuras de inundación bien
desarrolladas y los característicos point-bar en el canal activo. La agradación
/degradación y los procesos de divagación lateral suelen ser notablemente
activos aunque dependen de la estabilidad de las márgenes, de las condiciones
26
de la cuenca aguas arriba y del régimen tanto de flujo como de sedimentos. Los
ríos de tipo C pueden ser fácil y rápidamente desestabilizados por inestabilidad
de las márgenes o por cambios en los flujos de caudal y/o sedimento.
Pueden observarse en valles de tipo 4, 5, 6, 8, 9 y 10. Pueden también
encontrarse en valles tipo 3 en zonas de topografía deprimida y baja pendiente.
2.4.5. Ríos tipo “D”
Corresponden a ríos con un sistema de canales múltiples que exhiben un
modelo braided o bar-braided con una elevada relación anchura/profundidad
(W/D mayor de 40) y una pendiente de canal generalmente similar a la del valle.
Estos canales se encuentran en relieves y valles relacionados con abanicos
deposicionales de elevadas pendientes, valles de salida de glaciares, valles
montañosos con carga aluvional grosera y también en zonas deltaicas.
Estos ríos tienen tasas de erosión de las márgenes elevadas y, como puede
verse en la figura 2.15, la relación entre la anchura de la banda activa de
meandros y la anchura del bankfull es muy baja (valores de entre 1 y 2), siendo
el valor más bajo de todos los tipos de ríos.
Figura 3.15. Ratio de la anchura de banda de los meandros (anchura de la banda
de los meandros activos/anchura bankfull) para los diferentes tipos de ríos. La
banda activa del meandro aparece a trazos en la representación en planta.
27
Las características de los canales múltiples se despliegan como series de
barras e islas sin cobertera vegetal que cambian de posición frecuentemente
durante los eventos de escorrentía por deshielo y drenajes. Los ajustes en los
modelos de canal pueden ser iniciados de forma natural o impuesta por cambios
en las condiciones de las formas de relieve que rodean el área de la cuenca de
contribución o del sistema de canal existente.
El aporte sedimentario es en la práctica ilimitado y las características del
lecho fluvial son el resultado de procesos de convergencia/divergencia del local
barrido de barras y de la sedimentación.
La agradación y la divagación son dominantes en los procesos de reajuste de
canal en una serie de paisajes completamente diversos que van desde el desierto
a las llanuras glaciares de lavado. Típicamente, el régimen de escorrentía es
intermitente, especialmente en zonas áridas con variaciones extremas en cuanto
al régimen anual de caudales, lo cual genera una gran cantidad de sedimentos. El
modelo de canal braided se puede encontrar desarrollándose en materiales
groseros situados en valles de pendientes moderadamente abruptas hacia valles
más anchos y planos o en valles de bajo gradiente que contengan materiales
finos. Así pues, las corrientes de tipo D se desarrollan en valles de tipo 3, 5, 8, 9,
10 y 11.
2.4.6. Ríos tipo “DA” (ríos anastomosados)
Los tipos de río DA se componen por un sistema de canales múltiples en los
que el agua circula a baja velocidad. La anchura bankfull para cada canal
individual es muy variable. Las pendientes de los canales son muy suaves y
normalmente se sitúan entre valores de 0 a 0,0001 (Smith, 1986).
Las orillas están constituidas por materiales de tipo granular fino-cohesivo,
que tienen una densa vegetación que las hace muy estables; como consecuencia,
la divagación de los canales es muy baja.
En relación con los ríos de tipo “D”, los ríos tipo “DA” se consideran como
sistemas estables compuestos por canales múltiples.
La proporción W/D del canal y las sinuosidades podrían variar en este tipo de
ríos desde valores muy bajos a valores elevados. La morfología de valle
relacionada se ve como asociada a una gran serie de ambientes con
características de humedad y pendiente suave desarrolladas en depósitos de tipo
lacustre, deltas fluviales y depósitos aluviales de tipo granular fino.
28
Los procesos geológicos responsables del desarrollo de los ríos
anastomosados incluyen la subsidencia de cuencas sedimentarias en zonas
activas tectónicamente, incrementos del nivel base de los ríos en la salida del
valle... En la cuenca del Ebro son ejemplos de estos ríos las características
“aguas tuertas” pirenaicas, sobre rellenos de cubetas glaciares.
En cuanto a las formas del lecho, en los ríos de tipo DA predominan las
formas riffle-pool similares a las de los ríos de tipo E y C. Las márgenes y las
superficies de islas y barras existentes entre los canales individuales se
encuentran colonizadas densamente por la vegetación.
Destacar que la carga sedimentaria de estos ríos, en situación de estabilidad,
es muy baja.
Los ríos de tipo DA se desarrollan en valles de tipo 10 y 11.
2.4.7. Ríos tipo “E”
Este tipo de ríos se considera, en términos de procesos fluviales y
morfológicos, como evolucionado, de manera que representan el punto final de
los procesos fluviales en una llanura aluvial.
Los canales de tipo “E” se encuentran ligeramente encajados (ratio
entrenchment mayor de 2.2), tienen una muy baja relación anchura/profundidad
(ratio W/D menor de 12) y elevados valores de sinuosidad (mayor de 1.5). Son
los que mayor anchura de banda activa o de desplazamiento de meandros tienen
en relación a la anchura de bankfull (valores entre 20 y 40, ver figura 2.15).
La morfología característica de lecho para estos ríos es predominantemente
una serie de riffle-pool; el número de pools que se generan por unidad de
distancia de canal es muy elevado en comparación con otros tipos de ríos que
tienen esta morfología de lecho (ríos C, D A y F).
Generalmente los ríos de tipo “E” se dan en valles aluviales que muestran
escasas elevaciones de relieve y en paisajes que van desde praderas alpinas hasta
llanuras costeras.
Los ríos de tipo “E” se consideran altamente estables ya que poseen llanuras
de inundación muy desarrolladas y relaciones W/D bajas para los canales; no
obstante, son sensibles a perturbaciones y pueden dar procesos de reajuste
rápidos y convertirse en otros tipos de ríos en periodos relativamente cortos.
29
Los ríos de tipo E se desarrollan en tipos de valle 8, 10 y 11.
2.4.8. Ríos tipo “F”
Los ríos de tipos “F” son los que tradicionalmente los geomorfologos
denominan “meandriforme-encajados”. Estos cursos fluviales tienen, en
situación bankfull, una relación anchura/profundidad elevada (ratio W/D mayor
de 12) y un notable encajamiento (ratio menor de 1,4). Las formas del lecho
fluvial son la típicas secuencias riffle-pool.
Estos ríos dan funcionalidad a la llanura de inundación y con sus
desplazamientos tienden a aumentar la anchura del valle aluvial. En ocasiones
pueden llegar a incidir profundamente en los valles de escaso relieve, incluso
conteniendo roca consolidada, pero especialmente si se trata de materiales
erosionables.
En ocasiones los ríos tipo “F” pueden presentar elevadas tasas de erosión en
sus márgenes, con importante divagación, dando lugar a sedimentos de barra.
Simultáneamente mientras se produce una agradación acelerada de los canales,
la erosión proporciona un gran aporte de material.
Se dan en valles de escaso relieve de tipo 3, 4, 5, 6, 8, 9 y 10.
2.4.9. Ríos tipo “G”
Los ríos de tipo “G”, también denominados “gully” son encajados
(entrenchment menor de 1.4), estrechos y profundos (ratio W/D menor de 12) y
con morfologías de lecho fluvial de tipo step-pool. Las pendientes de canal son
generalmente abruptas con valores entre 2 y 3,9%, los de mayor pendiente
después de los de tipo A.
Se encuentran en diferentes tipos de terrenos, pero especialmente se ubican en
abanicos aluviales, conos de debris-flow, en cuyas cabeceras se encuentran
profundamente incididos. Los ríos de tipo G tienen una elevadísima tasa de
erosión de márgenes y por ello un elevado aporte sedimentario; sólo cuando
inciden sobre sustrato rocoso o sobre grandes bloques, la erosión es
notablemente inferior. Se dan en valles fluviales de tipo 1, 3, 5, 6, 7, 8, 10 y
también en valles de tipo 2, 6, 8, 10 bajo condiciones de inestabilidad o
desequilibrio impuestas por cambios en la cuenca y/o por impactos directos
sobre el canal.
30
2.5. DESCRIPCIÓN DE LOS PRINCIPALES TIPOS DE VALLES Y LOS
RIOS RELACIONADOS
Los procesos erosivos y deposicionales que generan las distintas formas de
valles están correlacionadas con la tipologías de ríos antes descrita. Por ello, la
identificación de los tipos de valle pueden proporcionar las bases para una
identificación inicial de los tipos de río. A continuación se describen diferentes
morfologías de valle y los tipos de ríos que les son característicos.
2.5.1. Valle fluvial de tipo 1
Tiene forma de “V”, es claramente confinado y normalmente controlado
estructuralmente y/o asociado a fallas (figura 2.16). Los relieves son elevados y
las pendientes de fondo de valle superan el 2%; son morfologías muy
pendientes, frecuentes en terrenos de procedencia glaciar. Los materiales que
forman estos valles fluviales varían desde afloramiento del sustrato hasta suelos
residuales (como coluviones, deslizamientos, depósitos de till glacial y otros
materiales). Comúnmente los tipos de río que se asocian a este tipo de valles son
los tipos A y G, es decir, típicamente canales con morfologías de lecho de tipo
step-pool, con pendientes de canal abruptas.
Los procesos erosivos de canal varían desde muy bajos y estables (rocas
duras) hasta muy erosionables, dando lugar a torrentes, debris y avalanchas.
Los ríos de tipo A, en determinadas zonas, son los denominados “corredores de
aludes”.
Figura 2.16. Valles tipo 1
Figura 2.17. Valles tipo 2
31
2.5.2. Valle fluvial de tipo 2
Se dan en relieves moderados, relativamente estables, con pendientes de
ladera moderada y pendientes del fondo del valle inferiores al 4% (figura 2.17).
Los materiales más frecuentes son aluviones y coluviones.
El tipo de río más frecuente en este tipo de valles es el “B”, que generalmente
es estable y cuenta con escaso aporte sedimentario, aunque con morfologías de
lecho descritas como rápidos. Menos común es todavía el tipo de río G
observado generalmente en condiciones de desequilibrio.
2.5.3. Valle fluvial de tipo 3
Son valles caracterizados por la presencia de potentes depósitos detríticos
actuales (abanicos aluviales y coluviones), mientras las pendientes del fondo del
valle son moderadamente abruptas, mayores del 2% (figura 2.18).
Los tipos de río característicos en estos valles son los A, B, G y D. Los ríos de
tipo B se dan con frecuencia en abanicos aluviales estables donde la vegetación
de ribera está bien desarrollada. Por el contrario los ríos de tipo G predominan
en abanicos aluviales activos, donde la vegetación está en fase de colonización y
la carga de fondo de los cauces es importante.
Figura 2.18. Valles tipo 3
Figura 2.19. Valles tipo 4
2.5.4. Valle fluvial de tipo 4
Este tipo de valle se caracteriza por presentar un cauce fluvial meandriforme
encajado o profundamente incidido, con presencia de formas de relieve
confinadas como son cañones, gargantas y estrechos. La pendiente del fondo del
valle no suele exceder del 2% (figura 2.19). Los valles de tipo 4 se encuentran
32
controlados estructuralmente y se encajan en materiales de fácil incisión
(kársticos, por ejemplo). Estos tipos de río también están asociados con
levantamientos tectónicos de estos valles.
Los ríos más frecuentemente asociados son los de tipo F (donde la anchura
del valle se acomoda al canal y su llanura de inundación) y los de tipo C.
Dependiendo de los materiales existentes en las márgenes del río, el aporte
sedimentario será de moderado a alto.
2.5.5. Valle fluvial de tipo 5
Los valles de tipo 5 son el producto de un proceso de erosión glacial donde el
resultado es un canal ancho en forma de U con la pendiente de fondo de valle
generalmente inferior al 4% (figura 2.20).
Los materiales predominantes son los de tipo morrénico, mezclados con otros
aluviones mas recientes. Las formas de relieve incluyen morrenas laterales y
terminales, terrazas aluviales y llanuras de inundación. Los tipos fluviales que se
encuentran normalmente en este tipo de valles son C, D y G.
Figura 2.20. Valles tipo 5
2.5.6. Valle fluvial de tipo 6
Estos valles se conocen por el nombre de valles de falla o fractura. Están
controlados por factores estructurales y en sus laderas predominan los
coluviones. La pendiente del fondo de valle es moderada, inferior al 4% (figura
2.21). En tramos de estos valles pueden existir zonas de abundantes depósitos
33
aluviales ó aluvio-coluviales, pero en general los valles tienen siempre un
confinamiento lateral estructural, y el aporte sedimentario suele ser escaso.
Los tipos de río mas frecuentes para este tipo de valles son el B y raramente
los de tipo C y F (sobre todo en zonas de valle ancho y plano). Bajo condiciones
de desequilibrio, también se llegan a observarse ríos de tipo G.
Figura 2.21. Valles tipo 6
2.5.7. Valle fluvial de tipo 7
Estos valles se caracterizan por formas de relieve abruptas a moderadas, con
laderas fuertemente disectadas por una densa red de drenaje y con un aporte de
sedimentos muy elevado (figura 2.22). Se encuentran profundamente incididos
tanto en materiales coluviales y aluvionales como en suelos residuales. Este tipo
de valle se puede observar en una gran variedad de zonas y dan lugar a parajes
singulares como los badlands.
Los tipos de ríos más frecuentes en estos valles son los A y G, los cuales se
componen de canales con gradientes de pendiente moderados, encajados,
confinados e inestables debido a los procesos acrecionales tanto verticales como
laterales.
34
Figura 2.22. Valles tipo 7
2.5.8. Valle fluvial de tipo 8
Son fácilmente identificables por la presencia de terrazas fluviales múltiples
localizadas lateralmente a lo largo de amplios valles con relieves suaves y
escalonados hacia el fondo del valle. Las terrazas aluviales y las llanuras de
inundación son las formas de relieve típicas de un elevado aporte sedimentario
(figura 2.23).
Las terrazas glaciares también pueden darse en este tipo de valles pero
descansan a mayores alturas sobre el río actual que las terrazas del Holoceno.
Los ríos de tipo C y E, con un encajamiento ligero, canales meandriformes
con formas de lecho riffle-pool, son los más frecuentes en estos valles. Los ríos
de tipo D, F,y G también pueden ser posibles en estos valles, según la zonas y
las caracteristicas de la ribera.
Figura 2.23. Valles tipo 8
35
2.5.9. Valle fluvial de tipo 9
Estos tipos de valle se dan en llanura de fusión glacial y/o en dunas donde los
suelos se derivan de depósitos de tipo glacial, aluvial y/o eólico. Debido a la
naturaleza de los depósitos, el aporte sedimentario es elevado y normalmente se
desarrollan tipos de río C y D asociados a grandes tasas de divagación (figura
2.24).
Figura 2.24. Valles tipo 9
2.5.10. Valle fluvial de tipo 10
Son valles anchos de relieves suaves y formados en materiales de tipo aluvial,
tanto por procesos de sedimentación fluvial como lacustre (figura 2.25). Los
suelos son mayoritariamente aluviales mientras que, menos comúnmente,
también podrían darse suelos de sedimentación eólica.
Las formas de relieve comúnmente observadas son llanuras de influencia
marina, extensas llanuras lacustres y/o llanos aluviales que pueden exhibir
humedales de gran extensión. Los tipos fluviales C, E y DA son los más
observados aunque en muchas ocasiones, donde el río ha sido canalizado o el
nivel de base modificado, se pueden observar ríos de tipo G y F.
Figura 2.25. Valles tipo 10
36
2.5.11. Valle fluvial de tipo 11
Es el único valle definido caracterizado por situarse en grandes deltas
fluviales y/o llanuras mareales. Los materiales que se encuentran son aluviones
de origen fluvial y depósitos de estuario. Estos valles o zonas deltaicas son
frecuentemente zonas pantanosas, saladas o de agua dulce.
Existen morfológicamente 4 tipos de formaciones deltaicas diferentes,
descritas inicialmente por Fischer et al. en 1969, las cuales producen diversos
tipos fluviales o modelos fluviales que incluyen alargados, lobulados, con
dominancia de oleaje y con dominancia de la marea. Los dos primeros son
constructivos y los otros dos destructivos.
Además de las formas de relieve deltaicas se presentan como representativas
grandes extensiones de humedales y sedimentos cohesivos con múltiples canales
estables, típicos del tipo de río DA (ríos anastomosados).
Los tipos de ríos encontrados en zonas de deltas son principalmente los
canales de distribución de tipo DA o canales múltiples propios de ríos de tipo D,
con ocasionales ríos de tipo C y E. El tipo de río DA es el más común para este
tipo de valles.
37
3
Aplicación de los criterios de clasificación
de Rosgen al río Gállego
3.1. METODOLOGÍA DE APLICACIÓN
A la hora de establecer una metodología de trabajo en sistemas fluviales es
preciso tener en cuenta en primer lugar algunas premisas y dificultades que
derivan de la enorme complejidad y diversidad de los cursos de agua (Ollero,
2000, 2002), lo cual implica,
-que son difíciles de abordar metodológicamente, especialmente en el
campo,
-que para clasificarlos y caracterizarlos es necesario siempre un proceso de
simplificación que hará que nunca estemos del todo satisfechos con
nuestro análisis y nivel de detalle,
-que, por tanto, es fundamental la elección previa de una escala o escalas de
trabajo,
-que habremos de ajustar los métodos a las características y objetivos del
trabajo (área de estudio, presupuesto, experiencia, equipamiento
técnico...)
El éxito de la clasificación de Rosgen, aplicada en numerosos sistemas
fluviales de todo el mundo, estriba precisamente en su adaptabilidad a cualquier
curso de agua, pero también hay que tener en cuenta que no es una clasificación
perfecta, fundamentalmente porque presenta dudas para algunos tipos de cauces
y no soluciona las situaciones de transición entre tramos homogéneos, por lo que
obliga a romper la continuidad del sistema. Por experiencia podemos asegurar
que estos problemas aparecen en cualquier clasificación que queramos aplicar,
incluso si la creamos nosotros mismos para un trabajo específico (Ollero, 2000).
Pero también consideramos que la de Rosgen, como cualquier otra, es preciso
adaptarla al área de estudio y a los objetivos del trabajo en curso.
En el presente trabajo, dado que su objetivo final es precisamente demostrar
la utilidad de la clasificación de Rosgen para tipificar los cursos de agua de la
cuenca del Ebro, se va a tratar de ser fieles al máximo a la clasificación,
aplicándola con rigor y dejando para la fase final del trabajo (protocolo) la
38
propuesta de modificaciones o adaptaciones. Así pues, para la aplicación estricta
de esta clasificación es preciso establecer una metodología que inevitablemente
requiere trabajo de campo y obliga a fragmentar los cursos fluviales en sectores
homogéneos.
La metodología desarrollada está conformada por cinco procesos que vienen a
coincidir con otras tantas fases de trabajo, y será explicada con detalle a
continuación:
Fase 1) Aprendizaje de la metodología de Rosgen (1994, 1996), con
especial atención a sus parámetros de clasificación, y elaboración de un
sistema de trabajo.
Fase 2) Reconocimiento de los cursos fluviales a estudio y subdivisión de
los mismos en sectores funcionales (Amoros et Petts, 1993) internamente
homogéneos pero diferenciados entre sí por criterios hidrogeomorfológicos (Ollero, 2003)
Fase 3) Obtención en gabinete de los parámetros pendiente y sinuosidad
Fase 4) Elección de puntos de muestreo y trabajo de campo
Fase 5) Presentación de los resultados
3.1.1. Parámetros de clasificación y sistema de trabajo
La metodología de Rosgen hasta el nivel II emplea 5 grandes parámetros para
la clasificación de cursos fluviales: pendiente, sinuosidad, ratio de encajamiento,
relación anchura/profundidad y materiales del cauce. Por tanto, el trabajo básico
debe encaminarse a caracterizar esos cinco parámetros para el conjunto de la red
fluvial a estudio. Es preciso diseñar un sistema de trabajo para la obtención de
esos parámetros, tal como se explica a continuación. Puede observarse en la
tabla 3.1 que los dos primeros parámetros se pueden obtener en gabinete, pero
los tres restantes requieren necesariamente trabajo de campo, en concreto
transectos, secciones o perfiles transversales al cauce.
Al tratarse de transectos no son continuos, por lo que cuantos más se realicen
mejor dentro de cada tramo o sector funcional. Los valores a emplear en la
clasificación pueden ser la media de todos ellos.
Además de estos 5 parámetros imprescindibles para la clasificación de
Rosgen, hay otros que aportan información muy interesante con poco esfuerzo
adicional, información que en algunos casos puede utilizarse para los niveles
superiores de análisis establecidos por Rosgen. Unos y otros datos se integran en
una ficha de trabajo que es explicada en el apartado 3.1.4.2.
