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COCONA
(Solanum sessiliflorum Dunal):
TRATADO DE
COOPERACION
AMAZONICA
CULTIVO Y
UTILIZACION
SECRETARIA
PRO-TEMPORE
SPT – TCA
DICIEMBRE
1 9 9 8
CARACAS
VENEZUELA
1
PREFACIO DEL AUTOR
El interior del Amazonas es habitado por una población muy diversificada, formada por
agricultores, ganaderos, pequeños mineros y los llamados pueblos de la floresta (indios,
mestizos, caucheros y poblaciones ribereñas). Gran parte de esta población es fruto de la
migración interna, vive básicamente de la pequeña producción agrícola y de la extracción
vegetal y animal, y posee un conocimiento ancestral bastante heterogéneo de las riquezas
naturales que tiene esta vasta región cubierta de bosques.
La biodiversidad natural de la región constituye uno de los 10 mayores centros de
megadiversidad del Planeta. Este hecho revela un inmenso campo destinado a estudios e
investigaciones dirigidos a los más variados propósitos, buscando el entendimiento y la
comprensión de las interacciones existentes entre los seres vivos y el ambiente
biogeográfico donde viven. Entre éstos, los estudios con recursos genéticos de los
cultivos autóctonos son de suma importancia.
El programa de recursos genéticos y mejoramiento de especies vegetales, desarrollado
por el Instituto Nacional de Pesquisas da Amazônia (INPA), en Manaos, Amazonas,
Brasil, tiene como objetivo generar conocimientos científicos y productos capaces de
contribuir al desarrollo de sistemas de producción rural, compatibles con el ambiente
amazónico y sus poblaciones humanas.
En sus líneas de investigación, las hortalizas nativas del Amazonas han merecido especial
atención, porque, además de sus características de adaptación al ambiente difícil,
presentan extraordinario valor nutritivo y, contrariamente, son poco conocidas y
consumidas por las poblaciones urbanas. Los agricultores tradicionales (indios y
mestizos) son los que, todavía, las cultivan y las consumen. Felizmente, la práctica de
cultivo diversificado ha evitado el riesgo de extinción de muchos recursos genéticos
valiosos y poco conocidos por la ciencia.
Por otra parte, el Amazonas es una parte del trópico húmedo mundial caracterizada por
deficiencias nutricionales, principalmente en vitamina A, hierro y zinc. Debido a la
elevada diversidad existente en esta región, muchas especies de plantas nativas son
capaces de suplir esTas carencias nutricionales. Entre ellas se encuentra la cocona
(Solanum sessiliflorum Dunal), una Solanaceae domesticada por los indios
sudamericanos.
Las informaciones sobre el cultivo de la cocona presentadas en este trabajo solicitado por
la Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe son, en su mayoría,
resultado de investigaciones realizadas por investigadores del INPA, y otras instituciones
de enseñanza e investigación, especialmente del Amazonas peruano.
En el INPA, hace exactamente veinte años, la cocona se transformó en objeto de
investigación agronómica y etnobotánica al rescate de su importancia como alimento
entre las poblaciones más jóvenes del Amazonas y sus nuevos colonizadores. En este
período, la divulgación de resultados de investigaciones, dando a conocer el potencial de
la especie en términos de producción de frutos, de su valor nutritivo y de su
2
aprovechamiento como alimento, medicamento y cosmético, hizo surgir un proceso de
revalorización y revitalización del cultivo nativo.
Como consecuencia del esfuerzo de transformar la cocona en una planta reconocida por
las poblaciones más jóvenes del Amazonas brasileño, se notó que actualmente ésta ha
sido cultivada en huertos escolares del interior y de los centros urbanos. Anualmente los
alumnos de las escuelas básicas de Manaos presentan trabajos sobre la especie,
principalmente en ferias de ciencias. Se han desarrollado también algunas monografías en
programas de cursos de graduación (iniciación científica y perfeccionamiento) y postgrado (disertaciones y tesis). Además de esto, semillas mejoradas de cocona de la
colección del INPA se han distribuido a un público cada vez mayor de agricultores,
investigadores, profesores y extensionistas brasileños y extranjeros que demuestran
interés en cultivarlas.
Dedicamos este Manual Técnico especialmente a las familias tradicionales del Amazonas
brasileño, peruano y colombiano que cultivan y consumen la cocona, y con eso consiguen
mantener la variabilidad genética de las etnovariedades, que serán utilizadas por las
futuras generaciones.
Finalmente, nos gustaría agradecer a todos los representantes de la FAO que luchan
incesantemente por preservar, conservar y utilizar los recursos genéticos de cultivos
autóctonos y por mejorar la calidad de vida de todos los pueblos pobres de la Tierra.
Esperamos que nuestro trabajo contribuya al rescate de este cultivo milenario y a la vez
ofrecer una alternativa agrícola y alimenticia a todos los pueblos que decidan usar este
importante recurso genético del Amazonas.
Danilo Fernandes da Silva Filho
Manaos, agosto de 1998.
3
CONTENIDO
PREFACIO DEL AUTOR
PRESENTACION
1.0
INTRODUCCION
2.0
ASPECTOS BOTANICOS
2.1
2.2
2.3
2.4
2.5
2.6
3.0
ASPECTOS ECOLOGICOS
3.1
3.2
4.0
Variedades
Propagación y tipos de siembra
Preparación del suelo
Esparcimiento
Fertilización
Trasplante
Plagas y enfermedades
Tratos culturales
Producción
Costos de producción
COSECHA Y TRANSPORTE
5.1
5.2
5.3
5.4
6.0
Clima
Suelos
ASPECTOS AGRONOMICOS
4.1
4.2
4.3
4.4
4.5
4.6
4.7
4.8
4.9
4.10
5.0
Taxonomía
Morfología
Biología floral
Composición química de los frutos
Origen y distribución geográfica
Variabilidad genética, poblaciones y razas
Método de cosecha
Envase
Almacenaje
Transporte
UTILIZACION
6.1
6.2
6.3
Uso principal - alimenticio
Usos secundarios
Formas de comercialización
4
7.0
INDUSTRIALIZACION
8.0
7.1
Casera
7.2
Procesamiento tecnológico
POTENCIALIDAD PARA EL MERCADO ACTUAL
8.1
8.2
Mercados potenciales
Consumo potencial por la agroindustria
9.0
SUSTENTABILIDAD DEL CULTIVO
10.0
LITERATURA CITADA
5
1.0
INTRODUCCION
6
Entre las decenas de árboles o arbustos de frutos autóctonos del Amazonas, la cocona
(Solanum sessiliflorum Dunal) es el único herbáceo anual que había sido completamente
domesticado por los pueblos indígenas nativos de la región antes de la llegada de los
europeos. De este modo, la cocona fue pre-adaptada tanto a los sistemas agrícolas
tradicionales del Amazonas, como a los sistemas agrícolas modernos (monocultivos de
altos insumos destinados a los mercados regionales, nacionales e internacionales).
Como la mayoría de los árboles de frutos autóctonos del Amazonas, la cocona es poco
conocida fuera de su región de origen, en este caso en el Amazonas occidental.
Asimismo, se encuentra como planta de patio en todo el Amazonas y muchos lugares del
trópico húmedo Americano, y ha sido llevada también hacia otras partes del mundo.
Como gran parte de los árboles de frutos autóctonos del Amazonas, la no utilización de la
cocona es una falla del mercado, pues reúne muchas características buscadas por los
mercados nacionales e internacionales: es exótica, posee sabor característico y agradable,
es altamente productiva, y existe información sobre sus características químicas y
tecnológicas, que harían posible su industrialización a mayor escala. Por ser anual y bien
adaptada a los suelos de las llanuras del Amazonas, es posible producir la cocona con
escasos o ningún insumo, permitiendo también su comercialización como alimento
orgánico. Es decir, la falla de mercado no es causada por la cocona, sino por la falta de
disponibilidad de información que existe sobre la cocona para permitir a la clase
empresarial latinoamericana decidir si valdría la pena llevarla o no al mercado.
Este libro reúne casi toda la información existente sobre la cocona para que los productores y agroemprendedores puedan evaluar su potencial económico real. Se presenta un resumen de su botánica,
biología, composición química, ecología, agronomía, cosecha, usos, elaboración casera e industrial,
potencial y una evaluación de las posibilidades de producirla en forma sustentable, para que el libro pueda
ser de utilidad no sólo a los productores y agro-emprendedores del Amazonas y América tropical, sino
también a los agentes de investigación, desarrollo y extensión que apoyarán al sector productivo y
ampliarán el conocimiento sobre la cocona.
7
2.0
ASPECTOS BOTANICOS
8
2.1.
TAXONOMIA
La cocona (Solanum sessiliflorum Dunal) pertenece a la familia Solanaceae, la
que contiene entre 2000 a 3000 especies con formas arbóreas, arbustivas, epífitas
y trepadoras (Heywood, 1979), algunas de las cuales son importantes invasoras de
otros cultivos, venenos, medicinales, ornamentales y cultivos alimenticios, por
ejemplo, tomate, pimentón, berenjena, “jiló” y la papa. El género Solanum
presenta el mayor número de especies, aproximadamente 1400, existente en casi
todo el mundo, la mayor parte de ellas se encuentran en América Tropical
(D´Arcy, 1973). S. sessiliflorum es un componente de la sección Lasiocarpa, de
modo que está filogenéticamente relacionada con la naranjilla (Solanum quitoense
Lam.) (Wahlen et al., 1981). De acuerdo con Brücher (1968), la cocona posee 2n
= 24 cromosomas, que es comparable con las demás especies de la sección
Lasiocarpa y las especies diplodión del género Solanum.
La cocona es muy variable en cuanto a tamaño, forma, peso, contenido químico,
etc. (Pahlen, 1977; Silva Filho et al., 1998). Estas variaciones son plenamente
reconocidas en las localidades donde existe en el Amazonas. Los indios del río
Cenepa, en el Departamento Amazonas, Perú, usan cuatro etnovariedades tan
distintas que pueden ser consideradas como especies diferentes, pero fueron
reconocidas como S. sessiliflorum por Schultes y Romero-Castañeda (1962). Los
mismos investigadores documentaron la presencia de algunos materiales
genéticos nombrados como cultivos en el Amazonas colombiano. Ellos
dictaminaron que dos de ellas eran suficientemente distintas como para ser
consideradas especies separadas de S. Sessiliflorum, y propusieron los nombres S.
alabile y S. georgicum.
La especie Solanum alabile, originaria del río Putumayo, en el Amazonas
colombiano, tiene frutos muy grandes (superior a 10 cm de diámetro), son más
dulces y menos ácidos que los de las otras formas de S. sessiliflorum. Wahlen et
al. (1981) cuestionaron el estado de esta especie, pues la consideran solamente
como una variante extrema y no la aceptaron como válida.
La otra especie de Schultes y Romero-Castañeda (1962) fue aceptada por Wahlen
et al. (1981) como S. sessiliflorum var. georgicum y es de gran interés porque es
la posible progenitora de las etnovariedades de S. sessiliflorum, agrupadas en la
var. sessiliflorum. El tronco, ramas y las hojas de la var. georgicum contienen
espinas, y los frutos tienen forma de globos y son relativamente pequeños,
características que pueden ser ancestrales de S. sessiliflorum var. sessiliflorum. La
pérdida de espinas y crecimiento en tamaño y variedad de frutos son resultados
típicos de la práctica de selección hecha por el hombre durante el proceso de
domesticación. Las dos variedades son totalmente compatibles al cruzarse
(Heiser, 1972). El nombre Solanum topiro es un sinónimo que aún se encuentra en
la literatura.
Solanum sessiliflorum var. sessiliflorum es conocida vulgarmente como tupiro,
topiro o cocona en los países de lengua española (Pahlen, 1977). En Brasil es
9
llamada cocona o tomate de indio (Silva Filho, 1994). En países de habla inglesa
es conocida como Orinoco apple o peach tomato (Salick, 1989).
2.2
MORFOLOGIA
La cocona es un arbusto herbáceo de 1 a 2 m de altura, erecto, ramificado, que puede
vivir hasta tres años en condiciones muy favorables (Foto 2.1). Las raíces laterales de las
plantas pueden extenderse hasta 1,4 m del tronco (Pahlen, 1997).
Foto 2.1: Planta típica de cocona (Solanum sessiliflorum var. sessiliflorum).
Las hojas son simples, alternas, con estípulas en forma de espiral, en grupos de tres,
largas pecioladas, membranáceas, margen lobada-dentada, base asimétrica, y ápice
agudo. Las hojas mayores tienen pecíolos de hasta 14 cm de largo y láminas de hasta 58
cm de largo. El lado dorsal es de color ceniza, la ventral cubierta por pubescencia es una
sustancia aparentemente azucarada que atrae Himenópteros (Apidae, Vespidae,
Formicidae) y Dípteros.
La inflorescencia (Foto 2.2) es una cima situada en las ramas entre cada grupo de tres
hojas y contiene entre cinco y ocho flores, de las cuales subsisten de uno a tres frutos. La
cima está constituida por una rama de poco más de un centímetro, en la cual se ubican, en
forma espirada, los pedúnculos florales, cada uno de los cuales mide entre 2 a 5 mm de
10
largo. La corola es de forma estrellada con 5 pétalos de color verde claro ligeramente
amarillento. El cáliz está constituido por 5 sépalos de color verde. Las 5 anteras son
amarillas, cada una de 3 mm de largo y 1 mm de ancho (Paytan, 1997).
Foto 2.2: La inflorescencia de la cocona.
Las flores, tanto las hermafroditas como las estaminadas, no poseen diferencias
morfológicas externas importantes. Las flores estaminadas poseen estilete reducido y
ovario rudimentario (Fotos 2.3.A y B). Las flores hermafroditas poseen un estigma
húmedo y estilete glabro, midiendo de 7 a 10 mm, y su ovario es piloso y con forma de
globo.
11
Foto 2.3.A: Flor estaminada de cocona.
Foto 2.3 B: Flor hermafrodita de cocona.
12
El fruto de la cocona puede pesar entre 20 y 450 gramos y contener entre 200 y 500
semillas glabras, ovaladas y aplanadas (1000 semillas pesan entre 0,8 y 1,2 g). Los frutos
son muy variables en su forma (Foto 2.4). Los frutos de forma cilíndrica tienen, en
general, 4 lóculos y los cordiformes, redondos y aplanados de 6 a 8, aunque puede haber
variación en el número de lóculos en frutos de una misma planta. El fruto es verde
cuando no está maduro, amarillo-anaranjado cuando está maduro y finalmente café-rojizo
cuando ya no es apto para el consumo humano. Los frutos generalmente están cubiertos
de pelos cortos y quebradizos que son fácilmente removidos al restregarlos con las
manos. Su piel es resistente, de gusto amargo. La pulpa es amarilla clara a crema
amarillenta, midiendo entre 0,2 a 2,5 cm de espesor.
Foto 2.4: Variación en tamaño y forma de frutos de cocona, mostrando la
clara diferencia entre la pulpa adherida a la cáscara y la pulpa contenida en
los lóculos (placenta y semillas).
2.3
BIOLOGIA FLORAL
La biología floral de las Solanáceas en general es bien conocida. Muchas especies
ornamentales dependen de insectos para su polinización (Overland, 1960). Desde
el siglo pasado se han realizado en Estados Unidos muchos trabajos sobre
Solanum (Todd, 1882; Harris y Kucks, 1902, Linsley y Cazier, 1963; Bowers,
1975; Buchman et al., 1977; Schilling e Heiser, 1979). Los detalles de la biología
floral de la cocona son menos conocidos y son importantes para garantizar
producción y apoyar el mejoramiento.
13
La floración de la cocona se inicia a los 4 ó 5 meses después de la siembra. Las flores
abren alrededor de las 07:00 h y comienzan a cerrar a las 16:00 h. Cuando abren, las
anteras están dehiscentes y los estigmas, de un modo general, receptivos. Las flores duran
sólo dos días y si no hay fertilización marchitan y se caen. Al hacer la prueba con
hidróxido de amonio, para verificar su grado de reflexión a la luz ultra-violeta, las flores
presentan color café intenso en las anteras y pétalos, pero no en los nervios de los pétalos.
Exhalan un olor suavemente perceptible al olfato humano. Utilizando rojo neutro, es
posible observar que el ápice de las anteras, estigma y bordes de los pétalos colorean
suavemente con esta sustancia, evidenciando osmóforos en estas regiones (Storti, 1988).
El principal atractivo de las flores para los insectos visitantes es el polen. Storti (1988)
observó que la fertilidad de los granos de polen de la cocona es baja (Tabla 2.1), por lo
menos cuando es analizada indirectamente (azul de algodón y tetrazolio). Además de
ello, la mayoría de los granos de polen de las flores hermafroditas son inviables, o sea, sin
actividad de respiración protoplasmática.
Tabla 2.1. Fertilidad del polen de la cocona (Solanum sessiliflorum)
observada en flores hermafroditas y estaminadas en el primer día de la
antesis y en una mezcla de hermafroditas y estaminadas en el segundo día de
la antesis (Storti, 1988).
Día y Tipo de flor
1º día de la antesis
ƒHermafroditas
ƒEstaminadas
Mediana
2º día de la antesis
ƒHermafroditas y estaminadas
Azul de algodón
Tetrazolio
28%
81%
54,5%
24%
15%
19,5%
60%
6%
Observaciones de terreno demostraron que la cocona es visitada por siete especies
de abejas, seis de ellas visitan las flores, y una de las especies (Trigona cf.
fuscipenis) visita sólo las hojas. Estas abejas pueden ser clasificadas
funcionalmente en las siguientes categorías (Storti, 1988): polinizadoras,
polinizadoras eventuales y recopiladoras (Tabla 2.2).
14
Tabla 2.2. Categorías de actividad y modo de obtención de polen de las flores
de cocona (Solanum sessiliflorum) por seis especies de abejas existentes en
Manaos, Amazonas, Brasil (Storti, 1988).
.
Especie
Eulaema nigrita
Euglossa sp.
Exomalopsis sp.
Paratrigona impucta
Trigona fulviventris
Trigona dorsalis
Modo de Obtención de Polen
Vibración
Vibración
Vibración
Categoría
Polinizadora
Polinizadora
Polinizadora
eventual
Colectora (en poros de las Polinizadora
anteras)
eventual
Colectora (en pétalos)
Recopiladora
Colectora (en pétalos)
Recopiladora
Abejas polinizadoras
Eulaema (Apeulema) nigrita Lepeletier, 1841 (Apidae, Euglossini). El largo
promedio de esta abeja es de 22 mm. Todos los individuos observados visitando
las flores eran hembras. A partir de las 06:00 h ya se encontraban sobrevolando el
área de estudio y muchas de ellas tenían las corbículas, cargadas de polen, a pesar
de estar las flores aún cerradas. A las 07:30 h, aproximadamente, estas abejas
inician sus visitas a las flores. En todo el período de observación (de las 06:00 a
las 16:00 h) cuando las flores comienzan a cerrar, ellas están presentes en el lugar.
