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Este libro fue elaborado por el Centro de Cooperación Regional para la Educación
de Adultos en América Latina y el Caribe (CREFAL).
COORDINACIÓN GENERAL. Juan Francisco Millán Soberanes
ESPECIALISTA. Alfonso Bastién Cue
EQUIPO PEDAGÓGICO. Graciela Galindo Orozco y Bernardo Lagarde
DIRECCIÓN DE ARTE. Rafael López Castro
COORDINACIÓN EDITORIAL Y DISEÑO GRÁFICO. Marta Covarrubias Newton
ILUSTRACIÓN. María de Jesús López Castro
Apoyo INSTITUCIONAL . Lilian Álvarez Arellano, SEP. Carlos López Díaz, SEP.
Rafael Camacho Solís, SSA
D.R. @ Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos en América
Latina y el Caribe, Pátzcuaro, Michoacán.
ISBN 968-5341-07-9
IMPRESO EN MÉXICO EN LOS TALLERES DEL CREFAL,
Av. LÁZARO CÁRDENAS S/N COL. REVOLUCIÓN
C.P. 61609 PÁTZCUARO, MICHOACÁN NOVIEMBRE DE 2001
INDICE
PARA EMPEZAR
CRECIMIENTO Y DESARROLLO
ENFERMEDADES MÁS FRECUENTES Y VACUNAS
ACCIDENTES MÁS COMUNES
PARA TERMINAR
PARA EMPEZAR
Además de cariño, dedicación y paciencia, el cuidado de la salud de las niñas y de
los niños requiere ciertos conocimientos acerca de su alimentación, higiene,
crecimiento y desarrollo; de la prevención de accidentes y de enfermedades, y de
algunas medidas que podemos aplicar cuando éstos se presentan. La intención de
este libro es ofrecer, a madres y padres de familia, ideas y algunos consejos
fáciles de llevar a la práctica para favorecer una vida sana en sus hijos.
Es frecuente hablar de salud y enfermedad al mismo tiempo, pues ambas forman
parte de un proceso en donde intervienen las costumbres, los hábitos, las
creencias, los aspectos económicos y sociales que integran la vida de las familias
y de las personas.
En la mayor parte del mundo las enfermedades infecciosas y contagiosas, como el
SIDA y el cólera, ocupan un lugar importante como problemas aún por resolver.
En su propagación tienen especial influencia el difícil acceso a los servicios de
salud, la inequitativa distribución de los alimentos y de la riqueza y la falta de
información. Es común pensar que este tipo de enfermedades sólo afecta a pocas
personas y sus familias, pero si ponemos atención a las noticias veremos que
afecta a sociedades enteras y que organizaciones internacionales como la ONU,
la OMS o la UNICEF trabajan en casi todo el planeta para combatidas.
Quienes vemos la televisión, escuchamos la radio o leemos el periódico sabemos
que la salud de la mayoría de los mexicanos y de las poblaciones de otros países
aún está lejos de ser la deseable. Por ejemplo, hemos oído que la desnutrición y la
mala alimentación son problemas que afectan a personas de todas las edades, las
debilitan y les dificultan su adecuado desempeño en los estudios o en el trabajo;
sabemos que a muchos niños y niñas la desnutrición grave les puede causar la
muerte.
La dificultad para evitar la pobreza y las malas condiciones que existen en
diversas partes del mundo hacen suponer a muchos que no es posible hacer nada
para mejorar nuestra salud personal, familiar y comunitaria.
En este libro los invitamos a reflexionar sobre las costumbres y los hábitos que
afectan su salud y la de su familia, y a cambiar aquellos que los dañan o los ponen
en riesgo; también les damos algunas ideas" para facilitar que poco a poco las
niñas y los niños aprendan a cuidar su salud. No olviden que cuidar la salud es
asunto de todos.
Preescolares y escolares
Pediatras, psicólogos y educadores denominan "preescolares" a las niñas y a los
niños que tienen entre tres y seis años de edad, quienes por lo general van al
jardín de niños; a los que tienen de seis a doce años y asisten a la primaria se les
llama "escolares".
Todo lo que aprendieron los niños antes de ir a la escuela nos parece tan natural
que reflexionamos poco sobre la maravilla que representa que alrededor de los
tres años hablen, caminen, corran, trepen, salten, distingan lo que les gusta de lo
que no, digan cuándo se sienten bien o cuándo les duele algo, pidan comida
cuando tienen hambre y la rechacen cuando están satisfechos, se protejan cuando
sienten frío y usen ropa ligera si hace calor; muchos ya conocen los colores,
algunos números y letras. Pocas veces valoramos lo difícil que para ellas y ellos
fue aprender todo eso.
Cuando asisten al jardín de niños los preescolares inician un viaje sin límites que más allá de su mundo familiar- los lleva a conocer poco a poco nuevas cosas, y
con frecuencia nos dan sorpresas gratas. Reconocemos en ellas y en ellos
distintas maneras de expresarse y comunicarse, pues al hacerla, además de
hablar utilizan gestos y ademanes, y a medida que aprenden usan lenguajes más
complejos con signos y símbolos, aprecian los dibujos, las letras y los números y
pueden escuchar los cuentos y las canciones.
Nuestros hijos e hijas se vuelven sociables, es decir, se relacionan en grupo y
comparten afectos con otros niños y otras niñas, cumplen reglas y normas,
tiempos y disciplinas; se ubican en el espacio: saben dónde es arriba y abajo,
enfrente y atrás, la derecha y la izquierda y, sobre todo, aprenden a controlar y a
postergar la satisfacción de necesidades como dormir, comer, ir al baño o jugar. El
jardín de niños les facilita aprender todo esto y mucho más.
El aprendizaje continúa
Cuando los niños de seis años entran a la primaria, los padres y los maestros se
preocupan más porque aprendan todo y tengan los útiles que necesitan, los
ayudan a entender que ya no sólo se trata de jugar, bailar, cantar y dibujar, sino
que ahora tienen una responsabilidad que cumplir: estudiar y aprender para ser
mejores.
La disciplina aumenta. Cada día la exigencia de atención y comprensión para ellas
y ellos parece ser mayor, y el trabajo, más duro.
Niñas y niños poco a poco aprenden a leer y escribir, a hacer cuentas, a entender
qué es la familia, la comunidad, el país, el mundo y el universo, la ciencia y la
tecnología; también pueden aceptar y hacer suyos valores sociales como la
honestidad, el respeto, la equidad, la solidaridad, la justicia, la amistad y el amor;
así como a buscar y descubrir soluciones a problemas de la vida cotidiana.
Lo que los pequeños aprenden y realizan durante su estancia en el jardín de niños
y en la escuela primaria es importante para su salud física, emocional y social.
También hacen ejercicio, juegan y aprenden a relacionarse con los demás. Todo
esto influye en su crecimiento y en su desarrollo y les ayuda a integrarse en la
sociedad.
Este periodo implica transformaciones en el cuerpo y en la mente de los niños, en
sus afectos y necesidades. Esto es lo que muchas personas llaman la maduración
de los niños. Para que ésta se realice adecuadamente es importante que las niñas
y los niños gocen de una buena salud.
Dos procesos
¿Cómo saber si nuestros hijos e hijas están creciendo y desarrollándose como
debe ser?
Tal vez ustedes se pregunten por qué se habla de crecimiento y desarrollo como
dos asuntos distintos. Como veremos, van de la mano, pero no son iguales.
El crecimiento se refiere a cambios físicos como el aumento en estatura y
complexión, mientras que el desarrollo se refiere a los cambios que poco a poco
ocurren en los órganos y en su funcionamiento; en la adquisición de ciertas
habilidades y en la forma en que los niños viven y expresan sus emociones, así
como en su manera de relacionarse con los demás. Estas transformaciones
finalmente ayudan a las personas a tener mayor capacidad para decidir por sí
mismas lo que más les conviene.
La armonía entre crecimiento y desarrollo lleva a los niños a realizar funciones
básicas, desarrollar habilidades y destrezas que van desde aprender a caminar y
correr hasta elaborar pensamientos complejos.
Por ejemplo, veamos algunos aspectos del crecimiento y desarrollo de los niños
entre tres y seis años.
. Su peso aumenta aproximadamente 2.5 kilogramos por año, y las cifras
promedio en talla, según la edad, son las siguientes:
3 años . . . . . . . . . . . . . .
4 años . . . . . . . . . . . . . .
5 años . . . . . . . . . . . . . .
6 años . . . . . . . . . . . . . .
85 cm.
90 cm. A 1.00 m
1.00 m a 1.07 m
1.07 m a 1.15 m
. Como un ejemplo de desarrollo podemos ver que a los tres años una niña o un
niño conocen alrededor de 90 palabras y articula frases de cuatro vocablos, y
cuando tiene seis años es capaz de pronunciar oraciones completas.
Estos datos siempre serán aproximados, ya que el crecimiento y el desarrollo de
cada persona dependen, en gran medida, de:
. los cuidados durante el embarazo,
. el cariño y la motivación que reciba,
. la genética o herencia,
. la alimentación y la nutrición correctas, y
. el estado de salud.
De lo anterior podemos deducir que, comúnmente, si los padres son de talla alta,
el niño tenderá a ser alto; si la alimentación es suficiente, completa y variada, su
crecimiento y desarrollo serán los esperados; si procede de un embarazo sano y a
término, tendrá mejores expectativas en cuanto a su salud; y, finalmente, si el
ambiente familiar es tranquilo y afectuoso, estará en mejores condiciones para
aprender a expresar sus sentimientos y emociones y a vivir en armonía.