39
Tabla 3.1. Metodología
parámetro
sistema de trabajo
en el caso del Gállego…
pendiente Empleo de un Modelo Digital del Se ha generado con ArcInfo a
Terreno con cotas en el cauce, partir de un MDT a 20 m aplicado
superponiéndolo al trazado del a la planimetría del río procedente
cauce.
del SIG de la CHE. El comando
realiza un muestreo sistemático a
lo largo de la línea del río e
interpola los valores de elevación
del MDT en cada punto. Se fijó
una distancia entre puntos de 25 m.
sinuosidad Medición sobre cartografía del Se ha realizado sobre cartografía
mayor detalle posible de la 1:50.000 a dos niveles de detalle:
longitud
del
cauce,
previa para cada sector funcional y para
subdivisión en tramos equivalentes cada subtramo limitado por los
a líneas rectas de la red fluvial. El puntos de corte de las curvas de
índice de sinuosidad se obtiene en nivel (equidistancia 20 m) en el
cursos no encajados dividiendo la cauce. En ambos casos se ha
longitud del cauce entre la del empleado un planímetro digital
valle, y en los cursos encajados para medir la longitud del cauce.
dividiendo longitud del cauce entre
longitud de la línea recta del tramo.
Trabajo de campo imprescindible. El mismo procedimiento de campo
ratio de
Perfil transversal abarcando el descrito en el recuadro de la
encajacauce y el llano de inundación. Es izquierda
miento
(anchura
preciso obtener previamente la
bankfull /
profundidad máxima de bankfull,
anchura
ya que el flood-prone es el doble
de la misma, y a continuación se
floodmide la anchura del flood-prone
prone)
sobre la topografía transversal.
Trabajo de campo imprescindible. Sobre el transecto cálculo de la
anchura/
profundi- Medición de anchura del cauce profundidad media, que se obtiene
bankfull y de la profundidad media dividiendo sección entre anchura
dad
del mismo en cada uno de los bankfull. A continuación se divide
puntos de muestreo.
anchura entre profundidad media.
materiales Trabajo de campo imprescindible. Medición de 25 muestras tomadas
Medición del lado mayor o aleatoriamente en el transecto o
cauce
diámetro (o anotación del sustrato bien en el perfil longitudinal del
rocoso, en su caso) del mayor cauce bankfull
número de muestras posible
tomadas aleatoriamente sobre el
cauce bankfull
40
3.1.2. Sectores funcionales homogéneos
Dado que el transecto o perfil transversal del cauce es el sistema de trabajo
necesario para obtener parámetros básicos en la clasificación como la anchura y
profundidad de bankfull y flood-prone, o para el análisis de los materiales del
cauce, no queda otro remedio que fragmentar la red fluvial a estudio en tramos,
ya que es imposible lograr una medición continua, en la longitud de todo el
curso final, de los citados parámetros. Por tanto, se aplicará la clasificación de
Rosgen a cada tramo, a partir de lo medido en gabinete y en uno o más
transectos de campo.
Este hecho implica que hay que realizar una tramificación previa correcta y
precisa, ya que será clave en la aplicación de la clasificación. Desde nuestro
punto de vista, las variaciones espaciales significativas en la geomorfología del
valle y/o del cauce deben ser las que marquen los límites entre tramos. La
clasificación de Rosgen define tipos por su morfología, por lo que está de
acuerdo también con nuestra propuesta. Así pues, la tramificación del Gállego y
sus afluentes se ha realizado con base en un criterio fundamental: la
geomorfología de valle y cauce, es decir, lo que Bravard y Petit (1997)
denominan el “estilo fluvial”. Amoros y Petts (1993) proponen el término
“sector funcional” en lugar de tramo para suavizar la idea de ruptura del
continuo fluvial, ya que dichos sectores se insertan en el sistema influyendo
unos en otros sin solución de continuidad en la mayor parte de sus funciones.
La tramificación debe ser previa a la clasificación, ya que debe ser previa al
trabajo de campo, puesto que los puntos de muestreo han de elegirse y
seleccionarse en función de los tramos o sectores funcionales. Sin embargo, la
tramificación requiere en cierta medida una “preclasificación” provisional o una
estimación de los tipos esperables. Porque se entiende que cada sector funcional
es lo suficientemente diferente de sus vecinos superior e inferior como para que
le corresponda un tipo diferente en la clasificación de Rosgen. Si al aplicar de
forma definitiva la clasificación resultaran dos sectores consecutivos con el
mismo tipo habría que unirlos en un solo sector. Ello no tiene ninguna
importancia de cara a los objetivos de la aplicación de la clasificación, pero nos
habrá hecho trabajar más de la cuenta, ya que si hemos fragmentado
excesivamente el curso fluvial habremos hecho más mediciones y más trabajo
de campo que lo estrictamente necesario.
Para desarrollar una buena tramificación es preciso un meticuloso trabajo con
fotografía aérea, recorriendo visualmente el curso fluvial y anotando sobre el
mapa todos los cambios claros en el estilo fluvial que puedan constituir límites
entre sectores funcionales. Igualmente es conveniente consultar el perfil
longitudinal para observar cambios de pendiente significativos. Los embalses
41
son tramos en sí mismos y quedarán fuera de clasificación por cuanto no
funcionan como cursos fluviales.
La tramificación realizada de acuerdo con los citados criterios y metodología
ha dado lugar a 26 sectores homogéneos para el curso del Gállego. En la tabla
3.2 se especifican los sectores funcionales analizados, su estilo fluvial o
caracterización geomorfológica básica del valle y del cauce, el tipo
correspondiente a la clasificación de Ollero (2000) y el tipo que se les estima en
la clasificación de Rosgen antes de aplicarla.
sector
funcional
Gállego 1
Gállego 2
Gállego 3
Gállego 4
Gállego 5
Gállego 6
Gállego 7
Gállego 8
Gállego 9
Gállego 10
Gállego 11
Gállego 12
Gállego 13
Tabla 3.2. Tramificación y clasificación previa
estilo fluvial
clasificación tipo valle previsión
Ollero (2000) Rosgen
Rosgen
alta montaña, cauce inicial, mal
Poco sinuoso
1
Aa+
definido, con escalones,
pendiente
progresivamente pierde pendiente
y se hace suavemente sinuoso
embalse prácticamente colmatado
no clasificable
por lo que se superpone un cauce
trenzado
valle encajado, cauce en escalones
Recto
1
A
prácticamente recto
pendiente
embalse
no clasificable
valle encajado alternando en V y
Poco sinuoso
4
A
paredes verticales, cauce sinuoso
encajado
embalse
no clasificable
valle encajado en V, cauce
Poco sinuoso
4
F
sinuoso con algunas barras de
encajado
sedimentos
valle encajado que se abre
Meandriforme
2
Cb
progresivamente, cauce con
encajado
meandros
cauce trenzado en artesa glaciar,
Trenzado de
5
D
de trazado alterado por
curso bajo
antropización
cauce meandriforme con barras en Meandriforme
8
C
valle abierto al pie de morrena
amplio
frontal
embalse
no clasificable
cauce poco sinuoso en valle
Poco sinuoso
6
B
semiencajado
de curso bajo
cauce meandriforme con barras en Meandriforme
8
C
valle más abierto
amplio
42
sector
estilo fluvial
funcional
Gállego 14 cauce sinuoso en valle
semiencajado
Gállego 15 cauce de meandros poco
pronunciados en valle encajado
Gállego 16 cauce de meandros de gran
amplitud de onda en valle
semiencajado
Gállego 17 embalse
Gállego 18 valle encajado en calizas con
amplias curvas, cauce pendiente
Gállego 19 fondo de valle encajado en
terrazas, cauce meandriforme de
menor pendiente
Gállego 20 cauce poco sinuoso semiencajado
en terrazas
Gállego 21 embalse muy colmatado, se está
renaturalizando como
meandriforme libre
Gállego 22 cauce meandriforme semiencajado
en los niveles de terraza
Gállego 23 cauce meandriforme con barras de
sedimentos y subdivisión en
brazos
Gállego 24 cauce de transición trenzadomeandriforme en valle abierto
Gállego 25 Cauce meandriforme divagante
sobre extenso llano de inundación
Gállego 26 cauce de transición trenzadomeandriforme alterado y con
tramos canalizados
clasificación tipo valle previsión
Ollero (2000) Rosgen
Rosgen
Poco sinuoso
6
B
de curso bajo
Meandriforme
2
F
encajado
Meandriforme
8
C
amplio
no clasificable
Meandriforme
4
encajado
Meandriforme
8
encajado
F
Bc
Poco sinuoso
8
de curso bajo
no clasificable
Bc
Meandriforme
amplio
Meandriforme
libre
8
C
8
C
Trenzado de
curso bajo
Meandriforme
libre
Trenzado de
curso bajo
8
D
8
C
8
C
3.1.3. Pendiente y sinuosidad del cauce
Para la obtención de estos dos parámetros se trabajó en primer lugar en
gabinete sobre cartografía topográfica a 1:50.000. Con apoyo en las curvas de
nivel, que son las que informan de las cotas de altitud en los puntos en los que
cortan el cauce, se ha medido la longitud de cauce entre cotas consecutivas,
obteniéndose así con facilidad y continuidad tanto la pendiente como la
sinuosidad. La primera se logra dividiendo el desnivel de 20 m entre curvas
43
entre la longitud del cauce. La sinuosidad se calcula dividiendo la longitud del
cauce entre dos curvas de nivel consecutivas entre la línea recta, siempre que
ésta no se salga del valle. Si el valle presenta cambios de dirección hay que
quebrar la recta siguiendo los mismos.
Para el tratamiento de la pendiente del cauce se ha probado otra metodología
consistente en la generación con ArcInfo a partir de un MDT a 20 m, aplicado a
la planimetría del río procedente del SIG de la CHE, aunque este último no se
adecua demasiado bien a la resolución del MDT, mucho mayor. El comando
realiza un muestreo sistemático a lo largo de la línea del río e interpola los
valores de elevación del MDT en cada punto concreto. En este caso se fijó una
distancia entre puntos de 25 m. Las Figuras 3.1 y 3.2 representan la variación de
la altitud y de la pendiente con respecto a la distancia desde el nacimiento del
río.
Figura 3.1. Perfil longitudinal
2500
Río Gállego
Elevación (m)
2000
1500
1000
500
0
0
20
40
60
80
100
120
140
160
180
200
Distancia (Km)
44
Figura 3.2 Pendientes parciales
800
Pendiente (milésimas)
Río Gállego
600
400
200
0
0
20
40
60
80
100
120
140
160
180
200
Distancia (Km)
3.1.4. Trabajo de campo
El trabajo de campo en cursos fluviales es enormemente complejo y, en
general, poco agradecido, ya que se requiere un tiempo considerable para
obtener pocos resultados. Además, los datos obtenidos siempre son
insuficientes, ya que cada metro de un curso fluvial es diferente del anterior y
del siguiente. Así, nunca estaremos del todo satisfechos con la ubicación elegida
para nuestras mediciones, y nunca podremos hacer todas las mediciones
deseables para la caracterización de un tramo o sector funcional en toda su
complejidad.
3.1.4.1. Elección de puntos de muestreo
Lo ideal para caracterizar un sector funcional y para aplicar lo más
correctamente posible la clasificación de Rosgen habría sido establecer varios
puntos de muestreo o de trabajo de campo en cada uno de los sectores. Sin
embargo, por cuestiones presupuestarias y de tiempo no se han podido plantear
para el presente trabajo más de 20 puntos de muestreo, por lo que tan sólo se ha
45
podido establecer un punto de muestreo por sector funcional, e incluso algún
sector ha quedado sin punto de muestreo.
Lo normal es que en trabajos aplicados haya que adaptarse siempre a
situaciones similares, por lo que es difícil poder disponer de más de un punto de
muestreo por sector funcional, salvo en trabajos que exijan precisamente un gran
detalle en un área de estudio muy pequeña. Si sólo se puede trabajar en un punto
de muestreo es tan difícil como arriesgado elegirlo, ya que debe ser
representativo del sector funcional, de su normalidad o caracteres más generales.
Ha de procederse, por tanto, a un meticuloso reconocimiento previo en
fotografía aérea de todo el sector funcional, junto a una corroboración de campo,
para elegir correctamente el punto. De la correcta elección depende buena parte
del éxito del trabajo, por lo que la responsabilidad de la misma debe recaer en la
persona o personas de mayor experiencia en el equipo.
Y, además, el punto de muestreo debe ser accesible por las personas que van a
realizar las mediciones, tanto en un medio de transporte que las deje, junto con
el instrumental necesario, lo más cerca posible del cauce (cuanto más lejos más
tiempo y esfuerzo se empleará) como en el acceso físico directo al cauce, que no
debería requerir de medios especiales, como por ejemplo técnicas de escalada.
Hay que tener en cuenta, además, que si el río es caudaloso es necesario realizar
las mediciones desde una embarcación, que habrá que transportar hasta la misma
orilla o bien hacerla descender o remontar sobre la propia corriente hídrica. En
el Gállego ha sido necesario emplear piragua en 5 puntos de muestreo.
3.1.4.2. La ficha de campo
Para el presente trabajo de aplicación al Gállego de la clasificación de Rosgen
se ha diseñado una ficha de campo que reúne tanto parámetros necesarios para
definir el tipo correspondiente dentro de dicha clasificación como otros campos
de información que consideramos básicos para definir y caracterizar un tramo de
la red fluvial. Por otro lado, se ha hecho un esfuerzo para que la ficha sea
visualmente unitaria, de manera que se trabaje con facilidad posteriormente a la
hora de comparar fichas o realizar tratamientos de datos más globales.
Como se puede observar, la ficha cuenta con cinco grandes apartados:
-El sector funcional para el que se realiza, señalado en el ángulo superior
derecho, definido por el nombre del río y el número de sector contado
desde el nacimiento u origen del sistema fluvial.
-Una columna izquierda destinada a la caracterización del sector
funcional, cuya información se completa en gabinete desde cartografía y
fotointerpretación.
46
-Una columna derecha dedicada al punto de muestreo representativo
en el que se han realizado las mediciones de campo.
-La fecha de toma de datos en el campo, para la que se especifica el día
exacto, lo cual puede ser interesante, por ejemplo, para consultar los
caudales registrados en estaciones de aforo en la misma fecha.
-Por último, el tipo resultante de acuerdo con la clasificación de Rosgen,
ubicado en el extremo inferior derecho de la ficha.
En la caracterización del sector funcional se incluyen los siguientes campos,
distribuidos en tres grandes bloques. El primer bloque reúne informaciones
básicas para las que es preciso aportar los datos del inicio del sector y del final
del sector. Ello es fundamental para observar e interpretar las diferencias entre
sectores y el incremento o decremento de algunas variables en función del
progresivo descenso del curso fluvial y del correspondiente aumento de la
superficie de cuenca.
Latitud, longitud y altitud, es decir, coordenadas (UTM) fundamentales
del punto de inicio y del punto final de cada sector.
Distancia desde nacimiento (km), que señala la longitud total del curso
fluvial hasta el tramo.
Superficie de cuenca en km2, que ha sido medida sobre cartografía
topográfica con un planímetro digital y confirmada con un modelo
digital del terreno y otros datos preexistentes (C.H.E., bibliografía,
anuarios hidrológicos...).
A continuación se desarrolla un bloque de parámetros que se aplican al
conjunto del sector. Son, por tanto, valores totales o medios.
Geología, breve referencia a las formaciones atravesadas por el curso
fluvial en el sector funcional.
Relación del cauce con el acuífero, breve referencia a los caracteres del
acuífero relacionado con el curso fluvial y a la conexión entre ambos.
Longitud del cauce (km): medida con curvímetro digital sobre cartografía
1:50.000.
Pendiente del cauce (m/m), valor medio obtenido de dividir el desnivel del
cauce en el sector entre su longitud.
Índice de sinuosidad, que en los cursos no encajados se obtiene dividiendo
la longitud del cauce entre la del valle, mientras en los cursos encajados
se ha obtenido dividiendo la longitud del cauce entre la longitud de una
línea recta ideal que sólo se quiebra en puntos de cambio de dirección
estructural del valle.
47
El tercer bloque es descriptivo de los principales caracteres del valle y del
cauce:
Tipo de valle, para el que se ha aplicado la propia clasificación de valles
desarrollada por Rosgen en 11 tipos. Se comentan también algunos
caracteres litológicos y geomorfológicos relevantes.
Tipo de cauce: se han simplificado de forma básica en tipos habituales
como poco sinuoso, meandriforme, meandriforme libre, meandriforme
con barras, transición al trenzado, trenzado.
Anomalías en valle y en cauce: se anotan en este apartado, si las hay,
referencias a los subtramos que no responden al estilo general del sector,
sino que presentan caracteres diferentes provocados por afloramientos
litológicos, fracturas, rupturas de pendiente, llegadas de afluentes,
situaciones de transición hacia otros sectores, impactos que alteran la
morfología del cauce (presas, defensas, extracciones de áridos…), etc.
Perfil longitudinal: que se ha llevado a cabo a partir de los datos de
altitud, distancia y pendiente (tabla Excel), exagerando gráficamente la
escala vertical.
Los campos correspondientes al punto de muestreo representativo se refieren
fundamentalmente a la morfología del cauce, a su competencia geomorfológica
y a su dinámica, y son los siguientes:
Latitud, longitud y altitud: coordenadas de localización exacta del punto
de muestro, obtenidas con GPS y ratificadas en cartografía topográfica.
Estructura longitudinal: las secuencias más habituales son sucesiones de
escalones o cascadas y pozas (step-pool), o bien de rápidos y remansos
(riffle-pool). Puede ser también muy irregular y, por tanto, difícil de
calificar, o bien encontrarnos un cauce muy homogéneo, sin alternancias.
Pendiente local (en m/m): se mide sobre la lámina de agua del curso
fluvial y se obtiene a partir de una medida de desnivel de cota a 25 m
aguas arriba y otra a 25 m aguas abajo respecto del punto de muestreo.
En cursos con curvas en los que no son visibles esos puntos a 25 m de
distancia se ha procedido a medir el desnivel entre distancias más cortas.
En cauces con escalones o rápidos irregulares se ha medido el desnivel
entre distancias mayores de 25 m para obtener un dato de pendiente más
fiable y representativo del tramo.
Anchura y profundidad en bankfull (en m): son las dimensiones básicas
del cauce y se obtienen realizando un transecto o perfil transversal en el
punto de muestreo, transecto que constituye la parte más laboriosa del
trabajo de campo. Dependiendo de las características del fondo del lecho
se han realizado medidas topográficas en intervalos fijos (cada metro,
48
por ejemplo) o bien de forma concreta en cambios bruscos de pendiente
o para marcar la ubicación de grandes bloques. Generalmente se han
combinado las dos posibilidades a lo largo del mismo transecto. El
bankfull, bien marcado generalmente por un cambio en la pendiente de
cada orilla, ha sido modelado o labrado por las crecidas más frecuentes
del sistema fluvial. La determinación del bankfull ha sido problemática
en algunos casos, pero se han seguido los criterios y métodos recogidos
en la literatura internacional o por el propio Rosgen, como la
observación de la antigüedad de los sedimentos depositados o la
presencia de vegetación permanente, además de los cambios en la
pendiente. En suma, se ha medido la anchura en bankfull que registra el
transecto de muestreo y la profundidad, en este caso tanto la media como
la máxima.
Anchura/profundidad: es un índice clásico en la morfometría fluvial, con
un valor comparativo y de indicador de la estructura transversal del
cauce. Se ha optado por aplicar la profundidad media, que se obtiene
dividiendo la sección entre la anchura en bankfull. Esta ratio es
indicadora de la energía del cauce, de la capacidad de mover sedimentos
y, en cierta medida, del grado de inestabilidad lateral o vertical del
cauce, pero no indica la asimetría de la sección.
Anchura en flood-prone (en m): viene a representar el nivel de las
crecidas extraordinarias y es estimado por Rosgen (1996) como el doble
de la profundidad máxima del bankfull. Es preciso calcular su anchura –
que en algunos casos puede coincidir con la totalidad del llano de
inundación– en el mismo transecto, de cara a la obtención de la ratio de
encajamiento. Schmitt (2001) sólo usa el método de Rosgen cuando el
perfil del cauce es en V. Cuando el fondo del valle es aluvial calcula su
anchura en el mapa topográfico 1:25.000.
Ratio de encajamiento: indicador de la estructura cauce-ribera, de fácil
obtención: la anchura en flood-prone entre la anchura en bankfull. Es la
relación del cauce con su valle, el grado en el que el primero está
encajado o incidido en el segundo (Kellerhalls et al., 1976: Rosgen,
1996), por lo que indica las posibilidades de desplazamientos laterales
del cauce menor en el fondo del valle (Schmitt, 2001). Según los valores
de ratio de encajamiento, Rosgen (1996) distingue 3 tipos de cauce: muy
encajado (1 a 1,4), moderadamente encajado (1,41 a 2,2) y débilmente
encajado o con llanura de inundación bien desarrollada (>2,2).
