Capítulo 1: Presencia

CONTAR HISTORIAS PARA EL CAMBIO
MÓDULO 2
Capítulo 1: Presencia
Qué tienen los actores que los líderes necesitan
Derechos de Autor
© Belle Linda Halpern y Kathy Lubar, 2003, Reservados todos los derechos
El mundo entero es un escenario,
y todos los hombres y mujeres son simples actores.
Tienen sus salidas y entradas;
y un hombre en su tiempo representa muchos papeles....
WILLIAM SHAKESPEARE, COMO TE GUSTE
Los grandes actores lo tienen. También lo tienen los grandes líderes políticos y los buenos
ejecutivos de negocios. Laurence Olivier, Meryl Streep, Marlon Brando, Katharine Hepburn,
Martin Luther King, Jr., Eleanor Roosevelt, John F. Kennedy, Gandhi, Winston Churchill, Alfred
P. Sloan, Oprah Winfrey.
Pero no se trata solamente de personas en posiciones poderosas. Puede que el repartidor de
pizzas de su zona lo tenga, o su médico. Tal vez también lo tenga el profesor de piano de su hija.
Todos ellos, sean famosos o no, son individuos obligantes que llaman la atención casi sin hacer
ningún esfuerzo. Ellos tienen algo… un magnetismo que le resulta atractivo a los demás. Cuando
entran al salón el nivel de energía crece. Usted se anima con lo que están haciendo y se concentra
en ellos. Esperamos que ocurra algo interesante. Es como si un reflector se posara sobre ellos.
¿Qué es lo que tienen?
Ellos tienen presencia.
Ante los ojos de la mayoría, es la capacidad de captar la atención de los demás. El destacado
director de escenografía inglés lo explica así:
Un actor puede estar de pie sin moverse en el escenario y ganarse nuestra atención mientras
que otro no lo logra. ¿Cuál es la diferencia?
¿Qué otras palabras además de presencia le vienen a la mente cuando piensa en estas personas?
Estas son las palabras que usualmente escuchamos cuando hacemos esa pregunta en nuestros
talleres: inspiran, motivan, comandan, energizan, son creíbles, confiados, obligantes. Kathy
cuenta esta historia sobre cómo es trabajar con un actor que inspira:
A mediados de los años 80 interpreté a Hypatia en una producción de Matrimonio Desigual –
“Misalliance” de George Bernard Shaw en el Teatro New Repertory. Un joven actor en un papel
relativamente secundario, atrajo mi atención en los ensayos pero yo estaba totalmente
desprevenida para lo que ocurrió la noche inaugural.
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El salió al escenario y simplemente se apoderó de la sala. Estaba haciendo el papel del pistolero
que salía de un baño turco en donde se había estado escondiendo. Sin decir palabra, fue
absolutamente hilarante. Parecía que había transcurrido un minuto completo antes de que
abriera la boca y el público estaba totalmente absorto en él cuando finalmente pronunció su
parlamento al que siguieron otros veinte segundos de risa incontrolable.
Recuerdo que el Director, Larry Lane, comentó: “Este tipo realmente tiene lo que se necesita para
ser un éxito rotundo.” Resultó que Larry tenía razón. El nombre del actor era Oliver Platt y luego
se hizo famoso en películas como Working Girl, Bulworth, e Indecent Proposal, al igual que en la
televisión, incluyendo el papel nominado para un premio Emmy en la serie The West Wing.
La presencia no requiere ser un reactor nuclear de millardos de vatios. Mientras que algunos como
Oliver Platt, pueden llenar toda una sala o auditorio, la presencia de otros puede no ser tan
abrumadora, pero no es menos genuina; estas personas pueden ser magníficos conversadores o
pueden dirigir estupendas reuniones. Inclusive algunos actores que tienen una magnífica presencia
en un medio íntimo como el cine o la televisión, no tienen la capacidad para llenar un auditorio. Y
a algunos magníficos actores les resulta difícil replegarse para la televisión o el cine. Aún así, bien
sea que su presencia sea amplia o más íntima, lo tienen y cuando uno los ve pudiera sentir un poco
de envidia.
