En septiembre de 2012 la superficie de la banquisa del mar Ártico registró la mayor reducción de toda la historia. El veloz cambio que sufre el Ártico, por causa del calentamiento de la Tierra, amenaza a los ecosistemas y brinda nuevas oportunidades para impulsar el desarrollo, sobre todo abaratando el acceso al petróleo, el gas y los minerales. El Anuario del PNUMA 2013 muestra que las repercusiones del cambio que ocurren en el Ártico rebasarán con creces los límites de esa frágil región y obligan a dar una urgente respuesta internacional. No cesa de crecer el volumen de los productos químicos que se hallan dispersos en todo el planeta conforme la actividad industrial se traslada de los países desarrollados a los países en desarrollo. Cumplir el objetivo, fijado para el año 2020, de producir y utilizar los productos químicos de forma que se puedan evitar las graves consecuencias para la salud y el medio ambiente obliga a redoblar los esfuerzos para reducir el uso de las sustancias químicas tóxicas, buscar sustitutos seguros y crear capacidad para la gestión racional de los productos químicos. Contar con información fidedigna sobre el riesgo que entrañan los productos químicos es imprescindible para contribuir a dichas iniciativas. En el Anuario del PNUMA se examinan temas ambientales emergentes y adelantos de utilidad para las políticas, además de ofrecerse una sinopsis de las últimas tendencias a partir de los principales indicadores ambientales. Reducir al mínimo los riesgos que plantean los productos químicos UNEP YEAR BOOK 2013 Emerging issues in our global environment Rápidos cambios en el Ártico ANUARIO PNUMA TEMAS EMERGENTES E N N U E ST R O M E D I O A M B I E N T E M U N D I A L 2013 www.unep.org Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente P.O. Box 30552, Nairobi 00100, Kenya Tel: +254(0)20762 1234 Fax: +254(0)20762 3927 Email: [email protected] web: www.unep.org 978-92-807-3284-9 DEW/1565/NA Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente © 2013 Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente ISBN: 978 92 807 3284 9 PNUMA/GC27/INF/2 DEW/1565/NA Descargo de responsabilidad El contenido de esta publicación y las opiniones expresadas en ella corresponden a los autores y no reflejan necesariamente las opiniones ni las políticas de las organizaciones colaboradoras ni del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), como tampoco implican ningún tipo de respaldo. Las denominaciones empleadas y la presentación del material de esta publicación no implican en absoluto la expresión de opinión alguna por parte del PNUMA con respecto a la situación jurídica de ningún país, territorio o ciudad ni de sus autoridades, ni en lo concerniente a la delimitación de sus fronteras y límites. La mención de cualquier empresa o producto comercial en esta publicación no implica respaldo alguno del PNUMA. © Mapas, fotos e ilustraciones según lo indicado en cada caso. Fotos de cubierta y contracubierta: Orange Line Media/ Shutterstock (cubierta, arriba), Ari N/ Shutterstock (cubierta, al medio), Chepko Danil Vitalevich/ Shutterstock (cubierta, abajo), Hal Brindley/ Shutterstock (contracubierta, arriba, izquierda), Action Sports Photography/ Shutterstock (contracubierta, arriba, derecha), Lawrence Hislop (contracubierta, abajo) Reproducción Esta publicación puede ser reproducida en su totalidad o en parte y en cualquier formato con propósitos educativos o sin fines de lucro sin que deba mediar permiso especial del propietario de los derechos de autor, siempre que se haga referencia a la fuente. El PNUMA agradece el recibo de una copia de toda publicación que utilice este Anuario como fuente. No puede utilizarse esta publicación para reventa ni para ningún otro propósito comercial sin la autorización previa por escrito del PNUMA. Las solicitudes para tal autorización, con una descripción del propósito y la intención de la reproducción, deben enviarse al Director de la División de Comunicaciones e Información Pública (DCPI), PNUMA, P.O. Box 30552, Nairobi 00100, Kenya. No se permite el uso para publicidad o propaganda de información incluida en esta publicación si se refiere a productos patentados. Producido por División de Alerta Temprana y Evaluación del PNUMA Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente P.O. Box 30552 Nairobi, 00100, Kenya Tel.: (+254) 20 7621234 Fax: (+254) 20 7623927 Correo electrónico: [email protected] Sitio web: www.unep.org Anuario del PNUMA 2013: Temas emergentes en nuestro medio ambiente mundial Publicado en febrero de 2013 Página web: http://www.unep.org/yearbook/2013 Coordinación y edición del proyecto: Tessa Goverse/PNUMA Diseño y maquetación: Paul Awi/ONUN Impresión: Imprenta de la ONUN, Nairobi, certificación ISO 10041:2004 Distribución: SMI (Distribution Services) Ltd., Reino Unido El Anuario del PNUMA 2013, así como las ediciones anteriores del Anuario están disponibles en http://www.earthprint.com El PNUMA promueve prácticas favorables al medio ambiente en todo el mundo y en sus propias actividades. Esta publicación está impresa en papel libre de cloro procedente de bosques sostenibles y fibras recicladas y con tinta de origen vegetal. Nuestra política de distribución busca reducir la huella de carbono del PNUMA. www Nos interesa su opinión. Visite nuestra página y envíenos sus comentarios y sugerencias. . unep.org/yearbook/2013 ANUARIO PNUMA TEMAS EMERGENTES EN NUESTRO MEDIO AMBIENTE MUNDIAL 2013 Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente Índice Preface iii Acronyms and Abbreviations iv Executive Summary v Year in Review: Environmental events and developments 1 Working towards sustainable development 1 Sustaining a growing population 2 Environmental pressures in an urbanizing world 3 Meeting environmental goals 6 Climate change: time to act 7 Looking ahead 12 References 13 2012 At a glance 16 2013 Calendar of events 17 The View from the Top: Searching for responses to a rapidly changing Arctic 19 Accelerated summer meltdown 19 Changes in the Arctic biosphere 23 The rush for Arctic resources 26 Environmental governance 29 The way forward 31 References 33 Reaching for the 2020 Goal: The need for better information and sound management to minimize chemical risks 37 Chemicals and their risks 37 International chemicals governance 40 Ongoing and emerging challenges 44 References 50 Key Environmental Indicators: Tracking progress towards environmental sustainability 53 Climate change and energy 53 Depletion of the ozone layer 55 Chemicals and waste 56 Natural resource use 58 Environmental governance 61 Looking ahead 62 References 64 Indicator data table 2012 65 Acknowledgements66 Issues examined in the Year Book series ii ANUARIO PNUMA 2013 68 Prefacio El Anuario del PNUMA 2013 es la décima edición de la serie del PNUMA que, además de seguir de cerca los principales acontecimientos y fenómenos ambientales, pone de relieve las nuevas cuestiones que se observan en nuestro medio ambiente a nivel mundial. Para muchas personas que viven en lugares como África o América Latina, el Ártico parece un lugar remoto. Sin embargo los cambios ambientales que ocurren allí a ritmo acelerado tienen profundas repercusiones para todos, sobre todo en lo que respecta al cambio climático, como el aumento del nivel del mar. En 2012, se observaron cambios sin precedentes en el Ártico. La capa de hielo marino registró durante el verano un mínimo histórico de 3,4 millones de km2. Esta cifra estuvo un 18% por debajo del anterior mínimo histórico registrado en 2007 y representó el 50% de la media registrada en los decenios de 1980 y 1990. en el medio ambiente (bioconcentración) o el tiempo que demoran en degradarse. En 2002, los líderes mundiales acordaron que para el año 2020 los productos químicos debían producirse y utilizarse de manera que se redujeran al mínimo los efectos adversos importantes para la salud humana y el medio ambiente: a menos de ocho años de ese plazo, es menester acelerar con urgencia la gestión racional de los productos químicos para alcanzar ese objetivo. Otro problema que ha vuelto a surgir y que ha sido tema destacado en el año del 40º aniversario de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES) es el aumento de la caza furtiva de elefantes y rinocerontes y del comercio ilícito conexo de marfil y de cuernos de rinoceronte. En Sudáfrica solamente se registró la cifra récord de 668 rinocerontes cazados furtivamente en 2012. No todas las tendencias son negativas: en el Anuario se pone de relieve que hay cada vez más conciencia de los problemas ambientales y que está aumentando el uso de las energías renovables. Sin embargo, se hace hincapié en la necesidad urgente de aplicar los acuerdos vigentes y el documento final de Río+20 para que el mundo haga realidad El futuro que queremos. En los últimos cinco años, el hielo marino del Ártico se ha derretido con más rapidez que la proyectada en los modelos y, en un momento determinado de 2012, el 97% de la superficie congelada de Groenlandia se estaba derritiendo. A corto plazo, se podrían obtener importantes beneficios de las medidas relacionadas con los contaminantes climáticos de vida corta en el marco de la Coalición Clima y Aire Limpio, a la cual el PNUMA presta servicios de secretaría. El número de miembros de la Coalición se había ampliado de 7 a 48 desde febrero de 2012. El Anuario centra también su atención en el problema de los productos químicos. En un estudio se demuestra que, de los 95.000 productos químicos industriales, solo existen datos suficientes en relación con el 5% en lo que respecta a su toxicidad aguda en el agua, el grado en que se van acumulando Achim Steiner Secretario General Adjunto de las Naciones Unidas y Director Ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente iii Siglas y abreviaturas AEMA Agencia Europea de Medio Ambiente NSIDC National Snow and Ice Data Center, Estados Unidos AIE Agencia Internacional de la Energía OCDE Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos BRIICS Brasil, Rusia, India, Indonesia, China y Sufáfrica ODM Objetivos de Desarrollo del Milenio CDB Convenio sobre la Diversidad Biológica OMI Organización Marítima Internacional CCAC Coalición del Clima y el Aire Limpio para reducir los contaminantes climáticos de vida corta OMM Organización Meteorológica Mundial OMS Organización Mundial de la Salud CITA Centro Internacional de Tecnología Ambiental PAO potencial de agotamiento del ozono CITES Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres PCB bifenilos policlorados CMNUCC Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático PEFC Programa de Reconocimiento de Sistemas de Certificación Forestal CMS Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres PIB producto interno bruto PM2.5 partículas cuyo diámetro es inferior a los 2,5 micrómetros PNUMA Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente REACH Sistema europeo de registro, evaluación, autorización y restricción de sustancias y preparados químicos SAICM Enfoque estratégico para la gestión de los productos químicos a nivel internacional SGA Sistema Globalmente Armonizado de Clasificación y Etiquetado de Productos Químicos CNUDM Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar CNUMAD Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo CO2 dióxido de carbono CO2 eq dióxido de carbono equivalente COP contaminantes orgánicos persistentes CP Conferencia de las Partes t/a tonelada / año CSI Confederación Sindical Internacional UE Unión Europea UICN Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y de los Recursos Naturales UNCCD Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación en los Países Afectados por Sequía Grave o Desertificación, en Particular en África UNCSD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible) USGS Servicio Geológico de los Estados Unidos DDTdiclorodifeniltricloroetano EPA Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos ESA Agencia Espacial Europea ETIS Sistema de información sobre el comercio de elefantes FAO Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura FMAM Fondo para el Medio Ambiente Mundial FSC Consejo de Administración Forestal GEO 5 quinto informe Perspectivas del Medio Ambiente Mundial GEOS-5 Goddard Earth Observing System Model, versión 5 Gtgigatonelada HFChidrofluorocarbonos INTERPOL Organización Internacional de Policía Criminal iv IPCC Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático MA mar abierto MIKE Sistema de supervisión de la matanza ilegal de elefantes NASA Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de los Estados Unidos ANUARIO PNUMA 2013 Resumen ejecutivo La décima edición del Anuario del PNUMA se centra en los rápidos cambios registrados en el Ártico y en la reducción al mínimo de los riesgos que plantean los productos químicos. En ella se informa también del drástico aumento en la caza furtiva de rinocerontes y elefantes en África, los crecientes desafíos ambientales urbanos y el impulso acelerado para abordar las cuestiones relacionadas con los contaminantes climáticos de vida corta. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20), el evento más importante de 2012 en el ámbito del medio ambiente, se tradujo en el fortalecimiento de la gobernanza ambiental a nivel internacional, un proceso hacia la formulación de objetivos de desarrollo sostenible, y el amplio reconocimiento de la función de apoyo de la economía verde al desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza. El mundo se está calentando, y con él, el Ártico. En 2012, la capa de hielo marino se redujo a su extensión mínima. En julio, el 97% de la superficie del manto de hielo de Groenlandia se estaba derritiendo. El cambio climático se está convirtiendo en un factor de perturbación importante para la diversidad biológica del Ártico. Se están reduciendo los hábitats de especies únicas tanto de la floracomo de la fauna, y particularmente los mamíferos marinos que dependen del hielo del Ártico para su supervivencia se encuentran en riesgo. Hay evidenciasdel muy anunciado desplazamiento de algunas especies de peces hacia el norte. El impacto que los rápidos cambios en el Ártico tienen en el resto del mundo va más allá de la influencia del derretimiento del hielo y la nieve sobre el aumento del nivel del mar a escala mundial. Esta región desempeña una función importante en el sistema climático y la circulación oceánica. Es también vital para millones de aves y mamíferos migratorios. Aunque depende mucho de la velocidad del cambio, el deshielo del permafrost podría liberar grandes cantidades de gases de efecto invernadero, agravando aún más el cambio climático. Con la reducción del hielo marino surgirán nuevas oportunidades para la navegación y la exploración de recursos. Se espera que la importancia del Ártico como proveedor de energía y minerales al mundo aumente considerablemente y que se active la construcción de caminos, puertos y nuevos asentamientos. Es fundamental comprender mejor las consecuencias y posibles riesgos de los cambios y fomentar la resiliencia de las poblaciones de la región, así como de los ecosistemas. Para evitar daños irreversibles a este frágil entorno es preciso aplicar un criterio de precaución con respecto al desarrollo económico. Sabiendo que el cambio climático domina la actual transformación del medio ambiente del Ártico, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero sigue siendo esencial. El volumen de productos químicos que se fabrican y se utilizan es cada vez mayor y se está observando un desplazamiento de la producción de los países altamente industrializados a los países con economías en transición. Sin embargo, nos estamos quedando rezagados en lo que a los ensayos previos a la comercialización de nuevos productos químicos se refiere, y no conocemos suficientemente la gran cantidad de productos químicos que ya se comercializan. Un estudio reciente demostró que de los 95.000 productos químicos industriales existentes, solamente menos del 5% de los datos estaban a disposición del público en lo que se refiere aa la persistencia ambiental, las concentraciones en el ambiente acuático y la bioconcentración . A fin de adoptar decisiones óptimas con objeto de reducir al mínimo los riesgos que plantean los productos químicos y proteger la salud y el medio ambiente, los gobiernos, la industria y el público en general necesitan tener acceso urgentemente a la información adecuada. Para ello, las nuevas tecnologías de ensayo y evaluación ofrecen oportunidades prometedoras. Los niños, las mujeres, los trabajadores, los ancianos y los pobres son especialmente vulnerables a ciertos productos químicos peligrosos. Una vez que los productos químicos se encuentran en el medio ambiente, puede ser muy difícil controlarlos o eliminarlos. Se pueden transportar a través del aire, el agua y el suelo, y pueden tener efectos negativos sobre los ecosistemas y organismos, como por ejemplo, las abejas, peces y anfibios, o sobre su descendencia. Entre los nuevos desafíos que se plantean en la tarea de minimizar los riesgos de los productos químicos cabe mencionar las mezclas químicas, la exposición a dosis bajas, la sustitución de los productos químicos peligrosos por otros con riesgos similares y la nanotecnología. Los costos asociados a los riesgos que plantean los productos químicos son difíciles de evaluar, pero estudios recientes indican que pueden ser muy elevados. Una de las maneras de abordar las ineficiencias que se producen cuando quienes son responsables de los costos externos asociados a los productos químicos no asumen totalmente esa responsabilidad es poner en práctica mecanismos de internalización de los costos utilizando instrumentos económicos. Para alcanzar el objetivo internacionalmente acordado de lograr que para 2020 los productos químicos se utilicen y produzcan de manera que se reduzcan al mínimo los efectos adversos de importancia que puedan tener en la salud humana y el medio ambiente, es necesario realizar mayores esfuerzos para fortalecer la gestión racional de productos químicos. Como elementos clave cabría mencionar, entre otros, la reducción de la producción y el uso de sustancias tóxicas, la promoción de alternativas más seguras, la mejora del flujo de información y la transparencia, la creación de capacidad para mejorar la gestión de los productos químicos y la reducción del tráfico ilícito de productos químicos a nivel internacional. Si observamos los cambios que han tenido lugar en el medio ambiente mundial tomando como base la actualización del indicador anual que se presenta en el Anuario, se podría decir que se han logrado algunos avances. Uno de ellos es la eliminación de la producción de sustancias que agotan el ozono en el marco del Protocolo de Montreal, que se espera lleve a la recuperación de la capa de ozono en los próximos decenios. Otro de los avances es el aprovechamiento de las fuentes de energía renovables. Sin embargo, sigue habiendo signos de degradación en el medio ambiente mundial, desde la tierra y el agua hasta la diversidad biológica y la atmósfera. v vi ANUARIO PNUMA 2013 Resumen del año Hechos y acontecimientos relacionados con el medio ambiente La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20), la Conferencia de mayor envergadura en la historia de la Organización, se celebró en Río de Janeiro en junio de 2012, 20 años después de la Cumbre para la Tierra, que también tuvo lugar en Río. Ese año, además, se celebró el 25º aniversario del Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono y terminó el primer período de compromiso previsto en el marco del Protocolo de Kyoto para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Si bien se ha avanzado en pos del desarrollo sostenible en las últimas dos décadas, en 2012 también hubo fracasos en la protección del medio ambiente, como, por ejemplo, el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero y otros tipos de contaminantes atmosféricos, del consumo y la producción insostenibles y de la pérdida de biodiversidad, el incremento repentino de la caza furtiva en África, que amenaza a algunas de las especies más emblemáticas del continente. Siguen sin resolverse muchos de los problemas ambientales del mundo, tanto actuales como incipientes, que se han detectado en la última década, por lo que es preciso buscarles solución. Trabajar en pos del desarrollo sostenible Hace 26 años, en el informe Brundtland se definió el desarrollo sostenible como el desarrollo que satisface “las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las propias” (CMMAD, 1987). Unos años después, en 1992, tuvo lugar en Río de Janeiro (Brasil) la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, más conocida con el nombre de “Cumbre para la Tierra”, en la que los gobiernos convinieron en medidas comunes que llevarían al desarrollo sostenible (Cuadro 1). En 2012, 20 años después de la Cumbre para la Tierra, los dirigentes de todo el mundo volvieron a reunirse del 13 al 22 de junio en Río de Janeiro para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, o “Río+20”, con el objeto de evaluar los progresos logrados desde 1992. Río+20 fue la conferencia más participativa y de mayor envergadura en la historia de las Naciones Unidas (recuadro 1). En el documento final de la caza furtiva de especies en peligro de extinción es una grave amenaza para una Labuena parte de la biodiversidad del mundo. El rinoceronte blanco, como el de la fotografía, tomada en el Parque Nacional Kruger (Sudáfrica), está en peligro de extinción y sigue siendo víctima de la caza furtiva por el valor de su cuerno en el mercado ilícito. Fotografía: Laurent Baheux conferencia, titulado El futuro que queremos, se resumen las medidas fundamentales que deben tomarse a partir de ahora para lograr un futuro sostenible. Entre los resultados más importantes de Río+20, se acordó iniciar un proceso de elaboración de Objetivos de Desarrollo Sostenible sobre la base de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), muchos de los cuales deben alcanzarse antes de 2015. En la conferencia también se llegó a un consenso respecto del fortalecimiento del marco institucional para el desarrollo sostenible (IISD, 2012a; Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, 2012a; Asamblea General de las Naciones Unidas, 2012). Recuadro 1: Río+20 en cifras • 191 delegaciones de Estados Miembros de las Naciones Unidas y un gran número de observadores • 79 Jefes de Estado y Gobierno • 44.000 participantes oficiales • 500 eventos oficiales paralelos • 3.000 eventos no oficiales paralelos • Más de 700 compromisos voluntarios por más de 513.000 millones de dólares de los Estados Unidos, incluidas promesas de contribuciones del sector privado Resumen del año 1 Cuadro 1: Hitos de la gobernanza ambiental a nivel internacional Año Acontecimiento Principales resultados 1972 Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano Declaración de Estocolmo 1983 Establecimiento de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo Informe “Nuestro futuro común”, 1987 (informe Brundtland) 1992 Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo U NE P Plan de Acción de Estocolmo Establecimiento del PNUMA Programa 21 Declaración de principios relativos a los bosques Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático Convenio sobre la Diversidad Biológica Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación Llamado a la creación de la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible 2002 2012 Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible Declaración de Johannesburgo Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible El futuro que queremos Plan de Aplicación de las Decisiones de Johannesburgo El desarrollo económico y el crecimiento de la población mundial siguen ejerciendo presión en los recursos de la Tierra (OCDE, 2012; PNUMA, 2012a). Es necesario concebir y poner en práctica formas de utilizar los recursos con más eficiencia a fin de mantener el nivel actual de crecimiento económico. En Río+20 los países reconocieron que la economía verde es una manera importante de conseguir “el futuro que queremos”, un futuro en el que se materializarán el desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza. La economía verde tiene por fin mejorar el bienestar humano y la equidad social y, al mismo tiempo, reducir considerablemente los riesgos ambientales y la escasez ecológica. Se trata de una economía integradora desde el punto de vista social, con bajas emisiones de carbono y un uso eficiente de los recursos. El incremento de los ingresos y el empleo debe ser consecuencia 2 ANUARIO PNUMA 2013 de inversiones públicas y privadas que reduzcan la contaminación y las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y otros gases, aumenten la eficiencia energética y el uso eficiente de los recursos y eviten la pérdida de biodiversidad y servicios de los ecosistemas (PNUMA, 2011a). La transformación en una economía verde podría generar de 15 a 60 millones de puestos de trabajo en todo el mundo en las próximas dos décadas y sacar a decenas de millones de personas de la pobreza (PNUMA/OIT/OIE/CSI, 2008). En 2012 la Comisión de Estadística de las Naciones Unidas adoptó un sistema de contabilidad ambiental y económica con el objeto de seguir de cerca los avances del crecimiento de las inversiones ecológicas, la creación de puestos de trabajo ecológicos, el aumento de la eficiencia energética y el uso eficiente de los recursos, y el reciclado (PNUMA, 2012a). Entre los compromisos asumidos de manera voluntaria en Río+20, cabe mencionar los de tres empresas multinacionales que se comprometieron a poner fin a la deforestación en su cadena de suministro de carne vacuna, soja, papel y aceite de palma antes de 2020 (Madras et al., 2009). Ocho bancos de desarrollo se comprometieron a otorgar subvenciones y préstamos por valor de 175.000 millones de dólares antes de 2020 para apoyar el transporte sostenible con bajas emisiones de carbono. Además, se lanzó la Alianza de Acción para una Economía Verde, que tiene por objeto prestar apoyo a 20 países en desarrollo en sectores relacionados con esa esfera tales como el transporte, la agricultura y las zonas edificadas (Naciones Unidas, 2012a). Alimentar a una población cada vez mayor A fines de 2012 la población mundial llegaba a unos 7.060 millones de personas (Oficina de Censos de los Estados Unidos, 2013) y se prevé que para 2100 supere los 10.000 millones (Naciones Unidas, 2011). En cambio, en Como afirmó la Presidenta de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, Río+20 fue una “expresión mundial de democracia”. Entre los participantes oficiales había representantes del sector privado, organizaciones no gubernamentales y muchos otros grupos de la sociedad civil, por ejemplo, organizaciones de mujeres, agricultores y miembros de la comunidad científica y tecnológica, y todos ellos estaban allí para hacer notar a los dirigentes del mundo cuestiones fundamentales como la producción sostenible de alimentos. Fotografía: Conservación Internacional 30 fecundidad media población (en miles de millones) 25 fecundidad alta fecundidad baja fecundidad constante 20 15 10 5 19 50 19 60 19 70 19 80 19 90 20 00 20 10 20 20 20 30 20 40 20 50 20 60 20 70 20 80 20 90 21 00 0 Figura 1: Población mundial para 2100 según distintas hipótesis de fecundidad. Si se cumple la hipótesis de fecundidad media, la población total se estabilizará en los 10.000 millones hacia el final del siglo. Fuente: Naciones Unidas, 2011 1972, año en que se celebró la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano y se estableció el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Figura 1), apenas había 3.850 millones de habitantes en todo el mundo. Según las cifras recientes, a pesar de los problemas que plantea la alimentación de una población mundial cada vez más numerosa, los países están logrando algunos avances por reducir la malnutrición y el hambre. En América Latina, por ejemplo, el hambre afectaba al 14,6% de la población en 19901992, mientras que la cifra se redujo al 8,3% (49 millones de personas) en 20101012 (FAO, 2013). No obstante, más de 2.000 millones de personas que viven en los países de tierras secas se ven amenazadas por la degradación de los recursos naturales (Naciones Unidas, 2012b) y el número de personas que padecen hambre en las regiones secas de África y Asia Occidental se ha incrementado en 83 millones, hasta los 275 millones, desde comienzos de la década de 1990 (FAO, 2012). La capacidad de la Tierra de dar sustento a la población humana y satisfacer sus exigencias cada vez mayores sigue siendo una cuestión crítica (PNUMA, 2012c). Los sistemas terrestres están llegando a sus límites biofísicos por la presión que se ejerce sobre ellos y es posible que algunos de esos límites ya se hayan sobrepasado (PNUMA, 2012a). Más del 30% de la superficie terrestre se utiliza actualmente para la producción agrícola, por lo que algunos hábitats naturales se han reducido más del 20% desde la década de 1980 (PNUMA, 2012a). La reducción de los hábitats como consecuencia de su transformación en terrenos agrícolas es una de las principales causas de la pérdida de biodiversidad. Con la demanda de materia prima para la producción de biocombustible, la competencia entre alimentos y combustible se ha convertido en otra cuestión crítica (PNUMA, 2011c). La agricultura representa más del 90% de la huella hídrica a nivel mundial y en muchas partes del mundo depende especialmente de las aguas subterráneas (PNUMA, 2012a). En muchas regiones se prevé una escasez de agua cada vez mayor como consecuencia del cambio climático y el crecimiento continuo de la población. Las aguas subterráneas vienen disminuyendo desde 2000 y su extracción en todo el mundo se ha triplicado en los últimos 50 años (PNUMA, 2012a). En 2012 se descubrieron grandes reservas acuíferas subterráneas en África. Aunque esas reservas pueden hacer que aumente la seguridad hídrica, los científicos advierten del peligro de explotarlas a gran escala (MacDonald et al., 2012). Está cada vez más claro que la adopción de modalidades de consumo y producción sostenibles es condición sine qua non para un desarrollo sostenible integrador y centrado en las personas (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, 2012). Por ejemplo, a nivel mundial, se desperdicia anualmente más del 30% de todos los alimentos que se producen (Gustavsson et al., 2011). Al mismo tiempo, el 40% de los niños de África menores de 5 años están malnutridos (PNUD, 2012). En Río+20, el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Kimoon, lanzó el Reto del Hambre Cero e invitó a todos los países a que trabajaran por un futuro en el que todas las personas tengan una alimentación adecuada y en el que todos los sistemas alimentarios sean resilientes (UNCSD, 2012b). La campaña mundial “Piensa. Aliméntate. Ahorra. Reduce tu huella alimentaria”, dirigida por el PNUMA, la FAO y otras organizaciones, apoya esa iniciativa ya que se centra en la reducción del desperdicio de alimentos. Uno de los resultados concretos de Río+20 fue la adopción de un marco decenal de programas para el consumo y la producción sostenibles, que tiene por objeto aumentar la innovación y la cooperación a escala internacional para acelerar la transición hacia el consumo y la producción sostenibles tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo (PNUMA, 2012b). Entre la lista inicial de esferas de acción cabe mencionar la información al consumidor, los estilos de vida y la educación del consumidor, la construcción sostenible, el turismo sostenible y la adquisición pública sostenible. La adquisición pública representa, en promedio, el 15% del PIB de los países miembros de la OCDE (OCDE, 2012). Las políticas de adquisición pública ecológica se están convirtiendo en uno de los instrumentos normativos fundamentales con los que guiar la innovación y los mercados en una dirección más sostenible. El sector privado desempeña una función vital en la promoción del consumo y la producción sostenibles a través del desarrollo tecnológico, la innovación, la financiación y la presentación de informes de sostenibilidad empresarial. Resumen del año 3 Presiones ambientales en un mundo en proceso de urbanización Desde 2008, más de la mitad de las personas del mundo viven en zonas urbanas. Se prevé que esa proporción aumente a dos tercios en 2050 (ONUHábitat, 2012). En Europa, América Latina y América del Norte el nivel de urbanización ya es elevado, mientras que África y Asia tienen los índices más altos de urbanización. Se prevé que en 2020 la mitad de la población asiática viva en zonas urbanas y es probable que África alcance ese nivel en 2035. De cada diez residentes urbanos del mundo actual, más de siete se encuentran en países en desarrollo. Se espera que la mayor parte del crecimiento mundial de la población se produzca en zonas urbanas (o cause una mayor migración a esas zonas) (DAES, 2012). Se calcula que más del 90% del aumento de la población urbana total se producirá en los países en desarrollo (ONUHábitat, 2012). Más de la mitad de los residentes urbanos del mundo viven en ciudades y pueblos con menos de medio millón de habitantes. Sin embargo, se espera que la cantidad de megaciudades (ciudades con más de 10 millones de habitantes) aumente de 23 en 2012, a 37 en 2025. Las actividades humanas intensivas y el consumo de energía en zonas urbanas producen la concentración de emisiones de contaminantes atmosféricos y la generación de desechos y calor, lo que causa múltiples repercusiones adversas en el medio ambiente urbano, especialmente en la calidad del aire (DAES, 2012). Pero el hecho de que todos los impactos se concentren en zonas relativamente pequeñas posibilita también el tratamiento eficiente de algunos problemas ambientales en las ciudades. Las consecuencias sanitarias y ambientales de las partículas cuyo diámetro es inferior a los 2,5 micrómetros (PM2.5) suscitan gran preocupación. Estas partículas son el resultado de la combustión incompleta de combustibles y biomasa, por ejemplo, en el caso de los vehículos de motor diesel, las cocinas, incluidas las cocinas rústicas y la calefacción. Se calcula que la contaminación del aire exterior en zonas urbanas causa más de 1 millón de muertes prematuras por año debido a la exposición a partículas finas (OMS, 2011). Este problema no se limita a zonas urbanas. Por ejemplo, es posible que las emisiones de PM2.5 de los incendios de matorrales causen la muerte de unas 340.000 personas por año y la mayoría de las víctimas se encuentran en el África subsahariana y Asia sudoriental. Las PM2.5 son un componente del carbono negro. El carbono negro y el ozono a nivel del suelo (u ozono troposférico) son dos de los contaminantes climáticos de vida corta. Además de que forman una parte sustancial de los contaminantes atmosféricos que afectan la salud humana, los contaminantes climáticos de vida corta contribuyen al cambio climático. Entre otros contaminantes de este grupo cabe mencionar el metano y algunos hidrofluorocarbonos (HFC). Si bien son gases importantes de efecto invernadero, estos contaminantes permanecen en la atmósfera por menos tiempo que el CO2 (PNUMA/OMM, 2011). 