¿Cuándo pesaron o midieron a sus hijas o hijos la última vez?
¿Se han dado cuenta de sus cambios?
Un evento significativo
Alrededor de los seis años niñas y niños cambian los dientes de leche por los
permanentes, empiezan por los de abajo y después se les caen los de arriba;
luego pierden los dos incisivos o "dientes de en medio", primero los superiores y
después los inferiores. Unos meses más tarde cambian los caninos o colmillos
superiores y les siguen los inferiores; finalmente, se les caen los molares
provisionales para dar salida a los definitivos.
El aseo y cuidado de los dientes de leche de los niños es muy importante, pues
sirven de guía para los permanentes y ayudan a tener una mejor dentadura.
Estos últimos requieren aún mayor higiene, ya que si los enseñamos a cuidados
bien, muy probablemente los conservarán el resto de sus vidas.
Mamá y papá: recuerden que es necesario que las niñas y los niños, al igual que
los jóvenes y los adultos, se cepillen los dientes todos los días con pasta dental o
jabón después de cada alimento y al levantarse por la mañana. Pero ahí no
termina una buena higiene bucal, también es recomendable que cuando hayan
comido dulces se cepillen los dientes, o al menos se enjuaguen la boca con agua
limpia, ya que el azúcar causa el desarrollo de bacterias que destruyen el esmalte
de los dientes produciendo caries.
La mejor forma de enseñar a los niños la importancia de la higiene dental es con el
ejemplo. Además, es necesario visitar al dentista cuando menos una vez al año.
Cada quien a su ritmo
El peso y la estatura de las niñas y de los niños de seis años son prácticamente
iguales, ambos pesan aproximadamente 18 kilos y miden alrededor de 1.10
metros. En promedio, aumentan aproximadamente dos kilogramos de peso y seis
centímetros de estatura cada año. Sin embargo, a partir de los diez u once años
las niñas entran en una etapa de crecimiento y desarrollo más rápidos, por lo que
tienden a ser más altas que los niños de su misma edad, quienes comienzan este
proceso uno o dos años más tarde.
Para todos es sabido que sin una alimentación suficiente, variada y equilibrada, el
crecimiento y el desarrollo de nuestros hijos e hijas pueden no ser los deseados.
Por lo general, en sexto grado de primaria las transformaciones en el cuerpo y en
las conductas emocionales y sociales son más notorias en las niñas. En los niños
el proceso es un poco más lento.
Antes de los diez o doce años en las niñas, y de los once o trece en los niños,
algunas glándulas como las sexuales aumentan su producción de hormonas: las
femeninas se llaman estrógenos y progesterona, y la masculina es la testosterona.
Estas hormonas son la llave para los cambios físicos, mentales y emocionales que
convierten a niñas y niños en púberes.
Los órganos o glándulas sexuales en las niñas son los ovarios y se encuentran en
la parte baja del abdomen o pelvis, y en los niños son los testículos y están
situados detrás del pene en una bolsa de piel conocida como escroto.
Las características anatómicas de cada género están determinadas por las
hormonas sexuales; sin embargo, no tienen ninguna influencia en la inteligencia ni
en las habilidades físicas que hacen diferentes a hombres y mujeres. El desarrollo
de la inteligencia y la adquisición de habilidades ocurren en función de las
enseñanzas y aprendizajes familiares, escolares y sociales.
Los únicos aspectos que las hormonas sexuales definen son, en principio, los
caracteres sexuales primarios, es decir, las glándulas y los órganos sexuales
diferentes con que nacen las niñas y los niños y que brindan a unas y a otros la
potencialidad biológica para la reproducción de la especie humana. En segundo
lugar, los caracteres sexuales secundarios, que aparecen en la pubertad, y los
cambios físicos que éstos provocan, por ejemplo, el cambio en el tono de voz,
desarrollo muscular y acumulación de grasa, entre otros.
Una etapa muy importante
“No sé por qué le grité tan feo a mi mamá. Ella es buena onda, pero hace un rato
que empieza a ocuparse de más en mis cosas: que si me visto en fachas, que si
mis cosas parecen una ratonera, que si no tengo calor todo el tiempo con mis
camisetotas, que si la música que pongo es puro ruido... Luego, la pena que me
da cuando quiere darme sus apapachos enfrente de otros chavos o chavas.
Mi hermana EIsa se ríe a cada rato de mí y se burla cuando me pongo roja porque
la besa su novio; también se burla de que me salió un barro en la nariz, dice que
es porque ya estoy dejando de ser bebé.
Voy a entrar a la secundaria. Tengo un poco de miedo porque allá son muchos
maestros y maestras, y ya no voy a poder jugar como en la primaria.
Sé que estoy creciendo. La verdad, siento raro."
Los seres humanos presentan cambios en su cuerpo, en sus emociones y en sus
formas de actuar como señal de la entrada en una nueva etapa.
Alrededor de los nueve y casi hasta los doce o trece años, las niñas y los niños
viven la pubertad. De alguna manera es el inicio de la adolescencia, la cual durará
más o menos hasta los 18 años.
Por sí mismas, la pubertad y la adolescencia tienen gran importancia, ya que los
cambios que las niñas y los niños viven son notorios y, en algunos casos,
drásticos. Conocer algunos de sus intereses y la razón de algunos de sus cambios
puede ayudarnos. Recordar lo que ustedes pasaron y los sentimientos que
experimentaron puede ser de ayuda para acompañados mejor en este momento
de su vida.
Veamos ahora algunas características de la pubertad en las niñas y en los niños;
esta etapa es importantísima en su proceso de desarrollo y crecimiento para llegar
a ser mujeres y hombres.
Desarrollo sexual femenino
. alrededor de los diez u once años se nota un abultamiento a nivel de las mamas,
. continúa el crecimiento mamario, se pigmentan los pezones y las areolas que los
rodean,
. más o menos un año después se presenta el primer sangrado menstrual,
generalmente en muy poca cantidad,
. en un principio la menstruación puede no volver a presentarse en meses, esto es
normal y no hay por qué pensar en enfermedad,
. durante los dos años siguientes los sangrados menstruales se regularizan de
manera natural en ciclos de 28 o 30 días. NO deben ajustarse con medicamentos
sin receta médica ni con remedios caseros, pues la maduración ovárica requiere
ese tiempo,
. simultáneamente, con la evolución y regularización del ciclo menstrual aparece el
vello púbico y el axilar, y crecen y se pigmentan las partes externas de la vagina
llamadas labios menores y labios mayores.
Desarrollo sexual masculino
. alrededor de los doce o trece años el escroto o bolsa de piel que cubre los
testículos crece y se oscurece,
. aproximadamente seis meses después empieza a crecer el pene,
. comienzan la producción de espermatozoides y las primeras eyaculaciones,
. pocos meses después empieza la aparición del vello púbico, seguido del axilar y,
en algunos casos, del bigote, la barba y el vello en piernas, brazos y pecho,
incluso en la espalda,
. hay cambios en el tono de voz.
A la mayoría de los púberes también les pasa que, de repente y más rápido que
antes, cambian su estatura, su talla y su peso. Asimismo, su manera de pensar y
sus sentimientos se transforman y, en consecuencia, su comportamiento se torna
inestable: pasan de la alegría a la tristeza, de la felicidad al desencanto y de la
calma a la angustia sin explicación aparente para los adultos; tienen cambios en
su rendimiento escolar; prueban situaciones de riesgo como no entrar a la
escuela, juntarse con alguna pandilla o probar el cigarro, el alcohol y en ocasiones
hasta algunas drogas. Pueden sentirse profundamente incomprendidos y, en
muchos casos, rechazados.
Estos cambios son naturales; sin embargo, es conveniente que ayudemos a los
púberes a reconocerlos y a comprender que son parte de su desarrollo.
Por lo general, al inicio de este proceso tanto los niños como las niñas se
desconciertan y descuidan su arreglo y su higiene, pero más adelante se ocupan
de su aseo, su peinado y su vestimenta con esmero, aunque no siempre la moda
que escogen sea del agrado de los adultos cercanos. Es importante que les
enseñemos a tener mayor cuidado e higiene en su cuerpo y, sobre todo, que
tengan claro que esos cambios forman parte de su sexualidad.
Poco a poco cambian sus gustos, su lenguaje y sus actividades; tienden a ser más
competitivos y al mismo tiempo son inseguros; no es rara su indiferencia hacia
personas, juegos y objetos por los que antes mostraban entusiasmo. Y, desde
luego, modifican la manera de convivir y acercarse a sus padres, hermanos,
abuelos, tíos, maestros y amigos; se aíslan, se distraen.
En medio de todos estos cambios, y en la medida en que empiezan a analizar con
ojo crítico la vida, la familia y la sociedad, se inconforman en un intento por
reafirmarse como personas con pensamiento autónomo y, como pueden, no es
raro que se rebelen ante lo establecido, la autoridad, las normas, los valores, las
formas de relación y las costumbres. Todo esto significa que ya están en la
pubertad o, como se dice, en "la edad de la punzada".
Mamá y papá: es importante que reconozcamos que cuando pasamos por esa
edad tuvimos algunas de estas actitudes. Si en nuestra familia había confianza y
relaciones estables, esta etapa seguramente pasó sin mayor dificultad, pero
cuando en la familia hay un ambiente inestable y violento estos comportamientos
pueden convertirse en problemas serios.
En esta etapa de cambios intensos que viven sus hijas e hijos púberes, necesitan
ser buenos observadores y muy pacientes para comprenderlos y acompañarlos
durante esa parte de su vida.
