Este libro fue elaborado por el Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos en América Latina y el Caribe (CREFAL). COORDINACIÓN GENERAL. Juan Francisco Millán Soberanes ESPECIALISTA. Alfonso Bastién Cue EQUIPO PEDAGÓGICO. Graciela Galindo Orozco y Bernardo Lagarde DIRECCIÓN DE ARTE. Rafael López Castro COORDINACIÓN EDITORIAL Y DISEÑO GRÁFICO. Marta Covarrubias Newton ILUSTRACIÓN. María de Jesús López Castro Apoyo INSTITUCIONAL . Lilian Álvarez Arellano, SEP. Carlos López Díaz, SEP. Rafael Camacho Solís, SSA D.R. @ Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos en América Latina y el Caribe, Pátzcuaro, Michoacán. ISBN 968-5341-07-9 IMPRESO EN MÉXICO EN LOS TALLERES DEL CREFAL, Av. LÁZARO CÁRDENAS S/N COL. REVOLUCIÓN C.P. 61609 PÁTZCUARO, MICHOACÁN NOVIEMBRE DE 2001 INDICE PARA EMPEZAR CRECIMIENTO Y DESARROLLO ENFERMEDADES MÁS FRECUENTES Y VACUNAS ACCIDENTES MÁS COMUNES PARA TERMINAR PARA EMPEZAR Además de cariño, dedicación y paciencia, el cuidado de la salud de las niñas y de los niños requiere ciertos conocimientos acerca de su alimentación, higiene, crecimiento y desarrollo; de la prevención de accidentes y de enfermedades, y de algunas medidas que podemos aplicar cuando éstos se presentan. La intención de este libro es ofrecer, a madres y padres de familia, ideas y algunos consejos fáciles de llevar a la práctica para favorecer una vida sana en sus hijos. Es frecuente hablar de salud y enfermedad al mismo tiempo, pues ambas forman parte de un proceso en donde intervienen las costumbres, los hábitos, las creencias, los aspectos económicos y sociales que integran la vida de las familias y de las personas. En la mayor parte del mundo las enfermedades infecciosas y contagiosas, como el SIDA y el cólera, ocupan un lugar importante como problemas aún por resolver. En su propagación tienen especial influencia el difícil acceso a los servicios de salud, la inequitativa distribución de los alimentos y de la riqueza y la falta de información. Es común pensar que este tipo de enfermedades sólo afecta a pocas personas y sus familias, pero si ponemos atención a las noticias veremos que afecta a sociedades enteras y que organizaciones internacionales como la ONU, la OMS o la UNICEF trabajan en casi todo el planeta para combatidas. Quienes vemos la televisión, escuchamos la radio o leemos el periódico sabemos que la salud de la mayoría de los mexicanos y de las poblaciones de otros países aún está lejos de ser la deseable. Por ejemplo, hemos oído que la desnutrición y la mala alimentación son problemas que afectan a personas de todas las edades, las debilitan y les dificultan su adecuado desempeño en los estudios o en el trabajo; sabemos que a muchos niños y niñas la desnutrición grave les puede causar la muerte. La dificultad para evitar la pobreza y las malas condiciones que existen en diversas partes del mundo hacen suponer a muchos que no es posible hacer nada para mejorar nuestra salud personal, familiar y comunitaria. En este libro los invitamos a reflexionar sobre las costumbres y los hábitos que afectan su salud y la de su familia, y a cambiar aquellos que los dañan o los ponen en riesgo; también les damos algunas ideas" para facilitar que poco a poco las niñas y los niños aprendan a cuidar su salud. No olviden que cuidar la salud es asunto de todos. Preescolares y escolares Pediatras, psicólogos y educadores denominan "preescolares" a las niñas y a los niños que tienen entre tres y seis años de edad, quienes por lo general van al jardín de niños; a los que tienen de seis a doce años y asisten a la primaria se les llama "escolares". Todo lo que aprendieron los niños antes de ir a la escuela nos parece tan natural que reflexionamos poco sobre la maravilla que representa que alrededor de los tres años hablen, caminen, corran, trepen, salten, distingan lo que les gusta de lo que no, digan cuándo se sienten bien o cuándo les duele algo, pidan comida cuando tienen hambre y la rechacen cuando están satisfechos, se protejan cuando sienten frío y usen ropa ligera si hace calor; muchos ya conocen los colores, algunos números y letras. Pocas veces valoramos lo difícil que para ellas y ellos fue aprender todo eso. Cuando asisten al jardín de niños los preescolares inician un viaje sin límites que más allá de su mundo familiar- los lleva a conocer poco a poco nuevas cosas, y con frecuencia nos dan sorpresas gratas. Reconocemos en ellas y en ellos distintas maneras de expresarse y comunicarse, pues al hacerla, además de hablar utilizan gestos y ademanes, y a medida que aprenden usan lenguajes más complejos con signos y símbolos, aprecian los dibujos, las letras y los números y pueden escuchar los cuentos y las canciones. Nuestros hijos e hijas se vuelven sociables, es decir, se relacionan en grupo y comparten afectos con otros niños y otras niñas, cumplen reglas y normas, tiempos y disciplinas; se ubican en el espacio: saben dónde es arriba y abajo, enfrente y atrás, la derecha y la izquierda y, sobre todo, aprenden a controlar y a postergar la satisfacción de necesidades como dormir, comer, ir al baño o jugar. El jardín de niños les facilita aprender todo esto y mucho más. El aprendizaje continúa Cuando los niños de seis años entran a la primaria, los padres y los maestros se preocupan más porque aprendan todo y tengan los útiles que necesitan, los ayudan a entender que ya no sólo se trata de jugar, bailar, cantar y dibujar, sino que ahora tienen una responsabilidad que cumplir: estudiar y aprender para ser mejores. La disciplina aumenta. Cada día la exigencia de atención y comprensión para ellas y ellos parece ser mayor, y el trabajo, más duro. Niñas y niños poco a poco aprenden a leer y escribir, a hacer cuentas, a entender qué es la familia, la comunidad, el país, el mundo y el universo, la ciencia y la tecnología; también pueden aceptar y hacer suyos valores sociales como la honestidad, el respeto, la equidad, la solidaridad, la justicia, la amistad y el amor; así como a buscar y descubrir soluciones a problemas de la vida cotidiana. Lo que los pequeños aprenden y realizan durante su estancia en el jardín de niños y en la escuela primaria es importante para su salud física, emocional y social. También hacen ejercicio, juegan y aprenden a relacionarse con los demás. Todo esto influye en su crecimiento y en su desarrollo y les ayuda a integrarse en la sociedad. Este periodo implica transformaciones en el cuerpo y en la mente de los niños, en sus afectos y necesidades. Esto es lo que muchas personas llaman la maduración de los niños. Para que ésta se realice adecuadamente es importante que las niñas y los niños gocen de una buena salud. Dos procesos ¿Cómo saber si nuestros hijos e hijas están creciendo y desarrollándose como debe ser? Tal vez ustedes se pregunten por qué se habla de crecimiento y desarrollo como dos asuntos distintos. Como veremos, van de la mano, pero no son iguales. El crecimiento se refiere a cambios físicos como el aumento en estatura y complexión, mientras que el desarrollo se refiere a los cambios que poco a poco ocurren en los órganos y en su funcionamiento; en la adquisición de ciertas habilidades y en la forma en que los niños viven y expresan sus emociones, así como en su manera de relacionarse con los demás. Estas transformaciones finalmente ayudan a las personas a tener mayor capacidad para decidir por sí mismas lo que más les conviene. La armonía entre crecimiento y desarrollo lleva a los niños a realizar funciones básicas, desarrollar habilidades y destrezas que van desde aprender a caminar y correr hasta elaborar pensamientos complejos. Por ejemplo, veamos algunos aspectos del crecimiento y desarrollo de los niños entre tres y seis años. . Su peso aumenta aproximadamente 2.5 kilogramos por año, y las cifras promedio en talla, según la edad, son las siguientes: 3 años . . . . . . . . . . . . . . 4 años . . . . . . . . . . . . . . 5 años . . . . . . . . . . . . . . 6 años . . . . . . . . . . . . . . 