APN 118-13. Cámara de la Tercera Sección de Occidente

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APN 118-13.
Cámara de la Tercera Sección de Occidente: Ahuachapán, a las quince horas con veinticuatro
minutos del día dieciséis de agosto de dos mil trece.
El proceso penal clasificado bajo la referencia número 132-2-12, se instruye contra el
imputado MARCO ANTONIO B.B., quien es Salvadoreño, de[…], por atribuírsele el delito de
APROPIACION O RETENCION INDEBIDAS, regulado en el artículo 217 del Código Penal,
en perjuicio patrimonial del señor José Enrique M.C., quién es […]. La causa penal se ha enviado
para que esta Cámara resuelva el recurso de apelación promovido por los licenciados DOUGLAS
OVIDIO A.A.Y JUAN CARLOS Z.M., en calidad de defensores particulares del incoado, contra
la resolución emitida por la señora jueza primero de paz de esta ciudad, en la que resuelven dos
puntos: imponer la medida cautelar de la detención provisional al enjuiciado, y declara no ha
lugar la excepción planteada por la defensa particular de incompetencia de jurisdicción en razón
de la materia.ADMISIBILIDAD DE LOS RECURSOS
Se ha constatado que las alzadas interpuestas por los licenciados DOUGLAS OVIDIO
A.A.Y JUAN CARLOS Z.M., cumplen con los requisitos de forma y fondo necesarios para su
admisión, por lo que en tal sentido se admiten ambos recursos.
RESOLUCIÓN APELADA
La jueza primero de paz de esta ciudad, en el curso de la audiencia inicial y en el auto
pronunciado a las catorce horas del día diez de julio del año en curso, resolvió, en su orden, sin
lugar la excepción planteada y decretar prisión preventiva contra el acusado por considerar:
- Que en lo que concierne a la excepción de incompetencia por razón de la materia, la
defensa técnica del acusado no invocó las bases legales de la petición de este incidente, como lo
regulan los artículos 64 y 380 inciso segundo Pr. Pn.
− Que la conducta del imputado se adecua al delito de apropiación o retención indebidas,
porque si bien no consta un título, el justiciable entabló un acuerdo con la víctima en el que se
obligó a pagar a esta última un valor económico por la compraventa de 1,100 quintales de
café oro, una vez le fuera entregado éste. Que asociado a ello, constan los documentos de
compraventa firmados por el incoado y la víctima.
− Que se tienen la denuncia del apoderado de la víctima, las entrevistas de los testigos
Dolores Cristina L.G., Juan Antonio V.A.y Ana Ruth Z.V., las copias certificadas de los recibos
de envío de café remitidos por la víctima al sindicado y el acta de inspección, en la que consta
que existe el beneficio de café que alude la víctima, diligencias de las que se extrae el dolo con el
que actuó el acusado, pues éste ha tenido el café bajo su poder o custodia y está consciente de que
tiene que devolver su valor.
− Que a pesar de que el imputado no representa un peligro para el proceso, porque lo
evada o porque en libertad pueda incidir en algún acto concreto de investigación, se debe
considerar que el encartado es una persona con capacidad económica suficiente para huir al
extranjero, en razón de que realiza transacciones comerciales en las que se implican grandes
cantidades de dinero, como en el presente caso, en el que están involucrados doscientos veintiún
mil dólares, asociado a que es dueño del centro turístico "Termales de Santa Teresa", por lo que
se infiere que existe riesgo de fuga y además se tiene la sospecha de que el acusado puede seguir
cometiendo hechos análogos.
AGRAVIOS DE LA DEFENSA TÉCNICA
Inconforme con la resolución de audiencia inicial se alzaron los licenciados Douglas
Ovidio A.A.y Juan Carlos Z. M., quienes en su libelo impugnativo exponen:
- Que la juzgadora declaró sin lugar la excepción de incompetencia por razón de la materia, por
no haberse expuesto las normas legales en que se basaba la excepción, sin considerar el aforismo
"iura novit curia", que significa que el juez conoce del derecho, por lo que no era necesario que
en el proceso las partes prueben lo que dicen las normas.
- Que se está conociendo un caso civil por la vía penal o en el mejor de los casos se está
cobrando un incumplimiento de pagos cuando eso es materia propia del Juzgado Civil y
Mercantil.