¿Todos quieren ser un reactor de un millardo de vatios? La mayoría de nosotros no pretendemos
ser el centro de atención en absoluto. Pero cuando nos unimos a un grupo o entramos a un salón,
queremos que la gente se de cuenta de nuestra llegada. Cuando hablamos queremos que otros nos
escuchen. Cuando damos una opinión, queremos ser tratados con respeto. Queremos ser tomados
en serio. Queremos que nuestra existencia tenga peso y significado para otros.Todo significa lo
mismo; dicho más sencillamente: Todos queremos presencia porque nadie quiere ser ignorado.
¿Qué es presencia?
Hace un momento dijimos que la mayoría de la gente cree que presencia es la capacidad de llamar
la atención de otros. Pero “llamar la atención “ es solo el resultado de la presencia, no es su esencia
ni tampoco su resultado más importante.
Preferimos pensar en el término presencia en una forma diferente y más profunda. Para nosotros,
presencia es la capacidad de conectarse genuinamente con el pensamiento y los sentimientos de los
demás. La mayoría de la gente cree que uno nace con presencia, o sin presencia, o que las
circunstancias lo llevan con suerte a desarrollarla desde una edad temprana.
Y, ¿Si nunca se dan las circunstancias correctas? Bueno, eso estaría muy mal.
Afortunadamente ese no es el caso. La presencia es el resultado de ciertas elecciones que hacemos
constantemente, acciones que emprendemos o dejamos de emprender. En realidad, se trata de un
conjunto de habilidades, tanto internas como externas, que prácticamente todo el mundo puede
desarrollar y mejorar.
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Sin embargo, cuando decimos que cualquiera puede mejorar su presencia, ello no significa que sea
una tarea fácil. Requiere dejar de lado los patrones de conducta habituales que uno mantiene
porque ellos nos hacen sentir seguros. Desarrollar presencia exigirá que uno vaya a ciertos lugares
y haga cosas que lo hacen sentir incómodo, al menos en un principio. Dado ese obstáculo, estamos
absolutamente convencidos de que cualquiera puede desarrollar su presencia.
La premisa de este libro se basa en que esa presencia puede desarrollarse y usted será un líder
más efectivo cuando invierte algo de tiempo y energía hacia dicha meta. Nuestro propósito al
escribir sobre el tema es describir cómo cualquier persona, incluyéndolo a usted, puede
acrecentar su presencia. Sabemos que la gente puede desarrollar presencia porque hemos estado
ayudando a líderes a hacerlo durante más de diez años. Miles de gerentes y líderes han pasado
por nuestros talleres o trabajado con nosotros en coaching uno a uno, mejorando su capacidad
para conectarse con otros.
Más allá de lo superficial
Vamos a cuestionar un supuesto que tal vez usted pueda estar haciendo. No se trata de un libro
sobre simplemente como causar una mejor impresión. No se trata de la contraparte conductual de
Vestirse para el Éxito. La presencia incluye estas cosas y toda persona que trabaje en desarrollar
una mayor presencia le prestará atención a ellas, porque otros se la prestan; sin embargo, la
auténtica presencia va más allá de las superficialidades.
El simple hecho de que a usted le hayan dado el papel protagónico en una obra o lo hayan
nombrado en una cargo directivo, no significa que automáticamente usted tenga más dominio
sobre su público o su gente. Es su “desempeño” tanto en el sentido teatral como organizacional, lo
que le merecerá la autoridad que su cargo o su papel implique.
La presencia que usted aporta a su nuevo rol, la forma en que se presenta, cómo se conecta, cómo
habla o actúa en cada movimiento en el escenario corporativo o de la vida real, se combinan para
crear el impacto que usted produce.