85 cm. 90 cm. A 1.00 m 1.00 m a 1.07 m 1.07 m a 1.15 m . Como un ejemplo de desarrollo podemos ver que a los tres años una niña o un niño conocen alrededor de 90 palabras y articula frases de cuatro vocablos, y cuando tiene seis años es capaz de pronunciar oraciones completas. Estos datos siempre serán aproximados, ya que el crecimiento y el desarrollo de cada persona dependen, en gran medida, de: . los cuidados durante el embarazo, . el cariño y la motivación que reciba, . la genética o herencia, . la alimentación y la nutrición correctas, y . el estado de salud. De lo anterior podemos deducir que, comúnmente, si los padres son de talla alta, el niño tenderá a ser alto; si la alimentación es suficiente, completa y variada, su crecimiento y desarrollo serán los esperados; si procede de un embarazo sano y a término, tendrá mejores expectativas en cuanto a su salud; y, finalmente, si el ambiente familiar es tranquilo y afectuoso, estará en mejores condiciones para aprender a expresar sus sentimientos y emociones y a vivir en armonía. ¿Cuándo pesaron o midieron a sus hijas o hijos la última vez? ¿Se han dado cuenta de sus cambios? Un evento significativo Alrededor de los seis años niñas y niños cambian los dientes de leche por los permanentes, empiezan por los de abajo y después se les caen los de arriba; luego pierden los dos incisivos o "dientes de en medio", primero los superiores y después los inferiores. Unos meses más tarde cambian los caninos o colmillos superiores y les siguen los inferiores; finalmente, se les caen los molares provisionales para dar salida a los definitivos. El aseo y cuidado de los dientes de leche de los niños es muy importante, pues sirven de guía para los permanentes y ayudan a tener una mejor dentadura. Estos últimos requieren aún mayor higiene, ya que si los enseñamos a cuidados bien, muy probablemente los conservarán el resto de sus vidas. Mamá y papá: recuerden que es necesario que las niñas y los niños, al igual que los jóvenes y los adultos, se cepillen los dientes todos los días con pasta dental o jabón después de cada alimento y al levantarse por la mañana. Pero ahí no termina una buena higiene bucal, también es recomendable que cuando hayan comido dulces se cepillen los dientes, o al menos se enjuaguen la boca con agua limpia, ya que el azúcar causa el desarrollo de bacterias que destruyen el esmalte de los dientes produciendo caries. La mejor forma de enseñar a los niños la importancia de la higiene dental es con el ejemplo. Además, es necesario visitar al dentista cuando menos una vez al año. Cada quien a su ritmo El peso y la estatura de las niñas y de los niños de seis años son prácticamente iguales, ambos pesan aproximadamente 18 kilos y miden alrededor de 1.10 metros. En promedio, aumentan aproximadamente dos kilogramos de peso y seis centímetros de estatura cada año. Sin embargo, a partir de los diez u once años las niñas entran en una etapa de crecimiento y desarrollo más rápidos, por lo que tienden a ser más altas que los niños de su misma edad, quienes comienzan este proceso uno o dos años más tarde. Para todos es sabido que sin una alimentación suficiente, variada y equilibrada, el crecimiento y el desarrollo de nuestros hijos e hijas pueden no ser los deseados. Por lo general, en sexto grado de primaria las transformaciones en el cuerpo y en las conductas emocionales y sociales son más notorias en las niñas. En los niños el proceso es un poco más lento. Antes de los diez o doce años en las niñas, y de los once o trece en los niños, algunas glándulas como las sexuales aumentan su producción de hormonas: las femeninas se llaman estrógenos y progesterona, y la masculina es la testosterona. Estas hormonas son la llave para los cambios físicos, mentales y emocionales que convierten a niñas y niños en púberes. Los órganos o glándulas sexuales en las niñas son los ovarios y se encuentran en la parte baja del abdomen o pelvis, y en los niños son los testículos y están situados detrás del pene en una bolsa de piel conocida como escroto. Las características anatómicas de cada género están determinadas por las hormonas sexuales; sin embargo, no tienen ninguna influencia en la inteligencia ni en las habilidades físicas que hacen diferentes a hombres y mujeres. El desarrollo de la inteligencia y la adquisición de habilidades ocurren en función de las enseñanzas y aprendizajes familiares, escolares y sociales. Los únicos aspectos que las hormonas sexuales definen son, en principio, los caracteres sexuales primarios, es decir, las glándulas y los órganos sexuales diferentes con que nacen las niñas y los niños y que brindan a unas y a otros la potencialidad biológica para la reproducción de la especie humana. En segundo lugar, los caracteres sexuales secundarios, que aparecen en la pubertad, y los cambios físicos que éstos provocan, por ejemplo, el cambio en el tono de voz, desarrollo muscular y acumulación de grasa, entre otros. Una etapa muy importante “No sé por qué le grité tan feo a mi mamá. Ella es buena onda, pero hace un rato que empieza a ocuparse de más en mis cosas: que si me visto en fachas, que si mis cosas parecen una ratonera, que si no tengo calor todo el tiempo con mis camisetotas, que si la música que pongo es puro ruido... Luego, la pena que me da cuando quiere darme sus apapachos enfrente de otros chavos o chavas. Mi hermana EIsa se ríe a cada rato de mí y se burla cuando me pongo roja porque la besa su novio; también se burla de que me salió un barro en la nariz, dice que es porque ya estoy dejando de ser bebé. Voy a entrar a la secundaria. Tengo un poco de miedo porque allá son muchos maestros y maestras, y ya no voy a poder jugar como en la primaria. Sé que estoy creciendo. La verdad, siento raro." Los seres humanos presentan cambios en su cuerpo, en sus emociones y en sus formas de actuar como señal de la entrada en una nueva etapa. Alrededor de los nueve y casi hasta los doce o trece años, las niñas y los niños viven la pubertad. De alguna manera es el inicio de la adolescencia, la cual durará más o menos hasta los 18 años. Por sí mismas, la pubertad y la adolescencia tienen gran importancia, ya que los cambios que las niñas y los niños viven son notorios y, en algunos casos, drásticos. Conocer algunos de sus intereses y la razón de algunos de sus cambios puede ayudarnos. Recordar lo que ustedes pasaron y los sentimientos que experimentaron puede ser de ayuda para acompañados mejor en este momento de su vida. Veamos ahora algunas características de la pubertad en las niñas y en los niños; esta etapa es importantísima en su proceso de desarrollo y crecimiento para llegar a ser mujeres y hombres. Desarrollo sexual femenino . alrededor de los diez u once años se nota un abultamiento a nivel de las mamas, . continúa el crecimiento mamario, se pigmentan los pezones y las areolas que los rodean, . más o menos un año después se presenta el primer sangrado menstrual, generalmente en muy poca cantidad, . en un principio la menstruación puede no volver a presentarse en meses, esto es normal y no hay por qué pensar en enfermedad, . durante los dos años siguientes los sangrados menstruales se regularizan de manera natural en ciclos de 28 o 30 días. NO deben ajustarse con medicamentos sin receta médica ni con remedios caseros, pues la maduración ovárica requiere ese tiempo, . simultáneamente, con la evolución y regularización del ciclo menstrual aparece el vello púbico y el axilar, y crecen y se pigmentan las partes externas de la vagina llamadas labios menores y labios mayores. Desarrollo sexual masculino . alrededor de los doce o trece años el escroto o bolsa de piel que cubre los testículos crece y se oscurece, . aproximadamente seis meses después empieza a crecer el pene, . comienzan la producción de espermatozoides y las primeras eyaculaciones, . pocos meses después empieza la aparición del vello púbico, seguido del axilar y, en algunos casos, del bigote, la barba y el vello en piernas, brazos y pecho, incluso en la espalda, . hay cambios en el tono de voz. A la mayoría de los púberes también les pasa que, de repente y más rápido que antes, cambian su estatura, su talla y su peso. Asimismo, su manera de pensar y sus sentimientos se transforman y, en consecuencia, su comportamiento se torna inestable: pasan de la alegría a la tristeza, de la felicidad al desencanto y de la calma a la angustia sin explicación aparente para los adultos; tienen cambios en su rendimiento escolar; prueban situaciones de riesgo como no entrar a la escuela, juntarse con alguna pandilla o probar el cigarro, el alcohol y en ocasiones hasta algunas drogas. Pueden sentirse profundamente incomprendidos y, en muchos casos, rechazados. Estos cambios son naturales; sin embargo, es conveniente que ayudemos a los púberes a reconocerlos y a comprender que son parte de su desarrollo. Por lo general, al inicio de este proceso tanto los niños como las niñas se desconciertan y descuidan su arreglo y su higiene, pero más adelante se ocupan de su aseo, su peinado y su vestimenta con esmero, aunque no siempre la moda que escogen sea del agrado de los adultos cercanos. Es importante que les enseñemos a tener mayor cuidado e higiene en su cuerpo y, sobre todo, que tengan claro que esos cambios forman parte de su sexualidad. Poco a poco cambian sus gustos, su lenguaje y sus actividades; tienden a ser más competitivos y al mismo tiempo son inseguros; no es rara su indiferencia hacia personas, juegos y objetos por los que antes mostraban entusiasmo. Y, desde luego, modifican la manera de convivir y acercarse a sus padres, hermanos, abuelos, tíos, maestros y amigos; se aíslan, se distraen. En medio de todos estos cambios, y en la medida en que empiezan a analizar con ojo crítico la vida, la familia y la sociedad, se inconforman en un intento por reafirmarse como personas con pensamiento autónomo y, como pueden, no es raro que se rebelen ante lo establecido, la autoridad, las normas, los valores, las formas de relación y las costumbres. Todo esto significa que ya están en la pubertad o, como se dice, en "la edad de la punzada". Mamá y papá: es importante que reconozcamos que cuando pasamos por esa edad tuvimos algunas de estas actitudes. Si en nuestra familia había confianza y relaciones estables, esta etapa seguramente pasó sin mayor dificultad, pero cuando en la familia hay un ambiente inestable y violento estos comportamientos pueden