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En septiembre de 2012 la superficie de la banquisa del mar Ártico registró la mayor reducción de toda la historia. El
veloz cambio que sufre el Ártico, por causa del calentamiento de la Tierra, amenaza a los ecosistemas y brinda
nuevas oportunidades para impulsar el desarrollo, sobre todo abaratando el acceso al petróleo, el gas y los
minerales. El Anuario del PNUMA 2013 muestra que las repercusiones del cambio que ocurren en el Ártico rebasarán
con creces los límites de esa frágil región y obligan a dar una urgente respuesta internacional.
No cesa de crecer el volumen de los productos químicos que se hallan dispersos en todo el planeta conforme la
actividad industrial se traslada de los países desarrollados a los países en desarrollo. Cumplir el objetivo, fijado para
el año 2020, de producir y utilizar los productos químicos de forma que se puedan evitar las graves consecuencias
para la salud y el medio ambiente obliga a redoblar los esfuerzos para reducir el uso de las sustancias químicas
tóxicas, buscar sustitutos seguros y crear capacidad para la gestión racional de los productos químicos. Contar con
información fidedigna sobre el riesgo que entrañan los productos químicos es imprescindible para contribuir a
dichas iniciativas.
En el Anuario del PNUMA se examinan temas ambientales emergentes y adelantos de utilidad para las políticas,
además de ofrecerse una sinopsis de las últimas tendencias a partir de los principales indicadores ambientales.
Reducir al mínimo los riesgos que plantean los productos químicos
UNEP YEAR BOOK 2013 Emerging issues in our global environment
Rápidos cambios en el Ártico
ANUARIO
PNUMA
TEMAS EMERGENTES
E N N U E ST R O M E D I O A M B I E N T E M U N D I A L
2013
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Programa de las Naciones Unidas para el
Medio Ambiente
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Anuario del PNUMA 2013: Temas emergentes en nuestro medio ambiente mundial
Publicado en febrero de 2013
Página web: http://www.unep.org/yearbook/2013
Coordinación y edición del proyecto: Tessa Goverse/PNUMA
Diseño y maquetación: Paul Awi/ONUN
Impresión: Imprenta de la ONUN, Nairobi, certificación ISO 10041:2004
Distribución: SMI (Distribution Services) Ltd., Reino Unido
El Anuario del PNUMA 2013, así como las ediciones anteriores del Anuario están
disponibles en http://www.earthprint.com
El PNUMA promueve
prácticas favorables al medio
ambiente en todo el mundo y en sus
propias actividades. Esta publicación está
impresa en papel libre de cloro procedente de
bosques sostenibles y fibras recicladas y con tinta de
origen vegetal. Nuestra política de distribución busca
reducir la huella de carbono del PNUMA.
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envíenos sus comentarios y sugerencias. .
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ANUARIO
PNUMA
TEMAS EMERGENTES
EN NUESTRO MEDIO AMBIENTE MUNDIAL
2013
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
Índice
Preface
iii
Acronyms and Abbreviations
iv
Executive Summary
v
Year in Review: Environmental events and developments
1
Working towards sustainable development 1
Sustaining a growing population 2
Environmental pressures in an urbanizing world
3
Meeting environmental goals
6
Climate change: time to act 7
Looking ahead
12
References 13
2012 At a glance
16
2013 Calendar of events
17
The View from the Top: Searching for responses to a rapidly changing Arctic 19
Accelerated summer meltdown 19
Changes in the Arctic biosphere
23
The rush for Arctic resources 26
Environmental governance
29
The way forward
31
References 33
Reaching for the 2020 Goal: The need for better information and sound
management to minimize chemical risks 37
Chemicals and their risks 37
International chemicals governance 40
Ongoing and emerging challenges 44
References 50
Key Environmental Indicators: Tracking progress towards environmental sustainability
53
Climate change and energy
53
Depletion of the ozone layer
55
Chemicals and waste
56
Natural resource use 58
Environmental governance
61
Looking ahead 62
References 64
Indicator data table 2012
65
Acknowledgements66
Issues examined in the Year Book series ii
ANUARIO PNUMA 2013
68
Prefacio
El Anuario del PNUMA 2013 es la
décima edición de la serie del
PNUMA que, además de seguir de
cerca los principales acontecimientos
y fenómenos ambientales, pone de
relieve las nuevas cuestiones que se
observan en nuestro medio
ambiente a nivel mundial.
Para muchas personas que viven en
lugares como África o América
Latina, el Ártico parece un lugar
remoto. Sin embargo los cambios ambientales que ocurren allí a ritmo
acelerado tienen profundas repercusiones para todos, sobre todo en lo que
respecta al cambio climático, como el aumento del nivel del mar.
En 2012, se observaron cambios sin precedentes en el Ártico. La capa de hielo
marino registró durante el verano un mínimo histórico de 3,4 millones de
km2. Esta cifra estuvo un 18% por debajo del anterior mínimo histórico
registrado en 2007 y representó el 50% de la media registrada en los decenios
de 1980 y 1990.
en el medio ambiente (bioconcentración) o el tiempo que demoran en
degradarse.
En 2002, los líderes mundiales acordaron que para el año 2020 los productos
químicos debían producirse y utilizarse de manera que se redujeran al
mínimo los efectos adversos importantes para la salud humana y el medio
ambiente: a menos de ocho años de ese plazo, es menester acelerar con
urgencia la gestión racional de los productos químicos para alcanzar ese
objetivo.
Otro problema que ha vuelto a surgir y que ha sido tema destacado en el año
del 40º aniversario de la Convención sobre el Comercio Internacional de
Especies Amenazadas (CITES) es el aumento de la caza furtiva de elefantes y
rinocerontes y del comercio ilícito conexo de marfil y de cuernos de
rinoceronte. En Sudáfrica solamente se registró la cifra récord de 668
rinocerontes cazados furtivamente en 2012.
No todas las tendencias son negativas: en el Anuario se pone de relieve que
hay cada vez más conciencia de los problemas ambientales y que está
aumentando el uso de las energías renovables. Sin embargo, se hace hincapié
en la necesidad urgente de aplicar los acuerdos vigentes y el documento final
de Río+20 para que el mundo haga realidad El futuro que queremos.
En los últimos cinco años, el hielo marino del Ártico se ha derretido con más
rapidez que la proyectada en los modelos y, en un momento determinado de
2012, el 97% de la superficie congelada de Groenlandia se estaba derritiendo.
A corto plazo, se podrían obtener importantes beneficios de las medidas
relacionadas con los contaminantes climáticos de vida corta en el marco de la
Coalición Clima y Aire Limpio, a la cual el PNUMA presta servicios de
secretaría. El número de miembros de la Coalición se había ampliado de 7 a
48 desde febrero de 2012.
El Anuario centra también su atención en el problema de los productos
químicos. En un estudio se demuestra que, de los 95.000 productos químicos
industriales, solo existen datos suficientes en relación con el 5% en lo que
respecta a su toxicidad aguda en el agua, el grado en que se van acumulando
Achim Steiner
Secretario General Adjunto de las Naciones Unidas y Director
Ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente
iii
Siglas y abreviaturas
AEMA Agencia Europea de Medio Ambiente
NSIDC
National Snow and Ice Data Center, Estados Unidos
AIE
Agencia Internacional de la Energía
OCDE
Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos
BRIICS Brasil, Rusia, India, Indonesia, China y Sufáfrica
ODM
Objetivos de Desarrollo del Milenio
CDB
Convenio sobre la Diversidad Biológica
OMI
Organización Marítima Internacional
CCAC
Coalición del Clima y el Aire Limpio para reducir los
contaminantes climáticos de vida corta
OMM
Organización Meteorológica Mundial
OMS
Organización Mundial de la Salud
CITA
Centro Internacional de Tecnología Ambiental
PAO
potencial de agotamiento del ozono
CITES
Convención sobre el Comercio Internacional de Especies
Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres
PCB
bifenilos policlorados
CMNUCC
Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático
PEFC
Programa de Reconocimiento de Sistemas de Certificación
Forestal
CMS
Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias
de Animales Silvestres
PIB
producto interno bruto
PM2.5
partículas cuyo diámetro es inferior a los 2,5 micrómetros
PNUMA
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
REACH
Sistema europeo de registro, evaluación, autorización y
restricción de sustancias y preparados químicos
SAICM
Enfoque estratégico para la gestión de los productos
químicos a nivel internacional
SGA
Sistema Globalmente Armonizado de Clasificación y
Etiquetado de Productos Químicos
CNUDM
Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar
CNUMAD
Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente
y el Desarrollo
CO2
dióxido de carbono
CO2 eq
dióxido de carbono equivalente
COP contaminantes orgánicos persistentes
CP
Conferencia de las Partes
t/a
tonelada / año
CSI
Confederación Sindical Internacional
UE
Unión Europea
UICN
Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y
de los Recursos Naturales
UNCCD
Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la
Desertificación en los Países Afectados por Sequía Grave o
Desertificación, en Particular en África
UNCSD
(Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo
Sostenible)
USGS
Servicio Geológico de los Estados Unidos
DDTdiclorodifeniltricloroetano
EPA
Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos
ESA
Agencia Espacial Europea
ETIS
Sistema de información sobre el comercio de elefantes
FAO
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y
la Agricultura
FMAM
Fondo para el Medio Ambiente Mundial
FSC
Consejo de Administración Forestal
GEO 5
quinto informe Perspectivas del Medio Ambiente Mundial
GEOS-5
Goddard Earth Observing System Model, versión 5
Gtgigatonelada
HFChidrofluorocarbonos
INTERPOL Organización Internacional de Policía Criminal
iv
IPCC
Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio
Climático
MA
mar abierto
MIKE
Sistema de supervisión de la matanza ilegal de elefantes
NASA
Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de los
Estados Unidos
ANUARIO PNUMA 2013
Resumen ejecutivo
La décima edición del Anuario del PNUMA se centra en los rápidos cambios registrados en el
Ártico y en la reducción al mínimo de los riesgos que plantean los productos químicos. En ella
se informa también del drástico aumento en la caza furtiva de rinocerontes y elefantes en
África, los crecientes desafíos ambientales urbanos y el impulso acelerado para abordar las
cuestiones relacionadas con los contaminantes climáticos de vida corta. La Conferencia de las
Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20), el evento más importante de 2012
en el ámbito del medio ambiente, se tradujo en el fortalecimiento de la gobernanza ambiental
a nivel internacional, un proceso hacia la formulación de objetivos de desarrollo sostenible, y
el amplio reconocimiento de la función de apoyo de la economía verde al desarrollo sostenible
y la erradicación de la pobreza.
El mundo se está calentando, y con él, el Ártico. En 2012, la capa de hielo marino se redujo a
su extensión mínima. En julio, el 97% de la superficie del manto de hielo de Groenlandia se
estaba derritiendo. El cambio climático se está convirtiendo en un factor de perturbación
importante para la diversidad biológica del Ártico. Se están reduciendo los hábitats de
especies únicas tanto de la floracomo de la fauna, y particularmente los mamíferos marinos
que dependen del hielo del Ártico para su supervivencia se encuentran en riesgo. Hay
evidenciasdel muy anunciado desplazamiento de algunas especies de peces hacia el norte.
El impacto que los rápidos cambios en el Ártico tienen en el resto del mundo va más allá de la
influencia del derretimiento del hielo y la nieve sobre el aumento del nivel del mar a escala
mundial. Esta región desempeña una función importante en el sistema climático y la
circulación oceánica. Es también vital para millones de aves y mamíferos migratorios. Aunque
depende mucho de la velocidad del cambio, el deshielo del permafrost podría liberar grandes
cantidades de gases de efecto invernadero, agravando aún más el cambio climático.
Con la reducción del hielo marino surgirán nuevas oportunidades para la navegación y la
exploración de recursos. Se espera que la importancia del Ártico como proveedor de energía
y minerales al mundo aumente considerablemente y que se active la construcción de
caminos, puertos y nuevos asentamientos. Es fundamental comprender mejor las
consecuencias y posibles riesgos de los cambios y fomentar la resiliencia de las poblaciones
de la región, así como de los ecosistemas. Para evitar daños irreversibles a este frágil entorno
es preciso aplicar un criterio de precaución con respecto al desarrollo económico. Sabiendo
que el cambio climático domina la actual transformación del medio ambiente del Ártico, la
reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero sigue siendo esencial.
El volumen de productos químicos que se fabrican y se utilizan es cada vez mayor y se está
observando un desplazamiento de la producción de los países altamente industrializados a
los países con economías en transición. Sin embargo, nos estamos quedando rezagados en lo
que a los ensayos previos a la comercialización de nuevos productos químicos se refiere, y no
conocemos suficientemente la gran cantidad de productos químicos que ya se comercializan.
Un estudio reciente demostró que de los 95.000 productos químicos industriales existentes,
solamente menos del 5% de los datos estaban a disposición del público en lo que se refiere aa
la persistencia ambiental, las concentraciones en el ambiente acuático y la bioconcentración .
A fin de adoptar decisiones óptimas con objeto de reducir al mínimo los riesgos que plantean
los productos químicos y proteger la salud y el medio ambiente, los gobiernos, la industria y
el público en general necesitan tener acceso urgentemente a la información adecuada. Para
ello, las nuevas tecnologías de ensayo y evaluación ofrecen oportunidades prometedoras.
Los niños, las mujeres, los trabajadores, los ancianos y los pobres son especialmente
vulnerables a ciertos productos químicos peligrosos. Una vez que los productos químicos se
encuentran en el medio ambiente, puede ser muy difícil controlarlos o eliminarlos. Se pueden
transportar a través del aire, el agua y el suelo, y pueden tener efectos negativos sobre los
ecosistemas y organismos, como por ejemplo, las abejas, peces y anfibios, o sobre su
descendencia. Entre los nuevos desafíos que se plantean en la tarea de minimizar los riesgos
de los productos químicos cabe mencionar las mezclas químicas, la exposición a dosis bajas,
la sustitución de los productos químicos peligrosos por otros con riesgos similares y la
nanotecnología.
Los costos asociados a los riesgos que plantean los productos químicos son difíciles de
evaluar, pero estudios recientes indican que pueden ser muy elevados. Una de las maneras de
abordar las ineficiencias que se producen cuando quienes son responsables de los costos
externos asociados a los productos químicos no asumen totalmente esa responsabilidad es
poner en práctica mecanismos de internalización de los costos utilizando instrumentos
económicos.
Para alcanzar el objetivo internacionalmente acordado de lograr que para 2020 los productos
químicos se utilicen y produzcan de manera que se reduzcan al mínimo los efectos adversos
de importancia que puedan tener en la salud humana y el medio ambiente, es necesario
realizar mayores esfuerzos para fortalecer la gestión racional de productos químicos. Como
elementos clave cabría mencionar, entre otros, la reducción de la producción y el uso de
sustancias tóxicas, la promoción de alternativas más seguras, la mejora del flujo de
información y la transparencia, la creación de capacidad para mejorar la gestión de los
productos químicos y la reducción del tráfico ilícito de productos químicos a nivel
internacional.
Si observamos los cambios que han tenido lugar en el medio ambiente mundial tomando
como base la actualización del indicador anual que se presenta en el Anuario, se podría decir
que se han logrado algunos avances. Uno de ellos es la eliminación de la producción de
sustancias que agotan el ozono en el marco del Protocolo de Montreal, que se espera lleve a
la recuperación de la capa de ozono en los próximos decenios. Otro de los avances es el
aprovechamiento de las fuentes de energía renovables. Sin embargo, sigue habiendo signos
de degradación en el medio ambiente mundial, desde la tierra y el agua hasta la diversidad
biológica y la atmósfera.
v
vi
ANUARIO PNUMA 2013
Resumen del año
Hechos y acontecimientos relacionados con el
medio ambiente
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20), la Conferencia de mayor
envergadura en la historia de la Organización, se celebró en Río de Janeiro en junio de 2012, 20 años después
de la Cumbre para la Tierra, que también tuvo lugar en Río. Ese año, además, se celebró el 25º aniversario del
Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono y terminó el primer período de
compromiso previsto en el marco del Protocolo de Kyoto para reducir las emisiones de gases de efecto
invernadero. Si bien se ha avanzado en pos del desarrollo sostenible en las últimas dos décadas, en 2012
también hubo fracasos en la protección del medio ambiente, como, por ejemplo, el aumento de las emisiones
de gases de efecto invernadero y otros tipos de contaminantes atmosféricos, del consumo y la producción
insostenibles y de la pérdida de biodiversidad, el incremento repentino de la caza furtiva en África, que
amenaza a algunas de las especies más emblemáticas del continente. Siguen sin resolverse muchos de los
problemas ambientales del mundo, tanto actuales como incipientes, que se han detectado en la última
década, por lo que es preciso buscarles solución.
Trabajar en pos del desarrollo sostenible
Hace 26 años, en el informe Brundtland se definió el desarrollo sostenible
como el desarrollo que satisface “las necesidades del presente sin
comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las
propias” (CMMAD, 1987). Unos años después, en 1992, tuvo lugar en Río de
Janeiro (Brasil) la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio
Ambiente y el Desarrollo, más conocida con el nombre de “Cumbre para la
Tierra”, en la que los gobiernos convinieron en medidas comunes que
llevarían al desarrollo sostenible (Cuadro 1). En 2012, 20 años después de la
Cumbre para la Tierra, los dirigentes de todo el mundo volvieron a reunirse
del 13 al 22 de junio en Río de Janeiro para la Conferencia de las Naciones
Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, o “Río+20”, con el objeto de evaluar los
progresos logrados desde 1992.
Río+20 fue la conferencia más participativa y de mayor envergadura en la
historia de las Naciones Unidas (recuadro 1). En el documento final de la
caza furtiva de especies en peligro de extinción es una grave amenaza para una
 Labuena
parte de la biodiversidad del mundo. El rinoceronte blanco, como el de la
fotografía, tomada en el Parque Nacional Kruger (Sudáfrica), está en peligro de
extinción y sigue siendo víctima de la caza furtiva por el valor de su cuerno en el
mercado ilícito. Fotografía: Laurent Baheux
conferencia, titulado El futuro que queremos, se resumen las medidas
fundamentales que deben tomarse a partir de ahora para lograr un futuro
sostenible. Entre los resultados más importantes de Río+20, se acordó iniciar
un proceso de elaboración de Objetivos de Desarrollo Sostenible sobre la
base de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), muchos de los cuales
deben alcanzarse antes de 2015. En la conferencia también se llegó a un
consenso respecto del fortalecimiento del marco institucional para el
desarrollo sostenible (IISD, 2012a; Conferencia de las Naciones Unidas sobre
el Desarrollo Sostenible, 2012a; Asamblea General de las Naciones Unidas,
2012).
Recuadro 1: Río+20 en cifras
• 191 delegaciones de Estados Miembros de las Naciones Unidas y
un gran número de observadores
• 79 Jefes de Estado y Gobierno
• 44.000 participantes oficiales
• 500 eventos oficiales paralelos
• 3.000 eventos no oficiales paralelos
• Más de 700 compromisos voluntarios por más de 513.000
millones de dólares de los Estados Unidos, incluidas promesas de
contribuciones del sector privado
Resumen del año
1
Cuadro 1: Hitos de la gobernanza ambiental a nivel internacional
Año
Acontecimiento
Principales resultados
1972
Conferencia de las
Naciones Unidas
sobre el Medio
Humano
Declaración de Estocolmo
1983
Establecimiento
de la Comisión
Mundial sobre el
Medio Ambiente y
el Desarrollo
Informe “Nuestro futuro común”,
1987 (informe Brundtland)
1992
Conferencia de las
Naciones Unidas
sobre el Medio
Ambiente y el
Desarrollo
Declaración de Río sobre el
Medio Ambiente y el Desarrollo
U NE P
Plan de Acción de Estocolmo
Establecimiento del PNUMA
Programa 21
Declaración de principios
relativos a los bosques
Convención Marco de las
Naciones Unidas sobre el
Cambio Climático
Convenio sobre la Diversidad
Biológica
Convención de las Naciones
Unidas de Lucha contra la
Desertificación
Llamado a la creación de la
Comisión sobre el Desarrollo
Sostenible
2002
2012
Cumbre Mundial
sobre el Desarrollo
Sostenible
Declaración de Johannesburgo
Conferencia de las
Naciones Unidas
sobre el Desarrollo
Sostenible
El futuro que queremos
Plan de Aplicación de las
Decisiones de Johannesburgo
El desarrollo económico y el crecimiento de la población mundial siguen
ejerciendo presión en los recursos de la Tierra (OCDE, 2012; PNUMA, 2012a).
Es necesario concebir y poner en práctica formas de utilizar los recursos con
más eficiencia a fin de mantener el nivel actual de crecimiento económico.
En Río+20 los países reconocieron que la economía verde es una manera
importante de conseguir “el futuro que queremos”, un futuro en el que se
materializarán el desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza. La
economía verde tiene por fin mejorar el bienestar humano y la equidad
social y, al mismo tiempo, reducir considerablemente los riesgos ambientales
y la escasez ecológica. Se trata de una economía integradora desde el punto
de vista social, con bajas emisiones de carbono y un uso eficiente de los
recursos. El incremento de los ingresos y el empleo debe ser consecuencia
2
ANUARIO PNUMA 2013
de inversiones públicas y privadas que reduzcan la contaminación y las
emisiones de dióxido de carbono (CO2) y otros gases, aumenten la eficiencia
energética y el uso eficiente de los recursos y eviten la pérdida de
biodiversidad y servicios de los ecosistemas (PNUMA, 2011a).
La transformación en una economía verde podría generar de 15 a 60 millones
de puestos de trabajo en todo el mundo en las próximas dos décadas y sacar
a decenas de millones de personas de la pobreza (PNUMA/OIT/OIE/CSI,
2008). En 2012 la Comisión de Estadística de las Naciones Unidas adoptó un
sistema de contabilidad ambiental y económica con el objeto de seguir de
cerca los avances del crecimiento de las inversiones ecológicas, la creación
de puestos de trabajo ecológicos, el aumento de la eficiencia energética y el
uso eficiente de los recursos, y el reciclado (PNUMA, 2012a).
Entre los compromisos asumidos de manera voluntaria en Río+20, cabe
mencionar los de tres empresas multinacionales que se comprometieron a
poner fin a la deforestación en su cadena de suministro de carne vacuna,
soja, papel y aceite de palma antes de 2020 (Madras et al., 2009). Ocho
bancos de desarrollo se comprometieron a otorgar subvenciones y
préstamos por valor de 175.000 millones de dólares antes de 2020 para
apoyar el transporte sostenible con bajas emisiones de carbono. Además, se
lanzó la Alianza de Acción para una Economía Verde, que tiene por objeto
prestar apoyo a 20 países en desarrollo en sectores relacionados con esa
esfera tales como el transporte, la agricultura y las zonas edificadas (Naciones
Unidas, 2012a).
Alimentar a una población cada vez mayor
A fines de 2012 la población mundial llegaba a unos 7.060 millones de
personas (Oficina de Censos de los Estados Unidos, 2013) y se prevé que para
2100 supere los 10.000 millones (Naciones Unidas, 2011). En cambio, en
Como afirmó la Presidenta de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo
Sostenible, Río+20 fue una “expresión mundial de democracia”. Entre los participantes
oficiales había representantes del sector privado, organizaciones no gubernamentales y
muchos otros grupos de la sociedad civil, por ejemplo, organizaciones de mujeres,
agricultores y miembros de la comunidad científica y tecnológica, y todos ellos estaban
allí para hacer notar a los dirigentes del mundo cuestiones fundamentales como la
producción sostenible de alimentos. Fotografía: Conservación Internacional
30
fecundidad media
población (en miles de millones)
25
fecundidad alta
fecundidad baja
fecundidad constante
20
15
10
5
19
50
19
60
19
70
19
80
19
90
20
00
20
10
20
20
20
30
20
40
20
50
20
60
20
70
20
80
20
90
21
00
0
Figura 1: Población mundial para 2100 según distintas hipótesis de fecundidad. Si se
cumple la hipótesis de fecundidad media, la población total se estabilizará en los
10.000 millones hacia el final del siglo.
Fuente: Naciones Unidas, 2011
1972, año en que se celebró la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el
Medio Humano y se estableció el Programa de las Naciones Unidas para el
Medio Ambiente (Figura 1), apenas había 3.850 millones de habitantes en
todo el mundo.
Según las cifras recientes, a pesar de los problemas que plantea la
alimentación de una población mundial cada vez más numerosa, los países
están logrando algunos avances por reducir la malnutrición y el hambre. En
América Latina, por ejemplo, el hambre afectaba al 14,6% de la población en
19901992, mientras que la cifra se redujo al 8,3% (49 millones de personas)
en 20101012 (FAO, 2013). No obstante, más de 2.000 millones de personas
que viven en los países de tierras secas se ven amenazadas por la degradación
de los recursos naturales (Naciones Unidas, 2012b) y el número de personas
que padecen hambre en las regiones secas de África y Asia Occidental se ha
incrementado en 83 millones, hasta los 275 millones, desde comienzos de la
década de 1990 (FAO, 2012).
La capacidad de la Tierra de dar sustento a la población humana y satisfacer
sus exigencias cada vez mayores sigue siendo una cuestión crítica (PNUMA,
2012c). Los sistemas terrestres están llegando a sus límites biofísicos por la
presión que se ejerce sobre ellos y es posible que algunos de esos límites ya
se hayan sobrepasado (PNUMA, 2012a). Más del 30% de la superficie terrestre
se utiliza actualmente para la producción agrícola, por lo que algunos
hábitats naturales se han reducido más del 20% desde la década de 1980
(PNUMA, 2012a). La reducción de los hábitats como consecuencia de su
transformación en terrenos agrícolas es una de las principales causas de la
pérdida de biodiversidad. Con la demanda de materia prima para la
producción de biocombustible, la competencia entre alimentos y
combustible se ha convertido en otra cuestión crítica (PNUMA, 2011c).
La agricultura representa más del 90% de la huella hídrica a nivel mundial y
en muchas partes del mundo depende especialmente de las aguas
subterráneas (PNUMA, 2012a). En muchas regiones se prevé una escasez de
agua cada vez mayor como consecuencia del cambio climático y el
crecimiento continuo de la población. Las aguas subterráneas vienen
disminuyendo desde 2000 y su extracción en todo el mundo se ha triplicado
en los últimos 50 años (PNUMA, 2012a). En 2012 se descubrieron grandes
reservas acuíferas subterráneas en África. Aunque esas reservas pueden
hacer que aumente la seguridad hídrica, los científicos advierten del peligro
de explotarlas a gran escala (MacDonald et al., 2012).
Está cada vez más claro que la adopción de modalidades de consumo y
producción sostenibles es condición sine qua non para un desarrollo
sostenible integrador y centrado en las personas (Conferencia de las
Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, 2012). Por ejemplo, a nivel
mundial, se desperdicia anualmente más del 30% de todos los alimentos que
se producen (Gustavsson et al., 2011). Al mismo tiempo, el 40% de los niños
de África menores de 5 años están malnutridos (PNUD, 2012). En Río+20, el
Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Kimoon, lanzó el Reto del
Hambre Cero e invitó a todos los países a que trabajaran por un futuro en el
que todas las personas tengan una alimentación adecuada y en el que todos
los sistemas alimentarios sean resilientes (UNCSD, 2012b). La campaña
mundial “Piensa. Aliméntate. Ahorra. Reduce tu huella alimentaria”, dirigida
por el PNUMA, la FAO y otras organizaciones, apoya esa iniciativa ya que se
centra en la reducción del desperdicio de alimentos.
Uno de los resultados concretos de Río+20 fue la adopción de un marco
decenal de programas para el consumo y la producción sostenibles, que
tiene por objeto aumentar la innovación y la cooperación a escala
internacional para acelerar la transición hacia el consumo y la producción
sostenibles tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo
(PNUMA, 2012b). Entre la lista inicial de esferas de acción cabe mencionar la
información al consumidor, los estilos de vida y la educación del consumidor,
la construcción sostenible, el turismo sostenible y la adquisición pública
sostenible.
La adquisición pública representa, en promedio, el 15% del PIB de los países
miembros de la OCDE (OCDE, 2012). Las políticas de adquisición pública
ecológica se están convirtiendo en uno de los instrumentos normativos
fundamentales con los que guiar la innovación y los mercados en una
dirección más sostenible. El sector privado desempeña una función vital en
la promoción del consumo y la producción sostenibles a través del desarrollo
tecnológico, la innovación, la financiación y la presentación de informes de
sostenibilidad empresarial.
Resumen del año
3
Presiones ambientales en un mundo en
proceso de urbanización
Desde 2008, más de la mitad de las personas del mundo viven en zonas
urbanas. Se prevé que esa proporción aumente a dos tercios en 2050
(ONUHábitat, 2012). En Europa, América Latina y América del Norte el nivel
de urbanización ya es elevado, mientras que África y Asia tienen los índices
más altos de urbanización. Se prevé que en 2020 la mitad de la población
asiática viva en zonas urbanas y es probable que África alcance ese nivel en
2035. De cada diez residentes urbanos del mundo actual, más de siete se
encuentran en países en desarrollo. Se espera que la mayor parte del
crecimiento mundial de la población se produzca en zonas urbanas (o cause
una mayor migración a esas zonas) (DAES, 2012). Se calcula que más del 90%
del aumento de la población urbana total se producirá en los países en
desarrollo (ONUHábitat, 2012).
Más de la mitad de los residentes urbanos del mundo viven en ciudades y
pueblos con menos de medio millón de habitantes. Sin embargo, se espera
que la cantidad de megaciudades (ciudades con más de 10 millones de
habitantes) aumente de 23 en 2012, a 37 en 2025. Las actividades humanas
intensivas y el consumo de energía en zonas urbanas producen la
concentración de emisiones de contaminantes atmosféricos y la generación
de desechos y calor, lo que causa múltiples repercusiones adversas en el
medio ambiente urbano, especialmente en la calidad del aire (DAES, 2012).
Pero el hecho de que todos los impactos se concentren en zonas
relativamente pequeñas posibilita también el tratamiento eficiente de
algunos problemas ambientales en las ciudades.
Las consecuencias sanitarias y ambientales de las partículas cuyo diámetro
es inferior a los 2,5 micrómetros (PM2.5) suscitan gran preocupación. Estas
partículas son el resultado de la combustión incompleta de combustibles y
biomasa, por ejemplo, en el caso de los vehículos de motor diesel, las cocinas,
incluidas las cocinas rústicas y la calefacción. Se calcula que la contaminación
del aire exterior en zonas urbanas causa más de 1 millón de muertes
prematuras por año debido a la exposición a partículas finas (OMS, 2011).
Este problema no se limita a zonas urbanas. Por ejemplo, es posible que las
emisiones de PM2.5 de los incendios de matorrales causen la muerte de unas
340.000 personas por año y la mayoría de las víctimas se encuentran en el
África subsahariana y Asia sudoriental.
Las PM2.5 son un componente del carbono negro. El carbono negro y el ozono
a nivel del suelo (u ozono troposférico) son dos de los contaminantes
climáticos de vida corta. Además de que forman una parte sustancial de los
contaminantes atmosféricos que afectan la salud humana, los contaminantes
climáticos de vida corta contribuyen al cambio climático. Entre otros
contaminantes de este grupo cabe mencionar el metano y algunos
hidrofluorocarbonos (HFC). Si bien son gases importantes de efecto
invernadero, estos contaminantes permanecen en la atmósfera por menos
tiempo que el CO2 (PNUMA/OMM, 2011).
4
ANUARIO PNUMA 2013
Las medidas rápidas y sostenibles para reducir las emisiones de
contaminantes climáticos de vida corta representan una gran oportunidad
para ofrecer múltiples beneficios en materia de salud pública, seguridad
alimentaria y energética y protección del clima a corto plazo. Si entre hoy y el
año 2030 se logra una reducción significativa de metano y carbono negro, es
posible desacelerar el calentamiento de la atmósfera en 0,4°C a 0,5°C para el
año 2050, así como evitar más de 2 millones de muertes prematuras y más de
30 millones de toneladas anuales de cosechas perdidas (PNUMA/OMM,
2011).
En febrero de 2012 se fundó la Coalición del Clima y el Aire Limpio para
reducir los contaminantes climáticos de vida corta (CCAC) (véase recuadro
2). La coalición puso en marcha una serie de iniciativas de rápida ejecución
destinadas a catalizar medidas nuevas, aceleradas y de mayor escala para
hacer frente a estos contaminantes, entre ellas:
•
•
•
•
•
Reducir el carbono negro generado por vehículos pesados y/o con
motores diesel de gran potencia.
Reducir el carbono negro y otros contaminantes procedentes de la
producción de ladrillos.
Reducir las emisiones de contaminantes climáticos de vida corta del
sector de los residuos sólidos urbanos.
Promover tecnologías y normas alternativas en materia de HFC.
Acelerar la reducción del metano y del carbono negro generados en la
producción de petróleo y gas natural.
El control de la contaminación atmosférica a larga distancia es un asunto
internacional. Por ejemplo, en un estudio reciente se observó que el
transporte de los contaminantes atmosféricos procedentes de Asia
contribuye directamente a la elevación de los niveles de ozono troposférico
en los Estados Unidos (Lin et al., 2012). Es preciso tener en cuenta los efectos
transfronterizos tanto en la reglamentación de las emisiones locales como
en la negociación de las normas internacionales. En mayo de 2012, las Partes
en la Convención sobre la contaminación atmosférica transfronteriza a larga
distancia lograron un acuerdo en cuanto a las revisiones de su Protocolo de
Gotemburgo que, por primera vez, incluyen el carbono negro en un acuerdo
internacional sobre la contaminación atmosférica.
La urbanización y la industrialización crecientes también provocan un
aumento rápido del volumen y tipo de desecho sólido. Esto causa gran
preocupación a los gobiernos locales y nacionales, especialmente en los
países en desarrollo, que suelen verse limitados por la escasez de recursos y
capacidad. La falta de políticas, capacidad y recursos financieros apropiados
en materia de gestión de desechos conlleva un aumento de las repercusiones
negativas que causan los desechos en la salud humana y el medio ambiente,
que es más notable en las ciudades (Hoornweg y BhadaTata, 2012).
En muchos países está cambiando la composición de los desechos y la
proporción de desechos eléctricos y electrónicos peligrosos se expande con
Recuadro 2: Coalición Clima y Aire Limpio para Reducir los contaminantes climáticos de corta vida (CCAC)
La CCAC es una alianza mundial colaborativa y voluntaria que reúne a los
gobiernos, las organizaciones intergubernamentales y los representantes
de la sociedad civil y el sector privado que están comprometidos a tomar
medidas respecto de los contaminantes climáticos de vida corta. Su
atención está centrada principalmente en el carbono negro, el metano y
algunos hidrofluorocarbonos (HFC).
Tras la creación, en 2012 (por seis países y el PNUMA) de esta primera
iniciativa mundial para tratar a los contaminantes climáticos de vida corta
como un problema colectivo, la coalición pasó a tener 48 asociados a fin
de ese año, entre ellos, 25 países, la Comisión Europea y una cantidad
considerable de organizaciones internacionales y no gubernamentales
(PNUMA, 2012f ).
Las fuentes de carbono negro son abundantes y los procesos de los
aerosoles en el sistema climático son sumamente complejos (Gráfico
2). La CCAC cuenta con el respaldo de un grupo de asesoramiento
científico que le permite mantenerse al tanto de las novedades científicas.
Todos los socios reconocen que la labor de la coalición es totalmente
complementaria a las iniciativas para reducir el dióxido de carbono, en
particular, aquellas tratadas por la Convención Marco de las Naciones
Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
Gráfico 2: Principales fuentes de carbono negro y contaminantes que se emiten conjuntamente, transporte y repercusiones en el medio ambiente y el clima mundial.
