Imagen de la Fuerza Armada Nacional

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UNIVERSIDAD SIMÓN BOLÍVAR
Decanato de Estudios de Postgrado
Especialización en Opinión Pública y Comunicación Política
TRABAJO ESPECIAL DE GRADO
IMAGEN DE LA FUERZA ARMADA VENEZOLANA DE FINALES DEL
SIGLO XX E INICIOS DEL XXI
Por
Regulo Humberto Díaz Vega
Marzo, 2005
UNIVERSIDAD SIMON BOLIVAR
Decanato de Estudios de Postgrado
Especialización en Opinión Pública y Comunicación Política
IMAGEN DE LA FUERZA ARMADA NACIONAL VENEZOLANA DE
FINALES DEL SIGLO XX E INICIOS DEL XXI
Trabajo Especial de Grado presentado a la Universidad Simón Bolívar por
Regulo Humberto Díaz Vega
Como requisito parcial para optar al grado de
Especialista en Opinión Pública y Comunicación Política
Realizado con la tutoría del
Profesor Herbert Koeneke, Ph.D
Marzo, 2005
UNIVERSIDAD SIMON BOLIVAR
Decanato de Estudios de Postgrado
Especialización en Opinión Pública y Comunicación Política
CERTIFICACIÓN DEL TUTOR
Certifico que he leído este Trabajo Especial de Grado y lo he encontrado aceptable en
cuanto a contenido científico y lenguaje.
_____________________________
Tutor
Prof. Herbert Koeneke, Ph.D
Marzo, 2005
UNIVERSIDAD SIMON BOLIVAR
Decanato de Estudios de Postgrado
Especialización en Opinión Pública y Comunicación Política
IMAGEN DE LA FUERZA ARMADA VENEZOLANA DE FINALES DEL SIGLO XX E
INICIOS DEL XXI
Este Trabajo Especial de Grado ha sido aprobado en nombre de la Universidad Simón
Bolívar por el siguiente jurado examinador:
_____________________________
Jurado
Prof. Hernán Castillo
_______________________
Tutor
Prof. Herbert Koeneke, Ph.D
Marzo, 2005
A los miembros de la Fuerza Armada Venezolana, en especial de la Guardia
Nacional, noble institución que me acobijo en su seno por espacio de 29 años.
A mi esposa Lisa, mi eterno amor.
ÍNDICE GENERAL
Página
Capítulo
CERTIFICACIÓN DEL TUTOR
ii
PÁGINA DE APROBACIÓN DEL JURADO
iii
DEDICATORIA
iv
RESUMEN
v
ÍNDICE GENERAL
vi
ÍNDICE DE TABLAS
viii
ÍNDICE DE FIGURAS
x
LISTA DE ABREVIATURAS
xii
I
INTRODUCCIÓN
1
II
ANÁLISIS HISTÓRICO COMPARATIVO DEL ROL DE LA
FUERZA ARMADA NACIONAL EN LAS CONSTITUCIÓNES
DE 1961 Y 1999.
6
1. Introducción
2. Antecedentes
3. Rol de la Fuerza Armada Nacional en la Constitución de 1961.
4. Rol de la Fuerza Armada Nacional en la Constitución de 1999
6
7
8
11
LA IMAGEN DE LA FUERZA ARMADA NACIONAL DE
FINALES DEL SIGLO XX y PRINCIPIOS DEL SIGL XXI
23
1. Introducción
2. Imagen de la FAN a finales del Siglo XX
2.1 El Caracazo
2.2 Los Golpes del 92
2.3 Rafael Caldera II
23
24
24
25
28
III
vii
IV
V
3. Imagen de la FAN de principios del siglo XXI
3.1 El inicio del llamado “Proceso”
3.2 El nuevo milenio
3.3 La Corrupción sigue campante
3.4 El año del vacío de poder
3.5 2003 el año del General Eructo
3.6 La arremetida de la FAN
30
31
33
34
39
41
43
LA IMAGEN DE LA FAN EN LOS ESTUDIOS DE OPINIÓN
PÚBLICA
48
1. Confianza vs Desconfianza
2. La Valoración de la Democracia
3. Desconfianza Institucional
4. El Caso Venezolano
49
49
50
52
CONCLUSIONES
59
BIBLIOGRAFÍA
64
Anexo 1 Tablas
Anexo 2 Figuras
67
108
viii
ÍNDICE DE TABLAS
Nº
1
2
3
4
5
6
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9
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17
18
Página
Preferencias por gobiernos civiles VS militares a raíz del
4F de 1992
Apoyo al alzamiento militar del 27 de noviembre de 1992
¿Quién cree Ud. que tiene más poder en (país)?. Nombre
hasta tres.
Trabajo de la Fuerza Armada en la solución de los
problemas del país
Apoyo a un nuevo golpe militar (post 1992) (%)
Confianza en las Instituciones del País
Sectores que deben integrar la Asamblea Nacional
Constituyente
Trabajo de la Fuerza Armada en la solución de los
problemas del país
¿En cual de estas instituciones u organismos de liderazgo
siente Ud. más confianza actualmente?
Con sinceridad ¿qué puntuación le daría al gobierno
actual, siendo 1 la peor y 10 la mejor?
Trabajo de la Fuerza Armada en la solución de los
problemas del país
De existir corrupción, ¿Quienes cree Ud. que serían los
responsables?
¿Por lo que usted sabe, el Gobierno venezolano se está
militarizando o no se está militarizando?
¿Usted apoyaría o rechazaría un nuevo intento golpista de
los militares?
¿A usted le parecería conveniente o inconveniente que en
Venezuela ocurra una militarización?
¿Usted o alguien que usted conozca se ha visto
beneficiado o ayudado por el Plan Cívico Militar 2000 ó
2001?
¿Cuánto están trabajando por resolver los problemas del
país? (la gráfica corresponde a mucho+algo)
¿Como califica usted la labor de estos sectores por el
bienestar del país?
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75
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19
20
¿Cuánta confianza tiene usted en que las siguientes
instituciones estén realizando una buena labor por
Venezuela y los venezolanos?
¿Cuál de los escenarios que le muestro a continuación
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ix
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35
36
37
38
considera usted más probable como salida a la crisis
política de Venezuela?
En este proceso de reparos, tiene usted confianza o no
tiene confianza en la labor que cumple el Plan República?
Democracia o autoritarismo
Establecimiento de la democracia
Satisfacción con la democracia
Confianza en las instituciones latinoamericanas
Confianza en las Instituciones
Confianza en las instituciones latinoamericanas
Percepción de la FAN como Institución.
Opinión acerca de la función de los militares.
Calificación del cumplimiento de actividades por parte de
la FAN.
Imagen de los componentes de la FAN
Opinión acerca de los resultados logrados por la FAN a
través del Plan Bolívar 2000
Opinión acerca de si ha habido corrupción en el Plan
Bolívar 2000.
Opinión acerca de si los oficiales de la FAN están
capacitados para desempeñar altos cargos en la
administración pública.
Ocupación de los altos cargos de la administración
pública.
Grado de confianza que le merecen los componentes de la
FAN.
De los componentes de la FAN, el que más trabaja.
Imagen de algunas Instituciones.
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ÍNDICE DE FIGURAS
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Nº
1
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Imágenes de los sucesos del 27 de Febrero de 1989
Participantes del Golpe del 4 de Febrero de 1992
Índice de agrado hacia el presidente Carlos Andres Perez.
Participantes del Golpe del 27 de Noviembre de 1992.
Apoyo a la Democracia
Hugo Chávez F en el Congreso de la República al
momento de juramentarse y el juramento que hizo
Acciones del Plan Bolívar 2000
Foto del Teniente Alejandro Sicatt Torres
Izquierda aspecto de la Marcha del 11- A; derecha
represión de la manifestación por parte de miembros de la
FAN
¿Cómo califica usted la labor de estos sectores por el
bienestar del país? *Bien 5 Regular 3 Mal 2
Opinion en relación a un nuevo golpe de Estado
Repercusión de los sucesos del 11 de Abril
Cacerolazo al alto mando de la Aviación
Escena en “Los Próceres”
Imágenes del General Luis F Acosta Carlés y de una
ciudadana agredida por la Guardia Nacional durante el
paro del 2003
¿Está usted de acuerdo o está en desacuerdo con la
actuación de la FAN en el paro?
Percepción de trabajo por la solución de los problemas del
país (cifra graficada corresponde a TRABAJA)
¿Cómo califica usted la labor de estos sectores por el
bienestar del país?
Confianza en las Instituciones u Organizaciones
Imágenes de los sucesos del 27 de febrero
El Presidente Chávez en el acto de condecoración a los
militares que participaron en los disturbios del 27 de febrero
¿Cuál es su posición con respecto a la actuación de las
siguientes instituciones durante la manifestación del
viernes 27 de febrero, que pretendía llegar al Teatro Teresa
Carreño?
Imágenes de la “Guarimba”
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37
Izquierda, imágenes de la muerte de los soldados de
Fuerte Mara; derecha denuncia de la periodista Patricia
Poleo en relación al caso
¿Cómo califica usted la labor de estos sectores por el
bienestar del país?
Imágenes de la captura de los presuntos “Paramilitares”
colombianos en la finca Daktari
Confianza en las instituciones
Militares haciendo propaganda a favor del presidente
Chávez
¿Dentro del actual sistema, cuales de estas instituciones
funcionan bien y cuales funcionan mal en Venezuela?
Izquierda foto de Rodrigo Granda; Derecha foto del Oficial
de la GN que lo capturo
Confianza en las Instituciones en América Latina
Confianza en la Iglesia
Confianza en las Instituciones u Organizaciones
Confianza en las Fuerzas Armadas
Confianza en las Instituciones u Organizaciones
(Duros de la Oposición inscritos en el REP)
Confianza en las Instituciones u Organizaciones (Duros del
Gobierno inscritos en el REP)
Cuanto trabajan referentes por solucionar los problemas
del país.
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116
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125
xii
LISTA DE ABREVIATURAS
CD: Coordinadora Democrática.
CNE: Consejo Nacional Electoral.
CNRBV: Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
EJ: Ejército.
FAN: Fuerza Armada Nacional.
FFAANN: Fuerzas Armadas Nacionales.
GN: Guardia Nacional.
LOFAN: Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas Nacionales.
MCS: Medios de Comunicación Social
PDVSA: Petróleos de Venezuela.
PM: Policía Militar.
RRP: Referendo Revocatorio Presidencial.
RESUMEN
El propósito de este trabajo fue caracterizar la imagen de la Fuerza Armada
Venezolana de finales del siglo XX e inicios del XXI. El procedimiento para realizar
este trabajo estuvo dividido fundamentalmente en dos fases: la primera, fue la de
compilación y sistematización de toda la información que se procesó. La segunda
consistió en el análisis de todo el material disponible y recabado para presentar las
conclusiones respectivas. Al inicio del mismo enfocamos el papel de la FAN, tal
como esta definido en la Constitución de 1961 y en la de 1999; seguidamente
pasamos a analizar los hechos político - sociales mas significativos que ocurrieron
en el país en el período 1992-2004 y que pudieron haber influenciado en la
evaluación de la FAN por parte de la ciudadanía; en el siguiente capítulo mostramos
los resultados de esos estudios en relación con la FAN, habiendo llegado a las
conclusiones siguientes: 1. Los estudios de opinión pública utilizados en este trabajo
revelan la existencia de tres grupos de instituciones claramente diferenciadas en
relación con la confianza que los ciudadanos, depositan en ellas: Grupo 1:Iglesia,
MCS, FAN y Universidades; Grupo 2: Empresarios y Gobierno Nacional Grupo 3:
Partidos Políticos, Poder Judicial y Asamblea Nacional. Los niveles de confianza en
estas instituciones no son uniformes y no se expresan de la misma manera en los
diferentes sectores sociales; en el caso específico de la FAN, la inclinación política,
el sexo, el nivel socio económico y la edad influyen directamente en el nivel de
confianza que manifiestan en torno a ella. Finalmente, los datos aportados sobre la
percepción del público, en relación con la FAN nos indican que los ciudadanos no
creen ciegamente en ella como institución reguladora de la sociedad especialmente
cuando se trata de defender uno de los valores mas preciados por la sociedad
venezolana: la Libertad.
Palabras claves: Imagen, Fuerza Armada Nacional, instituciones, confianza
CAPÍTULO I
INTRODUCCIÓN
1. Preliminar.
Las instituciones por medio de las cuales funciona una sociedad, constituyen las
mediaciones que contribuyen a entramar su tejido. De allí que en la medida en que
estas instituciones tengan fuerza, en la medida en que susciten credibilidad, confianza y
convicción de que trabajan por el país, en la medida en que la gente las acepte y
participe en ellas, en esa misma medida contribuirán a integrar a los individuos en la
sociedad. Tal es el caso de la Fuerza Armada Nacional (FAN), organización o
institución que hemos escogido como punto de referencia para la elaboración del
presente trabajo, dada su participación activa en el acontecer político que vive el país,
especialmente desde el inicio del llamado “proceso revolucionario”.
Hasta finales del siglo XX y principios del siglo XXI, la Fuerza Armada Venezolana
(FAN), con muy pocas variantes, ha gozado de prestigio, credibilidad y confianza entre
los
venezolanos,
gracias
al
rol
que
tradicionalmente
había
desempeñado,
concretamente, garantizar la vigencia de la Constitución y las leyes de la República; el
de ser garante de la independencia y soberanía de la nación, así como el de actuar en
forma no deliberante y apolítica. En términos de la confianza institucional evaluada la
FAN ha compartido en los diferentes estudios de opinión pública tanto nacionales como
extranjeros, con los Medios de Comunicación Social (MCS), las Universidades y la
Iglesia los primeros lugares en el índice de credibilidad. En tal sentido, las variables
confianza, credibilidad y trabajo por el país por parte de las instituciones nos presentan
una visión de la valoración pública de la gestión de las mismas, al tiempo que nos
permiten visualizar su imagen, en función de que ellas mismas puedan introducir los
cambios que deban realizarse a objeto de construir un espacio de confianza
institucional adecuado a los nuevos tiempos.
2
Desde la llegada de Hugo Chávez Frías a la Presidencia, un ex – militar que, el 4 de
febrero de 1992 protagonizó una rebelión militar en contra del gobierno legítimamente
constituido de Carlos Andres Pérez, para tomar el poder y cambiar el orden
constitucional, y con la promulgación de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela (CRBV), en el año de 1999, a la institución armada se le asignan nuevos
roles, como el de la “participación en el desarrollo nacional”, al tiempo que se elimina el
carácter de “apoliticismo y no deliberancia” del texto constitucional. A lo que se añade
su unificación en un solo cuerpo armado, tal y como lo dispone la exposición de motivos
de la CRBV (2002): “Para la mejor ejecución de los altos fines que le han sido
encomendados por la Constitución, se unifica a las Fuerzas Armadas Nacionales en un
cuerpo militar uniforme denominado Fuerza Armada Nacional” (p. 126); así como la
utilización de muchos de sus miembros en funciones públicas distintas a las reservadas
para sus integrantes.
Estos hechos y muchos otros, han generado diversos cuestionamientos por parte de
sectores sociales y en general de la sociedad civil sobre la relación del binomio Fuerza
Armada Nacional – Gobierno, al punto de que la percepción general del público es que
los MCS, junto a la iglesia católica y las universidades son las instituciones que más
trabajan por el país, mientras que la FAN y el gobierno son las instituciones que acusan
el mayor desgaste; al mismo tiempo que considera que la participación de militares en
las distintas áreas de la administración pública del Estado es inconveniente y a estimar
que el gobierno se está “militarizando”, dada la marcada influencia de la institución en
el acontecer político del país. Así, se ha considerado trascendente estudiar dicha
relación, con el propósito de analizar su influencia que en la imagen de la Fuerza
Armada Nacional. El estudio planteado ayudará, entre otros aspectos, a conocer la
correspondencia Fuerza Armada – Gobierno, sus implicaciones en la percepción de la
institución armada por parte de la comunidad nacional; al tiempo que proporcionará
información que será útil, tanto para los miembros de dicha institución, como para el
gobierno, sobre cómo observa el Público a una de las instituciones que, a lo largo de la
vida política
y democrática del país, le ha generado mayor confianza. ¿Puede la
Fuerza Armada Nacional en el contexto político y social actual, ser una institución que
3
realmente participa en el desarrollo nacional? ¿Cuál es el grado de confianza y
credibilidad que los sectores políticos le otorgan a la FAN?
Estas y otras reflexiones surgen cuando se desea realizar un análisis del papel que esta
institución ha jugado en la vida del país. No obstante, a pesar de las posturas políticas
con las cuales parecieran vincularse a sectores de la Fuerza Armada Nacional, ¿sigue
siendo percibida por la sociedad como una organización que genera confianza?,
¿creíble?.
El propósito de este trabajo es realizar un análisis de cuál ha sido la imagen de la FAN
de finales del siglo XX y principios del siglo XXI en comparación con el resto de
organismos públicos y privados evaluados por las empresas encuestadoras, nacionales
y extranjeras en las distintas mediciones de opinión pública que a lo largo de los últimos
años se han realizado, así como conocer los factores considerados para evaluarla
positiva o negativamente.
2. Justificación.
Este trabajo es pertinente por las razones siguientes: 1.- Por lo actual y relevante del
tema planteado, dada la conflictividad política existente en Venezuela desde que Hugo
Chávez asumió el poder. 2.- Porque los trabajos sobre historia política reciente
venezolana que hayan tratado el tema es escasa, por lo que pretendemos contribuir a
aclarar aspectos de la FAN no tratados hasta el momento. 3.- Porque los estudios que
se han realizado en Venezuela no se han dedicado al análisis en profundidad del
entorno de opinión pública y de comunicación política de la imagen de la institución que
se evalúa.
3. Marco Metodológico.
El procedimiento para realizar este trabajo puede dividirse fundamentalmente en dos
fases: la primera fue la de compilación y sistematización de la información relevante
para describir y evaluar la imagen de la FAN. La segunda consistió en el análisis del
material disponible y recabado para describir tendencias de opinión pública en torno a
la institución y explorar posibles explicaciones de estas variaciones o tendencias
durante los últimos años (1992 – 2004). Se trata, en síntesis, de un estudio descriptivo y
exploratorio.
4
3.1.
Primera Fase.
3.1.1. Compilación de material bibliográfico y hemerográfico sobre la imagen de
las varias instituciones en Venezuela, con especial énfasis en la de la
institución militar.
3.1.2. Búsqueda, organización y sistematización de los principales estudios de
opinión pública realizados en Venezuela desde el año 1992, relativos a la
confianza, credibilidad y trabajo por el país de las instituciones
venezolanas en general y de la FAN en particular.
3.2. Segunda Fase.
3.2.1. Análisis de los diferentes estudios de opinión pública relacionados con la
confianza, credibilidad y trabajo por el país de la institución castrense,
realizados por las principales empresas de investigación de opinión
pública nacionales como extranjeras, indicadores estos que van a
configurar la imagen de la FAN. Ante la imposibilidad de acceder a las
bases de datos de las encuestas (salvo el de la encuesta Paralelo 2003:
Opiniones y Valores Políticos de los Venezolanos; presente y futuro de
nuestra democracia) se recurrió a las tendencias de opinión presentadas a
lo largo del tiempo en los distintos estudios realizados tanto por empresas
nacionales como extranjeras.
4. Estructura del Trabajo
Más allá de la introducción, inserta en este capítulo I, la investigación tendrá la siguiente
estructura: En el capítulo II “Análisis histórico comparativo del rol de la Fuerza Armada
Nacional en las constituciones de 1961 y la de 1999”, discurriremos haciendo un
análisis de los referidos textos constitucionales, lo que servirá de antecedentes para
poder mostrar el rol de la FAN del pasado y del presente definido en ambas cartas
fundamentales. Como se verá, la misión, organización y funciones de la institución
armada constituyen, desde nuestra perspectiva, hechos relevantes para la evaluación
de la misma por parte de la colectividad venezolana.
5
En el Capítulo III mostraremos cómo ha sido la imagen de la FAN de finales del siglo
XX y principios del XXI, para lo cual se recurrirá los estudios de opinión pública hechos
por empresas tanto nacionales como extranjeras desde el año 1992 hasta el año 2004 y
se analizaran eventos que pudieron impactar la imagen pública de la FAN a lo largo de
esos años. En el Capítulo IV, analizaremos los resultados de los estudios de opinión
pública en relación con la FAN. Finalmente, en el Capítulo V, presentaremos un balance
y conclusiones de toda la investigación, realizando además, a manera de epílogo,
algunas consideraciones sobre las perspectivas futuras de la Fuerza Armada Nacional.
Creemos que este estudio es un importante paso para comprender la relación
ciudadano FAN desde el plano de la opinión pública y esperamos que sea útil en la
comprensión del complejo mundo de las relaciones civiles - militares.
