XI. SALARIOS MÍNIMOS Evolución del Salario Mínimo Real e Inflación Durante el primer mes de 2015, el salario mínimo general promedio registró un incremento en términos reales de 4.3%, el cual superó al aumento nominal de 4.2% que el Consejo de Representantes de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos otorgó a esos salarios a partir del 1° de enero, toda vez que la inflación —medida con el Índice Nacional de Precios al Consumidor General (INPC General)— para ese mes experimentó un retroceso de 0.1%, como se aprecia en la siguiente gráfica. De igual forma, al considerar la inflación mediante el Índice Nacional de Precios al Consumidor para familias con ingresos de hasta un salario mínimo (INPC Estrato 1), ésta evidenció la misma tendencia decreciente, al observar un retroceso de 0.1%, por lo que con esta medición el poder adquisitivo del salario mínimo creció 4.3 por ciento. F1 P-07-02 Rev.00 1430 Comisión Nacional de los Salarios Mínimos EVOLUCIÓN DEL SALARIO MÍNIMO GENERAL PROMEDIO 1997 - 2015 - Variación de diciembre con respecto diciembre del año anterior - * El salario mínimo entró en vigor a partir de diciembre y no en enero del año siguiente. 1/ Salario mínimo deflactado con el INPC General. 2/ A enero de 2015. FUENTE: Comisión Nacional de los Salarios mínimos con información propia y del INEGI. Salarios Mínimos 1431 Evolución del salario mínimo real por área geográfica La evolución real interanual del salario mínimo general promedio y el de cada una de las dos áreas geográficas en que actualmente se integra el país para efectos de revisión y fijación de ese salario observó resultados positivos, al reportar un crecimiento de 1.1% en cada caso. Con respecto a diciembre de 2014, ambas áreas registraron un aumento de 4.3%, como se presenta en el siguiente cuadro. EVOLUCIÓN DEL SALARIO MÍNIMO Pesos diarios Área geográfica 2014 2015 2015/2014 Promedio 65.58 68.33 A 67.29 B 63.77 1/ 2/ 3/ Variación real 1/ (%) 2014-2015 Variación nominal (%) Ene 15/ene 14 2/ Ene 15/dic 14 3/ 4.2 1.1 4.3 70.10 4.2 1.1 4.3 66.45 4.2 1.1 4.3 Para el salario mínimo real se aplicó el Índice Nacional de Precios al Consumidor General base 2ª quincena de diciembre de 2010. Incremento de enero de 2015 respecto a enero de 2014. Incremento de enero de 2015 respecto a diciembre de 2014. FUENTE: Comisión Nacional de los Salarios Mínimos con información propia y del INEGI. 1432 Comisión Nacional de los Salarios Mínimos Evolución del salario mínimo real de las ciudades que integran el Índice Nacional de Precios al Consumidor Al observar el comportamiento del salario mínimo real durante el período interanual de enero de 2014 a igual mes de 2015 se aprecia que este salario reportó crecimientos en 45 de las 46 ciudades que integran al Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC). Así, la única disminución del período se presentó en Tulancingo, Hidalgo (0.1%). Por el contrario, de las ciudades que experimentaron aumentos, las que destacaron por lo significativo de su recuperación fueron Matamoros, Tamaulipas (5.3%); Mexicali, Baja California (4.1%); Ciudad Acuña, Coahuila y Ciudad Juárez, Chihuahua (3.5% cada una); y Tijuana, Baja California (3.4%). De igual forma, 19 ciudades crecieron en proporciones inferiores al promedio nacional (1.1%), y los aumentos de menor magnitud se presentaron en Tapachula, Chiapas (0.1%); Campeche, Campeche y Toluca, Estado de México (0.2%, en ambas ciudades). Estos aspectos se pueden observar en el cuadro de la siguiente página. Salarios Mínimos 1433 SALARIO MINIMO REAL EN CIUDADES QUE INTEGRAN EL ÍNDICE NACIONAL DE PRECIOS AL CONSUMIDOR Enero de 2015 - Variación respecto al mismo mes del año anterior Área Geográfica Entidad Federativa Ciudad Nacional (Calculado con INPC General) Nacional (Calculado con INPC Estrato 1) A Tamaulipas Matamoros A Baja California Mexicali B Coahuila de Zaragoza Ciudad Acuña A Chihuahua Ciudad Juárez A Baja California Tijuana A Sonora Hermosillo B Michoacán de Ocampo Jacona A Tamaulipas Tampico B Michoacán de Ocampo Morelia B Morelos Cuernavaca Monterrey A Nuevo León A Baja California Sur La Paz Quintana Roo Chetumal B B Zacatecas Fresnillo Colima B Colima B Querétaro Querétaro B San Luis Potosí San Luis Potosí A Sonora Huatabampo B Oaxaca Oaxaca B Aguascalientes Aguascalientes B Guanajuato Cortazar Sinaloa B Culiacán B Chihuahua Ciudad Jiménez A Jalisco Guadalajara B Guanajuato León B Chihuahua Chihuahua B Jalisco Tepatitlán B Tabasco Villahermosa B Nayarit Tepic B Coahuila de Zaragoza Torreón B Guerrero Iguala B Yucatán Mérida A Guerrero Acapulco Veracruz de Ignacio de la Llave B Córdoba B Oaxaca Tehuantepec Coahuila B Monclova B Veracruz de Ignacio de la Llave San Andrés Tuxtla B Durango Durango B Puebla Puebla B Veracruz de Ignacio de la Llave Veracruz A Distrito Federal y Estado de México Área Metropolitana de la Ciudad de México B Tlaxcala Tlaxcala B Estado de México Toluca B Campeche Campeche B Chiapas Tapachula B Hidalgo Tulancingo FUENTE: Comisión Nacional de los Salarios Mínimos con información propia y del INEGI. INEGI. Variación real (%) 1.1 1.1 5.3 4.1 3.5 3.5 3.4 1.9 1.7 1.7 1.5 1.5 1.4 1.4 1.4 1.3 1.3 1.3 1.2 1.2 1.2 1.2 1.2 1.2 1.2 1.1 1.1 1.1 1.0 1.0 1.0 0.9 0.9 0.9 0.8 0.8 0.8 0.8 0.7 0.7 0.6 0.4 0.4 0.3 0.2 0.2 0.1 -0.1 1434 Comisión Nacional de los Salarios Mínimos Con respecto a noviembre de 2012, el análisis del comportamiento del salario mínimo real muestra que dicho salario se incrementó en todas las ciudades consideradas en el INPC. Las que evidenciaron los aumentos más importantes fueron Matamoros, Tamaulipas (8.5%); Hermosillo, Sonora (7.9%); Huatabampo, Sonora y Monterrey, Nuevo León (7.7%, en cada caso); Ciudad Juárez, Chihuahua (7.3%) y Tampico, Tamaulipas (7.1%), entre otras, como se aprecia en el siguiente cuadro. Salarios Mínimos 1435 SALARIO MINIMO REAL EN CIUDADES QUE INTEGRAN EL ÍNDICE NACIONAL DE PRECIOS AL CONSUMIDOR Enero de 2015 - Variación respecto a noviembre de 2012 Área Geográfica Entidad Federativa Ciudad Nacional (Calculado con INPC General) Nacional (Calculado con INPC Estrato 1) A Tamaulipas Matamoros A Sonora Hermosillo A Sonora Huatabampo Monterrey A Nuevo León A Chihuahua Ciudad Juárez A Tamaulipas Tampico A Jalisco Guadalajara A Baja California Mexicali A Baja California Tijuana B Morelos Cuernavaca B Coahuila de Zaragoza Ciudad Acuña A Guerrero Acapulco B Oaxaca Tehuantepec B Guerrero Iguala B Guanajuato Cortazar B Coahuila Torreón B Michoacán de Ocampo Morelia Sinaloa B Culiacán Colima B Colima B Aguascalientes Aguascalientes B Zacatecas Fresnillo B Chihuahua Ciudad Jiménez B Puebla Puebla B Oaxaca Oaxaca B San Luis Potosí San Luis Potosí B Michoacán de Ocampo Jacona B Chihuahua Chihuahua B Durango Durango B Nayarit Tepic Quintana Roo Chetumal B B Querétaro Querétaro B Guanajuato León B Yucatán Mérida B Veracruz de Ignacio de la Llave Veracruz Coahuila de Zaragoza B Monclova B Tlaxcala Tlaxcala A Baja California Sur La Paz B Veracruz de Ignacio de la Llave San Andrés Tuxtla B Estado de México Toluca B Tabasco Villahermosa Veracruz de Ignacio de la Llave B Córdoba B Jalisco Tepatitlán B Hidalgo Tulancingo A Distrito Federal y Estado de México Área Metropolitana de la Ciudad de México B Campeche Campeche B Chiapas Tapachula FUENTE: Comisión Nacional de los Salarios Mínimos con información propia y del INEGI. INEGI. Variación real (%) 4.2 4.3 8.5 7.9 7.7 7.7 7.3 7.1 6.8 6.6 6.4 5.6 5.6 5.2 5.1 5.1 5.0 4.7 4.6 4.5 4.5 4.5 4.4 4.4 4.3 4.3 4.1 4.1 4.0 3.9 3.7 3.5 3.5 3.4 3.4 3.4 3.4 3.3 3.2 3.2 2.9 2.8 2.6 2.5 2.4 2.4 2.3 1.7 1436 Comisión Nacional de los Salarios Mínimos El rezago del salario mínimo (Nexos) En la edición en línea del mes de febrero de 2015, la revista “Nexos” publicó el artículo El rezago del salario mínimo1, en el cual se aborda el actual debate sobre la recuperación del salario mínimo en este país. “El año pasado, desde el discurso del Jefe de Gobierno el