La presencia viene de adentro, Comienza con un estado interno, que lleva a una serie de
comportamientos externos. Seguro que usted puede aparentar conductas, pero carecerán de algo
esencial. Serán solo ruido huevo y nada más. Todos hemos oído a los políticos decir: “Yo siento su
dolor”, cuando sabemos que simplemente dicen lo que ellos creen que queremos oír. Comparen
esto con el discurso “Yo tengo un sueño” de Martin Luther King, Jr., el cual obviamente nació de
sus creencias profundamente arraigadas y motivaron a una generación a cambiar cuatrocientos
años de supuestos y comportamientos.
La presencia varía con cada individuo. En nuestros talleres nunca utilizamos un sistema estándar
para todo. Por el contrario, ayudamos a cada persona a descubrir su presencia única en toda su
riqueza y variedad.
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Aprender del teatro
La segunda razón por la cual sabemos que se puede desarrollar la presencia es que existe todo un
grupo de personas que trabajan diligente y exitosamente para desarrollarla. Ese grupo de personas
son los actores; su éxito, e incluso su subsistencia, dependen de la presencia. Ellos deben despertar
nuestras emociones cuando salen a escena, de lo contrario fracasaran. Para el artista y el intérprete,
la presencia no es un accidente feliz de la genética o de la crianza, sino el resultado de
entrenamiento o práctica. Recurriremos insistentemente a la profesión del actor para hablar
sobre el principio, las prácticas e historias concretas acerca del desarrollo de presencia.
Para este momento tal vez usted esté pensando qué pueden esperar aprender los empresarios
“serios” o los maestros o políticos o gestores del gobierno de los actores? Sin duda pueden
aprender a hablar mejor, a proyectar sus voces, a pararse derechos. Pero los actores actúan para
ganarse la vida. Pretenden ser otra persona. ¿Qué van a saber de la vida “real” que un abogado o un
presidente de una empresa de la lista de Fortune 500 no sepa?
Piense en la última vez en que se sintió realmente conmovido por un actor en una obra de teatro en
vivo, en una película o incluso en un programa de televisión. Nos referimos a hacerlo sentir algo
realmente profundo, entender alguna cosa de manera más integral, pensar en algo desde una
perspectiva distinta e incluso, tal vez, cambiar su manera de pensar acerca de algo. Ahora piense
en la última vez que usted estuvo igualmente conmovido por la presentación que hiciera alguno de
los directores de su organización. No estamos diciendo conmovido hasta las lágrimas, pero
conmovido para comprender un punto de vista distinto, estar emocionado sobre una nueva
posibilidad, o motivado para adaptarse y crecer frente a los cambios del momento.
Por supuesto que la meta del actor o del líder en estos momentos es la misma: conectarse con
usted de cierta forma fundamental. Desafortunadamente, la mayoría de las personas dirán que esta
experiencia es menos común en la oficina que en las películas. Y este es exactamente nuestro punto.
Las destrezas que emplean los actores para conmover, convencer, inspirar o entretener, tienen una
poderosa aplicación directa en el mundo de los negocios, la política, la educación y las
organizaciones en general. No solamente son útiles para el liderazgo, son esenciales. Los grandes
líderes, al igual que los grandes artistas, tienen que ser confiados, enérgicos, generar empatía,
inspirar, ser creíbles y auténticos.
El hecho de que los líderes y los actores compartan ciertas destrezas no debe sorprender. Los
actores y los líderes enfrentan el mismo desafío. Tienen que formar conexiones, comunicarse
efectivamente, y trabajar con otros como equipo. Tienen que estar preparados para desempeñar
diferentes funciones, según lo exija la situación. Tienen que estar preparados para influenciar y
estimular a la gente cada día.
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No obstante, debemos dejar sentado que la analogía no es perfecta. Si usted enumera las
cualidades necesarias para ser líder, habrá muchos renglones en la lista que los actores no
necesitan, por ejemplo la capacidad para generar una magnifica visión del futuro, habilidades para
negociar, capacidad para planificar y coordinar, y la valentía para tomar decisiones que cambiarán
la vida de las personas.