- Que los hechos constituyen el incumplimiento de una obligación de pagar y no el
delito de apropiación o retención indebidas tipificado en el artículo 217 Pr, porque existe un
contrato de venta de café en el que no se da una mera tenencia o custodia, ya que el legislador
nacional exige que la tenencia de la cosa tiene que haberse producido por alguno de los motivos o
títulos que produzcan la obligación de entregarla o devolverla, ella misma o su valor, y que no
son títulos hábiles para la existencia del ilícito la compraventa, salvo con reserva de dominio, el
préstamo, mutuo, el depósito irregular, porque todos ellos transmiten el dominio.
- Que en el caso de autos existe de parte del acusado un reconocimiento de una
obligación de pagar, la que nace de un contrato de venta de café -Arts. 1308 y 1309 C.C.-, que
existe la obligación de parte del señor B. de pagar -Art.1316 C.C.-, por lo que el incumplimiento
del pago no constituye el delito de apropiación o retención indebidas.
−
Que el incumplimiento en el pago y ante un reconocimiento de realizar dicho pago
por escrito, da el derecho al señor José Enrique M.C. a dar por terminado el contrato de venta y
consecuentemente, el juez competente ordenará lo pertinente, según el Art. 1677 C.C.
−
Que se han incumplido tres fechas de pagos y que existe un reconocimiento de la
misma deuda, por lo que no se puede conocer estos incumplimientos como hechos penales de
apropiación, ya que nunca ha existido un título de custodia o tenencia que obligue al procesado
Marco Antonio B. B. a devolver lo entregado, y lo que existe es una deuda que se ha incumplido
en los meses de febrero, marzo y abril de dos mil doce.
En cuando a la medida cautelar de la detención provisional impuesta al incoado MARCO
ANTONIO B.B., manifiestan los impetrantes que se han presentado arraigos en beneficio de su
defendido y se ha justificado su incomparecencia a la audiencia inicial, y que la señora jueza
primero de paz de esta ciudad ha ignorado tales presupuestos y no ha realizado una
fundamentación precisa del porqué considera adoptar dicha medida gravosa.
− Que el delito nunca cumplió los presupuestos que exige el legislador, tanto para la
existencia del delito como para imponer la medida cautelar.− Que conforme al artículo 144 Cn. y 9.3 del Pacto Internacional de Derechos Civiles
y Políticos, la detención provisional no debe ser la regla general.
− Que no existen razones que puedan motivar la salida del país del incoado y que la
fundamentación de la medida cautelar, por parte de la señora jueza primero de paz de esta ciudad,
se hace sobre sospechas de la fuga, más no la de entorpecimiento de la investigación, por parte
del procesado y que la capacidad económica del procesado implica que puede huir hacia el
extranjero.− Que no se han considerado los arraigos presentados y la condición de salud del
imputado, la cual no puede ser cuestionada más que por un perito idóneo que determine si el
señor B.B. adolece de enfermedad o no.
− Que existe un delito con una pena de 2 a 4 años, con una investigación deficiente y que
se está en presencia de cobradores de deudas, no habiéndose sustentado la existencia del delito ni
el peligro de fuga
2) EMPLAZAMIENTO A LA PARTE CONTRARIA
Se emplazó a los Licenciados Carlos Armando A. R. y Germán Eliseo H. U., para que
contesten el recurso de apelación, quien haciendo uso de su derecho expresaron:
− Que toda petición o solicitud hecha a un ente jurisdiccional debe fundamentarse
legalmente.
- Que existen suficientes elementos para considerar la existencia del ilícito penal de
apropiación o retención indebida, que ha existido la apropiación o retención ya que existen 109
recibos de entrega del café y que ha existido un ánimo de lucro en detrimento del patrimonio de
la víctima.
En cuanto a la medida cautelar de la detención provisional manifiestan: que no
−
obstante estar legalmente citado el incoado, no se presentó al requerimiento que el ente
jurisdiccional le hizo, por lo que no tiene la más mínima intención de comparecer al llamado
judicial.
−
Que el procesado cuenta con suficientes recursos económicos para darse y
mantenerse en fuga.