Día del Trabajo, el salario mínimo surgió como tema crucial de discusión económica en el país. Su intempestiva aparición, después de décadas de ausencia, se dio en un marco internacional de preocupación por la desigualdad y sus efectos sobre el crecimiento económico. Y en un contexto en que el salario mínimo es usado en muchos países como instrumento útil y legítimo para reducir la desigualdad, asegurar un piso de ingreso digno y fortalecer la demanda interna. Sorpresivamente se evidenció que México, una de las economías más grandes y modernas del mundo en desarrollo, pionera en tratados comerciales, miembro de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) y foco de admiración por lanzar una nueva ronda de reformas estructurales —que abrió sus mercados petrolero y de telecomunicaciones— tenía un salario mínimo escandalosamente inferior a la “…remuneración suficiente para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos” como estipula el Artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. El salario mínimo mexicano se reveló como el más bajo de la OCDE y de los menores en América Latina, en dólares corrientes o constantes. Su nivel es el 15% del PIB per cápita, frente al 30% en Chile o Brasil, y equivale al 19% de la media salarial nacional; porcentaje muy bajo para la región. Como afirma OIT en México “el salario mínimo está por 1 Este artículo fue elaborado por Juan Carlos Moreno-Brid, Director Adjunto de la CEPAL y por Stefanie Garry, Economista de la CEPAL en México. Salarios Mínimos 1437 debajo de los niveles del mercado, aún para los trabajadores no calificados”, y según CEPAL “México es el único país al final de la década donde el valor del salario mínimo es inferior al del umbral de pobreza per cápita”. El debate apuntó a la necesidad de cerrar el abismo entre el México moderno, cuya ola de reformas y clase política y empresarial busca mayor presencia en la economía mundial, y el México del salario mínimo ínfimo, en violación de la Constitución y en desacuerdo con convenios internacionales en materia laboral o de derechos humanos. Se conformó una masa crítica de analistas, actores económicos y representantes de diversas organizaciones políticas que coincidió en que un requisito fundamental para elevar el salario mínimo es desvincularlo de toda transacción escasamente ligada al mercado laboral. En septiembre los coordinadores de bancada del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Partido Acción Nacional (PAN), Movimiento Ciudadano (MC) y Partido del Trabajo (PT), y en diciembre el Presidente de la República presentaron a la Cámara iniciativas para desvincularlo. La Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO) respaldó la iniciativa presidencial. La Cámara emitió un dictamen en sentido positivo de las iniciativas con proyecto de decreto para reformar la constitución en materia de dicha desindexación 2. Declaró que “es un compromiso social… que la clase trabajadora tenga como derecho adquirido lo mínimo para subsistir, razón por la cual, con las modificaciones que hoy se proponen se pretende cimentar las bases de una nueva estructura para la valoración de los salarios mínimos”. El proceso está pendiente de aprobación en la Cámara de Senadores. Otra prueba del impacto del debate es el acuerdo del Consejo de Representantes de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (CONASAMI) en octubre, poco después de la entrega del documento del Gobierno del Distrito Federal (GDF), que constituye la Comisión Consultiva para la Recuperación Gradual y Sostenida de los Salarios 2 Cámara de Diputados, Gaceta Plenaria, Año XVIII, Número 4173-II, miércoles 10 de diciembre, 2014. 1438 Comisión Nacional de los Salarios Mínimos Mínimos Generales y Profesionales, para: “Proponer las bases… de una política salarial que haga posible la recuperación gradual y sostenida de los salarios mínimos generales y profesionales, en un contexto de crecimiento de la economía nacional, sustentado en el incremento de la productividad, una vez que el Poder Legislativo haya resuelto…[su] desvinculación [legal] como unidad de cuenta….”3. Extraña esta creación pues la CONASAMI desde 1962 tiene similar objetivo: “ [llevar] a cabo la fijación de los salarios mínimos legales, procurando asegurar la congruencia entre lo que establece la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos con las condiciones económicas y sociales del país, propiciando la equidad y la justicia entre los factores de la producción, en un contexto de respeto a la dignidad del trabajador y su familia”4. Además en enero de 2001, el Consejo de Representantes correspondiente creó la Comisión Consultiva para la Modernización del Sistema de Salarios Mínimos para lo mismo: “Proponer las bases… de una política salarial que haga posible la recuperación gradual y sostenida, en términos reales, del salario mínimo en un marco de crecimiento con calidad de la economía nacional…” 5. El período de sesiones terminó en agosto y sus recomendaciones, incluyendo la de desvinculación, fueron ignoradas o inefectivas. Los salarios mínimos continuaron sin repuntar. Ojalá que la nueva Comisión Consultiva lleve a inaugurar pronto una 3 Integrada por representantes patronales, de los trabajadores, del Banco de México, SHCP e INEGI, presidida por la CONASAMI. Lleva tres meses operando sin dar comunicado público de sus avances ni resultados. 4 Ver http://www.conasami.gob.mx/quienes_somos.html. 5 CONASAMI y STPS, “Comisión Consultiva para la Modernización del Sistema de Salarios Mínimos”; estudios y ponencias. México D.F., 2002. Salarios Mínimos 1439 estrategia de repunte significativo, sostenido del salario mínimo acorde al mandato constitucional; lo que CONASAMI no ha podido hacer en décadas. Las coincidencias hacia desvincular el salario mínimo acaban al identificar el camino a seguir posteriormente. Por un lado la Propuesta por un Acuerdo Nacional lanzada en agosto por el GDF apuntaba que, ya desvinculado, debería aumentar en 15 pesos en 2015 para cubrir la canasta básica alimentaria 6. Ofreció alternativas para su recuperación de mediano plazo para llegar al equivalente a $171 pesos diarios correspondientes a la canasta ampliada. Su alza de 2.83 pesos no augura recuperación significativa en 2015. La iniciativa generó oposición entre diversos analistas, empresarios y funcionarios. Argumentaron que elevar por decreto, de manera significativa el salario mínimo en el corto plazo sería inviable y peligroso pues, take your pick, aumentaría el desempleo, la informalidad, la inflación e incluso podría poner en riesgo la estabilidad macroeconómica del país. Su discurso tendió a minimizar la evidencia reciente de varios países de América Latina —por ejemplo Uruguay que elevó significativamente el salario mínimo sin afectar la inflación ni el empleo— y a hacer caso omiso de la política laboral al uso en países desarrollados en pro de la aplicación y alza del salario mínimo. Se apoyó en implicaciones de un modelo teórico de nivel introductorio del mercado laboral que, erróneamente, concibe al salario mínimo como el equilibrio resultante del libre juego de la oferta y la demanda de trabajo 7. En ese modelo, elevar el salario mínimo perjudica el empleo o la inflación, al minar la competitividad empresarial. Empero investigaciones empíricas realizadas después de 1990 sobre el funcionamiento del mercado laboral y extensiones teóricas para incorporar mercados duales, competencia imperfecta concluyen que si el salario mínimo es marcadamente 6 Véase Gobierno del Distrito Federal, “Política de recuperación del salario mínimo en México y en el Distrito Federal”. Ciudad de México, 2014. 7 Ver GDF, (ibid) y Campos Vázquez, Raymundo M. “El Salario Mínimo y el empleo: Evidencia internacional y posibles impactos para el caso mexicano”, Economía Informa, 2014, en prensa. 