xi. salarios mínimos

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XI.
SALARIOS MÍNIMOS
Evolución del Salario Mínimo Real e Inflación
Durante el primer mes de 2015, el salario mínimo general promedio registró un
incremento en términos reales de 4.3%, el cual superó al aumento nominal de 4.2% que
el Consejo de Representantes de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos otorgó a
esos salarios a partir del 1° de enero, toda vez que la inflación —medida con el Índice
Nacional de Precios al Consumidor General (INPC General)— para ese mes
experimentó un retroceso de 0.1%, como se aprecia en la siguiente gráfica.
De igual forma, al considerar la inflación mediante el Índice Nacional de Precios al
Consumidor para familias con ingresos de hasta un salario mínimo (INPC Estrato 1),
ésta evidenció la misma tendencia decreciente, al observar un retroceso de 0.1%, por lo
que con esta medición el poder adquisitivo del salario mínimo creció 4.3 por ciento.
F1 P-07-02 Rev.00
1430
Comisión Nacional de los Salarios Mínimos
EVOLUCIÓN DEL SALARIO MÍNIMO GENERAL PROMEDIO
1997 - 2015
- Variación de diciembre con respecto diciembre del año anterior -
* El salario mínimo entró en vigor a partir de diciembre y no en enero del año siguiente.
1/
Salario mínimo deflactado con el INPC General.
2/
A enero de 2015.
FUENTE: Comisión Nacional de los Salarios mínimos con información propia y del INEGI.
Salarios Mínimos
1431
Evolución del salario mínimo real
por área geográfica
La evolución real interanual del salario mínimo general promedio y el de cada una de
las dos áreas geográficas en que actualmente se integra el país para efectos de revisión
y fijación de ese salario observó resultados positivos, al reportar un crecimiento de
1.1% en cada caso.
Con respecto a diciembre de 2014, ambas áreas registraron un aumento de 4.3%,
como se presenta en el siguiente cuadro.
EVOLUCIÓN DEL SALARIO MÍNIMO
Pesos diarios
Área
geográfica
2014
2015
2015/2014
Promedio
65.58
68.33
A
67.29
B
63.77
1/
2/
3/
Variación real 1/
(%)
2014-2015
Variación
nominal (%)
Ene 15/ene 14 2/
Ene 15/dic 14 3/
4.2
1.1
4.3
70.10
4.2
1.1
4.3
66.45
4.2
1.1
4.3
Para el salario mínimo real se aplicó el Índice Nacional de Precios al Consumidor
General base 2ª quincena de diciembre de 2010.
Incremento de enero de 2015 respecto a enero de 2014.
Incremento de enero de 2015 respecto a diciembre de 2014.
FUENTE: Comisión Nacional de los Salarios Mínimos con información propia y del INEGI.
1432
Comisión Nacional de los Salarios Mínimos
Evolución del salario mínimo real de las ciudades que
integran el Índice Nacional de Precios al Consumidor
Al observar el comportamiento del salario mínimo real durante el período interanual de
enero de 2014 a igual mes de 2015 se aprecia que este salario reportó crecimientos en
45 de las 46 ciudades que integran al Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC).
Así, la única disminución del período se presentó en Tulancingo, Hidalgo (0.1%). Por el
contrario, de las ciudades que experimentaron aumentos, las que destacaron por lo
significativo de su recuperación fueron Matamoros, Tamaulipas (5.3%); Mexicali, Baja
California (4.1%); Ciudad Acuña, Coahuila y Ciudad Juárez, Chihuahua (3.5% cada
una); y Tijuana, Baja California (3.4%).
De igual forma, 19 ciudades crecieron en proporciones inferiores al promedio nacional
(1.1%), y los aumentos de menor magnitud se presentaron en Tapachula, Chiapas
(0.1%); Campeche, Campeche y Toluca, Estado de México (0.2%, en ambas ciudades).
Estos aspectos se pueden observar en el cuadro de la siguiente página.
Salarios Mínimos
1433
SALARIO MINIMO REAL EN CIUDADES QUE INTEGRAN EL ÍNDICE
NACIONAL DE PRECIOS AL CONSUMIDOR
Enero de 2015
- Variación respecto al mismo mes del año anterior Área
Geográfica
Entidad Federativa
Ciudad
Nacional (Calculado con INPC General)
Nacional (Calculado con INPC Estrato 1)
A
Tamaulipas
Matamoros
A
Baja California
Mexicali
B
Coahuila de Zaragoza
Ciudad Acuña
A
Chihuahua
Ciudad Juárez
A
Baja California
Tijuana
A
Sonora
Hermosillo
B
Michoacán de Ocampo
Jacona
A
Tamaulipas
Tampico
B
Michoacán de Ocampo
Morelia
B
Morelos
Cuernavaca
Monterrey
A
Nuevo León
A
Baja California Sur
La Paz
Quintana Roo
Chetumal
B
B
Zacatecas
Fresnillo
Colima
B
Colima
B
Querétaro
Querétaro
B
San Luis Potosí
San Luis Potosí
A
Sonora
Huatabampo
B
Oaxaca
Oaxaca
B
Aguascalientes
Aguascalientes
B
Guanajuato
Cortazar
Sinaloa
B
Culiacán
B
Chihuahua
Ciudad Jiménez
A
Jalisco
Guadalajara
B
Guanajuato
León
B
Chihuahua
Chihuahua
B
Jalisco
Tepatitlán
B
Tabasco
Villahermosa
B
Nayarit
Tepic
B
Coahuila de Zaragoza
Torreón
B
Guerrero
Iguala
B
Yucatán
Mérida
A
Guerrero
Acapulco
Veracruz de Ignacio de la Llave
B
Córdoba
B
Oaxaca
Tehuantepec
Coahuila
B
Monclova
B
Veracruz de Ignacio de la Llave
San Andrés Tuxtla
B
Durango
Durango
B
Puebla
Puebla
B
Veracruz de Ignacio de la Llave
Veracruz
A
Distrito Federal y Estado de México
Área Metropolitana de la Ciudad de México
B
Tlaxcala
Tlaxcala
B
Estado de México
Toluca
B
Campeche
Campeche
B
Chiapas
Tapachula
B
Hidalgo
Tulancingo
FUENTE: Comisión Nacional de los Salarios Mínimos con información propia y del INEGI.
INEGI.
Variación real
(%)
1.1
1.1
5.3
4.1
3.5
3.5
3.4
1.9
1.7
1.7
1.5
1.5
1.4
1.4
1.4
1.3
1.3
1.3
1.2
1.2
1.2
1.2
1.2
1.2
1.2
1.1
1.1
1.1
1.0
1.0
1.0
0.9
0.9
0.9
0.8
0.8
0.8
0.8
0.7
0.7
0.6
0.4
0.4
0.3
0.2
0.2
0.1
-0.1
1434
Comisión Nacional de los Salarios Mínimos
Con respecto a noviembre de 2012, el análisis del comportamiento del salario mínimo
real muestra que dicho salario se incrementó en todas las ciudades consideradas en el
INPC. Las que evidenciaron los aumentos más importantes fueron Matamoros,
Tamaulipas (8.5%); Hermosillo, Sonora (7.9%); Huatabampo, Sonora y Monterrey,
Nuevo León (7.7%, en cada caso); Ciudad Juárez, Chihuahua (7.3%) y Tampico,
Tamaulipas (7.1%), entre otras, como se aprecia en el siguiente cuadro.