3) El representante fiscal Licenciado José Miguel R. L., manifiesta que la conducta
típica del procesado nace de la negativa del sujeto activo, señor Marco Antonio B.B., en su
calidad de administrador único propietario de COFINANZAS S.A de C.V, a restituir a su debido
tiempo el café que le fue entregado de parte de las fincas propiedades de la víctima José Enrique
M.C..
−
Que los apelantes no mencionan cuál es el documento base de la acción, requisito
indispensable para que la acción civil nazca a la vida jurídica, Art. 457 Código Procesal Civil y
Mercantil, no existe el contrato donde diga que se le deben esos quintales de café a la víctima
M.C., se establezca un plazo, que el mismo sea vencido, que exista un acreedor cierto y un
deudor identificado, lo que hace creer que existió violación de la confianza de la víctima M.C..− Que constan documentos escritos suscritos por parte del imputado y víctima, en los
cuales consta la promesa exteriorizada y documentada por el primero de ellos de pagar a la
víctima.CONSIDERACIONES DE CÁMARA
I.- A fin de dotar de un orden lógico la parte considerativa de la presente resolución, esta
Curia examinará, en primer orden, los agravios de los recurrentes que objetan la incompetencia
en razón de la materia.Los licenciados Dougla Ovidio A.A.y Juan Carlos Z.M., argumentan que se está ante el
incumplimiento de una obligación de pagar y no de un delito de apropiación y retención indebida,
así mismo señalan que se está en presencia de un contrato de venta de café, y que se firmó un
acuerdo en donde se reconoce que al señor M.C. se le adeuda por parte del procesado y esa deuda
proviene de un contrato de venta de café, más nunca ha sido una mera tenencia o custodia como
lo exige el legislador para que sea constitutivo de delito, por lo que existe de parte de su
representado un reconocimiento de una obligación de pagar, y lo que se pretende hacer ver como
delito nace y nació de un contrato de venta de café regulado en el Art. 1308 y 1309 C.C., además
de existir por escrito una obligación de parte del procesado Marco Antonio B. de pagar. Que se
han incumplido fechas de pagos y existe un Reconocimiento de la misma deuda, por lo que no se
pueden conocer estos incumplimientos como hechos penales de apropiación, ya que nunca ha
existido un título de custodia o tenencia que obligue al procesado Marco Antonio B.B. a devolver
lo entregado, y lo que existe es una deuda que se ha incumplido.Que la jueza A quo manifiesta en la parte expositiva de la providencia judicial: "La
suscrita resolvió no ha lugar los incidentes planteados,...en cuanto al segundo incidente la
defensa no invoco (sic) las bases legales sobre la petición de los incidentes como lo contempla el
Art. 380 inc. 2o. C. P. P ni el Art. 64 C. P. P que nos habla de las incompetencias...".De lo anterior se colige que la juzgadora A quo no motivó la decisión de declarar no ha
lugar la excepción de incompetencia de jurisdicción en razón de la materia, pues solamente se
circunscribió a citar que el recurrente no invocó las bases legales sobre la petición de los
incidentes, como lo contempla el Art. 380 inc. 2o. C.P.P ni el Art. 64 C.P.P, sin exponer las
razones en las que basa tal afirmación.
Cabe acotar que la motivación o fundamentación de las resoluciones judiciales constituye
el deber jurídico de concretizar, por el funcionario judicial, la explicación de la resolución a
pronunciar, instituido por la norma jurídica secundaria, específicamente en los artículos 4 inciso
tercero y 144 del Código Procesal Penal, disposiciones que imponen a los jueces la obligación de
fundamentar o motivar todas las resoluciones o decisiones judiciales.
Asimismo tal obligación deriva de la seguridad jurídica, como principio, arts. 1 y 2 de la
Constitución de la República.
La fundamentación constituye un requisito formal de toda resolución, necesario para
lograr así una aplicación razonada del derecho, por medio de la cual se conoce el razonamiento
intelectual de contenido crítico, valorativo y lógico del juzgador, para tomar una determinada
decisión y no otra en el conflicto que todo proceso supone.