CAPITULO II
ANÁLISIS HISTÓRICO COMPARATIVO DEL ROL DE LA FUERZA
ARMADA NACIONAL EN LAS CONSTITUCIÓNES DE 1961 Y 1999.
1. Introducción.
Tras los sucesivos cambios políticos a partir de 1958, en Venezuela se logró el control
civil de las Fuerzas Armadas Nacionales (en la Constitución de 1961 el nombre que se
le da a la institución armada es el de Fuerzas Armadas Nacionales ´FF.AA.NN´). Con
ello, los militares se convirtieron en los garantes de la institucionalidad democrática
definida en la Constitución de 1961, mientras los actores políticos se encargaron del
ejercicio del poder a través de partidos políticos inclusivos, para adelantar un proyecto
de país de tipo reformista.
En el modelo que adelanta la administración Chávez, la FAN es la institución central.
Así las cosas, ¿a qué y a quién está subordinada: a la Constitución o a un proyecto
político? Una forma de abordar qué ha cambiado en Venezuela desde 1958 a 2002, en
relación con ella, es referirse al elemento militar en las Constituciones de 1961 y 1999 y
con ello la percepción que tiene el venezolano de la institución armada. Este capítulo
tiene como objetivo mostrar estas referencias constitucionales para inferir su papel en el
diseño institucional que establece la Carta Magna de 1999, desde la perspectiva de un
análisis politológico, que aborde el nuevo rol de la institución militar, sobre la base de
las capacidades que se le atribuyen en la misma, así como sus efectos sobre las
interacciones entre el poder ejecutivo y el poder militar.
A los efectos de lograr este objetivo será necesario, en primer lugar, conocer ciertos
antecedentes. Los mismos nos permitirán pasar al análisis tanto de la constitución de
1961 como la de 1999, específicamente en el aspecto relacionado con la FAN.
7
El análisis de ambos textos constitucionales nos permitirá conocer los elementos
teóricos fundamentales para poder comprender adecuadamente la concepción del
nuevo papel de la FAN otorgado en estos tiempos de la “V República”.
2. Antecedentes.
El control o subordinación de los asuntos militares por parte del estamento político del
Estado ha sido una constante en los regímenes democráticos, por cuanto las FFAANN
aún y cuando a ellas se les otorgue la tenencia de las armas y su control, no son
quienes monopolizan las mismas, sino el Estado, tal y como lo dispone la CRBV (2002).
Artículo 324. Sólo el Estado puede poseer y usar armas de guerra, todas
las que existan, se fabriquen o introduzcan en el país, pasarán a ser
propiedad de la República sin indemnización ni proceso. La Fuerza
Armada Nacional será la institución competente para reglamentar y
controlar, de acuerdo con la ley respectiva, la fabricación, importación,
exportación, almacenamiento, tránsito, registro, control, inspección,
comercio, posesión y uso de otras armas, municiones y explosivos (p.
270).
Por lo tanto, los objetivos militares estarán en todo caso subordinados a los
objetivos políticos, y éstos obedecen a una planificación del Estado, cuyos
principales cargos, en las democracias, se encuentran dirigidos por funcionarios
que han sido elegidos en comicios libres, públicos y competitivos. En Venezuela,
como en la mayoría de los países democráticos, el presidente es el comandante
de las “Fuerzas Armadas”. En las democracias representativas y pluralistas, la
dirección de los asuntos públicos se encuentra bajo la conducción de ciudadanos
desarmados, los cuales han sido favorecidos mediante elecciones; en ellas, por lo
demás a los “ciudadanos armados”, que cumplen roles militares, les está
constitucionalmente limitada su participación en las luchas políticas. En el caso
venezolano, la situación no es diferente puesto que la CRBV dispone
en el
primer aparte del artículo 328, lo siguiente:
La Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente
profesional, sin militancia política, organizada por el Estado para
garantizar la independencia y soberanía de la Nación y asegurar la
integridad del espacio geográfico, mediante la defensa militar, la
cooperación en el mantenimiento del orden interno y la participación
8
activa en el desarrollo nacional, de acuerdo con esta Constitución y la
ley. (p. 271)
Para comprender mejor los cambios introducidos en la Constitución de 1999
necesario es saber que de las 24 constituciones que Venezuela ha tenido durante su
historia republicana, sólo la de 1961 se ha aproximado más a la correspondencia
con el desarrollo político, económico y cultural de la sociedad en la cual ese
instrumento del Estado fue creado.
3. Rol de la FAN en la Constitución de 1961.
La Constitución de 1961 estableció una clara subordinación de la institución militar al
poder civil. En la misma, el legislador estableció las disposiciones que subordinaban a
la FAN al poder civil, tal y como se aprecia en el artículo 132.
Las Fuerzas Armadas Nacionales forman una institución apolítica, obediente y no
deliberante, organizada por el Estado para asegurar la defensa nacional, la
estabilidad de las instituciones democráticas y el respeto a la Constitución y a las
leyes, cuyo acatamiento estará siempre por encima de cualquier otra obligación.
Las Fuerzas Armadas Nacionales estarán al servicio de la República, y en ningún
caso al de una persona o parcialidad política.
Para esto, se tomaron algunas decisiones sobre su organización y misión; las más
relevantes fueron la eliminación del Estado Mayor General y la creación del Estado
Mayor Conjunto, con el decreto 288 de fecha 27 de junio de 1958, el cual otorgó
autonomía a las cuatro “Fuerzas” que componen la organización militar venezolana
(Ejército, Armada, Aviación y Guardia Nacional); según Muller (1982) las consecuencias
de este decreto han recibido abundante discusión en Venezuela. Sus críticos sugieren
que complicó la conducción estratégica de la FAN, estimuló rivalidades entre las
fuerzas, incrementó los gastos y focalizó la atención en la Presidencia de la República,
la cual ejerció el control real del componente militar al ser la última instancia de
decisión. Los defensores del decreto afirman que hizo posible la autonomía de cada
fuerza y su crecimiento como componente de la FAN, permitiendo el desarrollo de
fortalezas para maniobras conjuntas; se cita como ejemplo de la eficacia de esta
autonomía, la capacidad de respuesta que tuvieron cuando, en agosto de 1987, la
9
corbeta colombiana Caldas incursionó en aguas venezolanas, y aquellas movilizaron en
18 horas 30 mil efectivos y varias docenas de miles de toneladas de equipos y
suministros desde diversos puntos del país. Resaltan, también, que este decreto hizo
imposible los golpes de Estado al no existir un mando conjunto. En todo caso, el tema
de la unidad de mando parece ser
una tendencia actual en el mundo militar. La
posición dominante entonces, no es la idea de mandos conjuntos, sino para que se
establezca un mando conjunto. En una sociedad con controles, esto no sería motivo de
preocupación, pero sí, en Venezuela, donde los controles son débiles, por lo que
imponer una unidad de las fuerzas puede significar un desbalance con respecto al
mundo civil. Esto es lo verdaderamente importante.
Con este decreto, igualmente, se elimina la concentración del poder de decisión que
tenía el Estado Mayor General. Además el pase a retiro de oficiales y suboficiales de
carrera, luego de cumplir 30 años de servicios, definido en el decreto 533 del 17 de
enero de 1959; contribuyo a reducir la concentración del poder en una cúpula. El tiempo
de servicio de los miembros de la FAN ha sido, sin embargo un tema polémico. Aunque
en la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas Nacionales (LOFAN) publicada en 1983 y
para la fecha de elaboración del presente trabajo aún vigente, el tiempo de servicio
activo, era de 33 años. En el proyecto en discusión de la nueva Ley Orgánica de la
FAN, que ya recibió la aprobación en primera discusión por parte de la Asamblea
Nacional, el tiempo de servicio se extiende a un máximo de 35 años (artículo137), con
un límite de edad de 60 años (artículo 141). Adicionalmente, se establece, la definición
de una orientación hacia los problemas estratégicos y de defensa nacional una vez
consolidado el sistema político (comienzos de los 70´s); y el mejoramiento profesional y
la calidad de vida del personal militar.
Otro aspecto de especial relevancia lo constituyó la rotación de los mandos, el cual
constituye quizás un punto en donde hay consenso en cuanto a que se debilitó la
formación de un liderazgo militar, habiéndose generado así un vacío dentro de la FAN
sobre todo desde 1989. La rotación fue empleada por la elite política para dividir a la
FAN y poder ejercer el dominio, pero tuvo como efecto no deseado la propia
destrucción de la elite política de Punto Fijo y del cuerpo de Generales y Almirantes.
Peñaloza (1992) argumenta que es a partir de 1979 cuando “adquiere un frenesí
10
caótico la práctica del carrusel militar; es decir, la política de purgar anualmente en
forma masiva e irresponsable a la cúpula castrense (...) Pero además ha logrado un
objetivo adicional, el desprestigio del generalato (p. 95).
La función exclusiva de defensa, por ser depositaria de las armas de la República y de
la administración de la violencia legitima del Estado, crea las condiciones de poder para
que la FAN salga a buscar espacios relativamente autónomos de las tensiones propias
del momento político, a fin de cumplir con la función inherente a la naturaleza de su
poder real por cuanto ella se encuentra dotada, organizada y adiestrada para tal fin en
contraposición a un poder civil escasamente organizado.
En cuanto al voto de los militares como derecho político, esta Constitución, no
estableció expresamente el impedimento del voto a los miembros de la FAN, no así la
Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas Nacionales (LOFAN) que
en su artículo 6
dispone lo siguiente:
El personal militar de todos los grados y categorías en situación de
actividad o disponibilidad, según el caso, no podrá tener participación
directa o indirecta en la política, ni ejercer ningún derecho político. Igual
prohibición regirá para todos los que estén movilizados para fines de
instrucción o en situación de emergencia.
Artículo este que quedó automáticamente derogado con la entrada en vigencia de la
CRBV en 1999.
Finalmente, podemos concluir que el rol y las funciones de la FAN entre 1961 hasta
1998 se caracterizaron por un aspecto formal expresado en la carta magna y demás
instrumentos jurídicos que rigen la organización militar, según los cuales la relación de
subordinación frente al poder civil quedaba plenamente establecida.
Con este breve análisis, nos hallamos, en condición de hacer derivar nuestro estudio
hacia el aspecto que consideramos de mayor importancia por la permanente discusión
que el mismo ha provocado; nos referimos a la CRBV en donde necesariamente
haremos referencias comparativas con la de 1961 para poder ilustrar mejor las
diferencias entre ambos textos.
11
4. Rol de la FAN en la Constitución de 1999.
La primera observación a la que nos referiremos en este apartado es que mientras la
Constitución de 1961 sólo hace mención de las FFAANN en forma dispersa y en 5
oportunidades, (artículos 131, 132, 136,150 y 190), en la CRBV no es casual que todo
un capítulo, el Capítulo III, del Título VII, contentivo de 4 artículos, esté dedicado a la
FAN.
La primera novedad de esta normativa comienza, así, en el nombre utilizado, que
rechaza la idea de “Fuerzas”, para agruparlas en un solo bloque como Fuerza Armada
Nacional. Como señaláramos en el capítulo introductorio, en la exposición de motivos
de la Constitución se señala que si bien es un cuerpo uniforme, sin embargo se
mantiene cada uno de los cuatro cuerpos ya existentes (Ejército, Armada, Aviación y
Guardia Nacional) con el nombre de “Componente”, los cuales conservan sus
características y especificidades como fuerza. Si bien es cierto que la Constitución de
1961 no indicaba en forma expresa el nombre de las cuatro “Fuerzas” (Ejército, Marina,
Fuerza Aérea y Fuerzas Armadas de Cooperación) tal y como lo contempla la LOFAN,
en la CRBV se le cambia el nombre a la Fuerza Aérea por el de Aviación, y a las
Fuerzas Armadas de Cooperación por el de Guardia Nacional. Oportuno es señalar que
en las constituciones anteriores a la de 1961, se mencionaba en las primeras de ellas a
las fuerzas militares como “Fuerzas de mar y tierra” y en la de 1961 como “Fuerzas
Armadas”.
En el texto actual, deliberadamente, se alude a una Fuerza única; sin embargo, es de
extrañar que este deseo unificador no se reafirme en las disposiciones transitorias en
las cuales se ordena a la Asamblea Nacional dictar dentro de los lapsos que se van
anunciando las reformas legislativas necesarias para adaptar dicho sistema a la nueva
normativa constitucional. Una de estas disposiciones transitorias, la sexta para ser más
específicos, ordena la legislación sobre todas las materias relacionadas con la
Constitución, pero no contienen tampoco ninguna previsión con respecto a la
promulgación de una ley unificadora de las distintas ramas militares, para seguir la
tendencia del texto constitucional; de hecho, es en calendario de la Asamblea Nacional
12
para el periodo 2005 – 2006, donde se ha previsto la promulgación de la Ley Orgánica
de la Fuerza Armada Nacional.
Otro aspecto también novedoso del texto constitucional de 1999 estriba en que se trata
de un capítulo expreso dedicado en la Constitución a la institución militar; nos referimos
al Título VII, Capítulo III del texto que comentamos; aún cuando puede apreciarse que
en algunas constituciones anteriores hay antecedentes de un tratamiento específico de
la disciplina, tal y como es el caso de las de 1830 y 1957.
El artículo 328 define a la Fuerza Armada Nacional como una institución profesional
organizada por el Estado, para la independencia y soberanía de la Nación y asegurar la
integridad del espacio geográfico. Los medios para obtener estos fines son la defensa
militar, el mantenimiento del orden interno y la participación en el desarrollo nacional.
Como puede observarse, los dos últimos medios en forma alguna se compaginan con
los fines.
La característica fundamental de la Fuerza Armada está en la exclusividad de su
actuación, en el sentido que se encuentra al servicio exclusivo de la Nación y de la
Constitución, no de una persona o parcialidad política. Los pilares fundamentales sobre
los cuales erige su régimen son los que derivan de la disciplina, esto es, la obediencia
estricta a las órdenes jerárquicas, por lo cual la obediencia a tales órdenes y la
subordinación de los órganos inferiores a los superiores constituyen su rígida estructura
interna. En este sentido los miembros de la FAN como funcionarios públicos del Estado
que son, deberán distinguir entre la obediencia debida y la obediencia reflexiva prevista
en el nuevo texto constitucional; referente a este aspecto la CRBV (2002) en su artículo
25 dispone:
Todo acto dictado en ejercicio del Poder Público que viole o menoscabe
los derechos garantizados por esta Constitución y la ley es nulo, y los
funcionarios públicos y funcionarias públicas que lo ordenen o ejecuten
incurren en responsabilidad penal, civil y administrativa, según los casos,
sin que les sirvan de excusa órdenes superiores (p. 151).
En cuanto a los elementos que integran a la FAN, son el Ejército, la Armada, la Aviación
y la Guardia Nacional. De conformidad con el artículo 329, el Ejército, la Armada y la
Aviación tienen como objetivo principal las operaciones requeridas para defender la
13
Nación; la Guardia Nacional, por su parte, además de cooperar con las funciones antes
mencionadas, posee como responsabilidad el mantenimiento del orden interno, el cual
está definido en la exposición de motivos de la CRBV (2002) como:
El estado en el cual se administra la justicia, se consolidan los valores de
libertad, democracia, independencia, paz, solidaridad, bien común,
integridad territorial, convivencia e imperio de la constitución y la ley.
Todo ello armonizado en un escenario donde predominan y se practican
los principios constitucionales y preceptos bolivarianos, en un clima de
absoluta participación democrática.
También la Constitución de 1999 prevé el ejercicio por parte de la Fuerza Armada
Nacional de actividades de policía administrativa y de investigación penal con base en
la ley.
Con respecto a estos elementos, Norberto Ceresole (1999) de quien se dice fue el
inspirador de la reforma constitucional, en muchos aspectos pero esencialmente en lo
relativo al régimen de seguridad de la Nación, expresa:
En mi opinión, cuatro son los elementos esenciales que informan los
Títulos VII (El sistema de Seguridad y Defensa Nacional) y VIII (De las
relaciones internacionales) del proyecto constitucional enviado por el
presidente Chávez a la Asamblea Nacional Constituyente:
9
La existencia de un sólo y único brazo armado de la Nación;
9
El derecho y deber de todos los ciudadanos para armarse en
defensa de la Patria;
9
El mantenimiento de la Fuerza Armada cooperando y promoviendo
el desarrollo tecnológico y económico de la sociedad y;
9
La capacidad que se adjudica Venezuela para suscribir tratados
anfictiónicos orientados a promover nuevas formas de integración
en el espacio estratégico de la América Meridional.
El artículo 330 de la CRBV (2002) introduce una de las mayores innovaciones en
el ámbito militar:
Los o las integrantes de la Fuerza Armada Nacional en situación de
actividad tienen derecho al sufragio de conformidad con la ley, sin que
les esté permitido optar a cargo de elección popular, ni participar en
actos de propaganda, militancia o proselitismo político (p.272).
14
El reconocimiento de tal derecho, que estuvo precedido de una amplia polémica,
se fundó en definitiva, tal como lo señala la exposición de motivos de la
Constitución (2002), en la igualación política (…) “Finalmente, siguiendo una
tendencia en derecho comparado con el objeto de no establecer discriminaciones
entre los ciudadanos, se permite que los integrantes de la Fuerza Armada
Nacional en situación de actividad ejerzan el derecho al sufragio de conformidad
con la ley”. (p. 73).
En opinión nuestra, este derecho político no puede ser conferido “parcialmente” o
como dice la citada exposición de motivos “sin discriminaciones entre los
ciudadanos”, toda vez que en los pasados procesos de recolección de firmas
para las consultas refrendarias ocurridas en el 2004, a los militares en servicio
activo no se les permitió participar en dichos procesos en condiciones de igualdad
frente a los demás ciudadanos. Y es que tanto para los procesos refrendarios
consultivos como para la revocación de mandatos es requisito sine qua non la
recolección de firmas como paso previo a los procesos en sí; de modo que con la
prohibición de participar en la recolección de firmas, se está violando
abiertamente un derecho constitucional consagrado en el artículo 70, que
establece entre otras cosas los medios de participación y protagonismo del
pueblo en ejercicio de su soberanía.
Otro artículo que consideramos importante destacar es el artículo 156, que define las
competencias del Poder Nacional; en el numeral 7 se dice que es competencia del
Poder Nacional la seguridad, la defensa y el desarrollo nacional, y le sigue el numeral 8,
relativo a la organización y régimen de la Fuerza Armada Nacional.
Para abordar la política militar de la Constitución, hay que relacionarla con ideas
previas: una concepción de seguridad y defensa que, a su vez, sugiere cómo se
visualizan las relaciones entre la sociedad y el estamento militar. Lo anterior se define
en los artículos 132 y 328 de las Constituciones de 1961 y 1999, ya citados
anteriormente. Nótese la diferencia en cuanto a qué función se le atribuye a la Fuerza
Armada. Mientras para el texto de 1961 la función primordial es la defensa de la
República, para el texto de 1999 es la independencia, soberanía, y la integridad del
15
espacio geográfico. Se elimina lo relativo a la estabilidad de las instituciones y el
respeto a la Constitución, que estaba en la Carta Magna de 1961. Para la de 1961, lo
relevante son acciones hacia afuera; para la de 1999, es una concepción espacial que
abre la puerta a la participación interna tal como lo agrega la redacción del artículo 328,
“la participación activa en el desarrollo nacional”.
La Fuerza Armada tendrá como función esencial la defensa de la independencia y
soberanía de la nación, al definirla con un criterio espacial, (integridad del espacio
geográfico), por lo que actuará en la defensa nacional, en el mantenimiento del orden
interno y en la participación activa en el desarrollo nacional. Llama la atención que deje
de lado un elemento doctrinario de la Constitución de 1961: la defensa de la
Constitución, la democracia y las instituciones. Muchas interpretaciones pueden
formularse, pero una sugerente es que implica un cambio en la concepción del
componente armado con respecto a su visión del país.
En el modelo de 1961, bajo el esquema de la “doctrina de la abstención mutua”, afirmar
la defensa de la Constitución y las leyes reflejaba el carácter apolítico de las FAN. Su
compromiso era con las instituciones. Estaban y no estaban dentro del sistema político.
Estaban, en tanto garantizaban la estabilidad y vigencia del marco normativo en el que
se realizaba el juego político doméstico. No estaban, porque se alejaban de ese juego
doméstico. Su misión era clara: defender los procedimientos del juego político y no
inmiscuirse en los contenidos del juego político. Su eliminación en la Constitución de
1999 puede significar que se rompe esa separación; ahora están comprometidas con
los procedimientos y el contenido, por lo que hacer la separación ya no es necesario y
esto se elimina del texto constitucional por redundante; la Constitución resume el
proyecto nacional de soberanía e independencia y la FAN es garante de ésta, lo que se
sugiere en el texto constitucional. Ya no está comprometida con una neutralidad
institucional sino abrochada a un proyecto político con procedimientos concretos. La
doctrina de la abstención mutua ya no es necesaria, los intereses políticos y militares se
funden bajo la idea de independencia y soberanía de la nación, centrada en el espacio
geográfico como dominio fundamental de la soberanía.
