STS 7275/2009 - ECLI - Consejo General de Economistas

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Roj: STS 7275/2009 - ECLI:ES:TS:2009:7275
Id Cendoj: 28079130022009101012
Órgano: Tribunal Supremo. Sala de lo Contencioso
Sede: Madrid
Sección: 2
Nº de Recurso: 6984/2003
Nº de Resolución:
Procedimiento: RECURSO CASACIÓN
Ponente: JOSE ANTONIO MONTERO FERNANDEZ
Tipo de Resolución: Sentencia
SENTENCIA
En la Villa de Madrid, a doce de Noviembre de dos mil nueve
Visto por la Sección Segunda de la Sala Tercera del Tribunal Supremo el presente recurso de casación
núm. 6984/2003, interpuesto por HORMIGONES SANTA ELENA, S.A., representada por Procurador y
defendida por Letrado, contra la sentencia dictada el 30 de abril de 2003, de la Sección Sexta de la Sala
de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional, en el recurso contencioso-administrativo núm.
572/2000.
Ha comparecido como parte recurrida la ADMINISTRACIÓN GENERAL DEL ESTADO, representada
y defendida por el Abogado del Estado.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- En el recurso contencioso-administrativo nº 572/2000 seguido en la Sección Sexta de la
Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional, con fecha 30 de abril de 2003 , se dictó
sentencia cuya parte dispositiva es del siguiente tenor literal: "FALLO. DESESTIMAR el recurso contenciosoadministrativo interpuesto por la representación procesal de HORMIGONES SANTA ELENA, S.A., contra la
resolución del Tribunal Económico Administrativo Central, de fecha 11 de febrero de 2000, que se declara
ajustada a derecho en los extremos examinados.- Sin expresa imposición de costas".
Esta sentencia fue notificada al Procurador D. Fernando Aragón Martín, representante de
HORMIGONES SANTA ELENA, S.A., el día 12 de mayo de 2003.
SEGUNDO.- El Procurador de los Tribunales D. Fernando Aragón Martín, en representación de
HORMIGONES SANTA ELENA, S.A., presentó con fecha 24 de mayo de 2003 escrito de preparación del
recurso de casación, en el que manifestó su intención de interponerlo con sucinta exposición del cumplimiento
de los requisitos procesales de admisibilidad.
La Sala de lo Contencioso-Administrativo -Sección Sexta- de la Audiencia Nacional, acordó, por
Providencia de fecha 8 de julio de 2003, tener por preparado el recurso de casación, remitir los autos
jurisdiccionales de instancia y el expediente administrativo a la Sala Tercera del Tribunal Supremo y emplazar
a las partes interesadas ante dicha Sala Tercera.
TERCERO.- El Procurador D. Fernando Aragón Martín, en representación de HORMIGONES SANTA
ELENA, S.A., parte recurrente, presentó con fecha 15 de septiembre de 2003, escrito de formalización e
interposición del recurso de casación, en el que reiteró el cumplimiento de los requisitos procesales de
admisibilidad y formuló un único motivo casacional al amparo del artículo 88.1.d) de la Ley reguladora de
la Jurisdicción Contencioso-Administrativa, aunque por error en el escrito de preparación figura el apartado
c), por infracción de las normas del ordenamiento jurídico o de la jurisprudencia que fueran aplicables para
resolver las cuestiones objeto de debate, concretamente, artículo 48 y concordantes del Reglamento General
de Recaudación , aprobado mediante Real Decreto 1684/1990, de 20 de Diciembre, y el artículo 61 y
concordantes de la Ley General Tributaria , aprobada mediante la Ley 230/1963, de 28 de Diciembre ; artículo
2 y concordantes del Estatuto del Contribuyente , aprobado mediante Ley 1/1998, de 26 de febrero ; y, artículos
54.1 y 59, y concordantes de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre , reguladora del Régimen Jurídico de las
Administraciones Públicas, y de Procedimiento Administrativo Común, con sus correspondientes fundamentos
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de derecho, suplicando a la Sala "dicte sentencia que case la recurrida y resuelva anular la sentencia recurrida
, o, en su caso, reponer las actuaciones al momento del proceso que la Sala estime oportuno, imponiendo a
la Administración las costas procesales en la primera instancia y en el presente trámite casacional conforme
al artículo 139 y concordantes de la vigente Ley 29/1998, de 13 de julio , reguladora de la Jurisdicción
Contencioso-Administrativa".