4 ANUARIO PNUMA 2013 Las medidas rápidas y sostenibles para reducir las emisiones de contaminantes climáticos de vida corta representan una gran oportunidad para ofrecer múltiples beneficios en materia de salud pública, seguridad alimentaria y energética y protección del clima a corto plazo. Si entre hoy y el año 2030 se logra una reducción significativa de metano y carbono negro, es posible desacelerar el calentamiento de la atmósfera en 0,4°C a 0,5°C para el año 2050, así como evitar más de 2 millones de muertes prematuras y más de 30 millones de toneladas anuales de cosechas perdidas (PNUMA/OMM, 2011). En febrero de 2012 se fundó la Coalición del Clima y el Aire Limpio para reducir los contaminantes climáticos de vida corta (CCAC) (véase recuadro 2). La coalición puso en marcha una serie de iniciativas de rápida ejecución destinadas a catalizar medidas nuevas, aceleradas y de mayor escala para hacer frente a estos contaminantes, entre ellas: • • • • • Reducir el carbono negro generado por vehículos pesados y/o con motores diesel de gran potencia. Reducir el carbono negro y otros contaminantes procedentes de la producción de ladrillos. Reducir las emisiones de contaminantes climáticos de vida corta del sector de los residuos sólidos urbanos. Promover tecnologías y normas alternativas en materia de HFC. Acelerar la reducción del metano y del carbono negro generados en la producción de petróleo y gas natural. El control de la contaminación atmosférica a larga distancia es un asunto internacional. Por ejemplo, en un estudio reciente se observó que el transporte de los contaminantes atmosféricos procedentes de Asia contribuye directamente a la elevación de los niveles de ozono troposférico en los Estados Unidos (Lin et al., 2012). Es preciso tener en cuenta los efectos transfronterizos tanto en la reglamentación de las emisiones locales como en la negociación de las normas internacionales. En mayo de 2012, las Partes en la Convención sobre la contaminación atmosférica transfronteriza a larga distancia lograron un acuerdo en cuanto a las revisiones de su Protocolo de Gotemburgo que, por primera vez, incluyen el carbono negro en un acuerdo internacional sobre la contaminación atmosférica. La urbanización y la industrialización crecientes también provocan un aumento rápido del volumen y tipo de desecho sólido. Esto causa gran preocupación a los gobiernos locales y nacionales, especialmente en los países en desarrollo, que suelen verse limitados por la escasez de recursos y capacidad. La falta de políticas, capacidad y recursos financieros apropiados en materia de gestión de desechos conlleva un aumento de las repercusiones negativas que causan los desechos en la salud humana y el medio ambiente, que es más notable en las ciudades (Hoornweg y BhadaTata, 2012). En muchos países está cambiando la composición de los desechos y la proporción de desechos eléctricos y electrónicos peligrosos se expande con Recuadro 2: Coalición Clima y Aire Limpio para Reducir los contaminantes climáticos de corta vida (CCAC) La CCAC es una alianza mundial colaborativa y voluntaria que reúne a los gobiernos, las organizaciones intergubernamentales y los representantes de la sociedad civil y el sector privado que están comprometidos a tomar medidas respecto de los contaminantes climáticos de vida corta. Su atención está centrada principalmente en el carbono negro, el metano y algunos hidrofluorocarbonos (HFC). Tras la creación, en 2012 (por seis países y el PNUMA) de esta primera iniciativa mundial para tratar a los contaminantes climáticos de vida corta como un problema colectivo, la coalición pasó a tener 48 asociados a fin de ese año, entre ellos, 25 países, la Comisión Europea y una cantidad considerable de organizaciones internacionales y no gubernamentales (PNUMA, 2012f ). Las fuentes de carbono negro son abundantes y los procesos de los aerosoles en el sistema climático son sumamente complejos (Gráfico 2). La CCAC cuenta con el respaldo de un grupo de asesoramiento científico que le permite mantenerse al tanto de las novedades científicas. Todos los socios reconocen que la labor de la coalición es totalmente complementaria a las iniciativas para reducir el dióxido de carbono, en particular, aquellas tratadas por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Gráfico 2: Principales fuentes de carbono negro y contaminantes que se emiten conjuntamente, transporte y repercusiones en el medio ambiente y el clima mundial. Fuente: Bond et al., 2013. Fuente: David Fahey Resumen del año 5 Plan de gestión integrada de los desechos sólidos de Maseru 2012, el Centro Internacional de Tecnología Ambiental (CITA) y socios del CCAC presentaron una iniciativa para respaldar a los gobiernos municipales y nacionales en la reducción de emisiones de contaminantes climáticos de vida corta en todo el sector de residuos sólidos urbanos que consistía en colocar recubrimientos impermeables y cerrar vertederos abiertos, capturar y utilizar el gas de vertederos y garantizar que el manejo de desechos y la gestión de productos orgánicos sean apropiados. Reducir se han reducido 40.000 t/a Reutilizar se han reutilizado como alimento,fertilizante 45.000 t/a Reciclar se han reducido 55.000 t/a Eliminar se han eliminado 65.000 t/a Se han iniciado tareas en diez ciudades de países en desarrollo que oficiarán de embajadoras en su países y regiones para exhibir mejores prácticas e intercambiar enseñanzas. Gráfico 3: En la ciudad de Maseru (Lesotho), se ha elaborado un programa de gestión integrada de desechos sólidos. Se prevé que la prevención de la generación de desechos y la clasificación de distintos tipos de desechos para reciclaje, descomposición orgánica y reutilización contribuya a la reducción de los 205 millones de toneladas de desechos que se generan por año a un total de 65.000 toneladas. La utilización de los desechos para la captura de materiales y energía puede generar ingresos y mitigar costos debido a la reducción del volumen final de desechos. Fuente: PNUMA/University of Cape Town/Envirotech Environmental Consulting (2008). rapidez (Hoornweg y BhadaTata, 2012;PNUMA, 2012ª; Lundgren, 2012) (véase el Capítulo 3, Cuadro 2). Por ejemplo, se ha proyectado que en Phnom Penh (Camboya) la cantidad de desechos eléctricos y electrónicos se cuadruplicará en un decenio (Ministerio de Medio Ambiente/PNUMA, 2009). Con el aumento mundial de la cantidad de centros de salud, surge otra preocupación respecto de los desechos peligrosos: el aumento del volumen de desechos sanitarios y sus posibles efectos adversos (PNUMA, 2012d). La gestión deficiente de los desechos puede causar la contaminación del suelo y las fuentes de agua y también generar emisiones de gases de efecto invernadero. Además, es posible que se pierdan materiales preciosos que podrían ser recuperados. Se calcula que los vertederos son la tercera fuente más grande de emisiones mundiales antropógenas de metano, que es un gas potente de efecto invernadero y precursor de otro gas de efecto invernadero, el ozono troposférico (Iniciativa Global de Metano, 2011). En A medida que aumenta el volumen de desechos, es necesario eliminar más cantidad. Por lo tanto, también aumenta el costo de la gestión de desechos. Se prevé que llegue a 375.000 millones de dólares en 2025, mientras que en 2010 fue de unos 205.000 millones. Se prevé que el costo relativo de la gestión de desechos aumente de forma más pronunciada en países de bajos ingresos, que experimentarán un incremento superior a cinco veces (Hoornweg y BhadaTata, 2012) (Cuadro 2). Por lo general, las autoridades locales, especialmente en países de bajos ingresos, no cuentan con los recursos para ampliar o perfeccionar su sistema de gestión de desechos. Dado que en los países en desarrollo gran parte del tratamiento de los desechos está a cargo del sector informal, con infraestructura y tecnología limitadas, el nivel general de recuperación y reciclaje sigue siendo bajo y la mayor parte de los recursos se descartan en forma de desechos. Por lo general, falta la capacidad local para evaluar, seleccionar, adoptar y poner en práctica tecnologías eficientes (Chalmin, 2011). El rediseño de los sistemas convencionales de gestión de desechos para que puedan tratar los volúmenes y tipos de residuos cada vez mayores con eficiencia y eficacia podría contribuir a mejorar la salud pública e Cuadro 2: Costos actuales y previstos de la gestión de desechos sólidos, 2010 y 2025. Fuente: Hoornweg y BhadaTata, 2012 Grupo de país por nivel de ingresos Países de bajos ingresos 2010 (miles de millones de dólares) 2025 (miles de millones de dólares) 1.5 7.7 Países de ingreso mediano bajo 20.1 84.1 Países de ingreso mediano alto 24.5 63.5 Países de ingreso alto 159.3 220.2 Costo total general (dólares) 205.4 375.0 6 ANUARIO PNUMA 2013 Limpieza de fangos tóxicos tras un inmenso derrame de sustancias químicas en Hungría. Es preciso adoptar medidas urgentes para cumplir la meta del Plan de Aplicación de las Decisiones de Johannesburgo de 2002 relativa a lograr que para 2020 los productos químicos se utilicen y produzcan de manera de que se reduzcan al mínimo los efectos adversos de importancia que puedan tener en la salud humana y el medio ambiente. Foto: Márton Bálint incrementar las oportunidades económicas. La gestión integrada de desechos sólidos es un enfoque prometedor que pueden aplicar las autoridades locales para alcanzar ese objetivo (Gráfico 3). Consecución de metas ambientales En el quinto informe Perspectivas del Medio Ambiente Mundial (GEO5) del PNUMA se observa que los avances en cuanto a la consecución de metas y objetivos ambientales para mejorar la situación del medio ambiente han sido desiguales (PNUMA, 2012a). Las iniciativas para disminuir el ritmo o la magnitud del cambio ambiental, incluidas las mejoras en cuanto al aprovechamiento eficaz de los recursos y la aplicación de medidas de mitigación, han tenido un éxito moderado, pero no han conseguido revertir esos cambios. De las 90 metas ambientales más importantes que se han evaluado, solo se han logrado avances significativos en cuatro: el acceso a mejores fuentes de agua potable, la eliminación del combustible con plomo, el impulso de la investigación para reducir la contaminación del medio ambiente marino y la eliminación de la producción y el uso de sustancias que agotan el ozono (Recuadro 3). Se han logrado algunos avances en 40 de las metas y escaso o ningún avance en otras 24 (PNUMA, 2012g). El mundo no consiguió alcanzar la meta de reducir significativamente el ritmo de pérdida de la diversidad biológica para el año 2010. Mientras que a fines de 2010 los países acordaron una nueva meta de diversidad biológica, las tendencias ambientales siguen reflejando amenazas a las especies y la intensificación del uso de los recursos naturales (véase el Capítulo 4). Se ha perdido la mitad de los humedales del mundo durante el siglo XX (Russi et al., 2012). En 2012, se informó de que el coral de la Gran Barrera de Coral, uno de los ecosistemas con mayor diversidad biológica del mundo, se redujo a la mitad en los últimos 27 años, fundamentalmente debido al daño causado por las tormentas intensas, las estrellas de mar con corona de espinas y la acidificación de los océanos (De'ath et al., 2012). Los científicos advierten que en los próximos diez años podría producirse una nueva reducción del 50%. El informe GEO5 da ejemplos de políticas de todas partes del mundo que pueden contribuir a acelerar la consecución de las metas y los objetivos ambientales. Muchas de las políticas nacionales se basan en compromisos contraídos en virtud de más de 500 tratados internacionales y otros acuerdos relacionados con el medio ambiente (323 son regionales y 302 se celebraron entre 1972 y principios del decenio de 2000). Cuando sea posible, una mejor coordinación sobre temas conexos puede contribuir a la reducción de la carga sobre los países en lo que respecta al cumplimiento de requisitos de presentación de informes y otras obligaciones en virtud de este marco internacional fragmentado. Los delitos ecológicos están en aumento debido a la mayor demanda de productos derivados de especies silvestres, que van del marfil a las orquídeas. Se han vuelto una de las formas más rentables de actividad delictiva (Patel, 2012). Se estima que la tala ilegal asciende a cifras entre 30.000 y 100.000 millones de dólares. (Nellemann, 2012). El comercio ilícito de desechos peligrosos, la pesca ilegalno declarada y no reglamentada y el tráfico ilícito Recuadro 3: Protección de la capa de ozono: 25 años del Protocolo de Montreal En 1974, unos científicos informaron de que ciertas sustancias químicas (clorofluorocarbonos o CFC) utilizadas, por ejemplo, como propulsores para atomizadores, migraban a la atmósfera superior, donde destruían la capa de ozono. A principios del decenio de 1980 se descubrió el agujero de la capa de ozono en la Antártida y se vinculó su existencia a los CFC y sustancias químicas conexas. En respuesta a eso, se elaboró en 1987 el Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono. El Protocolo de Montreal es uno de los acuerdos internacionales más exitosos de la historia. Durante los 25 años de existencia del Protocolo, los países han reducido casi en un 100% la producción y el consumo mundiales de unos 100 productos químicos que dañan la capa de ozono (Molina y Zaelke, 2012). Con la aplicación de las disposiciones del Protocolo, la capa de ozono debería retornar al estado anterior a 1980 entre los años 2050 y 2075, con lo que se evitarían millones de casos de cáncer de piel y cataratas, entre otras repercusiones, y se ahorrarían mil millones de dólares en atención médica. Dado que los mismos productos químicos que destruyen la capa de ozono calientan la atmósfera, el Protocolo de Montreal también ha efectuado una contribución importante a la reducción de las emisiones de los gases de efecto invernadero. Todavía se puede hacer más en este sentido, con la eliminación de la producción y el uso de hidrofluorocarbonos (HFC) y la prevención de su acumulación en la atmósfera. Estos gases son sustitutos de los CFC. No afectan la capa de ozono pero son gases de fuerte efecto invernadero que se difundieron rápidamente como sustitutos empleados en el acondicionamiento de aire y la refrigeración. En la Reunión de las Partes en el Protocolo de Montreal celebrada en noviembre de 2012, se convino en llevar a cabo un estudio pormenorizado de las alternativas a los HFC. de especies silvestres son otros tipos de delitos ecológicos que frenan el progreso hacia el desarrollo sostenible. Este tipo de delitos también afecta esferas donde se han logrado avances significativos a nivel internacional, por ejemplo, el contrabando de sustancias que agotan la capa de ozono. La Convención sobre el Comercio Internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestres (CITES) se ocupa de las interrelaciones entre comercio, medio ambiente y desarrollo. El reciente aumento de la caza furtiva de elefantes y rinocerontes demuestra que la contribución de la Convención a la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica es tan importante hoy como cuando fue aprobada, en 1973 (Recuadro 4). Cambio climático: hora de actuar En el documento final de Río+20, los países afirmaron que el cambio climático es uno de los mayores problemas de nuestro tiempo. Expresaron alarma debido a que las emisiones de gases de efecto invernadero siguen aumentando en todo el mundo y agregaron que estaban “profundamente preocupados por el hecho de que todos los países, en particular los países en desarrollo, sean vulnerables a los efectos adversos del cambio Resumen del año 7 Recuadro 4: Caza furtiva de elefantes y rinocerontes en África y comercio ilegal con especies de vida silvestre La información disponible en el Sistema de información sobre el comercio de elefantes (ETIS) confirma que 2011 fue el año con mayores registros en lo que respecta a decomisos de marfil (ETIS, 2012) (Gráfico 5). En Port Kelang (Malasia) se descubrió que se estaban transportando a escondidas de África a Asia 1.500 colmillos de elefantes. Se los había declarado como baldosas de madera. Ese fue el sexto decomiso en el país en un plazo de 18 meses y el segundo decomiso más grande de marfil de que se tiene registro (Traffic, 2013a). En la caza furtiva de gran cantidad de elefantes por su marfil participan cada vez más grupos delictivos organizados y, en algunos casos, milicias rebeldes con gran armamento (Traffic, 2012a). Por ejemplo, en el Parque Nacional Bouba N’Djida, en el norte del Camerún, han matado alrededor de 450 elefantes a comienzos de 2012. Por esta razón, el Gobierno de ese país destinó unos 150 soldados al Parque Nacional, para que ayudasen a los guardaparques a poner fin a la matanza de elefantes. Se cree que se utiliza el marfil obtenido de la caza furtiva para intercambiarlo por dinero, armas y municiones con objeto de financiar conflictos en la región. per cent of total elephant population killed Otro ejemplo de este tipo de caza furtiva fue la matanza de 22 elefantes en abril de 2012 en el Parque Nacional Garamba (República Democrática del 12 10 8 6 4 2 0 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 Gráfico 4: Porcentaje estimado de la población de elefantes africanos muertos en sitios MIKE, 200511. La línea roja (cerca de un 5%) representa el crecimiento aproximado de las poblaciones sanas. Es probable que el nivel de matanzas ilegales de elefantes por encima del 5%6% de la población total ocasione una disminución neta en caso de que la tendencia se mantenga durante varios años. La situación desde 2010, con un aumento significativo de las matanzas de elefantes, supera con creces los niveles de sostenibilidad. Fuente: CITES MIKE. Cortesía de: Trang Nguyen 8 ANUARIO PNUMA 2013 300 250 trabajado 100kg+ en bruto 100kg+ trabajado 10100kg en bruto 10 -100kg trabajado <10kg en bruto <10kg 200 peso relativo (kg) En muchos países africanos está aumentando en gran medida la caza furtiva de elefantes y rinocerontes y el comercio ilegal de marfil y de cuernos de rinocerontes. Según datos recabados por un programa de la CITES, el Sistema de supervisión de la matanza ilegal de elefantes (MIKE), se registra un incremento continuo del nivel de matanza ilegal de elefantes desde 2006; en el año 2011 se observó el nivel más elevado de caza furtiva desde que comenzó la supervisión (Gráfico 4). 150 100 50 0 1996 1998 2000 2002 2004 2006 2008 2010 Gráfico 5: Tendencias de decomiso de marfil por tipo de marfil y peso de las clases decomisadas, 19962011. Los decomisos de marfil constan de colmillos (marfil en bruto) y, por ejemplo, ornamentos tallados (marfil trabajado). Fuente: ETIS (2012) Congo). La matanza se realizó desde un helicóptero, en una sola incursión. En enero de 2013, mataron a 11 elefantes a balazos en el Parque Nacional Tsavo (Kenya). Probablemente la cantidad de elefantes muertos en África en 2011 ascienda a decenas de miles y, según los primeros indicios, las cifras se repiten en 2012 (Gráfico 6). Ese año se registró el récord de 668 rinocerontes cazados furtivamente en Sudáfrica, lo que pone a esa especie en mayor peligro de extinción (Gráfico 7). El programa MIKE ha detectado una relación entre la caza furtiva y la pobreza, la gobernanza, la eficacia de la lucha contra el delito y la demanda de marfil en los países consumidores. Para mitigar la crisis de la caza furtiva, harán falta medidas en estos frentes en diversos niveles. La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) es un acuerdo ambiental multilateral que promueve la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica. La CITES colabora con los Estados del área de distribución de elefantes y rinocerontes para fortalecer su capacidad de lucha contra el delito y ayudar a combatir la caza furtiva y el comercio ilegal de esas y otras especies (CITES, 2012a, b). A fin de brindar un apoyo más coordinado a órganos y redes nacionales de lucha contra el delito relativo a la vida silvestre, la Convención colabora estrechamente con otros asociados (INTERPOL, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, la Organización Mundial de Aduanas (OMA) y el Banco Mundial) en el Consorcio internacional para combatir los delitos contra la vida silvestre. En 2012, el consorcio presentó un instrumental analítico para delitos forestales y que atentan contra la vida silvestre a fin de fortalecer las capacidades nacionales de lucha contra esos delitos. Se ha elaborado un proyecto del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) de 3 millones de dólares con objeto de respaldar el uso de técnicas forenses modernas para hacer frente a la caza furtiva de rinocerontes y rastrear el contrabando de los cuernos. 700 0.9 668 0.8 600 6 00 7 00 8 00 9 00 0 01 1 01 122 100 Gráfico 6: La proporción de elefantes muertos a manos de cazadores furtivos se define como la cantidad de elefantes encontrados que fueron exterminados ilegalmente dividida por la cantidad total de elefantes encontrados muertos por patrullas u otros medios. Las estimaciones de la proporción de elefantes muertos a manos de cazadores furtivos realizadas en centros de registro en África tienen un límite de confianza del 95%, 20022011. Para 2012, solo se incluyen datos de 6 meses. Fuente: CITES MIKE 0 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 7 20 2 83 25 6 00 2 01 22 10 13 24 13 06 20 07 20 08 20 09 20 10 20 11 20 12 5 00 05 4 00 20 3 00 04 2 00 200 20 0 300 03 0.1 333 20 0.2 400 02 0.3 448 20 0.4 500 01 0.5 20 0.6 20 0.7 cantidad de rinocerontes asesinados proporción de elefantes muertos de forma ilegal Box 4: Elephant and rhino poaching in Africa and illegal wildlife trade Gráfico 7: Cantidad anual de rinocerontes cazados furtivamente en Sudáfrica, 20002012. En los últimos años, se ha registrado un marcado aumento de la cantidad de rinocerontes cazados furtivamente para obtener los cuernos. Fuente: Traffic (2012b) Es fundamental que los países en los cuales hay exportación de especies silvestres cuenten con la capacidad científica adecuada para garantizar que el comercio internacional tenga lugar dentro de límites sostenibles desde el punto de vista biológico. Se recibieron 71 propuestas de enmienda de los Apéndices de CITES, que abarcan cientos de especies de animales y plantas, para su examen en la Decimosexta reunión de la Conferencia de las Partes en la CITES (CP16), celebrada en marzo de 2013. Se incluyen varias especies de tiburones, la mantarraya, el oso polar, la rana venenosa de dardo y muchas especies madereras. Además, en la CP16 se debatirá un proyecto de resolución para la interpretación y aplicación uniformes de la Convención al transporte a un país de especies capturadas de un medio marino que no está sometido a la jurisdicción nacional de ningún Estado. La CITES está alcanzando la composición universal. Actualmente son 177 las Partes en la Convención, de las cuales, la más reciente es Maldivas. Se ha programado que la CP16 coincida con el 40º aniversario de la aprobación de la Convención. Unos funcionarios detectaron e impidieron un intento de contrabando de 33 cuernos de rinoceronte a Hong Kong. Los cuernos estaban ocultos en un contenedor que, según lo declarado, era de desechos de material plástico; fueron descubiertos durante un examen de rayos X. Foto: CITES Resumen del año 9 climático y ya estén experimentando mayores efectos, entre ellos sequías persistentes y fenómenos meteorológicos extremos, aumento del nivel del mar, erosión costera y acidificación de los océanos, que amenazan todavía más la seguridad alimentaria y las medidas para erradicar la pobreza y lograr el desarrollo sostenible”. El nivel del mar aumentó en unos 3,2 mm por año entre 1993 y 2011. El deshielo en las regiones polares era un factor que contribuía enormemente (Van den Broeke, 2011; Meyssignac et al., 2012; Rahmstorf et al., 2012). El hielo marino del Ártico desaparece en verano más rápidamente que lo proyectado en modelos (véase el Capítulo 2). Las barreras de hielo de la Antártida Occidental se están partiendo, lo que permite que los glaciares retenidos en tierras adyacentes se deslicen hacia el mar. Algunos científicos consideran que el aumento de la cantidad de fenómenos meteorológicos extremos, como las inundaciones y olas de calor experimentadas en América del Norte, Europa Occidental, la Federación de Rusia y otros lugares en los últimos años está relacionado con el calentamiento de la atmósfera (NOAA, 2012). El aumento del nivel del mar generará mayores posibilidades de que se produzcan mareas tormentosas, una gran masa de agua que puede ser arrastrada por el viento antes de una tormenta (Schaeffer et al., 2012). Los científicos han proyectado que si se mantiene el calentamiento de la atmósfera por debajo de 2ºC, ciertas repercusiones, como el aumento catastrófico del nivel del mar, podrían evitarse. Incluso si se logra mantener el aumento mundial de temperatura dentro del límite de 2ºC, se prevé que los niveles del mar sigan aumentando después de 2100, ya que las altas temperaturas están distribuidas en el océano a grandes profundidades. Con un escenario de menos de 2ºC, se prevé que el aumento del nivel del mar debido al cambio climático sea de 7580 cm respecto del nivel de 2000 (Schaeffer et al., 2012). Sin embargo, hay un importante desfase entre el total de las promesas de mitigación de los países en lo que respecta a las emisiones anuales de gases de efecto invernadero a nivel mundial para 2020 y la tendencia que debe seguir el total de las emisiones para que se pueda mantener el aumento de la temperatura mundial media por debajo de 2ºC. Las emisiones mundiales actuales de gases de efecto invernadero son de 50,1 gigatoneladas (Gt) de dióxido de carbono equivalente (CO2 eq) por año, es decir, ya son 14% más altas de lo que tendría que ser el nivel de emisiones en 2020 para que el mundo tuviera una posibilidad de alcanzar la meta de 2ºC (PNUMA, 2012e). Se ha calculado que ese nivel equivale a 44 Gt de CO2 eq. El desfase de emisiones entre la base de referencia en la hipótesis de que todo siga igual y una trayectoria de emisiones que sea consistente con el límite de 2ºC se encuentra en el rango de 813 Gt de CO2 eq, cifra mucho mayor que el desfase de 5 Gt de CO2 eq calculado en 2010 (PNUMA, 2010, 2012e). No obstante, todavía existe la posibilidad de salvar el desfase si se aplican medidas concretas e inmediatas (PNUMA, 2012e). La disminución del ritmo del calentamiento de la atmósfera a corto plazo mediante la reducción de los contaminantes climáticos de vida corta podría 10 ANUARIO PNUMA 2013 Recuadro 5. La capacidad de actuar: la financiación climática Según un informe publicado a finales de 2012, las corrientes anuales de financiación climática a nivel mundial alcanzaron en el período 20102011 un promedio de 364.000 millones de dólares. Entre 12.300 y 15.700 millones de dólares (entre el 4% y el 5% aproximadamente) se destinaron a fines de adaptación. De la financiación registrada a nivel mundial para la adaptación de los países desarrollados y países en desarrollo, la mayor parte (5.200 millones) procede de instituciones financieras nacionales. El sector privado aporta entre el 60% y el 67% del total de los recursos financieros. La contribución del sector público a la financiación climática es relativamente pequeña: cerca de un 26% (entre 92.000 y 99.300 millones de dólares), cifra que incluye fondos proporcionados por instituciones financieras para el desarrollo (21%) y fondos climáticos (1%). El sector público sirve de catalizador para atraer más fondos procedentes de otras fuentes. Con todo, la financiación climática no es suficiente para lograr una reducción de emisiones que mantenga el aumento de la temperatura mundial por debajo de 2°C (Buchner et al., 2012). La Junta del Fondo de Adaptación informó en Doha que el monto acumulado para los proyectos y programa de adaptación aprobados asciende a 167 millones de dólares, lo que equivale a un promedio de unos 11 millones anuales desde hace 15 años (CMNUCC, 2012c). Entre las soluciones inmediatas para aumentar la financiación destinada a la adaptación figuran el fortalecimiento del proceso de monetización de las reducciones de emisiones certificadas (CER), la mejora del acceso a la financiación, y el cumplimiento por parte de los países desarrollados de sus compromisos respecto del objetivo de financiación a largo plazo de movilizar 100.000 millones de dólares anuales para el año 2020 a fin de apoyar las medidas de adaptación y mitigación en los países en desarrollo. La sostenibilidad, la idoneidad y la previsibilidad del Fondo de Adaptación preocupan seriamente a los países. Con el enfoque de “pérdidas y daños” que se adoptó en Doha se ha abierto un resquicio al apoyo y la cooperación (incluida la financiera) en pro de la adaptación al cambio climático de los países afectados, en especial de los pequeños Estados insulares en desarrollo y los países menos adelantados. contribuir a moderar los efectos del cambio climático en quienes ya se han visto afectados, reducir la pérdida de la diversidad biológica y evitar atravesar umbrales críticos. Sin embargo, solo será posible proteger el clima a largo plazo si se logran recortes profundos y persistentes de las emisiones de CO2 en el corto plazo. La adopción rápida de medidas para reducir los contaminantes climáticos de vida corta sería una contribución importante. No se la debería considerar un sustituto de (o una oportunidad de retrasar) la urgente mitigación de las emisiones de CO2, sino una acción complementaria. En la conferencia de la CMNUCC, celebrada en Doha (Qatar) en noviembre de 2012, los gobiernos dieron un paso adicional y esencial hacia una respuesta mundial efectiva al cambio climático y promovieron medidas concretas e inmediatas que eran sumamente necesarias. Como finalizó el primer período de compromiso, se estableció un nuevo período de compromiso en materia de reducción de gases de efecto invernadero en el marco del Protocolo de Kyoto. También se acordó un estricto calendario para la adopción de un acuerdo universal sobre el clima para 2015, y vías para promover la determinación necesaria para responder al cambio climático (CMNUCC, 2012a). Pese a los avances logrados en Doha, tal vez estos resultados no basten para mantener el aumento de temperatura bajo control y por debajo de 2ºC para fin de siglo. Por ejemplo, algunas de las mayores economías del mundo no se sumaron al compromiso actual del Protocolo de Kyoto para la mitigación de gases de efecto invernadero. Además, algunos países desarrollados se retiraron del Protocolo en 2011 y 2012. Al momento de la reunión CP18, el compromiso del Protocolo de Kyoto solo abarcaba el 15% de las emisiones mundiales (Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible, 2012b). La financiación para la adaptación al cambio climático ofrece oportunidades, pero a la vez entraña motivos de preocupación (Recuadro 5)Sigue habiendo una disparidad en la financiación climática destinada a reducir las emisiones lo necesario para mantener el aumento de la temperatura mundial por debajo de 2°C (Buchner et al., 2012). En la Conferencia de Copenhague de 2009, la meta de financiación a largo plazo en apoyo de medidas de mitigación y adaptación en los países en desarrollo se fijó en 100.000 millones de dólares anuales para 2020. En virtud del paquete de decisiones del Portal de Doha para el Clima, a partir de diciembre de 2013 se ampliará el mecanismo de financiación a largo plazo con la creación del Fondo Verde para el Clima (CMNUCC, 2012b). Cuadro 3: Hitos en el camino hacia el logro de los objetivos de la CMNUCC y del Protocolo de Kyoto Año Acontecimiento Resultados principales 1992 Cumbre para la Tierra Se aprueba la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) 1997 Tercera Conferencia de las Partes (CP3), Kyoto (Japón) Acuerdo sobre el Protocolo de Kyoto: entre 2008 y 2012 (primer período de compromiso), las Partes del anexo I deberán reducir el total de sus emisiones de seis gases de efecto invernadero a un nivel inferior en un 5% de promedio al de 1990 2007 CP13, Bali (Indonesia) Hoja de Ruta de Bali sobre cuestiones a largo plazo, Plan de Acción de Bali y mecanismo REDD (Reducción de las emisiones debidas a la deforestación y la degradación forestal) 2009 CP15, Copenhague (Dinamarca) Más de 140 países respaldan el Compromiso de Copenhague (como acuerdo político no vinculante) en menos de un año, y 80 países informan acerca de sus objetivos o medidas en materia de mitigación 2010 CP16, Cancún (México) El Acuerdo de Cancún reconoce la necesidad de reducir drásticamente las emisiones globales a fin de limitar el aumento de la temperatura media mundial a un máximo de 2°C para 2100. Se establecen el Marco de Adaptación de Cancún y el Comité de Adaptación, el Mecanismo Tecnológico, el Centro y Red de Tecnología del Clima y el Fondo Verde para el Clima Se aportan los 30.000 millones de dólares EE.UU. comprometidos como financiación inmediata para el período 20102012 2011 CP17, Durban (Sudáfrica) Plataforma de Durban para una Acción Reforzada. La CP elabora y acepta una hoja de ruta para la adopción, en 2015, de un nuevo acuerdo mundial de reducción de emisiones, vinculante a partir de 2020. Los gobiernos deciden que las Partes procedan en 2013 a un segundo período de compromiso del Protocolo de Kyoto. CP18, Doha (Qatar) Paquete de decisiones del Portal de Doha para el Clima Dos decenios de negociaciones han producido algunos resultados en materia de reducción de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) (Cuadro 3). Los avances logrados por el proceso de la CMNUCC son sumamente importantes y paso a paso han sentado las bases para que los países cooperen en la resolución del problema climático mundial. COP17/CMP7 UNITED NATIONS CLIMATE CHANGE CONFERENCE 2011 DURBAN, SOUTH AFRICA 2012 Mural colocado en el exterior de la Exposición de Sostenibilidad de Qatar, celebrada a la vez que la 18ª Conferencia de las Partes de la CMNUCC en Doha. El camino hacia un futuro sostenible requiere no solo ideas innovadoras e inspiradoras, sino también una transformación en materia de políticas, medidas y colaboración. Foto: CGIAR Climate Resumen del año 11 Las pérdidas humanas, ambientales y económicas que podría generar el cambio climático, potencialmente enormes, se hacen cada vez más evidentes conforme se perfeccionan los métodos empleados para evaluarlas (BAD, 2009; Bouwer, 2012; EEE, 2012). Según un estudio, de 450 zonas urbanas que en 2011 tenían un millón o más de habitantes (y que sumaban 1.400 millones de personas), el 60% (o 890 millones de personas) se halla en regiones que corren un gran riesgo de sufrir desastres naturales (DAES, 2012). Habida cuenta de que en el futuro los fenómenos meteorológicos extremos serán más probables a causa del cambio climático (Fischetti, 2012; PNUMA, 2012a), algunos de los desastres ocurridos en 2012 ponen de relieve la necesidad de prepararse para sobrellevar pérdidas cuantiosas y de tomar medidas para prevenirlas. Los costos definitivos del huracán Sandy, que a finales de octubre de 2012 devastó zonas del Caribe, el Canadá y los Estados Unidos de América, son difíciles de calcular y probablemente sigan revisándose al alza (The Economist, 2012; Mackenzie, 2012). Según MunichRe, el costo de Sandy para las aseguradoras y reaseguradoras oscilará entre 20.000 y 25.000 millones de dólares (Dauer, 2013). Solo en la ciudad de Nueva York, los daños materiales ascienden a miles de millones de dólares (Cowan, 2013). Se calcula que la infraestructura necesaria para proteger la ciudad en el futuro, que posiblemente incluiría barreras contra inundaciones, costaría 20.000 millones de dólares o más (Crooks y Wright, 2012). De cara al futuro En 2012, la protección del medio ambiente afrontó dificultades evidentes. No obstante, se alcanzaron acuerdos a nivel internacional para seguir haciendo frente al cambio climático. Por otra parte, la Conferencia Río+20, al reafirmar el compromiso de los países con el desarrollo sostenible y consolidar el pilar ambiental de dicho desarrollo, sentó unas bases sólidas para el futuro. El objetivo de mantener el aumento de la temperatura mundial por debajo de 2°C está haciéndose más difícil, pero aún se puede alcanzar. Para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero será preciso actuar de forma conjunta e inmediata. Entre las diversas medidas necesarias, es fundamental garantizar la disponibilidad de recursos financieros y mejorar el acceso a estos, no solo para mitigar las emisiones, sino también para fomentar la resiliencia y fortalecer la adaptabilidad de las comunidades y ecosistemas en los países en desarrollo, donde los efectos del cambio climático se hacen sentir de manera generalizada y, a menudo, más nítida. Aunque las negociaciones que se desarrollaron en Doha no indicaron ningún cambio importante respecto de un nuevo acuerdo sobre clima mundial, la Conferencia adoptó medidas para impulsar la evolución de un mecanismo destinado a hacer frente al cambio climático. Las pruebas de los efectos del cambio climático, así como los resultados de investigaciones científicas que siguieron apareciendo en 2012, demuestran que todos los países están conectados. El futuro depende de decisiones conjuntas y de la aplicación de medidas colectivas. Para seguir adoptando decisiones racionales y equitativas en materia de medio ambiente será fundamental fortalecer el vínculo entre ciencia y política. El mundo tiene ante sí una oportunidad única para cumplir los compromisos renovados y adoptar medidas con el fin de mejorar la sociedad humana y el medio ambiente. Las negociaciones de los Estados Miembros de las Naciones Unidas durante Río+20 tuvieron como telón de fondo una considerable tensión política y social. Si bien en el documento final, El futuro que queremos, no se incluyeron metas vinculantes y apenas se introdujeron novedades en materia de apoyo financiero, el texto reitera el empeño de los países en continuar trabajando en pro del desarrollo sostenible y exhorta a todos los agentes a redoblar sus esfuerzos. El documento confirma que el desarrollo sostenible es el único camino viable hacia el desarrollo y brinda una plataforma para conectar las acciones de la ciudadanía y proyectarlas hasta los gobiernos. Queda por resolver el problema de cómo avanzar simultáneamente hacia la consecución de los objetivos económicos, sociales y ambientales. El resultado de Río+20 indica que existe un amplio consenso en torno a la idea de que los sistemas y comportamientos que han llevado al medio ambiente a su estado actual pueden y deben cambiarse. Asentamiento ilegal en Quito (Ecuador). Más del 90% del aumento futuro de la población urbana mundial se registrará en países en desarrollo. Foto: Marcio Ramalho. 