david mateo logreira ávila

Anuncio
PAZ Y CONFLICTO ARMADO EN COLOMBIA
DAVID MATEO LOGREIRA ÁVILA
DOCENTE: ANDRÉS GONZÁLEZ
COLEGIO DE LA SALLE
ÁREA DE HUMANIDADES - ÉTICA
BOGOTÁ D.C
AGOSTO DE 2013
PAZ Y CONFLICTO ARMADO EN COLOMBIA
Con el fin de acabar con el conflicto armado en Colombia, ¿Ha de ser correcto apoyar
las máximas de los grupos revolucionarios armados, debido al vacio que se creó con el
gobierno democrático, y hacer de este un medio para el cese de la violencia interna en el
país, y por ende tener una forma de gobierno autónomo?
La democracia es el sello representativo del gobierno, y con ello se quiere hacer
distinguir al mismo, por dar poder a la ciudadanía de ser parte de la toma de decisiones
que concierne a asuntos. Ahora, ¿el gobierno Colombiano manipula este tan aclamado
sistema de gobierno, con fines conforme al deber? El Periódico El Colombiano citó: "Se
siente frustración al percibir en sectores de la sociedad la corrupción que corroe como
un mal peor que la propia violencia... Colombia ostenta el vergonzoso segundo lugar
en Corrupción en América Latina y el tercer lugar en 52 Países, (Colombiano, 2003). A
lo largo del tiempo se ha evidenciado cómo se ha utilizado el sistema de gobierno para
favorecer a los políticos, con discursos de doble moral, el doble discurso, la corrupción
legalizada, el pauperismo, la sociedad clasista, elitista y racista.
Ahora, ¿donde está la verdadera democracia, y a que es que se le debe llamar
democracia? Wendy Brown en el libro, Hoy en día, todos somos demócratas, en pocas
palabras dice: “Demos + cratie… el pueblo se gobierna a sí mismo” (Brown). Con esta
afirmación, traemos a colación una analogía entre la realidad que se vive y la realidad
utópica que se espera que se tenga. Si se apelara a tomar como máximas las de los
grupos de izquierda y derecha, entonces habría que entrar a profundizar cuales de las
máximas de ellos son las que nos podrían encaminar a no solo una paz, sino a un
gobierno demócrata, porque sin un orden presente en el país, las hostilidades vendrían
de los mismos ciudadanos al no existir un modelo al cual seguir, debido a la falta de
razonamiento de la sociedad consumista, que se guía es por la multitud y no por ellos
mismos, lo que ocasionaría entonces que la multitud entrara en caos.
La iniciación del conflicto armado en Colombia dio lugar al entrar en curso el Frente
Nacional, ocasionando el aislamiento de algunos grupos políticos, y por las mismas
disputas entre Liberares y Conservadores se descuido las zonas aledañas a Colombia,
que evitó por ello la solución de las inconformidades, lo cual ocasionó por ello roces
entre los campesinos principalmente, un grupos de políticos resentidos. Ellos en
respuesta tomaron acciones insurgentes, con el fin de reclamar la igualdad que no les
había acecido, así como la justicia y los derechos que les fue ignorada, creando con esto
movimientos revolucionarios con el fin de igualdad y justicia principalmente. Pero para
llegar a este fin, utilizaron un medio violento que provocó que su busca de fines se
viniera abajo y el gobierno terminara en contra de ellos, por lo que surgió un periodo de
violencia que hasta hoy día continua. Como vemos entonces, si y solo si se toma los
fines iniciales por los cuales los grupos insurgentes se crearon y se implanta un
diferente medio conforme a las necesidades como país, se podría utilizar estas leyes
particulares y extrapolarlas al marco legal.
En el caso en el cual se pueda dar cese de violencia, por medio de la inclinación a las
decisiones de los grupos armados, podría haber un gobierno democrático, siempre y
cuando los fines iniciales se sigan tratando como tales. De estos sea con el fin de la
igualdad de la sociedad, y al llegar a esta, ¿se consideraría una sociedad autónoma o
subordinada? Vemos que los gobernantes por más que opten por ese gobierno
democrático y se reestructure el sistema, van a existir otros impasses para llegar a ese
sentido de democracia utópico. Kant, presenta tres formas de poder aparte de la
violencia. Resalta uno la cual hace que se cree la monopolización y el capitalismo de las
cosas, -Ejército, alianzas y Dinero- (Kant, La Paz Perpetua, 2003). Como ya se
menciono anteriormente, uno de estos tres se resalta por sus repercusiones al tratar de
tergiversarlo. Este es el Dinero, este es la causa principal del Capitalismo, de la pobreza,
del pauperismo y de la violencia. Pero sacando de la ecuación la violencia, debido a que
se tomaron las máximas de los grupos insurgentes en sus inicios, podremos ver el
problema principal y que hoy también se evidencia es el Capitalismo, aparte de las
obvias razones de por qué esto genera problemas en el país. También como lo expresa
Marx en el libro El Capital, sobre el fetichismo de la mercancía, -las mercancías
mismas se convierten en el sujeto del intercambio en vez de los productores. De esta
manera, el intercambio aparece como una relación social entre cosas y una relación
objetiva entre las personas- (Marx, 1867). Igual de como Kant lo expresa, terminamos
viviendo en un mundo donde somos medios para un fin monetario, haciendo que esas
tres premisas causantes de problemas sean la forma de obtener un beneficio particular
por medio de la opresión, de la doble moral.