El horario de mayor afluencia registrado fue entre 09:00 y 10:00 h
aproximadamente, donde se vio cerca de 58 individuos visitando las flores. Al
posar en la flor, la abeja curva su abdomen sobre las anteras, vibra con auxilio de
los músculos indirectos del vuelo, provocando suave vibración en las anteras,
facilitando la salida del polen, el cual se adhiere a la parte inferior del tórax. La
abeja puede vibrar algunas veces en la misma flor y cada vibración dura hasta
cinco segundos. Al posar en determinada flor, la parte ventral del tórax, cargada
de polen, entra en contacto con el estigma, pudiendo ocurrir la polinización. El
polen localizado en la parte ventral del tórax se transfiere hacia la corbícula
durante el vuelo de una flor a otra, o al salir del lugar de observación.
Euglossa sp. (Apidae, Euglossini). Esta abeja mide 12 mm de largo,
aproximadamente, y todos los individuos observados eran hembras. Esta especie
no fue observada en el año de 1981. En los años 1982 y 1984, se observó
visitando las flores en horario de 07:00 a 15:00 h, durante el horario de mayor
frecuencia (entre 08:00 y 09:00 h) 24 individuos visitaron las flores. Estas abejas
presentan comportamiento de vibración semejante al de Eulema nigrita. La única
diferencia es que la primera visita un mayor número de flores mientras que la
transferencia de polen realizada por la segunda es más retardada. Debido a su
tamaño y comportamiento, la Euglossa sp. también contacta el estigma
efectuando la polinización.
15
Polinizadoras eventuales
Paratrigona (Aparatrigona) impunctata Duck (Apidae, Trigonini). Esta abeja
mide 5 mm de largo, en promedio. Comienza su actividad de colecta de polen a
partir de las 07:30 h, terminando alrededor de las 15:00 h. Su presencia se nota
diariamente visitando las flores de la cocona. El período de mayor frecuencia de
esta especie es entre 09:00 y 10:00 de la mañana. Esta especie demuestra
comportamiento distinto al de las abejas mencionadas anteriormente al visitar la
flor. Ella se agarra en las anteras con las patas medianas y colecta el polen, de
cada antera, directamente en la apertura de los poros con la ayuda del probóscide.
A partir de ahí transfiere el polen, con la ayuda de las patas anteriores, hacia la
parte ventral del tórax y posteriormente hacia las corbículas. El polen localizado
en la parte inferior del tórax contacta el estigma efectuando la polinización. En
general, sólo hay una abeja por planta a la vez. Algunas veces, se observan dos
simultáneamente en plantas diferentes y en la misma flor.
Exomalopis (Exomalopsis) sp. (Arthophoridae, Exomalopsini). Es una abeja de
aproximadamente 8 mm de largo. Los individuos generalmente visitan las flores a
las 08:00 h aproximadamente. Esta especie también tiene el comportamiento de
vibración para retirar el polen de las anteras, fijándose en ellas de la misma forma
que Eulaema nigrita. Normalmente, vibran varias veces en una flor y luego
abandonan las plantas. A pesar de su porte, comportamiento y el contacto con el
estigma, puede ser considerada polinizadora eventual, porque no siempre
aparecen en las plantas de cocona.
Recopiladoras
Trigona (Trigona) cf. fulviventris (Apidae, Trigonini). Esta especie mide cerca de
7 mm de largo. Se han visto pocos individuos. El horario de visita ocurre entre
08:00 y 09:00 h. Esta abeja presenta otro comportamiento para obtener el polen.
Ella recolecta los granos que se encuentran caídos sobre los pétalos de las flores
mediante la acción de las abejas vibradoras. El polen es almacenado en sus
corbículas de la misma manera como lo hacen las especies mencionadas
anteriormente.
Trigona (Tetragona) dorsalis Smith (Apidae, Trigoni). Esta especie mide 4 mm
de largo, aproximadamente. Ella no es muy frecuente. Su horario de visita es entre
08:00 y 08:30 h. Su comportamiento en la recolección de polen es similar al de la
Trigona cf. fulviventris.
La cocona es considerada una especie andromonoica (Paytan, 1997). En el género
Solanum no se conocen plantas verdaderamente monoicas o dioicas, puesto que
no se han observado flores únicamente femeninas hasta el momento (Symon,
1979). Aun así, Pahlen (1977) consideró la cocona una planta que se autofecunda
por el hecho de que las plantas aisladas presentaban buena producción de frutos,
pero no desechaba la ocurrencia de una determinada tasa de cruzamiento natural,
ante la presencia de abejas sociales y solitarias visitando y cargando polen. Silva
Filho et al. (1993) estudiaron la relación de la variación entre plantas dentro de las
16
cuotas y la variación genética σ2d / σ2g) en varios caracteres de cocona y
observaron que es una especie predominantemente autógama por los valores
estimados inferior a 1,06 para todos los caracteres, coincidiendo con las
observaciones de Pahlen (1977). No obstante, estudios de la biología floral de la
cocona llevaron a Storti (1988) a considerar esta especie como alógoma, porque
sus experimentos de autopolinización y de polinización cruzada controlada
resultaron en una tasa nula de autopolinización o en una tasa muy baja de
polinización cruzada con obtención de frutos. Por lo tanto, lo consideró
extremadamente difícil de polinizar, de modo que las relaciones de las varianzas
probablemente reflejan mejor la situación.
Salick (1989) demostró que la cocona tiene una fuerte predominancia del
progenitor femenino, o sea, de herencia materna en las características del fruto. El
cruce de flores femeninas de plantas con frutos grandes originan frutos grandes,
independiente de la característica de los frutos de las plantas que proporcionaron
la flor masculina. Lo interesante es que esta influencia de la flor femenina
continúa en la segunda generación sin segregación aparente.
2.4
COMPOSICIÓN QUIMICA DE LOS FRUTOS
La composición química de diversas poblaciones de la cocona existente en el
Amazonas ha sido analizada (Tabla 2.3), como también su contenido de vitaminas
y minerales (Tabla 2.4). Con relación al contenido de humedad de la cocona, que
varía de 88 a 93%, se puede considerar como un fruto suculento. La acidez
elevada contribuye al sabor del fruto y permite un factor de dilución elevado en la
formulación de jugos y, consecuentemente, en su rendimiento industrial para esta
finalidad. El contenido de sólidos solubles (oBrix) varía de 5 a 8 y está
constituido, en su mayoría, por azúcares reductores (Andrade et al., 1997). La
relación Brix/Acidez es baja, lo que confirma su reducido grado de dulzura y
explica la poca preferencia al consumo del fruto in natura, a la vez explica la
preferencia de usarlo como adorno y complemento en bebidas alcohólicas. La
concentración de compuestos fenólicos es baja, lo cual explica el bajo grado de
astringencia (Andrade et al., 1997).
Un detalle muy importante observado en el valor nutritivo de la cocona es que
ésta puede ser considerada un fruto altamente dietético, debido a su bajo aporte
calórico y contenidos significativos de fibra alimenticia. Esta evidencia sugiere su
indicación, en las más variadas formas de consumo, en la dieta alimenticia de la
población del amazonas, en especial a los pacientes hipercolesterolémicos e
hiperglicémicos (Yuyama et al., 1997).
Tabla 2.3. Composición química de la cocona (Solanum sessiliflorum) en 100
g de pulpa integral (Pahlen, 1977; Andrade et al., 1996; Villachica, 1996;
Yuyama et al., 1997, 1998).
Componente
humedad (g)
Energía (kcal)
Proteína (g)
Villachica
89
41
0,9
17
Pahlen
91
33
0,6
Andrade
93
31
-
Yuyama
90
45
0,9
Lípidos (g)
Extracto libre de N (g)
Fibra (g)
Cenizas (g)
Azúcares totales (%)
Azúcares reductores (%)
Azúcares no reductores (%)
Sólidos Solubles (ºBrix) %
Ácido Cítrico %
Brix/Acidez
Compuestos fenólicos (mg)
Tanino (mg)
0,2
0,7
-
1,4
5,7
0,4
0,9
5,0
-
4,6
3,9
1,8
8,0
0,8
5,93
14,4
142
1,9
4,7
1,6
0,9
1
1
-
Tabla 2.4. Composición vitamínica y mineral de la cocona (Solanum
sessiliflorum Dunal) en 100 g de pulpa integral (Pahlen, 1977; Andrade et al.,
1996; Villachica, 1996; Yuyama et al., 1997, 1998) y porcentaje de la
recomendación diaria del National Research Council (1989).
Componente
Ácido Ascórbico (mg)
Niacina (mg)
Caroteno (mg)
Tiamina (mg)
Riboflavina (mg)
Calcio (mg)
Magnesio (mg)
Fósforo (mg)
Potasio (mg)
Sodio (µg)
Cobre (µg)
Fierro (µg)
Zinc (µg)
Manganeso (µg)
Villachica
4,5
2,3
0,2
0,1
0,1
16
30
-
Pahlen
2,5
0,2
0,3
12
14
-
18
Andrade
13,9
-
Yuyama
23,7
385,4
371
329
324
157
97
% NRC
15,3
14,1
15,4
6,6
1,2
7,5
1,8
19,3
74,2
14,6
2,6
1,1
2,8
2.5
ORIGEN Y DISTRIBUCION GEOGRAFICA
S. sessiliflorum var. sessiliflorum probablemente se originó vía selección indígena
en algún lugar de la distribución de S. sessiliflorum var. georgicum (Whalen et al.,
1981) en el Amazonas ecuatoriano o colombiano (Foto 2.5). Schultes (1984)
sugirió que la cocona se originó en el Amazonas Occidental, donde fue
primitivamente cultivada por los amerindios precolombinos, sugerencia también
aceptada por Whalen et al. (1981). Brücher (1973) sugirió, más específicamente,
que el origen de la cocona haya sido en el alto Río Orinoco.
Figura 2.5. Distribución probable de la cocona (Solanum sessiliflorum var.
sessiliflorum) y de su probable taxón progenitor (S. sessiliflorum var. georgicum) en
la época de contacto con Europa (~1500). 1. S. sessiliflorum var. sessiliflorum; 2. S.
sessiliflorum var. georgicum.
19
Humboldt y Bonpland la encontraron en el Alto Orinoco (Venezuela, Colombia),
en una localidad llamada San Fernando de Atabapo, recolectaron material
botánico y le dieron el nombre de Solanum topiro (Patiño, 1963). Patiño (1963)
también informó que la cocona era cultivada por los indios Kareneiris, en el Alto
Madre de Dios, en el Amazonas peruano. Se supone que su distribución
precolombina se extendió desde el Río Madre de Dios en el sur del Perú al
mediano Río Orinoco en Venezuela y Colombia a lo largo de los Andes y
entrando en la planicie amazónica a lo largo de los principales ríos que drenan los
Andes (Figura 2.5). Aun ahora la cocona es más abundante en el Amazonas
occidental, sugiriendo que no fue distribuido en toda la cuenca amazónica en la
época precolombina.
Actualmente, la cocona está distribuida en el Amazonas brasileño, peruano,
ecuatoriano, colombiano y venezolano, como también en los Andes del Ecuador y
Colombia hasta 1000 msnm, en los valles interandinos en Colombia y en el litoral
Pacífico del Ecuador y Colombia. En los municipios occidentales del estado del
Amazonas, Brasil, principalmente en la región del Alto Solimões, la cocona se
encuentra en forma espontánea en los campos y parcelas de los indios y mestizos.
Es menos frecuente en los estados de Pará, Rondônia, Acre y Roraima. En Perú y
Colombia, es abundante en las ferias de Iquitos y Leticia, respectivamente.
2.6
VARIABILIDAD GENETICA
Los mayores frutos de la cocona encontrados por investigadores del INPA son
procedentes de la región del Alto Solimões en el Amazonas brasileño, peruano y
colombiano. Se supone que las poblaciones con frutos de mayor tamaño están más
avanzadas en el proceso de domesticación. Kerr y Clement (1980) demostraron
que los indios del Amazonas Occidental creen que manejan la selección de frutos
grandes durante el proceso de domesticación. Sin embargo, algunas poblaciones
con frutos grandes están geográficamente dispersas, sugiriendo que la cocona
puede haber sido llevada desde su centro de diversidad del Amazonas Occidental
a otros lugares en tiempos más recientes.
Pahlen (1977) y Silva Filho et al. (1989, 1993) relataron que, en condiciones
adversas, el desarrollo de la planta y el número de frutos es reducido, pero el
tamaño de las hojas y de los frutos permanecen casi invariables. Esto es lo
contrario a lo que ocurre con otras Solanáceas, como el tomate, pimentón,
berenjena y “jiló”, en los cuales el tamaño de los frutos y de las hojas varían de
acuerdo con el desarrollo de las plantas. Ya que los frutos casi no varían en forma
y tamaño en sucesivas generaciones, ni en condiciones adversas, se puede
considerar estos caracteres altamente hereditarios.
Silva Filho (1994) evaluó la variación fenotípica en frutos de 29 poblaciones de la
cocona y encontró 8 formatos (Tabla 2.5), siendo más comunes el cordiforme
(31%) y el cilíndrico (21%).
Ante esta amplia variación encontrada en el fenotipo de los frutos, es probable que, desde
el punto de vista de la industrialización del fruto, sería conveniente direccionar la
20
selección hacia el formato redondo, debido a la mayor facilidad para sacar la pulpa
mecánicamente. En la industria casera, el formato no tiene mayor importancia que en la
agroindustria, por tratarse de una actividad de carácter artesanal.
Tabla 2.5. Frecuencia de formatos de los frutos (clasificación de Alcazar,
1981) en 29 progenies de cocona (Solanum sessiliflorum) de la colección de
germoplasma del INPA, evaluada en Recife, PE (Silva Filho, 1994).
Formato
Redondo
Redondo Angular
Ligeramente Achatado
Achatado
Achatado Irregular
Cordiforme
Cordiforme Irregular
Cilíndrico
Frecuencia (%)
3,5
6,9
17,2
3,5
13,8
31,0
3,5
20,7
La pulpa de la cocona se divide en dos partes claramente distinguibles: la placenta
(epiderme de los lóculos, jugo y semillas) y pulpa adherida a la cáscara. El
espesor de la pulpa adherida a la cáscara es directamente proporcional al tamaño
del fruto (Silva Filho et al., 1990). Por eso, es factible la selección de frutos
pequeños con pulpa menos espesa para producción de jugo (mayor proporción de
placenta) y frutos grandes con pulpa más espesa para utilizarlos en las industrias
de dulces y compotas (mayor proporción de pulpa adherida a la cáscara). La
placenta es más sabrosa que la pulpa adherida a la cáscara y no oxida por un
período de hasta 72 horas en forma de jugo, mientras la pulpa adherida a la
cáscara oxida rápidamente (Silva Filho, 1994). Por eso, cuanto menos sea el
espesor de la pulpa adherida a la cáscara mejor será la calidad del fruto para
elaboración de jugos.
La cocona presenta variación en el número de lóculos en los frutos. Predominan
frutos con 4 lóculos, pero existen frutos con hasta 6 y 8 lóculos, aunque con
menor frecuencia. Los frutos con mayor número de lóculos son mayores en
diámetro y frecuentemente presentan formas irregulares (Tabla 2.5). Los frutos
con 4 lóculos presentan estándar más uniforme, con superficie más lisa y más
resistente al transporte (Silva Filho, 1994).
Silva Filho et al. (1995, 1996, 1997, 1998) estudiaron los parámetros genéticos en
poblaciones de cocona originarias de diversas áreas del Amazonas. Los
coeficientes de herencias amplio sentido (H2) estimados para el diámetro del
tronco, altura de la planta y área de la hoja fueron bajos (Tabla 2.6), como ocurre
en la mayoría de las especies. Entre tanto, las dimensiones de los frutos (largo del
fruto, ancho del fruto, espesor de la pulpa, número de lóculos, peso medio del
fruto y el número medio de frutos) presentaron coeficientes de herencia (H2)
variando de 0,78 a 0,93, considerados altos. Las altas herencias de las
dimensiones de los frutos y de los componentes de productividad confirman las
21
observaciones de Pahlen (1977), Salick (1989) y Silva Filho et al. (1993). Con
estas altas herencias es posible utilizar estas poblaciones de cocona en programas
de mejoramiento con esperanza de obtener logros genéticos significativos. Los
caracteres que presentan bajas herencias pueden ser seleccionados en
generaciones más avanzadas y en base a un mayor número de plantas. Por otra
parte, los caracteres que presentan altas herencias asociadas a alta variabilidad
genética pueden ser seleccionados en base al comportamiento fenotípico.
Tabla 2.6. Estimativa de los componentes de variabilidad genética (σ
σ2G), fenotípica
(σ
σ2A) de 11 caracteres estudiados, y sus herencias en el sentido
σ2F) y ambiental (σ
2
amplio (H a) evaluados en cocona. (Silva Filho et al., 1998)
.
Variabilidad
Caracteres
DT
AP
AH
NMF
AF
LF
PMF
PEF
EP
NL
BRIX
σ2G
0,008
1,742
10699,670
1254,440
0,570
0,454
556,469
2,311
2,825
0,409
0,379
C.V.
σ2F
0,052
62,930
4338,348
1342,358
0,658
0,584
612,295
2,719
3,138
0,443
0,408
σ2A
0,044
64,672
32648,760
87,920
0,088
0,129
59,827
0,408
0,313
0,035
0,029
G
3,80
2,70
8,20
6,50
15,10
15,20
41,54
40,85
27,18
14,54
11,41
F
9,56
16,31
16,60
66,87
16,20
17,26
43,73
44,31
28,64
15,15
11,84
A
8,70
16,54
14,40
17,11
5,92
8,12
13,62
17,16
0,05
4,02
3,18
H2a
0,16
0,08
0,25
0,93
0,86
0,78
0,90
0,85
0,90
0,92
0,93
DT = diámetro del tronco, AP = altura de la planta, AH = área de la hoja, NMF = número
medio de frutos, AF = ancho del fruto, LF = largo del fruto, EP = espesor del fruto, NL =
número de lóculos, PMF = peso medio de los frutos, PEF = producción estimada de
frutos y BRIX = tenor de sólidos solubles totales.
Los valores de los coeficientes de variación genética (CVg) de 2,7 a 41,5%
indican que las poblaciones de cocona presentan extraordinaria base genética para
ser estudiadas en programas de mejoramiento de la siguiente manera: la selección
de los caracteres con bajas herencias debe ser practicada en generaciones más
avanzadas y en base a mayor número de plantas; la selección de los caracteres con
altas herencias, asociadas a altas variaciones genéticas, podrá basarse en su
comportamiento fenotípico, con amplias posibilidades de logros importantes en el
proceso de selección (Falconer, 1981).