Y, por Diligencia de Ordenación de fecha 18 de octubre de 2004, se tuvo por personado al Procurador de
los Tribunales D. Carlos Blanco Sánchez de Cueto en sustitución de su compañero el Procurador D. Fernando
Aragón Martín, en virtud del escrito presentado con fecha 15 de octubre de 2004.
CUARTO.- La ADMINISTRACIÓN GENERAL DEL ESTADO, representada y defendida por el Abogado
del Estado, compareció y se personó como parte recurrida.
QUINTO.- La Sala Tercera -Sección Primera- acordó, por Providencia de fecha 30 de marzo de
2005 , admitir a trámite el presente recurso de casación y remitir las actuaciones a la Sección Segunda de
conformidad con las Normas de reparto de los asuntos entre las Secciones.
SEXTO.- Dado traslado del escrito de formalización e interposición del recurso de casación, el Abogado
del Estado, en representación de la ADMINISTRACIÓN GENERAL DEL ESTADO, parte recurrida, presentó
escrito de oposición al recurso, formulando los argumentos de contrario que consideró convenientes a su
derecho, suplicando a la Sala "dicte en su día sentencia que lo desestime".
Terminada la sustanciación del recurso, y llegado su turno, se señaló para deliberación, votación y fallo
el día 11 de Noviembre de 2009, fecha en la que tuvo lugar el acto.
Siendo Ponente el Excmo. Sr. D. Jose Antonio Montero Fernandez, Magistrado de la Sala
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- La representación procesal de Hormigones Santa Elena, S.A., interpone recurso de
casación contra la sentencia de la Audiencia Nacional, Sección Sexta, de 30 de abril de 2003 , desestimatoria
de la demanda dirigida contra resolución del TEAC de 11 de febrero de 2000, que a su vez desestimó el
recurso de alzada dirigido contra resolución del TEAR de Madrid de 9 de junio de 1999, sobre aplazamiento
de deudas tributarias.
La sentencia recoge los antecedentes fácticos de interés. Debiéndose destacar, en lo que ahora
interesa, lo que sigue:
La empresa recurrente solicitó en 29 de enero de 1997, aplazamiento de IVA, correspondiente al 4º
trimestre de 1996. A requerimiento de la AEAT en 10 de febrero de 1997, la entidad actora presentó documental
en la que se recogía la imposibilidad de obtener aval, valoración de los bienes ofrecidos, el balance, cuenta
de pérdidas y ganancias, memoria anual y determinados ratios referidos al último balance. En 19 de marzo
de 1997 se acordó por el Jefe de la Sección de aplazamiento de la AEAT, requerir a la entidad actora
la presentación de los originales de la imposibilidad de ofrecer aval y la valoración de los bienes; dicho
requerimiento, intentado notificar por dos veces, no llegó a efectuarse a la sociedad recurrente. Sin solución de
continuidad, en 29 de julio de 1997, el Delegado Especial Adjunto de la AEAT acordó desestimar la petición de
aplazamiento, haciendo constar como motivo de denegación: "por apreciarse del examen de la documentación
aportada y de los datos y antecedentes que obran en el expediente, que el solicitante presenta una dificultad
de tesorería de carácter estructural, no coyuntural, y le falta capacidad para generar los recursos necesarios
para afrontar el pago del aplazamiento solicitado". Acuerdo que impugnado ante el TEAR de Madrid y la
resolución de este órgano ante el TEAC, constituye el objeto del recurso contencioso administrativo.
La sentencia de instancia, tras recordar y transcribir la normativa aplicable, arts. 48 y demás aplicables al
caso del RGR, señala que la razón de la denegación fue la dificultad de tesorería de carácter estructural y no
coyuntural, que presentaba la entidad actora, que fue apreciada por la Administración, en aplicación del artº 48
del RGR , que dispone que podrá denegarse "...cuando la situación económico-financiera, discrecionalmente
apreciada por la Administración, les impida transitoriamente efectuar el pago de sus débitos". Y dentro del
margen de discrecionalidad que la norma autoriza, y después de desplegar una actividad tendente a averiguar
las características de las dificultades de tesorería que impedían el pago de los impuestos, decidió denegar
la solicitud, al llegar a la conclusión de que las dificultades de pago eran estructurales y no coyunturales.