Salarios Mínimos
1435
SALARIO MINIMO REAL EN CIUDADES QUE INTEGRAN EL ÍNDICE
NACIONAL DE PRECIOS AL CONSUMIDOR
Enero de 2015
- Variación respecto a noviembre de 2012 Área
Geográfica
Entidad Federativa
Ciudad
Nacional (Calculado con INPC General)
Nacional (Calculado con INPC Estrato 1)
A
Tamaulipas
Matamoros
A
Sonora
Hermosillo
A
Sonora
Huatabampo
Monterrey
A
Nuevo León
A
Chihuahua
Ciudad Juárez
A
Tamaulipas
Tampico
A
Jalisco
Guadalajara
A
Baja California
Mexicali
A
Baja California
Tijuana
B
Morelos
Cuernavaca
B
Coahuila de Zaragoza
Ciudad Acuña
A
Guerrero
Acapulco
B
Oaxaca
Tehuantepec
B
Guerrero
Iguala
B
Guanajuato
Cortazar
B
Coahuila
Torreón
B
Michoacán de Ocampo
Morelia
Sinaloa
B
Culiacán
Colima
B
Colima
B
Aguascalientes
Aguascalientes
B
Zacatecas
Fresnillo
B
Chihuahua
Ciudad Jiménez
B
Puebla
Puebla
B
Oaxaca
Oaxaca
B
San Luis Potosí
San Luis Potosí
B
Michoacán de Ocampo
Jacona
B
Chihuahua
Chihuahua
B
Durango
Durango
B
Nayarit
Tepic
Quintana Roo
Chetumal
B
B
Querétaro
Querétaro
B
Guanajuato
León
B
Yucatán
Mérida
B
Veracruz de Ignacio de la Llave
Veracruz
Coahuila de Zaragoza
B
Monclova
B
Tlaxcala
Tlaxcala
A
Baja California Sur
La Paz
B
Veracruz de Ignacio de la Llave
San Andrés Tuxtla
B
Estado de México
Toluca
B
Tabasco
Villahermosa
Veracruz de Ignacio de la Llave
B
Córdoba
B
Jalisco
Tepatitlán
B
Hidalgo
Tulancingo
A
Distrito Federal y Estado de México
Área Metropolitana de la Ciudad de México
B
Campeche
Campeche
B
Chiapas
Tapachula
FUENTE: Comisión Nacional de los Salarios Mínimos con información propia y del INEGI.
INEGI.
Variación real
(%)
4.2
4.3
8.5
7.9
7.7
7.7
7.3
7.1
6.8
6.6
6.4
5.6
5.6
5.2
5.1
5.1
5.0
4.7
4.6
4.5
4.5
4.5
4.4
4.4
4.3
4.3
4.1
4.1
4.0
3.9
3.7
3.5
3.5
3.4
3.4
3.4
3.4
3.3
3.2
3.2
2.9
2.8
2.6
2.5
2.4
2.4
2.3
1.7
1436
Comisión Nacional de los Salarios Mínimos
El rezago del salario mínimo (Nexos)
En la edición en línea del mes de febrero de 2015, la revista “Nexos” publicó el
artículo El rezago del salario mínimo1, en el cual se aborda el actual debate sobre la
recuperación del salario mínimo en este país.
“El año pasado, desde el discurso del Jefe de Gobierno el Día del Trabajo, el salario
mínimo surgió como tema crucial de discusión económica en el país. Su intempestiva
aparición, después de décadas de ausencia, se dio en un marco internacional de
preocupación por la desigualdad y sus efectos sobre el crecimiento económico. Y en
un contexto en que el salario mínimo es usado en muchos países como instrumento útil
y legítimo para reducir la desigualdad, asegurar un piso de ingreso digno y fortalecer
la demanda interna.
Sorpresivamente se evidenció que México, una de las economías más grandes y
modernas del mundo en desarrollo, pionera en tratados comerciales, miembro de la
Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) y foco de
admiración por lanzar una nueva ronda de reformas estructurales —que abrió sus
mercados
petrolero
y
de
telecomunicaciones—
tenía
un
salario
mínimo
escandalosamente inferior a la “…remuneración suficiente para satisfacer las
necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y
para proveer a la educación obligatoria de los hijos” como estipula el Artículo 123 de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. El salario mínimo
mexicano se reveló como el más bajo de la OCDE y de los menores en América
Latina, en dólares corrientes o constantes. Su nivel es el 15% del PIB per cápita, frente
al 30% en Chile o Brasil, y equivale al 19% de la media salarial nacional; porcentaje
muy bajo para la región. Como afirma OIT en México “el salario mínimo está por
1
Este artículo fue elaborado por Juan Carlos Moreno-Brid, Director Adjunto de la CEPAL y por Stefanie Garry,
Economista de la CEPAL en México.
Salarios Mínimos
1437
debajo de los niveles del mercado, aún para los trabajadores no calificados”, y según
CEPAL “México es el único país al final de la década donde el valor del salario
mínimo es inferior al del umbral de pobreza per cápita”.
El debate apuntó a la necesidad de cerrar el abismo entre el México moderno, cuya ola
de reformas y clase política y empresarial busca mayor presencia en la economía
mundial, y el México del salario mínimo ínfimo, en violación de la Constitución y en
desacuerdo con convenios internacionales en materia laboral o de derechos humanos.
Se conformó una masa crítica de analistas, actores económicos y representantes de
diversas organizaciones políticas que coincidió en que un requisito fundamental para
elevar el salario mínimo es desvincularlo de toda transacción escasamente ligada al
mercado laboral. En septiembre los coordinadores de bancada del Partido de la
Revolución Democrática (PRD), Partido Acción Nacional (PAN), Movimiento
Ciudadano (MC) y Partido del Trabajo (PT), y en diciembre el Presidente de la
República presentaron a la Cámara iniciativas para desvincularlo. La Conferencia
Nacional de Gobernadores (CONAGO) respaldó la iniciativa presidencial. La Cámara
emitió un dictamen en sentido positivo de las iniciativas con proyecto de decreto para
reformar la constitución en materia de dicha desindexación 2. Declaró que “es un
compromiso social… que la clase trabajadora tenga como derecho adquirido lo
mínimo para subsistir, razón por la cual, con las modificaciones que hoy se proponen
se pretende cimentar las bases de una nueva estructura para la valoración de los
salarios mínimos”. El proceso está pendiente de aprobación en la Cámara de
Senadores.
Otra prueba del impacto del debate es el acuerdo del Consejo de Representantes de la
Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (CONASAMI) en octubre, poco después
de la entrega del documento del Gobierno del Distrito Federal (GDF), que constituye
la Comisión Consultiva para la Recuperación Gradual y Sostenida de los Salarios
2
Cámara de Diputados, Gaceta Plenaria, Año XVIII, Número 4173-II, miércoles 10 de diciembre, 2014.
1438
Comisión Nacional de los Salarios Mínimos
Mínimos Generales y Profesionales, para: “Proponer las bases… de una política
salarial que haga posible la recuperación gradual y sostenida de los salarios mínimos
generales y profesionales, en un contexto de crecimiento de la economía nacional,
sustentado en el incremento de la productividad, una vez que el Poder Legislativo haya
resuelto…[su] desvinculación [legal] como unidad de cuenta….”3.
Extraña esta creación pues la CONASAMI desde 1962 tiene similar objetivo:
“ [llevar] a cabo la fijación de los salarios mínimos legales, procurando asegurar la
congruencia entre lo que establece la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos con las condiciones económicas y sociales del país, propiciando la equidad
y la justicia entre los factores de la producción, en un contexto de respeto a la dignidad
del trabajador y su familia”4.
Además en enero de 2001, el Consejo de Representantes correspondiente creó
la Comisión Consultiva para la Modernización del Sistema de Salarios Mínimos para
lo mismo:
“Proponer las bases… de una política salarial que haga posible la recuperación gradual
y sostenida, en términos reales, del salario mínimo en un marco de crecimiento con
calidad de la economía nacional…” 5.
El período de sesiones terminó en agosto y sus recomendaciones, incluyendo la de
desvinculación, fueron ignoradas o inefectivas. Los salarios mínimos continuaron sin
repuntar. Ojalá que la nueva Comisión Consultiva lleve a inaugurar pronto una
3
Integrada por representantes patronales, de los trabajadores, del Banco de México, SHCP e INEGI, presidida
por la CONASAMI. Lleva tres meses operando sin dar comunicado público de sus avances ni resultados.
4
Ver http://www.conasami.gob.mx/quienes_somos.html.
5
CONASAMI y STPS, “Comisión Consultiva para la Modernización del Sistema de Salarios Mínimos”;
estudios y ponencias. México D.F., 2002.
Salarios Mínimos
1439
estrategia de repunte significativo, sostenido del salario mínimo acorde al mandato
constitucional; lo que CONASAMI no ha podido hacer en décadas.