Fuente: Bond et al., 2013. Fuente: David Fahey
Resumen del año
5
Plan de gestión
integrada de los
desechos
sólidos de
Maseru
2012, el Centro Internacional de Tecnología Ambiental (CITA) y socios del
CCAC presentaron una iniciativa para respaldar a los gobiernos municipales
y nacionales en la reducción de emisiones de contaminantes climáticos de
vida corta en todo el sector de residuos sólidos urbanos que consistía en
colocar recubrimientos impermeables y cerrar vertederos abiertos, capturar
y utilizar el gas de vertederos y garantizar que el manejo de desechos y la
gestión de productos orgánicos sean apropiados.
Reducir
se han reducido
40.000 t/a
Reutilizar
se han reutilizado como
alimento,fertilizante
45.000 t/a
Reciclar
se han reducido
55.000 t/a
Eliminar
se han eliminado
65.000 t/a
Se han iniciado tareas en diez ciudades de países en desarrollo que oficiarán
de embajadoras en su países y regiones para exhibir mejores prácticas e
intercambiar enseñanzas.
Gráfico 3: En la ciudad de Maseru (Lesotho), se ha elaborado un programa de
gestión integrada de desechos sólidos. Se prevé que la prevención de la generación
de desechos y la clasificación de distintos tipos de desechos para reciclaje,
descomposición orgánica y reutilización contribuya a la reducción de los 205
millones de toneladas de desechos que se generan por año a un total de 65.000
toneladas. La utilización de los desechos para la captura de materiales y energía
puede generar ingresos y mitigar costos debido a la reducción del volumen final de
desechos. Fuente: PNUMA/University of Cape Town/Envirotech Environmental Consulting
(2008).
rapidez (Hoornweg y BhadaTata, 2012;PNUMA, 2012ª; Lundgren, 2012)
(véase el Capítulo 3, Cuadro 2). Por ejemplo, se ha proyectado que en Phnom
Penh (Camboya) la cantidad de desechos eléctricos y electrónicos se
cuadruplicará en un decenio (Ministerio de Medio Ambiente/PNUMA, 2009).
Con el aumento mundial de la cantidad de centros de salud, surge otra
preocupación respecto de los desechos peligrosos: el aumento del volumen
de desechos sanitarios y sus posibles efectos adversos (PNUMA, 2012d).
La gestión deficiente de los desechos puede causar la contaminación del
suelo y las fuentes de agua y también generar emisiones de gases de efecto
invernadero. Además, es posible que se pierdan materiales preciosos que
podrían ser recuperados. Se calcula que los vertederos son la tercera fuente
más grande de emisiones mundiales antropógenas de metano, que es un
gas potente de efecto invernadero y precursor de otro gas de efecto
invernadero, el ozono troposférico (Iniciativa Global de Metano, 2011). En
A medida que aumenta el volumen de desechos, es necesario eliminar más
cantidad. Por lo tanto, también aumenta el costo de la gestión de desechos.
Se prevé que llegue a 375.000 millones de dólares en 2025, mientras que en
2010 fue de unos 205.000 millones. Se prevé que el costo relativo de la
gestión de desechos aumente de forma más pronunciada en países de bajos
ingresos, que experimentarán un incremento superior a cinco veces
(Hoornweg y BhadaTata, 2012) (Cuadro 2).
Por lo general, las autoridades locales, especialmente en países de bajos
ingresos, no cuentan con los recursos para ampliar o perfeccionar su sistema
de gestión de desechos. Dado que en los países en desarrollo gran parte del
tratamiento de los desechos está a cargo del sector informal, con
infraestructura y tecnología limitadas, el nivel general de recuperación y
reciclaje sigue siendo bajo y la mayor parte de los recursos se descartan en
forma de desechos. Por lo general, falta la capacidad local para evaluar,
seleccionar, adoptar y poner en práctica tecnologías eficientes (Chalmin,
2011). El rediseño de los sistemas convencionales de gestión de desechos
para que puedan tratar los volúmenes y tipos de residuos cada vez mayores
con eficiencia y eficacia podría contribuir a mejorar la salud pública e
Cuadro 2: Costos actuales y previstos de la gestión de desechos sólidos, 2010 y
2025. Fuente: Hoornweg y BhadaTata, 2012
Grupo de país por nivel de
ingresos
Países de bajos ingresos
2010 (miles de
millones de
dólares)
2025 (miles de
millones de
dólares)
1.5
7.7
Países de ingreso mediano bajo
20.1
84.1
Países de ingreso mediano alto
24.5
63.5
Países de ingreso alto
159.3
220.2
Costo total general (dólares)
205.4
375.0
6
ANUARIO PNUMA 2013
Limpieza de fangos tóxicos tras un inmenso derrame de sustancias químicas en Hungría.
Es preciso adoptar medidas urgentes para cumplir la meta del Plan de Aplicación de las
Decisiones de Johannesburgo de 2002 relativa a lograr que para 2020 los productos
químicos se utilicen y produzcan de manera de que se reduzcan al mínimo los efectos
adversos de importancia que puedan tener en la salud humana y el medio ambiente.
Foto: Márton Bálint
incrementar las oportunidades económicas. La gestión integrada de
desechos sólidos es un enfoque prometedor que pueden aplicar las
autoridades locales para alcanzar ese objetivo (Gráfico 3).
Consecución de metas ambientales
En el quinto informe Perspectivas del Medio Ambiente Mundial (GEO5) del
PNUMA se observa que los avances en cuanto a la consecución de metas y
objetivos ambientales para mejorar la situación del medio ambiente han
sido desiguales (PNUMA, 2012a). Las iniciativas para disminuir el ritmo o la
magnitud del cambio ambiental, incluidas las mejoras en cuanto al
aprovechamiento eficaz de los recursos y la aplicación de medidas de
mitigación, han tenido un éxito moderado, pero no han conseguido revertir
esos cambios. De las 90 metas ambientales más importantes que se han
evaluado, solo se han logrado avances significativos en cuatro: el acceso a
mejores fuentes de agua potable, la eliminación del combustible con plomo,
el impulso de la investigación para reducir la contaminación del medio
ambiente marino y la eliminación de la producción y el uso de sustancias que
agotan el ozono (Recuadro 3). Se han logrado algunos avances en 40 de las
metas y escaso o ningún avance en otras 24 (PNUMA, 2012g).
El mundo no consiguió alcanzar la meta de reducir significativamente el
ritmo de pérdida de la diversidad biológica para el año 2010. Mientras que a
fines de 2010 los países acordaron una nueva meta de diversidad biológica,
las tendencias ambientales siguen reflejando amenazas a las especies y la
intensificación del uso de los recursos naturales (véase el Capítulo 4). Se ha
perdido la mitad de los humedales del mundo durante el siglo XX (Russi et
al., 2012). En 2012, se informó de que el coral de la Gran Barrera de Coral, uno
de los ecosistemas con mayor diversidad biológica del mundo, se redujo a la
mitad en los últimos 27 años, fundamentalmente debido al daño causado
por las tormentas intensas, las estrellas de mar con corona de espinas y la
acidificación de los océanos (De'ath et al., 2012). Los científicos advierten que
en los próximos diez años podría producirse una nueva reducción del 50%.
El informe GEO5 da ejemplos de políticas de todas partes del mundo que
pueden contribuir a acelerar la consecución de las metas y los objetivos
ambientales. Muchas de las políticas nacionales se basan en compromisos
contraídos en virtud de más de 500 tratados internacionales y otros acuerdos
relacionados con el medio ambiente (323 son regionales y 302 se celebraron
entre 1972 y principios del decenio de 2000). Cuando sea posible, una mejor
coordinación sobre temas conexos puede contribuir a la reducción de la
carga sobre los países en lo que respecta al cumplimiento de requisitos de
presentación de informes y otras obligaciones en virtud de este marco
internacional fragmentado.
Los delitos ecológicos están en aumento debido a la mayor demanda de
productos derivados de especies silvestres, que van del marfil a las orquídeas.
Se han vuelto una de las formas más rentables de actividad delictiva (Patel,
2012). Se estima que la tala ilegal asciende a cifras entre 30.000 y 100.000
millones de dólares. (Nellemann, 2012). El comercio ilícito de desechos
peligrosos, la pesca ilegalno declarada y no reglamentada y el tráfico ilícito
Recuadro 3: Protección de la capa de ozono: 25 años del Protocolo de
Montreal
En 1974, unos científicos informaron de que ciertas sustancias químicas
(clorofluorocarbonos o CFC) utilizadas, por ejemplo, como propulsores
para atomizadores, migraban a la atmósfera superior, donde destruían
la capa de ozono. A principios del decenio de 1980 se descubrió el
agujero de la capa de ozono en la Antártida y se vinculó su existencia
a los CFC y sustancias químicas conexas. En respuesta a eso, se elaboró
en 1987 el Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan
la capa de ozono. El Protocolo de Montreal es uno de los acuerdos
internacionales más exitosos de la historia. Durante los 25 años de
existencia del Protocolo, los países han reducido casi en un 100% la
producción y el consumo mundiales de unos 100 productos químicos
que dañan la capa de ozono (Molina y Zaelke, 2012). Con la aplicación
de las disposiciones del Protocolo, la capa de ozono debería retornar
al estado anterior a 1980 entre los años 2050 y 2075, con lo que se
evitarían millones de casos de cáncer de piel y cataratas, entre otras
repercusiones, y se ahorrarían mil millones de dólares en atención
médica.
Dado que los mismos productos químicos que destruyen la capa
de ozono calientan la atmósfera, el Protocolo de Montreal también
ha efectuado una contribución importante a la reducción de las
emisiones de los gases de efecto invernadero. Todavía se puede hacer
más en este sentido, con la eliminación de la producción y el uso de
hidrofluorocarbonos (HFC) y la prevención de su acumulación en la
atmósfera. Estos gases son sustitutos de los CFC. No afectan la capa de
ozono pero son gases de fuerte efecto invernadero que se difundieron
rápidamente como sustitutos empleados en el acondicionamiento de
aire y la refrigeración. En la Reunión de las Partes en el Protocolo de
Montreal celebrada en noviembre de 2012, se convino en llevar a cabo
un estudio pormenorizado de las alternativas a los HFC.
de especies silvestres son otros tipos de delitos ecológicos que frenan el
progreso hacia el desarrollo sostenible. Este tipo de delitos también afecta
esferas donde se han logrado avances significativos a nivel internacional, por
ejemplo, el contrabando de sustancias que agotan la capa de ozono.
La Convención sobre el Comercio Internacional de especies amenazadas
de fauna y flora silvestres (CITES) se ocupa de las interrelaciones entre
comercio, medio ambiente y desarrollo. El reciente aumento de la caza
furtiva de elefantes y rinocerontes demuestra que la contribución de la
Convención a la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica
es tan importante hoy como cuando fue aprobada, en 1973 (Recuadro 4).
Cambio climático: hora de actuar
En el documento final de Río+20, los países afirmaron que el cambio
climático es uno de los mayores problemas de nuestro tiempo. Expresaron
alarma debido a que las emisiones de gases de efecto invernadero siguen
aumentando en todo el mundo y agregaron que estaban “profundamente
preocupados por el hecho de que todos los países, en particular los países en
desarrollo, sean vulnerables a los efectos adversos del cambio
Resumen del año
7
Recuadro 4: Caza furtiva de elefantes y rinocerontes en África y comercio ilegal con especies de vida silvestre
La información disponible en el Sistema de información sobre el comercio
de elefantes (ETIS) confirma que 2011 fue el año con mayores registros
en lo que respecta a decomisos de marfil (ETIS, 2012) (Gráfico 5). En Port
Kelang (Malasia) se descubrió que se estaban transportando a escondidas
de África a Asia 1.500 colmillos de elefantes. Se los había declarado como
baldosas de madera. Ese fue el sexto decomiso en el país en un plazo de
18 meses y el segundo decomiso más grande de marfil de que se tiene
registro (Traffic, 2013a).
En la caza furtiva de gran cantidad de elefantes por su marfil participan
cada vez más grupos delictivos organizados y, en algunos casos, milicias
rebeldes con gran armamento (Traffic, 2012a). Por ejemplo, en el Parque
Nacional Bouba N’Djida, en el norte del Camerún, han matado alrededor
de 450 elefantes a comienzos de 2012. Por esta razón, el Gobierno de ese
país destinó unos 150 soldados al Parque Nacional, para que ayudasen a
los guardaparques a poner fin a la matanza de elefantes. Se cree que se
utiliza el marfil obtenido de la caza furtiva para intercambiarlo por dinero,
armas y municiones con objeto de financiar conflictos en la región.
per cent of total elephant population killed
Otro ejemplo de este tipo de caza furtiva fue la matanza de 22 elefantes en
abril de 2012 en el Parque Nacional Garamba (República Democrática del
12
10
8
6
4
2
0
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
Gráfico 4: Porcentaje estimado de la población de elefantes africanos muertos
en sitios MIKE, 200511. La línea roja (cerca de un 5%) representa el crecimiento
aproximado de las poblaciones sanas. Es probable que el nivel de matanzas
ilegales de elefantes por encima del 5%6% de la población total ocasione una
disminución neta en caso de que la tendencia se mantenga durante varios años.
La situación desde 2010, con un aumento significativo de las matanzas de
elefantes, supera con creces los niveles de sostenibilidad. Fuente: CITES MIKE.
Cortesía de: Trang Nguyen
8
ANUARIO PNUMA 2013
300
250
trabajado 100kg+
en bruto 100kg+
trabajado 10100kg
en bruto 10 -100kg
trabajado <10kg
en bruto <10kg
200
peso relativo (kg)
En muchos países africanos está aumentando en gran medida la caza
furtiva de elefantes y rinocerontes y el comercio ilegal de marfil y de
cuernos de rinocerontes. Según datos recabados por un programa de
la CITES, el Sistema de supervisión de la matanza ilegal de elefantes
(MIKE), se registra un incremento continuo del nivel de matanza ilegal de
elefantes desde 2006; en el año 2011 se observó el nivel más elevado de
caza furtiva desde que comenzó la supervisión (Gráfico 4).
150
100
50
0
1996
1998
2000
2002
2004
2006
2008
2010
Gráfico 5: Tendencias de decomiso de marfil por tipo de marfil y peso de las clases
decomisadas, 19962011. Los decomisos de marfil constan de colmillos (marfil en
bruto) y, por ejemplo, ornamentos tallados (marfil trabajado). Fuente: ETIS (2012)
Congo). La matanza se realizó desde un helicóptero, en una sola incursión.
En enero de 2013, mataron a 11 elefantes a balazos en el Parque Nacional
Tsavo (Kenya).
Probablemente la cantidad de elefantes muertos en África en 2011
ascienda a decenas de miles y, según los primeros indicios, las cifras
se repiten en 2012 (Gráfico 6). Ese año se registró el récord de 668
rinocerontes cazados furtivamente en Sudáfrica, lo que pone a esa
especie en mayor peligro de extinción (Gráfico 7). El programa MIKE ha
detectado una relación entre la caza furtiva y la pobreza, la gobernanza,
la eficacia de la lucha contra el delito y la demanda de marfil en los países
consumidores. Para mitigar la crisis de la caza furtiva, harán falta medidas
en estos frentes en diversos niveles.
La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas
de Fauna y Flora Silvestres (CITES) es un acuerdo ambiental multilateral
que promueve la conservación y el uso sostenible de la diversidad
biológica. La CITES colabora con los Estados del área de distribución de
elefantes y rinocerontes para fortalecer su capacidad de lucha contra el
delito y ayudar a combatir la caza furtiva y el comercio ilegal de esas y
otras especies (CITES, 2012a, b). A fin de brindar un apoyo más coordinado
a órganos y redes nacionales de lucha contra el delito relativo a la vida
silvestre, la Convención colabora estrechamente con otros asociados
(INTERPOL, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito,
la Organización Mundial de Aduanas (OMA) y el Banco Mundial) en el
Consorcio internacional para combatir los delitos contra la vida silvestre.
En 2012, el consorcio presentó un instrumental analítico para delitos
forestales y que atentan contra la vida silvestre a fin de fortalecer las
capacidades nacionales de lucha contra esos delitos.
Se ha elaborado un proyecto del Fondo para el Medio Ambiente Mundial
(FMAM) de 3 millones de dólares con objeto de respaldar el uso de técnicas
forenses modernas para hacer frente a la caza furtiva de rinocerontes y
rastrear el contrabando de los cuernos.
700
0.9
668
0.8
600
6
00
7
00
8
00
9
00
0
01
1
01
122
100
Gráfico 6: La proporción de elefantes muertos a manos de cazadores furtivos se
define como la cantidad de elefantes encontrados que fueron exterminados
ilegalmente dividida por la cantidad total de elefantes encontrados muertos por
patrullas u otros medios. Las estimaciones de la proporción de elefantes muertos
a manos de cazadores furtivos realizadas en centros de registro en África tienen
un límite de confianza del 95%, 20022011. Para 2012, solo se incluyen datos de 6
meses. Fuente: CITES MIKE
0
2
2
2
2
2
2
2
2
2
2
7
20
2
83
25
6
00
2
01
22
10
13
24
13
06
20
07
20
08
20
09
20
10
20
11
20
12
5
00
05
4
00
20
3
00
04
2
00
200
20
0
300
03
0.1
333
20
0.2
400
02
0.3
448
20
0.4
500
01
0.5
20
0.6
20
0.7
cantidad de rinocerontes asesinados
proporción de elefantes muertos de forma ilegal
Box 4: Elephant and rhino poaching in Africa and illegal wildlife trade
Gráfico 7: Cantidad anual de rinocerontes cazados furtivamente en Sudáfrica,
20002012. En los últimos años, se ha registrado un marcado aumento de la
cantidad de rinocerontes cazados furtivamente para obtener los cuernos. Fuente:
Traffic (2012b)
Es fundamental que los países en los cuales hay exportación de especies
silvestres cuenten con la capacidad científica adecuada para garantizar que
el comercio internacional tenga lugar dentro de límites sostenibles desde
el punto de vista biológico. Se recibieron 71 propuestas de enmienda de
los Apéndices de CITES, que abarcan cientos de especies de animales y
plantas, para su examen en la Decimosexta reunión de la Conferencia de
las Partes en la CITES (CP16), celebrada en marzo de 2013. Se incluyen
varias especies de tiburones, la mantarraya, el oso polar, la rana venenosa
de dardo y muchas especies madereras. Además, en la CP16 se debatirá un
proyecto de resolución para la interpretación y aplicación uniformes de la
Convención al transporte a un país de especies capturadas de un medio
marino que no está sometido a la jurisdicción nacional de ningún Estado.
La CITES está alcanzando la composición universal.
Actualmente son 177 las Partes en la Convención,
de las cuales, la más reciente es Maldivas. Se ha
programado que la CP16 coincida con el 40º
aniversario de la aprobación de la Convención.
Unos funcionarios detectaron e impidieron un intento de contrabando de 33
cuernos de rinoceronte a Hong Kong. Los cuernos estaban ocultos en un
contenedor que, según lo declarado, era de desechos de material plástico; fueron
descubiertos durante un examen de rayos X. Foto: CITES
Resumen del año
9
climático y ya estén experimentando mayores efectos, entre ellos sequías
persistentes y fenómenos meteorológicos extremos, aumento del nivel del
mar, erosión costera y acidificación de los océanos, que amenazan todavía
más la seguridad alimentaria y las medidas para erradicar la pobreza y lograr
el desarrollo sostenible”.
El nivel del mar aumentó en unos 3,2 mm por año entre 1993 y 2011. El
deshielo en las regiones polares era un factor que contribuía enormemente
(Van den Broeke, 2011; Meyssignac et al., 2012; Rahmstorf et al., 2012). El
hielo marino del Ártico desaparece en verano más rápidamente que lo
proyectado en modelos (véase el Capítulo 2). Las barreras de hielo de la
Antártida Occidental se están partiendo, lo que permite que los glaciares
retenidos en tierras adyacentes se deslicen hacia el mar. Algunos científicos
consideran que el aumento de la cantidad de fenómenos meteorológicos
extremos, como las inundaciones y olas de calor experimentadas en América
del Norte, Europa Occidental, la Federación de Rusia y otros lugares en los
últimos años está relacionado con el calentamiento de la atmósfera (NOAA,
2012). El aumento del nivel del mar generará mayores posibilidades de que
se produzcan mareas tormentosas, una gran masa de agua que puede ser
arrastrada por el viento antes de una tormenta (Schaeffer et al., 2012).
Los científicos han proyectado que si se mantiene el calentamiento de la
atmósfera por debajo de 2ºC, ciertas repercusiones, como el aumento
catastrófico del nivel del mar, podrían evitarse. Incluso si se logra mantener
el aumento mundial de temperatura dentro del límite de 2ºC, se prevé que
los niveles del mar sigan aumentando después de 2100, ya que las altas
temperaturas están distribuidas en el océano a grandes profundidades. Con
un escenario de menos de 2ºC, se prevé que el aumento del nivel del mar
debido al cambio climático sea de 7580 cm respecto del nivel de 2000
(Schaeffer et al., 2012). Sin embargo, hay un importante desfase entre el total
de las promesas de mitigación de los países en lo que respecta a las emisiones
anuales de gases de efecto invernadero a nivel mundial para 2020 y la
tendencia que debe seguir el total de las emisiones para que se pueda
mantener el aumento de la temperatura mundial media por debajo de 2ºC.
Las emisiones mundiales actuales de gases de efecto invernadero son de
50,1 gigatoneladas (Gt) de dióxido de carbono equivalente (CO2 eq) por año,
es decir, ya son 14% más altas de lo que tendría que ser el nivel de emisiones
en 2020 para que el mundo tuviera una posibilidad de alcanzar la meta de
2ºC (PNUMA, 2012e). Se ha calculado que ese nivel equivale a 44 Gt de CO2
eq. El desfase de emisiones entre la base de referencia en la hipótesis de que
todo siga igual y una trayectoria de emisiones que sea consistente con el
límite de 2ºC se encuentra en el rango de 813 Gt de CO2 eq, cifra mucho
mayor que el desfase de 5 Gt de CO2 eq calculado en 2010 (PNUMA, 2010,
2012e). No obstante, todavía existe la posibilidad de salvar el desfase si se
aplican medidas concretas e inmediatas (PNUMA, 2012e).
La disminución del ritmo del calentamiento de la atmósfera a corto plazo
mediante la reducción de los contaminantes climáticos de vida corta podría
10
ANUARIO PNUMA 2013
Recuadro 5. La capacidad de actuar: la financiación climática
Según un informe publicado a finales de 2012, las corrientes anuales
de financiación climática a nivel mundial alcanzaron en el período
20102011 un promedio de 364.000 millones de dólares. Entre 12.300
y 15.700 millones de dólares (entre el 4% y el 5% aproximadamente)
se destinaron a fines de adaptación. De la financiación registrada a
nivel mundial para la adaptación de los países desarrollados y países
en desarrollo, la mayor parte (5.200 millones) procede de instituciones
financieras nacionales. El sector privado aporta entre el 60% y el 67%
del total de los recursos financieros. La contribución del sector público
a la financiación climática es relativamente pequeña: cerca de un 26%
(entre 92.000 y 99.300 millones de dólares), cifra que incluye fondos
proporcionados por instituciones financieras para el desarrollo (21%) y
fondos climáticos (1%). El sector público sirve de catalizador para atraer
más fondos procedentes de otras fuentes. Con todo, la financiación
climática no es suficiente para lograr una reducción de emisiones que
mantenga el aumento de la temperatura mundial por debajo de 2°C
(Buchner et al., 2012).
La Junta del Fondo de Adaptación informó en Doha que el monto
acumulado para los proyectos y programa de adaptación aprobados
asciende a 167 millones de dólares, lo que equivale a un promedio de
unos 11 millones anuales desde hace 15 años (CMNUCC, 2012c). Entre
las soluciones inmediatas para aumentar la financiación destinada a la
adaptación figuran el fortalecimiento del proceso de monetización de
las reducciones de emisiones certificadas (CER), la mejora del acceso a
la financiación, y el cumplimiento por parte de los países desarrollados
de sus compromisos respecto del objetivo de financiación a largo plazo
de movilizar 100.000 millones de dólares anuales para el año 2020 a
fin de apoyar las medidas de adaptación y mitigación en los países en
desarrollo.
La sostenibilidad, la idoneidad y la previsibilidad del Fondo de
Adaptación preocupan seriamente a los países. Con el enfoque de
“pérdidas y daños” que se adoptó en Doha se ha abierto un resquicio al
apoyo y la cooperación (incluida la financiera) en pro de la adaptación
al cambio climático de los países afectados, en especial de los pequeños
Estados insulares en desarrollo y los países menos adelantados.
contribuir a moderar los efectos del cambio climático en quienes ya se han
visto afectados, reducir la pérdida de la diversidad biológica y evitar atravesar
umbrales críticos. Sin embargo, solo será posible proteger el clima a largo
plazo si se logran recortes profundos y persistentes de las emisiones de CO2
en el corto plazo. La adopción rápida de medidas para reducir los
contaminantes climáticos de vida corta sería una contribución importante.
No se la debería considerar un sustituto de (o una oportunidad de retrasar) la
urgente mitigación de las emisiones de CO2, sino una acción complementaria.
En la conferencia de la CMNUCC, celebrada en Doha (Qatar) en noviembre de
2012, los gobiernos dieron un paso adicional y esencial hacia una respuesta
mundial efectiva al cambio climático y promovieron medidas concretas e
inmediatas que eran sumamente necesarias. Como finalizó el primer período
de compromiso, se estableció un nuevo período de compromiso en materia
de reducción de gases de efecto invernadero en el marco del Protocolo de
Kyoto. También se acordó un estricto calendario para la adopción de un
acuerdo universal sobre el clima para 2015, y vías para promover la
determinación necesaria para responder al cambio climático (CMNUCC,
2012a).
Pese a los avances logrados en Doha, tal vez estos resultados no basten para
mantener el aumento de temperatura bajo control y por debajo de 2ºC para
fin de siglo. Por ejemplo, algunas de las mayores economías del mundo no se
sumaron al compromiso actual del Protocolo de Kyoto para la mitigación de
gases de efecto invernadero. Además, algunos países desarrollados se
retiraron del Protocolo en 2011 y 2012. Al momento de la reunión CP18, el
compromiso del Protocolo de Kyoto solo abarcaba el 15% de las emisiones
mundiales (Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible, 2012b).
La financiación para la adaptación al cambio climático ofrece oportunidades,
pero a la vez entraña motivos de preocupación (Recuadro 5)Sigue habiendo
una disparidad en la financiación climática destinada a reducir las emisiones
lo necesario para mantener el aumento de la temperatura mundial por
debajo de 2°C (Buchner et al., 2012). En la Conferencia de Copenhague de
2009, la meta de financiación a largo plazo en apoyo de medidas de
mitigación y adaptación en los países en desarrollo se fijó en 100.000
millones de dólares anuales para 2020. En virtud del paquete de decisiones
del Portal de Doha para el Clima, a partir de diciembre de 2013 se ampliará el
mecanismo de financiación a largo plazo con la creación del Fondo Verde
para el Clima (CMNUCC, 2012b).
Cuadro 3: Hitos en el camino hacia el logro de los objetivos de la CMNUCC y del
Protocolo de Kyoto
Año
Acontecimiento
Resultados principales
1992
Cumbre para la
Tierra
Se aprueba la Convención Marco de
las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático (CMNUCC)
1997
Tercera
Conferencia de
las Partes (CP3),
Kyoto (Japón)
Acuerdo sobre el Protocolo de Kyoto:
entre 2008 y 2012 (primer período
de compromiso), las Partes del anexo
I deberán reducir el total de sus
emisiones de seis gases de efecto
invernadero a un nivel inferior en un 5%
de promedio al de 1990
2007
CP13, Bali
(Indonesia)
Hoja de Ruta de Bali sobre cuestiones
a largo plazo, Plan de Acción de Bali y
mecanismo REDD (Reducción de las
emisiones debidas a la deforestación y
la degradación forestal)
2009
CP15,
Copenhague
(Dinamarca)
Más de 140 países respaldan el
Compromiso de Copenhague (como
acuerdo político no vinculante) en
menos de un año, y 80 países informan
acerca de sus objetivos o medidas en
materia de mitigación
2010
CP16, Cancún
(México)
El Acuerdo de Cancún reconoce la
necesidad de reducir drásticamente
las emisiones globales a fin de limitar
el aumento de la temperatura media
mundial a un máximo de 2°C para 2100.
Se establecen el Marco de Adaptación
de Cancún y el Comité de Adaptación,
el Mecanismo Tecnológico, el Centro y
Red de Tecnología del Clima y el Fondo
Verde para el Clima
Se aportan los 30.000 millones de
dólares EE.UU. comprometidos como
financiación inmediata para el período
20102012
2011
CP17, Durban
(Sudáfrica)
Plataforma de Durban para una Acción
Reforzada. La CP elabora y acepta
una hoja de ruta para la adopción, en
2015, de un nuevo acuerdo mundial de
reducción de emisiones, vinculante a
partir de 2020. Los gobiernos deciden
que las Partes procedan en 2013 a un
segundo período de compromiso del
Protocolo de Kyoto.
CP18, Doha
(Qatar)
Paquete de decisiones del Portal de
Doha para el Clima
Dos decenios de negociaciones han producido algunos resultados en
materia de reducción de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) (Cuadro
3). Los avances logrados por el proceso de la CMNUCC son sumamente
importantes y paso a paso han sentado las bases para que los países
cooperen en la resolución del problema climático mundial.
COP17/CMP7
UNITED NATIONS
CLIMATE CHANGE CONFERENCE 2011
DURBAN, SOUTH AFRICA
2012
Mural colocado en el exterior de la Exposición de Sostenibilidad de Qatar, celebrada
a la vez que la 18ª Conferencia de las Partes de la CMNUCC en Doha. El camino
hacia un futuro sostenible requiere no solo ideas innovadoras e inspiradoras, sino
también una transformación en materia de políticas, medidas y colaboración. Foto:
CGIAR Climate
Resumen del año
11
Las pérdidas humanas, ambientales y económicas que podría generar el
cambio climático, potencialmente enormes, se hacen cada vez más evidentes
conforme se perfeccionan los métodos empleados para evaluarlas (BAD,
2009; Bouwer, 2012; EEE, 2012). Según un estudio, de 450 zonas urbanas que
en 2011 tenían un millón o más de habitantes (y que sumaban 1.400 millones
de personas), el 60% (o 890 millones de personas) se halla en regiones que
corren un gran riesgo de sufrir desastres naturales (DAES, 2012).
Habida cuenta de que en el futuro los fenómenos meteorológicos extremos
serán más probables a causa del cambio climático (Fischetti, 2012; PNUMA,
2012a), algunos de los desastres ocurridos en 2012 ponen de relieve la
necesidad de prepararse para sobrellevar pérdidas cuantiosas y de tomar
medidas para prevenirlas. Los costos definitivos del huracán Sandy, que a
finales de octubre de 2012 devastó zonas del Caribe, el Canadá y los Estados
Unidos de América, son difíciles de calcular y probablemente sigan
revisándose al alza (The Economist, 2012; Mackenzie, 2012). Según
MunichRe, el costo de Sandy para las aseguradoras y reaseguradoras oscilará
entre 20.000 y 25.000 millones de dólares (Dauer, 2013). Solo en la ciudad de
Nueva York, los daños materiales ascienden a miles de millones de dólares
(Cowan, 2013). Se calcula que la infraestructura necesaria para proteger la
ciudad en el futuro, que posiblemente incluiría barreras contra inundaciones,
costaría 20.000 millones de dólares o más (Crooks y Wright, 2012).
De cara al futuro
En 2012, la protección del medio ambiente afrontó dificultades evidentes.
No obstante, se alcanzaron acuerdos a nivel internacional para seguir
haciendo frente al cambio climático. Por otra parte, la Conferencia Río+20, al
reafirmar el compromiso de los países con el desarrollo sostenible y
consolidar el pilar ambiental de dicho desarrollo, sentó unas bases sólidas
para el futuro.
El objetivo de mantener el aumento de la temperatura mundial por debajo
de 2°C está haciéndose más difícil, pero aún se puede alcanzar. Para frenar las
emisiones de gases de efecto invernadero será preciso actuar de forma
conjunta e inmediata. Entre las diversas medidas necesarias, es fundamental
garantizar la disponibilidad de recursos financieros y mejorar el acceso a
estos, no solo para mitigar las emisiones, sino también para fomentar la
resiliencia y fortalecer la adaptabilidad de las comunidades y ecosistemas en
los países en desarrollo, donde los efectos del cambio climático se hacen
sentir de manera generalizada y, a menudo, más nítida. Aunque las
negociaciones que se desarrollaron en Doha no indicaron ningún cambio
importante respecto de un nuevo acuerdo sobre clima mundial, la
Conferencia adoptó medidas para impulsar la evolución de un mecanismo
destinado a hacer frente al cambio climático.
Las pruebas de los efectos del cambio climático, así como los resultados de
investigaciones científicas que siguieron apareciendo en 2012, demuestran
que todos los países están conectados. El futuro depende de decisiones
conjuntas y de la aplicación de medidas colectivas. Para seguir adoptando
decisiones racionales y equitativas en materia de medio ambiente será
fundamental fortalecer el vínculo entre ciencia y política.
El mundo tiene ante sí una oportunidad única para cumplir los compromisos
renovados y adoptar medidas con el fin de mejorar la sociedad humana y el
medio ambiente. Las negociaciones de los Estados Miembros de las Naciones
Unidas durante Río+20 tuvieron como telón de fondo una considerable
tensión política y social. Si bien en el documento final, El futuro que
queremos, no se incluyeron metas vinculantes y apenas se introdujeron
novedades en materia de apoyo financiero, el texto reitera el empeño de los
países en continuar trabajando en pro del desarrollo sostenible y exhorta a
todos los agentes a redoblar sus esfuerzos. El documento confirma que el
desarrollo sostenible es el único camino viable hacia el desarrollo y brinda
una plataforma para conectar las acciones de la ciudadanía y proyectarlas
hasta los gobiernos. Queda por resolver el problema de cómo avanzar
simultáneamente hacia la consecución de los objetivos económicos, sociales
y ambientales. El resultado de Río+20 indica que existe un amplio consenso
en torno a la idea de que los sistemas y comportamientos que han llevado al
medio ambiente a su estado actual pueden y deben cambiarse.
Asentamiento ilegal en Quito (Ecuador). Más del 90% del aumento futuro de la población urbana mundial se registrará en países en desarrollo. Foto: Marcio Ramalho.
12
ANUARIO PNUMA 2013
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Resumen del año
13
Persiste
Persiste
en en
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libro
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Primavera
Primavera
silenciosa,
silenciosa,
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Rachel
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1962.
1962.
50th
50th
30th
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Mundial
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Naturaleza
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14
ANUARIO PNUMA 2013
Debido
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Cumbre
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y del
y del
Programa
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21,21,
ambos
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de de
1992.
1992.
El 16 de septiembre, el hielo marino del Ártico marca
un mínimo histórico: 3,41 millones de km2, casi la
mitad de la extensión media del período 1979 2000.
25º aniversario del Informe
Brundtland: “Nuestro futuro
común”, de 1987.
40º aniversario
del Convenio de
40º aniversario de la
1972 sobre la
Conferencia de
prevención de la
Estocolmo de 1972.
contaminación
Docenas de personas mueren de frío en Europa
del mar por
Central y del Este. A comienzos de febrero,
vertimiento de
algunas localidades registran temperaturas de
desechos y otras
25th
40th
entre -25°C y -29°C o menores.
materias.