En general el mejorador practica selección simultánea para varios caracteres
correlacionados entre sí, basándose en el signo y la magnitud de la correlación
genética. Por eso, se da mayor énfasis a las correlaciones genéticas, porque ellas
asumen mayor importancia práctica en los trabajos de mejoramiento. Se verifica
que, en la mayoría de los casos, los pares de caracteres evaluados presentaron
coeficientes de correlación genética y fenotípica con las mismas señales y niveles
similares de importancia (Tabla 2.7). Se observa también que, en gran parte de los
casos, las correlaciones genéticas fueron ligeramente superiores a las fenotípicas.
22
Aproximadamente el 45% de los coeficientes de correlación genética y fenotípica
fueron significativos al nivel de 1% y 5% de probabilidad.
Tabla 2.7. Estimativa de los coeficientes de correlación fenotípica (rf), genética (rg) y
ambiental (ra) entre caracteres en progenies de cocona (Solanum sessiliflorum)
(Silva Filho, 1998).
Caracteres
DT
AP
AH
NMF
AF
LF
PMF
PEF
EP
NL
r
f
g
a
f
g
a
f
g
a
f
g
a
f
g
a
f
g
a
f
g
a
f
g
a
f
g
a
f
g
a
AP
0,27**
0,51**
0,26*
AH
0,47**
0,40*
0,49**
0,19*
-0,43**
0,25*
NMF
-0,27**
-0,72**
0,02
0,18
0,94**
0,10
-0,16
-0,32**
-0,03
AF
0,01
-0,02
0,05
-0,12
-0,67**
-0,05
0,21*
0,36**
0,14
-0,27**
-0,29**
-0,12
LF
0,08
0,09
0,11
-0,07
-0,52**
0,02
-0,10
-0,29**
0,06
-0,29*
-0,34**
0,03
0,32**
0,34**
0,24*
PMF
-0,02
-0,04
-0,02
-0,12
-0,64**
-0,05
0,10
0,18*
0,06
-0,24**
-0,25**
-0,10
0,89**
0,95**
0,43**
0,57**
0,57**
0,63**
PEF
-0,21*
-0,66**
0,09
0,03
0,27**
-0,04
-0,00
0,04
-0,07
0,69**
0,73**
0,38**
0,16
0,19*
-0,02
-0,11
-0,17
0,19*
0,18
0,21*
-0,03
EP
0,11
0,28**
0,01
-0,11
-0,51**
-0,09
0,13
0,31**
-0,07
0,26**
-0,29**
-0,04
-0,65**
0,72**
0,12
0,46
0,49**
0,29**
0,73**
0,78**
0,23*
0,22*
0,24*
0,08
NL
-0,08
-0,23*
0,04
-0,16
-0,98**
-0,01
-0,11
-0,17
-0,11
-0,18
-0,19*
-0,10
0,58**
0,64**
0,12
0,17
0,16
0,07
0,61**
0,64**
0,26**
0,06
0,06
0,01
0,24*
0,27*
-0,07
BRIX
-0,09
-0,16
-0,12
0,21*
0,92**
0,08
0,08
0,16
0,02
0,31**
0,34**
-0,16
0,10
-0,13
0,14
-0,13
-0,15
-0,02
-0,08
-0,10
0,16
0,09
0,12
-0,19
-0,23*
-0,24**
-0,15
-0,13
-0,19*
0,57**
DT = diámetro del tronco, AP = altura de la planta, AH = área de la hoja, NMF = número
medio de frutos, AF = ancho del fruto, LF = largo del fruto, PMF = peso medio del fruto,
PEF = producción estimada del fruto, EP = espesor de la pulpa, número de lóculos y
BRIX = tenor de sólidos solubles totales.
El carácter BRIX fue el que presentó mayor número de correlaciones nulas con
otros caracteres. Entre éste y NL, se observó un caso de correlación ambiental
positiva y altamente significativa. Esta constatación contradice la hipótesis de
Falconer (1981) según la cual la mayor magnitud de la correlación ambiental se
observa entre dos caracteres con baja herencia. En este experimento los
23
coeficientes de herencias para NL y BRIX fueron de 0,92 y 0,93 respectivamente,
valores considerados altos.
El carácter EP fue el que presentó mayor número de correlaciones entre los
caracteres estudiados. Considerando que la producción de frutos es el carácter
económicamente más importante, éste presentó correlaciones significativas entre
siete de los once caracteres evaluados. Entre los más importantes, la correlación
más fuerte ocurrió entre los pares de caracteres NMF y AP y NMF y PEF.
Los caracteres que manifestaron contribución negativa para fines de selección
para productividad están indirectamente muy influenciados por otros caracteres de
importancia agronómica. El carácter que tuvo mayor influencia fue el NMF. Hubo
casos en que las correlaciones negativas ocurrieron entre NMF y AF, LF y PMF,
y entre PMF y EP y BRIX. En general, hubo un efecto directo negativo en el alto
de la planta (AP) sobre la producción de frutos de cocona (Silva Filho, 1994), lo
que es común en otras especies agrícolas también.
De los cinco caracteres que producen efecto directo positivo sobre la producción
de la cocona, todos son considerados de importancia agronómica. El área de la
hoja tiene un papel preponderante en la tasa fotosintética de la planta. El ancho
del fruto y el número de lóculos son caracteres que establecen la uniformidad y la
firmeza de los frutos. El espesor de la pulpa indica el tipo de aprovechamiento que
el fruto tendrá en la industria y, finalmente, el número medio de frutos expresa
todo el potencial de la especie en términos de productividad.
También se evaluaron las correlaciones entre caracteres morfológicos y químicos
en frutos de cocona (Tabla 2.8). Se notó que, para la mayoría de los pares de
caracteres estudiados, las correlaciones genéticas presentaron valores superiores a
las fenotípicas y de ambiente, indicando que el ambiente tuvo menor influencia
que el genético. Entre tanto en el 52 % de las asociaciones hubo diferencias de
señales entre las correlaciones genéticas y de ambiente, que demuestra cómo los
mecanismos fisiológicos diferentes pueden causar variación (Falconer, 1987). Ya
que el mejorador realiza selección simultánea para varios caracteres basándose en
el sentido y en la magnitud de la correlación genética, en este experimento más
del 50% de los signos de los coeficientes de correlación genética de los elementos
químicos es negativo. Debido a ello, será difícil combinarlos adecuadamente en el
material evaluado, sin la pérdida de otros con los cuales estén relacionados.
Los caracteres ancho, largo y peso de los frutos mantienen una estrecha
correlación con el contenido de humedad, sugiriendo que los frutos mayores son
más suculentos. De los tres caracteres físicos evaluados, el largo y el ancho del
fruto no presentan correlaciones significativas con los químicos que pudiesen ser
útiles en el mejoramiento de la cocona.
El carácter compuestos fenólicos, aunque con bajos valores, fue el que más
presentó correlaciones genéticas positivas con otros caracteres químicos y
morfológicos de los frutos. Al contrario de éste, el ácido ascórbico fue el que
presentó más correlación genética negativa con todos los caracteres estudiados. Es
24
posible que, en generaciones segregadas, las etnovariedades con altos contenidos
de ácido ascórbico puedan ser combinadas con otras deseadas por el mejorador,
pero será una tarea difícil.
25
Tabla 2.8. Estimación de los coeficientes de correlación fenotípica (rf), genética (rg) y
ambiental (ra) entre caracteres morfológicos y químicos en frutos de cocona.(Silva
Filho et al., 1998)
Carácter r
f
Humed g
a
f
PH
g
a
f
Brix
g
a
f
Acd
g
a
f
Peso
g
a
f
Largo
g
a
f
Ancho g
a
f
Rcl
g
a
f
Rba
g
a
f
Azur
g
a
f
Aznr
g
a
f
Azut
g
a
f
Feno
g
a
PH
0,17
0,17
0,07
Brix
-0,33
-0,34
0,01
0,18
0,18
0,12
Acd
-0,64
-0,68
-0,13
-0,30
-0,31
-0,12
0,60
0,62
-0,13
Peso
0,54
0,57
0,04
0,24
0,24
0,24
-0,39
-0,40
-0,05
-0,62
-0,63
-0,43
Largo
0,67
0,71
-0,09
-0,05
-0,07
0,23
-0,45
-0,46
-0,05
-0,59
-0,61
-0,36
0,61
0,61
0,69
Ancho Rcl
0,49 0,04
0,52 0,17
-0,03 -0,13
0,37 -0,19
0,38 -0,46
0,19 0,01
-0,32 0,24
-0,33 0,55
-0,15 0,02
-0,57 0,03
-0,61 0,05
-0,08 0,02
0,93 -0,11
0,95 -0,28
0,69 0,03
0,41 0,30
0,41 0,66
0,38 0,13
-0,19
-0,45
-0,03
Rba
0,41
0,44
-0,13
0,63
0,66
0,13
0,21
0,22
-0,01
-0,60
-0,60
-0,62
0,32
0,34
-0,01
0,22
0,23
0,11
0,37
0,39
0,09
0,11
0,28
-0,01
Azr
0,07
0,07
-0,02
-0,50
-0,52
0,07
-0,61
-0,63
0,10
-0,16
-0,17
0,17
0,03
0,03
-0,03
0,35
0,37
-014
-0,07
-0,07
-0,00
0,14
0,29
0,12
-0,41
-0,43
-0,19
Aznr
-0,19
-0,20
-0,19
0,20
0,22
-0,06
0,27
0,28
-0,01
0,12
0,12
0,05
-0,17
-0,18
0,01
-0,25
-0,27
0,01
-0,04
-0,04
-0,03
0,19
0,46
-0,02
0,16
0,18
-0,09
-0,32
-0,34
0,19
Azut
-0,08
-0,09
0,01
-0,42
-0,43
0,00
-0,47
-048
0,06
-0,07
-0,08
-0,01
-0,09
-0,09
0,01
0,19
0,20
-0,05
-0,11
-0,11
0,01
0,24
0,54
0,07
-0,34
-0,36
-0,41
0,83
0,85
0,58
0,25
0,21
0,80
Feno
0,30
0,31
0,03
0,25
0,25
0,19
-0,40
-0,49
0,73
-0,35
-0,36
-0,19
0,34
0,35
0,06
0,37
0,38
-0,01
0,29
0,30
-0,04
-0,04
-0,09
0,02
0,05
0,05
0,06
0,13
0,13
0,04
0,07
0,08
-0,29
0,17
0,17
-0,16
Acas
-0,07
-0,07
-0,08
0,27
0,30
0,01
-0,02
-0,02
-0,01
-0,16
-0,20
0,16
-0,05
-0,05
-0,06
-0,13
-0,15
0,06
-0,07
-0,08
0,01
-0,25
-0,99
0,41
0,14
0,17
-0,07
-0,41
-0,45
0,01
0,24
0,27
-0,03
-0,24
-0,29
-0,01
-0,07
-0,08
-0,05
r = coeficiente de correlación, f = fenotípica, g = genética, a = Ambiental, Humed = Humedad, pH = acidez
en agua, Brix = contenido de sólidos solubles, Peso = peso del fruto, Larg = Largo longitudinal del fruto,
Ancho= Diámetro transversal del fruto, Rcl = Relación entre largo y ancho del fruto, Rba = Relación entre
Brix y acidez, Azur = Azúcar, Aznr = Azúcar no reductor, Azut = Azúcares totales, Feno = Fenólicos.
Una correlación positiva muy importante se observó entre el contenido de sólidos
solubles (Brix) y la acidez registrada (rg = 0,62). Esto es importante por dos
26
razones: 1) el Brix es una característica que determina la utilización del fruto, ya
sea para consumo in natura, o aprovechamiento industrial (Chan Júnior e Kwok,
1976; Mowlah e Itoo, 1982); 2) la acidez indicada es un parámetro básico para la
clasificación del fruto por el sabor (Yaselga et al., 1977). Ya que el ºBrix y el
contenido de ácido cítrico de las etnovariedades de cocona varían alrededor de 6,0
a 8,2 y 1,1 a 2,0%, respectivamente (Andrade et al., 1997), con la recolección de
germoplasma del INPA se podrá buscar las combinaciones de genotipos que
permitan mejorar el sabor de los frutos.
2.6.1
Poblaciones y Clases
El Instituto Nacional de Investigaciones del Amazonas (INPA) estableció en las
últimas tres décadas una colección de cocona razonablemente representativa del
Amazonas brasileño (Tabla 2.9). Esta colección es mantenida ex-situ en la
Estación Experimental de Olericultura y en una cámara de semillas del INPA,
renovándose periódicamente para mantener la calidad de las semillas.
La colección se usa principalmente en el programa de mejoramiento, pero
también ha sido utilizada para determinar la posibilidad de existencia de clases
primitivas (“landraces”) de cocona, como existen en otros árboles de frutos del
amazonas. Clement (1989) sugirió que existe por lo menos una clase de cocona en
el alto Río Solimões, y la incluyó como evidencia para apoyar la existencia de un
centro de diversidad de cultivos amazónicos en aquella región. Una clase
primitiva es un conjunto de poblaciones con características (sujetas a la selección
indígena) similares debido a una historia similar en términos de origen genético,
presión de selección y preferencias que orientaron la selección, todo realizado por
una etnia en una región geográfica relativamente restringida. Como corolario de
esta definición, una población es un conjunto de genotipos mantenidos por un
grupo étnico.
27
Tabla 2.9. Localización geográfica de los 30 accesos de cocona (Solanum
sessiliflorum) mantenidos por el INPA en Manaus en 1990 y usados para
determinar si existen clases primitivas de cocona.
Acceso
01
02
03
04
05
06
07
08
09
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
Municipio
Yurimaguas
Arara
Atalaia do Norte
Ponta Alegre
Ipiranga
Canutama
Tabatinga (Umariaçu)
Borba
Tefé
Carauari
Benjamin Constant
Nova Olinda do Norte
Eirunepé
Parintins
Coari
Betânia
Estirão do Equador
Tarapoto
Iquitos
Lábrea
Putumayo
Cucuí
Vila Bitencourt
Palmeiras
São Gabriel da Cachoeira
Barcelos
Belém
Mayuruna
São Paulo de Olivença
Benjamin Constant
Estado/País
Perú
Colombia
AM, Brasil
AM, Brasil
AM, Brasil
AM, Brasil
AM, Brasil
AM, Brasil
AM, Brasil
AM, Brasil
AM, Brasil
AM, Brasil
AM, Brasil
AM, Brasil
AM, Brasil
AM, Brasil
AM, Brasil
Perú
Perú
AM, Brasil
Colombia
AM, Brasil
AM, Brasil
AM, Brasil
AM, Brasil
AM, Brasil
PA, Brasil
AM, Brasil
AM, Brasil
AM, Brasil
Localización Geográfica
Medio Río Huallaga
Alto Río Solimões
Bajo Rio Javarí
Medio Río Amazonas
Alto Río Içá
Alto Río Purus
Alto Río Solimões
Medio Río Madeira
Medio Río Solimões
Alto Río Juruá
Alto Río Solimões
Medio Río Madeira
Alto Río Juruá
Medio Río Amazonas
Medio Río Solimões
Medio Río Içá
Alto Río Javarí
Medio Río Mayo
Medio Río Marañon
Medio Río Purus
Medio Río Putumayo
Alto Río Negro
Alto Río Japurá
Alto Río Javarí
Alto Río Negro
Medio Río Negro
Foz do Río Amazonas
Alto Río Javarí
Alto Río Solimões
Alto Río Solimões
En la concepción de Brauer (1976), la variación que se puede encontrar dentro de
una población de plantas autógamas, dependiendo del número de líneas que la
forman, es compatible con la oportunidad de los cambios génicos encontrados
dentro de la población. En casos extremos una población de plantas autógamas
puede estar constituida por un gran número de líneas puras distintas, incluyendo
una amplia variación, o puede estar representada por una única línea pura y ser,
por lo tanto, invariable (Pohelman, 1979). En plantas cultivadas, la mezcla de
semillas provenientes de otras plantas, la hibridación casual y las mutaciones son
factores que introducen variación. La planta híbrida casual depende mucho de la
existencia de plantas de la misma especie afín en una pequeña distancia y,
finalmente, de la eficacia del mecanismo de autofecundación de cada especie o
28
variedad. Es la existencia de esta variación que permite la eficacia de la selección
indígena a lo largo del tiempo y la crianza de especies.
En un análisis discriminante preliminar (no publicado), los accesos fueron
agrupados por cuencas hidrográficas, pues las especies de pijuayo están
estrechamente relacionadas con las cuencas de los principales afluentes
tributarios, y algunos secundarios del Río Amazonas (Clement, 1989). El
porcentaje de clasificación fue bajo, principalmente por causa de los accesos que
originaron fuera del Amazonas occidental, la distribución precolombina de la
cocona. Cuando estos fueron retirados del análisis, el porcentaje de clasificación
mejoró sensiblemente, sugiriendo la existencia de especies (Tabla 2.10). Antes de
concluir que estas existen, por el momento, será imprescindible aumentar el
número de accesos de cada una de las poblaciones usadas, debido a que existe
posibilidad que un acceso sea una línea pura que no representa bien las
características generales de la población. Para poder hacer esto, el INPA tiene un
programa activo de recolección en el Amazonas occidental.
Tabla 2.10. Posibles especies primitivas de la cocona (Solanum sessiliflorum) en el
Amazonas Occidental. Consulte la Tabla 2.9 para las procedencias de los accesos.
Especie
Accesos incluidos
Alto Solimões
2, 7, 11, 29, 30
Javarí
3, 17, 24, 28
Negro
22, 25, 26
Içá
5, 16, 21
29
3.0
ASPECTOS ECOLOGICOS
30
31
3.1
CLIMA
La cocona se originó en el Amazonas occidental y, por lo tanto, está adaptada al clima de
esta región. No obstante, por haber sido domesticada y distribuida por los pueblos
indígenas del noroeste de América del Sur, la cocona puede también adaptarse a otros
climas.
3.1.1 Clima del Amazonas Occidental
El clima del Amazonas occidental se clasifica como “A” (clima tropical lluvioso) en el
esquema de Köppen, el cual abarca los tipos climáticos “Am” y “Af” (RADAMBRASIL,
1977). El tipo climático “Am” (lluvias de tipo monzón) presenta una estación seca de
pequeña duración, generalmente sin influencia significativa en el comportamiento de la
vegetación, y ocurre en el sudoeste del Amazonas. El tipo climático “Af “
(constantemente húmedo) presenta una variación mínima anual, tanto de la temperatura
como de la lluvia, y se mantiene siempre en un nivel elevado, sucediendo en el noroeste
del Amazonas.
En la zona climática “Am,” la pluviosidad varía entre 2000 y 2750 mm, con un
intervalo entre lluvias de 1 a 3 meses, generalmente en el período entre julio y
octubre. La temperatura media anual varía entre 27 y 32oC. En Iquitos, Perú, por
ejemplo, la pluviosidad media anual es de ~2400 mm y la temperatura media de
31°C.