1440 Comisión Nacional de los Salarios Mínimos menor al salario medio su alza moderada no afecta adversamente al empleo y puede incrementar los ingresos laborales, el mercado interno y reducir la desigualdad salarial. Con ello se comprende el respaldo de más de 600 expertos economistas, incluyendo siete premios Nobel, a la iniciativa para elevar el salario mínimo en Estados Unidos de Norteamérica, el apoyo de The Economist a la política de alza del salario mínimo en el Reino Unido, y que el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su reporte de 2014 sobre la economía de Estados Unidos de Norteamérica recomiende al Presidente Obama aumentar el salario mínimo. En el debate nacional, la objeción que aparentemente más fuerza tuvo proviene de quienes consideran que la evolución del salario mínimo no debe olvidar el desempeño de la productividad. Al respecto, el convenio 131 de OIT 8, ratificado por México en 1973, afirma que la determinación del salario mínimo debe considerar las necesidades de los trabajadores y sus familias, y los niveles de productividad. Desde tal perspectiva la caída del salario mínimo real en México debe ser consecuencia del pobre desempeño de la productividad. La evidencia comparativa regional, como muestra el gráfico siguiente, indica otra cosa. Muestra que el salario mínimo de México es de los más bajos de la región, similar al de Bolivia y Nicaragua. Sin embargo, estas naciones tienen la menor productividad laboral de la región, 75% inferior a la de mexicana. México acusa muy alta productividad, ligeramente detrás de la de Chile. En contraste, el salario mínimo de México es la tercera parte del chileno. De hecho, por décadas la productividad laboral media de México ha sido de las más altas de América Latina. En 2011 fue la segunda mayor, apenas 3% debajo de Chile, pero 30% arriba de la de Uruguay, 60% superior a la brasileña (60%) y más que duplicando la de muchos otros países de la región. Sin embargo su salario mínimo ha sido de los más bajos. Asimismo, Brasil y Uruguay muestran que partiendo de un nivel muy bajo, el salario 8 Ver OIT, Convenio (Número 131) sobre la fijación de salarios mínimos con especial referencia a los países en vías de desarrollo (Entrada en vigor: 29 abril 1972). Salarios Mínimos 1441 mínimo real puede incrementarse por tiempo considerable de manera significativa por encima de la dinámica de la productividad. PRODUCTIVIDAD LABORAL Y SALARIOS MÍNIMOS EN AMÉRICA LATINA 2010 FUENTE: OIT, y Key Indicators of the Labour Market (KILM) 2013. El dato de Argentina de productividad es de 2006. A la vez, como afirma la Cámara de Diputados “desde hace décadas en nuestro país los salarios mínimos no han seguido la evolución de la productividad”. Como muestra el gráfico siguiente, en 1991-2013 la productividad laboral media en México subió 4.5%, pero el salario mínimo real cayó 30 por ciento. 1442 Comisión Nacional de los Salarios Mínimos SALARIOS MÍNIMOS E ÍNDICES DE COMPETITIVIDAD GLOBAL EN AMÉRICA LATINA 2012-2014 FUENTE: Base de datos de OIT QUIPUSTAT y del Foro Económico Mundial. Si el salario mínimo hubiera evolucionado como la productividad, su nivel en 2014 habría sido aproximadamente 50% mayor al registrado y se ubicaría por encima de 100 pesos diarios. Por cierto en estas décadas de divorcio del salario mínimo y productividad los hoy opositores al incremento significativo del salario mínimo se olvidaron de manifestarse contra tal distribución de ganancias de la productividad excluyente de los receptores de salarios mínimos. Si bien la productividad y la competitividad no pueden olvidarse en toda iniciativa de recuperación del salario mínimo real, en México la evolución de ambas variables ha mostrado por décadas un divorcio franco, con agudo rezago del salario mínimo frente a la productividad. Tal situación conlleva a que México aparezca en América Latina como una economía moderna, con una de las más altas productividades laborales, pero con salarios mínimos en niveles escandalosamente bajos. Salarios Mínimos 1443 MÉXICO: SALARIO MÍNIMO REAL Y PRODUCTIVIDAD LABORAL -1991=100- FUENTE: Elaboración del autor con datos de OCDE. El debate sobre el salario mínimo ha marcado al país. En primer lugar creó conciencia del agudo deterioro que ha tenido por décadas y que le coloca en un monto lejos de garantizar el nivel de vida digno que estipula nuestra Constitución Política como derecho de los y las mexicanas. Su deterioro ha frenado el alza real de los demás salarios y, con ello, contribuido a que hoy el salario del 43% de la población no alcance para comprar la canasta alimentaria básica y a que la participación de las remuneraciones laborales en el PIB de México sea de las menores en la OCDE y en América Latina. En segundo lugar, en menos de ocho meses el debate conformó una masa crítica y presión política convencida de la necesidad de insertar al salario mínimo en una senda de recuperación acorde con el mandato constitucional, misma que se tradujo en la presentación de tres iniciativas —incluso por el Presidente— ante la Cámara de Diputados para desvincular legalmente al salario mínimo de toda función de unidad de referencia de transacciones ajenas al mercado laboral. Estas fueron dictaminadas positivamente por dicha Cámara y aguardan su aprobación, ojalá a la brevedad, en la 1444 Comisión Nacional de los Salarios Mínimos Cámara de Senadores. En tercero, reveló que muchas de las objeciones a colocar el salario mínimo en una pauta de repunte considerable y sostenido tienen poco sustento en la concepción moderna del mercado laboral o en la evidencia histórica comparativa regional. En particular, el debate ha hecho evidente que afirmar que las mejoras en productividad laboral beneficiarán significativa y automáticamente a los receptores del salario mínimo es iluso o falso. A fin de cuentas elevar el salario mínimo al nivel acorde con la Constitución es una cuestión de respeto a la ley ( The Rule of Law), de conducta ética con los trabajadores que menos ganan y de compromiso con la sociedad más igualitaria y la economía más dinámica que debemos y podemos construir en México. Quizás el mayor impacto del debate ha sido hacer patente la desigualdad en el país y su relevancia como un obstáculo al crecimiento económico. Cifras recientes de OCDE indican que la desigualdad ha restado 10 puntos de crecimiento del PIB de México entre 1990 y 20109. Al respecto, el modelo de desarrollo seguido por México en los últimos 30 años ha fracasado en insertar a la economía en una pauta de crecimiento elevado y sostenido de la actividad económica y del empleo. La discusión ha subrayado que este fracaso se ha acompañado de, y en parte se explica por, una dinámica de distribución de los beneficios de la productividad que incluye insuficientemente a los trabajadores, sobre todo a los receptores de salarios mínimos. Reconstruir la dinámica de distribución del ingreso con una orientación más igualitaria hacia los trabajadores, y que fortalezca el mercado interno y lo potencie como motor del crecimiento económico va más allá de la indispensable renovación de la política de fijación de salarios mínimos que tan buena manera sería de dar expresión concreta al objetivo de democratizar la productividad de la actual administración. Requiere un acuerdo nacional en torno a una estrategia de desarrollo en la que, como sostiene la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la igualdad y el crecimiento económico sean 9 Cingano, Federico, (2014), Trends in Income Inequality and it impacto n Economic Growth, OCDE Social, Employment and Migration Working papers no. 163. OECD. Salarios Mínimos 1445 reconocidos como objetivos complementarios e inseparables, en vez de antagónicos y secuenciales como han sido vistos tradicionalmente.” Fuente de información: http://www.nexos.com.mx/?p=24115 1446 Comisión Nacional de los Salarios Mínimos De mecanismos y montos: los problemas del salario mínimo mexicano (Nexos) La revista “Nexos” publicó el 4 de febrero de 2015, en su versión en Internet, el artículo titulado De mecanismos y montos: los problemas del salario mínimo mexicano10, mediante el cual se analizan los factores en torno a la determinación de los montos del salario mínimo en el país. “La razón de ser del salario mínimo que se encuentra en la Constitución mexicana no difiere mucho del que es considerado como su objetivo principal: garantizar que el salario determinado en el mercado laboral no caiga por debajo de un mínimo 11 que garantice la satisfacción de las necesidades básicas. Sin embargo, actualmente el salario mínimo es empleado no sólo como un piso en el mercado laboral, sino también como unidad de cuenta gubernamental. El principal resultado de que se haya utilizado para otros fines además de servir como un piso en el mercado laboral es la razón más importante detrás del colapso de su poder adquisitivo a lo largo de los últimos treinta años. No está de más señalar la magnitud del colapso. La capacidad de compra del salario mínimo en 2013 representaba poco menos de la mitad de lo que era en 1983, y la mayor parte de la contracción ocurrió durante la década de los ochenta, particularmente de 1983 a 1993; en buena medida debido a que fue empleado como una herramienta en la estabilización de la economía mexicana en ese período12. Si bien no se adoptó públicamente una estrategia de contención concertada de precios y 10 11 12 Este artículo fue elaborado por Luis Ángel Monroy Gómez Franco, Licenciado en Economía por la Facultad de Economía de la UNAM y estudiante de la Maestría en Economía en el Colegio de México, Editor de la sección de Economía de la Revista de Investigación Paradigmas y por Carlos Brown Solá, Maestro en Economía por el Colegio de México, Consultor y asesor económico. Para una breve reseña histórica sobre los orígenes y objetivos del salario mínimo se sugiere ver Cunningham, Wendy. Minimum wages and social policy, Washington: World Bank, 2007. Para una revisión sobre el proceso de ajuste y desinflación de la economía mexicana ver Ros, Jaime. “La edad de plomo del desarrollo latinoamericano México”: Fondo de Cultura Económica, Instituto Latinoamericano de Estudios Transnacionales, Lecturas del Trimestre, no. 77, 1993. y Moreno Brid, Juan Carlos y Jaime Ros. “Desarrollo y crecimiento en la economía mexicana”. México, Fondo de Cultura Económica, 2010. Salarios Mínimos 1447 salarios como tal sino hasta 198813, desde 1983 los incrementos en el salario mínimo estuvieron por debajo de la tasa de inflación, llevando con ello a que su poder de compra disminuyera. La idea detrás de contener su crecimiento era romper con la espiral precios-salarios. Por espiral precios-salarios nos referimos al proceso por el cual un incremento en los precios lleva a un aumento en los salarios, provocando que los costos de las empresas se eleven y ello les lleve a subir sus precios de nueva cuenta, dando como resultado un ciclo de incrementos en ambos que se alimenta a sí mismo. Contener el crecimiento de los salarios mínimos implicaba moderar en cierta medida el crecimiento de los salarios en general, siendo daño colateral la pérdida de poder adquisitivo de los primeros. La estrategia de contener el crecimiento de los salarios (particularmente del salario mínimo) fue exitosa en términos de que la economía se estabilizó en tasas de inflación mucho más bajas a las de los ochenta. Sin embargo, dicha estrategia descansó principalmente sobre los hombros de los y las trabajadoras que recibían el salario mínimo o que determinaban los aumentos de sus propios salarios a partir de los incrementos del mínimo, pues vieron cómo su salario perdía poder de compra de forma sistemática. Así, para inicios de los noventa, el salario mínimo estaba muy por debajo del resto de los salarios pagados en la economía mexicana 14. A esto hay que sumar que, al menos hasta mediados de los noventa, los incrementos en el salario mínimo seguían actuando como una referencia en la determinación de los aumentos de los salarios más bajos15. En su conjunto, ambos factores se tradujeron en una caída en términos reales de los salarios de los trabajadores de menores ingresos y en un 13 Fecha en la que se adoptó el Pacto por la Estabilidad y el Crecimiento Económico, en el cual tanto el sector obrero como el sector patronal se comprometían a moderar los incrementos demandados en precios y salarios. 14 Ver Bell, Linda. The impact of minimum wages in Mexico and Colombia Journal of Labor Economics, vol. 15, no. 3, 1997, pp. 102-135; Bosch, Mariano y Marco Manacorda. Minimum wages and earning inequality in urban Mexico American Economic Journal. Applied Economics, vol. 2, no. 4, 2010, pp. 128-148, y Fairris, David; Gurleen, Popli y Eduardo Zepeda. Minimum wages and the wage structure in Mexico Review of Social Economy, vol. 66, no. 2, 2008, pp. 181-208. 15 Ver Bosch, Mariano y Marco Manacorda. Minimum wages and earning inequality in urban Mexico American Economic Journal. Applied Economics, vol. 2, no. 4, 2010, y Kaplan, David y Francisco Pérez Arce. “El efecto de los salarios mínimos en los ingresos laborales de México” El Trimestre Económico, vol. 73, no. 289, 2006, pp. 139-173. 1448 Comisión Nacional de los Salarios Mínimos incremento en la desigualdad salarial16. Lo peor fue que, una vez alcanzada la estabilización de la economía, no se inició un proceso de recuperación del poder adquisitivo del salario mínimo. Esto se puede observar si se compara el valor de la línea de bienestar urbano (LBU) con el valor del salario mínimo. La LBU representa el valor de la canasta alimentaria y no alimentaria en zonas urbanas; es decir, es la suma del valor de todos los bienes de consumo alimentario y no alimentario considerados como básicos por el CONEVAL. Si el ingreso de un habitante urbano es menor a la LBU, éste es incapaz de comprar los bienes básicos, siendo entonces considerado vulnerable por ingreso o pobre, dependiendo de sus carencias sociales17. De 2005 a 2013, el valor del salario mínimo ha representado cerca del 70% de la LBU18. Es decir, aquel asalariado que gana solamente el mínimo en una zona urbana se encuentra automáticamente en la pobreza, pues su salario no alcanza para comprar los bienes considerados como básicos en México. En la discusión reciente se ha insistido en que la capacidad de compra del salario mínimo no creció pues la productividad laboral no se ha incrementado de forma sustancial en los últimos años. Como un ejercicio ilustrativo de si esta afirmación es cierta o no, a continuación se grafica el comportamiento del salario mínimo real y el 16 Ver Bosch, Mariano y Marco Manacorda. Minimum wages and earning inequality in urban Mexico American Economic Journal. Applied Economics, vol. 2, no. 4, 2010; Campos-Vázquez, Raymundo; Gerardo Esquivel y Nora Lustig. The Rise and fall of income inequality in Mexico, 1989-2010 en Cornia, Giovanni (ed.), Falling inequality in Latin America: Policy changes and lessons, Oxford: Oxford University Press, 2014, pp. 140-163, y Fairris, David; Gurleen, Popli y Eduardo Zepeda. Minimum wages and the wage structure in Mexico Review of Social Economy, vol. 66, no. 2, 2008, pp. 181-208. 17 Vale la pena recordar que la definición multidimensional de la pobreza señala que los pobres son aquellos que sufren de una carencia social y su ingreso se encuentra por debajo de la línea de bienestar. 