12 ANUARIO PNUMA 2013 Referencias ADB (Asian Development Bank) (2009). The Economics AEMA (Agencia Europea del Medio Ambiente) (2012). Climate change, impacts and vulnerability in Europe 2012. An indicatorbased report. AGNU (Asamblea General de las Naciones Unidas) (2012). Resolución 66/288 de la Asamblea General. El futuro que queremos Banco Mundial (2012). Urbanization and Air Pollution. BAD (Banco Asiático de Desarrollo) (2009). 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Earth Negotiations Bulletin, 27(51) PNUMA (2012b). Sustainable Consumption and Production for Poverty Alleviation IISD (2012b). Summary of the Doha Climate Change Conference: 26 November8 December. Earth Negotiations Bulletin, 12(567) Lin, M., Fiore, A.M., Horowitz, L.W., Cooper, O.R., Naik, V., Holloway, J., Johnson, B.J., Middlebrook, A.M., Oltmans, S.J., Pollack, I.B., Ryerson, T.B., Warner, J.X., Wiedinmyer, C., Wilson, J. y Wyman, B. (2012). Transport of Asian ozone pollution into surface air over the western United States in spring. Journal of Geophysical Research, 117(D4) Lundgren, K. (2012). The global impact of ewaste: addressing the challenge. Organización Internacional del Trabajo (ILO) MacDonald, A.M., Bonsor, H.C., Dochartaigh, B.É.Ó. y Taylor, R.G. (2012). Quantitative maps of groundwater resources in Africa. Environmental Research Letters, 7, 024009 CMNUCC (2012c). Proyecto de decisión /CMP.8. 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En En Estados Estados Unidos, Unidos, 2012 2012 fuefue el año el año más más cálido cálido desde desde queque se creó se creó el registro, el registro, en en 1895. 1895. LasLas temperaturas temperaturas alcanzan alcanzan máximos máximos históricos históricos en en todo todo el el continente. continente. 25º25º aniversario aniversario deldel Protocolo Protocolo de de Montreal Montreal relativo relativo a las a las sustancias sustancias 20º20º aniversario aniversario deldel Convenio Convenio queque agotan agotan la capa la capa de de ozono, ozono, de de sobre sobre la Diversidad la Diversidad Biológica Biológica 1987. 1987. (CDB) (CDB) de de 1992. 1992. 25th 25th 20th 20th En En octubre, octubre, el huracán el huracán Sandy Sandy devasta devasta zonas zonas deldel Caribe Caribe y de y de laslas regiones regiones Atlántico Atlántico Medio Medio y Noreste y Noreste de de loslos Estados Estados Unidos Unidos 50º50º aniversario aniversario deldel libro libro Primavera Primavera silenciosa, silenciosa, de de Rachel Rachel Carson, Carson, de de 1962. 1962. 50th 50th 30th 30th 30º30º aniversario aniversario de de la Carta la Carta Mundial Mundial de de la la Naturaleza Naturaleza y de y de la Convención la Convención de de laslas Naciones Naciones Unidas Unidas sobre sobre el Derecho el Derecho deldel Mar, Mar, ambos ambos de de 1982. 1982. En En Puerto Puerto Príncipe Príncipe (Haití), (Haití), laslas lluvias lluvias causan causan corrimientos corrimientos de de tierra tierra y varias y varias muertes. muertes. LosLos campamentos campamentos de de desplazados, desplazados, en en loslos queque viven viven casicasi 65.000 65.000 haitianos, haitianos, sufren sufren daños daños considerables. considerables. En En Paraguay, Paraguay, loslos ríosríos se desbordan se desbordan porpor laslas fuertes fuertes lluvias lluvias y alymenos al menos 13.500 13.500 familias familias se ven se ven afectadas afectadas porpor laslas inundaciones. inundaciones. Tras Tras unauna larga larga sequía, sequía, Paraguay Paraguay declara declara la la emergencia emergencia de de seguridad seguridad alimentaria. alimentaria. En En 2012, 2012, el agujero el agujero de de ozono ozono de de la Antártida la Antártida registra registra su su segunda segunda mayor mayor disminución disminución en en 20 20 años. años. 14 ANUARIO PNUMA 2013 Debido Debido a lluvias a lluvias tardías, tardías, irregulares irregulares y mal y mal distribuidas, distribuidas, la producción la producción agrícola agrícola de de Gambia Gambia se se reduce reduce significativamente significativamente a a unun 62% 62% menos menos queque en en 2010. 2010. 20th 20th 20º20º aniversario aniversario de de la la Cumbre Cumbre de de la Tierra la Tierra y del y del Programa Programa 21,21, ambos ambos de de 1992. 1992. El 16 de septiembre, el hielo marino del Ártico marca un mínimo histórico: 3,41 millones de km2, casi la mitad de la extensión media del período 1979 2000. 25º aniversario del Informe Brundtland: “Nuestro futuro común”, de 1987. 40º aniversario del Convenio de 40º aniversario de la 1972 sobre la Conferencia de prevención de la Estocolmo de 1972. contaminación Docenas de personas mueren de frío en Europa del mar por Central y del Este. A comienzos de febrero, vertimiento de algunas localidades registran temperaturas de desechos y otras 25th 40th entre -25°C y -29°C o menores. materias. 40th 20th 20º aniversario de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación de 1992. 20th 20º aniversario de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) de 1992. En Marruecos, las nevadas bloquean carreteras y pasos de montaña, se interrumpe el suministro eléctrico, se congelan tuberías y muchos edificios sufren daños. La tempestad tropical Kai Tak (Helen) toca tierra en Isabela (Filipinas) el 15 de agosto acompañada de fuertes lluvias que causan crecidas repentinas en el sudeste de Asia y sur de China. Cientos de miles de personas afectadas y 34 víctimas mortales en la región. El 10 de mayo, una tormenta de lluvia y granizo azota la provincia de Gansu (China) y se cobra al menos 24 muertos y 37 desaparecidos. Las crecidas repentinas que asolan la región rusa de Krasnodar afectan a más de 15.000 personas y se cobran 144 víctimas. Las fuertes lluvias monzónicas En el noreste de Afganistán, las provocan inundaciones en avalanchas dejan aisladas a miles muchas partes de Myanmar y de personas que ya corrían riesgo dejan sin hogar a 6.000 personas de hambruna a causa de la sequía. en el estado de Karen. Las fuertes lluvias estacionales en Sudán del Sur causan inundaciones que restringen el movimiento de personas desplazadas y la entrega de ayuda humanitaria. En Benín, el desborde del río Níger afecta a decenas de miles de personas y destruye numerosas viviendas. 40th Se calcula que 366.780 hogares se ven afectados por las inundaciones en Angola. 20th El Real Departamento de Aduanas de Malasia anuncia el decomiso en Port Klang de 2.341 piezas de marfil ilegal, con un peso total de 6.034 kilos: la segunda mayor incautación de marfil jamás registrada. 15th El Tifón Sanba causa varios muertos y heridos, y deja sin electricidad a más de 110.000 hogares en Okinawa y Kyushu (Japón). En el estado de Assam (India), las lluvias monzónicas causan 27 muertes y obligan a 900.000 personas a abandonar sus hogares. En Malawi, las lluvias torrenciales provocan crecidas repentinas que destruyen casas, cosechas e infrastructuras. Más de 6.000 personas se quedan sin hogar en el distrito de Nsanje. 15º aniversario del Protocolo de Kyoto de la CMNUCC sobre la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (1997). En Beijing (China) se registran las lluvias más copiosas en 60 años, que causan 37 muertes. En septiembre, las lluvias torrenciales provocan inundaciones y corrimientos de tierra en el noreste de la India, con un saldo de al menos 33 muertos y más de un millón de desplazados. 40º aniversario del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (1972). 20º aniversario del Centro Internacional de Tecnología Ambiental (CITA) del PNUMA Dos muertos, más de 4.500 viviendas dañadas y campos destruidos por granizo y torbellinos en el norte de Vietnam. Tras el paso de un tifón, 37.200 familias filipinas son alojadas en 54 centros de evacuación que carecen de instalaciones de saneamiento adecuadas, lo que provoca un brote de leptospirosis. La producción de cereales de Lesotho es la más baja en diez años (un 32% de la cosecha media anual). Se calcula que 725.000 personas padecen inseguridad alimentaria. Insólitas nevadas en Sudáfrica. En 2012, Sudáfrica pierde 668 rinocerontes por la caza furtiva. En 2012 se produjeron graves fenómenos meteorológicos en todo el mundo que ocasionaron numerosas víctimas y daños valuados en miles de millones de dólares (puntos rojos). Asimismo, durante 2012 celebraron su aniversario numerosos organismos, acuerdos y acontecimientos medioambientales (puntos verdes), y se cumplieron cincuenta y veinte años, respectivamente, de la publicación de dos de los libros de temática ambiental más influyentes (puntos morados). 15 16 a 19 de enero La Global Peace Initiative of Women celebra la Conferencia sobre Medio Ambiente, en Nairobi (Kenya). 20 a 22 de febrero 22 de marzo Marzo 12º período extraordinario de sesiones del Consejo de Administración/Foro Ambiental Mundial a Nivel Ministerial del PNUMA, Nairobi (Kenya). Febrero Se celebra en Abu Dhabi (Emiratos Árabes Unidos) la quinta Cumbre Mundial sobre la Energía del Futuro. 16 de febrero Se pone en marcha la Coalición del Clima y Aire Limpio para reducir los contaminantes climáticos de vida corta, en Washington, D.C. (Estados Abril 10 y 11 de mayo Mayo Cumbre Mundial sobre el Crecimiento Ecológico 2012, Seúl (República de Corea) 20 a 22 de junio Muere en cautividad, a la edad aproximada de 100 años, “Solitario George”, el último ejemplar conocido de tortuga gigante de Isla Pinta, en las Islas Galápagos (Ecuador 27 de junio a 27 de julio a 12 de agosto 6 de agosto 4 de septiembre 6 a 15 de septiembre 14 de septiembre Se pone en marcha la Alianza de Acción para una Economía Verde con el propósito de que 18 de septiembre 20 países en desarrollo reciban apoyo en sectores pertinentes, como el transporte, la Congreso Mundial de la Naturaleza 2012 de la UICN, Jeju (República de Corea). 67º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Nueva York (Estados Unidos de América). 16 ANUARIO PNUMA 2013 27 de noviembre Noviembre Diciembre La 18º reunión de funcionarios superiores del Grupo de Gestión Ambiental conviene en actuar en varias esferas para apoyar los resultados de Río+20. 22 a 27 de abril 12 de mayo a 12 de agosto 17 a 20 de junio científicos especializados en el cambio climático mundial celebrada antes de Río+20, se analiza el desarrollo sostenible, Londres (Reino Unido). Conferencia del Año Polar Internacional 2012, Montreal (Canadá). Exposición internacional “El océano y la costa vivientes”, Yeosu (República de Corea). Se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente y se publica la quinta edición de Perspectivas del Medio Ambiente Mundial (GEO5) en Río de Janeiro (Brasil). El Congreso Mundial de Justicia, Gobernabilidad y Derecho para la Sostenibilidad Ambiental reúne a más de 250 magistrados, legisladores y auditores generales en Río de Janeiro (Brasil). Se demuestra la existencia del bosón de Higgs, un elemento fundamental del universo, en Ginebra (Suiza). 23 a 25 de agosto Primera reunión de la Junta del Fondo Verde para el Clima, Ginebra Octubre agricultura y las zonas edificadas. El Foro Panafricano sobre Desechos Electrónicos subraya las oportunidades que ofrece el sector de los desechos electrónicos para la economía verde. 26 a 29 de marzo En la Conferencia “Planeta bajo presión”, la mayor reunión de 4 de julio Septiembre La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos piden que se adopten medidas para evitar la crisis alimentaria mundial, Roma (Italia). 2 de julio Agosto Aterriza en Marte “Curiosity”, el vehículo explorador de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de los Estados Unidos (NASA). 11 de marzo Julio Juegos Olímpicos de Londres 2012: las primeras “Olimpiadas verdes”, Londres (Reino Unido). 24 de junio De un vistazo 5 y 6 de junio Junio Se celebra en Río de Janeiro (Brasil) la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20), 20 años después de la innovadora Cumbre para la Tierra de 1992. Cuarto período de sesiones del Comité intergubernamental de negociación encargado de elaborar un instrumento jurídicamente vinculante a nivel mundial sobre el mercurio, Punta del Este (Uruguay). 2012 1 de enero 15 de enero Enero Da comienzo el Año Internacional de la Energía Sostenible para Todos. Un derrame de cadmio contamina el río Longjiang en el área metropolitana de Hechi, región de Guangxi (China), y deja 40 toneladas de peces muertos entre el 15 de enero y el 2 de febrero. (Suiza). La Sociedad Zoológica de Londres y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza hacen pública en Londres (Reino 11 de septiembre Unido) la lista de las cien especies de animales, plantas y hongos más amenazadas. 1 de octubre Día Mundial del Hábitat. 8 a 19 de octubre En la reunión del Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica, celebrada en Hyderabad (India), más de 180 países convienen en duplicar los fondos destinados a proteger la biodiversidad de los países en desarrollo antes de 2015. 5 y 6 de noviembre La Alianza Mundial sobre la Gestión de los Desechos celebra su primera conferencia bianual en Osaka (Japón). 26 de noviembre Conferencia de Doha sobre el Cambio Climático: 18º período de a 7 de diciembre sesiones de la CP y 8º período de sesiones de la CP en calidad de reunión de las Partes en la CMNUCC, Doha (Qatar). 4 a 6 de diciembre Conferencia internacional “Medir el futuro que queremos”, sobre los indicadores de una economía verde integradora, Ginebra (Suiza). 7 de diciembre La Asamblea General de Naciones Unidas aprueba una serie de proyectos de resolución destinados a consolidar el pilar medioambiental en el contexto del desarrollo sostenible. 3rd Asia-Pacific Climate Change Adaptation Forum, Incheon, Korea March 26 Décimo período de sesiones del Foro de las Naciones Unidas Día de la Tierra. Cumbre de Observación Ártica, Vancouver (Canadá). Reunión Ministerial del Consejo Ártico, Kiruna (Suecia). Cuarto período de sesiones de la Plataforma Mundial para la Reducción del Riesgo de Desastres, Ginebra (Suiza). Día Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo. Día Internacional de la Juventud. Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono. Segunda conferencia mundial sobre las conexiones entre las zonas terrestres y los océanos, Bahía Montego (Jamaica). Quinta conferencia mundial sobre restauración ecológica, Madison (Estados Unidos). Convenio de Minamata sobre el Mercurio abierto a la firma en Conferencia Diplomática, Minamata (Japón). Día Internacional para la Prevención de la Explotación del Medio Ambiente en la Guerra y los Conflictos Armados. Segunda semana de diciembre (por confirmar) − Segunda reunión plenaria de la Plataforma Intergubernamental Científiconormativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas, Bonn (Alemania). 25ª sesión del Consejo de Ministros Árabes Encargados del Medio Ambiente, El Cairo (Egipto). 5 de junio Día Mundial de los Humedales. Seminario de Redes de Conocimiento sobre Adaptación en África, Nairobi (Kenya). 10 a 12 de febrero Tercera Conferencia Internacional sobre la Gestión de los Residuos Sólidos en los Países en Desarrollo − WasteSafe 2013, Khulna (Bangladesh). 12 y 13 de marzo Cumbre Ártica: Una nueva visión sobre el comercio, la energía y el medio ambiente, Oslo (Noruega). Asiáticos sobre la Lucha contra los Delitos Ecológicos, Bangkok 14 de marzo (Tailandia). 22 de marzo Declaración del Año Internacional de la Cooperación en la Esfera del Agua. 25 a 27 de marzo Foro Latinoamericano del Carbono 2013, Río de Janeiro (Brasil). 5 y 6 de febrero 26 de abril Foro de Financiamiento de Energía Limpia para Centroamérica y el Caribe. 25 y 26 de abril Primera Conferencia Árabe sobre Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, Beirut (Líbano). 28 de abril a 10 de mayo 22 de mayo 28 a 31 de mayo 18 a 20 de junio 11 de julio 22 de julio a 2 de agosto 9 de agosto 17 de junio 12 de agosto 5 a 7 de septiembre 16 de septiembre 2 a 4 de octubre 6 a 11 de octubre 7 a 11 de octubre 6 de noviembre Week 2 (TBC) 19 a 20 de diciembre Septiembre Octubre Noviembre Diciembre. 13ª Conferencia Internacional sobre Ciencia y Tecnología del Medio Ambiente, Atenas (Grecia). 15 de mayo 19 a 23 de mayo 2 de febrero Agosto Día Mundial de la Población. 11 a 13 de mayo 15 a 17 de enero Cumbre Mundial 2013 sobre la Energía del Futuro, Abu Dhabi (Emiratos Árabes Unidos). 23 a 27 de enero Reunión Anual 2013 del Foro Económico Mundial, Davos (Suiza). Julio Día Mundial de Lucha contra la Desertificación. 29 de abril a 2 de mayo 13 a 14 de enero Tercera Asamblea General de la Agencia Internacional de Energías Renovables, Abu Dhabi (Emiratos Árabes Unidos). Junio Día Mundial del Medio Ambiente. 22 de abril Mayo Día Mundial de las Aves Migratorias. 8 a 19 de abril Abril March 4-8 Marzo Eye on Earth Global Network of Networks Conference, Dublin, Ireland Febrero Primera reunión plenaria de la Plataforma Intergubernamental Científiconormativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los 21 a 26 de enero Ecosistemas, Bonn (Alemania). Cumbre de Delhi sobre Desarrollo Sostenible: El desafío mundial 31 de enero a 2 de del crecimiento y el desarrollo eficientes en el uso de los febrero recursos, Nueva Delhi (India). 18 a 22 de 27º período de sesiones del Consejo de. Administración/Foro febrero Ambiental Mundial a Nivel Ministerial del PNUMA, Nairobi (Kenia) (universal). 3 a 14 de marzo 16ª reunión de la Conferencia de las Partes en la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, Bangkok (Tailandia). Enero Quinto período de sesiones del Comité intergubernamental de 13 a 18 de enero negociación encargado de elaborar un instrumento jurídicamente vinculante a nivel mundial sobre el mercurio. Reuniones de las conferencias de las Partes en los Convenios de Basilea, Estocolmo y Rotterdam, Ginebra (Suiza). Día Internacional de la Diversidad Biológica. Foro Internacional de Gestión de Desechos, Reciclaje, Tecnologías Ambientales y Energía Renovable, Moscú (Federación de Rusia 44ª reunión del Consejo del FMAM, Washington, D.C. (Estados Unidos de América). 11ª Conferencia Internacional sobre el Mercurio como Contaminante Mundial, Edimburgo (Reino Unido). 23 a 27 de septiembre Día Marítimo Mundial 2013 − Evento Paralelo, Perú. 29 de septiembre a 2 de octubre 16 de octubre 15º período de sesiones del Comité Conjunto sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo en la Región Árabe, El Cairo (Egipto). 21 a 27 de octubre Tercer Congreso Internacional sobre Zonas Marinas Protegidas, Marsella y Córcega (Francia). 30 de octubre a 2 de noviembre 11 al 22 de noviembre Día Mundial de la Alimentación. Conferencia Mundial sobre Deporte y Medio Ambiente, Sochi 19ª Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, Varsovia (Polonia). Calendario de acontecimientos 2013 Resumen del año 17 18 ANUARIO PNUMA 2013 Una mirada desde lo alto En busca de respuestas a los rápidos cambios que experimenta el Ártico En septiembre de 2012, la extensión de la banquisa o hielo marino se había reducido a un mínimo sin precedentes en la frágil región ártica. El hielo también está retrocediendo en la superficie terrestre, mientras que la nieve va desapareciendo y el permafrost se derrite. Los rápidos cambios ambientales que se registran en el Ártico como resultado del cambio climático están creando nuevas posibilidades de desarrollo, en particular facilitando el acceso al petróleo y el gas, los minerales y la pesca. Los ecosistemas también están en peligro, lo que pone en riesgo, sobre todo, la vida de los animales que dependen del hielo. Los cambios en el Ártico tendrán consecuencias que no se circunscribirán solo a la región, por ejemplo un aumento del nivel del mar a nivel mundial y, con toda probabilidad, una mayor inclemencia del tiempo prácticamente en todo el hemisferio norte. Las consecuencias del cambio climático que ya se observan y las que se registrarán en el futuro requieren respuestas con urgencia. Los países árticos, y los que no lo son, comparten la responsabilidad de proteger esta región, sobre todo limitando sus emisiones de gases de efecto invernadero. September 16, 2012 Arctic sea extent Aceleración del deshielo en el verano La banquisa ártica está desapareciendo con rapidez. En 2012 la extensión 2 mínima de hielomarino, que medía 3,4 millones de km , representaba un 18% menos del mínimo anterior registrado en 2007 y 50% por debajo de la media de los años ochenta y noventa (Figura 1). Año tras año, desde 2007, ese mínimo ha estado por debajo del registrado en cualquier año anterior a 2007 (NASA, 2012a, NSIDC, 2012). Durante la mayor parte de los tres últimos millones de años, el hielo flotante ha cubierto gran parte del Océano Ártico (Polyak et al., 2010). Pero ¿cuánto tiempo más va a seguir siendo así? El hielo marino se ha estado derritiendo con mucha más rapidez que la proyectada en el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, 2007; Polyak et al., 2010; Stroeve et al., 2012) (Figura 2). Los resultados de estudios más recientes basados en la elaboración de modelos se han acercado un poco más, pero ninguno ha logrado aún reproducir la tendencia observada (Stroeve et al., 2012). Tampoco han podido predecir con exactitud cuándo se observarán por primera vez condiciones sin hielo durante el verano ártico. marino es agua de mar congelada que flota sobre la superficie del océano. ElSehielo forma en el invierno y se derrite parcialmente en el verano. La extensión y el grosor del hielo marino están disminuyendo significativamente. Foto: Peter Prokosch Autores: Robert Corell (presidente), Tom Barry, Joan Eamer, Lawrence Hislop, Lars Kullerud, Jerry Melillo, Christian Nellemann, Lev Neretin, LarsOtto Reiersen, Jon Samseth Escritor científico: Fred Pearce Figura 1: Todos los veranos, el hielo marino del Ártico se derrite a su nivel mínimo a mediados de septiembre, antes de que el descenso de las temperaturas reconstituya la capa de hielo. En la figura se muestra el mínimo en 2012 (registrado el 16 de septiembre) en comparación con la extensión mínima media registrada entre 1979 y 2010 (línea amarilla). Fuente: NASA (2012a); NSIDC (2012) En el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) se pronosticaba que eso podría ocurrir alrededor de 2100 (IPCC, 2007). Una extrapolación de las tendencias recientes reveló que, antes de que termine el presente decenio, podría haber un mes de septiembre sin hielo (Wadhams, 2012). Sin embargo, el pronóstico más común es que esto ocurrirá alrededor de 2035 (Wang y Overland, 2012). Overland 2012). Una mirada desde lo alto 19 Figura 2: Los gráficos de la extensión del hielo marino en septiembre, basados en las observaciones (en rojo) y la aplicación de modelos (en negro/línea de puntos), demuestran que el deshielo tiene lugar con más rapidez que la proyectada en cualquiera de los modelos. Fuente: Stroeve et al.,(2012)) El hielo marino del Ártico se vuelve a formar todos los inviernos. Pese a que probablemente esto siga ocurriendo, cada vez disminuye más el grosor y la edad del hielo que permanece de un año a otro (Maslanik et al., 2011). El hielo de varios años registra su máxima extensión en marzo. Sin embargo, a la sazón, representaba solo el 45% del total registrado en 2010 frente al 75% en 1988 (Figura 3). La capa de hielo del Ártico ha disminuido en grosor y ya está lista para derretirse en el verano. (Lenton 2012, Livina et al., 2012). La pérdida de hielo marino se ha estado produciendo a la par de la fusión de la capa de hielo en Groenlandia, el deshielo del permafrost en la tundra ice age (years) Russia OW Russia 1 2 5 or more years old ice ice age (years) March 2010 3 4 5 Greenland Canada Canada March 1988 OW 1 2 1 and 2 year old ice 3 4 5 Greenland OW-Open Water OW-Open Water Figura 3: Cada invierno se forma hielo marino nuevo que cubre el Océano Ártico. La cantidad de hielo viejo que perdura de un año a otro va disminuyendo, como se observa en la distribución de la edad del hielo de marzo de 1988 y marzo de 2010. Debido a una constante rotación en sentido horario contrario, el hielo marino más viejo de varios años es extruido hacia el Atlántico Norte y sustituido durante el invierno por el hielo marino nuevo, que es mucho más joven. Históricamente, estos procesos han sido más lentos y la extrusión de hielo ha sido menor, por eso el hielo permanecía en el Ártico por períodos mucho más prolongados. Fuente: Maslanik y otros. (2011) 20 ANUARIO PNUMA 2013 (región donde las bajas temperaturas y las cortas temporadas de crecimiento impiden que crezcan los árboles), la disminución de la cantidad de nieve sobre la tierra debido a que se derrite más temprano y el derretimiento de parte de la capa de nieve de los glaciares (Philip, 2005;AMAP, 2011a; Gardner et al., 2011; Jacob et al., 2012; NOAA 2012). La cubierta media de nieve, que permanece en el hemisferio norte en junio y se encuentra prácticamente en su totalidad en el Ártico, ha disminuido en más del 50% en los últimos tres decenios, a menos de 4 millones de km2. Los cinco valores más bajos se han registrado en su totalidad desde 2007 (Derksen y Brown, 2012). Un balance energético variable El mundo se está calentando y con él, el Ártico (Figura 4). Sin embargo, el Ártico se ha calentado con una rapidez que por lo menos duplica la media mundial (ACIA, 2005; Arndt et al., 2012). Una de las razones es que está llegando más calor al Ártico a través de la atmósfera y de las corrientes oceánicas. Varios factores locales están aumentando también la temperatura al cambiar el balance energético de la región. Este efecto amplificador más pronunciado a nivel local obedece al propio deshielo, que reduce la reflexión de la luz solar que llega. La blancura del hielo y la nieve actúa como un espejo que refleja cerca del 85% de la radiación solar de nuevo hacia el cielo. Las zonas oscuras carentes de hielo del océano reflejan solo un 10% y absorben el resto, mientras que la tundra desnuda refleja cerca del 20% (Climate Data Information, 2012). A medida que el hielo y la nieve se derriten, el océano y la tierra que quedan expuestos absorben cerca del 80% de las radiaciones que nos llegan del sol y calientan la superficie del lugar. El calor del océano desprotegido por el hielo calienta también directamente el aire que está por encima de él. Mundo Ártico 1.5 ˚Celsius 1.0 0.5 0 -0.5 -1.0 00 10 20 90 20 80 19 70 19 60 19 50 19 40 19 30 19 20 19 10 19 00 19 90 19 80 -1.5 18 Otro de los aceleradores del calentamiento atmosférico es el vapor de agua (Callaghan et al., 2011a). Mientras más expuesto quede el mar en el Ártico, más agua se evaporará y aumentará la cantidad de vapor de agua en la atmósfera. El vapor de agua es un gas de efecto invernadero poderoso que actúa a nivel local. Atrapa el calor y contribuye a que aumente el calentamiento. Por otra parte, el aumento del vapor de agua puede aumentar a su vez la cantidad de nubes, que, por regla general, provocan un efecto de enfriamiento durante las horas del día. No se ha determinado aún el equilibrio general entre estas diferentes reacciones, pero el intenso calentamiento denota que predominan las retroacciones positivas (AMAP, 2011a). 2.0 18 El carbono negro (u hollín), contaminante climático de corta vida, oscurece la nieve y el hielo y puede contribuir también al calentamiento del Ártico (AMAP 2011b) (Recuadro 1). El polvo y las cenizas volcánicas contribuyen al enfriamiento cuando están en la atmósfera, pero provocan el mismo efecto que el carbono negro cuando caen sobre la nieve o el hielo. Por otra parte, los arbustos y árboles que van invadiendo la tundra aumentan la absorción de luz solar porque van oscureciendo cada vez más la superficie de la tierra (Chapin et al., 2005). Figura 4: Las temperaturas combinadas del aire y de la superficie del mar, a nivel mundial (en rojo) y en el Ártico (en azul), demuestran las anomalías en la temperatura durante el período 18802011 en comparación con el período de referencia 19511980. En el Ártico se amplían con intensidad las señales de enfriamiento y calentamiento de todo el mundo. A medida que aumenten o disminuyan las temperaturas mundiales, aumentarán o disminuirán las temperaturas en el Ártico, pero allí se duplicarán o triplicarán. Fuente: NASA/GISS 2012 Recuadro 1: La función del carbono negro (hollín) El dióxido de carbono (CO2) es el principal gas de efecto invernadero generado por la actividad humana, que causa el calentamiento atmosférico. Sin embargo, algunos contaminantes climáticos de vida corta del Ártico, como el carbono orgánico, el metano y el ozono, contribuyen también al calentamiento. El hollín, que los científicos a menudo denominan carbono negro, es producido por la quema de muchas cosas, desde el combustible diésel hasta el estiércol. En la atmósfera, el carbono negro absorbe la radiación solar y la irradia de nuevo en forma de calor, que calienta el aire circundante. Pero esas minúsculas partículas solo permanecen en suspensión por unos días antes de caer a tierra (Ramanathan y Carmichael, 2008). En la mayoría de los lugares, este sería efectivamente el final de los efectos del carbono negro en el clima. Sin embargo, en el Ártico, donde las partículas pueden caer sobre la nieve y el hielo, su efecto de calentamiento continúa. A medida que se acumulan partículas, la nieve y el hielo se oscurecen y aumenta la absorción de calor, el aire se calienta y se acelera el derretimiento de la nieve (Flanner et al., 2007; Doherty et al., 2010; AMAP, 2011b). Los niveles típicos de carbono negro en el hielo y la nieve del Ártico rondan de 5 a 10 partes por mil millones. Cuando “se ensucia el espejo” de esta manera, aumenta la cantidad de calor absorbido en 1% a 4% aproximadamente, con el consiguiente aumento de las temperaturas locales y el derretimiento de la nieve y el hielo (Flanner et al., 2007; AMAP, 2011b). Por esa razón, el efecto de calentamiento del carbono negro sigue siendo mayor en el Ártico que en la mayor parte del resto del mundo (AMAP, 2011b). La precipitación de carbono negro en el Ártico alcanza su máximo al finalizar el invierno. Los estudios basados en la elaboración de modelos indican que esta precipitación puede estar aumentando las tasas de derretimiento de la nieve en primavera entre un 20% y un 30% (Flanner et al., 2007; AMAP, 2011a). Sin embargo, hay incertidumbre en lo que se refiere a los modelos utilizados para calcular la intensidad de los efectos (AMAP, 2011b). Habrá que contrastar los modelos con los datos recopilados en el Ártico. A pesar de que parte del carbono negro se genera en el Ártico y en zonas adyacentes a partir de los generadores eléctricos y los motores de buques alimentados con diésel, las llamas que se producen durante la prospección de petróleo y gas, la quema agrícola, los incendios forestales y las cocinas de leña, gran parte se origina fuera de la región (Sharma et al., 2006). Gracias a la mejora de los controles de la contaminación atmosférica en países del Norte que no pertenecen al Ártico, en los últimos tiempos han disminuido las precipitaciones de carbono negro (AMAP 2011b). Esta tendencia podría dar un vuelco en sentido contrario a medida que el Ártico se abra a la navegación y a una mayor actividad industrial. En un estudio basado en la elaboración de modelos se pronostica que para 2030 posiblemente se quintupliquen las emisiones de carbono negro derivadas de la navegación en el Ártico (Corbett et al., 2010). Del control de las emisiones en el futuro dependerá en gran medida si se produce ese cambio o no. Según algunas estimaciones, el control mundial del carbono negro podría demorar en casi un decenio el calentamiento a nivel mundial, de manera que se salvaría la vida de hasta 2 millones de personas que mueren anualmente en todo el mundo a causa de la inhalación del humo de las cocinas en espacios cerrados (Streets 2006, Kandlikar et al., 2010, PNUMA/ OMM 2011). Se han recomendado algunas medidas concretas que podrían producir esta demora en el calentamiento del Ártico (PNUMA/ OMM 2011) (capítulo 1, recuadro 2). Por eso, es importante reducir las emisiones de carbono negro, aunque, como es natural, esa medida no podrá ser un sustituto de la reducción de las emisiones de CO2 y de otros gases de efecto invernadero. Una mirada desde lo alto 21 El calentamiento del Ártico podría desencadenar otros factores que contribuyan al calentamiento, lo que tendrá consecuencias en todo el mundo. Especial interés despierta el deshielo de los suelos congelados de la tundra y el lecho marino de la plataforma continental (Abnizova et al., 2012; Schaefer et al., 2012; PNUMA, 2013). Los suelos del permafrost suelen contener grandes volúmenes de carbono orgánico, que son restos de plantas acumulados durante miles de años (Tarnocai et al., 2009). Si esos suelos se deshielan, la liberación de parte de este carbono en la forma de CO2 o metano será irreversible. El metano está almacenado en el permafrost y en los sedimentos marinos congelados del lecho marino ribereño en la forma de hidratos de gases. Ese metano se libera a temperaturas por encima del punto de congelación. El metano es un gas de efecto invernadero más poderoso que el CO2 aunque no dura tanto tiempo en la atmósfera, y gran parte de él se convierte con el tiempo en CO2. Se sabe que, a lo largo de la plataforma ártica de Rusia en la Siberia oriental y en otros lugares de todo el Ártico, se producen abundantes descargas de metano a la atmósfera (Anisimov, 2007; PNUMA, 2013). Estas liberaciones pueden representar un 5% de las emisiones de metano del mundo (Walter et al., 2007). El permafrost ha ido retrocediendo hacia el norte en muchos lugares (AMAP, 2011ª; Callaghan et al., 2011b). Se podrían liberar hasta 50 gigatoneladas (Gt) de la cantidad de hidratos almacenados prevista, lo que aumentaría en un factor de doce el contenido de metano de la atmósfera del planeta (Shakhova et al., 2008). Sin embargo, hay mucha incertidumbre en cuanto a la magnitud del peligro que esas emisiones puedan representar para el clima en el futuro. Mucho dependerá de la velocidad con que se liberen (IPCC, 2007). Según un estudio reciente basado en la elaboración de modelos, es probable que para finales del siglo XXI se produzcan liberaciones de importancia, que aumentarían las temperaturas mundiales en otros 0,8ºC (MacDougall et al., 2012). Este aumento de la temperatura podría ser aún mayor en el Ártico (AMAP, 2011a). 