Las coincidencias hacia desvincular el salario mínimo acaban al identificar el camino a
seguir posteriormente. Por un lado la Propuesta por un Acuerdo Nacional lanzada en
agosto por el GDF apuntaba que, ya desvinculado, debería aumentar en 15 pesos en
2015 para cubrir la canasta básica alimentaria 6. Ofreció alternativas para su
recuperación de mediano plazo para llegar al equivalente a $171 pesos diarios
correspondientes a la canasta ampliada. Su alza de 2.83 pesos no augura recuperación
significativa en 2015.
La iniciativa generó oposición entre diversos analistas, empresarios y funcionarios.
Argumentaron que elevar por decreto, de manera significativa el salario mínimo en el
corto plazo sería inviable y peligroso pues, take your pick, aumentaría el desempleo, la
informalidad, la inflación e incluso podría poner en riesgo la estabilidad
macroeconómica del país. Su discurso tendió a minimizar la evidencia reciente de
varios países de América Latina —por ejemplo Uruguay que elevó significativamente
el salario mínimo sin afectar la inflación ni el empleo— y a hacer caso omiso de la
política laboral al uso en países desarrollados en pro de la aplicación y alza del salario
mínimo. Se apoyó en implicaciones de un modelo teórico de nivel introductorio del
mercado laboral que, erróneamente, concibe al salario mínimo como el equilibrio
resultante del libre juego de la oferta y la demanda de trabajo 7. En ese modelo, elevar
el salario mínimo perjudica el empleo o la inflación, al minar la competitividad
empresarial. Empero investigaciones empíricas realizadas después de 1990 sobre el
funcionamiento del mercado laboral y extensiones teóricas para incorporar mercados
duales, competencia imperfecta concluyen que si el salario mínimo es marcadamente
6
Véase Gobierno del Distrito Federal, “Política de recuperación del salario mínimo en México y en el Distrito
Federal”. Ciudad de México, 2014.
7
Ver GDF, (ibid) y Campos Vázquez, Raymundo M. “El Salario Mínimo y el empleo: Evidencia internacional y
posibles impactos para el caso mexicano”, Economía Informa, 2014, en prensa.
1440
Comisión Nacional de los Salarios Mínimos
menor al salario medio su alza moderada no afecta adversamente al empleo y puede
incrementar los ingresos laborales, el mercado interno y reducir la desigualdad salarial.
Con ello se comprende el respaldo de más de 600 expertos economistas, incluyendo
siete premios Nobel, a la iniciativa para elevar el salario mínimo en Estados Unidos de
Norteamérica, el apoyo de The Economist a la política de alza del salario mínimo en el
Reino Unido, y que el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su reporte de 2014
sobre la economía de Estados Unidos de Norteamérica recomiende al Presidente
Obama aumentar el salario mínimo.
En el debate nacional, la objeción que aparentemente más fuerza tuvo proviene de
quienes consideran que la evolución del salario mínimo no debe olvidar el desempeño
de la productividad. Al respecto, el convenio 131 de OIT 8, ratificado por México en
1973, afirma que la determinación del salario mínimo debe considerar las necesidades
de los trabajadores y sus familias, y los niveles de productividad. Desde tal perspectiva
la caída del salario mínimo real en México debe ser consecuencia del pobre
desempeño de la productividad. La evidencia comparativa regional, como muestra el
gráfico siguiente, indica otra cosa. Muestra que el salario mínimo de México es de los
más bajos de la región, similar al de Bolivia y Nicaragua. Sin embargo, estas naciones
tienen la menor productividad laboral de la región, 75% inferior a la de mexicana.
México acusa muy alta productividad, ligeramente detrás de la de Chile. En contraste,
el salario mínimo de México es la tercera parte del chileno. De hecho, por décadas la
productividad laboral media de México ha sido de las más altas de América Latina. En
2011 fue la segunda mayor, apenas 3% debajo de Chile, pero 30% arriba de la de
Uruguay, 60% superior a la brasileña (60%) y más que duplicando la de muchos otros
países de la región. Sin embargo su salario mínimo ha sido de los más bajos.
Asimismo, Brasil y Uruguay muestran que partiendo de un nivel muy bajo, el salario
8
Ver OIT, Convenio (Número 131) sobre la fijación de salarios mínimos con especial referencia a los países en
vías de desarrollo (Entrada en vigor: 29 abril 1972).
Salarios Mínimos
1441
mínimo real puede incrementarse por tiempo considerable de manera significativa por
encima de la dinámica de la productividad.
PRODUCTIVIDAD LABORAL Y SALARIOS MÍNIMOS EN AMÉRICA LATINA
2010
FUENTE: OIT, y Key Indicators of the Labour Market (KILM) 2013. El dato de Argentina de productividad es
de 2006.
A la vez, como afirma la Cámara de Diputados “desde hace décadas en nuestro país
los salarios mínimos no han seguido la evolución de la productividad”. Como muestra
el gráfico siguiente, en 1991-2013 la productividad laboral media en México subió
4.5%, pero el salario mínimo real cayó 30 por ciento.
1442
Comisión Nacional de los Salarios Mínimos
SALARIOS MÍNIMOS E ÍNDICES DE COMPETITIVIDAD GLOBAL EN
AMÉRICA LATINA
2012-2014
FUENTE: Base de datos de OIT QUIPUSTAT y del Foro Económico Mundial.
Si el salario mínimo hubiera evolucionado como la productividad, su nivel en 2014
habría sido aproximadamente 50% mayor al registrado y se ubicaría por encima de
100 pesos diarios. Por cierto en estas décadas de divorcio del salario mínimo y
productividad los hoy opositores al incremento significativo del salario mínimo se
olvidaron de manifestarse contra tal distribución de ganancias de la productividad
excluyente de los receptores de salarios mínimos. Si bien la productividad y la
competitividad no pueden olvidarse en toda iniciativa de recuperación del salario
mínimo real, en México la evolución de ambas variables ha mostrado por décadas un
divorcio franco, con agudo rezago del salario mínimo frente a la productividad. Tal
situación conlleva a que México aparezca en América Latina como una economía
moderna, con una de las más altas productividades laborales, pero con salarios
mínimos en niveles escandalosamente bajos.
Salarios Mínimos
1443
MÉXICO: SALARIO MÍNIMO REAL Y PRODUCTIVIDAD LABORAL
-1991=100-
FUENTE: Elaboración del autor con datos de OCDE.
El debate sobre el salario mínimo ha marcado al país. En primer lugar creó conciencia
del agudo deterioro que ha tenido por décadas y que le coloca en un monto lejos de
garantizar el nivel de vida digno que estipula nuestra Constitución Política como
derecho de los y las mexicanas. Su deterioro ha frenado el alza real de los demás
salarios y, con ello, contribuido a que hoy el salario del 43% de la población no
alcance para comprar la canasta alimentaria básica y a que la participación de las
remuneraciones laborales en el PIB de México sea de las menores en la OCDE y en
América Latina.
En segundo lugar, en menos de ocho meses el debate conformó una masa crítica y
presión política convencida de la necesidad de insertar al salario mínimo en una senda
de recuperación acorde con el mandato constitucional, misma que se tradujo en la
presentación de tres iniciativas —incluso por el Presidente— ante la Cámara de
Diputados para desvincular legalmente al salario mínimo de toda función de unidad de
referencia de transacciones ajenas al mercado laboral. Estas fueron dictaminadas
positivamente por dicha Cámara y aguardan su aprobación, ojalá a la brevedad, en la
1444
Comisión Nacional de los Salarios Mínimos
Cámara de Senadores. En tercero, reveló que muchas de las objeciones a colocar el
salario mínimo en una pauta de repunte considerable y sostenido tienen poco sustento
en la concepción moderna del mercado laboral o en la evidencia histórica comparativa
regional. En particular, el debate ha hecho evidente que afirmar que las mejoras en
productividad laboral beneficiarán significativa y automáticamente a los receptores del
salario mínimo es iluso o falso.