Y es que, con la motivación se garantiza, en primer lugar, el sometimiento del funcionario
judicial a ley, debido a que en la exteriorización de la fundamentación se conoce si ha respetado o
no esa inevitable vinculación, que es garantía del adecuado ejercicio de la potestad jurisdiccional;
de igual manera al sustentar una adecuada fundamentación, en una razonada explicación del
porqué y para qué de la decisión, resguarda a los particulares o a cualquier habitante del Estado
de la arbitrariedad judicial.
En tal sentido, la obligación de motivar no puede considerarse cumplida con la mera
emisión de una declaración de voluntad del juzgador, ni con la relación de los artículos
pertinentes, pues esto va más allá, ya que una resolución suficiente y razonada requiere de la
aplicación de conocimientos objetivos, o sea, de contenido fáctico y jurídico.
Lo antes expresado no implica un determinado modo de motivar, ni tampoco una
determinada extensión, ya que no es por la cantidad fabulosa y sobreabundante de conocimiento
que se entiende fundamentada una providencia judicial, sino, por la calidad, profundidad y
pertinencia del conocimiento aplicado para solventar la argumentación.
La falta de motivación, asimismo, viola el derecho a la tutela judicial efectiva, pues esta
sólo se hace práctica, cuando frente a la arbitrariedad se impone una respuesta de fondo que
resulte razonada, es decir, solo puede entenderse cumplida, cuando se facilite al justiciable las
razones por las cuales se adopta la decisión hecha constar en su parte dispositiva.
En el caso sub lite se denota que la resolución apelada contiene una motivación escueta al
manifestar únicamente se declara no ha lugar el incidente de incompetencia de Jurisdicción en
razón de la materia, por no haberse invocado, por parte de la defensa los artículos atinentes y que
dan lugar a que en audiencia se puedan formular por las partes las cuestiones incidentales.De ahí que la falta de fundamentación o motivación de una decisión judicial, por parte del
juez o tribunal ocasiona la nulidad de la resolución debido a su inadecuada fundamentación, de
conformidad a lo regulado en el Artículo 144 inc., final del Código Procesal Penal.De lo anterior se concluye, al haber carencia de fundamentación en la resolución
impugnada, respecto de excepción de incompetencia de Jurisdicción en razón de la materia,
planteada por la representación de la defensa particular, ha existido también una vulneración a los
derechos constitucionales de defensa y tutela judicial efectiva, motivo por el cual debe declararse
la nulidad absoluta del punto que resuelve, conforme al artículo 346 numeral 7 del Código
Procesal Penal, del punto de la resolución apelada referente a la excepción de incompetencia de
jurisdicción en razón de la materia.
II.- En lo referente al análisis sobre la medida cautelar de la detención provisional en
contra del procesado Marco Antonio B. B., es necesario analizar los presupuestos procesales
habilitadores de la medida precautoria de detención provisional y que son el fumus boni iuris
(existencia del delito y participación delincuencial) y periculum in mora, (peligro de fuga y
obstaculización), conforme a una mínima actividad probatoria que se enfoque en tales
presupuestos y se plasme en la motivación judicial, que es lo que permite justificar una decisión
que prive de la libertad al imputado dentro de un proceso penal.El tipo penal atribuido al ahora procesado es el reglado en el artículo 217 del Código
Penal, denominado "apropiación o retención indebidas" el que literalmente dispone: que
teniendo bajo su poder o custodia una cosa mueble ajena por un título que produzca
obligación de entregar o devolver la cosa o su valor, se apropiare de ella o no la entregare o
restituyere a su debido tiempo en perjuicio de otro...."
La apropiación o retención indebida se caracteriza por la transformación que el sujeto
activo hace, en tanto convierte el título inicialmente legitimo y lícito por el que recibió dinero,
efectos o cosas muebles, en una titularidad ilegítima cuando rompe dolosamente el fundamento
de confianza que determinó que aquellos le fueran entregados. De ahí que cronológicamente
existan dos momentos distintos en el desarrollo del iter criminis, uno, inicial, consistente en la
recepción valida, otro, subsiguiente, que consiste en la indebida apropiación o retención con
perjuicio a otro si con animo de lucro se origina tal apoderamiento, de lo que se tenía en
posesión.