Sección bankfull (en m2): medida fundamental de la capacidad de desagüe
del cauce y paso previo para la estimación del caudal.
Radio hidráulico: valor necesario para la aplicación de la fórmula de
Manning, se obtiene dividiendo la sección entre el perímetro de mojado
49
(siempre en bankfull). Dicho perímetro se ha obtenido en cada caso
desde el dibujo de la sección transversal.
Mapa de localización reducido del sector funcional en el contexto del río.
Sección transversal: se incluye reducido y simplificado el transecto
realizado, que aparecerá a mayor tamaño en anexo. La margen izquierda
se representa a la izquierda de la imagen.
Imagen del punto de muestreo: Rosgen suele desarrollar un dibujo a
mano alzada, no a escala, del punto de muestreo y su contexto, con
especial referencia a la morfología del cauce y del corredor ribereño. En
nuestro caso hemos optado por ubicar en este campo una fotografía o
montaje fotográfico del punto de muestreo en su contexto local.
Sustrato: comentario sencillo de los materiales aflorantes en la sección
transversal, en referencia directa al perímetro mojado.
Zona hiporreica: comentario sobre los materiales que aparecen debajo del
sustrato, en una segunda capa de sedimentos, o bien se confirma la
persistencia en profundidad de los caracteres del sustrato.
Caudal bankfull: indicador hidrológico fundamental (Williams, 1978) que
resume el funcionamiento del sistema y el grado de peligrosidad del
mismo. Es considerado el caudal “morfogénico” por excelencia, es decir,
el caudal que forma el cauce y el capaz de transportar más material
(Schumm, 1977). Se ha obtenido mediante la fórmula de Manning: Q =
2/3
1/2
2
A [(R S ) / n], siendo A el área de la sección (m ), R el radio
hidráulico (m), S la pendiente local del cauce (m/m) y n el coeficiente de
rugosidad. Este último se ha obtenido en el presente trabajo estimándolo
con ayuda de las tablas de Cowan a partir de la observación directa en el
punto de muestreo.
Fuerza de tracción: parámetro sencillo e independiente del caudal que
informa de la energía potencial del sistema fluvial y se obtiene
(newtons/m2) a partir de la fórmula τ = ρ g Rh S, siendo ρ la masa
volumétrica del agua (1.000 kg/m3), g la aceleración de la gravedad (9,8
m/s2), Rh el radio hidráulico y S la pendiente local (m/m).
Potencia específica en bankfull, que se obtiene (en watios/m2) de acuerdo
con la siguiente fórmula: ς = ρ g Qb S / w, siendo ρ la masa volumétrica
del agua (1.000 kg/m3), g la aceleración de la gravedad (9,8 m/s2), Qb el
caudal bankfull (m3/s), S la pendiente local (m/m) de la lámina de agua y
w la anchura bankfull (m). Es un indicador del equilibrio del cauce y de
su competencia, permitiendo comparar la energía de cauces de tamaños
diferentes (Ferguson, 1981; Gilvear et Bravard, 1993; Petit, 1995).
Schmitt (2001) recoge varias clasificaciones según los resultados
50
obtenidos. Nanson & Crooke (1992) diferencian tres grandes tipos de
llanuras de inundación en función de la potencia específica: de gran
energía (> 300 w/m2) en llanos encajados, de energía media (de 10 a 300
w/m2) en llanos de notable acreción lateral con cursos meandriformes o
trenzados, de poca energía (< 10 w/m2) en llanuras de inundación
cohesivas (arcillas, limos), asociadas a un cauce lateralmente estable o a
cauces anastomosados. Brookes et al. (1983) establecen el umbral de 35
w/m2, por debajo del cual un cauce canalizado no es física y
naturalmente reversible. Hay que tener en cuenta que en nuestro caso el
caudal empleado en la fórmula no es el medio, sino el obtenido a partir
de la fórmula de Manning como caudal bankfull. Así pues, hemos
obtenido la potencia específica en momentos de aguas altas o crecidas,
por lo que los valores son más altos y no son aplicables las
clasificaciones de Nanson & Croke (1992) y Brookes et al. (1983).
Centilo: se trata de la longitud del lado mayor del bloque de mayor tamaño
encontrado en el cauce que haya sido transportado por el río (con
síntomas de rodamiento, por tanto) y constituye un indicador de la
competencia o energía de la corriente fluvial.
Granulometría: Clasificación de los materiales del lecho en dos grandes
posibilidades: sustrato rocoso (bedrock) o sustrato aluvial, y en el
segundo caso en varios grupos en función del tamaño y siguiendo la
taxonomía anglosajona (Wolman, 1954): bloques (boulders, más de 25
cm de lado mayor, por lo que englobamos tanto los grandes como los
pequeños, tal como los agrupa Rosgen), cantos (cobble, de 6 a 25 cm),
gravas (gravel, de 2 mm a 6 cm), arenas (sand, de 0,062 mm a 2 mm) y
finos (silt/clay, menos de 0,062 mm). Para ello se han muestreado
aleatoriamente 25 observaciones en la transversal del punto de muestreo
y se obtienen los porcentajes de cada uno de los grupos. El grupo
dominante será un dato clave a introducir en la clasificación de Rosgen.
Si el sustrato es exclusivamente aluvial, no aflorando la roca, Rosgen
aconseja que se tome como característico el valor del D50, es decir, del
diámetro de la muestra de tamaño medio. En nuestro caso, al realizar 25
observaciones, será el tamaño de la muestra 13, una vez ordenadas de
mayor a menor. Sólo se toman muestras por debajo del nivel de bankfull.
Si el cauce bankfull cuenta con más de 12 m de anchura se lanza la cinta
métrica transversalmente al cauce y se mide una muestra cada 50 cm. Si
el cauce bankfull es estrecho se toman las muestras en el perfil
longitudinal, colocando la cinta métrica y midiendo una muestra cada 50
ó 100 cm. En este segundo caso hay que tratar de no medir ni muy cerca
de las orillas ni sobre el talweg o línea de máxima profundidad, sino
buscar una posición intermedia.
51
Dinámica vertical, que puede resolverse en tres posibilidades: incisión
más o menos intensa, acreción o elevación del cauce por procesos
sedimentarios, o bien estabilidad y, por tanto, ausencia de dinámica.
Sería observable tras un lapso de tiempo, por ejemplo en puentes, donde
conviene establecer algún tipo de marcaje de cara a futuras
observaciones. También puede estimarse observando las orillas por
debajo de bankfull, ayudando generalmente la vegetación (las raíces al
descubierto son síntoma de incisión, mientras plantas semienterradas por
sedimentos hablan de un proceso reciente de acreción). Si se observa una
correcta distribución en las secuencias longitudinales (step-pools, rifflepools...) y una pendiente local acorde con el perfil longitudinal y con el
perfil de equilibrio del tramo, podemos considerar que la dinámica
longitudinal-vertical es correcta o relativamente estable. En caso
contrario, si observamos en el punto de muestreo irregularidades en la
estructura longitudinal o una pendiente local muy diferente de la
pendiente del tramo hay que interpretarlo como situación inestable y se
entiende que el sistema fluvial está ejerciendo una dinámica en su
búsqueda de equilibrio (bien procesos de incisión lineal y retroceso
remontante, bien procesos de agradación).
Dinámica lateral: resultado de procesos de erosión y sedimentación en las
orillas del cauce, pudiendo desembocar incluso en migraciones y
cambios de trazado. En cursos anchos puede evaluarse con facilidad
comparando fotografías aéreas verticales de diferentes fechas (método
geomorfológico-diacrónico), o bien mapas de distintas fechas.
Localmente puede observarse en el campo fijándonos en la antigüedad
de los depósitos o en síntomas de erosión reciente. Schmitt (2001)
propone un índice de movilidad ponderada = S (3B / 4L), siendo S la
longitud de orilla zapada, B la longitud de depósitos y L la longitud del
enclave observado. Muy empleado por ecólogos es el índice de
movilidad de Pfankuch (Collier, 1992; Gourdin, 1997). En nuestro caso
no ha habido posibilidad de aplicar estos índices que hubieran requerido
una más prolongada y detenida observación en trabajo de campo.
Observaciones: se anotan, por último, aspectos interesantes para los
observadores, como fundamentalmente impactos en el punto de muestreo
o sus proximidades, alguna problemática local en el área de muestreo,
huellas de crecidas recientes, o bien elementos o procesos que puedan
suscitar dudas o futuras consideraciones. También pueden incluirse
singularidades conocidas a partir de bibliografía o de experiencia previa
de los observadores.
52
Figura 3.3. Leyenda empleada en los transectos o secciones transversales
53
3.1.4.3. Anexos a la ficha
En el dossier de cada uno de los sectores funcionales en los que se ha llevado
a cabo muestreo se incluyen varios anexos que por sus dimensiones no podían
aparecer en la ficha de trabajo, o bien lo hacen a un tamaño muy reducido:
- Un comentario de texto sobre los caracteres más relevantes del sector
funcional y de los datos obtenidos.
- El mapa de localización del sector funcional y del punto de muestreo
- El perfil longitudinal a mayor tamaño que el incluido en la ficha
- Una tabla de datos con las mediciones topográficas del transecto,
empleadas en el trazado del mismo.
- El transecto o sección transversal en tamaño DIN A4, elaborado en
Adobe Illustrator, cuya leyenda se presenta en la página anterior. La
margen izquierda se representa a la izquierda de la imagen, es decir, el
transecto se representa como si se observara desde aguas arriba.
- Foto del punto de muestreo.
3.1.5. Presentación de los resultados
Los resultados del trabajo realizado se presentan en primer lugar de forma
global para el conjunto del río y en segundo lugar por tramos o sectores
funcionales, ofreciéndose para cada sector el citado dossier o memoria
descriptiva.
Hay que recordar que no todos los sectores funcionales se han podido trabajar
con punto de muestreo en el presente trabajo, por lo que hay dos niveles de
tratamiento, uno completo y otro más simple que incluye únicamente un breve
comentario sobre el sector funcional, incluyendo la estimación de su
clasficación, y el perfil longitudinal. En tramos embalsados no se ha incluido el
perfil.
En el planteamiento global se aporta una síntesis clasificatoria y de
funcionamiento del Gállego acompañada de un mapa de la red fluvial en la que
se representa la clasificación obtenida.
3.2. RESULTADOS
Como se ha señalado anteriormente, se ofrecen los resultados para cada uno
de los sectores funcionales del curso del Gállego a dos niveles de detalle en
función de si se ha podido realizar o no trabajo de campo sobre puntos de
54
muestreo. Los sectores en los que sí se han realizado todas las mediciones y, por
tanto, en los que se cuenta con todos los criterios, han podido ser clasificados de
forma definitiva y son los siguientes:
Tabla 3.3. Valores de los principales parámetros necesarios para la clasificación
de Rosgen
Sector
Pendiente Sinuosidad Ratio enAnchura /
Material
Tipo
funcional
cajamiento profundidad dominante Rosgen
Gállego 1
0,1037
1,047
2,55
11,67 bloques
A2a+
Gállego 3
0,0895
1,014
1,442
23,66 bloques
A2
Gállego 7
0,0301
1,086
1,121
46,15 bloques
F2b
Gállego 8
0,0229
1,313
1,318
49,11 cantos
F3b
Gállego 9
0,0160
1,220
4,319
47,92 cantos
D3
Gállego 12
0,0041
1,144
2,377
25,69 bloques
C2
Gállego 13
0,0031
1,362
3,141
27,25 bloques
C2
Gállego 14
0,0059
1,204
1,287
11,32 cantos
G3c
Gállego 16
0,0023
1,452
1,361
63,84 bloques
F2
Gállego 18
0,0076
1,447
1,220
40,34 bloques
F2
Gállego 19
0,0033
1,218
1,106
23,05 cantos
F3
Gállego 20
0,0018
1,028
1,512
43,12 cantos
B3c
Gállego 24
0,0028
1,232
3,477
30,24 cantos
C3
Gállego 25
0,0021
1,555
1,479
33,54 cantos
B3c
A.Limpias 3
0,0359
1,060
1,787
13,92 bloques
B2a
Aurín 3
0,0262
1,047
2,834
123,52 cantos
D3b
Se observa que los 16 sectores muestreados pertenecen a 12 tipos diferentes
de Rosgen, lo cual señala una amplia diversidad en el sistema fluvial estudiado.
La aplicación de la clasificación ha sido clara en la mayor parte de los casos,
pero en algunos ha sido necesario discriminar uno de los criterios para poder
lograr el tipo. En esa discriminación se han tenido en cuenta las propias
instrucciones de Rosgen.
Los resultados obtenidos son valorados como correctos y en su mayor parte
esperables. Hay un problema metodológico difícil de solventar, ya que así como
pendiente y sinuosidad se obtienen como valores medios de cada sector
funcional, los otros tres parámetros clasificatorios se obtienen en el punto de
muestreo de campo y, como ya se ha señalado, la elección de ese punto de
muestreo es clave, y no siempre resulta del todo representativa. Es imposible,
por ejemplo, localizar un punto en el que la pendiente local coincida
exactamente con la del sector funcional, y hasta que no se mide dentro del
propio cauce la pendiente local no hay manera de conocer el dato que va a salir.
Habría que haber realizado múltiples transectos y luego sacar la media o bien
55
seleccionar el más próximo a las condiciones medias del sector funcional. Esta
labor es temporal y presupuestariamente inviable, como ya se ha explicado.
Figura 3.4. Mapa de la clasificación de Rosgen en el Gállego (sectores
superiores), Aguas Limpias y Aurín.
Río Gállego
B2a
A2a+
Sin clasificar
A2
A2a+
B3c
C2
C3
D3
F2
F2b
F3
F3b
G3c
A2
F2b
F3b
D3
D3b
Río Aurín
Sin clasificar
D3b
Río Aguas Limpias
C2
Sin clasificar
B2a
C2
G3c
F2
F2
N
F3
0
B3c
7,5
15
kilómetros
Base m apa:CHE. Elaboración propia
56
Figura 3.5. Mapa de la clasificación de Rosgen en los sectores bajos del Gállego.
B3c
Río Gállego
Sin clasificar
A2
A2a+
B3c
C2
C3
D3
F2
F2b
F3
F3b
G3c
C3
B3c
N
0
7,5
15
kilómetros
Base m apa:CHE. Elaboración propia
57
Hay un caso de dos sectores funcionales consecutivos en los que se ha
obtenido el mismo tipo de Rosgen (Gállego 12 y Gállego 13, tipo C2). Ello
implica que habría que unir los dos sectores funcionales en uno, puesto que, de
acuerdo con Rosgen, son homogéneos y no habría que haberlos diferenciado.
Los datos recogidos en la siguiente tabla demuestran la calidad de las
mediciones realizadas, salvo algún caso muy concreto.
Tabla 3.4. Otros valores de referencia e indicadores de la calidad en la toma de
datos
Sector
Caudal
Fuerza de
Potencia
Centilo
funcional
tracción
específica
bankfull
Gállego 1
4,03
168,88
363,5
34
Gállego 3
11,59
232,40
510,4
35
Gállego 7
8,57
152,54
281,8
115
Gállego 8
34,26
52,08
64,1
200
Gállego 9
38,19
29,73
43,7
53
Gállego 12
52,84
49,75
158,5
72
Gállego 13
56,03
132,76
334,4
135
Gállego 14
73,94
350,51
2594,8
74
Gállego 16
91,15
35,06
51,6
49
Gállego 18
103,55
76,23
159,3
90
Gállego 19
120,72
116,65
296,4
27
Gállego 20
128,80
60,67
100,5
32
Gállego 24
106,10
27,94
51,1
78
Gállego 25
117,68
42,24
76,2
41
A.Limpias 3
15,07
118,99
262,06
109
Aurín 3
39,09
117,39
122,5
62
El caudal bankfull se incrementa progresivamente en líneas generales y es
acorde con las dimensiones de la cuenca y con los caudales medios, situándose
en unas 4 veces el caudal medio anual, lo cual es también bastante coherente con
el concepto de bankfull. Es preciso explicar algunas anomalías. En Gállego 7 se
ha obtenido un caudal excesivamente bajo ya que hubo problemas para
distinguir en campo marcas del nivel bankfull. Una vez obtenidos los cálculos en
gabinete es evidente que se aplicó un nivel excesivamente bajo y que habría que
volver al campo para buscar un nivel más alto que aportara un caudal bankfull
más lógico, en torno a los 20 ó 25 m3/s. Por otro lado, el caudal bankfull del
sector funcional Gállego 9 es un poco más bajo de lo esperado, quizás por la
anchura del acuífero aluvial y la circulación de parte de la corriente bajo el lecho
58
trenzado. Las mismas causas, junto con la propia derivación de caudales hacia
Sotonera y diversas acequias, así como por la regulación en La Peña y Ardisa
que ha ido disminuyendo el número y volumen de crecidas, pueden ser
responsables del decremento del caudal bankfull aguas debajo de Santa Eulalia,
que es donde se registra el valor más alto del parámetro. También las crecidas
del Gállego suelen mostrar un decremento de caudal punta desde dicho aforo.
Los valores de fuerza de tracción y potencia específica no muestran ninguna
tendencia clara, ya que dependen en gran medida de caracteres locales. Podrían
analizarse con más detalle si hubiera posibilidades de emplearlos como
indicadores para comprobar la buena ubicación local de cada punto de muestreo.
Destaca, por ejemplo, la enorme potencia especifica registrada en Gállego 14,
donde se ha medido en un punto de más pendiente (notablemente), menor
anchura y mayor profundidad que los valores medios de su sector funcional.
El parámetro centilo no ha resultado útil, ya que depende también de factores
externos como aportes laterales (barrancos, afluentes). Por otro lado, al tratarse
de una observación visual puntual, puede haber casos camuflados o próximos no
vistos que aumentaran el valor. Lo lógico habría sido un decremento de tamaños
aguas abajo, pero con una sola muestra, aunque sea la mayor observada, es muy
difícil obtener un resultado coherente. Es un parámetro que podría ser obviado
de cara al protocolo.
En conclusión, el Gállego se ha comportado, una vez aplicada la clasificación,
como un río complejo y variado, que cambia continuamente de estilo fluvial.
Presenta la tendencia general de todos los ríos a evolucionar desde tipos de
montaña (Aa+, A) hasta tipos de llanura (Bc, C), pero esa tendencia se ve rota en
algunos sectores funcionales a causa del corte transversal de alineaciones
montañosas, que provocan incrementos de la pendiente o del encajamiento.
Por otro lado, la gradación granulométrica no es tan clara como podría
esperarse, prolongándose aguas abajo la presencia de materiales de buen
tamaño. Ello implica herencias de torrencialidad, aunque el papel de los
embalses irá reduciéndolas. Está claro que la sucesión de presas es la principal
alteración hidromorfológica del Gállego, siendo muy difícil estimar hasta dónde
alcanza la influencia de cada una de ellas; al menos la aplicación de la
clasificación de Rosgen no ha sido útil en este sentido.
Se procede a continuación a la descripción, aportación de datos obtenidos y
clasificación de cada uno de los sectores funcionales.
59
60
SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 1:
DEL NACIMIENTO A LA COLA DEL EMBALSE DE FORMIGAL
El valle es de tipo 1. Tiene forma de “V”, es claramente confinado y
normalmente controlado estructuralmente y/o asociado a fallas (figura 2.16).
Los relieves son elevados y las pendientes de fondo de valle superan el 2%; son
morfologías muy pendientes, frecuentes en terrenos de procedencia glaciar. Los
materiales que forman estos valles fluviales varían desde afloramiento del
sustrato hasta suelos residuales (como coluviones, deslizamientos, depósitos de
till glacial y otros materiales).
El cauce se clasifica como A2a+. Son cursos fluviales con pendiente muy
elevada (>10 %) y bien encajados (entrenchment ratio menor de 1.4), con un
ratio anchura/profundidad bajo y totalmente confinados, es decir, lateralmente
constreñidos. Las formas del lecho son típicamente step-pool con chutes (largos
tramos de forma convexa en los que el agua se mueve a gran velocidad), debris
flow y cascadas o saltos de agua. La sección transversal del canal es estrecha y
profunda. Este tipo de corriente suele darse en terrenos donde son frecuentes las
avalanchas y los procesos de debris en las vertientes. Son zonas con potentes
sedimentos, como tills glaciales, terrazas o morfologías que son controladas
estructuralmente o influenciadas por fallas o contactos estructurales. El número
2 del tipo corresponde al predominio de bloques.
El Gállego nace a 2.200 m de altitud en el collado de Canal Roya y es en sus
primeros metros una corriente mal definida que desciende con rapidez por
terrenos modelados por los hielos cuaternarios, de manera que se suceden los
encajamientos y escalones en los resaltes rocosos con cortos fondos de valle más
llanos en los que el cauce incipiente dibuja sinuosidades entre los pastos alpinos.