Lo único que estamos diciendo es que los líderes pueden aprender muchas cosas de los actores.
Ciertamente no estamos diciendo que los líderes sean actores.
Autenticidad
Cuando la gente nos oye definir presencia como el conectarse genuinamente con otros, dicen cosas
como: “Entiendo que los líderes puedan aprender algunas cosas de los actores. Pero, ¿cómo
nosotros podemos aprender a ser más auténticos de personas que mienten profesionalmente?
Después de todo, ¿no es eso de lo que se trata la actuación finalmente? El actor ingresa al escenario
que se ha creado y pretende ser alguien más, interpretando acciones ensayadas y recitando
palabras que otros escribieron. ¿Qué podría ser menos auténtico?”
Hay dos maneras de responder a esa pregunta. Al igual que los actores representan diversos roles,
nosotros representamos todos los roles como personas y como líderes. ¿Cuántos roles representa
usted cada día de su vida? Gerente, padre, cónyuge, ingeniero (o alguna otra profesión), líder Scout,
fiel visitante de la iglesia, ciudadano. ¿Se comporta usted de manera distinta en cada uno de esos
roles? Entonces lo está fingiendo? No, debajo de todos esos roles está la misma persona: usted. Lo
mismo pude decirse de los actores.
Eso nos lleva a la segunda respuesta, que tiene que ver con la forma en que los actores hacen lo que
hacen. Hace un siglo, lo típico era que los actores demostraran emoción a través de muecas
exagerados y estudiados, entonación de la voz y gestos. Vea algunas de las películas del cine mudo
y observe como la parte posterior de la muñeca se reclinaba contra la frente para mostrar
sufrimiento, o el ceño fruncido y el puño apretado para representar rabia.
Luego un maestro ruso, pionero de la actuación, Konstantin Stanislavsky, enseñó que un abordaje
más preciso y comprometedor sería que los actores en el escenario efectivamente sintieran las
emociones que estaban representando. Por lo tanto, para representar por ejemplo la rabia de un
personaje, el artista debería encontrar la rabia genuina en su interior y expresarlo en su actuación.
En resumen, afirmaba que la emoción tenía que ser auténtica.
Los artistas se preocupan por la autenticidad, la “verdad” de un retrato, casi más que cualquier
otra cosa. F. Murray Abraham, un famoso artista de teatro, maestro en la actualidad y ganador de
un Oscar por su representación de Salieri en Amadeus, habla acerca de la búsqueda de la verdad
del actor:
Lo que usted tiene que hacer es encontrar la verdad, porque ese es el elemento esencial, el corazón
de todo elemento artístico. Es la mitad de la actuación, bien sea para la cámara o en el
escenario… Se trata del centro de nuestras vidas ... Una vez que usted logre capturar la verdad
en sus propias palabras, no ocurrirá nada que pueda molestarlo.
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Es una paradoja del teatro que para poder fingir, el actor debe ser real. Esto exige que el actor se
sumerja dentro de si mismo pues la única forma de que una emoción sea auténtica es que venga de
las entrañas mismas del artista. En consecuencia, el actor está posiblemente más consciente de la
autenticidad que cualquier otra persona, porque la han estudiado y se han estudiado a sí mismos
con sumo cuidado.
A lo largo del libro examinaremos cómo los actores abordan este aspecto tan exigente de su arte y
lo que los líderes aprenden de ellos. Se trata de un aspecto crucial de la presencia.
