4 RESOLUCION No. 12 de diciembre de 2013 Dentro del juicio

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Juicio No. 195 - 2012
RESOLUCION No.
12 de diciembre de 2013
Dentro del juicio especial No. 195-2012 GNC que por colusión sigue LUIS
GILBERTO REQUELME DIAZ contra HORTENCIA AMADA CRIOLLO TORRES Y
LUIS FABÍAN REQUELME CRIOLLO, se ha dictado lo que sigue:
Razón: Siento como tal que el presente juicio fue estudiado en relación por los
señores doctores, Dr. Eduardo Bermúdez Coronel, Dr. Wilson Andino Reinoso,
JUECES N ACIONALES; y, Dra. Consuelo Heredia Yerovi, CONJUEZA NACIONAL
de la Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte Nacional de Justicia.- Certifico.Quito, a 12 de diciembre de 2013.- ff) Dra. Lucía Toledo Puebla, Secretaria
Relatora
Juez Ponente: Dr. Eduardo Bermúdez Coronel
CORTE NACIONAL DE JUSTICIA. SALA DE LO CIVIL Y MERCANTIL.- Quito, 12 de
diciembre de 2013, las 15h30.VISTOS (195 – 2012): 1. JURISDICCION Y COMPETENCIA: En virtud de que los
Jueces Nacionales que suscribimos hemos sido debidamente designados por el
Consejo de la Judicatura de Transición mediante Resolución No. 004-2012 de 25 de
enero de 2012 y, el Pleno de la Corte Nacional de Justicia, en Resolución No. 04-2013
de 22 de julio de 2013, dispuso reestructurar la conformación de las Salas
Especializadas, con sujeción a lo previsto en el artículo 183 del Código Orgánico de la
Función Judicial, sustituido por el artículo 8 de la Ley Orgánica Reformatoria del
Código Orgánico de la Función Judicial, nos ratificó en la integración de esta Sala
Especializada; y, conforme el acta de sorteo que obra del cuaderno de casación,
tenemos jurisdicción y somos competentes para conocer esta causa, en armonía con
los artículos 184.1 de la Constitución de la República, 190.1 del Código Orgánico de la
Función Judicial y 1 de la Ley de Casación. 2. ANTECEDENTES: En lo principal,
sube el proceso a esta Sala en virtud del recurso de casación oportunamente
interpuesto por Hortencia Amada Criollo Torres y Luis Fabían Requelme Criollo, del
auto expedido por la Sala Civil, Mercantil, Inquilinato y Materias Residuales de la Corte
Provincial de Justicia de Loja, por el cual se dispone que regrese el proceso al juzgado
de origen para que se continúe con el trámite. 3. FUNDAMENTOS DEL RECURSO:
Los recurrentes alegan como infringidos en el auto impugnado los artículos 994, inciso
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primero y 1007 del Código de Procedimiento Civil; 15 incisos primero, segundo, cuarto,
y quinto, 17, 22, 23, 25, 28 inciso segundo; 29 del Código Orgánico de la Función
Judicial; 19 de la Ley de Casación, y el precedente jurisprudencial dictado por la Quinta
Sala de lo Civil, juicio 103-1988, auto de 5 de mayo de 1989, publicado en el repertorio
jurisprudencial, tomo XXXIII, página 257. Deducen el recurso interpuesto con cargo en
las causales primera y segunda del artículo 3 de la Ley de Casación. Concluido el
trámite de sustanciación y en virtud de haberse fijado los límites dentro de los cuales
se constriñe el recurso, para resolver, se puntualiza: 4. CONSIDERACIONES
RESPECTO DEL RECURSO DE CASACIÓN:
La casación es un medio de
impugnación extraordinario, público y de derecho estricto; es recurso limitado desde
que la ley lo contempla para impugnar, por su intermedio, sólo determinadas
sentencias. Consecuencia de dicha limitación “es el carácter eminentemente formalista
de este recurso, (…), que impone al recurrente, al estructurar la demanda con la cual
lo sustenta, el inexorable deber de observar todas las exigencias de la técnica de la
casación, a tal punto que el olvido o desprecio de ellas conduce a la frustración del
recurso y aún al rechazo in limine del correspondiente libelo.” (Humberto Murcia Ballén,
Recurso de Casación Civil, Ediciones Jurídicas Gustavo Ibañez, sexta edición, Bogotá,
2005, p. 91). El objetivo fundamental de la casación es atacar la sentencia que se
impugna para invalidarla o anularla por los vicios de fondo o forma de los que puede
adolecer, hecho que se verifica a través del cotejamiento riguroso y técnico de la
sentencia con el ordenamiento jurídico vigente, lo que permite encontrar la
procedencia o no de las causales invocadas. Este control de legalidad, está confiado
al más alto Tribunal de Justicia Ordinaria, que en el ejercicio de ese control, así como
el de constitucionalidad, lo que busca es garantizar la defensa del derecho objetivo en
procura de la seguridad jurídica, pilar fundamental en el que se sustenta el Estado
constitucional de derechos y justicia, la igualdad de los ciudadanos ante la ley, así
como la unificación de la jurisprudencia a través del desarrollo de precedentes
jurisprudenciales fundamentados en fallos de triple reiteración. La casación es recurso
riguroso, restrictivo y formalista, por lo que su interposición debe sujetarse necesaria e
invariablemente a los requisitos previstos en la ley. 5. ANÁLISIS DEL CASO
CONCRETO EN RELACIÓN A LAS IMPUGNACIONES PRESENTADAS.- 5.1.