De la norma citada, se extraen los elementos del tipo que nos interesan para efectos de
esta resolución, que a continuación se detallan:
a) una tenencia legítima del objeto material, por el sujeto activo. Consta de autos que la
víctima señor José Enrique M.C., realizaba entregas de café, al señor B. B. como producto de una
compraventa anticipada.
b)
La existencia de un título por el que se ha adquirido dicha tenencia y que dicho título
sea de los que producen obligación de entregar o devolver la cosa o su valor. Respecto de este
elemento se tiene que de los actos de investigación se evidencia que no existe del proceso un
título, por medio del cual se haya consignado el acuerdo entre víctima y encartado y que, por
ende obligara al incoado Marco Antonio B. B. a guardar en custodia el café que le era enviado
por la víctima señor José Enrique M.C., y que lo obligara a entregar la cantidad de café del que
presuntamente se apropió o su valor, situación que deja establecida en su resolución la señora
jueza primero de paz de esta ciudad en resolución cuando manifiesta: "...En este caso es cierto
que no consta tal título, sin embargo, el comportamiento realizado por el imputado ha sido de
manera dolosa, siendo ello un elemento objeto en los delitos, ya que la actuación dolosa, es
aquella en la que el sujeto consciente la posibilidad de que el resultado se produzca; es decir hay
un conocimiento anticipado (...) el inculpado no puede alegar desconocimiento del hecho en
concreto, pues entablo un acuerdo con la víctima, se obligó a entregar un valor económico por
la compraventa de 1, 100 quintales oro, una vez le fuera entregado el café y concluida la entrega
total, lo que se refleja con el documento de confirmación de compraventa agregado a fs. 13 y 14
", al examinar las diligencias efectivamente aparece agregado un documento de confirmación de
compraventa anexado a fs. 13 y 14, y una serie de documentación de los envíos de café que
realizaba el señor José Enrique M.C. al encartado Marco Antonio B. B., agregados de folios 21 al
167, pero dicha documentación no es suficiente para establecer la causa de la obligación de
entregar o devolver la cosa mueble ajena y que pudieran considerarse como un título.
Como ya lo expusimos, para la configuración del tipo penal en mención se requiere
esencialmente que exista un título o causa legal que obligue al sujeto activo a entregar la cosa
mueble ajena, en ese sentido y al no constar dentro del proceso el título o causa legal que
establezca que nos encontramos en presencia del delito en comento, será en la etapa de
instrucción, que se recolectarán evidencias que determinen con exactitud si nos encontramos ante
el ilícito que se le atribuye al encartado antes mencionado.
En ese sentido al contar con pocos elementos de juicio para presumir la existencia del tipo
penal, resulta deficiente también la prueba sobre la probable participación del imputado; por
tanto, el peligro de fuga se minimiza significativamente, y se torna desproporcionada la
imposición de la medida cautelar más gravosa; por ello, esta curia, estima que la detención
provisional decretada por la señora jueza primero de paz de esta ciudad, debe revocarse.
En virtud de lo anteriormente dicho, resulta innecesario pronunciarse en forma particular
sobre los demás puntos alegados por la parte defensora en su recurso de apelación.
PARTE DISPOSITIVA
Por las consideraciones antes realizadas, preceptos legales citados y a lo que disponen los
artículos 341, 452, 453, 465 al 467 del Código Procesal Penal, esta Cámara RESUELVE: a)
Declarase nulo el punto del acta de la audiencia inicial de las nueve horas del día diez de julio del
presente año, en el que se resuelve el incidente de excepción de incompetencia en razón de la
materia, planteado por la defensa técnica del encartado Marco Antonio B.B., b) Revócase la
detención provisional impuesta por la señora jueza primero de paz de esta ciudad, al encartado
MARCO ANTONIO B.B., por atribuírsele el delito de APROPIACION O RETENCION
INDEBIDAS, regulado en el artículo 217 del Código Penal, en perjuicio patrimonial del señor
José Enrique M.C.; consecuentemente déjese sin efecto la orden de captura en contra del incoado
antes mencionado; c) Ordénase a la Jueza A quo, reponer el punto de la resolución anulada en la
que se resuelve la excepción de incompetencia en razón de la materia, con la debida
fundamentación, d) Certifíquese la presente resolución y remítase al Juzgado Primero de Paz y al
Juzgado de Instrucción, ambos de esta ciudad; e) Notifíquese.
PRONUNCIADA POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LA SUSCRIBEN
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