16
En otras palabras, si para estabilizar el sistema político nacido en 1958 había que alejar
a las FFAANN de la política, estabilizar las transformaciones para un nuevo sistema
político en el 2000 pasa por lo contrario, es decir, politizarlas. Al comparar el proceso
político venezolano con la caída de Allende en Chile, el presidente Chávez (2000)
afirmó que la de Allende fue una “revolución desarmada, sin fuerza armada”. Lo que
ocurre en Venezuela de acuerdo con el Presidente, “es una revolución pacífica pero
armada con tanques, granadas y fusiles que tiene a su lado el apoyo de la FAN”; si se
parte de la base que es la única organización capaz de adelantar un proyecto nacional,
aunque politizar no implica que deliberen.
El texto constitucional separa lo que es su apoyo a un proyecto político de la
deliberación. Se la politiza para dejar de lado a otros actores con la diferencia de que
los actores desplazados ya no pueden –como en los inicios de la democracia– buscar
aliarse con los militares para derrocar al régimen. Hoy no tienen poder ni legitimidad; un
ejemplo de esta debilidad comenzó con el video (junio 2000) del Capitán (GN), Luis
García Morales, presentado ante la opinión pública como un indicador del descontento
que existía en lo interno de la FAN, lo cual no tuvo mayores efectos políticos, mas allá
de la novedad mediática. Incluso el propio Garcia Morales le pide al presidente que
renuncie, no que los descontentos se alzaran. Hoy buena parte del debate político se
centra en buscar a los militares como aliados, y éstos han expresado que no quieren
ser árbitros. Más que salidas políticas, los actores, aunque no lo dicen abiertamente, lo
que buscan es una salida militar como si fuera el sector militar el fiel de la balanza; de
otra parte consideramos que la misma socialización democrática opera como una
paradoja en contra del equilibrio civil-militar, pues ella ayuda a que se acepte la
politización de la FAN como evidencia de la aceptación de la pluralidad que existe en
Venezuela y la madurez democrática (el voto militar), pero esa politización puede llevar
a que los espacios democráticos se subordinen a la FAN, como organización vertebral
de la política nacional, al margen de las organizaciones civiles, que pueden pasar a un
plano secundario.
17
Desde nuestra perspectiva, esta visión corresponde al rol del profesional de las armas,
a la participación en tres áreas claves: defensa nacional de la cual hablaremos más
adelante, orden interno y desarrollo nacional. Es decir, áreas de acción muy amplias,
subordinadas a conceptos de mayor alcance: soberanía e independencia de la nación.
Estos dos conceptos justifican la eventual participación en cualquier área y son
conceptos circulares, la independencia implica el desarrollo nacional, lo que garantiza
un Estado soberano ¿Cómo hacerlo?
Ciertamente, no vive Venezuela una dictadura. En caso de ocurrir la instauración de un
autoritarismo, éste tomará nuevas formas. En esto también la orientación venezolana
puede ser novedosa: será posiblemente un ciudadano en armas, pero a la manera de
un ejército popular. Se buscará fundir el componente militar con el civil, para crear una
unidad de tal forma que no pueda hablarse de una dictadura o régimen autoritario.
Sería una relación natural: militares con derechos ciudadanos que ejercen puestos
públicos. Sin embargo, aparece una pregunta clave, ¿dónde termina lo militar y
comienza lo civil? El asunto que se quiere abordar no es si los militares pueden o no
ocupar posiciones públicas o si participan en el desarrollo nacional (antes sucedía), sino
que se quiere introducir tres dimensiones para analizar la relación civil militar en un
nuevo contexto político: extensión, temporalidad y actividad. No se trata de afirmar si
Venezuela vive o no una dictadura, si va o no a un régimen de fuerza, sino de
interrogarnos sobre el grado de participación en actividades civiles que deben tener los
militares y sobre el grado de control y autonomía que tienen las instituciones civiles
sobre el estamento militar. Para el presidente Chávez (2000) no hay distinción. En una
entrevista que le hizo el articulista de El Nacional, Ibsen Martínez, dijo sobre la relación
civil-militar:
Hay que ir muy atrás, hasta el siglo
XIX,
para entender esto. Entonces, en los
albores de la Patria, Ejército y pueblo eran los mismos. Fíjate en Sucre, por citar
un ejemplo: su familia se dedicaba a la agricultura, era hombre ilustrado, un
militar, un diplomático. Los próceres eran eso: ciudadanos en armas. Se era
“doctor y general”; o campesino y soldado. Era natural esa identificación. (p. D-1)
18
Lo anterior se evidencia en uno de los elementos principales de la Constitución de
1961, para reforzar el apoliticismo de las FAN. El artículo 131 establece que la
autoridad civil y militar no puede ejercerse simultáneamente, salvo en el caso del
Presidente como Comandante en Jefe de las FAN. Este principio no se encuentra en la
Constitución de 1999. En Venezuela se busca, entonces, el binomio militar-gerente y
militar-político no deliberante, y la Constitución deja abierta la puerta para esto. Lo que
se hace evidente con las designaciones de oficiales para puestos de gobierno
importantes. Especialmente, los que producen y distribuyen recursos (PDVSA con el
General Guaicaipuro Lameda, y la oficina de presupuesto con el General Usón y el
General Pardo) y otras áreas clave (como la CVG con el General Rangel).
Para la FAN, esto puede representar la desnaturalización de su rol profesional al
convertirse sus miembros en burócratas públicos pero, al mismo tiempo, revela la crisis
de lo civil, ya que la carencia de liderazgos y organizaciones civiles sólidas, confiables y
eficaces, permite que sean desplazadas y sustituidas por los militares. Éstos entran en
la lucha política y pueden verse comprometidos con un gobierno que no representa sus
intereses como corporación profesional, pero también puede significar que la FAN se
convierta, ya no de derecho sino de hecho, en un ejercito pretoriano que ejercería el
gobierno efectivo de Venezuela, todo dentro del marco de la Constitución.
¿Cómo garantizar, entonces, la no deliberación política en un cuerpo que tiene que ser
político para garantizar la viabilidad de un proyecto? Con un civil en la cartera de la
Defensa: la lucha entre los integrantes de las promociones militares por ascender al
ministerio de la Defensa se cancela y la deliberación política se separa de lo militar, de
tal forma que ahora podrán realmente dedicarse a lo suyo, a lo militar. Eso sí, tal como
lo entiende la Constitución, mientras la deliberación política es sustraída con un ministro
civil de la Defensa y con un Presidente de la República que tiene amplias facultades en
materia militar, que lo hace el centro de gravedad de la institución, con una nueva
dimensión, ya no se competirá por el ministerio de la Defensa, sino por las posiciones
operativas –el Jefe Militar de la FAN y los comandos de componente – y para los
ascensos a oficiales generales y almirantes, que ahora los tiene el jefe del Estado por
mandato constitucional. El Presidente tiene el mando real y el ministro de la Defensa el
19
mando político. Así se desprende del artículo 236 de la Constitución de 1999 (2002),
que define las funciones militares del Presidente, en sus numerales 5 y 6:
5.
Dirigir la Fuerza Armada Nacional en su carácter de Comandante en
Jefe, ejercer la suprema autoridad jerárquica de ella y fijar su
contingente.
6.
Ejercer el mando supremo de la Fuerza Armada Nacional, promover
sus oficiales a partir del grado de coronel o coronela o capitán o
capitana de navío, y nombrarlos para los cargos que les son
privativos.
La Constitución de 1961 sólo estableció el carácter de Comandante en Jefe como
suprema autoridad jerárquica de la FAN y sus atribuciones de fijar el contingente de la
misma (Art. 190, núms. 3 y 4). Hoy ya no es sólo ejercer la suprema autoridad
jerárquica en la FAN, sino que el jefe del Estado dirige y ejerce el mando supremo, lo
que pudiera interpretarse como una personalización del mando que se institucionaliza.
En la medida en que el proyecto de la V República está atado al presidente Hugo
Chávez, un indicador de esta eventual personalización es la creación que hiciera en su
programa dominical “Alo Presidente” del 20 de marzo de 2005 de un nuevo cargo
dentro de la FAN, cual es el de “Comandante General de la Reserva”, para el cual
designó al General Julio Quintero Viloria. Se mimetiza, pues, el rol de mandatario con el
de jefe militar.
Otros artículos de la CRBV que pueden reforzar esta idea es el referido a los ascensos
militares, los cuales ya no tienen control civil (Arts. 331 y 236, Ord. 6). La atribución
exclusiva del Presidente de promover los oficiales de la Fuerza Armada Nacional a
partir del grado de coronel o capitán de navío, rompe con una tradición reiterada en
nuestra historia constitucional, consistente en la autorización senatorial de los ascensos
militares a los grados indicados. Al respecto Escobar Salom (2000) ha plasmado su
crítica a dicha modificación normativa en los términos siguientes:
El argumento aparente es que durante el período democrático iniciado en
1958 hubo complacencias y negligencias así como otras irregularidades
con motivo de los ascensos militares. Esto pudo ser verdad en algunos
casos pero no invalida el profundo contenido de regla de derecho que por
un lado protege la autoridad del Estado y por otra la dignidad institucional
de la corporación militar (p. 240-241).
20
En la misma pretorianización de la sociedad, se establece una contraloría para la
Fuerza Armada con rango constitucional (Art. 291); se necesita la autorización del
Tribunal Supremo de Justicia para enjuiciar a oficiales Generales y Almirantes (Art. 266,
Ord. 3) y se le dan al Presidente amplias facultades en el campo militar.
Desde el punto de vista morfológico, la diferencia entre el número de artículos
relacionados directamente con las FAN en la Constitución de 1961 y con la FAN en la
Constitución de 1999, no parece relevante. La primera tiene 5 artículos (131, 132, 136,
150 y 190); la segunda 9 artículos (41, 156, 266, 291, 324, 328, 329, 330, 331). Lo
importante no parece ser un asunto numérico, sino cómo se construye la política militar
en el texto constitucional de 1999.
En términos constitucionales, la institución militar pasa a adquirir con la nueva
Constitución, y en contraste con el modelo de la llamada “democracia puntofijista”, un
estatus y rol muy superiores, como lo revelan los siguientes aspectos: primero, no se
clarifica constitucionalmente su subordinación al poder civil; segundo, desaparece en el
texto la atribución al Senado (tampoco la Asamblea Nacional), de la autorización de los
ascensos militares a partir del grado de Coronel o Capitán de Navío; tercero, sus
facultades exceden el convencional concepto de soberanía nacional, para abarcar la
cooperación en el mantenimiento del orden interno; cuarto, se le faculta, en los términos
que disponga la ley, a ejercer actividades de policía administrativa y de investigación
penal; quinto, se le reconoce un régimen de seguridad social propio, distinto al régimen
de seguridad social único contemplado por la Constitución para el resto de los
venezolanos; sexto, se le reconoce a los integrantes de la Fuerza Armada el derecho al
sufragio; y por último, se le reconoce un sistema autónomo de control, vigilancia y
fiscalización de sus ingresos, gastos y bienes públicos, bajo la dirección del Contralor
General de la Fuerza Armada, surgido de la propia institución.
El tiempo nos dirá cómo se desenvuelve el encaje de la Fuerza Armada en la
institucionalidad democrática venezolana. La Fuerza Armada sirve a la nación, a su
seguridad, a su defensa. La CRBV no autoriza un protagonismo directo y militante de
deliberación política ni alienta el militarismo. Ponerla al servicio de proyectos y
banderas políticas conformaría un acto de naturaleza flagrantemente inconstitucional.
21
Finalmente, y a manera de conclusión preliminar, queremos argumentar que si se
quiere examinar la política militar en la Constitución de 1999, hay que ir más allá del
artículo 328 que define las funciones de la FAN. La Constitución es un todo orgánico,
por lo que hay que remitirse al capítulo relacionado con la seguridad y defensa (capítulo
II). “De los principios de seguridad de la Nación”. Aquí se define el marco en que se
inserta la política militar. Si se asume una suerte de “metateoría” de la Constitución,
puede afirmarse que la Constitución recoge contenidos que han sido centrales en el
discurso militar venezolano de los nuevos tiempos; nos referimos al artículo 326 de la
CRBV (2002) el cual fundamenta la seguridad de la Nacion en la corresponsabilidad
entre el Estado y la sociedad civil (…) El principio de la corresponsabilidad se ejerce
sobre los ámbitos económico, social, político, cultural, geográfico y militar, artículo este
que ha servido de plataforma al gobierno para crear las “Unidades de Defensa Popular”,
activando así a la población civil para la “Defensa de la Nación”, cuando ésta sea objeto
de agresión desde el exterior, por parte de una Nación extranjera o desde el interior, por
parte de quines traten de romper el hilo constitucional mediante una salida de fuerza; lo
que a nuestro modo de ver no se trata de otra cosa que de entrenar y armar a la
población civil afecta al gobierno para la defensa de la revolución cuando las
condiciones así lo ameriten.
Otro concepto que ha explotado el gobierno de Chávez es el referido a la soberanía,
entendiéndola exclusivamente como espacio (concepto de soberanía Westfaliana), lo
que define el texto constitucional al enfatizar lo espacial como definición de la soberanía
(Art. 11), desconociendo a conveniencia otros tipos de soberanía como la política,
económica, social y cultural; y en lo estratégico como dominio exclusivo de los militares.
Esto no es novedoso. La Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas (LOFAN) aprobada en
1983, durante el gobierno de Luis Herrera Campíns, define las funciones de las FAN en
los siguientes términos: la defensa de la nación, la cooperación en el mantenimiento del
orden público, y la participación en el desarrollo nacional. La novedad no es sólo el
rango constitucional que ahora tienen estas funciones, que antes estaban en una ley
orgánica, sino que la FAN se construye como el eje sobre el que gira el proyecto de la V
República. No es casualidad, por ejemplo, que en la Constitución se adjetive la
22
participación, se dice “activa”; cosa que no está en la Lofan, donde se habla de la
participación sin adjetivos. Pero esta presencia no es en términos de una dictadura,
sino porque es una organización capaz de adelantar un proyecto nacional, con la
consecuente capacidad para generar políticas de defensa.
Así lo establece el artículo 323, al indicar que el Consejo de Defensa de la Nación
(Codena), define el “concepto estratégico de la nación” que aunque parezca increíble
aún no se ha definido.
Puede decirse que la FAN es la institución central en la Constitución de 1999, tal como
los partidos políticos lo fueron en la Constitución de 1961, sin que esto sugiera un
modelo autoritario. Sencillamente, ella es organizada, representa los valores nacionales
y tiene un proyecto desarrollista, que se centra, entre otros atributos, en la
infraestructura pesada. La tensión que vive la FAN es entre las demandas que se le
hacen para que sea un actor político, y la autonomía para desarrollar lo que es su
proyecto como organización, dentro del marco de la Constitución de 1999. ¿Cuál de las
dos se privilegia?
CAPITULO III
LA IMAGEN DE LA FUERZA ARMADA NACIONAL DE FINALES DEL
SIGLO XX y PRINCIPIOS DEL SIGL XXI
1. Introducción.
La Fuerza Armada Venezolana de ayer y de hoy asume, como institución, el
cumplimiento de su función básica, cual es asegurar la defensa nacional, a fines de
garantizar la integridad de la República y la estabilidad de las instituciones
democráticas; así como el de asegurar el cumplimiento de la Constitución y las Leyes,
cuyo acatamiento estará por encima de cualquier otra obligación; cooperar con el
mantenimiento del orden público; así como participar en el desarrollo integral del país,
conforme a las leyes y lo dispuesto por el Presidente de la República, tal y como se
desprende de la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas, aún vigente, que en su artículo
8 dispone:
Las Fuerzas Armadas Nacionales tienen por objeto: a) Asegurar la
defensa nacional, a fin de garantizar la integridad y libertad de la
República y la estabilidad de las Instituciones Democráticas; b) Asegurar
el cumplimiento de la Constitución y las leyes, cuyo acatamiento estará
siempre por encima de cualquier otra obligación; c) Cooperar con el
mantenimiento del orden público; d) Participar en el desarrollo integral del
país, conforme a las leyes y lo dispuesto por el Presidente de la
República; e) Desempeñar las funciones de servicio militar, conforme a la
Constitución y a las leyes; y f) Las demás que señalen las leyes y
reglamentos (p. 12).
Asegurar esta situación demanda de esta institución el pleno reconocimiento en su
trabajo por el país, así como credibilidad y confianza del pueblo en la ejecución de
acciones neutralizantes de elementos perturbadores.
En este capítulo abordaremos esta problemática en dos momentos distintos. Por un
lado, intentamos dar una visión retrospectiva de cuál ha sido la imagen de la institución
castrense de finales del siglo XX, específicamente en el período correspondiente a los
años 1992 a 1998 y, por el otro, pretenderemos enfocar lo que ha sido la confianza,
24
credibilidad y trabajo por el país, entendidas también como imagen de la FAN de
principios del siglo XXI y más concretamente, desde la llegada de Hugo Chávez Frías a
la presidencia de la República en 1999 hasta el año 2004.
2. Imagen de la FAN de finales del Siglo XX.
Los años finales del siglo XX, tanto para el país en general, como para la FAN en
particular, estuvieron marcados por un conjunto de hechos en todos los órdenes,
especialmente en el político – militar toda vez que la institución castrense pasa a ser un
actor fundamental en el aseguramiento y mantenimiento de la paz y estabilidad de la
República; en ese sentido, hemos considerado un fenómeno de orden político social,
como la referencia y antecedente obligado en el tiempo y a la vez punto de partida
histórico de nuestro trabajo, para poder evaluar la actuación de la FAN en función de la
confianza, credibilidad y trabajo por el país, hasta la llegada de Hugo Chávez a regir los
destinos de la República; nos referimos a “El Caracazo”.
2.1. “El Caracazo”
Los graves disturbios iniciados el 27 de febrero de 1989, conocidos como “El
Caracazo” (figura 1), en el cual las autoridades gubernamentales recurrieron por una
parte a la FAN para retomar el control del país y así garantizar la estabilidad del
sistema, y por la otra, a la represión indiscriminada de la Fuerza Armada en la
aplicación del “Plan Ávila”, tuvieron hondas repercusiones en el país. Dicho plan,
que regula las actuaciones de la FAN en la guarnición de Caracas en caso de
graves alteraciones del orden público que hayan desbordado a los organismos
policiales y cuya ejecución es ordenada por el Presidente de la República por medio
de sus órganos de Comando, forma parte de un plan macro denominado “Plan
Soberanía” el cual es aplicado a nivel nacional. Con su aplicación se pretendió
“garantizar” la institucionalidad democrática, con un saldo de víctimas nunca
precisado que afectó de manera fundamental la legitimidad del sistema político en
dos sentidos fundamentalmente: primero, entre los sectores más desfavorecidos del
país, debido a que fueron el blanco fundamental de la acción del control militar; y
segundo porque repercutió ampliamente tanto al interior de la propia institución
castrense como al exterior de la misma, esencialmente, en la imagen que de la FAN
25
tenía la comunidad desde 1958, habiendo sido percibida como una institución al
servicio del pueblo venezolano. Al respecto, Valderrama (2001) afirma lo siguiente:
Importante es destacar los hechos ocurridos el 27 y 28 de febrero de
1989, pues constituyen un hito importante en la historia venezolana que
marcan a las Fuerzas Armadas y las concientizan sobre el triste papel
que les había legado el Pacto de Punto Fijo… Común era, recién
ocurridos estos hechos lamentables, encontrarnos con compañeros de
armas que se ufanaban de haber participado en defensa del régimen
sin medir la trascendencia histórica y la verdadera esencia de lo
acaecido. Relativamente fácil también era convencerlos sobre el triste
rol que cumplimos….” (p 120).
Esta revuelta social, evidentemente causo en la FAN un fuerte impacto, tanto porque
su utilización en este tipo de actividades no había ocurrido desde el inicio del
período democrático, así como porque muchos de sus integrantes, provenientes en
su mayoría de clases humildes, eran parte de esa población que había salido a
manifestar por las razones por las cuales ya no vivían igual. A partir de allí
Venezuela no fue la misma, tampoco su FAN, tal y como lo comenta Bravo (1999)
(…) “otros vieron que la participación militar en este suceso mostraba la eficacia de
las mismas, así como también le mostró al poder civil la necesidad de una FAN para
garantizar la seguridad interna del país” (p. 23). Estos antecedentes, nos servirán de
antesala para introducirnos y comprender mejor el apartado siguiente al cual
denominamos los golpes del 92´
2.2. Los Golpes del 92´
Entre los años 1991 y 1992 en Venezuela hubo más de novecientas (900)
manifestaciones de relevancia de las cuales más de cuatrocientas (400) fueron
violentas y en donde las FFAANN tuvieron que actuar para reponer el orden público
alterado, lo que trajo consigo que la imagen, credibilidad y confianza quede la
institución castrense tenían los venezolanos, se viera afectada. La reiterada
intervención en este tipo de actividades, a lo cual no estaban acostumbradas por
cuanto, si bien es cierto, como se señaló anteriormente constituye parte de su
misión principal, no es menos cierto que su actuación en misiones de este tipo no
fue usual después de que Marcos Pérez Jiménez fuera derrocado. A esto se sumó
el desencadenamiento de los eventos del 4 de febrero de 1992, golpe militar fallido
26
que intentó derrocar al entonces Presidente de la República, Carlos Andrés Pérez.