PRIMER CARGO: NORMAS CONSTITUCIONALES: Cuando se acusa violación de
las disposiciones constitucionales, este cargo debe ser analizado en primer lugar por el
principio de supremacía constitucional establecido en los artículos 424 y 425 de la
Constitución de la República, al ser la norma suprema del Estado la fuente originaria y
fundamentadora del ordenamiento jurídico derivado, a la cual debe ajustarse el
sistema dispositivo infraconstitucional, las actuaciones de las instituciones del Estado,
sus representantes, los administrados y en general la sociedad que se encuentra por
fuerza de ley vinculada a dichos preceptos. 5.1.1. De acuerdo al orden lógico
corresponde analizar el cargo por la causal segunda del artículo 3 de la Ley de
Casación. Esta causal regula la “Aplicación indebida, falta de aplicación o errónea
interpretación de normas procesales, cuando hayan viciado el proceso de nulidad
insanable o provocado indefensión, siempre que hubieren influido en la decisión de la
causa y que la respectiva nulidad no hubiere quedado convalidada legalmente”. Los
recurrentes aducen: “En el auto resolutorio impugnado los jueces del Tribunal
expresan en el considerando tercero que no existe ni escrito ni fe de presentación en
que los demandados hayan interpuesto recurso de apelación; rematan sosteniendo en
el considerando cuarto que no existiendo recurso de apelación legalmente propuesto
por los demandados, no hay impugnación, concluyendo que la Sala de Alzada carece
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de competencia para conocer y resolver un recurso de apelación inexistente. Al
respecto señores jueces, consta en el expediente en el reverso del escrito de fs. 521 y
522 un sello del juzgado, la fecha y la firma del ayudante judicial que me recibió el
escrito contentivo del recurso de apelación, en donde se expresa que el referido
ayudante que recibió el escrito de apelación en su original, pero no lo ingresó al
sistema SATJE, por cuanto no había servicio, por lo que puso la fe de presentación en
forma manual colocando el sello del juzgado, su firma y la fecha. El mismo ayudante
judicial pone en conocimiento del juzgado originario, que a la presente fecha no asoma
el escrito original (sic), haciéndose responsable de ese particular. En iguales términos,
la Secretaria encargada del Juzgado Vigésimo Primero de lo Civil de Loja relata sobre
el particular, (sic) por lo que procedieron a introducir el escrito de apelación que
propuse ante la pérdida del recurso formulado, mandando a reponer el Juez el escrito
extraviado conforme lo normado en el numeral 1ro., del Art. 994 del Código de
Procedimiento Civil. (…) Nosotros cumplimos con lo establecido en el Art. 1007 del
Código de Procedimiento Civil, pues presentamos el recurso dentro de los tres días
hábiles que teníamos con la ritualidad que estipula (sic) ésta norma. No tenemos la
culpa de la forma desorganizada o de la composición irregular del proceso, porque eso
corresponde al fuero interno del Juzgado, sin ser nuestra competencia...”. 5.1.2. El
artículo 1007 ejusdem, dispone: “Siempre que se presente una demanda, solicitud,
pedimento, alegato o cualquiera otra exposición, pertinente a un juicio, la parte que la
