Programa de acompañamiento de facilitadores Saber hacer‐4 Programa de acompañamiento de facilitadores Saber hacer‐4 ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE 1. Lectura activa Lee y subraya las ideas que consideres básicas para lograr un panorama de cómo aprende el adulto, tomando como punto de partida sus necesidades. Revisa en el Manual del Facilitador el tema 2, te puede ayudar a construir el panorama. Aprendizaje de Adultos 2. Descubre la jerarquía de tus propias necesidades y compáralas con alguna(s) de personas de tu grupo de facilitadores. 3. Elabora un esquema de Sol con el título: Desarrollo del adulto. 4. Escribe qué te interesó más de los tres principios de la formación de adultos. BIBLIOGRAFÍA Consejo Episcopal Latinoamericano, Manual de formación del laico, colección Formación pastoral 5, CELAM, pp. 81-130. http://www.tuobra.unam.mx/obrasPDF/publicadas /021123224856-EL-2.html 12 1 Programa de acompañamiento de facilitadores Saber hacer‐4 Programa de acompañamiento de facilitadores Saber hacer‐4 Introducción En el cuadernillo anterior, “Estilos del facilitador” (Tema 9 Manual del Facilitador) descubrimos la manera en que el facilitador ha de desarrollar su creatividad para lograr aprendizajes significativos. El facilitador es formador, comunicador de la Verdad; desarrolla las facultades humanas, prepara para la vida, orienta el sentido ético y social y, promueve la apertura a Dios (Tema 5 Manual del Facilitador). Para que pueda darse eficacia en el aprendizaje se requiere de cuatro puntos importantes, a saber: el que sea para toda la vida, que la construya, que lo adquirido sea significativo y el uso de material didáctico adecuado. 7. Efectividad en el aprendizaje Los estilos que el facilitador está llamado a desarrollar, tienen que tomar muy en cuenta las características de los interlocutores. Un buen facilitador es aquel que conoce algo de la psicología y necesidades de la etapa que vive su interlocutor y, la aprovecha en la formación (Tema 2 Manual del Facilitador). Existen conocimientos que permanecen toda la vida. Es en la elaboración propia de conocimientos, como se van produciendo día a día como resultado de la interacción con los aspectos del conocer y los sociales. El interlocutor construye y aprende cuando maneja, descubre, inventa, explora, cuando recibe explicaciones, lee o escucha. En el Manual del Facilitador reflexionamos que nuestros interlocutores son, principalmente adultos (cf. tema 10), vimos algunos principios básicos del aprendizaje. Un aprendizaje con significado y permanencia surge cuando el interlocutor, para responder una pregunta de su interés o para resolver un problema, tiene necesidad de construir una solución. En este cuadernillo reforzaremos cómo son y cómo aprenden los adultos para realizar mejor nuestra tarea. El aprendizaje significativo consiste en asimilar experiencias y, que estas pasen a ser parte de la vida y la transforme. Reflexionaremos algunos principios del aprendizaje de adultos; de la Andragogía, disciplina que se ocupa de la educación y el aprendizaje del adulto. El aprendizaje es un proceso que actúa sobre el ser humano a lo largo de toda su vida, su naturaleza indica que puede continuar aprendiendo durante toda su vida sin importar su edad cronológica, el 2 Para que el aprendizaje sea efectivo se requiere que el material esté organizado de manera estructurada y relacionada, además de contar con actividades interesantes y material didáctico adecuado, que es el que provoca la actividad del formando. Los materiales didácticos han de ser diseñados para guiar y motivar al interlocutor en la construcción del conocimiento. 11 Programa de acompañamiento de facilitadores Saber hacer‐4 Apropiación de nuevos aprendizajes. A medida que el saber teórico permite reorganizar el saber de la experiencia, se conforman nuevos aprendizajes. La apropiación de nuevos aprendizajes amplía el panorama, lo que conllevará a una mayor conciencia de la realidad y a una modificación de los comportamientos y actitudes. Programa de acompañamiento de facilitadores Saber hacer‐4 cerebro al contrario de todos los órganos con el esfuerzo, alcanza mayor desarrollo. Intenciones: Identificar nuestras necesidades como adultos. Valorar al adulto. Profundizar en las formas en la que aprende un adulto. 