convertirse en problemas serios. En esta etapa de cambios intensos que viven sus hijas e hijos púberes, necesitan ser buenos observadores y muy pacientes para comprenderlos y acompañarlos durante esa parte de su vida. Es importante entender su proceso de crecimiento y desarrollo, informarlos y apoyarlos para que paulatinamente vayan tomando sus propias decisiones, siempre y cuando sean conscientes de los riesgos a los que se pueden exponer, y estén capacitados para enfrentarlos. Platicar con ellas y ellos aceptando ciertas críticas de su parte y con la actitud de reconocer que también los adultos nos equivocamos, y que podemos aprender de los menores y de los jóvenes, ayuda a mantener su confianza y su respeto. Para facilitar una convivencia armoniosa con sus hijos, les sugerimos: . escucharlos y dialogar con ellos, . ofrecerles consejos cuando los pidan, aun sabiendo que los pueden rechazar y que los criticarán, . aceptar las sugerencias que ellos les den, . apoyar que prueben cambios en ciertos hábitos y formas de vestir, . compartir actividades recreativas y aceptar la competencia en que el triunfo de ellos les muestre que pueden ser iguales o mejores que ustedes, . animar su esfuerzo por ser cada día más autónomos, independientes y responsables, . valorar a sus amigas y amigos, . respetar sus opiniones y puntos de vista. El retraso en el desarrollo, un problema difícil de enfrentar Durante su proceso de crecimiento y desarrollo es posible que niñas y niños sufran alguna alteración de mayor o menor importancia en su desarrollo. Es muy conveniente que las madres y los padres conozcan algunos datos que ayuden a identificar estos problemas y atenderlos de inmediato. Es necesario estar atentos para observar si aproximadamente a los dos o tres años de edad un niño o una niña: . tarda más que otros pequeños en articular el lenguaje, . no es capaz de ordenar diez objetos según su tamaño, . no distingue la mano derecha de la izquierda, . no reconoce ocho partes distintas del cuerpo humano, . es demasiado distraído y le cuesta trabajo aprender, . sufre daños frecuentes durante sus actividades físicas. En caso de observar cualquiera de estas u otras alteraciones en sus hijas o hijos, es conveniente llevar al pequeño a una clínica de salud para que le hagan un examen integral y, de ser necesario, lo revisen especialistas para descartar defectos en su audición, en su agudeza visual, o algún otro problema que requiera tratamiento especializado. Prevenir es mejor que lamentar mamá y papá: para procurar un mejor cuidado en la salud de sus hijas e hijos, es importante que, en la medida de lo posible, lleven a cabo las siguientes recomendaciones: . vigilar que reciban todas las vacunas señaladas en la Cartilla Nacional de Vacunación, . cuidar que su alimentación sea completa y variada con el fin de que tengan una nutrición adecuada a sus necesidades de crecimiento y desarrollo, . inculcarles, con el ejemplo, que se laven las manos antes de comer y después de ir al baño, y que se laven la boca por lo menos tres veces al día, después de tomar los alimentos, . enseñarlos, poco a poco, a que reconozcan y eviten riesgos para prevenir accidentes o algún problema de salud, . vestirlos y abrigados de acuerdo con el clima y la temperatura de la región donde viven, . evitar que estén cerca de personas enfermas que puedan contagiados, . siempre que sea posible, bañados con agua y jabón todos los días, . ante cualquier signo de enfermedad llevarlos al centro de salud más cercano, . darles medicamentos únicamente cuando los indique el médico, . no tratados con ningún tipo de violencia, y recordar que ellas y ellos son indefensos ante las personas adultas. Si tienen el cuidado de llevar a cabo estas recomendaciones, estarán creando mejores condiciones de vida para que sus hijos tengan un crecimiento y un desarrollo físico y mental sanos. Algunas enfermedades de la infancia para las que hay vacunas Aunque haremos referencia a enfermedades que hasta hace pocos años eran muy frecuentes y se transformaban en verdaderas epidemias, gracias a las vacunas su presencia hoy ha disminuido de manera considerable. Sarampión, rubeola y varicela. Son enfermedades que los médicos conocen como eruptivas porque uno de sus síntomas es la aparición de ronchitas o granos en distintas partes del cuerpo. Estos padecimientos también llegan a presentarse en púberes y adolescentes, e incluso en adultos. Generalmente, estas enfermedades se padecen antes de los tres o cuatro años. Y como son muy contagiosas, llegan a constituir verdaderas epidemias. Sin embargo, gracias a la aplicación masiva y periódica de vacunas, en México están controladas y algunas prácticamente . erradicadas; en la actualidad los casos son aislados. Varicela. Ésta es una de las enfermedades eruptivas y se puede prevenir con una vacuna. Su precio es alto y no se aplica de manera gratuita y generalizada. > Los síntomas son: > dos o tres semanas después del contagio se eleva la temperatura corporal de la niña o del niño contagiado, > al día siguiente le aparecen en la espalda o en la nuca unas manchitas rojas, > poco después, esas manchas se convierten en pequeños granos, > posteriormente, se transforman en vesículas o vejiguitas, que finalmente brotan en todo el cuerpo, y al cabo de una semana todas son costras. La varicela es una enfermedad muy contagiosa, sobre todo desde un día antes que aparezcan las primeras ronchitas hasta la desaparición de las costras. Cuando se caen las costras la infección deja de ser contagiosa, y la niña o el niño enfermo puede reanudar su vida normal y volver a la escuela sin riesgo de transmitir la varicela a sus compañeritos. La varicela rara vez tiene complicaciones. Su atención consiste en quitar la comezón, bajar la fiebre y poner en reposo al paciente con las medidas que indique el médico. Corten las uñas a los niños y mantengan sus manos limpias para que no se infecten las ronchas. Hepatitis infecciosa. Es otra enfermedad frecuente en la niñez. Existen varios tipos y cada una se identifica con una letra. En la actualidad hay de la A a la F. La que comúnmente afecta a los menores es la Hepatitis A, más conocida como infecciosa. Comúnmente se adquiere al consumir alimentos contaminados. > Principales síntomas: > entre las dos y seis semanas después de infectado, el enfermo puede tener fiebre moderada de 38 grados, > dolor en la parte superior del abdomen, > decaimiento, > vómitos ocasionales, > sus ojos y piel toman un color amarillento, > las materias fecales son de color blanquecino (aspecto de nixtamal), y > la orina se oscurece hasta tener el aspecto de un refresco de cola. Siempre que observemos estas señales en alguno de nuestros hijos es necesario que los llevemos al centro de salud para que un médico haga el diagnóstico. En caso afirmativo, seguramente él nos informará que la Hepatitis A se cura aproximadamente en cuatro semanas sin necesidad de medicamentos, con una alimentación apropiada y reposo. Una manera de prevenirlo es procurar una adecuada higiene en la preparación de los alimentos. En la actualidad existe una vacuna específica para este tipo de hepatitis, aunque es difícil conseguirla. Puede aplicarse al primero o segundo mes de vida, y es efectiva en el 97 por ciento de los casos. Con excepción de las vacunas contra la hepatitis y la varicela, todas las demás son aplicadas -de manera gratuita- por las instituciones de la Secretaría de Salud, del ISSSTE y del IMSS. Por lo tanto, en México, ninguna niña y ningún niño deben dejar de recibirlas. La desnutrición Para que las niñas y los niños en edad escolar -entre los seis y doce años- tengan un crecimiento armónico y sano como el que hemos descrito, es necesario que su alimentación sea correcta y adecuada a sus necesidades, es decir, que no sólo sea suficiente en la cantidad requerida para satisfacer su apetito, sino que incluya alimentos limpios, variados y de buena calidad. En la medida de sus posibilidades proporcionen alimentos de origen animal como carne de res, cerdo, pollo, pescado y otras; leche y derivados de la misma como el queso y la mantequilla; leguminosas como el fríjol, la lenteja, la soya y otras; verduras entre las que destacan por su aporte nutricional el jitomate, el brócoli, las acelgas y las espinacas; tubérculos como la papa y el camote; cereales como el arroz, la tortilla, el pan y el amaranto, y frutas, las cuales son muy importantes por su contenido en vitaminas. Recuerden aprovechar los alimentos de temporada. Si por algún motivo, como una enfermedad prolongada, el rechazo a ciertos alimentos o por dificultades económicas, no se proporciona a nuestros hijos e hijas una alimentación correcta, ellos pueden presentar una enfermedad que se llama desnutrición. En sus inicios es común observar que los niños se ven delgados y disminuyen la actividad física y el deseo de jugar; otra señal es la falta de aumento de estatura y de peso -primera evidencia-; la piel se torna pálida; también pierde elasticidad y puede volverse escamosa; en los ángulos de la boca aparecen grietas que sangran al abrirla mucho. Algunas mujeres adolescentes que ya han menstruado dejan de hacerla por desnutrición. Además de las