presente está obligada a acompañar, autorizada con su firma y con la del abogado que
la patrocina, tantas copias como partes intervengan en el juicio, para ser entregados a
cada una de dichas partes, previa certificación, que pondrá el secretario, respecto de
la exactitud de tales copias”. Nótese que la disposición procesal manda que la
“demanda, solicitud, pedimento, alegato o cualquiera otra exposición, pertinente a un
juicio” requiere de la certificación del secretario, en armonía con lo dispuesto en el
artículo 21 del Reglamento sobre Arreglo de Procesos y Actuaciones Judiciales, que
prevé: “Los jueces y magistrados, asimismo por intermedio de un sello o antefirma, o
escribiéndolos a máquina, indicarán sus nombres y apellidos, cada vez que autoricen
con su firma una constancia o providencia. Igual obligación tienen los Secretarios,
Registradores de la Propiedad y Mercantiles, Notarios, Alguaciles y Depositarios
Judiciales, cuando firmen en su calidad de funcionarios”, y el artículo siguiente
determina: “Los auxiliares de la Función Judicial, los peritos, los intérpretes, los
testigos y todas las personas que intervengan en las actuaciones judiciales deben
consignar escribiéndolos a mano o a máquina, con toda claridad, sus nombres,
apellidos y número de cédula. En los procesos es responsable que se cumpla esta
disposición al respectivo Secretario; y en las escrituras el Notario”. Ahora bien,
conforme la impugnación trascrita, obra a fojas 521 a 522 vta., del cuaderno de primer
nivel, un escrito que contiene la interposición del recurso de apelación por Hortencia
Amada Criollo Torres y Luis Fabián Requelme Criollo de la sentencia proferida por el
Juez Vigésimo Primero de lo Civil de Loja, el 20 de junio de 2011, a las 16h03, dentro
del juicio número 2009-0204 que por colusión sigue en su contra Luis Gilberto
Requelme Díaz. La constancia de presentación de dicho escrito incorporado a fojas
522 vta., se reduce a un sello en tinta azul correspondiente al Juzgado Vigésimo
Primero de lo Civil de Loja, en el cual se encuentra inserto un sello de la República del
Ecuador, y en su parte inferior, en manuscrito: “Loja, 23-06-2011” y una rúbrica
ilegible. 5.1.3. La causal invocada por los recurrentes, contiene varios elementos o
requisitos esenciales para que opere su efectiva subsunción, entre ellos, el que la
norma procesal haya sido aplicada indebidamente, no aplicada o erróneamente
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interpretada, y que dicho evento influya en la decisión de la causa, ocasionándose
nulidad insanable o provocando indefensión, siempre y cuando dicha “nulidad no
hubiere quedado convalidada legalmente”. “En doctrina generalmente se señala que
las nulidades son convalidables, incluso se llega a decir que todas las nulidades son
convalidables. En este caso nos encontramos con la nulidad típica, la de actividad o
nulidad in procedendo, la que se produce por un vicio o defecto en la construcción del
acto procesal, o por no haberse seguido el orden consecutivo lógico del procedimiento.
Desde la perspectiva del derecho (procesal) civil, el carácter de esta nulidad sería
“relativa”, ya que se podría producir la ineficacia del acto por la oportuna impugnación.
