Reforma Energética Posicionamiento de Coparmex Diagnóstico: Con fecha 28 de noviembre de 2008, tras un largo proceso de debate, se aprobó el paquete de reformas y adiciones a diversas leyes, para dar paso a la propuesta de Reforma Energética, planteada por el Ejecutivo Federal, expidiéndose la Ley de Petróleos Mexicanos; la Ley para el Aprovechamiento de Energías Renovables y el Financiamiento de la Transición Energética; LA Ley para el Aprovechamiento Sustentable de la Energía; la Ley de la Comisión Nacional de Hidrocarburos; y, se reforman y adicionan; la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en el Ramo del Petróleo; la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal; la Ley de la Comisión Reguladora de Energía y la Ley Federal de Derechos, relativa al régimen fiscal de Petróleos Mexicanos. La crisis económica que se vive a nivel mundial, está delimitada directamente por la crisis energética que se vive, situación que se agrava debido a que la industria basa su funcionamiento en todas aquellas fuentes de energía que le permitan desarrollar su trabajo de manera eficiente, por tanto hablar de una economía energética, es hablar del sustento productivo de las naciones. Derivado de esto observamos como las potencias industriales a nivel mundial, van enfocando sus baterías económicas y políticas para poder establecer las mejores relaciones político-comerciales con los países poseedores de las reservas energéticas del mundo, a tal grado que los grandes fondos económicos que el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, presionados por las grandes potencias económicas, emiten constantemente, como un punto en el supuesto desarrollo de los países, la recomendación de privatizar éstos sectores. Atentos a ésta dinámica mundial, ahora entenderemos porqué, la participación de los grandes empresas petroleras a nivel mundial, ya no les interesa manejarse de una manera tal, que ellos sean los dueños o los participantes mayoritarios de las acciones de las empresas (participar en el capital de las empresas), sino más bien, lo que les interesa son las participaciones en el capital de las empresas, objetivo que logran a través de contratos y permisos, es decir, no les interesa el manejo operativo de las empresas pero sí, el manejo económico de las mismas. En este orden de ideas, la Reforma Energética planteada por el Ejecutivo Federal y discutida y aprobada por el Congreso, no está ajena a ésta intención internacional, de buscar participar en la renta petrolera y, hoy podemos observar que los contratos que está realizando la paraestatal Pemex, confluyen directamente a llevar a las empresas a la participación de la renta petrolera y no a la obtención de una plataforma que permita el desarrollo sustentable de la paraestatal. La Reforma Energética, debe atender los principales desafíos de la industria petrolera y eléctrica del país, siempre respetando el mandato constitucional, para asegurar que la riqueza petrolera sea la palanca para el desarrollo de toda la industria petrolera, beneficiando directamente a todas aquéllas empresas constituidas por mexicanos, además asegurar que el recurso petrolero no sólo alcance para los mexicanos de hoy, sino para el desarrollo sustentable de futuras generaciones. Esto es, que sea motor para el desarrollo de otras áreas distintas a las petroleras que puedan cimentar a México como una Nación fuerte y soberana. La reforma pretendía incrementar la capacidad operativa de Pemex y darle mayor autonomía financiera y de gestión; establecer una nueva estructura administrativa, para con todo ello, dotarla de mayores facultades de decisión, administración y contratación, que le permitiera acceder a la tecnología de punta, multiplicando con esto su capacidad de ejecución. Fomentar la creación de empresas especializadas en construcción y operación de las nuevas refinerías que el país necesita y con esto, asegurar la propiedad de los mexicanos, no sólo sobre el petróleo, sino sobre todos y cada uno de los procesos que el hidrocarburo necesita para llegar al usuario final. La reforma pretendía mejorar la administración de Pemex, haciéndola más productiva y transparenta, para que pudiera rendir cuentas claras; eliminando los escollos donde anida la corrupción y poniéndolo a la altura con los mejores estándares mundiales de gobiernos corporativos. Al mismo tiempo, se pensó en consolidar el actuar de todas las autoridades regulatorias, fortaleciendo la rectoría del estado mexicano sobre el hidrocarburo, se contempló la creación de una Comisión del Petróleo