alteraciones físicas que provoca la desnutrición, hay cambios intelectuales que repercuten de inmediato en la atención y el aprovechamiento escolar. Los maestros suelen informar a los padres que sus hijas o hijos no ponen la debida atención y se duermen durante las clases, que no hacen correctamente sus tareas escolares y a la hora del recreo o de las clases de educación física buscan la manera de evitar el esfuerzo físico. En el hogar, tanto las hijas como los hijos desnutridos prefieren apartarse a dormir y evitan participar en actividades hogareñas que antes desempeñaban con gusto. Otro aspecto notable en los desnutridos, aun en etapas iniciales, consiste en que aquellos que se distinguen por su buena salud se vuelven enfermizos y sus padecimientos tardan más tiempo en curarse. Las manifestaciones de desnutrición no siempre se notan fácilmente: hay alteraciones en la sangre, en los ojos y prácticamente en todos los órganos del cuerpo, entre las que sobresale un posible daño a las células cerebrales el cual es más profundo cuanto más largo haya sido el periodo de desnutrición. Los órganos encargados de formar defensas contra las enfermedades sufren también daños que facilitan la presencia de infecciones que difícilmente se presentan en una niña o un niño bien nutridos. La desnutrición únicamente se evita y se cura con una alimentación correcta. Conociendo los principios de la buena nutrición -elección y combinación de alimentos- es posible ofrecer a su familia una alimentación correcta dentro de los límites de su presupuesto. Mamá y papá: en el libro La nutrición de la familia, de esta misma colección, se tratan con mayor amplitud temas diversos relacionados con la alimentación y la nutrición. Para aprovechar mejor el presente texto y, de manera especial, este capítulo, les recomendamos hacer una lectura combinada de ambos libros. Infecciones de las vías respiratorias Son las más frecuentes y sus complicaciones pueden ser graves. Catarro común. Mejor conocido como gripa o resfriado. > La niña o el niño que lo padece, con frecuencia: > se queja de cansancio y malestar, > tiene escurrimiento de moco nasal transparente, blanco o verdoso, > le da tos, esporádica o en accesos frecuentes, y > en algunas ocasiones presenta fiebre o calentura de hasta 38 grados; la temperatura normal a esa edad es de 36.5 grados. Para tratar esta enfermedad, casi siempre es suficiente mantener al pequeño en casa, de ser posible en reposo; darle líquidos en abundancia como agua sola, jugos, aguas de frutas o tés, y evitar cambios bruscos de temperatura. Para bajar la temperatura se recomienda que la niña o el niño use ropa muy ligera como camiseta y calzón, y evitar exponerlo a las corrientes de aire. Por lo general, el catarro común dura de tres a cinco días. Sin embargo, si este tiempo se prolonga, si la temperatura del enfermo sube demasiado, si presenta inflamación y dolor de oídos, si se le hunde el pecho o se le dificulta respirar, o aparece algún otro motivo de alarma, es necesario llevado a una institución de salud para que lo revisen y valoren, pues si no recibe un tratamiento adecuado, puede tener complicaciones que lleguen a ser tan graves como la bronquitis, la neumonía y la meningitis, que es una infección del cerebro que puede causar sordera, ceguera y hasta la muerte. Recuerde que... No es recomendable aspirina a los pequeños sin consultar al médico, pues en algunos niños puede provocar lesiones de gravedad en el hígado. Faringoamigdalitis aguda. Algunas enfermedades amigdalianas -o de las anginas- son infecciones que tienen un inicio brusco. El niño o la niña está bien y de pronto empieza a sentir dolor en la garganta, dolores en los músculos y en las articulaciones (codos, rodillas o tobillos), molestia intensa al tragar saliva, alimentos y líquidos; tiene fiebre alta y está francamente decaído. Las anginas se le inflaman y enrojecen y pueden salir puntos blancos o amarillentos de pus que indican que hay infección. La faringoamigdalitis aguda también requiere de atención médica, ya que si no se atiende al enfermo con los medicamentos y el tratamiento indicados puede dar lugar a complicaciones como la fiebre reumática. Recuerden que el uso de antibióticos y otros medicamentos es muy delicado, por eso se recomienda emplear sólo aquellos que recete un médico en el tiempo y dosis indicados por él. Laringotraqueítis. Se trata de una inflamación de la laringe y la tráquea que dificulta la entrada del aire a los pulmones; durante la respiración del enfermo se puede escuchar un ruido que los médicos llaman estridor. > La niña o el niño enfermo presenta: > llanto y voz muy débiles, > amoratamiento de la piel alrededor de los labios, en las manos y en los pies, > respiración rápida y hundimiento del pecho al tomar aire, > inquietud, y > fiebre de hasta 39 y 40 grados. Estos síntomas constituyen una enfermedad muy grave que requiere traslado urgente de la niña o el niño a la unidad médica más cercana. En el camino, tápelo bien y llévele agua de beber. Neumonía. Es una infección grave de las vías respiratorias. Por lo general, en las familias mexicanas la conocemos como pulmonía. Se trata de una inflamación de los pulmones, provocada por virus o bacterias, que frecuentemente tiene su origen en un catarro mal cuidado. El principio y el final del invierno son las épocas más propicias para que esos virus y bacterias nos ataquen. > Los síntomas son: > dificultad para respirar, la respiración es más rápida de lo normal, > hundimiento del pecho al tomar aire, > dolor de pecho y de espalda, > amoratamiento de la piel, > inquietud, y > fiebre alta. El niño o la niña que tiene neumonía requiere de atención urgente en el centro de salud más cercano. Dada la gravedad de esta enfermedad, solamente un médico está capacitado para decidir si el pequeño puede volver a su casa o si es necesario internado en una clínica u hospital. Otitis media. Es una de las complicaciones más comunes de las enfermedades respiratorias agudas, principalmente entre las niñas y los niños, y se relaciona con la inflamación y las infecciones del oído medio. Entre la garganta y cada oído, existe un pequeño conducto llamado la Trompa de Eustaquio, que cuando es necesario permite entrar o salir aire de esa cavidad para compensar los cambios de presión atmosférica. Casi todos conocemos el significado de la frase "se me taparon los oídos" cuando experimentamos cambios de altura en la carretera o en un avión, o hemos sentido dolor al descender a cierta profundidad nadando bajo el agua. Esto se debe a que la presión atmosférica es diferente de la que existe en el interior del oído. También hemos experimentado alivio cuando simulamos la masticación o forzamos una expiración tapándonos la nariz con los dedos, ya que al entrar o salir aire de la cavidad del oído desaparece el dolor y comenzamos a escuchar correctamente otra vez. Cuando ocurre un cuadro gripal o se padece una inflamación de la garganta, la Trompa de Eustaquio puede obstruirse impidiendo el flujo de aire o, peor aún, a través del conducto, cualquier microorganismo causante de la enfermedad puede pasar al oído y provocar una infección. > Los principales síntomas son: > la niña o el niño está inquieto e irritable, > llora y se queja de que le duele el oído, > no escucha bien, > con frecuencia se toca o tapa alguna de las orejas, > si movemos suavemente arriba o abajo, o de adelante hacia atrás ésa o ambas orejas, el dolor aumenta. Es muy importante llevarlo al médico de inmediato para que lo revise. Además de las preguntas que nos haga, le examinará la nariz y la garganta, le tocará la oreja, y mirará al interior de sus oídos. El médico nos indicará qué medicamentos debe tomar, cantidad, frecuencia y por cuánto tiempo. Es muy importante seguir sus instrucciones al pie de la letra. Si no se atiende de inmediato o no se siguen correctamente las indicaciones médicas, la presión del interior puede romper el tímpano y producir la expulsión, por uno o ambos oídos, de pus. Esto es lo que describimos comúnmente con la frase "se le reventó el oído". Desde ese momento debe suspenderse la aplicación de cualquier tipo de gotas en el oído, pues ésta complicaría aún más la infección. Los cuidados ahora serán más delicados hasta que el tímpano vuelva a cerrarse. Recuerden que... La otitis media puede causar sordera parcial o total, así como otras infecciones graves de órganos cercanos. Por eso es muy importante atender los primeros síntomas para evitar que la enfermedad se repita, lo cual provocaría la ruptura del tímpano y sus consecuencias posteriores. Infecciones del aparato digestivo Lamentablemente, por la persistencia en nuestro país de condiciones insalubres en la preparación de alimentos, el almacenamiento y distribución del agua, la contaminación del aire y hábitos higiénicos inadecuados, estas enfermedades son todavía muy frecuentes. Cólera. Es una infección intestinal causada por la bacteria Vibrium Cholerae, que se transmite a través del agua y de alimentos contaminadas. Cuando existe un caso confirmado en cualquier localidad, las autoridades sanitarias visitan todas las viviendas en un área de cinco, diez o quince manzanas en zonas urbanas y