Los responsables eran miembros de una agrupación clandestina existente en el
seno de las FF.AA.NN, conocida como Movimiento Bolivariano MBR-200 (figura 2),
que diera paso al Movimiento V República.
Consideramos importante destacar que, entre las razones argumentadas por los
oficiales golpistas para alterar el orden legítimamente constituido para aquel
entonces y que en nada difieren de lo que el propio Chávez ha ordenado a la FAN
desde su llegada a la Presidencia, entre otras fueron: el descontento de los sectores
medios y bajos de las FF.AA.NN por los hechos de corrupción verificados en los
altos mandos militares; la subordinación de las Fuerzas Armadas a un liderazgo
político que consideraban incapaz y corrupto; la utilización de la institución
castrense, en particular el Ejército y la Guardia Nacional, en la represión de los
disturbios del 27 de febrero de 1989; el cuestionamiento a la posición sostenida por
el presidente Pérez en las negociaciones relativas a la delimitación limítrofe con
Colombia; el deterioro de las condiciones socioeconómicas de la oficialidad media y
baja y particularmente de la tropa alistada; y el empleo de las Fuerzas Armadas en
labores como repartición de útiles escolares, becas alimentárias, campañas de
vacunación y de arborización. Según Koeneke (1998):
“El 4 de Febrero tuvo numerosas repercusiones inmediatas más allá
de las puramente militares. En primer lugar, desde el punto de vista
político, horadó aun más la aceptación pública del presidente Carlos
Andres Pérez, que se había venido deslizando a partir del denominado
“Caracazo”, esto es, desde el mismo inicio del periodo constitucional.
Así, el índice neto de agrado hacia él pasó, según consultores 21, de 15 en septiembre de 1991, a -21 en diciembre de ese año, a -51 en
junio de 1992, en la primera medición después de la intentona (figura
3).
En este mismo sentido Koeneke (1998) afirma:
Lo positivo si así podemos llamarlo, del 4-F, es que puso de manifiesto
que los venezolanos desean abrumadoramente seguir viviendo en
democracia: sólo el 12 % de los encuestados por Datos para el pulso
nacional de marzo de 1992 prefirieron un gobierno militar a uno
democrático. (Tabla 1)
27
Meses más tarde, el 27 de noviembre de 1992, se produjo un nuevo intento de golpe
de Estado en Venezuela, el segundo de este año, que también comprometió
gravemente la imagen de la FAN. A diferencia del alzamiento anterior, éste fue
llevado a cabo por un grupo cívico-militar, integrado por altos oficiales de las 4
ramas
de
las
Fuerzas
Armadas,
civiles
pertenecientes
a
organizaciones
revolucionarias y grupos opositores al gobierno de Carlos Andrés Pérez.
De alguna manera, en esta segunda intentona los militares actuantes, en su gran
mayoría pertenecientes al «Movimiento 5 de julio», organización que se creo al
interior de la FAN, integrada por civiles y militares, cuyo objetivo principal era la toma
violenta del poder legítimamente constituido en Venezuela, buscaba culminar con lo
comenzado el 4 de febrero del mismo año por el Teniente Coronel Hugo Chávez
Frías y un grupo de oficiales de graduación media. Los responsables militares de
esta asonada, en contraste con la anterior, eran militares de alta graduación tales
como los Contralmirantes Hernán Grüber Odremán (jefe de la operación) y Luis
Enrique Cabrera Aguirre, el General de Brigada de la Fuerza Aérea Francisco
Visconti entre otros (figura 4). La insurrección fue controlada por el gobierno el
mismo día 27, provocando la rendición de los involucrados y la huída y posterior
asilo en Perú de cerca de un centenar de los mismos.
Las insurrecciones del 4 de febrero y del 27 de noviembre de 1992, contrariamente
a lo manifestado por el presidente electo y por cientos de comentaristas, no fueron
apoyadas en su momento por la mayoría de los ciudadanos, tal y como lo afirma el
mismo Koeneke (2001). “la misma empresa halló que en diciembre solo 22% se
expresaba a favor de la intentona del 27 de noviembre para derrocar a Carlos
Andrés Pérez, en tanto que 76% expresaba su repudio hacia ella” (p. 196) (tabla 2).
Pese al alto grado de insatisfacción personal que se experimentaba en 1992 y a la
escasa popularidad del gobierno perecista, los venezolanos seguían prefiriendo la
democracia frente al autoritarismo como frente al aventurerismo golpista; tal fue el
rechazo de los venezolanos de las acciones acometidas por los militares que la
credibilidad de la institución castrense se vio nuevamente comprometida por los
hechos anteriormente señalados.
28
Se hace necesario resaltar que en este mismo año 1992, precisamente el 21 de
mayo, el Senado autorizó el antejuicio de mérito contra Carlos Andrés Pérez, el
Presidente tuvo de separarse de su cargo, asumió la Presidencia el Doctor Ramón
J. Velásquez luego de un breve intinerato del Presidente del Congreso, Octavio
Lepage, y la FAN supo interpretar así su rol de subordinación al poder civil. A pesar
del breve tiempo en el poder, quizá uno de los logros más importantes de Velásquez
durante su paso por la Presidencia de la República, fue el de haber contribuido a
recuperar la confianza del país en su Fuerza Armada Nacional y con ello su imagen
como institución al servicio del pueblo venezolano, tras el trauma que significó el 27
de febrero de 1989, los dos golpes de estado de 1992 y los constantes rumores de
golpes y estallidos sociales que mantuvieron a la población en constante zozobra.
2.3. Rafael Caldera II
Así llegamos al quinquenio comprendido entre 1994 - 1999, Rafael Caldera gana las
elecciones de diciembre de 1993 por segunda vez bajo la promesa de volver a las
verdaderas raíces del Pacto de Punto Fijo y de evitar medidas económicas de corte
neoliberal. Durante este período, una de las prioridades del nuevo gobierno fue su
política hacia el papel de la FAN, minimizándose su participación en el control de las
actividades de orden público, a la vez que se incrementa su participación en
actividades propias de su rol constitucional, lo que a la fecha contribuyó a refrescar
la imagen de la institución frente a los venezolanos; como ejemplo de lo que
estamos afirmando nos encontramos que durante el gobierno de Caldera, a pesar
de que se suspenden ciertas garantías constitucionales en la zona fronteriza,
específicamente en los estados Apure, Táchira y Zulia, se crean los Teatros de
Operaciones 01 y 02, en donde la misión de la FAN en las zonas antes indicadas,
además de la protección de la frontera, fue la protección de los habitantes de las
mismas y de sus propiedades, medidas que fueron bien recibidas en esas regiones
y con lo cual se logró, de alguna forma, recuperar la institucionalidad y
consecuentemente la confianza y la credibilidad en la FAN.
Igualmente importante es señalar, que al poco tiempo de asumir el gobierno,
Caldera otorgó la libertad a los líderes de la rebelión militar de 1992. Hugo Chávez,
29
Hernán Gruber Odreman y Arias Cárdenas, entre otros, fueron sobreseídos y salen
en libertad, conformando a posteriori el partido político Movimiento Quinta República
(MVR), comandado por Hugo Chávez. Con esta medida se buscó distraer a la
colectividad, pues así se evitaba glorificar a los presos que se habían “sacrificado
por el país”.
En este contexto es conveniente resaltar que, investigaciones realizadas por la
corporación Latinobarómetro en el año 1995 dejaron claro que los resultados
arrojados en los países de América Latina sobre los apoyos a la democracia y sobre
ciertos aspectos que tienen que ver con el orden democrático y sobre la percepción
de los individuos encuestados sobre quién tiene más poder en el país y conocer la
preferencia de los individuos sobre el tipo de régimen político, la opción de la
democracia fue claramente mayoritaria en Uruguay con 80 % y en Argentina con
76%. Hay un porcentaje menor de apoyo en Venezuela 60% y poco más de la
mitad 52% en Chile.
El menor apoyo a la democracia se apreciaba en Brasil donde apenas el 41 %
prefiere este sistema político, al igual que en México donde el 49% tienen
preferencias por este sistema (figura 5).
Otro aspecto significativo de la figura anterior lo constituye el hecho de que una de
cada 5 personas en Perú (23%), Venezuela y Brasil (21%), Paraguay (20%) y Chile
(19%) creen que “en algunas circunstancias un gobierno autoritario puede ser
preferible a uno democrático”, que si bien en el caso especifico de Venezuela,
ratifica que el Venezolano tienen gran apego por el sistema democrático, a la vez
expresa que en algunas circunstancias se justifica un gobierno autoritario, lo cual es
una argumentación que no es fácil de explicar.
Posteriormente, en 1997 la misma empresa, investigó la percepción pública sobre
los detentadores de poder, con la pregunta ¿Quién tiene más poder? Los resultados
arrojaron que ha disminuido en la imagen de la gente, el poder de los gobiernos.
Hay también diferencias entre los países; en los de Sur América y México los que
más creen que el gobierno es quien tiene más poder son los peruanos (62%),
quienes superan en 15 puntos la media regional, mientras los que menos creen son
30
los paraguayos (30%), 17 puntos menos que la media regional. Las grandes
empresas son percibidas como más poderosas mayoritariamente por los argentinos
(64%) en tanto que los militares lo son más por los habitantes de Paraguay, de Perú
(50%) y de Venezuela (46%). Los Partidos Políticos, en tanto, son más
mencionados por los venezolanos (35%) y los mexicanos (30%). (Tabla 3).
Finalmente, podemos apuntar que en el segundo
período de gobierno del
presidente Rafael Caldera (1994 -1999) la imagen de la FAN, a pesar de la fractura
interna que existía al interior de la misma como consecuencia del “Caracazo” y de
los dos golpes de estado del año 1992, se mantuvo frente a los venezolanos dentro
de los márgenes de confianza y credibilidad ocupados desde el inicio de la
democracia en nuestro país, tal y como lo demuestran los resultados de la empresa
Consultores 21 en los diferentes estudios de opinión pública realizados a nivel
nacional urbano durante los años 1994 al 1997 (tabla 4) en relación al trabajo de las
instituciones por el país obteniendo un promedio anual de 36,55%; así mismo, los
venezolanos no comparten la solución de los problemas del país a través de una
salida no democrática, tal y como lo refleja Koeneke (2001, p. 196) “Posteriormente
entre 1994 y 1998, la gran mayoría de los entrevistados a nivel nacional por
Mercanálisis han expresado el mismo rechazo por la “solución” de los problemas del
país a través de un golpe militar. (Tabla 5). En el mismo sentido, Rangel (1998)
afirma en su columna los hechos y los días lo siguiente: OPINION E
INSTITUCIONES: La última encuesta de Pulso Nacional ubica en el siguiente orden
a las instituciones del país: Iglesia, Medios de Comunicación Social, Universidades,
Militares, Congreso y Partidos Políticos. (Tabla 6)
3. Imagen de la Fuerza Armada Nacional de principios del siglo XXI
En este apartado, abordaremos los distintos hechos que ocurrieron en el país y que a
nuestro juicio afectaron, al menos dentro de un sector del público, la confianza y
credibilidad en la FAN y consecuentemente su imagen desde que Hugo Chávez tomara
las riendas del poder en 1999 hasta finales de 2004; incluimos el año 99 aun y cuando
pertenece al siglo XX, para poder demarcar los dos periodos considerados en la
realización de este trabajo.
31
3.1. El Inicio del llamado “Proceso”.
En el campo opinión pública - FAN del análisis consideramos que una de las
dimensiones más adecuadas es la referida a la imagen de la institución castrense
por la notable influencia que los cambios introducidos por el Presidente, Chávez en
el seno de la misma, directamente por sus funciones como Comandante en Jefe e
indirectamente a través de la Constitución, han influenciado irremediablemente la
confianza hacia la FAN en los diversos sectores de la colectividad venezolana.
A partir de 1999, con la llegada de Hugo Chávez Frías a la Presidencia de la
República, (figura 6), Venezuela comienza a experimentar transformaciones
políticas de gran importancia en todos los ámbitos del Estado. En el seno de la FAN
estos cambios no se hicieron esperar, los cuales, consideramos influyeron
notoriamente tanto en la confianza, como en la credibilidad de la institución que de
ella tenía si no todo el pueblo venezolano, al menos parte de este.
Desde la misma asunción de Chávez al poder, uno de los primeros actos de
gobierno fue el de convocar al pueblo venezolano a una Asamblea Nacional
Constituyente, cuyo objeto fue el de elaborar una nueva Carta Magna acorde con los
nuevos tiempos del país, y habiendo surgido así la posible participación de los
militares en el proceso constituyente, dado que su mentor provenía del seno de la
FAN. A pesar de ello, su participación no fue bien percibida por los ciudadanos, tal y
como lo expresa el mismo Rangel (1999) en su columna “Los hechos y los días”:
Arranque del gobierno obtuvo 90.3% de evaluación positiva. Sectores
que deben integrar la Asamblea Nacional Constituyente:
Gobernadores, Alcaldes y Poder Judicial en el foso. Los datos
corresponden a la medición de la encuesta Ómnibus Datanálisis entre
los días 24 y 28 de febrero sobre una muestra de un mil personas de
60 poblaciones del país. El muestreo fue polietápido, probabilístico y
estratificado por sexo, edad, nivel de instrucción y estrato
socioeconómico. El error es 3,09%. (Ver tabla 7)
Desde nuestra perspectiva, consideramos que el punto de partida de la continua
pérdida de confianza y credibilidad que el público tiene de la institución
castrense, lo constituye el Plan Bolívar 2000, el cual es definido por el Ministerio
de la Defensa como:
32
El conjunto de políticas, objetivos y acciones estratégicas de carácter
estructural y de implementación simultanea concebida por el Gobierno
Nacional, para responder de manera inmediata al proceso de cambios
y de reformas, exigidos a fin de alcanzar y consolidar la Venezuela que
todos queremos.
Y que el propio Hugo Chávez precisó en una entrevista concedida a Harnecker
(2002).
(…) y lo comenzamos a hacer el 27 de febrero del 99, diez años
después del Caracazo, como una forma de reivindicar a los militares y
yo incluso utilicé el contraste y dije: ´Hace 10 años salimos a masacrar
a ese pueblo, ahora vamos a llenarlo de amor, vayan a peinar el
terreno, a buscar la miseria, el enemigo es la muerte. Vamos a llenarlos
de ráfagas de vida, en lugar de ráfagas de muerte.´
La ciudad de La Victoria en el estado Aragua fue el escenario escogido por el
presidente Chávez para lanzar el 27 de febrero de 1999 uno de los programas
bandera del gobierno: “El Plan Bolívar 2000” (figura 7). El día anterior al anuncio
oficial, se le describió como un programa "de mejoras en la plataforma físicosocial" que arrancaría con el reacondicionamiento de la infraestructura en seis
estados: Guárico, Sucre, Apure, Portuguesa, Lara y Barinas.
El acometimiento de este Plan, no resulto para la FAN “nuevo” ya que durante la
lucha antisubversiva de los 60´s y en los años sucesivos se hizo una práctica
consuetudinaria la participación de las FF.AA.NN en acciones similares, a las
cuales se les dió el nombre de “Acciones Cívicas”, dirigidas a ayudar a las
poblaciones más necesitadas especialmente en el área fronteriza. Lo que sí
resultó novedoso fue la utilización de cuantiosos recursos financieros sin ningún
control y los propósitos del mismo, ya que a los miembros de la FAN este Plan se
les vendió como una “acción cívica” a gran escala, cuya duración era de un año.
La misma era parte de una planificación a la que se le denominó “Plan País”, que
es el nombre del plan macro diseñado por el gobierno de Hugo Chávez para la
“protección social a los más necesitados”.
Desde el inicio de su implementación, tuvo sus más acérrimos detractores, ya
que según algunos se distorsionaba por completo la misión tradicional de la FAN
esta es, la seguridad y defensa de la soberanía del país.
33
Meses más tarde de iniciado el Plan Bolívar 2000, una tragedia de
incuantificables proporciones desoló al Estado Vargas, en donde la FAN debió
actuar en apoyo al gobierno nacional cumpliendo una loable labor, la cual
nuevamente se vio empañada por las violaciones a los derechos humanos
cometidas, presuntamente, por efectivos militares y de la DISIP: ejecuciones
extrajudiciales, torturas, malos tratos, violaciones a la propiedad privada y la
desaparición forzada de personas. Las denuncias fueron hechas públicas por la
periodista Vanessa Davies, del diario El Nacional. En varios reportajes suyos,
esta periodista había referido testimonios de personas que acusaban a la DISIP,
a la Policía Militar y a miembros de la Brigada de Paracaidistas, de la autoría de
ejecuciones ilegales. Provea, Cofavíc, la Red de Apoyo por la Justicia y la Paz y
la Vicaría de Derechos Humanos de Caracas, también se hicieron eco de las
denuncias formuladas por la periodista. Con lo que la imagen de la FAN por este
hecho puntual se vio comprometida. No obstante las denuncias hechas por la
periodista Davies en relación con la violación de los Derechos Humanos, la
percepción del venezolano fue favorable hacia la institución castrense tal y como
lo demuestra la empresa Consultores 21 para el I trimestre del año 2000 en una
encuesta a nivel nacional al preguntar sobre las instituciones que más trabajan
por el país obtuvo que el 66% de los encuestados consideró que la FAN era una
de las instituciones que más trabajaban por el país, como lo reflejan los datos de
la tabla 8 que mostramos más adelante. Consideramos que esta percepción
favorable hacia la FAN fue generada por la implementación de un programa
dadivoso y paternalista como el Plan Bolívar 2000, el cual neutralizó el impacto
negativo sobre las violaciones de derechos humanos, ya que a lo largo de todo el
año 2000 la FAN mantuvo un 65,75% de aceptación.
3.2. El nuevo milenio
Llegado el año 2000 y vigente la CRBV, el Plan Bolívar 2000 continuaba
ejecutándose, las denuncias de corrupción eran más frecuentes en torno al mismo
pero no había pruebas; paradójicamente, la información que obtuvimos en relación
al desempeño de la FAN en relación con las instituciones que trabajan más por el
país tenemos que el dato que aparece señalado es el correspondiente a la suma de
34
"Trabaja mucho" + "Trabaja algo" en una escala de 4 valores, donde los otros dos
son Trabaja poco y Trabaja nada (tabla 8).
De la misma forma la firma Mercanálisis, en una encuesta efectuada en la ciudad de
Caracas, ante la pregunta en relación con las instituciones hacia las que más siente
confianza el venezolano, obtuvo que el 21% de los encuestados se vuelcan hacia la
FAN, la cual ocupa el primer lugar respecto al resto de las instituciones evaluadas
(tabla 9).
Lo anterior podría parecer contradictorio, pero a nuestro juicio no lo es, toda vez,
como veremos más adelante, que la evaluación de los resultados del “Plan Bolívar”
no fueron hechos públicos sino hasta el 2001 al respecto podemos igualmente decir
que más que una evaluación “objetiva”, hecha por un órgano de control técnico y
competente, la publicidad / propaganda financiada por el gobierno y ejecutada
incluso por el propio Hugo Chávez en el programa “Aló Presidente”, pudo influenciar
favorablemente sobre el público y es precisamente ese año cuando los números
desfavorecen a la FAN en cuanto a la percepción que los venezolanos tienen de la
institución, aunado al hecho de que la popularidad de Chávez para ese mismo año y
que el gobierno aún era nuevo era bastante alta (tabla 10).
En mayo de ese mismo año, los dos principales candidatos para las elecciones
presidenciales, inicialmente programadas para Mayo, son ambos TenientesCoroneles vinculados con la derrotada rebelión militar del 4-F de 1992. La
percepción de la imagen del gobierno no era la misma como tampoco lo era la de la
FAN, a tal punto que el propio Ministro de la Defensa para la época, el General
Ismael Hurtado Sucre, en cadena nacional del 5 de mayo expresó:
Las instituciones señores, sin importar su naturaleza, no debemos
involucrarnos en cuestiones político partidista, porque ponemos en
riesgo la confianza y la credibilidad de un pueblo que como siempre,
digo, quiso y está haciendo su historia con mucho sacrificio, con mucho
sufrimiento, con mucho amor y con mucha fe.