1985 1995 Charcas formadas por el permafrost derretido en el delta del Lena en Siberia (Rusia). Es probable que el permafrost se convierta en una importante fuente de metano atmosférico en el futuro, aunque no está claro el momento en que se liberará ese metano ni cuál será su volumen. Foto: Peter Prokosch Efectos en todo el mundo El hielo y la nieve que se derriten en las tierras árticas se irán sumando a la cantidad de agua del océano, con el consiguiente aumento de los niveles del mar en todo el mundo, que posiblemente superen incluso los pronósticos de los modelos utilizados por el IPCC (Rhamstorf et al., 2012). La mayor preocupación a largo plazo del Ártico es Groenlandia, ya que está cubierta de hielo de hasta 3 km de espesor, suficiente para elevar, en caso de derretirse, el nivel de los mares del mundo en unos 7 metros (DahlJensen et al., 2011). Semejante catástrofe no es inminente, ya que tendrían que pasar varios cientos de años a las tasas de calentamiento que se registran actualmente o se han pronosticado para el futuro, pero Groenlandia está cada vez más rodeada de aguas abiertas y en el verano la temperatura ambiente alcanza los 11oC y propicia la formación de grandes lagunas de poca profundidad en el banco de hielo. En los últimos tiempos, el período de deshielo se ha prolongado, sobre todo en el sur de Groenlandia y ahora dura 2000 2005 Figura 5: Zonas de la capa de hielo de Groenlandia donde se ha registrado deshielo durante más de tres días entre el 1 de mayo y el 30 de septiembre en los años señalados (en rojo). Las zonas en las que se ha registrado un mayor número de días de deshielo acumulados al año se indican en color rojo más intenso que las que registraron menos días de deshielo. Las zonas donde se produjo deshielo solo durante tres días o menos al año se indican en blanco. Fuente: NASA (2012b) 22 ANUARIO PNUMA 2013 1985 4 2012 1995 21 36 54 75 días de deshielo por año 2000 La influencia del Ártico en el resto del mundo no se limita a su contribución al aumento del nivel del mar. El hielo que pierde Groenlandia, sumado al vertimiento en el océano de las aguas de deshielo del permafrost y el derretimiento de los glaciares más pequeños, contribuyen a los cambios en el sistema mundial de circulación de los océanos, algo que puede tener consecuencias de envergadura para los regímenes climáticos mundiales (Dmitrenko et al., 2011; Rignot et al., 2011) (Figura 6). temperatura (oC) Figura 6: El cambio climático en las altas latitudes podría alterar el régimen de circulación oceánica mundial mediante el proceso conocido como circulación termohalina. El agua se vuelve más pesada a medida que se va salinizando y se enfría cada vez más. Tanto el calentamiento como el enfriamiento de las aguas superficiales pueden traer consigo una reducción de la densidad de esas aguas, de manera que se inhibe o al menos se retarda la formación de agua fría densa que se hunde hacia el interior y fuerza la circulación oceánica mundial. Semejante colapso de la circulación termohalina podría intensificar aún más el cambio climático mundial. Las corrientes de superficie se muestran en el mapa con un trazo contínuo; las corrientes profundas con líneas de puntos y el color indica la temperatura del agua. Fuente: Woods Hole Oceanographic Institution hasta cinco meses (Tedesco et al., 2011). La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de los Estados Unidos (NASA) ha informado acerca de la rapidez con que se ha derretido el hielo en Groenlandia durante los dos últimos decenios (Figura 5). A mediados de julio de 2012, las tierras que se estaban deshelando abarcaban aproximadamente el 97% de la superficie total (NASA, 2012b). Estas tendencias indican que los pronósticos actuales en relación con el futuro de la capa de hielo y nieve de Groenlandia son conservadores (Wang y Overland; 2012). hundred years at current and projected rates of warming, but Greenland is increasingly surrounded by open water and experiences air temperatures reaching 11ºC in summer, when large shallow lakes form on the ice pack. Recently melting has extended, particularly in southern Greenland. It now lasts up to five months (Tedesco et al. 2011). La pérdida de hielo en Groenlandia y la contracción de los glaciares en otras partes del Ártico representan actualmente hasta el 40% de los 3 mm anuales de aumento del nivel del mar que se registran en todo el mundo (AMAP 2011a). Los casquetes nevados se reducen debido al deshielo, a la evaporación o a su derrumbamiento en el mar, pero los científicos no comprenden estos mecanismos lo suficiente como para pronosticar con precisión el destino del hielo terrestre del Ártico. En algunos estudios se anticipa que Groenlandia podría ser uno de los contribuyentes principales al posible aumento de 0,5 a 1 metro del nivel del mar hacia finales del siglo (Kopp et al., 2009). Hay cada vez más pruebas de que el rápido calentamiento del Ártico puede estar causando ya un cambio en los patrones climáticos, así como cambios en la frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos en las latitudes más bajas (AMAP, 2011ª; Francis y Vavrus, 2012). Debido a que el Ártico se está calentando con más rapidez que las regiones más meridionales, las diferencias de temperatura entre el Ártico y las latitudes medias se están acortando. Esto parece haber causado una desaceleración de la corriente en chorro (la fuerte corriente de aire en las capas superiores de la atmósfera que impulsa los sistemas meteorológicos de oeste a este alrededor del hemisferio norte) en cerca del 14% desde 1980 (Francis y Vavrus, 2012; Overland et al., 2012). Al moverse con más lentitud, la corriente en chorro hace que los sistemas meteorológicos duren más, lo que crea formaciones “bloqueadoras” que producen períodos de lluvia y de sequía más intensos y prolongados, oleadas de calor en el verano y olas de frío en el invierno (Francis y Vavrus, 2012; Hanna et al., 2012). Posiblemente esto explique algunos de los fenómenos meteorológicos inusitados que se han registrado en los últimos tiempos, como la ola de calor sin precedentes en Rusia en 2010, las olas de frío prolongado en Europa en 2012, la abundante nevada en los Estados Unidos y el Canadá en 2011 y las sequías de América del Norte en 2011 y 2012 (Francis, 2012; Francis y Vavrus, 2012; Inoue et al., 2012). Cambios en la biosfera del Ártico El cambio climático se está convirtiendo en uno de los principales factores estresantes de la diversidad biológica del Ártico (CAFF, 2010). La fragmentación del hábitat, la contaminación, el desarrollo industrial y la sobreexplotación de la fauna y la flora silvestres también se están haciendo sentir. El resultado ha sido que hábitats singulares para la flora y la fauna como la tundra, los estanques y los lagos, y las turberas del permafrost han ido desapareciendo en los últimos decenios (CAFF, 2010; AMAP, 2011a). Esto constituye una amenaza para la fauna y la flora silvestres, en particular para muchas aves y mamíferos que migran anualmente de lugares lejanos como África, América Latina y Asia Sudoriental hacia el Ártico para reproducirse (Figura 7). Los ciclos biológicos de muchas especies del Ártico están sincronizados con el inicio de la primavera y el verano para aprovechar el momento ideal en que se dispone de alimentos. Cuando la nieve y el hielo se derriten o las plantas florecen a destiempo se produce un desajuste entre el momento apropiado para la reproducción y el suministro de alimentos. Paralelamente, el calentamiento puede propiciar que especies que no son típicas del Ártico expandan su hábitat hacia el norte y desplacen a especies autóctonas del Una mirada desde lo alto 23 algunos lugares a lo largo de la costa del Mar de Chukchi, y en un lugar de Rusia se estimó su número en 97.000 en 2010 (Kochnev, 2010). Hacinadas de esta manera, a menudo lejos de sus zonas de alimentación, las morsas pasan hambre y pierden peso, mientras que sus crías corren el riesgo de perecer aplastadas (GarlichMiller, 2012; MacCracken, 2012) . Los osos polares utilizan la banquisa como base para cazar focas. Para fines del siglo se prevén drásticas reducciones de sus hábitats y de su población si la banquisa sigue desapareciendo a ritmos acelerados en el verano (Hunter et al., 2010). Esto nos hace cuestionar las decisiones sobre gestión de las poblaciones y otras medidas relativas a la gestión de la fauna y la flora silvestres que afecta su resiliencia (Recuadro 2). principales vías y corredores migratorios de las aves rutas aproximadas de migración de los cetáceos Figura 7: Muchas especies, sobre todo aves (en rojo) y mamíferos marinos (en azul), migran al Ártico todos los años desde todas partes del mundo para reproducirse. Las aves migratorias han evolucionado durante milenios para volar largas distancias y aprovechar los numerosos hábitats diferentes y los abundantes recursos disponibles cada temporada en muy diversas zonas climáticas. Fuente: ATMP (2009), ACS (2013), Wetlands International (2013) Ártico por ser más competitivas. Por ejemplo, el zorro rojo está sustituyendo al zorro ártico en algunas partes del Ártico Europeo (Fuglei e Ims, 2008; Angerbjorn et al., 2012). Se ha observado un cambio hacia el norte en la distribución de algunas especies de peces y en sus presas debido a que la temperatura del mar es más cálida (Meier et al., 2011). Esos cambios, a su vez, pueden haber provocado que se malogren las crías de algunas aves marinas, con la consiguiente disminución de su población, ya que las especies de peces que solían ser la principal fuente de alimentación de esas aves marinas se han desplazado y han sido sustituidas por otras que no son las idóneas (CAFF, 2010; Harris et al., 2007). Los mamíferos marinos del Ártico son especialmente vulnerables a la pérdida de la banquisa en el verano. Los osos polares, las morsas y algunas focas pasan todo el año o parte de él debajo o encima de la banquisa o cerca de los bordes. Estas zonas de los bordes de la banquisa son ricas en alimentos y son un lugar privilegiado que sirve para el descanso en la temporada de caza. Las morsas del Pacífico, por ejemplo, descansan sobre el hielo cuando se alimentan. A medida que el hielo retrocede, se ven obligadas a ir a tierra a descansar. Son cada vez más las que se congregan en unos pocos lugares en tierra. En los últimos diez años se ha decuplicado el número de morsas en 24 ANUARIO PNUMA 2013 El narval, una de las tres especies de ballenas que viven en el Ártico todo el año, es también vulnerable. La mayoría de los narvales del mundo invernan en la Bahía de Baffin, donde se sumergen para capturar el fletán de Groenlandia en zonas cubiertas de una gruesa capa de hielo, pero la contracción de la capa está reduciendo sus zonas de alimentación (Laidre y HeideJorgensen 2011). Los narvales también han quedado expuestos a un peligro mayor: las orcas, que aumentan su presencia a medida que el hielo desaparece.Las primaveras más cálidas y los prolongados períodos sin hielo hacen que la vegetación terrestre y marina demore más tiempo en crecer (Vincent et al., 2011). La producción de algas, base de la cadena alimentaria marina, ha aumentado en cerca del 20% desde 1998 (Arrigo y van Dijken, 2011). La floración de las algas proporciona un festín en movimiento en las inmediaciones del hielo en retroceso, que es fundamental para la reproducción de minúsculas criaturas flotantes, como los copépodos, que a su vez son el alimento para peces, aves y mamíferos marinos (Hunt et al., 2011, Leu et al., 2011). Esto puede sonar a buena noticia, pero muchas criaturas que dependen de las algas son vulnerables a los cambios en la calidad y al momento y lugar en que se producen esas floraciones (Figura 8). Por ejemplo, el arao de pico ancho en algunas colonias de anidación del Canadá solía alimentarse de bacalao ártico que devora copépodos a orillas Miles de morsas del Pacífico en las playas de Cabo Kojevnikova, Chukotka (Rusia). Las morsas descansan sobre el hielo cuando se alimentan. A medida que retrocede la banquisa ártica, las morsas se ven obligadas a ir a tierra a descansar. Como se observa en la foto, se congregan en número cada vez mayor en “sitios de arrastre”. Foto: Varvara Semenova, MMC Recuadro 2: El dilema de los osos polares Los osos polares se consideran una especie emblemática amenazada por el cambio climático (Ford, 2011; Wenzel, 2011). Con frecuencia se los muestra aferrándose a lo que queda de hielo para dar la impresión de que están a un paso de la extinción (FestaBianchet, 2010). haber aumentado en número en los últimos decenios gracias a que ha mejorado la gestión de la caza. Por eso, cualquier sugerencia de que se prohíba la caza del oso polar sigue causando polémica (Freeman y Foote, 2009; Wenzel, 2011). Pese a que esto no es todavía totalmente cierto, hay motivos para preocuparse. Los osos polares usan la banquisa para viajar y hallar las focas de las que se alimentan. Cuando el hielo desaparece, los osos polares ayunan. Se ha registrado una disminución de las poblaciones, precariedad de las condiciones de su organismo y cambios en la distribución y el comportamiento, sobre todo entre las poblaciones del extremo más meridional de su zona de distribución (Stirling y Derocher, 2012). Hay cada vez más tensión entre algunas de las comunidades inuit que consideran la caza del oso polar un elemento fundamental de su cultura, además de ser un recurso económico y algunos grupos foráneos que son partidarios de la protección total de los osos (Meek, 2011; Wenzel, 2011). Los administradores de la fauna y la flora silvestres del lugar son de la opinión de que la caza limitada de algunas poblaciones de osos polares no afectaría a largo plazo su supervivencia (Ferguson, 2010). Sin embargo, el cambio climático y la pérdida de hábitat añaden complejidad a la adopción de decisiones relacionadas con esa gestión (Peacock et al., 2011; Rode et al., 2012). En los enfoques que se apliquen para minimizar estos conflictos tal vez sean necesarios regímenes de conservación menos rigurosos, que incluyan a la población local y tengan en cuenta sus conocimientos en la adopción de decisiones que afectan su bienestar (Chapin 2010, Meek, 2011 Nadie duda de que los osos polares corren también el riesgo de una drástica reducción de sus zonas de distribución a medida que disminuye su población (Amstrup et al., 2010; Derocher, 2010). Hasta la fecha, sin embargo, se conoce a ciencia cierta que solo unas pocas poblaciones están disminuyendo (Vongraven y Richardson, 2011). Con cifras que fluctúan entre 20.000 y 25.000, las poblaciones de osos polares pueden del hielo. Pero como el hielo se está derritiendo antes de tiempo, el bacalao ya no se concentra cerca de las zonas de anidación de los araos cuando estas aves necesitan alimentos para sus crías. Los araos se han ido adaptando y ponen sus huevos cinco días antes que hace 20 años. Sin embargo, el hielo se está derritiendo en promedio 17 días antes. Las aves están procurando nuevas fuentes de alimento y están teniendo más dificultades para alimentar a sus crías, que crecen con más lentitud por esa causa (Gaston et al., 2009, Meier et al., 2011). Se observa una vulnerabilidad especial entre las especies marinas con una distribución limitada o hábitos alimentarios especializados (Laidre et al., 2008). A medida que el hielo desaparezca, se irán produciendo cambios de envergadura en las especies pelágicas y en el plancton vinculado al hielo. El ecosistema marino se ve afectado también por el cambio de la temperatura del agua y la acidificación de los océanos (Recuadro 3). Por otra parte, el cambio climático puede alterar el destino de contaminantes orgánicos persistentes (COP), como son algunos plaguicidas y el mercurio, que se acumulan en las especies árticas, sobre todo las que se encuentran en la cima de la cadena alimentaria (Kallenborn et al., 2012). El deshielo puede dar lugar también a la liberación de contaminantes “viejos” inmovilizados y almacenados en la nieve y el hielo durante años (Ma et al., 2011). Junto con el aumento de las algas oceánicas, se ha registrado un incremento del 20% en la producción de las plantas verdes en tierra desde 1982 (Epstein et al., 2012). Si bien hay más arbustos, se está perdiendo liquen, una fuente de alimentación importante para el caribú y el reno (MyersSmith et al., 2011). Además, los líquenes sufren con el deshielo de las turberas congeladas donde crecen (Vincent et al., 2011). Se ha expresado preocupación también en el sentido de que el derretimiento del permafrost, al añadir agua fría subterránea a los ríos, está cambiando las corrientes, su temperatura y su Mar deKara KaraSea Cuenca del Foxe -1.5 -1 -0.5 0 0.5 1 1.5 cambio en la fecha de floración de las algas (en azul indica que se produce más temprano) Figura 8: Tendencias en la floración máxima de algas en el Océano Ártico, 19792009. La floración de las algas se está registrando cada vez más temprano en cerca del 11% del Océano Ártico. El cambio se produce en zonas donde el hielo se está derritiendo a principios del verano, lo que crea desfases que propician esa floración temprana. El cambio se está produciendo con mucha rapidez en algunos lugares. Por ejemplo, a mediados del decenio de 1990, la máxima floración de las algas se registraba a principios de septiembre en la Cuenca del Foxe y el Mar de Kara pero ya en 2009 tenía lugar a mediados de julio, lo que representa un cambio de unos 50 días. Fuente: Kahru et al., 2011. Una mirada desde lo alto 25 Recuadro 3: Acidificación del océano en el Ártico El océano se ha vuelto un 30% más ácido en los dos últimos siglos (PNUMA, 2009). Ello obedece, en gran medida, a que parte del CO2 emitido a la atmósfera como resultado de la actividad humana se disuelve en las aguas oceánicas y forma ácido carbónico. Sin embargo, los cambios en el equilibrio de las aguas dulces, el balance térmico y el intercambio tierraocéano pueden desempeñar también una importante función a nivel local. Los estudios basados en la elaboración de modelos indican que, aun cuando la atmósfera recuperara su composición química original, tendrían que transcurrir miles de años para que se pudiera eliminar esa acidificación. Las regiones polares muestran una tendencia especial a la acidificación debido a que el agua más fría puede contener más CO2 que el agua más cálida. Además, los cambios en la composición química de los océanos debido al derretimiento de la banquisa hacen que los animales que necesitan carbonato de calcio para la formación de sus conchas y esqueletos externos tengan menos acceso a esa sustancia (Carmack et al., 2012). Las repercusiones que esto puede tener para los moluscos, los corales y los crustáceos son serias. En partes del Ártico canadiense y en el este del Mar de Bering, los investigadores han informado de cambios estacionales en la composición química del agua de mar, desde condiciones que permiten la formación de las conchas de los moluscos hasta condiciones en que las conchas se disuelven (YamamotoKawai et al., 2009, Mathis et al., 2011). Los pterópodos, minúsculos caracoles marinos que son importantes en la cadena alimentaria marina del Ártico, pueden ser especialmente vulnerables. El pterópodo común, Limacina helicina, podría llegar a extinguirse hacia finales del siglo (Comeau et al., 2012). composición química. Este tipo de cambio podría tener serias repercusiones para los ecosistemas de agua dulce y para la actividad pesquera que depende de ellos (Frey y McClelland, 2009). Aunque la productividad biológica general del Ártico se está incrementando, el cambio en las condiciones significa que, para muchas especies, a menudo hay menos alimento en períodos críticos. Es probable que la velocidad y el grado en que se está produciendo el cambio superen la capacidad de muchas de las especies para adaptarse (Gilg et al., 2012). El pterópodo o “mariposa marina” tiene el tamaño de un pequeño guisante y es la principal fuente de alimentación de animales que van desde el camarón antártico hasta las ballenas. Cuando se lo coloca en agua de mar con un grado de acidez y una concentración de carbonatos a los niveles proyectados para el año 2100, la concha se va disolviendo poco a poco. Foto: Russel Hopcroft Los efectos ecológicos y económicos de su desaparición tendrían enormes consecuencias, en particular para la pesca del salmón rojo del Pacífico Norte. Solo la adopción de medidas urgentes a nivel mundial para reducir las emisiones de CO2 podrá evitar esos efectos (Turley y Gattuso, 2012). la Cuenca amerasiática, la región oriental de Groenlandia, la región oriental del Mar de Barents y el Estrecho Davis de Groenlandia y el Canadá. Se estima que 84% del petróleo y el gas no descubiertos en el Ártico yace frente a las costas. Probablemente los yacimientos más grandes de gas se encuentren frente a las costas de Siberia occidental en la región del Mar de Kara (USGS, 2008). La explotación de los recursos no es una actividad nueva en el Ártico. Las principales actividades que se han estado llevando a cabo han sido la extracción de petróleo en la vertiente norte de Alaska y de gas natural o metano en la península de Yamal en Rusia y la explotación minera de metales en las inmediaciones de Norilsk (Rusia), el mayor yacimiento de níquel y paladio del mundo. Pero según vayan retrocediendo el hielo y la nieve y facilitando el acceso y el transporte, se espera que el Ártico asuma una función más amplia en el suministro de energía y minerales del mundo. Una compañía de seguros prevé que se inviertan en el Ártico hasta 100 mil millones de dólares en el próximo decenio, fundamentalmente en el sector de los minerales (Emmerson y Lahn, 2012). La prospección y extracción de minerales ya se están acelerando, con la consiguiente construcción de carreteras, puertos y nuevos asentamientos. En 2012, Shell construyó una nueva torre de perforación petrolera frente a las costas de la Reserva Nacional Ártica de Alaska (McClatchy, 2013) y el Gobierno del Canadá autorizó la apertura de una gigantesca mina de hierro en el Río Mary, que se conectará a un puerto en la Isla de Baffin por el ferrocarril más septentrional del mundo (North of 56, 2012). Otro de los objetivos del desarrollo económico en los primeros tiempos será la costa sudoccidental de Groenlandia, en donde posiblemente se encuentren los más grandes yacimientos de tierras raras del mundo (GME, 2012). El Servicio Geológico de los Estados Unidos estima que un 30% del gas natural aún por descubrir en el mundo se encuentra en el Ártico, fundamentalmente en la plataforma continental sumergida en el Océano Ártico. Se calcula que más del 70% de los recursos petroleros no descubiertos están en el norte de Alaska, Si bien, por una parte, las empresas extranjeras están dispuestas a explotar las reservas del Ártico, las comunidades indígenas y locales confían en que parte de esas ganancias promuevan sus posibilidades de desarrollo y empleo. En 2012, la Nunavut Resources Corporation, propiedad de inuits, comenzó a La carrera por los recursos del Ártico 26 ANUARIO PNUMA 2013 recaudar dinero en Wall Street para la prospección de oro y otros minerales en la región de Kitikmeot (MacDonald, 2012). Los fondos públicos a menudo son esenciales para esas empresas. Según informes, Rusia empleó 19.300 millones de dólares para subsidiar sus industrias de petróleo y gas en 2010 (Gerasimchuk, 2012). A pesar de ello, no todos los planes se realizan. En agosto de 2012, Statoil decidió retirarse del proyecto Shtokman de gas por valor de 15 mil millones de dólares en el Mar de Barents, debido al aumento de los costos y a la constante caída de los precios mundiales del gas (Macalister 2012). Por ahora ha quedado aplazado, por lo menos hasta 2017, el inicio de este proyecto en uno de los yacimientos de gas más grandes del mundo. Navegación El retroceso de la banquisa está abriendo la Ruta del Mar del Norte y el Paso Noroccidental a la navegación. En 2011 la Ruta del Mar del Norte estuvo abierta durante cinco meses. Más de 30 buques hicieron su travesía, entre ellos buques cisterna de gas rusos y cargueros con mineral de hierro de los países nórdicos (Helmholtz Association, 2012; Macalister, 2012). En septiembre de 2012, el rompehielos Xue Long, o Dragón de Nieve, se convirtió en el primer buque chino en completar la ruta (NZweek, 2012). La Ruta del Mar del Norte es un paso muchísimo más corto (una distancia de 35% a 60% menor) para la navegación entre los puertos del norte de Europa y los del Lejano Oriente y Alaska que las rutas a través del Canal de Suez y el Canal de Panamá (figura 9). Esto podría tener grandes repercusiones para el comercio mundial, ya Figura 9: La Ruta del Mar del Norte (color naranja) será un paso más corto del que actualmente unos 17.000 Atlántico Norte al Pacífico que la actual ruta través del Canal de Suez (en azul). Fuente: buques hacen la travesía por el aInstituto Danés de Estudios Internacionales Canal de Suez. En 2011, el entonces Primer Ministro de Rusia, Vladimir Putin, anunció que Rusia tenía intenciones de convertir la Ruta del Mar del Norte en un canal de navegación “de importancia mundial” que para 2020 habría aumentado la navegación en 40 veces. En junio de 2012 se firmó una nueva ley federal rusa por la que se regula la navegación comercial en la Ruta del Mar del Norte. Se harán nuevos levantamientos hidrográficos para mejorar el mapeo de los fondos marinos y se establecerán diez centros de búsqueda y salvamento a lo largo de la costa ártica (Marinelink, 2012). Otro acontecimiento importante será la apertura de una ruta alejada de la costa a través de aguas más profundas al norte de las islas de Nueva Siberia. En 2022 se abrió el Paso Noroccidental a través del Ártico canadiense, pero quedó parcialmente bloqueado por el hielo durante 2012. El Paso también, muy pronto, podrá estar lo suficientemente deshelado como para que las embarcaciones puedan pasar durante parte del año. Por otra parte, hay intenciones de convertir al Ártico en un destino turístico en expansión, sobre todo para los cruceros (PAME, 2009). Sin embargo, el incremento de la navegación aumentará la probabilidad de accidentes y daños ambientales. Los retos del desarrollo Aproximadamente 4 millones de personas viven en la región ártica, cerca de la mitad en Rusia (SDWG, 2004) (Figura 10). La décima parte son pueblos indígenas, que en una elevada proporción (en particular casi todas las comunidades inuit) viven a lo largo de las costas, donde la pérdida de la banquisa aumenta las posibilidades de pesca y también los riesgos relacionados con el clima (Forbes, 2011). Históricamente, el hielo ha protegido a las poblaciones costeras de las tormentas invernales. Hoy día el acortamiento del período de permanencia de la capa de hielo expone las costas a tormentas que comúnmente erosionan uno a dos metros de las orillas, aunque en determinados lugares puede llegar hasta los 30 metros (Forbes, 2011). Algunas aldeas, como Shishmaref en Alaska, han elaborado planes para trasladarse al interior por esa causa (CAKE, 2010). En otros lugares, el deshielo del permafrost colapsa las carreteras y destruye las tuberías, mientras que las carreteras, al helarse de improviso, se vuelven intransitables. En los ríos, los cambios en la capa de hielo causan daños a la infraestructura de las centrales hidroeléctricas y a los puentes (Prowse y Brown 2010). En Alaska, los gastos de mantenimiento de la infraestructura pública podrían sumar entre 3.000 millones y 6.100 millones de dólares a los gastos normales de mantenimiento en el período de 2008 a 2030 (Schaefer et al., 2012). En el caso de los pueblos nómadas, su resiliencia depende de un acceso irrestricto a la tierra y al agua, que permita que esas poblaciones y la fauna Protección contra la intensa erosión de las costas en Shishmaref, Alaska (Estados Unidos). La reducción del período de permanencia del hielo marino aumenta la vulnerabilidad de los sedimentos arenosos a la erosión. Foto: Lawrence Hislop Una mirada desde lo alto 27 Recuadro 4: Los nenets: la resiliencia puesta a prueba frente al desarrollo industrial Islas Aleutianas (Estados Unidos) Kamchatka Los nenets son nómadas pastores de renos que viven en la península de Yamal en Siberia occidental (Rusia). Esta población ha tenido que hacer frente al rápido desarrollo de los yacimientos de gas en sus pastizales desde finales de los años ochenta. En los últimos tiempos, la península ha producido el 17% del gas natural del mundo. Alaska (Estados Unidos) CANADÁ RUSIA Svalbard (Noruega) Novaya-Zemlya Terranova Groenlandia Península (Dinamarca) de Kola ISLANDIA Islas Faroe (Dinamarca) FINLANDIA SUECIA NORUEGA REINO UNIDO centros de población 400 000 200 000 100 000 50 000 20 000 círculo ártico límite forestal pequeños asentamientos en la isoterma de 10ºC en julio DINAMARCA La península de Yamal es prácticamente una llanura, pero está atravesada por fajas de terreno más elevadas que los nenets han utilizado tradicionalmente como sitios para acampar y rutas de migración para sus rebaños. La industria se ha desarrollado precisamente en ese terreno elevado. Pese a que la huella física de los yacimientos de gas sigue siendo pequeña aún, los gasoductos y otras instalaciones han bloqueado dos de las cuatro rutas de migración de los nenets, destruido tierras de pastoreo y cerrado el acceso a 18 sitios tradicionales para acampar (EALÁT, 2011). Hasta el momento, los nenets han podido reorganizar sus vidas y sobrevivir. Pero la expansión de la infraestructura (Figura 11), sumada a la degradación de los ecosistemas terrestres y de agua dulce, el rápido cambio climático y una afluencia masiva de trabajadores industriales, pondrá a prueba su resiliencia (Forbes et al., 2009). 2010 2030 0 100km 0 100km Ártico Alto Ártico Bajo subártico Figura 10: El Ártico se puede dividir en Ártico Bajo y Ártico Alto, según las diversas características ambientales y biológicas. Las tundras son más comunes en el Ártico Bajo y las tierras yermas polares predominan en el Ártico Alto. El Ártico circumpolar se extiende por 14,8 millones de km2 de tierra y 13 millones de km2 de océano. Siete de las diez zonas de parajes inhabitados más extensas que aún quedan en el planeta Tierra se encuentran en la región ártica. El Ártico es también el hogar de diversas sociedades excepcionales, como son las culturas indígenas que dependen de los estrechos vínculos entre la tierra y el océano y mantienen esos vínculos. Foto: Adaptado de Vital Arctic Graphics, GRIDArendal silvestre se desplacen al cambiar la estación. Si cambia el acceso a los recursos pueden surgir peligros reales. Hasta la construcción de la más mínima infraestructura puede llegar a ser perjudicial debido a la superficie que ocupa, por ejemplo, las carreteras y las tuberías (Cuadro 4). La huella del desarrollo económico reciente en el Ártico sigue siendo pequeña. Sin embargo, debido a la fragmentación del paisaje, el desarrollo económico puede interrumpir la hidrología, poner en peligro los ecosistemas e impedir el paso del caribú y el reno que migran en busca de terrenos donde pastar y tener a sus crías. El desarrollo industrial y la creación de infraestructura pueden traer consigo beneficios económicos inmediatos para algunas comunidades indígenas. En la Vertiente Norte de Alaska, por ejemplo, algunos inuits acogen con agrado a la industria petrolera porque trae consigo empleos e instalaciones de uso público (AMAP, 2010). Pero para la mayoría de los pueblos indígenas, la protección del acceso a sus tierras es la máxima 28 ANUARIO PNUMA 2013 gran efecto efecto medio a grande poco a mediano efecto Figura 11: Desarrollo industrial actual (2010) y expansión de la infraestructura proyectada para 2030 en la región de Yamal. Fuente: Magga et al.,(2011) prioridad y lo fundamental para la supervivencia de sus medios de subsistencia tradicionales. El problema está en cómo respetar el modo de vida tradicional de las comunidades indígenas y locales y al mismo tiempo lograr que el desarrollo económico no perjudique el medio ambiente. La solución de este problema pasa por el respeto de los derechos a la tierra y a los recursos naturales, como se dispone en acuerdos internacionales, entre otros la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, de 2007 Gobernanza ambiental. Se ha dado en llamar al Ártico el indicador primario del cambio climático mundial (Post et al., 2009). Debido a su rápido calentamiento, los efectos se suelen detectar primero en este lugar. La rápida transformación ambiental, al combinarse con la carrera por la explotación de recursos en regiones que antes eran remotas, plantea importantes cuestiones geopolíticas, cuyas probables ramificaciones trasciendan el Ártico (Conley, 2012). Por eso también se le puede considerar el indicador primario para la búsqueda de solución a los problemas de la gobernanza ambiental. En cualquier análisis que se haga acerca de la gobernanza del Ártico, una cuestión central es la función del Consejo Ártico, establecido en 1996 sobre la base de la Estrategia de Protección Ambiental del Ártico de 1991 (Stokke, 2011, Kao et al., 2012). Los ocho países del Ártico, que forman el núcleo de este foro de alto nivel son Canadá, Dinamarca (incluidas Groenlandia y las Islas Faroe), Estados Unidos, Finlandia, Islandia, Noruega, Rusia y Suecia (Consejo Ártico, 2013). Algunas organizaciones de los pueblos indígenas, en particular el Consejo Circumpolar Inuit y la Asociación Rusa para los Pueblos Indígenas del Norte, ya son participantes permanentes. Varios países que no pertenecen al Ártico y algunas organizaciones internacionales están reconocidos como observadores. Otros países y organizaciones están solicitando la condición de observadores ante el Consejo Ártico. La dirección del Consejo rota cada dos años. En 2013 pasa de Suecia al Canadá. El Consejo ha examinado el desarrollo sostenible del Ártico por medio de informes sobre la contaminación, los efectos del cambio climático, la nieve, el agua, el hielo y el permafrost, la navegación, el desarrollo humano y la diversidad biológica. En los últimos años, los países del Consejo Ártico también han adoptado medidas para fortalecer la gobernanza, incluso mediante la aprobación del primer Acuerdo de Cooperación para la Búsqueda y el Salvamento Aeronáutico y Marítimo en el Ártico (Kao et al., 2012). Explotación de los recursos y navegación Miles de pueblos indígenas que viven en la península de Yamal (Rusia) son pastores tradicionales de renos. Desde la década de los ochenta, se ha producido un rápido desarrollo de los yacimientos de gas en las tierras de pastoreo de estos pastores nómadas. Foto: Anna Degtevaa Según la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CNUDM), los Estados ribereños tienen derecho a establecer una Zona Económica Exclusiva de 200 millas marinas, sobre la que tienen derechos soberanos y jurisdicción sobre la plataforma continental a menos que haya necesidad de establecer una delimitación marítima con otro Estado ribereño (Recuadro 5). Los Estados que tengan una plataforma continental que se extienda más allá de 200 millas marinas tendrán que presentar documentos sobre sus límites exteriores. Según el artículo 77 de la Convención “El Estado ribereño ejerce derechos de soberanía sobre la plataforma continental a los efectos de su exploración y de la explotación de sus recursos naturales”. Los rápidos cambios en el medio ambiente ártico y el aumento de las posibilidades de explotación de los recursos de la región crean situaciones difíciles para la región, para los órganos de cooperación como el Consejo Ártico y para el mundo en general. La comunidad internacional, en distintas ocasiones, ha estado dispuesta a explotar esos recursos y esas posibilidades económicas, así como a proteger el frágil medio ambiente de la región. Por ejemplo, los parlamentarios británicos han pedido que se suspendan las perforaciones de petróleo y gas en el Océano Ártico hasta que se haya establecido un sistema de respuesta panártico, que se encargue de los grandes derrames de petróleo (Cámara de los Comunes, 2012). La explotación de recursos naturales, como son los minerales y los Recuadro 5: Cuestiones jurídicas En 2010 concluyeron 42 años de negociaciones entre Noruega y Rusia sobre su línea de demarcación marítima en litigio en el Mar de Barents y el Océano Ártico, que abrieron partes de la plataforma continental a la explotación de los recursos naturales. Este es solo uno de los problemas geopolíticos del Ártico que están en vías de solución. Hay problemas pendientes, como los desacuerdos entre Dinamarca/Groenlandia y el Canadá en relación con las fronteras, problemas relativos al Paso Noroccidental y una diferencia de opinión acerca de la interpretación del Tratado en relación con Spitsbergen. El archipiélago de Svalbard, situado a mitad de camino entre la parte continental de Noruega y el Polo Norte, se encuentra bajo soberanía noruega, pero determinadas disposiciones del Tratado reconocen ciertos derechos a los nacionales y a las empresas de sus Partes y hay diferencias de opinión en cuanto al ámbito geográfico de aplicación de esas disposiciones. La cuestión territorial de más envergadura en relación con la demarcación marítima puede ser la del Mar de Beaufort entre el Canadá y los Estados Unidos, una zona que puede llegar a ser rica en petróleo. Otra de las posibles polémicas será dónde trazar los límites del lecho marino entre Dinamarca/Groenlandia, Rusia y el Canadá en la dorsal oceánica de Lomonosov, sección que se extiende por el Polo Norte desde Rusia hasta Groenlandia y el Canadá. Los cinco países que bordean el Océano Ártico (Canadá, Dinamarca/Groenlandia, Estados Unidos, Noruega y Rusia) han ratificado su compromiso con la Convención sobre el Derecho del Mar, que es el marco jurídico para la solución pacífica de cualquier doble reclamación en el Océano Ártico (Declaración de Ilulissat, 2008, Kullerud et al., 2013). Una mirada desde lo alto 29 hidrocarburos, sigue siendo en su mayor parte un problema nacional, pero no por ello deja de despertar el interés de la comunidad mundial. Con la apertura de nuevas rutas de navegación y la prospección de petróleo, gas y yacimientos minerales en el Ártico, los países no pertenecientes a esta región están ansiosos por poner un pie en ella. China inauguró su primera estación de investigaciones científicas en el Ártico en NyÅlesund, Svalbard, en 2004. Singapur, que cuenta con una amplia industria de construcción de buques, también ha expresado su interés en la región. Con el aumento del tráfico de buques habrá que prestar atención a las rutas de navegación y a los riesgos de contaminación. La Convención sobre el Derecho del Mar constituye el marco jurídico de los derechos de paso y navegación. Otros asuntos que guardan relación son las responsabilidades de garantizar la seguridad estructural de los buques que operen en el Ártico, la búsqueda y el salvamento, la seguridad, la capacitación de la tripulación, el