Como cualquier curso de alta montaña, su torrencialidad es evidente, siendo
capaz de arrastrar grandes bloques a raíz de precipitaciones intensas, aunque
también recibe importantes aportes desde las vertientes, incluyendo bloques
rocosos que es incapaz de arrastrar, y que se convierten en obstáculos que
determinan su propia dinámica fluvial. Es especialmente activa la ladera
izquierda, más pendiente, que culmina en la divisoria de aguas coronada por la
muga con Francia. En el perfil longitudinal se observan los sucesivos escalones
y rellanos, propios de la acción del hielo con el retoque posterior de los procesos
fluviales y de vertiente. No obstante, hay que advertir que dicho perfil,
construido sobre un M.D.T., inicia el fluir del Gállego en la cota 2.077 m y no
en la real (2.200 m).
Pocos metros por encima de alcanzar la carretera del Portalet, a la altura de
unas antiguas minas de espatoflúor, el perfil longitudinal de suaviza y el cauce
se ensancha, dibujando sinuosidades más marcadas entre los prados que tapizan
los depósitos morrénicos. El río, que traía una dirección WSW-ENE, gira
61
bruscamente hacia el SE para discurrir de forma continua próximo a la carretera.
Salvo algún corto encajamiento, como el del Corral de las Mulas, en los que el
cauce incrementa su pendiente, el valle se muestra amplio, respondiendo a su
origen glaciar, aunque no alcanza en ningún momento la característica estampa
transversal en U o artesa. Los barrancos del Arrigal (margen izquierda) y de los
Campos de Troya (derecha), especialmente el segundo, aportan gran cantidad de
sedimentos al Gállego, de manera que provocan un cambio de estilo, originando
un cauce trenzado extenso que se mantiene sin solución de continuidad hasta el
colmatado embalse que constituye el sector funcional Gállego 2.
La superficie de cuenca se incrementa a lo largo del sector funcional en 31,14
km2. El cauce alcanza una longitud de 6,75 km y una pendiente media
ligeramente superior al 10%. El índice de sinuosidad es muy bajo: 1,047.
Sustrato rocoso: pizarras y grauvacas del Devónico medio
Hidrogeología: materiales poco permeables que constituyen el acuitardo
general de los acuíferos carbonatados del Devónico
Cauce de reducidas dimensiones con poca capacidad de arrastre de materiales,
predomina el aporte lateral de materiales al cauce, con riego de obstrucción por
deslizamientos, abundantes coladas de bloques en algunos casos de rocas
volcánicas.
Deslizamientos y desprendimientos potencialmente activos. Es una zona
deforestada, por lo que apenas existen debris orgánicos. Los afloramientos
rocosos en el cauce son poco frecuentes al igual que sucede en las orillas, por la
abundancia de coluviones y eluvio-coluviones.
El punto de muestreo representativo se estableció en un subsector de valle
relativamente abierto, por lo que la ratio de encajamiento ha alcanzado un valor
de 2,55. La pendiente local es del 4,6%, inferior a la media del sector, pero en la
secuencia longitudinal se combina la sucesión de riffles-pools con la de stepspools.
La anchura en bankfull es pequeña, 5,02 m, como corresponde a una cabecera.
En los materiales abundan los coluviones caídos sobre el cauce, y en el muestreo
realizado sobre el material aluvial dominan con claridad los elementos de
tamaño bloque. Resulta curiosa la escasez de cantos frente a la relativa
abundancia de gravas. Sin duda se debe a la presencia de dos dinámcas
superpuestas, una de mayor torrencialidad activada por las crecidas y otra más
frecuente movilizada en aguas altas. El Gállego inicial no tiene aún una
capacidad clara de clasificación de los materiales que transporta. Hay huellas
evidentes y continuas de procesos de erosión tanto lateral como en el fondo del
62
lecho, que marcan una tendencia hacia la regularización longitudinal, tendencia
dificultada por la abundancia de obstáculos procedentes de las laderas.
La vegetación que acompaña al cauce no puede definirse como de ribera. En
ambas márgenes se desarrolla una pradera alpina de herbáceas, con aparición
puntual de genciana (Gentiana nivalis), narciso (Narcissus pseudonarcissus),
ranúnculo (Ranunculus repens) y orquídea (Orchis morio). Del estrato arbustivo
o matorral, destacar el rododendro (Rhododrendron ferrugineum). El tapiz
herbáceo es muy denso y se ve favorecido por la presencia de suelos ricos en
materia orgánica. Como se ha señalado en la ficha, la proximidad de la carretera
y la abundancia de enclaves con usos mineros ya abandonados han dejado
esporádicas pero numerosas huellas en forma de construcciones que constituyen
impactos en el cauce y en el paisaje.
LOCALIZACIÓN DEL SECTOR FUNCIONAL
Y PUNTO DE MUESTREO GÁLLEGO 1
Frontera del
Portalet
TRAMO 1
Formigal
Sallent
de Gállego
N
0
1,5
3
kilómetros
Fuente: CHE. Elaboración propia
63
PERFIL LONGITUDINAL
2100
2000
1900
1800
1700
1600
1500
1400
0
450
900
1350
1800
2250
2700
3150
3600
4050
4500
4950
5400
5850
6300
6750
DATOS TOPOGRÁFICOS (en metros)
DE LA SECCIÓN TRANSVERSAL
horizontal
0
0,5
1
1,5
2
2,5
3
3,5
4
4,5
5
vertical
0,000
-0,105
-0,450
-0,760
-0,950
-0,240
-0,550
-0,520
-0,560
-0,220
0,000
64
65
66
SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 2: EMBALSE DE FORMIGAL
Está constituido por el embalse del Gállego o de Formigal (0,16 hm3), que
entró en servicio en 1955, por lo que las características fluviales han
desaparecido y no se ha llevado a cabo muestreo ni es un sector clasificable. No
obstante, el grado de colmatación es tan elevado que en aguas bajas se observa
un cauce trenzado sobre los sedimentos que aterran el embalse.
Geología: pizarras y grauvacas del Devónico medio, depósitos morrénicos y
coluviones
Hidrogeología: materiales poco permeables, si bien en los coluviones son
posible pequeños acuíferos favorecidos por la importante precipitación de la
zona (más de 1500 mm/año).
Cauce más amplio cubierto de aluviones, raramente aflora el sustrato rocoso
en el cauce pero si en sus márgenes. A veces grandes bloques de rocas
desprendidas o morrénicas pueden confundirse con el sustrato.
Laderas con potentes eluvio-coluviones e intensa actividad periglaciar
(lóbulos de solifluxión...).
67
68
SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 3:
PRESA DE FORMIGAL - COLA DEL EMBALSE DE LANUZA
El valle es de tipo 1. Tiene forma de “V”, es claramente confinado y
normalmente controlado estructuralmente y/o asociado a fallas (figura 2.16).
Los relieves son elevados y las pendientes de fondo de valle superan el 2%; son
morfologías muy pendientes, frecuentes en terrenos de procedencia glaciar. Los
materiales que forman estos valles fluviales varían desde afloramiento del
sustrato hasta suelos residuales (como coluviones, deslizamientos, depósitos de
till glacial y otros materiales).
El tipo del curso fluvial es A2. Las pendientes del cauce varían de un 4 a un
10% y el caudal en estado bankfull circula mediante típicas estructuras step-pool
con caídas limpias o pulidas (scour plunges) asociadas. Normalmente un río de
tipo A se encuentra en valles de gran pendiente, y tiene un elevado potencial de
transporte de materiales y por tanto una baja sedimentación. En el ejemplo
concreto de este sector funcional no hay troncos de árbol (debris orgánicos) que
influyan en la dinámica del canal, pero sí abundantes aportes desde las laderas.
El número 2 del tipo corresponde al predominio de bloques.
Geología: el sustrato geológico siguen siendo principalmente pizarra, pero el
río está encajado en materiales morrénicos de abundante matriz fina que engloba
grandes bloques predominantemente de dolomías del Devónico.
Hidrogeología, similar a la de los anteriores tramos, si bien los materiales
morrénicos constituyen un acuífero poroso de baja permeabilidad en general.
Cauce encajado en laderas muy inestables y erosionables, con numerosos
desprendimientos y deslizamientos potenciales. Zona con riesgo de obstrucción
del cauce.
El sector funcional, de tan sólo 2,2 km de longitud, es un corto y pendiente
desfiladero entre dos embalses consecutivos. Se inicia en la presa del embalse
del Gállego, punto en el que se registra un importante incremento de pendiente,
iniciándose un notable encajamiento del valle. El cauce, muy rectilíneo
(sinuosidad mínima de 1,014), adquiere en el sector una pendiente media muy
próxima al 9%. Las vertientes están regularizadas en algunos casos por
repoblaciones forestales y taludes de protección, pero abundan los procesos y la
caida de bloques morrénicos. Esta actividad influye en la dinámica fluvial,
provocando irregularidades. De hecho, la estructura longitudinal es muy
irregular, con abundantes obstáculos y continuos cambios locales de pendiente,
sucediéndose los modelos step-pool y riffle-pool, con predominio del primero.
El sector concluye en la cola del embalse de Lanuza, donde el valle se abre
considerablemente y el Gállego recibe a su primer afluente importante, el río
Aguas Limpias.
69
Para escoger el punto de muestreo hubo notables dificultades de acceso, pero
los valores obtenidos son representativos del tipo estimado, si bien la pendiente
local ha resultado más baja que la media del sector (5,37% frente a 8,95%).
Tanto las dimensiones del cauce como el caudal bankfull prácticamente se han
triplicado con respecto a las medidas en el sector funcional 1. Los procesos de
incisión lineal y erosión lateral son importantes, aunque muy influidos por los
aportes de vertientes. En cuanto a la granulometría, destaca la presencia casi
exclusiva de bloques (un 84%), correspondiendo el resto a cantos, no existiendo
ningún material aflorante más pequeño. Sin embargo, el centilo sólo alcanza 35
cm, por lo que dominan los bloques pequeños, que contrastan con grandes
bloques caidos de las laderas que pueden ser movilizados por la corriente.
En margen izquierda se extiende un pequeño bosquete de ribera bastante
denso en el que la especie dominante es el sauce (Salix purpurea y Salix
eleagnos), con presencia de algún chopo (Populus nigra). Como especie
destacable aparece también el enebro (Juniperus communis). La aparición de
pino (Pinus sylvestris) en la ladera favorece la apertura de claros y la
consiguiente pérdida de espesura. El pinar de la margen derecha, de menor
espesura, altura y continuidad, queda colgado unos 7 m sobre el cauce debido a
la presencia de un importante talud artificial.
LOCALIZACIÓN DEL SECTOR FUNCIONAL
Y PUNTO DE MUESTREO GÁLLEGO 3
Frontera del
Portalet
Formigal
Sallent
de Gállego
TRAMO 3
N
0
1,5
3
kilómetros
Fuente: CHE. Elaboración propia
70
PERFIL LONGITUDINAL
1350
1340
1330
1320
1310
1300
1290
1280
1270
1260
1250
8000
8275
8550
8825
9100
9375
9650
9925
10200
10475
10750
DATOS TOPOGRÁFICOS (en metros)
DE LA SECCIÓN TRANSVERSAL
horizontal vertical
0
1,00
5
0,00
6
-0,46
7
-0,37
8
-0,73
9
-0,46
10
-0,48
11
-0,41
12
-0,09
13
-0,78
14
-0,83
15
-0,59
16
-0,36
17
0,00
20
1,00
71
72
73
SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 4: EMBALSE DE LANUZA
Está constituido por el embalse de Lanuza (25 hm3), que entró en servicio en
1978, por lo que las características fluviales han desaparecido y no se ha llevado
a cabo muestreo ni es un sector clasificable.
Geología: actualmente cubierto por el agua del embalse, el río circulaba por
un potente y extenso aluvial con morfologías de terrazas y conos de deyección
de barrancos laterales. El sustrato es pizarroso al norte y carbonatado al sur,
coincidiendo con la ubicación de la presa.
Hidrogeología: el aluvial debía conformar un acuífero de excelentes
condiciones hidráulicas conectado en la parte más meridional con el acuífero
cárstico de las calizas que afloran en la parte meridional del tramo.
74
SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 5:
DESFILADERO DE ESCARRILLA
El tipo de valle es el 4. Este tipo se caracteriza por presentar un cauce fluvial
meandriforme encajado o profundamente incidido, con presencia de formas de
relieve confinadas como son cañones, gargantas y estrechos. La pendiente del
fondo del valle no suele exceder del 2% (figura 2.19). Los valles de tipo 4 se
encuentran controlados estructuralmente y se encajan en materiales de fácil
incisión (kársticos, por ejemplo). Estos tipos de río también están asociados con
levantamientos tectónicos de estos valles.
El curso fluvial no puede ser clasificado, ya que no se han podido llevar a
cabo mediciones en punto de muestreo. No obstante, por el encajamiento del
valle y la fuerte pendiente que se conserva creemos que se clasificaría como de
tipo A2. También estimamos que el material dominante, teniendo en cuenta el
de los sectores funcionales medidos aguas arriba y abajo, debe ser bloques, de
ahí el número 2 en el tipo.
Se trata de un corto desfiladero o cañón kárstico de 2,5 km de longitud entre
los embalses de Lanuza y Búbal, en el que el Gállego recibe por la derecha al río
Escarra. La pendiente media del cauce supera el 5% y la sinuosidad es muy baja.
El cauce circula directamente sobre la roca entre grandes bloques desprendidos.
La proximidad de la carretera y del núcleo urbano de Escarrilla introducen
numerosos impactos ambientales en el espacio fluvial y ribereño.
Geología: el río atraviesa materiales del Devónico que forman un anticlinal
tumbado. El núcleo está formado por materiales carbonatados y pizarrosos,
mientran que sus flancos corresponden a calizas negras del Ensiense (Devónico
inferior).
Hidrogeología: los materiales carbonatados, en especial las calizas negras
forman un excelente acuífero cárstico s.s.
75
PERFIL LONGITUDINAL
1275
1250
1225
1200
1175
1150
1125
1100
1075
1050
12275
13350
14425
15500
16575
17650
76
SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 6: EMBALSE DE BÚBAL
Está constituido por el embalse de Búbal (64,26 hm3), que entró en servicio en
1971, por lo que las características fluviales han desaparecido y no se ha llevado
a cabo muestreo ni es un sector clasificable.
Geología: el río circulaba por un extenso y potente depósito aluvial dispuesto
en terrazas, que daban lugar a las mejores tierras de cultivo del valle. La cerrada
de la presa se ubica en calizas negras del Emsiense.
77
78
SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 7:
PRESA DE BÚBAL - FUENTE DE SANTA ELENA
El tipo de valle es el 4. Este tipo se caracteriza por presentar un cauce fluvial
meandriforme encajado o profundamente incidido, con presencia de formas de
relieve confinadas como son cañones, gargantas y estrechos. La pendiente del
fondo del valle no suele exceder del 2% (figura 2.19). Los valles de tipo 4 se
encuentran controlados estructuralmente y se encajan en materiales de fácil
incisión (kársticos, por ejemplo). Estos tipos de río también están asociados con
levantamientos tectónicos de estos valles.
El tipo de curso fluvial es F2b. El tipo F es “meandriforme-encajado”. Son
cursos fluviales que tienen, en situación bankfull, una relación
anchura/profundidad elevada (ratio W/D mayor de 12) y un notable
encajamiento (ratio menor de 1,4). Las formas del lecho fluvial son la típicas
secuencias riffle-pool. La fuerte pendiente es la que introduce la letra “b” en el
tipo, y el predominio de materiales de tamaño bloque el que introduce el número
2.
Geología: Tramo entre calizas del Devónico, ya que por efecto de la tectónica
se repite la serie carbonatada. Pequeño aluvial en las proximidades del pueblo
abandonado de Polituara. Aguas debajo de esta población el río atraviesa el
cabalgamiento que limita la Zona Axial pireniaca con las Sierras Interiores, los
materiales al sur de este cabalgamiento son principalmente calizas del Cretácico
superior.
Hidrogeología: en este tramo el río atraviesa importantes formaciones
carbonatadas acuíferas. Especial relevancia tiene la zona más meridional, donde
el acuífero de las calizas del cretácico superior tiene su principal descarga
(manantial de Santa Elena).
Al pie de la presa de Búbal el Gállego recorre un estrecho valle en el que
corta a modo de cluse las Sierras Interiores Pirenaicas, en este caso las de Telera
(margen derecha) y Tendeñera (izquierda). Las calizas han sido cortadas,
adquiriendo el valle un perfil transversal en V que enlaza dos tramos de valle
(Búbal y Biescas) de marcado perfil glaciar. Pese al corto recorrido del
desfiladero, 2,66 km, ni cauce ni valle son homogéneos. Hay dos subsectores de
mayor estrechez a la entrada y la salida del tramo, correspondiendo a la
ubicación de la presa de Búbal y al congosto de Santa Elena respectivamente. En
el subsector central y más largo, sin embargo, el valle es más abierto y el cauce
se permite desarrollar mayor anchura y algunas barras laterales de sedimentos.
La zona más amplia es la que corresponde al caserío abandonado de Polituara,
donde hay presencia incluso de un cauce secundario. Ante esta heterogeneidad
79
fue complicado escoger un punto de muestreo representativo, optándose por la
zona inferior, al pie del puente de Santa Elena, ligeramente aguas arriba de una
pequeña presa para minicentral hidroeléctrica que altera localmente la dinámica
del cauce. La pendiente local de este punto de muestreo, ligeramente superior al
5%, es más alta que la media del sector funcional (3%).
La elección del punto de muestreo se hizo en busca de un encajamiento más
representativo de la generalidad del sector, pero de su heterogeneidad habla el
hecho de que si se hubiera elegido un transecto 20 ó 30 m aguas arriba se
extiende una importante superficie de gravas a modo de point-bar en orilla
convexa de meandro, lo cual habría modificado todas las medidas. Por otro lado,
en el punto elegido los observadores tuvieron problemas para delimitar el nivel
bankfull, ya que no había ninguna huella (ni de cambios microtopográficos, ni
de crecidas recientes, ni de vegetación característica) en las paredes calizas
enmarcantes, así que establecieron como bankfull la cresta o punto más elevado
de la isla de sedimentos central, pese a su escasa elevación, debido a la presencia
de algunas plantas colonizadoras que parecían indicar una escasa frecuencia de
inundación en esos materiales más altos. Probablemente esta situación se deba
en buena medida a la proximidad aguas arriba de la presa de Búbal y a la
alteración de caudales que la gestión del embalse supone.
Sin embargo, los valores obtenidos para el caudal bankfull a partir de la
fórmula de Manning, han resultado extrañamente bajos, lo cual indica que la
elección del nivel bankfull no fue correcta. Ha sido imposible por presupuesto,
tiempo disponible y caudal repetir las medidas, así que se advierte a los usuarios
del presente estudio que los datos obtenidos para este punto de muestreo no han
de tomarse como definitivos sino que deberían ser revisados. Creemos que la
profundidad media de bankfull debería situarse en torno a los 65 cm,
aproximadamente el doble de la medida. Ello implicaría una anchura bankfull
que subiría hasta los 17 m, una anchura/profundidad de 26,15, bastante inferior a
la obtenida (46,15), una sección bankfull de 11,05 m2, muy superior a la
obtenida (5 m2), un radio hidráulico de 0,58 y, por consiguiente, un caudal
bankfull de 28,95 m3/s, mucho más acorde con la correlación a lo largo del curso
del Gállego. La anchura de flood-prone apenas variaría ante la verticalidad de
las paredes, por lo que la ratio de encajamiento seguiría siendo muy baja.
En cualquier caso, el error de medida no haría variar el tipo alcanzado F2b.
Justo en el punto de medida no existe ribera porque se trata de una zona muy
encajada, delimitada por dos paredes calcáreas. Aguas arriba se puede apreciar
una ribera no muy densa por ambas orillas constituida principalmente por sauce
(Salix eleagnos), arce (Acer campestre), álamo temblón o tremolín (Populus
tremula) y en su sotobosque especies como el avellano (Corylus avellana) y el
80
agracejo (Berberis vulgaris). Los árboles de mayor porte son los tremolines,
mientras que el sotobosque presenta una escasa densidad.
LOCALIZACIÓN DEL SECTOR FUNCIONAL
Y PUNTO DE MUESTREO GÁLLEGO 7
Poblado de
Bubal
Polituara
TRAMO 7
N
0
0,5
1
kilómetros
Fuente: CHE. Elaboración propia
PERFIL LONGITUDINAL
1060
1050
1040
1030
1020
1010
1000
990
980
970
960
20750
21070
21390
21710
22030
22350
22670
22990
23310
23630
23950
81
DATOS TOPOGRÁFICOS (en metros)
DE LA SECCIÓN TRANSVERSAL
horizontal
0
0,5
1,5
2,5
3,5
4,5
5,5
6,5
7,5
8,5
9,5
10,5
11,5
12,5
13,5
14,5
15,5
16
vertical
2
0
-0,71
-0,65
-0,66
-0,4
-0,36
-0,2
-0,14
0
-0,1
-0,22
-0,31
-0,28
-0,21
-0,11
0
2
82
83
84
85
SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 8: SANTA ELENA - CUCHIECHO
El valle es de tipo 2. Se dan en relieves moderados, relativamente estables,
con pendientes de ladera moderada y pendientes del fondo del valle inferiores al
4% (figura 2.17). Los materiales más frecuentes son aluviones y coluviones.