No es convalidable la situación de dar consentimiento o realizar un acto de
aquiesciencia a hechos generadores de un simple procedimiento…”. (Nelson Pozo
Silva, Las nulidades procesales, Editorial Jurídica Ediar – Conosur Ltda., segunda
edición, 1985, p. 129). A fojas 525 del cuaderno de primera instancia con fecha 5 de
julio de 2011, consta la razón asentada por la Secretaria encargada, en la que
manifiesta, refriéndose a la interposición del recurso de apelación referido supra:
“Siento como tal señor juez, que en vista de la razón que antecede del ayudante
judicial de este juzgado (…), él recibió el escrito original presentado por los señores
Hortencia Amada Criollo Torres y Luis Fabián Requelme Criollo, dicho escrito ha sido
presentado el día veintitrés de junio del año en curso, según consta de su firma y
rúbrica (sic) puesta en la copia de dicho escrito, mas al momento de ingresar dicho
escrito al juzgado no había el servicio del sistema SATJE como suele ocurrir, dicho
escrito por motivos que desconozco y al ser buscado no asoma (sic)”. En la misma
fecha, mediante auto (fs. 525 vta.), el juez de primer nivel, al encontrarse presentado el
recurso de apelación dentro del término legal, previsto en el artículo 324 del Código de
Procedimiento Civil, manifiesta: “En vista de la razón sentada por la Secretaría
encargada, Lcda. Fanny Valarezo Carrión, se dispone en conformidad con lo dispuesto
en el Art. 994 del Código de Procedimiento Civil, se le dé el valor legal que
corresponde a la copia del escrito de fojas quinientos veintiuno y quinientos veintidós
de los autos en el que consta la fecha de haber sido recibido, el sello del juzgado y la
firma del señor Daniel Villarroel, por medio del cual los señores Hortencia Amada
Criollo Torres y Luis Fabián Requelme Criollo apelan de la sentencia de fecha veinte
de junio del año en curso. Notifíquese”. Por tanto, estableció la oportunidad y validez
de la apelación interpuesta por los demandados contra la sentencia recurrida y en los
términos del artículo 130.8 del Código Orgánico de la Función Judicial. Las causas de
nulidad se encuentran establecidas en fórmula de numerus clausus en el artículo 346
del Código de Procedimiento Civil, esto es omisión de solemnidades sustanciales
comunes a todos los juicios e instancias, y, en el artículo 1014 del mismo Código en
cuanto violación del trámite correspondiente a la naturaleza del asunto o al de la causa
que se está juzgando. “La apelación viene configurada como un recurso-medio de
impugnación, entendido en el sentido de constituir una expectativa de desarrollo de la
acción procesal dentro de la fase, o período del processus iudicii, destinada a tal
efecto. Como impugnación que es, representa aquel acto de la parte que, perjudicada
por una resolución surgida de un órgano jurisdiccional, pretende su anulación o
rescisión. De ahí que se conciba como conjunto de actuaciones que persiguen este fin,
sometido, en todo caso, a su reconocimiento expreso por las leyes procesales y al
cumplimiento de los requisitos concretos en ellas previstos…” (Jaume Solé Riera, El
Recurso de Apelación Civil, J.M. Bosch Editor S.A., 1993, p. 34). En este contexto, la
convalidación ex officio realizada por el juez a quo es eficaz e hizo práctico el derecho
de los demandados a recurrir en los términos del artículo 76.7.m) de la Constitución de
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la República, en armonía con lo previsto en el artículo 169 ejusdem, que determina: “El
sistema procesal es un medio para la realización de la justicia. Las normas procesales
consagrarán los principios de simplificación, uniformidad, eficacia, inmediación,
celeridad y economía procesal, y harán efectivas las garantías del debido proceso. No
se sacrificará la justicia por la sola omisión de formalidades”. Adicionalmente, este
Tribunal señala que el artículo 11.3 de la Constitución de la República dispone que:
“los derechos y garantías establecidos en la Constitución y en los instrumentos
internacionales de derechos humanos serán de directa e inmediata aplicación por y
ante cualquier servidora o servidor público, administrativo o judicial, de oficio o a
petición de parte”. En este marco de derechos, la actual Constitución de la República
fortalece las debidas garantías, pues busca integrar la democracia constitucional en
cuanto se respeta los procedimientos constitucionales y los derechos que ella
consagra, así como los contenidos en instrumentos internacionales de derechos
humanos concernientes a las garantías del debido proceso. Por ejemplo, el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en su artículo 14.1 dispone: “Todas las
personas son iguales ante los tribunales y cortes de justicia. Toda persona tendrá
derecho a ser oída públicamente y con las debidas garantías por un tribunal
competente, independiente e imparcial, establecido por la ley, en la substanciación de
cualquier acusación de carácter penal formulada contra ella o para la determinación de