La falta de notificación del acuerdo del TEAC de 19 de marzo de 1997, no guarda ninguna relación con la
desestimación del aplazamiento, puesto que se requería los originales de unos documentos que ya habían
sido aportados, y que resultaban intranscendentes a los efectos de la denegación del aplazamiento. Por último,
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la sentencia de instancia con referencia al artº 54 de la Ley 30/1992 , que exige la motivación de los actos
administrativos, considera que el acuerdo de 29 de julio de 1997 de la AEAT, contiene motivación suficiente,
de suerte que el demandante ha conocido las razones de la Administración para denegar el aplazamiento
pretendido del pago de las deudas tributarias, lo que permitió al recurrente la impugnación de la denegación,
sin que tan siquiera haya intentado probar que las razones dadas por la Administración no eran ciertas.
SEGUNDO.- La parte recurrente en su recurso de casación, interpone el mismo al amparo del artº
88.1.c) de la LJCA , si bien al desarrollar el mismo, no se centra en algunos de los supuestos contemplados
en dicho apartado, más dado el contenido del recurso hemos de suponer que se trata de un simple lapsus
cálami. Así debe ser, pues considera infringido el artº 48 y siguientes del RGR, en tanto que a su entender sí
cumplía los requisitos precisos para que la Administración hubiera accedido al aplazamiento. También señala
como infringido el artº 61.4 de la LGT , puesto que el requerimiento efectuado se hizo con la intención de
analizar las garantías ofrecidas, y ante la imposibilidad de notificación optó por lo fácil como fue denegar el
aplazamiento por un motivo irreal; ello en relación con el artº 2 de la Ley 1/1998 , pues habiendo la entidad
recurrente ofrecido garantías suficientes para el aplazamiento, en base al principio de justicia contributiva,
debió la Administración tener por suficiente la garantía ofrecida y otorgarle el aplazamiento solicitado.
Afirma que la sentencia ha vulnerado el artº 59 de la Ley 30/1992 , por la falta de notificación de los
requerimientos para presentar una serie de documentos referidos a la solicitud de aplazamiento, puesto que los
intentos de notificación ni se hicieron en su domicilio, al dirigirse las notificaciones a una población, Marmolejo,
Jaén, en la que la empresa no tiene su domicilio, que se encuentra en Madrid, ni consta que se hiciera a través
del tablón de anuncios del Ayuntamiento, ni a través de BOE o BOCAM.
La última infracción denunciada por vulneración del artº 54.1 del mismo texto, por que la decisión no
acogiendo la solicitud de aplazamiento, decisión discrecional, no estaba suficientemente motivada. Siendo
correcto apoyar la decisión en los documentos obrantes en el expediente, no basta, STC 128/1992 ,
una mención genérica a los mismos, sino que se precisa mencionar los mismos de forma específica,
identificándolos.
TERCERO.- El motivo por el que se le denegó a la entidad interesada el aplazamiento solicitado, como
ha quedado plasmado ut supra, lo fue "por apreciarse del examen de la documentación aportada y de los datos
y antecedentes que obran en el expediente, que el solicitante presenta una dificultad de tesorería de carácter
estructural, no coyuntural, y le falta capacidad para generar los recursos necesarios para afrontar el pago
del aplazamiento solicitado"; y como recoge la sentencia de instancia lo fue en aplicación del artº 48 del RGR ,
que dispone que podrá denegarse "... cuando la situación económico-financiera, discrecionalmente apreciada
por la Administración, les impida transitoriamente efectuar el pago de sus débitos". Por ello, si bien es cierto
que se incumplió radicalmente lo preceptuado en el artº 59 de la Ley 30/1992, puesto que no se dirigió la
notificación, en dos ocasiones, al domicilio de la entidad actora, ni se notificó por edictos, dicho incumplimiento,
en tanto que el requerimiento lo era para la aportación de documentos originales cuyas copias ya obraban
en poder de la Administración, aunque no fueran los originales, dado los términos de la denegación, ha de
convenirse con la sentencia de instancia, que los requerimientos y su falta de notificación resultan irrelevantes
a la vista de los motivos por los que se denegó el aplazamiento. Con todo, sí debe valorase para ayudar a
la conclusión a la que conduce la actuación administrativa, puesto que no deja de ser paradójico que no se
resuelva porque a criterio de la Administración resultaba necesario la aportación de los documentos originales
requeridos, y posteriormente ante lo infructuoso del requerimiento, por razones extrañas al sujeto pasivo, se
proceda a resolver en el sentido que conocemos.
