Comunicado sobre la política del Ministerio de Justicia en materia de magistrados suplentes y jueces sustitutos Nota de Prensa del Ministerio de Justicia Se pretende racionalizar las sustituciones para controlar un gasto que se ha disparado en los últimos años Comunicado sobre la política del Ministerio de Justicia en materia de magistrados suplentes y jueces sustitutos • El gasto se ha incrementado en los últimos años en un 30% y equivaldría a las retribuciones completas de unos 703 magistrados o fiscales actuando a tiempo completo. • Una media de 930 jueces sustitutos o magistrados suplentes actuaron mensualmente durante el año 2003 en todos los ámbitos jurisdiccionales. Esto representa un 24% del total de los efectivos titulares. • Varios Tribunales Superiores de Justicia han autorregulado y moderado su gasto, mientras que otros han desbordado todas las previsiones. (7-junio-05) Frente a la queja trasladada por once Tribunales Superiores de Justicia al Consejo General del Poder Judicial sobre la falta de presupuesto para contratar magistrados suplentes y jueces sustitutos, el Ministerio de Justicia quiere hacer las siguientes puntualizaciones: 1. 2. Las ausencias laborales de jueces y magistrados que requieren sustituciones están muy por encima de la media general en cualquier ámbito de las empresas públicas y privadas, que se sitúa en el 5%. Esto supone unos gastos muy superiores a los ocasionados por cualquier actividad administrativa. En el 2003, año en el que anterior Gobierno anunció que se había acabado la Justicia interina en España, se superó en un 400% el gasto destinado a sustituciones y suplencias. Éste ascendió a 37.988.716 euros Este gasto se ha incrementado en los últimos años en un 30% y equivaldría a las retribuciones completas de unos 703 magistrados o fiscales actuando a tiempo completo. Esto supone que cada mes del año 2003 actuaron, en todos los ámbitos jurisdiccionales una media de 930 jueces sustitutos o magistrados suplentes. Lo que representa un 24% del total de los efectivos titulares. 3. 4. 5. 6. 7. El presupuesto destinado a este apartado no es capricho del Ministerio de Justicia sino que viene marcado por el Ministerio de Economía y Hacienda, con objeto de respetar los márgenes que indica la Ley de Estabilidad Presupuestaria. El Ministerio de Justicia ya comunicó, a comienzos del año judicial, a todas las salas de gobierno de los tribunales superiores la cantidad presupuestada para contratar a magistrados suplentes y jueces sustitutos. Mensualmente este Ministerio ha ido informando sobre cuál era la cantidad que se había gastado y cuál la que restaba por gastar. El Ministerio de Justicia está obligado a seguir el nuevo esquema retributivo que marca la Ley 15/2003, de 26 de mayo, reguladora del Régimen Retributito de la Carrera Judicial y Fiscal, que indica que la interinidad en la Administración de Justicia vaya disminuyendo progresivamente. Del mismo modo, se está trabajando en la búsqueda de las razones de este gran volumen de sustituciones. Dado que el gasto en suplencias es excesivo, este Ministerio pretende reducir el crédito destinado a las sustituciones y suplencias para lo que se ha solicitado la colaboración de los TSJ y Secretarías de Gobierno con la finalidad de racionalizar y limitar los casos de sustituciones según marca la Ley. El objetivo del Ministerio de Justicia es optimizar los recursos y que la Administración funcione lo mejor posible y dar un buen servicio público a la ciudadanía. Este mensaje ha sido recogido por varios TSJ que han transmitido instrucciones para moderar y racionalizar este gasto. Es decir, se han autorregulado sin problemas. Otros, en cambio, han desbordado sus gastos más allá de lo razonable. La cantidad abonada con cargo a sustituciones y suplencias en el ejercicio 2004 fue de 28.400.000 euros, lo que todavía supone más de un 30% de lo presupuestado. El deseo del Ministerio de Justicia sería contar con un presupuesto ilimitado, pero como Administración debe acomodarse, al igual que otros Departamentos, a las cantidades consignadas y respetar el principio de legalidad presupuestaria.