levantamiento de mapas hidrográficos, las cartas de navegación y la prevención de la contaminación. En estos momentos, la Organización Marítima Internacional (OMI) está elaborando los requisitos internacionales para la seguridad de los buques que navegan en aguas donde abunda el hielo, que se conocerán como Código Polar. been established to handle large spills (House of Commons 2012). Exploitation of natural resources such as minerals and hydrocarbons remains largely a national issue, but it is one in which the global community is taking an interest. With the opening of new shipping routes and the exploration of oil, gas and mineral deposits in the Arctic, non-Arctic countries are eager to gain a foothold in the region. China opened its first Arctic scientific research station in Ny-Ålesund, Svalbard, in 2004. Singapore, which has an extensive ship-building industry, has also expressed an interest in the region. Recuadro 6: ¿Bonanza pesquera? El Ártico es ya la base de actividades de pesca comercial de envergadura, como la captura del salmón y el abadejo de Alaska en el Mar de Bering y el bacalao y el abadejo en el Mar de Barents. En los próximos decenios posiblemente esta actividad prosperará gracias a que las aguas más cálidas alimentarán poblaciones de peces cada vez más numerosas y a la apertura del océano, que permitirá la captura de peces. En un estudio basado en la elaboración de modelos, se pronostica que, para 2055, las capturas en altas latitudes, en particular en el Ártico, podrían incrementarse de un 30% a un 70% y las de los trópicos disminuir en un 40% (Cheung et al., 2010). Ahora se está detectando un cambio de las especies del subártico, entre ellas el bacalao del Atlántico y el Pacífico, que se desplazan hacia el norte como se había pronosticado antes en reiteradas ocasiones (Meier et al., 2011). Seis especies han ampliado su hábitat en los últimos tiempos a través del Estrecho de Bering hacia el Mar de Beaufort (Sigler et al., 2011). El número de viajes de las embarcaciones pesqueras en el Ártico canadiense se septuplicó entre 2005 y 2010. No todos los efectos serán beneficiosos para la pesca. En el Mar de Bering, se espera que debido a la prolongación de los períodos cálidos con menos hielo se produzca una merma en los bancos de abadejo de Alaska, mientras que posiblemente las temperaturas más altas en el mar aumenten la mortalidad de las crías de salmón rojo en el invierno (Farley et al., 2011; Hunt et al., 2011). En el proceso, esos movimientos pueden crear tensiones internacionales. La migración hacia el norte de la macarela del Atlántico Norte ha causado controversias entre Islandia y otros países. El movimiento de las poblaciones de peces puede ser también una mala noticia para los pescadores locales. La aldea de Narsaq en el sur de Groenlandia fue una vez próspera gracias a la captura y el procesamiento del camarón local. Pero según se han ido calentando las aguas, los camarones se han desplazado hacia el norte, la flota de ocho embarcaciones se redujo a una, 30 ANUARIO PNUMA 2013 Las poblaciones de peces se están moviendo hacia las regiones polares debido a los efectos del cambio climático, lo que, sumado al aumento del acceso a zonas del Ártico como resultado del derretimiento de la banquisa, hará que en el futuro siga aumentando el interés en la actividad pesquera en gran escala en la región. Foto: Corey Arnold la fábrica de camarón cerró y la población de la aldea disminuyó a la mitad (Hamilton et al., 2000). Algunas comunidades del norte, que dependen de la pesca de subsistencia, podrían verse desplazadas con la llegada de las embarcaciones comerciales. La ordenación pesquera en el Ártico, que en estos momentos está fragmentada, no está en condiciones de encargarse de esas cuestiones ni de proteger a las poblaciones de peces. A medida que cambian los ecosistemas y se procuran posibilidades económicas, se impone la necesidad urgente de replantearse la ordenación pesquera en el Ártico. Ordenación de la actividad pesquera y gestión de los ecosistemas La ordenación pesquera en el Ártico se basa en estos momentos en una retahíla de convenios, acuerdos y regímenes regionales. Ahora que el deshielo está facilitando el paso por la región ya eso no basta, sobre todo porque son muchas las incertidumbres en relación con la manera en que los peces responderán a los cambios que se están produciendo en los ecosistemas (Reuadro 6). Los Estados Unidos han asumido una posición ante esas incertidumbres imponiendo una moratoria a toda la actividad pesquera en aguas del Océano Ártico hasta completar las investigaciones (Stram y Evans, 2009, Pew Environment Group, 2012). El Gobierno del Canadá y los inuvialuit, los inuit del Ártico occidental canadiense, firmaron un acuerdo oficial en 2011 para congelar la expansión de la pesca en la zona canadiense del Mar de Beaufort. Según vayan cambiando los ecosistemas, dejarán de ser adecuados los enfoques que se aplican actualmente a la gestión de la fauna y la flora silvestres y a la conservación de los hábitats en los países. Los riesgos que corren los ecosistemas son grandes porque se pueden producir cambios muy repentinos e imprevistos. La formulación del Plan de vigilancia de la diversidad biológica marina del Ártico de 2011 es una medida encomiable (Gill et al., 2011). Sin embargo, en muchos casos, no se han establecido sistemas de vigilancia para detectar los cambios en sus primeros momentos (Chapin et al., 2010, Vincent et al., 2011, Young, 2012). Es vital combinar la Recuadro 7: Gestión del medio marino basada en los ecosistemas Por mucho tiempo se ha reconocido la importancia de buscar una solución integrada a los múltiples factores estresantes del medio marino. La gestión basada en los ecosistemas es un enfoque que toma en consideración la salud, la productividad y la resiliencia de todo el ecosistema. El Consejo Ártico aplica este enfoque en algunas de sus iniciativas, en particular el Programa de vigilancia de la diversidad biológica circumpolar. La planificación del espacio marino es un instrumento importante para poner en marcha la gestión basada en los ecosistemas. Las principales características son la consideración de múltiples escalas, una perspectiva a largo plazo, el reconocimiento de que los seres humanos son parte integrante de los ecosistemas, la perspectiva de una gestión adaptativa y el interés por la sostenibilidad de los bienes y servicios de los ecosistemas. Un ejemplo positivo es el Plan de ordenación del Mar de Barents, que constituye el marco para la gestión de la industria del petróleo y el gas, la pesca y la navegación (Olsen et al., 2007). El plan requiere la reglamentación estricta de las actividades en las zonas de gran valor ecológico. Para reducir el conflicto entre la pesca y la navegación, Noruega ha pedido autorización para trasladar las vías de navegación fuera de las aguas territoriales del país. Es posible que haya que restringir o cerrar algunas zonas a la prospección y explotación de petróleo y gas a fin de evitar futuros conflictos. También hay planes de ampliar las zonas marinas protegidas y cerrar por temporadas algunas zonas para proteger la reproducción de los peces Xue Long o Dragón de las Nieves es un rompehielos, que se convirtió en el primer buque chino en entrar al Atlántico desde el Pacífico a través del Ártico. La reducción del hielo marino puede abrir nuevas rutas comerciales y posibilidades casi inmediatas para la prospección de petróleo, gas y yacimientos minerales en el Ártico. Foto: Yong Wang, Administración Estatal del Océano de China ciencia con los conocimientos tradicionales de las comunidades indígenas y locales para poder vigilar mejor y comprender claramente los cambios que ocurren en los ecosistemas (Huntington, 2011). Por otra parte, la vigilancia y el conocimiento de nada servirán si no hay capacidad para hallar una respuesta. La planificación espacial marina se está convirtiendo en un importante instrumento de gestión de los ecosistemas (Recuadro 7). Dado que muchas especies migran hacia el Ártico desde otras partes del mundo, posiblemente haya que introducir cambios en la ordenación de esas especies fuera del Ártico (Boere y Stroud, 2006. El camino a seguir El Ártico ha dejado ya de ser un mundo aparte. Sus recursos, que no se limitan a su flora y fauna silvestres, han captado la atención mundial. Pero su frágil medio ambiente es una de la razones de peso que explican por qué los países fuera de la región están participando cada vez más en el análisis de exactamente cuánta gobernanza es necesaria y qué forma debe tener en esta región. Hay varias cuestiones que se tienen que abordar con urgencia tanto para reducir el ritmo del cambio en el Ártico como para aumentar su resiliencia a ese cambio. Algunas de las cuestiones que han surgido son de carácter nacional, a otras se les puede hallar solución colectivamente en la región, pero hay algunas que requerirán la participación de todos y, a veces, la adopción de medidas de carácter mundial. La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero sigue siendo la medida más importante, ya que el cambio climático domina la transformación que está ocurriendo en estos momentos en el entorno ártico. Si bien son esenciales las medidas que se adoptan en el marco del proceso de las Naciones Unidas sobre el clima, posiblemente haya margen para concertar acuerdos destinados a frenar las emisiones regionales de contaminantes del Una mirada desde lo alto 31 Los retos que plantea el cambio climático y, por su parte, el desarrollo social y económico del Ártico requieren una visión a largo plazo y respuestas innovadoras en materia de políticas. Es indispensable valorar opciones en esferas como el comercio y la navegación marítimos, el turismo, la pesca comercial y la explotación de petróleo, gas y minerales. En esas valoraciones deberán participar explícitamente los pueblos indígenas y otras entidades interesadas del Ártico, así como de países fuera de la región. En 2009, Rusia convirtió el archipiélago Tierra de Francisco José en el Parque Nacional del Ártico ruso. Hay planes de introducir allí el ecoturismo. Foto: Peter Prokosch clima de acción rápida y corta vida, como el carbono negro, que complementen las medidas adoptadas a nivel mundial para reducir las emisiones de CO2 y de otros gases de efecto invernadero. Las transformaciones que tienen lugar en el Ártico requieren que la población que vive allí encuentre los medios de adaptarse al inevitable cambio climático. En la búsqueda de esos medios tendrán que participar tanto los gobiernos nacionales como las instituciones locales. La adaptación y las estrategias para hacerle frente podrían basarse en el Marco de adaptación al cambio climático, aprobado en Cancún en 2010. Ahora bien, al igual que ocurre en otras partes del mundo, es esencial la contribución de los conocimientos locales y tradicionales. Las personas que viven y trabajan en el Ártico son las que mejor conocen el medio ambiente de la región y, por tanto, están en situación privilegiada para observar los cambios y reaccionar ante estos como corresponde. También es vital que no se adopten medidas para “explotar” el nuevo estado ambiental del Ártico sin que antes se determine de qué manera la explotación, intencional o no, afectaría a los ecosistemas, a los pueblos del Norte y al resto del mundo. En vista de la posibilidad de que se produzcan daños ambientales de importancia, habrá que analizar cuidadosamente la posibilidad de aplicar un criterio de precaución que favorezca el desarrollo económico, lo que obligará a adoptar medidas tales como moratorias al desarrollo hasta que, tras la realización de evaluaciones completas, se hayan determinado los riesgos para el medio ambiente y los sistemas humanos y hasta que se pongan en marcha los marcos de gestión adecuados. Las moratorias impuestas por el Canadá y los Estados Unidos a la expansión de la pesca comercial en el Mar de Beaufort, mientras se estén evaluando la sostenibilidad, los costos, beneficios ecológicos y económicos, podrían servir de modelos.complement global action to reduce emissions of CO2 and other greenhouse gases. 32 ANUARIO PNUMA 2013 El cambio climático del Ártico tendrá repercusiones irreversibles de envergadura en la vida y el bienestar de los pueblos indígenas y de otras comunidades árticas. Sus repercusiones se harán sentir también en el resto del planeta. En los diálogos sobre políticas se podría considerar la necesidad de contar con nuevos regímenes normativos internacionales, que utilicen el criterio de precaución adoptado, por ejemplo, en el proyecto de código para los buques que naveguen en aguas polares. La rapidez con que se está produciendo el cambio físico, químico y climático en el Ártico significa que es esencial fortalecer los sistemas de vigilancia y alertar a tiempo sobre fenómenos inesperados. Se necesita con urgencia seguir realizando investigaciones ambientales en los siguientes aspectos críticos: • • • • El impacto de los contaminantes de vida corta, como el carbono negro y el metano, en el clima presente y futuro y las posibilidades de adoptar medidas inmediatas para frenar sus emisiones en el Ártico y en otros lugares. Los mecanismos de los cambios en la nieve y el hielo, como el derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia y la pérdida de hielo en los mares del Ártico y sus implicaciones para el aumento del nivel del mar en todo el mundo, la navegación regional, el desarrollo de las zonas costeras y el comercio internacional. Los cambios presentes y futuros en la biosfera y sus consecuencias para las actividades pesqueras, las redes alimentarias, los hábitats y las culturas árticas. El uso de los conocimientos tradicionales y las observaciones directas de los pueblos indígenas para fundamentar las medidas normativas y administrativas. La gobernanza efectiva es la clave del desarrollo sostenible del Ártico. Lo que ocurra con su hielo y su nieve, su tierra congelada y sus aguas abiertas, además de su fauna y flora y sus poblaciones, dependerá irremisiblemente de la manera en que el mundo haga frente al cambio climático y a los consiguientes cambios en las actividades humanas. Apoyándose en las instituciones existentes y los conocimientos científicos de la región, el Ártico podría dar un ejemplo de gobernanza ambiental al resto del mundo. Pese a que es ineludible para los países del Ártico tomar la iniciativa, también es vital que los países que no pertenecen a la región aporten su contribución, debido aque al resto del mundo le tocará perder (o ganar), si se produce un cambio en el Ártico Referencias Abnizova, A., Siemens, J., Langer, M. y Boike, J. (2012). Small Ponds with Major Impact: The Relevance of Ponds and Lakes in Permafrost Landscapes to Carbon Dioxide Emissions. Global Biogeochemical Cycles, 26 Angerbjörn A., Hersteinsson, P. y Tannerfeldt, M. (2004). Arctic fox (Alopex lagopus). En Canids: Foxes, Wolves, Jackals and Dogs Status Survey and Conservation Action Plan. D. W. Macdonald y C. SilleroZubiri (eds), 117 a 123, UICN, Gland ACIA (Arctic Climate Impact Assessment) (2005). Arctic Climate Impact Assessment. Imprenta de la Universidad de Cambridge, Cambridge (Reino Unido) ACS (American Cetacean Society) (2013). Fact Sheets AMAP (2008). Capítulo 5 del AMAP Assessment Report: Arctic Pollution Issues. 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Ambio, 41, 75 a 84 Una mirada desde lo alto 35 36 ANUARIO PNUMA 2013 En pos del objetivo de 2020 La necesidad de información más precisa y de una gestión racional para reducir al mínimo los riesgos que plantean los productos químicos El volumen de productos químicos que se fabrican y utilizan continúa en aumento, mientras la producción se desplaza de los países altamente industrializados a países en desarrollo y países con economías en transición. Es preciso intensificar la cooperación internacional para eliminar o reducir el uso de productos químicos tóxicos, promover el desarrollo y la adopción de alternativas más seguras, y crear capacidad en materia de reglamentación y gestión en todas las etapas del ciclo de vida de los productos químicos. También es importante que se apliquen plenamente las leyes nacionales y los convenios internacionales vigentes en lo relativo a la gestión racional de esos productos. El acceso del público a información suficiente sobre los productos químicos – en particular sobre sus muy diversos efectos en la salud y el medio ambiente es fundamental para respaldar esos esfuerzos. Sin embargo, nos vamos quedando cada vez más rezagados en lo que respecta a someter a ensayos los productos químicos antes de que estén disponibles en el mercado, y es muy poco lo que se sabe acerca de muchos de ellos que ya están en el comercio. Para poder cumplir el objetivo acordado a nivel internacional de que, para el año 2020, los productos químicos se fabriquen y utilicen de manera que disminuyan sus considerables efectos adversos en el medio ambiente y la salud humana, necesitamos con urgencia ampliar nuestros conocimientos sobre ellos. Entre sus numerosos beneficios, los productos químicos pueden ayudar a incrementar la producción agrícola, potabilizar el agua y tratar enfermedades. No obstante, también pueden representar riesgos para la salud humana y el medio ambiente en todas las etapas de su ciclo de vida, desde que son producidos, utilizados, almacenados y transportados hasta que son descartados. Las ventas anuales de productos de la industria química se duplicaron entre 2000 y 2009, mientras la cuota fabricada en los países altamente industrializados disminuyó de 77% a 63%, en los países BRIICS (Brasil, Rusia, India, Indonesia, China y Sudáfrica) esa proporción creció de 13% a 28% (Sigman et al., 2012). Se prevé que la fabricación de productos químicos siga aumentando en todo el mundo (Sigman et al., 2012; PNUMA, 2012a) (Figura frasco pequeño de mercurio utilizado en la extracción de oro artesanal y en Un pequeña escala. El mercurio es motivo de preocupación a nivel mundial debido a su persistencia en el medio ambiente, su capacidad para acumularse y sus efectos adversos en los seres humanos y los ecosistemas. Foto: Kevin Telmer Autores: Bernard Goldstein (Coordinador), Samuel Banda, Eugene Cairncross, Guibin Jiang, Rachel Massey, Karina Miglioranza, Jon Samseth, Martin Scheringer. Redactor científico: John Smith 1). A medida que la producción a granel se va retirando de los países altamente industrializados, surge la preocupación de que aumenten los riesgos derivados de los productos químicos para la salud humana y el medio ambiente debido a la inexperiencia de algunos países en materia de reglamentación y a la falta de infraestructura y recursos suficientes para contrarrestar esos riesgos. Miles de millones de dólares (2007) Los productos químicos y sus riesgos 16 000 2010 14 000 2030 2050 12 000 10 000 8 000 6 000 4 000 2 000 0 Todo el mundo OCDE BRIICS Resto del mundo Figura 1: Cifras actuales y proyecciones de la fabricación de productos químicos (en base a las ventas) en todo el mundo, en los países miembros de la OCDE, los BRIICS y los demás países, 20102050. Fuente: Adaptado de Sigman et al.,(2012) En pos del objetivo de 2020 37 Los productos químicos pueden agruparse en varias categorías principales (que a veces se superponen), en particular: productos químicos industriales, plaguicidas y biocidas, productos farmacéuticos y sustancias químicas utilizadas en artículos de consumo. Productos químicos industriales: Abarcan una gama muy amplia de sustancias utilizadas en procesos y productos químicos (como tinturas, disolventes y plásticos) y miles de productos químicos de uso cotidiano. Se fabrican, almacenan, transportan y utilizan en todo el mundo en forma de gas, líquidos y suspensiones o en estado sólido, y pueden plantear una gran variedad de riesgos (Dhaniram et al., 2012). Plaguicidas y biocidas: Se utilizan para matar, repeler o controlar plagas; influir en los procesos vitales de los organismos y destruir o evitar su crecimiento, y proteger productos vegetales. Pueden ser productos químicos fabricados por el hombre o, como la rotenona, encontrarse en la naturaleza. Las propiedades de estas formulaciones químicas, las cantidades aplicadas, los métodos de aplicación y las condiciones ambientales determinan su comportamiento y su destino en el medio ambiente. Por ejemplo, los plaguicidas pueden moverse por el aire mediante la volatilización y la difusión del vapor y tienen efectos adversos en los seres humanos y otros organismos a los que no están dirigidos, causando daños en los ecosistemas y reduciendo la diversidad biológica (DavieMartin et al., 2012, Reimer y Prokopy, 2012). Productos farmacéuticos: Se usan generalmente para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades en seres humanos y animales. Esta categoría es muy importante por sus beneficios para la salud y su valor económico a nivel mundial. Sustancias químicas en artículos de consumo: Por lo general se sabe o se sospecha que estas sustancias, que incluyen las de uso corriente en el hogar, entrañan riesgos para la salud humana y el medio ambiente (Massey et al., 2008, PNUMA/SAICM, 2011, PNUMA, 2012a). Pertenecen en su mayoría a la categoría más amplia de productos químicos industriales, o a la de los cosméticos y otros productos de aseo personal. En casi todos los artículos manufacturados, las sustancias químicas se usan para mejorar la apariencia o el rendimiento. También pueden encontrarse impurezas o subproductos derivados del proceso de fabricación. La mayoría de los productos químicos de cualquier tipo terminan por convertirse en desechos. Los que se producen durante los procesos de fabricación y otras actividades pueden ser arrojados en vertederos, incinerados o tratados con métodos físicos o químicos. Hay otras sustancias químicas que se convierten en desechos cuando se descartan los artículos que las contienen. En algunos casos, los perjuicios para la salud y el medio ambiente causados por ciertas sustancias químicas presentes en algunos artículos se han descubierto después de que su uso se ha generalizado. Son ejemplo de ello los retardantes de llama o ignífugos bromados, algunos 38 ANUARIO PNUMA 2013 Los niños pequeños son especialmente vulnerables a algunas sustancias químicas presentes en los artículos de consumo. Niveles de exposición que podrían surtir pocos efectos en un adulto pueden producir daños irreversibles en un feto, un lactante o un niño. Foto: Grish aditivos plásticos y los compuestos perfluorados. Algunas sustancias químicas que se utilizan en artículos de consumo pueden interferir con los sistemas hormonales y tener efectos adversos en los seres humanos y la fauna silvestre, incluso en el desarrollo fetal (PNUMA/SAICM, 2011; PNUMA, 2012a). Algunas sustancias químicas peligrosas, entre ellas los productos farmacéuticos y las que se encuentran en los productos de aseo personal, se liberan directamente en el medio ambiente, intencionalmente o no (Kierkegaard et al., 2012; Parolini et al., 2012). La presencia de estos contaminantes en el agua potable es motivo de creciente preocupación a escala mundial (Piel et al., 2012; Radović et al., 2012). Otra cuestión que preocupa cada vez más a nivel internacional es la de los desechos eléctricos y electrónicos, debido al rápido crecimiento de su volumen y los graves riesgos que plantean para la salud humana y el medio ambiente las inhalation dermal soil and water air inhalation dermal ingestion humans ingestion inhalation dermal consumer products food and beverages ingestion Figura 2: Posibles vías y formas de exposición a través de las cuales las personas entran en contacto con productos químicos. En cualquier punto del ciclo de vida de un producto químico pueden producirse liberaciones a la atmósfera, al suelo y al agua. Fuente: Adaptación de OMS (2010) Recuadro 1: ¿Cómo se pueden tratar los desechos electrónicos para reducir sus peligros? Los desechos electrónicos contienen materiales valiosos y escasos que pueden recuperarse y reciclarse, pero también sustancias nocivas que precisan una manipulación especial (Tsydenova y Bengtsson, 2011). Prácticas peligrosas tales como la quema a cielo abierto y los baños ácidos son frecuentes en el tratamiento informal de los desechos electrónicos (Chan y Wong, 2012, Sthiannopkao y Wong, 2012). Los trabajadores, sus comunidades y el medio ambiente están expuestos a productos químicos peligrosos a través de la contaminación atmosférica, del agua y del suelo (Asante et al., 2012). Las instalaciones más grandes, con tecnología adecuada, tal vez cumplan normas de salud y seguridad más estrictas gracias a un mejor control de emisiones, pero aun en ellas existen riesgos para la salud y la seguridad (Nimpuno y Scruggs, 2011). respecto a los productos eléctricos y electrónicos incluyen modos de disminuir o eliminar el uso de sustancias químicas peligrosas; criterios y prácticas empresariales que permitan rastrear, manipular y divulgar la presencia de productos químicos peligrosos en las etapas de fabricación, utilización y al final de su vida útil; información sobre posibles sustitutos más seguros e iniciativas de adquisición ecológica (IIDD, 2012; Lundgren, 2012). El tratamiento de los residuos electrónicos puede ser muy rentable. Los ingresos procedentes de su recuperación podrían ascender a 14 600 millones de dólares para 2014 a escala mundial (Wolfe y Baddeley, 2012). En principio, la reutilización y el reciclado contribuyen al desarrollo sostenible ya que prolongan la vida de equipos, piezas y materiales. Sin embargo, gran parte de las exportaciones de residuos electrónicos de países industrializados a países en desarrollo, sobre todo de África occidental y Asia, se encubre como exportación de equipos reutilizables o donaciones, en lugar de declararlos como desechos peligrosos. La protección de los trabajadores depende sobre todo de los conocimientos que se tengan de los productos químicos presentes en la fabricación. Todos los que participan en las diferentes fases del ciclo de vida de los productos electrónicos necesitan información sobre las sustancias químicas que estos contienen. Las prácticas óptimas con numerosas y diversas sustancias químicas que contienen (Recuadro 1). Cuando los artículos se usan o se descartan, las sustancias químicas que contienen se liberan en el medio ambiente (Recuadro 2). Esas sustancias pueden entrar en el cuerpo humano por inhalación, absorción a través de la piel o ingestión (Figura 2). Varios efectos en la salud humana tienen un vínculo causal con la exposición ambiental a ciertas sustancias químicas y mezclas de sustancias; cabe citar como ejemplos el cáncer, trastornos respiratorios como el asma, trastornos neuropsiquiátricos y del desarrollo, defectos congénitos, enfermedades endócrinas y diabetes (PrüssUstün et al., 2011; PNUMA, 2012a) (Recuadro 1). ILa sensibilidad a los productos químicos varía de una persona a otra (Forestiero et al., 2012). Además de la diversidad genética, hay importantes diferencias en cuanto a vulnerabilidad relacionadas con el sexo, la nutrición y las etapas de la vida. Los fetos, los lactantes y los niños son especialmente sensibles a los productos químicos tóxicos (Landrigan y Goldman, 2011). Sus órganos se desarrollan a un ritmo acelerado y aún no están maduros y los niños, en comparación con los adultos, no solo beben y comen más sino que también respiran un volumen de aire superior por unidad de peso corporal. La vulnerabilidad de las personas a estos productos peligrosos también puede variar en función de su papel social y de género (PNUD, 2011). Los Zona de tratamiento de residuos electrónicos en Taizhou, China. El volumen de desechos electrónicos está en rápido aumento, con una producción actual que se sitúa en torno a los 40 millones de toneladas por año. Foto: Jiangjie Fu trabajadores en general se encuentran en una situación especial de riesgo y, entre ellos, los que más sufren las consecuencias son los migrantes, los trabajadores del sector no estructurado y la mano de obra infantil. Los grupos vulnerables, como los niños, las mujeres, los trabajadores, las personas de edad y los pobres, pueden verse irremediablemente perjudicados por productos químicos peligrosos, como ciertos metales (Recuadro 3) o sustancias pirorretardantes bromados y bisfenol A, un compuesto que, por sus propiedades similares a las hormonas, ha provocado inquietud con respecto a su empleo en los productos de consumo y los envases de alimentos (Rudel et al., 2011, Trasande et al., 2011, Channa et al., 2012). Cuando se evalúan los riesgos de los efectos nocivos para la salud y el medio ambiente de los productos químicos, cabe preguntarse: ¿Cuáles son los peligros de dichos productos? ¿Cuántos y en qué cantidad son liberados al medio ambiente? ¿Qué y quiénes están expuestos (personas o medio ambiente)? La información sobre el destino ambiental de las sustancias químicas y las vías de exposición, tanto para los humanos como ambientales, comprende: la liberación al medio ambiente, el transporte, la distribución entre diferentes compartimentos ambientales (aire, agua, suelo, sedimentos, biota), la transformación y la degradación. Según las propiedades En pos del objetivo de 2020 39 Cuadro 1: Algunos efectos importantes en la salud vinculados a la exposición ambiental a productos químicos y otros factores de perturbación ambiental. Fuente: Adaptación de AEMA (2005) Efectos en la salud Relación con algunas exposiciones ambientales Enfermedades infecciosas Contaminación del agua, el aire y los alimentos Alteraciones en el ciclo de vida de los agentes patógenos relacionadas con el cambio climático Cáncer Contaminación atmosférica Algunos plaguicidas Amianto Toxinas naturales (aflatoxinas) Hidrocarburos aromáticos policíclicos Algunos metales, por ej.: arsénico, cadmio, Cromo Benceno Dioxinas Enfermedades cardiovasculares Contaminación atmosférica Monóxido de carbono Plomo Enfermedades respiratorias, incluida el asma Dióxido de azufre Dióxido de nitrógeno Partículas inhalables Ozono troposférico Esporas fúngicas Ácaros del polvo Polen Enfermedades de la piel Radiación ultravioleta Algunos metales, por ej.: níquel Pentaclorofenol Dioxinas Disfunciones reproductivas Bifenilos policlorados (PCB) DDT Cadmio Ftalatos y otros disruptores endócrinos Fármacos Trastornos del desarrollo (fetal e infantil) Plomo Mercurio Cadmio Algunos plaguicidas Disruptores endócrinos Trastornos del sistema nervioso Plomo Bifenilos policlorados (PCB) Metilmercurio Manganeso Algunos disolventes Plaguicidas organofosforados Respuesta inmunitaria Algunos plaguicidas fisicoquímicas de los productos, relacionadas con la persistencia, estos pueden metabolizarse en otros productos químicos, bioacumularse y biomagnificarse a través de la red alimentaria. Por ejemplo, algunos microorganismos acuáticos transforman el mercurio en metilmercurio que se bioacumula en los peces y en ocasiones alcanza una concentración decenas de miles de veces mayor que la presente originalmente en el agua (Gráfico 3) Los COP, regulados por el Convenio de Estocolmo, son un grupo de productos químicos especialmente persistentes y bioacumulativos. Pueden provocar daños graves, entre otros, cáncer, adelgazamiento del cascarón de las aves y alteración del sistema endócrino de organismos (Fredslund y BonefeldJørgensen, 2012). Llegan a sitios muy distantes del lugar donde fueron producidos y usados, de modo que para reglamentarlos son necesarios acuerdos transfronterizos. Hay estudios recientes que indican que los efectos del cambio climático influyen cada vez más en el ciclo de las sustancias químicas entre compartimentos ambientales (PNUMAAMAP, 2011, Kallenborn et al., 2012). Por ejemplo, las temperaturas más elevadas incrementarán las emisiones secundarias de contaminantes orgánicos persistentes en el aire cambiando su partición entre el aire y el suelo, y entre el aire y el agua. Asimismo, elevarán las liberaciones de los depósitos ambientales, como el suelo, el agua y el hielo. La incidencia de la temperatura en las emisiones de COP semivolátiles probablemente sea el efecto más importante del cambio climático sobre el ciclo de los COP en el medio ambiente (PNUMAAMAP, 2011). Gobernanza internacional de los productos químicos Para la gestión racional de los productos químicos es preciso que los países cooperen entre sí. Esa cooperación incluye el intercambio de información y experiencia, la adopción de políticas compartidas de control de los productos químicos y el fortalecimiento de las capacidades. Existen en la actualidad 18 acuerdos ambientales multilaterales que se ocupan de los productos químicos. El Convenio de Estocolmo sobre COP, por ejemplo, reglamenta algunos de los productos que entrañan el mayor riesgo para los seres humanos y la fauna silvestre. Hay otros acuerdos de este tipo cuyo propósito es reducir la exposición a productos químicos peligrosos, como el Convenio de Basilea, el Convenio de Rotterdam y el Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono. Recientemente se convino un nuevo tratado jurídicamente vinculante sobre el mercurio (Convenio de Minamata). Algunos de estos tratados se ocupan de los productos químicos en todas sus etapas (Montreal, Estocolmo, Minamata), mientras que otros se centran específicamente en algunas de ellas (Basilea, Rotterdam). Los convenios de 40 ANUARIO PNUMA 2013 Recuadro 2: Productos químicos en el medio ambiente Algunos productos químicos, como los plaguicidas, fueron creados para matar insectos, roedores, malas hierbas u otros organismos, pero como el medio ambiente es un sistema abierto, podrían tener también efectos nocivos en organismos para los cuales no estaban destinados, como abejas o insectívoros (Gil et al., 2012; Tu et al., 2013). Una vez liberados al medio ambiente, los productos químicos pueden transportarse a través del aire, el agua y el suelo. El desplazamiento por medio del viento o las corrientes de agua ha traído como consecuencia una extensa dispersión y transferencia de cantidades significativas de productos químicos persistentes, incluso al Ártico y la Antártida (Scheringer, 2009). Los productos químicos persistentes pueden bioacumularse y biomagnificarse a través de la red alimentaria, produciendo niveles de exposición más elevados en las especies depredadoras (Ondarza et al., 2012). Una vez que los productos químicos están en el medio ambiente, resulta extremadamente difícil controlarlos o eliminarlos. Los productos químicos persistentes, bioacumulativos y tóxicos tienen efectos en los ecosistemas que son especialmente duraderos y no se limitan a los organismos en sí. Los disruptores endócrinos, por ejemplo, pueden afectar la reproducción de los organismos y repercutir directamente en el crecimiento de la población (Blazer et al., 2012). Con el tiempo, gran parte de las sustancias químicas sintéticas llegan al agua. Los organismos acuáticos reciben contaminantes de fuentes difusas, por ejemplo los residuos de la agricultura, y de fuentes puntuales, como los vertidos de plantas de depuración de aguas servidas, de modo que se contaminan con mezclas complejas y no muy definidas de productos químicos. En algunos casos, la contaminación con sustancias que alteran el sistema endócrino tiene efectos graves en los organismos acuáticos, como la incidencia de la intersexualidad en peces (Sumpter Rana septentrional con una pata extra descubierta en Minnesota, Estados Unidos. Posiblemente este tipo de deformidad hallada en diversos lugares de América del Norte está relacionada con las presencia de ciertos productos químicos en el medio ambiente. Foto: USGS (Servicio de Prospección Geológica de los Estados Unidos) y Jobling, 2013). La masculinización de moluscos y peces hembra se ha atribuido al tributilestaño (McGinnis y Crivello, 2011) y se considera que los estrógenos son la causa más importante de la feminización de los peces macho (Baynes et al., 2012, Zhao y Hu, 2012). Es posible que aún no se hayan descubierto ciertos efectos de los productos químicos en los ecosistemas. No hay certeza de cuáles suponen los mayores riesgos para los organismos acuáticos o qué factores hacen que algunos ecosistemas sean más susceptibles que otros, por ejemplo, de bioacumulación (Sumpter, 2009). Son muchas las dudas que convierten la protección del medio ambiente en un reto. En el caso de los factores de perturbación múltiples, los productos químicos podrían ser un elemento que afecte la capacidad de recuperación de los ecosistemas, ya que debilitan el sistema inmunitario de las especies y las hace, por ejemplo, más propensas a las enfermedades fúngicas o más vulnerables a la competencia de especies foráneas o a cambios en el medio ambiente. Es preciso disponer de información y datos fiables y accesibles sobre los posibles peligros de los productos químicos, entre otros, sus propiedades y comportamiento en el medio ambiente, con el fin de evaluar y gestionar sus riesgos. Los compuestos del tributilestaño están sujetos a las disposiciones del Convenio de Rotterdam y su uso como agente antiincrustante en barcos está prohibido por la OMI. Sin embargo, hace falta tiempo para aplicar este tipo de medidas y para que produzcan resultados. Además, las medidas suelen tomarse en relación con una sustancia por vez, en respuesta a la aparición de pruebas científicas. Por lo tanto, la gestión de los productos químicos no sigue el mismo ritmo que su introducción en el medio ambiente. Fumigación de un arrozal con plaguicidas, región de Karawang, Indonesia. La mayoría de las personas que aplican plaguicidas en el mundo no usa la protección necesaria. Foto: Beawiharta/Reuters En pos del objetivo de 2020 41 Recuadro 3: Los peligros de los metales para la salud y el medio ambiente Hay varios metales que plantean amenazas importantes para la salud y el medio ambiente. Algunos son necesarios en cantidades pequeñas para una buena salud, pero pueden causar toxicidad aguda o crónica en cantidades más grandes (Phoon et al., 2012). Otros, como el plomo o el mercurio, provocan daños graves incluso en cantidades pequeñas. En los organismos acuáticos se manifiestan muchos efectos subletales con una mayor presencia de metales, como cambios en los tejidos, de comportamiento y reproductivos; inhibición del crecimiento, escasa capacidad natatoria y reducción de la actividad enzimática. Las fuentes de contaminación por metales son, entre otras, la escorrentía superficial producto de la minería, la combustión de combustibles fósiles, las aguas residuales domésticas, la incineración de desechos sólidos, su uso en productos tales como el combustible y la pintura y en muchas actividades industriales. La escorrentía de aguas pluviales urbanas suele contener plomo y otros metales procedentes de la calzada. El combustible con plomo ha sido retirado de casi todos los países. No obstante, el hecho de que en muchos países en desarrollo se sigue vendiendo pintura con plomo continúa siendo una seria preocupación (Weinberg y Clark, 2012). El procesamiento del mineral de oro ha provocado un elevado número de n eda y húm ads o des rción esco orción rren tía izació e pr mercurio inorgánico LLUVIA seca SUELO ión ac it cip sición til la vo oxidación fotoquímica il volat ión c iza depo escorrentía vapor de mercurio elemental El mercurio, cuyas emisiones se ocupará de controlar el nuevo Convenio de Minamata, supone un grave riesgo para la salud mundial. Es liberado a la atmósfera por actividades industriales como la producción de metales y cemento, la fabricación de cloruro de vinilo, la incineración de desechos municipales, y la combustión y extracción de combustibles fósiles. Entre 10 y 15 millones de mineros están expuestos al mercurio en el mundo (PNUMA, 2013). Se usa en diversos productos, como en ciertos tipos de monitores de computadoras, baterías, interruptores de automóviles, termostatos, aparatos médicos y lámparas fluorescentes compactas. Cuando se desechan o rompen estos productos, pueden liberar mercurio al medio ambiente. Las emisiones totales se estimaban en 1.960 toneladas en 2010 (PNUMA, 2013). deposición atmosférica combustión de combustibles fósiles incineración de desechos minería AIRE casos de envenenamiento por plomo. Por ejemplo, en 2010, en el estado de Zamfara, Nigeria, perdieron la vida 400 niños y otros 2.000 tuvieron que recibir tratamiento por exposición al plomo debida al procesamiento del mineral de oro (Lo et al., 2012). bioacumulación AGUA mercurio inorgánico bacterias biomagnificación mercurio orgánico SEDIMENTO Fuentes naturales mercurio elemental mercurio inorgánico bacterias mercurio orgánico Gráfico 3: La contaminación por mercurio afecta a las personas a través de diversas trayectorias ambientales. El metilmercurio, altamente tóxico, se forma en suelos húmedos, sedimentos y agua, donde se bioacumula y biomagnifica. El consumo de pescado es la vía principal de exposición del ser humano. Los lactantes, los niños y las mujeres en edad fértil son especialmente vulnerables a los efectos nocivos para la salud, incluida la lesión permanente del sistema nervioso. El mercurio puede trasmitirse de madres a hijos nonatos. 