40th
20th
20º aniversario de la Convención de las
Naciones Unidas de Lucha contra la
Desertificación de 1992.
20th
20º aniversario de la
Convención Marco de
Naciones Unidas sobre el
Cambio Climático (CMNUCC)
de 1992.
En Marruecos, las nevadas
bloquean carreteras y pasos
de montaña, se interrumpe
el suministro eléctrico, se
congelan tuberías y muchos
edificios sufren daños.
La tempestad tropical Kai Tak (Helen)
toca tierra en Isabela (Filipinas) el 15
de agosto acompañada de fuertes
lluvias que causan crecidas repentinas
en el sudeste de Asia y sur de China.
Cientos de miles de personas
afectadas y 34 víctimas mortales en la
región.
El 10 de mayo, una tormenta de
lluvia y granizo azota la provincia
de Gansu (China) y se cobra al
menos 24 muertos y 37
desaparecidos.
Las crecidas repentinas que asolan la
región rusa de Krasnodar afectan a
más de 15.000 personas y se cobran
144 víctimas.
Las fuertes lluvias monzónicas
En el noreste de Afganistán, las
provocan inundaciones en
avalanchas dejan aisladas a miles
muchas partes de Myanmar y
de personas que ya corrían riesgo
dejan sin hogar a 6.000 personas
de hambruna a causa de la sequía.
en el estado de Karen.
Las fuertes lluvias estacionales
en Sudán del Sur causan
inundaciones que restringen el
movimiento de personas
desplazadas y la entrega de
ayuda humanitaria.
En Benín, el desborde del
río Níger afecta a decenas
de miles de personas y
destruye numerosas
viviendas.
40th
Se calcula que 366.780 hogares se
ven afectados por las inundaciones
en Angola.
20th
El Real Departamento de Aduanas
de Malasia anuncia el decomiso en
Port Klang de 2.341 piezas de
marfil ilegal, con un peso total de
6.034 kilos: la segunda mayor
incautación de marfil jamás
registrada.
15th
El Tifón Sanba causa varios muertos
y heridos, y deja sin electricidad a
más de 110.000 hogares en
Okinawa y Kyushu (Japón).
En el estado de Assam (India), las
lluvias monzónicas causan 27
muertes y obligan a 900.000
personas a abandonar sus hogares.
En Malawi, las lluvias
torrenciales provocan
crecidas repentinas que
destruyen casas, cosechas e
infrastructuras. Más de 6.000
personas se quedan sin
hogar en el distrito de
Nsanje.
15º aniversario del Protocolo
de Kyoto de la CMNUCC sobre
la reducción de las emisiones
de gases de efecto
invernadero (1997).
En Beijing (China) se
registran las lluvias más
copiosas en 60 años, que
causan 37 muertes.
En septiembre, las lluvias
torrenciales provocan
inundaciones y corrimientos de
tierra en el noreste de la India,
con un saldo de al menos 33
muertos y más de un millón de
desplazados.
40º aniversario del
Programa de las
Naciones Unidas para el
Medio Ambiente (1972).
20º aniversario del Centro
Internacional de Tecnología
Ambiental (CITA) del PNUMA
Dos muertos, más de 4.500
viviendas dañadas y campos
destruidos por granizo y
torbellinos en el norte de
Vietnam.
Tras el paso de un tifón, 37.200
familias filipinas son alojadas en 54
centros de evacuación que carecen de
instalaciones de saneamiento
adecuadas, lo que provoca un brote
de leptospirosis.
La producción de cereales de Lesotho
es la más baja en diez años (un 32%
de la cosecha media anual). Se calcula
que 725.000 personas padecen
inseguridad alimentaria.
Insólitas nevadas en
Sudáfrica.
En 2012, Sudáfrica
pierde 668 rinocerontes
por la caza furtiva.
En 2012 se produjeron graves fenómenos meteorológicos en todo el mundo que ocasionaron numerosas víctimas y daños valuados en miles de millones de
dólares (puntos rojos). Asimismo, durante 2012 celebraron su aniversario numerosos organismos, acuerdos y acontecimientos medioambientales (puntos
verdes), y se cumplieron cincuenta y veinte años, respectivamente, de la publicación de dos de los libros de temática ambiental más influyentes (puntos
morados).
15
16 a 19 de enero
La Global Peace Initiative of Women celebra la Conferencia sobre Medio
Ambiente, en Nairobi (Kenya).
20 a 22 de febrero
22 de marzo
Marzo
12º período extraordinario de sesiones del Consejo de
Administración/Foro Ambiental Mundial a Nivel Ministerial del
PNUMA, Nairobi (Kenya).
Febrero
Se celebra en Abu Dhabi (Emiratos Árabes Unidos) la quinta Cumbre
Mundial sobre la Energía del Futuro.
16 de febrero
Se pone en marcha la Coalición del Clima y Aire Limpio para reducir los
contaminantes climáticos de vida corta, en Washington, D.C. (Estados
Abril
10 y 11 de mayo
Mayo
Cumbre Mundial sobre el Crecimiento Ecológico 2012, Seúl
(República de Corea)
20 a 22 de junio
Muere en cautividad, a la edad aproximada de 100 años, “Solitario
George”, el último ejemplar conocido de tortuga gigante de Isla
Pinta, en las Islas Galápagos (Ecuador
27 de junio a
27 de julio a
12 de agosto
6 de agosto
4 de septiembre
6 a 15 de septiembre
14 de septiembre
Se pone en marcha la Alianza de Acción para una Economía Verde con el propósito de que
18 de septiembre
20 países en desarrollo reciban apoyo en sectores pertinentes, como el transporte, la
Congreso Mundial de la Naturaleza 2012 de la UICN, Jeju (República de Corea).
67º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Nueva
York (Estados Unidos de América).
16
ANUARIO PNUMA 2013
27 de noviembre
Noviembre Diciembre
La 18º reunión de funcionarios superiores del Grupo de Gestión Ambiental conviene en
actuar en varias esferas para apoyar los resultados de Río+20.
22 a 27 de abril
12 de mayo a 12
de agosto
17 a 20 de junio
científicos especializados en el cambio climático mundial celebrada
antes de Río+20, se analiza el desarrollo sostenible, Londres (Reino
Unido).
Conferencia del Año Polar Internacional 2012, Montreal (Canadá).
Exposición internacional “El océano y la costa vivientes”, Yeosu
(República de Corea).
Se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente y se publica la quinta
edición de Perspectivas del Medio Ambiente Mundial (GEO5) en Río
de Janeiro (Brasil).
El Congreso Mundial de Justicia, Gobernabilidad y Derecho para la
Sostenibilidad Ambiental reúne a más de 250 magistrados,
legisladores y auditores generales en Río de Janeiro (Brasil).
Se demuestra la existencia del bosón de Higgs, un elemento
fundamental del universo, en Ginebra (Suiza).
23 a 25 de agosto Primera reunión de la Junta del Fondo Verde para el Clima, Ginebra
Octubre
agricultura y las zonas edificadas.
El Foro Panafricano sobre Desechos Electrónicos subraya las
oportunidades que ofrece el sector de los desechos electrónicos para
la economía verde.
26 a 29 de marzo En la Conferencia “Planeta bajo presión”, la mayor reunión de
4 de julio
Septiembre
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el
Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos
piden que se adopten medidas para evitar la crisis alimentaria mundial, Roma (Italia).
2 de julio
Agosto
Aterriza en Marte “Curiosity”, el vehículo explorador de la Administración
Nacional de Aeronáutica y del Espacio de los Estados Unidos (NASA).
11 de marzo
Julio
Juegos Olímpicos de Londres 2012: las primeras “Olimpiadas
verdes”, Londres (Reino Unido).
24 de junio
De un vistazo
5 y 6 de junio
Junio
Se celebra en Río de Janeiro (Brasil) la Conferencia de las Naciones Unidas
sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20), 20 años después de la innovadora
Cumbre para la Tierra de 1992.
Cuarto período de sesiones del Comité intergubernamental de
negociación encargado de elaborar un instrumento jurídicamente
vinculante a nivel mundial sobre el mercurio, Punta del Este (Uruguay).
2012
1 de enero
15 de enero
Enero
Da comienzo el Año Internacional de la Energía Sostenible para
Todos.
Un derrame de cadmio contamina el río Longjiang en el área
metropolitana de Hechi, región de Guangxi (China), y deja 40
toneladas de peces muertos entre el 15 de enero y el 2 de febrero.
(Suiza).
La Sociedad Zoológica de Londres y la Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza hacen pública en Londres (Reino
11 de septiembre Unido) la lista de las cien especies de animales, plantas y hongos más
amenazadas.
1 de octubre
Día Mundial del Hábitat.
8 a 19 de octubre En la reunión del Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad
Biológica, celebrada en Hyderabad (India), más de 180 países
convienen en duplicar los fondos destinados a proteger la
biodiversidad de los países en desarrollo antes de 2015.
5 y 6 de noviembre La Alianza Mundial sobre la Gestión de los Desechos celebra su
primera conferencia bianual en Osaka (Japón).
26 de noviembre Conferencia de Doha sobre el Cambio Climático: 18º período de
a 7 de diciembre sesiones de la CP y 8º período de sesiones de la CP en calidad de
reunión de las Partes en la CMNUCC, Doha (Qatar).
4 a 6 de diciembre Conferencia internacional “Medir el futuro que queremos”, sobre los
indicadores de una economía verde integradora, Ginebra (Suiza).
7 de diciembre
La Asamblea General de Naciones Unidas aprueba una serie de
proyectos de resolución destinados a consolidar el pilar
medioambiental en el contexto del desarrollo sostenible.
3rd Asia-Pacific Climate Change Adaptation Forum, Incheon,
Korea
March 26
Décimo período de sesiones del Foro de las Naciones Unidas
Día de la Tierra.
Cumbre de Observación Ártica, Vancouver (Canadá).
Reunión Ministerial del Consejo Ártico, Kiruna (Suecia).
Cuarto período de sesiones de la Plataforma Mundial para la
Reducción del Riesgo de Desastres, Ginebra (Suiza).
Día Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo.
Día Internacional de la Juventud.
Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono.
Segunda conferencia mundial sobre las conexiones entre las
zonas terrestres y los océanos, Bahía Montego (Jamaica).
Quinta conferencia mundial sobre restauración ecológica,
Madison (Estados Unidos).
Convenio de Minamata sobre el Mercurio abierto a la firma en
Conferencia Diplomática, Minamata (Japón).
Día Internacional para la Prevención de la Explotación del Medio
Ambiente en la Guerra y los Conflictos Armados.
Segunda semana de diciembre (por confirmar) − Segunda reunión
plenaria de la Plataforma Intergubernamental Científiconormativa
sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas, Bonn
(Alemania).
25ª sesión del Consejo de Ministros Árabes Encargados del Medio
Ambiente, El Cairo (Egipto).
5 de junio
Día Mundial de los Humedales.
Seminario de Redes de Conocimiento sobre Adaptación en África,
Nairobi (Kenya).
10 a 12 de febrero Tercera Conferencia Internacional sobre la Gestión de los Residuos
Sólidos en los Países en Desarrollo − WasteSafe 2013, Khulna
(Bangladesh).
12 y 13 de marzo Cumbre Ártica: Una nueva visión sobre el comercio, la energía y
el medio ambiente, Oslo (Noruega).
Asiáticos sobre la Lucha contra los Delitos Ecológicos, Bangkok
14 de marzo
(Tailandia).
22 de marzo
Declaración del Año Internacional de la Cooperación en la Esfera del Agua.
25 a 27 de marzo Foro Latinoamericano del Carbono 2013, Río de Janeiro (Brasil).
5 y 6 de febrero
26 de abril
Foro de Financiamiento de Energía Limpia para Centroamérica y
el Caribe.
25 y 26 de abril
Primera Conferencia Árabe sobre Medio Ambiente y Desarrollo
Sostenible, Beirut (Líbano).
28 de abril a 10
de mayo
22 de mayo
28 a 31 de mayo
18 a 20 de junio
11 de julio
22 de julio a 2
de agosto
9 de agosto
17 de junio
12 de agosto
5 a 7 de
septiembre
16 de
septiembre
2 a 4 de octubre
6 a 11 de
octubre
7 a 11 de
octubre
6 de noviembre
Week 2 (TBC)
19 a 20 de
diciembre
Septiembre Octubre Noviembre Diciembre.
13ª Conferencia Internacional sobre Ciencia y Tecnología del
Medio Ambiente, Atenas (Grecia).
15 de mayo
19 a 23 de mayo
2 de febrero
Agosto Día Mundial de la Población.
11 a 13 de mayo
15 a 17 de enero Cumbre Mundial 2013 sobre la Energía del Futuro, Abu Dhabi
(Emiratos Árabes Unidos).
23 a 27 de enero Reunión Anual 2013 del Foro Económico Mundial, Davos (Suiza).
Julio Día Mundial de Lucha contra la Desertificación.
29 de abril a 2
de mayo
13 a 14 de enero Tercera Asamblea General de la Agencia Internacional de Energías
Renovables, Abu Dhabi (Emiratos Árabes Unidos).
Junio Día Mundial del Medio Ambiente.
22 de abril
Mayo Día Mundial de las Aves Migratorias.
8 a 19 de abril
Abril March 4-8
Marzo Eye on Earth Global Network of Networks Conference,
Dublin, Ireland
Febrero Primera reunión plenaria de la Plataforma Intergubernamental
Científiconormativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los 21 a 26 de enero
Ecosistemas, Bonn (Alemania).
Cumbre de Delhi sobre Desarrollo Sostenible: El desafío mundial 31 de enero a 2 de
del crecimiento y el desarrollo eficientes en el uso de los
febrero
recursos, Nueva Delhi (India).
18
a 22 de
27º período de sesiones del Consejo de. Administración/Foro
febrero
Ambiental Mundial a Nivel Ministerial del PNUMA, Nairobi (Kenia)
(universal).
3 a 14 de marzo
16ª reunión de la Conferencia de las Partes en la Convención
sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de
Fauna y Flora Silvestres, Bangkok (Tailandia).
Enero Quinto período de sesiones del Comité intergubernamental de
13 a 18 de enero
negociación encargado de elaborar un instrumento jurídicamente
vinculante a nivel mundial sobre el mercurio.
Reuniones de las conferencias de las Partes en los Convenios de
Basilea, Estocolmo y Rotterdam, Ginebra (Suiza).
Día Internacional de la Diversidad Biológica.
Foro Internacional de Gestión de Desechos, Reciclaje, Tecnologías
Ambientales y Energía Renovable, Moscú (Federación de Rusia
44ª reunión del Consejo del FMAM, Washington, D.C. (Estados
Unidos de América).
11ª Conferencia Internacional sobre el Mercurio como
Contaminante Mundial, Edimburgo (Reino Unido).
23 a 27 de
septiembre
Día Marítimo Mundial 2013 − Evento Paralelo, Perú.
29 de
septiembre a 2
de octubre
16 de octubre
15º período de sesiones del Comité Conjunto sobre el Medio
Ambiente y el Desarrollo en la Región Árabe, El Cairo (Egipto).
21 a 27 de
octubre
Tercer Congreso Internacional sobre Zonas Marinas Protegidas,
Marsella y Córcega (Francia).
30 de octubre a
2 de noviembre
11 al 22 de
noviembre
Día Mundial de la Alimentación.
Conferencia Mundial sobre Deporte y Medio Ambiente, Sochi
19ª Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las
Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, Varsovia (Polonia).
Calendario de
acontecimientos
2013
Resumen del año
17
18
ANUARIO PNUMA 2013
Una mirada desde lo alto
En busca de respuestas a los rápidos cambios que
experimenta el Ártico
En septiembre de 2012, la extensión de la banquisa o hielo marino se había reducido a un mínimo sin
precedentes en la frágil región ártica. El hielo también está retrocediendo en la superficie terrestre, mientras
que la nieve va desapareciendo y el permafrost se derrite. Los rápidos cambios ambientales que se registran
en el Ártico como resultado del cambio climático están creando nuevas posibilidades de desarrollo, en
particular facilitando el acceso al petróleo y el gas, los minerales y la pesca. Los ecosistemas también están en
peligro, lo que pone en riesgo, sobre todo, la vida de los animales que dependen del hielo. Los cambios en el
Ártico tendrán consecuencias que no se circunscribirán solo a la región, por ejemplo un aumento del nivel del
mar a nivel mundial y, con toda probabilidad, una mayor inclemencia del tiempo prácticamente en todo el
hemisferio norte. Las consecuencias del cambio climático que ya se observan y las que se registrarán en el
futuro requieren respuestas con urgencia. Los países árticos, y los que no lo son, comparten la responsabilidad
de proteger esta región, sobre todo limitando sus emisiones de gases de efecto invernadero.
September 16, 2012
Arctic sea extent
Aceleración del deshielo en el verano
La banquisa ártica está desapareciendo con rapidez. En 2012 la extensión
2
mínima de hielomarino, que medía 3,4 millones de km , representaba un
18% menos del mínimo anterior registrado en 2007 y 50% por debajo de la
media de los años ochenta y noventa (Figura 1). Año tras año, desde 2007,
ese mínimo ha estado por debajo del registrado en cualquier año anterior a
2007 (NASA, 2012a, NSIDC, 2012). Durante la mayor parte de los tres últimos
millones de años, el hielo flotante ha cubierto gran parte del Océano Ártico
(Polyak et al., 2010). Pero ¿cuánto tiempo más va a seguir siendo así?
El hielo marino se ha estado derritiendo con mucha más rapidez que la
proyectada en el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos
sobre el Cambio Climático (IPCC, 2007; Polyak et al., 2010; Stroeve et al., 2012)
(Figura 2). Los resultados de estudios más recientes basados en la
elaboración de modelos se han acercado un poco más, pero ninguno ha
logrado aún reproducir la tendencia observada (Stroeve et al., 2012).
Tampoco han podido predecir con exactitud cuándo se observarán por
primera vez condiciones sin hielo durante el verano ártico.
marino es agua de mar congelada que flota sobre la superficie del océano.
 ElSehielo
forma en el invierno y se derrite parcialmente en el verano. La extensión y el
grosor del hielo marino están disminuyendo significativamente. Foto: Peter Prokosch
Autores: Robert Corell (presidente), Tom Barry, Joan Eamer, Lawrence Hislop,
Lars Kullerud, Jerry Melillo, Christian Nellemann, Lev Neretin, LarsOtto
Reiersen, Jon Samseth
Escritor científico: Fred Pearce
Figura 1: Todos los veranos, el hielo marino del Ártico se derrite a su nivel mínimo a
mediados de septiembre, antes de que el descenso de las temperaturas reconstituya la capa de hielo. En la figura se muestra el mínimo en 2012 (registrado el 16
de septiembre) en comparación con la extensión mínima media registrada entre
1979 y 2010 (línea amarilla). Fuente: NASA (2012a); NSIDC (2012)
En el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio
Climático (IPCC) se pronosticaba que eso podría ocurrir alrededor de 2100
(IPCC, 2007). Una extrapolación de las tendencias recientes reveló que, antes
de que termine el presente decenio, podría haber un mes de septiembre sin
hielo (Wadhams, 2012). Sin embargo, el pronóstico más común es que esto
ocurrirá alrededor de 2035 (Wang y Overland, 2012). Overland 2012).
Una mirada desde lo alto
19
Figura 2: Los gráficos de la extensión del hielo marino en septiembre, basados en las observaciones (en rojo) y la aplicación de modelos (en negro/línea de puntos),
demuestran que el deshielo tiene lugar con más rapidez que la proyectada en cualquiera de los modelos. Fuente: Stroeve et al.,(2012))
El hielo marino del Ártico se vuelve a formar todos los inviernos. Pese a que
probablemente esto siga ocurriendo, cada vez disminuye más el grosor y la
edad del hielo que permanece de un año a otro (Maslanik et al., 2011). El
hielo de varios años registra su máxima extensión en marzo. Sin embargo, a
la sazón, representaba solo el 45% del total registrado en 2010 frente al 75%
en 1988 (Figura 3). La capa de hielo del Ártico ha disminuido en grosor y ya
está lista para derretirse en el verano. (Lenton 2012, Livina et al., 2012).
La pérdida de hielo marino se ha estado produciendo a la par de la fusión de
la capa de hielo en Groenlandia, el deshielo del permafrost en la tundra
ice age (years)
Russia
OW
Russia
1
2
5 or more
years old
ice
ice age (years)
March 2010
3
4
5
Greenland
Canada
Canada
March 1988
OW
1
2
1 and 2
year old
ice
3
4
5
Greenland
OW-Open Water
OW-Open Water
Figura 3: Cada invierno se forma hielo marino nuevo que cubre el Océano Ártico. La
cantidad de hielo viejo que perdura de un año a otro va disminuyendo, como se
observa en la distribución de la edad del hielo de marzo de 1988 y marzo de 2010.
Debido a una constante rotación en sentido horario contrario, el hielo marino más
viejo de varios años es extruido hacia el Atlántico Norte y sustituido durante el
invierno por el hielo marino nuevo, que es mucho más joven. Históricamente, estos
procesos han sido más lentos y la extrusión de hielo ha sido menor, por eso el hielo
permanecía en el Ártico por períodos mucho más prolongados. Fuente: Maslanik y
otros. (2011)
20
ANUARIO PNUMA 2013
(región donde las bajas temperaturas y las cortas temporadas de crecimiento
impiden que crezcan los árboles), la disminución de la cantidad de nieve
sobre la tierra debido a que se derrite más temprano y el derretimiento de
parte de la capa de nieve de los glaciares (Philip, 2005;AMAP, 2011a; Gardner
et al., 2011; Jacob et al., 2012; NOAA 2012). La cubierta media de nieve, que
permanece en el hemisferio norte en junio y se encuentra prácticamente en
su totalidad en el Ártico, ha disminuido en más del 50% en los últimos tres
decenios, a menos de 4 millones de km2. Los cinco valores más bajos se han
registrado en su totalidad desde 2007 (Derksen y Brown, 2012).
Un balance energético variable
El mundo se está calentando y con él, el Ártico (Figura 4). Sin embargo, el
Ártico se ha calentado con una rapidez que por lo menos duplica la media
mundial (ACIA, 2005; Arndt et al., 2012). Una de las razones es que está
llegando más calor al Ártico a través de la atmósfera y de las corrientes
oceánicas. Varios factores locales están aumentando también la temperatura
al cambiar el balance energético de la región.
Este efecto amplificador más pronunciado a nivel local obedece al propio
deshielo, que reduce la reflexión de la luz solar que llega. La blancura del
hielo y la nieve actúa como un espejo que refleja cerca del 85% de la radiación
solar de nuevo hacia el cielo. Las zonas oscuras carentes de hielo del océano
reflejan solo un 10% y absorben el resto, mientras que la tundra desnuda
refleja cerca del 20% (Climate Data Information, 2012). A medida que el hielo
y la nieve se derriten, el océano y la tierra que quedan expuestos absorben
cerca del 80% de las radiaciones que nos llegan del sol y calientan la
superficie del lugar. El calor del océano desprotegido por el hielo calienta
también directamente el aire que está por encima de él.
Mundo
Ártico
1.5
˚Celsius
1.0
0.5
0
-0.5
-1.0
00
10
20
90
20
80
19
70
19
60
19
50
19
40
19
30
19
20
19
10
19
00
19
90
19
80
-1.5
18
Otro de los aceleradores del calentamiento atmosférico es el vapor de agua
(Callaghan et al., 2011a). Mientras más expuesto quede el mar en el Ártico,
más agua se evaporará y aumentará la cantidad de vapor de agua en la
atmósfera. El vapor de agua es un gas de efecto invernadero poderoso que
actúa a nivel local. Atrapa el calor y contribuye a que aumente el calentamiento.
Por otra parte, el aumento del vapor de agua puede aumentar a su vez la
cantidad de nubes, que, por regla general, provocan un efecto de enfriamiento
durante las horas del día. No se ha determinado aún el equilibrio general
entre estas diferentes reacciones, pero el intenso calentamiento denota que
predominan las retroacciones positivas (AMAP, 2011a).
2.0
18
El carbono negro (u hollín), contaminante climático de corta vida, oscurece la
nieve y el hielo y puede contribuir también al calentamiento del Ártico
(AMAP 2011b) (Recuadro 1). El polvo y las cenizas volcánicas contribuyen al
enfriamiento cuando están en la atmósfera, pero provocan el mismo efecto
que el carbono negro cuando caen sobre la nieve o el hielo. Por otra parte, los
arbustos y árboles que van invadiendo la tundra aumentan la absorción de
luz solar porque van oscureciendo cada vez más la superficie de la tierra
(Chapin et al., 2005).
Figura 4: Las temperaturas combinadas del aire y de la superficie del mar, a nivel
mundial (en rojo) y en el Ártico (en azul), demuestran las anomalías en la temperatura
durante el período 18802011 en comparación con el período de referencia 19511980. En
el Ártico se amplían con intensidad las señales de enfriamiento y calentamiento de todo
el mundo. A medida que aumenten o disminuyan las temperaturas mundiales,
aumentarán o disminuirán las temperaturas en el Ártico, pero allí se duplicarán o
triplicarán. Fuente: NASA/GISS 2012
Recuadro 1: La función del carbono negro (hollín)
El dióxido de carbono (CO2) es el principal gas de efecto invernadero
generado por la actividad humana, que causa el calentamiento
atmosférico. Sin embargo, algunos contaminantes climáticos de vida corta
del Ártico, como el carbono orgánico, el metano y el ozono, contribuyen
también al calentamiento. El hollín, que los científicos a menudo
denominan carbono negro, es producido por la quema de muchas
cosas, desde el combustible diésel hasta el estiércol. En la atmósfera, el
carbono negro absorbe la radiación solar y la irradia de nuevo en forma
de calor, que calienta el aire circundante. Pero esas minúsculas partículas
solo permanecen en suspensión por unos días antes de caer a tierra
(Ramanathan y Carmichael, 2008).
En la mayoría de los lugares, este sería efectivamente el final de los
efectos del carbono negro en el clima. Sin embargo, en el Ártico,
donde las partículas pueden caer sobre la nieve y el hielo, su efecto de
calentamiento continúa. A medida que se acumulan partículas, la nieve y
el hielo se oscurecen y aumenta la absorción de calor, el aire se calienta y
se acelera el derretimiento de la nieve (Flanner et al., 2007; Doherty et al.,
2010; AMAP, 2011b).
Los niveles típicos de carbono negro en el hielo y la nieve del Ártico
rondan de 5 a 10 partes por mil millones. Cuando “se ensucia el espejo”
de esta manera, aumenta la cantidad de calor absorbido en 1% a 4%
aproximadamente, con el consiguiente aumento de las temperaturas
locales y el derretimiento de la nieve y el hielo (Flanner et al., 2007; AMAP,
2011b). Por esa razón, el efecto de calentamiento del carbono negro sigue
siendo mayor en el Ártico que en la mayor parte del resto del mundo
(AMAP, 2011b). La precipitación de carbono negro en el Ártico alcanza
su máximo al finalizar el invierno. Los estudios basados en la elaboración
de modelos indican que esta precipitación puede estar aumentando las
tasas de derretimiento de la nieve en primavera entre un 20% y un 30%
(Flanner et al., 2007; AMAP, 2011a). Sin embargo, hay incertidumbre en lo
que se refiere a los modelos utilizados para calcular la intensidad de los
efectos (AMAP, 2011b). Habrá que contrastar los modelos con los datos
recopilados en el Ártico.
A pesar de que parte del carbono negro se genera en el Ártico y en zonas
adyacentes a partir de los generadores eléctricos y los motores de buques
alimentados con diésel, las llamas que se producen durante la prospección
de petróleo y gas, la quema agrícola, los incendios forestales y las cocinas
de leña, gran parte se origina fuera de la región (Sharma et al., 2006).
Gracias a la mejora de los controles de la contaminación atmosférica
en países del Norte que no pertenecen al Ártico, en los últimos tiempos
han disminuido las precipitaciones de carbono negro (AMAP 2011b).
Esta tendencia podría dar un vuelco en sentido contrario a medida que
el Ártico se abra a la navegación y a una mayor actividad industrial. En
un estudio basado en la elaboración de modelos se pronostica que para
2030 posiblemente se quintupliquen las emisiones de carbono negro
derivadas de la navegación en el Ártico (Corbett et al., 2010). Del control
de las emisiones en el futuro dependerá en gran medida si se produce ese
cambio o no.
Según algunas estimaciones, el control mundial del carbono negro podría
demorar en casi un decenio el calentamiento a nivel mundial, de manera
que se salvaría la vida de hasta 2 millones de personas que mueren
anualmente en todo el mundo a causa de la inhalación del humo de las
cocinas en espacios cerrados (Streets 2006, Kandlikar et al., 2010, PNUMA/
OMM 2011). Se han recomendado algunas medidas concretas que
podrían producir esta demora en el calentamiento del Ártico (PNUMA/
OMM 2011) (capítulo 1, recuadro 2). Por eso, es importante reducir las
emisiones de carbono negro, aunque, como es natural, esa medida no
podrá ser un sustituto de la reducción de las emisiones de CO2 y de otros
gases de efecto invernadero.
Una mirada desde lo alto
21
El calentamiento del Ártico podría desencadenar otros factores que
contribuyan al calentamiento, lo que tendrá consecuencias en todo el
mundo. Especial interés despierta el deshielo de los suelos congelados de la
tundra y el lecho marino de la plataforma continental (Abnizova et al., 2012;
Schaefer et al., 2012; PNUMA, 2013). Los suelos del permafrost suelen
contener grandes volúmenes de carbono orgánico, que son restos de plantas
acumulados durante miles de años (Tarnocai et al., 2009). Si esos suelos se
deshielan, la liberación de parte de este carbono en la forma de CO2 o
metano será irreversible.
El metano está almacenado en el permafrost y en los sedimentos marinos
congelados del lecho marino ribereño en la forma de hidratos de gases. Ese
metano se libera a temperaturas por encima del punto de congelación. El
metano es un gas de efecto invernadero más poderoso que el CO2 aunque
no dura tanto tiempo en la atmósfera, y gran parte de él se convierte con el
tiempo en CO2. Se sabe que, a lo largo de la plataforma ártica de Rusia en la
Siberia oriental y en otros lugares de todo el Ártico, se producen abundantes
descargas de metano a la atmósfera (Anisimov, 2007; PNUMA, 2013). Estas
liberaciones pueden representar un 5% de las emisiones de metano del
mundo (Walter et al., 2007).
El permafrost ha ido retrocediendo hacia el norte en muchos lugares (AMAP,
2011ª; Callaghan et al., 2011b). Se podrían liberar hasta 50 gigatoneladas (Gt)
de la cantidad de hidratos almacenados prevista, lo que aumentaría en un
factor de doce el contenido de metano de la atmósfera del planeta (Shakhova
et al., 2008). Sin embargo, hay mucha incertidumbre en cuanto a la magnitud
del peligro que esas emisiones puedan representar para el clima en el futuro.
Mucho dependerá de la velocidad con que se liberen (IPCC, 2007). Según un
estudio reciente basado en la elaboración de modelos, es probable que para
finales del siglo XXI se produzcan liberaciones de importancia, que
aumentarían las temperaturas mundiales en otros 0,8ºC (MacDougall et al.,
2012). Este aumento de la temperatura podría ser aún mayor en el Ártico
(AMAP, 2011a).
1985
1995
Charcas formadas por el permafrost derretido en el delta del Lena en Siberia (Rusia).
Es probable que el permafrost se convierta en una importante fuente de metano
atmosférico en el futuro, aunque no está claro el momento en que se liberará ese
metano ni cuál será su volumen. Foto: Peter Prokosch
Efectos en todo el mundo
El hielo y la nieve que se derriten en las tierras árticas se irán sumando a la
cantidad de agua del océano, con el consiguiente aumento de los niveles del
mar en todo el mundo, que posiblemente superen incluso los pronósticos de
los modelos utilizados por el IPCC (Rhamstorf et al., 2012). La mayor
preocupación a largo plazo del Ártico es Groenlandia, ya que está cubierta
de hielo de hasta 3 km de espesor, suficiente para elevar, en caso de
derretirse, el nivel de los mares del mundo en unos 7 metros (DahlJensen et
al., 2011). Semejante catástrofe no es inminente, ya que tendrían que pasar
varios cientos de años a las tasas de calentamiento que se registran
actualmente o se han pronosticado para el futuro, pero Groenlandia está
cada vez más rodeada de aguas abiertas y en el verano la temperatura
ambiente alcanza los 11oC y propicia la formación de grandes lagunas de
poca profundidad en el banco de hielo. En los últimos tiempos, el período de
deshielo se ha prolongado, sobre todo en el sur de Groenlandia y ahora dura
2000
2005
Figura 5: Zonas de la capa de hielo de Groenlandia donde se ha registrado deshielo durante más de tres días entre el 1 de mayo y el 30 de
septiembre en los años señalados (en rojo). Las zonas en las que se ha registrado un mayor número de días de deshielo acumulados al año se
indican en color rojo más intenso que las que registraron menos días de deshielo. Las zonas donde se produjo deshielo solo durante tres días
o menos al año se indican en blanco. Fuente: NASA (2012b)
22
ANUARIO PNUMA 2013
1985
4
2012
1995
21
36
54
75
días de deshielo por año
2000
La influencia del Ártico en el resto del mundo no se limita a su contribución
al aumento del nivel del mar. El hielo que pierde Groenlandia, sumado al
vertimiento en el océano de las aguas de deshielo del permafrost y el
derretimiento de los glaciares más pequeños, contribuyen a los cambios en
el sistema mundial de circulación de los océanos, algo que puede tener
consecuencias de envergadura para los regímenes climáticos mundiales
(Dmitrenko et al., 2011; Rignot et al., 2011) (Figura 6).
temperatura (oC)
Figura 6: El cambio climático en las altas latitudes podría alterar el régimen de circulación
oceánica mundial mediante el proceso conocido como circulación termohalina. El agua se
vuelve más pesada a medida que se va salinizando y se enfría cada vez más. Tanto el
calentamiento como el enfriamiento de las aguas superficiales pueden traer consigo una
reducción de la densidad de esas aguas, de manera que se inhibe o al menos se retarda la
formación de agua fría densa que se hunde hacia el interior y fuerza la circulación oceánica
mundial. Semejante colapso de la circulación termohalina podría intensificar aún más el
cambio climático mundial. Las corrientes de superficie se muestran en el mapa con un
trazo contínuo; las corrientes profundas con líneas de puntos y el color indica la
temperatura del agua. Fuente: Woods Hole Oceanographic Institution
hasta cinco meses (Tedesco et al., 2011). La Administración Nacional de
Aeronáutica y el Espacio de los Estados Unidos (NASA) ha informado acerca
de la rapidez con que se ha derretido el hielo en Groenlandia durante los dos
últimos decenios (Figura 5). A mediados de julio de 2012, las tierras que se
estaban deshelando abarcaban aproximadamente el 97% de la superficie
total (NASA, 2012b). Estas tendencias indican que los pronósticos actuales en
relación con el futuro de la capa de hielo y nieve de Groenlandia son
conservadores (Wang y Overland; 2012).
hundred years at current and projected rates of warming, but Greenland is
increasingly surrounded by open water and experiences air temperatures
reaching 11ºC in summer, when large shallow lakes form on the ice pack.
Recently melting has extended, particularly in southern Greenland. It now
lasts up to five months (Tedesco et al. 2011). La pérdida de hielo en
Groenlandia y la contracción de los glaciares en otras partes del Ártico
representan actualmente hasta el 40% de los 3 mm anuales de aumento del
nivel del mar que se registran en todo el mundo (AMAP 2011a). Los casquetes
nevados se reducen debido al deshielo, a la evaporación o a su
derrumbamiento en el mar, pero los científicos no comprenden estos
mecanismos lo suficiente como para pronosticar con precisión el destino del
hielo terrestre del Ártico. En algunos estudios se anticipa que Groenlandia
podría ser uno de los contribuyentes principales al posible aumento de 0,5 a
1 metro del nivel del mar hacia finales del siglo (Kopp et al., 2009).