cinco, siete o diez kilómetros en zonas rurales. > Los principales síntomas son: > cinco o más evacuaciones abundantes en 24 horas y que el niño o la niña haya empezado a sentirse mal, > vómito abundante, > fiebre y deshidratación rápida, > mucha sed, y > decaimiento y sueño. > Tratamiento inicial en casa: > beber abundantes líquidos, especialmente Vida Suero Oral, agua con arroz, maíz, caldos, sopas, tés y aguas de frutas, > no dejar de comer. > Las medidas para prevenir el cólera son: > hervir el agua para beber por lo menos diez minutos a partir de que empiece a burbujear, > lavarse las manos antes de preparar, servir o comer alimentos y después de ir al baño o de cambiar el pañal de la bebé o del bebé, > lavar con agua, zacate y jabón frutas y verduras que se comen crudas. Las que no se pueden tallar, desinfectarlas con cinco gotas de cloro o yodo en un litro de agua durante 30 minutos, >comer alimentos bien cocidos o fritos, incluidos los productos del mar, > evitar comer en sitios que no estén limpios, > defecar en el excusado o en la letrina o enterrar el excremento. Es recomendable acudir a la unidad de salud más cercana para que el médico revise a la niña o al niño y, de ser necesario, le tome una muestra de su evacuación y recete el tratamiento adecuado. Gastroenteritis. Comúnmente, la conocemos con el nombre de diarrea. En los preescolares ocupa el segundo lugar en enfermedades infecciosas, por lo que los padres deben tomar las medidas necesarias para prevenirla. Esta infección es causada por microorganismos -virus, bacterias o parásitos- que entran en el cuerpo de la niña o del niño mediante alimentos o líquidos contaminados, por llevarse a la boca las manos, los juguetes u otros objetos sucios; también por el uso de vasos, trastos y cubiertos mal lavados, o por vivir en medios contaminados donde no se toman medidas preventivas. > Los principales síntomas son: > evacuaciones aguadas o líquidas, que en ocasiones se acompañan de moco o sangre, > es frecuente el vómito, > aumento de la temperatura corporal o fiebre de hasta 40 grados. > Las medidas para prevenir las gastroenteritis son: > lavarse las manos después de ir al baño y antes de preparar y servir los alimentos, > lavarse las manos antes de comer, > preparar los alimentos con medidas higiénicas como lavarlos con agua y jabón, desinfectarlos y cocerlos o freírlos, > lavar con agua, jabón y estropajo los trastos y cubiertos en que se preparan y sirven los alimentos, así como las jarras y los vasos, y > evitar, en lo posible, comer en la calle y en puestos ambulantes y lugares que no estén limpios. >Tratamiento inicial en casa: > ofrecer al enfermo líquidos como el Vida Suero Oral que proporcionan gratuitamente las instituciones sanitarias en todo el país, > preparar en casa, con la mayor higiene posible, un litro de agua hervida con dos cucharadas de azúcar y una de sal, > preparar, con la mayor higiene posible, agua de arroz y dar a la niña o al niño poco a poco la cantidad que quiera tomar; si se provoca vómito, se recomienda esperar unos diez o quince minutos dándole pequeños tragos cada dos o tres minutos mientras se consigue atención médica Recuerden que... Por leves que parezcan, las enfermedades diarreicas pueden requerir que llevemos a la niña o al niño enfermo al médico, ya que una de las complicaciones más frecuentes es la deshidratación ocasionada por la pérdida excesiva de agua en evacuaciones y vómitos, lo cual rápidamente pone en verdadero peligro su vida. Procuren ofrecerles continuamente pequeños sorbos de agua. > no interrumpir la alimentación. La dieta puede ser a base de arroz cocido, pollo, res o pescado asados o cocidos; purés de verduras; frutas como manzana, pera, plátano maduro, guayaba sin semilla, y leche diluida, en partes iguales, con atole ligero de harina de arroz. Si su hijo enferma de diarrea frecuentemente, lo más acertado es llevarlo al centro de salud más cercano para que, mediante estudios de materia fecal en el laboratorio de análisis clínicos, el médico pueda saber cuál microorganismo le causó la infección, y pueda señalar el tratamiento adecuado. Amibiasis. Es una parasitosis muy frecuente en México causada por la Ameba Histolytica que se aloja en el intestino grueso y puede producir úlceras, por lo que las evacuaciones son aguadas con moco y sangre. Es frecuente que la niña o el niño infectado, después de tener una evacuación intestinal, diga que siente deseos de seguir obrando, pero que no puede y tiene dolor. Solitaria. El personal de salud la conoce también como tenia. Este parásito puede encontrarse en la carne de res o en la de puerco, así como en las verduras y en las fresas. No olviden que... Cuando observen vómitos y evacuaciones aguadas o líquidas de sus hijos o hijas, de inmediato denles líquidos y llévenlos al centro de salud lo más pronto posible. No esperen a ver qué pasa, y no acepten remedios de personas no profesionales en medicina, ni mucho menos les administren algún medicamento anunciado en la radio o en la televisión sin receta médica, ya que puede resultar dañino para ellos. La tenia o solitaria se desarrolla en el intestino humano. Cuando es adulta, puede llegar a medir varios metros y causar un ligero malestar abdominal como único síntoma. Sale del cuerpo, por el ano, en trozos que tienen aspecto de tallarín y en cuyo interior llevan los huevecillos. La solitaria que procede del cerdo tiene una importancia especial porque en su forma de conservación, conocida como cisticerco, puede formar un quiste y alojarse en cualquiera de los órganos del cuerpo. Cuando el quiste se forma en el cerebro es verdaderamente grave. Esta enfermedad se llama cisticercosis, y sus síntomas son dolor de cabeza, mareos, trastornos visuales, parálisis de algún miembro o convulsiones. A la menor sospecha es indispensable ir al médico. El puerco tiene en su carne los quistes de solitaria o cisticercos que comúnmente conocemos como granillo. Esta carne no debe comerse. Tradicionalmente, en algunas regiones del país se ha atacado a la solitaria con pepita de calabaza cocida, pero en la actualidad existen medicamentos específicos, no tóxicos y realmente efectivos. Una de las características más sobresalientes de estas infecciones es que a simple vista podemos observar los parásitos que las provocan, y aunque por esta razón resulta muy sencillo hacer el diagnóstico, lo recomendable es que estos organismos siempre sean identificados en el laboratorio, para evitar errores y señalar el tratamiento adecuado. Algunas recomendaciones básicas para evitar la solitaria y la cisticercosis son: . desechar siempre la carne con grano, . nunca comer carne mal cocida o insuficientemente frita, . lavar y desinfectar las verduras y frutas, . lavar con especial cuidado las fresas. Otras enfermedades importantes Anemias. Con este nombre conocemos las alteraciones que nos provoca la deficiencia en el número o en el color de los glóbulos rojos de la sangre. La causa más frecuente de que una niña o un niño padezca anemia es una dieta pobre en alimentos que contienen hierro, como las verduras de hoja verde, los frijoles, las lentejas, la carne y el huevo. > Los principales síntomas de la anemia son: > palidez, > cansancio, > pérdida del apetito, y > propensión a contraer infecciones diversas. Hay algunas anemias que se deben a enfermedades mucho más serias, como la leucemia. Por eso, si alguno de sus hijos o hijas presenta cualquiera de los síntomas mencionados, es necesario llevarlo a una revisión médica. En ocasiones algunos síntomas a los que no les damos importancia pueden ser el indicio de una enfermedad seria. Si se atiende con oportunidad al enfermo, el tratamiento de una anemia no es nada complicado, la cura se basa en una alimentación correcta y puede complementarse con suplementos de hierro que recete un médico. Leucemias y anemias aplásticas. Son algunas de las enfermedades de la sangre que se presentan en niñas y niños. Desgraciadamente, no siempre es posible determinar sus causas; sin embargo, las leucemias son más frecuentes en menores que han vivido muy cerca de cables de alta tensión y, por lo general, las anemias aplásticas se presentan después que han tomado algún medicamento tóxico o han estado expuestos a insecticidas. > Los principales síntomas son: > cansancio, >indiferencia al juego y al estudio, > pérdida de apetito, > fiebre durante semanas sin causa evidente, > palidez que poco a poco se hace más notable, y > por ejemplo, en la leucemia aparecen pequeñas manchas rojas en la piel de todo el cuerpo, o en el púrpura salen moretones sin golpes previos. Afortunadamente, en las unidades médicas grandes o de tercer nivel, como algunos hospitales del ISSSTE, del IMSS, de la Secretaría de Salud o privados, se cuenta con los medios especializados para el control e incluso la curación de estas enfermedades. Rabia. Tanto en las ciudades como en el campo de México existe una importante sobrepoblación de perros y gatos que, aunque son animales domésticos, pueden ser agresivos. Cuando no son vacunados contra la rabia son los principales transmisores de esta enfermedad en el país. Por lo regular, a las niñas y a los niños les gustan los perros, y es muy frecuente