Es importante entender su proceso de crecimiento y desarrollo, informarlos y
apoyarlos para que paulatinamente vayan tomando sus propias decisiones,
siempre y cuando sean conscientes de los riesgos a los que se pueden exponer, y
estén capacitados para enfrentarlos.
Platicar con ellas y ellos aceptando ciertas críticas de su parte y con la actitud de
reconocer que también los adultos nos equivocamos, y que podemos aprender de
los menores y de los jóvenes, ayuda a mantener su confianza y su respeto.
Para facilitar una convivencia armoniosa con sus hijos, les sugerimos:
. escucharlos y dialogar con ellos,
. ofrecerles consejos cuando los pidan, aun sabiendo que los pueden rechazar y
que los criticarán,
. aceptar las sugerencias que ellos les den,
. apoyar que prueben cambios en ciertos hábitos y formas de vestir,
. compartir actividades recreativas y aceptar la competencia en que el triunfo de
ellos les muestre que pueden ser iguales o mejores que ustedes,
. animar su esfuerzo por ser cada día más autónomos, independientes y
responsables,
. valorar a sus amigas y amigos,
. respetar sus opiniones y puntos de vista.
El retraso en el desarrollo, un problema difícil de enfrentar
Durante su proceso de crecimiento y desarrollo es posible que niñas y niños
sufran alguna alteración de mayor o menor importancia en su desarrollo. Es muy
conveniente que las madres y los padres conozcan algunos datos que ayuden a
identificar estos problemas y atenderlos de inmediato. Es necesario estar atentos
para observar si aproximadamente a los dos o tres años de edad un niño o una
niña:
. tarda más que otros pequeños en articular el lenguaje,
. no es capaz de ordenar diez objetos según su tamaño,
. no distingue la mano derecha de la izquierda,
. no reconoce ocho partes distintas del cuerpo humano,
. es demasiado distraído y le cuesta trabajo aprender,
. sufre daños frecuentes durante sus actividades físicas.
En caso de observar cualquiera de estas u otras alteraciones en sus hijas o hijos,
es conveniente llevar al pequeño a una clínica de salud para que le hagan un
examen integral y, de ser necesario, lo revisen especialistas para descartar
defectos en su audición, en su agudeza visual, o algún otro problema que requiera
tratamiento especializado.
Prevenir es mejor que lamentar
mamá y papá: para procurar un mejor cuidado en la salud de sus hijas e hijos, es
importante que, en la medida de lo posible, lleven a cabo las siguientes
recomendaciones:
. vigilar que reciban todas las vacunas señaladas en la Cartilla Nacional de
Vacunación,
. cuidar que su alimentación sea completa y variada con el fin de que tengan una
nutrición adecuada a sus necesidades de crecimiento y desarrollo,
. inculcarles, con el ejemplo, que se laven las manos antes de comer y después de
ir al baño, y que se laven la boca por lo menos tres veces al día, después de tomar
los alimentos,
. enseñarlos, poco a poco, a que reconozcan y eviten riesgos para prevenir
accidentes o algún problema de salud,
. vestirlos y abrigados de acuerdo con el clima y la temperatura de la región donde
viven,
. evitar que estén cerca de personas enfermas que puedan contagiados,
. siempre que sea posible, bañados con agua y jabón todos los días,
. ante cualquier signo de enfermedad llevarlos al centro de salud más cercano,
. darles medicamentos únicamente cuando los indique el médico,
. no tratados con ningún tipo de violencia, y recordar que ellas y ellos son
indefensos ante las personas adultas.
Si tienen el cuidado de llevar a cabo estas recomendaciones, estarán creando
mejores condiciones de vida para que sus hijos tengan un crecimiento y un
desarrollo físico y mental sanos.
Algunas enfermedades de la infancia para las que hay vacunas
Aunque haremos referencia a enfermedades que hasta hace pocos años eran muy
frecuentes y se transformaban en verdaderas epidemias, gracias a las vacunas su
presencia hoy ha disminuido de manera considerable.
Sarampión, rubeola y varicela. Son enfermedades que los médicos conocen
como eruptivas porque uno de sus síntomas es la aparición de ronchitas o granos
en distintas partes del cuerpo. Estos padecimientos también llegan a presentarse
en púberes y adolescentes, e incluso en adultos.
Generalmente, estas enfermedades se padecen antes de los tres o cuatro años. Y
como son muy contagiosas, llegan a constituir verdaderas epidemias. Sin
embargo, gracias a la aplicación masiva y periódica de vacunas, en México están
controladas y algunas prácticamente . erradicadas; en la actualidad los casos son
aislados.
Varicela. Ésta es una de las enfermedades eruptivas y se puede prevenir con una
vacuna. Su precio es alto y no se aplica de manera gratuita y generalizada.
> Los síntomas son:
> dos o tres semanas después del contagio se eleva la temperatura corporal de la
niña o del niño contagiado,
> al día siguiente le aparecen en la espalda o en la nuca unas manchitas rojas,
> poco después, esas manchas se convierten en pequeños granos,
> posteriormente, se transforman en vesículas o vejiguitas, que finalmente brotan
en todo el cuerpo, y al cabo de una semana todas son costras.
La varicela es una enfermedad muy contagiosa, sobre todo desde un día antes
que aparezcan las primeras ronchitas hasta la desaparición de las costras.
Cuando se caen las costras la infección deja de ser contagiosa, y la niña o el niño
enfermo puede reanudar su vida normal y volver a la escuela sin riesgo de
transmitir la varicela a sus compañeritos.
La varicela rara vez tiene complicaciones. Su atención consiste en quitar la
comezón, bajar la fiebre y poner en reposo al paciente con las medidas que
indique el médico. Corten las uñas a los niños y mantengan sus manos limpias
para que no se infecten las ronchas.
Hepatitis infecciosa. Es otra enfermedad frecuente en la niñez. Existen varios
tipos y cada una se identifica con una letra. En la actualidad hay de la A a la F. La
que comúnmente afecta a los menores es la Hepatitis A, más conocida como
infecciosa. Comúnmente se adquiere al consumir alimentos contaminados.
> Principales síntomas:
> entre las dos y seis semanas después de infectado, el enfermo puede tener
fiebre moderada de 38 grados,
> dolor en la parte superior del abdomen,
> decaimiento,
> vómitos ocasionales,
> sus ojos y piel toman un color amarillento,
> las materias fecales son de color blanquecino (aspecto de nixtamal), y
> la orina se oscurece hasta tener el aspecto de un refresco de cola.
Siempre que observemos estas señales en alguno de nuestros hijos es necesario
que los llevemos al centro de salud para que un médico haga el diagnóstico. En
caso afirmativo, seguramente él nos informará que la Hepatitis A se cura
aproximadamente en cuatro semanas sin necesidad de medicamentos, con una
alimentación apropiada y reposo. Una manera de prevenirlo es procurar una
adecuada higiene en la preparación de los alimentos.
En la actualidad existe una vacuna específica para este tipo de hepatitis, aunque
es difícil conseguirla. Puede aplicarse al primero o segundo mes de vida, y es
efectiva en el 97 por ciento de los casos.
Con excepción de las vacunas contra la hepatitis y la varicela, todas las demás
son aplicadas -de manera gratuita- por las instituciones de la Secretaría de Salud,
del ISSSTE y del IMSS. Por lo tanto, en México, ninguna niña y ningún niño deben
dejar de recibirlas.
La desnutrición
Para que las niñas y los niños en edad escolar -entre los seis y doce años- tengan
un crecimiento armónico y sano como el que hemos descrito, es necesario que su
alimentación sea correcta y adecuada a sus necesidades, es decir, que no sólo
sea suficiente en la cantidad requerida para satisfacer su apetito, sino que incluya
alimentos limpios, variados y de buena calidad. En la medida de sus posibilidades
proporcionen alimentos de origen animal como carne de res, cerdo, pollo, pescado
y otras; leche y derivados de la misma como el queso y la mantequilla;
leguminosas como el fríjol, la lenteja, la soya y otras; verduras entre las que
destacan por su aporte nutricional el jitomate, el brócoli, las acelgas y las
espinacas; tubérculos como la papa y el camote; cereales como el arroz, la tortilla,
el pan y el amaranto, y frutas, las cuales son muy importantes por su contenido en
vitaminas. Recuerden aprovechar los alimentos de temporada.
Si por algún motivo, como una enfermedad prolongada, el rechazo a ciertos
alimentos o por dificultades económicas, no se proporciona a nuestros hijos e hijas
una alimentación correcta, ellos pueden presentar una enfermedad que se llama
desnutrición.
En sus inicios es común observar que los niños se ven delgados y disminuyen la
actividad física y el deseo de jugar; otra señal es la falta de aumento de estatura y
de peso -primera evidencia-; la piel se torna pálida; también pierde elasticidad y
puede volverse escamosa; en los ángulos de la boca aparecen grietas que
sangran al abrirla mucho.
Algunas mujeres adolescentes que ya han menstruado dejan de hacerla por
desnutrición.
Además de las alteraciones físicas que provoca la desnutrición, hay cambios
intelectuales que repercuten de inmediato en la atención y el aprovechamiento
escolar. Los maestros suelen informar a los padres que sus hijas o hijos no ponen
la debida atención y se duermen durante las clases, que no hacen correctamente
sus tareas escolares y a la hora del recreo o de las clases de educación física
buscan la manera de evitar el esfuerzo físico. En el hogar, tanto las hijas como los
hijos desnutridos prefieren apartarse a dormir y evitan participar en actividades
hogareñas que antes desempeñaban con gusto.
Otro aspecto notable en los desnutridos, aun en etapas iniciales, consiste en que
aquellos que se distinguen por su buena salud se vuelven enfermizos y sus
padecimientos tardan más tiempo en curarse.