18 Dado que el salario mínimo se determina en diciembre del año previo a aquel en el que el monto definido tendrá vigencia, la última información disponible sobre la LBU al momento de determinar el salario mínimo es el valor de la línea de bienestar en noviembre. Por lo tanto, calculamos la razón entre la LBU de noviembre y el valor del salario mínimo determinado para el año siguiente. Si se buscase cumplir con el objetivo constitucional del salario mínimo, esta razón debería de ser cercana a 100% (es decir, el salario mínimo tendría un valor igual al de la información más reciente sobre la LBU al momento de su determinación). Salarios Mínimos comportamiento 1449 que habría tenido dicha variable si hubiera seguido el comportamiento de la productividad del trabajo. Es decir, lo que hubiera ocurrido si el poder de compra del salario mínimo hubiera crecido al ritmo en que crecía la productividad del trabajo. EVOLUCIÓN DEL SALARIO MÍNIMO REAL Y DEL SALARIO MÍNIMO REAL AJUSTADO AL CRECIMIENTO DE LA PRODUCTIVIDAD Índice 1992 = 100 Nota: El salario mínimo real ajustado es aquel que varía en la misma magnitud que la productividad laboral. FUENTE: CEPALSTAT y OCDE. Si bien es cierto que el salario mínimo no está vinculado de forma directa a la productividad laboral, vemos que si a partir de 1992 los incrementos en el salario mínimo hubieran sido tales que en términos reales fuesen iguales al crecimiento de la productividad, para 2013 el valor real del salario mínimo sería casi 50% mayor a su valor efectivo en ese año. Aunque la productividad no se incrementó de forma acelerada durante el período de 1992 a 2013, lo cierto es que no se contrajo en la forma en que lo hizo su poder de compra. Dicho de otra forma, si se quiere que el salario mínimo se ajuste de acuerdo con la productividad, un primer paso necesario es reconocer que su nivel actual no corresponde al comportamiento que ha seguido la productividad en los últimos 20 años, y que por tanto es necesario un reajuste hacia arriba. 1450 Comisión Nacional de los Salarios Mínimos Actualizar su valor de acuerdo con los incrementos en la productividad no es la única opción. De hecho, no hay consenso a nivel internacional sobre cuál es el mejor mecanismo para hacerlo. Como ya se dijo, a nivel global existen múltiples mecanismos para dar cauce al proceso de establecer, ajustar y vigilar el cumplimiento del salario mínimo. Dado que éste depende del contexto económico, social, político y cultural propio de cada país, es relevante conocer los mecanismos utilizados en diversos países para aprender de su experiencia. En el caso mexicano, la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CONASAMI), organismo público descentralizado, es la institución encargada de determinar el monto, siendo esta facultad otorgada por el artículo 94 de la Ley Federal del Trabajo. Dicho artículo establece que el salario mínimo determinado por la CONASAMI debe cumplir con el mandato constitucional, en el sentido de que debe ser un ingreso que permita adquirir los bienes y servicios básicos. Por lo que hemos dicho anteriormente, es obvio que hace tiempo que la CONASAMI ha ignorado ese mandato de forma sistemática. La tabla siguiente presenta algunos aspectos de los mecanismos de actualización contemplados en la legislación nacional de ocho países que tienen un salario mínimo establecido en sus códigos laborales. Comúnmente se considera que el salario mínimo favorece la posición de negociación de los trabajadores, al colocar un piso a las remuneraciones que puede recibir. Esto explicaría por qué en países en donde los sindicatos gozan de gran fortaleza y hay una institucionalidad que garantiza el cumplimiento de los acuerdos de las negociaciones entre trabajadores y empresarios, no es común que exista un salario mínimo. Tal es el caso de Alemania (hasta julio de 2014)19, Italia, Noruega y Suecia, en donde como tal no existe un salario mínimo 19 En el caso alemán, en julio de 2014 se introdujo por primera vez un salario mínimo general. Salarios Mínimos 1451 estatutario sino cientos de “salarios mínimos” a nivel industria, determinados por las negociaciones entre los sindicatos y los empresarios. COMPARATIVO INTERNACIONAL DE MECANISMOS DE AJUSTE DE SALARIOS MÍNIMOS 61 Región y ocupación Negociación tripartita SÍ SÍ Brasil 1 --- Decreto SÍ SÍ China 31 Regional 1 --- México Corea del Sur Estados Unidos de N. 1* Regional Decreto tras consulta Decreto tras consulta Decreto SÍ SM en otras regiones Productividad Nivel de salarios/ ingresos Situación socioeconómica Inflación Número Diferencia de Mecanismo de de SM SM determinación Costo de vida País Necesidades de trabajadores Criterios de actualización SÍ SÍ SÍ SÍ SÍ SÍ SÍ SÍ SÍ Decreto tras SÍ SÍ SÍ consulta Reino Decreto tras 1 --SÍ Unido consulta Negociación Turquía 2 Edad SÍ SÍ SÍ SÍ tripartita * En Estados Unidos de Norteamérica hay un salario mínimo nacional y algunos estados tienen salarios mínimos. FUENTE: Elaboración del autor con información de OIT, Conditions of work and employment program, disponible en http://www.ilo.org/travail/langen/index.htm Francia 3 Experiencia laboral Si bien nuestro cuadro es tan solo ilustrativo de las diferencias que hay en los mecanismos de determinación del salario mínimo, es notable que la determinación de los salarios mínimos por un decreto del ejecutivo no son una rareza en el contexto internacional. Estos decretos pueden estar antecedidos de una consulta a las organizaciones patronales o sindicales, pero en última instancia es el ejecutivo el que tiene el poder de determinar su nivel. 1452 Comisión Nacional de los Salarios Mínimos En principio podría pensarse que un régimen institucional en donde las organizaciones sindicales tienen voz y voto en la determinación del salario mínimo (como en el régimen tripartito) haría que dicho salario mantuviera relativamente estable su capacidad de compra, o al menos tendría mejores resultados que uno que no tome en cuenta directamente a los trabajadores. El caso de Brasil y de México es el perfecto contraejemplo de esto. En Brasil los ajustes se realizan por decreto del gobierno sin consultar a las otras partes —por lo menos hasta 2015—, y se observa que el salario mínimo ha ido recuperando paulatinamente capacidad de compra en los últimos 10 años. Por otra parte, en México se determina a través de una negociación tripartita y ha permanecido estancado. La diferencia radica en que buena parte de los sindicatos mexicanos siguen manteniendo la estructura poco representativa del régimen de partido único, alejados de los trabajadores de base. En cambio, el Partido del Trabajo, que ha gobernado a Brasil durante la última década, tiene entre sus bases a sindicatos de gran fuerza en Brasil y que fueron partícipes del proceso de democratización brasileño (cabe señalar que Lula da Silva antes de ser presidente fue líder sindical). Esto último nos lleva a los criterios de actualización, que igualmente muestran una gran diversidad entre países. Mientras que tanto Estados Unidos de Norteamérica como Corea del Sur utilizan la productividad, el costo de vida y el nivel del resto de los salarios como criterios, China sólo considera los niveles del salario mínimo en otras regiones, y el gobierno británico únicamente toma en cuenta la situación socioeconómica del país como criterio para realizar sus ajustes. Aunque en México la decisión se basa en criterios técnicos establecidos en la Ley Federal del Trabajo, como las necesidades de los trabajadores y sus familias, la situación socioeconómica y la tasa de inflación nacional, existe una marcada opacidad en cómo es que de esos criterios son ponderados por la CONASAMI al momento de determinarlo. Salarios Mínimos 1453 La contracción de la capacidad de compra del salario mínimo ocurrida entre 1983 y mediados de los noventa, así como su posterior estancamiento, hacen pensar que el criterio más importante seguido por la CONASAMI para determinar su incremento es la tasa de inflación general esperada. De ahí que el valor del salario mínimo deflactado por el índice de precios haya permanecido casi constante desde el 2000. A pesar de que por ley la CONASAMI está obligada a observar una amplia gama de criterios para realizar su trabajo, la Comisión ha decidido enfocarse en sólo uno, sin importar el costo de esta decisión en términos del poder de compra de los trabajadores de menores ingresos. El primer paso en