En la zona climática “Af,” la pluviosidad varía entre 2750 y 3500 mm, sin intervalo
regular entre lluvias, aunque puedan haber períodos cortos (menores de un mes) entre
lluvias aisladas. Por ser más lluviosa, la temperatura media anual es un poco menor, entre
26 y 30°C. En Leticia, Colombia, por ejemplo, la pluviosidad media anual es de ~3000
mm y la temperatura media es 27°C.
Por su posición geográfica ecuatorial, el largo del día en el Amazonas occidental presenta
sólo una pequeña variación durante el año: en la posición 5 N, el día dura 11 horas y 50
minutos en Diciembre y 12 horas y 24 minutos en Julio - una variación máxima de 32
minutos; en la posición 10 S, el día dura 12 horas y 42 minutos en Diciembre y 11 horas
y 32 minutos en Junio - una variación máxima de 50 minutos (Salati, 1985). Tanto la
insolación como la energía disponible en la región dependen directamente de esta
duración, aunque sean también influenciadas por la humedad del aire y la formación de
nubes.
La evapotranspiración potencial en el Amazonas occidental es siempre superior a 1400
mm anuales, aun cuando la estación meteorológica de Tabatinga, Amazonas, Brasil, ya
registró un máximo de 1718 mm/año (RADAMBRASIL, 1977). Las hojas herbáceas de
cocona muestran claramente cuando la transpiración excede la absorción de agua por las
raíces, pues marchitan fácilmente.
32
3.1.2 Clima en otras áreas donde se planta la cocona
Hoy la cocona se encuentra en casi todo el Amazonas brasileño, principalmente en las
zonas climáticas “Am” y “Aw”. En esta última, en el Amazonas oriental, la pluviosidad
media anual puede llegar a ser solamente 1200 mm y la temperatura media anual varía
entre 28 y 32°C. En esta zona la cocona no crece en suelo duro en cultivo abierto sin
riego, debido a que el intervalo entre lluvia anual puede durar hasta 6 meses. Sin
embargo, en las llanuras no existen estas limitaciones.
En las llanuras de la cuenca del Río Orinoco, en Venezuela y Colombia, la zona climática
es “Aw” y la pluviosidad varía entre 1000 y 1700 mm y la temperatura media anual es de
~28ºC. Como ocurre en el Amazonas oriental, la cocona requiere riego en cultivo abierto.
En el litoral Pacífico de Colombia - el Choco - la pluviosidad media llega a 5000 mm,
aunque existe un área que alcanza hasta 8900 mm, con una temperatura media anual que
varía entre 24 a 27ºC, siendo una zona climática “Af.” En esta región, no hay entre lluvia,
por lo tanto, la cocona no necesita riego.
3.1.3 Limitaciones climáticas
Dentro de la distribución geográfica de la cocona y las zonas climáticas en donde ocurre,
se concluye que la cocona crece mucho más en las zonas climáticas “Af” y “Am,”
prefiriendo las zonas con poco o sin intervalo entre lluvias. En otras áreas la cocona
podrá necesitar riego cuando es cultivada en áreas abiertas en suelo duro.
3.1.4 Altitud
La cocona se cultiva en altitudes que varían desde el nivel del mar hasta 1.500 m sobre el
nivel del mar (Villachica, 1996; Silva Filho & Machado, 1997). No obstante, por sobre
los 1.000 m su producción disminuye, y a los 1500 m no produce nada económicamente.
Asimismo, a medida que el cultivo se aleja del ecuador, la altitud máxima para la
producción económica deberá ser menor, sin embargo no existen datos publicados sobre
estos casos.
3.2
SUELO
La cocona crece en gran parte de los suelos del Amazonas, desde los latosoles y los
podzólicos ácidos y de baja fertilidad, con texturas desde arenosa a arcillosa, del suelo
duro, hasta los gleis húmicos, neutros y de alta fertilidad, con texturas desde limo-arenosa
a limo-arcillosa, de la llanura (Villachica, 1996; Silva Filho & Machado, 1997). Sin
embargo, no crece muy bien en suelos inundados. Como otros frutos, la cocona se
produce mejor en suelos más ricos en nutrientes. A continuación, se describen los tres
principales grupos de suelos en que se ha observado el cultivo de la cocona, aunque
seguramente la cocona también tenga condiciones para crecer en otros suelos.
33
3.2.1
Latosol Amarillo
El latosol Amarillo es el más corriente en mayor extensión de la región, siempre en suelo
duro. Se caracteriza por un perfil de 1,50 m o más de espesor, asentado sobre arena y
arcilla de Formación de Barro. Se trata de suelos envejecidos, ácidos y fuertemente
ácidos y de buen drenaje, aunque a veces se presentan bastante arcillosos. El horizonte B
del latosol (óxico) posee evidencia de una fase avanzada de intemperización, y consiste
de una mezcla de óxidos hidratados de hierro y aluminio, con variable proporción de
arcilla 1:1 y minerales accesorios altamente resistentes (principalmente cuarzo). Los
latosoles amarillos poseen sumas de bases (extraídas por acetato de amonio, más
aluminio por KCl) menor que 10 me/100g de arcilla. Frecuentemente son álicos (cuando
la saturación con aluminio fuere mayor que 50%). Poseen menos de 5% de arcilla
dispersa en agua y bajo porcentaje de limo (sedimentos) (menor que 8% o para la
Formación de Barros menor que 15%). El cociente limo/arcilla es generalmente menor
que 0,25 (Vieira, 1975).
3.2.2 Podzólicos Rojo Amarillo
Aun en suelo duro, los Podzólicos Rojo Amarillo ocurren en relieve plano,
suavemente ondulado, hasta fuertemente ondulado, en asociación con otros tipos
de suelos. Son profundos y medianamente profundos, moderadamente a bien
drenados. En estos suelos se observa una disminuición acentuada de hierro y
aluminio en comparación con los latosoles. Ciertos factores naturales, como el
agua de infiltración de las lluvias y remoción erosiva de las capas superficiales,
contribuyen a la retirada constante de los elementos calcio y magnesio del
complejo coloidal del suelo, provocando acidificación, baja suma de bases (S),
variable capacidad de intercambio de cationes (T) y alteración en la saturación de
bases (V). Los valores de T.S.V.% son más elevados en el horizonte A, debido a
la mayor retención de cationes proporcionada por la mayor cantidad de materia
orgánica. El fósforo asimilado en la mayor parte de los perfiles tiene tenores bajos
y la relación limo/arcilla presenta valores superiores a 0,65 (Sánchez et al., 1982).
34
3.2.3 Gleis Húmicos
En las llanuras de los ríos de agua clara, los suelos son del tipo Gley Distrófico
poco húmico, álico, y de buena fertilidad natural. Estos suelos se forman a partir
de sedimentos transportados de los Andes y depositados por los ríos. El material
sedimentar está constituido primordialmente por limo (sedimentos), arenas finas y
arcillas. Por eso, originan suelos nuevos con un horizonte A normalmente
reposando directamente sobre un horizonte C, subdividido en capas de textura y
espesores variables, y sin relación genética entre sí. Son suelos ácidos y neutros,
presentando algunas veces sumas de bases alta. La fertilidad natural varía entre
media y alta, formada por la saturación de bases casi siempre sobre el 50%. Las
cantidades de calcio, magnesio, sodio y potasio del complejo son bastante
reducidas en contraste a los contenidos relativamente elevados de aluminio. Tal
situación condiciona una alta saturación del aluminio cambiable. La materia
orgánica presente en el horizonte A siempre tiene contenidos significativos. Entre
tanto su contenido disminuye irregularmente de acuerdo a la profundidad, debido
al desarrollo incipiente del perfil (Vieira, 1978).
35
4.0
ASPECTOS AGRONOMICOS
36
4.1.
Variedades (autóctonas o en proceso de mejoramiento)
Todos los tipos de cocona que fueron recolectados por institutos oficiales en las distintas
regiones del Amazonas brasileño, peruano y colombiano provienen de poblaciones
encontradas en los campos y parcelas de los indios y mestizos, o de ferias y mercados
donde son comercializados por personas de estas mismas etnias. En el Amazonas
occidental, especialmente en la región del Alto Río Solimões, estas poblaciones pueden
ser denominadas “etnovariedades” porque fueron seleccionadas y mantenidas en los
campos y parcelas por indios y mestizos durante muchas generaciones. En el Alto
Solimões es posible encontrar etnovariedades que van desde el tipo silvestre al más
avanzado en el proceso de domesticación, que es especialmente visible en el tamaño y
formato de los frutos (Foto 4.1). La existencia de esta amplia variedad es compatible con
las afirmaciones de Allard et al. (1968) y Wright (1978) que dicen que la mayor
variabilidad genética entre y dentro de las especies vegetales cultivadas ocurre muy
próximo a su centro de diversidad.
Foto 4.1. Variación en el tamaño y formato de los frutos de cocona
La crianza de una etnovariedad representa el mejoramiento in situ de una
población, realizado por los usuarios sin criterios científicos pero con criterios
eminentemente prácticos, pues el productor y su familia (especialmente las
mujeres) saben identificar, seleccionar, propagar y conservar muy bien los tipos
de cocona que producen mejor, que son más resistentes a plagas y enfermedades y
que poseen características organolépticas y culinarias deseables. Las principales
diferencias entre el mejoramiento in situ del indio y del mestizo y el mejoramiento
ex situ del investigador, es la intensidad de selección y el uso de la estadística. Por
varias razones, las instituciones públicas están cada vez más interesadas en apoyar
el mejoramiento in situ, debido a que el relacionamiento del investigador con el
37
hombre (y la mujer) del campo puede ser muy provechoso, especialmente para
disminuir la erosión genética, revitalizar los procesos de co-evolución dirigida y
estimular la utilización de los recursos genéticos de la región para garantizar su
conservación. Con estas acciones conjuntas es probable que a mediano plazo la
región mantenga material genético de buena calidad, por tratarse de un trabajo que
congrega el saber de los agricultores tradicionales con los conocimientos
científicos de los investigadores.
Las etnovariedades han sido también mejoradas ex situ y muchos materiales
promisorios han sido seleccionados, por calidad del fruto y productividad, así
como en términos de resistencia a plagas y enfermedades. Uno de los mayores
avances en relación a enfermedades es que se han encontrado materiales
resistentes a Ralstonia (Pseudomonas) solanacearum y Sclerotium rolfisii,
patógenos considerados de la mayor importancia económica en las Solanáceas
que producen frutos comestibles en el Amazonas (Noda et al., 1997). A lo largo
del tiempo estos materiales fueron mejorados ex situ y actualmente han sido
devueltos al agricultor de la zona rural como un recurso genético de mejor
calidad.
También, se han encontrado materiales resistentes al nematodo de la agalla
(Meloidogyne incognita), considerado un fitoparásito muy importante de la
cocona (Brücher, 1973). Con material genético recolectado en el Alto Río
Orinoco y cultivado en la estación experimental de la Universidad Central de
Venezuela, Brücher llegó a la conclusión de que sería imposible cultivar cocona a
escala comercial en suelo infestado por esta plaga. Pero en los experimentos
realizados en Manaos, en cualquier tipo de suelo infestado por nematodos, fue
posible cosechar frutos de todas las poblaciones examinadas. Actualmente el
INPA dispone de material genético resistente a este tipo de nematodo local.
Entre las etnovariedades y otras poblaciones que hacen parte de la colección de cocona
mantenida por el INPA, existe material genético con potencial para atender las exigencias
preliminares de la agroindustria que desea utilizar la cocona como materia prima. En
términos de productividad, la selección por número y peso de los frutos resultó en el
aumento del rendimiento de 98 a 134 frutos (aproximadamente 74%) y de 3,85 a 6,9 kilos
por planta de las etnovariedades con frutos pequeños (20 a 30 g). Con las etnovariedades
de frutos grandes se ha conseguido logros razonables, aunque no tan espectaculares (25 a
42%). De las cincuenta etnovariedades que fueron evaluadas y están pasando por el
proceso de selección, doce están produciendo de 40 a 100 toneladas por hectárea de
frutos frescos. Otro detalle importante es que existe variabilidad genética en la
composición química de los frutos (vitaminas y sales minerales). A medida que se
estudian más las etnovariedades, se obtendrán mejoras en el proceso de selección.
38
4.2
PROPAGACION Y TIPOS DE SIEMBRA
La cocona se propaga generalmente por semilla. El proceso, desde la siembra hasta la
plantación definitiva, se hace del mismo modo como se cultiva el tomate, pimentón,
“jiló” y la berenjena. La siembra se hace en cualquier época del año.
4.2.1 Semillas
Con 50 g de semillas viables se puede producir 10.000 plantas para cultivar en un área de
una hectárea. El peso de mil semillas es de 1,2 g. El porcentaje de germinación es del
100% hasta el primer mes después de retirar el fruto. Dependiendo del lugar en que se
mantiene, su viabilidad va disminuyendo en función del tiempo (Silva Filho, 1994).
No existe comercialización de semillas de cocona en el Amazonas. Por lo tanto, el
productor deberá obtener semillas de plantas que producen el tipo de fruto deseado, pues
el tipo se conserva de generación tras generación. Alternativamente, el productor podrá
contactar al INPA para obtener una pequeña cantidad de semillas para multiplicar.
4.2.2 Substrato
El substrato para rellenar los recipientes o cajones que irán a recibir las semillas (o las
plántulas en el caso de trasplantar) deben contener partes iguales de suelo arenoso y
arcilloso y estiércol o cualquier compuesto orgánico (1:1:1 v:v:v).
4.2.3 Siembra
La siembra (ya sea en canteros o en recipientes individuales) se hace en lugares sombríos
o con poca intensidad solar. Una luminosidad de hasta un 50% de luz es ideal. A medida
que las plántulas se van desarrollando, deben ser expuestas a mayores cantidades de luz,
hasta que estén completamente aclimatadas en el momento del plantío definitivo.
4.2.4 Siembra en canteros o bandejas
Los canteros (Foto 4.2) deben tener 1 m de ancho por 20 cm de alto y el largo de acuerdo
con la cantidad de plantas que el agricultor desea cultivar. Si desea dejar las plantas en el
cantero hasta la época de ser trasplantadas al lugar definitivo, se dejan separadas una de
la otra en espacios de 10 x 10 cm. Los canteros deberán ser rellenados con el substrato
indicado anteriormente (4.2.2.). La siembra en cantero se hace mediante surcos
transversales de 1 cm de profundidad, dejando las semillas separadas por una distancia de
aproximadamente 0,5 cm.
39
Foto 4.2 Plántulas de cocona producidas en cantero rústico
Alternativamente, se puede hacer la siembra en bandejas de plumavit (Foto 4.3), plástico
o madera, con dimensiones apropiadas para su área de trabajo. Deben ser rellenadas con
el substrato mencionado anteriormente. Las bandejas tienen la ventaja de poder ser
fácilmente transportadas hacia el lugar del plantío, donde se debe tener un pequeño
vivero para establecer las plántulas después de trasplantadas.
40
Foto 4.3 Plántulas de cocona producidas en bandejas de plumavit
En condiciones favorables de temperatura y humedad, la germinación ocurre a partir del
7º día después de la siembra, se extiende por más de 40 días (Silva Filho et al., 1996) o
entre 15 y 30 días (Villachica, 1996; Paytan, 1997). Plántulas mal formadas o blancas
deben ser eliminadas para que no ocupen el espacio de las plántulas sanas.
Las plántulas provenientes de siembra en cantero o bandejas deben ser trasplantadas a
partir de los 20 días de vida (etapa en que ya presentan dos hojas verdaderas) hacia
recipientes individuales. Generalmente resisten bien el trasplante. Cuando el trasplante es
ejecutado por personas calificadas el índice de resultado es del 100%.
4.2.5 Siembra en recipientes individuales
La siembra también puede ser ejecutada en vasos plásticos (Foto 4.4) o de cartón (con
capacidad para 400 g de substrato), bolsas plásticas tamaño 15 x 20 cm, con la ventaja de
que las plantas serán fácilmente transportadas al campo y sufrirán menos en el trasplante.
Se deben colocar tres semillas en cada recipiente y luego se saca las matas débiles,
dejando solamente la más vigorosa.
41
Foto 4.4 Plantas de cocona producidas en vasos plásticos
4.2.6 Propagación vegetativa
Paytan (1997) informa la posibilidad de la propagación asexuada de la cocona a
través de estacas semi-leñosas de 1 cm de diámetro por 30 cm de largo y
enterradas en posición inclinada en substrato de aserrín de madera esterilizado. El
autor no describió el porcentaje de efectividad. En el estado de Acre, Brasil,
algunos pequeños agricultores utilizaron la cocona como portainjerto para tomate,
aprovechando su resistencia a Pseudomonas solanacearum, considerada un
patógeno endémico en todo el Amazonas y que torna inviable el cultivo del
tomate en la región. No obstante, el costo de una de estas prácticas talvéz no sea
ventajoso, porque la cocona se propaga sexualmente con mucha fidelidad en
términos de características de los frutos y de la productividad, y es bastante
precoz, o sea, las principales ventajas de la propagación vegetativa ya existen en
ella cuando se ha propagado sexualmente. En cuanto a su utilización como
portainjerto para tomate, no es ventajosa porque la producción de frutos de tomate
con el uso de este sistema es muy baja.
4.3
PREPARACION DEL SUELO
La preparación del suelo puede ser manual o mecanizada. En suelo del tipo Podzólico
Rojo-Amarillo (Ultisol), álico, textura arenosa, puede ser preparado manualmente, pues
la textura facilita el manejo y deja el suelo bien suelto. La mecanización es recomendada
para suelos arcillosos (Oxisols y Ultisols) y de llanura (glei húmico), pues su manejo
manual es más difícil. Por lo tanto, la mecanización del suelo es recomendada para
tornarlo suelto y favorecer el mejor desarrollo radicular inicial de las plantas.
42
Los huecos de siembra deben ser abiertos con 20 cm en todas sus dimensiones. Si el suelo
es propenso a encharcarse, se recomienda abrirlas sobre cuadros de 20 cm de alto porque
la cocona no soporta exceso de humedad.
4.4
ESPACIAMIENTO
El espaciamiento entre plantas de cocona puede variar de acuerdo con la intensidad del
cultivo, de la etnovariedad y del tipo de suelo. Generalmente ocurren etnovariedades que
crecen poco y ellas pueden ser cultivadas en cualquier tipo de suelo en un espaciamiento
de 1,0 x 1,0 m. Las etnovariedades que crecen más de 1,50 m de alto, en suelos con baja
fertilidad natural deben ser cultivadas en un espaciamiento mínimo de 1,00 x 1,50 m y en
suelos de llanuras con espaciamientos de 1,50 x 2,00 ó 2,00 x 2,00. Este criterio debe ser
acatado porque una plantación muy densa torna la cosecha de los frutos muy incómoda a
las personas que ejecutan esta tarea.