Las manifestaciones de desnutrición no siempre se notan fácilmente: hay
alteraciones en la sangre, en los ojos y prácticamente en todos los órganos del
cuerpo, entre las que sobresale un posible daño a las células cerebrales el cual es
más profundo cuanto más largo haya sido el periodo de desnutrición. Los órganos
encargados de formar defensas contra las enfermedades sufren también daños
que facilitan la presencia de infecciones que difícilmente se presentan en una niña
o un niño bien nutridos.
La desnutrición únicamente se evita y se cura con una alimentación correcta.
Conociendo los principios de la buena nutrición -elección y combinación de
alimentos- es posible ofrecer a su familia una alimentación correcta dentro de los
límites de su presupuesto.
Mamá y papá: en el libro La nutrición de la familia, de esta misma colección, se
tratan con mayor amplitud temas diversos relacionados con la alimentación y la
nutrición. Para aprovechar mejor el presente texto y, de manera especial, este
capítulo, les recomendamos hacer una lectura combinada de ambos libros.
Infecciones de las vías respiratorias
Son las más frecuentes y sus complicaciones pueden ser graves.
Catarro común. Mejor conocido como gripa o resfriado.
> La niña o el niño que lo padece, con frecuencia:
> se queja de cansancio y malestar,
> tiene escurrimiento de moco nasal transparente, blanco o verdoso,
> le da tos, esporádica o en accesos frecuentes, y
> en algunas ocasiones presenta fiebre o calentura de hasta 38 grados; la
temperatura normal a esa edad es de 36.5 grados.
Para tratar esta enfermedad, casi siempre es suficiente mantener al pequeño en
casa, de ser posible en reposo; darle líquidos en abundancia como agua sola,
jugos, aguas de frutas o tés, y evitar cambios bruscos de temperatura.
Para bajar la temperatura se recomienda que la niña o el niño use ropa muy ligera
como camiseta y calzón, y evitar exponerlo a las corrientes de aire.
Por lo general, el catarro común dura de tres a cinco días. Sin embargo, si este
tiempo se prolonga, si la temperatura del enfermo sube demasiado, si presenta
inflamación y dolor de oídos, si se le hunde el pecho o se le dificulta respirar, o
aparece algún otro motivo de alarma, es necesario llevado a una institución de
salud para que lo revisen y valoren, pues si no recibe un tratamiento adecuado,
puede tener complicaciones que lleguen a ser tan graves como la bronquitis, la
neumonía y la meningitis, que es una infección del cerebro que puede causar
sordera, ceguera y hasta la muerte.
Recuerde que...
No es recomendable aspirina a los pequeños sin consultar al médico, pues en
algunos niños puede provocar lesiones de gravedad en el hígado.
Faringoamigdalitis aguda. Algunas enfermedades amigdalianas -o de las
anginas- son infecciones que tienen un inicio brusco. El niño o la niña está bien y
de pronto empieza a sentir dolor en la garganta, dolores en los músculos y en las
articulaciones (codos, rodillas o tobillos), molestia intensa al tragar saliva,
alimentos y líquidos; tiene fiebre alta y está francamente decaído. Las anginas se
le inflaman y enrojecen y pueden salir puntos blancos o amarillentos de pus que
indican que hay infección.
La faringoamigdalitis aguda también requiere de atención médica, ya que si no se
atiende al enfermo con los medicamentos y el tratamiento indicados puede dar
lugar a complicaciones como la fiebre reumática.
Recuerden que el uso de antibióticos y otros medicamentos es muy delicado, por
eso se recomienda emplear sólo aquellos que recete un médico en el tiempo y
dosis indicados por él.
Laringotraqueítis. Se trata de una inflamación de la laringe y la tráquea que
dificulta la entrada del aire a los pulmones; durante la respiración del enfermo se
puede escuchar un ruido que los médicos llaman estridor.
> La niña o el niño enfermo presenta:
> llanto y voz muy débiles,
> amoratamiento de la piel alrededor de los labios, en las manos y en los pies,
> respiración rápida y hundimiento del pecho al tomar aire,
> inquietud, y
> fiebre de hasta 39 y 40 grados.
Estos síntomas constituyen una enfermedad muy grave que requiere traslado
urgente de la niña o el niño a la unidad médica más cercana. En el camino, tápelo
bien y llévele agua de beber.
Neumonía. Es una infección grave de las vías respiratorias. Por lo general, en las
familias mexicanas la conocemos como pulmonía. Se trata de una inflamación de
los pulmones, provocada por virus o bacterias, que frecuentemente tiene su origen
en un catarro mal cuidado. El principio y el final del invierno son las épocas más
propicias para que esos virus y bacterias nos ataquen.
> Los síntomas son:
> dificultad para respirar, la respiración es más rápida de lo normal,
> hundimiento del pecho al tomar aire,
> dolor de pecho y de espalda,
> amoratamiento de la piel,
> inquietud, y
> fiebre alta.
El niño o la niña que tiene neumonía requiere de atención urgente en el centro de
salud más cercano. Dada la gravedad de esta enfermedad, solamente un médico
está capacitado para decidir si el pequeño puede volver a su casa o si es
necesario internado en una clínica u hospital.
Otitis media. Es una de las complicaciones más comunes de las enfermedades
respiratorias agudas, principalmente entre las niñas y los niños, y se relaciona con
la inflamación y las infecciones del oído medio.
Entre la garganta y cada oído, existe un pequeño conducto llamado la Trompa de
Eustaquio, que cuando es necesario permite entrar o salir aire de esa cavidad
para compensar los cambios de presión atmosférica. Casi todos conocemos el
significado de la frase "se me taparon los oídos" cuando experimentamos cambios
de altura en la carretera o en un avión, o hemos sentido dolor al descender a
cierta profundidad nadando bajo el agua. Esto se debe a que la presión
atmosférica es diferente de la que existe en el interior del oído.
También hemos experimentado alivio cuando simulamos la masticación o
forzamos una expiración tapándonos la nariz con los dedos, ya que al entrar o salir
aire de la cavidad del oído desaparece el dolor y comenzamos a escuchar
correctamente otra vez.
Cuando ocurre un cuadro gripal o se padece una inflamación de la garganta, la
Trompa de Eustaquio puede obstruirse impidiendo el flujo de aire o, peor aún, a
través del conducto, cualquier microorganismo causante de la enfermedad puede
pasar al oído y provocar una infección.
> Los principales síntomas son:
> la niña o el niño está inquieto e irritable,
> llora y se queja de que le duele el oído,
> no escucha bien,
> con frecuencia se toca o tapa alguna de las orejas,
> si movemos suavemente arriba o abajo, o de adelante hacia atrás ésa o ambas
orejas, el dolor aumenta.
Es muy importante llevarlo al médico de inmediato para que lo revise. Además de
las preguntas que nos haga, le examinará la nariz y la garganta, le tocará la oreja,
y mirará al interior de sus oídos.
El médico nos indicará qué medicamentos debe tomar, cantidad, frecuencia y por
cuánto tiempo. Es muy importante seguir sus instrucciones al pie de la letra.
Si no se atiende de inmediato o no se siguen correctamente las indicaciones
médicas, la presión del interior puede romper el tímpano y producir la expulsión,
por uno o ambos oídos, de pus. Esto es lo que describimos comúnmente con la
frase "se le reventó el oído". Desde ese momento debe suspenderse la aplicación
de cualquier tipo de gotas en el oído, pues ésta complicaría aún más la infección.
Los cuidados ahora serán más delicados hasta que el tímpano vuelva a cerrarse.
Recuerden que... La otitis media puede causar sordera parcial o total, así como
otras infecciones graves de órganos cercanos. Por eso es muy importante atender
los primeros síntomas para evitar que la enfermedad se repita, lo cual provocaría
la ruptura del tímpano y sus consecuencias posteriores.
Infecciones del aparato digestivo
Lamentablemente, por la persistencia en nuestro país de condiciones insalubres
en la preparación de alimentos, el almacenamiento y distribución del agua, la
contaminación del aire y hábitos higiénicos inadecuados, estas enfermedades son
todavía muy frecuentes.
Cólera. Es una infección intestinal causada por la bacteria Vibrium Cholerae, que
se transmite a través del agua y de alimentos contaminadas. Cuando existe un
caso confirmado en cualquier localidad, las autoridades sanitarias visitan todas las
viviendas en un área de cinco, diez o quince manzanas en zonas urbanas y cinco,
siete o diez kilómetros en zonas rurales.
> Los principales síntomas son:
> cinco o más evacuaciones abundantes en 24 horas y que el niño o la niña haya
empezado a sentirse mal,
> vómito abundante,
> fiebre y deshidratación rápida,
> mucha sed, y
> decaimiento y sueño.
> Tratamiento inicial en casa:
> beber abundantes líquidos, especialmente Vida Suero Oral, agua con arroz,
maíz, caldos, sopas, tés y aguas de frutas,
> no dejar de comer.
> Las medidas para prevenir el cólera son:
> hervir el agua para beber por lo menos diez minutos a partir de que empiece a
burbujear,
> lavarse las manos antes de preparar, servir o comer alimentos y después de ir al
baño o de cambiar el pañal de la bebé o del bebé,
> lavar con agua, zacate y jabón frutas y verduras que se comen crudas. Las que
no se pueden tallar, desinfectarlas con cinco gotas de cloro o yodo en un litro de
agua durante 30 minutos,
>comer alimentos bien cocidos o fritos, incluidos los productos del mar,
> evitar comer en sitios que no estén limpios,
> defecar en el excusado o en la letrina o enterrar el excremento.
Es recomendable acudir a la unidad de salud más cercana para que el médico
revise a la niña o al niño y, de ser necesario, le tome una muestra de su
evacuación y recete el tratamiento adecuado.
Gastroenteritis. Comúnmente, la conocemos con el nombre de diarrea. En los
preescolares ocupa el segundo lugar en enfermedades infecciosas, por lo que los
padres deben tomar las medidas necesarias para prevenirla.
Esta infección es causada por microorganismos -virus, bacterias o parásitos- que
entran en el cuerpo de la niña o del niño mediante alimentos o líquidos
contaminados, por llevarse a la boca las manos, los juguetes u otros objetos
sucios; también por el uso de vasos, trastos y cubiertos mal lavados, o por vivir en
medios contaminados donde no se toman medidas preventivas.
> Los principales síntomas son:
> evacuaciones aguadas o líquidas, que en ocasiones se acompañan de moco o
sangre,
> es frecuente el vómito,
> aumento de la temperatura corporal o fiebre de hasta 40 grados.
> Las medidas para prevenir las gastroenteritis son:
> lavarse las manos después de ir al baño y antes de preparar y servir los
alimentos,
> lavarse las manos antes de comer,
> preparar los alimentos con medidas higiénicas como lavarlos con agua y jabón,
desinfectarlos y cocerlos o freírlos,
> lavar con agua, jabón y estropajo los trastos y cubiertos en que se preparan y
sirven los alimentos, así como las jarras y los vasos, y
> evitar, en lo posible, comer en la calle y en puestos ambulantes y lugares que no
estén limpios.
>Tratamiento inicial en casa:
> ofrecer al enfermo líquidos como el Vida Suero Oral que proporcionan
gratuitamente las instituciones sanitarias en todo el país,
> preparar en casa, con la mayor higiene posible, un litro de agua hervida con dos
cucharadas de azúcar y una de sal,
> preparar, con la mayor higiene posible, agua de arroz y dar a la niña o al niño
poco a poco la cantidad que quiera tomar; si se provoca vómito, se recomienda
esperar unos diez o quince minutos dándole pequeños tragos cada dos o tres
minutos mientras se consigue atención médica
Recuerden que... Por leves que parezcan, las enfermedades diarreicas pueden
requerir que llevemos a la niña o al niño enfermo al médico, ya que una de las
complicaciones más frecuentes es la deshidratación ocasionada por la pérdida
excesiva de agua en evacuaciones y vómitos, lo cual rápidamente pone en
verdadero peligro su vida. Procuren ofrecerles continuamente pequeños sorbos de
agua.
> no interrumpir la alimentación. La dieta puede ser a base de arroz cocido, pollo,
res o pescado asados o cocidos; purés de verduras; frutas como manzana, pera,
plátano maduro, guayaba sin semilla, y leche diluida, en partes iguales, con atole
ligero de harina de arroz.
Si su hijo enferma de diarrea frecuentemente, lo más acertado es llevarlo al centro
de salud más cercano para que, mediante estudios de materia fecal en el
laboratorio de análisis clínicos, el médico pueda saber cuál microorganismo le
causó la infección, y pueda señalar el tratamiento adecuado.
Amibiasis. Es una parasitosis muy frecuente en México causada por la Ameba
Histolytica que se aloja en el intestino grueso y puede producir úlceras, por lo que
las evacuaciones son aguadas con moco y sangre. Es frecuente que la niña o el
niño infectado, después de tener una evacuación intestinal, diga que siente
deseos de seguir obrando, pero que no puede y tiene dolor.
Solitaria. El personal de salud la conoce también como tenia. Este parásito puede
encontrarse en la carne de res o en la de puerco, así como en las verduras y en
las fresas.
No olviden que...
Cuando observen vómitos y evacuaciones aguadas o líquidas de sus hijos o hijas,
de inmediato denles líquidos y llévenlos al centro de salud lo más pronto posible.
No esperen a ver qué pasa, y no acepten remedios de personas no profesionales
en medicina, ni mucho menos les administren algún medicamento anunciado en la
radio o en la televisión sin receta médica, ya que puede resultar dañino para ellos.
La tenia o solitaria se desarrolla en el intestino humano. Cuando es adulta, puede
llegar a medir varios metros y causar un ligero malestar abdominal como único
síntoma. Sale del cuerpo, por el ano, en trozos que tienen aspecto de tallarín y en
cuyo interior llevan los huevecillos.
La solitaria que procede del cerdo tiene una importancia especial porque en su
forma de conservación, conocida como cisticerco, puede formar un quiste y
alojarse en cualquiera de los órganos del cuerpo.
Cuando el quiste se forma en el cerebro es verdaderamente grave. Esta
enfermedad se llama cisticercosis, y sus síntomas son dolor de cabeza, mareos,
trastornos visuales, parálisis de algún miembro o convulsiones. A la menor
sospecha es indispensable ir al médico.
El puerco tiene en su carne los quistes de solitaria o cisticercos que comúnmente
conocemos como granillo. Esta carne no debe comerse.
Tradicionalmente, en algunas regiones del país se ha atacado a la solitaria con
pepita de calabaza cocida, pero en la actualidad existen medicamentos
específicos, no tóxicos y realmente efectivos.
Una de las características más sobresalientes de estas infecciones es que a
simple vista podemos observar los parásitos que las provocan, y aunque por esta
razón resulta muy sencillo hacer el diagnóstico, lo recomendable es que estos
organismos siempre sean identificados en el laboratorio, para evitar errores y
señalar el tratamiento adecuado.
Algunas recomendaciones básicas para evitar la solitaria y la cisticercosis son:
. desechar siempre la carne con grano,
. nunca comer carne mal cocida o insuficientemente frita, . lavar y desinfectar las
verduras y frutas,
. lavar con especial cuidado las fresas.
Otras enfermedades importantes
Anemias. Con este nombre conocemos las alteraciones que nos provoca la
deficiencia en el número o en el color de los glóbulos rojos de la sangre.
La causa más frecuente de que una niña o un niño padezca anemia es una dieta
pobre en alimentos que contienen hierro, como las verduras de hoja verde, los
frijoles, las lentejas, la carne y el huevo.
> Los principales síntomas de la anemia son:
> palidez,
> cansancio,
> pérdida del apetito, y
> propensión a contraer infecciones diversas.
Hay algunas anemias que se deben a enfermedades mucho más serias, como la
leucemia.
Por eso, si alguno de sus hijos o hijas presenta cualquiera de los síntomas
mencionados, es necesario llevarlo a una revisión médica. En ocasiones algunos
síntomas a los que no les damos importancia pueden ser el indicio de una
enfermedad seria.
Si se atiende con oportunidad al enfermo, el tratamiento de una anemia no es
nada complicado, la cura se basa en una alimentación correcta y puede
complementarse con suplementos de hierro que recete un médico.
Leucemias y anemias aplásticas. Son algunas de las enfermedades de la
sangre que se presentan en niñas y niños. Desgraciadamente, no siempre es
posible determinar sus causas; sin embargo, las leucemias son más frecuentes en
menores que han vivido muy cerca de cables de alta tensión y, por lo general, las
anemias aplásticas se presentan después que han tomado algún medicamento
tóxico o han estado expuestos a insecticidas.
> Los principales síntomas son:
> cansancio,
>indiferencia al juego y al estudio,
> pérdida de apetito,
> fiebre durante semanas sin causa evidente,
> palidez que poco a poco se hace más notable, y
> por ejemplo, en la leucemia aparecen pequeñas manchas rojas en la piel de
todo el cuerpo, o en el púrpura salen moretones sin golpes previos.
Afortunadamente, en las unidades médicas grandes o de tercer nivel, como
algunos hospitales del ISSSTE, del IMSS, de la Secretaría de Salud o privados, se
cuenta con los medios especializados para el control e incluso la curación de estas
enfermedades.
Rabia. Tanto en las ciudades como en el campo de México existe una importante
sobrepoblación de perros y gatos que, aunque son animales domésticos, pueden
ser agresivos. Cuando no son vacunados contra la rabia son los principales
transmisores de esta enfermedad en el país.
Por lo regular, a las niñas y a los niños les gustan los perros, y es muy frecuente
que estén en contacto con ellos, pues son las mascotas o los guardianes
preferidos en los hogares mexicanos. Además, los pequeños casi siempre, tienen
la posibilidad de encontrarse con algún perro en la calle y ponerse a jugar con él,
lo cual puede exponerlos a una mordedura. La rabia también puede ser
transmitida si el animal lame una herida del ser humano, o tejidos suaves como los
de la boca, o por un rasguño seguido de saliva.
Esta enfermedad también es transmitida por animales salvajes como la ardilla, el
zorrillo, el murciélago, el hurón, el coyote, y otros que difícilmente se acercan a las
personas como el lobo, el zorro o el lince. El gato doméstico, otra mascota
preferida por los niños, también es transmisor de la rabia.
Contra la creencia popular, la rata no transmite esta enfermedad, ya que cuando la
contrae se paraliza y no puede morder.
No dejen pasar el tiempo...
Si no lo han hecho, cuanto antes hablen con sus hijos e hijas y explíquenles el
grave peligro que corren al jugar con perros callejeros o que no han sido
vacunados, pues hasta ahora no hay ningún medicamento curativo contra la rabia,
y todo ser humano que la adquiere muere.
Todos los perros y gatos caseros
deben ser vacunados contra la rabia.
¿Ustedes ya vacunaron a los suyos?
>¿Qué hacer en caso de que una persona resulte mordida o rasguñada por un
perro o un gato desconocido o enfermo?
> lavar a conciencia la herida con agua y jabón; si la herida es grave, no es
conveniente,
> aplicar un desinfectante local,
> llevar al herido al centro de salud más próximo para que le den el tratamiento
adecuado,
> si la mordida o rasguño ocurriera en la cabeza, las manos o los pies, acudir de
inmediato al centro de salud para que se valore la aplicación de la vacuna
antirrábica o se le dé el tratamiento más adecuado.
Siempre que sea posible se debe atrapar al animal agresor, nunca matarIo. Es
necesario llevarlo ante las autoridades sanitarias para su observación, ya que, si
resulta sano, el médico puede decidir si suspende la vacuna al herido. Si el animal
huyó, sin lugar a dudas se debe aplicar el tratamiento para evitar la posibilidad de
que el lesionado desarrolle la rabia y muera.
Sabían que. . .
La vacuna antirrábica debe aplicarse cuantas veces una persona sea atacada por
un animal enfermo de rabia, sospechoso de tenerla o que huya. Hasta ahora no
hay vacuna capaz de proteger al ser humano durante plazos largos. Por eso hay
que vacunar a los animales caseros cada año, y prácticamente desde recién
nacidos.
Envenenamiento por picadura de alacrán. En todo el país hay alacranes, tanto
en el medio rural como en el urbano. También conocidos como escorpiones, son
unos arácnidos ponzoñosos que cuando pican a las personas les inyectan su
veneno; sin embargo, pocas variedades causan efectos tóxicos en los seres
humanos.
Los alacranes más venenosos generalmente son de tamaño pequeño o mediano y
de color que va del rojizo al café oscuro. Habitan principalmente en algunas
regiones de los estados de Colima, Nayarit, Durango, Guanajuato, Morelos,
Guerrero, Jalisco, Michoacán y, en menor cantidad, en el Distrito Federal.
Los alacranes son animales más bien nocturnos. Durante el día se protegen del
sol y del calor en rincones oscuros, debajo de piedras, en cuevas, en techos de
madera, de palma o con cielo raso -tela lisa en interior que guarda un espacio de
aire entre ella y el verdadero techo-; también se esconden en cajones o en lugares
tan insospechados como zapatos o bolsas.
Cuando un alacrán entra en contacto con la piel humana reacciona clavando el
aguijón que tiene al final de la cola, lo cual produce dolor intenso e inflamación en
el sitio de la picadura. Como la molestia es inmediata, el niño o el adulto picado
casi siempre logra identificar al animal.
> Los principales síntomas, que pueden causar la muerte en corto plazo, son:
> dolor intenso e inflamación en el sitio de la picadura,
> exceso de salivación,
> dificultad para tragar la saliva, y
> problemas para respirar.
Sabían que popularmente se dice que...
Los alacranes siempre andan en parejas. Por lo tanto, siempre que alguien sufra
una picadura, o simplemente vea uno, le conviene buscar al compañero.
La niña o el niño picado por un alacrán debe ser atendido con urgencia en un
centro de salud para que, de inmediato, le pongan el suero antialacrán, pues
ciertos tipos de veneno pueden causar la muerte.
Envenenamiento por mordedura de víbora. En casi todas las zonas climáticas
de nuestro país hay víboras. Por lo tanto, los niños y niñas con frecuencia quedan
expuestos a ser atacados por una. Aunque el riesgo es mucho mayor en el medio
rural, también puede existir en las ciudades, sobre todo en terrenos baldíos y
descuidados en donde los pequeños se meten a jugar, o a donde se acercan
porque su curiosidad infantil despierta cuando empieza la construcción de casas o
edificios.
De la gran variedad de víboras que hay en México, la Cascabel, la Coralillo y la
Nauyaca sobresalen por la alta toxicidad de su veneno. Las víboras atacan con
movimientos rápidos y sorpresivos cuando sienten la cercanía de las personas.
Debemos enseñar a niñas y niños a que tomen las precauciones necesarias y a
nunca acercarse a estos animales.
La mayoría de las serpientes son silenciosas y sigilosas, por lo que cuando
muerden a una persona lo hacen de manera sorpresiva. Sin embargo, la Cascabel
suele anunciarse con el sonido del crótalo que tiene en la cola.
Siempre que una persona sea mordida por una víbora tendrá dolor agudo en la
zona de la lesión y claramente se verá la marca.
Si el atacado por una serpiente venenosa no es atendido con rapidez, alrededor
de la herida pronto aparecen manchas rojas, después le da tos con flemas
sanguinolentas y respira con dificultad, tiene visión borrosa y vómitos con sangre,
así como delirios y convulsiones, y puede perder la vida.
> Las medidas que deben seguirse ante la mordedura de una víbora Cascabel,
una Coralillo o una Nauyaca, son:
> aplicar un torniquete inmediatamente arriba de la mordida y apretarlo bien;
puede hacerse con un trapo, un pedazo de ropa o un cinturón,
> si el atacado está solo, debe buscar ayuda rápidamente,
> si está acompañado, debe permanecer prácticamente inmóvil para que el
veneno no se extienda por la sangre a todo su cuerpo, y su acompañante deberá:
> hacer una cortada como de un centímetro sobre cada una de las huellas de los
colmillos de la serpiente,
>succionar o chupar -muchas veces- cada una de las cortadas para sacar la
mayor cantidad posible de veneno y escupir; si el compañero se pasa uno o varios
tragos, el veneno tomado no le hará daño,
> trasladar con urgencia a la niña o al niño mordido al centro de salud más
cercano para que se le aplique el suero anticrotálico o antiviperino, pues es lo
único que, aplicado con oportunidad, puede evitarle la muerte.
¡Cuidado!
Todos sabemos que para crecer y desarrollarse bien, nuestros hijos e hijas
necesitan estar sanos y no sufrir accidentes lamentables. Lo más importante es
saber cómo prevenirlos y, si llegasen a ocurrir, atenderlos.
Las niñas y los niños preescolares sienten gran curiosidad por conocer el universo
que los rodea y, por su edad, desconocen el peligro. Viven en el hogar y es ahí
donde con mayor frecuencia sufren accidentes.
Por su parte, los escolares han desarrollado y descubierto sus habilidades físicas
básicas y apenas han empezado a medir los riesgos de sus actos; esto mismo se
convierte en un reto que los desafía a probar sus destrezas, aunado al afán de
competencia y al deseo de captar la atención de sus amigas y amigos, así como
de las personas mayores.
> Los accidentes que con mayor frecuencia sufren las niñas y los niños son:
> quemaduras por fuego, objetos calientes o líquidos hirvientes, así como por
descargas eléctricas y cohetes,
> asfixia por objetos que se llevan a la boca y se les van a las vías respiratorias,
> ahogamiento por caídas en tinas, albercas, pozos y otros depósitos de agua u
otros líquidos, así como en ríos, mares, lagos y lagunas,
> fracturas por caídas de las escaleras, de pisos altos o de árboles,
> atropellamientos por carretas, coches u otros vehículos,
> intoxicaciones con medicamentos o solventes,
> heridas por armas de fuego u objetos punzocortantes.
Quemaduras
Se puede prevenir la mayoría de estos accidentes si enseñan a las niñas y a los
niños, por medio de razonamientos adecuados a su edad, que:
> por ningún motivo se acerquen al bracero, estufa o cualquier aparato en que se
preparan alimentos y se calientan líquidos. En las estufas preferir las hornillas de
atrás o en caso de anafre no dejarlo desatendido,
> nunca toquen la plancha, trastos calientes o las tuberías que conducen líquidos
calientes; nunca dejar la plancha conectada al alcance de los niños,
> eviten manipular los cables conductores de energía eléctrica y los contactos. De
ser posible, cancelar los que no se usen con cinta adhesiva aislante,
> eviten jugar con cohetes, encendedores y cerillos.
En caso de quemadura, lo primero que se debe hacer es mojar la superficie
lastimada con agua fría para calmar el dolor. Nunca aplicar algún ungüento o
pomada, mucho menos mantequilla, crema o cualquier otra sustancia, porque se
puede provocar una infección y agravar el problema.
De inmediato se debe llevar al quemado a un servicio médico para que reciba la
atención especializada que necesita. El índice de quemaduras por lumbre y
sustancias calientes es más alto en las niñas, debido a que ayudan en las labores
del hogar con mayor frecuencia que los niños.
Es muy importante instruir a los pequeños para que eviten peligros y riesgos como
jugar con instalaciones eléctricas, subir a postes conductores de cables de alta
tensión o tocar dichos cables con varillas, tubos o cualquier objeto metálico, pues
producen descargas que definitivamente son mortales.
Otro riesgo de quemadura se presenta cuando las personas –niños y adultos- se
resguardan de la lluvia debajo de los árboles, pues éstos atraen los rayos y
pueden alcanzarlos e incluso provocarles la muerte. Es preferible exponerse a
sufrir un catarro que una descarga eléctrica. La mayor incidencia de estos
accidentes ocurre en el campo, pero pueden suceder también en las ciudades y
en los pueblos.
Asfixias
Por ningún motivo se debe dejar al alcance de las niñas o de los niños pequeños mucho menos cuando no estén junto a ellos- botones, agujas y alfileres, tuercas,
caramelos, cacahuates, monedas u otros objetos pequeños, hasta que tengan
edad suficiente para manejarlos sin la inquietud de llevárselos a la boca, porque
pueden ahogarse.
Si un niño se pasa un objeto o un trozo de comida y éste le obstruye la entrada de
aire a los pulmones, puede asfixiarse y morir. De inmediato hay que sentarlo sobre
las piernas de uno, con su espalda pegada a nuestro pecho, y hacer una presión
moderada sobre su abdomen a dos o tres dedos arriba del ombligo; si al primer
intento no arroja el objeto o bocado, debemos repetir la maniobra con una presión
un poco más fuerte.
También hay que evitar que metan la cabeza en bolsas de plástico, porque
pueden asfixiarse.
Recuerden que... Si el objeto tragado se deposita en los bronquios, el aire pasa
con dificultad, se amoratan los labios y las uñas se ven de color azulado. Éste es
un caso de urgencia y, sin perder tiempo, hay que llevar a la niña o al niño al
servicio médico más cercano.
Ahogamientos
La mejor forma de evitarlos es enseñar a nadar a las niñas y a los niños desde
chiquitos. Mientras más pequeños son, y aunque sepan nadar, se debe ser muy
cuidadoso con ellos y no perderlos de vista cuando los llevamos a sitios de recreo
como balnearios, playas o ríos, así como a cualquier otro lugar en el que haya
depósitos de agua u otros líquidos. Por ejemplo, si en los lugares que sus hijos
frecuentan hay pozos, deben construirles un brocal suficientemente alto y ponerles
una tapa de seguridad que sea prácticamente imposible abrir para un niño.
El riesgo siempre existe. Si a pesar de haber tomado las precauciones pertinentes
para evitar un ahogamiento, accidentalmente un menor cae al agua, es urgente
rescatarlo y colocarlo boca arriba en una superficie dura, como el suelo, voltearle
la cabeza hacia un lado y presionarle el abdomen para sacar el agua de sus
pulmones; en seguida se le da respiración de boca a boca y masaje al corazón.
Para realizar esta maniobra con la habilidad necesaria, es conveniente capacitarse
con algún trabajador de la salud que les enseñe los primeros auxilios.
Fracturas
Si viven en casas donde hay escaleras y tienen niñas o niños pequeños, es
necesario instalar puertas al inicio y al final de las escaleras para que no las suban
ni bajen sin vigilancia. Los pisos altos y las azoteas también deben tener medidas
de seguridad como barandales con suficiente altura para evitar caídas que pueden
resultar fatales.
Las lesiones más frecuentes cuando los pequeños caen de pisos altos, de
escaleras o de árboles son heridas en la cabeza, golpes, raspones y fracturas en
brazos, piernas, dedos y costillas, así como en cráneo y columna vertebral. Estos
accidentes son más frecuentes en los niños que en las niñas porque comúnmente
la sociedad los enseña a ser más intrépidos, como signo de su virilidad.
Si llega a suceder que uno de sus hijos tenga una caída como las mencionadas y
si aprecian alguna deformación en sus brazos, hombros o piernas, no deben
intentar volverlos a su lugar, ya que puede tratarse de una fractura. Lo
recomendable es sujetar la parte deformada con una tabla, cartón duro o varas y
fijarla con una venda o lienzo. Si, además, hay heridas abiertas, de inmediato hay
que llevarlo al hospital o al centro de salud más cercano. Cuando se lastime la
espalda sólo deben moverlo personas capacitadas para trasladar a este tipo de
lesionados.
¡Atención! Las fracturas o luxaciones no deben ponerse en manos de un sobador,
ya que lo más probable es que éste las complique.
En caso de que la niña o el niño reciba un golpe en la cabeza, aun cuando
reaccione de manera normal, debe ser cuidadosamente vigilado en el centro de
salud o en su casa durante 48 horas. En algunos casos se presenta una
hemorragia cerebral cuyos síntomas se manifiestan durante ese tiempo. Algunas
señales son:
> le cuesta trabajo despertar o mantenerse despierto,
> se queja de dolor de cabeza,
> respira con dificultad,
> no contesta a preguntas simples,
> suelta los objetos que se le dan en la mano, y
> la pupila está muy dilatada.
Estos síntomas indican que la niña o el niño accidentado está gravemente herido y
debe recibir atención médica urgente en un hospital.
Atropellamientos
Cada día son más frecuentes los accidentes ocasionados por vehículos en
movimiento, sobre todo en las ciudades grandes. Los daños pueden ser graves e
involucrar desde una mano o un tobillo hasta el cráneo o la columna vertebral, y el
estallamiento de órganos internos como el hígado, el bazo, los pulmones y otros.
La conducción de vehículos a altas velocidades y la desmedida ingestión de
alcohol o drogas son las causas más frecuentes de los accidentes. Es
fundamental enseñar a las niñas y a los niños desde pequeñitos a usar el cinturón
de seguridad, a cruzar las calles en las esquinas mirando a ambos lados y de
acuerdo con las respectivas señales de los semáforos. Es importante usar los
puentes peatonales.
Otra medida de prevención de accidentes, que ayuda a desarrollar la cultura del
rechazo de la violencia, radica en que con razonamientos adecuados a las edades
de los hijos, y sobre todo con su ejemplo cotidiano les inculquen, particularmente
durante la adolescencia, la conveniencia de manejar a velocidades moderadas, de
respetar las señales de tránsito, y de nunca conducir un vehículo cuando se ha
tomado alguna bebida alcohólica.
> En caso de un atropellado o de un lesionado en un accidente automovilístico la
recomendación principal es:
> no mover al lesionado y tener especial cuidado en mantenerle inmovilizados el
cuello y la espalda,
> de inmediato llamar una ambulancia para que se recoja a la persona herida, y en
el trayecto al hospital empiece a dársele la atención pertinente,
> si no es posible lo anterior, es muy importante observar los cuidados
mencionados y trasladar al accidentado, con rapidez y con tranquilidad, al servicio
médico más cercano.
Intoxicaciones
En la mayoría de los hogares es prácticamente inevitable que haya medicinas y
sustancias tóxicas como tíner, aguarrás, gasolina, limpiadores e insecticidas, entre
otras. Si las madres y los padres no toman las precauciones mínimas para
mantener estos productos bien guardados, arriesgan a sus hijas e hijos a que, en
el momento menos pensado, se intoxiquen con ellos y se produzcan graves daños
o incluso la muerte.
> Para evitar dichas intoxicaciones, las medidas que deben tomarse son:
> siempre guardar en repisas altas o en cajones con candados, fuera del alcance
de los pequeños, los tóxicos como gasolina, tíner, petróleo, acetona, aguarrás,
pinturas y barnices; asimismo, los productos de limpieza como cloro, amoniaco y
sosa cáustica, entre otros, y los venenos contra ratas y ratones,
> nunca envasar estos productos en frascos de refrescos ni de alimentos,
> siempre poner una etiqueta con el nombre del producto a los recipientes y
marcarlos con una calavera trazada por una cruz, como advertencia de peligro,
> enseñar a los pequeños que no deben tocar, oler o probar esos productos, que
no son para jugar y que esa calavera indica que pueden causar la muerte,
> conservar en lugares seguros y fuera del alcance de las niñas y de los niños las
medicinas, el alcohol, el agua oxigenada y los desinfectantes.
Es importante tener presente que en la actualidad los medicamentos en cápsulas
o pastillas son elaborados con colores que resultan atractivos para los pequeños,
y que los jarabes y otras soluciones tienen sabores que pueden ser agradables y
deseables para ellas y ellos. Con estos productos también es necesario tomar
precauciones.
Si a pesar de todos los cuidados un niño llega a ingerir un tóxico, o un
medicamento no indicado, las acciones que deben seguirse son:
> de inmediato se le provocará el vómito y se le dará a tomar leche. Si el
producto que el pequeño tomó es un blanqueador, acetona, cal, detergente,
insecticida o un derivado del petróleo, no debe producírsele el vómito, ya
que estos tóxicos pasan a los pulmones y pueden causar neumonías inflamaciones pulmonares- muy graves. Sí se recomienda darle leche.
> mientras la mamá o el papá da leche a la pequeña o al pequeño, el otro tratará
de identificar el tóxico ingerido y se dedicará a preparar el traslado, conseguir
algún vehículo o llamar una ambulancia para llevarlo al centro de salud más
cercano. El caso es grave y se requiere ayuda médica.
Heridas por armas de fuego y objetos punzocortantes
Desafortunadamente, cada día en más hogares hay armas de fuego y objetos
punzocortantes, cuyos riesgos todos conocemos. Los adultos somos responsables
de lo que puede suceder con cuchillos, tenedores, tijeras, agujas y alfileres,
navajas, desarmadores y martillos, serruchos, sierras, y pistolas, entre otras
herramientas caseras y armas.
Por eso debemos extremar precauciones para mantenerlas fuera del alcance de
las niñas y de los niños, independientemente de que se les haya informado sobre
su uso y la amenaza que entrañan. Ellos no pueden valorar su alta peligrosidad, y
por falta de experiencia, por curiosidad o simplemente jugando las pueden
manipular y accionar, y lesionarse o herir a otra persona.
Mamá y papá: si alguna vez encuentran a una persona con una herida de bala, no
deberán perder el tiempo, sino que deben ir de inmediato a un servicio de salud. Si
en la comunidad no lo hay, tomen el primer vehículo de transporte que esté a la
mano y lleven al herido a un centro de atención médica. Se trata de una
emergencia.
Antes de intentar curar en casa cualquier herida profunda, es recomendable hacer
presión sobre la zona sangrante, y si la lesión es en brazos o piernas, colocar un
torniquete para impedir la hemorragia. Acto seguido, trasladar al herido a un
servicio médico.
En todos los accidentes sufridos o provocados por niñas y niños con armas de
fuego y objetos punzocortantes, siempre los adultos dueños de dichos
instrumentos somos responsables de los hechos, e incluso podemos ser juzgados
y sentenciados legalmente, sobre todo si el accidentado muere o queda
discapacitado.