3.3. La Corrupción sigue campante.
El año 2001 no fue distinto al anterior respecto a la imagen del público en relación
con la FAN a pesar, de la polarización política existente en el país y en donde una
35
vez más se criticaba su actuación tal y como lo expresara en enero de ese mismo
año el abogado Pablo Aure (2001):
”En lugar de fuerzas castrenses deberíamos hablar de fuerzas
castradas, pues en estos últimos meses han demostrado que le falta
mucho de lo que le sobraba a nuestros ejércitos libertadores. Vemos
cómo militares de alto rango aparecen en actitudes poco menos que
serviles sonriendo ante los discursos "graciosos" de su comandante en
jefe. Quizás por esa razón al parecer muchos generales están
recibiendo como regalos, delicadas prendas íntimas de vestir,
femeninas.
El 30 de enero del año 2001 fueron incinerados los soldados Jorge Luis Aray, Juan
Alberto Vásquez y José Febres Narváez cuando se encontraban detenidos en una
celda de castigo de la 75 Brigada de Cazadores, situada en la ciudad de Maturín,
Estado Monagas. El último de los agraviados falleció 20 días después de haber sido
rociado con un carburante identificado como thinner. Los sobrevivientes acusaron al
teniente Alessandro Sicatt Torres (figura 8), como el autor material del hecho; las
presiones políticas, de la sociedad civil y militares obligaron a radicar el juicio en la
ciudad "militar" de Maracay. Los infortunados jóvenes habían sido encerrados en la
pequeña celda por haberse presentado retardados al servicio.
Con este hecho el público venezolano, aun y cuando se trató de un caso
abominable, ante la pregunta que hiciera la empresa Consultores 21, en un estudio
de opinión a nivel nacional, en relación con las instituciones que más trabajan por el
país se mantuvo entre las que más lo hacen, obteniendo un promedio durante los
dos primeros trimestres de 57% (tabla 11).
En el mes de marzo de ese mismo año 2001, el vespertino El Mundo dio "el tubazo"
y comenzó a divulgar una serie de tres entregas, dando cuenta de un cúmulo de
irregularidades que el Contralor General de la República, Clodosbaldo Russián,
había señalado por escrito -desde el 24 de enero anterior- en un documento oficial
enviado al General de División (Ej.) Manuel Rosendo, en su condición de presidente
de la Fundación Proyecto País.
Lo sustancial del informe filtrado, calificado como preliminar por el Contralor, era que
de un presupuesto global de 73.000 millones de bolívares, producto de una
36
investigación que abarcaba a 23 de los 26 Teatros de Operaciones Sociales y
Guarniciones (excepto La Fría, Guasdualito y Tucupita), que en su conjunto habían
erogado recursos por 23 mil 212 millones de bolívares entre el 27 de febrero de
1999 y el 30 de junio de 2000, se había detectado la desaparición de 2 mil 200
millones de los bolívares gastados (40,7%) en una muestra analizada de 5 mil 400
millones de bolívares. Nuevamente la imagen de la FAN se ve comprometida por las
acusaciones de que eran objeto; sobre el tema de la corrupción, precisamente, el
propio Chávez, está tan consciente de los hechos de corrupción cometidos por los
militares, que en su mayoría eran del Ejército, que durante una entrevista que le
hiciera Marta Harnecker (2002) pretendió justificar la acción de quienes se sabia
distraían los recursos del Estado para beneficio propio, señalando lo siguiente:
(…) Por ejemplo, el uso del dinero de una partida presupuestaria para a
atender otro problema para el que no estaba destinado. Estas partidas
están rígidamente direccionadas: si se destinan 20 millones de
bolívares para reparar viviendas, no se pueden desviar para otros
gastos´. (…) Yo le dije al Comandante de la Guarnición que al mismo
tiempo era el jefe del Plan Bolívar ´ven acá general, anota ahí la
dirección, mándalo para que lo operen.´ Entonces había que pagar esa
operación. Otras veces se trataba de una prótesis que había que
ponerle a alguien, qué se yo. Había que pagar y entonces sacaban el
dinero de alguna de las partidas´ (...) Había que pagar y entonces
sacaban el dinero de alguna de las partidas´. (…) Algunos por
inexperiencia, otros se aprovecharon´. (...) ´Llamé a algunos y les dije
que tenían que justificar los gastos hasta el último bolívar.´ (...)
´Algunos casos están pendientes, otros cuando no pudieron justificar
fueron removidos´ (…) Pero bueno, volviendo al plan, la Contraloría
General de la República determinó que las metas del Plan Bolívar del
año 99 y 2000 se cumplieron en un 280 por ciento.
En relación con el tema de la corrupción, una de las encuestas divulgadas por la
firma consultora Estudios y Organización Eugenio Escuela Opinión Pública en julio
de 2001, basada en una muestra nacional de 1.800 personas de todas los estratos
sociales. (Tabla 12) revela en forma clara cuál es la percepción del público en
relación con los ejecutores del Plan Bolívar 2000.
Otro de los aspectos que consideramos pertinente tratar y que nos permitirán
precisar otra percepción del público en relación con la FAN, dado el centimetraje
que ha ocupado en los MCS, es el relacionado con la militarización de la
37
administración pública del Estado. No obstante y la notable influencia que ejerce la
FAN en el gobierno, los venezolanos tienen una clara conciencia de lo que está
aconteciendo en la administración del Estado al señalar como indicador relevante la
militarización de la administración pública, mediante la incorporación a ella de
personal militar en servicio activo. Al respecto, la firma Consultores 21 en un
encuesta realizada en el mes de junio de ese mismo año 2001 obtuvo de los
encuestados que más del 50% estima que el gobierno se está militarizando (tabla
13); pero al mismo tiempo, rechaza una salida de fuerza para derrocar al gobierno,
tal y como lo refleja el estudio realizado por Mercanálisis en relación con el apoyo o
rechazo de un nuevo golpe de estado, en donde el 85% opto por lo segundo (tabla
14)
Desde 1998, resulta evidente una mayor participación de militares, en condición
activos, en importantes funciones gerenciales de la administración pública
venezolana. Pareciera como si el sector con inclinaciones políticas dirigentes, en la
realidad militar venezolana de finales del siglo XX e inicios del XXI, abandonó la
profesión castrense para incursionar en la gerencia política directa de la sociedad.
La presencia de Oficiales activos en importantes cargos públicos de los Ministerios y
entes del Estado, supone el uso racional de la capacidad gerencial de éstos en
funciones de carácter no militar. Situación que pone a prueba la eficiencia de éstos
como administradores y gerentes. Condición que no sólo será apreciada por la
sociedad como el proceder de individualidades, sino además, quiéranlo o no, como
representantes del sector militar en funciones de gerencia pública, usualmente
reservadas para miembros civiles de la sociedad. Los oficiales en funciones
tradicionalmente civiles, con sus ejecutorias contribuirán o no al fortalecimiento de la
imagen del sector militar en la sociedad venezolana. El éxito o fracaso de estos
militares en funciones de gerencia pública, fortalecerá o debilitará, ante la
comunidad en general las ideas de credibilidad y confianza de la institución militar.
Carácter gerencial y administrativo donde el sector militar venezolano, dicho sea de
paso, cuenta con pocos antecedentes exitosos en sus aplicaciones efectivas en
áreas propias del sector civil en la Venezuela del siglo XX, por lo que nos hacemos
la pregunta: ¿Será esta situación distinta en el siglo XXI?
38
En conexión con este último aspecto, el de la militarización de la administración
pública del Estado y su notoria influencia en la imagen de la FAN, consideramos que
la crítica no debe sustentarse en la participación de militares en puestos públicos,
sino en el sentido y alcances que tiene esa participación en la Venezuela de hoy. Es
éste el punto clave para abordar la confianza y credibilidad de los militares en la
Venezuela actual. Al respecto, la firma Consultores 21 durante el estudio perfil
realizado respecto a los venezolanos y la militarización dio como resultado que la
participación del contingente militar en las acciones que lleva adelante el gobierno
es inconveniente para la mayoría encuestada, 59% (tabla 15). El estudio en
referencia también auscultó sobre el conocimiento que tienen los venezolanos sobre
el Plan Bolívar. Igualmente, indagó sobre los potenciales beneficios que la población
habría recibido de su aplicación (tabla 16), que en este caso contrasta con los
resultados del año 2000. En relación con quien trabaja por el país, la percepción
general es que los Medios de Comunicación Social y la Iglesia Católica son los que
más trabajan por el país. La Fuerza Armada Nacional y el Gobierno son los que
acusan el mayor desgaste entre marzo 99 y agosto 2001 (tabla 17).
Lo más interesante del cuadro anterior no es sólo que el Gobierno se hubiese
desplomado 27 puntos porcentuales, sino también que los sectores que más ataca,
con la excepción del militar, son los que ocupan los primeros lugares de aprobación
popular: los medios, la iglesia, los venezolanos.
Algunas consideraciones en relación con los resultados presentados en las tablas
anteriores y que parece incongruente, es que a pesar de que existe un clima de
opinión negativo en torno al tema de la corrupción en la FAN y el de la militarización
de la administración pública del Estado, la institución castrense es percibida como
una de las que más trabajan por el país. Consideramos que este tipo de percepción
positiva hacia la FAN ha sido probablemente influenciada por las creencias y valores
de la sociedad venezolana hacia la institución armada, especialmente hacia el
Ejército, cuyo lema “Forjador de libertades”, sugiere que sus miembros luchan por
la libertad, lo cual se corresponde con los indicios de apego de los venezolanos a
los valores como la libertad
39
3.4. El año del vacío de poder
Para el año 2002, el fantasma de las supuestas irregularidades cometidas en la
administración de los cuantiosos recursos financieros y materiales del Plan Bolívar
2000 y 2001 reapareció con mucha mayor fuerza que antes. En líneas generales, la
Comisión de Contraloría, presidida por la Diputada de Proyecto Venezuela, Vestalia
de Araujo, acordó citar al contralor Russián el 5 de enero de 2002, con la finalidad
de que explicara por qué en el informe final que sobre el referido plan bandera oficial
no se decía una sola palabra en torno al cobro de cheques endosados por algunos
proveedores a varios sargentos subalternos del General Melvin López Hidalgo,
actual Secretario del Consejo de Defensa de la Nación (CODENA) y quien para la
época fungía como Comandante de la Guarnición del Estado Guárico, tal como lo
denunciara la periodista y directora del Nuevo País, Patricia Poleo. En forma
paralela, el Presidente Chávez designó al oficial como nuevo Jefe del Estado Mayor
del Ejército, hecho este que tanto al interior como al exterior de la institución
castrense no fue bien visto, toda vez que en ambos sectores se generó la creencia
de que Chávez amparaba la corrupción en el seno de la FAN; con acciones como
esta, Chávez, lejos de consolidar la imagen de la institución que tanto dice querer,
generó un sentimiento de animadversión hacia la FAN por parte del
colectivo
venezolano.
En este mismo año, el 7 de abril para ser más preciso,
el Presidente Chávez
anuncia el despido de siete gerentes de PDVSA. Cuatro días después, el 11 de
abril, la oposición logró congregar a una de las más populosas marchas vistas en el
país; se dice que sobrepasaba el millón de personas. Pasadas las dos de la tarde,
se produjo una emboscada y así comienza el triste desenlace. Entre opositores,
oficialistas y cuerpos policiales se formó una balacera que dejó 20 personas muertas
y más de 100 heridos (figura 9). En horas de la noche, y "ante tales hechos, se le
solicitó al Señor Presidente de la República, la renuncia de su cargo, la cual aceptó",
tal como lo expreso ante los MCS el entonces Inspector General de la FAN, Lucas
Rincón. Con este anuncio desató la confusión, pues fue entendido por algunos
sectores como vacío de poder, que sacó de la Presidencia por dos días a Hugo
Chávez, y que llevo a que se estableciera, el gobierno "interino" de Pedro Carmona
40
Estanga. 48 horas más tarde, Chávez fue devuelto a la Presidencia después de
conocerse un manuscrito en donde manifestaba que no había renunciado.
Luego del “vacío de poder” del 11 de abril de 2002, el público percibe una erosión
del apoyo de los militares al presidente Chávez. En un estudio de opinión sobre el
tema civil-militar (IVAD/Comprensión de Venezuela, agosto de 2002), ante la
pregunta si los militares apoyan al jefe del Estado luego de los hechos del 11 de
abril, 40% opinó que sí lo apoyan, mientras que 51% dijo que no. Sin embargo, ante
la interrogante sobre si la FAN apoyaría una salida no institucional del Presidente,
38% dijo que sí lo harían, mientras que 51% señaló que rechazarían una salida no
institucional del mandatario.
Según Luis V. León (2002), “se ha perdido de tal manera la noción del papel de los
militares en la sociedad, que pocos los perciben como elementos garantes de la
seguridad y la soberanía nacional”. La empresa Datanálisis, en junio de ese año, en
una encuesta de opinión sobre la percepción de los venezolanos en torno a la
situación nacional, indagó sobre la labor de los sectores por el bienestar del país,
habiendo obtenido los índices siguientes: la iglesia 4.27; los MCS, 4.08; los
comerciantes, 4.08; la sociedad civil 3.92; y la FAN el 3.67 lo cual le da una
evaluación de regular a los militares (figura 10); en relación a un nuevo golpe de
estado se obtuvo que el 75.2% se pronuncio en contra de una salida de fuerza, en
tanto que el 14.5% estuvo a favor (figura 11).
También es importante destacar que aún después de los sucesos del 11 de abril, los
venezolanos percibieron, según la empresa Datanálisis, que para el mismo mes de
abril de 2002 el 34,2% de los entrevistados responsabilizó a Chávez por las muertes
del 11-A, y en junio de ese mismo año la cifra habría bajado a 25,1 %. En contraste,
a la FAN, específicamente a la Guardia Nacional que estaba con Chávez el 11-A
para el mismo mes de abril el 1.1% de los entrevistados le adjudicaron la
responsabilidad de los hechos disminuyendo en junio a 0,8%; (figura 12). Al
respecto pensamos que esta percepción del problema por parte de los entrevistados
se dio, primero, por el hecho de que fue el Presidente quien ordenó aplicar la
41
represión a las fuerzas militares “leales a el”
y segundo porque la ciudadanía
percibió que la FAN desobedeció la orden de aplicar el “Plan Ávila”.
3.5. 2003 El año del General Eructo
El paro general, convocado a partir del 2 de diciembre de 2002 para forzar al
mandatario venezolano a dejar el poder, se prolongó por 63 días. Se realizaron
marchas multitudinarias, con banderas venezolanas enarboladas por doquier y el
ruido apabullador de las cacerolas; tal era el rechazo hacia el presidente Chávez y
los miembros de la FAN, que el respeto que sentía la población por los hombres de
uniforme quedó en el olvido, tal y como lo revelan las informaciones periodísticas del
momento (figura 13)
Gobierno y oposición participaron en un lento y tortuoso proceso de negociaciones,
facilitado por el secretario general de la OEA, César Gaviria, que más bien pareció
un diálogo de sordos. Fueron jornadas llenas de efervescencia social, de
incertidumbre política, de ánimos exacerbados, de marcados antagonismos, que si
bien no lograron su cometido, dejaron huellas indelebles en la conciencia política de
los venezolanos. Pero también dejaron traumas.
En la primera marcha del año de la oposición, llamada la Gran Batalla y realizada el
3 de enero, cuyo sitio de llegada estaba pautado en el paseo Los Ilustres, en Fuerte
Tiuna, (figura 14); la violencia política dejó como saldo dos muertos y varios heridos.
En esta oportunidad la intervención de la FAN en funciones de orden público, se
hizo una vez más necesaria, por cuanto los actores de la oposición pretendían pasar
hacia una de las llamadas zonas de seguridad, lo que no fue permitido por los
militares, recibiendo como respuesta a su negativa granos de maíz y prendas
íntimas de damas con lo que se pretendía decirles “gallinas” y “mujeres”. Pero más
allá de lo que esto significaba, los opositores reclamaban a los efectivos militares su
parcialidad política hacia los miembros del oficialismo, ya que ellos les servían como
escudo de protección, lo que indudablemente fue percibido negativamente por el
público.
Los resultados de estas actuaciones, a las cuales en nuestra opinión se sumaron las
desplegadas durante el mes de diciembre 2002, se reflejaron en el estudio de
42
opinión a nivel nacional realizado por Datanálisis en el mes de febrero 2003, en
donde la FAN obtuvo el 3,14% en una escala de 1 a 5 ( ver tabla 18)
Respecto a la confianza de los venezolanos en las instituciones, de acuerdo con un
estudio realizado por la empresa Pulso Nacional, se observa claramente la posición
de los venezolanos frente a la FAN, la cual está por debajo de la Iglesia,
universidades, medios de comunicación social, sociedad civil y PDVSA (tabla 19).
Con respecto a la probabilidad de la salida del presidente por medio de vías no
constitucionales, el mismo estudio dejó plasmado claramente que los venezolanos
rechazan de plano esa eventualidad (2%). (Tabla 20)
Días más tarde al frente de un contingente de efectivos, marchó el General Acosta
Carlés, quien destapó una botella, ingirió audazmente su contenido, enfrentó su
mirada a las cámaras de televisión y lanzó un eructo prolongado y demoledor que
estremeció el recinto. "Mañana voy a sacar 'la catira' y después 'el osito'. Porque a
mí me gusta la cerveza", desafió. La acción acometida por este “General Patriota”
como lo llamó el propio Chávez, produjo resultados nefastos para la imagen de la
FAN, de los cuales aún a la fecha de hoy no se ha podido olvidar el público
venezolano (Figura 15). Tan es así que el estudio hecho a durante el mismo paro
por Mercanálisis arrojó para el mes de diciembre de 2002 que el 66% estaba en
desacuerdo con la actuación de la FAN durante el paro, cifra que se reprodujo para
el mes de enero 2003 a 65% (figura 16). Los entrevistados denotan descontento
con la actuación de las Fuerzas Armadas en el Paro Cívico, tanto en Diciembre
como en febrero de este año ubicándose en el séptimo lugar dentro de las
instituciones que trabajan por el país, de acuerdo con los resultados del estudio
realizado por consultores 21 (figura 17).
Cuando se anunciaron los reparos de las firmas que el CNE calificó como “planas”,
la misma empresa consultores 21 en una encuesta realizada en la ciudad de
Caracas, sondeó nuevamente cuál era la confianza de los venezolanos hacia la
FAN, específicamente en la ejecución del “Plan República”, obteniéndose como
respuesta negativa un 56% respecto a 36% que sí tenían confianza en la institución,
que tradicionalmente se ocupa de custodiar los procesos electorales. (Tabla 21)
43
Llegados los meses de junio y julio de 2003, Datanálisis indagó sobre la labor de los
distintos sectores por el bienestar del país. Los resultados que se obtuvieron en
relación con la FAN fue de 3,40 puntos en una escala de 1 a 5 (figura 17)
Más adelante, durante los meses de septiembre y octubre, en la investigación
realizada por Vargas, A.; Reverón, Z. denominada Opiniones y Valores Políticos de
los venezolanos al inicio del siglo XXI, en donde se preguntó cuál era el grado de
confianza hacia 20 organizaciones, los resultados permitieron identificar que el
60,6% de los encuestados señalaron tener mucha y bastante confianza en la Iglesia.
Esta percepción la ubica en el primer lugar de las organizaciones de confianza para
la población. En segundo lugar se ubican las Universidades con el 52,6% y en tercer
lugar la televisión con el 31,9%. Las siguientes instituciones u organizaciones tiene
un porcentaje de confianza muy cercano o aún menor: la Fuerza Armada,
veintinueve por ciento (28,7%); las organizaciones de la sociedad civil, veinticinco
por ciento (25%); el Gobierno de la República, veinticuatro por ciento (24%); las
grandes empresas, veinte por ciento (20%); el Consejo Nacional Electoral, dieciocho
por ciento (18%); la Coordinadora Democrática, quince por ciento (15%); la policía,
doce por ciento (12%); la Asamblea Nacional, doce por ciento (12%); los tribunales,
doce por ciento (12%); la administración pública, diez (10%); los sindicatos de
trabajadores, siete por ciento (7%); los partidos políticos, el cinco por ciento (5%).
(Figura 19).
3.6. La Arremetida de la FAN
Si los años anteriores en plano político fueron conflictivos y de gran desgaste para la
FAN, el 2004 no fue diferente. El 27 de febrero de 2004 se escenifica una protesta
en Caracas, organizada por la CD, en la que se intenta entregar un documento de
denuncia contra el CNE en torno al RRP a los Presidentes asistentes a la Cumbre
de Río. Desde ese momento se realizan violentas protestas en varias ciudades del
país que dejan como saldo más de una decena de fallecidos y más de un millar de
heridos, además de las denuncias de tortura y desaparición de personas. La orden
de reprimir a toda costa a los manifestantes ya estaba dada. Nuevamente, la FAN
fue
utilizada
para
masacrar
al
pueblo
que
manifestaba
pacíficamente,
44
comprometiendo aún más la imagen de los militares por su participación en
acciones de este tipo, que tal y como se recordara, Chávez y los golpistas del 4 de
febrero de 1992 criticaron al gobierno de Carlos Andrés Pérez, cuando este ordenó
reprimir a los manifestantes del Caracazo y que tomaron como una de las
justificaciones para dar el golpe (Figura 20).