Presencia y Presencia del Liderazgo
Debido a que se trata de conexiones entre las personas, la presencia es útil para todo aquel que se
relacione con los demás. Es decir, prácticamente todos nosotros. Conectarse genuinamente con el
pensamiento y los sentimientos de los demás, fortalece y profundiza nuestras relaciones. Usted no
tiene que ser un líder para disfrutar de los beneficios de la presencia. Sin embargo, los líderes en
especial necesitan presencia porque en el fondo el liderazgo es interacción, la conexión, la relación
entre el líder y las personas que éste lidera. Cuando hablamos de liderazgo, podemos pensar en
aquellas personas en una organización que ocupan posiciones de autoridad formal: el director
ejecutivo, el director de mercadeo, el supervisor de servicio al cliente, etc. Las personas que ocupan
estos cargos son líderes por definición. Tal vez usted sea uno de ellos.
Lo que decimos acerca de la presencia del líder obviamente se aplica a ellos. Pero, cuando
hablamos de líderes, incluimos a cualquiera que trate de promover el logro y el cambio positivo en
un grupo de personas. Puede ser una familia, una asociación de padres y maestros, un club social,
una organización de voluntarios, un enorme organismo gubernamental o una corporación gigante.
Un líder es cualquiera que intente mover a un grupo hacia el logro de un resultado en particular.
No se necesita un título para liderar.
Sin embargo, con o sin título, se necesita presencia. El liderazgo se trata de resultados y
desenlaces; por lo tanto, los líderes quieren que el corazón y la mente de los demás estén dirigidas
hacia un cierto propósito, hacia ciertos resultados deseables para el grupo o la organización. La
presencia es el camino fundamental para que un líder logre comprometer toda la energía y la
dedicación de los demás hacia un fin común.
Este uso de la presencia es lo que llamamos presencia de liderazgo: la capacidad de conectarse
genuinamente con el pensamiento y los sentimientos de los demás, a fin de motivarlos e inspirarlos
hacia un resultado deseado.
Los elementos de la Presencia de Liderazgo
Combinando nuestros años de experiencia en teatro y actuación con lo que hemos aprendido
enseñando presencia a todo tipo de líderes, hemos desarrollado un modelo de Presencia de
Liderazgo. En ese modelo dividimos la Presencia de Liderazgo en cuatro elementos, cada uno de
los cuales representa tanto un estado mental, como una manera de comportarse.
Estos son los cuatro elementos de la Presencia de Liderazgo que llamamos el modelo PRES:
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El Modelo Pres de Presencia de Liderazgo
P representa estar presente, la capacidad de estar totalmente en el momento y ser
suficientemente flexible para enfrentar lo inesperado.
R representa “Reaching out” o llegar a otros, la capacidad de construir relaciones con otros a
través de la empatía, de escuchar y de una genuina conexión.
E representa la expresividad, la capacidad de expresar sentimientos y emociones
apropiadamente utilizando los medios disponibles: las palabras, la voz, el cuerpo, la cara, a fin de
transmitir un mensaje congruente.
S representa el autoconocimiento – “Self-knowing”, la capacidad de aceptarse a sí mismo, de
ser auténtico y de reflejar sus valores en sus decisiones y acciones.
La Presencia de Liderazgo es más que la sumatoria de estos elementos. Cuando estamos cerca de
una persona que tiene presencia de liderazgo, la sentimos y sabemos que es algo integral, no la
acumulación de cuatro destrezas relacionadas pero dispares. Cada elemento tiene un aspecto
interno como externo. El aspecto interno tiene que ver con el estado mental y de corazón que
emana cada elemento, mientras que el externo tiene que ver con el comportamiento que refleja y
revela el aspecto interno. Concentrarse en el externo e ignorar el interno es como ser cortes sin que
realmente nos importe. Puede que funcione por un tiempo, pero su oquedad muy pronto se hace
obvia.
Los cuatro elementos son una forma fácil de enseñar y aprender presencia de liderazgo porque
cada uno se fortalece y gana poder del elemento precedente. Son acumulativos. Estar presente es el
primer paso. Llegar a los demás y la expresividad no pueden funcionar en la práctica, a menos que
usted esté totalmente presente, en el momento, enfocado, totalmente en el aquí y ahora.