El cauce es de tipo F3b. El tipo F es “meandriforme-encajado”. Son cursos
fluviales que tienen, en situación bankfull, una relación anchura/profundidad
elevada (ratio W/D mayor de 12) y un notable encajamiento (ratio menor de
1,4). Las formas del lecho fluvial son la típicas secuencias riffle-pool. La
pendiente del sector superior al 2% es la que introduce la letra “b” en el tipo, y
el predominio de materiales de tamaño canto el que introduce el número 3.
No esperábamos una incisión lineal tan marcada, por lo que en nuestra
primera estimación se consideraba que el tipo más probable era el Cb. Sin
embargo, la obtención de un ratio de encajamiento inferior a 1,4 ha llevado a la
clasificación como F. Es muy probable que la incisión lineal central responda a
los cambios en la dinámica derivados de los embalses de aguas arriba. Al
reducirse el número y caudal punta de las crecidas, y sobre todo, al limitarse
mucho el caudal sólido, se favorece el encajamiento de la corriente central,
erosionada linealmente por “aguas limpias” y se dificulta que el río ocupe
temporalmente las riberas, que son rápidamente colonizadas por la vegetación,
proceso que también ayuda a la incisión central.
Geología: en este tramo el río comienza a atravesar los materiales del flysch
eoceno, que corresponden a una serie de miles de metros en los que se alterna
repetidamente una secuencia de lutitas y arenicas finamente estratificadas. En el
cauce predominan los cantos y bloques arrastrados por el río y también de
procedencia lateral, especialmente en relación con depositos morrénicos
Hidrogeología: los materiales turbidíticos (flysh eoceno) son generalmente
poco permeables. Por el contrario los depósitos cuaternarios, tanto el aluvial
como los depósitos de ladera, mamtienen una zona saturada permanente que da
lugar a pequeños pero numerosos manantiales.
Se trata de un sector funcional de transición de 3,5 km de longitud en el que el
valle fluvioglaciar del Gállego se va abriendo hacia la Ribera de Biescas y el
curso fluvial va perdiendo pendiente, diseñando un cauce meandriforme
(sinuosidad ligeramente superior a 1,3) encajado con barras que dará paso al
trenzamiento típico de fin de valle glaciar que se registra en el sector
subsiguiente.
86
En margen izquierda la ribera es muy densa pero de poca altura, constituida
principalmente por sauce (Salix eleagnos). Las mayores alturas las alcanza el
chopo lombardo (Populus nigra subsp. italica) y algún tremolín (Populus
tremula). El sotobosque es muy denso, casi impenetrable, y está compuesto por
agracejo (Berberis vulgaris), majuelo (Crataegus monogyna) y zarza (Rubus
ulmifolius). El bosque de ribera es muy extenso, alcanzando unos 75 metros.
Las barras presentan una escasa colonización por parte casi exclusivamente
de sauce (Salix eleagnus).
La mayor cercanía de una mota defensiva en la margen derecha limita
bastante la anchura de esta ribera, que alcanza unos 20 metros. La densidad
arbórea y arbustiva es similar a la de la otra margen, si bien destaca la presencia
de enredaderas como la clemátide (Clematis vitalba). El resto de especies de la
orilla izquierda se ven reflejadas en esta margen.
LOCALIZACIÓN DEL SECTOR FUNCIONAL
Y PUNTO DE MUESTREO GÁLLEGO 8
TRAMO 8
N
Biescas
0
0,5
1
kilóm etros
Fuente: CHE. Elaboración propia
87
PERFIL LONGITUDINAL
970
950
930
910
890
870
23950
24250
24550
24850
25150
25450
25750
26050
26350
26650
26950
DATOS TOPOGRÁFICOS (en metros) DE LA SECCIÓN TRANSVERSAL
horizontal vertical
0
8
11
13
17
19
21
23
25
27
29
31
33
35
37
39
41
43
45
47
49
51
53
53,2
55
60
60,2
65
0,6
0,6
0,5
0,31
0,1
0
-0,08
-0,2
-0,42
-0,66
-0,78
-0,98
-1,18
-1,01
-0,9
-0,93
-0,91
-0,99
-0,95
-0,96
-0,89
-0,6
0
0,4
0,55
0,55
0
0,05
88
89
90
91
92
SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 9:
RIBERA DE BIESCAS HASTA LA MORRENA DE SENEGÜÉ
El valle es de tipo 5. Son valles producto de un proceso de erosión glacial
cuyo resultado es un canal ancho en forma de U con la pendiente de fondo de
valle generalmente inferior al 4% (figura 2.20). Los materiales predominantes
son los de tipo morrénico, mezclados con otros aluviones mas recientes. Las
formas de relieve incluyen morrenas laterales y terminales, terrazas aluviales y
llanuras de inundación.
La apertura del valle responde fundamentalmente a un cambio litológico: se
abandonan las calizas de las Sierras Interiores y se penetra en el flysch eoceno.
Valle y cauce adquieren una fisonomía y un desarrollo muy diferentes a los
tramos anteriores. Observamos, por ejemplo, una pendiente muy inferior. El río
discurre por materiales aluviales extensos. La lengua glaciar del Gállego
descendía hasta el arco morrénico terminal de Senegüé, punto final del sector
funcional. Los afluentes de ambas márgenes (Arás, Sía, Orós, Escuer, Oliván)
depositan grandes conos de deyección al alcanzar el valle del Gállego. Los
materiales cuaternarios constituyen un acuífero aluvial importante.
El tipo de cauce es D3. Corresponde a ríos con un sistema de canales
múltiples que exhiben un modelo braided o bar-braided con una elevada
relación anchura/profundiad (W/D mayor de 40) y una pendiente de canal
generalmente similar a la del valle. Estos canales se encuentran en relieves y
valles relacionados con abanicos deposicionales de elevadas pendientes, valles
de salida de glaciares (como el presente caso), valles montañosos con carga
aluvional grosera y también en zonas deltaicas. Estos ríos tienen tasas de erosión
de las márgenes elevadas, siendo la relación entre la anchura de la banda activa
de meandros y la anchura del bankfull la más baja (valores de entre 1 y 2) entre
todos los tipos de ríos. Las características típicas de los canales múltiples se
despliegan como series de barras e islas sin cobertera vegetal que cambian de
posición frecuentemente durante los eventos de escorrentía por deshielo y
drenajes. El aporte sedimentario es en la práctica ilimitado y las características
del lecho fluvial son el resultado de procesos de convergencia/divergencia del
local barrido de barras y de la sedimentación. La agradación y la divagación son
dominantes.
Sin embargo, en el ejemplo concreto que nos ocupa el cauce braided ha
asistido a intensas modificaciones por causas antrópicas en las últimas décadas,
muy bien observadas en fotografías aéreas de distintas fechas. Los numerosos
embalses de cabecera, y en especial Lanuza y Búbal, han introducido
importantes modificaciones en volumen, régimen e irregularidad de caudales
líquidos y sólidos. La regulación, la reducción del número y volumen de las
93
crecidas y la importante reducción del caudal sólido han favorecido la no
renovación de los sedimentos, la colonización vegetal de los mismos y la
incisión de un cauce principal, por lo que hay una clara tendencia a abandonar
definitivamente el modelo trenzado o braided y convertirse en un modelo de
canal único levemente sinuoso. El constreñimiento del cauce con defensas, las
extracciones de áridos y la invasión del corredor ribereño favorecen también
todo este proceso. Aún se puede clasificar el cauce del Gállego en este sector
funcional como D3, pero no puede descartarse una tendencia hacia tipos B ó C o
una futura situación de tipo F entre defensas artificiales. Desde una perspectiva
natural sólo habrá salido beneficiada la vegetación ribereña, pero se habrá
perdido un importante patrimonio geomorfológico fluvial. Hay que tener en
cuenta que los cauces trenzados o braided, muy representativos del Pirineo, se
están perdiendo en muchos ríos por efecto de embalses, defensas y dragados.
El curso aún funciona hidrológicamente como braided en lo que respecta a la
relación con el extenso y profundo acuífero aluvial. De hecho, la circulación
subsuperficial del caudal parece que incluso reduce el caudal bankfull, que ha
salido más bajo de lo esperable.
En margen izquierda se desarrolla un bosque muy denso, en algunos lugares
impenetrable. Se localiza por encima del nivel del curso fluvial, a 3 m
aproximadamente, y se separa del mismo curso por una mota defensiva
artificial. La especie dominante es el sauce (Salix eleagnos). Otras especies
arbóreas, como el chopo lombardo (Populus nigra subsp. italica) y el cornejo
(Cornus sanguinea) generan la estructura principal del bosque. Las especies del
sotobosque son zarza (Rubus ulmifolius), pequeños ejemplares de aliaga
(Genista sp.) y enredaderas como la clemátide (Clematis vitalba). Para favorecer
también la inaccesibilidad, los árboles muertos se acumulan en las zonas
inferiores y son cubiertos rápidamente por las plantas.
La barra central que se extiende en el punto de muestreo presenta una
cobertura vegetal poco densa y de porte arbustivo: chopo lombardo (Populus
nigra subsp. italica), sauce (Salix eleagnos), spirea (Spiraea hypericifolia subsp.
obovata) y herbáceas son las especies más destacadas.
En la margen derecha, al igual que en la izquierda, el sotobosque es muy
denso, llegando a alcanzar niveles de inaccesibildad mayores. La densidad y
anchura de este bosque es mayor, especialmente favorecido por la ausencia de
una mota defensiva cerca del cauce. Dentro del bosque de ribera se alternan
cauces secundarios (de crecida), los cuales presentan una colonización bastante
importante.
94
LOCALIZACIÓN DEL SECTOR FUNCIONAL
Y PUNTO DE MUESTREO GÁLLEGO 9
Biescas
TRAMO 9
Orós Alto
Escuer
Orós Bajo
Oliván
N
0
Larrede
1,5
3
kilómetros
Senegüé
Fuente: CHE. Elaboración propia
PERFIL LONGITUDINAL
metros
880
870
860
850
840
830
820
810
800
790
780
26950
29250
31550
33850
36150
38450
metros
95
DATOS TOPOGRÁFICOS (en metros)
DE LA SECCIÓN TRANSVERSAL
horizontal vertical
0
3,00
3
0,00
5
0,00
7 -0,64
9 -0,61
11 -0,62
13 -0,99
15 -0,39
17 -0,14
19 -0,33
21 -0,60
23 -0,87
25 -0,89
27 -0,99
29 -0,92
31 -0,95
33 -0,95
35 -1,01
37 -1,05
39 -0,99
41
0,00
50
0,00
60
1,00
65
1,20
96
97
98
99
100
SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 10:
MORRENA DE SENEGÜÉ - CONFLUENCIA DEL AURÍN
El valle es de tipo 8. Son fácilmente identificables por la presencia de
terrazas fluviales múltiples localizadas lateralmente a lo largo de amplios valles
con relieves suaves y escalonados hacia el fondo del valle. Las terrazas aluviales
y las llanuras de inundación son las formas de relieve típicas de un elevado
aporte sedimentario (figura 2.23).
Por su escaso encajamiento, sinuosidad superior a 1,2 y baja pendiente, en
torno al 0,5%, estimamos que el curso fluvial se clasificaría como de tipo C,
siendo muy difícil afinar entre C2 y C3, en función de si el predominio es de
bloques o de cantos. Teniendo en cuenta la escasa pendiente es probable que sea
un C3.
Geología: el río discurre sobre depositos aluviales cuaternarios. El sustrato no
aflora en el cauce sigue siendo los materiales del flysch eoceno. En su tramo
final el sustrato pasa a ser de materiales margosos (formación margas de ArroFiscal).
Hidrogeología: el mayor interés hidrogeológico está en los materiales
cuaternarios aluviales. Existen también importantes superficies de glacis, pero
están hidráulicamente desconectados del río Gállego.
El Gállego cambia de estilo fluvial al atravesar la morrena de Senegüé,
abandonando el trenzamiento hoy muy modificado del sector funcional anterior,
para describir meandros amplios de sinuosidad poco pronunciada, con
importantes barras laterales de sedimentos. El tramo concluye en la cola del
embalse de Sabiñánigo, donde afluye el Aurín por la margen derecha. Buena
representación de bosques de ribera naturales, acompañados de plantaciones de
chopos.
101
PERFIL LONGITUDINAL
790
788
786
784
782
780
778
776
774
772
770
38450
38710
38970
39230
39490
39750
40010
40270
40530
40790
41050
102
SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 11: EMBALSE DE SABIÑÁNIGO
Está constituido por el embalse de Sabiñánigo (1,16 hm3), que entró en
servicio en 1965, por lo que las características fluviales han desaparecido y no se
ha llevado a cabo muestreo ni es un sector clasificable. El proceso de
colmatación es avanzado, de manera que se han desarrollado importantes masas
de vegetación de ribera y de plantas helófitas en las orillas del embalse, teniendo
en cuenta que éste siempre se encuentra a buen nivel hídrico y no existe banda
de desierto ecológico.
Geología: se ubica sobre un sustrato margoso correspondiente a la formación
Arro Fiscal. En su tramo final, aparecen los primeros afloramienos rocosos que
corresponden a las capas verticales de areniscas correspondientes de la
formación “Arenisca de Sabiñanigo”.
Hidrogeología: se trata en general de materiales de baja permeabilidad. No
obstante, las areniscas presentan flujos relevantes de agua subterránea a través
de las intercapas.
103
104
SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 12:
SABIÑÁNIGO – HOSTAL DE IPIÉS
El valle es de tipo 6. Son valles de falla o fractura. Están controlados por
factores estructurales y en sus laderas predominan los coluviones. La pendiente
del fondo de valle es moderada, inferior al 4% (figura 2.21). En tramos de estos
valles pueden existir zonas de abundantes depósitos aluviales ó aluviocoluviales, pero en general los valles tienen siempre un confinamiento lateral
estructural, y el aporte sedimentario suele ser escaso.
El cauce es de tipo C2. Son ríos generados en valles desarrollados sobre
depósitos aluviales, de manera que tienen una llanura de inundación bien
desarrollada y ligeramente encajada (entrenchment ratio mayor de 2.2). Son ríos
relativamente sinuosos (sinuosidad mayor de 1.2) y poseen pendientes por
debajo del 2%. La secuencia longitudinal característica del lecho es la rifflepool. Los ríos de tipo C se reconocen también por la elevada ratio
anchura/profundidad de su canal (W/D>12). La secuencia de riffles y pools
enlaza con la geometría de los meandros, de manera que el espaciado riffle-pool
es una media de 1.5 veces la longitud de onda del meandro, lo que
aproximadamente supone de 5 a 7 anchuras de bankfull. Las características
morfológicas esenciales de los ríos tipo C son la sinuosidad, el bajo relieve del
canal, las llanuras de inundación bien desarrolladas y los característicos pointbar en el canal activo. La agradación/degradación y los procesos de divagación
lateral suelen ser notablemente activos aunque dependen de la estabilidad de las
márgenes, de las condiciones de la cuenca aguas arriba y del régimen tanto de
flujo como de sedimentos. Los ríos de tipo C pueden ser fácil y rápidamente
desestabilizados por inestabilidad de las márgenes o por cambios en los flujos de
caudal y/o sedimento.
En el presente caso, la reducción de caudal por derivación hacia una central
hidroeléctrica supone una notable reducción de la dinámica hidromorfológica,
encontrándose el curso fluvial en una situación de relativa estabilidad con
tendencia a la incisión lineal, muy clara en el punto de muestreo. Hay que tener
en cuenta que en el interior del tramo y aguas arriba del punto de muestreo se
encuentra el embalse de Jabarrella, muy modesto en dimensiones a las que el
Gállego adquiere en el sector, de ahí que no se haya separado como sector
propio, tal como se ha hecho con otros embalses.
Geología: la mayor parte del tramo corresponde al flanco septentrional del
sinclinorio del Guarga. Los materiales aflorantes son principalmente areniscas
calcáreas y lutitas, si bien al inicio del tramo existen niveles conglomeráticos
dispuestos verticalmente (barras) que son una destacable singularidad. El cauce
presenta un débil recubrimiento aluvial, pero el sustrato aflora con frecuencia.
105
Hidrogeología: predominan los materiales poco permeables; el agua
subterránea circula preferentemente según la dirección de la estratificación por
las zonas de intercapas.
El Gállego mantiene una dirección continua NNE-SSW en este sector
funcional, en el que desarrolla sinuosidades a lo largo de sus casi 10 km. La
pendiente media es de tan sólo un 0,4%. El cauce corta perpendicularmente los
estratos de areniscas, lutitas y conglomerados. En ocasiones (Rapún, por
ejemplo) presentan una notable verticalidad y son capaces de represar
puntualmente la corriente, originando anomalías en el perfil longitudinal y
transversal. De hecho, en todo el sector apenas hay sucesiones riffle-pool, siendo
sustituidas por la alternancia más o menos regular de los estratos duros cortados,
que ejercen un papel similar a los riffles.
En el punto de muestreo cabe destacar una pendiente local del 0,68%,
superior a la media del sector, y una notable anchura de flood-prone, superior a
los 53 m. En la granulometría vuelven a dominar los materiales de tipo bloque
pese a la baja pendiente, lo cual podría ser otra anomalía consecuencia de la
detracción de caudales.
En el paisaje próximo a la ribera destacan los campos de cultivo abandonados.
Diversos canales y acequias son derivados del Gállego en este tramo, y a unos
35 m de distancia del río (en el punto de muestreo) circula el ferrocarril. Hay
basuras arrastradas por las crecidas del río y se observa una notable turbidez en
las aguas. Parecen existir problemas con el caudal ecológico por la detracción de
caudales, siendo evidente la contaminación hídrica aguas abajo de Sabiñánigo.
La ribera izquierda es muy densa y relativamente extensa, alcanzando casi los
100 m, hasta llegar a la carretera. Está formada por chopo lombardo (Populus
nigra subsp. italica), sauce (Salix eleagnus y Salix alba), cornejo (Cornus
sanguinea) y un gran número de ejemplares de zarza (Rubus ulmifolius). Los
ejemplares arbóreos alcanzan hasta 20 m de altura, mientras el sotobosque
arbustivo es bastante impenetrable. El estrato herbáceo es continuo. En la barra
la colonización es notable, pero los ejemplares no son demasiado maduros, por
lo que no alcanzan alturas muy elevadas. Sauce (Salix eleagnus y Salix alba) y
chopo (Populus nigra) constituyen el eje de la barra. La presencia de juncos es
notable, especialmente en las zonas más cercanas a la corriente hídrica.
La ribera derecha presenta varios canales secundarios y barras laterales que
muestran colonización sólo en la parte más cercana al curso fluvial. Aparece una
pequeña y estrecha hilera de sauce (Salix eleagnus y Salix alba) con algún chopo
(Populus nigra) y boj (Buxus sempervirens), de espesura poco desarrollada. A
106
continuación, conforme nos alejamos del río, se define un bosque de pino (Pinus
nigra) repoblado de unos 15 metros de anchura y poco denso, con un sotobosque
formado exclusivamente por aliaga (Genista sp.) o Rubia peregrina. En el borde
con la pista que discurre cercana al río se pueden observar ejemplares menos
característicos de las riberas, como la encina (Quercus ilex) y el romero
(Rosmarinus officinalis). La más cercana al río es poco densa y cuenta con boj
(Buxus sempervirens), además de las especies citadas en la otra margen.
LOCALIZACIÓN DEL SECTOR
FUNCIONAL Y PUNTO DE
Sabiñánigo
M UESTREO GÁLLEGO 12
TRAMO 12
Ibort
N
Arto
Ipiés
0
1,5
3
kilóm etros
Hostal de Ipiés
Fuente: CHE. Elaboración propia
107
PERFIL LONGITUDINAL
764
756
748
740
732
724
716
708
43550
44450
45350
46250
47150
48050
48950
49850
50750
51650
52550
DATOS TOPOGRÁFICOS (en metros)
DE LA SECCIÓN TRANSVERSAL
horizontal
0
0,5
0,8
1
3
5
7
9
11
13
15
17
19
21
23
27
30
vertical
0,20
0,01
0,00
0,00
-0,39
-0,85
-0,88
-0,92
-0,96
-1,08
-1,01
0,00
0,03
-0,43
0,00
-0,05
0,20
108
109
110
111
SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 13:
HOSTAL DE IPIÉS – CENTRAL ELÉCTRICA DE JABARRELLA
El valle es de tipo 8. Son fácilmente identificables por la presencia de
terrazas fluviales múltiples localizadas lateralmente a lo largo de amplios valles
con relieves suaves y escalonados hacia el fondo del valle. Las terrazas aluviales
y las llanuras de inundación son las formas de relieve típicas de un elevado
aporte sedimentario (figura 2.23).