6. Principios de la formación de adultos La formación de adultos se basa en tres principios: a) Participación El interlocutor no es sólo receptor, es capaz de interactuar con sus compañeros, intercambia experiencias que ayudan a la mejor asimilación del conocimiento. Participa, toma decisiones en conjunto con otros participantes en la ejecución del trabajo o de la tarea asignada. b) Horizontalidad El facilitador y el interlocutor tienen características e intereses similares, puede ser la edad y la experiencia; anhelos y virtudes, sencillez y caridad, por enumerar algunos. c) Flexibilidad Los adultos, al poseer una carga educativa formativa llena de experiencias previas y cargas familiares o económicas, requieren de aprendizaje de acuerdo con sus aptitudes y destrezas. Contenidos: 1. Necesidades del adulto. 2. Desarrollo del adulto. 3. Que es el aprendizaje de adultos. 4. La motivación y el aprendizaje. 5. La sabiduría del adulto. 6. Principios de la educación de adultos. 7. Efectividad en el aprendizaje. 1. Necesidades del adulto La edad adulta es una etapa más del desarrollo del ser humano, tiende, como las otras, al perfeccionamiento; si bien no se alcanza plenamente, se acerca por pequeños logros que implican un constante esfuerzo personal. El adulto es una persona que ha alcanzado la etapa de su vida en la que responde por sí mismo, tiene a su cargo otras personas (normalmente), desempeña un papel productivo en la sociedad. El adulto experimenta necesidades que motivan su comportamiento; al satisfacer las más elementales, se esfuerza por las del siguiente nivel y así sucesivamente, 10 3 Programa de acompañamiento de facilitadores Saber hacer‐4 hasta que se logra cubrir el orden más elevado de requerimientos. La siguiente figura (pirámide de Maslow) muestra la jerarquía de necesidades: Programa de acompañamiento de facilitadores Saber hacer‐4 5. La sabiduría del adulto El saber del adulto tiene dos vertientes complementarias entre sí: el saber de la experiencia y el saber teórico. El saber de la experiencia. La riqueza de este saber se conforma de aprendizajes anteriores, instrucciones personales, reacciones frente a hechos, opiniones recibidas del medio, conclusiones personales frente a interrogantes, informaciones variadas buscadas o recibidas al azar; en fin, en el transcurrir de la vida toda situación puede ser fuente de aprendizaje si la persona se lo propone. Pirámide de Maslow: jerarquía de necesidades 2. Desarrollo del adulto El saber teórico. A partir de la teoría el individuo se hace capaz de ver la realidad desde un ángulo diferente al de su experiencia y en consecuencia organiza sus aprendizajes. El saber teórico corrige distorsiones, responde interrogantes, reconoce intuiciones. En la edad adulta se suceden una serie de situaciones planificadas o imprevisibles que determinan etapas. Estos eventos se relacionan con la vida personal, profesional o comunitaria. El facilitador tiene por misión facilitar la asimilación de la teoría a partir del complemento con el saber de la experiencia. La integración de ambos saberes lo constituyen tres etapas: A grandes rasgos se pueden organizar de la siguiente forma: Exploración de la experiencia. Se da en distintos momentos y diferentes formas (cuestionarios, discusiones, juegos…). Asimilación de la teoría. No sólo a partir del método magistral, sino también de las características del aprendizaje de adultos (preguntar, proponer, opinar…). 18-22 años. Se caracteriza por la búsqueda de independencia: dejar la casa paterna, independizarse económicamente, buscar nuevas formas de organización de vida personal y profesional… 4 9 Programa de acompañamiento de facilitadores Saber hacer‐4 Programa de acompañamiento de facilitadores Saber hacer‐4 Muchos formadores se quejan de que el participante no está motivado para invertir esa energía en la dirección que el formador quiere. Sin embargo, cuando el formando ve que el aprendizaje puede satisfacer necesidades personales, entonces invierte su energía en las actividades que el aprendizaje propone. Existen cuatro elementos que favorecen motivación: necesidad, deseo, querer, poder. la Necesidad. La identificación de una necesidad sentida es fuente de motivación. En consecuencia, si el participante reconoce su necesidad de aprender, asimilará los aportes que las actividades de formación le brindan. Deseo. Cuando se dice: “tengo hambre”, se expresa la necesidad; mientras que la expresión: “quiero un pan”, traduce a la vez la necesidad y el deseo. Este último indica la dirección por la que se quiere seguir. La necesidad impulsa a la persona a la acción, el deseo la orienta. 