El presidente, en su afán de hacerse líder dadivoso de la FAN, prefirió exaltar el
desbordado ánimo represivo de algunos de sus miembros, imponiendo unas
dudosas condecoraciones por méritos a quienes más se destacaron en el atropello a
los manifestantes del 27 de febrero de 2004 (figura 21). No obstante la gravedad de
los hechos comentados, lo más alarmante del discurso del Presidente en el
Comando Regional Nº 5 de la GN, fue su exaltación de la violencia represiva en los
militares, y peor aún la omisión del respeto a los Derechos Humanos y al talante
democrático como componentes esenciales de la doctrina militar venezolana
contemporánea.
En relación con los hechos anteriormente narrados, Datanálisis al realizar un trabajo
de campo sobre la posición del público con respecto a la actuación de la FAN
durante la manifestación del viernes 27 de febrero, que pretendía llegar al Teatro
Teresa Carreño, obtuvo, que el 58.3% estaba en contra de la Guardia Nacional y el
54.8% en contra de la PM. (Figura 21)
Lo militar parece asaltar al Presidente, invadirlo, perturbarlo. Chávez no ha salido
aparentemente de la dualidad de su condición civil-militar; todavía tiene la idea de
que vive y manda dentro de los cuarteles. Por eso, en vez de actuar como Jefe de
Estado y -en su calidad de máximo representante del Poder Civil- Comandante en
Jefe de la Fuerza Armada Nacional, se comporta gremialmente, parcializado en su
visión militarista de la vida, restándole a su desempeño institucional el equilibrio y la
inextricable carga pedagógica que lo debe distinguir.
El mes de marzo tampoco fue diferente pues, como protesta por los reparos de las
firmas “planas” impuesto por el CNE, la sociedad civil aplicó las llamadas
"guarimbas", sus activistas efectuaron cierres violentos de calles, que dejaron un
saldo oficial de nueve muertos, numerosos heridos y detenidos. Nuevamente la FAN
45
arremete en contra de la población en forma arbitraria y en franca violación a los
derechos humanos y su imagen vuelve a ser el plato fuerte de los venezolanos
(figura 23)
Días más tarde, el 30 de marzo, un incendio en una sala disciplinaria en Fuerte
Mara, ubicado en la subregión de La Guajira, Estado Zulia, deja como saldo ocho
soldados gravemente heridos. Ante tales hechos la colectividad emite opiniones en
contra de la FAN. El gobierno reaccionó alegando que había una confabulación
contra la moral y la institucionalidad de la FAN. El 4 de abril, horas después de que
el Presidente Chávez desestimara los acontecimientos por tratarse de "quemaduras
leves”, muere el primer soldado y días después muere otro (figura 24).
Paralelamente a este hecho, la justicia militar también actuó contra otros oficiales
activos y retirados por haber emitido opiniones en el caso del incendio de Fuerte
Mara, en Maracaibo. Tal fue el caso del General Francisco Usón Ramírez, quién fue
acusado por el delito de ultraje a la Fuerza Armada. El 11 de octubre fue condenado
a 5 años y 3 meses; para la fecha en que realizamos este trabajo, aún no se han
encontrado los culpables. En un gobierno serio, los oficiales inmediatamente
responsables hubiesen sido suspendidos y puestos a la orden de las investigaciones
judiciales; y los presuntos involucrados materialmente, retenidos en calidad de
sospechosos, de lo cual debió informar el ministro de la Defensa a la Nación, o, en
su defecto, el Comandante General del Ejército.
Eso era lo que tanto los militares al interior de los cuarteles esperaban, como
también la población. Pero nada de eso ocurrió, por el contrario, la confianza y la
credibilidad de la institución militar se vieron seriamente comprometidas, gracias al
manejo de los hechos por parte del gobierno.
Los resultados por las actuaciones realizadas por la FAN desde el comienzo del
2004 fueron reflejados en un estudio realizado por Datanálisis en relación con los
sectores que trabajan por el bienestar del país. Tal fue el rechazo del público hacia
el sector castrense que quedo por debajo de la CD, en el puesto 11 con un 44% de
aceptación (figura 25).
46
La madrugada del 9 de mayo, un grupo de 50 ciudadanos colombianos fue detenido
en las inmediaciones del municipio El Hatillo, en Caracas, con uniformes militares
venezolanos. El gobierno ofreció las primeras versiones de los hechos señalando a
los detenidos como presuntos paramilitares, (figura 26).
En su oportunidad, el propio Presidente Chávez (2004) calificó la actuación de la
siguiente manera:
afortunadamente logramos abortar el plan macabro, por lo que
quiero darle gracias a Dios y hacer un reconocimiento a nuestras
unidades de inteligencia, tanto civiles como militares, que abortaron
este plan que pretendía, entre otras cosas, asaltar la base aérea de
La Carlota y atacar el Palacio de Miraflores para ir por mí y
asesinarme(…)
Explicó que los aprehendidos planeaban transmitirle al mundo una falsa idea
sobre un enfrentamiento entre el Ejército y la Guardia Nacional. Para ello,
bombardearían Miraflores con aviones artillados. ´Con la complicidad de
algunos militares venezolanos, quienes han pasado a ser unos verdaderos
traidores a esta patria.
Posteriormente a este hecho, la empresa Mercanálisis al indagar sobre la confianza
en las instituciones encontró que el 66% se pronunció a favor de la Iglesia; un 39%
se pronuncio a favor de la Televisión; un 38% a favor de los Periódicos; mientras que
un 30% se inclino a favor de la FAN, entre otras. (Figura 27). En la justicia militar se
abrió el caso de mayor número de acusados de toda la historia. Un general retirado
fue condenado por injuria. Este es el juicio más grande en cuanto al número de
acusados en la historia de la justicia venezolana, civil y militar.
El 3 de junio, Jorge Rodríguez, presidente de la Junta Nacional Electoral, anuncia
que se recolectó el número de firmas suficientes para la revocatoria presidencial. En
cadena nacional, el presidente Chávez reconoce que habrá referendo en su contra y
anuncia la Batalla de Santa Inés. Nuevamente se ve comprometida la imagen de la
FAN al involucrarse no ya como garantes de las elecciones, sino como actores del
proceso (figura 28). En relación con la actuación de las instituciones, Mercanálisis
elaboró un estudio de opinión obteniendo como resultado, que el 52% de los
47
entrevistados piensa que la institución militar “no funciona bien”, porcentaje igual al
del transporte público (figura 29).
Por otra parte, el 9 de diciembre fueron detenidos en Maracay 4 efectivos de la
fuerza pública colombiana en compañía de un subteniente del Ejército venezolano.
Seis días después, las autoridades militares confirmaron la información y admitieron
desconocer la operación. “No sólo deben tomarnos en cuenta a nosotros, sino a los
Jefes de Estado. No estaba en cuenta de este procedimiento”, dijo el general Jorge
García Carneiro, Ministro de la Defensa. Sin embargo, su homólogo colombiano
precisó que la operación contó con “la participación y conocimiento de miembros del
Ejército venezolano y del lado colombiano se trata no de miembros del Ejército sino
de la Policía Nacional”. Con estas declaraciones se ponía en entredicho lo declarado
por las autoridades militares, pero también se puso en juego la credibilidad de las
FAN.
Finalmente, el 15 de diciembre de 2004 la policía colombiana informó de la captura
del guerrillero colombiano Rodrigo Granda Escobar, dirigente internacional de las
FARC. Granda, conocido con el alias de "Ricardo González" y miembro del Estado
Mayor Central -segundo anillo de poder de las FARC después del Secretariado-,
cayó en poder de las autoridades neogranadinas durante una operación tipo
comando efectuada en la ciudad de Cúcuta, en la frontera con Venezuela, en la que
participaron militares venezolanos específicamente de la GN. (Figura 30). En
relación con este hecho, mucho se ha discutido sobre Rodrigo Granda, pero poco en
torno a la actuación de los militares venezolanos. Ante la imposibilidad de tener
acceso a estudios de opinión que tocaran la percepción del venezolano en relación
con el caso, consideramos que la actuación aislada de estos militares, en cierta
forma contribuyó a “lavarle la cara” a la imagen de la FAN, la cual, durante el año
que concluyó, se vio seriamente afectada y comprometida ante los venezolanos,
especialmente cuando el acontecer político nacional requirió de su intervención.
CAPITULO IV
LA FUERZA ARMADA NACIONAL EN LOS ESTUDIOS DE OPINIÓN
PÚBLICA
Con frecuencia, el ciudadano común desconfía de su semejante o de ciertos temas. Los
venezolanos no podíamos ser la excepción; somos una sociedad donde el elemento
dominante es que le tenemos poca confianza a muchas cosas. Lo usual en una
sociedad como la venezolana es que exista algún nivel de desconfianza hacia
instituciones o entes del Estado, sean estas públicas o privadas. No obstante, saldos
positivos de confianza parecieran ser necesarios para una convivencia social sana, con
instituciones necesarias en toda sociedad moderna. El objetivo de este capítulo es
mostrar, cuál es la percepción de la población acerca de la Fuerza Armada Nacional y
los militares.
A los efectos de lograr este objetivo, se efectuaron análisis de los principales sondeos
de opinión desde el año 1992 hasta el 2004 realizados por las principales empresas de
investigación de opinión pública del país o empresas extranjeras. Este análisis se llevó
a cabo sobre la base de agregados. Ante la imposibilidad de acceder a las bases de
datos de las encuestas, con la excepción de los referidos a la encuesta sondeo paralelo
2003, la utilidad de esta data estuvo dada por las tendencias de opinión presentadas a
lo largo del tiempo.
Desde esta perspectiva longitudinal del análisis de opinión pública, se hizo énfasis en
aspectos como la evaluación de las instituciones, con respecto a quien trabaja más por
solucionar los problemas del país, la confianza, la credibilidad y la opinión de expertos
sobre temas concretos referidos a los temas anteriores, los cuales nos daban como
resultado final la imagen institucional. El trabajo sólo incluye la síntesis de nuestros
hallazgos más importantes.
49
1. Confianza vs. Desconfianza.
La realidad es que la opinión de los venezolanos sobre este aspecto ha sido
sumamente clara. Sin duda, esta realidad nos habla de un proceso de distanciamiento
de lo público, un ensimismamiento, un proceso de individualización evidente. Se confía,
se cree en uno mismo, en lo que le es más próximo, cercano, manejable o que le
reporte beneficios tangibles y concretos a uno mismo, y se delega, se relega y rechaza,
porque no se cree en ellos, ni mucho menos se confía, lo que tenga que ver con lo
público, con los demás. Sobre todo si ese otro es o está vinculado con los políticos.
Por otra parte, si la función última de las instituciones es la de la cohesión social,
mediante la socialización de sus miembros, el control de sus actos, la sanción de sus
conductas, la canalización de sus demandas, la articulación de sus intereses, es vital
para una sociedad que las nuevas generaciones tengan grados de confianza
significativos hacia quienes se les supone el rol de agentes de la socialización, es decir,
de maestros de normas y patrones aceptados socialmente.
2. La Valoración de la Democracia.
Antes de analizar el contenido de los resultados correspondientes a la confianza en la
FAN, es necesario acompañar el comentario de las mismas con un análisis previo de la
valoración de la democracia en América Latina. De acuerdo al resultado de un estudio
realizado por el Comité de Expertos de Administración Pública de la ONU (United
Nations committee of experts on public administration) en el 2003 la valoración de la
democracia es llevada a cabo a través de tres dimensiones. En la primera se intenta
percibir las preferencias ciudadanas a la hora de optar entre democracia y autoritarismo
(tabla 22). En segundo lugar (tabla 23) nos interrogamos por el grado de consolidación
del régimen democrático, percibido por los ciudadanos y en tercer lugar cual es el nivel
de satisfacción con el funcionamiento democracia, que condiciona en gran medida el
apoyo a la misma. (Tabla 24)
Los resultados son congruentes con lo dicho anteriormente. Sólo en Uruguay existe una
mayoría, simple (por encima del 50%), de quienes se sienten muy o más bien
satisfechos con el funcionamiento de la democracia, con un 64%. En los demás países
resultados son bien diferentes, destacando en lo negativo Paraguay, donde un 82%
50
admiten sentirse poco o nada satisfechos con la democracia. Destacar en esta misma
línea también Perú, con un 74% y Ecuador con un 67%. Con menor intensidad se
muestra el descontento en Bolivia (64%), Venezuela (63%), Chile (60%), Colombia
(59%) y Argentina (57%).
En el caso venezolano, la inconsistencia o contradicción que existe entre satisfacción
con la democracia y su oposición a remplazarla por un régimen autoritario, según
algunos analistas, puede obedecer a una desinformación extendida que los hace
inconsistentes, o bien a un apego ideologizado y ciego hacia las formas democráticas, o
bien que el desempeño de los regímenes militares es evaluado como inferior al
desempeño de los gobiernos democráticos. Según Koeneke (2001):
(…) la inclinación democrática del venezolano ha sido fuertemente
subrayada y encomiada por analistas diversos, quienes destacan de
éste su llaneza, su falta de prejuicios sociales y su comportamiento cerril
o levantisco, como indicios de su apego a los valores de la igualdad, la
confraternidad y la libertad. (p 197)
En Venezuela, como en otras democracias del mundo, los ciudadanos tienden a
poner de manifiesto una fuerte adhesión por los valores, empezando por la
libertad, incluyendo a la justicia entre los más importantes, estableciendo así una
verdadera diferencia entre la democracia como un ideal que encarna valores
como la libertad y la justicia, y la democracia real, con muchos defectos y con
otras dimensiones valorativas que tienden a desplazarla cuando se emiten juicios
más concretos sobre ella y que están asociadas con la inevitable distinción que
se produce de hecho en los sistemas de creencias de los ciudadanos entre los
valores que ellos profesan y sus necesidades.
3. Desconfianza Institucional.
La desconfianza en las instituciones es la que va a generar y a la vez es fruto de los
problemas de falta de gobernabilidad. Muchos han sido los indicadores utilizados a la
hora de medir esta dimensión de la cultura política. En vista de la amplia variedad de
factores que pueden incidir en los niveles de satisfacción ciudadana con la democracia
(inclusive algunos externos y posiblemente fuera del control de los funcionarios o
instituciones democráticas), quizás se logre una evaluación más precisa de las
51
percepciones de la ciudadanía sobre el funcionamiento del sistema democrático
midiendo la confianza en las instituciones (figura 31).
Un análisis sobre las opiniones de la ciudadanía sobre ciertas instituciones específicas
contribuiría a establecer hasta qué punto su descontento surge sobre todo ante los
pobres resultados económicos obtenidos por los gobiernos, o si también nace de la
percepción de que los procesos e instituciones centrales de la democracia no funcionan
a la altura de las expectativas.
De acuerdo con el estudio realizado por Latinobarómetro (2001), la institución que goza
de mayor prestigio en Latinoamérica es la Iglesia Católica (tabla 25 y figura 32) Las
encuestas realizadas entre 1996 y el 2001 por Latinobarómetro indican que el 76%,
75%, 79%, 77% y 72% respectivamente de las personas encuestadas (para un
promedio regional de 75.8% para los cinco años) manifestaron tener "mucha" o "algo
de" confianza en dicha institución.
Los ciudadanos depositan asimismo un nivel considerable de confianza en la televisión,
la que ocupa un segundo lugar con el 51%, 46%, 46%, 42%, 49% y 47% por año (1996
a 2001), con un promedio regional de un 47% para el periodo, si bien este nivel de
apoyo es considerablemente más limitado que el que recibe la Iglesia Católica. El
prestigio y visibilidad de la televisión con respecto a otras instituciones refleja la forma
moderna de hacer política, en la cual la imagen personal es al menos tan importante
como lo más sustancial de esa actividad. Con el fin de tener éxito en la política, es
necesario trabajar en el desarrollo de una imagen atractiva para la televisión, con
frecuencia incurriendo en gastos enormes. A su vez, las personalidades de la televisión
a menudo desempeñan un papel importante al dirigir y mover el debate político en una
u otra dirección, moldear la imagen de los políticos y filtrar las noticias que la
ciudadanía recibe.
Estos resultados del Latinobarómetro concuerdan con los obtenidos por el Consorcio
Iberoamericano de Empresas de Investigación de Mercado y Asesoramiento, realizado
a mediados del 2001, cuyos datos muestran que el 71% de las personas encuestadas
expresaban sentir confianza en la Iglesia Católica, el 51% en las Fuerzas Armadas, un
52
29% en el Sistema Judicial, 23% en el Congreso y un 15% en los partidos políticos
(tabla 26).
A nivel nacional, la percepción de los venezolanos en relación con la confianza en la
Iglesia, también ocupo un lugar preferente tal y como lo demuestran los resultados
obtenidos en el estudio denominado Opiniones y Valores Políticos de los Venezolanos
al inicio del siglo XXI (2003) (figura 33); por lo que a manera de conclusión preliminar,
podemos decir que la Iglesia ha sido y es la Institución que es percibida como la que
genera más confianza a nivel de los países de la región.
4. El caso venezolano
Hechas las consideraciones anteriores, y para el mejor abordaje del tema planteado, la
imagen de la FAN, nos concentraremos en el elemento opinático, es decir, en el clima
de opinión pública por el que atravesó Venezuela desde finales del siglo XX,
específicamente desde el 27 de febrero de 1989, conocido como “El Caracazo”; hasta
principios del siglo XXI, específicamente el período desde la llegada de Hugo Chávez
Frías a la presidencia de la República en 1999 hasta el año 2004. Antes haremos
alusión a la confianza que en América Latina se tiene de la institución armada, para lo
cual igualmente tomaremos como referencia el estudio realizado por la organización
Latinobarómetro (2001), en el que se obtuvo como resultado que el Ejército (FAN) es la
tercera institución más apreciada por los ciudadanos, con índices anuales de 45%,
47%, 42%, 45% y 39% respectivamente, para obtener un promedio de mucha o algo de
confianza de 44% para los cinco años que abarca el estudio (tabla 27). Sin embargo, el
nivel de apoyo con que cuenta la institución varía de manera sustancial, a lo largo de la
región. Así, para el 2001, en Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Bolivia,
Perú, Nicaragua y Argentina, el nivel de confianza en las Fuerzas Armadas es
escasamente mayor que el que existe respecto de las principales instituciones
representativas. En cambio, en Ecuador, Brasil y Venezuela dichos niveles superan por
más del doble los de estas instituciones democráticas (figura 34)
En Venezuela existe una evidente relación entre los niveles de confianza en las
instituciones según varíe la estructura de apoyo político. Es decir a mayor apoyo político
53
mayor es la confianza en las instituciones, lo contrario ocurre si el apoyo político es
menor.
En el caso especifico de la FAN, el estar de acuerdo con la actual coyuntura política,
afecta positivamente a la confianza en la FAN, mientras que el estar inconforme con la
situación actual del país, afecta negativamente la confiabilidad no tan solo de la FAN
sino de todas las instituciones. Esto nos está indicando que los inconformes desconfían
substancialmente más de todas las instituciones que los conformes. Tal y como lo
afirman
Vargas
y
Reverón
(2003)
“el
perfil
de
confianza
institucional
es
significativamente diferente según varíe la estructura de apoyo político”. (p. 132). El
resultado obtenido en la encuesta realizada por ambos investigadores denominada
Sondeo Paralelo 2003: Opiniones y Valores Políticos de los Venezolanos; Presente y
Futuro de Nuestra Democracia, cuya muestra fue de 1200 casos a nivel nacional, el
fenómeno para aquellos electores inscritos en el REP que representan los duros a favor
de la oposición, encontramos que los primeros lugares los ocupan la Iglesia, las
Universidades, la TV y la prensa. Aquellos que se ubican en la categoría de “mucha y
bastante” confianza, respecto a la iglesia representan el sesenta y nueve por ciento
(69%) de estos los electores específicos, respecto a las universidades el sesenta y dos
por ciento (62%), respecto a la televisión el cincuenta por ciento (50%) y respecto a la
prensa el cuarenta y dos por ciento (42%). La FAN que se ubica en el cuarto lugar para
todos los de electores en el REP, pasa al décimo tercer lugar para estos electores
específicos. Así, aquellos que tienen “mucha y bastante” confianza en ella pasan del
veintiocho por ciento (28%) de todos los electores inscritos en el REP, al dieciséis por
ciento (16%) de estos electores en particular (figura 35)
Mientras que la confianza en las instituciones por parte de los duros del gobierno,
encontramos que los primeros lugares de confianza los ocupan el gobierno de la
República, la FAN, las Universidades, la Iglesia, la Asamblea Nacional, y la
Administración Pública.