El cauce es de tipo C2. Son ríos generados en valles desarrollados sobre
depósitos aluviales, de manera que tienen una llanura de inundación bien
desarrollada y ligeramente encajada (entrenchment ratio mayor de 2.2). Son ríos
relativamente sinuosos (sinuosidad mayor de 1.2) y poseen pendientes por
debajo del 2%. La secuencia longitudinal característica del lecho es la rifflepool. Los ríos de tipo C se reconocen también por la elevada ratio
anchura/profundidad de su canal (W/D>12). La secuencia de riffles y pools
enlaza con la geometría de los meandros, de manera que el espaciado riffle-pool
es una media de 1.5 veces la longitud de onda del meandro, lo que
aproximadamente supone de 5 a 7 anchuras de bankfull. Las características
morfológicas esenciales de los ríos tipo C son la sinuosidad, el bajo relieve del
canal, las llanuras de inundación bien desarrolladas y los característicos pointbar en el canal activo. La agradación/degradación y los procesos de divagación
lateral suelen ser notablemente activos aunque dependen de la estabilidad de las
márgenes, de las condiciones de la cuenca aguas arriba y del régimen tanto de
flujo como de sedimentos. Los ríos de tipo C pueden ser fácil y rápidamente
desestabilizados por inestabilidad de las márgenes o por cambios en los flujos de
caudal y/o sedimento.
Este sector funcional presenta, por tanto, el mismo tipo que el anterior, con el
que podría haberse unido. La razón para diferenciar los dos tramos, previa a la
ejecución de la clasificación de Rosgen, fue el incremento notable de la
sinuosidad (1,362 frente a 1,144) en el presente sector funcional, así como la
mayor apertura del valle, el mayor desarrollo de las terrazas, el cambio de
dirección, partiendo de un giro bastante claro al W, y el mucho menor control
estructural, que hace que el tipo de valle sea diferente.
Geología: predominan las areniscas calcareas y las lutitas del Eoceno
superior-Oligoceno (Formaciones Campodarbe y Belsué). Los depósitos
aluviales tienen escasa potencia de manera que con frecuencia aparece el
sustrato, especialmente los niveles de arenisca. Existen a ambos márgenes
niveles de terrazas y glacis colgados.
112
Hidrogeología: materiales poco permeables en general, pero con zonas de
rezume y manantiales en las zonas de intercapas.
El cauce meandriforme con barras no presenta un tren de meandros regular,
sino que alterna curvas más pronunciadas con otras de mayor longitud de onda.
Se recupera la estructura riffle-pool y se registra una dinámica lateral típica de
cauces meandriformes. El muestreo se pudo realizar en un punto de pendiente
bastante superior a la media, por lo que se obtuvo una muy elevada potencia
específica. Es probable que el predominio de bloques se deba a este factor, y que
en el conjunto del sector dominen los puntos con predominio de canos, en cuyo
caso debería haberse clasificado como C3. Es el típico problema derivado de no
contar con varios puntos de muestreo en cada sector funcional.
La ribera izquierda no es muy rica en especies. El estrato arbóreo se
constituye por chopo lombardo (Populus nigra subsp. italica) y por sacue (Salix
eleagnus y Salix alba) pero con muy poca densidad. El estrato arbustivo se
compone de majuelo (Crataegus monogyna) y escaramujo (Rosa sp.).
La margen derecha es más variada y más densa. A las especies citadas en la
margen izquierda hay que añadir juncos y carrizo (Phragmites sp). Además, las
especies arbóreas presentan un mayor desarrollo vertical, alcanzando los 15
metros de altura.
LOCALIZACIÓN DEL SECTOR
Arto
FUNCIONAL Y PUNTO DE
M UESTREO GÁLLEGO 13
Latras
Hostal de Ipiés
TRAMO 13
Lasieso
N
Layes
0
0,5
1
kilóm etros
Fuente: CHE. Elaboración propia
113
PERFIL LONGITUDINAL
710
705
700
695
690
685
680
675
670
665
52550
53350
54150
54950
55750
56550
57350
58150
58950
59750
60550
DATOS TOPOGRÁFICOS (en metros) DE LA SECCIÓN TRANSVERSAL
horizontal
0
2
4
6
8
10
12
14
16
18
20
22
24
26
28
30
32
34
40
42
48
vertical
1,25
0,58
0,46
0,28
0,00
-1,18
-1,44
-1,35
-1,25
-1,28
-1,04
-1,06
-1,10
-0,71
-0,55
-0,33
-0,13
0,00
0,00
0,00
1,25
114
115
116
117
SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 14:
RIBERAS DE CALDEARENAS Y JAVIERRELATRE
El valle es de tipo 6. Está controlados por factores estructurales y en sus
laderas predominan los coluviones. La pendiente del fondo de valle es
moderada, inferior al 4% (figura 2.21). En tramos de estos valles pueden existir
zonas de abundantes depósitos aluviales ó aluvio-coluviales, pero en general los
valles tienen siempre un confinamiento lateral estructural, y el aporte
sedimentario suele ser escaso.
El tipo de cauce es G3c. Se trata de un tipo encajado (entrenchment menor
de 1.4), estrecho y profundo (ratio W/D menor de 12), en este caso con la letra
“c” por su pendiente inferior al 2%. Presentan una elevadísima tasa de erosión
de márgenes y por ello un elevado aporte sedimentario; sólo cuando inciden
sobre sustrato rocoso o sobre grandes bloques, la erosión es notablemente
inferior. Se dan en valles fluviales de tipo 1, 3, 5, 6, 7, 8, 10 y también en valles
de tipo 2, 6, 8, 10 bajo condiciones de inestabilidad o desequilibrio impuestas
por cambios en la cuenca y/o por impactos directos sobre el canal.
El resultado de la clasificación en este caso no era el esperado, y
probablemente se deba a un problema de mala elección del punto de muestreo,
que por dificultades de accesibilidad en otras zonas se fijo en un subsector muy
encajado y muy próximo al pie de una minicentral,es decir, en una situación de
desequilibrio local tal como se señala en el párrafo anterior. De hecho, ese
encajamiento local es responsable de que las ratios de entrenchment y
anchura/profundidad hayan salido bajas. Para el conjunto del sector funcional
parece más lógica una clasificación B3c.
Por tanto, en relación con el sector funcional anterior, el valle se ha
estrechado y el confinamiento del cauce es más notable. Hay que destacar la
inyección o incremento de caudales hídricos que supone el retorno de la central
de Jabarrella y la llegada del río Guarga, que provoca también un muy notable
incremento de la cuenca vertiente. Junto con el estrechamiento progresivo del
valle se registra un incremento de la pendiente observable en el perfil
longitudinal.
Geología: el río se encaja en materiales margosos (formación margas de
Arguis). En su cauce existe un recubrimiento de gravas y cantos que presenta
gran movilidad.
Hidrogeología: los materiales más permeables corresponden al recubrimiento
aluvial, si bien es de escasa potencia y continuidad. Los materiales margosos
tienen una muy baja permeabilidad.
118
En la granulometría se observa un empate entre bloques y cantos que lleva la
media al segundo tipo, debido a la presencia de materiales más finos.
La ribera izquierda se encuentra muy limitada por la presencia de prados de
cultivo, no superando los 8 metros de ancho. Por ello, la estructura es deficiente
y no hay una buena continuidad del corredor. Las especies arbóreas más
representativas son el chopo lombardo (Populus nigra subsp. italica), el sauce
(Salix eleagnus) y el quejigo (Quercus faginea subsp. faginea). Las especies
arbustivas dominantes son el boj (Buxus sempervirens), cornejo (Cornus
sanguinea), majuelo (Crataegus monogyna), zarza (Rubus ulmifolius) y juncos.
La ribera derecha se encuentra limitada de igual manera que la otra. Las
especies se representan de forma similar, si bien destaca la presencia de carrizo
(Phragmites sp.) en las zonas más húmedas. El estrato herbáceo en ambas
márgenes está compuesto por cola de caballo (Equisetum sp.), especie típica de
lugares húmedos, como las orillas de los ríos.
LOCALIZACIÓN DEL SECTOR
FUNCIONAL Y PUNTO DE
M UESTREO GÁLLEGO 14
Latre
Javierrelatre
Estallo
Caldearenas
TRAMO 14
N
0
0,5
1
kilóm etros
Fuente: CHE. Elaboración propia
119
PERFIL LONGITUDINAL
670
665
660
655
650
645
640
635
630
625
60550
61550
62550
63550
64550
65550
66550
67550
68550
69550
70550
DATOS TOPOGRÁFICOS (en metros)
DE LA SECCIÓN TRANSVERSAL
horizontal
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
vertical
0,50
0,00
-0,57
-0,59
-0,66
-1,31
-1,34
-1,32
-1,27
-1,24
-1,19
-1,19
-0,12
0,00
120
121
122
123
SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 15: ESTRECHO DE ASTAÚN
El valle es de tipo 2. Se dan en relieves moderados, relativamente estables,
con pendientes de ladera moderada y pendientes del fondo del valle inferiores al
4% (figura 2.17). Los materiales más frecuentes son aluviones y coluviones.
La inaccesibilidad de todo el sector funcional ha hecho imposible que se
realizaran mediciones sobre punto de muestreo.
Geología: el río se encaja en materiales margosos (formación margas de
Arguis) y en su cauce existe un recubrimiento de gravas y cantos que presenta
gran movilidad. Al sur del cauce del río y paralelo al mismo se encuentran los
materiales carbonatados del Eoceno Superior (Formación Calizas de Guara).
Hidrogeología: los materiales más permeables corresponden al recubrimiento
aluvial, si bien es de escasa potencia y continuidad. Los materiales margosos
tienen una muy baja permeabilidad.
En un recorrido de unos 5,6 km, la pendiente del tramo es del 0,96% y el
índice de sinuosidad se sitúa en torno a 1,15. Como es imposible conocer la ratio
de encajamiento, deberíamos movernos entre los tipos B (con un encajamiento
medio) y F (con un encajamiento más agudo), con más probabilidad por el
segundo, teniendo en cuenta los valores de los sectores funcionales próximos.
En cuanto a la granulometría, es probable que domine el tamaño bloque,
teniendo igualmente en cuenta lo que ocurre en los tramos adyacentes. El tipo
más probable creemos, por tanto, que sería el F2. Sin embargo, de acuerdo con
Rosgen, este tipo no correspondería con un tipo de valle 2.
Por el estrecho de Astaún el Gállego circula en dirección E-W por un valle
encajado en un relieve en cuesta. La vertiente derecha presenta mayor pendiente,
correspondiendo al frente de cuesta, y se encuentra disectada por varios
barrancos de fuerte pendiente y corto recorrido. Como vertiente de solana, su
cubierta vegetal es más pobre. La vertiente izquierda es más suave y
homogénea, como corresponde a un reverso de cuesta. La ubicación en umbría
permite el desarrollo de masas arboladas. Tan sólo hay dos barrancos bien
marcados, uno al comienzo y otro al final del tramo. El corredor ribereño del
Gállego se desarrolla en algunas orillas convexas de meandro, donde el valle se
abre localmente. No obstante, dicho corredor queda constreñido, y sometido a
algunos impactos, por dos infraestructuras paralelas, una en cada margen: el
canal que abastece a la central eléctrica de Anzánigo en la derecha y la vía del
ferrocarril Zaragoza-Canfranc en la izquierda.
124
PERFIL LONGITUDINAL
630
625
620
615
610
605
600
595
70550
71090
71630
72170
72710
73250
73790
74330
74870
75410
75950
125
126
SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 16:
MEANDROS DE ANZÁNIGO Y YESTE
El valle es de tipo 8. Son fácilmente identificables por la presencia de
terrazas fluviales múltiples localizadas lateralmente a lo largo de amplios valles
con relieves suaves y escalonados hacia el fondo del valle. Las terrazas aluviales
y las llanuras de inundación son las formas de relieve típicas de un elevado
aporte sedimentario (figura 2.23).
El cauce es de tipo F2. Los ríos de tipos “F” son los que tradicionalmente los
geomorfologos denominan “meandriforme-encajados”. Estos cursos fluviales
tienen, en situación bankfull, una relación anchura/profundidad elevada (ratio
W/D mayor de 12) y un notable encajamiento (ratio menor de 1,4). Las formas
del lecho fluvial son la típicas secuencias riffle-pool. El predominio
granulométrico de bloques da el valor 2 acompañando al tipo básico.
Geología: el río se encaja en materiales margosos (formación margas de
Arguis) y en su cauce existe un recubrimiento de gravas y cantos que presenta
gran movilidad.
Hidrogeología: los materiales más permeables corresponden al recubrimiento
aluvial, si bien es de escasa potencia y continuidad. Los materiales margosos
tienen una muy baja permeabilidad.
El sector funcional destaca por la sucesión de meandros encajados de notable
amplitud de onda y apreciable sinuosidad (1,452). Dichas curvas están impresas
en los propios niveles de terraza y glacis. El valle presenta un mayor
encajamiento en el sector central, entre Anzánigo y Garoneta Nueva,
coincidiendo curiosamente con un más alto índice de sinuosidad.
En el punto de muestreo, a escasos metros de la estación de aforo de
Anzánigo, se registra una evidente incisión lineal, a pesar de la importante
anchura del cauce. En el sector se siguen sucediendo los aprovechamientos
hidroeléctricos que alteran la dinámica hidromorfológica.
La margen izquierda se asienta en barras laterales y en el escarpe rocoso de
areniscas. Las barras presentan una colonización bastante desarrollada, si bien
los ejemplares de sauce (Salix eleagnus) y chopo (Populus nigra) presentan
estados de juventud notable. Conforme se aleja del río, el desarrollo de las
especies está más avanzado, alcanzándose alturas mayores y grados de densidad
elevados. El estrato arbustivo lo forman especies como el boj (Buxux
sempervirens), cornejo (Cornus sanguinea) y zarza (Rubus ulmifolius).
127
En la ribera derecha hay apariciones puntuales y reducidas de hileras de
juncos en la zona más cercana al río, que no alcanzan los 5 metros de espesor.
La ribera se encuentra limitada por la aparición de prados de cultivo. Las
especies representadas son las mismas que en la margen izquierda. Destaca la
presencia del olmo (Ulmus minor) dentro del estrato arbóreo de esta margen.
LOCALIZACIÓN DEL SECTOR
FUNCIONAL Y PUNTO DE
M UESTREO GÁLLEGO 16
Anzánigo
TRAMO 16
Yeste
N
0
0,5
1
kilóm etros
Fuente: CHE. Elaboración propia
PERFIL LONGITUDINAL
600
595
590
585
580
575
570
565
560
555
550
545
540
535
75950
78105
80260
82415
84570
86725
128
DATOS TOPOGRÁFICOS (en metros)
DE LA SECCIÓN TRANSVERSAL
horizontal vertical
0
1
2
10
15
20
22
24
26
28
30
32
34
36
38
40
42
44
46
48
50
52
54
56
58
60
62
64
66
68
70
72
74
76
78
80
82
84
85
90
99
100
105
110
119
120
1,500
0,800
0,500
0,250
0,150
0,000
-0,995
-1,195
-1,185
-1,085
-0,985
-0,915
-0,855
-0,805
-0,765
-0,755
-0,785
-0,795
-0,855
-0,845
-1,115
-1,155
-1,215
-1,245
-1,215
-1,255
-1,275
-1,225
-1,165
-0,975
-1,005
-1,005
-0,985
-1,035
-0,945
-0,895
-0,595
0,000
0,150
0,300
0,300
0,400
0,500
0,600
0,800
1,500
129
130
131
132
SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 17: EMBALSE DE LA PEÑA
Está constituido por el embalse de La Peña (15,45 hm3), que entró en servicio
en 1913, por lo que las características fluviales han desaparecido y no se ha
llevado a cabo muestreo ni es un sector clasificable. El proceso de colmatación
es importante, de manera que en la cola del embalse se ha desarrollado una
sauceda y una importante superficie de helófitas.
Geología: la presa se sitúa sobre materiales carbonatados del Eoceno
(“Calizas de Guara”) y el vaso corresponde principalmente a la formación
“Margas de Arguis”.
Hidrogeología: destaca la contrastada permeabilidad que existe entre las
calizas que forman la presa y las margas que forman el vaso del embalse. Los
materiales calizos presentan karstificación y su nivel de base es muy inferior a la
cota del agua en el embalse. Por el contrario los materiales margosos son de
muy baja permeabilidad.
133
134
SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 18: LA PEÑA - RIGLOS
El tipo de valle es el 4. Este tipo se caracteriza por presentar un cauce fluvial
meandriforme encajado o profundamente incidido, con presencia de formas de
relieve confinadas como son cañones, gargantas y estrechos. La pendiente del
fondo del valle no suele exceder del 2% (figura 2.19). Los valles de tipo 4 se
encuentran controlados estructuralmente y se encajan en materiales de fácil
incisión (kársticos, por ejemplo). Estos tipos de río también están asociados con
levantamientos tectónicos de estos valles.
El tipo de cauce es F2, ya que el encajamiento está por debajo de 1,4, la
relación anchura/profundidad por encima de 12, la sinuosidad por encima de 1,2,
la pendiente por debajo del 2% y el material dominante son bloques. Puede
definirse geomorfológicamente como meandriforme encajado.
Geología: el río atraviesa mediante un congosto las estructuras meridionales
de la cordillera Pirenaica, cortando en un complejo tectónico la serie mesozoica
y terciaria, para terminar atravesando los conglomerado de borde de la cuenca
del Ebro, con sus espectaculares morfologías, denominada “mallos”.
Hidrogeología: el río atraviesa formaciones carbonatadas permeables como
las del Eoceno, Cretácico superior y Triásico medio, dando lugar a pequeños
manantiales que, cuando se producen en el cauce del río, pasan desapercibidos
debido al siempre elevado caudal del Gállego.
Al pie de la presa de La Peña el Gállego atraviesa las Sierras Exteriores
pirenaicas en forma de cluse. No obstante, a diferencia de los ríos más
orientales, que cortan esta alineación formando profundos cañones, en el caso
del Gállego la garganta es más abierta y dibuja amplios meandros, en concreto
cuatro grandes curvas. Las calizas menos masivas han permitido una erosión
mucho más fluvial que kárstica, presentando el valle laderas en V sin paredes
verticales, salvo puntualmente en el sector inferior, donde las calizas se adosan a
los farallones conglomeráticos de los Mallos de Riglos. Éstos marcan el límite
del Pirineo con la Depresión del Ebro y también la frontera entre el presente
sector funcional y el siguiente, en el que el Gállego continuará meandriforme y
encajado, pero no ya en los pliegues calcáreos sino entre depósitos de terraza.
La superficie de cuenca tan sólo se incrementa en 15 km2 en este sector,
alcanzándose los 1730,54 km2 al final del mismo. El Gállego tan sólo recibe
modestos barrancos de fuerte pendiente, siendo el más largo el de Tolosana, que
afluye por la margen derecha frente a Carcavilla.
El cauce alcanza una longitud de 5,3 km en el sector, con una pendiente
media del 0,76%. El trazado meandriforme marca un índice de sinuosidad de
135
1,452. El valor del encajamiento alcanza un índice muy bajo de 1,217, por lo
que el cauce puede definirse como muy encajado. Sin embargo, la relación
anchura/profundidad marca un valor elevado de 40,457 debido a la notable
anchura del fondo del lecho. Los materiales predominantes de acuerdo con el
muestreo en la transversal son bloques (68%), seguidos de cantos (16%) y
gravas (12%), a lo que hay que añadir una pequeña representación de finos
(4%). No llega a aflorar el sustrato rocoso en el punto de muestreo. Si
obtenemos el valor del D50 también resulta “bloques” la tipología a aplicar. La
presencia de abundante material procedente de las laderas también es
responsable del resultado.
El paisaje fluvial es de gran atractivo y espectacularidad en el sector, tanto por
las agrestes laderas que enmarcan al río como sobre todo por el cauce rocoso en
el que la corriente salva, caudalosa y espumeante, rápidos y grandes bloques. En
ella se practican diversas modalidades deportivas y actividades de aventura. El
tramo inferior del sector está amenazado de perder su condición fluvial, ya que
se integraría en la cola del proyectado embalse de Biscarrués.
El punto de muestreo se localizó aguas abajo del puente de acceso a la central
hidroeléctrica de Carcavilla. Precisamente a la altura de dicho puente se constata
un cambio en las riberas. Aguas arriba del puente el cauce se encuentra encajado
en las calizas, por lo que la vegetación es muy escasa. Aguas abajo el valle se
abre ligeramente. Es decir, al tratarse de un tramo de cañón, la ribera se limita a
zonas donde el río ha excavado en la horizontal, permitiendo la aparición de
barras que son susceptibles de ser colonizadas por vegetación ripícola. El punto
de muestreo se localizó en una de estas zonas, por lo que la vegetación está
bastante desarrollada.