que estén en contacto con ellos, pues son las mascotas o los guardianes preferidos en los hogares mexicanos. Además, los pequeños casi siempre, tienen la posibilidad de encontrarse con algún perro en la calle y ponerse a jugar con él, lo cual puede exponerlos a una mordedura. La rabia también puede ser transmitida si el animal lame una herida del ser humano, o tejidos suaves como los de la boca, o por un rasguño seguido de saliva. Esta enfermedad también es transmitida por animales salvajes como la ardilla, el zorrillo, el murciélago, el hurón, el coyote, y otros que difícilmente se acercan a las personas como el lobo, el zorro o el lince. El gato doméstico, otra mascota preferida por los niños, también es transmisor de la rabia. Contra la creencia popular, la rata no transmite esta enfermedad, ya que cuando la contrae se paraliza y no puede morder. No dejen pasar el tiempo... Si no lo han hecho, cuanto antes hablen con sus hijos e hijas y explíquenles el grave peligro que corren al jugar con perros callejeros o que no han sido vacunados, pues hasta ahora no hay ningún medicamento curativo contra la rabia, y todo ser humano que la adquiere muere. Todos los perros y gatos caseros deben ser vacunados contra la rabia. ¿Ustedes ya vacunaron a los suyos? >¿Qué hacer en caso de que una persona resulte mordida o rasguñada por un perro o un gato desconocido o enfermo? > lavar a conciencia la herida con agua y jabón; si la herida es grave, no es conveniente, > aplicar un desinfectante local, > llevar al herido al centro de salud más próximo para que le den el tratamiento adecuado, > si la mordida o rasguño ocurriera en la cabeza, las manos o los pies, acudir de inmediato al centro de salud para que se valore la aplicación de la vacuna antirrábica o se le dé el tratamiento más adecuado. Siempre que sea posible se debe atrapar al animal agresor, nunca matarIo. Es necesario llevarlo ante las autoridades sanitarias para su observación, ya que, si resulta sano, el médico puede decidir si suspende la vacuna al herido. Si el animal huyó, sin lugar a dudas se debe aplicar el tratamiento para evitar la posibilidad de que el lesionado desarrolle la rabia y muera. Sabían que. . . La vacuna antirrábica debe aplicarse cuantas veces una persona sea atacada por un animal enfermo de rabia, sospechoso de tenerla o que huya. Hasta ahora no hay vacuna capaz de proteger al ser humano durante plazos largos. Por eso hay que vacunar a los animales caseros cada año, y prácticamente desde recién nacidos. Envenenamiento por picadura de alacrán. En todo el país hay alacranes, tanto en el medio rural como en el urbano. También conocidos como escorpiones, son unos arácnidos ponzoñosos que cuando pican a las personas les inyectan su veneno; sin embargo, pocas variedades causan efectos tóxicos en los seres humanos. Los alacranes más venenosos generalmente son de tamaño pequeño o mediano y de color que va del rojizo al café oscuro. Habitan principalmente en algunas regiones de los estados de Colima, Nayarit, Durango, Guanajuato, Morelos, Guerrero, Jalisco, Michoacán y, en menor cantidad, en el Distrito Federal. Los alacranes son animales más bien nocturnos. Durante el día se protegen del sol y del calor en rincones oscuros, debajo de piedras, en cuevas, en techos de madera, de palma o con cielo raso -tela lisa en interior que guarda un espacio de aire entre ella y el verdadero techo-; también se esconden en cajones o en lugares tan insospechados como zapatos o bolsas. Cuando un alacrán entra en contacto con la piel humana reacciona clavando el aguijón que tiene al final de la cola, lo cual produce dolor intenso e inflamación en el sitio de la picadura. Como la molestia es inmediata, el niño o el adulto picado casi siempre logra identificar al animal. > Los principales síntomas, que pueden causar la muerte en corto plazo, son: > dolor intenso e inflamación en el sitio de la picadura, > exceso de salivación, > dificultad para tragar la saliva, y > problemas para respirar. Sabían que popularmente se dice que... Los alacranes siempre andan en parejas. Por lo tanto, siempre que alguien sufra una picadura, o simplemente vea uno, le conviene buscar al compañero. La niña o el niño picado por un alacrán debe ser atendido con urgencia en un centro de salud para que, de inmediato, le pongan el suero antialacrán, pues ciertos tipos de veneno pueden causar la muerte. Envenenamiento por mordedura de víbora. En casi todas las zonas climáticas de nuestro país hay víboras. Por lo tanto, los niños y niñas con frecuencia quedan expuestos a ser atacados por una. Aunque el riesgo es mucho mayor en el medio rural, también puede existir en las ciudades, sobre todo en terrenos baldíos y descuidados en donde los pequeños se meten a jugar, o a donde se acercan porque su curiosidad infantil despierta cuando empieza la construcción de casas o edificios. De la gran variedad de víboras que hay en México, la Cascabel, la Coralillo y la Nauyaca sobresalen por la alta toxicidad de su veneno. Las víboras atacan con movimientos rápidos y sorpresivos cuando sienten la cercanía de las personas. Debemos enseñar a niñas y niños a que tomen las precauciones necesarias y a nunca acercarse a estos animales. La mayoría de las serpientes son silenciosas y sigilosas, por lo que cuando muerden a una persona lo hacen de manera sorpresiva. Sin embargo, la Cascabel suele anunciarse con el sonido del crótalo que tiene en la cola. Siempre que una persona sea mordida por una víbora tendrá dolor agudo en la zona de la lesión y claramente se verá la marca. Si el atacado por una serpiente venenosa no es atendido con rapidez, alrededor de la herida pronto aparecen manchas rojas, después le da tos con flemas sanguinolentas y respira con dificultad, tiene visión borrosa y vómitos con sangre, así como delirios y convulsiones, y puede perder la vida. > Las medidas que deben seguirse ante la mordedura de una víbora Cascabel, una Coralillo o una Nauyaca, son: > aplicar un torniquete inmediatamente arriba de la mordida y apretarlo bien; puede hacerse con un trapo, un pedazo de ropa o un cinturón, > si el atacado está solo, debe buscar ayuda rápidamente, > si está acompañado, debe permanecer prácticamente inmóvil para que el veneno no se extienda por la sangre a todo su cuerpo, y su acompañante deberá: > hacer una cortada como de un centímetro sobre cada una de las huellas de los colmillos de la serpiente, >succionar o chupar -muchas veces- cada una de las cortadas para sacar la mayor cantidad posible de veneno y escupir; si el compañero se pasa uno o varios tragos, el veneno tomado no le hará daño, > trasladar con urgencia a la niña o al niño mordido al centro de salud más cercano para que se le aplique el suero anticrotálico o antiviperino, pues es lo único que, aplicado con oportunidad, puede evitarle la muerte. ¡Cuidado! Todos sabemos que para crecer y desarrollarse bien, nuestros hijos e hijas necesitan estar sanos y no sufrir accidentes lamentables. Lo más importante es saber cómo prevenirlos y, si llegasen a ocurrir, atenderlos. Las niñas y los niños preescolares sienten gran curiosidad por conocer el universo que los rodea y, por su edad, desconocen el peligro. Viven en el hogar y es ahí donde con mayor frecuencia sufren accidentes. Por su parte, los escolares han desarrollado y descubierto sus habilidades físicas básicas y apenas han empezado a medir los riesgos de sus actos; esto mismo se convierte en un reto que los desafía a probar sus destrezas, aunado al afán de competencia y al deseo de captar la atención de sus amigas y amigos, así como de las personas mayores. > Los accidentes que con mayor frecuencia sufren las niñas y los niños son: > quemaduras por fuego, objetos calientes o líquidos hirvientes, así como por descargas eléctricas y cohetes, > asfixia por objetos que se llevan a la boca y se les van a las vías respiratorias, > ahogamiento por caídas en tinas, albercas, pozos y otros depósitos de agua u otros líquidos, así como en ríos, mares, lagos y lagunas, > fracturas por caídas de las escaleras, de pisos altos o de árboles, > atropellamientos por carretas, coches u otros vehículos, > intoxicaciones con medicamentos o solventes, > heridas por armas de fuego u objetos punzocortantes. Quemaduras Se puede prevenir la mayoría de estos accidentes si enseñan a las niñas y a los niños, por medio de razonamientos adecuados a su edad, que: > por ningún motivo se acerquen al bracero, estufa o cualquier aparato en que se preparan alimentos y se calientan líquidos. En las estufas preferir las hornillas de atrás o en caso de anafre no dejarlo desatendido, > nunca toquen la plancha, trastos calientes o las tuberías que conducen líquidos calientes; nunca dejar la plancha conectada al alcance de los niños, > eviten manipular los cables conductores de energía eléctrica y los contactos. De ser posible, cancelar los que no se usen con cinta adhesiva aislante, > eviten jugar con cohetes, encendedores y cerillos. En caso de quemadura, lo primero que se debe hacer es mojar la superficie lastimada con agua fría para calmar el dolor. Nunca aplicar algún ungüento o pomada, mucho menos mantequilla, crema o cualquier otra sustancia, porque