Estar presente nos permite llegar efectivamente a los demás, realmente escuchar y ver las cosas
desde su punto de vista. Sin embargo, a menos que se construya sobre unos cimientos de estar
presente y llegarle a los demás, la gente podría pensar que usted es un solo un charlatán o
extravagante. El auto conocimiento, saber de dónde venimos y qué defendemos, ser auténtico, nos
permite integrar todos los anteriores elementos en el modelo PRES en nuestras interacciones con
los demás.
Los beneficios de la Presencia de Liderazgo
Las aplicaciones y beneficios de la Presencia de Liderazgo con muy amplios. En todas las
organizaciones, grandes y pequeñas, los líderes deben movilizar, influenciar, inspirar y motivar a
las personas para que alcancen las metas. La presencia de liderazgo es una herramienta poderosa
para movilizar a la gente y llenarla de energía, algunas veces para alcanzar logros extraordinarios.
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Nosotros hemos trabajado con los altos niveles de empresas en la lista de Fortune 500, en el
gobierno, en organizaciones de beneficencia, e incluso en el sistema carcelario. La lista de formas
de aplicar la destreza de la presencia de liderazgo aumenta con cada cliente. Veamos la lista
siguiente:
• Desarrollar relaciones más profundas y de mayor confianza con sus clientes
• Inspirar a sus compañeros de grupo para avanzar aceleradamente hacia la meta de un
importante proyecto
• Persuadir a un recién llegado renuente de que tiene lo necesario para emprender esa
cuesta
• Convencer a sus inversionistas para que financien su próxima gran idea
• Inspirar a los estudiantes de una clase para que sean aprendices de por vida
• Animar a sus empleados para que continúen en la lucha en momentos difíciles
• Generar entusiasmo en su organización a favor de un cambio difícil
• Negociar un contrato complejo que beneficie a todas las partes
• Alimentar una cultura corporativa que genere lealtad y conserve a su gente
¿Le resultan conocidas estas labores? ¿Son acaso similares a los retos que usted enfrenta? ¿Su
capacidad para conectarse genuinamente con su público le ayudará en el logro de estos objetivos?
En pocas palabras, le ayudará su presencia de liderazgo? Creemos que sí.
No es difícil imaginar todas las relaciones y situaciones en las que estas destrezas sean útiles para
lograr un consenso alrededor de objetivos comunes, convertir a un grupo en un verdadero equipo,
crear relaciones duraderas con los clientes, mejorar la colaboración con los colegas; en todas partes
las relaciones son críticas para el logro.
Presencia de Liderazgo, más que simplemente carisma
Al escribir este libro, el concepto de carisma ha caído en desuso. Muchas empresas en años
recientes han caído en la quiebra y la ruina, dirigidas por supuestos líderes carismáticos que han
llevado a sus organizaciones al borde del precipicio, mientras han ganado toneladas de dinero para
si mismos.
El carisma de por si no necesariamente es el villano, pero si lo es el carisma narcisista. Ese es el
tipo de carisma que permite que el individuo convenza a las masas y agite a sus seguidores
manteniendo la distancia emocional e incluso mostrando desdén por esos mismos seguidores.
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Carisma como elemento del genuino liderazgo
La presencia puede ser una herramienta para el bien, siempre y cuando los otros elementos están
presentes. La presencia de liderazgo combina el poder con la humildad. Se trata de a dónde
quieren llegar, tanto usted como las personas que usted lidera y qué quiere lograr, además de cómo
todos se pueden beneficiar trabajando juntos. Se trata de relaciones y conexiones entre las
personas. Para usar nuevamente nuestro modelo PRES, la presencia de liderazgo es:
• Estar presente sin pretensiones
• Llegarle a los demás sin despreciarlos
• Ser expresivo sin impresionar
• Tener autoconocimiento sin ser egocentrista
Hace un momento dijimos que el autoconocimiento es lo que integra los cuatro elementos del
modelo PRES en la presencia de liderazgo integral. El autoconocimiento es lo que diferencia la
presencia de liderazgo del carisma egocéntrico. El autoconocimiento implica conocer sus valores y
vivir conforme a ellos. Un líder puede tener carisma y aún así tener presencia de liderazgo. Pero en
el caso del líder narcisista, carismático, el valor primordial es “Yo” y el problema es que los
seguidores inevitablemente descubren ese valor, haciendo que el brillo se opaque.