Hay cada vez más pruebas de que el rápido calentamiento del Ártico puede
estar causando ya un cambio en los patrones climáticos, así como cambios
en la frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos en
las latitudes más bajas (AMAP, 2011ª; Francis y Vavrus, 2012). Debido a que el
Ártico se está calentando con más rapidez que las regiones más meridionales,
las diferencias de temperatura entre el Ártico y las latitudes medias se están
acortando. Esto parece haber causado una desaceleración de la corriente en
chorro (la fuerte corriente de aire en las capas superiores de la atmósfera que
impulsa los sistemas meteorológicos de oeste a este alrededor del hemisferio
norte) en cerca del 14% desde 1980 (Francis y Vavrus, 2012; Overland et al.,
2012). Al moverse con más lentitud, la corriente en chorro hace que los
sistemas meteorológicos duren más, lo que crea formaciones “bloqueadoras”
que producen períodos de lluvia y de sequía más intensos y prolongados,
oleadas de calor en el verano y olas de frío en el invierno (Francis y Vavrus,
2012; Hanna et al., 2012). Posiblemente esto explique algunos de los
fenómenos meteorológicos inusitados que se han registrado en los últimos
tiempos, como la ola de calor sin precedentes en Rusia en 2010, las olas de
frío prolongado en Europa en 2012, la abundante nevada en los Estados
Unidos y el Canadá en 2011 y las sequías de América del Norte en 2011 y
2012 (Francis, 2012; Francis y Vavrus, 2012; Inoue et al., 2012).
Cambios en la biosfera del Ártico
El cambio climático se está convirtiendo en uno de los principales factores
estresantes de la diversidad biológica del Ártico (CAFF, 2010). La
fragmentación del hábitat, la contaminación, el desarrollo industrial y la
sobreexplotación de la fauna y la flora silvestres también se están haciendo
sentir. El resultado ha sido que hábitats singulares para la flora y la fauna
como la tundra, los estanques y los lagos, y las turberas del permafrost han
ido desapareciendo en los últimos decenios (CAFF, 2010; AMAP, 2011a). Esto
constituye una amenaza para la fauna y la flora silvestres, en particular para
muchas aves y mamíferos que migran anualmente de lugares lejanos como
África, América Latina y Asia Sudoriental hacia el Ártico para reproducirse
(Figura 7).
Los ciclos biológicos de muchas especies del Ártico están sincronizados con
el inicio de la primavera y el verano para aprovechar el momento ideal en
que se dispone de alimentos. Cuando la nieve y el hielo se derriten o las
plantas florecen a destiempo se produce un desajuste entre el momento
apropiado para la reproducción y el suministro de alimentos. Paralelamente,
el calentamiento puede propiciar que especies que no son típicas del Ártico
expandan su hábitat hacia el norte y desplacen a especies autóctonas del
Una mirada desde lo alto
23
algunos lugares a lo largo de la costa del Mar de Chukchi, y en un lugar de
Rusia se estimó su número en 97.000 en 2010 (Kochnev, 2010). Hacinadas de
esta manera, a menudo lejos de sus zonas de alimentación, las morsas pasan
hambre y pierden peso, mientras que sus crías corren el riesgo de perecer
aplastadas (GarlichMiller, 2012; MacCracken, 2012)
.
Los osos polares utilizan la banquisa como base para cazar focas. Para fines
del siglo se prevén drásticas reducciones de sus hábitats y de su población si
la banquisa sigue desapareciendo a ritmos acelerados en el verano (Hunter
et al., 2010). Esto nos hace cuestionar las decisiones sobre gestión de las
poblaciones y otras medidas relativas a la gestión de la fauna y la flora
silvestres que afecta su resiliencia (Recuadro 2).
principales vías y
corredores migratorios
de las aves
rutas aproximadas de
migración de los cetáceos
Figura 7: Muchas especies, sobre todo aves (en rojo) y mamíferos marinos (en azul),
migran al Ártico todos los años desde todas partes del mundo para reproducirse. Las
aves migratorias han evolucionado durante milenios para volar largas distancias y
aprovechar los numerosos hábitats diferentes y los abundantes recursos disponibles
cada temporada en muy diversas zonas climáticas. Fuente: ATMP (2009), ACS (2013),
Wetlands International (2013)
Ártico por ser más competitivas. Por ejemplo, el zorro rojo está sustituyendo
al zorro ártico en algunas partes del Ártico Europeo (Fuglei e Ims, 2008;
Angerbjorn et al., 2012). Se ha observado un cambio hacia el norte en la
distribución de algunas especies de peces y en sus presas debido a que la
temperatura del mar es más cálida (Meier et al., 2011). Esos cambios, a su vez,
pueden haber provocado que se malogren las crías de algunas aves marinas,
con la consiguiente disminución de su población, ya que las especies de
peces que solían ser la principal fuente de alimentación de esas aves marinas
se han desplazado y han sido sustituidas por otras que no son las idóneas
(CAFF, 2010; Harris et al., 2007).
Los mamíferos marinos del Ártico son especialmente vulnerables a la pérdida
de la banquisa en el verano. Los osos polares, las morsas y algunas focas
pasan todo el año o parte de él debajo o encima de la banquisa o cerca de los
bordes. Estas zonas de los bordes de la banquisa son ricas en alimentos y son
un lugar privilegiado que sirve para el descanso en la temporada de caza. Las
morsas del Pacífico, por ejemplo, descansan sobre el hielo cuando se
alimentan. A medida que el hielo retrocede, se ven obligadas a ir a tierra a
descansar. Son cada vez más las que se congregan en unos pocos lugares en
tierra. En los últimos diez años se ha decuplicado el número de morsas en
24
ANUARIO PNUMA 2013
El narval, una de las tres especies de ballenas que viven en el Ártico todo el
año, es también vulnerable. La mayoría de los narvales del mundo invernan
en la Bahía de Baffin, donde se sumergen para capturar el fletán de
Groenlandia en zonas cubiertas de una gruesa capa de hielo, pero la
contracción de la capa está reduciendo sus zonas de alimentación (Laidre y
HeideJorgensen 2011). Los narvales también han quedado expuestos a un
peligro mayor: las orcas, que aumentan su presencia a medida que el hielo
desaparece.Las primaveras más cálidas y los prolongados períodos sin hielo
hacen que la vegetación terrestre y marina demore más tiempo en crecer
(Vincent et al., 2011). La producción de algas, base de la cadena alimentaria
marina, ha aumentado en cerca del 20% desde 1998 (Arrigo y van Dijken,
2011). La floración de las algas proporciona un festín en movimiento en las
inmediaciones del hielo en retroceso, que es fundamental para la
reproducción de minúsculas criaturas flotantes, como los copépodos, que a
su vez son el alimento para peces, aves y mamíferos marinos (Hunt et al.,
2011, Leu et al., 2011). Esto puede sonar a buena noticia, pero muchas
criaturas que dependen de las algas son vulnerables a los cambios en la
calidad y al momento y lugar en que se producen esas floraciones (Figura 8).
Por ejemplo, el arao de pico ancho en algunas colonias de anidación del
Canadá solía alimentarse de bacalao ártico que devora copépodos a orillas
Miles de morsas del Pacífico en las playas de Cabo Kojevnikova, Chukotka (Rusia).
Las morsas descansan sobre el hielo cuando se alimentan. A medida que retrocede
la banquisa ártica, las morsas se ven obligadas a ir a tierra a descansar. Como se
observa en la foto, se congregan en número cada vez mayor en “sitios de arrastre”.
Foto: Varvara Semenova, MMC
Recuadro 2: El dilema de los osos polares
Los osos polares se consideran una especie emblemática amenazada
por el cambio climático (Ford, 2011; Wenzel, 2011). Con frecuencia se los
muestra aferrándose a lo que queda de hielo para dar la impresión de que
están a un paso de la extinción (FestaBianchet, 2010).
haber aumentado en número en los últimos decenios gracias a que ha
mejorado la gestión de la caza. Por eso, cualquier sugerencia de que se
prohíba la caza del oso polar sigue causando polémica (Freeman y Foote,
2009; Wenzel, 2011).
Pese a que esto no es todavía totalmente cierto, hay motivos para
preocuparse. Los osos polares usan la banquisa para viajar y hallar las
focas de las que se alimentan. Cuando el hielo desaparece, los osos polares
ayunan. Se ha registrado una disminución de las poblaciones, precariedad
de las condiciones de su organismo y cambios en la distribución y el
comportamiento, sobre todo entre las poblaciones del extremo más
meridional de su zona de distribución (Stirling y Derocher, 2012).
Hay cada vez más tensión entre algunas de las comunidades inuit que
consideran la caza del oso polar un elemento fundamental de su cultura,
además de ser un recurso económico y algunos grupos foráneos que
son partidarios de la protección total de los osos (Meek, 2011; Wenzel,
2011). Los administradores de la fauna y la flora silvestres del lugar son
de la opinión de que la caza limitada de algunas poblaciones de osos
polares no afectaría a largo plazo su supervivencia (Ferguson, 2010). Sin
embargo, el cambio climático y la pérdida de hábitat añaden complejidad
a la adopción de decisiones relacionadas con esa gestión (Peacock et al.,
2011; Rode et al., 2012). En los enfoques que se apliquen para minimizar
estos conflictos tal vez sean necesarios regímenes de conservación
menos rigurosos, que incluyan a la población local y tengan en cuenta
sus conocimientos en la adopción de decisiones que afectan su bienestar
(Chapin 2010, Meek, 2011
Nadie duda de que los osos polares corren también el riesgo de una
drástica reducción de sus zonas de distribución a medida que disminuye
su población (Amstrup et al., 2010; Derocher, 2010). Hasta la fecha, sin
embargo, se conoce a ciencia cierta que solo unas pocas poblaciones
están disminuyendo (Vongraven y Richardson, 2011). Con cifras que
fluctúan entre 20.000 y 25.000, las poblaciones de osos polares pueden
del hielo. Pero como el hielo se está derritiendo antes de tiempo, el bacalao
ya no se concentra cerca de las zonas de anidación de los araos cuando estas
aves necesitan alimentos para sus crías. Los araos se han ido adaptando y
ponen sus huevos cinco días antes que hace 20 años. Sin embargo, el hielo se
está derritiendo en promedio 17 días antes. Las aves están procurando
nuevas fuentes de alimento y están teniendo más dificultades para alimentar
a sus crías, que crecen con más lentitud por esa causa (Gaston et al., 2009,
Meier et al., 2011).
Se observa una vulnerabilidad especial entre las especies marinas con una
distribución limitada o hábitos alimentarios especializados (Laidre et al.,
2008). A medida que el hielo desaparezca, se irán produciendo cambios de
envergadura en las especies pelágicas y en el plancton vinculado al hielo. El
ecosistema marino se ve afectado también por el cambio de la temperatura
del agua y la acidificación de los océanos (Recuadro 3). Por otra parte, el
cambio climático puede alterar el destino de contaminantes orgánicos
persistentes (COP), como son algunos plaguicidas y el mercurio, que se
acumulan en las especies árticas, sobre todo las que se encuentran en la cima
de la cadena alimentaria (Kallenborn et al., 2012). El deshielo puede dar lugar
también a la liberación de contaminantes “viejos” inmovilizados y
almacenados en la nieve y el hielo durante años (Ma et al., 2011).
Junto con el aumento de las algas oceánicas, se ha registrado un incremento
del 20% en la producción de las plantas verdes en tierra desde 1982 (Epstein
et al., 2012). Si bien hay más arbustos, se está perdiendo liquen, una fuente
de alimentación importante para el caribú y el reno (MyersSmith et al., 2011).
Además, los líquenes sufren con el deshielo de las turberas congeladas
donde crecen (Vincent et al., 2011). Se ha expresado preocupación también
en el sentido de que el derretimiento del permafrost, al añadir agua fría
subterránea a los ríos, está cambiando las corrientes, su temperatura y su
Mar deKara
KaraSea
Cuenca del Foxe
-1.5 -1 -0.5 0 0.5 1 1.5
cambio en la fecha de floración de las algas
(en azul indica que se produce más temprano)
Figura 8: Tendencias en la floración máxima de algas en el Océano Ártico, 19792009. La
floración de las algas se está registrando cada vez más temprano en cerca del 11% del
Océano Ártico. El cambio se produce en zonas donde el hielo se está derritiendo a
principios del verano, lo que crea desfases que propician esa floración temprana. El
cambio se está produciendo con mucha rapidez en algunos lugares. Por ejemplo, a
mediados del decenio de 1990, la máxima floración de las algas se registraba a principios
de septiembre en la Cuenca del Foxe y el Mar de Kara pero ya en 2009 tenía lugar a
mediados de julio, lo que representa un cambio de unos 50 días. Fuente: Kahru et al., 2011.
Una mirada desde lo alto
25
Recuadro 3: Acidificación del océano en el Ártico
El océano se ha vuelto un 30% más ácido en los dos últimos siglos (PNUMA,
2009). Ello obedece, en gran medida, a que parte del CO2 emitido a la
atmósfera como resultado de la actividad humana se disuelve en las aguas
oceánicas y forma ácido carbónico. Sin embargo, los cambios en el equilibrio
de las aguas dulces, el balance térmico y el intercambio tierraocéano pueden
desempeñar también una importante función a nivel local. Los estudios
basados en la elaboración de modelos indican que, aun cuando la atmósfera
recuperara su composición química original, tendrían que transcurrir miles de
años para que se pudiera eliminar esa acidificación.
Las regiones polares muestran una tendencia especial a la acidificación
debido a que el agua más fría puede contener más CO2 que el agua más
cálida. Además, los cambios en la composición química de los océanos
debido al derretimiento de la banquisa hacen que los animales que necesitan
carbonato de calcio para la formación de sus conchas y esqueletos externos
tengan menos acceso a esa sustancia (Carmack et al., 2012). Las repercusiones
que esto puede tener para los moluscos, los corales y los crustáceos son serias.
En partes del Ártico canadiense y en el este del Mar de Bering, los
investigadores han informado de cambios estacionales en la composición
química del agua de mar, desde condiciones que permiten la formación de las
conchas de los moluscos hasta condiciones en que las conchas se disuelven
(YamamotoKawai et al., 2009, Mathis et al., 2011). Los pterópodos, minúsculos
caracoles marinos que son importantes en la cadena alimentaria marina del
Ártico, pueden ser especialmente vulnerables. El pterópodo común, Limacina
helicina, podría llegar a extinguirse hacia finales del siglo (Comeau et al., 2012).
composición química. Este tipo de cambio podría tener serias repercusiones
para los ecosistemas de agua dulce y para la actividad pesquera que depende
de ellos (Frey y McClelland, 2009).
Aunque la productividad biológica general del Ártico se está incrementando,
el cambio en las condiciones significa que, para muchas especies, a menudo
hay menos alimento en períodos críticos. Es probable que la velocidad y el
grado en que se está produciendo el cambio superen la capacidad de muchas
de las especies para adaptarse (Gilg et al., 2012).
El pterópodo o “mariposa marina” tiene el tamaño de un pequeño guisante y es la
principal fuente de alimentación de animales que van desde el camarón antártico
hasta las ballenas. Cuando se lo coloca en agua de mar con un grado de acidez y
una concentración de carbonatos a los niveles proyectados para el año 2100, la
concha se va disolviendo poco a poco. Foto: Russel Hopcroft
Los efectos ecológicos y económicos de su desaparición tendrían enormes
consecuencias, en particular para la pesca del salmón rojo del Pacífico Norte.
Solo la adopción de medidas urgentes a nivel mundial para reducir las
emisiones de CO2 podrá evitar esos efectos (Turley y Gattuso, 2012).
la Cuenca amerasiática, la región oriental de Groenlandia, la región oriental del
Mar de Barents y el Estrecho Davis de Groenlandia y el Canadá. Se estima que
84% del petróleo y el gas no descubiertos en el Ártico yace frente a las costas.
Probablemente los yacimientos más grandes de gas se encuentren frente a las
costas de Siberia occidental en la región del Mar de Kara (USGS, 2008).
La explotación de los recursos no es una actividad nueva en el Ártico. Las
principales actividades que se han estado llevando a cabo han sido la extracción
de petróleo en la vertiente norte de Alaska y de gas natural o metano en la
península de Yamal en Rusia y la explotación minera de metales en las
inmediaciones de Norilsk (Rusia), el mayor yacimiento de níquel y paladio del
mundo. Pero según vayan retrocediendo el hielo y la nieve y facilitando el
acceso y el transporte, se espera que el Ártico asuma una función más amplia
en el suministro de energía y minerales del mundo.
Una compañía de seguros prevé que se inviertan en el Ártico hasta 100 mil
millones de dólares en el próximo decenio, fundamentalmente en el sector de
los minerales (Emmerson y Lahn, 2012). La prospección y extracción de
minerales ya se están acelerando, con la consiguiente construcción de
carreteras, puertos y nuevos asentamientos. En 2012, Shell construyó una
nueva torre de perforación petrolera frente a las costas de la Reserva Nacional
Ártica de Alaska (McClatchy, 2013) y el Gobierno del Canadá autorizó la
apertura de una gigantesca mina de hierro en el Río Mary, que se conectará a
un puerto en la Isla de Baffin por el ferrocarril más septentrional del mundo
(North of 56, 2012). Otro de los objetivos del desarrollo económico en los
primeros tiempos será la costa sudoccidental de Groenlandia, en donde
posiblemente se encuentren los más grandes yacimientos de tierras raras del
mundo (GME, 2012).
El Servicio Geológico de los Estados Unidos estima que un 30% del gas natural
aún por descubrir en el mundo se encuentra en el Ártico, fundamentalmente
en la plataforma continental sumergida en el Océano Ártico. Se calcula que más
del 70% de los recursos petroleros no descubiertos están en el norte de Alaska,
Si bien, por una parte, las empresas extranjeras están dispuestas a explotar las
reservas del Ártico, las comunidades indígenas y locales confían en que parte
de esas ganancias promuevan sus posibilidades de desarrollo y empleo. En
2012, la Nunavut Resources Corporation, propiedad de inuits, comenzó a
La carrera por los recursos del Ártico
26
ANUARIO PNUMA 2013
recaudar dinero en Wall Street para la prospección de oro y otros minerales en
la región de Kitikmeot (MacDonald, 2012).
Los fondos públicos a menudo son esenciales para esas empresas. Según
informes, Rusia empleó 19.300 millones de dólares para subsidiar sus industrias
de petróleo y gas en 2010 (Gerasimchuk, 2012). A pesar de ello, no todos los
planes se realizan. En agosto de 2012, Statoil decidió retirarse del proyecto
Shtokman de gas por valor de 15 mil millones de dólares en el Mar de Barents,
debido al aumento de los costos y a la constante caída de los precios mundiales
del gas (Macalister 2012). Por ahora ha quedado aplazado, por lo menos hasta
2017, el inicio de este proyecto en uno de los yacimientos de gas más grandes
del mundo.
Navegación
El retroceso de la banquisa está abriendo la Ruta del Mar del Norte y el Paso
Noroccidental a la navegación. En 2011 la Ruta del Mar del Norte estuvo
abierta durante cinco meses. Más de 30 buques hicieron su travesía, entre
ellos buques cisterna de gas rusos y cargueros con mineral de hierro de los
países nórdicos (Helmholtz Association, 2012; Macalister, 2012). En
septiembre de 2012, el rompehielos Xue Long,
o Dragón de Nieve, se convirtió en
el
primer buque chino en completar la
ruta (NZweek, 2012). La Ruta del
Mar del Norte es un paso
muchísimo más corto (una
distancia de 35% a 60%
menor) para la navegación
entre los puertos del norte de
Europa y los del Lejano Oriente
y Alaska que las rutas a través
del Canal de Suez y el Canal de
Panamá (figura 9). Esto podría
tener grandes repercusiones
para el comercio mundial, ya Figura 9: La Ruta del Mar del Norte (color
naranja) será un paso más corto del
que actualmente unos 17.000 Atlántico Norte al Pacífico que la actual ruta
través del Canal de Suez (en azul). Fuente:
buques hacen la travesía por el aInstituto
Danés de Estudios Internacionales
Canal de Suez.
En 2011, el entonces Primer Ministro de Rusia, Vladimir Putin, anunció que
Rusia tenía intenciones de convertir la Ruta del Mar del Norte en un canal de
navegación “de importancia mundial” que para 2020 habría aumentado la
navegación en 40 veces. En junio de 2012 se firmó una nueva ley federal rusa
por la que se regula la navegación comercial en la Ruta del Mar del Norte. Se
harán nuevos levantamientos hidrográficos para mejorar el mapeo de los
fondos marinos y se establecerán diez centros de búsqueda y salvamento a
lo largo de la costa ártica (Marinelink, 2012). Otro acontecimiento importante
será la apertura de una ruta alejada de la costa a través de aguas más
profundas al norte de las islas de Nueva Siberia.
En 2022 se abrió el Paso Noroccidental a través del Ártico canadiense, pero
quedó parcialmente bloqueado por el hielo durante 2012. El Paso también,
muy pronto, podrá estar lo suficientemente deshelado como para que las
embarcaciones puedan pasar durante parte del año. Por otra parte, hay
intenciones de convertir al Ártico en un destino turístico en expansión, sobre
todo para los cruceros (PAME, 2009). Sin embargo, el incremento de la
navegación aumentará la probabilidad de accidentes y daños ambientales.
Los retos del desarrollo
Aproximadamente 4 millones de personas viven en la región ártica, cerca de
la mitad en Rusia (SDWG, 2004) (Figura 10). La décima parte son pueblos
indígenas, que en una elevada proporción (en particular casi todas las
comunidades inuit) viven a lo largo de las costas, donde la pérdida de la
banquisa aumenta las posibilidades de pesca y también los riesgos
relacionados con el clima (Forbes, 2011).
Históricamente, el hielo ha protegido a las poblaciones costeras de las
tormentas invernales. Hoy día el acortamiento del período de permanencia
de la capa de hielo expone las costas a tormentas que comúnmente
erosionan uno a dos metros de las orillas, aunque en determinados lugares
puede llegar hasta los 30 metros (Forbes, 2011). Algunas aldeas, como
Shishmaref en Alaska, han elaborado planes para trasladarse al interior por
esa causa (CAKE, 2010).
En otros lugares, el deshielo del permafrost colapsa las carreteras y destruye
las tuberías, mientras que las carreteras, al helarse de improviso, se vuelven
intransitables. En los ríos, los cambios en la capa de hielo causan daños a la
infraestructura de las centrales hidroeléctricas y a los puentes (Prowse y
Brown 2010). En Alaska, los gastos de mantenimiento de la infraestructura
pública podrían sumar entre 3.000 millones y 6.100 millones de dólares a los
gastos normales de mantenimiento en el período de 2008 a 2030 (Schaefer
et al., 2012).
En el caso de los pueblos nómadas, su resiliencia depende de un acceso
irrestricto a la tierra y al agua, que permita que esas poblaciones y la fauna
Protección contra la intensa erosión de las costas en Shishmaref, Alaska (Estados
Unidos). La reducción del período de permanencia del hielo marino aumenta la
vulnerabilidad de los sedimentos arenosos a la erosión. Foto: Lawrence Hislop
Una mirada desde lo alto
27
Recuadro 4: Los nenets: la resiliencia puesta a prueba frente al
desarrollo industrial
Islas Aleutianas
(Estados Unidos)
Kamchatka
Los nenets son nómadas pastores de renos que viven en la península de
Yamal en Siberia occidental (Rusia). Esta población ha tenido que hacer
frente al rápido desarrollo de los yacimientos de gas en sus pastizales
desde finales de los años ochenta. En los últimos tiempos, la península
ha producido el 17% del gas natural del mundo.
Alaska
(Estados Unidos)
CANADÁ
RUSIA
Svalbard
(Noruega) Novaya-Zemlya
Terranova
Groenlandia
Península
(Dinamarca)
de Kola
ISLANDIA
Islas Faroe
(Dinamarca)
FINLANDIA
SUECIA
NORUEGA
REINO
UNIDO
centros de población
400 000
200 000
100 000
50 000
20 000
círculo ártico
límite forestal
pequeños
asentamientos
en la isoterma
de 10ºC en julio
DINAMARCA
La península de Yamal es prácticamente una llanura, pero está
atravesada por fajas de terreno más elevadas que los nenets
han utilizado tradicionalmente como sitios para acampar y rutas
de migración para sus rebaños. La industria se ha desarrollado
precisamente en ese terreno elevado. Pese a que la huella física de los
yacimientos de gas sigue siendo pequeña aún, los gasoductos y otras
instalaciones han bloqueado dos de las cuatro rutas de migración de
los nenets, destruido tierras de pastoreo y cerrado el acceso a 18 sitios
tradicionales para acampar (EALÁT, 2011).
Hasta el momento, los nenets han podido reorganizar sus vidas y
sobrevivir. Pero la expansión de la infraestructura (Figura 11), sumada
a la degradación de los ecosistemas terrestres y de agua dulce, el rápido
cambio climático y una afluencia masiva de trabajadores industriales,
pondrá a prueba su resiliencia (Forbes et al., 2009).
2010
2030
0 100km
0 100km
Ártico Alto
Ártico Bajo
subártico
Figura 10: El Ártico se puede dividir en Ártico Bajo y Ártico Alto, según las diversas
características ambientales y biológicas. Las tundras son más comunes en el Ártico
Bajo y las tierras yermas polares predominan en el Ártico Alto. El Ártico circumpolar se
extiende por 14,8 millones de km2 de tierra y 13 millones de km2 de océano. Siete de
las diez zonas de parajes inhabitados más extensas que aún quedan en el planeta
Tierra se encuentran en la región ártica. El Ártico es también el hogar de diversas
sociedades excepcionales, como son las culturas indígenas que dependen de los
estrechos vínculos entre la tierra y el océano y mantienen esos vínculos. Foto:
Adaptado de Vital Arctic Graphics, GRIDArendal
silvestre se desplacen al cambiar la estación. Si cambia el acceso a los
recursos pueden surgir peligros reales. Hasta la construcción de la más
mínima infraestructura puede llegar a ser perjudicial debido a la superficie
que ocupa, por ejemplo, las carreteras y las tuberías (Cuadro 4). La huella del
desarrollo económico reciente en el Ártico sigue siendo pequeña. Sin
embargo, debido a la fragmentación del paisaje, el desarrollo económico
puede interrumpir la hidrología, poner en peligro los ecosistemas e impedir
el paso del caribú y el reno que migran en busca de terrenos donde pastar y
tener a sus crías.
El desarrollo industrial y la creación de infraestructura pueden traer
consigo beneficios económicos inmediatos para algunas comunidades
indígenas. En la Vertiente Norte de Alaska, por ejemplo, algunos inuits
acogen con agrado a la industria petrolera porque trae consigo empleos
e instalaciones de uso público (AMAP, 2010). Pero para la mayoría de los
pueblos indígenas, la protección del acceso a sus tierras es la máxima
28
ANUARIO PNUMA 2013
gran efecto
efecto medio a grande
poco a mediano efecto
Figura 11: Desarrollo industrial actual (2010) y expansión de la infraestructura
proyectada para 2030 en la región de Yamal. Fuente: Magga et al.,(2011)
prioridad y lo fundamental para la supervivencia de sus medios de
subsistencia tradicionales. El problema está en cómo respetar el modo de
vida tradicional de las comunidades indígenas y locales y al mismo tiempo
lograr que el desarrollo económico no perjudique el medio ambiente. La
solución de este problema pasa por el respeto de los derechos a la tierra
y a los recursos naturales, como se dispone en acuerdos internacionales,
entre otros la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los
pueblos indígenas, de 2007
Gobernanza ambiental.
Se ha dado en llamar al Ártico el indicador primario del cambio climático
mundial (Post et al., 2009). Debido a su rápido calentamiento, los efectos se
suelen detectar primero en este lugar. La rápida transformación ambiental, al
combinarse con la carrera por la explotación de recursos en regiones que
antes eran remotas, plantea importantes cuestiones geopolíticas, cuyas
probables ramificaciones trasciendan el Ártico (Conley, 2012). Por eso
también se le puede considerar el indicador primario para la búsqueda de
solución a los problemas de la gobernanza ambiental.
En cualquier análisis que se haga acerca de la gobernanza del Ártico, una
cuestión central es la función del Consejo Ártico, establecido en 1996 sobre
la base de la Estrategia de Protección Ambiental del Ártico de 1991 (Stokke,
2011, Kao et al., 2012). Los ocho países del Ártico, que forman el núcleo de
este foro de alto nivel son Canadá, Dinamarca (incluidas Groenlandia y las
Islas Faroe), Estados Unidos, Finlandia, Islandia, Noruega, Rusia y Suecia
(Consejo Ártico, 2013). Algunas organizaciones de los pueblos indígenas, en
particular el Consejo Circumpolar Inuit y la Asociación Rusa para los Pueblos
Indígenas del Norte, ya son participantes permanentes. Varios países que no
pertenecen al Ártico y algunas organizaciones internacionales están
reconocidos como observadores. Otros países y organizaciones están
solicitando la condición de observadores ante el Consejo Ártico.
La dirección del Consejo rota cada dos años. En 2013 pasa de Suecia al
Canadá. El Consejo ha examinado el desarrollo sostenible del Ártico por
medio de informes sobre la contaminación, los efectos del cambio climático,
la nieve, el agua, el hielo y el permafrost, la navegación, el desarrollo humano
y la diversidad biológica. En los últimos años, los países del Consejo Ártico
también han adoptado medidas para fortalecer la gobernanza, incluso
mediante la aprobación del primer Acuerdo de Cooperación para la Búsqueda
y el Salvamento Aeronáutico y Marítimo en el Ártico (Kao et al., 2012).
Explotación de los recursos y navegación
Miles de pueblos indígenas que viven en la península de Yamal (Rusia) son pastores
tradicionales de renos. Desde la década de los ochenta, se ha producido un rápido
desarrollo de los yacimientos de gas en las tierras de pastoreo de estos pastores
nómadas. Foto: Anna Degtevaa
Según la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar
(CNUDM), los Estados ribereños tienen derecho a establecer una Zona
Económica Exclusiva de 200 millas marinas, sobre la que tienen derechos
soberanos y jurisdicción sobre la plataforma continental a menos que haya
necesidad de establecer una delimitación marítima con otro Estado ribereño
(Recuadro 5). Los Estados que tengan una plataforma continental que se
extienda más allá de 200 millas marinas tendrán que presentar documentos
sobre sus límites exteriores. Según el artículo 77 de la Convención “El Estado
ribereño ejerce derechos de soberanía sobre la plataforma continental a los
efectos de su exploración y de la explotación de sus recursos naturales”.
Los rápidos cambios en el medio ambiente ártico y el aumento de las
posibilidades de explotación de los recursos de la región crean situaciones
difíciles para la región, para los órganos de cooperación como el Consejo
Ártico y para el mundo en general. La comunidad internacional, en distintas
ocasiones, ha estado dispuesta a explotar esos recursos y esas posibilidades
económicas, así como a proteger el frágil medio ambiente de la región. Por
ejemplo, los parlamentarios británicos han pedido que se suspendan las
perforaciones de petróleo y gas en el Océano Ártico hasta que se haya
establecido un sistema de respuesta panártico, que se encargue de los
grandes derrames de petróleo (Cámara de los Comunes, 2012).
La explotación de recursos naturales, como son los minerales y los
Recuadro 5: Cuestiones jurídicas
En 2010 concluyeron 42 años de negociaciones entre Noruega y Rusia
sobre su línea de demarcación marítima en litigio en el Mar de Barents
y el Océano Ártico, que abrieron partes de la plataforma continental a la
explotación de los recursos naturales. Este es solo uno de los problemas
geopolíticos del Ártico que están en vías de solución. Hay problemas
pendientes, como los desacuerdos entre Dinamarca/Groenlandia y
el Canadá en relación con las fronteras, problemas relativos al Paso
Noroccidental y una diferencia de opinión acerca de la interpretación
del Tratado en relación con Spitsbergen. El archipiélago de Svalbard,
situado a mitad de camino entre la parte continental de Noruega y el
Polo Norte, se encuentra bajo soberanía noruega, pero determinadas
disposiciones del Tratado reconocen ciertos derechos a los nacionales
y a las empresas de sus Partes y hay diferencias de opinión en cuanto al
ámbito geográfico de aplicación de esas disposiciones.
La cuestión territorial de más envergadura en relación con la
demarcación marítima puede ser la del Mar de Beaufort entre el
Canadá y los Estados Unidos, una zona que puede llegar a ser rica en
petróleo. Otra de las posibles polémicas será dónde trazar los límites
del lecho marino entre Dinamarca/Groenlandia, Rusia y el Canadá en
la dorsal oceánica de Lomonosov, sección que se extiende por el Polo
Norte desde Rusia hasta Groenlandia y el Canadá. Los cinco países
que bordean el Océano Ártico (Canadá, Dinamarca/Groenlandia,
Estados Unidos, Noruega y Rusia) han ratificado su compromiso con la
Convención sobre el Derecho del Mar, que es el marco jurídico para la
solución pacífica de cualquier doble reclamación en el Océano Ártico
(Declaración de Ilulissat, 2008, Kullerud et al., 2013).
Una mirada desde lo alto
29
hidrocarburos, sigue siendo en su mayor parte un problema nacional, pero
no por ello deja de despertar el interés de la comunidad mundial. Con la
apertura de nuevas rutas de navegación y la prospección de petróleo, gas y
yacimientos minerales en el Ártico, los países no pertenecientes a esta región
están ansiosos por poner un pie en ella. China inauguró su primera estación
de investigaciones científicas en el Ártico en NyÅlesund, Svalbard, en 2004.
Singapur, que cuenta con una amplia industria de construcción de buques,
también ha expresado su interés en la región.
Con el aumento del tráfico de buques habrá que prestar atención a las rutas
de navegación y a los riesgos de contaminación. La Convención sobre el
Derecho del Mar constituye el marco jurídico de los derechos de paso y
navegación. Otros asuntos que guardan relación son las responsabilidades
de garantizar la seguridad estructural de los buques que operen en el Ártico,
la búsqueda y el salvamento, la seguridad, la capacitación de la tripulación, el
levantamiento de mapas hidrográficos, las cartas de navegación y la
prevención de la contaminación. En estos momentos, la Organización
Marítima Internacional (OMI) está elaborando los requisitos internacionales
para la seguridad de los buques que navegan en aguas donde abunda el
hielo, que se conocerán como Código Polar.
been established to handle large spills (House of Commons 2012).
Exploitation of natural resources such as minerals and hydrocarbons remains
largely a national issue, but it is one in which the global community is taking
an interest. With the opening of new shipping routes and the exploration of
oil, gas and mineral deposits in the Arctic, non-Arctic countries are eager to
gain a foothold in the region. China opened its first Arctic scientific research
station in Ny-Ålesund, Svalbard, in 2004. Singapore, which has an extensive
ship-building industry, has also expressed an interest in the region.
Recuadro 6: ¿Bonanza pesquera?
El Ártico es ya la base de actividades de pesca comercial de envergadura,
como la captura del salmón y el abadejo de Alaska en el Mar de Bering
y el bacalao y el abadejo en el Mar de Barents. En los próximos decenios
posiblemente esta actividad prosperará gracias a que las aguas más
cálidas alimentarán poblaciones de peces cada vez más numerosas
y a la apertura del océano, que permitirá la captura de peces. En un
estudio basado en la elaboración de modelos, se pronostica que, para
2055, las capturas en altas latitudes, en particular en el Ártico, podrían
incrementarse de un 30% a un 70% y las de los trópicos disminuir en un
40% (Cheung et al., 2010).