4.4.1 Monocultivo
En sistemas de monocultivo manejados con mecanización y fertilización, los
espaciamientos varían desde 1,0 x 1,0 m (10.000 plantas/ha), pasando por 1,5 x 1,0 m
(6.666 pl/ha), 1,3 x 1,3 m (5.917 pl/ha), 1,0 x 2,0 m (5.000 pl/ha), 1,5 x 1,5 m (4.444
pl/ha), 2,0 x 2,0 m (2.500 pl/ha) hasta 2,5 x 2,5 m (1.600 pl/ha) (Pahlen, 1977; Villachica,
1996; Paytan, 1997; Silva Filho y Machado, 1997; Silva Filho et al. 1997). Los
espaciamientos mayores (a partir de 2,0 x 2,0 m) deben ser adoptados en cultivos donde
los suelos son especialmente ricos o muy bien fertilizados artificialmente.
43
Foto 4.5 M onocultivo de cocona en espaciamientos de 1 x 1 m
4.4.2 Sistemas consociados y agroforestales
En sistemas agroforestales, donde la cocona puede ser un importante componente en la
asociación con plantas anuales y perennes, un espaciamiento de 3 x 3 m (1.111
plantas/ha) puede ser recomendado (Paytan, 1997). Dado que en la agricultura tradicional
el manejo de la cocona no tiene diferencia pronunciada entre las etnias mestizas e
indígenas y que no se adoptan espaciamientos y tratos culturales (desmalezados y riegos)
sistemáticos, la especie se cultiva generalmente junto a plantas ornamentales, medicinales
(en el jardín), hortalizas (en los huertos), frutales arbustivas o arbóreas (en la parcela) y
entre las yucas con otros cultivos anuales o perennes en el campo. Lógicamente, la
cocona también puede ser combinada con otras especies anuales en algunos de los
espaciamientos más abiertos.
En la Estación Experimental del INPA en Manaus, se han cultivado sandía,
“maxixe” y caupí (“frijoles de playa”)(Vigna unguiculata) en los espacios entre
las plantas de cocona. Esta práctica tiene una ventaja muy importante: evita el
desmalezado después que esta especie cubre el suelo con sus ramas y cuando las
plantas de la cocona comienzan a dar sombra en el suelo, las malezas también
dejan de establecerse en el área.
44
Foto 4.6 Combinación de cocona con frijol de playa
4.5
FERTILIZACION (ORGANICA Y MINERAL)
La cocona puede crecer sin recibir ningún tipo de abono. En este caso, la producción es
muy baja; no alcanza a 20 toneladas de frutos por hectárea (Pahlen, 1977). Generalmente
en los Latosuelos y Podzólicos del Amazonas las plantas crecen y producen menos sin
abono. En un cultivo situado en bosque virgen, una planta de una etnovariedad que
produce frutos pequeños puede producir 70 frutos, pesando aproximadamente 4 kg. En
caso que estas plantas fuesen cultivadas con un espaciamiento de 1,0 x 1,0 m, el
rendimiento en 1 hectárea sería de 40 toneladas (Silva Filho et al 1998).
La planta responde muy bien a cualquier fuente de abono orgánico. El estiércol de
vacuno, porcino, y especialmente de gallinas ponedoras y otras, cuando es curtido
correctamente, puede sustituir el abono mineral. En Manaos el estiércol de animales es un
producto escaso para los agricultores locales. Generalmente los criadores de animales
utilizan este subproducto en sus pastizales, huertas y huertos frutales.
El abono orgánico utilizado experimentalmente en el INPA es proveniente de un sistema
de compuestos desarrollado por medio de acumulación de capas alternadas de materiales
vegetales y estiércol de vacuno (como inoculante). Se revuelven semanalmente los
montones humedecidos sin exceso de agua. Normalmente el proceso de fermentación
demora entre 80 y 90 días. Generalmente se utiliza entre uno y dos kilos de compuesto
orgánico por hoyo.
Estas pruebas experimentales utilizando sólo desecho orgánico (restos de hortalizas)
como fertilizante (250 toneladas por hectárea, equivalente a 25 kg/planta, mezclado
mecánicamente en suelo arenoso (Podzólico rojo amarillo, textura arenosa [80 a 85% de
arena] - Ultisol), Pahlen (1977) obtuvo rendimientos entre 5 kilos (en la etnovariedad
menos productiva) a 14 kilos de fruto fresco por planta (en la etnovariedad más
45
productiva) en una cosecha de tres meses de duración. La producción mínima por
hectárea fue de 25 toneladas y de 146 t para la más productiva. El promedio observado
entre las etnovariedades con este tipo de manejo fue de 56 t de frutos por hectárea.
En cualquier actividad hortícola en suelos del Amazonas es muy difícil obtener una
producción satisfactoria ante la ausencia de estiércol animal, sin el uso de abonos
minerales. Pero el uso de abonos minerales debe ser asociado a materia orgánica; de lo
contrario, la respuesta de las plantas es despreciable. Los mejores rendimientos, desde el
punto de vista económico, se han obtenido con la aplicación de 70 g de superfosfato
triple, 50 g de cloruro de potasio y 10 g de urea por hoyo en el momento de la plantación
o trasplante, junto a dos kilos de compuesto orgánico (preparado como el mencionado
anteriormente). Después de quince días de la plantación, se puede aplicar una dosis de 10
g de urea por planta, repetida mensualmente hasta el inicio de la cosecha (Silva Filho et
al., 1989, 1990, 1993).
4.6
TRASPLANTE
La plantación definitiva se hace a partir de los 60 días después de la siembra, etapa en
que las plantas presentan cuatro o más hojas definitivas y 15 cm de alto. El trasplante se
hace al inicio de la época de lluvia, en un día nublado, en caso que no se vaya a regar.
Mediante riego, se puede hacer el trasplante en cualquier época, una vez que las plantas
estén debidamente aclimatadas antes de ser trasladadas al campo.
4.7
PLAGAS Y ENFERMEDADES
4.7.1 Plagas
Las plantas de la familia Solanaceae son severamente atacadas por diversas especies de
insectos. En Amazonas, la presencia de innumerables especies de Solanáceae creciendo
espontáneamente en áreas vecinas y en las áreas donde se cultiva la cocona constituye
una importante fuente de infestación. Esto justifica el estudio de la fauna entomológica
(tipos de insectos) parásita de la cocona, pues la atención continua a las posibles plagas
permitirá su control eficaz en caso de ataques severos a la plantación. Debe considerarse
que un insecto que no tiene importancia inmediata, puede transformarse a corto plazo en
una plaga muy perjudicial, dado que las plagas también se adaptan a los sistemas
agrícolas creados por los productores.
Estudios sobre los insectos que atacan a la cocona fueron realizados en la Estación
Experimental de Hortalizas del INPA, en varios barrios de Manaos, y en algunas parcelas
ubicadas en el municipio de Manacapuru, Estado de Amazonas, Brasil, por Couturier
(1988). Los insectos picadores, deshojadores y barrenadores fueron sistemáticamente
buscados sobre las plantas existentes en cada lugar. En la mayoría de las veces se
encontraron larvas y adultos de cada especie. Cuando los adultos no fueron encontrados,
las larvas fueron llevadas a la Coordinación de Investigaciones Entomológicas del INPA
para obtener los adultos con el objeto de identificar la especie. Como resultado del
trabajo, 14 especies fueron identificadas (Tabla 4.1). A continuación se relacionan las
especies y los daños que ellas provocan en las plantas.
46
4.7.1.1 Pseudococcidae
Tres especies de esta familia de cochinilla fueron encontradas sobre la cocona. La
más abundante, Planococcus pacificus, forma colonias grandes en las
extremidades de las ramas de la planta y en el pedúnculo y cáliz de los frutos
maduros. Estos insectos son enteramente recubiertos por una capa de tierra
construida por hormigas (Solenopsis saevissima Fr. Smith). Las otras dos
especies, Ferrisia virgata y Pseudococcus maritimus, fueron encontradas
esporádicamente. La primera ocurre en forma de individuos aislados sobre la
epidermis de los frutos y la segunda en la faz abacial de la hoja. De acuerdo con
Conturier (1988), estas tres especies no causan pérdida de la productividad;
posiblemente puede significar una pérdida de tiempo en la limpieza de los frutos
para su comercialización.
4.7.1.2 Tingidae
Corythaica cyathcollis - los adultos y las larvas de esta especie son de color
ceniza, poco visibles y están siempre agrupadas en la faz inferior del limbo de la
hoja. Por las manchas encontradas en la faz adaxial de la hoja se detecta la
presencia del insecto. Los primeros síntomas se manifiestan mediante trazos con
puntos difusos alrededor de una nervadura, donde se puede constatar la presencia
de larvas. Luego el limbo se vuelve amarillo (Foto 4.7a), pero las nervaduras
pueden o no permanecer verdes por mucho tiempo. En la progresión sintomática,
la mancha se va tornando café y aumentando de acuerdo con el número de
insectos presentes (Foto 4.7b). Luego, el limbo se seca, parte, se enrolla y cae en
trozos. En algunos casos, las colonias pueden contener más de 100 individuos y
muchas generaciones se suceden (Foto 4.7c). Por eso, los daños son importantes.
47
Foto 4.7a Daños ocasionados por Corythaica cyathcollis en las hojas de la cocona
Foto 4.7b Etapa más avanzada de daños causados por Corythaica cyathcollis en las
hojas de la cocona
48
Foto 4.7c Hoja de cocona afectada de otra forma por Corythaica cyathcollis
Con el objeto de controlar pequeños focos de infestación, se aconseja retirar las
primeras hojas afectadas, evitando de este modo la diseminación del insecto en
toda la plantación. En caso de grandes focos, se debe pulverizar con insecticidas
fosforados (Pahlen, 1977; Silva Filho, 1994). En este caso, se debe seguir la
orientación de un técnico especializado.
4.7.1.3 Pentatomidae
Dos especies de esta familia fueron detectadas. La Edessa rufomarginata es un
insecto de 17 a 20 mm de largo, de color verde oscuro con connexivum rojo de los
adultos. Se encuentra normalmente sobre la cocona, pero aparentemente sin
fuertes consecuencias en la producción de frutos. La morfología de esta especie
fue estudiada por Raposo (1981) y Sefer (1961), en sus estudios sobre jurubeba
(Solanum paniculatum).
La Arvellius porrectispinus es un insecto de 13 a 16 mm de largo, de color verde
pálido, finamente salpicado con puntos negros sobre el protum y el scutelum. Son
poco visibles sobre las plantas porque se esconden en los racimos de los frutos.
Las larvas se agrupan en colonias de 10 a 30 individuos. Esta especie parece no
causar daños importantes.
49
4.7.1.4 Curculionidae
Dos especies, Phyrdenus muriceus y otra de un género no identificado,
perteneciente a Cryptorhynchinae, se desarrollan sobre la cocona. Las dos
especies son fácilmente diferenciables: P. muriceus es enteramente ceniza
amarillento, mientras que en la especie no identificada, la cabeza, el tórax y las
patas son negras, los élitros ceniza amarillento con una franja transversal negra en
el tercio apical, no alcanzando a su borde interno. Los adultos (que son poco
visibles durante el día) se fijan al tronco de la planta, en la base de los frutos o
dentro de los brotes axilares. Sus mordidas causan necrosis negras, y cuando
atacan los frutos jóvenes causan deformaciones. Las larvas se desarrollan en la
extremidad de las ramas y cavan galerías de 6 a 7 cm de largo. En el cuarto
catálogo de los insectos que viven en las plantas de Brasil (1984), la especie P.
muriceus también se nota sobre la papa, berenjena, “jiló”, “joá”, “jurubeba” y
tomate.
4.7.1.5 Chrysomelidae
El adulto de Colaspis aff. aérea es de color verde bronceado con patas café
amarillentas, y mide 6 mm de largo. Es una especie poco abundante. Los
individuos viven aislados o agrupados de a 2 ó 3 en la faz adaxial de las hojas.
Ellos roen el limbo sin causar grandes daños. Estos insectos pueden ser
encontrados sobre muchas Solanaceae que viven espontáneamente en Manaos.
4.7.1.6 Cerambicidae
La Alcidion deletum fue encontrada dentro de una rama, en la entrada de una
galería. Otra Alcidion sp. fue encontrada en Ecuador atacando la naranjilla
(Solanum quitoense), especie que ataca la cocona (Jiménez, 1982). Su incidencia
sobre varias Solanaceae que viven en Surinam puede ser considerada “moderada”
(Remillet, 1988).
4.7.1.7 Sphingidae
La Manduca sexta, la conocida cuncuna del tabaco, es una especie común que
ataca a muchas Solanaceae cultivadas. En plantaciones de cocona estudiadas, sólo
se encontraron algunas larvas. La eliminación de hojas de una planta ocasionada
por larvas puede causar severos daños para cualquier cultivo que tenga fines
económicos. La oruga de color verde es poco visible y puede ser notada
principalmente mediante los daños provocados en las hojas. La destrucción
manual de las orugas es fácil y por lo tanto aconsejable en pequeñas áreas
cultivadas.
50
Tabla 4.1 Insectos fitófagos que atacan la cocona en el Amazonas Central (Conturier,
1988)
1
Orden / Especie
Homoptera
Planococcus pacificus Cox
Ferrisia virgata Cockerell
Pseudococcus maritimus Ehrhorn
Aphis gossypii Glover
Heteroptera
Corythaica cyathicollis Costa
Arvelius porrectispinus Breddin
Edessa rufomaginata De Geer
Bonasa irata F.
Coleoptera
Phyrdenus muriceus Germar
Cryptorhynchinae sp.
Alcidion deletum Bates
Colaspis aff. aerea Lefevre
Lepdoptera
Manduca sexta L.
Gen. sp. Indet.
Familia
Estimación de daños
observados1
Potenciales2
Pseudococcidae
Pseudococcidae
Pseudococcidae
Aphididae
xx
x
x
x
***
**
**
**
Tingidae
Pentatomidae
Pentatomidae
Pentatomidae
xxx
x
x
x
***
**
**
‘*
Curculionidae
Curculionidae
Cerambicidae
Chrysomelidae
xx
xx
x
x
**
**
**
**
Sphingidae
Tortricoidae
xx
x
***
‘*
Especies clasificadas como ”xxx” causan daños importantes, mereciendo intervención fitosanitaria
oportuna; “xx” daños medianos; y “x” daños no significativos.
2
Especies clasificadas como “***” merecen ser vigiladas; “**” pueden ser vistas como de incidencia
posible en caso de aumentar la población; y “*” sin peligro para la planta.
Ya que no existen sistemas de control entomológicos definidos para la cocona, se
recomienda, dependiendo del grado de ataque del insecto constatado durante su cultivo,
hacer pulverizaciones con agroquímicos existentes en el comercio local indicados para
estos fitoparásitos. Esto siempre se debe hacer bajo orientación de un técnico
especializado.
4.7.2 Enfermedades
Las enfermedades que inciden en las plantas de cocona en el Amazonas peruano
son provocadas por la bacteria (Ralstonia (Pseudomonas) solanacearum), hongo
(Phythophora insfestans) y algunos virus no determinados (Villachica, 1996;
Paytan, 1997). Aunque los autores no se hayan referido a los síntomas de las
enfermedades, es posible que haya la necesidad de una intervención para el
control preventivo o curativo a fin de evitar perjuicios al cultivo.
En la región de Manaos (Amazonas brasileño), en la etapa de siembra, la
enfermedad más común es conocida vulgarmente como “mela.” Esta molestia es
causada por hongos Pythium sp. y Rhyzoctonia solani Kühn. Generalmente
51
ocurre cuando el suelo utilizado en la siembra no está desinfestado y un gran
número de plantas muy nuevas quedan confinadas en un espacio muy pequeño.
Existen muchos productos químicos comerciales indicados para esterilizar el suelo. Sin
embargo, su utilización no es fácil de manejar. Por eso, no se recomienda a pequeños
productores. Los grandes productores pueden consultar a su agrónomo local para
determinar la necesidad de desinfestar el suelo y, si fuera necesario, se debe proceder
como se indica.
Formas simples y factibles para evitar que organismos patógenos ataquen las plantas de
cocona en la etapa de siembra son las siguientes:
1. Tratamiento del suelo mediante solarización, que consiste en cubrir el suelo
con plástico transparente y dejar por lo menos por treinta días expuesto al sol
(Foto 4.8.). Inicialmente la cantidad de suelo a ser tratado dependerá de la
cantidad de plantas que el agricultor desea producir. El suelo debe ser revuelto
con instrumentos agrícolas manuales (azadas o azadones). Luego se agrega 20
kg de estiércol animal/m2. Construir un cuadro de 1 m de ancho por 0,20 de
alto y el largo de acuerdo con el número de plantas que se desea producir. Un
cuadro de 1m x 1m x 0,2 m contiene 0,2 m3 de suelo (tipo Podzólico RojoAmarillo). Con esta cantidad de suelo tratado se puede llenar 210 vasos con
capacidad de 250 g de suelo.
2. Regar el suelo con una solución de cloro de uso doméstico en una proporción
de 2,5 litros / 1,5 litros de agua. La preparación del suelo se hace igual como
se indicó anteriormente y luego se aplica cinco litros de esta solución por
metro cuadrado de cuadro. Después de 48 horas de la operación, se puede
realizar el trasplante de las plantas o la siembra de las semillas.
3. Utilizar como substrato, suelos nuevos de bosques vírgenes porque no están
contaminados con agentes patógenos y normalmente son muy ricos en
fertilidad natural.
En la etapa de formación de las plantas, si el suelo utilizado para rellenar los recipientes
está desinfestado o es nuevo, la incidencia de enfermedades será escasa o nula.
52
Foto 4.8 Solarización del suelo
A nivel de campo, en áreas cultivadas intensamente tanto en suelos de llanuras o de tierra
dura próximos a Manaos, AM, Brasil, se constató plantas marchitas con presencia de
Sclerotium rolfsii Sacc., un hongo que ataca la planta en la región del tronco bien
próximo al suelo. En el lugar donde éste se instala aparece una esporulación de color
blanca envolviendo circunsferencialmente el tronco, causando el anillado de la epidermis
y luego la muerte de las plantas. Sin embargo, en las mismas áreas, se encontraron
plantas afectadas (sin síntomas de marchitez), indicando una variabilidad genética
resistente a este organismo.
Como medida de control preventivo se recomienda la rotación de cultivos, o usar
etnovariedades resistentes, y la aplicación, mediante pulverización, de Benomyl (Benlate
500) en forma de solución (30 g del polvo mojable/20 litros de agua) cerca de la zona del
tronco más cercano al suelo, una vez al mes, después del plantío definitivo.