sus derechos u obligaciones de carácter civil”. La tutela judicial efectiva de los
derechos ciudadanos, tiene además directa vinculación con el ejercicio del debido
proceso, que “va consustancialmente unido al derecho de defensa, caracterizado por
los siguientes lineamientos que actúan como su escudo de protección: la prohibición
de que se prive a las personas de este derecho en cualquier etapa o grado del
procedimiento, la necesidad de contar con el tiempo necesario y con los medios
adecuados para la preparación de los argumentos pertinentes para ejercerlo, la
obligatoriedad de que la persona sea escuchada en momento oportuno y en igualdad
de condiciones de la contraparte y, asimismo, la posibilidad de presentar de forma
verbal o escrita sus razones o argumentos y replicar los de las otras partes, presentar
pruebas y contradecir las que se presenten en su contra” (Resolución 0091-2010 de
18 de Marzo de 2010, Ex Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional
de Justicia). 5.1.4. Expresan los recurrentes respecto a la sentencia impugnada: “Los
jueces en el auto resolutorio que se impugna, no observan ni aplican el contenido ni el
alcance de lo instituido en el Art. 75 de la Constitución de la República, que
mandativamente (sic) les impone: ‘Toda persona tiene derecho al acceso gratuito a la
justicia y a la tutela efectiva, imparcial y expedita de sus derechos e intereses, con
sujeción a los principios de inmediación y celeridad; en ningún caso quedará en la
indefensión …’. La norma citada por su jerarquía debe ser aplicada en todo su
contexto, ya que por la irresponsabilidad (en no incorporar el recurso de apelación
conforme la ritualidad reglamentaria y procesal) de los servidores judiciales del
Juzgado Vigésimo Primero de lo Civil de Loja, conforme lo sostiene el propio Tribunal
de Alzada, se pretenda trastocar los derechos que poseemos: de no quedar en la
indefensión, a la seguridad jurídica, a la tutela efectiva de nuestros derechos, al
debido proceso, del derecho a la defensa y a la facultad impugnatoria. Si hubiere
alguna duda sobre el alcance del contenido de la norma constitucional, debemos
remitirnos a lo establecido en los Arts. 4, 5 y 6 del Código Orgánico de la Función
Judicial, y que obliga a toda autoridad a aplicar su contenido….”. Conforme se
encuentra suficientemente referido y analizado, el recurso de apelación ha sido
concedido para ante la Sala de lo Civil, Mercantil, Inquilinato y Materias Residuales de
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la Corte Provincial de Justicia de Loja, por el Juez Vigésimo Primero de lo Civil de Loja,
mediante auto de 05 de julio de 2011, a las 16h27, en base a lo dispuesto en el artículo
324 del Código de Procedimiento Civil, radicándose, por ende, la competencia ante el
Tribunal Ad quem. 5.1.5. “El derecho constitucional de defensa en los procesos es uno
de los más elementales y al mismo tiempo fundamentales del hombre, y su
reconocimiento (al menos teórico) forma parte imprescindible de todo orden jurídico y
de cualquier Estado de derecho”. (Hernando Devis Echandía, Estudios de Derecho
Procesal, Zavalia Editor, 1985, p. 190). La Sala Civil, Mercantil, Inquilinato y Materias
Residuales de la Corte Provincial de Justicia de Loja, mediante auto de 12 de enero de
2012, a las 09h34, determina que “carece de competencia para conocer y resolver un
recurso de apelación inexistente”, por lo que “dispone que regrese el proceso al
juzgado de origen para que se continúe con el trámite”. En base a los antecedentes
expuestos, la alegación realizada por los censores resulta pertinente. 6. DECISIÓN
EN SENTENCIA: Por la motivación que antecede, este Tribunal de la Sala de lo Civil y
Mercantil, ADMINISTRANDO JUSTICIA, EN NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO
DEL ECUADOR, Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE LA
REPÚBLICA, admite el recurso y casa el auto proferido por la Sala Civil, Mercantil,
Inquilinato y Materias Residuales de la Corte Provincial de Justicia de Loja el 12 de
enero de 2012, a las 09h34; en consecuencia devuélvase el proceso al Tribunal Ad
quem para que conozca del recurso de apelación y lo resuelva en los términos de ley.
Ofíciese al Consejo Nacional de la Judicatura haciéndole conocer de la actuación del
Ayudante Judicial y Secretaría del Juzgado de primera instancia. Se conmina al
Tribunal Ad quem para que no incurra en prácticas judiciales que puedan ocasionar
afectaciones al derecho a la defensa de las partes. Sin costas, ni multas. Notifíquese y
devuélvase.- ff) Dr. Eduardo Bermúdez Coronel, Dr. Wilson Andino Reinoso, JUECES
N ACIONALES; y, Dra. Consuelo Heredia Yerovi, CONJUEZA NACIONAL.- Certifico.
ff) Dra. Lucía Toledo Puebla.-SECRETARIA RELATORA.RAZON:- Siento por tal que la copia que antecede es igual a su original.
Certifico. Quito, a 12 de diciembre de 2013.
Dra. Lucía Toledo Puebla
SECRETARIA RELATORA
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