Ahora se está detectando un cambio de las especies del subártico, entre
ellas el bacalao del Atlántico y el Pacífico, que se desplazan hacia el norte
como se había pronosticado antes en reiteradas ocasiones (Meier et al.,
2011). Seis especies han ampliado su hábitat en los últimos tiempos
a través del Estrecho de Bering hacia el Mar de Beaufort (Sigler et al.,
2011). El número de viajes de las embarcaciones pesqueras en el Ártico
canadiense se septuplicó entre 2005 y 2010.
No todos los efectos serán beneficiosos para la pesca. En el Mar de
Bering, se espera que debido a la prolongación de los períodos cálidos
con menos hielo se produzca una merma en los bancos de abadejo de
Alaska, mientras que posiblemente las temperaturas más altas en el mar
aumenten la mortalidad de las crías de salmón rojo en el invierno (Farley
et al., 2011; Hunt et al., 2011).
En el proceso, esos movimientos pueden crear tensiones internacionales.
La migración hacia el norte de la macarela del Atlántico Norte ha
causado controversias entre Islandia y otros países. El movimiento de
las poblaciones de peces puede ser también una mala noticia para los
pescadores locales. La aldea de Narsaq en el sur de Groenlandia fue
una vez próspera gracias a la captura y el procesamiento del camarón
local. Pero según se han ido calentando las aguas, los camarones se han
desplazado hacia el norte, la flota de ocho embarcaciones se redujo a una,
30
ANUARIO PNUMA 2013
Las poblaciones de peces se están moviendo hacia las regiones polares debido a
los efectos del cambio climático, lo que, sumado al aumento del acceso a zonas
del Ártico como resultado del derretimiento de la banquisa, hará que en el futuro
siga aumentando el interés en la actividad pesquera en gran escala en la región.
Foto: Corey Arnold
la fábrica de camarón cerró y la población de la aldea disminuyó a la mitad
(Hamilton et al., 2000).
Algunas comunidades del norte, que dependen de la pesca de
subsistencia, podrían verse desplazadas con la llegada de las
embarcaciones comerciales. La ordenación pesquera en el Ártico, que en
estos momentos está fragmentada, no está en condiciones de encargarse
de esas cuestiones ni de proteger a las poblaciones de peces. A medida
que cambian los ecosistemas y se procuran posibilidades económicas, se
impone la necesidad urgente de replantearse la ordenación pesquera en
el Ártico.
Ordenación de la actividad pesquera y gestión de los
ecosistemas
La ordenación pesquera en el Ártico se basa en estos momentos en una
retahíla de convenios, acuerdos y regímenes regionales. Ahora que el
deshielo está facilitando el paso por la región ya eso no basta, sobre todo
porque son muchas las incertidumbres en relación con la manera en que los
peces responderán a los cambios que se están produciendo en los
ecosistemas (Reuadro 6). Los Estados Unidos han asumido una posición
ante esas incertidumbres imponiendo una moratoria a toda la actividad
pesquera en aguas del Océano Ártico hasta completar las investigaciones
(Stram y Evans, 2009, Pew Environment Group, 2012). El Gobierno del Canadá
y los inuvialuit, los inuit del Ártico occidental canadiense, firmaron un
acuerdo oficial en 2011 para congelar la expansión de la pesca en la zona
canadiense del Mar de Beaufort.
Según vayan cambiando los ecosistemas, dejarán de ser adecuados los
enfoques que se aplican actualmente a la gestión de la fauna y la flora
silvestres y a la conservación de los hábitats en los países. Los riesgos que
corren los ecosistemas son grandes porque se pueden producir cambios
muy repentinos e imprevistos. La formulación del Plan de vigilancia de la
diversidad biológica marina del Ártico de 2011 es una medida encomiable
(Gill et al., 2011). Sin embargo, en muchos casos, no se han establecido
sistemas de vigilancia para detectar los cambios en sus primeros momentos
(Chapin et al., 2010, Vincent et al., 2011, Young, 2012). Es vital combinar la
Recuadro 7: Gestión del medio marino basada en los ecosistemas
Por mucho tiempo se ha reconocido la importancia de buscar una
solución integrada a los múltiples factores estresantes del medio
marino. La gestión basada en los ecosistemas es un enfoque que toma
en consideración la salud, la productividad y la resiliencia de todo el
ecosistema. El Consejo Ártico aplica este enfoque en algunas de sus
iniciativas, en particular el Programa de vigilancia de la diversidad
biológica circumpolar.
La planificación del espacio marino es un instrumento importante para
poner en marcha la gestión basada en los ecosistemas. Las principales
características son la consideración de múltiples escalas, una
perspectiva a largo plazo, el reconocimiento de que los seres humanos
son parte integrante de los ecosistemas, la perspectiva de una gestión
adaptativa y el interés por la sostenibilidad de los bienes y servicios de
los ecosistemas.
Un ejemplo positivo es el Plan de ordenación del Mar de Barents,
que constituye el marco para la gestión de la industria del petróleo y
el gas, la pesca y la navegación (Olsen et al., 2007). El plan requiere la
reglamentación estricta de las actividades en las zonas de gran valor
ecológico. Para reducir el conflicto entre la pesca y la navegación,
Noruega ha pedido autorización para trasladar las vías de navegación
fuera de las aguas territoriales del país. Es posible que haya que
restringir o cerrar algunas zonas a la prospección y explotación de
petróleo y gas a fin de evitar futuros conflictos. También hay planes de
ampliar las zonas marinas protegidas y cerrar por temporadas algunas
zonas para proteger la reproducción de los peces
Xue Long o Dragón de las Nieves es un rompehielos, que se convirtió en el primer
buque chino en entrar al Atlántico desde el Pacífico a través del Ártico. La reducción
del hielo marino puede abrir nuevas rutas comerciales y posibilidades casi
inmediatas para la prospección de petróleo, gas y yacimientos minerales en el
Ártico. Foto: Yong Wang, Administración Estatal del Océano de China
ciencia con los conocimientos tradicionales de las comunidades indígenas y
locales para poder vigilar mejor y comprender claramente los cambios que
ocurren en los ecosistemas (Huntington, 2011). Por otra parte, la vigilancia y
el conocimiento de nada servirán si no hay capacidad para hallar una
respuesta. La planificación espacial marina se está convirtiendo en un
importante instrumento de gestión de los ecosistemas (Recuadro 7). Dado
que muchas especies migran hacia el Ártico desde otras partes del mundo,
posiblemente haya que introducir cambios en la ordenación de esas especies
fuera del Ártico (Boere y Stroud, 2006.
El camino a seguir
El Ártico ha dejado ya de ser un mundo aparte. Sus recursos, que no se
limitan a su flora y fauna silvestres, han captado la atención mundial. Pero su
frágil medio ambiente es una de la razones de peso que explican por qué los
países fuera de la región están participando cada vez más en el análisis de
exactamente cuánta gobernanza es necesaria y qué forma debe tener en
esta región.
Hay varias cuestiones que se tienen que abordar con urgencia tanto para
reducir el ritmo del cambio en el Ártico como para aumentar su resiliencia a
ese cambio. Algunas de las cuestiones que han surgido son de carácter
nacional, a otras se les puede hallar solución colectivamente en la región,
pero hay algunas que requerirán la participación de todos y, a veces, la
adopción de medidas de carácter mundial.
La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero sigue siendo la
medida más importante, ya que el cambio climático domina la transformación
que está ocurriendo en estos momentos en el entorno ártico. Si bien son
esenciales las medidas que se adoptan en el marco del proceso de las
Naciones Unidas sobre el clima, posiblemente haya margen para concertar
acuerdos destinados a frenar las emisiones regionales de contaminantes del
Una mirada desde lo alto
31
Los retos que plantea el cambio climático y, por su parte, el desarrollo social
y económico del Ártico requieren una visión a largo plazo y respuestas
innovadoras en materia de políticas. Es indispensable valorar opciones en
esferas como el comercio y la navegación marítimos, el turismo, la pesca
comercial y la explotación de petróleo, gas y minerales. En esas valoraciones
deberán participar explícitamente los pueblos indígenas y otras entidades
interesadas del Ártico, así como de países fuera de la región.
En 2009, Rusia convirtió el archipiélago Tierra de Francisco José en el Parque
Nacional del Ártico ruso. Hay planes de introducir allí el ecoturismo. Foto: Peter
Prokosch
clima de acción rápida y corta vida, como el carbono negro, que
complementen las medidas adoptadas a nivel mundial para reducir las
emisiones de CO2 y de otros gases de efecto invernadero.
Las transformaciones que tienen lugar en el Ártico requieren que la población
que vive allí encuentre los medios de adaptarse al inevitable cambio
climático. En la búsqueda de esos medios tendrán que participar tanto los
gobiernos nacionales como las instituciones locales. La adaptación y las
estrategias para hacerle frente podrían basarse en el Marco de adaptación al
cambio climático, aprobado en Cancún en 2010. Ahora bien, al igual que
ocurre en otras partes del mundo, es esencial la contribución de los
conocimientos locales y tradicionales. Las personas que viven y trabajan en
el Ártico son las que mejor conocen el medio ambiente de la región y, por
tanto, están en situación privilegiada para observar los cambios y reaccionar
ante estos como corresponde.
También es vital que no se adopten medidas para “explotar” el nuevo estado
ambiental del Ártico sin que antes se determine de qué manera la
explotación, intencional o no, afectaría a los ecosistemas, a los pueblos del
Norte y al resto del mundo. En vista de la posibilidad de que se produzcan
daños ambientales de importancia, habrá que analizar cuidadosamente la
posibilidad de aplicar un criterio de precaución que favorezca el desarrollo
económico, lo que obligará a adoptar medidas tales como moratorias al
desarrollo hasta que, tras la realización de evaluaciones completas, se hayan
determinado los riesgos para el medio ambiente y los sistemas humanos y
hasta que se pongan en marcha los marcos de gestión adecuados. Las
moratorias impuestas por el Canadá y los Estados Unidos a la expansión de la
pesca comercial en el Mar de Beaufort, mientras se estén evaluando la
sostenibilidad, los costos, beneficios ecológicos y económicos, podrían servir
de modelos.complement global action to reduce emissions of CO2 and other
greenhouse gases.
32
ANUARIO PNUMA 2013
El cambio climático del Ártico tendrá repercusiones irreversibles de
envergadura en la vida y el bienestar de los pueblos indígenas y de otras
comunidades árticas. Sus repercusiones se harán sentir también en el resto
del planeta. En los diálogos sobre políticas se podría considerar la necesidad
de contar con nuevos regímenes normativos internacionales, que utilicen el
criterio de precaución adoptado, por ejemplo, en el proyecto de código para
los buques que naveguen en aguas polares.
La rapidez con que se está produciendo el cambio físico, químico y climático
en el Ártico significa que es esencial fortalecer los sistemas de vigilancia y
alertar a tiempo sobre fenómenos inesperados. Se necesita con urgencia
seguir realizando investigaciones ambientales en los siguientes aspectos
críticos:
•
•
•
•
El impacto de los contaminantes de vida corta, como el carbono negro
y el metano, en el clima presente y futuro y las posibilidades de adoptar
medidas inmediatas para frenar sus emisiones en el Ártico y en otros
lugares.
Los mecanismos de los cambios en la nieve y el hielo, como el
derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia y la pérdida de hielo
en los mares del Ártico y sus implicaciones para el aumento del nivel
del mar en todo el mundo, la navegación regional, el desarrollo de las
zonas costeras y el comercio internacional.
Los cambios presentes y futuros en la biosfera y sus consecuencias para
las actividades pesqueras, las redes alimentarias, los hábitats y las
culturas árticas.
El uso de los conocimientos tradicionales y las observaciones directas
de los pueblos indígenas para fundamentar las medidas normativas y
administrativas.
La gobernanza efectiva es la clave del desarrollo sostenible del Ártico. Lo que
ocurra con su hielo y su nieve, su tierra congelada y sus aguas abiertas,
además de su fauna y flora y sus poblaciones, dependerá irremisiblemente
de la manera en que el mundo haga frente al cambio climático y a los
consiguientes cambios en las actividades humanas. Apoyándose en las
instituciones existentes y los conocimientos científicos de la región, el Ártico
podría dar un ejemplo de gobernanza ambiental al resto del mundo. Pese a
que es ineludible para los países del Ártico tomar la iniciativa, también es
vital que los países que no pertenecen a la región aporten su contribución,
debido aque al resto del mundo le tocará perder (o ganar), si se produce un
cambio en el Ártico
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Una mirada desde lo alto
35
36
ANUARIO PNUMA 2013
En pos del objetivo de 2020
La necesidad de información más precisa y de
una gestión racional para reducir al mínimo los
riesgos que plantean los productos químicos
El volumen de productos químicos que se fabrican y utilizan continúa en aumento, mientras la producción se
desplaza de los países altamente industrializados a países en desarrollo y países con economías en transición. Es
preciso intensificar la cooperación internacional para eliminar o reducir el uso de productos químicos tóxicos,
promover el desarrollo y la adopción de alternativas más seguras, y crear capacidad en materia de reglamentación
y gestión en todas las etapas del ciclo de vida de los productos químicos. También es importante que se apliquen
plenamente las leyes nacionales y los convenios internacionales vigentes en lo relativo a la gestión racional de esos
productos. El acceso del público a información suficiente sobre los productos químicos – en particular sobre sus
muy diversos efectos en la salud y el medio ambiente es fundamental para respaldar esos esfuerzos. Sin embargo,
nos vamos quedando cada vez más rezagados en lo que respecta a someter a ensayos los productos químicos antes
de que estén disponibles en el mercado, y es muy poco lo que se sabe acerca de muchos de ellos que ya están en el
comercio. Para poder cumplir el objetivo acordado a nivel internacional de que, para el año 2020, los productos
químicos se fabriquen y utilicen de manera que disminuyan sus considerables efectos adversos en el medio ambiente
y la salud humana, necesitamos con urgencia ampliar nuestros conocimientos sobre ellos.
Entre sus numerosos beneficios, los productos químicos pueden ayudar a
incrementar la producción agrícola, potabilizar el agua y tratar enfermedades.
No obstante, también pueden representar riesgos para la salud humana y el
medio ambiente en todas las etapas de su ciclo de vida, desde que son
producidos, utilizados, almacenados y transportados hasta que son
descartados.
Las ventas anuales de productos de la industria química se duplicaron entre
2000 y 2009, mientras la cuota fabricada en los países altamente
industrializados disminuyó de 77% a 63%, en los países BRIICS (Brasil, Rusia,
India, Indonesia, China y Sudáfrica) esa proporción creció de 13% a 28%
(Sigman et al., 2012). Se prevé que la fabricación de productos químicos siga
aumentando en todo el mundo (Sigman et al., 2012; PNUMA, 2012a) (Figura
frasco pequeño de mercurio utilizado en la extracción de oro artesanal y en
 Un
pequeña escala. El mercurio es motivo de preocupación a nivel mundial debido a su
persistencia en el medio ambiente, su capacidad para acumularse y sus efectos
adversos en los seres humanos y los ecosistemas. Foto: Kevin Telmer
Autores: Bernard Goldstein (Coordinador), Samuel Banda, Eugene
Cairncross, Guibin Jiang, Rachel Massey, Karina Miglioranza, Jon Samseth,
Martin Scheringer.
Redactor científico: John Smith
1). A medida que la producción a granel se va retirando de los países
altamente industrializados, surge la preocupación de que aumenten los
riesgos derivados de los productos químicos para la salud humana y el
medio ambiente debido a la inexperiencia de algunos países en materia de
reglamentación y a la falta de infraestructura y recursos suficientes para
contrarrestar esos riesgos.
Miles de millones de dólares (2007)
Los productos químicos y sus riesgos
16 000
2010
14 000
2030
2050
12 000
10 000
8 000
6 000
4 000
2 000
0
Todo el mundo
OCDE
BRIICS
Resto del mundo
Figura 1: Cifras actuales y proyecciones de la fabricación de productos químicos (en
base a las ventas) en todo el mundo, en los países miembros de la OCDE, los BRIICS y
los demás países, 20102050. Fuente: Adaptado de Sigman et al.,(2012)
En pos del objetivo de 2020
37
Los productos químicos pueden agruparse en varias categorías principales
(que a veces se superponen), en particular: productos químicos industriales,
plaguicidas y biocidas, productos farmacéuticos y sustancias químicas
utilizadas en artículos de consumo.
Productos químicos industriales: Abarcan una gama muy amplia de
sustancias utilizadas en procesos y productos químicos (como tinturas,
disolventes y plásticos) y miles de productos químicos de uso cotidiano. Se
fabrican, almacenan, transportan y utilizan en todo el mundo en forma de
gas, líquidos y suspensiones o en estado sólido, y pueden plantear una gran
variedad de riesgos (Dhaniram et al., 2012).
Plaguicidas y biocidas: Se utilizan para matar, repeler o controlar plagas;
influir en los procesos vitales de los organismos y destruir o evitar su
crecimiento, y proteger productos vegetales. Pueden ser productos químicos
fabricados por el hombre o, como la rotenona, encontrarse en la naturaleza.
Las propiedades de estas formulaciones químicas, las cantidades aplicadas,
los métodos de aplicación y las condiciones ambientales determinan su
comportamiento y su destino en el medio ambiente. Por ejemplo, los
plaguicidas pueden moverse por el aire mediante la volatilización y la
difusión del vapor y tienen efectos adversos en los seres humanos y otros
organismos a los que no están dirigidos, causando daños en los ecosistemas
y reduciendo la diversidad biológica (DavieMartin et al., 2012, Reimer y
Prokopy, 2012).
Productos farmacéuticos: Se usan generalmente para el diagnóstico y
tratamiento de enfermedades en seres humanos y animales. Esta categoría
es muy importante por sus beneficios para la salud y su valor económico a
nivel mundial.
Sustancias químicas en artículos de consumo: Por lo general se sabe o se
sospecha que estas sustancias, que incluyen las de uso corriente en el hogar,
entrañan riesgos para la salud humana y el medio ambiente (Massey et al.,
2008, PNUMA/SAICM, 2011, PNUMA, 2012a). Pertenecen en su mayoría a la
categoría más amplia de productos químicos industriales, o a la de los
cosméticos y otros productos de aseo personal. En casi todos los artículos
manufacturados, las sustancias químicas se usan para mejorar la apariencia o
el rendimiento. También pueden encontrarse impurezas o subproductos
derivados del proceso de fabricación.
La mayoría de los productos químicos de cualquier tipo terminan por
convertirse en desechos. Los que se producen durante los procesos de
fabricación y otras actividades pueden ser arrojados en vertederos,
incinerados o tratados con métodos físicos o químicos. Hay otras sustancias
químicas que se convierten en desechos cuando se descartan los artículos
que las contienen. En algunos casos, los perjuicios para la salud y el medio
ambiente causados por ciertas sustancias químicas presentes en algunos
artículos se han descubierto después de que su uso se ha generalizado. Son
ejemplo de ello los retardantes de llama o ignífugos bromados, algunos
38
ANUARIO PNUMA 2013
Los niños pequeños son especialmente vulnerables a algunas sustancias químicas
presentes en los artículos de consumo. Niveles de exposición que podrían surtir
pocos efectos en un adulto pueden producir daños irreversibles en un feto, un
lactante o un niño. Foto: Grish
aditivos plásticos y los compuestos perfluorados. Algunas sustancias
químicas que se utilizan en artículos de consumo pueden interferir con los
sistemas hormonales y tener efectos adversos en los seres humanos y la
fauna silvestre, incluso en el desarrollo fetal (PNUMA/SAICM, 2011; PNUMA,
2012a).
Algunas sustancias químicas peligrosas, entre ellas los productos
farmacéuticos y las que se encuentran en los productos de aseo personal, se
liberan directamente en el medio ambiente, intencionalmente o no
(Kierkegaard et al., 2012; Parolini et al., 2012). La presencia de estos
contaminantes en el agua potable es motivo de creciente preocupación a
escala mundial (Piel et al., 2012; Radović et al., 2012). Otra cuestión que
preocupa cada vez más a nivel internacional es la de los desechos eléctricos
y electrónicos, debido al rápido crecimiento de su volumen y los graves
riesgos que plantean para la salud humana y el medio ambiente las
inhalation
dermal
soil
and water
air
inhalation
dermal
ingestion
humans
ingestion
inhalation
dermal
consumer
products
food
and
beverages
ingestion
Figura 2: Posibles vías y formas de exposición a través de las cuales las personas
entran en contacto con productos químicos. En cualquier punto del ciclo de vida de
un producto químico pueden producirse liberaciones a la atmósfera, al suelo y al
agua. Fuente: Adaptación de OMS (2010)
Recuadro 1: ¿Cómo se pueden tratar los desechos electrónicos para reducir sus peligros?
Los desechos electrónicos contienen materiales valiosos y escasos que
pueden recuperarse y reciclarse, pero también sustancias nocivas que
precisan una manipulación especial (Tsydenova y Bengtsson, 2011).
Prácticas peligrosas tales como la quema a cielo abierto y los baños ácidos
son frecuentes en el tratamiento informal de los desechos electrónicos
(Chan y Wong, 2012, Sthiannopkao y Wong, 2012). Los trabajadores, sus
comunidades y el medio ambiente están expuestos a productos químicos
peligrosos a través de la contaminación atmosférica, del agua y del
suelo (Asante et al., 2012). Las instalaciones más grandes, con tecnología
adecuada, tal vez cumplan normas de salud y seguridad más estrictas
gracias a un mejor control de emisiones, pero aun en ellas existen riesgos
para la salud y la seguridad (Nimpuno y Scruggs, 2011).
respecto a los productos eléctricos y electrónicos incluyen modos de
disminuir o eliminar el uso de sustancias químicas peligrosas; criterios
y prácticas empresariales que permitan rastrear, manipular y divulgar la
presencia de productos químicos peligrosos en las etapas de fabricación,
utilización y al final de su vida útil; información sobre posibles sustitutos
más seguros e iniciativas de adquisición ecológica (IIDD, 2012; Lundgren,
2012).
El tratamiento de los residuos electrónicos puede ser muy rentable.
Los ingresos procedentes de su recuperación podrían ascender a 14
600 millones de dólares para 2014 a escala mundial (Wolfe y Baddeley,
2012). En principio, la reutilización y el reciclado contribuyen al desarrollo
sostenible ya que prolongan la vida de equipos, piezas y materiales.
Sin embargo, gran parte de las exportaciones de residuos electrónicos
de países industrializados a países en desarrollo, sobre todo de África
occidental y Asia, se encubre como exportación de equipos reutilizables o
donaciones, en lugar de declararlos como desechos peligrosos.
La protección de los trabajadores depende sobre todo de los
conocimientos que se tengan de los productos químicos presentes en
la fabricación. Todos los que participan en las diferentes fases del ciclo
de vida de los productos electrónicos necesitan información sobre las
sustancias químicas que estos contienen. Las prácticas óptimas con
numerosas y diversas sustancias químicas que contienen (Recuadro 1).
Cuando los artículos se usan o se descartan, las sustancias químicas que
contienen se liberan en el medio ambiente (Recuadro 2). Esas sustancias
pueden entrar en el cuerpo humano por inhalación, absorción a través de la
piel o ingestión (Figura 2). Varios efectos en la salud humana tienen un
vínculo causal con la exposición ambiental a ciertas sustancias químicas y
mezclas de sustancias; cabe citar como ejemplos el cáncer, trastornos
respiratorios como el asma, trastornos neuropsiquiátricos y del desarrollo,
defectos congénitos, enfermedades endócrinas y diabetes (PrüssUstün et al.,
2011; PNUMA, 2012a) (Recuadro 1).
ILa sensibilidad a los productos químicos varía de una persona a otra
(Forestiero et al., 2012). Además de la diversidad genética, hay importantes
diferencias en cuanto a vulnerabilidad relacionadas con el sexo, la nutrición
y las etapas de la vida. Los fetos, los lactantes y los niños son especialmente
sensibles a los productos químicos tóxicos (Landrigan y Goldman, 2011). Sus
órganos se desarrollan a un ritmo acelerado y aún no están maduros y los
niños, en comparación con los adultos, no solo beben y comen más sino que
también respiran un volumen de aire superior por unidad de peso corporal.
La vulnerabilidad de las personas a estos productos peligrosos también
puede variar en función de su papel social y de género (PNUD, 2011). Los
Zona de tratamiento de residuos electrónicos en Taizhou, China. El volumen de
desechos electrónicos está en rápido aumento, con una producción actual que se
sitúa en torno a los 40 millones de toneladas por año. Foto: Jiangjie Fu
trabajadores en general se encuentran en una situación especial de riesgo y,
entre ellos, los que más sufren las consecuencias son los migrantes, los
trabajadores del sector no estructurado y la mano de obra infantil. Los
grupos vulnerables, como los niños, las mujeres, los trabajadores, las
personas de edad y los pobres, pueden verse irremediablemente
perjudicados por productos químicos peligrosos, como ciertos metales
(Recuadro 3) o sustancias pirorretardantes bromados y bisfenol A, un
compuesto que, por sus propiedades similares a las hormonas, ha provocado
inquietud con respecto a su empleo en los productos de consumo y los
envases de alimentos (Rudel et al., 2011, Trasande et al., 2011, Channa et al.,
2012).
Cuando se evalúan los riesgos de los efectos nocivos para la salud y el medio
ambiente de los productos químicos, cabe preguntarse: ¿Cuáles son los
peligros de dichos productos? ¿Cuántos y en qué cantidad son liberados al
medio ambiente? ¿Qué y quiénes están expuestos (personas o medio
ambiente)? La información sobre el destino ambiental de las sustancias
químicas y las vías de exposición, tanto para los humanos como ambientales,
comprende: la liberación al medio ambiente, el transporte, la distribución
entre diferentes compartimentos ambientales (aire, agua, suelo, sedimentos,
biota), la transformación y la degradación. Según las propiedades
En pos del objetivo de 2020
39
Cuadro 1: Algunos efectos importantes en la salud vinculados a la exposición
ambiental a productos químicos y otros factores de perturbación ambiental. Fuente:
Adaptación de AEMA (2005)
Efectos en la salud
Relación con algunas exposiciones
ambientales
Enfermedades infecciosas
Contaminación del agua, el aire y los
alimentos
Alteraciones en el ciclo de vida de los
agentes patógenos relacionadas con el
cambio climático
Cáncer
Contaminación atmosférica
Algunos plaguicidas
Amianto
Toxinas naturales (aflatoxinas)
Hidrocarburos aromáticos policíclicos
Algunos metales, por ej.: arsénico, cadmio,
Cromo
Benceno
Dioxinas
Enfermedades
cardiovasculares
Contaminación atmosférica
Monóxido de carbono
Plomo
Enfermedades respiratorias,
incluida el asma
Dióxido de azufre
Dióxido de nitrógeno
Partículas inhalables
Ozono troposférico
Esporas fúngicas
Ácaros del polvo
Polen
Enfermedades de la piel
Radiación ultravioleta
Algunos metales, por ej.: níquel
Pentaclorofenol
Dioxinas
Disfunciones reproductivas
Bifenilos policlorados (PCB)
DDT
Cadmio
Ftalatos y otros disruptores endócrinos
Fármacos
Trastornos del desarrollo
(fetal e infantil)
Plomo
Mercurio
Cadmio
Algunos plaguicidas
Disruptores endócrinos
Trastornos del sistema
nervioso
Plomo
Bifenilos policlorados (PCB)
Metilmercurio
Manganeso
Algunos disolventes
Plaguicidas organofosforados
Respuesta inmunitaria
Algunos plaguicidas
fisicoquímicas de los productos, relacionadas con la persistencia, estos
pueden metabolizarse en otros productos químicos, bioacumularse y
biomagnificarse a través de la red alimentaria.
Por ejemplo, algunos microorganismos acuáticos transforman el mercurio en
metilmercurio que se bioacumula en los peces y en ocasiones alcanza una
concentración decenas de miles de veces mayor que la presente
originalmente en el agua (Gráfico 3)
Los COP, regulados por el Convenio de Estocolmo, son un grupo de productos
químicos especialmente persistentes y bioacumulativos. Pueden provocar
daños graves, entre otros, cáncer, adelgazamiento del cascarón de las aves y
alteración del sistema endócrino de organismos (Fredslund y
BonefeldJørgensen, 2012). Llegan a sitios muy distantes del lugar donde
fueron producidos y usados, de modo que para reglamentarlos son
necesarios acuerdos transfronterizos.
Hay estudios recientes que indican que los efectos del cambio climático
influyen cada vez más en el ciclo de las sustancias químicas entre
compartimentos ambientales (PNUMAAMAP, 2011, Kallenborn et al., 2012).
Por ejemplo, las temperaturas más elevadas incrementarán las emisiones
secundarias de contaminantes orgánicos persistentes en el aire cambiando
su partición entre el aire y el suelo, y entre el aire y el agua. Asimismo,
elevarán las liberaciones de los depósitos ambientales, como el suelo, el
agua y el hielo. La incidencia de la temperatura en las emisiones de COP
semivolátiles probablemente sea el efecto más importante del cambio
climático sobre el ciclo de los COP en el medio ambiente (PNUMAAMAP,
2011).
Gobernanza internacional de los productos
químicos
Para la gestión racional de los productos químicos es preciso que los países
cooperen entre sí. Esa cooperación incluye el intercambio de información y
experiencia, la adopción de políticas compartidas de control de los productos
químicos y el fortalecimiento de las capacidades. Existen en la actualidad 18
acuerdos ambientales multilaterales que se ocupan de los productos
químicos. El Convenio de Estocolmo sobre COP, por ejemplo, reglamenta
algunos de los productos que entrañan el mayor riesgo para los seres
humanos y la fauna silvestre. Hay otros acuerdos de este tipo cuyo propósito
es reducir la exposición a productos químicos peligrosos, como el Convenio
de Basilea, el Convenio de Rotterdam y el Protocolo de Montreal relativo a las
sustancias que agotan la capa de ozono. Recientemente se convino un
nuevo tratado jurídicamente vinculante sobre el mercurio (Convenio de
Minamata).
Algunos de estos tratados se ocupan de los productos químicos en todas sus
etapas (Montreal, Estocolmo, Minamata), mientras que otros se centran
específicamente en algunas de ellas (Basilea, Rotterdam). Los convenios de
40
ANUARIO PNUMA 2013
Recuadro 2: Productos químicos en el medio ambiente
Algunos productos químicos, como los plaguicidas, fueron creados para
matar insectos, roedores, malas hierbas u otros organismos, pero como
el medio ambiente es un sistema abierto, podrían tener también efectos
nocivos en organismos para los cuales no estaban destinados, como
abejas o insectívoros (Gil et al., 2012; Tu et al., 2013). Una vez liberados
al medio ambiente, los productos químicos pueden transportarse a
través del aire, el agua y el suelo. El desplazamiento por medio del viento
o las corrientes de agua ha traído como consecuencia una extensa
dispersión y transferencia de cantidades significativas de productos
químicos persistentes, incluso al Ártico y la Antártida (Scheringer,
2009). Los productos químicos persistentes pueden bioacumularse y
biomagnificarse a través de la red alimentaria, produciendo niveles de
exposición más elevados en las especies depredadoras (Ondarza et al.,
2012).
Una vez que los productos químicos están en el medio ambiente, resulta
extremadamente difícil controlarlos o eliminarlos. Los productos químicos
persistentes, bioacumulativos y tóxicos tienen efectos en los ecosistemas
que son especialmente duraderos y no se limitan a los organismos en sí.
Los disruptores endócrinos, por ejemplo, pueden afectar la reproducción
de los organismos y repercutir directamente en el crecimiento de la
población (Blazer et al., 2012).
Con el tiempo, gran parte de las sustancias químicas sintéticas llegan
al agua. Los organismos acuáticos reciben contaminantes de fuentes
difusas, por ejemplo los residuos de la agricultura, y de fuentes puntuales,
como los vertidos de plantas de depuración de aguas servidas, de
modo que se contaminan con mezclas complejas y no muy definidas de
productos químicos. En algunos casos, la contaminación con sustancias
que alteran el sistema endócrino tiene efectos graves en los organismos
acuáticos, como la incidencia de la intersexualidad en peces (Sumpter
Rana septentrional con una pata extra descubierta en Minnesota, Estados Unidos.
Posiblemente este tipo de deformidad hallada en diversos lugares de América del
Norte está relacionada con las presencia de ciertos productos químicos en el medio
ambiente. Foto: USGS (Servicio de Prospección Geológica de los Estados Unidos)
y Jobling, 2013). La masculinización de moluscos y peces hembra se ha
atribuido al tributilestaño (McGinnis y Crivello, 2011) y se considera que
los estrógenos son la causa más importante de la feminización de los
peces macho (Baynes et al., 2012, Zhao y Hu, 2012). Es posible que aún
no se hayan descubierto ciertos efectos de los productos químicos en los
ecosistemas. No hay certeza de cuáles suponen los mayores riesgos para
los organismos acuáticos o qué factores hacen que algunos ecosistemas
sean más susceptibles que otros, por ejemplo, de bioacumulación
(Sumpter, 2009).
Son muchas las dudas que convierten la protección del medio ambiente
en un reto. En el caso de los factores de perturbación múltiples, los
productos químicos podrían ser un elemento que afecte la capacidad de
recuperación de los ecosistemas, ya que debilitan el sistema inmunitario
de las especies y las hace, por ejemplo, más propensas a las enfermedades
fúngicas o más vulnerables a la competencia de especies foráneas o
a cambios en el medio ambiente. Es preciso disponer de información y
datos fiables y accesibles sobre los posibles peligros de los productos
químicos, entre otros, sus propiedades y comportamiento en el medio
ambiente, con el fin de evaluar y gestionar sus riesgos.
Los compuestos del tributilestaño están sujetos a las disposiciones
del Convenio de Rotterdam y su uso como agente antiincrustante en
barcos está prohibido por la OMI. Sin embargo, hace falta tiempo para
aplicar este tipo de medidas y para que produzcan resultados. Además,
las medidas suelen tomarse en relación con una sustancia por vez, en
respuesta a la aparición de pruebas científicas. Por lo tanto, la gestión de
los productos químicos no sigue el mismo ritmo que su introducción en
el medio ambiente.
Fumigación de un arrozal con plaguicidas, región de Karawang, Indonesia. La
mayoría de las personas que aplican plaguicidas en el mundo no usa la protección
necesaria. Foto: Beawiharta/Reuters
En pos del objetivo de 2020
41
Recuadro 3: Los peligros de los metales para la salud y el medio ambiente
Hay varios metales que plantean amenazas importantes para la salud y
el medio ambiente. Algunos son necesarios en cantidades pequeñas
para una buena salud, pero pueden causar toxicidad aguda o crónica
en cantidades más grandes (Phoon et al., 2012). Otros, como el plomo
o el mercurio, provocan daños graves incluso en cantidades pequeñas.
En los organismos acuáticos se manifiestan muchos efectos subletales
con una mayor presencia de metales, como cambios en los tejidos, de
comportamiento y reproductivos; inhibición del crecimiento, escasa
capacidad natatoria y reducción de la actividad enzimática.
Las fuentes de contaminación por metales son, entre otras, la escorrentía
superficial producto de la minería, la combustión de combustibles fósiles,
las aguas residuales domésticas, la incineración de desechos sólidos, su
uso en productos tales como el combustible y la pintura y en muchas
actividades industriales. La escorrentía de aguas pluviales urbanas suele
contener plomo y otros metales procedentes de la calzada. El combustible
con plomo ha sido retirado de casi todos los países. No obstante, el hecho
de que en muchos países en desarrollo se sigue vendiendo pintura con
plomo continúa siendo una seria preocupación (Weinberg y Clark, 2012).