A fin de cuentas elevar el salario mínimo al nivel acorde con la Constitución es una
cuestión de respeto a la ley ( The Rule of Law), de conducta ética con los trabajadores
que menos ganan y de compromiso con la sociedad más igualitaria y la economía más
dinámica que debemos y podemos construir en México. Quizás el mayor impacto del
debate ha sido hacer patente la desigualdad en el país y su relevancia como un
obstáculo al crecimiento económico. Cifras recientes de OCDE indican que la
desigualdad ha restado 10 puntos de crecimiento del PIB de México entre 1990 y
20109. Al respecto, el modelo de desarrollo seguido por México en los últimos 30 años
ha fracasado en insertar a la economía en una pauta de crecimiento elevado y sostenido
de la actividad económica y del empleo. La discusión ha subrayado que este fracaso se
ha acompañado de, y en parte se explica por, una dinámica de distribución de los
beneficios de la productividad que incluye insuficientemente a los trabajadores, sobre
todo a los receptores de salarios mínimos. Reconstruir la dinámica de distribución del
ingreso con una orientación más igualitaria hacia los trabajadores, y que fortalezca el
mercado interno y lo potencie como motor del crecimiento económico va más allá de
la indispensable renovación de la política de fijación de salarios mínimos que tan
buena manera sería de dar expresión concreta al objetivo de democratizar la
productividad de la actual administración. Requiere un acuerdo nacional en torno a
una estrategia de desarrollo en la que, como sostiene la Comisión Económica para
América Latina y el Caribe (CEPAL), la igualdad y el crecimiento económico sean
9
Cingano, Federico, (2014), Trends in Income Inequality and it impacto n Economic Growth, OCDE Social,
Employment and Migration Working papers no. 163. OECD.
Salarios Mínimos
1445
reconocidos como objetivos complementarios e inseparables, en vez de antagónicos y
secuenciales como han sido vistos tradicionalmente.”
Fuente de información:
http://www.nexos.com.mx/?p=24115
1446
Comisión Nacional de los Salarios Mínimos
De mecanismos y montos: los problemas
del salario mínimo mexicano (Nexos)
La revista “Nexos” publicó el 4 de febrero de 2015, en su versión en Internet, el
artículo titulado De mecanismos y montos: los problemas del salario mínimo
mexicano10, mediante el cual se analizan los factores en torno a la determinación de los
montos del salario mínimo en el país.
“La razón de ser del salario mínimo que se encuentra en la Constitución mexicana no
difiere mucho del que es considerado como su objetivo principal: garantizar que el
salario determinado en el mercado laboral no caiga por debajo de un mínimo 11 que
garantice la satisfacción de las necesidades básicas. Sin embargo, actualmente el
salario mínimo es empleado no sólo como un piso en el mercado laboral, sino también
como unidad de cuenta gubernamental. El principal resultado de que se haya utilizado
para otros fines además de servir como un piso en el mercado laboral es la razón más
importante detrás del colapso de su poder adquisitivo a lo largo de los últimos treinta
años.
No está de más señalar la magnitud del colapso. La capacidad de compra del salario
mínimo en 2013 representaba poco menos de la mitad de lo que era en 1983, y la
mayor parte de la contracción ocurrió durante la década de los ochenta,
particularmente de 1983 a 1993; en buena medida debido a que fue empleado como
una herramienta en la estabilización de la economía mexicana en ese período12. Si bien
no se adoptó públicamente una estrategia de contención concertada de precios y
10
11
12
Este artículo fue elaborado por Luis Ángel Monroy Gómez Franco, Licenciado en Economía por la Facultad
de Economía de la UNAM y estudiante de la Maestría en Economía en el Colegio de México, Editor de la
sección de Economía de la Revista de Investigación Paradigmas y por Carlos Brown Solá, Maestro en
Economía por el Colegio de México, Consultor y asesor económico.
Para una breve reseña histórica sobre los orígenes y objetivos del salario mínimo se sugiere ver Cunningham,
Wendy. Minimum wages and social policy, Washington: World Bank, 2007.
Para una revisión sobre el proceso de ajuste y desinflación de la economía mexicana ver Ros, Jaime. “La edad
de plomo del desarrollo latinoamericano México”: Fondo de Cultura Económica, Instituto Latinoamericano
de Estudios Transnacionales, Lecturas del Trimestre, no. 77, 1993. y Moreno Brid, Juan Carlos y Jaime Ros.
“Desarrollo y crecimiento en la economía mexicana”. México, Fondo de Cultura Económica, 2010.
Salarios Mínimos
1447
salarios como tal sino hasta 198813, desde 1983 los incrementos en el salario mínimo
estuvieron por debajo de la tasa de inflación, llevando con ello a que su poder de
compra disminuyera. La idea detrás de contener su crecimiento era romper con la
espiral precios-salarios. Por espiral precios-salarios nos referimos al proceso por el
cual un incremento en los precios lleva a un aumento en los salarios, provocando que
los costos de las empresas se eleven y ello les lleve a subir sus precios de nueva
cuenta, dando como resultado un ciclo de incrementos en ambos que se alimenta a sí
mismo. Contener el crecimiento de los salarios mínimos implicaba moderar en cierta
medida el crecimiento de los salarios en general, siendo daño colateral la pérdida de
poder adquisitivo de los primeros.
La estrategia de contener el crecimiento de los salarios (particularmente del salario
mínimo) fue exitosa en términos de que la economía se estabilizó en tasas de inflación
mucho más bajas a las de los ochenta. Sin embargo, dicha estrategia descansó
principalmente sobre los hombros de los y las trabajadoras que recibían el salario
mínimo o que determinaban los aumentos de sus propios salarios a partir de los
incrementos del mínimo, pues vieron cómo su salario perdía poder de compra de
forma sistemática. Así, para inicios de los noventa, el salario mínimo estaba muy por
debajo del resto de los salarios pagados en la economía mexicana 14. A esto hay que
sumar que, al menos hasta mediados de los noventa, los incrementos en el salario
mínimo seguían actuando como una referencia en la determinación de los aumentos de
los salarios más bajos15. En su conjunto, ambos factores se tradujeron en una caída en
términos reales de los salarios de los trabajadores de menores ingresos y en un
13
Fecha en la que se adoptó el Pacto por la Estabilidad y el Crecimiento Económico, en el cual tanto el sector
obrero como el sector patronal se comprometían a moderar los incrementos demandados en precios y salarios.
14
Ver Bell, Linda. The impact of minimum wages in Mexico and Colombia Journal of Labor Economics, vol. 15,
no. 3, 1997, pp. 102-135; Bosch, Mariano y Marco Manacorda. Minimum wages and earning inequality in
urban Mexico American Economic Journal. Applied Economics, vol. 2, no. 4, 2010, pp. 128-148, y Fairris,
David; Gurleen, Popli y Eduardo Zepeda. Minimum wages and the wage structure in Mexico Review of
Social Economy, vol. 66, no. 2, 2008, pp. 181-208.
15
Ver Bosch, Mariano y Marco Manacorda. Minimum wages and earning inequality in urban Mexico American
Economic Journal. Applied Economics, vol. 2, no. 4, 2010, y Kaplan, David y Francisco Pérez Arce. “El
efecto de los salarios mínimos en los ingresos laborales de México” El Trimestre Económico, vol. 73, no. 289,
2006, pp. 139-173.
1448
Comisión Nacional de los Salarios Mínimos
incremento en la desigualdad salarial16. Lo peor fue que, una vez alcanzada la
estabilización de la economía, no se inició un proceso de recuperación del poder
adquisitivo del salario mínimo.
Esto se puede observar si se compara el valor de la línea de bienestar urbano (LBU)
con el valor del salario mínimo. La LBU representa el valor de la canasta alimentaria y
no alimentaria en zonas urbanas; es decir, es la suma del valor de todos los bienes de
consumo alimentario y no alimentario considerados como básicos por el CONEVAL.
Si el ingreso de un habitante urbano es menor a la LBU, éste es incapaz de comprar los
bienes básicos, siendo entonces considerado vulnerable por ingreso o pobre,
dependiendo de sus carencias sociales17.
De 2005 a 2013, el valor del salario mínimo ha representado cerca del 70% de la
LBU18. Es decir, aquel asalariado que gana solamente el mínimo en una zona urbana
se encuentra automáticamente en la pobreza, pues su salario no alcanza para comprar
los bienes considerados como básicos en México.
En la discusión reciente se ha insistido en que la capacidad de compra del salario
mínimo no creció pues la productividad laboral no se ha incrementado de forma
sustancial en los últimos años. Como un ejercicio ilustrativo de si esta afirmación es
cierta o no, a continuación se grafica el comportamiento del salario mínimo real y el
16
Ver Bosch, Mariano y Marco Manacorda. Minimum wages and earning inequality in urban Mexico American
Economic Journal. Applied Economics, vol. 2, no. 4, 2010; Campos-Vázquez, Raymundo; Gerardo Esquivel
y Nora Lustig. The Rise and fall of income inequality in Mexico, 1989-2010 en Cornia, Giovanni (ed.),
Falling inequality in Latin America: Policy changes and lessons, Oxford: Oxford University Press, 2014, pp.