Lograr la presencia de liderazgo es un drama en cuatro actos.
Nuestra experiencia ha demostrado que la presencia de liderazgo se aprende más fácilmente en
función de los cuatro elementos y por ello hemos organizado el resto del libro alrededor de ellos,
en cuatro actos. Cada acto contiene dos capítulos que abarcan los aspectos externos e internos del
elemento. El segundo capítulo de cada acto ofrece las reglas y las recomendaciones prácticas para
ayudarle a aplicar lo que ha aprendido en el primer capítulo.
Acto I: Estar Presente
El Capítulo 2 habla acerca del valor de vivir en el momento; es el estado mental que obliga o
energiza el estar presente. El Capítulo 3 utiliza el teatro improvisado para explorar la flexibilidad,
la característica clave de cómo usted actúa cuando está plenamente presente.
Acto II: Llegar a los demás
El Capítulo 4 profundiza en la empatía, el estado mental que ayuda a llegar a los demás, seguido
del Capítulo 5, sobre hacer conexiones, cubriendo todas las acciones que podemos emprender para
crear una relación con otra persona.
Acto III: Expresividad
El Capítulo 6 habla acerca de expresar las emociones y se concentra en un concepto que todo líder
y actor reconocerá: propósito con pasión, que influye sobre todas las formas en que nos
expresamos. El Capítulo 7 luego describe la forma en comunicamos nuestro propósito con pasión,
utilizando de manera coherente todos los medios de comunicación a nuestra disposición.
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Acto IV: Autoconocimiento
El Capítulo 8 explora el corazón del autoconocimiento del líder que es el desarrollo de creencias y
valores explícitos a través de la auto-reflexión. El Capítulo 9 habla acerca de la autenticidad que se
basa en aceptarse a si mismo y vivir según sus valores.
Prácticas y Ejercicios
Al final de cada capítulo incluimos prácticas y ejercicios fáciles de usar, basados en nuestro trabajo
real entrenando y haciendo coaching a ejecutivos. Estas son las secciones de referencias del libro,
diseñadas de manera que el lector pueda aprender y aplicar los principios que discutimos en cada
capítulo. Algunos de ustedes tal vez decidan pasar a estas prácticas y ejercicios después de cada
capítulo, otros tal vez prefieran hacerlo después de haber digerido la totalidad del libro. Les
animamos a que seleccionen entre estas secciones en función de sus preferencias y necesidades
personales.
Las prácticas son acciones y comportamientos que usted puede aplicar cotidianamente en su vida
diaria.
Los ejercicios se deben hacer fuera del trabajo, en un momento que usted haya dispuesto para ello,
de la misma forma que haría ejercicio físico para mantenerse en forma. Estas actividades que se
derivan primordialmente de nuestra capacitación en actuación, están diseñadas para mantener y
fortalecer sus destrezas de Presencia de Liderazgo.
Notas
Capítulo Uno:
(William Shakespeare) Como Te Guste. Acto. II. Escena VII. Líneas 139-142
(Peter Brook) Peter Brook, The Shifting Point (New York: Harper and Row, 1987), p. 232
(F. Murray Abraham) David Black, The Magic of Theater: Behind the Scenes With Today’s
Leading Actors (New York: Macmillan, 1993), p. 228
Reproducido de Leadership Presence por Belle Linda Halpern y Kathy Lubar, con autorización de Gotham
Books, filial de Penguin Group (USA) Inc. Prohibida la reproducción de este extracto o partes del mismo, sin
previa autorización.