El procesamiento del mineral de oro ha provocado un elevado número de
n
eda
y húm
ads
o
des rción
esco orción
rren
tía
izació
e
pr
mercurio
inorgánico
LLUVIA
seca
SUELO
ión
ac
it
cip
sición
til
la
vo
oxidación
fotoquímica
il
volat
ión
c
iza
depo
escorrentía
vapor de mercurio
elemental
El mercurio, cuyas emisiones se ocupará de controlar el nuevo Convenio
de Minamata, supone un grave riesgo para la salud mundial. Es liberado a
la atmósfera por actividades industriales como la producción de metales
y cemento, la fabricación de cloruro de vinilo, la incineración de desechos
municipales, y la combustión y extracción de combustibles fósiles. Entre
10 y 15 millones de mineros están expuestos al mercurio en el mundo
(PNUMA, 2013). Se usa en diversos productos, como en ciertos tipos de
monitores de computadoras, baterías, interruptores de automóviles,
termostatos, aparatos médicos y lámparas fluorescentes compactas.
Cuando se desechan o rompen estos productos, pueden liberar mercurio
al medio ambiente. Las emisiones totales se estimaban en 1.960 toneladas
en 2010 (PNUMA, 2013).
deposición atmosférica
combustión de
combustibles
fósiles incineración de
desechos minería
AIRE
casos de envenenamiento por plomo. Por ejemplo, en 2010, en el estado
de Zamfara, Nigeria, perdieron la vida 400 niños y otros 2.000 tuvieron
que recibir tratamiento por exposición al plomo debida al procesamiento
del mineral de oro (Lo et al., 2012).
bioacumulación
AGUA
mercurio
inorgánico
bacterias
biomagnificación
mercurio
orgánico
SEDIMENTO
Fuentes
naturales
mercurio
elemental
mercurio
inorgánico
bacterias
mercurio
orgánico
Gráfico 3: La contaminación por mercurio afecta a las personas a través de diversas trayectorias ambientales. El metilmercurio, altamente tóxico, se forma en suelos
húmedos, sedimentos y agua, donde se bioacumula y biomagnifica. El consumo de pescado es la vía principal de exposición del ser humano. Los lactantes, los niños y las
mujeres en edad fértil son especialmente vulnerables a los efectos nocivos para la salud, incluida la lesión permanente del sistema nervioso. El mercurio puede trasmitirse de
madres a hijos nonatos.
42
ANUARIO PNUMA 2013
Recuadro 4: Los convenios de Basilea, Estocolmo y Rotterdam
El Convenio de Estocolmo, cuyo objetivo es proteger la salud humana
y el medio ambiente de los contaminantes orgánicos persistentes (COP),
entró en vigor en 2004. Restringe y en última instancia se propone
eliminar la fabricación y el uso de una serie de productos químicos.
Asimismo promueve la utilización de alternativas químicas y no químicas
a los COP. La lista original de COP incluía doce compuestos químicos,
“la docena sucia”. Entre ellos figuraban plaguicidas como el insecticida
DDT, aunque su empleo para combatir el paludismo sigue permitido, así
como las liberaciones no intencionales al medio ambiente de productos
químicos incluidos en el Convenio, como las dioxinas y furanos producto
de la combustión. Hasta la fecha, se han añadido diez COP más a esta lista
y hay otros en estudio.
El Convenio de Basilea sobre el control de los movimientos
transfronterizos de los desechos peligrosos y su eliminación, propone
proteger la salud de los seres humanos y el medio ambiente mediante
Basilea, Estocolmo y Rotterdam (Recuadro 4) están colaborando cada vez
más como un “grupo” relativo a los productos químicos y los desechos, lo que
mejora su eficacia en los planos nacional, regional y mundial (DAES et al.,
2011).
Con el objeto de tomar decisiones óptimas sobre la forma de proteger la
salud humana y el medio ambiente, los gobiernos, la industria y el público
necesitan más información de la que suele estar disponible. Dicha
información comprende la concerniente a la cantidad y el tipo de sustancias
químicas usadas en los productos, el modo en que son liberadas en los
procesos de fabricación y de los productos durante todo su ciclo de vida. Con
respecto a la mayoría de los productos químicos, esta información no se ha
preparado o no está al alcance del público. Buena parte de ella tampoco está
a disposición del público porque se considera información sensible o por
razones de propiedad intelectual de quienes desarrollan productos químicos
o sus clientes (Abelkop et al., 2012).
Aunque la industria química sigue expandiéndose, solo se han evaluado
adecuadamente los posibles efectos en la salud y el medio ambiente de un
pequeño porcentaje de productos químicos presentes en mercado (Judson
et al., 2009; PNUMA, 2012a). Por el momento, los datos experimentales a
disposición del público sobre vida media de degradación, potencial de
bioacumulación y toxicidad apenas representan una pequeña fracción
(menos del 5%) de los productos químicos industriales (Schaafsma et al.,
2009; Strempel et al., 2012) (Gráfico 4).
La falta de información es un obstáculo importante para la evaluación y
gestión de los riesgos derivados de los productos químicos. En la Conferencia
de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de 1992, los
países identificaron “la falta de información científica para poder evaluar los
riesgos que entraña la utilización de gran número de productos químicos”
controles estrictos frente a los efectos perjudiciales que pudiesen
derivarse de la generación y gestión de los desechos peligrosos y otros
desechos. Fue adoptado en 1989 en respuesta al descubrimiento en la
década precedente del alcance de la importación de desechos tóxicos en
África y otras partes del mundo en desarrollo.Entró en vigor en 1992.
El Convenio de Rotterdam sobre el procedimiento de consentimiento
fundamentado previo aplicable a ciertos plaguicidas y productos
químicos peligrosos objeto de comercio internacional entró en vigor en
2004. Promueve la responsabilidad compartida y los esfuerzos conjuntos
de las Partes en la esfera del comercio internacional de ciertos productos
químicos peligrosos a fin de proteger la salud humana y el medio ambiente
frente a posibles daños y contribuir a su utilización ambientalmente
racional, facilitando el intercambio de información de sus características,
estableciendo un proceso nacional de adopción de decisiones sobre su
importación y exportación y difundiendo esas decisiones a las Partes.
como un problema grave, especialmente en los países en desarrollo
(CNUMAD, 1992). Algunas sustancias peligrosas incorporadas a los productos
entrañan poco riesgo durante su uso, pero mucho más durante la producción
y la gestión de desechos. La presente situación podría mejorarse mediante
una combinación de medidas: divulgación de al menos parte de la
información sobre uso y propiedades de los productos químicos que
actualmente se considera confidencial; análisis del flujo de sustancias de los
productos químicos presentes en diversos artículos, que incluya todas las
propiedades del ciclo de vida, vida media de degradación y toxicidad; y
recopilación de la información generada en bases de datos, de modo que
esté sistematizada y a disposición del público.
Se han hecho algunos progresos para que haya más información a nivel
internacional y una serie de bases de datos están a disposición del público.
Cabe destacar la importancia del Sistema Globalmente Armonizado de
Clasificación y Etiquetado de Productos Químicos (SGA), publicado por
primera vez en 2003 y actualizado cada dos años (Naciones Unidas, 2011). El
SGA se ocupa de la clasificación de los productos químicos por tipos de
peligro y propone elementos armonizados de comunicación de los mismos,
entre los que se incluyen etiquetas y hojas de datos sobre seguridad. El
objetivo es asegurar que la información sobre peligros físicos y toxicidad de
los productos químicos esté disponible para proteger más la salud y el medio
ambiente durante los procesos de manipulación, transporte y uso. Asimismo,
constituye una base para la armonización de normas y reglamentos sobre
productos químicos en los planos nacional, regional y mundial. Sin embargo,
no incluye la creación de una base de datos accesible al público con las hojas
de datos sobre seguridad, ni aborda la necesidad de información acerca de
las sustancias químicas que contienen los productos.
En la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible, celebrada en
Johannesburgo en 2002, los países acordaron que, para el año 2020, “los
En pos del objetivo de 2020
43
2.660 productos químicos de los que hay
mediciones
2 200
95.000
productos químicos industriales
1 000
220
con datos de
vida media de
biodegradacións
Gráfico 4: De un conjunto de 95.000 productos químicos industriales, de muy pocos
se disponía de datos sobre toxicidad acuática aguda, sobre la medida en que se
acumulan en el medio ambiente (factores de bioconcentración) o el tiempo que
tardan en descomponerse (vida media de biodegradación). Fuente: Adaptación de
Strempel et al., 2012
con datos de
toxicidad
acuática aguda
con datos
de bioconcentración
productos químicos se fabriquen y utilicen de forma que se reduzcan al
mínimo los efectos nocivos de importancia para el medio ambiente y la salud
humana”. Hasta ahora, los avances para alcanzar este objetivo han sido
limitados (PNUMA, 2012a, b). La falta de información adecuada sobre
productos químicos, principalmente como consecuencia de no exigir que se
genere y divulgue la información pertinente, sigue siendo un problema
importante. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo
Sostenible (Río+20), celebrada en 2012, ratificó el objetivo para 2020.
Reconoció que la fabricación y uso cada vez mayores de productos químicos
y su prevalencia en el medio ambiente exigen mayor cooperación
internacional. Asimismo expresó su preocupación por la falta de capacidad
en materia de gestión racional de los productos químicos, especialmente en
los países menos adelantados. (Naciones Unidas, 2012).
El Enfoque estratégico para la gestión de los productos químicos a nivel
internacional, un marco de políticas cuyo propósito general es la gestión
racional de los productos químicos durante todo su ciclo de vida, se ha
creado con el fin de lograr el objetivo previsto para 2020. En 2012, en la
tercera Conferencia Internacional sobre la Gestión de los Productos Químicos
se examinaron los progresos realizados y se plantearon otras medidas
respecto de nuevas cuestiones normativas relacionadas con la presencia de
sustancias química en los productos, la eliminación del plomo en pinturas,
las sustancias peligrosas presentes en los productos eléctricos y electrónicos,
y la nanotecnología y fabricación de nanomateriales. También se examinó el
tema de los productos químicos perfluorados y se acordaron medidas
conjuntas sobre los disruptores endócrinos. La transparencia y el intercambio
de datos e información serán esenciales para hacer auténticos progresos en
estos ámbitos (IIDD, 2012).
Desafíos presentes y futuros
El número de productos químicos sintéticos en el medio ambiente está en
aumento. Desde 1999, se ha analizado su presencia en la sangre y la orina de
una muestra de la población de los Estados Unidos. En 2009, se notificaron
212 productos químicos, incluidos los 75 que no se habían analizado
previamente (CDC, 2009). Las conclusiones del estudio indicaron una
exposición generalizada a algunos productos químicos industriales; el 90%
de las muestras analizadas contenía niveles detectables de sustancias, entre
otras, perclorato, mercurio, bifenol A, acrilamida, diversos productos
perfluorados y éter de difenilo polibromado47, usado en materiales
ignífugos. Recientemente, se actualizaron las mediciones de 66 productos
químicos y se detectaron otras 34 sustancias (CDC, 2012). Estos datos son un
buen indicador del incremento de la presencia de productos químicos en el
medio ambiente. Demuestran que a pesar de los esfuerzos generalizados por
conocer mejor sus riesgos y el modo de gestionarlos, solo comprendemos
parcialmente el destino y los efectos ambientales de los productos químicos.
Como en los países en desarrollo no se aplican programas de vigilancia
biológica tan exhaustivos, estos datos constituyen una importante fuente de
información que indica hasta qué punto los productos químicos pueden
estar presentes en el cuerpo humano. Asimismo, señalan lo que cabría
esperar en los países en desarrollo a medida que se intensifique la fabricación
y el uso de productos químicos.
Exposición simulada a plaguicidas nicotinoides de una abeja melífera silvestre con una etiqueta de identificación por radiofrecuencia. Foto: © INRA/C. Maitre
44
ANUARIO PNUMA 2013
Mezclas
Las personas y los ecosistemas están expuestos a mezclas de decenas o
centenas de productos químicos procedentes de una amplia variedad de
fuentes. Algunos, cuando están en combinación con otros, son más
perjudiciales que individualmente, incluso si los niveles que arrojan de forma
aislada se consideran seguros. Debido a las limitadas prácticas de la medición
de los efectos ecotoxicológicos, es difícil estudiar las interacciones entre más
de dos o tres productos químicos. Por lo tanto, los efectos de las interacciones
se han convertido en un gran reto para los científicos y los responsables de la
formulación de políticas (UE, 2012, Sarigiannis y Hansen, 2012).
Los datos empíricos relativos a la toxicología humana y la ecotoxicología han
demostrado en repetidas ocasiones los efectos de las mezclas. Asimismo,
ponen de relieve la necesidad de tener en cuenta estos efectos combinados
durante la estimación de los riesgos aceptables para los seres humanos y el
medio ambiente. Se espera que los nuevos criterios sobre pruebas
toxicológicas, como el examen de las interacciones químicas a nivel
molecular y celular, permitan comprender más a fondo la toxicidad y sus
efectos en la salud (NIEHS, 2011; Kavlock et al., 2012; Rider et al., 2012).
Exposición a dosis bajas
Un conjunto cada vez mayor de pruebas científicas indica que muchos
productos químicos tienen efectos biológicos en dosis que antes se
consideraban insignificantes (Vandenberg et al., 2012). Los efectos agudos
de la mayor parte de los productos químicos en un principio se notaban a
dosis elevadas, pero resulta cada vez más evidente que la exposición a más a
largo plazo a dosis relativamente bajas, individualmente o en mezclas, puede
provocar efectos nocivos más sutiles (Birnbaum, 2012). Los riesgos debidos a
la exposición a dosis bajas de un producto químico aislado a través de
múltiples vías se denominan riesgos “agregados”. La evaluación de riesgos
acumulativos (el estudio de los riesgos provocados por la exposición
agregada a diversos contaminantes) es un enfoque que se está comenzando
a aplicar para tener en cuenta las exposiciones a dosis bajas (Meek et al.,
2011, Alexeeff et al., 2012).
Recientemente se ha expresado preocupación por el impacto de los
plaguicidas en organismos para los cuales no estaban destinados, incluidos
los insectos, especialmente las abejas, y los anfibios (Brühl et al., 2013). Los
estudios sugieren que los neonicotinoides en dosis bajas, un grupo de
productos químicos neurotóxicos ampliamente utilizado en muchos países
como insecticidas, podrían tener efectos subletales en las abejas melíferas
(Henry et al., 2012) y abejorros (Whitehorn et al., 2012), con consecuencias
graves para las poblaciones silvestres de estos polinizadores tan importantes
y, por consiguiente, para la agricultura y el medio ambiente (PNUMA, 2010;
Rozen, 2012). También se ha planteado la necesidad de una investigación
minuciosa del efecto de los neonicotinoides en la función cerebral de los
mamíferos, sobre todo en el desarrollo del cerebro, para proteger la salud
humana, especialmente la de los niños (KimuraKuroda et al., 2012).
Reemplazar productos químicos peligrosos por otros
semejantes
Cuando se hacen esfuerzos por eliminar una sustancia química muy peligrosa
de los productos, los fabricantes suelen sustituirla por otra también peligrosa
(DiGangi et al., 2010, Covaci et al., 2011). Por lo general, este tipo de reemplazo
provoca problemas para la salud y el medio ambiente relativamente poco
estudiados que tal vez apenas difieran de los producidos por aquellas
sustancias que sustituyen. El “círculo vicioso” tiene lugar cuando se retira del
mercado un producto perteneciente a un grupo de productos químicos de
estructura similar y se reemplaza por otro del mismo grupo, de manera que
no se efectúa una auténtica sustitución (Strempel et al., 2012). Por ejemplo,
los éteres de difenilo polibromado son reemplazados por otros productos
ignífugos; los bifenilos policlorados (PCB), por parafinas cloradas de cadena
corta; y los disolventes halogenados menos estudiados y sin reglamentar se
utilizan en lugar de otros muy estudiados (OSHA 1999, Convenio de
Estocolmo, 2012).
Nanotecnología
Reducir materiales a escala nanométrica puede modificarles las propiedades
fisicoquímicas. Esto pone en tela de juicio los criterios existentes de
determinación del peligro, que parten de la base de que la propiedad
intrínseca de un producto químico puede descubrirse por medio de estudios
del material en bruto. Por ejemplo, desde una perspectiva química, los
nanotubos de carbono son simplemente carbono, pero a escala de nanotubo
presentan nuevos e importantes peligros por su configuración y tamaño
(Maynard et al., 2011). Los estudios han demostrado la toxicidad evidente de
algunas nanopartículas para los organismos vivos y ecosistemas (Love et al.,
2012). Sin embargo, la falta de datos disponibles y la insuficiencia de
protocolos experimentales y procedimientos actuales de evaluación de
riesgos hace difícil efectuar evaluaciones completas de riesgos (Gajewicz et
al., 2012, AEMA, 2013).
Imagen obtenida con un microscopio electrónico de barrido de nanotubos de
carbono, que podrían entrañar nuevos riesgos por su forma y su tamaño
extremadamente pequeño. Foto: Anastasios John Hart, Universidad de Michigan,
Estados Unidos
En pos del objetivo de 2020
45
Nuevas oportunidades para los ensayos y
la evaluación
Desde la década de 1960, el notable aumento de la fabricación de productos
químicos sintéticos ha coincidido con el desarrollo de equipos de análisis
cada vez más sensibles y una preocupación creciente por sus efectos en la
salud y el medio ambiente, sobre todo a partir de 1962, cuando se publicó el
libro de Rachel Carson, Primavera silenciosa (Ohandja et al., 2012). Hoy en día,
sabemos mucho más que hace unas décadas sobre los productos químicos,
su toxicidad, rutas y destino ambiental. Debido a la nueva tecnología, se
pueden detectar cantidades cada vez más pequeñas de sustancias químicas
en el medio ambiente, lo que permite la detección precoz y una mejor
gestión del riesgo. Sin embargo, a medida que se registran nuevos problemas
de contaminación con el perfeccionamiento de los métodos de análisis, los
avances tecnológicos también demuestran que nuestros conocimientos
distan mucho de ser completos.
La vigilancia de los productos químicos en el cuerpo humano y el medio
ambiente contribuye a identificar y rastrear la exposición humana y
ambiental a estos productos y, por lo tanto, a mejorar los resultados de su
gestión. En la detección precoz de los efectos nocivos en personas y
organismos, antes de que haya tenido lugar una lesión manifiesta, resulta
especialmente útil el uso de marcadores biológicos de exposición, efecto y
susceptibilidad. La vigilancia en los sistemas ecológicos ayuda a determinar
cómo migran los productos químicos en el medio ambiente, se acumulan en
animales y plantas y se depositan en sedimentos y suelos. No se exagera
cuando se menciona la importancia de una serie de mediciones continuas y
a largo plazo para las futuras generaciones. La región de lagos experimentales,
en el Canadá, es un ejemplo extraordinario de “laboratorio de campo” donde
desde 1968 se llevan a cabo una vigilancia y experimentación a largo plazo y
a escala de ecosistema (Blanchfield et al., 2009).
Los modelos ayudan a estimar la exposición en toda una zona de impacto y
a determinar el sitio óptimo para colocar los monitores con el fin de evaluar
si los productos químicos liberados exceden los niveles admisibles. Los
modelos del destino ambiental de los contaminantes suelen usarse para
predecir los niveles de productos químicos en el aire o el agua resultantes
tanto de las liberaciones previstas como de las indeseadas. Son herramientas
efectivas en diferentes contextos, desde la localización de la planta y la
planificación de la respuesta de emergencia hasta la evaluación de la
exposición química, pero deben validarse usando mediciones reales
(MacLeod et al., 2010).
Los avances realizados en materia de métodos informáticos aplicados a la
toxicología prometen mejorar la capacidad de predicción y al mismo tiempo
minimizar los ensayos con animales, costosos y que exigen mucho tiempo
(pruebas en las que se exponen organismos a aguas contaminadas de
manera natural, por ejemplo, vertidos residuales o muestras de sedimentos).
El conocimiento de las relaciones cuantitativas estructuraactividad a
46
ANUARIO PNUMA 2013
Los biomonitores acuáticos utilizan peces y sus patrones de respiración para
detectar la presencia de sustancias potencialmente tóxicas en el agua. Foto: Centro
de Investigación de Salud Ambiental del Ejército de los Estados Unidos
menudo aunque no siempre permite predecir la toxicidad (OCDE, 2012). Los
nuevos ensayos basados en los avances registrados en el campo de la
biología molecular posibilitan una mayor comprensión global de los efectos
de las perturbaciones químicas en los sistema biológicos (Kavlock et al.,
2012) (Recuadro 5).
La identificación de las fuentes químicas y el uso de modelos y evaluaciones
para comprender su impacto son importantes con el fin de reforzar el trabajo
de los convenios y protocolos internacionales. Las mejoras en las técnicas
analíticas y de medición permiten identificar y cuantificar los productos
químicos más rápidamente y con mayor exactitud . Asimismo, reducen el
costo de preparar y efectuar las mediciones. Las evaluaciones son la base
para comprender la contribución relativa de diferentes fuentes y determinar
las medidas prioritarias para tratar las liberaciones más importantes al medio
ambiente.
Recuadro 5 Toxicología predictiva
El propósito de la toxicología predictiva es comprender la relación
entre la estructura de un producto químico y sus efectos, y detectar los
posibles riesgos antes de que se fabrique o libere el producto. Incluye
pruebas de características químicas y físicas, como la inflamabilidad,
y otras para detectar la probabilidad de que la sustancia produzca
mutaciones, tenga efectos en la reproducción o el desarrollo, o entre
con facilidad en la cadena alimentaria. Un nuevo programa combina
los conocimientos de la toxicología molecular con la tecnología de alto
rendimiento de la industria farmacéutica para mejorar la predicción
de la toxicidad de muchos productos químicos (Martin, 2012). La
validación de este nuevo enfoque está en curso (Kavlock et al., 2012).
Este programa, si resulta eficaz, proporcionará mejores instrumentos
a la industria química y los organismos reguladores para divulgar las
consecuencias indeseables de productos químicos nuevos o existentes.
El costo de la inacción
Recuadro 6: El uso de instrumentos económicos
La fabricación, uso, almacenamiento, transporte y eliminación de sustancias
químicas y productos que contienen sustancias químicas tienen diversos
costos externos que las empresas que llevan a cabo estas actividades por lo
general no asumen (o no lo hacen en su totalidad) (PNUMA, 2012a). Entre los
ejemplos cabe mencionar el mantenimiento de la infraestructura de
respuesta a emergencias; la limpieza de sitios contaminados; los cuidados de
urgencia y a largo plazo de las personas lesionadas por la exposición a
productos químicos; la atención domiciliaria o institucional y los servicios de
educación especial para personas con problemas de desarrollo; la pérdida
del valor de las propiedades contaminadas; la pérdida de oportunidades de
caza, pesca y agricultura; la pérdida de suministros de agua potable; y el
tratamiento y depuración del agua para eliminar los contaminantes químicos.
Se pueden utilizar instrumentos económicos para internalizar los
costos de la gestión química y crear incentivos financieros para mejorar
la seguridad. Si estos instrumentos están bien concebidos, también
pueden generar rentas públicas y los recursos necesarios para financiar
programas de organismos. Por ejemplo, en Suecia, la Inspección
Nacional de Productos Químicos (KemI) nació, en gran medida, gracias
a las tasas pagadas por los fabricantes de plaguicidas y otras industrias
químicas, que cubren los costos de actividades como la inspección
y evaluación de las solicitudes para la aprobación de plaguicidas
(KemI, 1998). En 2010, alrededor del 57% de los gastos de la KemI se
sufragó con estas tasas (cerca del 29% proveniente de plaguicidas y
aproximadamente el 28% de la industria química en general). Estas
tasas se calculan en función del número y el volumen de productos
químicos. Las empresas deben presentar los datos al Registro de
Productos de Suecia.
Los costos ligados a los riesgos que entrañan los productos químicos son
difíciles de evaluar. Sin embargo, las conclusiones de los estudios que han
estimado los costos sanitarios y ambientales respaldan la urgencia de la
necesidad de reducir el riesgo (PrüssUstün et al., 2011, Hutchings et al., 2012,
PNUMA, 2012a). Chokshi y Farley (2012) informaron que la relación
costobeneficio de la intervención ambiental para la prevención de
enfermedades es tres veces más alta que la adopción de medidas clínicas y
no clínicas destinadas a las personas. Asimismo señalaron la escasez de
estudios sobre la eficacia en función de los costos de las intervenciones
ambientales.
Trasande y Liu (2011) vieron que los costos del saturnismo, la exposición
prenatal al metilmercurio, el cáncer infantil, el asma, la discapacidad
intelectual, el autismo y el trastorno de déficit de atención en los Estados
Unidos ascendieron a 76 600 millones de dólares en 2008. Estimaron que las
pruebas previas a la comercialización de productos químicos nuevos y de
toxicidad de los existentes, la reducción de los peligros de la pintura con
plomo y la limitación de las emisiones de mercurio de las centrales
termoeléctricas alimentadas con carbón podrían evitar nuevos aumentos de
dichos costos. Según las estimaciones de otro estudio, prevenir la exposición
de los niños a la neurotoxina metilmercurio arrojaría un beneficio económico
de 8.000 a 9.000 millones de euros (unos 11.00012.000 millones de dólares)
por año en la Unión Europea (Bellanger et al., 2013). La exposición de seres
humanos al mercurio afecta el desarrollo del cerebro, por consiguiente
reduce el coeficiente intelectual y, a su vez, las posibilidades de ganarse la
vida. El costo a largo plazo para la sociedad puede calcularse como la pérdida
de ingresos por persona a lo largo de su vida.
Los responsables de estos costos, dependiendo del país, podrían cubrir
directamente parte de ellos. Por ejemplo, la industria química en ocasiones
está gravada con impuestos destinados a recaudar fondos para la limpieza
de los sitios contaminados (EPA, 2012). En muchos países los empleadores
cuentan con fondos de compensación para los trabajadores. Sin embargo,
la mayoría de los costos relacionados con los riesgos de los productos
químicos no son asumidos por la industria. De modo que cuando las
empresas toman decisiones sobre qué productos químicos fabricar y utilizar,
y cómo gestionarlos, tal vez no tengan en cuenta estos costos. Una manera
En Estados Unidos, la Ley de reducción del uso de productos tóxicos
de Massachusetts exige que las instalaciones que usan un volumen
superior a una cantidad determinada de un producto químico tóxico
paguen una tasa anual, que se emplea para financiar actividades de
gestión química como las medidas de control y vigilancia, capacitación,
investigación y asistencia técnica (Massey, 2011). California grava con
un impuesto la venta de percloroetileno, un disolvente usado para
la limpieza en seco de ropa, con el propósito de ofrecer subsidios y
capacitación para ayudar al sector de tintorerías y lavanderías a hacer
la transición a procesos más seguros (California Air Resources Board,
2012).
Gabón cobra un impuesto del 10% sobre los desechos exportados que
entran en el país, mientras que China aplica una tasa a la contaminación
industrial que excede un nivel básico e invierte parte de los ingresos en
programas de reducción de la contaminación.
de remediar la ineficiencia resultante de la exclusión de los costos sanitarios
y ambientales es aplicar mecanismos para internalizarlos mediante el uso
de ciertos instrumentos económicos, incluidos los incentivos fiscales u otros
estímulos económicos.
Hacia una mejor gestión del riesgo de los
productos químicos
Existen muchos tipos diferentes de instrumentos para reducir los riesgos de
los productos químicos en el mundo. Algunos son de carácter preventivo y
procuran evitar la fabricación o venta de productos químicos de conocido
efecto perjudicial. Otros se ocupan más de las modificaciones introducidas
durante el ciclo de vida de los productos químicos con el fin de proteger a las
personas y el medio ambiente. A raíz de los desastres químicos, se han
desarrollado enfoques preventivos y medidas de respuesta. Además, se han
establecido reglamentos específicos para las sustancias químicas tóxicas
presentes en productos de consumo, entre otros, la normativa de la Unión
Europea (UE) sobre sustancias químicas en cosméticos y la Directiva de la UE
sobre seguridad de los juguetes.
En pos del objetivo de 2020
47
Desde 2007, el Sistema europeo de registro, evaluación, autorización y
restricción de sustancias y preparados químicos (REACH) tiene por objeto
mejorar la protección de la salud humana y el medio ambiente y que el uso
de los productos químicos resulte más seguro gracias a una mayor y más
temprana identificación de sus propiedades intrínsecas (Recuadro 7). En
virtud del REACH, las empresas que fabrican y comercializan productos
químicos son responsables de proporcionar información fiable y completa
relativa a los peligros para la salud y el medio ambiente de dichos productos.
El REACH también aspira a la sustitución de aquellos productos más
peligrosos.
Algunos países empiezan a facilitar mayor acceso que antes a la información
sobre productos químicos y liberación de productos químicos a las partes
interesadas y al público. Por ejemplo, la Agencia Europea de Sustancias y
Preparados Químicos está confeccionando una base de datos accesible al
público con información sobre productos químicos. Los Registros de
emisiones y transferencias de contaminantes son otra fuente importante de
información. Son inventarios nacionales que facilitan datos al público con
respecto a las liberaciones y transferencias de productos químicos
potencialmente peligrosos y otros contaminantes. Algunas jurisdicciones
exigen que las empresas informen sobre el uso de ciertos productos
químicos. En los Estados Unidos, los estados de Massachusetts y Nueva
Jersey obligan a presentar información anual sobre el uso de productos
químicos tóxicos en la fabricación y otras instalaciones industriales (Massey,
2011). Este enfoque permite que los organismos gubernamentales y el
público dispongan de más información, asegura que los administradores de
Recuadro 7: El sistema europeo REACH
El sistema europeo de Registro, evaluación, autorización y restricción
de sustancias y preparados químicos (REACH) reglamenta los
productos químicos industriales. No incluye plaguicidas, biocidas ni
medicamentos porque son objeto de otros reglamentos europeos.
En virtud del REACH, las empresas que comercializan en el mercado
europeo productos químicos en cantidades que exceden una tonelada
deben facilitar documentación adecuada sobre sus propiedades, uso
y formas seguras de manipulación. Aunque el REACH todavía está en
sus inicios y su aplicación se ve dificultada por problemas de calidad de
datos (Gilbert, 2011), como enfoque general podría servir de modelo
útil a otras partes del mundo. El registro de productos químicos en el
marco del REACH tiene lugar de 2010 a 2018. Hasta la fecha, se han
prerregistrado 140.000 productos químicos y se ha llevado a cabo el
registro completo de alrededor de 5.000. Una evaluación reciente
efectuada en Alemania por la Agencia Federal de Medio Ambiente y
la Federación de Asociaciones de Consumidores reveló que el REACH
había tenido un efecto positivo durante sus primeros cinco años, pero
que también hay aspectos importantes que mejorar. Por ejemplo,
suscitó cierta inquietud que los datos remitidos por la industria no
siempre cumplieran los requisitos del reglamento (Flasbarth, 2012).
Estas conclusiones destacan la importancia de la capacitación destinada
a aplicar y hacer cumplir adecuadamente los requisitos.
48
ANUARIO PNUMA 2013
las empresas sepan qué productos químicos se utilizan en cantidades
significativas en sus instalaciones y facilita la identificación de posibles
peligros profesionales y de otro tipo.Las medidas para fortalecer la gestión
racional de los productos químicos van de una mayor capacitación del
gobierno para reglamentarlos a apoyar más a las empresas para que escojan
alternativas más seguras en el diseño de los productos. Un elemento clave es
el uso de un método previsor, mediante el cual se determinen y eviten de
antemano los riesgos de los productos químicos, en lugar de tener que
ocuparse de ellos una vez producido el daño (PNUMA, 2012c). La evolución
de los métodos para proteger a las personas y el medio ambiente de los
efectos nocivos de los productos químicos tiene lugar a diferentes niveles:
•
•
•
•
•
•
Medidas para evitar la fabricación y el uso de productos químicos
perjudiciales a través de acuerdos ambientales multilaterales.
Capacitación para respaldar la creación de una infraestructura
normativa y otras infraestructuras de gestión de productos
químicos en los países en desarrollo y los países con economías en
transición.
Creación de directrices y sistemas para asegurar la transparencia
con respecto al uso de los productos químicos en la industria y en
los productos de consumo.
Diseño y rediseño de productos y procesos de manera que se
minimice el uso y la generación de sustancias nocivas, a través de
métodos como la química verde, la evaluación de sustitutos y la
reducción del uso de elementos tóxicos.
Ingeniería de procesos que procure impedir las liberaciones de
productos químicos durante la fabricación, distribución, uso y
tratamiento de los desechos.
Uso de sistemas de vigilancia para detectar productos químicos
liberados a distintos medios ambientales.
Identificación de los efectos de los productos químicos en la salud y el medio
ambiente a través de marcadores biológicos de exposición y efectos en
ecosistemas y seres humanos.
El camino a seguir para minimizar los riesgos
Es necesario fortalecer con urgencia la gestión racional de los productos
químicos a fin de evitar daños permanentes en la salud humana y el medio
ambiente y alcanzar el objetivo de 2020. Los elementos clave de una gestión
racional consisten en reducir la fabricación y uso de sustancias tóxicas,
promover el desarrollo y la adopción de sustitutos más seguros, mejorar el flujo
de información y la transparencia, capacitar para una mejor gobernanza en
materia de productos químicos y reducir su tráfico internacional ilegal, junto
con un papel importante del gobierno, la industria, los investigadores y las
organizaciones de la sociedad civil (Recuadro 8).
Uno de los elementos de mayor importancia de la gestión racional de los
productos químicos es asegurar que sean sometidos a pruebas para conocer
sus efectos en la salud y el medio ambiente antes de comercializarlos e
incorporarlos a los productos. Hasta ahora, la gobernanza en materia de
productos químicos ha sido sobre todo reactiva. Teniendo en cuenta las
tendencias actuales, es necesario un enfoque reforzado y más dinámico de la
gobernanza, basado en la ciencia, en prácticas óptimas y lecciones adquiridas.
Los métodos que se usan para predecir y detectar los efectos nocivos de los
productos químicos son fundamentales para respaldar una gestión racional de
los mismos, porque proporcionan los instrumentos necesarios para generar
datos e información esenciales que puedan facilitar la toma de decisiones
basadas en criterios científicos.
son necesarios programas de capacitación que aborden la preparación en
materia de seguridad y peligro. Antes de la fabricación y traslado transfronterizo
de todos los productos químicos, el fabricante o importador debería preparar y
remitir un expediente con todos los datos exigidos. Para hacerlo posible, es
menester aplicar procedimientos a nivel nacional, teniendo en cuenta el marco
internacional de gobernanza en los que se refiere a los productos químicos y
fortaleciendo los procedimientos y reglamentos existentes con el fin de mejorar
la gestión de los riesgos.
A fin de reducir al mínimo los riesgos de los productos químicos, debería
prestarse más atención a las primeras fases de su ciclo de vida, cuando se
desarrollan y sintetizan, antes de que se comercialicen, especialmente teniendo
en cuenta que pueden emplearse herramientas modernas para efectuar
pruebas y estimar a priori las propiedades, destino e impacto de las nuevas
sustancias. Si los resultados obtenidos y las mediciones efectuadas por
organizaciones de investigación, universidades, organismos gubernamentales
e industrias de distintas partes del mundo se recopilaran y estuvieran
disponibles en una base de datos oficial de acceso abierto, su valor sería mayor.