140-163, y Fairris, David; Gurleen, Popli y Eduardo Zepeda. Minimum wages and the wage structure in
Mexico Review of Social Economy, vol. 66, no. 2, 2008, pp. 181-208.
17
Vale la pena recordar que la definición multidimensional de la pobreza señala que los pobres son aquellos que
sufren de una carencia social y su ingreso se encuentra por debajo de la línea de bienestar.
18
Dado que el salario mínimo se determina en diciembre del año previo a aquel en el que el monto definido
tendrá vigencia, la última información disponible sobre la LBU al momento de determinar el salario mínimo
es el valor de la línea de bienestar en noviembre. Por lo tanto, calculamos la razón entre la LBU de noviembre
y el valor del salario mínimo determinado para el año siguiente. Si se buscase cumplir con el objetivo
constitucional del salario mínimo, esta razón debería de ser cercana a 100% (es decir, el salario mínimo
tendría un valor igual al de la información más reciente sobre la LBU al momento de su determinación).
Salarios Mínimos
comportamiento
1449
que
habría
tenido
dicha
variable
si
hubiera
seguido el
comportamiento de la productividad del trabajo. Es decir, lo que hubiera ocurrido si el
poder de compra del salario mínimo hubiera crecido al ritmo en que crecía la
productividad del trabajo.
EVOLUCIÓN DEL SALARIO MÍNIMO REAL Y DEL SALARIO MÍNIMO REAL
AJUSTADO AL CRECIMIENTO DE LA PRODUCTIVIDAD
Índice 1992 = 100
Nota: El salario mínimo real ajustado es aquel que varía en la misma magnitud que la productividad
laboral.
FUENTE: CEPALSTAT y OCDE.
Si bien es cierto que el salario mínimo no está vinculado de forma directa a la
productividad laboral, vemos que si a partir de 1992 los incrementos en el salario
mínimo hubieran sido tales que en términos reales fuesen iguales al crecimiento de la
productividad, para 2013 el valor real del salario mínimo sería casi 50% mayor a su
valor efectivo en ese año. Aunque la productividad no se incrementó de forma
acelerada durante el período de 1992 a 2013, lo cierto es que no se contrajo en la
forma en que lo hizo su poder de compra. Dicho de otra forma, si se quiere que el
salario mínimo se ajuste de acuerdo con la productividad, un primer paso necesario es
reconocer que su nivel actual no corresponde al comportamiento que ha seguido la
productividad en los últimos 20 años, y que por tanto es necesario un reajuste hacia
arriba.
1450
Comisión Nacional de los Salarios Mínimos
Actualizar su valor de acuerdo con los incrementos en la productividad no es la única
opción. De hecho, no hay consenso a nivel internacional sobre cuál es el mejor
mecanismo para hacerlo.
Como ya se dijo, a nivel global existen múltiples mecanismos para dar cauce al
proceso de establecer, ajustar y vigilar el cumplimiento del salario mínimo. Dado que
éste depende del contexto económico, social, político y cultural propio de cada país, es
relevante conocer los mecanismos utilizados en diversos países para aprender de su
experiencia.
En el caso mexicano, la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CONASAMI),
organismo público descentralizado, es la institución encargada de determinar el monto,
siendo esta facultad otorgada por el artículo 94 de la Ley Federal del Trabajo. Dicho
artículo establece que el salario mínimo determinado por la CONASAMI debe cumplir
con el mandato constitucional, en el sentido de que debe ser un ingreso que permita
adquirir los bienes y servicios básicos. Por lo que hemos dicho anteriormente, es obvio
que hace tiempo que la CONASAMI ha ignorado ese mandato de forma sistemática.
La tabla siguiente presenta algunos aspectos de los mecanismos de actualización
contemplados en la legislación nacional de ocho países que tienen un salario mínimo
establecido en sus códigos laborales. Comúnmente se considera que el salario mínimo
favorece la posición de negociación de los trabajadores, al colocar un piso a las
remuneraciones que puede recibir. Esto explicaría por qué en países en donde los
sindicatos gozan de gran fortaleza y hay una institucionalidad que garantiza el
cumplimiento de los acuerdos de las negociaciones entre trabajadores y empresarios,
no es común que exista un salario mínimo. Tal es el caso de Alemania (hasta julio de
2014)19, Italia, Noruega y Suecia, en donde como tal no existe un salario mínimo
19
En el caso alemán, en julio de 2014 se introdujo por primera vez un salario mínimo general.
Salarios Mínimos
1451
estatutario sino cientos de “salarios mínimos” a nivel industria, determinados por las
negociaciones entre los sindicatos y los empresarios.
COMPARATIVO INTERNACIONAL DE MECANISMOS
DE AJUSTE DE SALARIOS MÍNIMOS
61
Región y
ocupación
Negociación
tripartita
SÍ
SÍ
Brasil
1
---
Decreto
SÍ
SÍ
China
31
Regional
1
---
México
Corea
del Sur
Estados
Unidos
de N.
1*
Regional
Decreto tras
consulta
Decreto tras
consulta
Decreto
SÍ
SM en otras
regiones
Productividad
Nivel de salarios/
ingresos
Situación
socioeconómica
Inflación
Número Diferencia de Mecanismo de
de SM
SM
determinación
Costo de vida
País
Necesidades de
trabajadores
Criterios de actualización
SÍ
SÍ
SÍ
SÍ
SÍ
SÍ
SÍ
SÍ
SÍ
Decreto tras
SÍ
SÍ
SÍ
consulta
Reino
Decreto tras
1
--SÍ
Unido
consulta
Negociación
Turquía
2
Edad
SÍ
SÍ
SÍ
SÍ
tripartita
* En Estados Unidos de Norteamérica hay un salario mínimo nacional y algunos estados tienen
salarios mínimos.
FUENTE: Elaboración del autor con información de OIT, Conditions of work and employment program,
disponible en http://www.ilo.org/travail/langen/index.htm
Francia
3
Experiencia
laboral
Si bien nuestro cuadro es tan solo ilustrativo de las diferencias que hay en los
mecanismos de determinación del salario mínimo, es notable que la determinación de
los salarios mínimos por un decreto del ejecutivo no son una rareza en el contexto
internacional. Estos decretos pueden estar antecedidos de una consulta a las
organizaciones patronales o sindicales, pero en última instancia es el ejecutivo el que
tiene el poder de determinar su nivel.
1452
Comisión Nacional de los Salarios Mínimos
En principio podría pensarse que un régimen institucional en donde las organizaciones
sindicales tienen voz y voto en la determinación del salario mínimo (como en el
régimen tripartito) haría que dicho salario mantuviera relativamente estable su
capacidad de compra, o al menos tendría mejores resultados que uno que no tome en
cuenta directamente a los trabajadores. El caso de Brasil y de México es el perfecto
contraejemplo de esto. En Brasil los ajustes se realizan por decreto del gobierno sin
consultar a las otras partes —por lo menos hasta 2015—, y se observa que el salario
mínimo ha ido recuperando paulatinamente capacidad de compra en los últimos 10
años. Por otra parte, en México se determina a través de una negociación tripartita y ha
permanecido estancado. La diferencia radica en que buena parte de los sindicatos
mexicanos siguen manteniendo la estructura poco representativa del régimen de
partido único, alejados de los trabajadores de base. En cambio, el Partido del Trabajo,
que ha gobernado a Brasil durante la última década, tiene entre sus bases a sindicatos
de gran fuerza en Brasil y que fueron partícipes del proceso de democratización
brasileño (cabe señalar que Lula da Silva antes de ser presidente fue líder sindical).