el camino para lograr una recuperación en la capacidad de compra del salario mínimo es que éste deje de ser la unidad de cuenta del gobierno. La solución más sencilla a este problema es que todos esos pagos se denominen en otra unidad, como las Unidades de Inversión (UDIS). Sin embargo, una complicación para esto es que existen transacciones entre privados que también lo toman como referencia. Una forma de resolver esto es crear un nuevo salario mínimo (llamémosle salario básico) que rija en el mercado laboral, y dejar al actual salario mínimo solamente como unidad de cuenta. Recordemos que Uruguay desvinculó en 2005 el salario mínimo como medida económica, creando una nueva medida llamada “base de prestaciones y contribuciones” para medir impuestos y topes de prestaciones. Logrado esto, debería iniciarse un proceso de convergencia hacia el valor de la LBU, para asegurar que quien gane el mínimo pueda cubrir sus necesidades básicas. La duración de dicho proceso de convergencia depende del impacto que tenga su incremento en la inflación. En una economía como la mexicana, en donde hay estabilidad de precios desde hace más de 10 años 20 y partiendo del nivel tan bajo que 20 La literatura existente para países en desarrollo indica que el impacto inflacionario de un incremento en el salario mínimo depende del ambiente inflacionario de la economía. Ver Lemos, Sara. A survey of the effects of the minimum wage on prices Journal of Economic Surveys, vol. 22, no. 1, 2007, pp. 187-222. 1454 Comisión Nacional de los Salarios Mínimos tiene el salario mínimo y de la disminución del “efecto faro” 21, cabría esperarse que los efectos inflacionarios de su alza sean pequeños, por lo que podría determinarse un tiempo de convergencia relativamente breve. El segundo paso sería modificar el mecanismo y los criterios de determinación del salario mínimo para que la pérdida de poder adquisitivo que ocurrió en los últimos treinta años no vuelva a ocurrir. La opción más evidente sería anclar su valor al de la línea de bienestar urbano, garantizando que un trabajador que lo gane no caiga por debajo de la línea de pobreza por ingresos. En cuanto al mecanismo de determinación, el esquema tripartito sólo podrá ser funcional en la defensa del poder de compra del salario si los sindicatos efectivamente representaran a los trabajadores. De ahí la necesidad de una reforma laboral dirigida a democratizar los procesos internos de los sindicatos, eliminar los contratos de protección y a los sindicatos fantasmas. Asimismo, es necesario que la CONASAMI sea más transparente, que adquiera un carácter más técnico y sea capaz de suministrar insumos apropiados a las negociaciones sobre el monto del salario mínimo. No deja de ser aleccionador que, en el actual debate, la CONASAMI no ha mostrado un estudio técnico sobre los efectos de un alza sustancial en su monto. El debate de este tema debe transitar hacia la discusión de las distintas opciones de política económica que permitan la recuperación del poder de compra del salario mínimo. Dicho debate debe sustentarse en evidencia empírica y argumentos teóricos y no en lugares comunes repetidos hasta el cansancio. Se está discutiendo el ingreso de 21 El efecto faro es la capacidad del salario mínimo de actuar como referencia en la determinación de salarios. 2015 Febrero, Agenda. Salarios Mínimos 1455 un número considerable de mexicanos, lo mínimo sería hacerlo de forma seria e informada.” Fuente de información: http://www.nexos.com.mx/?p=24110 1456 Comisión Nacional de los Salarios Mínimos Salario mínimo vs inflación (Nexos) En su versión electrónica de febrero de 2015, la revista “Nexos” dio a conocer un artículo titulado Salario mínimo vs inflación22 , en el que se analiza el posible impacto en la inflación de incrementos significativos en los salarios mínimos. A continuación se presenta el documento íntegro. “Elevar el salario mínimo es una política pública de doble filo. Por un lado podría tener consecuencias claramente positivas para quienes ganan menos, pero también podría tener consecuencias negativas, aunque no necesariamente. Los impactos de elevar el salario mínimo en términos de inflación y desempleo dependen, en buena medida, del funcionamiento del mercado laboral y del grado del aumento. Los impactos de un incremento en el salario mínimo dependen principalmente de cómo funciona el mercado laboral. Si el mercado laboral se comporta competitivamente y el salario mínimo está por encima del salario de mercado, entonces un incremento en el mismo ocasiona desempleo. Sin embargo, si el mercado laboral para trabajadores de bajos ingresos no se comporta competitivamente entonces un salario mínimo puede aumentar el empleo y la eficiencia económica. Casi cualquier economista estaría de acuerdo en que un monopolio requiere ser regulado. Lo mismo ocurre en el mercado laboral, si se tiene poder de mercado en la contratación de trabajo de bajos ingresos lo mejor es su regulación. En este contexto es importante señalar que existe evidencia empírica de varios países de la existencia de poder de mercado en la contratación de trabajadores de bajos ingresos23. Por otro lado, la empresa puede ajustarse al aumento en el mínimo cambiando el precio al que vende su producto sin 22 23 Artículo escrito por Raymundo M. Campos Vázquez, Doctor en Economía por la Universidad de California, Berkeley y, actualmente, es profesor-investigador del Centro de Estudios Económicos en El Colegio de México. Con comentarios y sugerencias de Eva Arceo, Mario Arriagada y David Kaplan. Las opiniones, errores y omisiones son responsabilidad única del autor. Ashenfelter, Orley, Henry Farber y Michael Ransom (2010): Labor Market Monopsony, Journal of Labor Economics, 28(2), pp. 203-210. Salarios Mínimos 1457 ningún cambio en las variables de empleo o productividad. Asimismo, la empresa podría gastar menos en publicidad de vacantes o gastos de entrenamiento o incluso aumentar su productividad sin aumentos en precios o disminución en el empleo. Además del funcionamiento del mercado laboral, el impacto del salario mínimo depende del grado de aumento del mismo así como la base de donde se parte. No es lo mismo incrementar el salario mínimo 10 pesos que 100, o que el salario mínimo propuesto afecte a 10% que a 50% de los trabajadores. Por tanto, la diferencia de opinión entre los economistas y estudiosos del tema se debe fundamentalmente a diferencias en las percepciones de qué modelo opera en la realidad así como la percepción del grado de afectación del salario mínimo. El artículo 123 (A-VI) de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos menciona que “Los salarios mínimos generales deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos”. El salario mínimo ha dejado de cumplir lo marcado en la Constitución. En la siguiente gráfica se observa la relación de la línea de pobreza alimentaria (LBM) y no alimentaria (LB) reportada por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) multiplicada por un tamaño de hogar de 3.7 que es el reportado en la Encuesta Nacional de Ingreso Gasto de los Hogares 2012. El salario mínimo lo calculo al mes asumiendo tiempo completo, y como un promedio simple entre las zonas del salario mínimo. Lo que muestra la gráfica siguiente es que desde 2004 el salario mínimo se ha quedado rezagado con los incrementos en el monto mínimo necesario para no ser considerado como un individuo en situación de pobreza por el CONEVAL. 