se puede provocar una infección y agravar el problema. De inmediato se debe llevar al quemado a un servicio médico para que reciba la atención especializada que necesita. El índice de quemaduras por lumbre y sustancias calientes es más alto en las niñas, debido a que ayudan en las labores del hogar con mayor frecuencia que los niños. Es muy importante instruir a los pequeños para que eviten peligros y riesgos como jugar con instalaciones eléctricas, subir a postes conductores de cables de alta tensión o tocar dichos cables con varillas, tubos o cualquier objeto metálico, pues producen descargas que definitivamente son mortales. Otro riesgo de quemadura se presenta cuando las personas –niños y adultos- se resguardan de la lluvia debajo de los árboles, pues éstos atraen los rayos y pueden alcanzarlos e incluso provocarles la muerte. Es preferible exponerse a sufrir un catarro que una descarga eléctrica. La mayor incidencia de estos accidentes ocurre en el campo, pero pueden suceder también en las ciudades y en los pueblos. Asfixias Por ningún motivo se debe dejar al alcance de las niñas o de los niños pequeños mucho menos cuando no estén junto a ellos- botones, agujas y alfileres, tuercas, caramelos, cacahuates, monedas u otros objetos pequeños, hasta que tengan edad suficiente para manejarlos sin la inquietud de llevárselos a la boca, porque pueden ahogarse. Si un niño se pasa un objeto o un trozo de comida y éste le obstruye la entrada de aire a los pulmones, puede asfixiarse y morir. De inmediato hay que sentarlo sobre las piernas de uno, con su espalda pegada a nuestro pecho, y hacer una presión moderada sobre su abdomen a dos o tres dedos arriba del ombligo; si al primer intento no arroja el objeto o bocado, debemos repetir la maniobra con una presión un poco más fuerte. También hay que evitar que metan la cabeza en bolsas de plástico, porque pueden asfixiarse. Recuerden que... Si el objeto tragado se deposita en los bronquios, el aire pasa con dificultad, se amoratan los labios y las uñas se ven de color azulado. Éste es un caso de urgencia y, sin perder tiempo, hay que llevar a la niña o al niño al servicio médico más cercano. Ahogamientos La mejor forma de evitarlos es enseñar a nadar a las niñas y a los niños desde chiquitos. Mientras más pequeños son, y aunque sepan nadar, se debe ser muy cuidadoso con ellos y no perderlos de vista cuando los llevamos a sitios de recreo como balnearios, playas o ríos, así como a cualquier otro lugar en el que haya depósitos de agua u otros líquidos. Por ejemplo, si en los lugares que sus hijos frecuentan hay pozos, deben construirles un brocal suficientemente alto y ponerles una tapa de seguridad que sea prácticamente imposible abrir para un niño. El riesgo siempre existe. Si a pesar de haber tomado las precauciones pertinentes para evitar un ahogamiento, accidentalmente un menor cae al agua, es urgente rescatarlo y colocarlo boca arriba en una superficie dura, como el suelo, voltearle la cabeza hacia un lado y presionarle el abdomen para sacar el agua de sus pulmones; en seguida se le da respiración de boca a boca y masaje al corazón. Para realizar esta maniobra con la habilidad necesaria, es conveniente capacitarse con algún trabajador de la salud que les enseñe los primeros auxilios. Fracturas Si viven en casas donde hay escaleras y tienen niñas o niños pequeños, es necesario instalar puertas al inicio y al final de las escaleras para que no las suban ni bajen sin vigilancia. Los pisos altos y las azoteas también deben tener medidas de seguridad como barandales con suficiente altura para evitar caídas que pueden resultar fatales. Las lesiones más frecuentes cuando los pequeños caen de pisos altos, de escaleras o de árboles son heridas en la cabeza, golpes, raspones y fracturas en brazos, piernas, dedos y costillas, así como en cráneo y columna vertebral. Estos accidentes son más frecuentes en los niños que en las niñas porque comúnmente la sociedad los enseña a ser más intrépidos, como signo de su virilidad. Si llega a suceder que uno de sus hijos tenga una caída como las mencionadas y si aprecian alguna deformación en sus brazos, hombros o piernas, no deben intentar volverlos a su lugar, ya que puede tratarse de una fractura. Lo recomendable es sujetar la parte deformada con una tabla, cartón duro o varas y fijarla con una venda o lienzo. Si, además, hay heridas abiertas, de inmediato hay que llevarlo al hospital o al centro de salud más cercano. Cuando se lastime la espalda sólo deben moverlo personas capacitadas para trasladar a este tipo de lesionados. ¡Atención! Las fracturas o luxaciones no deben ponerse en manos de un sobador, ya que lo más probable es que éste las complique. En caso de que la niña o el niño reciba un golpe en la cabeza, aun cuando reaccione de manera normal, debe ser cuidadosamente vigilado en el centro de salud o en su casa durante 48 horas. En algunos casos se presenta una hemorragia cerebral cuyos síntomas se manifiestan durante ese tiempo. Algunas señales son: > le cuesta trabajo despertar o mantenerse despierto, > se queja de dolor de cabeza, > respira con dificultad, > no contesta a preguntas simples, > suelta los objetos que se le dan en la mano, y > la pupila está muy dilatada. Estos síntomas indican que la niña o el niño accidentado está gravemente herido y debe recibir atención médica urgente en un hospital. Atropellamientos Cada día son más frecuentes los accidentes ocasionados por vehículos en movimiento, sobre todo en las ciudades grandes. Los daños pueden ser graves e involucrar desde una mano o un tobillo hasta el cráneo o la columna vertebral, y el estallamiento de órganos internos como el hígado, el bazo, los pulmones y otros. La conducción de vehículos a altas velocidades y la desmedida ingestión de alcohol o drogas son las causas más frecuentes de los accidentes. Es fundamental enseñar a las niñas y a los niños desde pequeñitos a usar el cinturón de seguridad, a cruzar las calles en las esquinas mirando a ambos lados y de acuerdo con las respectivas señales de los semáforos. Es importante usar los puentes peatonales. Otra medida de prevención de accidentes, que ayuda a desarrollar la cultura del rechazo de la violencia, radica en que con razonamientos adecuados a las edades de los hijos, y sobre todo con su ejemplo cotidiano les inculquen, particularmente durante la adolescencia, la conveniencia de manejar a velocidades moderadas, de respetar las señales de tránsito, y de nunca conducir un vehículo cuando se ha tomado alguna bebida alcohólica. > En caso de un atropellado o de un lesionado en un accidente automovilístico la recomendación principal es: > no mover al lesionado y tener especial cuidado en mantenerle inmovilizados el cuello y la espalda, > de inmediato llamar una ambulancia para que se recoja a la persona herida, y en el trayecto al hospital empiece a dársele la atención pertinente, > si no es posible lo anterior, es muy importante observar los cuidados mencionados y trasladar al accidentado, con rapidez y con tranquilidad, al servicio médico más cercano. Intoxicaciones En la mayoría de los hogares es prácticamente inevitable que haya medicinas y sustancias tóxicas como tíner, aguarrás, gasolina, limpiadores e insecticidas, entre otras. Si las madres y los padres no toman las precauciones mínimas para mantener estos productos bien guardados, arriesgan a sus hijas e hijos a que, en el momento menos pensado, se intoxiquen con ellos y se produzcan graves daños o incluso la muerte. > Para evitar dichas intoxicaciones, las medidas que deben tomarse son: > siempre guardar en repisas altas o en cajones con candados, fuera del alcance de los pequeños, los tóxicos como gasolina, tíner, petróleo, acetona, aguarrás, pinturas y barnices; asimismo, los productos de limpieza como cloro, amoniaco y sosa cáustica, entre otros, y los venenos contra ratas y ratones, > nunca envasar estos productos en frascos de refrescos ni de alimentos, > siempre poner una etiqueta con el nombre del producto a los recipientes y marcarlos con una calavera trazada por una cruz, como advertencia de peligro, > enseñar a los pequeños que no deben tocar, oler o probar esos productos, que no son para jugar y que esa calavera indica que pueden causar la muerte, > conservar en lugares seguros y fuera del alcance de las niñas y de los niños las medicinas, el alcohol, el agua oxigenada y los desinfectantes. Es importante tener presente que en la actualidad los medicamentos en cápsulas o pastillas son elaborados con colores que resultan atractivos para los pequeños, y que los jarabes y otras soluciones tienen sabores que pueden ser agradables y deseables para ellas y ellos. Con estos productos también es necesario tomar precauciones. Si a pesar de todos los cuidados un niño llega a ingerir un tóxico, o un medicamento no indicado, las acciones que deben seguirse son: > de inmediato se le provocará el vómito y se le dará a tomar leche. Si el producto que el pequeño tomó es un blanqueador, acetona, cal, detergente, insecticida o un derivado del petróleo, no debe producírsele el vómito, ya que estos tóxicos pasan a los pulmones y pueden causar neumonías inflamaciones pulmonares- muy