y darle mayor fortaleza regulatoria, a la Comisión Reguladora de Energía. Como vemos, éste paquete integral de reformas pretendía fijar las estrategias para aprovechar los recursos petroleros de la nación, fortaleciendo al gobierno federal, como regulador del sector energía, para poder de esta manera lograr una mayor renta petrolera, pues se promueve un mejor aprovechamiento del recurso, a través del incremento en eficiencia de Pemex, ésta reforma tendría que acelerar los procesos para que el país se incorporará en el proceso de explotación de la riqueza petrolera en aguas profundas, pues las reservas que ahí se tienen, alcanzan hasta un 50% de las reservas del país. En suma la Reforma Energética, debe consolidar una industria petrolera fuerte y competitiva en manos de mexicanos, regulados por mexicanos, que dé los recursos suficientes para crear un país justo y próspero. La Reforma Energética, sobre todo buscaba que la industria del petróleo dotará de los recursos necesarios a la nación, para que pudiésemos vivir mejor, permitiendo dinamizar el crecimiento de la economía que fomentara la inversión y que generara más y mejores empleos para todos los mexicanos, abriendo oportunidades de trabajo en la industria petrolera y de toda la inversión asociada, para lograr una mayor actividad económica y productiva de éste sector en el país. Fortalecer las finanzas públicas del gobierno federal, estatal y municipal, permite elevar el nivel de vida de los mexicanos en todas las regiones, asegurando además que los mexicanos cuenten con los combustibles necesarios, que les permitan el desarrollo productivo de sus actividades. Para finalmente lograr el tan anhelado bienestar de las familias de hoy y de futuras generaciones, superando definitivamente la pobreza, garantizando la educación y la salud. Pretendía también ésta reforma, que México alcanzara el máximo potencial de su riqueza evitando que ésta sea extraída de aguas profundas por países vecinos. Reforzar a México, para que retomara el lugar que antaño tuvo, como potencia petrolera a nivel mundial, logrando la autosuficiencia en gasolinas y otros derivados. Accediendo a la tecnología de vanguardia que permitiera la generación de mano de obra altamente especializada, así como hacer accesible ésta tecnología a científicos mexicanos que la desarrollarán en beneficio del país. Sabemos que hay elementos objetivos que permiten calificar la situación que vive Pemex, como una situación de crisis, y, de no tomar las medidas que resuelvan los problemas de Pemex y del sector petrolero, ésta crisis afectará las finanzas públicas del país, y por lo tanto su estabilidad social. Una inadecuada administración del petróleo, permitiría que se agotara, perdiendo el patrimonio que tiene México y los mexicanos, dejando al país en un estado de caos total, pues la economía se basa en más de un 80%, en la renta petrolera. Asimismo, sabemos que los inversionistas extranjeros y privados, no están interesados en invertir en el capital de Pemex, pues no ven ningún atractivo en la compra de acciones de una empresa, cuyo dueño le ha dado una estructura tal, que sus activos fijos están financiados en más de un 95% por un pasivo caro, que la colocan virtualmente en quiebra, que está sujeta a un régimen fiscal confiscatorio y además con un pasivo laboral altísimo, envuelto todo esto en un ambiente político complejo, que para nada asegura un pago de dividendos y además en la que tendrían una capacidad de influencia altamente reducida, así como un potencial accionario menor. Esto no quiere decir, que no sea un atractivo para los intereses petroleros internacionales, pues su interés se orienta en la obtención de contratos y permisos que le permitan participar de una manera directa sobre la renta petrolera. También son de interés para las empresas trasnacionales, las reservas petroleras del país, pues éstas son especialmente atractivas por dos razones: Uno, la cercanía geográfica con el país de mayor consumo de energéticos (Estados Unidos) y, dos, México lleva mucho tiempo cediendo a las presiones estadounidenses, consistentes en: llevar al máximo sus exportaciones petroleras. Sabemos que en la actualidad el 90% de las reservas petroleras mundiales, están en manos de petroleras estatales, es por ello, que los principales países consumidores, encabezados por Estados Unidos, hacen todo lo posible por asegurar que esas reservas petroleras, se conviertan en exportaciones y con esto compensar su déficit de producción. Así pues, las dos tendencias que marcan el rumbo de la industria del