42 ANUARIO PNUMA 2013 Recuadro 4: Los convenios de Basilea, Estocolmo y Rotterdam El Convenio de Estocolmo, cuyo objetivo es proteger la salud humana y el medio ambiente de los contaminantes orgánicos persistentes (COP), entró en vigor en 2004. Restringe y en última instancia se propone eliminar la fabricación y el uso de una serie de productos químicos. Asimismo promueve la utilización de alternativas químicas y no químicas a los COP. La lista original de COP incluía doce compuestos químicos, “la docena sucia”. Entre ellos figuraban plaguicidas como el insecticida DDT, aunque su empleo para combatir el paludismo sigue permitido, así como las liberaciones no intencionales al medio ambiente de productos químicos incluidos en el Convenio, como las dioxinas y furanos producto de la combustión. Hasta la fecha, se han añadido diez COP más a esta lista y hay otros en estudio. El Convenio de Basilea sobre el control de los movimientos transfronterizos de los desechos peligrosos y su eliminación, propone proteger la salud de los seres humanos y el medio ambiente mediante Basilea, Estocolmo y Rotterdam (Recuadro 4) están colaborando cada vez más como un “grupo” relativo a los productos químicos y los desechos, lo que mejora su eficacia en los planos nacional, regional y mundial (DAES et al., 2011). Con el objeto de tomar decisiones óptimas sobre la forma de proteger la salud humana y el medio ambiente, los gobiernos, la industria y el público necesitan más información de la que suele estar disponible. Dicha información comprende la concerniente a la cantidad y el tipo de sustancias químicas usadas en los productos, el modo en que son liberadas en los procesos de fabricación y de los productos durante todo su ciclo de vida. Con respecto a la mayoría de los productos químicos, esta información no se ha preparado o no está al alcance del público. Buena parte de ella tampoco está a disposición del público porque se considera información sensible o por razones de propiedad intelectual de quienes desarrollan productos químicos o sus clientes (Abelkop et al., 2012). Aunque la industria química sigue expandiéndose, solo se han evaluado adecuadamente los posibles efectos en la salud y el medio ambiente de un pequeño porcentaje de productos químicos presentes en mercado (Judson et al., 2009; PNUMA, 2012a). Por el momento, los datos experimentales a disposición del público sobre vida media de degradación, potencial de bioacumulación y toxicidad apenas representan una pequeña fracción (menos del 5%) de los productos químicos industriales (Schaafsma et al., 2009; Strempel et al., 2012) (Gráfico 4). La falta de información es un obstáculo importante para la evaluación y gestión de los riesgos derivados de los productos químicos. En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de 1992, los países identificaron “la falta de información científica para poder evaluar los riesgos que entraña la utilización de gran número de productos químicos” controles estrictos frente a los efectos perjudiciales que pudiesen derivarse de la generación y gestión de los desechos peligrosos y otros desechos. Fue adoptado en 1989 en respuesta al descubrimiento en la década precedente del alcance de la importación de desechos tóxicos en África y otras partes del mundo en desarrollo.Entró en vigor en 1992. El Convenio de Rotterdam sobre el procedimiento de consentimiento fundamentado previo aplicable a ciertos plaguicidas y productos químicos peligrosos objeto de comercio internacional entró en vigor en 2004. Promueve la responsabilidad compartida y los esfuerzos conjuntos de las Partes en la esfera del comercio internacional de ciertos productos químicos peligrosos a fin de proteger la salud humana y el medio ambiente frente a posibles daños y contribuir a su utilización ambientalmente racional, facilitando el intercambio de información de sus características, estableciendo un proceso nacional de adopción de decisiones sobre su importación y exportación y difundiendo esas decisiones a las Partes. como un problema grave, especialmente en los países en desarrollo (CNUMAD, 1992). Algunas sustancias peligrosas incorporadas a los productos entrañan poco riesgo durante su uso, pero mucho más durante la producción y la gestión de desechos. La presente situación podría mejorarse mediante una combinación de medidas: divulgación de al menos parte de la información sobre uso y propiedades de los productos químicos que actualmente se considera confidencial; análisis del flujo de sustancias de los productos químicos presentes en diversos artículos, que incluya todas las propiedades del ciclo de vida, vida media de degradación y toxicidad; y recopilación de la información generada en bases de datos, de modo que esté sistematizada y a disposición del público. Se han hecho algunos progresos para que haya más información a nivel internacional y una serie de bases de datos están a disposición del público. Cabe destacar la importancia del Sistema Globalmente Armonizado de Clasificación y Etiquetado de Productos Químicos (SGA), publicado por primera vez en 2003 y actualizado cada dos años (Naciones Unidas, 2011). El SGA se ocupa de la clasificación de los productos químicos por tipos de peligro y propone elementos armonizados de comunicación de los mismos, entre los que se incluyen etiquetas y hojas de datos sobre seguridad. El objetivo es asegurar que la información sobre peligros físicos y toxicidad de los productos químicos esté disponible para proteger más la salud y el medio ambiente durante los procesos de manipulación, transporte y uso. Asimismo, constituye una base para la armonización de normas y reglamentos sobre productos químicos en los planos nacional, regional y mundial. Sin embargo, no incluye la creación de una base de datos accesible al público con las hojas de datos sobre seguridad, ni aborda la necesidad de información acerca de las sustancias químicas que contienen los productos. En la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible, celebrada en Johannesburgo en 2002, los países acordaron que, para el año 2020, “los En pos del objetivo de 2020 43 2.660 productos químicos de los que hay mediciones 2 200 95.000 productos químicos industriales 1 000 220 con datos de vida media de biodegradacións Gráfico 4: De un conjunto de 95.000 productos químicos industriales, de muy pocos se disponía de datos sobre toxicidad acuática aguda, sobre la medida en que se acumulan en el medio ambiente (factores de bioconcentración) o el tiempo que tardan en descomponerse (vida media de biodegradación). Fuente: Adaptación de Strempel et al., 2012 con datos de toxicidad acuática aguda con datos de bioconcentración productos químicos se fabriquen y utilicen de forma que se reduzcan al mínimo los efectos nocivos de importancia para el medio ambiente y la salud humana”. Hasta ahora, los avances para alcanzar este objetivo han sido limitados (PNUMA, 2012a, b). La falta de información adecuada sobre productos químicos, principalmente como consecuencia de no exigir que se genere y divulgue la información pertinente, sigue siendo un problema importante. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20), celebrada en 2012, ratificó el objetivo para 2020. Reconoció que la fabricación y uso cada vez mayores de productos químicos y su prevalencia en el medio ambiente exigen mayor cooperación internacional. Asimismo expresó su preocupación por la falta de capacidad en materia de gestión racional de los productos químicos, especialmente en los países menos adelantados. (Naciones Unidas, 2012). El Enfoque estratégico para la gestión de los productos químicos a nivel internacional, un marco de políticas cuyo propósito general es la gestión racional de los productos químicos durante todo su ciclo de vida, se ha creado con el fin de lograr el objetivo previsto para 2020. En 2012, en la tercera Conferencia Internacional sobre la Gestión de los Productos Químicos se examinaron los progresos realizados y se plantearon otras medidas respecto de nuevas cuestiones normativas relacionadas con la presencia de sustancias química en los productos, la eliminación del plomo en pinturas, las sustancias peligrosas presentes en los productos eléctricos y electrónicos, y la nanotecnología y fabricación de nanomateriales. También se examinó el tema de los productos químicos perfluorados y se acordaron medidas conjuntas sobre los disruptores endócrinos. La transparencia y el intercambio de datos e información serán esenciales para hacer auténticos progresos en estos ámbitos (IIDD, 2012). Desafíos presentes y futuros El número de productos químicos sintéticos en el medio ambiente está en aumento. Desde 1999, se ha analizado su presencia en la sangre y la orina de una muestra de la población de los Estados Unidos. En 2009, se notificaron 212 productos químicos, incluidos los 75 que no se habían analizado previamente (CDC, 2009). Las conclusiones del estudio indicaron una exposición generalizada a algunos productos químicos industriales; el 90% de las muestras analizadas contenía niveles detectables de sustancias, entre otras, perclorato, mercurio, bifenol A, acrilamida, diversos productos perfluorados y éter de difenilo polibromado47, usado en materiales ignífugos. Recientemente, se actualizaron las mediciones de 66 productos químicos y se detectaron otras 34 sustancias (CDC, 2012). Estos datos son un buen indicador del incremento de la presencia de productos químicos en el medio ambiente. Demuestran que a pesar de los esfuerzos generalizados por conocer mejor sus riesgos y el modo de gestionarlos, solo comprendemos parcialmente el destino y los efectos ambientales de los productos químicos. Como en los países en desarrollo no se aplican programas de vigilancia biológica tan exhaustivos, estos datos constituyen una importante fuente de información que indica hasta qué punto los productos químicos pueden estar presentes en el cuerpo humano. Asimismo, señalan lo que cabría esperar en los países en desarrollo a medida que se intensifique la fabricación y el uso de productos químicos. Exposición simulada a plaguicidas nicotinoides de una abeja melífera silvestre con una etiqueta de identificación por radiofrecuencia. Foto: © INRA/C. Maitre 44 ANUARIO PNUMA 2013 Mezclas Las personas y los ecosistemas están expuestos a mezclas de decenas o centenas de productos químicos procedentes de una amplia variedad de fuentes. Algunos, cuando están en combinación con otros, son más perjudiciales que individualmente, incluso si los niveles que arrojan de forma aislada se consideran seguros. Debido a las limitadas prácticas de la medición de los efectos ecotoxicológicos, es difícil estudiar las interacciones entre más de dos o tres productos químicos. Por lo tanto, los efectos de las interacciones se han convertido en un gran reto para los científicos y los responsables de la formulación de políticas (UE, 2012, Sarigiannis y Hansen, 2012). Los datos empíricos relativos a la toxicología humana y la ecotoxicología han demostrado en repetidas ocasiones los efectos de las mezclas. Asimismo, ponen de relieve la necesidad de tener en cuenta estos efectos combinados durante la estimación de los riesgos aceptables para los seres humanos y el medio ambiente. Se espera que los nuevos criterios sobre pruebas toxicológicas, como el examen de las interacciones químicas a nivel molecular y celular, permitan comprender más a fondo la toxicidad y sus efectos en la salud (NIEHS, 2011; Kavlock et al., 2012; Rider et al., 2012). Exposición a dosis bajas Un conjunto cada vez mayor de pruebas científicas indica que muchos productos químicos tienen efectos biológicos en dosis que antes se consideraban insignificantes (Vandenberg et al., 2012). Los efectos agudos de la mayor parte de los productos químicos en un principio se notaban a dosis elevadas, pero resulta cada vez más evidente que la exposición a más a largo plazo a dosis relativamente bajas, individualmente o en mezclas, puede provocar efectos nocivos más sutiles (Birnbaum, 2012). Los riesgos debidos a la exposición a dosis bajas de un producto químico aislado a través de múltiples vías se denominan riesgos “agregados”. La evaluación de riesgos acumulativos (el estudio de los riesgos provocados por la exposición agregada a diversos contaminantes) es un enfoque que se está comenzando a aplicar para tener en cuenta las exposiciones a dosis bajas (Meek et al., 2011, Alexeeff et al., 2012). Recientemente se ha expresado preocupación por el impacto de los plaguicidas en organismos para los cuales no estaban destinados, incluidos los insectos, especialmente las abejas, y los anfibios (Brühl et al., 2013). Los estudios sugieren que los neonicotinoides en dosis bajas, un grupo de productos químicos neurotóxicos ampliamente utilizado en muchos países como insecticidas, podrían tener efectos subletales en las abejas melíferas (Henry et al., 2012) y abejorros (Whitehorn et al., 2012), con consecuencias graves para las poblaciones silvestres de estos polinizadores tan importantes y, por consiguiente, para la agricultura y el medio ambiente (PNUMA, 2010; Rozen, 2012). También se ha planteado la necesidad de una investigación minuciosa del efecto de los neonicotinoides en la función cerebral de los mamíferos, sobre todo en el desarrollo del cerebro, para proteger la salud humana, especialmente la de los niños (KimuraKuroda et al., 2012). Reemplazar productos químicos peligrosos por otros semejantes Cuando se hacen esfuerzos por eliminar una sustancia química muy peligrosa de los productos, los fabricantes suelen sustituirla por otra también peligrosa (DiGangi et al., 2010, Covaci et al., 2011). Por lo general, este tipo de reemplazo provoca problemas para la salud y el medio ambiente relativamente poco estudiados que tal vez apenas difieran de los producidos por aquellas sustancias que sustituyen. El “círculo vicioso” tiene lugar cuando se retira del mercado un producto perteneciente a un grupo de productos químicos de estructura similar y se reemplaza por otro del mismo grupo, de manera que no se efectúa una auténtica sustitución (Strempel et al., 2012). Por ejemplo, los éteres de difenilo polibromado son reemplazados por otros productos ignífugos; los bifenilos policlorados (PCB), por parafinas cloradas de cadena corta; y los disolventes halogenados menos estudiados y sin reglamentar se utilizan en lugar de otros muy estudiados (OSHA 1999, Convenio de Estocolmo, 2012). Nanotecnología Reducir materiales a escala nanométrica puede modificarles las propiedades fisicoquímicas. Esto pone en tela de juicio los criterios existentes de determinación del peligro, que parten de la base de que la propiedad intrínseca de un producto químico puede descubrirse por medio de estudios del material en bruto. Por ejemplo, desde una perspectiva química, los nanotubos de carbono son simplemente carbono, pero a escala de nanotubo presentan nuevos e importantes peligros por su configuración y tamaño (Maynard et al., 2011). Los estudios han demostrado la toxicidad evidente de algunas nanopartículas para los organismos vivos y ecosistemas (Love et al., 2012). Sin embargo, la falta de datos disponibles y la insuficiencia de protocolos experimentales y procedimientos actuales de evaluación de riesgos hace difícil efectuar evaluaciones completas de riesgos (Gajewicz et al., 2012, AEMA, 2013). Imagen obtenida con un microscopio electrónico de barrido de nanotubos de carbono, que podrían entrañar nuevos riesgos por su forma y su tamaño extremadamente pequeño. Foto: Anastasios John Hart, Universidad de Michigan, Estados Unidos En pos del objetivo de 2020 45 Nuevas oportunidades para los ensayos y la evaluación Desde la década de 1960, el notable aumento de la fabricación de productos químicos sintéticos ha coincidido con el desarrollo de equipos de análisis cada vez más sensibles y una preocupación creciente por sus efectos en la salud y el medio ambiente, sobre todo a partir de 1962, cuando se publicó el libro de Rachel Carson, Primavera silenciosa (Ohandja et al., 2012). Hoy en día, sabemos mucho más que hace unas décadas sobre los productos químicos, su toxicidad, rutas y destino ambiental. Debido a la nueva tecnología, se pueden detectar cantidades cada vez más pequeñas de sustancias químicas en el medio ambiente, lo que permite la detección precoz y una mejor gestión del riesgo. Sin embargo, a medida que se registran nuevos problemas de contaminación con el perfeccionamiento de los métodos de análisis, los avances tecnológicos también demuestran que nuestros conocimientos distan mucho de ser completos. La vigilancia de los productos químicos en el cuerpo humano y el medio ambiente contribuye a identificar y rastrear la exposición humana y ambiental a estos productos y, por lo tanto, a mejorar los resultados de su gestión. En la detección precoz de los efectos nocivos en personas y organismos, antes de que haya tenido lugar una lesión manifiesta, resulta especialmente útil el uso de marcadores biológicos de exposición, efecto y susceptibilidad. La vigilancia en los sistemas ecológicos ayuda a determinar cómo migran los productos químicos en el medio ambiente, se acumulan en animales y plantas y se depositan en sedimentos y suelos. No se exagera cuando se menciona la importancia de una serie de mediciones continuas y a largo plazo para las futuras generaciones. La región de lagos experimentales, en el Canadá, es un ejemplo extraordinario de “laboratorio de campo” donde desde 1968 se llevan a cabo una vigilancia y experimentación a largo plazo y a escala de ecosistema (Blanchfield et al., 2009). Los modelos ayudan a estimar la exposición en toda una zona de impacto y a determinar el sitio óptimo para colocar los monitores con el fin de evaluar si los productos químicos liberados exceden los niveles admisibles. Los modelos del destino ambiental de los contaminantes suelen usarse para predecir los niveles de productos químicos en el aire o el agua resultantes tanto de las liberaciones previstas como de las indeseadas. Son herramientas efectivas en diferentes contextos, desde la localización de la planta y la planificación de la respuesta de emergencia hasta la evaluación de la exposición química, pero deben validarse usando mediciones reales (MacLeod et al., 2010). Los avances realizados en materia de métodos informáticos aplicados a la toxicología prometen mejorar la capacidad de predicción y al mismo tiempo minimizar los ensayos con animales, costosos y que exigen mucho tiempo (pruebas en las que se exponen organismos a aguas contaminadas de manera natural, por ejemplo, vertidos residuales o muestras de sedimentos). El conocimiento de las relaciones cuantitativas estructuraactividad a 46 ANUARIO PNUMA 2013 Los biomonitores acuáticos utilizan peces y sus patrones de respiración para detectar la presencia de sustancias potencialmente tóxicas en el agua. Foto: Centro de Investigación de Salud Ambiental del Ejército de los Estados Unidos menudo aunque no siempre permite predecir la toxicidad (OCDE, 2012). Los nuevos ensayos basados en los avances registrados en el campo de la biología molecular posibilitan una mayor comprensión global de los efectos de las perturbaciones químicas en los sistema biológicos (Kavlock et al., 2012) (Recuadro 5). La identificación de las fuentes químicas y el uso de modelos y evaluaciones para comprender su impacto son importantes con el fin de reforzar el trabajo de los convenios y protocolos internacionales. Las mejoras en las técnicas analíticas y de medición permiten identificar y cuantificar los productos químicos más rápidamente y con mayor exactitud . Asimismo, reducen el costo de preparar y efectuar las mediciones. Las evaluaciones son la base para comprender la contribución relativa de diferentes fuentes y determinar las medidas prioritarias para tratar las liberaciones más importantes al medio ambiente. Recuadro 5 Toxicología predictiva El propósito de la toxicología predictiva es comprender la relación entre la estructura de un producto químico y sus efectos, y detectar los posibles riesgos antes de que se fabrique o libere el producto. Incluye pruebas de características químicas y físicas, como la inflamabilidad, y otras para detectar la probabilidad de que la sustancia produzca mutaciones, tenga efectos en la reproducción o el desarrollo, o entre con facilidad en la cadena alimentaria. Un nuevo programa combina los conocimientos de la toxicología molecular con la tecnología de alto rendimiento de la industria farmacéutica para mejorar la predicción de la toxicidad de muchos productos químicos (Martin, 2012). La validación de este nuevo enfoque está en curso (Kavlock et al., 2012). Este programa, si resulta eficaz, proporcionará mejores instrumentos a la industria química y los organismos reguladores para divulgar las consecuencias indeseables de productos químicos nuevos o existentes. El costo de la inacción Recuadro 6: El uso de instrumentos económicos La fabricación, uso, almacenamiento, transporte y eliminación de sustancias químicas y productos que contienen sustancias químicas tienen diversos costos externos que las empresas que llevan a cabo estas actividades por lo general no asumen (o no lo hacen en su totalidad) (PNUMA, 2012a). Entre los ejemplos cabe mencionar el mantenimiento de la infraestructura de respuesta a emergencias; la limpieza de sitios contaminados; los cuidados de urgencia y a largo plazo de las personas lesionadas por la exposición a productos químicos; la atención domiciliaria o institucional y los servicios de educación especial para personas con problemas de desarrollo; la pérdida del valor de las propiedades contaminadas; la pérdida de oportunidades de caza, pesca y agricultura; la pérdida de suministros de agua potable; y el tratamiento y depuración del agua para eliminar los contaminantes químicos. Se pueden utilizar instrumentos económicos para internalizar los costos de la gestión química y crear incentivos financieros para mejorar la seguridad. Si estos instrumentos están bien concebidos, también pueden generar rentas públicas y los recursos necesarios para financiar programas de organismos. Por ejemplo, en Suecia, la Inspección Nacional de Productos Químicos (KemI) nació, en gran medida, gracias a las tasas pagadas por los fabricantes de plaguicidas y otras industrias químicas, que cubren los costos de actividades como la inspección y evaluación de las solicitudes para la aprobación de plaguicidas (KemI, 1998). En 2010, alrededor del 57% de los gastos de la KemI se sufragó con estas tasas (cerca del 29% proveniente de plaguicidas y aproximadamente el 28% de la industria química en general). Estas tasas se calculan en función del número y el volumen de productos químicos. Las empresas deben presentar los datos al Registro de Productos de Suecia. Los costos ligados a los riesgos que entrañan los productos químicos son difíciles de evaluar. Sin embargo, las conclusiones de los estudios que han estimado los costos sanitarios y ambientales respaldan la urgencia de la necesidad de reducir el riesgo (PrüssUstün et al., 2011, Hutchings et al., 2012, PNUMA, 2012a). Chokshi y Farley (2012) informaron que la relación costobeneficio de la intervención ambiental para la prevención de enfermedades es tres veces más alta que la adopción de medidas clínicas y no clínicas destinadas a las personas. Asimismo señalaron la escasez de estudios sobre la eficacia en función de los costos de las intervenciones ambientales. Trasande y Liu (2011) vieron que los costos del saturnismo, la exposición prenatal al metilmercurio, el cáncer infantil, el asma, la discapacidad intelectual, el autismo y el trastorno de déficit de atención en los Estados Unidos ascendieron a 76 600 millones de dólares en 2008. Estimaron que las pruebas previas a la comercialización de productos químicos nuevos y de toxicidad de los existentes, la reducción de los peligros de la pintura con plomo y la limitación de las emisiones de mercurio de las centrales termoeléctricas alimentadas con carbón podrían evitar nuevos aumentos de dichos costos. Según las estimaciones de otro estudio, prevenir la exposición de los niños a la neurotoxina metilmercurio arrojaría un beneficio económico de 8.000 a 9.000 millones de euros (unos 11.00012.000 millones de dólares) por año en la Unión Europea (Bellanger et al., 2013). La exposición de seres humanos al mercurio afecta el desarrollo del cerebro, por consiguiente reduce el coeficiente intelectual y, a su vez, las posibilidades de ganarse la vida. El costo a largo plazo para la sociedad puede calcularse como la pérdida de ingresos por persona a lo largo de su vida. Los responsables de estos costos, dependiendo del país, podrían cubrir directamente parte de ellos. Por ejemplo, la industria química en ocasiones está gravada con impuestos destinados a recaudar fondos para la limpieza de los sitios contaminados (EPA, 2012). En muchos países los empleadores cuentan con fondos de compensación para los trabajadores. Sin embargo, la mayoría de los costos relacionados con los riesgos de los productos químicos no son asumidos por la industria. De modo que cuando las empresas toman decisiones sobre qué productos químicos fabricar y utilizar, y cómo gestionarlos, tal vez no tengan en cuenta estos costos. Una manera En Estados Unidos, la Ley de reducción del uso de productos tóxicos de Massachusetts exige que las instalaciones que usan un volumen superior a una cantidad determinada de un producto químico tóxico paguen una tasa anual, que se emplea para financiar actividades de gestión química como las medidas de control y vigilancia, capacitación, investigación y asistencia técnica (Massey, 2011). California grava con un impuesto la venta de percloroetileno, un disolvente usado para la limpieza en seco de ropa, con el propósito de ofrecer subsidios y capacitación para ayudar al sector de tintorerías y lavanderías a hacer la transición a procesos más seguros (California Air Resources Board, 2012). Gabón cobra un impuesto del 10% sobre los desechos exportados que entran en el país, mientras que China aplica una tasa a la contaminación industrial que excede un nivel básico e invierte parte de los ingresos en programas de reducción de la contaminación. de remediar la ineficiencia resultante de la exclusión de los costos sanitarios y ambientales es aplicar mecanismos para internalizarlos mediante el uso de ciertos instrumentos económicos, incluidos los incentivos fiscales u otros estímulos económicos. Hacia una mejor gestión del riesgo de los productos químicos Existen muchos tipos diferentes de instrumentos para reducir los riesgos de los productos químicos en el mundo. Algunos son de carácter preventivo y procuran evitar la fabricación o venta de productos químicos de conocido efecto perjudicial. Otros se ocupan más de las modificaciones introducidas durante el ciclo de vida de los productos químicos con el fin de proteger a las personas y el medio ambiente. A raíz de los desastres químicos, se han desarrollado enfoques preventivos y medidas de respuesta. Además, se han establecido reglamentos específicos para las sustancias químicas tóxicas presentes en productos de consumo, entre otros, la normativa de la Unión Europea (UE) sobre sustancias químicas en cosméticos y la Directiva de la UE sobre seguridad de los juguetes. En pos del objetivo de 2020 47 Desde 2007, el Sistema europeo de registro, evaluación, autorización y restricción de sustancias y preparados químicos (REACH) tiene por objeto mejorar la protección de la salud humana y el medio ambiente y que el uso de los productos químicos resulte más seguro gracias a una mayor y más temprana identificación de sus propiedades intrínsecas (Recuadro 7). En virtud del REACH, las empresas que fabrican y comercializan productos químicos son responsables de proporcionar información fiable y completa relativa a los peligros para la salud y el medio ambiente de dichos productos. El REACH también aspira a la sustitución de aquellos productos más peligrosos. Algunos países empiezan a facilitar mayor acceso que antes a la información sobre productos químicos y liberación de productos químicos a las partes interesadas y al público. Por ejemplo, la Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos está confeccionando una base de datos accesible al público con información sobre productos químicos. Los Registros de emisiones y transferencias de contaminantes son otra fuente importante de información. Son inventarios nacionales que facilitan datos al público con respecto a las liberaciones y transferencias de productos químicos potencialmente peligrosos y otros contaminantes. Algunas jurisdicciones exigen que las empresas informen sobre el uso de ciertos productos químicos. En los Estados Unidos, los estados de Massachusetts y Nueva Jersey obligan a presentar información anual sobre el uso de productos químicos tóxicos en la fabricación y otras instalaciones industriales (Massey, 2011). Este enfoque permite que los organismos gubernamentales y el público dispongan de más información, asegura que los administradores de Recuadro 7: El sistema europeo REACH El sistema europeo de Registro, evaluación, autorización y restricción de sustancias y preparados químicos (REACH) reglamenta los productos químicos industriales. No incluye plaguicidas, biocidas ni medicamentos porque son objeto de otros reglamentos europeos. En virtud del REACH, las empresas que comercializan en el mercado europeo productos químicos en cantidades que exceden una tonelada deben facilitar documentación adecuada sobre sus propiedades, uso y formas seguras de manipulación. Aunque el REACH todavía está en sus inicios y su aplicación se ve dificultada por problemas de calidad de datos (Gilbert, 2011), como enfoque general podría servir de modelo útil a otras partes del mundo. El registro de productos químicos en el marco del REACH tiene lugar de 2010 a 2018. Hasta la fecha, se han prerregistrado 140.000 productos químicos y se ha llevado a cabo el registro completo de alrededor de 5.000. Una evaluación reciente efectuada en Alemania por la Agencia Federal de Medio Ambiente y la Federación de Asociaciones de Consumidores reveló que el REACH había tenido un efecto positivo durante sus primeros cinco años, pero que también hay aspectos importantes que mejorar. Por ejemplo, suscitó cierta inquietud que los datos remitidos por la industria no siempre cumplieran los requisitos del reglamento (Flasbarth, 2012). Estas conclusiones destacan la importancia de la capacitación destinada a aplicar y hacer cumplir adecuadamente los requisitos. 