En la ladera izquierda se desarrolla un bosque mediterráneo poco denso con
tomillo (Thymus vulgaris), romero (Rosmarinus officinalis), aliaga (Genista
scorpius), boj (Buxus sempervirens) y carrasca (Quercus ilex). La ribera es de
unos 5 metros de ancho, pero bastante densa. Las especies de mayor porte son el
chopo lombardo (Populus nigra subsp. italica), sauce (Salix eleagnus), serbal de
cazadores (Sorbus aucuparia) y alguna higuera (Ficus carica) puntual. El
sotobosque es relativamente denso, compuesto por cornejo (Cornus sanguinea)
y zarza (Rubus ulmifolius). En la parte más cercana al río se desarrolla una densa
banda de carrizo (Phragmites sp.) de unos 3 metros de ancho. En el cauce
aparece esporádicamente algún sauce arbustivo que ha conseguido enraizar.
La zona de muestreo cuenta con una relativamente amplia ribera en margen
derecha debido a la presencia de una barra colonizada por gran número de
especies, no todas de ribera. Además de las especies representadas en la orilla
opuesta, aparece también pino (Pinus sylvestris) en ejemplares jóvenes,
madroño (Arbutus unedo) y un gran número de especies típicas de un clima más
136
mediterráneo y laderas de solana, como la aliaga (Genista sp.), romero
(Rosmarinus officinalis) y tomillo (Thymus vulgaris). Destaca la presencia de
gayuba (Arctostaphyllos uva-ursi) cubriendo gran parte del sustrato. La densidad
de la ribera en esta margen no es elevada, permitiendo fácilmente el paso.
LOCALIZACIÓN DEL SECTOR
FUNCIONAL Y PUNTO DE
M UESTREO GÁLLEGO 18
TRAMO 18
Riglos
N
Murillo de
Gállego
0
1
2
kilómetros
Fuente: CHE. Elaboración propia
PERFIL LONGITUDINAL
540
535
530
525
520
515
510
505
500
89450
89980
90510
91040
91570
92100
92630
93160
93690
94220
94750
137
DATOS TOPOGRÁFICOS (en metros)
DE LA SECCIÓN TRANSVERSAL
horizontal vertical
0
1,00
5
0,00
7 -0,18
9 -0,75
11 -1,02
13 -0,95
15 -1,17
17 -0,82
19 -1,23
21 -1,39
23 -1,38
25 -1,55
27 -1,30
29 -1,37
31 -1,54
33 -1,24
35 -1,23
37 -1,27
39 -1,27
41 -1,18
43 -1,21
45 -1,16
47 -1,28
49 -1,10
51 -0,57
53
0,00
80
1,00
113
1,30
138
139
140
141
SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 19: RIGLOS – SANTA EULALIA
El valle es de tipo 8. Son fácilmente identificables por la presencia de
terrazas fluviales múltiples localizadas lateralmente a lo largo de amplios valles
con relieves suaves y escalonados hacia el fondo del valle. Las terrazas aluviales
y las llanuras de inundación son las formas de relieve típicas de un elevado
aporte sedimentario (figura 2.23).
El tipo de cauce es F3. Es un cauce meandriforme encajado pero, a
diferencia del sector funcional anterior, no se encaja en las calizas de las Sierras
Exteriores pirenaicas, sino en los propios niveles de terraza del Gállego. Los
cursos de tipo F presentan, en situación bankfull, una relación
anchura/profundidad elevada (ratio W/D
mayor de 12) y un notable
encajamiento (ratio menor de 1,4). Las formas del lecho fluvial son la típicas
secuencias riffle-pool. En algunos sectores dan funcionalidad a la llanura de
inundación y con sus desplazamientos tienden a aumentar la anchura del valle
aluvial.
Geología: el río se encuentra ya dentro de la cuenca terciaria del Ebro,
aflorando una alternancia de lutitas y areniscas en paleocanales de disposición
horizontal, denominada Formación Sariñena. La edad de esta formación es
Mioceno.
Existen también depósitos de terrazas que generalmente se encuentra colgadas
y desconectadas hidráulicamente del río. En el cauce existe un aluvial
discontinuo formado por gravas y cantos, pero el carácter netamente erosivo del
río hace que sean frecuentes los afloramientos de roca del sustrato.
Hidrogeología: los materiales de la formación Sariñena son globalmente poco
permeables, pero tanto los niveles de areniscas como en las lutitas el agua
circula dando lugar a rezumes y manantiales de muy bajo caudal. Las terrazas
aluviales cuando son extensas dan lugar a pequeños acuíferos.
El tipo esperado era Bc, similar al del sector siguiente, pero las mediciones de
campo han confirmado una ratio de encajamiento superior a la esperada,
responsable de que el sector se asocie por su tipo al anterior (Gállego 18) y no al
siguiente (Gállego 20).
El punto de muestreo se ha establecido junto al puente de Murillo, en la mitad
superior del sector, en la que la pendiente local es más alta. El cauce presenta
unas notables dimensiones, destacando por su profundidad. El caudal bankfull
resulta bastante más elevado que en el tramo anterior. El predominio de material
tamaño canto otorga el número 3 a la denominación del tipo.
142
Por lo observado en el punto de muestreo, el sector destaca por su estabilidad
y por un funcionamiento dinámico bastante equilibrado, sólo modificado por las
alteraciones de caudal y reducción de sedimentos derivadas del embalse de La
Peña, pero éstas parecen ya mucho más atenuadas que en el sector funcional
anterior.
En la ribera izquierda hay una alineación de sauces (Salix eleagnus y Salix
alba) y chopos lombardos (Populus nigra subsp. italica) de elevada altura (más
de 20 metros los chopos) pero escasa densidad en el sotobosque. Éste se
compone de aliaga (Genista sp.), enebro (Juniperus communis) y algún pequeño
pino (Pinus sylvestris). La anchura de la ribera no alcanza los 15 metros,
limitada por las escarpadas laderas de areniscas colonizadas por matorral
mediterráneo.
En la margen derecha hay una importante banda de carrizo (Phragmites sp.)
de unos 8 metros de ancho y más de 2 de altura. Tras esta banda se asientan
ejemplares no muy desarrollados de sauce (Salix eleagnus y Salix alba) y chopo
(Populus nigra subsp. italica), que forman una ribera poco densa. La zarza
(Rubus ulmifolius) es la especie más representada en el sotobosque.
LOCALIZACIÓN DEL SECTOR
Riglos
FUNCIONAL Y PUNTO DE
MUESTREO GÁLLEGO 19
Murillo de
Gállego
Concilio
TRAMO 19
Morán
N
0
1
kilóm etros
2
Santa Eulalia
de Gállego
Fuente: CHE. Elaboración propia
143
PERFIL LONGITUDINAL
505
495
485
475
465
455
445
435
94750
96120
97490
98860
100230
101600
102970
104340
105710
107080
108450
DATOS TOPOGRÁFICOS (en metros)
DE LA SECCIÓN TRANSVERSAL
horizontal vertical
0
1,50
3
1,00
4
0,75
5
0,50
7
0,40
8
0,00
9
0,00
12,5 -1,08
16 -1,22
18,5 -1,11
23 -1,40
27 -1,72
33 -1,90
37 -1,93
41 -1,64
44
0,00
45
0,10
50
0,25
60
0,75
62
1,50
144
145
146
147
SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 20: SANTA EULALIA - ARDISA
El valle es de tipo 8. Son fácilmente identificables por la presencia de
terrazas fluviales múltiples localizadas lateralmente a lo largo de amplios valles
con relieves suaves y escalonados hacia el fondo del valle. Las terrazas aluviales
y las llanuras de inundación son las formas de relieve típicas de un elevado
aporte sedimentario (figura 2.23).
No obstante, se ha dudado en la asignación de valle, ya que existe cierto
control estructural que podría haberse interpretado como de valle de tipo 6, pero
al encajarse el Gállego en sus propias terrazas se ha terminado por definir el
valle como 8.
El tipo del cauce es B3c. Son típicos en valles de laderas controladas
estructuralmente, con muy limitado desarrollo de la llanura de inundación. Están
moderadamente encajados (entrenchment ratio 1.4 a 2.2), la sección transversal
de cauce tiene una relación anchura/profundidad mayor de 12, y muestran una
sinuosidad superior a 1.2. Las tasas de erosión de las márgenes son normalmente
bajas al igual que los procesos de agradación y degradación de canal.
En este ejemplo concreto la sinuosidad es muy baja, no respondiendo al tipo.
Precisamente la singularidad del sector funcional consiste en su carácter
rectilíneo en clara dirección N-S, sobre todo en sus dos tercios inferiores. El
punto de muestreo, sin embargo, se situó en una leve sinuosidad aguas abajo del
puente de Santa Eulalia/Santolaria, en el tercio superior, de ahí que el perfil
transversal muestre una fisonomía próxima a la de un meandro. La
granulometría presenta un dominio muy claro de los cantos.
Geología. El río se encaja en materiales de la formación Sariñena formados
por lutitas y areniscas en paleocanales. Destaca la gran extensión de las terrazas
aluviales en la margen izquierda del río, actualmente colgadas respecto al cauce.
Hidrogeología En general los materiales aflorantes son poco permeables y
sólo las terrazas permiten la existencia de pequeños acuíferos colgados.
El caudal bankfull alcanza el valor más alto de todo el Gállego, y
probablemente el caudal medio también. Sin embargo, los síntomas de
estabilidad son apreciables. Podemos decir, como en el sector anterior, que hay
una correcta correlación entre las condiciones hidrológicas y la morfología del
cauce.
La ribera izquierda está bastante limitada por la ladera escarpada. Tiene unos
10 metros de anchura, pero presenta una densidad de sotobosque elevada
148
favorecida por el escaso desarrollo de ejemplares de sauce (Salix eleagnus y
Salix alba) y por la importancia de la zarza (Rubus ulmifolius). También aparece
el chopo (Populus nigra subsp. italica), alcanzado las mayores alturas. En la
zona más próxima al curso fluvial destaca la presencia de carrizo (Phragmites
sp.) que forma densas hileras de 3-5 metros de anchura y 1’5-2 metros de altura.
Estas hileras no son continuas, pero se repiten con bastante frecuencia a lo largo
del curso fluvial.
La margen derecha presenta una barra colonizada por sauce (Salix eleagnus y
Salix alba) y chopo (Populus nigra subsp. italica), pero muy poco densa. No
existe sotobosque ni continuidad en la ribera.
LOCALIZACIÓN DEL SECTOR
FUNCIONAL Y PUNTO DE
MUESTREO GÁLLEGO 20
Erés
TRAMO 20
N
Piedramorrera
0
1
2
Biscarrués
kilóm etros
Fuente: CHE. Elaboración propia
149
PERFIL LONGITUDINAL
436
434
432
430
428
426
424
422
108450
109000
109550
110100
110650
111200
111750
112300
112850
113400
113950
DATOS TOPOGRÁFICOS (en metros) DE LA SECCIÓN TRANSVERSAL
horizontal vertical
0
2
4
6
8
10
12
14
16
18
20
22
24
26
28
30
32
34
42
50
55
58
61
64
65
80
90
1,06
1,06
0,87
0,71
0
0,03
0,03
0
-0,05
-0,26
-0,46
-0,65
-0,81
-0,92
-0,96
-1,15
-1,31
-1,4
-1,96
-2,23
-2,83
-3,14
-2,1
-0,56
-0,15
0,75
1,06
150
151
152
SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 21: EMBALSE DE ARDISA
Está constituido por el embalse de Ardisa (5,24 hm3), que entró en servicio en
1932, por lo que las características fluviales han desaparecido y no se ha llevado
a cabo muestreo ni es un sector clasificable. El proceso de colmatación es
avanzado, por lo que se han desarrollado importantes masas de vegetación de
ribera y de plantas helófitas en las orillas del embalse.
Geología: el río continúa sobre materiales de la formación Sariñena formados
por lutitas y areniscas en paleocanales. En esta zona predominan los tramos
lutíticos, siendo los paleocanales cada vez menos potentes y extensos.
Hidrogeología: en general los materiales aflorantes son poco permeables
153
SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 22:
PRESA DE ARDISA – GURREA DE GÁLLEGO
El valle es de tipo 8. Son fácilmente identificables por la presencia de
terrazas fluviales múltiples localizadas lateralmente a lo largo de amplios valles
con relieves suaves y escalonados hacia el fondo del valle. Las terrazas aluviales
y las llanuras de inundación son las formas de relieve típicas de un elevado
aporte sedimentario (figura 2.23).
Geología: En este tramo el río atraviesa materiales característicos del centro
de la cuenca terciaria del Ebro. En concreto a la altura del Salto del Lobo, los
materiales aflorantes son yesos y margas yesíferas, que prácticamente continúan
hasta su desembocadura en Zaragoza.
Hidrogeología: los materiales aflorantes son de baja permeabilidad
El cauce estimamos que podría ser de tipo C, por describir amplios
meandros semiencajados en los niveles de terraza. Son ríos generados en valles
desarrollados sobre depósitos aluviales, de manera que tienen una llanura de
inundación bien desarrollada y ligeramente encajada (entrenchment ratio mayor
de 2.2). Son relativamente sinuosos (sinuosidad mayor de 1.2) y poseen
pendientes por debajo del 2%. La secuencia longitudinal característica del lecho
es la riffle-pool. Se reconocen también por la elevada ratio anchura/profundidad
de su canal (W/D>12). La secuencia de riffles y pools enlaza con la geometría
de los meandros, de manera que el espaciado riffle-pool es una media de 1.5
veces la longitud de onda del meandro, lo que aproximadamente supone de 5 a 7
anchuras de bankfull. Las características morfológicas esenciales de los ríos tipo
C son, por tanto, la sinuosidad, el bajo relieve del canal, las llanuras de
inundación bien desarrolladas y los característicos point-bar en el canal activo.
La agradación/degradación y los procesos de divagación lateral suelen ser
notablemente activos aunque dependen de la estabilidad de las márgenes, de las
condiciones de la cuenca aguas arriba y del régimen tanto de flujo como de
sedimentos. Los ríos de tipo C pueden ser fácil y rápidamente desestabilizados
por inestabilidad de las márgenes o por cambios en los flujos de caudal y/o
sedimento.
En este caso, aunque no se ha podido confirmar al no llevar a cabo muestreo,
debe haber problemas de desestabilización derivados de la presencia de un
embalse aguas arriba, embalse desde el que se derivan importantes caudales
hacia Sotonera.
154
En concreto, la clasificación probable seria C3, ya que hay que pensar en que
se mantiene el dominio de cantos en todo el curso medio-bajo y bajo del
Gállego.
El sector funcional es muy largo, superándose los 28 km. El índice de
sinuosidad alcanza el valor 1,556, mientras la pendiente del cauce es de tan sólo
el 0,28%. Se extienden algunos sotos interesantes por su densidad y superficie,
sobre todo aguas abajo del Salto del Lobo (Marracos).
PERFIL LONGITUDINAL
400
390
380
370
360
350
340
330
320
310
116700
122350
128000
133650
139300
144950
155
SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 23:
GURREA – ONTINAR DEL SALZ
El valle es de tipo 8. Son fácilmente identificables por la presencia de
terrazas fluviales múltiples localizadas lateralmente a lo largo de amplios valles
con relieves suaves y escalonados hacia el fondo del valle. Las terrazas aluviales
y las llanuras de inundación son las formas de relieve típicas de un elevado
aporte sedimentario (figura 2.23).
El sector presenta una longitud de 12,5 km, una pendiente media del 0,19% y
un índice de sinuosidad de 1,327.
Geología: el río cada vez menos encajado atraviesa materiales yesíferos y
margo yesíferos. Los glacis y terrazas son cada vez más extensos, especialmente
en su margen izquierda.
Hidrogeología: predominan los materiales poco permeables. Las terrazas y
glacis se encuentran desconectadas hidráulicamente del río.
No se han realizado mediciones en punto de muestreo pero, por las
características del cauce, meandriforme libre con abundantes barras de
sedimentos y subdivisión en brazos en algunos enclaves, se estima que el
resultado de la aplicación de la clasificación de Rosgen sea un tipo C3, como el
anterior y el siguiente.
Sin embargo, la movilidad del cauce en las últimas décadas es mucho más
clara que en el sector anterior, y la superficie del llano de inundación, ocupado
por cultivos de regadío, mucho mayor. La sinuosidad es relativamente baja
porque, con una pendiente superior al 0,1% (por baja que parezca) y en un cauce
pirenaico con abundantes sedimentos y crecidas (situación anterior a los
embalses), las cortas de meandro se debían de producir en el pasado con notable
facilidad.
Los ríos de tipo C se ubican en valles desarrollados sobre depósitos aluviales,
de manera que tienen una llanura de inundación bien desarrollada y poco
encajada (entrenchment ratio mayor de 2.2). Son relativamente sinuosos
(sinuosidad mayor de 1.2) y poseen pendientes por debajo del 2%. La secuencia
longitudinal característica del lecho es la riffle-pool. Se reconocen también por
la elevada ratio anchura/profundidad de su canal (W/D>12). La secuencia de
riffles y pools enlaza con la geometría de los meandros, de manera que el
espaciado riffle-pool es una media de 1.5 veces la longitud de onda del meandro,
lo que aproximadamente supone de 5 a 7 anchuras de bankfull. Las
características morfológicas esenciales de los ríos tipo C son, por tanto, la
156
sinuosidad, el bajo relieve del canal, las llanuras de inundación bien
desarrolladas y los característicos point-bar en el canal activo. La
agradación/degradación y los procesos de divagación lateral suelen ser
notablemente activos aunque dependen de la estabilidad de las márgenes, de las
condiciones de la cuenca aguas arriba y del régimen tanto de flujo como de
sedimentos. Los ríos de tipo C pueden ser fácil y rápidamente desestabilizados
por inestabilidad de las márgenes o por cambios en los flujos de caudal y/o
sedimento.
PERFIL LONGITUDINAL
316
312
308
304
300
296
292
288
284
280
144950
147455
149960
152465
154970
157475
157
158
SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 24: ONTINAR - ZUERA
El valle es de tipo 8. Son fácilmente identificables por la presencia de
terrazas fluviales múltiples localizadas lateralmente a lo largo de amplios valles
con relieves suaves y escalonados hacia el fondo del valle. Las terrazas aluviales
y las llanuras de inundación son las formas de relieve típicas de un elevado
aporte sedimentario (figura 2.23).
El tipo de cauce es C3. Los ríos de tipo C se ubican en valles desarrollados
sobre depósitos aluviales, de manera que tienen una llanura de inundación bien
desarrollada y poco encajada (entrenchment ratio mayor de 2.2). Son
relativamente sinuosos (sinuosidad mayor de 1.2) y poseen pendientes por
debajo del 2%. La secuencia longitudinal característica del lecho es la rifflepool. Se reconocen también por la elevada ratio anchura/profundidad de su canal
(W/D>12). La secuencia de riffles y pools enlaza con la geometría de los
meandros, de manera que el espaciado riffle-pool es una media de 1.5 veces la
longitud de onda del meandro, lo que aproximadamente supone de 5 a 7
anchuras de bankfull. Las características morfológicas esenciales de los ríos tipo
C son, por tanto, la sinuosidad, el bajo relieve del canal, las llanuras de
inundación bien desarrolladas y los característicos point-bar en el canal activo.
La agradación/degradación y los procesos de divagación lateral suelen ser
notablemente activos aunque dependen de la estabilidad de las márgenes, de las
condiciones de la cuenca aguas arriba y del régimen tanto de flujo como de
sedimentos. Los ríos de tipo C pueden ser fácil y rápidamente desestabilizados
por inestabilidad de las márgenes o por cambios en los flujos de caudal y/o
sedimento.
Se trata de un cauce de transición trenzado-meandriforme en valle abierto,
que en el pasado podría definirse más como trenzado que como meandriforme.
Sin embargo, la reducción de sedimentos y crecidas por los embalses y la
colonización vegetal hasta la misma orilla del cauce han provocado que éste se
haya ido estabilizando y concentrando en un canal único, aunque perviven
canales secundarios en aguas altas.
La no clasificación como de tipo D (esperado a priori) se debe a esa reducción
del trenzamiento y también a que la relación anchura-profundidad no alcanza el
valor 40, que Rosgen fija como necesario para alcanzar un tipo D. De hecho, la
ratio anchura/profundidad se queda en 30,24, valor inferior al del sector
siguiente y también al anterior con medidas (Gállego 20).
159
Geología: el río discurre ligeramente encajado, aflorando en sus márgenes el
sustrato de yesos y margas. Especialmente en la margen izquierda predominan
los materiales cuaternarios dispuestos en glacis y terrazas.
Hidrogeología: los materiales cuaternarios mantienen un extenso acuífero, si
bien de escasa potencia y desconectado hidráulicamente del río. Existe también
una karstificación en los yesos y sales del sustrato que se evidencia por la
formación de dolinas.
La pendiente del cauce es superior a la del sector funcional anterior,
situándose en el 0,28%. Se registran diversos choques del cauce menor con los
escarpes de terraza, especialmente en la margen derecha, en los que el
socavamiento basal es activo. Las irregularidades de trazado son continuas, con
subsectores con claro trenzamiento y otros de meandros mal diseñados, que no
mantienen ninguna continuidad. Notable dinámica reciente y huellas claras de
que los cambios de trazado de las orillas son activos.