En especial, hacen falta nuevos esfuerzos para obtener datos e información
sobre los efectos de los productos químicos en forma de mezclas, exposiciones
a dosis bajas, nanomateriales y el impacto, migración y transformación de estos
productos en los sistemas naturales.
Sin embargo, el panorama de la gobernanza vinculada a los productos
químicos va más allá de los enfoques técnicos y normativos. Empieza por
preguntarse, en primer lugar, si los productos químicos peligrosos son
necesarios. En algunos casos, se dispone de alternativas no químicas y enfoques
a la vez probados y eficaces. Entre los ejemplos se pueden incluir la gestión
integrada de lucha contra las plagas, la adopción de sustitutos no químicos de
los COP, los procesos de limpieza industrial al agua y la adopción de sustitutos
más seguros de las sustancias ignífugas tóxicas. El apoyo a la evaluación de
estas alternativas y enfoques, y el establecimiento de las prioridades de
investigación y desarrollo tecnológico en estos ámbitos, formarán parte del
camino a seguir para mejorar la gestión de riesgos vinculados a los productos
químicos.
Para minimizar los riesgos de exposición a productos químicos y evitar que
sustancias indeseadas entren en el medio ambiente es necesario formalizar
más la vigilancia, etiquetado y comunicación. Un sistema REACH ampliado que
abarque toda la gama de productos químicos comercializados podría servir de
modelo mundial acompañado de programas de fomento de la capacidad.
Se debería acceder con facilidad a la información sobre el uso seguro de los
productos químicos (especialmente plaguicidas, ciertos metales y aquellos
contenidos en los desechos electrónicos) y difundirse más entre los grupos
ocupacionales pertinentes, en especial en los países en desarrollo. Asimismo
Para estar a la altura de la rápida evolución y adaptarse a los nuevos desafíos, la
gobernanza en materia de productos químicos debe aprovechar los datos
científicos más recientes y acelerar los procesos de prueba y registro de estos
productos. También es preciso reconocer que los efectos ocurren de la “cuna a
la sepultura”, que la fabricación no suele estar localizada en un solo lugar, que
tanto los productos químicos como los residuos ambientales pueden
dispersarse en una amplia extensión y que las repercusiones varían según la
vulnerabilidad de las diferentes poblaciones humanas y los ecosistemas.
Recuadro 8: El papel de las partes interesadas en la reducción de los
riesgos de los productos químicos
Gobiernos: Establecer directrices claras y coherentes que exijan que
se divulgue la información sobre los peligros y usos de los productos
químicos, estimar los costos de la inacción ante los riesgos que estos
suponen y desarrollar la capacidad de fortalecer la gestión racional de
los mismos.
Industria: Divulgar información sobre los peligros y usos de los
productos químicos y tener en cuenta alternativas cuando estos se
desarrollen a fin de reducir los riesgos.
Científicos: Recopilar la información disponible en bases de datos
de acceso público y facilitar interpretaciones sistemáticas de los
conocimientos existentes tratando de identificar las contradicciones y
lagunas.
La presencia de sustancias químicas peligrosas no siempre es evidente. Los
plaguicidas que permanecen en el cuerpo humano después de fumigar pueden
verse con una luz especial. Foto: Richard Fenske
Organizaciones de la sociedad civil: Reunir y organizar la información
sobre productos químicos, promover la adopción de reglamentos
pertinentes, contribuir al desarrollo de las capacidades y vigilar la
aplicación de medidas políticas.
En pos del objetivo de 2020
49
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En pos del objetivo de 2020
51
52
ANUARIO PNUMA 2013
Indicadores ambientales clave
Seguimiento del progreso hacia la sostenibilidad
ambiental
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20), celebrada en junio de
2012, fue la mayor conferencia organizada por las Naciones Unidas y representó un paso más hacia el
logro de un futuro sostenible. La quinta edición del informe Perspectivas del medio ambiente mundial
(GEO 5) del PNUMA –publicado en vísperas de Río+20– demuestra que el mundo continúa a gran velocidad
por una senda insostenible, pese a los cientos de objetivos y metas acordados a nivel internacional a favor
del desarrollo sostenible. En el GEO 5 también se señala la necesidad de contar con objetivos e indicadores
En el documento final de Río+20, El futuro que queremos, se exhorta a adoptar
una amplia gama de medidas, entre ellas, iniciar un proceso para establecer
objetivos de desarrollo sostenible, que deberían abordar e incorporar de
manera equilibrada las tres dimensiones del desarrollo sostenible (social,
económica y ambiental) y sus interconexiones. Deberán partir de la base del
proceso en curso de los ODM e incluir metas e indicadores que permitan hacer
un seguimiento de los avances hacia su consecución (Naciones Unidas, 2012a).
El éxito de los acuerdos internacionales depende de la claridad de los objetivos,
la especificidad de las metas numéricas y la solidez de los datos para seguir de
cerca los progresos logrados (PNUMA, 2012a). Hasta el momento, la esfera del
medio ambiente se ha caracterizado por una marcada debilidad en términos
de objetivos específicos, metas cuantificables y datos exhaustivos con los
cuales vigilar y evaluar los cambios. Sin embargo, para un conjunto
considerable de cuestiones de índole ambiental, es posible utilizar uno o más
indicadores para mostrar, al menos, la dirección en que los cambios están
ocurriendo a nivel mundial, regional o local. Utilizados de manera combinada,
estos indicadores principales ofrecen un pantallazo general del medio
ambiente mundial y del progreso hacia la sostenibilidad ambiental –o hacia
un mayor deterioro del medio ambiente.
El conjunto de indicadores ambientales clave que se presentan en este
capítulo puede servir de base para elaborar los objetivos de desarrollo
sostenible, así como sus metas e indicadores asociados, y ayudar a medir el
Mau, Kenya. Los reconocimientos aéreos y otras técnicas de observación
 Bosque
ofrecen importante información sobre la situación y las tendencias del medio
ambiente. Foto: Christian Lambrechts
Los indicadores son medidas que pueden utilizarse para ilustrar
y comunicar fenómenos complejos de manera sencilla, por
ejemplo, las tendencias y los progresos en un lapso de tiempo.
progreso hacia la sostenibilidad ambiental. Ahora bien, para varios problemas
ambientales, en la mayoría de los países del mundo no se dispone de los datos
más básicos para describir las tendencias de manera coherente y a largo plazo,
por ejemplo, las relacionadas con el uso de productos químicos, la recolección
y el tratamiento de residuos, la calidad del aire, la degradación de la tierra y la
pérdida de diversidad biológica. La hoja de ruta que muestre el camino hacia
el desarrollo sostenible deberá enfocarse más a que la comunidad internacional
procure recopilar y procesar datos ambientales.
El conjunto de los indicadores clave que figura en las siguientes secciones
corresponde a importantes cuestiones ambientales mundiales: el cambio
climático, el agotamiento de la capa de ozono, los productos químicos y los
desechos, el uso de los recursos naturales (aire, tierra, agua, diversidad
biológica) y la gobernanza ambiental. Se han marcado los indicadores que
coinciden con los utilizados en el proceso de los ODM.
Cambio climático y energía
Las emisiones mundiales de CO procedentes de la quema de combustibles
2
fósiles han continuado en ascenso en los últimos años, pese a los
compromisos en vigor de los países y las crisis económicas que aquejan a
diversas partes del mundo, y alcanzaron las 32.100 millones de toneladas en
2009 (gráfico 1). El incremento está teniendo lugar sobre todo en la región
de Asia y el Pacífico, donde las emisiones per cápita se acercan al promedio
mundial, aunque todavía están por debajo de las registradas en Europa, Asia
Occidental y, en especial, América del Norte (gráfico 2). El aumento de las
emisiones produce mayores concentraciones de CO2 en la atmósfera y eleva
la temperatura del planeta; el año 2012 fue uno de los diez años más
calurosos de la historia, y el 36º año consecutivo en que las temperaturas
superaron el promedio a largo plazo (NOAA, 2013).
Indicadores ambientales clave
53
África
Asia y el Pacífico
Europa
América Latina y el
Caribe
América del Norte
Asia Occidental
Mundial
30
25
20
15
10
5
dor
OIndDicaM
0
19
8
19
90
19
91
19
92
19
93
19
94
19
95
19
96
19
97
19
98
19
99
20
00
20
01
20
02
20
03
20
04
20
05
20
06
20
07
20
08
20
09
miles de millones de toneladas de CO2
35
Gráfico 1: Emisiones de dióxido de carbono procedentes de combustibles fósiles y de la producción de cemento, expresadas en miles de millones de toneladas de CO2,
19892009. Las emisiones mundiales de CO2 han aumentado en los últimos años, principalmente en la región de Asia y el Pacífico. Fuente: Environmental Data Explorer,
PNUMA, recopilado a partir de Boden et al,. (2012)
Promedio mundial
15
10
5
0
África
América
Asia y
Latina y el
el
Caribe
Pacífico
Europa
Asia
América
Occidental del
Norte
dor
OIndDicaM
Gráfico 2: Emisiones de dióxido de carbono per cápita, 2009. Las emisiones de CO2
per cápita están muy por encima de la media mundial en Europa, Asia Occidental y,
especialmente, en América del Norte. Fuente: Environmental Data Explorer, PNUMA,
recopilado a partir de Boden et al. (2012)
54
ANUARIO PNUMA 2013
6
Energy supply
Un indicador clave del cambio climático son las tendencias constantes en los
cambios en los glaciares. Las mediciones de los glaciares a finales del siglo
XIX ponen de manifiesto las graves pérdidas de hielos, incluso teniendo en
14
12
10
8
6
4
2
0
19
9
19 2
9
19 3
9
19 4
9
19 5
9
19 6
9
19 7
9
19 8
9
20 9
0
20 0
0
20 1
0
20 2
0
20 3
0
20 4
0
20 5
0
20 6
0
20 7
0
20 8
0
20 9
10
20
Las emisiones de gases de efecto invernadero se deben en gran medida a la
quema de combustibles fósiles en la producción industrial, la calefacción y el
transporte, además de a la deforestación y otros cambios en el uso de la
tierra. Los combustibles fósiles siguen dominando el suministro mundial de
energía (gráfico 3). Si bien las cuantiosas inversiones en formas de energía
más sostenibles, en particular la energía solar y eólica, han aportado un
notable crecimiento en el uso de la energía renovable (gráfico 4), la
proporción total de su uso es aún poco significativa comparada con la de los
combustibles fósiles un 12,9% del suministro total de energía (en 2010).
miles de millones de toneladas
de petróleo equivalente
toneladas de CO22 per cápita
El constante aumento de las emisiones de CO2 indica una mayor divergencia
respecto de la trayectoria que permitiría confinar el calentamiento global a
los 2ºC necesarios para mantenerse dentro de los límites de seguridad
planetarios. Lograr que el aumento de la temperatura mundial permanezca
por debajo de los 2ºC se ha convertido en el objetivo fundamental de las
negociaciones internacionales en materia de cambio climático. Ello se
reconoció en recientes períodos de sesiones de la Conferencia de las Partes
en la CMNUCC, la cual, en vista de la disparidad entre las metas de reducción
de emisiones y las tendencias actuales, acordó, en su 18º período de sesiones,
celebrado en Doha (Qatar) en noviembre de 2012, redoblar los esfuerzos
antes de 2020 (más allá de los compromisos actuales de los países para
poner freno a las emisiones) con miras a permanecer por debajo del nivel de
calentamiento de 2ºC.
hidroeléctrica, geotérmica, solar,
eólica
nuclear
combustibles renovables
gas natural
carbón y sus productos
petróleo crudo
Gráfico 3: Suministro de energía primaria, 19922010. El uso de combustibles fósiles
ha aumentado de forma constante en los dos últimos decenios, aunque ha habido
un leve descenso hacia el año 2009. Los recursos renovables representan una parte
modesta pero en alza. Fuente: Environmental Data Explorer, PNUMA, recopilado a partir
de AIE (2012a).
0
140 000
metros (equivalente en agua)
-2
137 500
energía solar fotovoltaica
energía solar térmica
energía eólica
biocombustibles (biogasolina y
biodiesel)
135 000
132 500
-4
-6
-8
-10
-12
130 000
-14
35 000
-16
1980
32 500
1985
1990
1995
2000
2005
2010
30 glaciares “de referencia”
todos los glaciares
30 000
Gráfico 5: Balance de masa de los glaciares de montaña, 19802011. Los glaciares
siguen derritiéndose a un ritmo sin precedentes, produciendo así un impacto cada
vez más grave sobre el medio ambiente, los recursos naturales y el bienestar
humano. Fuente: Servicio mundial de vigilancia de glaciares, 2013
index (1990 = 100)
27 500
15 000
cuenta las variaciones temporales y regionales. El derretimiento se ha
acelerado en los últimos años (gráfico 5), y ha tenido consecuencias
significativas en el medio ambiente y las actividades humanas, pues ha
contribuido, por ejemplo, a deslizamientos de tierras, cambios en el
suministro de agua y energía, y al aumento global del nivel del mar. Los
principales glaciares se contrajeron 1,05 metros en promedio en 2011, el
último año para el que se dispone de datos (Servicio mundial de vigilancia de
glaciares, 2013). El hielo del mar en el verano del Ártico se está derritiendo a
un ritmo acelerado, al tiempo que retrocede el hielo terrestre y se descongela
el permafrost. En el gráfico 1 del capítulo 2 se muestra la importante
reducción de la capa de hielo del mar Ártico.
12 500
Agotamiento de la capa de ozono
25 000
22 500
20 000
17 500
En los últimos 20 años, gracias a la aplicación del Protocolo de Montreal, el
consumo de sustancias que agotan el ozono ha disminuido en más de un
98%, lo que representa un gran éxito (gráfico 6). Dado que la mayoría de
esas sustancias son potentes gases de efecto invernadero, también se ha
realizado una importante contribución a la protección del sistema climático
mundial (Naciones Unidas, 2012b). Con las reducciones conseguidas hasta el
momento, solo queda por eliminar, en virtud del Protocolo, el amplio grupo
de los hidroclorofluorocarbonos.
10 000
7 500
5 000
2 500
08
10
20
06
20
04
02
00
20
20
20
20
96
98
19
92
94
19
19
19
19
90
0
Gráfico 4: Índice de suministro de energía renovable, 19902010 (1990 = 100). El uso
de energía solar se ha disparado, seguido del de la energía eólica y los biocombustibles. Fuente: Environmental Data Explorer, PNUMA, recopilado a partir de AIE (2012b).
Los gobiernos están considerando la posibilidad de introducir una enmienda
en el Protocolo para que se incluyan los hidrofluorocarbonos (HFC), una clase
de productos químicos con potencial de calentamiento atmosférico
frecuentemente utilizados como sustitutos de ciertas sustancias que agotan
el ozono (gráfico 7). El período de eliminación de las otras categorías
principales de sustancias que agotan el ozono está llegando a su fin.
Actualmente, se está prestando más atención a varias pequeñas categorías
Indicadores ambientales clave
55
África
Asia y el Pacífico
Europa
América Latina y el
Caribe
América del Norte
Asia Occidental
Mundial
1.5
1
0.5
dor
OIndDicaM
0
-0.1
19
89
19
90
19
91
19
92
19
93
19
94
19
95
19
96
19
97
19
98
19
99
20
00
20
01
20
02
20
03
20
04
20
05
20
06
20
07
20
08
20
09
20
10
20
11
millones de toneladas de PAO
2
Gráfico 6: Consumo de sustancias que agotan la capa de ozono expresado en millones de toneladas de potencial de agotamiento del ozono (PAO), 19892011. Aunque
quedan desafíos por superar, el consumo de sustancias que agotan la capa de ozono ha disminuido enormemente gracias al Protocolo de Montreal del Convenio de Viena
para la Protección de la Capa de Ozono. Fuente: Environmental Data Explorer, PNUMA, recopilado a partir de PNUMA (2012c).
de usos exentos para esas sustancias (mediante mejoras en el seguimiento o
la presentación de informes), así como a la gestión ambientalmente racional
y la destrucción de las sustancias que agotan el ozono que aún están
presentes en, por ejemplo, existencias obsoletas y equipos, como aparatos
de aire acondicionado o refrigeradores (Naciones Unidas, 2012b).
Productos químicos y desechos
En respuesta a la creciente demanda de productos químicos en los productos
y los procesos, la industria química internacional ha experimentado un
crecimiento notable desde la década de los setenta. La producción química
mundial se multiplicó por 25 entre 1970 y 2010, y pasó de una cifra estimada
de 171.000 millones a 4,12 billones de dólares (PNUMA, 2012b). Los países,
los fabricantes y la comunidad internacional han realizado algunos avances
para reducir los riesgos químicos en los últimos cuatro decenios gracias a la
aplicación de normas, reglas y reglamentos. Pero se requieren mayores
esfuerzos para alcanzar el objetivo de Johannesburgo de utilizar y producir
Esta representación del uso de aerosoles en el mundo se obtuvo mediante una simulación realizada con el modelo de observación de la Tierra del Instituto Goddard, versión
5, con una resolución de 10 kilómetros. El polvo (rojo) se levanta de la superficie, la sal marina (azul) gira dentro de los ciclones, el humo (verde) se desprende de incendios y
las partículas de sulfato (blanco) fluyen de volcanes y emisiones de combustibles fósiles. Foto: William Putman, NASA/Goddard
56
ANUARIO PNUMA 2013
300
250
250
Europa
millones de toneladas
Gigagramos
300
200
150
2011: 280
Mundial
200
150
100
100
2011: 58
50
50
0
1950
Europa
10
08
20
20
06
20
04
20
02
20
00
98
América del Norte
20
19
96
19
94
19
92
19
19
90
0
Partes en el anexo I
Gráfico 7: Consumo de hidrofluorocarbonos (HFC) en gigagramos, 19902010. Si
bien se consideran sustitutos adecuados desde el punto de vista de la protección
de la capa de ozono, algunos sustitutos de sustancias que agotan el ozono, por
ejemplo, los HFC, tienen un alto potencial de calentamiento atmosférico y pueden
tener efectos importantes en el cambio climático. Fuente: CMNUCC (2012)
1960
1970
1980
1990
2000
2010
Gráfico 8: Producción de plásticos en millones de toneladas, 19502011. Después de
una rápida disminución entre 2008 y 2009, la producción mundial alcanzó un nuevo
record de 280 millones de toneladas en 2011. En los últimos años, los residuos
plásticos en el océano se han convertido en un tema que suscita cada vez más
inquietud. Fuente: PlasticsEurope (2012)
en este ámbito, seguida de Asia y el Pacífico, América del Norte, América
Latina y el Caribe, y Asia Occidental. En el caso de África, no se dispone de
datos a nivel regional.
en 2020 productos químicos de manera que no causen efectos adversos
importantes para la salud humana (Naciones Unidas, 2002).
350
300
250
200
150
100
50
Europa
09
08
20
07
América Latina
y el Caribe
América del Norte
20
06
20
05
20
04
20
03
20
02
20
01
20
00
20
99
Asia y el Pacífico
20
98
19
97
19
96
19
19
95
0
19
Una mayor reducción de los residuos, sumada a una mejor gestión de los
desechos (reducción, reutilización y reciclaje), servirán de ayuda a la
búsqueda de soluciones para los problemas ambientales y de salud
relacionados con los desechos. La evolución de la situación es alentadora en
varias partes del mundo, entre otras cosas, gracias a los esfuerzos
internacionales por controlar la generación y el movimiento de desechos
peligrosos. La falta de datos exhaustivos y comparables hace imposible
obtener una idea clara del uso de los recursos a nivel mundial y del alcance
de los problemas relacionados con los desechos. Con todo, hay un indicador
que sí puede utilizarse: el de los residuos recogidos por los municipios. Si
bien los datos son escasos, en la mayoría de las regiones se dispone de ellos
para los últimos años. En el gráfico 9, se muestra que Europa está a la cabeza
400
millones de toneladas
Preocupa particularmente la proliferación de basura marina y residuos
plásticos que terminan en las vías fluviales y los océanos por sus posibles
consecuencias en la salud humana y el medio ambiente (PNUMA, 2011a). El
volumen de plásticos producidos en todo el mundo se ha disparado en los
últimos decenios, alcanzando las 280 millones de toneladas en 2011 (gráfico
8). Aproximadamente 100 kg de materiales plásticos por persona se utilizan
cada año en América del Norte y Europa (2005), una cifra que se prevé
aumente a 140 kg en 2015. El promedio es mucho menor en países que están
experimentando un rápido desarrollo, como los países asiáticos, pero se
espera que aumente de 20 kg por persona a 36 kg en 2015 (PNUMA, 2011a).
Asia Occidental
Gráfico 9: Recolección de residuos urbanos en las diferentes regiones, 19952009.
Los datos son escasos y no hay datos disponibles a nivel regional sobre África.
Fuente: Environmental Data Explorer, PNUMA, recopilado a partir de la División de
Estadística de las Naciones Unidas (2012).
Indicadores ambientales clave
57
Los recursos naturales son esenciales para satisfacer las necesidades básicas;
sin embargo, su explotación ha comenzado a exceder la capacidad de la
Tierra, y la escala de las actividades humanas está “consumiendo” las reservas
del planeta. Como analogía, se dice que hoy en día utilizamos el equivalente
a 1,5 Tierras para proporcionar los recursos que utilizamos y absorber los
desechos, y para 2030 puede que necesitamos el equivalente a dos Tierras
para mantener nuestro estilo de vida (Global Footprint Network, 2012).
Pesca
Un claro ejemplo del agotamiento de los recursos es la situación de las
poblaciones mundiales de peces. La captura de peces marinos aumentó
de manera sostenida hasta alcanzar unas 93 millones de toneladas anuales
a mediados de los noventa, pero desde entonces se ha estabilizado, o
incluso ha disminuido (gráfico 10). Solo la región de Asia y el Pacífico
sigue mostrando una tendencia al alza. Al mismo tiempo, el porcentaje
de poblaciones de peces sobreexplotadas ha aumentado, mientras que
la proporción de especies que no se explotan totalmente ha descendido
(gráfico 11). La sobreexplotación no solo afecta de manera adversa al
medio ambiente, sino que reduce la producción pesquera, lo que acarrea
consecuencias sociales y económicas negativas. Pese a la preocupante
situación mundial de la pesca marina, algunas regiones han avanzado en la
reducción de las tasas de explotación y en la recuperación de poblaciones
de peces y ecosistemas marinos sobreexplotados mediante una gestión
eficaz (FAO, 2012c).
Océano
Debido al aumento de los niveles de CO en la atmósfera, los océanos y las
2
zonas costeras se están acidificando cada vez más, como evidencia el gradual
descenso de los valores de pH (gráfico 12). La absorción de CO en las aguas
2
marinas altera la composición química del océano, lo que produce daños a
ejemplares de vida marina formadores de conchas. Ello puede, a su vez,
distorsionar los ecosistemas y afectar la pesca, el turismo y otras actividades
humanas que dependen del mar. La acidificación de los océanos se está
convirtiendo rápidamente en un problema crítico, que puede afectar a
muchas especies y sus ecosistemas, e influir considerablemente en las dietas
a base de
marinos de muchas personas (PNUMA, 2010).
13productos
Ocean acidification
8.40
80
380
60
CO2 ()
CO2 ()
8.30
8.25
360
40
Bosques
8.20
340
8.15
20
Gráfico 10: Captura de peces y producción acuícola, 19922010. La pesca mundial
se ha estabilizado en unos 90 millones de toneladas por año. La acuicultura ha
aumentado significativamente, sobre todo en China y otras partes de Asia. Fuente:
Environmental Data Explorer, PNUMA, recopilado a partir de FAO (2012b).
100
pH
CO2 (agua de mar)
10
08
12
20
20
20
06
02
04
20
20
00
20
20
19
acuicultura, China
19
acuicultura, mundial
98
280
96
8.00
19
2010
94
2007
300
92
2002
8.05
19
1997
captura de peces
CO2 (atmósfera)
Gráfico 12: Concentraciones atmosféricas de CO2 y acidificación de los océanos,
indicados por un aumento de la presión parcial de CO2 y un descenso del pH del
agua de superficie media global, 19922012. Fuente: Caldeira y Wickett (2003), Feely
Bosques
80
dor
OIndDicaM
60
40
20
0
19
9
19 2
9
19 3
9
19 4
95
19
9
19 6
9
19 7
98
19
9
20 9
00
20
0
20 1
0
20 2
0
20 3
04
20
0
20 5
0
20 6
07
20
08
20
09
porcentaje de todas las
poblaciones de peces
320
8.10
0
1992
no explotadas
plenamente
totalmente
explotadas
sobreexplotadas
Gráfico 11: Explotación de las poblaciones de peces, 19922009. El porcentaje de
poblaciones de peces totalmente explotadas o sobreexplotadas fue del 85% en
2009. Fuente: Environmental Data Explorer, PNUMA, recopilado a partir de FAO
(2012c).
58
400
8.35
pH
millones de toneladas
100
partes por millón pH
Aprovechamiento de los recursos naturales
ANUARIO PNUMA 2013
Los árboles y otras plantas han proporcionado combustible y materiales
de construcción a las sociedades humanas desde épocas prehistóricas.
A medida que han crecido las poblaciones humanas, los bosques han
cambiado y evolucionado de manera distinta en diferentes regiones (FAO,
2012b). Tras décadas de fuerte deforestación en muchas partes del mundo,
su ritmo está descendiendo y las superficies forestales están aumentando
en algunas regiones. La extracción de madera en rollo parece haberse
estabilizado en los últimos años en la mayoría de las regiones, aunque en
Asia Occidental la tasa de tala de bosques ha ido en aumento, sobre todo
en 2010 (gráfico 13). La gestión sostenible de los bosques es esencial para
revertir el agotamiento y, literalmente, “enverdecer el mundo”. Un indicador
de una mejora en esa gestión es la certificación de la madera y otros
productos forestales. Pese a que la superficie total certificada de bosques
gestionados en el ámbito de los dos órganos de certificación principales – el
Consejo de Administración Forestal (FSC) y el Programa de Reconocimiento
de Sistemas de Certificación Forestal (PEFC) – es todavía modesta, debe
reconocerse que el aumento del 8% desde 2002 es sorprendente. La
proporción más grande de bosques certificados se encuentra en Europa y
América del Norte (gráfico 14).
4.0
Proporción
3.5
3.0
Agua
2.5
2.0
1.5
1.0
0.5
0
África
1990
Asia y
el Pacífico
2000
Europa
América
Asia
América
Latina y el Occidental
del
Caribe
Norte
2005
Mundo
2010
Gráfico 13: Índice de extracción de los bosques expresada como proporción entre
la producción de madera en rollo y las existencias de madera en pie, 19902010. Tras
décadas de crecimiento, la extracción de madera en rollo parece haberse
estabilizado en los últimos años, excepto en Asia Occidental. Fuente: Environmental
Data Explorer, PNUMA, recopilado a partir de FAO (2005) para 1990, 2000 y 2005, y FAO
(2010) para 2010
En 2010, el 89% de la población del mundo tenía acceso a fuentes mejoradas
de agua potable, un aumento con respecto al 76% de 1990 (gráfico 15). Esto
significa que la meta mundial de los ODM de reducir a la mitad la proporción
de personas sin acceso sostenible al agua potable se cumplió cinco años
antes de la meta de 2015, con la salvedad de que se realizaron mayores
progresos en las zonas urbanas que en las rurales. Alrededor de un 11% de la
población mundial (unos 783 millones de personas) todavía no tiene acceso
a fuentes mejoradas de agua potable. La cobertura continúa siendo muy
baja en Oceanía y en el África Subsahariana, que no están en vías de cumplir
la meta sobre el agua potable de los ODM antes de 2015 (Naciones Unidas,
2012b). La meta de reducir a la mitad la proporción de personas sin acceso
sostenible a los servicios básicos de saneamiento sigue siendo un desafío,
sobre todo en las zonas rurales de las regiones en desarrollo.
La escasez de agua continúa siendo un grave problema en muchas partes del
mundo, tal como pone de manifiesto el indicador de escasez de agua azul,
que muestra la proporción de agua subterránea y superficial consumida en
superficie forestal
certificada a nivel mundial
PEFC FSC
5.67% 3.25%
not certified
91.08%
millones de hectáreas
FSC - 128
PECF -223.5
No certificada – 3.588
Bosques del mundo – 3.952
hectáreas de superficie forestal
851 392 000
295 989 000
34 000
bosques no certificados
certificaciones
Consejo de Administración Forestal (FSC)
Programa de Reconocimiento de
Sistemas de Certificación Forestal (PEFC)
Gráfico 14: Certificación forestal del Consejo de Administración Forestal (FSC) y el Programa de Reconocimiento de Sistemas de Certificación Forestal (PEFC) en 2011. La
certificación forestal ha aumentado de forma sorprendente, sobre todo en Europa y América del Norte. Fuente: FSC (2012) y PEFC (2012)
Indicadores ambientales clave
59
80
14
12
ODM relativo al agua para 2015 (89%)
ODM relativo al saneamiento para 2015 (75%)
70
60
50
40
30
20
10
0
África
1990
Asia y el
Pacífico
Europa
1995
América
Latina y el
Caribe
2000
Asia
América
del Norte Occidental
2005
2010
Mundo
2010
dor
OIndDicaM
Gráfico 15: Proporción de población con acceso sostenible a una fuente mejorada
de suministro de agua (primeras filas) y a servicios de saneamiento básicos (últimas
filas), 19902010. La meta mundial de los ODM relativa al agua potable ya se ha
alcanzado, pero no así la meta relacionada con el saneamiento básico. Fuente:
Environmental Data Explorer, PNUMA, recopilado a partir de OMS/UNICEF (2011).
10
8
6
4
2
0
1978-79
1980-89
1990-99
2000-09
20101977-79
1980-89
1990-99
2000-09
2010-12
1974-79
1980-89
1990-99
2000-09
2010-11
1979
1980-89
1990-99
2000-09
2010
1972-79
1980-89
1990-99
2000-06
20101969
1970-79
1980-89
1990-99
2000-06
90
miligramos por litro (mg/l)
de oxígeno disuelto
porcentaje de población total
100
África
Asia y el Pacífico
Europa
América del Norte
Asia Occidental
América Latina y
el Caribe
Gráfico 17: Niveles de oxígeno disuelto en aguas superficiales, 19692010/2011. El
promedio se muestra como puntos rojos, rodeados de un color diferente para representar
los márgenes de incertidumbre en cada región. Los datos disponibles indican que las
concentraciones de oxígeno disuelto suelen estar dentro de los límites generalmente
aceptados de entre 6 mg/l en agua caliente y 9,5 mg/l en agua fría, tal como se establece,
por ejemplo, en Australia, el Brasil y el Canadá. Estos datos no son representativos de todas
las aguas de las regiones, ni de cada decenio aquí representado. Fuente: PNUMASistema
Mundial de Vigilancia del Medio Ambiente/Evaluación de la Calidad del Agua (2012)
Diversidad biológica
baja
moderada
significativa
severa
Gráfico 16: Promedio anual de escasez de agua en las principales cuencas fluviales,
19962005. Se observa una escasez de agua azul significativa o severa en 82 de las
405 cuencas fluviales estudiadas, que afecta a aproximadamente 520 millones de
personas. Fuente: Mekonnen y Hoekstra (2011)
relación con el agua sostenible disponible para el uso humano (una vez
considerados los flujos ambientales) (Mekonenn y Hoekstra, 2011) (gráfico
16). En promedio, de las 405 cuencas fluviales estudiadas, 264 ―que albergan
a un total de 2050 millones de personas― sufren baja escasez de agua
(<100%). Sin embargo, 380 millones de personas que viven en 55 cuencas
sufren escasez moderada (100150%), 150 millones de personas de 27
cuencas sufren escasez significativa (150200%) y 1370 millones de personas
de 59 cuencas (en particular en la India, el Pakistán y China) sufren escasez de
agua severa (>200%).
No hay suficientes datos exhaustivos sobre la calidad del agua y solo se
dispone de unos pocos indicadores. Los niveles de oxígeno disuelto en las
aguas superficiales ilustran las condiciones de vida en las masas de agua
(gráfico 17).
60
ANUARIO PNUMA 2013
La diversidad biológica del mundo sigue decayendo de modo alarmante.
Según mediciones del Índice de la Lista Roja de Especies Amenazadas, la
situación de todos los grupos de especies con tendencias conocidas está
empeorando con respecto a la amenaza de extinción, tal como se expresa en
las siete categorías de riesgo, que van desde las especies que no están
amenazadas (“Preocupación Menor”) a las que ya están extintas (gráfico 18).
La amenaza más grave afecta a los corales, debido a la mayor decoloración,
la acidificación de los océanos y otros efectos vinculados al cambio climático,
seguidos de los anfibios (amenazados sobre todo por la quitridiomicosis, una
enfermedad causada por un hongo), las aves y los mamíferos. La situación de
los mamíferos se ha deteriorado de manera más notable en el Asia
Sudoriental, mientras que las aves están más amenazadas en Oceanía, en
gran parte debido a las especies invasoras introducidas por los humanos
(Centro Mundial de Vigilancia de la Conservación del PNUMA, 2010). Si bien
hay vacíos importantes en la vigilancia sistemática de la diversidad biológica
a nivel mundial, cada vez se realizan más esfuerzos coordinados para
solucionarlos (Pereira et al., 2013).
En varios casos, la conservación y la reglamentación han sido eficaces.
Cuando no existen medidas para la conservación, el Índice muestra un
descenso muy pronunciado de por lo menos 18% para aves y mamíferos. A
nivel mundial, las zonas protegidas siguen creciendo y actualmente abarcan
casi un 13% de la superficie terrestre, 7,2% de las zonas costeras y marinas
(hasta 12 millas náuticas de la costa) y 1,6% de los océanos (Naciones Unidas,
2012b). La comunidad internacional se ha fijado metas para 2020 con
respecto a las zonas protegidas: alcanzar un 17% de cobertura para las zonas
terrestres y un 10% para las zonas costeras y marinas (CDB, 2010). Se está
subrayando la necesidad de gestionar de manera eficaz y equitativa las
zonas protegidas, así como la importancia de contar con datos e indicadores
adecuados para vigilar los progresos en la consecución de esas metas.
1.00
descenso reciente, que es relativamente más significativo en el comercio
de animales en cautividad que en el de animales capturados en el medio
silvestre (gráfico 19).
mejor
aves
mamíferos
anfibios
corales
La gobernanza ambiental
peor
Índice de la Lista Roja
sobre la supervivencia
de las especies
0.90
0.80
dor
OIndDicaM
0.70
1980
1990
2000
2010
Gráfico 18: Índice de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN, 19802010. El
Índice mide el riesgo de extinción de las especies según siete categorías, que van
desde las menos amenazadas (“Menor Preocupación”) a las que ya están extintas. Un
valor 1,0 indica que no se prevé que la especie en cuestión llegue a extinguirse en
un futuro próximo, mientras que el 0 significa que una especie ya se ha extinguido.