48 ANUARIO PNUMA 2013 las empresas sepan qué productos químicos se utilizan en cantidades significativas en sus instalaciones y facilita la identificación de posibles peligros profesionales y de otro tipo.Las medidas para fortalecer la gestión racional de los productos químicos van de una mayor capacitación del gobierno para reglamentarlos a apoyar más a las empresas para que escojan alternativas más seguras en el diseño de los productos. Un elemento clave es el uso de un método previsor, mediante el cual se determinen y eviten de antemano los riesgos de los productos químicos, en lugar de tener que ocuparse de ellos una vez producido el daño (PNUMA, 2012c). La evolución de los métodos para proteger a las personas y el medio ambiente de los efectos nocivos de los productos químicos tiene lugar a diferentes niveles: • • • • • • Medidas para evitar la fabricación y el uso de productos químicos perjudiciales a través de acuerdos ambientales multilaterales. Capacitación para respaldar la creación de una infraestructura normativa y otras infraestructuras de gestión de productos químicos en los países en desarrollo y los países con economías en transición. Creación de directrices y sistemas para asegurar la transparencia con respecto al uso de los productos químicos en la industria y en los productos de consumo. Diseño y rediseño de productos y procesos de manera que se minimice el uso y la generación de sustancias nocivas, a través de métodos como la química verde, la evaluación de sustitutos y la reducción del uso de elementos tóxicos. Ingeniería de procesos que procure impedir las liberaciones de productos químicos durante la fabricación, distribución, uso y tratamiento de los desechos. Uso de sistemas de vigilancia para detectar productos químicos liberados a distintos medios ambientales. Identificación de los efectos de los productos químicos en la salud y el medio ambiente a través de marcadores biológicos de exposición y efectos en ecosistemas y seres humanos. El camino a seguir para minimizar los riesgos Es necesario fortalecer con urgencia la gestión racional de los productos químicos a fin de evitar daños permanentes en la salud humana y el medio ambiente y alcanzar el objetivo de 2020. Los elementos clave de una gestión racional consisten en reducir la fabricación y uso de sustancias tóxicas, promover el desarrollo y la adopción de sustitutos más seguros, mejorar el flujo de información y la transparencia, capacitar para una mejor gobernanza en materia de productos químicos y reducir su tráfico internacional ilegal, junto con un papel importante del gobierno, la industria, los investigadores y las organizaciones de la sociedad civil (Recuadro 8). Uno de los elementos de mayor importancia de la gestión racional de los productos químicos es asegurar que sean sometidos a pruebas para conocer sus efectos en la salud y el medio ambiente antes de comercializarlos e incorporarlos a los productos. Hasta ahora, la gobernanza en materia de productos químicos ha sido sobre todo reactiva. Teniendo en cuenta las tendencias actuales, es necesario un enfoque reforzado y más dinámico de la gobernanza, basado en la ciencia, en prácticas óptimas y lecciones adquiridas. Los métodos que se usan para predecir y detectar los efectos nocivos de los productos químicos son fundamentales para respaldar una gestión racional de los mismos, porque proporcionan los instrumentos necesarios para generar datos e información esenciales que puedan facilitar la toma de decisiones basadas en criterios científicos. son necesarios programas de capacitación que aborden la preparación en materia de seguridad y peligro. Antes de la fabricación y traslado transfronterizo de todos los productos químicos, el fabricante o importador debería preparar y remitir un expediente con todos los datos exigidos. Para hacerlo posible, es menester aplicar procedimientos a nivel nacional, teniendo en cuenta el marco internacional de gobernanza en los que se refiere a los productos químicos y fortaleciendo los procedimientos y reglamentos existentes con el fin de mejorar la gestión de los riesgos. A fin de reducir al mínimo los riesgos de los productos químicos, debería prestarse más atención a las primeras fases de su ciclo de vida, cuando se desarrollan y sintetizan, antes de que se comercialicen, especialmente teniendo en cuenta que pueden emplearse herramientas modernas para efectuar pruebas y estimar a priori las propiedades, destino e impacto de las nuevas sustancias. Si los resultados obtenidos y las mediciones efectuadas por organizaciones de investigación, universidades, organismos gubernamentales e industrias de distintas partes del mundo se recopilaran y estuvieran disponibles en una base de datos oficial de acceso abierto, su valor sería mayor. En especial, hacen falta nuevos esfuerzos para obtener datos e información sobre los efectos de los productos químicos en forma de mezclas, exposiciones a dosis bajas, nanomateriales y el impacto, migración y transformación de estos productos en los sistemas naturales. Sin embargo, el panorama de la gobernanza vinculada a los productos químicos va más allá de los enfoques técnicos y normativos. Empieza por preguntarse, en primer lugar, si los productos químicos peligrosos son necesarios. En algunos casos, se dispone de alternativas no químicas y enfoques a la vez probados y eficaces. Entre los ejemplos se pueden incluir la gestión integrada de lucha contra las plagas, la adopción de sustitutos no químicos de los COP, los procesos de limpieza industrial al agua y la adopción de sustitutos más seguros de las sustancias ignífugas tóxicas. El apoyo a la evaluación de estas alternativas y enfoques, y el establecimiento de las prioridades de investigación y desarrollo tecnológico en estos ámbitos, formarán parte del camino a seguir para mejorar la gestión de riesgos vinculados a los productos químicos. Para minimizar los riesgos de exposición a productos químicos y evitar que sustancias indeseadas entren en el medio ambiente es necesario formalizar más la vigilancia, etiquetado y comunicación. Un sistema REACH ampliado que abarque toda la gama de productos químicos comercializados podría servir de modelo mundial acompañado de programas de fomento de la capacidad. Se debería acceder con facilidad a la información sobre el uso seguro de los productos químicos (especialmente plaguicidas, ciertos metales y aquellos contenidos en los desechos electrónicos) y difundirse más entre los grupos ocupacionales pertinentes, en especial en los países en desarrollo. Asimismo Para estar a la altura de la rápida evolución y adaptarse a los nuevos desafíos, la gobernanza en materia de productos químicos debe aprovechar los datos científicos más recientes y acelerar los procesos de prueba y registro de estos productos. También es preciso reconocer que los efectos ocurren de la “cuna a la sepultura”, que la fabricación no suele estar localizada en un solo lugar, que tanto los productos químicos como los residuos ambientales pueden dispersarse en una amplia extensión y que las repercusiones varían según la vulnerabilidad de las diferentes poblaciones humanas y los ecosistemas. Recuadro 8: El papel de las partes interesadas en la reducción de los riesgos de los productos químicos Gobiernos: Establecer directrices claras y coherentes que exijan que se divulgue la información sobre los peligros y usos de los productos químicos, estimar los costos de la inacción ante los riesgos que estos suponen y desarrollar la capacidad de fortalecer la gestión racional de los mismos. Industria: Divulgar información sobre los peligros y usos de los productos químicos y tener en cuenta alternativas cuando estos se desarrollen a fin de reducir los riesgos. Científicos: Recopilar la información disponible en bases de datos de acceso público y facilitar interpretaciones sistemáticas de los conocimientos existentes tratando de identificar las contradicciones y lagunas. La presencia de sustancias químicas peligrosas no siempre es evidente. Los plaguicidas que permanecen en el cuerpo humano después de fumigar pueden verse con una luz especial. Foto: Richard Fenske Organizaciones de la sociedad civil: Reunir y organizar la información sobre productos químicos, promover la adopción de reglamentos pertinentes, contribuir al desarrollo de las capacidades y vigilar la aplicación de medidas políticas. En pos del objetivo de 2020 49 Referencias Abelkop, A., Botos, A., Wise, L.R. y Graham, J.D. (2012). Regulating Industrial Chemicals: Lessons for U.S. Lawmakers from the European Union’s REACH Program. 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Capítulo 19: Gestión ecológicamente racional de los productos químicos tóxicos, incluida la prevención del tráfico internacional DAES (Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas), Convenio de Basilea, Convenio de Estocolmo, Convenio de Rotterdam, PNUMA y FAO (2011). Synergies Success Stories: Enhancing Cooperation and Coordination Among the Basel, Rotterdam and Stockholm Conventions PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) (2011). Productos químicos y género PNUMA (2010). UNEP Emerging Issues: Global Honey Bee Colony Disorders and other Threats to Insect Pollinators PNUMA (2012a) Perspectiva mundial de los productos químicos. hacia una gestión racional de las sustancias químicas. Informe de síntesis para los responsables de la toma de decisiones PNUMA (2012b). Perspectivas del medio ambiente mundial 5. Medio ambiente para el futuro que queremos. PNUMA (2012c). 21 Issues for the 21st Century: Result of the UNEP Foresight Process on Emerging Environmental Issues. Alcamo, J. y Leonard, S.A. (eds.). http://www. unep. org/publications/ebooks/foresightreport/ PNUMA (2013). Global Mercury Assessment 2013 PNUMAAMAP (Programa de Vigilancia y Evaluación del Ártico) (2011). Climate change and POPs: Predicting the Impacts PNUMA/SAICM (Enfoque estratégico para la gestión de los productos químicos a nivel internacional) (2011). Chemicals in products: The need for information. An emerging policy issue that needs global cooperation US EPA (Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos) (2012). CERCLA (Comprehensive Environmental Response, Compensation, and Liability Act) Overview Vandenberg, L.N., Colborn, T., Hayes, T.B., Heindel. J.J., Jacobs, D.R., Jr., Lee, D.H. , Shioda, T., Soto, A.M., vom Saal, F.S., Welshons, W.V. Zoeller, R.T. y Myers, J.P. (2012). 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Environmental Toxicology and Chemistry, 31, 8, 17651773 En pos del objetivo de 2020 51 52 ANUARIO PNUMA 2013 Indicadores ambientales clave Seguimiento del progreso hacia la sostenibilidad ambiental La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20), celebrada en junio de 2012, fue la mayor conferencia organizada por las Naciones Unidas y representó un paso más hacia el logro de un futuro sostenible. La quinta edición del informe Perspectivas del medio ambiente mundial (GEO 5) del PNUMA –publicado en vísperas de Río+20– demuestra que el mundo continúa a gran velocidad por una senda insostenible, pese a los cientos de objetivos y metas acordados a nivel internacional a favor del desarrollo sostenible. En el GEO 5 también se señala la necesidad de contar con objetivos e indicadores En el documento final de Río+20, El futuro que queremos, se exhorta a adoptar una amplia gama de medidas, entre ellas, iniciar un proceso para establecer objetivos de desarrollo sostenible, que deberían abordar e incorporar de manera equilibrada las tres dimensiones del desarrollo sostenible (social, económica y ambiental) y sus interconexiones. Deberán partir de la base del proceso en curso de los ODM e incluir metas e indicadores que permitan hacer un seguimiento de los avances hacia su consecución (Naciones Unidas, 2012a). El éxito de los acuerdos internacionales depende de la claridad de los objetivos, la especificidad de las metas numéricas y la solidez de los datos para seguir de cerca los progresos logrados (PNUMA, 2012a). Hasta el momento, la esfera del medio ambiente se ha caracterizado por una marcada debilidad en términos de objetivos específicos, metas cuantificables y datos exhaustivos con los cuales vigilar y evaluar los cambios. Sin embargo, para un conjunto considerable de cuestiones de índole ambiental, es posible utilizar uno o más indicadores para mostrar, al menos, la dirección en que los cambios están ocurriendo a nivel mundial, regional o local. Utilizados de manera combinada, estos indicadores principales ofrecen un pantallazo general del medio ambiente mundial y del progreso hacia la sostenibilidad ambiental –o hacia un mayor deterioro del medio ambiente. El conjunto de indicadores ambientales clave que se presentan en este capítulo puede servir de base para elaborar los objetivos de desarrollo sostenible, así como sus metas e indicadores asociados, y ayudar a medir el Mau, Kenya. Los reconocimientos aéreos y otras técnicas de observación Bosque ofrecen importante información sobre la situación y las tendencias del medio ambiente. Foto: Christian Lambrechts Los indicadores son medidas que pueden utilizarse para ilustrar y comunicar fenómenos complejos de manera sencilla, por ejemplo, las tendencias y los progresos en un lapso de tiempo. progreso hacia la sostenibilidad ambiental. Ahora bien, para varios problemas ambientales, en la mayoría de los países del mundo no se dispone de los datos más básicos para describir las tendencias de manera coherente y a largo plazo, por ejemplo, las relacionadas con el uso de productos químicos, la recolección y el tratamiento de residuos, la calidad del aire, la degradación de la tierra y la pérdida de diversidad biológica. La hoja de ruta que muestre el camino hacia el desarrollo sostenible deberá enfocarse más a que la comunidad internacional procure recopilar y procesar datos ambientales. El conjunto de los indicadores clave que figura en las siguientes secciones corresponde a importantes cuestiones ambientales mundiales: el cambio climático, el agotamiento de la capa de ozono, los productos químicos y los desechos, el uso de los recursos naturales (aire, tierra, agua, diversidad biológica) y la gobernanza ambiental. Se han marcado los indicadores que coinciden con los utilizados en el proceso de los ODM. Cambio climático y energía Las emisiones mundiales de CO procedentes de la quema de combustibles 2 fósiles han continuado en ascenso en los últimos años, pese a los compromisos en vigor de los países y las crisis económicas que aquejan a diversas partes del mundo, y alcanzaron las 32.100 millones de toneladas en 2009 (gráfico 1). El incremento está teniendo lugar sobre todo en la región de Asia y el Pacífico, donde las emisiones per cápita se acercan al promedio mundial, aunque todavía están por debajo de las registradas en Europa, Asia Occidental y, en especial, América del Norte (gráfico 2). El aumento de las emisiones produce mayores concentraciones de CO2 en la atmósfera y eleva la temperatura del planeta; el año 2012 fue uno de los diez años más calurosos de la historia, y el 36º año consecutivo en que las temperaturas superaron el promedio a largo plazo (NOAA, 2013). Indicadores ambientales clave 53 África Asia y el Pacífico Europa América Latina y el Caribe América del Norte Asia Occidental Mundial 30 25 20 15 10 5 dor OIndDicaM 0 19 8 19 90 19 91 19 92 19 93 19 94 19 95 19 96 19 97 19 98 19 99 20 00 20 01 20 02 20 03 20 04 20 05 20 06 20 07 20 08 20 09 miles de millones de toneladas de CO2 35 Gráfico 1: Emisiones de dióxido de carbono procedentes de combustibles fósiles y de la producción de cemento, expresadas en miles de millones de toneladas de CO2, 19892009. Las emisiones mundiales de CO2 han aumentado en los últimos años, principalmente en la región de Asia y el Pacífico. Fuente: Environmental Data Explorer, PNUMA, recopilado a partir de Boden et al,. (2012) Promedio mundial 15 10 5 0 África América Asia y Latina y el el Caribe Pacífico Europa Asia América Occidental del Norte dor OIndDicaM Gráfico 2: Emisiones de dióxido de carbono per cápita, 2009. Las emisiones de CO2 per cápita están muy por encima de la media mundial en Europa, Asia Occidental y, especialmente, en América del Norte. Fuente: Environmental Data Explorer, PNUMA, recopilado a partir de Boden et al. (2012) 54 ANUARIO PNUMA 2013 6 Energy supply Un indicador clave del cambio climático son las tendencias constantes en los cambios en los glaciares. Las mediciones de los glaciares a finales del siglo XIX ponen de manifiesto las graves pérdidas de hielos, incluso teniendo en 14 12 10 8 6 4 2 0 19 9 19 2 9 19 3 9 19 4 9 19 5 9 19 6 9 19 7 9 19 8 9 20 9 0 20 0 0 20 1 0 20 2 0 20 3 0 20 4 0 20 5 0 20 6 0 20 7 0 20 8 0 20 9 10 20 Las emisiones de gases de efecto invernadero se deben en gran medida a la quema de combustibles fósiles en la producción industrial, la calefacción y el transporte, además de a la deforestación y otros cambios en el uso de la tierra. Los combustibles fósiles siguen dominando el suministro mundial de energía (gráfico 3). Si bien las cuantiosas inversiones en formas de energía más sostenibles, en particular la energía solar y eólica, han aportado un notable crecimiento en el uso de la energía renovable (gráfico 4), la proporción total de su uso es aún poco significativa comparada con la de los combustibles fósiles un 12,9% del suministro total de energía (en 2010). miles de millones de toneladas de petróleo equivalente toneladas de CO22 per cápita El constante aumento de las emisiones de CO2 indica una mayor divergencia respecto de la trayectoria que permitiría confinar el calentamiento global a los 2ºC necesarios para mantenerse dentro de los límites de seguridad planetarios. Lograr que el aumento de la temperatura mundial permanezca por debajo de los 2ºC se ha convertido en el objetivo fundamental de las negociaciones internacionales en materia de cambio climático. Ello se reconoció en recientes períodos de sesiones de la Conferencia de las Partes en la CMNUCC, la cual, en vista de la disparidad entre las metas de reducción de emisiones y las tendencias actuales, acordó, en su 18º período de sesiones, celebrado en Doha (Qatar) en noviembre de 2012, redoblar los esfuerzos antes de 2020 (más allá de los compromisos actuales de los países para poner freno a las emisiones) con miras a permanecer por debajo del nivel de calentamiento de 2ºC. hidroeléctrica, geotérmica, solar, eólica nuclear combustibles renovables gas natural carbón y sus productos petróleo crudo Gráfico 3: Suministro de energía primaria, 19922010. El uso de combustibles fósiles ha aumentado de forma constante en los dos últimos decenios, aunque ha habido un leve descenso hacia el año 2009. Los recursos renovables representan una parte modesta pero en alza. Fuente: Environmental Data Explorer, PNUMA, recopilado a partir de AIE (2012a). 0 140 000 metros (equivalente en agua) -2 137 500 energía solar fotovoltaica energía solar térmica energía eólica biocombustibles (biogasolina y biodiesel) 135 000 132 500 -4 -6 -8 -10 -12 130 000 -14 35 000 -16 1980 32 500 1985 1990 1995 2000 2005 2010 30 glaciares “de referencia” todos los glaciares 30 000 Gráfico 5: Balance de masa de los glaciares de montaña, 19802011. Los glaciares siguen derritiéndose a un ritmo sin precedentes, produciendo así un impacto cada vez más grave sobre el medio ambiente, los recursos naturales y el bienestar humano. Fuente: Servicio mundial de vigilancia de glaciares, 2013 index (1990 = 100) 27 500 15 000 cuenta las variaciones temporales y regionales. El derretimiento se ha acelerado en los últimos años (gráfico 5), y ha tenido consecuencias significativas en el medio ambiente y las actividades humanas, pues ha contribuido, por ejemplo, a deslizamientos de tierras, cambios en el suministro de agua y energía, y al aumento global del nivel del mar. Los principales glaciares se contrajeron 1,05 metros en promedio en 2011, el último año para el que se dispone de datos (Servicio mundial de vigilancia de glaciares, 2013). El hielo del mar en el verano del Ártico se está derritiendo a un ritmo acelerado, al tiempo que retrocede el hielo terrestre y se descongela el permafrost. En el gráfico 1 del capítulo 2 se muestra la importante reducción de la capa de hielo del mar Ártico. 12 500 Agotamiento de la capa de ozono 25 000 22 500 20 000 17 500 En los últimos 20 años, gracias a la aplicación del Protocolo de Montreal, el consumo de sustancias que agotan el ozono ha disminuido en más de un 98%, lo que representa un gran éxito (gráfico 6). Dado que la mayoría de esas sustancias son potentes gases de efecto invernadero, también se ha realizado una importante contribución a la protección del sistema climático mundial (Naciones Unidas, 2012b). Con las reducciones conseguidas hasta el momento, solo queda por eliminar, en virtud del Protocolo, el amplio grupo de los hidroclorofluorocarbonos. 10 000 7 500 5 000 2 500 08 10 20 06 20 04 02 00 20 20 20 20 96 98 19 92 94 19 19 19 19 90 0 Gráfico 4: Índice de suministro de energía renovable, 19902010 (1990 = 100). El uso de energía solar se ha disparado, seguido del de la energía eólica y los biocombustibles. Fuente: Environmental Data Explorer, PNUMA, recopilado a partir de AIE (2012b). Los gobiernos están considerando la posibilidad de introducir una enmienda en el Protocolo para que se incluyan los hidrofluorocarbonos (HFC), una clase de productos químicos con potencial de calentamiento atmosférico frecuentemente utilizados como sustitutos de ciertas sustancias que agotan el ozono (gráfico 7). El período de eliminación de las otras categorías principales de sustancias que agotan el ozono está llegando a su fin. Actualmente, se está prestando más atención a varias pequeñas categorías Indicadores ambientales clave 55 África Asia y el Pacífico Europa América Latina y el Caribe América del Norte Asia Occidental Mundial 1.5 1 0.5 dor OIndDicaM 0 -0.1 19 89 19 90 19 91 19 92 19 93 19 94 19 95 19 96 19 97 19 98 19 99 20 00 20 01 20 02 20 03 20 04 20 05 20 06 20 07 20 08 20 09 20 10 20 11 millones de toneladas de PAO 2 Gráfico 6: Consumo de sustancias que agotan la capa de ozono expresado en millones de toneladas de potencial de agotamiento del ozono (PAO), 19892011. Aunque quedan desafíos por superar, el consumo de sustancias que agotan la capa de ozono ha disminuido enormemente gracias al Protocolo de Montreal del Convenio de Viena para la Protección de la Capa de Ozono. Fuente: Environmental Data Explorer, PNUMA, recopilado a partir de PNUMA (2012c). de usos exentos para esas sustancias (mediante mejoras en el seguimiento o la presentación de informes), así como a la gestión ambientalmente racional y la destrucción de las sustancias que agotan el ozono que aún están presentes en, por ejemplo, existencias obsoletas y equipos, como aparatos de aire acondicionado o refrigeradores (Naciones Unidas, 2012b). Productos químicos y desechos En respuesta a la creciente demanda de productos químicos en los productos y los procesos, la industria química internacional ha experimentado un crecimiento notable desde la década de los setenta. La producción química mundial se multiplicó por 25 entre 1970 y 2010, y pasó de una cifra estimada de 171.000 millones a 4,12 billones de dólares (PNUMA, 2012b). Los países, los fabricantes y la comunidad internacional han realizado algunos avances para reducir los riesgos químicos en los últimos cuatro decenios gracias a la aplicación de normas, reglas y reglamentos. Pero se requieren mayores esfuerzos para alcanzar el objetivo de Johannesburgo de utilizar y producir Esta representación del uso de aerosoles en el mundo se obtuvo mediante una simulación realizada con el modelo de observación de la Tierra del Instituto Goddard, versión 5, con una resolución de 10 kilómetros. El polvo (rojo) se levanta de la superficie, la sal marina (azul) gira dentro de los ciclones, el humo (verde) se desprende de incendios y las partículas de sulfato (blanco) fluyen de volcanes y emisiones de combustibles fósiles. Foto: William Putman, NASA/Goddard 56 ANUARIO PNUMA 2013 300 250 250 Europa millones de toneladas Gigagramos 300 200 150 2011: 280 Mundial 200 150 100 100 2011: 58 50 50 0 1950 Europa 10 08 20 20 06 20 04 20 02 20 00 98 América del Norte 20 19 96 19 94 19 92 19 19 90 0 Partes en el anexo I Gráfico 7: Consumo de hidrofluorocarbonos (HFC) en gigagramos, 19902010. Si bien se consideran sustitutos adecuados desde el punto de vista de la protección de la capa de ozono, algunos sustitutos de sustancias que agotan el ozono, por ejemplo, los HFC, tienen un alto potencial de calentamiento atmosférico y pueden tener efectos importantes en el cambio climático. Fuente: CMNUCC (2012) 1960 1970 1980 1990 2000 2010 Gráfico 8: Producción de plásticos en millones de toneladas, 19502011. Después de una rápida disminución entre 2008 y 2009, la producción mundial alcanzó un nuevo record de 280 millones de toneladas en 2011. En los últimos años, los residuos plásticos en el océano se han convertido en un tema que suscita cada vez más inquietud. Fuente: PlasticsEurope (2012) en este ámbito, seguida de Asia y el Pacífico, América del Norte, América Latina y el Caribe, y Asia Occidental. En el caso de África, no se dispone de datos a nivel regional. en 2020 productos químicos de manera que no causen efectos adversos importantes para la salud humana (Naciones Unidas, 2002). 350 300 250 200 150 100 50 Europa 09 08 20 07 América Latina y el Caribe América del Norte 20 06 20 05 20 04 20 03 20 02 20 01 20 00 20 99 Asia y el Pacífico 20 98 19 97 19 96 19 19 95 0 19 Una mayor reducción de los residuos, sumada a una mejor gestión de los desechos (reducción, reutilización y reciclaje), servirán de ayuda a la búsqueda de soluciones para los problemas ambientales y de salud relacionados con los desechos. La evolución de la situación es alentadora en varias partes del mundo, entre otras cosas, gracias a los esfuerzos internacionales por controlar la generación y el movimiento de desechos peligrosos. La falta de datos exhaustivos y comparables hace imposible obtener una idea clara del uso de los recursos a nivel mundial y del alcance de los problemas relacionados con los desechos. Con todo, hay un indicador que sí puede utilizarse: el de los residuos recogidos por los municipios. Si bien los datos son escasos, en la mayoría de las regiones se dispone de ellos para los últimos años. En el gráfico 9, se muestra que Europa está a la cabeza 400 millones de toneladas Preocupa particularmente la proliferación de basura marina y residuos plásticos que terminan en las vías fluviales y los océanos por sus posibles consecuencias en la salud humana y el medio ambiente (PNUMA, 2011a). El volumen de plásticos producidos en todo el mundo se ha disparado en los últimos decenios, alcanzando las 280 millones de toneladas en 2011 (gráfico 8). Aproximadamente 100 kg de materiales plásticos por persona se utilizan cada año en América del Norte y Europa (2005), una cifra que se prevé aumente a 140 kg en 2015. El promedio es mucho menor en países que están experimentando un rápido desarrollo, como los países asiáticos, pero se espera que aumente de 20 kg por persona a 36 kg en 2015 (PNUMA, 2011a). Asia Occidental Gráfico 9: Recolección de residuos urbanos en las diferentes regiones, 19952009. Los datos son escasos y no hay datos disponibles a nivel regional sobre África. Fuente: Environmental Data Explorer, PNUMA, recopilado a partir de la División de Estadística de las Naciones Unidas (2012). Indicadores ambientales clave 57 Los recursos naturales son esenciales para satisfacer las necesidades básicas; sin embargo, su explotación ha comenzado a exceder la capacidad de la Tierra, y la escala de las actividades humanas está “consumiendo” las reservas del planeta. Como analogía, se dice que hoy en día utilizamos el equivalente a 1,5 Tierras para proporcionar los recursos que utilizamos y absorber los desechos, y para 2030 puede que necesitamos el equivalente a dos Tierras para mantener nuestro estilo de vida (Global Footprint Network, 2012). Pesca Un claro ejemplo del agotamiento de los recursos es la situación de las poblaciones mundiales de peces. La captura de peces marinos aumentó de manera sostenida hasta alcanzar unas 93 millones de toneladas anuales a mediados de los noventa, pero desde entonces se ha estabilizado, o incluso ha disminuido (gráfico 10). Solo la región de Asia y el Pacífico sigue mostrando una tendencia al alza. Al mismo tiempo, el porcentaje de poblaciones de peces sobreexplotadas ha aumentado, mientras que la proporción de especies que no se explotan totalmente ha descendido (gráfico 11). La sobreexplotación no solo afecta de manera adversa al medio ambiente, sino que reduce la producción pesquera, lo que acarrea consecuencias sociales y económicas negativas. Pese a la preocupante situación mundial de la pesca marina, algunas regiones han avanzado en la reducción de las tasas de explotación y en la recuperación de poblaciones de peces y ecosistemas marinos sobreexplotados mediante una gestión eficaz (FAO, 2012c). Océano Debido al aumento de los niveles de CO en la atmósfera, los océanos y las 2 zonas costeras se están acidificando cada vez más, como evidencia el gradual descenso de los valores de pH (gráfico 12). La absorción de CO en las aguas 2 marinas altera la composición química del océano, lo que produce daños a ejemplares de vida marina formadores de conchas. Ello puede, a su vez, distorsionar los ecosistemas y afectar la pesca, el turismo y otras actividades humanas que dependen del mar. La acidificación de los océanos se está convirtiendo rápidamente en un problema crítico, que puede afectar a muchas especies y sus ecosistemas, e influir considerablemente en las dietas a base de marinos de muchas personas (PNUMA, 2010). 13productos Ocean acidification 8.40 80 380 60 CO2 () CO2 () 8.30 8.25 360 40 Bosques 8.20 340 8.15 20 Gráfico 10: Captura de peces y producción acuícola, 19922010. La pesca mundial se ha estabilizado en unos 90 millones de toneladas por año. La acuicultura ha aumentado significativamente, sobre todo en China y otras partes de Asia. Fuente: Environmental Data Explorer, PNUMA, recopilado a partir de FAO (2012b). 100 pH CO2 (agua de mar) 10 08 12 20 20 20 06 02 04 20 20 00 20 20 19 acuicultura, China 19 acuicultura, mundial 98 280 96 8.00 19 2010 94 2007 300 92 2002 8.05 19 1997 captura de peces CO2 (atmósfera) Gráfico 12: Concentraciones atmosféricas de CO2 y acidificación de los océanos, indicados por un aumento de la presión parcial de CO2 y un descenso del pH del agua de superficie media global, 19922012. Fuente: Caldeira y Wickett (2003), Feely Bosques 80 dor OIndDicaM 60 40 20 0 19 9 19 2 9 19 3 9 19 4 95 19 9 19 6 9 19 7 98 19 9 20 9 00 20 0 20 1 0 20 2 0 20 3 04 20 0 20 5 0 20 6 07 20 08 20 09 porcentaje de todas las poblaciones de peces 320 8.10 0 1992 no explotadas plenamente totalmente explotadas sobreexplotadas Gráfico 11: Explotación de las poblaciones de peces, 19922009. El porcentaje de poblaciones de peces totalmente explotadas o sobreexplotadas fue del 85% en 2009. Fuente: Environmental Data Explorer, PNUMA, recopilado a partir de FAO (2012c). 58 400 8.35 pH millones de toneladas 100 partes por millón pH Aprovechamiento de los recursos naturales ANUARIO PNUMA 2013 Los árboles y otras plantas han proporcionado combustible y materiales de construcción a las sociedades humanas desde épocas prehistóricas. A medida que han crecido las poblaciones humanas, los bosques han cambiado y evolucionado de manera distinta en diferentes regiones (FAO, 2012b). Tras décadas de fuerte deforestación en muchas partes del mundo, su ritmo está descendiendo y las superficies forestales están aumentando en algunas regiones. La extracción de madera en rollo parece haberse estabilizado en los últimos años en la mayoría de las regiones, aunque en Asia Occidental la tasa de tala de bosques ha ido en aumento, sobre todo en 2010 (gráfico 13). La gestión sostenible de los bosques es esencial para revertir el agotamiento y, literalmente, “enverdecer el mundo”. Un indicador de una mejora en esa gestión es la certificación de la madera y otros productos forestales. Pese a que la superficie total certificada de bosques gestionados en el ámbito de los dos órganos de certificación principales – el Consejo de Administración Forestal (FSC) y el Programa de Reconocimiento de Sistemas de Certificación Forestal (PEFC) – es todavía modesta, debe reconocerse que el aumento del 8% desde 2002 es sorprendente. La proporción más grande de bosques certificados se encuentra en Europa y América del Norte (gráfico 14). 4.0 Proporción 3.5 3.0 Agua 2.5 2.0 1.5 1.0 0.5 0 África 1990 Asia y el Pacífico 2000 Europa América Asia América Latina y el Occidental del Caribe Norte 2005 Mundo 2010 Gráfico 13: Índice de extracción de los bosques expresada como proporción entre la producción de madera en rollo y las existencias de madera en pie, 19902010. Tras décadas de crecimiento, la extracción de madera en rollo parece haberse estabilizado en los últimos años, excepto en Asia Occidental. Fuente: Environmental Data Explorer, PNUMA, recopilado a partir de FAO (2005) para 1990, 2000 y 2005, y FAO (2010) para 2010 En 2010, el 89% de la población del mundo tenía acceso a fuentes mejoradas de agua potable, un aumento con respecto al 76% de 1990 (gráfico 15). Esto significa que la meta mundial de los ODM de reducir a la mitad la proporción de personas sin acceso sostenible al agua potable se cumplió cinco años antes de la meta de 2015, con la salvedad de que se realizaron mayores progresos en las zonas urbanas que en las rurales. Alrededor de un 11% de la población mundial (unos 783 millones de personas) todavía no tiene acceso a fuentes mejoradas de agua potable. La cobertura continúa siendo muy baja en Oceanía y en el África Subsahariana, que no están en vías de cumplir la meta sobre el agua potable de los ODM antes de 2015 (Naciones Unidas, 2012b). La meta de reducir a la mitad la proporción de personas sin acceso sostenible a los servicios básicos de saneamiento sigue siendo un desafío, sobre todo en las zonas rurales de las regiones en desarrollo. La escasez de agua continúa siendo un grave problema en muchas partes del mundo, tal como pone de manifiesto el indicador de escasez de agua azul, que muestra la proporción de agua subterránea y superficial consumida en superficie forestal certificada a nivel mundial PEFC FSC 5.67% 3.25% not certified 91.08% millones de hectáreas FSC - 128 PECF -223.5 No certificada – 3.588 Bosques del mundo – 3.952 hectáreas de superficie forestal 851 392 000 295 989 000 34 000 bosques no certificados certificaciones Consejo de Administración Forestal (FSC) Programa de Reconocimiento de Sistemas de Certificación Forestal (PEFC) Gráfico 14: Certificación forestal del Consejo de Administración Forestal (FSC) y el Programa de Reconocimiento de Sistemas de Certificación Forestal (PEFC) en 2011. La certificación forestal ha aumentado de forma sorprendente, sobre todo en Europa y América del Norte. Fuente: FSC (2012) y PEFC (2012) Indicadores ambientales clave 59 80 14 12 ODM relativo al agua para 2015 (89%) ODM relativo al saneamiento para 2015 (75%) 70 60 50 40 30 20 10 0 África 1990 Asia y el Pacífico Europa 1995 América Latina y el Caribe 2000 Asia América del Norte Occidental 2005 2010 Mundo 2010 dor OIndDicaM Gráfico 15: Proporción de población con acceso sostenible a una fuente mejorada de suministro de agua (primeras filas) y a servicios de saneamiento básicos (últimas filas), 19902010. La meta mundial de los ODM relativa al agua potable ya se ha alcanzado, pero no así la meta relacionada con el saneamiento básico. Fuente: Environmental Data Explorer, PNUMA, recopilado a partir de OMS/UNICEF (2011). 10 8 6 4 2 0 1978-79 1980-89 1990-99 2000-09 20101977-79 1980-89 1990-99 2000-09 2010-12 1974-79 1980-89 1990-99 2000-09 2010-11 1979 1980-89 1990-99 2000-09 2010 1972-79 1980-89 1990-99 2000-06 20101969 1970-79 1980-89 1990-99 2000-06 90 miligramos por litro (mg/l) de oxígeno disuelto porcentaje de población total 100 África Asia y el Pacífico Europa América del Norte Asia Occidental América Latina y el Caribe Gráfico 17: Niveles de oxígeno disuelto en aguas superficiales, 19692010/2011. El promedio se muestra como puntos rojos, rodeados de un color diferente para representar los márgenes de incertidumbre en cada región. Los datos disponibles indican que las concentraciones de oxígeno disuelto suelen estar dentro de los límites generalmente aceptados de entre 6 mg/l en agua caliente y 9,5 mg/l en agua fría, tal como se establece, por ejemplo, en Australia, el Brasil y el Canadá. Estos datos no son representativos de todas las aguas de las regiones, ni de cada decenio aquí representado. Fuente: PNUMASistema Mundial de Vigilancia del Medio Ambiente/Evaluación de la Calidad del Agua (2012) Diversidad biológica baja moderada significativa severa Gráfico 16: Promedio anual de escasez de agua en las principales cuencas fluviales, 19962005. Se observa una escasez de agua azul significativa o severa en 82 de las 405 cuencas fluviales estudiadas, que afecta a aproximadamente 520 millones de personas. Fuente: Mekonnen y Hoekstra (2011) relación con el agua sostenible disponible para el uso humano (una vez considerados los flujos ambientales) (Mekonenn y Hoekstra, 2011) (gráfico 16). En promedio, de las 405 cuencas fluviales estudiadas, 264 ―que albergan a un total de 2050 millones de personas― sufren baja escasez de agua (<100%). Sin embargo, 380 millones de personas que viven en 55 cuencas sufren escasez moderada (100150%), 150 millones de personas de 27 cuencas sufren escasez significativa (150200%) y 1370 millones de personas de 59 cuencas (en particular en la India, el Pakistán y China) sufren escasez de agua severa (>200%). No hay suficientes datos exhaustivos sobre la calidad del agua y solo se dispone de unos pocos indicadores. Los niveles de oxígeno disuelto en las aguas superficiales ilustran las condiciones de vida en las masas de agua (gráfico 17). 