hidrocarburo son las siguientes: La tendencia al nacionalismo energético, que promueve las petroleras estatales. Tendencia pro mercado, la que busca la privatización. Posicionamiento: Del análisis antes expuesto, de la reforma misma y de los avances en su implementación, se contempla un largo camino por recorrer para alcanzar los objetivos primordiales y substanciales de la misma, también se observa, como, al igual que en otros sectores industriales, que el gobierno en sus diferentes ámbitos, poco a poco somete al sector energético dentro de la telaraña de la sobre regulación que le impide ser flexible, operativo y atractivo para la inversión, maniatándolo de tal forma que hoy, no se observa ninguna iniciativa, ningún proyecto, es más ni siquiera consulta alguna en relación a convocar a las empresas industriales, sector educativo y tecnológico en la generación, estructuración e implementación del conocimiento científico y tecnológico que permita cimentar las bases para crear generaciones de trabajadores competentes, productivos, que enarbolen el desarrollo sustentable del sector energético en el país. Tampoco se han observado empresas mexicanas que participen en los proyectos y en las licitaciones, que a la fecha la paraestatal ha generado. No existen foros de consulta, trabajo, opinión en donde el empresario mexicano obtenga información, orientación para poder ingresar. Por todo ello, COPARMEX propone la aplicación integral de la reforma energética que sirva como palanca de crecimiento nacional, cubriendo todas las áreas del sector, incluyendo el eléctrico, enfocándolo de una manera sustentable y contemplando alcances de corto, mediano y largo plazo. Enfocar las políticas públicas sobre todo en el plano educativo y en el desarrollo de nuevas empresas orientándolas al área de la industria del hidrocarburo, ya que éstas serán las encargadas de comportarse como cimientos que sostengan toda la estructura del hidrocarburo en México. Propuestas: Promover ante el Ejecutivo Federal, la implementación de los mecanismos necesarios que lleven a la ejecución total de la reforma energética. Promover foros en donde participen todos los sectores involucrados en la industria del hidrocarburo, estableciendo acciones y metas programadas que garanticen la participación y la aplicación plena de la reforma energética. Fomentar el diálogo, la coordinación, participación y la colaboración entre las diferentes instancias públicas (Secretarías de Estado y autoridades), a fin de que cada una entienda su papel en el marco de la implementación de la reforma, y, con ello, se distribuyan las acciones regulatorias que eviten generar una sobre regulación que ahogue y maniate el trabajo administrativa y operativo de Pemex. Que el Ejecutivo Federal, promueva una verdadera simplificación administrativa que sobre todo favorezca la creación de las empresas necesarias para el crecimiento y fortalecimiento de la industria del hidrocarburo y la electricidad. Por su parte COPARMEX, como una institución independiente de referencia obligada, se compromete ha participar en la difusión e implementación de los mecanismos tendientes a generar empresas de servicios complementarios, que coadyuven a cimentar un Pemex fuerte y soberano. Contribuyendo con el soporte técnico de nuestros afiliados que tienen que ver de una u de otra manera, en la industria del hidrocarburo para crear los niveles educativos necesarios que gesten a los mexicanos que tendrán en sus manos las riendas del sector energético del país. Generar los mecanismos necesarios tendientes a evitar, que las empresas nacionales o internacionales manipulen o administren a su conveniencia, de manera directa o indirecta la administración de la renta petrolera. Invariablemente en todos y cada uno de los contratos que se celebren con empresas privadas nacionales o internacionales establecer las cláusulas necesarias que las obliguen a participar de sus conocimientos a los connacionales. Otros: Durante mucho tiempo, México ha sustentando su crecimiento económico, político y social basados en la industria del hidrocarburo, hoy que las reservas petroleras han mostrado su fragilidad, debemos orientar los esfuerzos a la búsqueda de otras vocaciones para las cuales la nación es competitiva, por tanto, en estos momentos debemos enfocarnos a obtener la mayor rentabilidad del petróleo que nos permitan generar las bases de una cultura económica, no petrolizada, favoreciendo el fortalecimiento de la industria turística primordialmente, así como de diversos sectores complementarios a éste.