Un pequeño cambio en el grado de amenaza puede tener consecuencias
importantes en la desaparición de una determinada especie. Fuente: UICN (2012)
Gracias a los tableros de instrumentos de datos sobre el comercio de la
Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de
Fauna y Flora Silvestres (CITES), se ponen a disposición del público datos
sobre el comercio de las especies incluidas en dicha Convención. El análisis
de estos datos apunta a un aumento de la presentación de informes a la
CITES sobre el comercio de las Partes. Tras muchos años de aumento, el
comercio notificado de animales silvestres y en cautividad ha registrado un
El medio ambiente presentaría un panorama promisorio si la respuesta
internacional a los problemas que lo aquejan se midiese sólo por el número
de convenios y demás acuerdos internacionales que han sido adoptados en
esa materia. Se han firmado más de 500 acuerdos ambientales desde 1972, el
año de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, en
Estocolmo, y de la creación del Programa de las Naciones Unidas para el
Medio Ambiente (PNUMA). Cabe señalar acuerdos históricos como los que se
ocupan del cambio climático, la diversidad biológica, los desechos peligrosos,
el comercio internacional de especies amenazadas y la desertificación. En su
conjunto representan un esfuerzo extraordinario para coordinar las políticas
de los países con el fin de alcanzar el desarrollo sostenible. El número de
acuerdos multilaterales sobre el medio ambiente ha crecido junto con el
número de países (Partes) signatarios. El gráfico 20 muestra que, en 2012, el
90 por ciento de los Estados Miembros de las Naciones Unidas ya había
firmado en su totalidad los 14 principales acuerdos de dicha especie.
Un indicador clave de las actividades de gestión del medio ambiente que
realizan las empresas y demás organizaciones es el número de certificaciones
ISO 14001, la norma que reglamenta la gestión del medio ambiente. Hubo
267.500 certificaciones de ese tipo en 2011, con importantes diferencias
entre unas regiones y otras (Gráfico 21). La certificación no significa
automáticamente que mejore el desempeño ambiental, pero indica que las
empresas y organizaciones tienen mayor conciencia de la necesidad de
adoptar sistemas de ordenación ambiental. Pese al mayor número de textos
legales y certificaciones, la profunda preocupación por el problema y las
1 600
número de animales vivos (miles)
1 400
especímenes silvestres
especímenes criados y nacidos en cautividad
1 200
1 000
800
600
400
200
11
20
09
20
07
20
05
20
20
03
01
20
99
19
7
19
9
95
19
93
19
91
19
89
19
5
87
19
19
8
83
19
81
19
19
79
77
19
19
75
0
Gráfico 19: Comercio de especímenes criados y nacidos en cautividad frente a especímenes silvestres, 19752011. Fuente: CITES (2012)
Indicadores ambientales clave
61
Número de Partes
200
Basilea
Cartagena
CDB
CITES
CEM
Patrimonio
Kyoto
Ozono
Ramsar
Rotterdam
Estocolmo
UNCCD
CNUDM
CMNUCC
150
100
50
12
20
19
7
19 1
72
19
74
19
76
19
78
19
80
19
82
19
84
19
86
19
88
19
90
19
92
19
94
19
96
19
98
20
00
20
02
20
04
20
06
20
08
20
10
0
Gráfico 20: Número de Partes en los acuerdos ambientales multilaterales (19712012). Hay muchos acuerdos y convenios que están alcanzando el número máximo de países
signatarios (Partes). En el conjunto de los 14 acuerdos multilaterales que se mencionan en el gráfico, el número de Partes alcanzó el 90% en 2012. El establecimiento y firma
de tales acuerdos es un primer paso importante, pero no significa que sean resueltos de inmediato los problemas del medio ambiente abordados. Fuente: PNUMA EDE, a partir
de datos de las secretarías de diversos acuerdos ambientales multilaterales (Cuadro 1).
numerosas manifestaciones de buenas intenciones, en la práctica los
avances para resolver los problemas ambientales han sido mucho menos
integrales. Hay diversas tendencias positivas y algunos éxitos, pero el medio
ambiente mundial sigue deteriorándose en casi todos sus aspectos (PNUMA,
Number of certifications of the ISO 14001 standard
2012a, 2012b).almost every respect (UNEP 2012a, 2012b).
De cara al futuro
Hasta ahora no ha habido muchos casos de éxito indiscutible en el ámbito
del medio ambiente, pero, sin duda, uno es la eliminación de la producción
Número de certificaciones
300
250
La conciencia cada vez mayor de los problemas ambientales, junto con la
voluntad y el compromiso políticos de atender dichos problemas mediante
acuerdos y convenios internacionales son signos positivos, y también son
necesarios para que las medidas normativas produzcan cambios estructurales
en las modalidades de consumo y producción. El uso de las fuentes de
energía renovable es un hecho alentador. No obstante, el medio ambiente
del planeta sigue deteriorándose y todos sus elementos, desde el agua y el
aire a la tierra y la biodiversidad, muestran signos de degradación.
200
150
100
50
19
99
20
00
20
01
20
02
20
03
20
04
20
05
20
06
20
07
20
08
20
09
20
10
20
11
0
África
Asia y el Pacífico
América Latina y
el Caribe
América del Norte
Europa
Asia
Occidental
Gráfico 21: Número de certificaciones ISO 14001 (19992011). La certificación ISO
14001 indica que las empresas y demás organizaciones se comprometen a adoptar
sistemas de ordenación ambiental de acuerdo con las normas establecidas por la
propia compañía o institución. El total de certificaciones superó las 250.000 en 2010,
correspondiendo los mayores porcentajes a Asia y el Pacífico y Europa. Fuente: ISO
(2012)
62
de las sustancias que agotan la capa de ozono en virtud del Protocolo de
Montreal, que, según se prevé, permitirá recuperar dicha capa en las décadas
venideras. Otro es alcanzar la meta de los ODM de reducir a la mitad la
proporción de personas que carecen de acceso sostenible a una fuente de
agua potable segura en 2015. Entre 1990 y 2010, más de 2.000 millones de
personas obtuvieron acceso a fuentes de agua potable mejoradas, como el
agua corriente y los pozos protegidos. Sin embargo, se siguen requiriendo
iniciativas internacionales, pues millones de personas aún carecen de acceso
sostenible a agua potable segura, y también dista mucho de cumplirse la
meta de reducir a la mitad la proporción de quienes carecen de acceso
sostenible a servicios básicos de saneamiento.
ANUARIO PNUMA 2013
No es posible intervenir en problemas cuyas dimensiones se desconocen. La
falta persistente de datos y el hecho de que el medio ambiente no sea
vigilado como sería deseable son los principales problemas que se deben
atender. Los datos que se puedan comparar a nivel internacional son la base
para observar la evolución del cambio climático en todo el planeta, así como
para determinar el avance hacia la consecución de las metas y objetivos. La
falta de datos afecta a la capacidad de averiguar las tendencias persistentes
que operan actualmente en las diversas facetas del medio ambiente mundial,
como los productos químicos y los desechos, la degradación de la tierra, la
calidad del agua y la biodiversidad. Pese a los veloces adelantos registrados
en la mayoría de los países en lo que respecta al acceso a Internet, la
teleobservación, los medios sociales y demás medios y tecnologías de la
información que son útiles para las labores de vigilancia y recopilación de
datos, la carencia de estadísticas no deja de ser un problema grave.
Además de un mayor númeroy mejores datos sobre los cambios del medio
ambiente, es necesario contar con objetivos claros y medibles para encarar
correctamente las cuestiones que son motivo de preocupación y aumentar
las posibilidades de conseguir resultados fructíferos. En comparación con los
aspectos económicos y sociales del desarrollo sostenible, los aspectos
relacionados al medio ambiente carecen de objetivos y metas precisas y
cuantificables. Salvo algunas metas, como las referidas al cambio climático
(por ejemplo, limitar el calentamiento de la Tierra a menos de 2ºC) y la
biodiversidad (por ejemplo, aumentar las zonas protegidas en 2020), muchos
objetivos y metas establecidos en los acuerdos ambientales multilaterales se
expresan de manera general y ponen de manifiesto fundamentalmente las
buenas intenciones de los países signatarios. Los acuerdos internacionales
sobre medio ambiente más fructíferos son aquellos que tienen por objeto
cuestiones bien definidas con objetivos precisos y metas cuantificables, los
cuales se pueden medir debido al acceso a datos ciertos y completos. Son
ejemplo de ellos el acuerdo sobre zonas protegidas establecido en 1961 por
la Comisión Mundial de Zonas Protegidas y el Protocolo de Montreal (1987)
del Convenio de Viena para la Protección de la Capa de Ozono (PNUMA,
2011b).
Aunque faltan objetivos, metas y criterios de medición precisos para lograr la
sostenibilidad ambiental y el desarrollo sostenible en general y para
comprobar los resultados obtenidos, desde 1992 se han propuesto diversos
marcos y conjuntos de indicadores e índices. En 1995 se estableció un
conjunto de 134 indicadores nacionales de desarrollo sostenible, siguiendo
en general el Programa 21 (el programa de acción para el desarrollo
sostenible, que fue fruto de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el
Medio Ambiente y el Desarrollo, reunida en Río de Janeiro en 1992). Revisado
en 2001 y 2006, dicho conjunto, elaborado por la Comisión sobre el Desarrollo
Sostenible de las Naciones Unidas, comprende 96 indicadores, 50 de los
cuales forman el núcleo del conjunto (ONU, 2007). Asimismo, se han
establecidos marcos para la recogida de datos estadísticos y para la
contabilidad económica y ambiental para asistir a los países en la elaboración,
ordenación y aplicación de los datos estadísticos sobre el medio ambiente y
la información correspondiente de carácter socioeconómico, particularmente
el Marco para el Desarrollo de las Estadísticas Ambientales y el Sistema de
Contabilidad Económica y Ambiental. Se idearon varios índices compuestos
para medir distintos aspectos del desarrollo sostenible, como el conocido
Índice de Desarrollo Humano y la huella ecológica, y últimamente, el índice
de riqueza inclusiva, con el que se busca medir la riqueza y el crecimiento
valiéndose de otros criterios, además del clásico producto interno bruto
(PIB), y así reflejar mejor el agotamiento de los recursos naturales. Se vienen
formulando diversas propuestas para medir los avances registrados en pos
de un crecimiento ecológico y de la economía verde, en las cuales se presta
especial atención a los indicadores correspondientes a la transformación
económica, el aprovechamiento eficaz de los recursos y el bienestar, y
asimismo se brinda orientación sobre la reforma de políticas e inversiones
encaminadas a lograr la transformación ecológica de los sectores
fundamentales de la economía como medio de avanzar hacia el desarrollo
sostenible. En Río+20 se entendió que la economía verde es un importante
medio de lograr el desarrollo sostenible y se expusieron alternativas en la
formulación de políticas, las cuales, sin embargo, no constituyen un cuerpo
de normas rígidas. Uno de los resultados principales de Río+20 fue el acuerdo
de los países de iniciar un proceso para formular una serie de objetivos de
desarrollo sostenible, que se basarán en los Objetivos de Desarrollo del
Milenio y deberían converger con la agenda para el desarrollo después de
2015. Los ODM deberían constar de objetivos y metas concretos, que son
una de las ventajas principales del marco de dichos Objetivos, pero se
deberían ordenar en torno a las cuatro dimensiones fundamentales de un
planteamiento más integral: el desarrollo social inclusivo, el desarrollo
económico inclusivo, la sostenibilidad ambiental y la paz y la seguridad
(ONU, 2012c). Se deberían aplicar a todos los países y basarse en los principios
fundamentales de los derechos humanos, la igualdad y la sostenibilidad,
inspirándose en los principios de la Declaración del Milenio del año 2000 y
los tres pilares del desarrollo sostenible. Se ha puesto en marcha un proceso
para establecer un “proceso intergubernamental inclusivo y transparente
sobre los objetivos de desarrollo sostenible que esté abierto a todas las
partes interesadas con el fin de formular objetivos mundiales de desarrollo
sostenible, que deberá acordar la Asamblea General” (ONU, 2012d). Las
lecciones aprendidas de la formulación de los indicadores ecológicos para el
objetivo 7 de los ODM, sobre la sostenibilidad del medio ambiente, y de otras
experiencias, pueden resultar valiosísimas para seguir guiando ese proceso.
Caption page 63: El satélite Envisat, de la Agencia Espacial Europea (ESA), es la mayor
nave de observación terrestre construida hasta el presente. Desde el año 2002
observa y vigila de manera ininterrumpida la tierra, la atmósfera, el océano y los
casquetes polares. Tras diez años de servicio, en mayo de 2012 la Agencia anunció
oficialmente el cese de la misión de Envisat. Foto: ESA
Indicadores ambientales clave
63
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de Desarrollo Sostenible del Departamento de Asuntos
Económicos y Sociales de las Naciones Unidas. http://
sustainabledevelopment.un.org/index.
php?menu=1300
UN (Naciones Unidas) (2002). Cumbre Mundial sobre el
Desarrollo Sostenible – Plan de Aplicación de las
Decisiones de Johannesburgo. http://documentsddsny.un.org/doc/UNDOC/GEN/N02/636/96/pdf/
N0263696.pdf?OpenElement
UNSD (2012). Indicadores ambientales: Desechos.
División de Estadística de las Naciones Unidas. http://
unstats.un.org/unsd/environment/municipalwaste.htm
Cuadro 1: Datos sobre los indicadores ambientales principales (revisados en 2012)
Indicador ambiental principal
Consumo de sustancias que
agotan la capa de ozono
Emisiones de dióxido de
carbono
Emisiones de dióxido de
carbono per cápita
Tasa de tala de bosques
Captura anual de peces
marinos
Áreas protegidas para
mantener la diversidad
biológica respecto a la
superficie terrestre
Recolección de residuos
urbanos
Acceso a agua potable segura
Acceso a servicios básicos de
saneamiento
Número de certificaciones de
la norma ISO 14001
Último
Mundial África
Asia y el Europa
América
América Asia
Unidad de medida
año
Pacífico
Latina y el del Norte Occidental
registrado
Caribe
2011
41 053
2 067
28 891
-26
4 836
1 686
3 598 millones de toneladas
PAO
2009
32.07
1.20
14.52
6.14
1.60
5.81
1.05 miles de millones de
toneladas de CO2
2009
4.7
1.2
3.7
7.4
2.7
16.7
8.1 toneladas de CO2 per
cápita
2011
0.8
1.0
2.2
0.7
0.3
0.7
4.1 proporción
2010
88.1
2010
12.0
9.9
10.2
19.3
9.5
17.1 por ciento del total de la
superficie terrestre
383
119 (2007)
234
32 millones de toneladas
99.0
94.2
99.1
80.0 por ciento de la población
total
78.3 por ciento de la población
total
1.3 número de
certificaciones
(miles)
2010
89
65.7
310
(2008)
90.5
2010
63
39.9
57.4
90.9
80.1
100.0
2011
267.5
1.7
143
107
7.9
6.6
Índice de suministro de energía renovable en 2010
(1990 = 100)
Solar térmica
10.1
2009
CITES: Comercio de especies en 2011. Número de
animales silvestres (miles)
Especímenes criados y nacidos en
259 813
cautividad
Especímenes silvestres
182 772
Solar fotovoltaica
millones de toneladas
137 150
765
Eólica
8 799
Biocombustibles
- Biogasolina y biodiesel
2 356
Suministro de energía primaria equivalente en
petróleo en 2010 (miles de millones de toneladas)
Petróleo crudo y materias primas
4.16
Carbón y sus derivados
3.51
Gas
2.73
Combustibles renovables y desechos
1.28
Nuclear
0.72
Hidro
0.30
Geotérmica
0.06
Solar/eólica/otros
0.05
Suministro total .
12.76
Datos de los acuerdos ambientales multilaterales (2012)
Acuerdos ambientales
multilaterales: número de Partes
en
Basilea
176
Cartagena
164
CBD
193
CITES
177
Conferencia de
118
las Naciones
Unidas sobre
el Desarrollo
Sostenible
Patrimonio
190
Kyoto
192
Ozono
197
Ramsar
163
Rotterdam
147
Estocolmo
178
UNCCD
194
CNUDM
164
CMNUCC
195
Basilea Convenio de Basilea sobre el control de los movimientos transfronterizos de los desechos peligrosos y su eliminación
http://www.basel.int/Countries/StatusofRatifications/PartiesSignatories/tabid/1290/Default.aspx
Cartagena Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología del Convenio sobre la Diversidad Biológica
http://bch.cbd.int/protocol
CDB http://www.biodiv.org/world/parties.asp
CITES http://www.cites.org/esp/disc/parties/index.php
CMS http://www.cms.int/about/part_lst.htm
Patrimonio Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural (Patrimonio Mundial) http://whc.unesco.org/en/statesparties/
Protocolo de Kyoto de la CMNUCC http://unfccc.int/essential_background/kyoto_protocol/status_of_ratification/items/2613.php
Ramsar Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional Especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas
http://www.ramsar.org/cda/es/ramsardocumentstextsconventionon/main/ramsar/13138%5E20671_4000_2__
Rotterdam Convenio de Rotterdam sobre el Procedimiento de Consentimiento Fundamentado Previo Aplicable a Ciertos Plaguicidas y Productos Químicos Peligrosos Objeto de Comercio
Internacional
http://www.pic.int/Countries/Parties/tabid/1072/language/enS/Default.aspx
Ozono Convenio de Viena para la Protección de la Capa de Ozono y su Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono
http://ozone.unep.org/new_site/sp/vienna_convention.php
Estocolmo Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes http://www.pops.int/documents/signature/signstatus.htm
UNCCD http://www.unccd.int/convention/ratif/doeif.php
Indicadores ambientales clave
CNUDM (2013) http://www.un.org/Depts/los/reference_files/chronological_lists_of_ratifications.htm#
CMNUCC http://unfccc.int/essential_background/convention/status_of_ratification/items/2631.php
65
Agradecimientos
Resumen del año
Autores:
Tessa Goverse, PNUMA, Nairobi, Kenya
Mushtaq Ahmed Memon, Centro Internacional de Tecnología Ambiental
(PNUMACITA), Osaka, Japón
Nguyen Thuy Trang, PNUMA, Nairobi, Kenya
Juan Carlos Vásquez, Secretaría de la Convención sobre el Comercio
Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES),
Ginebra, Suiza
Estados Unidos de América
Christian Nellemann, GRIDArendal, Arendal, Noruega
Lev Neretin, Grupo Asesor Científico y Tecnológico, PNUMA, Washington,
DC, Estados Unidos
LarsOtto Reiersen, Programa de vigilancia y evaluación del Ártico, Oslo,
Noruega
Jon Samseth, SINTEF Materials and Chemistry, Universidad Noruega de
Ciencia y Tecnología, HIOA, Trondheim, Noruega
Redactor de cuestiones científicas:
Fred Pearce, Londres, Reino Unido
Revisores:
Revisores:
Sarah Abdelrahim, PNUMA, Nairobi, Kenya
Utako Aoike, PNUMACITA, Osaka, Japón
Susanne Bech, UNHábitat, Nairobi, Kenya
Julian Blanc, CITES MIKE, Nairobi, Kenya
Sophie Bonnard, PNUMA, París, Francia
Charles Davies, PNUMA, Panamá, Panamá
Hilary French, PNUMA, Washington, DC, Estados Unidos
Peter Gilruth, PNUMA, Nairobi, Kenya
Matthew Gubb, PNUMACITA, Osaka, Japón
Elisabeth GuilbaudCox, PNUMA, Washington, DC, Estados Unidos
Arab Hoballah, PNUMA, París, Francia
Jason Jabbour, PNUMA, Nairobi, Kenya
Marco Pruiksma, consultor, Nairobi, Kenya
Hiba Sadaka, PNUMA, Manama, Bahrain
John Scanlon, Secretaría de la CITES, Ginebra, Suiza
Anna Stabrawa, PNUMA, Bangkok, Tailandia
Elisa Tonda, PNUMA, París, Francia
Zhijia Wang, PNUMA, Nairobi, Kenya
Ron Witt, PNUMA, Ginebra, Suiza
Kaveh Zahedi, PNUMA, París, Francia
Jinhua Zhang, PNUMA, Bangkok, Tailandia
Keith Alverson, PNUMA, Nairobi, Kenya
Mike Baker, Lacombe de Sauve, Francia
Carolina Behe, Consejo Inuit Circumpolar de Alaska, Anchorage, Estados
Unidos
Terje Berntsen, Universidad de Oslo, Oslo, Noruega
Sandra Cavaleiro, PNUMA, París, Francia
Finlo Cottier, Scottish Association for Marine Science, Argyll, Reino Unido
Heike Deggim, Organización Marítima Internacional, Londres, Reino Unido
Parnuna Egede, Consejo Inuit Circumpolar de Groenlandia, Viborg,
Dinamarca
Amy Fraenkel, PNUMA, Washington, DC, Estados Unidos
Olivier Gilg, Arctic Ecology Research Group, Francheville, Francia
Peter Gilruth, PNUMA, Nairobi, Kenya
Margareta Johansson, Universidad de Lund, Lund, Suecia
Daiva Kacenauskaite, PNUMA, Washington, DC, Estados Unidos
Edward Kleverlaan, Organización Marítima Internacional, Londres, Reino
Unido
Guy Lindström, Parlamento de Finlandia, Helsinki, Finlandia
Bill Mansfield, PNUMA, Washington, DC, Estados Unidos
James McCarthy, Universidad de Harvard, Cambridge, Estados Unidos
Martha McConnell, Global Marine and Polar Programme (UICN), Washington,
DC, Estados Unidos
Stephanie Meakin, Consejo Inuit Circumpolar de Canadá, Ottawa, Canadá
Ted Munn, Universidad de Toronto, Ontario, Canadá
Annika Nilsson, Instituto del Medio Ambiente de Estocolmo, Estocolmo,
Suecia
James Overland, Pacific Marine Environmental Laboratory (NOAA), Seattle,
Estados Unidos
Tad Pfeffer, Universidad de Colorado, Boulder, Estados Unidos
Peter Prokosch, GRIDArendal, Arendal, Noruega
Volker Rachold, Internacional Arctic Science Committee, Potsdam, Alemania
Alan Rodger, British Antarctic Survey, Cambridge, Reino Unido
Sune Sohlberg, Estocolmo, Suecia
Laetitia Zobel, PNUMA, Nairobi, Kenya
Christoph Zöckler, Centro Mundial de Vigilancia de la Conservación
(PNUMAWCMC) , Cambridge, Reino Unido
Una mirada desde lo alto
Autores:
Robert Corell (presidente), Global Environment and Technology Foundation,
Washington, DC, Estados Unidos
Tom Barry, Conservation of Arctic Flora and Fauna, International Secretariat,
Akureyri, Islandia
Joan Eamer, especialista en ciencia de los ecosistemas, Gabriola Island,
Canadá
Lawrence Hislop, GRIDArendal, Arendal, Noruega
Lars Kullerud, Universidad del Ártico, Arendal, Noruega
Jerry Melillo, Marine Biological Laboratory, Woods Hole, Massachusetts,
66
ANUARIO PNUMA 2013
En pos del objetivo de 2020
Autores:
Bernard Goldstein (presidente), Graduate School of Public Health, Universidad
de Pittsburgh, Pittsburgh, Estados Unidos
Samuel Banda, Universidad de Zambia, Lusaka, Zambia
Eugene Cairncross, Cape Peninsula University of Technology, Ciudad del
Cabo, Sudáfrica
Guibin Jiang, Academia Nacional de las Ciencias, Beijing, China
Rachel Massey, Toxics Use Reduction Institute, Universidad de Massachusetts
Lowell, Lowell, Estados Unidos
Karina Miglioranza, Universidad de Mar del Plata, Mar del Plata, Argentina
Jon Samseth, SINTEF Materials and Chemistry, Universidad de Ciencia y
Tecnología, HIOA, Trondheim, Noruega
Martin Scheringer, Instituto de Quimíca y Bioingeniería (ETHZürich), Zurich,
Suiza
Redactor de cuestiones científicas:
John Smith, Austin, Estados Unidos
Revisores:
Zeinab AbouElnaga, Universidad Mansoura, Mansoura, Egipto
Himansu Baijnath, Universidad de KwaZuluNatal, Durban, Sudáfrica
Lawrence Barnthouse, LWB Environmental Services, Hamilton, Estados
Unidos
Ricardo Barra, Universidad de Concepción, Concepción, Chile
Joanna Burger, Rutgers State University of New Jersey, Piscataway, Estados
Unidos
Philippe Bourdeau, Universidad Libre de Bruselas, Bruselas, Bélgica
Richard Clapp, Universidad de Boston, Boston, Estados Unidos
Ludgarde Coppens, PNUMA, Nairobi, Kenya
Anna Donners, PNUMA, Nairobi, Kenya
Emmanuel Fiani, Agencia del medio ambiente y de la gestión de la energía,
París, Francia
Michael Gochfeld, Rutgers State University of New Jersey, Piscataway, Estados
Unidos
Richard Gutierrez, Ban Toxics/red para la toma de medidas relacionadas con
los plaguicidas (Asia Oriental), Ciudad Quezón, Filipinas
Anna Karjalainen, Finnish Environment Institute, Universidad de Jyväskylä,
Jyväskylä, Finlandia
Jamidu Katima, Universidad de Dar es Salaam, Dar es Salaam, Tanzania
Sunday Leonard, PNUMA, Nairobi, Kenya
Katarina Magulova, Secretaría de los Convenios de Basilea, Rotterdam y
Estocolmo, Ginebra, Suiza
Bedřich Moldan, Charles University Environment Center, Praga, República
Checa
Aimo Oikari, Universidad de Jyväskylä, Jyväskylä, Finlandia
Abiola Olanipekun, Ministerio Federal de Medio Ambiente, Abuja, Nigeria
Kyoko Ono, National Institute of Advanced Industrial Science and Technology,
Tsukuba, Japón
Alexander Orlov, Universidad del Estado de Nueva York, Stony Brook, Estados
Unidos
David Piper, PNUMA, Ginebra, Suiza
Alberto Pistocchi, Universidad de Trento, Cesena, Italia
Sarojeni Regnam, Pesticide Action Network Asia Pacific, Penang, Malasia
José Sericano, Texas A&M University, College Station, Estados Unidos
Ellen Silbergeld, Universidad Johns Hopkins, Baltimore, Estados Unidos
Michael StanleyJones, Secretaría de los convenios de Basilea, Rotterdam y
Estocolmo, Ginebra, Suiza
Leonardo Trasande, Universidad de Nueva York, Nueva York, Estados Unidos
Oyuna Tsydenova, Instituto de Estrategias Ambientales Mundiales,
Kanagawa, Japón
Bernard West, Westworks Consulting Limited, Ontario, Canadá
Indicadores ambientales principales
Autores:
Márton Bálint, Budapest, Hungría
Andrea de Bono, PNUMA/GRIDEuropa, Ginebra, Suiza
Tessa Goverse, PNUMA, Nairobi, Kenya
Jaap van Woerden, PNUMA/GRIDEuropa, Ginebra, Suiza
Revisores:
Sarah Abdelrahim, PNUMA, Nairobi, Kenya
Bastian Bertzky, PNUMAWCMC, Cambridge, Reino Unido
Anna Donners, PNUMA, Nairobi, Kenya
Peter Gilruth, PNUMA, Nairobi, Kenya
Robert Höft, Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica, Montreal,
Canadá
Jason Jabbour, PNUMA, Nairobi, Kenya
Neeyati Patel, PNUMA, Nairobi, Kenya
Marcos Silva, Secretaría de la CITES, Ginebra, Suiza
Ashbindu Singh, PNUMA, Washington, DC, Estados Unidos
Matt Walpole, PNUMAWCMC, Cambridge, Reino Unido
Michael Zemp, Universidad de Zurich, Zurich, Suiza
Equipo de producción del Anuario 2013 del PNUMA
Redactora Jefa: Tessa Goverse, PNUMA, Nairobi, Kenya
Equipo del proyecto: Márton Bálint, Suk Hee Chae, Peter Gilruth, Tessa
Goverse, Nyokabi Mwangi, Nguyen Thuy Trang
Corrección de estilo: John Smith, Austin, Estados Unidos
Centro de colaboración (temas emergentes): Susan Greenwood
Etienne, Mary Scholes e Yvonne Takang, Comité Científico sobre
Problemas del Medio Ambiente (SCOPE), París, Francia
Gráficos, diseño y diagramación: Márton Bálint, Budapest, Hungría;
Audrey Ringler, PNUMA, Nairobi, Kenya; Jinita Shah, UNON, Nairobi,
Kenya
Colaboración especial: Nick Nuttall, PNUMA, Nairobi, Kenya
67
El Anuario del PNUMA es una publicación anual en la que se ponen de relieve temas y tendencias
ambientales emergentes. Todos los años se incluye información actualizada sobre los avances y progresos
científicos que son de interés para los encargados de formular políticas. Desde 2003, la serie Anuario del
PNUMA ha ayudado a fortalecer la interfaz entre la ciencia y las políticas señalando a los gobiernos los
temas emergentes y los últimos adelantos científicos relacionados con el medio ambiente y promoviendo
la adopción de decisiones fundadas en criterios científicos
El presente número del Anuario del PNUMA, correspondiente a 2013, es la décima edición de la serie.
Desde la primera edición (2003) se pasa revista a los grandes problemas de actualidad y se destacan los
temas emergentes, apoyándose en las conclusiones de las investigaciones científicas y en otras fuentes de
consulta. La serie del Anuario toma el pulso a los cambios habidos en el medio ambiente mundial año tras
año y con ello sirve de complemento a las exhaustivas evaluaciones ambientales que realiza el PNUMA y
que se dan a conocer en Perspectivas del Medio Ambiente Mundial (GEO), su clásica publicación quinquenal.
Temas tratados en la serie Anuario del
PNUMA
Anuario del PNUMA 2013: Temas emergentes de nuestro medio
ambiente global
Rápidos cambios en el Ártico
Reducir al mínimo los riesgos que plantean los productos químicos
Anuario del PNUMA 2012: Temas emergentes de nuestro medio
ambiente global
Los beneficios del carbono del suelo
Cierre y desmantelamiento de los reactores de energía nuclear
Anuario del PNUMA 2011: Temas emergentes de nuestro medio
ambiente global
Residuos plásticos en los océanos
El fósforo y la producción de alimentos
Nuevas perspectivas sobre la biodiversidad forestal
Anuario del PNUMA 2010: Avances y progresos científicos en nuestro
cambiante medio ambiente
Gobernanza ambiental
Gestión de los ecosistemas
Cambio climático
Sustancias nocivas y desechos peligrosos
Desastres y conflictos
Eficiencia de recursos
Anuario del PNUMA 2009: Avances y progresos científicos en nuestro
cambiante medio ambiente
Gobernanza ambiental
Gestión de los ecosistemas
68
ANUARIO PNUMA 2013
UNEP
YEAR
BOOK
E merging issues
in our global environment
2013
United Nations Environment Programme
Cambio climático
Sustancias nocivas y desechos peligrosos
Desastres y conflictos
Eficiencia de recursos
Anuario del PNUMA 2008: Un panorama de nuestro cambiante medio
ambiente
Utilización de los mercados y las finanzas para combatir el cambio climático
El metano del Ártico
GEO Anuario 2007: Un panorama de nuestro cambiante medio
ambiente
Medio ambiente y globalización
La nanotecnología y el medio ambiente
GEO Anuario 2006: Generalidades de nuestro cambiante entorno
Energía y contaminación del aire
Piscicultura y cría de mariscos en ecosistemas marinos
Producción de cultivos en un clima cambiante
GEO Anuario 2004/5: Un panorama de nuestro cambiante medio
ambiente
Género, pobreza y medio ambiente
La aparición o reaparición de las enfermedades contagiosas
Posibles repercusiones del cambio climático en la circulación oceánica
GEO Anuario 2003
El agua y los Objetivos de Desarrollo del Milenio
La llamada “cascada de nitrógeno” (hipoxia)
La pesca excesiva
© 2013 Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
ISBN: 978 92 807 3284 9
PNUMA/GC27/INF/2
DEW/1565/NA
Descargo de responsabilidad
El contenido de esta publicación y las opiniones expresadas en ella corresponden a los autores y no reflejan necesariamente las opiniones ni las políticas
de las organizaciones colaboradoras ni del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), como tampoco implican ningún tipo
de respaldo.
Las denominaciones empleadas y la presentación del material de esta publicación no implican en absoluto la expresión de opinión alguna por parte
del PNUMA con respecto a la situación jurídica de ningún país, territorio o ciudad ni de sus autoridades, ni en lo concerniente a la delimitación de sus
fronteras y límites.
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Fotos de cubierta y contracubierta: Orange Line Media/ Shutterstock (cubierta, arriba), Ari N/ Shutterstock (cubierta, al medio), Chepko Danil Vitalevich/
Shutterstock (cubierta, abajo), Hal Brindley/ Shutterstock (contracubierta, arriba, izquierda), Action Sports Photography/ Shutterstock (contracubierta,
arriba, derecha), Lawrence Hislop (contracubierta, abajo)
Reproducción
Esta publicación puede ser reproducida en su totalidad o en parte y en cualquier formato con propósitos educativos o sin fines de lucro sin que deba
mediar permiso especial del propietario de los derechos de autor, siempre que se haga referencia a la fuente. El PNUMA agradece el recibo de una copia
de toda publicación que utilice este Anuario como fuente.
No puede utilizarse esta publicación para reventa ni para ningún otro propósito comercial sin la autorización previa por escrito del PNUMA. Las
solicitudes para tal autorización, con una descripción del propósito y la intención de la reproducción, deben enviarse al Director de la División de
Comunicaciones e Información Pública (DCPI), PNUMA, P.O. Box 30552, Nairobi 00100, Kenya.
No se permite el uso para publicidad o propaganda de información incluida en esta publicación si se refiere a productos patentados.
Producido por
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Fax: (+254) 20 7623927
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Anuario del PNUMA 2013: Temas emergentes en nuestro medio ambiente mundial
Publicado en febrero de 2013
Página web: http://www.unep.org/yearbook/2013
Coordinación y edición del proyecto: Tessa Goverse/PNUMA
Diseño y maquetación: Paul Awi/ONUN
Impresión: Imprenta de la ONUN, Nairobi, certificación ISO 10041:2004
Distribución: SMI (Distribution Services) Ltd., Reino Unido
El Anuario del PNUMA 2013, así como las ediciones anteriores del Anuario están
disponibles en http://www.earthprint.com
El PNUMA promueve
prácticas favorables al medio
ambiente en todo el mundo y en sus
propias actividades. Esta publicación está
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bosques sostenibles y fibras recicladas y con tinta de
origen vegetal. Nuestra política de distribución busca
reducir la huella de carbono del PNUMA.
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En septiembre de 2012 la superficie de la banquisa del mar Ártico registró la mayor reducción de toda la historia. El
veloz cambio que sufre el Ártico, por causa del calentamiento de la Tierra, amenaza a los ecosistemas y brinda
nuevas oportunidades para impulsar el desarrollo, sobre todo abaratando el acceso al petróleo, el gas y los
minerales. El Anuario del PNUMA 2013 muestra que las repercusiones del cambio que ocurren en el Ártico rebasarán
con creces los límites de esa frágil región y obligan a dar una urgente respuesta internacional.
No cesa de crecer el volumen de los productos químicos que se hallan dispersos en todo el planeta conforme la
actividad industrial se traslada de los países desarrollados a los países en desarrollo. Cumplir el objetivo, fijado para
el año 2020, de producir y utilizar los productos químicos de forma que se puedan evitar las graves consecuencias
para la salud y el medio ambiente obliga a redoblar los esfuerzos para reducir el uso de las sustancias químicas
tóxicas, buscar sustitutos seguros y crear capacidad para la gestión racional de los productos químicos. Contar con
información fidedigna sobre el riesgo que entrañan los productos químicos es imprescindible para contribuir a
dichas iniciativas.
En el Anuario del PNUMA se examinan temas ambientales emergentes y adelantos de utilidad para las políticas,
además de ofrecerse una sinopsis de las últimas tendencias a partir de los principales indicadores ambientales.
Reducir al mínimo los riesgos que plantean los productos químicos
UNEP YEAR BOOK 2013 Emerging issues in our global environment
Rápidos cambios en el Ártico
ANUARIO
PNUMA
TEMAS EMERGENTES
E N N U E ST R O M E D I O A M B I E N T E M U N D I A L
2013
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