23-28 años. El principal interés está en entrar al mundo adulto lo cual implica casarse, establecer un hogar, convertirse en padre o madre, participar en actividades comunitarias, ser contratado para trabajar… 29-34 años. Es la época de la búsqueda de estabilidad y se caracteriza por avanzar en la formación profesional, cambiar de empleo, presencia de crisis matrimoniales o posiblemente retomar los estudios. 37-42 años. El individuo aplica su esfuerzo en ser él mismo, la promoción profesional es importante, algunas mujeres reanudan la vida laboral, se rompen los lazos de dependencia con personas “guías”, se es responsable de los hijos. 43-55 años. Es la época del establecimiento. Aparecen eventos significativos en la vida como el éxito profesional, ser guía de otros, el dejar ir los hijos, convertirse en abuelos… Poder. Para actuar es necesario que el individuo se sienta capaz de de seguir la dirección indicada por el deseo. Quien aprende no puede sentir que se le exige más de lo que puede dar. 56-64 años. Es un tiempo de cambios (desacelere). Aparecen ciertas limitaciones físicas, se inicia la preparación a la jubilación y posiblemente se pierde a su compañero(a). Querer. La fuerza de la motivación se complementa cuando el individuo toma la decisión de actuar. Es pues cuestión de libertad interior y decisión personal. 65 años en adelante se aprovecha para realizar una revisión de vida. Es el tiempo de la jubilación, ello implica cambios en las actividades cotidianas y de salud. También es frecuente la muerte de amigos y conocidos. 8 5 Programa de acompañamiento de facilitadores Saber hacer‐4 Programa de acompañamiento de facilitadores Saber hacer‐4 Cada etapa aporta al proceso educativo: Conciencia cada vez más crítica. Conocimiento más amplio de sí mismo. Dominio de sí mismo cada vez mayor. La relación afectiva con los demás. Ayuda, respeta, aprecia y acepta a todos por igual. La seguridad afectiva y la aceptación de sí mismo. Sabe tolerar las frustraciones de su vida sin caer en arrebatos de ira o mal humor. La percepción objetiva de la realidad. Tiene una buena capacidad de juicio. Posee autonomía de pensamiento. El conocimiento de sí mismo con el sentido del humor. Se ubica sin tensión entre la idea que tiene de sí mismo y la que otros tienen. Puede sonreír por todo lo que ama de sí mismo, sus actos y conquistas. Evita aparentar para hacer sobresalir sus propios valores, precisamente porque se conoce. Por tanto, presenta un alto grado de autoestima. La posesión de una filosofía unificada de la conducta. La persona madura posee una finalidad para la que vive y actúa; una conciencia bien definida en su escala de valores; una actitud especial de disponibilidad, confianza en el sentido del mundo y de su vida, además de una convicción de lo trascendental; finalmente posee sentido de responsabilidad. 3. Que es el aprendizaje de adultos El aprendizaje es la adquisición de un poder para individuo. Este le permite actuar sobre sí mismo y mundo que le rodea. El aprendizaje se orienta a formación integral. He aquí algunos indicadores de formación integral de adultos. el el la la Dura toda la vida. Abarca la personalidad total. Es un proceso teórico-práctico. Es dialogal. Interrelación activa entre formador y formando. Es intencional. Método democrático participativo. Es liberadora. Forma conciencia crítica y autoresponsable. Es histórica. Considera el desarrollo de la sociedad. Es humanizante. Logra un mejor desarrollo del individuo. Es política. Se da en, por y para la comunidad. 4. La motivación y el aprendizaje Para que el aprendizaje de adultos sea más efectivo es importante reconocer el grado de madurez del individuo. Según Allport, un psicólogo humanista, se consideran como criterios de madurez: La extensión de sí mismo, es decir, la superación del egoísmo, para ponerse al servicio de los demás. La labor del facilitador es básicamente la de animar, por tanto ha de motivar para mantener el interés del adulto hacia el aprendizaje. La motivación es una fuerza que suscita y sostiene la energía para realizar acciones en una dirección deseada y requerida. 6 7