1458 Comisión Nacional de los Salarios Mínimos SALARIO MÍNIMO Y LÍNEAS DE BIENESTAR AL MES(ALIMENTARIAS Y NO ALIMENTARIAS) Nota: Salario mínimo se refiere al salario mínimo mensual (asumiendo que un trabajador recibe un salario mínimo diario 30 días al mes). Salario mínimo se calcula como un promedio simple entre zonas. LBM se refiere a la Línea de Bienestar Mínimo que permite identificar a la población que, aun al hacer uso de todo su ingreso en la compra de alimentos, no podría adquirir lo indispensable para tener una nutrición adecuada. LB se refiere a la línea de bienestar que permite identificar a la población que no cuenta con los recursos suficientes para adquirir los bienes y servicios que requiere para satisfacer sus necesidades (alimentarias y no alimentarias). CONEVAL publica estas líneas por persona al mes, por tanto se multiplicaron las líneas por un valor de 3.7 que es el tamaño de hogar promedio reportado en la Encuesta Nacional de IngresoGasto de los Hogares 2012. Todos los valores están en pesos corrientes. FUENTE: CONEVAL y CONASAMI. En otras palabras, si un jefe de familia es el único proveedor en un hogar promedio de 3.7 personas y trabaja con el salario mínimo no le alcanzaría para no estar en situación de pobreza ni en el sector rural ni en el urbano. La situación es mucho más grave en el sector urbano el cual representa a cerca de 80% de la población mexicana. Una familia en un hogar promedio de 3.7 personas en el sector urbano con tanto padre y madre trabajando por dos salarios mínimos cada uno no alcanza para satisfacer las necesidades básicas alimentarias y no alimentarias. Por tanto, esa familia estaría en situación de pobreza (no alimentaria). Más aún, la brecha entre las líneas de bienestar y el salario mínimo se ha incrementado en el tiempo. Es decir, los precios de bienes y servicios para satisfacer necesidades básicas han aumentado más rápidamente que el salario mínimo. Es claro en la gráfica anterior que el salario mínimo no cumple con lo especificado en el artículo 123 de nuestra Constitución. Salarios Mínimos 1459 Al menos como se establece en la Constitución, el salario mínimo es un decreto que debe ser suficiente para ciertas necesidades, y actualmente no lo es. Sin embargo, en mi opinión ese debate se encuentra en una dirección incorrecta. Como sociedad estamos ante dos posibles caminos: tener un plan para cumplir con el mandato constitucional y exigir al Estado su cumplimiento, o bien proponer al Congreso de la Unión eliminar esa sección del artículo 123. Me inclino por el primer punto. Mi visión de la sociedad mexicana es aquella que se encamina a que todo individuo, si trabaja duro y honradamente, pueda escapar de la pobreza. Actualmente, esa visión no puede cumplirse. Por tanto, si consideramos necesario elevar el salario mínimo por estas razones, debo ahora estimar adecuadamente los posibles impactos que pudiera tener un incremento del salario mínimo en la economía mexicana y analizar si pueden acercarnos, aunque sea un poco, a esa visión de la sociedad mexicana. Como se señaló al comienzo, hay dos objeciones principales a un incremento en el salario mínimo: impactos negativos en el empleo e impactos inflacionarios. Existen múltiples estudios académicos que han analizado esos dos aspectos para el caso internacional, aunque existen trabajos escasos para la economía mexicana. El consenso de esta literatura es que incrementos modestos en el salario mínimo, partiendo de salarios mínimos bajos en comparación con el promedio, no tienen un impacto negativo en el empleo, pero sí mejoran los ingresos laborales de los trabajadores con menos ingresos ayudando así a disminuir la pobreza 24. 24 En opinión del autor estos son los mejores artículos en la literatura: Dube, Arindrajit, William Lester y Michael Reich (2010): Minimum Wage Effects Across State Borders: Estimates Using Contiguous Counties, The Review of Economics and Statistics 92(4): 945-964. Allegreto, Sylvia, Arindrajit Dube, Michael Reich y Ben Zipperer (2013): Credible Research Designs for Minimum Wage Studies, IZA Institute for the Study of Labor, Working Paper 7638, septiembre. Dube, Arindrajit (2013): Minimum Wages and the distribution of family incomes, Working Paper. Por supuesto que no toda la literatura económica encuentra efectos nulos en empleo. Sin embargo, a mi parecer, los artículos anteriores son los más convincentes en términos estadísticos. En esos artículos se discute por qué otros estudios pueden ser menos convincentes. 1460 Comisión Nacional de los Salarios Mínimos Estos estudios suelen dar dos razones por las cuales el salario mínimo no tiene un impacto en el empleo (o el desempleo). La empresa se ajusta mediante precios y mejoras de eficiencia. Primero, si la empresa no cambia nada en su conducta (no despide trabajadores entre otras cosas) y todo el ajuste lo hace en precios, entonces esperaríamos que el aumento en precios sea una función de cuánto aumentan sus gastos laborales, lo cual depende de cuántos trabajadores son afectados. La literatura económica ha encontrado que al aumentar en 10% el salario mínimo, el nivel de precios aumenta en promedio 0.4%25. Este impacto es menor del que existiría si la empresa únicamente cambiara su precio y todas sus demás decisiones permanecieran igual (dependiendo de los supuestos se tendría un impacto de 0.6 a 0.8% si no cambia en nada su conducta sólo precios). Es decir, generalmente las empresas no utilizan el aumento en precio como único canal de ajuste a un alza en el costo de la plantilla laboral. Esto es entendible dado que si la empresa enfrenta competencia en los mercados, elevar el precio podría implicar perder demanda, lo que implicaría menores utilidades generales. Por tanto, la empresa se tiene que ajustar de otra forma, y no únicamente en su nivel de precio. La segunda razón por la cual no hay un efecto en el nivel de empleo es que la empresa suele realizar ajustes internos para mejorar la eficiencia26. Por un lado disminuye gastos de contratación y de entrenamiento debido a que un mayor salario mínimo ocasiona mayor estabilidad en el trabajo (es decir, el trabajador de bajos ingresos cambia menos de trabajo o renuncia con menor frecuencia, entre otros). Asimismo, las empresas al no poder elevar sus precios completamente en relación con el incremento en costos por la competencia en el mercado, entonces tienen que lograr mejoras de productividad. En Estados Unidos de Norteamérica se les preguntó a diferentes administradores de empresas cómo podrían enfrentar un mayor salario mínimo. El 25 Lemos, Sara (2008): A survey of the effects of the minimum wage on prices, Journal of Economic Surveys, 22(1): 187-212. 26 Ver los artículos de Hirsch, Barry, Bruce E. Kaufman y Tetyana Zelenska (2014): Minimum Wage Channels of Adjustment, Industrial Relations, por publicarse. Schmitt, John (2013): Why Does the Minimum Wage have No Discernible Effect on Employment?, Center for Economic and Policy Research. Salarios Mínimos 1461 90% de los empleadores mencionó que se ajustarían por mejoras en productividad: mayor asistencia, concentración en el trabajo, entre otras iniciativas. Así pues, elevar el salario mínimo no necesariamente debe verse como algo negativo para la productividad general en la economía, sino también como una vía para elevarla. Para resumir: la literatura económica ha encontrado que ante aumentos modestos en el salario mínimo los efectos en empleo son pequeños o nulos. El impacto se diluye en un nivel de precios mayor y en mejoras de eficiencia dentro de la empresa. Mi lectura de esta literatura es que aproximadamente la mitad del efecto máximo posible se refleja en precios. Obviamente, este impacto en precios conlleva a un problema de redistribución de ingresos en la sociedad: trabajadores de bajos ingresos aumentan sus ingresos reales mientras que el resto de la sociedad disminuye sus ingresos reales debido al incremento marginal en precios. Cabe recalcar que los impactos son heterogéneos dependiendo de cuál es el valor del salario mínimo inicial y del aumento en el mismo. Cada sociedad de forma democrática, y a partir de estudios sólidos, debe decidir si el beneficio de un incremento al salario mínimo compensa el costo relativo en el alza de precios. Para el caso mexicano se vuelve complicado estimar el impacto del salario mínimo en precios. Esto se