Así, respecto a estos electores en particular, aquellos que se ubican en la categoría de
“mucha” o “bastante” confianza, al gobierno de la República representan el ochenta por
ciento (80%); respecto a la Fuerza Armada, el sesenta por ciento (60%); respecto a las
54
universidades, representan el cuarenta y cuatro por ciento (44%); respecto a la iglesia,
el cuarenta por ciento (40%); y respecto a la Asamblea Nacional el treinta dos por
ciento (32%). Igualmente, aquellos que tienen “mucha” confianza en la Televisión, los
tribunales, las organizaciones de la sociedad civil, la prensa, las grandes empresas, los
partidos políticos, la policía, los sindicatos de trabajadores, la Coordinadora
Democrática, y la Radio, tienen niveles de confianza inferiores al diez por ciento (10%)
de estos electores específicos. (Figura 36)
A pesar del alto porcentaje que representan aquellos que tienen “mucha y bastante”
confianza en el gobierno, el promedio del grupo de instituciones u organizaciones
denominado por nosotros “Autoridades del Estado - Gobierno” no tiene un nivel de
confianza tan alto. Esto se debe a que los duros de apoyo al gobierno, centran su
confianza en el gobierno en general y en la Fuerza Armada, sin embargo instituciones
como el Consejo Nacional Electoral, los tribunales, la policía representan niveles de
confianza bajos para los duros del gobierno.
Es de suponer que la inclinación actitudinal hacia es la coyuntura política actual, está
llevando a aquellos venezolanos que no están conformes con el “proceso” a la
incredulidad frente a todo y a todos, al descreimiento institucional, al recelo y al
escepticismo, aunque en la génesis de ese inconformismo hallemos, probablemente, al
mismo descrédito institucional. Porque a la postre, inconformismo y desconfianza
tienden a retroalimentarse en una espiral finita, en cuyo extremo sólo se halla crisis,
desconfianza y desintegración social.
Esta afirmación, a nuestro juicio, tiene implicaciones políticas muy importantes. El
inconformismo alentado por la prensa nacional, los opinadores de oficio, las encuestas
de opinión, los partidos políticos y los antipolíticos, los gremios, las asociaciones, los
vecinos, la sociedad civil, etc., ha atentado y atenta contra la confianza en la institución
militar, que en resumidas cuentas lo que ha hecho es, en función de su misión
constitucional, dar cumplimiento a lo allí ordenado. Así fue en el pasado y así es ahora,
habiendo incidido negativamente en la confiabilidad de nuestra FAN a niveles que van
mucho más allá, incluso, de lo que ella se merece. En términos generales encontramos
en los estudios de opinión pública a los que se tuvo acceso que la confianza en las
55
instituciones u organizaciones es baja. Sin embargo, los estudios de opinión pública
realizados desde la década de los ochenta y hasta el 2004, revelan reiteradamente que
los venezolanos tienen una buena percepción de la FAN, con sus altibajos, los cuales
obedecen a situaciones particulares ocurridas en el entorno político social del país.
No obstante, sin que se tomaran en consideración los posibles efectos que causaría la
participación de la FAN en el acontecer político del país, el gobierno decidió otorgar un
nuevo rol a nuestras “Fuerzas Armadas”, basado en una mayor participación de la
institución castrense en los asuntos civiles del Estado, aludiendo a que es la única
institución exenta del germen político tal y como quedó plasmado en la CNRBV. En ella,
como se indico, se le cambió su rol tradicional, otorgándole, entre otras prerrogativas el
derecho al voto así como beligerancia en el debate político.
Por otra parte, se sabe que nuestro sistema político ha venido padeciendo de una cada
vez más severa debilidad institucional, que se expresa en su discapacidad funcional y
su consiguiente pérdida de legitimidad ante la sociedad venezolana. Durante años, el
discurso de los propios partidos políticos explicó esta discapacidad como consecuencia
de ellos mismos, con lo cual generaron un sistema de culpas que, lejos de alcanzar
soluciones a las fallas institucionales, acabó con el prestigio de los partidos y sembró la
idea de que sin partidos ni políticos la cosa funcionaría bien. Esto condujo a que el
proselitismo más eficaz para captar adeptos, fuera aquel que dejara en claro la “no
pertenencia” a ninguna agrupación de corte político – partidista.
El resultado es que ahora tenemos un escenario donde el nuevo juego político
venezolano se está caracterizando por individuos que se definen a sí mismos como
integrantes de la “sociedad civil”, y por una institución, la FAN, que se presenta como
más política y abiertamente deliberante, la cual, hasta la llegada de Hugo Chávez a la
Presidencia del la República, era considerada la institución del Estado que por
convicción y normativa quedaba aislada de la acción horadante del discurso “apolítico”.
Dentro del llamado “proceso” en sus inicios, al que luego se llamó “revolución”, y cuyo
resultado es aún incierto, los venezolanos se sienten cada vez menos a gusto con sus
instituciones en cuanto a la labor de éstas para solucionar los problemas del país. De
acuerdo al resultado obtenido por la firma Consultores 21 en un estudio de opinión
56
realizado a nivel nacional urbana, con una muestra de 1.500 personas y representativa
de aproximadamente el 78% de la población adulta del país, en cuanto a el trabajo de
las instituciones por solucionar los problemas del país, hecha en el mes de enero de
1999, aún y cuando Hugo Chávez no había asumido la Presidencia de la República,
pero ya era el Presidente electo, el “Gobierno actual” pasa en apenas un mes de -56
puntos (diciembre 98) a 48 puntos (enero 1999) hecho que podríamos suponer se debe
a la percepción del venezolano de que ya Chávez era el presidente. No obstante y estar
muy bien ponderado para el primer trimestre del año 1999, cinco meses después pierde
23 puntos. La misma incidencia es válida para el partido de Gobierno, el MVR, quien
también pierde en cinco meses 10 puntos y la FAN en el mismo período pierden 5
puntos, mientras que las ya desprestigiadas instituciones tradicionales, como el
Congreso de la República, la Corte Suprema de Justicia, la CTV y los partidos políticos,
se siguen manteniendo en los últimos lugares (figura 37)
Del cuadro anterior, podemos observar que los referentes institucionales que la opinión
pública considero que trabajan por resolver los problemas del país, tenemos que la
FAN, el pueblo, el Gobierno, los medios de comunicación y la Iglesia, constituyen los
entes que aún mantienen popularidad. Mientras que Corte Suprema de Justicia,
Congreso de la República, la CTV, los partidos políticos, Gobernadores y Alcaldes, son
percibidos como las instituciones mas desacreditadas. Pero, si ante la falta de apoyo
institucional, la única propuesta pareciera ser el exterminio, debemos advertir que tal
práctica estaría exterminando a los entes de intermediación.
Entre los referentes con apoyo, los Medios de Comunicación y la Iglesia, al menos son
instituciones beligerantes y, eventualmente, podrían convertirse en entes de
intermediación, pero con ello estarían asumiendo un rol institucional que no les
pertenece y para el cual sus estructuras no están diseñadas. Nos quedaría el neonato
MVR, demasiado disperso e improvisado por los momentos, y la FAN. Ahora bien, es
comprensible que durante los primeros meses de gobierno chavecista, las FFAANN
fueron percibidas como el ente que más trabaja por el país, a fin de cuentas, los
recursos humanos provenientes de sus filas estaban entonces realizando labores tan
diversas que van desde el cobro y la administración tributaria, hasta el aseo de
quebradas en zonas populares.
57
Hemos considerado presentar adicionalmente, a modo de conclusiones preliminares,
parte de las investigaciones realizadas en el año 2002 por la ONG Comprensión de
Venezuela para conocer la percepción sobre lo militar. Esta contrató al Instituto
Venezolano de Análisis de Datos (IVAD), que dirige el Doctor Félix Seijas, un estudio
nacional, cuyo título es: “Percepción de la población acerca de la Fuerza Armada
Nacional y los militares” que nos ilustra y resume grosso modo la percepción general
del venezolano sobre la FAN. El estudio arrojó, entre otros resultados, que la mayoría
tiene una percepción de que la FAN como institución es Buena (44.7%) mientras que el
7% la percibe como mala o pésima. (Tabla 28).
En cuanto a la función de los militares, la inmensa mayoría dijo que la principal función
de la FAN era la defensa del pueblo (26.7%) (tabla29)
En cuanto a la calificación del cumplimiento, por parte de la FAN, de las actividades
asignadas la mayoría opinó que era bueno, con excepción del combate contra la
corrupción (32%) y el combate contra los secuestros fronterizos (34%) (Tabla 30).
En relación con la Imagen de los componentes de la FAN la mayoría estuvo a favor de
la Armada (84%) mientras que la más rechazada fue la Guardia Nacional con (78,4 %)
(Tabla 31).
En cuanto a la opinión acerca de los resultados obtenidos por los servicios prestados a
la comunidad por la FAN, a través del Plan Bolívar 2000, la mayoría se inclinó porque
habían pocos o ningún resultado (57%), frente a quienes los consideraron buenos
(40%) (Tabla 32). Respecto a la opinión acerca de la corrupción en el Plan Bolívar
2000, la mayoría opinó (52%), que si ha habido mucha corrupción (tabla 33).
En materia de la capacitación de los oficiales de la FAN para el desempeño de altos
cargos en la administración pública, el 55.0% opinó que sí están capacitados (tabla 34).
En cuanto a la opinión acerca de quienes deberían ser ocupados los altos cargos de la
administración pública, la mayoría expreso que deben ser ocupados
por civiles y
militares (45%), aunque un (41%) se manifestó por los civiles (tabla 35).
Sobre el grado de confianza que a los entrevistados le merece cada uno de los
componentes de la FAN, la Aviación fue la más votada (57%) mientras que el Ejército
fue el componente menos confiable (tabla 36); en cuanto al componente de la FAN que
58
se considera trabaja más por el país, esta vez le correspondió a la Guardia Nacional
con un (52%), mientras que la Aviación es el que menos trabaja (tabla 37).
Al indagarse sobre la Imagen de las Instituciones en general, Las Universidades
ocuparon la posición de vanguardia (89%), seguidas por la FAN (81%) (Tabla 38)
Finalmente podemos decir que paradójicamente con lo que comúnmente se afirma en
relación con la imagen de la FAN y en plena concordancia con lo que afirma Koeneke
(2001):
En el mundo político, contrariamente a lo que a menudo se afirma, no
son los valores sino las actitudes (las cuales se definen como las
predisposiciones de los individuos a evaluar objetos, o símbolos de
manera favorable o desfavorable, lo que esta vinculado, como se dijo,
con la satisfacción de sus necesidades. Sus componentes incluyen,
además del afectivo que se traduce en el gusto o rechazo por un objeto,
el componente cognitivo o de conocimiento de dicho objeto y el conativo
o de intención conductual hacia él) las que mejor predicen el
comportamiento de los ciudadanos. (p.199).
CAPITULO V
CONCLUSIONES
La Fuerza Armada Nacional se ha constituido en una referencia ineludible en el
acontecer político venezolano tanto de finales del siglo XX como de principios del
siglo XXI, habiendo sido su actuación en ese escenario objeto de elogios pero
también de críticas, las cuales han provocado que la que la confianza, la credibilidad
e imagen se hayan visto en muchos casos seriamente comprometidas. Estos
importantes aspectos han sido presentados en las páginas que preceden a este
apartado. Seguidamente exponemos las conclusiones del tema propuesto en este
trabajo.
1.
El análisis y las reflexiones en torno al
rol de la FAN, definido en la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en comparación con el texto
constitucional del año 1961, fueron expuestas en la primera parte del presente
trabajo y se concentran en el papel que el nuevo texto constitucional de 1999 señala
a la institución militar, particularmente en el capítulo II, denominado Análisis histórico
comparativo del rol de la Fuerza Armada Nacional en la constitución de 1961 y la de
1999.
El análisis de ambos textos constitucionales nos condujo a centrarnos en los
siguientes aspectos:
1.1. A partir de 1999, la Fuerza Armada adquiere ciudadanía política al lograr el
derecho al voto y reducir las limitaciones políticas a sólo ser una institución
“sin militancia política”. Ahora está liberada de la camisa de fuerza de los
principios liberales de “apolítica, obediente, no deliberante y subordinada al
poder civil”.
1.2. La Fuerza Armada y sus integrantes logran que la materia de seguridad
nacional y asuntos militares conexos adquieran rango constitucional, lo que
refuerza su poder real frente a los civiles.
60
1.3. El poder civil, formalmente institucionalizado en
las normas que le dan
atribuciones de control sobre las funciones de la institución militar, han
perdido parte de su poder al ser trasladado al Ejecutivo la decisión de
promover los ascensos militares sin solicitar autorización al poder legislativo.
1.4. El poder legislativo conserva, formalmente, el control sobre la formulación y
decisión de las leyes que regirán las funciones de la Fuerza Armada y de
aquellas relativas a la Seguridad de la Nación; así mismo, conserva su
función de decisión sobre el presupuesto y el control de los gastos militares a
través de la Comisión de Defensa Nacional de la Asamblea.
1.5. El poder militar logra ampliar sus funciones más allá del ámbito
exclusivamente militar y tiene responsabilidad en los asuntos de orden interno
y en la formulación de las políticas de desarrollo nacional.
1.6. La relativa independencia y autonomía de las Fuerza Armada venezolana,
otorgada por la Constitución de 1999, le permite aparecer en el escenario
político como la única fuerza real con posibilidades de comportarse como un
actor político. Pero tienen limitaciones formativas, como la prohibición del
proselitismo.
2.
El estudio y análisis del papel de la FAN, a la luz de la comparación de los
textos constitucionales de 1961 y de 1999 respectivamente, nos permitió proseguir
en nuestro trabajo de investigación, esta vez desarrollado sobre la imagen de la
Fuerza Armada Nacional de finales del siglo XX y principios del siglo XXI, y
específicamente en torno a los aspectos relacionados con los diferentes momentos
históricos que vivió el país a partir de “El Caracazo” en el año de 1989 hasta la
captura del líder guerrillero de las FARC-EP, Rodrigo Granda, alias “El Canciller” y su
posterior entrega al gobierno de Colombia por parte de miembros de la FAN en
diciembre de 2004. A tales efectos fueron comparadas, como se señaló
anteriormente, dos épocas: La primera, que tiene sus orígenes en los golpes de
estado de 1992 y que continúa con el gobierno de Rafael Caldera 1994 -1999, último
año este en que Hugo Chávez Frías, por el voto popular emitido en diciembre de
1998, llega a la Presidencia de Venezuela. En la segunda, se destacaron los
61
principales hechos del acontecer político del país desde que Hugo Chávez asume el
rol de Comandante en Jefe de la FAN, con énfasis esencialmente en la actuación de
la FAN en su trabajo por el país como institución y la credibilidad y confianza que
depositan los venezolanos en ella, lo que nos da una idea de la imagen de la
institución castrense.
3.
Finalmente, se concluye con el análisis de la FAN en los estudios de opinión
pública tanto nacionales como extranjeros, realizados por las diferentes empresas
que se ocupan del tema, dedicándonos en primer lugar a hablar someramente del
proceso de confianza vs. desconfianza en las instituciones por parte de los
latinoamericanos, los valores de la democracia, para finalmente ocuparnos del caso
venezolano.
4. Balance Final
Finalmente podemos hacer un balance final sobre el sentido y significación que ha
tenido este trabajo, los cuales se vinculan con las instituciones que se evalúan en el
campo de la opinión pública y con una especialmente, que es el tema especifico de
este trabajo, nos referimos a la Fuerza Armada Nacional, ¿Cuál es la percepción que
tiene el ciudadano sobre el papel que está jugando la institución armada, en especial
desde que Hugo Chávez rige los destinos del país? O dicho de otra manera ¿Cuánta
confianza y credibilidad le genera a la gente la FAN? ¿Le tienen mucha o no les
tienen confianza? Para dar respuesta a estas interrogantes, algunos comentarios nos
parecen oportunos:
4.1.
En primer lugar, es pertinente señalar, que en los estudios de opinión
pública a los que hicimos referencia a lo largo de este trabajo encontramos tres
grupos de instituciones claramente diferenciadas en relación a la confianza de los
ciudadanos en ellas:
FAN
Grupo 1: Mayor confianza
MCS
Universidades
62
Iglesia Católica
Grupo 2: Nivel de confianza Empresarios
medio
Gobierno Nacional
Partidos Políticos
Grupo 3: Menor confianza
Poder Judicial
Asamblea Nacional
4.2.
La confianza en las instituciones nunca será total, y en el caso de la
FAN, esta no constituye una excepción. La realidad es que la opinión de los
venezolanos sobre este aspecto ha sido sumamente clara. Se confía, se cree en
uno mismo, en lo que le es más próximo, cercano, manejable o que le reporte
beneficios tangibles y concretos en términos personales.
4.3.
Los niveles de confianza en las distintas instituciones no son uniformes
y no se comportan de manera similar en los distintos segmentos o sectores
sociales; en el caso específico de la FAN, la posición política, el sexo, el nivel
socio
económico,
diferencialmente
la
edad,
la
situación
demográfica
tienden
a
influir
en el nivel de confianza en las mismas que expresan los
ciudadanos.
4.4.
Los datos aportados sobre la percepción del público, en relación con la
FAN nos indican que los ciudadanos no creen ciegamente en ella como
institución reguladora de la sociedad, especialmente cuando se trata de defender
uno de los valores mas preciados por la sociedad venezolana: la libertad.
5. Epílogo
El militar y lo militar, constituyen componentes esenciales y decisivos de la vida
política venezolana y de manera especial en los inicios del siglo XXI; tan decisivos
63
que, a pesar de los sucesivos cambios de rol que ambos han experimentado, en
particular desde que Hugo Chávez asumió la Presidencia de Venezuela, su
presencia nunca ha dejado de interferir en los modos como se ejerce el poder
político, el oficio de gobierno y, sobre todo, la primera magistratura del país.
La imagen de los militares y de lo militar ya no es tan precisa. Hoy en día, un militar
transmite a la población una mezcla confusa de roles y de imágenes, tanto, como los
nuevos oficios que asume o las mascaras que le corresponde usar, si tuviéramos
que resumirlo diríamos con preocupación que estamos frente a una institución de
imagen pública extraviada, construida a lo largo de todo el período democrático
venezolano, pero que aún no logra hacerse de una imagen nueva, creíble, confiable
y respetable.
El proceso de militarización del aparato gubernamental, y ante un cuadro ambiguo y
patético de confusión de roles por parte del Presidente de la República, corresponde
más a la imagen del militar pretoriano que a la imagen del militar profesional o
revolucionario.
En perspectiva futura podemos precisar que, la nueva coyuntura política del país ha
expuesto a la institución militar a cuestionar formas fundamentales de su razón de
ser: el respeto a la Constitución y las leyes de la República y de sus instituciones,
con lo cual surgen un torbellino de paradojas, cuyo desenlace probable sería
demasiado osado pronosticar.
Finalmente podríamos preguntarnos: ¿Debemos volver a Carabobo? Cada uno debe
regresar a su condición. Que el político vuelva a la política, el sacerdote al
sacerdocio, el empresario a la empresa, los MCS a sus noticias, las Universidades a
sus aulas y la FAN a su cuartel. La última palabra parece tenerla, desde luego
indecisamente, las instituciones. Con esta reflexión final, concluye este trabajo sobre
la imagen de la FAN.
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Anexo 1
TABLAS UTILIZADAS
68
Tabla 1
Preferencias por gobiernos civiles VS militares a raíz del 4F de 1992
PREFERENCIAS %
BASE (2000)
El actual sistema de gobierno
63
Un gobierno militar
26
Ninguno /NC
11
Pregunta adicional a los que no se manifestaron por el gobierno
actual (N=736)
Un gobierno militar
32
El actual sistema reformado
56
Ninguno /NC
12
Preferencia por gobierno
militar del total de
entrevistados
12
Fuente: elaboración propia (Pulso Nacional, marzo 1992.)
Tabla 2
Apoyo al alzamiento militar del 27 de noviembre de 1992
APOYO %
(BASE =654)
Muy a favor
9
Algo a favor
13
En contra
76
NS/NC
2
Fuente: Elaboración propia (Datos, 2-4 de diciembre, 1992)
69
Tabla 3
¿Quién cree Ud que tiene más poder en (país)?. Nombre hasta tres.