4.8
TRATAMIENTOS DE CULTIVOS
Por ser una especie domesticada, la cocona responde muy bien a todos los
tratamientos de cultivos y casi siempre presentando una razón beneficio/costo
significativa con mayor producción y ganancia.
53
4.8.1 Manejo de plantas invasoras
En la etapa inicial, el crecimiento de la cocona es muy lento. Por lo tanto, es esencial
efectuar limpiezas periódicas del área después del trasplante para que no haya
competencia por el agua, luz, y nutrientes del suelo con las malezas. Normalmente se
desmaleza dos veces al mes. La demanda de mano de obra para esta tarea comienza a
disminuir en el momento en que las plantas van creciendo y la sombra originada por sus
hojas inhiben el crecimiento de otras plantas.
Cuando no se adopta el manejo de cultivo asociado, se pueden utilizar los mismos
herbicidas que para el control de malezas en los cultivos de berenjena y “jiló”, o
desmalezadoras mecánicas de pequeño porte o portátiles. En caso de usar herbicida, se
deben aplicar productos biodegradables y que produzcan un efecto positivo en las
especies que se pretende controlar, porque no existen investigaciones que comprueben en
el caso de la cocona, cuál es el producto químico más apropiado. El uso de cualquier
herbicida debería ser orientado por un técnico especializado.
4.8.2 Cobertura muerta para controlar humedad
La mantención de la humedad del suelo es muy importante para el buen desarrollo de las
plantas. El riego es una práctica cultural que debe ser adoptada en los días secos cuando
las plantas son pequeñas y en las semanas secas cuando las plantas son mayores. La
cocona no resiste lluvias prolongadas. En la época seca, además de riego, se recomienda
usar cobertura muerta (sistema de cultivo que consiste en colocar alrededor de la planta
todo el material resultante del desmalezamiento, cáscara de arroz o residuos de
aserradero) para evitar el calentamiento del suelo y permitir la conservación de la
humedad por un período de tiempo más prolongado. La cobertura muerta presenta la
ventaja adicional de inhibir el crecimiento de la mayoría de las malezas.
4.8.3 Cobertura viva
La cobertura verde con maní bravo (Arachis pintoi) o con caupí (frijol-de-playa)
(Vigna unguiculata) es recomendada. La siembra de estas leguminosas se hace a
lo largo de la línea después del trasplante (Foto 4.9). Esta práctica ofrece diversas
ventajas: fijación de nitrógeno del aire; evitar la erosión del suelo por la acción de
lluvias intensas; y la posibilidad de una producción de granos para alimento o para
comercialización.
54
Foto 4.9 Plantas de cocona recién trasplantadas y plantas de caupí (“frijol-de-playa”) con
7 días de emergencia.
4.9
Producción
La producción se inicia a los seis meses después del trasplante, con producción
económica de frutos durante tres meses y producción baja continuada de frutos por un
año más, dependiendo del manejo y de la fertilidad del suelo. La cocona espontánea, en
caso de no recibir ningún tratamiento en el cultivo, produce entre 2 y 4 kilos de frutos por
planta, dependiendo del tamaño del fruto. El número de frutos producidos por planta está
asociado al tamaño de los frutos. Las plantas de cocona cultivadas con frutos pequeños
(25 a 40 g), medios (40 a 60 g), medio-grandes (60 a 140 g) y grandes (141 a 215 g)
producen entre 87 y 119, 83 y 95, 41y 55, y 24 y 39 frutos, respectivamente (Silva Filho,
1989; Villachica, 1996).
El rendimiento por hectárea depende de la etnovariedad cultivada, de la fertilidad del
suelo, del suministro hídrico, de la densidad de plantas y del tipo de manejo adoptado.
Algunos datos experimentales demuestran cómo esta combinación de factores se traduce
en productividad (Tabla 4.2).
55
Tabla 4.2. Datos experimentales de producción de frutos de cocona (en t/ha) en el
Amazonas brasileño y peruano
Tipo general de fruto
Densidad (plantas/ha)
Grande
Pequeño
5.0001
13
9
6.6661
26
17
10.0001
30
26
10.0002
105
34
146
40
3
5.917
1
Villachica (1996) sin explicar el tipo de abono usado.
Silva Filho et al. (1989) usando 1 kg de materia orgánica y 70 g de superfosfato triple en el hoyo, y 50 g
de cloruro de potasio y 70 g de urea repartida en 10 veces.
3
Pahlen (1977) aplicando 250 t/ha de desecho orgánico, 10 g de superfosfato triple en el hoyo, y 10 g de
cloruro de potasio y 10 g de urea al inicio de la producción de frutos.
2
Sobre los valores presentados por Villachica (1996) no se puede hacer una evaluación
para verificar la viabilidad de trabajar con cultivos a nivel comercial, porque no posee
suficiente información sobre el abono y tratamientos para cultivos en general. En la
experiencia de Pahlen (1977), aun sabiendo que la cantidad de materia orgánica utilizada
dejaría un contenido residual de este material que se podría aprovechar posteriormente
con otros cultivos, si se hiciera un análisis económico del manejo adoptado, se tendría
que vender los frutos a un precio elevado para obtener una ganancia para el productor.
Los datos de Silva et al. (1989) son usados en la Tabla que trata el análisis económico de
la producción de cocona en Manaos.
4.10
COSTO DE PRODUCCION
En cualquier actividad agrícola el costo de producción es un dato muy importante para el
agricultor y para el empresario, principalmente cuando se trata de una especie casi
desconocida como la cocona. En las Tablas a continuación se presentan los valores
estimados del costo de producción y rentabilidad de plantaciones de cocona en Manaos.
Como se trata de una planificación experimental, los valores son exclusivamente para
orientar a las personas que se interesen por el cultivo de la especie. ¡No son garantías de
retorno!
En el presente estudio, se supone que la plantación será realizada por un pequeño
agricultor (contando con asistencia técnica de un extensionista) en suelo Podzólico RojoAmarillo, álico, textura arenosa (70% de arena), de baja fertilidad, y que el clima local se
caracteriza como “Af,” en el esquema de Köppen, registrando 2.450 mm de lluvia anual,
con una estación seca en el período de julio a septiembre (Ribeiro, 1976).
Los valores para la preparación del terreno mediante mecanización, pago de mano de
obra, adquisición de equipos, insumos y materiales en general, son todos reales y
practicados por el comercio de Manaos. Siempre se estima que la mano de obra será
56
contratada al precio del mercado de Manaos, pero si el productor la reemplaza por mano
de obra familiar, los costos financieros serán menores.
Para el cálculo de rendimiento, se supone que una etnovariedad produce 40 toneladas por
hectárea. Como se demostró en la sección 4.9, este rendimiento es muy conservador y
podría aumentar en función de varios factores externos.
Las Tablas 4.3 y 4.4 presentan un modelo mediante la preparación mecanizada de un área
virgen y la construcción de toda la infraestructura necesaria. Se estima que el kilo de
fruto debiera ser vendido a R$0,50, para generar un lucro líquido de R$1.379 al final de
12 meses.
Las Tablas 4.5 y 4.6 presentan un modelo mediante la preparación manual de un área
virgen y la construcción de toda la infraestructura necesaria. Se estima que el kilo del
fruto debiera ser vendido a R$0,50, generando un lucro líquido de R$7.094,67 al final de
12 meses.
El lucro del agricultor podría aumentar a medida que éste aprovecha mejor el espacio,
cultivando en consorcio un cultivo anual (quiabo, pepino, caupí, frijol-de-metro, lechuga,
cilantro, etc.) para completar su ciclo de producción antes o al inicio de la primera
cosecha de la cocona.
Para que el cultivo de la cocona sea rentable se necesita que su potencial sea
reconocido por la agroindustria. Sin la agroindustria, una pequeña área de cocona
sería suficiente para saturar la mayoría de los mercados, pues fuera del Amazonas
occidental no existe mucha demanda para el fruto in natura. En la frontera de
Brasil con Perú y Colombia existe un mercado local para jugos y néctares que no
se puede atender debido a la falta de materia prima. En otras áreas, esta demanda
necesitaría ser desarrollada para productos procesados de mayor aceptación antes
de potenciar una oferta del producto in natura. Por lo tanto, su uso a pequeña
escala en la industria casera puede ser una posibilidad concreta para los pequeños
agricultores sin estar sujetos a la difícil tarea de crear un mercado.
57
Tabla 4.3. Análisis de beneficio/costo (en R$) para el cultivo de 1 hectárea de cocona
mediante el uso de mecanización y abono mineral (Manaus, mayo 1998, por Lenoir
A. Santos, INPA; US$1,00 = R$1,15)
7-
ACTIVIDAD:
COCONA - Mecanizado
10.000 plantas / ha
FECHA: MAYO/98
ÁREA:
DESGLOCE
UNIDAD
Valor Cant. jul-ago set-oct nov-dec ene-feb mar-abr may-jun
Total
Costo Operacional
INVERSION FIJA
3.290
Desmale. Mecani
h/t-estera
85
8
680
680
Entrelazado
h/t-estera
85
10
850
850
Arado profundo
h/t-neumat
26
3
78
78
Rastreado
h/t-neumat
26
3,5
91
91
Preparación de cantero h/t-neumat
26
3,5
91
91
Galpón almacenaje
1.500
1.500
INSTALACION DE CULTIVO
750
Encalado (dist. cal.)
d/h
10
35
350
350
Abono de orificios
d/h
10
8
80
80
Comvento y plantac.
d/h
10
16
160
160
Plantas (prep)
d/h
10
12
120
120
Trasplante
d/h
10
4
40
40
INSUMOS
3.132
Abono orgánico
sc
4
400
1.400
1.400
Calc. dolomítico
Ton
205
2
410
410
Urea
Ton
324
0,6
194
194
Sup. Fosf.Triple
Ton
240
0,7
168
168
Cloruro de Potastio
Ton
420
0,5
210
210
Fert. BR-12
Kg
2
10
18
18
Plantas Vasos 0,3L
Millar
18
12
216
216
Plantas: Sustrato
Ton
30
3,6
106
106
Sacos rafia (60k)
sc
0
800
160
160
Bandejas (cosecha)
un
5
50
250
250
TRATAMIENTO DE CULTIVO
530
Amontona y desmaleza d/h
10
40
80
80
80
80
80
400
Abono cobertura ( 6)
d/h
10
10
20
20
20
20
20
100
Pulverización
d/h
10
3
10
10
10
30
COSECHA Y TRANSPORTE
1.320
Transporte(diver.)
h/t-neumat
26
20
104
104
104
104
104
520
Cosecha (2h/sem)
d/h
10
80
160
160
160
160
160
800
COSTO DIRECTO
2.020
1.425
4.017
814
382
364
9.022
GASTO TEC.(20%)
1.804
3.609
3.609
9.022
C.OPORT. TIERRA
100
100
C.OPORT. CAPITAL
30
21
60
12
6
5
135
C.ADMINISTRACION
20
20
20
20
20
20
120
COSTO INDIRETO
0
50
41
180
1.837
3.635
3.634
9.377
8-
COSTO TOTAL
1-
2-
3-
4-
5-
6-
2.070
1.467
58
4.198
2.651
4.016
3.998
18.400
01 Ha
%
18
4
5
0
0
0
8
4
2
0
1
1
0
17
8
2
1
1
1
0
1
1
1
1
3
2
1
0
7
3
4
49
49
1
1
1
51
100
Tabla 4.4. Síntesis del análisis económico (beneficio/costo) para el cultivo de 1
hectárea de cocona mediante el uso de mecanización y abono mineral (Manaos,
mayo 1998, por Lenoir A. Santos, INPA; US$1,00 = R$1,15).
1-
DESGLOSE DE LA INVERSION
R$
INVERSION
3290
ANALISIS ECONOMICO
U$
2836
2-
INST. CULTIVO
750
647
3-
INSUMOS
3132
2700
4-
TRAT. CULTIVOS
530
457
5-
COSECHA-TRANSP.
1320
1138
6-
C.DIRECTO(1,2,3,4,5)
9022
7778
7-
C. INDIRECTO
9377
8084
8-
C.TOTAL(6,7)
18400
15862
DESGLOSE
COSTO DIRECTO
COSTO INDIRECTO
COSTO TOTAL
PRECIO MEDIO
PUNTO DE EQUIL.
PRODUCCION
INGRESO TOTAL
RENTA TOTAL
PRECIO DE COSTO
LUCRO / UNIDAD
LUCRO
RESUL.FINANCIEIRO
RESUL. ECONOMICO
59
Unid.
kg
kg
%
R$
9.022
9.377
18.400
0,50
36.799
45.000
22.500
22.500
0,41
0,09
8,7
13.478
4.100
U$
7.778
8.084
15.862
0,43
31.723
38.793
19.397
19.397
0,35
0,08
8,7
11.619
3.535
Tabla 4.5. Análisis de beneficio/costo para el cultivo de 1 hectárea de cocona sin el
uso de mecanización y construcción de bases físicas, con abono mineral (Manaos,
mayo 1998, por Lenoir A. Santos, INPA; US$1,00 = R$1,15).
1-
2-
3-
4-
5-
6-
7-
ACTIVIDAD:
COCONATradicional 10.000 plantas
FECHA: MAY/98
DESGLOCE
UNID.
Valor cant jul-ago set-oct nov-dic ene-feb mar-abr may-jun
Implantación
INVERSIONFIJA
Prepar. trinchera
d/ h
10
10 100
Derribar rebajar
d/ h
10
8
80
Quema
d/ h
10
7
70
Galpón almacenaje
1500
INSTALACIONDECULTIVO
Delimitación
d/ h
10
3
30
Perforación
d/ h
10
7
70
Abonar orificios
d/ h
10
4
40
Elcalado(dist.calcaria)
d/ h
10
35
350
Plantación y trasplante d / h
10
4
40
Plantas (prep)
d/ h
10
12
120
INSUMOS
Abono orgánico
sc
3
400
1200
Calc. dolomítico
Ton
205
2
410
Urea
Ton
324
1
194
Sup. Fosf.Triple
Ton
240
1
168
Cloruro de Potasio
Ton
420
1
210
FTEBR-12
Kg
2
10
18
Plantas: Vasos 0,3L
Millar
18
12 216
Plantas: Sustrato
Ton
30
4
106
Sacos rafia (60k)
sc
0
800
160
Bandejas (cosecha)
un
5
50
250
TRATAMIENTO CULTIVOS
Amontona y desmaleza d / h
10
40
80
80
80
80
80
Abono cobertura
d/ h
10
18
36
36
36
36
36
Pulverización
d/ h
10
6
10
10
10
10
10
10
COSECHA Y TRANSPORTE
Transporte(diver.)
h/t-pneu 25
20 100
100
100
100
100
Cosecha (2h/sem)
d/ h
10
80
160
320
320
COSTO DIRECTO
506
1182 3638
836
564
546
GASTOS TEC.(20%)
1454 2909 2909
C.OPORT. TIERRA
100
C.OPORT. CAPITAL
8
18
55
13
8
8
C.ADMINISTRACION
20
20
20
20
20
20
COSTO INDIRECTO
0
28
38
175
1487 2937 2937
8- COSTO TOTAL
534
1220
3813
60
2323
3501
3483
AREA: 01 Ha
Total
%
1750
100
80
70
1500
650
30
70
40
350
40
120
2932
1200
410
194
168
210
18
216
106
160
250
640
400
180
60
1300
500
800
7272
7272
100
109
120
7601
12
1
1
0
10
4
0
0
0
2
0
1
20
8
3
1
1
1
0
1
1
1
2
4
3
1
0
9
3
5
49
49
1
1
1
51
14873
100
Tabla 4.6. Síntesis del análisis económico (beneficio/costo) para el cultivo de 1
hectárea de cocona con o sin uso de mecanización y construcción de bases físicas,
con abono mineral (Manaos, mayo 1998, por Lenoir A. Santos, INPA; US$1,00 =
R$1,15).
1-
DESGLOSE DE LA INVERSION
R$
U$
INVERSION
1750
1509
2-
MANO DE OBRA
650
560
3-
INSUMOS
2932
2528
4-
TRAT. CULTIVOS
640
552
5-
O.COSECHA.-TRNSP.
1300
1121
6-
C.DIRECTO(1,2,3,4,5)
7272
6269
7-
C. INDIRECTO
7601
6553
8-
C.TOTAL(6,7)
14873
12822
ANALISIS ECONOMICO
DESGLOSE
COSTO DIRECTO
COSTO INDIRECTO
COSTO TOTAL
PRECIO MEDIO
PUNTO DE EQUILIBRIO
PRODUCCION
INGRESO TOTAL
RENTA TOTAL
PRECIO DE COSTO
LUCRO / UNIDAD
LUCRO
RES.FINANCIERO
RES. ECONOMICO
61
Unid.
kg
kg
%
R$
7272
7601
14873
0,50
29747
40000
20000
20000
0,37
0,13
34,5
12728
5127
U$
6269
6553
12822
0,43
25644
40000
17241
17241
0,32
0,11
34,5
10972
4420
5.0
COSECHA Y TRANSPORTE
62
La cosecha de los frutos se inicia entre los seis y siete meses después de la siembra en
condiciones favorables de desarrollo, y puede prolongarse por 270 días (Paytan, 1997).
La frecuencia de la cosecha en los dos primeros meses es semanal, habiendo una mayor
cantidad de frutos maduros (Silva Filho et al., 1997), y luego se reduce gradualmente a
partir del tercer mes. La renovación anual de las plantas cultivadas en monocultura es
económicamente justificable, debido a una baja en la producción a partir del final del
tercer mes de cosecha (Silva Filho & Machado, 1997).
5.1
METODO DE COSECHA
El color amarillo del fruto indica su punto ideal de maduración para la cosecha y
consumo. En esta etapa de maduración, las semillas ya están fisiológicamente maduras y
con un porcentaje del 100% de germinación (Silva Filho, 1994). Se retiran los frutos de
las ramas de las plantas cortando sus pedúnculos con una tijera de podar o cuchillo, o
simplemente tirándolos.
Es importante que las personas al momento de recolectar los frutos tomen
precauciones para proteger la vista, porque la pubescencia que envuelve los frutos
provoca fuertes irritaciones.
5.2
EMBALAJE
Después de retirar los frutos de la planta, éstos deben ser colocados en
bandejas de fibras vegetales, cajas de madera o de plástico agujereadas, con
capacidad máxima de 25 a 30 kg para evitar que los frutos colocados por debajo
se aplasten. Es necesario continuar con los experimentos para definir los mejores
materiales y tipos de embalajes para los frutos recolectados, de manera que esta
recomendación se basa en experiencias con otros cultivos.
Para su comercialización, los frutos generalmente son acomodados en
bolsas de nylon agujereadas, conteniendo 500 g ó 1 kg. Este tipo de embalaje
permite que los frutos sean expuestos atractivamente (Foto 5.1).