graves. Sí se recomienda darle leche. > mientras la mamá o el papá da leche a la pequeña o al pequeño, el otro tratará de identificar el tóxico ingerido y se dedicará a preparar el traslado, conseguir algún vehículo o llamar una ambulancia para llevarlo al centro de salud más cercano. El caso es grave y se requiere ayuda médica. Heridas por armas de fuego y objetos punzocortantes Desafortunadamente, cada día en más hogares hay armas de fuego y objetos punzocortantes, cuyos riesgos todos conocemos. Los adultos somos responsables de lo que puede suceder con cuchillos, tenedores, tijeras, agujas y alfileres, navajas, desarmadores y martillos, serruchos, sierras, y pistolas, entre otras herramientas caseras y armas. Por eso debemos extremar precauciones para mantenerlas fuera del alcance de las niñas y de los niños, independientemente de que se les haya informado sobre su uso y la amenaza que entrañan. Ellos no pueden valorar su alta peligrosidad, y por falta de experiencia, por curiosidad o simplemente jugando las pueden manipular y accionar, y lesionarse o herir a otra persona. Mamá y papá: si alguna vez encuentran a una persona con una herida de bala, no deberán perder el tiempo, sino que deben ir de inmediato a un servicio de salud. Si en la comunidad no lo hay, tomen el primer vehículo de transporte que esté a la mano y lleven al herido a un centro de atención médica. Se trata de una emergencia. Antes de intentar curar en casa cualquier herida profunda, es recomendable hacer presión sobre la zona sangrante, y si la lesión es en brazos o piernas, colocar un torniquete para impedir la hemorragia. Acto seguido, trasladar al herido a un servicio médico. En todos los accidentes sufridos o provocados por niñas y niños con armas de fuego y objetos punzocortantes, siempre los adultos dueños de dichos instrumentos somos responsables de los hechos, e incluso podemos ser juzgados y sentenciados legalmente, sobre todo si el accidentado muere o queda discapacitado. PARA TERMINAR Para todas y todos es bien sabido que en ocasiones no es fácil mantener una buena salud y evitar los accidentes que pueden sufrir nuestros hijos e hijas. Por otra parte, también sabemos lo complicado que es tratados y educarlos cuando se convierten en púberes y poco después en adolescentes. Es una época difícil tanto para ellas y ellos como para nosotros; sin embargo, la responsabilidad es nuestra, y lo que más necesitan en esta etapa de sus vidas es amor, respeto y límites. ¿ Cómo actuar con nuestros hijos e hijas de manera adecuada a sus necesidades de crecimiento y desarrollo? ¿Cómo asegurarles una buena salud física, emocional y social? ¿Cómo ayudarlos a vivir de la mejor manera esta etapa en que se convierten en mujeres y en hombres? Lamentablemente, no existen recetas ni manuales que puedan garantizar algún resultado. Pero la reflexión, la comprensión y el diálogo con ellas y ellos sobre lo que les está pasando es el mejor camino que podemos seguir para acompañarlos y ayudarlos a formarse bien durante este periodo de su vida. Para poder mostrar la tolerancia y el afecto que los púberes necesitan de nosotros, y para poder ayudarlos a resolver los cambios y conflictos que viven, es importante observar, analizar y entender a fondo el proceso de transformación que viven. Incluso es conveniente anticiparnos y platicar con ellas y ellos para explicarles qué les va a ocurrir, hacerles saber que cuentan con nosotros y que todas y todos pasamos por ese momento. Madres y padres sabemos que la educación y orientación para una vida sana es una labor que para nadie es fácil. Pero también comprendemos que si nos informamos, reflexionamos y actuamos con amor y sin violencia, seguramente podremos realizarla mejor. Es importante que nos interesemos por las inquietudes, los juegos, las actividades y las tareas escolares o de trabajo de nuestros hijos e hijas, y que estemos enterados de lo que hacen fuera de casa, a dónde van y quiénes son sus amistades. Recordemos que la inexperiencia y la imprudencia más comunes en la pubertad los expone con gran facilidad a riesgos cada día más graves como consumir tabaco, alcohol y drogas altamente dañinas. Cerremos este libro reflexionando sobre lo trascendente que es para nuestros hijos e hijas el hecho de que seamos capaces de reconocer y estimular su comportamiento cuando hacen sus tareas escolares, colaboran en el hogar, cooperan en actividades comunitarias, hablan con la verdad, defienden sus convicciones, cuidan de su salud y tratan con respeto y espíritu de cooperación a las demás personas. También queremos llamar la atención sobre un acto de solidaridad hacia los demás, nos referimos a la donación de un órgano o tejido a quien lo necesite. Podemos ayudar a prolongar y mejorar la calidad de vida de una persona si antes de morir decidimos donar nuestros órganos. Es importante que enseñemos esta actitud positiva a nuestros hijos e hijas y sigan nuestro ejemplo. Las preguntas obligadas son: ¿ Cómo estimularlos para reforzarles valores positivos? ¿Cómo promover hábitos para mantener su salud? El reto es interesante y exige ser creativos. Para premiar adecuadamente a nuestros hijos por su logros, lo primero es tener en mente su edad, saber que cada uno es distinto y que todos necesitan ser amados y aceptados. La salud es en parte consecuencia de que cada persona se preocupe por conservar y fortalecer la suya, por lo que requiere tener una idea adecuada de sí misma. Un libro como éste nos puede ser de ayuda en la tarea de amar, educar y formar niñas y niños que comprendan que el cuidado de la salud es de gran valor en nuestra vida. Les recomendamos complementar la información con los demás libros de mamá y papá, con los libros de texto gratuitos de sus hijas e hijos, y con otros que les recomienden los maestros y los trabajadores de la salud. Este libro los enriquecerá más si lo comparten y comentan con sus hijos, con otros padres y con los maestros. EDAD 5 años 5 años 6 meses 6 años 6 años 6 meses 7 años 7 años 6 meses 8 años 8 años 6 meses 9 años 9 años 6 meses 10 años 10 años 6 meses 11 años 11 años 6 meses 12 años 12 años 6 meses PESO NORMAL (EN KG) DE NIÑAS Y NIÑOS NIÑAS NIÑOS PESO MINIMO 14.0 16.8 17.6 18.5 19.5 20.7 29.1 23.3 24.8 26.4 28.1 29.8 31.7 33.6 35.6 37.6 PESO MÁXIMO 20.0 21.1 22.3 23.7 25.4 27.2 29.4 31.7 34.2 36.8 39.6 42.3 45.2 48.0 50.7 53.4 PESO MINIMO 16.9 17.8 18.7 19.7 20.6 21.6 22.7 23.8 24.9 26.2 27.5 29.0 30.6 32.4 34.3 36.5 PESO MÁXIMO 20.7 21.9 23.2 24.5 25.9 27.5 29.2 31.1 33.1 35.3 37.6 40.0 42.6 45.4 48.2 51.2 Si su hijo está por arriba del peso máximo o por debajo del peso mínimo, consulte a su médico. EDAD 5 años 5 años 6 meses 6 años 6 años 6 meses 7 años 7 años 6 meses 8 años 8 años 6 meses 9 años 9 años 6 meses 10 años 10 años 6 meses 11 años 11 años 6 meses 12 años 12 años 6 meses PESO NORMAL (EN KG) DE NIÑAS Y NIÑOS NIÑAS NIÑOS PESO MINIMO 104.0 107.6 110.5 113.3 116.0 118.6 121.3 124.0 126.8 129.6 132.6 135.7 138.9 142.4 145.8 148.9 PESO MÁXIMO 112.1 115.5 118.8 122.0 125.2 128.3 131.5 134.6 137.7 140.9 144.1 147.3 150.6 157.3 160.2 160.2 PESO MINIMO 106.1 109.1 112.0 114.8 117.4 120.0 122.5 124.9 127.4 129.9 132.4 135.0 137.6 143.3 146.4 146.4 PESO MÁXIMO 113.8 117.1 120.2 123.1 126.0 128.8 131.5 134.2 136.9 139.8 142.7 145.7 148.9 156.0 159.7 159.7 Si su hijo está por debajo de la talla mínima, consulte a su médico. Las niñas y los niños tienen derechos: "Es nuestro derecho disfrutar del más alto nivel posible de salud y tener acceso a servicios médicos y de rehabilitación, así como a los cuidados preventivos para la disminución de la mortalidad infantil." Artículo 24 de la Convención sobre los Derechos del Niño aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en noviembre de 1989. Si tienen dudas Secretarías de Salud de los Estados AGUASCAlIENTES 01 (49) 12 1562/ Conm. 10 79 00 ext. 356 BAJA CALIFORNIA 01 (65) 57 28 20 Y 57 36 81 BAJA CALIFORNIA SUR 01 (11) 22 31 37 Conm. 22 06 49 Ext. 102 CAMPECHE 01 (98) 16 10 00 Y 11 23 15 COAHUILA 01 (84) 15 93 49 Y 15 92 89 COLIMA 01 (33) 12 09 80 Y 12 36 55 QUERÉTARO 01 (42) 127928 Y 1283 36/ Fax 12 75 14 CHIAPAS 01 (96) 13 13 09, 13 12 57 / Fax 13 12 58 CHIHUAHUA 01 (14) 10 36 22 Y 15 30 59 DISTRITO FEDERAL 5740 2306 Y 5740 0633 DURANGO 01 (18) 18 65 63 y 17 17 37 GUANAJUATO 01 (47) 32 03 83 Y 32 01 09 GUERRERO 01 (74) 85 19 01 Y 85 20 70 HIDALGO 01 (77) 13 61 20 Y 13 77 69 JALISCO 01 (36) 14 66 02 Y 14 27 58 MÉXICO 01 (72) 15 66 85 Y 15 87 09 MICHOACAN 01 (43) 12 05 14 Y 13 61 68 / Fax 13 74 55 MORELOS 01 (73) 18 71 22 / Fax 18 8317 NAYARIT 01 (32) 14 09 27 Fax 14 21 76 NUEVO LEÓN 01 (81) 30 70 91 Y 30 70 92 OAXACA 01 (95) 16 34 64 / Fax 16 59 35 PUEBLA 01 (22) 32 80 40 Y 32 65 18 / Fax 32 09 38 QUINTANA ROO 01 (98) 32 33 18 Y 32 00 40 / Fax 32 51 05 SAN LUIS POTOSÍ 01 (48) 11 39 38 Y 11 67 65 / Fax 13 85 60 SINALOA 01 (67) 14 55 71 Y 14 15 50 / Fax 14 55 71 SONORA 01 (62) 12 06 58 Y 12 20 86 / Fax 12 23 35 TABASCO 01 (93) 16 34 86 / Fax 16 28 60 TAMAULIPAS 01 (13) 12 08 14 Y 12 21 68 / Fax 12 21 68 TLAXCALA 01 (24) 62 23 44 / Fax 62 36 58 VERACRUZ 01 (28) 40 05 88 Y 40 03 79 / Fax 14 13 11 YUCATAN 01 (99) 28 60 83 Y 28 53 39 ZACATECAS 01 (49) 22 26 13 Y 22 12 02