Los grupos Armados de Colombia actúan con una moral, no muy diferente a la de los
dirigentes, pero con una diferente perspectiva del asunto, en donde utilizan, en primera
instancia, a los problemas democráticos de la nación y a las inconformidades para la
razón de su causa, y en la segunda instancia, utilizan a la sociedad como escudo ante las
agresiones de los revolucionarios, diciendo que ellos son los “buenos”. En todo
momento, se encuentra la reserva mental¹ (Kant) que Kant trata, como la idea oscura
que siempre es encubierta para y con ánimo de mostrar a la sociedad la transparencia de
sus acciones sin que les llegue acusaciones y desacuerdo en torno a las acciones
conforme a la moral que no solo el gobierno, sino también los grupos armados realizan,
“Roma creyó que era posible gobernar con pan y circo. El mundo contemporáneo le
Cestá demostrando que en esa fórmula sobraba el pan” (Ospina, 2008). Con tal de no
mostrar la verdadera cara de los problemas, los ciudadanos continúan según el plan.
Con relación a la pregunta anterior, se formula un problema sobre el tipo de sociedad
que se forma al poder llegar al cese de enfrentamientos, esto es, a la paz. El problema
radica en que la sociedad necesita liberarse de la mentalidad que tiene no solo de la
dependencia, sino de la afección a utilizar a los seres racionales como medios, en un
mundo que queremos que sea de los fines. La principal razón anteriormente dicha de
este trastorno de la sociedad Colombiana, proviene del dinero, pero ¿de donde nace esa
necesidad de tener como fin el pan? Obviamente proviene del canal de comunicación en
el cual estamos inmersos todos: la publicidad, por medio de la radio, la televisión, el
periódico, etc. Cualquier medio de estos vendiendo la democracia hace que se envenene
nuestra sociedad, porque está afectando la terminología de una definición precisa que
busca el bien comunal. La soberanía de Colombia es afectada por los grupos
revolucionarios, pero también indirectamente los medios trastornan nuestra idea de
soberanía que tenemos del Estado a través de los números. Un bombardeo de datos
sobre el gobierno haciéndonos creer que todo es cuantificable, todo por medio de
números se puede medir, modificando por ello las creencias que tenemos de cómo está
el Estado² (Borges), haciendo transferencia de poderes a lo que tiene comunicación
directa con nosotros mediante la publicidad, que es, como hemos de denotar, otra
manera conforme al deber. Entonces, para la liberación y la corrección de conceptos que
debemos alcanzar, tenemos que erradicar los lazos que tiene la política con la
publicidad, para que con ello recuperemos no solo los conceptos de Soberanía y
publicidad, sino también demos puertas abiertas a una forma de mentalidad diferente,
___________________________
¹ Término utilizado por I. Kant en el libro, La Metafísica de las Costumbres.
² Parte de la premisa de que la Democracia es el abuso de la estadística.
buscando el mundo de los fines en una sociedad autónoma por el deber.
Por lo tanto, tenemos que tener presente que para que se llegue a la idea principal de Paz
en Colombia hay que pasar por una serie de procesos. Si se sientan bases para esta
reestructuración de Democracia y Paz, se debe partir de las ideas de los grupos
revolucionarios. Tenemos que atenernos a las variables que no se tuvieron en cuenta,
por lo que es una forma poco eficiente de hacerla, debido a que se tuvo que idealizar las
máximas de estos grupos y ubicarlas en un contexto que ya desapareció. Para que estas
premisas tenga validez alguna, de por si entraríamos en realidad en conflicto, al ver que
la perspectiva tanto del estado como de los grupos guerrilleros actúan conforme al
deber, buscando su bien personal y por ende utilizándonos como medios. De no ser así,
¿por qué se hace intercambio humanitario? Como una de las tantas razones para
demostrar que no se podría basarse en ellos para crear una forma de gobierno sin
violencia. Podemos ver en retrospectiva que es posible llegar a un cese de la violencia y
además una paz intermitente sino continuada, debido a que los problemas básicos,
podríamos concluir que son mentales, y por ello da lugar a que nos podamos
desenvolver como seres autónomos en la sociedad capaz de crear una sociedad de
demócratas correctamente dicha.
Bibliografía
Borges, J. L. (s.f.). La democracia es el abuso de la estadística. (Neustadt, Entrevistador)
Brown, W. (s.f.). Hoy en día, somos todos demócratas. En W. Brown, Hoy en día, somos todos
demócratas (págs. 53-65).
Colombiano, P. E. (30 de Marzo de 2003). El Colombiano, pág. 2B.
Kant, I. (2003). La Paz Perpetua. En I. Kant, La Paz Perpetua (pág. 3). Biblioteca Virtual
Universal.
Kant, I. (s.f.). Fundamentación de la Metafísica de las Costumbres. En I. Kant, Fundamentación
de la Metafísica de las Costumbres (págs. 1-19). Escuela de Filosofía Universidad ARCIS.
Marx, K. (1867). El Capital - Tomo 1. En K. Marx, Das Kapital (pág. 515). Hamburg.
Ospina, W. (19 de Julio de 2008). Nuestra extraña época. El Espectador.
Descargar