Esto último nos lleva a los criterios de actualización, que igualmente muestran una
gran diversidad entre países. Mientras que tanto Estados Unidos de Norteamérica
como Corea del Sur utilizan la productividad, el costo de vida y el nivel del resto de
los salarios como criterios, China sólo considera los niveles del salario mínimo en
otras regiones, y el gobierno británico únicamente toma en cuenta la situación
socioeconómica del país como criterio para realizar sus ajustes. Aunque en México la
decisión se basa en criterios técnicos establecidos en la Ley Federal del Trabajo, como
las necesidades de los trabajadores y sus familias, la situación socioeconómica y la
tasa de inflación nacional, existe una marcada opacidad en cómo es que de esos
criterios son ponderados por la CONASAMI al momento de determinarlo.
Salarios Mínimos
1453
La contracción de la capacidad de compra del salario mínimo ocurrida entre 1983 y
mediados de los noventa, así como su posterior estancamiento, hacen pensar que el
criterio más importante seguido por la CONASAMI para determinar su incremento es
la tasa de inflación general esperada. De ahí que el valor del salario mínimo deflactado
por el índice de precios haya permanecido casi constante desde el 2000. A pesar de
que por ley la CONASAMI está obligada a observar una amplia gama de criterios para
realizar su trabajo, la Comisión ha decidido enfocarse en sólo uno, sin importar el
costo de esta decisión en términos del poder de compra de los trabajadores de menores
ingresos.
El primer paso en el camino para lograr una recuperación en la capacidad de compra
del salario mínimo es que éste deje de ser la unidad de cuenta del gobierno. La
solución más sencilla a este problema es que todos esos pagos se denominen en otra
unidad, como las Unidades de Inversión (UDIS). Sin embargo, una complicación para
esto es que existen transacciones entre privados que también lo toman como
referencia. Una forma de resolver esto es crear un nuevo salario mínimo (llamémosle
salario básico) que rija en el mercado laboral, y dejar al actual salario mínimo
solamente como unidad de cuenta. Recordemos que Uruguay desvinculó en 2005 el
salario mínimo como medida económica, creando una nueva medida llamada “base de
prestaciones y contribuciones” para medir impuestos y topes de prestaciones.
Logrado esto, debería iniciarse un proceso de convergencia hacia el valor de la LBU,
para asegurar que quien gane el mínimo pueda cubrir sus necesidades básicas. La
duración de dicho proceso de convergencia depende del impacto que tenga su
incremento en la inflación. En una economía como la mexicana, en donde hay
estabilidad de precios desde hace más de 10 años 20 y partiendo del nivel tan bajo que
20
La literatura existente para países en desarrollo indica que el impacto inflacionario de un incremento en el
salario mínimo depende del ambiente inflacionario de la economía. Ver Lemos, Sara. A survey of the effects of
the minimum wage on prices Journal of Economic Surveys, vol. 22, no. 1, 2007, pp. 187-222.
1454
Comisión Nacional de los Salarios Mínimos
tiene el salario mínimo y de la disminución del “efecto faro” 21, cabría esperarse que los
efectos inflacionarios de su alza sean pequeños, por lo que podría determinarse un
tiempo de convergencia relativamente breve.
El segundo paso sería modificar el mecanismo y los criterios de determinación del
salario mínimo para que la pérdida de poder adquisitivo que ocurrió en los últimos
treinta años no vuelva a ocurrir. La opción más evidente sería anclar su valor al de la
línea de bienestar urbano, garantizando que un trabajador que lo gane no caiga por
debajo de la línea de pobreza por ingresos.
En cuanto al mecanismo de determinación, el esquema tripartito sólo podrá ser
funcional en la defensa del poder de compra del salario si los sindicatos efectivamente
representaran a los trabajadores. De ahí la necesidad de una reforma laboral dirigida a
democratizar los procesos internos de los sindicatos, eliminar los contratos de
protección y a los sindicatos fantasmas.
Asimismo, es necesario que la CONASAMI sea más transparente, que adquiera un
carácter más técnico y sea capaz de suministrar insumos apropiados a las
negociaciones sobre el monto del salario mínimo. No deja de ser aleccionador que, en
el actual debate, la CONASAMI no ha mostrado un estudio técnico sobre los efectos
de un alza sustancial en su monto.
El debate de este tema debe transitar hacia la discusión de las distintas opciones de
política económica que permitan la recuperación del poder de compra del salario
mínimo. Dicho debate debe sustentarse en evidencia empírica y argumentos teóricos y
no en lugares comunes repetidos hasta el cansancio. Se está discutiendo el ingreso de
21
El efecto faro es la capacidad del salario mínimo de actuar como referencia en la determinación de salarios.
2015 Febrero, Agenda.
Salarios Mínimos
1455
un número considerable de mexicanos, lo mínimo sería hacerlo de forma seria e
informada.”
Fuente de información:
http://www.nexos.com.mx/?p=24110
1456
Comisión Nacional de los Salarios Mínimos
Salario mínimo vs inflación (Nexos)
En su versión electrónica de febrero de 2015, la revista “Nexos” dio a conocer un
artículo titulado Salario mínimo vs inflación22 , en el que se analiza el posible impacto
en la inflación de incrementos significativos en los salarios mínimos. A continuación
se presenta el documento íntegro.
“Elevar el salario mínimo es una política pública de doble filo. Por un lado podría
tener consecuencias claramente positivas para quienes ganan menos, pero también
podría tener consecuencias negativas, aunque no necesariamente. Los impactos de
elevar el salario mínimo en términos de inflación y desempleo dependen, en buena
medida, del funcionamiento del mercado laboral y del grado del aumento.
Los impactos de un incremento en el salario mínimo dependen principalmente de
cómo funciona el mercado laboral. Si el mercado laboral se comporta
competitivamente y el salario mínimo está por encima del salario de mercado,
entonces un incremento en el mismo ocasiona desempleo. Sin embargo, si el mercado
laboral para trabajadores de bajos ingresos no se comporta competitivamente entonces
un salario mínimo puede aumentar el empleo y la eficiencia económica. Casi cualquier
economista estaría de acuerdo en que un monopolio requiere ser regulado. Lo mismo
ocurre en el mercado laboral, si se tiene poder de mercado en la contratación de trabajo
de bajos ingresos lo mejor es su regulación. En este contexto es importante señalar que
existe evidencia empírica de varios países de la existencia de poder de mercado en la
contratación de trabajadores de bajos ingresos23. Por otro lado, la empresa puede
ajustarse al aumento en el mínimo cambiando el precio al que vende su producto sin
22
23
Artículo escrito por Raymundo M. Campos Vázquez, Doctor en Economía por la Universidad de California,
Berkeley y, actualmente, es profesor-investigador del Centro de Estudios Económicos en El Colegio de
México. Con comentarios y sugerencias de Eva Arceo, Mario Arriagada y David Kaplan. Las opiniones,
errores y omisiones son responsabilidad única del autor.
Ashenfelter, Orley, Henry Farber y Michael Ransom (2010): Labor Market Monopsony, Journal of Labor
Economics, 28(2), pp. 203-210.
Salarios Mínimos
1457
ningún cambio en las variables de empleo o productividad. Asimismo, la empresa
podría gastar menos en publicidad de vacantes o gastos de entrenamiento o incluso
aumentar su productividad sin aumentos en precios o disminución en el empleo.
Además del funcionamiento del mercado laboral, el impacto del salario mínimo
depende del grado de aumento del mismo así como la base de donde se parte. No es lo
mismo incrementar el salario mínimo 10 pesos que 100, o que el salario mínimo
propuesto afecte a 10% que a 50% de los trabajadores. Por tanto, la diferencia de
opinión entre los economistas y estudiosos del tema se debe fundamentalmente a
diferencias en las percepciones de qué modelo opera en la realidad así como la
percepción del grado de afectación del salario mínimo.
El artículo 123 (A-VI) de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
menciona que “Los salarios mínimos generales deberán ser suficientes para satisfacer
las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y
para proveer a la educación obligatoria de los hijos”. El salario mínimo ha dejado de
cumplir lo marcado en la Constitución.
En la siguiente gráfica se observa la relación de la línea de pobreza alimentaria (LBM)
y no alimentaria (LB) reportada por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política
de Desarrollo Social (CONEVAL) multiplicada por un tamaño de hogar de 3.7 que es
el reportado en la Encuesta Nacional de Ingreso Gasto de los Hogares 2012. El salario
mínimo lo calculo al mes asumiendo tiempo completo, y como un promedio simple
entre las zonas del salario mínimo. Lo que muestra la gráfica siguiente es que desde
2004 el salario mínimo se ha quedado rezagado con los incrementos en el monto
mínimo necesario para no ser considerado como un individuo en situación de pobreza
por el CONEVAL.