Ribera izquierda muy densa, impenetrable en algunos casos, y con poca
variedad de especies: sauce (Salix eleagnus y Salix alba), chopo (Populus
nigra), álamo (Populus alba), taray (Tamarix gallica), zarza (Rubus ulmifolius)
y carrizo (Phragmites sp.). Los ejemplares no se han desarrollado mucho en
altura, encontrándonos ante un bosque joven.
En la margen derecha la variedad de especies se limita prácticamente a dos:
taray (Tamarix gallica) y carrizo (Phragmites sp.). Los ejemplares de taray se
localizan puntualmente entre el río y una franja muy densa de carrizo que oscila
entre 50 y 5 metros de distancia al río. El suelo está cubierto de herbáceas.
160
LOCALIZACIÓN DEL SECTOR
FUNCIONAL Y PUNTO DE
M UESTREO GÁLLEGO 24
Ontinar de Salz
TRAMO 24
Puilatos
N
0
1,5
Estación
Portazgo
3
kilómetros
Zuera
Fuente: CHE. Elaboración propia
PERFIL LONGITUDINAL
282
280
278
276
274
272
270
268
266
264
157475
158295
159115
159935
160755
161575
162395
163215
164035
164855
165675
161
DATOS TOPOGRÁFICOS (en metros)
DE LA SECCIÓN TRANSVERSAL
horizontal vertical
0
0,07
30
0,05
70
0
70,1 -0,62
72 -1,38
74 -1,84
76 -2,06
78
-2,1
80
-2
82 -1,77
84 -1,68
86
-1,5
88 -1,46
92 -1,39
96 -1,36
100
-1,3
104 -1,15
108 -0,88
110 -0,95
111 -0,86
119
-0,4
121 -0,39
125 -0,18
128
-0,2
129
-0,1
130
0
138
0,15
150
0,2
162
163
164
165
166
SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 25: ZUERA - PEÑAFLOR
El valle es de tipo 8. Son fácilmente identificables por la presencia de
terrazas fluviales múltiples localizadas lateralmente a lo largo de amplios valles
con relieves suaves y escalonados hacia el fondo del valle. Las terrazas aluviales
y las llanuras de inundación son las formas de relieve típicas de un elevado
aporte sedimentario (figura 2.23).
El cauce es B3c. Son típicos en valles de laderas controladas
estructuralmente, con muy limitado desarrollo de la llanura de inundación. Están
moderadamente encajados (entrenchment ratio 1.4 a 2.2), la sección transversal
de cauce tiene una relación anchura/profundidad mayor de 12, y muestran una
sinuosidad superior a 1.2. Las tasas de erosión de las márgenes son normalmente
bajas al igual que los procesos de agradación y degradación de canal.
Como puede observarse, la descripción anterior no corresponde con el
presente sector funcional en cuanto a las características de valle y laderas, en
absoluto estructurales. En este caso el llano de inundación alcanza un notable
desarrollo, similar al de los sectores adyacentes. Sí que es cierto que el curso
fluvial circula más encajado en los escarpes de terraza que en el sector anterior,
y de ahí el tipo B, debido a una ratio de encajamiento inferior a 2,2 (en concreto
1,479), cuando a priori se esperaba que el tipo fuera C. De hecho, el cauce puede
describirse como meandriforme divagante sobre extenso llano de inundación.
Geología: el río discurre a través de potentes depósitos aluviales, terrazas
encajadas, existiendo un último afloramiento de yesos junto a la localidad de
Zuera, en la margen derecha del río.
Hidrogeología: el río se encuentra conectado hidráulicamente con un potente
y extenso acuífero aluvial.
El punto de muestreo se escogió en un enclave muy estable y quizás de mayor
estrechez en el corredor ribereño que la media del sector, lo cual puede ser una
causa del encajamiento encontrado.
A lo largo de algo más de 20 km de recorrido, la pendiente media es del
0,21% y la sinuosidad alcanza el valor más elevado de todo el curso del Gállego:
1,555. Algunas irregularidades de trazado de deben a antiguas cortas de
meandro, sobre todo en el subsector inferior, aguas debajo de la presa del Rabal.
En la estructura de la ribera izquierda se diferencian perfectamente dos
bandas paralelas. La más próxima al río está compuesta por carrizo (Phragmites
sp.), formando una banda impenetrable de 8 metros de ancho por 2 de alto. A
167
continuación aparece una hilera más o menos limitada por los campos de
cultivos adyacentes compuesta por chopo (Populus nigra) y álamo (Populus
alba), con un sotobosque denso de zarza (Rubus ulmifolius). De cualquier forma,
la ribera no supera los 20 metros de anchura (las dos bandas juntas) debido a la
presencia de los campos de cultivo.
En margen derecha en la zona próxima al río la vegetación va colonizando
progresivamente la barra existente. Juncos, chopos de muy poca altura y carrizos
colonizan en este orden esta margen. Ejemplares más desarrolladas de chopo y
álamo junto con algún sauce (Salix alba) se localizan en el límite con el escarpe
que comunica con los prados de cultivo contiguos. La anchura supera los 40
metros en este punto, pero está en función de la proximidad de los cultivos.
LOCALIZACIÓN DEL SECTOR
Zuera
FUNCIONAL Y PUNTO DE
MUESTREO GÁLLEGO 25
TRAMO 25
San Mateo
de Gállego
Urb Las Lomas
del Gállego
N
Villanueva de
Gállego
0
Peñaflor
2
4
kilóm etros
Fuente: CHE. Elaboración propia
168
PERFIL LONGITUDINAL
265
260
255
250
245
240
235
230
225
220
215
210
165675
169720
173765
177810
181855
185900
DATOS TOPOGRÁFICOS (en metros)
DE LA SECCIÓN TRANSVERSAL
horizontal vertical
0
3
4
6
10
12
14
16
18
20
22
24
26
28,2
30,2
32,2
33,3
40,3
45
48
50
55
57,2
60
65
68
70
2,1
1,5
1,1
0,5
0
-0,8
-2,02
-2,01
-1,91
-1,73
-1,53
-1,57
-1,67
-1,54
-1,34
-1,25
-0,78
-0,56
-0,5
-0,45
-0,55
-0,57
0
0,56
1,2
1,9
2,4
169
170
171
SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 26:
PEÑAFLOR – DESEMBOCADURA EN EL EBRO
El valle es de tipo 8. Son fácilmente identificables por la presencia de
terrazas fluviales múltiples localizadas lateralmente a lo largo de amplios valles
con relieves suaves y escalonados hacia el fondo del valle. Las terrazas aluviales
y las llanuras de inundación son las formas de relieve típicas de un elevado
aporte sedimentario (figura 2.23).
Geología: el río discurre a través de potentes depósitos aluviales, terrazas
encajadas.
Hidrogeología: el río se encuentra conectado hidráulicamente con un potente
y extenso acuífero aluvial.
El sector presenta una longitud de 13 km, una pendiente media del 0,34% y
un índice de sinuosidad de 1,23. El incremento de la pendiente se debe en buena
medida a las alteraciones antrópicas registradas. Puede calificarse de cauce de
transición trenzado-meandriforme alterado y con tramos canalizados. La
tipología trenzada o braided ha ido dando paso al canal único por problemas de
incisión derivados de las extracciones de áridos y las defensas muy próximas al
cauce. El recorrido fluvial es irregular y heterogéneo, sucediéndose situaciones
de inestabilidad que hacen difícil estimar su tendencia futura.
En su situación actual se estima que la clasificación de Rosgen podría ser C3,
sin descartar la B3c por el constreñimiento de la ribera y consiguiente
encajamiento. Precisamente la heterogeneidad del sector ha hecho imposible la
selección de un punto de muestreo representativo.
PERFIL LONGITUDINAL
215
210
205
200
195
190
185
185900
187790
189680
191570
193460
195350
172
173
SECTOR FUNCIONAL AGUAS LIMPIAS 3: TORNADIZAS
El Aguas Limpias es el primer afluente importante del Gállego. En la
divisoria que rodea su cuenca se levantan algunos tresmiles, como Balaitus
(3.146 m) o la Gran Facha. En su cabecera es un curso mal definido (barranco
de Campoplano) que va enlazando cubetas glaciares con ibones, definiéndose el
sector funcional Aguas Limpias 1 hasta la presa de Respomuso. El sector Aguas
Limpias 2 se caracteriza por el encajamiento postglaciar del valle, en algunos
subsectores muy pronunciado (Paso del Onso), en otros menos (Llano Cheto).
En el sector Aguas Limpias 3, que discurre por los Llanos de Tornadizas, la
pendiente del cauce ha descendido, pero sigue predominando la erosión lineal
sobre el desarrollo lateral. Aguas abajo del punto de muestreo (Puen d’as Fajas)
se desarrollan otros dos sectores funcionales: Aguas Limpias 4 (embalse de La
Sarra) y Aguas Limpias 5 (desde la presa hasta la confluencia con el Gállego).
En este último tramo, de valle más abierto en el que se asienta Sallent, el Aguas
Limpias recibe a su principal afluente, el barranco de Pondiellos, que desciende
desde los Picos del Infierno.
El tipo de valle puede clasificarse como 2. Se dan en relieves moderados,
relativamente estables, con pendientes de ladera moderada y pendientes del
fondo del valle inferiores al 4% (figura 2.17). Los materiales más frecuentes son
aluviones y coluviones. El tipo de río más frecuente en este tipo de valles es el
“B”, que generalmente es estable y cuenta con escaso aporte sedimentario,
aunque con morfologías de lecho descritas como rápidos.
El tipo de cauce es B2a, característico de pendientes moderadas a
ligeramente moderadas (2-4%), típico en valles estrechos de laderas controladas
estructuralmente que limitan el desarrollo de la llanura de inundación. Muchos
son el resultado de la influencia de zonas de límites estructurales, fallas, juntas
de estratificación, depósitos de aluvio-coluviones. Los ríos de tipo B están
moderadamente encajados (entrenchment ratio 1.4 a 2.2), la sección transversal
de cauce tiene una relación anchura/profundidad mayor de 12, y muestran una
sinuosidad superior a 1.2. La morfología de lecho típica corresponde a la
presencia de rápidos, con frecuencia influenciados por constricciones de debris
y a estrechamientos locales, dando lugar a pozas pulidas y rápidos. Las tasas de
erosión de las márgenes son normalmente bajas al igual que los procesos de
agradación y degradación de canal.
Geología: tras atravesar un congosto abierto en materiales carbonatados del
Devónico, el río continúa encajado en areniscas y pizarras de la misma edad. El
cauce del río discurre entre bloques y cantos, muchos de ellos de aporte lateral.
174
Hidrogeología: el sustrato es en general poco permeable, pero sobre él se
desarrollan eluvio-coluviones extensos y con frecuencia potentes que mantienen
una zona saturada permanente.
En el Aguas Limpias 3 la sinuosidad es muy baja (1,06), inferior a la descrita
para el tipo por Rosgen. El número 2 del código del tipo se atribuye al dominio
de materiales de tamaño bloque.
El curso fluvial adquiere la calidad estética propia de los ríos de montaña. Las
aguas cristalinas dejan ver los materiales transportados por la corriente, y
numerosos bloques de mayor tamaño, arrastrados por el río o caídos desde las
laderas, afloran por encima de la lámina de agua, a veces reteniendo troncos y
restos vegetales.
El punto de muestreo, ubicado por facilidad de acceso en el tramo más
inferior del sector funcional, presenta la mitad de pendiente (1,78%) que la
media del sector (3,58%). Ello implica un cauce más ancho que lo habitual en el
tramo, y con una secuencia riffle-pool más tendida, pero los datos y valores
obtenidos son coherentes y esperados.
En la margen izquierda la ribera se encuentra muy limitada por la ladera,
alcanzando unos 5-8 metros de anchura. Las especies presentan un gran
desarrollo, especialmente las arbóreas. Entre ellas, destaca el abedul (Betula
pendula), el avellano (Corylus avellana) y el pino (Pinus sylvestris). También
aparece el boj (Buxus sempervirens) y algún sauce (Salix eleagnus) de bajo
porte. La densidad de la ribera es baja, permitiendo el paso sin problemas.
La ribera derecha es un poco más amplia, alcanzando casi 20 metros de
anchura, pero de similar densidad. Las especies son idénticas, destacando
también el serbal de cazadores (Sorbus aucuparia).
175
LOCALIZACIÓN DEL SECTOR FUNCIONAL
Y PUNTO DE MUESTREO
AGUAS LIMPIAS 3
Frontera del
Portalet
Formigal
Sallent
de Gállego
N
0
1,5
3
kilómetros
Fuente: CHE. Elaboración propia
DATOS TOPOGRÁFICOS (en metros) DE LA SECCIÓN TRANSVERSAL
horizontal vertical
0
1
2,5
3
5
6
7
8
9
10
10,3
10,65
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
1,5
1
0,75
0,5
0
-0,23
-0,76
-0,89
-1,02
-0,87
-0,25
-0,81
-0,76
-0,64
-0,57
-0,47
0
0,38
0,6
0,7
0,81
1,1
1,15
176
177
178
179
SECTOR FUNCIONAL AURÍN 3: ACUMUER – DESEMBOCADURA
EN EL GÁLLEGO
El Aurín nace en la vertiente SE de la Pala de Alcañiz (2.763 m) y desciende
en fuerte vertiente hasta la cubeta glaciar de Bucuesa, desde donde alterna
tramos de mayor pendiente y encajamiento con otros de menor pendiente y más
clara factura glaciar (Aurín 1). En la cota 1.500 m se inicia el sector funcional
Aurín 2, de mucha menor pendiente y más homogéneo que el anterior, en el que
el cauce presenta un trazado de baja sinuosidad sobre un valle encajado en V. El
desarrollo lateral del cauce es muy débil, con escasos depósitos de sedimentos.
Aguas arriba de Acumuer, sobre la cota 1.200 m, se inicia el sector funcional
Aurín 3, en el que el cauce se ensancha para hacerse trenzado, morfología que
ya no cambiará hasta la desembocadura. A lo largo de este prolongado sector el
cauce se va ensanchando, merced a los abundantes aportes sedimentarios
laterales, procedentes de barrancos y vertientes que drenan una cuenca
deleznable de flysch y margas.
Ya que parece ser que no hay restos glaciares aguas debajo de Acumuer, el
valle podría definirse como del tipo 3. Son valles caracterizados por la presencia
de potentes depósitos detríticos actuales (abanicos aluviales y coluviones),
mientras las pendientes del fondo del valle son moderadamente abruptas,
mayores del 2% (figura 2.18).
El cauce es típicamente trenzado y de gran anchura. Se clasifica como D3b.
Corresponde a ríos con un sistema de canales múltiples con una elevada relación
anchura/profundiad (W/D mayor de 40) y una pendiente de canal generalmente
similar a la del valle. Estos canales se encuentran en relieves y valles
relacionados con abanicos deposicionales de elevadas pendientes, valles de
salida de glaciares, valles montañosos con carga aluvional grosera (como el
presente caso) y también en zonas deltaicas. Estos ríos tienen tasas de erosión de
las márgenes elevadas, siendo la relación entre la anchura de la banda activa de
meandros y la anchura del bankfull la más baja (valores de entre 1 y 2) entre
todos los tipos de ríos. Las características típicas de los canales múltiples se
despliegan como series de barras e islas sin cobertera vegetal que cambian de
posición frecuentemente durante los eventos de escorrentía por deshielo y
drenajes. El aporte sedimentario es en la práctica ilimitado y las características
del lecho fluvial son el resultado de procesos de convergencia/divergencia del
local barrido de barras y de la sedimentación. La agradación y la divagación son
dominantes.
En este caso es la fuerte pendiente la que otorga la letra “b” al tipo y el
predominio de material tamaño canto el que introduce el número 3.
180
Geología: la mayor parte de este tramo tiene como sustrato los niveles de
areniscas y lutitas que constituyen el flysch eoceno. El cauce está cubierto por
un aluvial extenso pero en general poco potente de gravas y cantos. Las terrazas
y glacis que se desarrollan en ambas márgenes suelen estar desconectados del
río.
Hidrogeología: los depósitos aluviales constituyen un acuífero que condiciona
los caudales circulantes del río. Existen manantiales de aguas sulfídricas
procedentes de los materiales del flysch en el propio cauce.
Afortunadamente en los tipos de canales múltiples como éste no se toma en
consideración la ratio de encajamiento. En el caso que nos ocupa hay una
anchura flood-prone natural de 195 m por la que resulta una entrenchment ratio
de 2,834. Sin embargo, la mota de la margen derecha constriñe el llano de
inundación y deja el flood-prone en sólo 106 m, dejando reducida la
entrenchment ratio a 1,54.
Otro aspecto a tener en cuenta es la tendencia, observada en el punto de
muestreo, a la erosión lineal en la zona izquierda del cauce, en cuyo lecho aflora
el sustrato margoso, dando la sensación de que la acumulación de sedimentos en
mucho más profunda en la margen derecha. Habría que confirmar la continuidad
de este proceso en el sector y buscar sus factores.
Destaca un caudal bankfull elevado, muestra de un curso torrencial, no
regulado. La impermeabilidad del sustrato margoso y una capa de sedimentos
probablemente menos profunda de lo esperado, hacen que la circulación hídrica
subsuperficial sea muy poco importante en relación con la superficial, de ahí un
caudal bankfull relativamente elevado para tratarse de un canal braided.
Resulta curioso el hecho de que la corriente secundaria izquierda, que circula
directamente sobre el sustrato margoso, no se muestra como lámina de agua
horizontal, sino que aparece con un evidente peralte hacia el centro del cauce,
visible en el transecto dibujado. Ello se debe a la propia inclinación del sustrato
y al diseño de la curva, en la que la parte cóncava es, contrariamente a lo
habitual, de lecho más elevado que la convexa. Se realizaron varias
comprobaciones con el nivel topográfico antes de confirmar esta situación.
El cauce trenzado del Aurín es uno de los más valiosos del Pirineo. Sin
embargo, se encuentra enormemente impactado en numerosos puntos por
extracciones de áridos, invasiones laterales y entrada de vehículos. En el punto
de muestreo hay huellas de un camino precario dentro del cauce y llega una pista
por cada orilla, se manera que es vadeado habitualmente por vehículos todo
terreno.
181
Las riberas se encuentran en estado bastante precario. La izquierda es
relativamente estrecha al pie del escarpado límite del llano de inundación, en el
que crece un bosquete con quejigos y carrascas. Dentro del flood-prone crece un
bosquete arbustivo de sauces, chopos y quejigos, denso y bien estructurado, de
unos 10 m de anchura. A continuación se desarrolla un depósito fino con un
herbazal en el que abundan juncos y zarzas, salpicado de algún sauce arbustivo,
alcanzando el cauce secundario que circula sobre el sustrato margoso.
Sobre las distintas islas y barras centrales de sedimentos la vegetación es muy
escasa, limitándose a algunos pies de sauce de tamaño enano junto a algunos
pies de aliaga y herbáceas ruderales.
La orilla derecha es muy estrecha a causa del constreñimiento del dique. Al
pie del talud de éste crecen algunos saucillos y menta. La parte superior de la
mota ha sido colonizada por aliagas con muy poco cubrimiento. Por detrás del
dique debió de desarrollarse en el pasado un soto, hoy sustituido por cultivos.
Quedan algunos ejemplares aislados pero de buen porte de chopo (Populus
nigra), principalmente junto al camino de acceso y al dique.
LOCALIZACIÓN DEL SECTOR
FUNCIONAL Y PUNTO DE
Biescas
Acumuer
MUESTREO AURÍN 3
Escuer
Larrés
N
Borrés
Senegüé
Larrede
Catirana
0
2,5
Aurín
5
kilómetros
Sabiñánigo
Fuente: CHE. Elaboración propia
182
DATOS TOPOGRÁFICOS (en metros) DE LA SECCIÓN TRANSVERSAL
0
1,5
4
13
16
18,65
19
21
24,1
25,9
27,7
28,1
29,5
30,4
31,75
33
34,2
35,5
37,35
40,2
41,7
46,25
47
47,4
48
51,6
54,5
58
63
67,5
69,45
71,15
73,45
74,3
79,5
83,4
84,7
86,05
87,15
1,4
0,85
0,3
0,1
0
-0,05
-0,23
-0,51
-0,85
-0,66
-0,84
-0,75
-0,75
-0,81
-0,89
-0,69
-0,27
-0,45
-0,38
-0,32
-0,03
-0,26
-0,21
0
0,07
0,01
0,12
0,01
-0,06
0,02
0,05
-0,5
-0,43
-0,34
-0,24
-0,34
-0,89
-1,16
-1,05
88,1
89,1
90,2
92,85
93,5
95,15
97,7
99,1
100,15
101,45
102,5
103,7
104,9
106,2
106,85
107,1
108
110,5
111,5
130
-1
-0,89
-0,67
-0,55
-0,42
-0,36
-0,8
-0,97
-0,98
-0,91
-0,89
-0,9
-0,8
-0,36
0,05
0,85
2,35
2,35
0,6
0,6
183
184
185
186
Referencias citadas y bibliografía
consultada
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