CODIGO DE ETICA JUDICIAL “Pone la honra vallas que ningún Código salva. He aquí la Ley Suprema, legislador de legisladores y juez de jueces:la conciencia humana”. José Martí El artículo 120 de la Constitución de la República de Cuba establece que la función de impartir justicia dimana del pueblo y es ejercida a nombre de éste, por el Tribunal Supremo Popular y los demás tribunales que la Ley instituye. Ese mandato constitucional define el carácter esencialmente popular de la función judicial y la responsabilidad que entraña administrar justicia en el contexto de nuestra sociedad socialista. Para que ese postulado se cumpla cabalmente, resulta indispensable que los hombres y mujeres que desempeñamos nuestra actividad en el Sistema de Tribunales, reflejemos, tanto en esta labor como en la conducta personal, los altos valores morales, profunda sensibilidad y claro sentido del deber, que constituyen atributos incuestionables del pueblo en cuyo nombre actuamos. Por tal razón, la misión de impartir justicia, demanda de los jueces y demás trabajadores judiciales, una permanente actuación apegada a principios y valores, que legitime y enaltezca el honor de profesar el sentido de lo justo y lo correcto, en el ámbito de una sociedad profundamente solidaria y digna como la nuestra. -2Para nosotros, la medida de la efectividad en el cumplimiento de ese deber, sólo puede estar en el nivel de confianza que el pueblo tenga en la actuación de los Tribunales; consideración que alcanzaremos siendo fiel reflejo de su inteligencia, entereza, humanismo y decoro. En correspondencia con lo anterior y aun cuando hemos suscrito el “Código de Ética de los Cuadros del Estado Cubano” y “El Código de los Juristas”, resulta conveniente dotarnos de normas y preceptos que expresen los valores y principios que, de forma muy particular, guíen nuestra actuación en el marco del cumplimiento de la honrosa misión de Administrar Justicia. Por todo ello los jueces y trabajadores de los Tribunales Populares, hacemos nuestros los siguientes: PRECEPTOS ETICOS COMUNES 1. Hacer que prevalezca y se manifieste siempre en el trabajo un profundo sentido de la justicia; cuidando que todos los actos relacionados con los procesos judiciales, se caractericen por su imparcialidad, profesionalidad y transparencia. 2. Asumir las tareas judiciales con responsabilidad y sensibilidad, conscientes de la trascendencia que nuestro trabajo tiene para las personas implicadas directa o indirectamente en los procesos y para la sociedad. 3. Rechazar obsequios beneficios, prebendas u ofrecimientos, que comprometan o pongan en duda la conducta honesta y desinteresada de los trabajadores judiciales. 4. Abstenerse de hacer recomendaciones o emitir opiniones, tendentes a influir en los responsabilizados con la tramitación y decisión de los procesos judiciales. 5. Guardar discreción en relación con los asuntos de trabajo de cuyo contenido conozca por cualquier motivo. -36. Actuar diligentemente, en los trámites en que intervenga por razón de su trabajo. 7. Desempeñar la actividad laboral con orden, pulcritud y apego a los procedimientos legales establecidos. 8. Mostrar y exigir respeto, compostura y buenos modales en los actos judiciales y en la sede del Tribunal. 9.Mantener permanente disposición a la autopreparación y superación en las tareas y materias relacionadas con la función que desempeñe. 10.Ser objetivos en las informaciones oficiales y extraoficiales que brinde y no faltar nunca a la verdad. 11.Mantener adecuado porte y aspecto en el Tribunal o en los actos judiciales u oficiales de cualquier tipo. 12.Mantener una conducta personal intachable en la vida laboral, familiar y social, distinguiéndose por el comportamiento honrado, modesto y educado. 13.Sostener relaciones de consideración y solidaridad con los compañeros, contribuyendo a la unidad y la armonía en el colectivo de trabajo. 14.Realizar un uso racional de los recursos disponibles para el trabajo y procurar el máximo de su rendimiento. PRECEPTOS ETICOS ESPECIFICOS A CUMPLIMENTAR POR LOS JUECES 1.Impartir justicia con plena conciencia de que se está actuando en nombre y representación del pueblo cubano. 2.Procurar que las decisiones judiciales estén respaldadas por el sentido de justicia, la racionalidad y la sensatez. 3. Acudir a los actos judiciales debidamente informados del asunto a tratar y las normas procesales y sustantivas aplicables al caso. 4. Participar en el debate y propiciar la búsqueda del consenso en las deliberaciones y decisiones judiciales. 5.Evitar en los actos judiciales gestos, ademanes y expresiones que puedan interpretarse como síntomas de parcialidad, indiferencia, cansancio o soberbia 6.Actuar con la debida prudencia, evitando la predisposición y los criterios anticipados, que afecten la capacidad del análisis sereno y mesurado, fundamento de la impartición de justicia. 7. Guardar respeto y consideración, y exigir un trato recíproco, a secretarios y demás trabajadores de los Tribunales; así como a las partes y otras personas presentes en los actos judiciales. 8. Enaltecer siempre y en cualquier sitio, con la palabra y la acción, la labor judicial. 9. Mantenerse informado y actualizado sobre los principales acontecimientos que ocurren en el territorio, en el país u en el mundo; relacionados con la situación económica, política y social. 10. Abstenerse de exteriorizar ante personas inapropiadas, criterios discordantes con las decisiones adoptadas por otros jueces o tribunales, en relación con cualquier asunto judicial. Adoptado por los jueces y trabajadores de los Tribunales Populares, en actos públicos y solemnes, el 24 de febrero del 2001. Todos los derechos reservados ©2006 Tribunal Supremo Popular (TSP) Webmaster: [email protected]