1458
Comisión Nacional de los Salarios Mínimos
SALARIO MÍNIMO Y LÍNEAS DE BIENESTAR AL MES(ALIMENTARIAS Y NO
ALIMENTARIAS)
Nota: Salario mínimo se refiere al salario mínimo mensual (asumiendo que un trabajador recibe un
salario mínimo diario 30 días al mes). Salario mínimo se calcula como un promedio simple entre
zonas. LBM se refiere a la Línea de Bienestar Mínimo que permite identificar a la población que,
aun al hacer uso de todo su ingreso en la compra de alimentos, no podría adquirir lo
indispensable para tener una nutrición adecuada. LB se refiere a la línea de bienestar que permite
identificar a la población que no cuenta con los recursos suficientes para adquirir los bienes y
servicios que requiere para satisfacer sus necesidades (alimentarias y no alimentarias).
CONEVAL publica estas líneas por persona al mes, por tanto se multiplicaron las líneas por un
valor de 3.7 que es el tamaño de hogar promedio reportado en la Encuesta Nacional de IngresoGasto de los Hogares 2012. Todos los valores están en pesos corrientes.
FUENTE: CONEVAL y CONASAMI.
En otras palabras, si un jefe de familia es el único proveedor en un hogar promedio de
3.7 personas y trabaja con el salario mínimo no le alcanzaría para no estar en situación
de pobreza ni en el sector rural ni en el urbano. La situación es mucho más grave en el
sector urbano el cual representa a cerca de 80% de la población mexicana. Una familia
en un hogar promedio de 3.7 personas en el sector urbano con tanto padre y madre
trabajando por dos salarios mínimos cada uno no alcanza para satisfacer las
necesidades básicas alimentarias y no alimentarias. Por tanto, esa familia estaría en
situación de pobreza (no alimentaria). Más aún, la brecha entre las líneas de bienestar
y el salario mínimo se ha incrementado en el tiempo. Es decir, los precios de bienes y
servicios para satisfacer necesidades básicas han aumentado más rápidamente que el
salario mínimo. Es claro en la gráfica anterior que el salario mínimo no cumple con lo
especificado en el artículo 123 de nuestra Constitución.
Salarios Mínimos
1459
Al menos como se establece en la Constitución, el salario mínimo es un decreto que
debe ser suficiente para ciertas necesidades, y actualmente no lo es. Sin embargo, en
mi opinión ese debate se encuentra en una dirección incorrecta. Como sociedad
estamos ante dos posibles caminos: tener un plan para cumplir con el mandato
constitucional y exigir al Estado su cumplimiento, o bien proponer al Congreso de la
Unión eliminar esa sección del artículo 123. Me inclino por el primer punto. Mi visión
de la sociedad mexicana es aquella que se encamina a que todo individuo, si trabaja
duro y honradamente, pueda escapar de la pobreza. Actualmente, esa visión no puede
cumplirse. Por tanto, si consideramos necesario elevar el salario mínimo por estas
razones, debo ahora estimar adecuadamente los posibles impactos que pudiera tener un
incremento del salario mínimo en la economía mexicana y analizar si pueden
acercarnos, aunque sea un poco, a esa visión de la sociedad mexicana.
Como se señaló al comienzo, hay dos objeciones principales a un incremento en el
salario mínimo: impactos negativos en el empleo e impactos inflacionarios. Existen
múltiples estudios académicos que han analizado esos dos aspectos para el caso
internacional, aunque existen trabajos escasos para la economía mexicana. El consenso
de esta literatura es que incrementos modestos en el salario mínimo, partiendo de
salarios mínimos bajos en comparación con el promedio, no tienen un impacto
negativo en el empleo, pero sí mejoran los ingresos laborales de los trabajadores con
menos ingresos ayudando así a disminuir la pobreza 24.
24
En opinión del autor estos son los mejores artículos en la literatura: Dube, Arindrajit, William Lester y
Michael Reich (2010): Minimum Wage Effects Across State Borders: Estimates Using Contiguous Counties,
The Review of Economics and Statistics 92(4): 945-964. Allegreto, Sylvia, Arindrajit Dube, Michael Reich y
Ben Zipperer (2013): Credible Research Designs for Minimum Wage Studies, IZA Institute for the Study of
Labor, Working Paper 7638, septiembre. Dube, Arindrajit (2013): Minimum Wages and the distribution of
family incomes, Working Paper. Por supuesto que no toda la literatura económica encuentra efectos nulos en
empleo. Sin embargo, a mi parecer, los artículos anteriores son los más convincentes en términos estadísticos.
En esos artículos se discute por qué otros estudios pueden ser menos convincentes.
1460
Comisión Nacional de los Salarios Mínimos
Estos estudios suelen dar dos razones por las cuales el salario mínimo no tiene un
impacto en el empleo (o el desempleo). La empresa se ajusta mediante precios y
mejoras de eficiencia. Primero, si la empresa no cambia nada en su conducta (no
despide trabajadores entre otras cosas) y todo el ajuste lo hace en precios, entonces
esperaríamos que el aumento en precios sea una función de cuánto aumentan sus
gastos laborales, lo cual depende de cuántos trabajadores son afectados. La literatura
económica ha encontrado que al aumentar en 10% el salario mínimo, el nivel de
precios aumenta en promedio 0.4%25. Este impacto es menor del que existiría si la
empresa únicamente cambiara su precio y todas sus demás decisiones permanecieran
igual (dependiendo de los supuestos se tendría un impacto de 0.6 a 0.8% si no cambia
en nada su conducta sólo precios). Es decir, generalmente las empresas no utilizan el
aumento en precio como único canal de ajuste a un alza en el costo de la plantilla
laboral. Esto es entendible dado que si la empresa enfrenta competencia en los
mercados, elevar el precio podría implicar perder demanda, lo que implicaría menores
utilidades generales. Por tanto, la empresa se tiene que ajustar de otra forma, y no
únicamente en su nivel de precio.
La segunda razón por la cual no hay un efecto en el nivel de empleo es que la empresa
suele realizar ajustes internos para mejorar la eficiencia26. Por un lado disminuye
gastos de contratación y de entrenamiento debido a que un mayor salario mínimo
ocasiona mayor estabilidad en el trabajo (es decir, el trabajador de bajos ingresos
cambia menos de trabajo o renuncia con menor frecuencia, entre otros). Asimismo, las
empresas al no poder elevar sus precios completamente en relación con el incremento
en costos por la competencia en el mercado, entonces tienen que lograr mejoras de
productividad. En Estados Unidos de Norteamérica se les preguntó a diferentes
administradores de empresas cómo podrían enfrentar un mayor salario mínimo. El
25
Lemos, Sara (2008): A survey of the effects of the minimum wage on prices, Journal of Economic Surveys,
22(1): 187-212.
26
Ver los artículos de Hirsch, Barry, Bruce E. Kaufman y Tetyana Zelenska (2014): Minimum Wage Channels of
Adjustment, Industrial Relations, por publicarse. Schmitt, John (2013): Why Does the Minimum Wage have No
Discernible Effect on Employment?, Center for Economic and Policy Research.
Salarios Mínimos
1461
90% de los empleadores mencionó que se ajustarían por mejoras en productividad:
mayor asistencia, concentración en el trabajo, entre otras iniciativas. Así pues, elevar
el salario mínimo no necesariamente debe verse como algo negativo para la
productividad general en la economía, sino también como una vía para elevarla.
Para resumir: la literatura económica ha encontrado que ante aumentos modestos en el
salario mínimo los efectos en empleo son pequeños o nulos. El impacto se diluye en un
nivel de precios mayor y en mejoras de eficiencia dentro de la empresa. Mi lectura de
esta literatura es que aproximadamente la mitad del efecto máximo posible se refleja
en precios. Obviamente, este impacto en precios conlleva a un problema de
redistribución de ingresos en la sociedad: trabajadores de bajos ingresos aumentan sus
ingresos reales mientras que el resto de la sociedad disminuye sus ingresos reales
debido al incremento marginal en precios. Cabe recalcar que los impactos son
heterogéneos dependiendo de cuál es el valor del salario mínimo inicial y del aumento
en el mismo. Cada sociedad de forma democrática, y a partir de estudios sólidos, debe
decidir si el beneficio de un incremento al salario mínimo compensa el costo relativo
en el alza de precios.