63
Foto 5.1. El mercado de frutos de Leticia, Colombia, destacando a la
cocona
5.3
ALMACENAJE
Los frutos de la cocona recolectados en el estado de madurez ideal (color
amarillo) son menos perecibles que los frutos de otras Solanáceas. Estos pueden
conservarse a temperatura ambiente (27 a 30ºC) a la sombra y con buena
ventilación sin que se deteriore por un período de cinco a siete días. En
refrigeradores de uso doméstico, el período de conservación puede alcanzar 30
días, sin que se altere el sabor original. Lógicamente, la pulpa congelada se puede
conservar por un período prolongado - hasta seis meses de conservación manteniendo el sabor muy agradable (Silva Filho et al., 1997).
64
5.4
TRANSPORTE
Los frutos de la cocona son muy resistentes al transporte. Esta resistencia
mecánica es probablemente otorgada por la pulpa adherida a la cáscara, pues ésta
es consistente y elástica al mismo tiempo. Cuando han sido acondicionados en
cajas de 25 a 30 kg, los frutos pueden ser transportados por varias horas en
caminos malos sin sufrir daños aparentes.
Entre las etnovariedades, y en aquellas poblaciones que están siendo
mejoradas, la variabilidad de la forma del fruto puede ser explorada para aumentar
aun más su resistencia al transporte. Generalmente la relación entre el ancho y el
tamaño (longitud) de los frutos de la cocona varía de 0,78 a 1,64, pero los biotipos
que presentan una relación menor que 1 (frutos alargados) son aparentemente más
resistentes. El número de lóculos de los frutos de la cocona varía de 4 a 8. Los
frutos con 4 lóculos poseen un estándar de uniformidad y firmeza que parece ser
ideal para resistir el transporte (Silva Filho, 1994). Considerando que las
cualidades físicas de los frutos se conservan con fidelidad de generación en
generación, el productor puede seleccionar tipos adecuados mientras no existan
semillas mejoradas.
65
6.0
UTILIZACION
66
67
6.1
USO PRINCIPAL - ALIMENTICIO
La cocona tiene un sabor muy característico que no se puede comparar con el
sabor de otras frutas. No obstante, algunas personas dicen que se parece al sabor del
tomate y limón juntos, lo que tiene sentido ya que la cocona perdió su importancia
cuando se introdujo estas dos especies en el Amazonas. Aunque sea de la familia de la
naranjilla, su sabor es distinto. Sus nombres en inglés, Orinoco apple y peach tomato,
tampoco se refieren al sabor, pues no se parece al sabor de la manzana y del durazno. La
mayor semejanza está en la forma y en el color de la pulpa.
La pulpa de la placenta es ligeramente más ácida y mucho más sabrosa que la
pulpa adherida a la cáscara. En algunas etnovariedades la pulpa presenta un sabor
suavemente amargo, que puede ser en función del suelo o del agua con la cual se
riega. Debido a la baja relación sólidos solubles/acidez (s.s./acidez) (3,5 a 6,0;
Andrade et al., 1997), la cocona presenta poco grado de azúcar. Por esto, el fruto
es raramente consumido in natura, excepto como complemento de bebidas
alcohólicas.
La preparación de jugos, dulces, mermeladas y compotas es el principal uso de los
frutos (vea sección 7 a continuación). Los frutos también pueden ser consumidos en
forma de salsa para acompañar asado de corazón de vacuno (conocido en el Amazonas
peruano como “anticucho”) y en las sopas de pescado (popularmente denominadas de
“caldeirada” o “peixada” en el Amazonas brasileño).
6.2
USOS SECUNDARIOS
6.2.1 Medicinal
La cocona es valorizada por las poblaciones tradicionales del Amazonas
Occidental por su capacidad de sanar enfermedades de la piel (Salick, 1987). Las hojas
maceradas son utilizadas por los indios peruanos y brasileños para evitar la formación de
ampollas en la piel en caso de quemaduras provocadas por fuego o agua hirviendo (Sr.
Paulo Cruz, Aldeia Umariaçu, Tabatinga, AM, y Dr. Pedro Mera, Iquitos, com. pess.,
1997). El jugo de la cavidad locular de los frutos se utiliza para calmar la picazón de la
piel (Sr. Nuquito José, Aldeia de Umariaçu, Tabatinga, AM, com. pess.).
El jugo puro es utilizado por las poblaciones tradicionales del Amazonas
brasileño, peruano y colombiano para controlar colesterol, diabetes, exceso de ácido úrico
y otras enfermedades causadas por el mal funcionamiento de los riñones y del hígado
(Salick, 1987). La cocona es recomendada en la dieta de pacientes hipercolesterolémicos
e hiperglicémicos (Yuyama et al., 1997).
6.2.2 Cosmético
Los mestizos e indios peruanos utilizan el jugo puro de la cocona para dar brillo a
los cabellos (Silva Filho, 1996). Probablemente algunas vitaminas y la pectina sean
responsables de esta situción. Este uso requiere más investigación, pues el mercado para
productos cosméticos es enorme y creciente.
68
6.3
FORMAS DE COMERCIALIZACION
La comercialización de la cocona se hace a pequeña escala, por productores
rurales en las ferias, mercados, y en sus propias casas, como también en base al trueque
con los vecinos. En las mayores ciudades del Amazonas Occidental (Iquitos y Pucallpa,
Perú; Letícia, Colombia) existen redes de comercialización pequeñas, donde los
productores venden frutos a intermediarios (generalmente en el puerto de la ciudad),
donde se comercializan en las ferias y mercados. Raramente existe otra etapa en la red,
cuando el intermediario vende los frutos al vendedor de la feria, quien los comercializa al
consumidor final.
El precio varía en cada lugar del Amazonas brasileño, peruano y colombiano. Los
frutos se venden por unidad, docena, bolsas o peso (kilogramo), siendo este último el más
común. A inicios de 1998, el kilo de los frutos costaba R$1,00 (Real$1,00 = US$0,87) en
Benjamim Constant y Tabatinga (municipios de la región del Alto Solimões, Brasil),
S$2,80 (Sole$1,00 = US$0,36) en Iquitos (Amazonas peruano) y P$1.150 (US$1,00 =
Peso$1.150) en Letícia (Amazonas colombiano).
En las fuentes de sodas, restaurantes y hoteles de las ciudades del Amazonas
Occidental, especialmente en Iquitos y Letícia, jugos y helados son las principales formas
de comercialización. En este caso, el valor cobrado varía, dependiendo de la categoría y
ubicación del establecimiento. En Letícia, un vaso de jugo de cocona con 300 ml costaba
P$1.000 (US$0,87) al inicio de 1998, siendo que la materia prima costaba solamente
US$0,07.
En Perú, la pequeña producción de jugos y néctares industrializados se
comercializa también en otras partes del país, especialmente en Lima. Este
pequeño mercado parece estar limitado por falta de marketing, pues no se está
expandiendo en forma importante. Como en el caso de jugos vendidos en
restaurantes, el valor cobrado por el producto industrializado depende del punto
de venta. Se supone que una botella de 500 ml cuesta alrededor de S$4,00
(US$1,45), de acuerdo con el precio de un jugo de fruta in natura en el
Amazonas.
69
7.0
INDUSTRIALIZACIÓN
La cocona es una especie de uso múltiple con sabor agradable. No obstante, todavía no
tiene mucha importancia en el mercado amazónico fuera del Amazonas Occidental,
donde es conocida y ha sido usada milenariamente. En el Amazonas Occidental, la
cocona aún es usada solamente para jugo y raras veces para dulces, mermeladas y
golosinas en general. Una forma de aumentar la aceptación de la cocona fuera de su área
de distribución original es industrializándola, ya sea a nivel casero o a nivel empresarial.
En esta sección, se presentan algunos ejemplos para incentivar la imaginación, ya que
hasta ahora ninguno de los ejemplos ha tenido importancia económica significativa.
7.1
INDUSTRIA CASERA
La industria casera es generalmente una actividad informal de las dueñas de casa,
aunque algunas de ellas con más calificación empresarial llegan a producir a escala
comercial local y tienen el potencial de entrar en el mercado regional. La industria casera
es un componente importante entre las alternativas para expandir el cultivo de la cocona
en el Amazonas, pues generalmente ocurre cerca de las áreas de producción y, por lo
tanto, agrega valor local. Una vez demostrada la viabilidad económica de un determinado
producto, se podrá atraer inversiones para expandir la industrialización hacia una escala
mayor. A continuación, se presentan algunas recetas de comprobada calidad para uso
casero.
7.1.1 Calderada de pescado con cocona (Sonia Farias y Regina Gonçalves, Tefé, AM,
1996.)
Esta calderada es uno de los platos más típicos del Amazonas occidental. Se
piensa que su origen es indígena, aunque algunos ingredientes sean exóticos.
Ingredientes
1 kg de pescado
6 frutos de cocona medianos (50 a 60 g)
1 paquetito de perejíl (cilantro, cebollines y escarola)
1 limón
1 cebolla mediana
4 ajíes
1 taza de té de aceite de oliva
2 dientes de ajo
Sal a gusto
Modo de preparar
7.1.2
Se deja el pescado aliñado con (agua, sal y limón) por 1/2 hora. Se retira el pescado, se lava
con agua corriente .Luego se coloca en una olla con aceite, y se sazona con cebolla y ajo. Se
coloca dos litros de agua, sal y la mitad del paquete de perejil y ají (picado). Cuando el jugo
comienza a hervir se coloca el pescado, la cocona y se deja cocer durante 15 minutos. Un
minuto antes de apagar el fuego se coloca el resto del perejil y el ají picado. Se acompaña
(Anildes
Caramelo
de cocona
con arroz blanco
y puré
de harinaB.deRoberto,
yuca. Tefé, AM, 1996.
70
Ingredientes:
6 frutos de cocona medianos (70 g)
300 g de castaña de Pará
½ kg de azúcar
Modo de preparar:
Se pelan las castañas , cortadas y tostadas. Luego se pelan los frutos de cocona y se muelen
en la juguera con un vaso de agua. Se coloca en una olla junto con el azúcar y se pone a
cocer a fuego bajo, se revuelve bien con una cuchara de palo hasta que la salsa quede
consistente (salsa bien espesa). Agregue las castañas en la salsa espesa. Se deja enfriar y se
envuelve en papel mantequilla o celofán
7.1.3 Caramelo de cocona con mangarataia (Anilce M.B. Roberto, Tefé, AM, 1996)
Ingredientes:
4 frutos de cocona de 100 g
100 g de mangarataia (nombre local para jengibre, Zingiber officinale)
500 g de azúcar
Modo de preparar:
Se pelan los frutos, se retiran las semillas y se muele en la juguera. Se ralla el jengibre.
Luego se coloca en una olla la cocona , el jengibre y el azúcar, se cocinan a fuego bajo
revolviendo constantemente hasta que la pulpa quede espesa en su punto para enrollar. Se
enrolla en forma de caramelos en papel mantequilla o celofán.
7.1.4 Jugo de cocona con leche (Anilce M.B. Roberto, Tefé, AM, 1996)
Ingredientes:
6 frutos de cocona de 70 g
½ kg de azúcar
100 g de leche en polvo
Modo de preparar:
Se pelan los frutos y se retiran las semillas. Luego se colocan los frutos, 1 ½ litro de agua, el
azúcar y la leche en la juguera, se bate durante 3 minutos. Se pone en un jarro y se sirve
con hielo.
71
7.1.5 Jugo de cocona con piña (Anilce M.B. Roberto, Tefé, AM, 1996)
Ingredientes:
6 frutos de cocona pequeños (20 a 40 g)
Mitad de una piña
Azúcar a gusto
Modo de preparar:
Se pelan las coconas y la piña y se parte en pequeños trocitos. Luego se coloca 1 litro de
agua y el azúcar, se bate en la juguera por 1 minuto. Se sirve con hielo.
7.1.6. Flan de cocona (Maria Sandra P. Roberto, Tefé, AM, 1996)
Ingredientes:
5 frutos de cocona medianos (frutos de 50 a 60 g)
1 tarro de leche condensada
3 huevos
1 taza de azúcar
Modo de preparar:
Se pelan los frutos y se cortan en pedazos, se agregan los demás ingredientes y se bate en la
juguera. Se derrite un poco de azúcar en el molde hasta que se ponga color café, luego se
colocan todos los ingredientes y se pone al horno en baño María durante media hora. Se deja
enfriar y se coloca en el refrigerador.
7.1.7 Crema de cocona (Anilce M.B. Roberto, Tefé, AM, 1996)
Ingredientes
6 frutos de cocona de 100 g
2 latas de leche condensada
1 tarro de crema de leche
250 g de azúcar
Modo de preparar
Se pelan los frutos y se sacan las semillas. Luego se bate en la juguera. Se agrega la leche y
la crema de leche. Si le falta azúcar se le pone más para que quede a gusto. Se pone en la
hielera por algunas horas y se sirve congelado.
72
7.1.8 Dulce de cocona en almíbar (Josina, Edith, Fabíola, Simone, Samuel e Mirlen,
Tefé, AM, 1996)
Ingredientes:
30 frutos pequeños de cocona (30 a 40 g)
½ kg de azúcar
1 ½ litro de agua
5 g de clavo de olor
10 g anís
Modo de preparar:
Se pelan los frutos y se sacan las semillas. Se cortan los frutos en forma de cruz, sin separar
las partes. Se colocan en agua hirviendo por 15 minutos y luego se escurren. Se prepara un
almibar con agua y azúcar, se agregan los frutos y se deja hervir hasta que se espese el
almíbar. Se agregan los clavos de olor y el anís y se deja hervir por media hora
aproximadamente. Se deja enfriar y se coloca en el refrigerador. Se sirve con crema de
leche.
7.1.9 Mermelada de cocona (Raimunda Santos, Manaos, AM, 1998)
Ingredientes:
1 kg de frutos de cocona
700g de azúcar
Preparación:
Se pelan los frutos, se parten en trozos y se sacan las semillas. Se colocan los frutos
en una olla y se pone agua hasta cubrir los frutos. Se cocinan los frutos durante 40
minutos, tiempo en que se formará un jugo color amarillo. Se escurren los frutos y
se guarda el jugo . Luego se coloca el jugo y el azúcar en una olla y se pone a hervir
a fuego bajo. Se revuelve hasta tener una consistencia de mermelada. La
i t i id l
l
d l
l
i
lf d d l
73
7.1.10 Brazo de reina de cocona (Ana Braga Alvin, Tefé, AM, 1996)
Ingredientes:
Mermelada de cocona 3 huevos
½ kg harina de trigo
1 ½ taza de azúcar
½ litro de agua
Modo de preparar:
Se coloca en la batidora el azúcar, el harina de trigo, los huevos y de a poco se le
agrega el agua hasta que la masa tenga una consistencia de queque. Se
enmantequilla un molde rectangular se coloca la masa y se pone al horno pre
calentado por un período de 30 minutos. Depués de horneado, se rellena con
l d d
7.1.11 Galleta de cocona (Anildes B. Roberto, Tefé, AM, 1996)
Ingredientes:
2 frutos de cocona grandes (80 a 100 g)
½ kg de maicena
2 huevos
½ kg de azúcar
½ litro de leche
Modo de preparar:
Se pelan los frutos se sacan las semillas y se bate la pulpa en la juguera. Se coloca la pulpa
en una fuente, se agregan los huevos y se revuelve con una cuchara de palo. Se pone el
azúcar, la maicena, la leche y se revuelve hasta que la masa esté en su punto de amasar. Se
moldean con las manos dando la forma que guste. Se enmantequilla una asadera, se colocan
las galletas y se pone al horno moderado por un período de 20 minutos.
74
7.1.12. Cocona rellena (Maria S.P. Roberto, Tefé, AM, 1996)
Ingredientes
10 frutos de cocona de 50 g
3 cucharadas de mantequilla
Pimienta negra molida a gusto
Sal a gusto
Cilantro y cebollines
1 tarro pequeño de salsa de tomate
1 cebolla mediana
2 dientes de ajo
½ kg de carne molida de vacuno
Modo de preparar
Se corta el fruto por la parte de arriba abriendo un orificio, se sacan las semillas y se ponen los
frutos en agua tibia. Aliñe la carne molida con los ingredientes mencionados anteriormente y
se pone a cocer. Depués de cocidos, se rellenan los frutos y se ponen en una asadera en horno
previamente calentado por aproximadamente 15 minutos. Servir con arroz.
7.1.13 Torta con relleno de cocona (Regina Fonseca e Sônia Farias, Tefé, AM, 1996)
Ingredientes:
10 frutos de cocona de 50 g
1 paquete de maicena
1 tarro de leche condensada (hervido)
1 tarro de crema de leche
½ kg de azúcar
3 huevos
1 litro de leche
Modo de preparar:
Se pelan los frutos y se cortan en rodajas de 5 mm de espesor, se ponen a hervir por 10 minutos.
Luego se escurren y se agrega un poco de azúcar y un vaso de agua. Se pone a hervir hasta que
obtenga el punto de dulce. Se coloca la leche, el azúcar y la maicena en una olla y se pone a cocer.
Revolver bien hasta que se obtenga una consistencia cremosa de color blanca. Se deja enfriar. Se
baten las claras a nieve. En una fuente se coloca una capa de la crema blanca, la leche condensada
hervida y el dulce de cocona y luego la crema de leche. Finalmente se cubre la torta con los huevos
nevados. Se pone en el frizer y se sirve helada.
7.1.14 Queque de cocona (Irlene, Tefé, AM, 1996)
75
Ingredientes:
7 frutos de cocona de 60 g
1 kg de azúcar
100 g de leche
1 kg de harina de trigo con polvo de hornear
100 g de mantequilla
Modo de preparar:
Pele los frutos, bata en la juguera con la leche diluída en un litro de agua. Mezcle el azúcar, la
mantequilla, el trigo, los huevos, y coloque de a poco el jugo formado con la leche y los frutos
de cocona, y mezcle hasta dar la consistencia de una masa de queque. Coloque en un molde y
lleve a horno moderado hasta que quede a punto.
7.1.15. Empanadas de cocona (Laura Braga Mesquita, Tefé, AM, 1996)
Ingredientes:
3 frutos de cocona de 100 g
1 paquete de maicena
100 g de leche en polvo
½ kg de azúcar
2 huevos
250 g de mantequilla
Polvo de hornear
Modo de preparar:
Se pelan los frutos y se sacan las semillas. Se parten dos frutos en padazos pequeños , se le pone el
azúcar y un poco de agua, se pone a cocer y se revuelve hasta que el almíbar se vuelva espeso. En la
juguera se bate el otro fruto de la cocona sin agua. Luego se coloca en una fuente , se agregan los
huevos, una cucharada de té de polvo de hornear, la maicena, el azúcar, la mantequilla y la leche, se
revuelve hasta obtener el punto ideal para abrir. Con las palmas de las manos se abren los trozos de
masa, luego se rellenan con el dulce de cocona y se cierra dando forma de empanada. Se pone al
horno a temperatura moderada. Se sirve con jugo de cocona.