60 ANUARIO PNUMA 2013 La diversidad biológica del mundo sigue decayendo de modo alarmante. Según mediciones del Índice de la Lista Roja de Especies Amenazadas, la situación de todos los grupos de especies con tendencias conocidas está empeorando con respecto a la amenaza de extinción, tal como se expresa en las siete categorías de riesgo, que van desde las especies que no están amenazadas (“Preocupación Menor”) a las que ya están extintas (gráfico 18). La amenaza más grave afecta a los corales, debido a la mayor decoloración, la acidificación de los océanos y otros efectos vinculados al cambio climático, seguidos de los anfibios (amenazados sobre todo por la quitridiomicosis, una enfermedad causada por un hongo), las aves y los mamíferos. La situación de los mamíferos se ha deteriorado de manera más notable en el Asia Sudoriental, mientras que las aves están más amenazadas en Oceanía, en gran parte debido a las especies invasoras introducidas por los humanos (Centro Mundial de Vigilancia de la Conservación del PNUMA, 2010). Si bien hay vacíos importantes en la vigilancia sistemática de la diversidad biológica a nivel mundial, cada vez se realizan más esfuerzos coordinados para solucionarlos (Pereira et al., 2013). En varios casos, la conservación y la reglamentación han sido eficaces. Cuando no existen medidas para la conservación, el Índice muestra un descenso muy pronunciado de por lo menos 18% para aves y mamíferos. A nivel mundial, las zonas protegidas siguen creciendo y actualmente abarcan casi un 13% de la superficie terrestre, 7,2% de las zonas costeras y marinas (hasta 12 millas náuticas de la costa) y 1,6% de los océanos (Naciones Unidas, 2012b). La comunidad internacional se ha fijado metas para 2020 con respecto a las zonas protegidas: alcanzar un 17% de cobertura para las zonas terrestres y un 10% para las zonas costeras y marinas (CDB, 2010). Se está subrayando la necesidad de gestionar de manera eficaz y equitativa las zonas protegidas, así como la importancia de contar con datos e indicadores adecuados para vigilar los progresos en la consecución de esas metas. 1.00 descenso reciente, que es relativamente más significativo en el comercio de animales en cautividad que en el de animales capturados en el medio silvestre (gráfico 19). mejor aves mamíferos anfibios corales La gobernanza ambiental peor Índice de la Lista Roja sobre la supervivencia de las especies 0.90 0.80 dor OIndDicaM 0.70 1980 1990 2000 2010 Gráfico 18: Índice de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN, 19802010. El Índice mide el riesgo de extinción de las especies según siete categorías, que van desde las menos amenazadas (“Menor Preocupación”) a las que ya están extintas. Un valor 1,0 indica que no se prevé que la especie en cuestión llegue a extinguirse en un futuro próximo, mientras que el 0 significa que una especie ya se ha extinguido. Un pequeño cambio en el grado de amenaza puede tener consecuencias importantes en la desaparición de una determinada especie. Fuente: UICN (2012) Gracias a los tableros de instrumentos de datos sobre el comercio de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), se ponen a disposición del público datos sobre el comercio de las especies incluidas en dicha Convención. El análisis de estos datos apunta a un aumento de la presentación de informes a la CITES sobre el comercio de las Partes. Tras muchos años de aumento, el comercio notificado de animales silvestres y en cautividad ha registrado un El medio ambiente presentaría un panorama promisorio si la respuesta internacional a los problemas que lo aquejan se midiese sólo por el número de convenios y demás acuerdos internacionales que han sido adoptados en esa materia. Se han firmado más de 500 acuerdos ambientales desde 1972, el año de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, en Estocolmo, y de la creación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Cabe señalar acuerdos históricos como los que se ocupan del cambio climático, la diversidad biológica, los desechos peligrosos, el comercio internacional de especies amenazadas y la desertificación. En su conjunto representan un esfuerzo extraordinario para coordinar las políticas de los países con el fin de alcanzar el desarrollo sostenible. El número de acuerdos multilaterales sobre el medio ambiente ha crecido junto con el número de países (Partes) signatarios. El gráfico 20 muestra que, en 2012, el 90 por ciento de los Estados Miembros de las Naciones Unidas ya había firmado en su totalidad los 14 principales acuerdos de dicha especie. Un indicador clave de las actividades de gestión del medio ambiente que realizan las empresas y demás organizaciones es el número de certificaciones ISO 14001, la norma que reglamenta la gestión del medio ambiente. Hubo 267.500 certificaciones de ese tipo en 2011, con importantes diferencias entre unas regiones y otras (Gráfico 21). La certificación no significa automáticamente que mejore el desempeño ambiental, pero indica que las empresas y organizaciones tienen mayor conciencia de la necesidad de adoptar sistemas de ordenación ambiental. Pese al mayor número de textos legales y certificaciones, la profunda preocupación por el problema y las 1 600 número de animales vivos (miles) 1 400 especímenes silvestres especímenes criados y nacidos en cautividad 1 200 1 000 800 600 400 200 11 20 09 20 07 20 05 20 20 03 01 20 99 19 7 19 9 95 19 93 19 91 19 89 19 5 87 19 19 8 83 19 81 19 19 79 77 19 19 75 0 Gráfico 19: Comercio de especímenes criados y nacidos en cautividad frente a especímenes silvestres, 19752011. Fuente: CITES (2012) Indicadores ambientales clave 61 Número de Partes 200 Basilea Cartagena CDB CITES CEM Patrimonio Kyoto Ozono Ramsar Rotterdam Estocolmo UNCCD CNUDM CMNUCC 150 100 50 12 20 19 7 19 1 72 19 74 19 76 19 78 19 80 19 82 19 84 19 86 19 88 19 90 19 92 19 94 19 96 19 98 20 00 20 02 20 04 20 06 20 08 20 10 0 Gráfico 20: Número de Partes en los acuerdos ambientales multilaterales (19712012). Hay muchos acuerdos y convenios que están alcanzando el número máximo de países signatarios (Partes). En el conjunto de los 14 acuerdos multilaterales que se mencionan en el gráfico, el número de Partes alcanzó el 90% en 2012. El establecimiento y firma de tales acuerdos es un primer paso importante, pero no significa que sean resueltos de inmediato los problemas del medio ambiente abordados. Fuente: PNUMA EDE, a partir de datos de las secretarías de diversos acuerdos ambientales multilaterales (Cuadro 1). numerosas manifestaciones de buenas intenciones, en la práctica los avances para resolver los problemas ambientales han sido mucho menos integrales. Hay diversas tendencias positivas y algunos éxitos, pero el medio ambiente mundial sigue deteriorándose en casi todos sus aspectos (PNUMA, Number of certifications of the ISO 14001 standard 2012a, 2012b).almost every respect (UNEP 2012a, 2012b). De cara al futuro Hasta ahora no ha habido muchos casos de éxito indiscutible en el ámbito del medio ambiente, pero, sin duda, uno es la eliminación de la producción Número de certificaciones 300 250 La conciencia cada vez mayor de los problemas ambientales, junto con la voluntad y el compromiso políticos de atender dichos problemas mediante acuerdos y convenios internacionales son signos positivos, y también son necesarios para que las medidas normativas produzcan cambios estructurales en las modalidades de consumo y producción. El uso de las fuentes de energía renovable es un hecho alentador. No obstante, el medio ambiente del planeta sigue deteriorándose y todos sus elementos, desde el agua y el aire a la tierra y la biodiversidad, muestran signos de degradación. 200 150 100 50 19 99 20 00 20 01 20 02 20 03 20 04 20 05 20 06 20 07 20 08 20 09 20 10 20 11 0 África Asia y el Pacífico América Latina y el Caribe América del Norte Europa Asia Occidental Gráfico 21: Número de certificaciones ISO 14001 (19992011). La certificación ISO 14001 indica que las empresas y demás organizaciones se comprometen a adoptar sistemas de ordenación ambiental de acuerdo con las normas establecidas por la propia compañía o institución. El total de certificaciones superó las 250.000 en 2010, correspondiendo los mayores porcentajes a Asia y el Pacífico y Europa. Fuente: ISO (2012) 62 de las sustancias que agotan la capa de ozono en virtud del Protocolo de Montreal, que, según se prevé, permitirá recuperar dicha capa en las décadas venideras. Otro es alcanzar la meta de los ODM de reducir a la mitad la proporción de personas que carecen de acceso sostenible a una fuente de agua potable segura en 2015. Entre 1990 y 2010, más de 2.000 millones de personas obtuvieron acceso a fuentes de agua potable mejoradas, como el agua corriente y los pozos protegidos. Sin embargo, se siguen requiriendo iniciativas internacionales, pues millones de personas aún carecen de acceso sostenible a agua potable segura, y también dista mucho de cumplirse la meta de reducir a la mitad la proporción de quienes carecen de acceso sostenible a servicios básicos de saneamiento. ANUARIO PNUMA 2013 No es posible intervenir en problemas cuyas dimensiones se desconocen. La falta persistente de datos y el hecho de que el medio ambiente no sea vigilado como sería deseable son los principales problemas que se deben atender. Los datos que se puedan comparar a nivel internacional son la base para observar la evolución del cambio climático en todo el planeta, así como para determinar el avance hacia la consecución de las metas y objetivos. La falta de datos afecta a la capacidad de averiguar las tendencias persistentes que operan actualmente en las diversas facetas del medio ambiente mundial, como los productos químicos y los desechos, la degradación de la tierra, la calidad del agua y la biodiversidad. Pese a los veloces adelantos registrados en la mayoría de los países en lo que respecta al acceso a Internet, la teleobservación, los medios sociales y demás medios y tecnologías de la información que son útiles para las labores de vigilancia y recopilación de datos, la carencia de estadísticas no deja de ser un problema grave. Además de un mayor númeroy mejores datos sobre los cambios del medio ambiente, es necesario contar con objetivos claros y medibles para encarar correctamente las cuestiones que son motivo de preocupación y aumentar las posibilidades de conseguir resultados fructíferos. En comparación con los aspectos económicos y sociales del desarrollo sostenible, los aspectos relacionados al medio ambiente carecen de objetivos y metas precisas y cuantificables. Salvo algunas metas, como las referidas al cambio climático (por ejemplo, limitar el calentamiento de la Tierra a menos de 2ºC) y la biodiversidad (por ejemplo, aumentar las zonas protegidas en 2020), muchos objetivos y metas establecidos en los acuerdos ambientales multilaterales se expresan de manera general y ponen de manifiesto fundamentalmente las buenas intenciones de los países signatarios. Los acuerdos internacionales sobre medio ambiente más fructíferos son aquellos que tienen por objeto cuestiones bien definidas con objetivos precisos y metas cuantificables, los cuales se pueden medir debido al acceso a datos ciertos y completos. Son ejemplo de ellos el acuerdo sobre zonas protegidas establecido en 1961 por la Comisión Mundial de Zonas Protegidas y el Protocolo de Montreal (1987) del Convenio de Viena para la Protección de la Capa de Ozono (PNUMA, 2011b). Aunque faltan objetivos, metas y criterios de medición precisos para lograr la sostenibilidad ambiental y el desarrollo sostenible en general y para comprobar los resultados obtenidos, desde 1992 se han propuesto diversos marcos y conjuntos de indicadores e índices. En 1995 se estableció un conjunto de 134 indicadores nacionales de desarrollo sostenible, siguiendo en general el Programa 21 (el programa de acción para el desarrollo sostenible, que fue fruto de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, reunida en Río de Janeiro en 1992). Revisado en 2001 y 2006, dicho conjunto, elaborado por la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, comprende 96 indicadores, 50 de los cuales forman el núcleo del conjunto (ONU, 2007). Asimismo, se han establecidos marcos para la recogida de datos estadísticos y para la contabilidad económica y ambiental para asistir a los países en la elaboración, ordenación y aplicación de los datos estadísticos sobre el medio ambiente y la información correspondiente de carácter socioeconómico, particularmente el Marco para el Desarrollo de las Estadísticas Ambientales y el Sistema de Contabilidad Económica y Ambiental. Se idearon varios índices compuestos para medir distintos aspectos del desarrollo sostenible, como el conocido Índice de Desarrollo Humano y la huella ecológica, y últimamente, el índice de riqueza inclusiva, con el que se busca medir la riqueza y el crecimiento valiéndose de otros criterios, además del clásico producto interno bruto (PIB), y así reflejar mejor el agotamiento de los recursos naturales. Se vienen formulando diversas propuestas para medir los avances registrados en pos de un crecimiento ecológico y de la economía verde, en las cuales se presta especial atención a los indicadores correspondientes a la transformación económica, el aprovechamiento eficaz de los recursos y el bienestar, y asimismo se brinda orientación sobre la reforma de políticas e inversiones encaminadas a lograr la transformación ecológica de los sectores fundamentales de la economía como medio de avanzar hacia el desarrollo sostenible. En Río+20 se entendió que la economía verde es un importante medio de lograr el desarrollo sostenible y se expusieron alternativas en la formulación de políticas, las cuales, sin embargo, no constituyen un cuerpo de normas rígidas. Uno de los resultados principales de Río+20 fue el acuerdo de los países de iniciar un proceso para formular una serie de objetivos de desarrollo sostenible, que se basarán en los Objetivos de Desarrollo del Milenio y deberían converger con la agenda para el desarrollo después de 2015. Los ODM deberían constar de objetivos y metas concretos, que son una de las ventajas principales del marco de dichos Objetivos, pero se deberían ordenar en torno a las cuatro dimensiones fundamentales de un planteamiento más integral: el desarrollo social inclusivo, el desarrollo económico inclusivo, la sostenibilidad ambiental y la paz y la seguridad (ONU, 2012c). Se deberían aplicar a todos los países y basarse en los principios fundamentales de los derechos humanos, la igualdad y la sostenibilidad, inspirándose en los principios de la Declaración del Milenio del año 2000 y los tres pilares del desarrollo sostenible. Se ha puesto en marcha un proceso para establecer un “proceso intergubernamental inclusivo y transparente sobre los objetivos de desarrollo sostenible que esté abierto a todas las partes interesadas con el fin de formular objetivos mundiales de desarrollo sostenible, que deberá acordar la Asamblea General” (ONU, 2012d). Las lecciones aprendidas de la formulación de los indicadores ecológicos para el objetivo 7 de los ODM, sobre la sostenibilidad del medio ambiente, y de otras experiencias, pueden resultar valiosísimas para seguir guiando ese proceso. Caption page 63: El satélite Envisat, de la Agencia Espacial Europea (ESA), es la mayor nave de observación terrestre construida hasta el presente. Desde el año 2002 observa y vigila de manera ininterrumpida la tierra, la atmósfera, el océano y los casquetes polares. Tras diez años de servicio, en mayo de 2012 la Agencia anunció oficialmente el cese de la misión de Envisat. Foto: ESA Indicadores ambientales clave 63 Referencias Banco Mundial (2006, 2008, 2010, 2011, 2012). Indicadores del desarrollo mundial. http://data. worldbank.org/indicator Boden, T.A., G. Marland y R.J. Andres. (2012). Global, Regional, and National FossilFuel CO2 Emissions. Centro de Análisis de la Información sobre el Dióxido de Carbono, Laboratorio Nacional de Oak Ridge (Ministerio de Energía), Oak Ridge, Tennessee (Estados Unidos de América) Caldeira, K. y Wickett, M.E. (2003). Anthropogenic Carbon y Ocean pH. Nature, 425, 365 CBD (Convenio sobre la Diversidad Biológica) (2010). Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 20112020, que incluye las Metas de Aichi para la Diversidad Biológica. Convenio sobre la Diversidad Biológica. 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División de Estadística de las Naciones Unidas. http:// unstats.un.org/unsd/environment/municipalwaste.htm Cuadro 1: Datos sobre los indicadores ambientales principales (revisados en 2012) Indicador ambiental principal Consumo de sustancias que agotan la capa de ozono Emisiones de dióxido de carbono Emisiones de dióxido de carbono per cápita Tasa de tala de bosques Captura anual de peces marinos Áreas protegidas para mantener la diversidad biológica respecto a la superficie terrestre Recolección de residuos urbanos Acceso a agua potable segura Acceso a servicios básicos de saneamiento Número de certificaciones de la norma ISO 14001 Último Mundial África Asia y el Europa América América Asia Unidad de medida año Pacífico Latina y el del Norte Occidental registrado Caribe 2011 41 053 2 067 28 891 -26 4 836 1 686 3 598 millones de toneladas PAO 2009 32.07 1.20 14.52 6.14 1.60 5.81 1.05 miles de millones de toneladas de CO2 2009 4.7 1.2 3.7 7.4 2.7 16.7 8.1 toneladas de CO2 per cápita 2011 0.8 1.0 2.2 0.7 0.3 0.7 4.1 proporción 2010 88.1 2010 12.0 9.9 10.2 19.3 9.5 17.1 por ciento del total de la superficie terrestre 383 119 (2007) 234 32 millones de toneladas 99.0 94.2 99.1 80.0 por ciento de la población total 78.3 por ciento de la población total 1.3 número de certificaciones (miles) 2010 89 65.7 310 (2008) 90.5 2010 63 39.9 57.4 90.9 80.1 100.0 2011 267.5 1.7 143 107 7.9 6.6 Índice de suministro de energía renovable en 2010 (1990 = 100) Solar térmica 10.1 2009 CITES: Comercio de especies en 2011. Número de animales silvestres (miles) Especímenes criados y nacidos en 259 813 cautividad Especímenes silvestres 182 772 Solar fotovoltaica millones de toneladas 137 150 765 Eólica 8 799 Biocombustibles - Biogasolina y biodiesel 2 356 Suministro de energía primaria equivalente en petróleo en 2010 (miles de millones de toneladas) Petróleo crudo y materias primas 4.16 Carbón y sus derivados 3.51 Gas 2.73 Combustibles renovables y desechos 1.28 Nuclear 0.72 Hidro 0.30 Geotérmica 0.06 Solar/eólica/otros 0.05 Suministro total . 12.76 Datos de los acuerdos ambientales multilaterales (2012) Acuerdos ambientales multilaterales: número de Partes en Basilea 176 Cartagena 164 CBD 193 CITES 177 Conferencia de 118 las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible Patrimonio 190 Kyoto 192 Ozono 197 Ramsar 163 Rotterdam 147 Estocolmo 178 UNCCD 194 CNUDM 164 CMNUCC 195 Basilea Convenio de Basilea sobre el control de los movimientos transfronterizos de los desechos peligrosos y su eliminación http://www.basel.int/Countries/StatusofRatifications/PartiesSignatories/tabid/1290/Default.aspx Cartagena Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología del Convenio sobre la Diversidad Biológica http://bch.cbd.int/protocol CDB http://www.biodiv.org/world/parties.asp CITES http://www.cites.org/esp/disc/parties/index.php CMS http://www.cms.int/about/part_lst.htm Patrimonio Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural (Patrimonio Mundial) http://whc.unesco.org/en/statesparties/ Protocolo de Kyoto de la CMNUCC http://unfccc.int/essential_background/kyoto_protocol/status_of_ratification/items/2613.php Ramsar Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional Especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas http://www.ramsar.org/cda/es/ramsardocumentstextsconventionon/main/ramsar/13138%5E20671_4000_2__ Rotterdam Convenio de Rotterdam sobre el Procedimiento de Consentimiento Fundamentado Previo Aplicable a Ciertos Plaguicidas y Productos Químicos Peligrosos Objeto de Comercio Internacional http://www.pic.int/Countries/Parties/tabid/1072/language/enS/Default.aspx Ozono Convenio de Viena para la Protección de la Capa de Ozono y su Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono http://ozone.unep.org/new_site/sp/vienna_convention.php Estocolmo Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes http://www.pops.int/documents/signature/signstatus.htm UNCCD http://www.unccd.int/convention/ratif/doeif.php Indicadores ambientales clave CNUDM (2013) http://www.un.org/Depts/los/reference_files/chronological_lists_of_ratifications.htm# CMNUCC http://unfccc.int/essential_background/convention/status_of_ratification/items/2631.php 65 Agradecimientos Resumen del año Autores: Tessa Goverse, PNUMA, Nairobi, Kenya Mushtaq Ahmed Memon, Centro Internacional de Tecnología Ambiental (PNUMACITA), Osaka, Japón Nguyen Thuy Trang, PNUMA, Nairobi, Kenya Juan Carlos Vásquez, Secretaría de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), Ginebra, Suiza Estados Unidos de América Christian Nellemann, GRIDArendal, Arendal, Noruega Lev Neretin, Grupo Asesor Científico y Tecnológico, PNUMA, Washington, DC, Estados Unidos LarsOtto Reiersen, Programa de vigilancia y evaluación del Ártico, Oslo, Noruega Jon Samseth, SINTEF Materials and Chemistry, Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, HIOA, Trondheim, Noruega Redactor de cuestiones científicas: Fred Pearce, Londres, Reino Unido Revisores: Revisores: Sarah Abdelrahim, PNUMA, Nairobi, Kenya Utako Aoike, PNUMACITA, Osaka, Japón Susanne Bech, UNHábitat, Nairobi, Kenya Julian Blanc, CITES MIKE, Nairobi, Kenya Sophie Bonnard, PNUMA, París, Francia Charles Davies, PNUMA, Panamá, Panamá Hilary French, PNUMA, Washington, DC, Estados Unidos Peter Gilruth, PNUMA, Nairobi, Kenya Matthew Gubb, PNUMACITA, Osaka, Japón Elisabeth GuilbaudCox, PNUMA, Washington, DC, Estados Unidos Arab Hoballah, PNUMA, París, Francia Jason Jabbour, PNUMA, Nairobi, Kenya Marco Pruiksma, consultor, Nairobi, Kenya Hiba Sadaka, PNUMA, Manama, Bahrain John Scanlon, Secretaría de la CITES, Ginebra, Suiza Anna Stabrawa, PNUMA, Bangkok, Tailandia Elisa Tonda, PNUMA, París, Francia Zhijia Wang, PNUMA, Nairobi, Kenya Ron Witt, PNUMA, Ginebra, Suiza Kaveh Zahedi, PNUMA, París, Francia Jinhua Zhang, PNUMA, Bangkok, Tailandia Keith Alverson, PNUMA, Nairobi, Kenya Mike Baker, Lacombe de Sauve, Francia Carolina Behe, Consejo Inuit Circumpolar de Alaska, Anchorage, Estados Unidos Terje Berntsen, Universidad de Oslo, Oslo, Noruega Sandra Cavaleiro, PNUMA, París, Francia Finlo Cottier, Scottish Association for Marine Science, Argyll, Reino Unido Heike Deggim, Organización Marítima Internacional, Londres, Reino Unido Parnuna Egede, Consejo Inuit Circumpolar de Groenlandia, Viborg, Dinamarca Amy Fraenkel, PNUMA, Washington, DC, Estados Unidos Olivier Gilg, Arctic Ecology Research Group, Francheville, Francia Peter Gilruth, PNUMA, Nairobi, Kenya Margareta Johansson, Universidad de Lund, Lund, Suecia Daiva Kacenauskaite, PNUMA, Washington, DC, Estados Unidos Edward Kleverlaan, Organización Marítima Internacional, Londres, Reino Unido Guy Lindström, Parlamento de Finlandia, Helsinki, Finlandia Bill Mansfield, PNUMA, Washington, DC, Estados Unidos James McCarthy, Universidad de Harvard, Cambridge, Estados Unidos Martha McConnell, Global Marine and Polar Programme (UICN), Washington, DC, Estados Unidos Stephanie Meakin, Consejo Inuit Circumpolar de Canadá, Ottawa, Canadá Ted Munn, Universidad de Toronto, Ontario, Canadá Annika Nilsson, Instituto del Medio Ambiente de Estocolmo, Estocolmo, Suecia James Overland, Pacific Marine Environmental Laboratory (NOAA), Seattle, Estados Unidos Tad Pfeffer, Universidad de Colorado, Boulder, Estados Unidos Peter Prokosch, GRIDArendal, Arendal, Noruega Volker Rachold, Internacional Arctic Science Committee, Potsdam, Alemania Alan Rodger, British Antarctic Survey, Cambridge, Reino Unido Sune Sohlberg, Estocolmo, Suecia Laetitia Zobel, PNUMA, Nairobi, Kenya Christoph Zöckler, Centro Mundial de Vigilancia de la Conservación (PNUMAWCMC) , Cambridge, Reino Unido Una mirada desde lo alto Autores: Robert Corell (presidente), Global Environment and Technology Foundation, Washington, DC, Estados Unidos Tom Barry, Conservation of Arctic Flora and Fauna, International Secretariat, Akureyri, Islandia Joan Eamer, especialista en ciencia de los ecosistemas, Gabriola Island, Canadá Lawrence Hislop, GRIDArendal, Arendal, Noruega Lars Kullerud, Universidad del Ártico, Arendal, Noruega Jerry Melillo, Marine Biological Laboratory, Woods Hole, Massachusetts, 66 ANUARIO PNUMA 2013 En pos del objetivo de 2020 Autores: Bernard Goldstein (presidente), Graduate School of Public Health, Universidad de Pittsburgh, Pittsburgh, Estados Unidos Samuel Banda, Universidad de Zambia, Lusaka, Zambia Eugene Cairncross, Cape Peninsula University of Technology, Ciudad del Cabo, Sudáfrica Guibin Jiang, Academia Nacional de las Ciencias, Beijing, China Rachel Massey, Toxics Use Reduction Institute, Universidad de Massachusetts Lowell, Lowell, Estados Unidos Karina Miglioranza, Universidad de Mar del Plata, Mar del Plata, Argentina Jon Samseth, SINTEF Materials and Chemistry, Universidad de Ciencia y Tecnología, HIOA, Trondheim, Noruega Martin Scheringer, Instituto de Quimíca y Bioingeniería (ETHZürich), Zurich, Suiza Redactor de cuestiones científicas: John Smith, Austin, Estados Unidos Revisores: Zeinab AbouElnaga, Universidad Mansoura, Mansoura, Egipto Himansu Baijnath, Universidad de KwaZuluNatal, Durban, Sudáfrica Lawrence Barnthouse, LWB Environmental Services, Hamilton, Estados Unidos Ricardo Barra, Universidad de Concepción, Concepción, Chile Joanna Burger, Rutgers State University of New Jersey, Piscataway, Estados Unidos Philippe Bourdeau, Universidad Libre de Bruselas, Bruselas, Bélgica Richard Clapp, Universidad de Boston, Boston, Estados Unidos Ludgarde Coppens, PNUMA, Nairobi, Kenya Anna Donners, PNUMA, Nairobi, Kenya Emmanuel Fiani, Agencia del medio ambiente y de la gestión de la energía, París, Francia Michael Gochfeld, Rutgers State University of New Jersey, Piscataway, Estados Unidos Richard Gutierrez, Ban Toxics/red para la toma de medidas relacionadas con los plaguicidas (Asia Oriental), Ciudad Quezón, Filipinas Anna Karjalainen, Finnish Environment Institute, Universidad de Jyväskylä, Jyväskylä, Finlandia Jamidu Katima, Universidad de Dar es Salaam, Dar es Salaam, Tanzania Sunday Leonard, PNUMA, Nairobi, Kenya Katarina Magulova, Secretaría de los Convenios de Basilea, Rotterdam y Estocolmo, Ginebra, Suiza Bedřich Moldan, Charles University Environment Center, Praga, República Checa Aimo Oikari, Universidad de Jyväskylä, Jyväskylä, Finlandia Abiola Olanipekun, Ministerio Federal de Medio Ambiente, Abuja, Nigeria Kyoko Ono, National Institute of Advanced Industrial Science and Technology, Tsukuba, Japón Alexander Orlov, Universidad del Estado de Nueva York, Stony Brook, Estados Unidos David Piper, PNUMA, Ginebra, Suiza Alberto Pistocchi, Universidad de Trento, Cesena, Italia Sarojeni Regnam, Pesticide Action Network Asia Pacific, Penang, Malasia José Sericano, Texas A&M University, College Station, Estados Unidos Ellen Silbergeld, Universidad Johns Hopkins, Baltimore, Estados Unidos Michael StanleyJones, Secretaría de los convenios de Basilea, Rotterdam y Estocolmo, Ginebra, Suiza Leonardo Trasande, Universidad de Nueva York, Nueva York, Estados Unidos Oyuna Tsydenova, Instituto de Estrategias Ambientales Mundiales, Kanagawa, Japón Bernard West, Westworks Consulting Limited, Ontario, Canadá Indicadores ambientales principales Autores: Márton Bálint, Budapest, Hungría Andrea de Bono, PNUMA/GRIDEuropa, Ginebra, Suiza Tessa Goverse, PNUMA, Nairobi, Kenya Jaap van Woerden, PNUMA/GRIDEuropa, Ginebra, Suiza Revisores: Sarah Abdelrahim, PNUMA, Nairobi, Kenya Bastian Bertzky, PNUMAWCMC, Cambridge, Reino Unido Anna Donners, PNUMA, Nairobi, Kenya Peter Gilruth, PNUMA, Nairobi, Kenya Robert Höft, Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica, Montreal, Canadá Jason Jabbour, PNUMA, Nairobi, Kenya Neeyati Patel, PNUMA, Nairobi, Kenya Marcos Silva, Secretaría de la CITES, Ginebra, Suiza Ashbindu Singh, PNUMA, Washington, DC, Estados Unidos Matt Walpole, PNUMAWCMC, Cambridge, Reino Unido Michael Zemp, Universidad de Zurich, Zurich, Suiza Equipo de producción del Anuario 2013 del PNUMA Redactora Jefa: Tessa Goverse, PNUMA, Nairobi, Kenya Equipo del proyecto: Márton Bálint, Suk Hee Chae, Peter Gilruth, Tessa Goverse, Nyokabi Mwangi, Nguyen Thuy Trang Corrección de estilo: John Smith, Austin, Estados Unidos Centro de colaboración (temas emergentes): Susan Greenwood Etienne, Mary Scholes e Yvonne Takang, Comité Científico sobre Problemas del Medio Ambiente (SCOPE), París, Francia Gráficos, diseño y diagramación: Márton Bálint, Budapest, Hungría; Audrey Ringler, PNUMA, Nairobi, Kenya; Jinita Shah, UNON, Nairobi, Kenya Colaboración especial: Nick Nuttall, PNUMA, Nairobi, Kenya 67 El Anuario del PNUMA es una publicación anual en la que se ponen de relieve temas y tendencias ambientales emergentes. Todos los años se incluye información actualizada sobre los avances y progresos científicos que son de interés para los encargados de formular políticas. Desde 2003, la serie Anuario del PNUMA ha ayudado a fortalecer la interfaz entre la ciencia y las políticas señalando a los gobiernos los temas emergentes y los últimos adelantos científicos relacionados con el medio ambiente y promoviendo la adopción de decisiones fundadas en criterios científicos El presente número del Anuario del PNUMA, correspondiente a 2013, es la décima edición de la serie. Desde la primera edición (2003) se pasa revista a los grandes problemas de actualidad y se destacan los temas emergentes, apoyándose en las conclusiones de las investigaciones científicas y en otras fuentes de consulta. La serie del Anuario toma el pulso a los cambios habidos en el medio ambiente mundial año tras año y con ello sirve de complemento a las exhaustivas evaluaciones ambientales que realiza el PNUMA y que se dan a conocer en Perspectivas del Medio Ambiente Mundial (GEO), su clásica publicación quinquenal. Temas tratados en la serie Anuario del PNUMA Anuario del PNUMA 2013: Temas emergentes de nuestro medio ambiente global Rápidos cambios en el Ártico Reducir al mínimo los riesgos que plantean los productos químicos Anuario del PNUMA 2012: Temas emergentes de nuestro medio ambiente global Los beneficios del carbono del suelo Cierre y desmantelamiento de los reactores de energía nuclear Anuario del PNUMA 2011: Temas emergentes de nuestro medio ambiente global Residuos plásticos en los océanos El fósforo y la producción de alimentos Nuevas perspectivas sobre la biodiversidad forestal Anuario del PNUMA 2010: Avances y progresos científicos en nuestro cambiante medio ambiente Gobernanza ambiental Gestión de los ecosistemas Cambio climático Sustancias nocivas y desechos peligrosos Desastres y conflictos Eficiencia de recursos Anuario del PNUMA 2009: Avances y progresos científicos en nuestro cambiante medio ambiente Gobernanza ambiental Gestión de los ecosistemas 68 ANUARIO PNUMA 2013 UNEP YEAR BOOK E merging issues in our global environment 2013 United Nations Environment Programme Cambio climático Sustancias nocivas y desechos peligrosos Desastres y conflictos Eficiencia de recursos Anuario del PNUMA 2008: Un panorama de nuestro cambiante medio ambiente Utilización de los mercados y las finanzas para combatir el cambio climático El metano del Ártico GEO Anuario 2007: Un panorama de nuestro cambiante medio ambiente Medio ambiente y globalización La nanotecnología y el medio ambiente GEO Anuario 2006: Generalidades de nuestro cambiante entorno Energía y contaminación del aire Piscicultura y cría de mariscos en ecosistemas marinos Producción de cultivos en un clima cambiante GEO Anuario 2004/5: Un panorama de nuestro cambiante medio ambiente Género, pobreza y medio ambiente La aparición o reaparición de las enfermedades contagiosas Posibles repercusiones del cambio climático en la circulación oceánica GEO Anuario 2003 El agua y los Objetivos de Desarrollo del Milenio La llamada “cascada de nitrógeno” (hipoxia) La pesca excesiva © 2013 Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente ISBN: 978 92 807 3284 9 PNUMA/GC27/INF/2 DEW/1565/NA Descargo de responsabilidad El contenido de esta publicación y las opiniones expresadas en ella corresponden a los autores y no reflejan necesariamente las opiniones ni las políticas de las organizaciones colaboradoras ni del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), como tampoco implican ningún tipo de respaldo. Las denominaciones empleadas y la presentación del material de esta publicación no implican en absoluto la expresión de opinión alguna por parte del PNUMA con respecto a la situación jurídica de ningún país, territorio o ciudad ni de sus autoridades, ni en lo concerniente a la delimitación de sus fronteras y límites. La mención de cualquier empresa o producto comercial en esta publicación no implica respaldo alguno del PNUMA. © Mapas, fotos e ilustraciones según lo indicado en cada caso. Fotos de cubierta y contracubierta: Orange Line Media/ Shutterstock (cubierta, arriba), Ari N/ Shutterstock (cubierta, al medio), Chepko Danil Vitalevich/ Shutterstock (cubierta, abajo), Hal Brindley/ Shutterstock (contracubierta, arriba, izquierda), Action Sports Photography/ Shutterstock (contracubierta, arriba, derecha), Lawrence Hislop (contracubierta, abajo) Reproducción Esta publicación puede ser reproducida en su totalidad o en parte y en cualquier formato con propósitos educativos o sin fines de lucro sin que deba mediar permiso especial del propietario de los derechos de autor, siempre que se haga referencia a la fuente. El PNUMA agradece el recibo de una copia de toda publicación que utilice este Anuario como fuente. No puede utilizarse esta publicación para reventa ni para ningún otro propósito comercial sin la autorización previa por escrito del PNUMA. Las solicitudes para tal autorización, con una descripción del propósito y la intención de la reproducción, deben enviarse al Director de la División de Comunicaciones e Información Pública (DCPI), PNUMA, P.O. Box 30552, Nairobi 00100, Kenya. No se permite el uso para publicidad o propaganda de información incluida en esta publicación si se refiere a productos patentados. Producido por División de Alerta Temprana y Evaluación del PNUMA Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente P.O. Box 30552 Nairobi, 00100, Kenya Tel.: (+254) 20 7621234 Fax: (+254) 20 7623927 Correo electrónico: [email protected] Sitio web: www.unep.org Anuario del PNUMA 2013: Temas emergentes en nuestro medio ambiente mundial Publicado en febrero de 2013 Página web: http://www.unep.org/yearbook/2013 Coordinación y edición del proyecto: Tessa Goverse/PNUMA Diseño y maquetación: Paul Awi/ONUN Impresión: Imprenta de la ONUN, Nairobi, certificación ISO 10041:2004 Distribución: SMI (Distribution Services) Ltd., Reino Unido El Anuario del PNUMA 2013, así como las ediciones anteriores del Anuario están disponibles en http://www.earthprint.com El PNUMA promueve prácticas favorables al medio ambiente en todo el mundo y en sus propias actividades. Esta publicación está impresa en papel libre de cloro procedente de bosques sostenibles y fibras recicladas y con tinta de origen vegetal. Nuestra política de distribución busca reducir la huella de carbono del PNUMA. www Nos interesa su opinión. Visite nuestra página y envíenos sus comentarios y sugerencias. . unep.org/yearbook/2013 En septiembre de 2012 la superficie de la banquisa del mar Ártico registró la mayor reducción de toda la historia. El veloz cambio que sufre el Ártico, por causa del calentamiento de la Tierra, amenaza a los ecosistemas y brinda nuevas oportunidades para impulsar el desarrollo, sobre todo abaratando el acceso al petróleo, el gas y los minerales. El Anuario del PNUMA 2013 muestra que las repercusiones del cambio que ocurren en el Ártico rebasarán con creces los límites de esa frágil región y obligan a dar una urgente respuesta internacional. No cesa de crecer el volumen de los productos químicos que se hallan dispersos en todo el planeta conforme la actividad industrial se traslada de los países desarrollados a los países en desarrollo. Cumplir el objetivo, fijado para el año 2020, de producir y utilizar los productos químicos de forma que se puedan evitar las graves consecuencias para la salud y el medio ambiente obliga a redoblar los esfuerzos para reducir el uso de las sustancias químicas tóxicas, buscar sustitutos seguros y crear capacidad para la gestión racional de los productos químicos. Contar con información fidedigna sobre el riesgo que entrañan los productos químicos es imprescindible para contribuir a dichas iniciativas. En el Anuario del PNUMA se examinan temas ambientales emergentes y adelantos de utilidad para las políticas, además de ofrecerse una sinopsis de las últimas tendencias a partir de los principales indicadores ambientales. Reducir al mínimo los riesgos que plantean los productos químicos UNEP YEAR BOOK 2013 Emerging issues in our global environment Rápidos cambios en el Ártico ANUARIO PNUMA TEMAS EMERGENTES E N N U E ST R O M E D I O A M B I E N T E M U N D I A L 2013 www.unep.org Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente P.O. Box 30552, Nairobi 00100, Kenya Tel: +254(0)20762 1234 Fax: +254(0)20762 3927 Email: [email protected] web: www.unep.org 978-92-807-3284-9 DEW/1565/NA Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente