SANTA MARÍA CUQUILA APUNTES DE SU HISTORIA Y SUS

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SANTA MARÍA CUQUILA
APUNTES DE SU HISTORIA Y SUS LEYENDAS
Dra. Ethelia Ruiz Medrano
BECA GUGGENHEIM 2006
Investigadora de la Dirección de Estudios Históricos
Instituto Nacional de Antropología e Historia
Santa María Cuquila se denomina en mixteco ñuu kuiñi (pueblo del tigre). Se encuentra
a 17 grados de latitud Norte y 97 grados de latitud Oeste, con una altitud de 2180
metros a nivel del mar, se ubica en la sierra Madre del Sur, en la Mixteca Alta, estado
de Oaxaca, a 15 minutos en autobús o en automóvil de la ciudad de Tlaxiaco por la
carretera a Pinotepa Nacional. A su alrededor hay 11 elevaciones montañosas entre los
2,300 y 3,360 metros de altura. Cuquila tiene un clima mayoritariamente templado,
subhúmedo con lluvias en verano, las cuencas hidrológicas de los alrededores son el Río
Atoyac y en este lugar hay una temperatura promedio de 16.6c.
La comunidad tiene una agricultura centrada en el maíz y fríjol, cuentan sus pobladores
con bosques de pino, pino lacio, encino y ocote, así como pastizal. Su población es
mixteca y la totalidad habla el mixteco, especialmente a partir de la generación que
cuenta 50 años o menos todos son bilingües, siendo los ancianos prácticamente
monolingües. Asimismo, algunos pobladores por la fuerte emigración hacia Estados
Unidos hablan tres idiomas: mixteco, español e inglés. Los jóvenes muestran un mayor
interés por aprender inglés, y aunque hablan bien el español no es un idioma que les
parezca tan prestigioso como el inglés.
El pueblo fue cabecera municipal hasta 1938, al parecer problemas políticos que
veremos más adelante fueron factores fundamentales en lo que los pobladores llaman
1
“su baja de categoría.” Cuquila cuenta con siete agencias: San Isidro, Agua Zarca, Plan
de Guadalupe, San Juan, Benito Juárez, San Pedro Llano Grande y Cañada Candelaria.1
Actualmente pertenece como agencia al Municipio mestizo de Tlaxiaco.
ALGO DE HISTORIA LOCAL
Santa María Cuquila cuenta con un sitio arqueológico del periodo Clásico [DC
400-850] poco explorado y de grandes dimensiones, en muy buen estado, el cual tiene
un juego de pelota. De este lugar proceden las estelas grabadas estilo Ñuiñe2 que se
resguardan en su museo comunitario.3 Al decir del arqueólogo Iván Rivera en la época
Clásica este lugar fue probablemente la cabecera de toda la región.4
Asimismo, la comunidad cuenta con una bella iglesia colonial del siglo XVII. La
iglesia se encuentra en la cima de un cerro, el acceso es sencillo ya que hay una larga
escalinata. La guía de Richard D. Perry recomienda mucho que se visite esta iglesia por
su belleza y espectacular localización. El interior cuenta con bellos altares barrocos del
siglo XVIII y un altar central dedicado a la virgen las imágenes son del siglo XVII y
fueron probablemente elaboradas en talleres regionales lo que aumenta el interés
artístico de los mismos. Cuenta con un bello tabernáculo único en su tipo y una
santísima Trinidad de excelente factura. La iglesia es de estuco blanco y base de piedra
con dos elegantes torres.5
Santa María Cuquila fue un pueblo en donde desde época prehispánica se
hacían códices, de los cuales todavía tenemos cuatro ejemplos fechados a finales del
siglo XVI.6 (Imagen 46) (Imagen 47) Por otra parte, Mary Elizabeth Smith consideró
que el Códice López Ruiz tenía su origen en Santa María Cuquila.7 Asimismo la
especialista Viola König señala que un importante códice genealógico mixteco de la
primera mitad del siglo XVI, el Códice Egerton, fue elaborado en el pueblo de Cuquila
2
y hace referencia a los caciques locales prehispánicos y sus alianzas matrimoniales.8
Este pueblo es el pueblo del jaguar y ha sido identificado por Mary Elizabeth Simith,
como Cuquila (ñuu kuiñi) que aparece representado con un glifo montaña jaguar (tigre)
en el Mapa de Ocotepec y en el mapa del AGN número 2463.9
Copias de estos mapas y un cúmulo de objetos prehispánicos así como de
documentos coloniales se encuentran resguardados en su Museo Comunitario. Los
museos comunitarios surgen en algunas comunidades indígenas del estado de Oaxaca a
partir del año de 1986. El proyecto de crear museos comunitarios en los pueblos nace de
una propuesta alternativa a la cultura e historia oficiales por parte de los antropólogos
Teresa Morales Lersch y su esposo Cuauhtémoc Camarena Ocampo. Ambos
investigadores fueron sensibles a la creciente demanda de varios pueblos de Oaxaca por
tener su propio museo, para realizar esta tarea tanto Teresa como Cuauhtémoc hablaron
con autoridades de distintos pueblos y comenzaron a diseñar talleres en los que la gente
aprende a realizar guiones museográficos, tomar fotografías, realizar entrevistas, entre
otras cosas relacionadas con el trabajo museográfico e histórico.
Las comunidades interesadas en tener un museo acuerdan su creación a través de
su asamblea comunitaria, asimismo conforman a un comité de gente local para que se
encargue de los trabajos del museo, se trata de una iniciativa que parte de los pueblos y
que no surge de instancias oficiales, académicas o burocráticas ya que es el interés y
organización de la gente de los pueblos lo que hace posible su materialización. Los
museos comunitarios albergan el patrimonio local de los pueblos, en algunos se
resguardan lienzos coloniales pintados, documentos antiguos, piezas arqueológicas,
textiles, cerámica, etcétera. Todos los museos ofrecen explicaciones acerca de las
leyendas e historias locales las cuales fueron recopiladas por la propia gente de la
población, asimismo través de trabajo colectivo cada pueblo construye o remodela un
3
edificio para su museo. Sin duda se trata de un proyecto que nace y se consolida a través
de la comunidad, tanto Teresa como Cuauhtémoc sólo indican pautas y señalan
posibilidades para que los pueblos creen su museo. En el año de 2005 había diecisiete
museos comunitarios en Oaxaca, entre ellos se encuentra el de Santa María Cuquila.10
Todo inició gracias a una de las estelas prehispánicas que hoy se resguardan en
el museo comunitario (Imagen 45), como ya señalé esta estela grabada se encontraba en
una de las agencias de Cuquila en donde la tenían rodeada de veladoras, un tiempo
después algunas personas de la cabecera, de Cuquila, la trajeron y la colocaron atrás de
su palacio municipal. En el año de 1987 fungía como presidente municipal el maestro
indígena Tobías Diego López Ortiz, originario de Cuquila, el maestro cuenta que
observaba la estela y se preguntaba acerca del origen de la misma y del significado de
los símbolos que tenía grabados. Pasaron los años y a finales de 1992 el maestro Tobías
se encontraba de director de la escuela primaria de Cuquila y como presidente
municipal don Camilo Coronel, el maestro le dijo entonces a don Camilo
esa piedra (la estela) lo tenemos que levantar algo ha de tener de importante,
es importante cuidar esa pieza si lo creen así o cómo lo ven ustedes, no hay
que levantar porque ha de ser una cosa bonita bueno, lo levantamos entre
varios otra vez lo volvimos a llevar acá arriba estaba una casita ahí pegado
anexo al palacio (municipal) ahí lo fuimos a guardar esa pieza pero entonces
ya se nos ocurrió a nosotros lavarlo, lavar la pieza con escoba, y todo no
sabíamos qué importancia tenía, mas o menos ya se limpio la pieza ya lo
paramos y ahí estuvo.11
Movido por la curiosidad acerca de los orígenes de la estela el maestro Tobías
convenció a don Camilo a principios de 1993 para que fueran a las oficinas del Instituto
Nacional de Antropología e Historia en Oaxaca a solicitar asesoría para cuidar su estela.
Una vez ahí los canalizaron con el equipo de Cuauhtémoc Camarena y Teresa Morales,
a los pocos meses los antropólogos fueron a Cuquila y les dijeron que la estela tenía una
antigüedad de más de dos mil años y que si el pueblo estaba de acuerdo podrían hacer
4
su propio museo y tener la pieza ahí para resguardarla y exhibirla. En diciembre de
1993 los pobladores de Cuquila realizaron una asamblea y aprobaron la creación de su
museo comunitario, nombraron a los miembros de su comité, entre otros al maestro
Tobías y algunos campesinos, y pronto recibieron la asesoría de Cuauhtémoc Camarera
para realizar los guiones de su museo.
Todos los fines de semana el maestro Tobías, junto con los otros miembros del
comité del museo, iban a visitar las casas de las familias de Cuquila en busca de objetos
antiguos, papeles, leyendas e historias locales, no fue poca su sorpresa cuando logró
encontrar en las casas campesinas de Cuquila otras estelas grabadas que de inmediato
trasladó a la escuela para que se exhibieran en el futuro museo
Anduvimos sábado y domingo de casa en casa aquí andábamos preguntando
donde hay más piedritas de esas que se vean bonitas y mucha gente se
acercaba, fue como logramos encontrar las piezas que están ahí, unos ya
estaban destruyendo, unos ya querían utilizar para su camellón otro para
atranque de la olla de fríjol y así las tenían pero no, esta piedra me lo dan y
esta me la llevo, ¿para qué la quieras? (me decían) no pregunten ya que vean
ya que este ahí en un lugarcito bonito ahí lo van a ver.12
Un gran bullicio se dio en el pueblo a raíz de la idea de crear un museo en
Cuquila, a partir de los talleres del antropólogo Cuauhtémoc Camarena algunos
pobladores estuvieron fotografiando a las ancianas que todavía realizan bellos textiles
(blusas o huipiles y gabanes de lana de borrego) así como a la gente mayor que todavía
se dedicaba a fabricar alfarería en barro. También algunos vecinos donaron fotos
antiguas que resguardaban, así como papeles que encontraron y que resultaron ser dos
pequeños expedientes coloniales que datan de fines del siglo XVI13
Las autoridades de Cuquila lograron obtener un pequeño apoyo económico de
organismos no gubernamentales y con ese dinero compraron material para realizar el
edificio del museo, un inmueble de tabique y concreto muy sencillo. La construcción
tardó muchos años en realizarse ya que todo se hacia a partir de tequio o trabajo
5
comunitario, el museo fue inaugurado en 2003. En el interior se pueden observar
distintos objetos organizados por temas, vida cotidiana, artesanía, la historia
prehispánica y colonial del pueblo. Al centro hay una pequeña vitrina que contiene
huesos y ollas prehispánicas, alrededor con mucho trabajo un poblador elaboró un borde
hecho con lajas pequeñas de piedra. El entusiasmo por el museo llevó a que otro vecino
mandara elaborar en madera el “escudo” del pueblo, que como he mencionado es la
representación pictográfica del templo prehispánico con los caciques sentados encima y
la figura del jaguar dentro del templo que se encuentra en el Lienzo de Ocotepec.
Desde hace algún tiempo con la colaboración del pueblo la Dra. Ethelia Ruiz ha
podido reconstruir la línea del linaje gobernante de caciques [iya en mixteco] que
señorearon Santa María Cuquila desde mediados del siglo XVI hasta 1809 y he
observado que existe un fuerte vínculo entre este linaje y el de Tepejillo [Tepexillo,
Thepejillo] en Acatlán (Mixteca Baja).14 (Tabla 1)
Asimismo, conocemos que a principios del siglo XVII el cacique local realizó la
composición de las tierras de su cacicazgo. Así Don Juan de la Cruz Mendoza y
Terrazas realizó ante el rey esta composición el 28 de julio de 1707, en ella se asienta
que el cacicazgo comprende diversos pueblos de la Mixteca Baja y de la Mixteca Alta
(Tabla 2)
Esta vinculación de un cacicazgo que se origina en Cuquila15 con pueblos de la
Mixteca Alta y Baja muestra que las relaciones matrimoniales de los caciques, entre
otros factores, generaron un corredor cultural muy antiguo entre ambas mixtecas y en
donde Cuquila juega un papel primordial. Una situación interesante y que muestra que
gente de Cuquila estaba desde tiempo antiguo asentada en Acatlán es un pleito de 1733,
en donde se explica que a media legua de Tepejillo [2.9 kilómetros16] en Acatlán había
un barrio llamado Cuquila, cuyos habitantes estaban en ese lugar desde tiempo
6
“inmemorial”, dedicados al cultivo de maíz, chile y fríjol. Asimismo, se menciona que
las tierras de este barrio de Cuquila lindaban con tierras del cacique de San Pedro y San
Pablo Tequistepec, con quien tenían conflicto de límites.17
Debido a las amplias dimensiones del cacicazgo colonial de los yya de Cuquila,
así como por el estilo Ñuiñe encontrado en las estelas de Cuquila por parte del
arqueólogo Iván Rivera, aunado a los estudios de Viola König, se puede considerar
que existió un corredor oeste entre Acatlan, Tonala y Cuquila, que probablemente
llegaba a Tututepec en la costa.18 Este vínculo se refuerza si se observa uno de los
mapas de finales del siglo XVI procedente de Santa María Cuquila (Imagen 46) en
donde se puede leer “camino que viene de Chicahuastla es camino real para la costa,”19
hasta la fecha en efecto Cuquila queda al lado del camino en dirección a la costa.20
Incluso, uno de los mapas de fines del siglo XVI procedente de Cuquila tiene un enorme
parecido en la representación de vegetación con el Lienzo de Zacatepec 2 que procede
de la costa de Oaxaca, esta similitud ha sido señalada por Mary Elizabeth Smith.21
(Imagen 48)
Sin duda Santa María Cuquila fue un pueblo importante antes y poco después de
la conquista, como lo muestra su imponente sitio arqueológico y las estelas que
conservan. Así en el año de 1559 su iya o cacique llamado Don Francisco de Austria,
firmó junto con los caciques más importantes de la Mixteca Alta y de la Mixteca Baja
un poder para que “Fray Jhoan de Cordova de la orden de Santo Domingo y Alvaro
Ruiz, procurador de la Real Audiencia de México, y a Gaspar de la Torre, vecino de la
ciudad de Antequera” defendieran sus intereses ante el rey Felipe II.22
Poco antes de mediados del siglo XVIII como se observa en la Tabla 1, la sede
del cacicazgo de Cuquila se trasladó a la región de Acatlán en la Mixteca Baja, esta
situación provocó que Cuquila comenzara a perder tierras a manos de los pueblos
7
vecinos. Este cambio de sede del cacicazgo se debió a una situación fortuita, como se
puede observar en la Tabla 1 a principios del siglo XVIII los caciques de Cuquila eran
doña Isidora de San Miguel y don Manuel de Santiago, estos caciques tuvieron una niña
llamada Theresa de Santiago, por razones que desconocemos los padres de esta niña
murieron siendo jóvenes dejando a doña Theresa de tan sólo nueve años de edad como
heredera del cacicazgo, debido a su corta edad la niña no podía tomar el mando en ese
momento y por ello llegó a Cuquila su tío materno quien era cacique de Tepejillo en la
Mixteca Baja y que se llamaba don Fernando de Mendoza y Guzmán, este cacique
decidió llevarse a vivir con él a Tepejillo a la pequeña doña Theresa quien salió de
Cuquila acompañada por un pequeño cortejo de sirvientes para nunca volver a su pueblo
originario. En Tepejillo la cacica Theresa pasó su infancia y adolescencia y siendo ya
una joven se casó con el cacique de Tepejillo llamado don Severiano Antonio Ximenez
Esquivel (Tabla 1)
Como mencioné unas líneas arriba el hecho de que quedara el cacicazgo de
Cuquila en manos de una niña que por lo mismo tuvo que quedar en custodia de un
pariente mayor tuvo consecuencias negativas para el pueblo. A raíz de que Cuquila se
quedó sin caciques el poder se centró en el cabildo indígena local, en este sentido la
comunidad perdió la protección que significaba para ellos el tener un cacique, los
pueblos aledaños a Cuquila observaron esta situación, y en el caso del pueblo vecino de
Santo Tomas Ocotepec su cacique decidió tomar las mejores tierras de Cuquila, un
lugar llamado Yutebaso, el cacique de Ocotepec se llamaba don Nicolás García de
Roxas y era yya del pueblo de Santo Tomas Ocotepec y de San Esteban y Nuyoo. Para
ello don Nicolás aprovechó que en 1726 se le dio posesión oficial como heredero del
cacicazgo y decidió ilegalmente incluir en su posesión las tierras de Yutebaso que
originalmente pertenecían a Cuquila.
8
Para el año de 1726 Cuquila ya se encontraba sin caciques así es que fueron los
miembros del cabildo indígena quienes trataron de defender las tierras de Yutebaso
frente al cacique de Ocotepec. Sin embargo, los funcionarios del cabildo no sabían leer
y escribir y aunque presentaron una demanda en Teposcolula, que era la alcaldía mayor
a la que pertenecían, no lograron recuperar sus tierras ya que las autoridades españolas
les solicitaban que presentaran títulos y documentos referentes a sus linderos y las
autoridades del cabildo de Cuquila no tenían estos papeles. Muchos caciques de la
Mixteca guardaron los documentos referentes a las tierras de sus pueblos como propios,
este fue el caso de los caciques de Cuquila, así la niña doña Theresa, como cacica de
Cuquila, se llevó documentación y mapas de las tierras de su pueblo con ella rumbo a
Tepejillo.23 A este respecto es interesante que al reverso de un mapa de fines del siglo
XVI procedente de Cuquila se puede leer: “Estas diligencias y papeles pertenecen a
doña Theresa de Andrade de Tepejillo como nieta que es de Doña Catarina de la Cruz y
Terrazas,” esta glosa muestra que los papeles y mapas históricos del pueblo se los llevó
como papeles personales la pequeña cacica.
De hecho sólo hasta el año de 1765, cuando doña Theresa se encontraba en edad
adulta, continuó con su esposo el pleito por las tierras de Yutebaso que el cabildo de
Cuquila había iniciado. Sin embargo en ese año ya no peleaban en contra de don
Nicolás, cacique de Santo Tomás Ocotepec, quien había fallecido, sino en contra de su
hija y heredera la cacica o yya doña Pascuala Feliciana de Roxas. Durante varios años el
litigio continuó, sin embargo los caciques de Cuquila no tuvieron éxito en esta empresa
y en 1796 la audiencia falló a favor de los caciques de Ocotepec y en contra de Cuquila.
En este fallo influyó sin duda que la gente de Cuquila tardó varios años en presentar los
documentos de sus tierras, hasta que la cacica doña Teresa se involucró en el pleito en
edad adulta. En el museo comunitario de Cuquila se resguarda un documento de 1584
9
en el que se señala que en efecto las tierras de Yutebaso pertenecían a Cuquila y
limitaban con Santo Tomás Ocotepec.24
A lo largo de todos los años que duró el pleito las autoridades del cabildo de
Cuquila intentaron evitar que les quitaran las tierras los caciques de Ocotepec, incluso
llegaron a invadir en varias ocasiones el paraje de Yutebaso, finalmente ya en el siglo
XIX varios pobladores de Cuquila asesinaron al nieto de doña Feliciana de Roxas de
nombre don Cipriano Jiménez para vengarse por la perdida de sus tierras.25
Como se puede ver en el caso de Cuquila sus caciques hasta el siglo XVIII
lograron consolidar un amplio territorio que abarcaba pueblos de la Mixteca Alta y
Mixteca Baja. Asimismo eran estos caciques quienes muchas veces defendían las tierras
de los pueblos ya que las consideraban como propias, por ejemplo en Cuquila en el
año de 1595 el cacique de ese entonces llamado Pedro Castañeda (Tabla 1) acompañado
de las autoridades del cabildo indígena logró impedir que se otorgaran a través de una
merced real tierras del pueblo a un pudiente español.26
De tal forma que la ausencia por cualquier razón de los caciques de un pueblo,
por lo menos en pueblos tradicionales de la Mixteca, podía perjudicar las tierras de las
comunidades como ocurrió en el caso de Cuquila. En la región Mixteca los cacicazgos
tuvieron una gran vitalidad, a diferencia de lo que ocurrió en el centro de México,
muchos de ellos se encontraban intactos en el siglo XVIII e incluso XIX27, y se puede
decir que los yya mixtecos tuvieron una presencia importante en sus comunidades a lo
largo de toda la colonia.28
Esta asociación del pueblo con sus caciques ha perdurado a lo largo del tiempo
en Cuquila, actualmente existen numerosas historias acerca de los caciques que
habitaban en el sitio arqueológico, que los pobladores de Cuquila llaman “El Cerro de la
Cacica” o “El Cerro del Tigre.” Para los pobladores más ancianos el lugar originalmente
10
era una gran “selva” con una laguna y estaba habitado antiguamente por animales
fantásticos como era un águila que tenía “dos picos,” probablemente un águila
bicéfala,29 y por una víbora emplumada que traía el agua (koosavi) así como por tigres,
leones, coyotes y multitud de pájaros. Los habitantes de Cuquila señalan que el águila
de dos picos hacia mucho daño a la gente ya que cuando los arrieros pasaban con sus
canastos se los arrebataba y también se llevaba a la gente. En ese cerro, dicen los
ancianos, habitaba mucha gente antes de la llegada de los españoles “en el tiempo que
no había sol y cuando salió el sol se murió toda la gente, todo animal, ya no había nada,
el Dios puso nueva vida para nosotros, así dice la gente.”
En ese tiempo también vivía en ese cerro un cacique y su hermana que tenían el
poder de “llamar a las piedras y canteras de distintos tamaños y ellas venían solas y se
arrimaban para la construcción del cerro que el (cacique) quería que llegara al cielo.” La
cacica era la encargada de preparar la comida y lo hacia con tan buen sazón que el
cacique quiso saber lo que ponía su hermana en la comida, así que un día decidió
espiarla mientras ella cocinaba, para su sobresalto descubrió que ella ponía mocos de su
nariz en la comida, el cacique se encolerizó y de inmediato la parte superior del cerro
voló en pedazos y fue a caer a una comunidad distante a 30 kilómetros llamada San
Martín Huamelulpan, en donde dicen todavía se puede ver. Asimismo la gente dice que
cuando voló la punta del cerro se llevó consigo a la laguna y a la serpiente emplumada.
Debido a toda esta destrucción y enojo ambos caciques salieron del Cerro de la
Cacica o del Tigre y cada uno tomó un camino distinto, en su andar los caciques fueron
fundando lugares, haciendo brotar el agua y realizando sacrificios. Especialmente en el
caso del cacique se dice que cuando salió del cerro destruido fue fundando lugares y
nombrándolos, en ese andar lo alcanzaron diversas gentes para pedirle ayuda en la
construcción de la iglesia de Tlaxiaco. El cacique fue en ayuda de la gente pero se sintió
11
avergonzado ya que sólo vestía “con un capisayo30 tejido con fibra de coco” aún así
llegó a Tlaxiaco y ahí encontró reunidos a “muchos caciques (que) estaban haciendo la
cimentación de la iglesia. Pero los cimientos no amacizaban (no eran sólidos) porque en
ese lugar brotaba agua,” el cacique señaló con su “bastoncito” por donde venía el agua y
la gente pudo tranquilamente seguir trabajando en la construcción de la iglesia, para ello
el cacique eligió cuatro caciques “nobles y colocó uno en cada esquina del templo y les
dijo: `aquí lo detienen hasta que amacice´ los albañiles echaban piedra y mezcla, de
modo que los cuatro (caciques) se quedaron para siempre allí. Así fue terminada la
iglesia de Tlaxiaco.”31
1
Entrevista agosto 2004 y agosto 2005.
2
Este estilo corresponde al periodo 400-800 DC en la región de la Mixteca baja del sur de
Puebla y noroeste de Oaxaca, se caracteriza por presentar elementos tanto teotihuacanos como
zapotecos y de la costa del Golfo de México. Las estelas de Cuquila son el ejemplo más al sur
de este estilo que se conoce.
3
Ángel Iván Rivera Guzmán, “La iconografía de las Piedras Grabadas de Cuquila y la
Distribución de la Escritura Ñuiñe en la Mixteca Alta, Oaxaca,” Dirección de Registro Público
de Monumentos y Zonas Arqueológicos, Instituto Nacional de Antropología e Historia, México,
2004.
4
Ángel Iván Rivera comunicación personal.
5
Richard D. Perry, Exploring Colonial Oaxaca. The Art and Architecture, Santa Barbara
California, Espadaña Press, 2006, pp.156-157.
6
Archivo General de la Nación Mapa núm. 1692.9, Archivo General de la Nación Mapa
núm.2463, Archivo General de la Nación Mapa núm.876 y Archivo General de la Nación Mapa
núm.1614.
7
Mary Elizabeth Smith, The Codex López Ruiz A Lost Mixtec Pictorial Manuscript, Nashville,
Vanderbilt University Publications in Anthropology, 1998, p.210.
8
Viola König “Inhaltliche, Analyse und Interpretation von Codex Egerton”, Hamburgo, Museo
de Hamburgo, 1979.
9
Viola König, “Mary E. Smith’s interpretation of the Codex Tulane, in the Codex López Ruiz,
and other documents. Some conclusions on the role of Tlaxiaco in the western part of the
Mixteca Alta”, MEXICON, Vol. XXVII, Diciembre 2005, Número 6, pp.112-115, p.113; Mary
Elizabeth Smith, The Codex López Ruiz..., p.84. Un breve estudio y foto del Lienzo de
Ocotepec: Alfonso Caso, “Mapa de Santo Tomás Ocotepeque, Oaxaca”, pp.131-137 en: Summa
12
Antropológica en homenaje a Roberto J. Weitlaner, México, Instituto Nacional de Antropología
e Historia, 1966.
Cuauhtémoc Camarena Ocampo, Teresa Morales Lersch, “Museos
Comunitarios de Oaxaca memoria comunal para combatir el olvido,” Arqueología
Mexicana Número 72, 2005, pp.72-77.
10
11
Entrevista con el maestro Tobías Diego López Ortiz, noviembre 2007.
12
Entrevista con el maestro Tobías Diego López Ortiz, noviembre 2007.
Uno es una merced real de tierras para ganado que se otorgó al pueblo de
Cuquila fechada en 1584 y el otro documento es una copia de un pleito entre
Cuquila y Chicahusatla (pueblo triqui que colinda con Cuquila) por un trozo de
tierra, fechado en 1590.
14
Acatlán [Acatlán de Osorio Ciudad] Mixtecos. Ubicado en el sur del estado de Puebla,
colinda con el norte de Oaxaca, los lugares mencionados por Gerhard en su área son: Tuzantla,
Tehuicingo, Totoltepec, Piastla, Tecomatlan, Guapanapa, Petlalcingo, Tepexillo, Ixitlan, Chila.
Esta en la mixteca poblana y es parte de la Mixteca Baja, Se habla en Gerhard de Santa Ana
Tepexillo, que aparece como pueblo en el siglo XVIII, Peter Gerhard, A Guide to the Historical
Geography of New Spain, Cambridge, Cambridge University Press, 1972, pp.42-44.
13
15
Existen diversos documentos en el Archivo General de la Nación que muestran que el lugar
donde habitaban los caciques en el siglo XVI era Cuquila, así es que se le puede considerar
como el sitio de asiento del cacicazgo en esta época: Archivo General de la Nación ramo
Mercedes vol. 14, f.130, año de 1590; Archivo General de la Nación ramo General de Parte
vol.2, expediente 1087, fol.242v.; Archivo General de la Nación ramo Mercedes vol.15, f.
130r; Archivo General de la Nación ramo Tierras 2692, exp.17; Archivo General de la Nación
ramo Tierras 2682, exp. 17.
16
Una legua son 5,000 varas o 4.18 kilómetros.
17
AGN ramo de Tierras, vol.525, exp.1.
18
Viola König, “The análisis...” p.114.
19
20
AGN Mapa núm.2463.
Viola König, “Mary E. Smith’s interpretation…” pp.112-115.
21
Mary Elizabeth Smith, Picture Writing From Ancient Southern México, Mixtec Place Signs
and Maps, Norman, University of Oklahoma Press, 1973, p.96. El mapa de Cuquila está en
AGN Mapa núm.867.
22
Archivo General de Indias, Justicia 160, no.2.
23
Archivo General de la Nación, ramo de Tierras número 876, expediente 1; acerca de cómo los
caciques mixtecos solían trasladar con ellos como papeles personales documentos, mapas y
códices de sus pueblos véase: Mary Elizabeth Smith, The Codex López Ruiz..., p.209, Viola
König, “Mary E. Smith’s interpretation...” p.112.
24
“De Cuquila número 42” Documento fechado en 1584 que se encuentra en el museo
comunitario de Santa María Cuquila.
13
25
“Autos civiles y juicio ordinario sobre el despojo de tierras que hicieron los naturales del
pueblo de Cuquila a Doña Pascuala Feliciana de Roxas, cacique de los pueblos de Santo Tomás
Ocotepeque, Santa Cruz Nundaco y Otros, 17724-1827, Archivo Histórico Municipal de
Tlaxiaco, Oaxaca.
26
Archivo General de la Nación, ramo de Tierras número 2682, expediente 17.
27
John Monaghan, "Mixtec Caciques in the Nineteenth and Twentieth centuries," Cuadernos de
Historia Latinoamericana, [Número especial Códices, Caciques y Comunidades 5], 1997, pp
265-281.
28
Kevin Terraciano, The Mixtecs of Colonial Oaxaca, Stanford, Stanford University Press,
2001, p.206.
29
En la región Mixteca desde la época prehispánica se registran águilas de dos cabezas o
bicéfalas asociadas a los antiguos reyes mixtecos, Ferdinand Anders, Maarten Jansen, Gabina
Aurora Pérez-Jiménez, Crónica Mixteca El rey 8 venado, Garra de Jaguar, y la dinastía de
Teozacualco-Zaachila. Libro explicativo del llamado Códice Zouche-Nuttall, México, Sociedad
Estatal Quinto Centenario, Academische Druck-und Verlagsanstalt, Fondo de Cultura
Económica, 1992, edición facsimilar, lámina 19; asimismo se puede observar en la iglesia una
escultura colonial en madera donde esta representada un águila de dos cabezas.
30
Un capisayo es el término antiguo para una vestidura corta que es a la vez capa y sayo. El
sayo es una casaca larga y sin botones.
31
Entrevistas con Don Camilo Coronel Sánchez, 2007 y 2008; entrevistas con Emiliano
Melchor Ayala y Sixto Melchor Ayala, 2004.
14
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