debe a que existen varias multas, becas y leyes asociadas con el nivel de este indicador salarial. Al parecer, sí existe un consenso en que el salario mínimo deje de ser la unidad de medida más utilizada en las leyes mexicanas, por lo que este aspecto lo podemos obviar y no discutir sus posibles efectos. Por otro lado, no es claro qué efecto pueda tener el salario mínimo sobre el salario de los trabajadores en el sector informal o en trabajadores de mayores ingresos. Lo cual es clave para conocer los posibles efectos agregados sobre los precios. Si el incremento en el salario mínimo afecta el salario de otros trabajadores que no obtienen el mínimo, entonces el efecto en precios debería ser mayor. Esto es una preocupación 1462 Comisión Nacional de los Salarios Mínimos real en el debate actual sobre el salario mínimo. En este último punto, un estudio sobre México encontró que el impacto del salario mínimo sobre la distribución de ingresos de todos los trabajadores perdió fuerza para finales de la década de 1990 en comparación con el período de finales de la década de 1980 27. Por tanto, el argumento que dice que un incremento en el salario mínimo aumentaría el nivel de precios en la misma proporción ha perdido sustento empírico. En ningún estudio se ha encontrado que incrementos en el salario mínimo conlleven a incrementos en la misma proporción para todos los trabajadores (sin importar su nivel salarial), lo cual ocasionaría un aumento en los precios de la misma proporción. Sin embargo, esto tampoco implica que no tenga ningún efecto en precios. Si tomamos lo encontrado en los estudios académicos y lo aplicamos al caso mexicano para un incremento del salario mínimo a 80 pesos (incremento de 22% en el salario mínimo promedio) se esperaría un aumento máximo en el nivel de precios de 0.9%. Sin embargo, dado que el salario mínimo en México afecta a menos trabajadores que en los países que cubre la literatura internacional es de esperarse que el impacto en precios sea aún menor. Por ejemplo, de todos los trabajadores en el sector formal sólo 2.6 y 7.3% ganan menos que 80 y 100 pesos al día, respectivamente (cálculos propios con datos del primer trimestre de la ENOE 2014). A fines de noviembre de 2012, el salario mínimo del área geográfica “B” se unificó con el del área “A”. El área geográfica “C” se renombró como “B” en esa fecha también. Si tomamos en cuenta el cambio en el salario mínimo entre noviembre de 2012 y enero de 2013 fue un aumento nominal de 6.9%. Cuando se compara con el incremento en las otras áreas geográficas se obtiene un incremento de 2.9%. Si incrementos en el salario mínimo tienen impactos negativos en empleo y precios, entonces al comparar esas variables entre las ciudades que formaban el área geográfica 27 Kaplan, David y Fernando Pérez Arce (2006): “El efecto de los salarios mínimos en los ingresos laborales de México”, El Trimestre Económico, 73: 139-173. Por ejemplo, con datos hasta 2001 encuentran que un aumento del salario mínimo beneficia también hasta trabajadores con menos de cuatro salarios mínimos, pero el impacto se concentra en trabajadores con menos de tres salarios mínimos. Es creíble que ese impacto sea mucho menor en la actualidad, y que únicamente afecte a trabajadores con ingresos cercanos al mínimo. Salarios Mínimos 1463 “B” con las demás, entonces deberíamos observar esos efectos negativos. En particular, si creemos que el salario mínimo ocasiona cambios en el nivel de precios en la misma proporción, entonces deberíamos de observar que los precios efectivamente se comportan de esa forma. La siguiente gráfica muestra la tasa de participación laboral y la tasa de informalidad laboral en el período de interés con datos de INEGI. La línea punteada se refiere al área geográfica “B”. Aunque el salario mínimo aumentó 2.9% en esa zona no se aprecian impactos negativos en términos de participación laboral o bien incrementos en la informalidad. Si acaso, la tasa de informalidad laboral disminuye después del incremento del salario mínimo. 1464 Comisión Nacional de los Salarios Mínimos TASA DE PARTICIPACIÓN E INFORMALIDAD LABORAL POR ÁREA GEOGRÁFICA TRIMESTRAL A. Tasa de participación laboral B. Tasa de informalidad laboral Nota: Datos provienen de INEGI del portal InfoLaboral Tasa de Participación es el porcentaje de la población económicamente activa entre la población total. Tasa de informalidad Laboral se refiere a la población ocupada en el sector informal (ver definición en INEGI, TSL1) sobre la población ocupada total. Se obtienen datos para 32 áreas metropolitanas y se asignan a las áreas geográficas del salario mínimo, para cada área se calcula el promedio ponderado del indicador utilizando como peso la población de la cabecera municipal de esa área metropolitana. La población se obtiene de INEGI para el año 2010. FUENTE: ENOE 2014 y CONASAMI. La siguiente gráfica muestra la inflación por área geográfica del salario mínimo tomando como base el mes de noviembre de 2012. Similar al caso de empleo, no se observan impactos negativos para el área “B” en comparación con cualquiera de las otras áreas geográficas. Por ejemplo, cuando se compara la inflación entre abril de 2013 y noviembre de 2012, el área “A” tiene una inflación cercana al 2.4%; mientras Salarios Mínimos 1465 que la del área “B” es de 1.5%. Es decir, el impacto del salario mínimo en términos de precios al unificarse las áreas geográficas “A” y “B” fue prácticamente nulo. Este resultado nos sugiere que el impacto de incrementar el salario mínimo sería sustancialmente menor al promedio en la literatura de 0.9%. Por tanto, el mercado laboral mexicano no ajustó los salarios de todos los trabajadores en la misma proporción al incremento en el mínimo. En resumen, las dos gráficas anteriores muestran que aumentar el salario mínimo no tuvo un impacto negativo en empleo o en precios. INFLACIÓN POR ÁREA GEOGRÁFICA MENSUAL ACUMULADA Nota: Datos provienen de INEGI. Datos del Índice Nacional de Precios al Consumidor por ciudad. Se obtienen datos para 46 áreas metropolitanas y se asignan a las áreas geográficas del salario mínimo, para cada zona se calcula el promedio ponderado del indicador utilizando como peso la población de la cabecera municipal de esa área metropolitana. La población se obtiene de INEGI para el año 2010. FUENTE: INEGI y CONASAMI. El salario mínimo no cumple con lo establecido por el artículo 123 de nuestra Constitución. En mi lectura de la literatura internacional sobre el salario mínimo, y basándome en la reciente experiencia de la unificación del área geográfica “B” con la del “A”, concluyo que si el salario mínimo de partida es bajo y se consideran 1466 Comisión Nacional de los Salarios Mínimos incrementos modestos, los impactos negativos podrían eliminarse o reducirse sustancialmente. No soy el único con esa interpretación. Recientemente el semanario The Economist mencionó “…incrementos modestos en el salario mínimo no destruyen necesariamente trabajos y de hecho puede disminuir la desigualdad, atraer más gente al sector formal y aumentar la productividad” 28 . Los canales de ajuste a un mayor salario mínimo se dan en precios y en mejoras de eficiencia por parte de las empresas. Por tanto, hay elementos sólidos para creer que elevar el salario mínimo tendría efectos significativos para los trabajadores de bajos ingresos, pero pocas o nulas repercusiones negativas para trabajadores de más altos ingresos. Por tanto, desde el punto de vista de una agenda igualitaria y dadas las circunstancias del mercado laboral mexicano, creo que los beneficios de incrementar el salario mínimo son mayores que los posibles costos. De paso, esto nos acercaría un poco más al cumplimiento del artículo 123 de la Constitución, cuyo mandato sigue siendo un ideal valioso que rescatar.” Fuente de información: http://www.nexos.com.mx/?p=24137 28 Traducción del autor, semana agosto 16-23, 2014.