En definitiva, la cuestión litigiosa, y el motivo sobre el que debe gravitar el recurso de casación que nos
ocupa, se desenvuelve en la infracción del artículo 48.1, en relación con el 54 de la Ley 30/1992 , porque
la Administración apreció 'discrecionalmente' que la dificultad de tesorería de la empresa solicitante, en el
momento de formular la petición, era de carácter estructural y, por ello, denegó la petición, haciéndolo en
virtud de una motivación concreta, por mor de lo dispuesto en el artículo 54.1.f de la Ley 30/1992 : "Serán
motivados, con sucinta referencia de hechos y fundamentos de derecho, los actos que se dicten en el ejercicio
de potestades discrecionales", entendiendo la parte recurrente y así lo expresa en su recurso de casación,
que la motivación fue insuficiente o inexistente.
No se cuestiona, ante la potestad discrecional que se concede a la Administración para otorgar o no el
aplazamiento, que este necesariamente debe estar motivado. Motivación que debe responder a la exigencia
legal de que "... cuando la situación económico-financiera, discrecionalmente apreciada por la Administración,
les impida transitoriamente efectuar el pago de sus débitos". El acto estará motivado en cuanto contiene las
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razones que justifican la decisión, o por el contrario, al ignorar estas, al no contener justificación suficiente,
resultará inmotivado.
Como en otras ocasiones hemos tenido ocasión de decir, el fin previsto en los artículos 48 y siguientes
del RD 1684/1990 es facilitar el pago, cuando transitoriamente éste no puede realizarse, resulta obvio que la
falta de liquidez de la empresa ha de referirse a un momento determinado, de ahí el adverbio "transitoriamente",
por ello, afirmar, como lo ha hecho la Administración que la falta de tesorería tenía un carácter estructural y no
coyuntural, como motivo de la denegación del aplazamiento del pago, aparte de que se trata de un concepto
cuando menos jurídicamente indeterminado, implica considerar que la sociedad no era capaz de generar,
nunca, la liquidez que le permitiese pagar sus deudas en el futuro, lo que debía conllevar necesariamente, a la
vista de los documentos aportados y que la propia Administración consideró suficientes para pronunciarse, un
estudio, cálculo o análisis que permita fundamentar la supuesta "estructural y no coyuntural" falta de liquidez
de la empresa. Ante la ausencia de mayor concreción en referencia a los documentos de los que disponía la
Administración se nos muestra una motivación hueca, mero flatus voci, mera expresión rituaria y formal sin
contenido alguno, que descubre una evidente arbitrariedad, en tanto que con dicha expresión cabría denegar,
sin más, voluntaristamente, toda solicitud de aplazamiento, en tanto no se aporta dato alguno para integrar
en concreto la exigencia legal vista. Todo ello con quebranto de principios elementales, como la interdicción
de la arbitrariedad, puesto que se omite razón alguna material de la denegación, con grave perjuicio en la
defensa del interesado que desconoce los concretos datos utilizados por la Administración para llegar a la
conclusión del carácter estructural de la situación económica y financiera de la entidad, que, a más inri, había
presentado garantía con informe pericial sobre la valoración de los elementos ofrecidos.
Los defectos apuntados, esto es la falta de motivación, resultan de todo punto invalidantes del acto,
pues además de las consecuencias referidas, impide el más mínimo control, con quebranto del principio
constitucional del control de la actividad administrativa por parte de los Tribunales de Justicia, y convierte a
la decisión en una potestad tributaria puramente voluntarista, y como tal arbitraria, sin posibilidad de controlar
la corrección jurídica en la concurrencia de los requisitos que permiten discrecionalmente a la Administración
denegar el aplazamiento.
CUARTO.- No procede la imposición legal de las costas a la parte recurrente, al prosperar el recurso
de casación.
Por lo expuesto, en nombre de su Majestad el Rey y por la potestad que nos confiere la Constitución,
FALLAMOS
Que procede estimar el recurso de casación nº 6984/2003, y en su consecuencia procede casar y anular
la sentencia de instancia, siendo procedente anular las resoluciones de las que trae causa. Sin imposición
de las costas.
Así por esta nuestra sentencia, que se publicará en la Colección que edita el Consejo General del
Poder Judicial, definitivamente juzgando, lo pronunciamos, mandamos y firmamos Rafael Fernandez Montalvo
Juan Gonzalo Martinez Mico Emilio Frias Ponce Angel Aguallo Aviles Jose Antonio Montero Fernandez
PUBLICACION.- Leída y publicada ha sido la anterior sentencia por el Excmo. Sr. Magistrado Ponente de la
misma, D. Jose Antonio Montero Fernandez, hallándose celebrando audiencia pública, ante mí, el Secretario.
Certifico.
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