PARA TERMINAR
Para todas y todos es bien sabido que en ocasiones no es fácil mantener una
buena salud y evitar los accidentes que pueden sufrir nuestros hijos e hijas.
Por otra parte, también sabemos lo complicado que es tratados y educarlos
cuando se convierten en púberes y poco después en adolescentes. Es una época
difícil tanto para ellas y ellos como para nosotros; sin embargo, la responsabilidad
es nuestra, y lo que más necesitan en esta etapa de sus vidas es amor, respeto y
límites.
¿ Cómo actuar con nuestros hijos e hijas de manera adecuada a sus necesidades
de crecimiento y desarrollo?
¿Cómo asegurarles una buena salud física, emocional y social?
¿Cómo ayudarlos a vivir de la mejor manera esta etapa en que se convierten en
mujeres y en hombres?
Lamentablemente, no existen recetas ni manuales que puedan garantizar algún
resultado. Pero la reflexión, la comprensión y el diálogo con ellas y ellos sobre lo
que les está pasando es el mejor camino que podemos seguir para acompañarlos
y ayudarlos a formarse bien durante este periodo de su vida.
Para poder mostrar la tolerancia y el afecto que los púberes necesitan de
nosotros, y para poder ayudarlos a resolver los cambios y conflictos que viven, es
importante observar, analizar y entender a fondo el proceso de transformación que
viven. Incluso es conveniente anticiparnos y platicar con ellas y ellos para
explicarles qué les va a ocurrir, hacerles saber que cuentan con nosotros y que
todas y todos pasamos por ese momento.
Madres y padres sabemos que la educación y orientación para una vida sana es
una labor que para nadie es fácil. Pero también comprendemos que si nos
informamos, reflexionamos y actuamos con amor y sin violencia, seguramente
podremos realizarla mejor.
Es importante que nos interesemos por las inquietudes, los juegos, las actividades
y las tareas escolares o de trabajo de nuestros hijos e hijas, y que estemos
enterados de lo que hacen fuera de casa, a dónde van y quiénes son sus
amistades.
Recordemos que la inexperiencia y la imprudencia más comunes en la pubertad
los expone con gran facilidad a riesgos cada día más graves como consumir
tabaco, alcohol y drogas altamente dañinas.
Cerremos este libro reflexionando sobre lo trascendente que es para nuestros
hijos e hijas el hecho de que seamos capaces de reconocer y estimular su
comportamiento cuando hacen sus tareas escolares, colaboran en el hogar,
cooperan en actividades comunitarias, hablan con la verdad, defienden sus
convicciones, cuidan de su salud y tratan con respeto y espíritu de cooperación a
las demás personas.
También queremos llamar la atención sobre un acto de solidaridad hacia los
demás, nos referimos a la donación de un órgano o tejido a quien lo necesite.
Podemos ayudar a prolongar y mejorar la calidad de vida de una persona si antes
de morir decidimos donar nuestros órganos. Es importante que enseñemos esta
actitud positiva a nuestros hijos e hijas y sigan nuestro ejemplo.
Las preguntas obligadas son:
¿ Cómo estimularlos para reforzarles valores positivos?
¿Cómo promover hábitos para mantener su salud?
El reto es interesante y exige ser creativos. Para premiar adecuadamente a
nuestros hijos por su logros, lo primero es tener en mente su edad, saber que
cada uno es distinto y que todos necesitan ser amados y aceptados. La salud es
en parte consecuencia de que cada persona se preocupe por conservar y
fortalecer la suya, por lo que requiere tener una idea adecuada de sí misma.
Un libro como éste nos puede ser de ayuda en la tarea de amar, educar y formar
niñas y niños que comprendan que el cuidado de la salud es de gran valor en
nuestra vida. Les recomendamos complementar la información con los demás
libros de mamá y papá, con los libros de texto gratuitos de sus hijas e hijos, y con
otros que les recomienden los maestros y los trabajadores de la salud. Este libro
los enriquecerá más si lo comparten y comentan con sus hijos, con otros padres y
con los maestros.
EDAD
5 años
5 años 6 meses
6 años
6 años 6 meses
7 años
7 años 6 meses
8 años
8 años 6 meses
9 años
9 años 6 meses
10 años
10 años 6 meses
11 años
11 años 6 meses
12 años
12 años 6 meses
PESO NORMAL (EN KG) DE NIÑAS Y NIÑOS
NIÑAS
NIÑOS
PESO MINIMO
14.0
16.8
17.6
18.5
19.5
20.7
29.1
23.3
24.8
26.4
28.1
29.8
31.7
33.6
35.6
37.6
PESO MÁXIMO
20.0
21.1
22.3
23.7
25.4
27.2
29.4
31.7
34.2
36.8
39.6
42.3
45.2
48.0
50.7
53.4
PESO MINIMO
16.9
17.8
18.7
19.7
20.6
21.6
22.7
23.8
24.9
26.2
27.5
29.0
30.6
32.4
34.3
36.5
PESO MÁXIMO
20.7
21.9
23.2
24.5
25.9
27.5
29.2
31.1
33.1
35.3
37.6
40.0
42.6
45.4
48.2
51.2
Si su hijo está por arriba del peso máximo o por debajo del peso mínimo,
consulte a su médico.
EDAD
5 años
5 años 6 meses
6 años
6 años 6 meses
7 años
7 años 6 meses
8 años
8 años 6 meses
9 años
9 años 6 meses
10 años
10 años 6 meses
11 años
11 años 6 meses
12 años
12 años 6 meses
PESO NORMAL (EN KG) DE NIÑAS Y NIÑOS
NIÑAS
NIÑOS
PESO MINIMO
104.0
107.6
110.5
113.3
116.0
118.6
121.3
124.0
126.8
129.6
132.6
135.7
138.9
142.4
145.8
148.9
PESO MÁXIMO
112.1
115.5
118.8
122.0
125.2
128.3
131.5
134.6
137.7
140.9
144.1
147.3
150.6
157.3
160.2
160.2
PESO MINIMO
106.1
109.1
112.0
114.8
117.4
120.0
122.5
124.9
127.4
129.9
132.4
135.0
137.6
143.3
146.4
146.4
PESO MÁXIMO
113.8
117.1
120.2
123.1
126.0
128.8
131.5
134.2
136.9
139.8
142.7
145.7
148.9
156.0
159.7
159.7
Si su hijo está por debajo de la talla mínima, consulte a su médico.
Las niñas y los niños tienen derechos:
"Es nuestro derecho
disfrutar del más alto
nivel posible de salud
y tener acceso
a servicios médicos
y de rehabilitación,
así como a los cuidados
preventivos para la disminución de
la mortalidad infantil."
Artículo 24 de la Convención sobre los Derechos del Niño aprobada por la
Asamblea General de las Naciones Unidas, en noviembre de 1989.
Si tienen dudas
Secretarías de Salud de los Estados
AGUASCAlIENTES
01 (49) 12 1562/ Conm. 10 79 00 ext. 356
BAJA CALIFORNIA
01 (65) 57 28 20 Y 57 36 81
BAJA CALIFORNIA SUR
01 (11) 22 31 37
Conm. 22 06 49 Ext. 102
CAMPECHE
01 (98) 16 10 00 Y 11 23 15
COAHUILA
01 (84) 15 93 49 Y 15 92 89
COLIMA
01 (33) 12 09 80 Y 12 36 55
QUERÉTARO
01 (42) 127928 Y 1283 36/ Fax 12 75 14
CHIAPAS
01 (96) 13 13 09, 13 12 57 / Fax 13 12 58
CHIHUAHUA
01 (14) 10 36 22 Y 15 30 59
DISTRITO FEDERAL
5740 2306 Y 5740 0633
DURANGO
01 (18) 18 65 63 y 17 17 37
GUANAJUATO
01 (47) 32 03 83 Y 32 01 09
GUERRERO
01 (74) 85 19 01 Y 85 20 70
HIDALGO
01 (77) 13 61 20 Y 13 77 69
JALISCO
01 (36) 14 66 02 Y 14 27 58
MÉXICO
01 (72) 15 66 85 Y 15 87 09
MICHOACAN
01 (43) 12 05 14 Y 13 61 68 / Fax 13 74 55
MORELOS
01 (73) 18 71 22 / Fax 18 8317
NAYARIT
01 (32) 14 09 27 Fax 14 21 76
NUEVO LEÓN
01 (81) 30 70 91 Y 30 70 92
OAXACA
01 (95) 16 34 64 / Fax 16 59 35
PUEBLA
01 (22) 32 80 40 Y 32 65 18 / Fax 32 09 38
QUINTANA ROO
01 (98) 32 33 18 Y 32 00 40 / Fax 32 51 05
SAN LUIS POTOSÍ
01 (48) 11 39 38 Y 11 67 65 / Fax 13 85 60
SINALOA
01 (67) 14 55 71 Y 14 15 50 / Fax 14 55 71
SONORA
01 (62) 12 06 58 Y 12 20 86 / Fax 12 23 35
TABASCO
01 (93) 16 34 86 / Fax 16 28 60
TAMAULIPAS
01 (13) 12 08 14 Y 12 21 68 / Fax 12 21 68
TLAXCALA
01 (24) 62 23 44 / Fax 62 36 58
VERACRUZ
01 (28) 40 05 88 Y 40 03 79 / Fax 14 13 11
YUCATAN
01 (99) 28 60 83 Y 28 53 39
ZACATECAS
01 (49) 22 26 13 Y 22 12 02
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