Argentina
Brasil
Chile
México
Paraguay
Perú
Uruguay
Venezuela
El Gobierno
42
52
50
59
30
62
45
50
El parlamento/Congreso
9
33
24
16
4
31
14
27
Los partidos políticos
18
24
22
30
19
10
25
35
Los militares
14
31
47
34
61
50
22
46
Las grandes empresas
64
38
50
36
28
42
39
42
Las empresas transnacionales
29
31
13
19
6
16
25
14
Los sindicatos
10
13
6
23
3
5
13
19
Los bancos
17
24
31
25
13
23
30
21
Las empresas medianas
2
4
4
5
1
2
1
9
1200
1200
1240
1204
587
1226
1220
1200
n
Fuente: Latinobarómetro, Mayo-Junio 1997, elaboración propia
70
Tabla 4
“Trabajo de la Fuerza Armada en la solución de los problemas del país”
Año
1993
1994
1995
Trimestre
I
II
III
IV
I
II
III
IV
I
II
III
IV
%
37
38
35
44
41
36
44
45
42
37
33
48
I
II
III
IV
I
II
III
IV
29
26
28
30
30
35
36
37
1996
1997
n
1500
Fuente: Elaboración propia
Tabla 5
Apoyo a un nuevo golpe militar (post 1992) (%)
Mar. 94
(1.000)
Jun. 94
(1.000)
Sep. 95
(1.000)
Mar. 97
(810)
Sep. 98
(1.000)
Sí
12
18
15
19
8
APOYO
No
76
73
80
75
88
Indiferente
7
5
1
3
2
NS/NC
5
3
4
3
2
(BASE)
Fuente: Elaboración propia (Mercanálisis 2000)
71
Tabla 6
Cuanta confianza tiene usted en que la siguientes instituciones estén realizando
una buena labor por Venezuela y los Venezolanos. La pregunta se refiere a mucha
confianza
Iglesia
(54%)
Medios de comunicación
(48%)
Universidades
(37%);
Militares
(26%).
Congreso
(9%)
Partidos políticos
(4%).
Fuente: Elaboración propia (Pulso Nacional febrero1998)
Tabla 7
Sectores que deben integrar la Asamblea Nacional Constituyente
Pueblo:
28,7%
El Presidente Chávez (el Gobierno):
14,6%
Profesionales:
11,7%
Educadores:
10,6%
Empresarios, sector agrícola, banca:
8,9%
Políticos, Congresantes
7,8%
Médicos:
7,3%
No contestó:
2,8%
Religiosos, católicos:
2,5%
Sindicalistas:
1,2%
Militares, FAN:
1,0%
Gobernadores, alcaldes:
0.9%
Poder Judicial:
0,6%
Otros sectores:
1,5%
Fuente: Elaboración propia (Omnibus febrero 1999)
72
Tabla 8
“Trabajo de la Fuerza Armada en la solución de los problemas del país”
Año
2000
Trimestre
%
I
66%
II
62%
III
71%
IV
64%
n
1500
Fuente: Elaboración propia
Tabla 9
¿En cual de estas instituciones u organismos de liderazgo siente Ud. más
confianza actualmente?
Marzo 1994
Enero 1995
Marzo 2000
Octubre 2000
Base:
350
350
350
402
Congreso/ Congresillo/
Asamblea
5
1
5
7
Los periódicos
11
12
5
7
La iglesia católica
21
20
22
19
Los tribunales de justicia
--
2
1
4
Petróleos de Venezuela
5
4
3
7
Las Fuerzas Armadas
28
17
27
21
Los bancos privados
1
--
3
3
La televisión
7
8
3
7
Empresas privadas
1
6
7
10
La dirigencia sindical
2
1
1
--
Ninguno
9
23
8
11
Otros
9
4
12
--
No sabe decir
--
1
--
3
Fuente: Elaboración propia (Mercanálisis 2000)
73
Tabla 10
Con sinceridad ¿qué puntuación le daría al gobierno actual, siendo 1 la peor y 10
la mejor?
Marzo 2000
Abril 2000
Mayo 2000
Julio 2000
Octubre 2000
350
350
419
349
402
Puntaje + (6 - 10)
60
52
53
54
50
Puntos 8-10
35
28
34
29
28
Puntos 6-7
25
24
19
25
22
Puntaje - (1 - 5)
39
46
47
43
49
Puntos 4-5
20
18
18
17
22
Puntos 1-3
19
28
29
26
27
No dijo
1
2
--
3
1
Media
6.11
5.56
5.68
5.69
5.54
Base:
Fuente: Elaboración propia (Mercanálisis 2000)
Tabla 11
“Trabajo de la Fuerza Armada en la solución de los problemas del país”
Año
Trimestre
%
n
2001
I
58%
1500
II
56%
Fuente: Elaboración propia
74
Tabla 12
De existir corrupción, ¿Quienes cree Ud. que serían los responsables?
(1 o + de 1)
Total
Base:
1800
Los contratistas
27,11
Los jefes del plan
25,56
El gobierno nacional
19,33
Los que suministran los materiales y equipos
18,44
El presidente Hugo Chávez
11,33
Los militares
10,44
Los ministros de Adscripción
7,78
Fuente: Elaboración propia (Eugenio Escuela 2001)
Tabla 13
¿Por lo que usted sabe, el Gobierno venezolano se está militarizando o no se está
militarizando?
Total
Entrevistados
1500
Se está militarizando
57%
No se está militarizando
35%
No sabe
8%
Fuente: elaboración propia (Consultores 21 2001)
75
Tabla 14
¿Usted apoyaría o rechazaría un nuevo intento golpista de los militares?
Total
Entrevistados
1000
Rechazaría
85%
Apoyaría
8%
Indiferente
4%
No sabe
3%
Fuente Mercanálisis 2001
Tabla 15
¿A usted le parecería conveniente o inconveniente que en Venezuela ocurra una
militarización?
Total
Entrevistados
1500
Si conviene
31%
No conviene
59%
No sabe
10%
Fuente: Elaboración propia (Consultores 21 2001)
Tabla 16
76
¿Usted o alguien que usted conozca se ha visto beneficiado o ayudado por el
Plan Cívico Militar 2000 ó 2001?
Total
Entrevistados
1500
Si
28%
No
72%
Fuente Consultores 21 2001
Tabla 17
¿Cuánto están trabajando por resolver los problemas del país?
(la gráfica corresponde a mucho+algo)
Marzo 99
Agosto 01
Medios de Comunicación
Social
63%
65%
Iglesia Católica
59%
57%
Fuerza Armada
67%
55%
Los venezolanos
60%
55%
Gobierno
73%
46%
Empresa Privada
37%
42%
Gobernadores/Alcaldes
43%
42%
TSJ
30%
30%
Asamblea Nacional
24%
23%
CTV
20%
18%
Fuente: Consultores 21 2001
77
Tabla 18
¿Como califica usted la labor de estos sectores por el bienestar del país?
Bien
5
Regular
3
Mal
2
Sector
Porcentaje
Iglesia
4,34
Los Medios
3,54
Sociedad Civil
3,43
Los Comerciantes
3,41
Los Bancos
3,72
Industriales
3,54
La Gente del Petróleo
3,50
Alcaldes
3,22
El Gobernador
3,21
FAN
3,14
Sindicalistas
3,14
Asamblea
2,91
Poder Judicial
2,72
H.CH.F
2,72
n=
1000
Fuente: Elaboración propia
78
Tabla 19
¿Cuánta confianza tiene usted en que las siguientes instituciones estén
realizando una buena labor por Venezuela y los venezolanos?
La Iglesia
36%
Las universidades
35%
Los medios de comunicación
35%
La sociedad civil
27%
PDVSA
26%
Los militares
22%
Coordinadora Democrática
18%
El gobernador de su estado
18%
El alcalde de su municipio
16%
Los empresarios
14%
Los sindicatos de trabajadores
11%
Fedecamaras
10%
79
La Asamblea Nacional
10%
Defensoría del Pueblo
10%
Tribunal Supremode Justicia
8%
Los banqueros
7%
La Fiscalía General
6%
Contraloría General
5%
Los partidos políticos
5%
Fuente: Elaboración propia (Pulso Nacional 2003)
80
Tabla 20
¿Cuál de los escenarios que le muestro a continuación considera usted más
probable como salida a la crisis política de Venezuela?
Salida electoral negociada
71%
Permanencia de Hugo Chávez hasta 2007
19%
Asamblea Nacional Constituyente
3%
Golpe de Estado contra el gobierno
2%
Autogolpe
1%
Fuente: Pulso Nacional 2003 junio
81
Tabla 21
En este proceso de reparos, tiene usted confianza o no tiene confianza en la
labor que cumple el Plan República?
Total Muestra
309
Sí
36%
No
56%
NS/NC
8%
Fuente: Elaboración propia (Consultores 21)
Tabla 22
Democracia o autoritarismo
Fuente: Comité de Expertos en Administración Pública ONU 2003
82
Tabla 23
Establecimiento de la democracia
Fuente: Comité de Expertos en Administración Pública ONU 2003
Tabla 24
Satisfacción con la democracia
Fuente: Comité de Expertos en Administración Pública ONU 2003
83
Tabla 25
Confianza en las instituciones latinoamericanas
Confianza en las instituciones latinoamericanas (Promedios para los 17 países)
1996-
1996
1997
1998
1999/2000
2001
Iglesia
76.2
75.4
78.5
77.3
71.7
75.8
Televisión
50.8
46.2
45.9
42.2
49.2
46.8
Fuerzas Armadas
45.1
47.2
41.9
45.0
38.6
43.6
Presidencia
28.3
38.9
37.7
38.9
34.5
36.0
Poder Judicial
33.2
36.5
31.7
33.8
32.4
33.8
Policía
30.0
36.4
32.2
35.2
32.6
33.4
Admin. Pública
29.7
-
-
-
27.6
28.7
2001
84
Congreso
27.4
35.5
26.8
27.3
23.2
28.1
Partidos Políticos
21.0
28.4
21.7
19.7
18.7
21.9
Fuente: Elaboración propia (Latinobarómetro 2001)
85
Tabla 26
Confianza en las Instituciones
Instituciones
% de confianza (*)
Iglesia
71
Educación
67
Noticieros de TV
65
Empresas Privadas
56
Bancos
56
Prensa
56
Fuerzas Armadas
51
Policía
37
Sindicatos
34
86
Justicia
29
Congreso
23
Partidos Políticos
15
Fuente: Consorcio Iberoamericano de Empresas de Investigación de Mercado y
Asesoramiento 2001
87
Tabla 27
Confianza en las instituciones latinoamericanas
Confianza en las instituciones latinoamericanas (Promedios para los 17 países)
1996
1997
1998
1999/2000
2001
1996-2001
Iglesia
76.2
75.4
78.5
77.3
71.7
75.8
Televisión
50.8
46.2
45.9
42.2
49.2
46.8
Fuerzas Armadas
45.1
47.2
41.9
45.0
38.6
43.6
Presidencia
28.3
38.9
37.7
38.9
34.5
36.0
Poder Judicial
33.2
36.5
31.7
33.8
32.4
33.8
Policía
30.0
36.4
32.2
35.2
32.6
33.4
Admin. Pública
29.7
-
-
-
27.6
28.7
Congreso
27.4
35.5
26.8
27.3
23.2
28.1
88
Partidos Políticos
21.0
28.4
21.7
19.7
18.7
21.9
Fuente Latinobarómetro 2001
Tabla 28
Percepción de la FAN como Institución.
Excelente
15.5
Regular
29.6
Pésima
3.3
Buena
44.7
Mala
3.6
NS/NR
3.3
Fuente: Instituto Venezolano de Análisis de Datos 2002
89
Tabla 29
Opinión acerca de la función de los militares.
Servir a la patria
16.2
Defender la
4.3
constitucionalidad
Resguardar la seguridad del
11.7
Defender la democracia
1.2
2.1
Velar por la seguridad del
15.3
Estado
Salvaguardar los bienes de la
Nación
país
Resguardar la Soberanía
11.9
Otros
0.9
La defensa del pueblo
26.7
NS/NR
9.8
Fuente: Instituto Venezolano de Análisis de Datos 2002.
90
Tabla 30
Calificación del cumplimiento de actividades por parte de la FAN.
Militares
En la defensa de la
Muy bueno
Bueno
Malo
Pésimo
NS/NR
7.8
64.6
11.8
10.4
5.4
5.3
54.2
22.1
12.8
5.7
5.7
55.0
20.6
10.1
8.7
7.2
55.6
20.3
10.6
6.3
8.2
57.1
18.9
9.6
6.3
4.2
32.1
36.2
19.9
7.7
soberanía del país
En la garantía de la paz
social entre los
venezolanos
En la Constitución
Nacional
En defensa de la
democracia
En defensa de la libertad
de expresión
En el combate de la
corrupción
91
En el combate del
8.1
48.3
24.8
12.7
6.2
6.5
47.1
26.0
13.6
6.8
5.7
42.8
26.9
15.8
8.9
4.3
34.0
34.6
20.5
6.6
narcotráfico
En el combate del
contrabando
En el combate de la
guerrilla
En el combate de los
secuestros en frontera
Fuente: Instituto Venezolano de Análisis de Datos 2002
92
Tabla 31
Imagen de los componentes de la FAN
Componentes de la FAN
Favorable
Desfavorable
NS/NR
Marina
84.4
6.1
9.5
Ejército
81.7
14.5
3.8
Aviación
83.8
8.8
7.4
Guardia Nacional
78.4
17.2
4.4
Fuente: Instituto Venezolano de Análisis de Datos 2002
93
Tabla 32
Opinión acerca de los resultados logrados por la FAN a través del Plan Bolívar
2000
Buenos resultados
39.5
Ningún resultado
20.8
Pocos resultados
35.8
NS/NR
4.0
Fuente: Instituto Venezolano de Análisis de Datos 2002
Tabla 33
Opinión acerca de si ha habido corrupción en el Plan Bolívar 2000.
Mucha corrupción
51.3
Ninguna corrupción
9.7
Poca corrupción
29.3
NS/NR
9.8
Fuente: Instituto Venezolano de Análisis de Datos 2002
94
Tabla 34
Opinión acerca de si los oficiales de la FAN están capacitados para desempeñar
altos cargos en la administración pública.
Si están capacitados
55.0
No están capacitados
37.8
NS/NR
7.2
Fuente: Instituto Venezolano de Análisis de Datos 2002
Tabla 35
Ocupación de los altos cargos de la administración pública.
Por civiles
40.9
Civiles y militares
45.3
Por militares
9.7
NS/NR
4.1
Fuente: Instituto Venezolano de Análisis de Datos 2002
95
Tabla 36
Grado de confianza que le merecen los componentes de la FAN.
Componentes de la FAN
Mucha
Poca
Ninguna
NS/NR
confianza
confianza
confianza
Marina
55.8
30.2
6.8
7.3
Ejército
51.8
36.4
6.8
5.0
Aviación
57.0
31.3
6.0
5.7
Guardia Nacional
55.8
31.3
8.9
4.0
Fuente: Instituto Venezolano de Análisis de Datos 2002
96
Tabla 37
De los componentes de la FAN, el que más trabaja.
El Ejército
29.3
La Marina
4.6
La Guardia Nacional
52.3
NS/NR
11.8
La Aviación
1.9
Fuente: Instituto Venezolano de Análisis de Datos 2002
97
Tabla 38
Imagen de algunas Instituciones.
Favorable
Desfavorable
NS/NR
La Iglesia Católica
75.3
22.3
2.4
Los Gremios Profesionales
76.4
17.1
6.5
Las Universidades
89.1
8.4
2.5
Los medios de comunicación social
73.1
24.5
2.4
La Fuerza Armada Nacional
81.3
13.6
5.2
El Gobierno Nacional
50.5
45.1
4.4
Instituciones
Fuente: Instituto Venezolano de Análisis de Datos 2002
ANEXO 2
INDICE DE FIGURAS
99
Figura 1
Imágenes de los sucesos del 27 de Febrero de 1989
Fuente: El Universal
Figura 2
Participantes del Golpe del 4 de Febrero de 1992
Teniente coronel Hugo Chávez: "Compañeros, lamentablemente, por
ahora, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados en la
ciudad capital. Es decir, nosotros aquí en Caracas no logramos
controlar el poder. Ustedes lo hicieron muy bien por allá. Pero ya es
tiempo de evitar más derramamiento de sangre. Ya es tiempo de
reflexionar. Y vendrán nuevas situaciones. El país tiene que
enrumbarse definitivamente hacia un destino mejor. Así es que oigan
mis palabras. Oigan al comandante Chávez que les lanza este
mensaje para que por favor reflexionen”
Fuente: El Nacional
100
Figura 3
Índice de agrado hacia el presidente Carlos Andres Perez.
Sep 91
- 15 %
Dic 91
- 21 %
Jun 92
- 51 %
Fuente: Elaboración propia.
Figura 4
Participantes del Golpe del 27 de Noviembre de 1992
Fuente: El Nacional
101
Figura 5
Apoyo a la Democracia
Fuente: Latinobarómetro, Mayo – Junio 1995
Figura 6
Hugo Chávez F en el Congreso de la República al momento de juramentarse y el
juramento que hizo
“Juro delante de Dios, juro delante de la patria, juro
delante de mi pueblo y ante esta moribunda
Constitución, cumplir las transformaciones
democráticas necesarias para que la República
tenga una nueva Constitución adecuada a los
nuevos tiempos”.
(Palabras del presidente constitucional de la
República al hacer el juramento en el Congreso
Nacional, 2.11.99).
Fuente: El Nacional 1999
102
Figura 7
Acciones del Plan Bolívar 2000
Fuente: El Universal
Figura 8
Foto del Teniente Alejandro Sicatt Torres
Fuente: Notitarde
103
Figura 9
Izquierda aspecto de la Marcha del 11- A; derecha represión de la manifestación
por parte de miembros de la FAN
Fuente: Elaboración propia
Figura 10
“¿Cómo califica usted la labor de estos sectores por el bienestar del país?” *
Bien 5 Regular 3 Mal 2
Fuente Datanálisis Junio 2002
104
Figura 11
Opinion en relación a un nuevo golpe de Estado
Fuente: Datanálisis junio 2002
105
Figura 12
Repercusión de los sucesos del 11 de Abril
Fuente: Elaboración propia (Datanálisis 2002)
Figura 13
Cacerolazo al alto mando de la aviación
Fuente: El Universal
106
Figura 14
Escena en “Los Próceres”
Fuente: Elaboración Propia .
Figura 15
Imágenes del General Luis F Acosta Carles durante el paro del 2003
Fuente: Elaboración propia (www.globovision.com)
107
Figura 16
¿Está usted de acuerdo o está en desacuerdo con la actuación de la FAN en el
paro?
De acuerdo
Desacuerdo
No sabe
Fuente: Mercanálisis Enero 2003
Figura 17
Percepción de trabajo por la solución de los problemas del país (cifra graficada
corresponde a TRABAJA)
Fuente: Elaboración propia (Consultores 21 2003)
108
Figura 18
¿Cómo califica usted la labor de estos sectores por el bienestar del país?
Fuente: Elaboración propia (Datanálisis 2003)
109
Figura 19
Confianza en las Instituciones u Organizaciones
Fuente: Elaboración propia (Sondeo Paralelo 2003)
110
Figura 20
Imágenes de los sucesos del 27 de febrero
Fuente: Elaboración propia.
Figura 21
El Presidente Chávez en el acto de condecoración a los militares que participaron
en los disturbios del 27 de febrero
Fuente: BBC Mundo
111
Figura 22
¿Cuál es su posición con respecto a la actuación de las siguientes instituciones
durante la manifestación del viernes 27 de febrero, que pretendía llegar al Teatro
Teresa Carreño?
Fuente: Elaboración propia (Datanálisis 2004)
Fuente: Elaboración propia (Datanálisis 2004)
112
Figura 23
Imágenes de la “Guarimba”
Fuente: Elaboración propia
113
Figura 24
Izquierda, imágenes de la muerte de los soldados de Fuerte Mara; derecha
denuncia de la periodista Patricia Poleo en relación al caso
Fuente: Elaboración propia
114
Figura 25
“¿Cómo califica usted la labor de estos sectores por el bienestar del país?”
Fuente: Elaboración propia (Datanálisis 2004)
115
Figura 26
Imágenes de la captura de los presuntos “Paramilitares” colombianos en la finca
Daktari
Fuente: Elaboración propia
116
Figura 27
Confianza en las instituciones
Fuente: Elaboración propia (Mercanálisis Mayo 2004)
Figura 28
Militares haciendo propaganda a favor del presidente Chávez
Fuente: Elaboración propia.
117
Figura 29
¿Dentro del actual sistema, cuales de estas instituciones funcionan bien y cuales
funcionan mal en Venezuela?
Fuente: Elaboración propia (Mercanálisis junio 2004)
118
Figura 30
Izquierda foto de Rodrigo Granda; Derecha foto del Oficial de la GN que lo capturo
Fuente: Elaboración propia (El Nuevo País)
119
Figura 31
Confianza en las Instituciones en América Latina
Fuente: Latinobarómetro
120
Figura 32
Confianza en la Iglesia
Fuente: Latinobarómetro 2001
121
Figura 33
Confianza en las Instituciones u Organizaciones
Inscritos en el REP
Fuente: Sondeo Paralelo 2003
122
Figura 34
Confianza en las Fuerzas Armadas
Totales por país
Fuente: Latinobarómetro 2001
123
Figura 35
Confianza en las Instituciones u Organizaciones
(Duros de la Oposición inscritos en el REP)
Fuente: Sondeo Paralelo 2003
124
Figura 36
Confianza en las Instituciones u Organizaciones
(Duros del Gobierno inscritos en el REP)
Fuente: Sondeo Paralelo 2003
125
Figura 37
Cuanto trabajan referentes por solucionar los problemas del país
Fuente: Consultores 21
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