Para el caso mexicano se vuelve complicado estimar el impacto del salario mínimo en
precios. Esto se debe a que existen varias multas, becas y leyes asociadas con el nivel
de este indicador salarial. Al parecer, sí existe un consenso en que el salario mínimo
deje de ser la unidad de medida más utilizada en las leyes mexicanas, por lo que este
aspecto lo podemos obviar y no discutir sus posibles efectos.
Por otro lado, no es claro qué efecto pueda tener el salario mínimo sobre el salario de
los trabajadores en el sector informal o en trabajadores de mayores ingresos. Lo cual
es clave para conocer los posibles efectos agregados sobre los precios. Si el
incremento en el salario mínimo afecta el salario de otros trabajadores que no obtienen
el mínimo, entonces el efecto en precios debería ser mayor. Esto es una preocupación
1462
Comisión Nacional de los Salarios Mínimos
real en el debate actual sobre el salario mínimo. En este último punto, un estudio sobre
México encontró que el impacto del salario mínimo sobre la distribución de ingresos
de todos los trabajadores perdió fuerza para finales de la década de 1990 en
comparación con el período de finales de la década de 1980 27. Por tanto, el argumento
que dice que un incremento en el salario mínimo aumentaría el nivel de precios en la
misma proporción ha perdido sustento empírico. En ningún estudio se ha encontrado
que incrementos en el salario mínimo conlleven a incrementos en la misma proporción
para todos los trabajadores (sin importar su nivel salarial), lo cual ocasionaría un
aumento en los precios de la misma proporción. Sin embargo, esto tampoco implica
que no tenga ningún efecto en precios. Si tomamos lo encontrado en los estudios
académicos y lo aplicamos al caso mexicano para un incremento del salario mínimo a
80 pesos (incremento de 22% en el salario mínimo promedio) se esperaría un aumento
máximo en el nivel de precios de 0.9%. Sin embargo, dado que el salario mínimo en
México afecta a menos trabajadores que en los países que cubre la literatura
internacional es de esperarse que el impacto en precios sea aún menor. Por ejemplo, de
todos los trabajadores en el sector formal sólo 2.6 y 7.3% ganan menos que 80 y 100
pesos al día, respectivamente (cálculos propios con datos del primer trimestre de la
ENOE 2014).
A fines de noviembre de 2012, el salario mínimo del área geográfica “B” se unificó
con el del área “A”. El área geográfica “C” se renombró como “B” en esa fecha
también. Si tomamos en cuenta el cambio en el salario mínimo entre noviembre de
2012 y enero de 2013 fue un aumento nominal de 6.9%. Cuando se compara con el
incremento en las otras áreas geográficas se obtiene un incremento de 2.9%. Si
incrementos en el salario mínimo tienen impactos negativos en empleo y precios,
entonces al comparar esas variables entre las ciudades que formaban el área geográfica
27
Kaplan, David y Fernando Pérez Arce (2006): “El efecto de los salarios mínimos en los ingresos laborales de
México”, El Trimestre Económico, 73: 139-173. Por ejemplo, con datos hasta 2001 encuentran que un
aumento del salario mínimo beneficia también hasta trabajadores con menos de cuatro salarios mínimos, pero
el impacto se concentra en trabajadores con menos de tres salarios mínimos. Es creíble que ese impacto sea
mucho menor en la actualidad, y que únicamente afecte a trabajadores con ingresos cercanos al mínimo.
Salarios Mínimos
1463
“B” con las demás, entonces deberíamos observar esos efectos negativos. En
particular, si creemos que el salario mínimo ocasiona cambios en el nivel de precios en
la misma proporción, entonces deberíamos de observar que los precios efectivamente
se comportan de esa forma.
La siguiente gráfica muestra la tasa de participación laboral y la tasa de informalidad
laboral en el período de interés con datos de INEGI. La línea punteada se refiere al
área geográfica “B”. Aunque el salario mínimo aumentó 2.9% en esa zona no se
aprecian impactos negativos en términos de participación laboral o bien incrementos
en la informalidad. Si acaso, la tasa de informalidad laboral disminuye después del
incremento del salario mínimo.
1464
Comisión Nacional de los Salarios Mínimos
TASA DE PARTICIPACIÓN E INFORMALIDAD LABORAL POR ÁREA GEOGRÁFICA
TRIMESTRAL
A. Tasa de participación laboral
B. Tasa de informalidad laboral
Nota: Datos provienen de INEGI del portal InfoLaboral Tasa de Participación es el porcentaje de la
población económicamente activa entre la población total. Tasa de informalidad Laboral se refiere a
la población ocupada en el sector informal (ver definición en INEGI, TSL1) sobre la población
ocupada total. Se obtienen datos para 32 áreas metropolitanas y se asignan a las áreas geográficas del
salario mínimo, para cada área se calcula el promedio ponderado del indicador utilizando como peso
la población de la cabecera municipal de esa área metropolitana. La población se obtiene de INEGI
para el año 2010.
FUENTE: ENOE 2014 y CONASAMI.
La siguiente gráfica muestra la inflación por área geográfica del salario mínimo
tomando como base el mes de noviembre de 2012. Similar al caso de empleo, no se
observan impactos negativos para el área “B” en comparación con cualquiera de las
otras áreas geográficas. Por ejemplo, cuando se compara la inflación entre abril de
2013 y noviembre de 2012, el área “A” tiene una inflación cercana al 2.4%; mientras
Salarios Mínimos
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que la del área “B” es de 1.5%. Es decir, el impacto del salario mínimo en términos de
precios al unificarse las áreas geográficas “A” y “B” fue prácticamente nulo. Este
resultado nos sugiere que el impacto de incrementar el salario mínimo sería
sustancialmente menor al promedio en la literatura de 0.9%. Por tanto, el mercado
laboral mexicano no ajustó los salarios de todos los trabajadores en la misma
proporción al incremento en el mínimo. En resumen, las dos gráficas anteriores
muestran que aumentar el salario mínimo no tuvo un impacto negativo en empleo o en
precios.
INFLACIÓN POR ÁREA GEOGRÁFICA
MENSUAL ACUMULADA
Nota: Datos provienen de INEGI. Datos del Índice Nacional de Precios al Consumidor por ciudad. Se
obtienen datos para 46 áreas metropolitanas y se asignan a las áreas geográficas del salario
mínimo, para cada zona se calcula el promedio ponderado del indicador utilizando como peso la
población de la cabecera municipal de esa área metropolitana. La población se obtiene de INEGI
para el año 2010.
FUENTE: INEGI y CONASAMI.
El salario mínimo no cumple con lo establecido por el artículo 123 de nuestra
Constitución. En mi lectura de la literatura internacional sobre el salario mínimo, y
basándome en la reciente experiencia de la unificación del área geográfica “B” con la
del “A”, concluyo que si el salario mínimo de partida es bajo y se consideran
1466
Comisión Nacional de los Salarios Mínimos
incrementos modestos, los impactos negativos podrían eliminarse o reducirse
sustancialmente. No soy el único con esa interpretación. Recientemente el semanario
The Economist mencionó “…incrementos modestos en el salario mínimo no destruyen
necesariamente trabajos y de hecho puede disminuir la desigualdad, atraer más gente
al sector formal y aumentar la productividad”
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. Los canales de ajuste a un mayor
salario mínimo se dan en precios y en mejoras de eficiencia por parte de las empresas.
Por tanto, hay elementos sólidos para creer que elevar el salario mínimo tendría
efectos significativos para los trabajadores de bajos ingresos, pero pocas o nulas
repercusiones negativas para trabajadores de más altos ingresos.
Por tanto, desde el punto de vista de una agenda igualitaria y dadas las circunstancias
del mercado laboral mexicano, creo que los beneficios de incrementar el salario
mínimo son mayores que los posibles costos. De paso, esto nos acercaría un poco más
al cumplimiento del artículo 123 de la Constitución, cuyo mandato sigue siendo un
ideal valioso que rescatar.”
Fuente de información:
http://www.nexos.com.mx/?p=24137
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Traducción del autor, semana agosto 16-23, 2014.
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