7.2
PROCESO TECNOLOGICO
Aunque exista una razonable demanda popular para la cocona en el Amazonas
Occidental, sólo un empresario ha invertido en el proceso técnico-industrial de la cocona
hasta ahora. Esto no es por falta de información, pues la Universidad del Amazonas
Peruano, Iquitos, Perú, ha desarrollado diversos procesos para permitir su
industrialización. Como ocurre con la mayoría de los frutos del Amazonas, la no
utilización de la información disponible es sólo por la dificuldad de crear mercados, más
que por la falta de producción u opciones de proceso. A continuación, se presentan 4
opciones tecnológicas para obtener productos de calidad de exportación. Vale decir, que
76
tanto la comunidad internacional como las comunidades nacionales del Amazonas desean
consumir productos de calidad de exportación.
La tecnología desarrollada en Perú no distingue entre la pulpa adherida a la
cáscara y la pulpa de la placenta (que tiene mejor sabor). Por lo tanto, aún existe la
necesidad de investigación y desarrollo para determinar la calidad de los productos
elaborados si se preparan en base a esta distinción.
7.2.1
Preparación de la pulpa de la cocona (Ribeiro et al., 1990) - rendimiento: 100
cajas de 24 latas nº 2.
Caracterización
Esta conserva de pulpa de cocona presenta un color amarillo, no tiene fibras y
semillas, y se usa en la elaboración de néctares diluídos, néctares concentrados, dulces,
jugos, etc. Contiene preservantes químicos aceptados internacionalmente a niveles
adecuados. Sus características físico-químicas son las siguientes: sólidos solubles 7,8±1
ºBrix; pH 3,8±0,2; ácido cítrico 3,5-3,8%. No posee gérmenes patógenos al hombre ni
otros que causan daños al producto. La pulpa se encuentra pasteurizada y conservada en
latas nº 2 herméticas a temperatura ambiente. Las latas son protegidas en la parte exterior
e inferior con un barniz especial para productos ácidos.
Para el cálculo de la cantidad de frutos se consideró 5% de frutos deshechados y
1% mal cuidados, y el rendimiento de la pulpa fue del 34%. El peso neto promedio de la
lata es de 0,562 kg.
Materiales
Tabla 7.1. Materiales necesarios para preparar 100 cajas de 24 latas nº 2 de
pulpa de cocona.
Material
Frutos de cocona
Ácido ascórbico
Sorbato de potasio
Latas
Tapas
Cajas de cartón
Etiquetas
Pegamento
Cantidad
4,218 kg
1,362 g
1,362 g
2.424 unid.
2.424 unid.
100 unid.
2.424 unid.
3 kg
Guía para el Proceso
77
Cocona
Ø
Pesaje
Ø
Selección
Ø
Lavado
Ø
Corte
Ø
Pesaje
Ø
Preparación de la pulpa
Ø
Refinación
Ø
Pesaje
Ø
Estabilización con aplicación de elementos químicos
ácido ascórbico a 0,1% y sorbato de potasio a 0,1 %
Ø
Llenado
Ø
Cierre
Ø
Pasteurización 100ºC x 15’
Ø
Enfriamiento
Ø
Almacenaje
Figura 7.1. Guía para la elaboración de la pulpa de la cocona (Ribeiro et al.,
1990)
78
Descripción del Proceso
Selección - Se separan los frutos que no son adecuados para la elaboración (frutos
cortados, verdes, con gusanos, etc). Una buena selección de los frutos permitirá
un buen porcentaje de aprovechamiento (entre 94 a 98%). Los frutos con 7,5 a 8
ºBrix y 3,5 a 3,8 de acidez tuvieron un mejor aprovechamiento en el proceso,
debido a sus características organolépticas.
Lavado - Se hace por inmersión en agua potable a temperatura ambiente (27 ºC),
a la cual se le agrega un desinfectante (Tego 51B) a 0,5%. En esta etapa se
observa que la fruta flota en un 100%, se recomienda realizar el remojo
agitándola constantemente. Depues de la inmersión se enjuagan los frutos
rociándolos con agua potable a temperatura ambiente, con el objeto de eliminar
alguna suciedad o germicida residual.
Corte - Después de eliminar el pedúnculo adherido al fruto, se corta el fruto en
cuatro partes, de este modo es más fácil sacar la pulpa. El corte se realiza
mediante cualquier instrumento cortante inoxidable.
Preparación de la pulpa - Se puede hacer en la pulpadora-refinadora, utilizando
paletas revestidas de goma, con baja velocidad (360-400 rpm) y malla gruesa (5
mm). Mediante este proceso se obtiene una pulpa acuosa de color amarillo que
contiene semillas, algunas fibras y algunos trozos de cáscara. Esta última, que se
encuentra adherida a la parte carnosa del fruto, es la que se utiliza en la
elaboración de mermelada.
Refinación - Se hace mediante un equipo similar al anterior, pero empleando una
paleta rígida, con alta velocidad (800-900 rpm) y con malla fina (0,8 mm).
Estabilización con adhitivos químicos - Después de obtener la pulpa refinada se
agregan soluciones de ácido ascórbico al 0,1% y de sorbato de potasio al 0,1%,
para prevenir el cambio de color y la contaminación por hongos y levaduras,
respectivamente.
Llenado - El llenado se hace mientras esté caliente el material, a no menos de
85ºC.
Sellado - Se realiza inmediatamente después de rellenar los recipientes.
Pasteurización – Los envases cerrados herméticamente se ponen en agua a
ebullición por 15 minutos.
Enfriamiento - Se hace con agua a temperatura ambiente, luego de realizar las
dos últimas operaciones.
Almacenaje - Se debe hacer en lugar seco a temperatura ambiente, y se evalúa el
producto terminado.
79
7.2.2 Proceso de Elaboración del Néctar de Cocona (Ribeiro et al., 1990) rendimiento: 100 cajas con 24 latas nº 2.
Caracterización
Es una conserva de néctar de cocona, de color amarillo, de aspecto muy atractivo,
que presenta las siguientes características físico-químicas: Sólidos solubles 14
ºBrix; pH 3,4±0,2; densidad 1,052 g/cm3; acidez cítrica 0,55%. El producto se
encuentra libre de microorganismos patogénicos al hombre y de aquellos que
causan daños a la calidad del producto. El néctar se encuentra pasteurizado y
conservado en latas nº 2 a temperatura ambiente. Los latas están protegidos en sus
partes exterior e interior con un barniz especial para productos ácidos.
Con este producto se puede elaborar cualquier tipo de licor exótico. También es
muy sabroso al consumirlo en forma de refresco antes o depués de las comidas. Peso
medio del producto por tarro: 0,589 kg.
Materiales
Tabla 7.2. Materiales necesarios para preparar 100 cajas de 24 latas nº 2 de néctar de
cocona.
Material
Pulpa refinada de cocona con 8 ºBrix
Azúcar refinada blanca
Agua potable
Latas
Tapas
Cajas de cartón
Etiquetas
Pegamento
80
Cantidad
204 kg
194,322 kg
1,100 lts
2.424 unid.
2.424 unid.
100 unid.
2.424 unid.
3 kg
Guía para el Proceso
Pulpa de cocona
Ø
Pesaje
Ø
Nectarización
diluición 1:6 a 14 ºBrix, pH 3,3
Ø
Llenado
Ø
Cierre
Ø
Pasteurización a 100ºC x 15 min.
Ø
Enfriamiento
Ø
Etiquetado
Ø
Almacenaje
Figura 7.2. Guía para la elaboración del néctar de cocona (Ribeiro et al.,
1990).
Descripción de las Etapas del Proceso
Pulpa de la cocona - La pulpa es refinada y estabilizada con adhitivos químicos
(ácido ascórbico y sorbato de potasio) a 0,1% del total de pulpa utilizada. Debe
poseer 8 ºBrix y una acidez cítrica de 3,5%.
Nectarización - Consiste en mezclar una parte de pulpa y seis partes de jarabe
para obtener un néctar a 14 ºBrix y 0,55% de acidez cítrica. Para esto, se prepara
una solución con la cantidad total del azúcar requerido, en un volumen de agua
que puede ser del 50% del total. La solución puede ser preparada en estanques de
acero inoxidable con volúmenes graduales, provistos de agitador y baño maría. El
azúcar debe ser totalmente disuelto mediante calentamiento, luego filtrado y
llevado al estanque donde se encuentra la pulpa. No se recomienda agregar ácido
mientras el contenido de acidez sea elevado, porque no necesita de ajuste. Se debe
agitar constantemente el producto hasta completar el volumen final.
Rellenar - Se hace con el producto caliente, a no menos de 85ºC.
Cierre- Se realiza inmediatamente después de rellenar, a no menos de 85ºC.
81
Pasteurización - Se debe efectuar a temperatura de 100ºC durante 15 minutos en
los envases cerrados herméticamente. Esta operación se hace mediante
intercambiadores de placas o en equipos similares.
Enfriamiento - Inmediatamente después de cerrar las latas, se enfrian con agua a
temperatura ambiente.
Almacenaje - Se almacena en lugares secos a temperatura ambiente.
7.2.3 Proceso de Preparación del dulce de cocona (Ribeiro et al., 1990) rendimiento: 100 cajas de 24 envases de polietileno.
Caracterización
Es una conserva de sabor muy similar al de la fruta, ligeramente ácida y de sabor
muy agradable. Las características físico-químicas son las siguientes: sólidos solubles 65
ºBrix; sólidos totales 74,5% y humedad 25,5%. El dulce no posee gérmenes patogénicos
al hombre y a otros microrganismos que dañen la calidad del producto. El embalaje final
se hace de cartón corrugado de 24 vasos de polietileno, con tapas plásticas
herméticamente cerradas, cada vaso pesa en media 0,25 kg, neto.
Materiales
Tabla 7.3. Materiales necesarios para preparar 100 cajas de 24 vasos de
dulce.
Material
Pulpa de cocona (6 ºBrix)
Azúcar blanca refinada
Pectina
Vasos de polietileno
Etiquetas
Cajas
Pegamento
Cantidad
415 kg
374 kg
3,32 kg
2.424 unid.
2.424 unid.
100 unid.
3 kg
82
Indicaciones del Proceso
Pulpa adherida a la cáscara
Ø
Pesaje
Ø
Blanqueo
Inmersión en agua a 100 ºC por 4’
Ø
Pulpa
Ø
Refinación
Ø
Pesaje
Ø
Estabilización
Ácido ascórbico a 0,1% y sorbato de potasio a 0,1%
Ø
Mezcla
25% de pulpa para néctar
Ø
Cocción
Hasta la concentración de 65 ºBrix
Ø
Adición del azúcar
90% en relación al peso total de la pulpa
Ø
Adición de pectina
0,8% en relación al peso total del dulce
Ø
Llenado
Ø
Cierre
Ø
Enfriamiento
Ø
Almacenaje
Figura 7.3. Indicación para la preparación del dulce de cocona (Ribeiro et
al., 1990).
83
Descripción de las Etapas del Proceso
Manipulación de la pulpa adherida a la cáscara: Para elaborar el dulce de
cocona, se aprovecha la parte carnosa que está adherida a la cáscara, aunque ésta
no sea utilizada en la elaboración de la pulpa y del néctar.
Blanqueo: Se realiza mediante el proceso de inmersión en agua a punto de
ebulición por un período de cuatro minutos, o en equipo termomecánico a
temperatura de 80ºC por seis minutos. Esta operación tiene el objeto de ablandar
la parte carnosa que se encuentra adherida a la cáscara y facilitar la preparación de
la pulpa.
Preparación de la pulpa: Se realiza mediante pulpadora-refinadora, utilizando
paletas revestidas de goma, a alta velocidad (800 a 900 rpm) con malla de 3 mm.
En esta operación se obtiene una crema amarilla verdosa, sin semillas, pero con
partículas de cáscaras y fibras gruesas.
Refinación: Se hace mediante un equipo similar al usado anteriormente, pero
acoplado a una paleta rígida (velocidad de 800 a 900 rpm) con malla fina, de 0,8
mm. En esta operación se obtiene una pulpa adecuada para la preparación de
mermelada. Las características de la pulpa son las siguientes: 6 a 6,5 ºBrix; pH 3,4
a 3,6 y acidez cítrica de 3 a 3,5%. El rendimiento es de 25%.
Estabilización con aditivos químicos: Después de obtener la pulpa refinada, se
agrega una solución de ácido ascórbico y otra de sorbato de potasio a 0,1%, para
evitar el cambio de color y la contaminación por hongos y levaduras.
Mezcla: Con el objeto de mejorar el sabor y regular la acidez, se debe agregar
25% de la pulpa que se utiliza para elaborar el néctar, que en este caso se toma
como base, el total de la pulpa extraída de la cáscara.
Cocción: Se hace en envases de acero inoxidable y a baño maría. Se cuece la
pulpa lentamente revolviendo constantemente para evitar que se queme.
Agregar el azúcar: Para obtener una buena concentración, la cantidad de azúcar a
ser agregada es equivalente al 90% del total de la pulpa. El azúcar debe ser
agregada en partes, dejando para el final una parte correspondiente a 3 veces el
peso de la pectina.
Agregar pectina: La cantidad ideal de pectina a ser adicionada es 0,8% en
relación al peso total del dulce. Se mezcla la pectina con el azúcar y se disuelve en
agua caliente a temperatura de 85 a 90ºC, durante 5 a 6 minutos, antes de concluir
la cocción, etapa en que la concentración de sólidos solubles presenta entre 64 y
66 ºBrix.
Llenado: Se coloca el producto concentrado en recipientes a temperatura entre
80 y 85ºC.
84
Cierre:
rellenarlos.
Se cierran los recipientes con dulce inmediatamente después de
Enfriamiento: Se hace en agua a temperatura ambiente.
Almacenaje: Se hace en lugar seco y a temperatura ambiente. Es importante
evaluar el producto final inmediatamente después de la etapa final de la
elaboración para garantizar la calidad del producto.
7.2.4 Mermelada de cocona (Paltrinieri y Figuerola, 1997)
Tabla 7.4. Caracterización de la materia prima usada para preparar mermelada de cocona
(Paltrinieri y Figuerola, 1997)
Contenido de pulpa de la materia prima en la recepción
76%
Contenido de pulpa con semilla en relación al producto selecionado
89%
Contenido de cáscara en relación al producto selecionado
11%
Contenido de pulpa sin semilla en relación al producto selecionado
68%
Contenido de semillas y fibra en el produto selecionado
20%
Contenido de azúcar en el fruto
7,0 ºBrix
Para elaborar mermelada se debe agregar una cantidad de azúcar similar al peso
de la pulpa utilizada. El jugo de limón en la proporción de 10 g por kilogramo de
mermelada. El producto terminado debe tener 65 ºBrix.
85
Indicación del Proceso
Recepción de frutos
Ø
Pesaje
Ø
Selección
Ø
Sumergir
en agua hirviendo para facilitar el retiro de la cáscara
Ø
Descascarar
Ø
Sacar la pulpa
separar semillas y fibras
Ø
Pesar la pulpa
Ø
Formulación
pulpa:azúcar = 1:1
Ø
Cocción con 10% del azúcar y jugo de limón por 20 minutos
Ø
Agregar 30% del azúcar y cocción por 20 minutos
Ø
Agregar 30% de Azúcar y cocción hasta alcanzar 65 º Brix
Ø
Envasado caliente a temperatura de 85 ºC
Ø
Cierre hermético del recipiente
Ø
Enfriamiento
Ø
Lavado de recipientes
Ø
Etiquetado
Ø
Almacenaje
Figura 7.4. Indicación del proceso para preparación de mermelada de cocona (Paltrinieri
y Figuerola, 1997).
Síntesis de las Etapas del Proceso
Se reciben los frutos, se seleccionan y se pesan. Después de pesados, son lavados
y escaldados con agua hirviendo por algunos minutos para que se ablanden. Los frutos
86
escaldados son más fáciles de pelar, o de retirar la pulpa con una cuchara desde su
interior, después de partirlos por la mitad.
Se saca la pulpa y se tamiza para eliminar las semillas y fibras. Se vuelve a pesar
la pulpa para agregar los ingredientes que darán forma al producto que se desea preparar.
El ingrediente principal es el azúcar: para cada kilogramo de pulpa se debe agregar 1 kg
de azúcar. Se agrega el azúcar gradualmente: 1) 10% del azúcar y 10 g de jugo de limón
para cada kilo de pulpa, se pone a hervir durante 20 minutos; 2) 30% del azúcar y se
hierve durante 20 minutos; 3) 30% del azúcar y se hierve durante 20 minutos; 4) 30% del
azúcar y se hierve durante 20 minutos. Al adicionar la última parte del azúcar, el producto
debe tener un contenido no superior a 60 o 62 ºBrix.
Cuando la mermelada alcanza 65 ºBrix, se retira del fuego , se llenan los
recipientes y se tapan herméticamente. Después de rellenar los recipientes hasta el borde
y taparlos , se invierten los envases de posición hasta que se enfrien durante la noche.
Una vez fríos, se lavan, secan y se les ponen etiquetas y finalmente se almacenan.
87
8.0
POTENCIAL PARA EL MERCADO ACTUAL
88
89
La cocona es cultivada principalmente en el Amazonas Occidental, ya sea de Brasil,
Colombia y Perú, y se está produciendo cada vez menos en el Ecuador y Venezuela.
Aunque las tres principales regiones productoras tienen características similares en
términos de producción, son distintas en términos de sus mercados y la intensidad de
comercialización.
En Perú, las regiones de Iquitos y Pucallpa son las mayores productoras y los mayores
mercados. El fruto in natura es comercializado en las ferias y mercados de los bajos Ríos
Ucayali y Huallaga, como también a lo largo del Río Marañon, y se encuentra fácilmente
en las fuentes de soda, restaurantes y hoteles en forma de jugos y helados. Existe una
pequeña industria en Pucallpa que produce jugos y néctares para el mercado nacional,
principalmente Lima (Ribeiro et al., 1990). Según los propietarios de esta industria, ellos
no procesan más cantidad de cocona porque no hay oferta de frutos (Ribeiro et al., 1990;
Villachica, 1996). Por lo tanto, parece que existe una falta de comunicación entre la
industria y los productores, pues la compra asegurada por parte de la industria podría
resultar en una gran cantidad de materia prima dentro de 8 meses (vea sección 4). Aun
así, se concluye que la intensa comercialización en esta parte del Perú es la más alta en
toda la distribución de cocona.
En Colombia, la mayoría de la producción está en Amazonas, aunque haya también un
poco en el litoral Pacífico, especialmente cerca de Buenaventura. El fruto in natura es
comercializado en Amazonas, en el Pacífico, en Cali y Bogotá. En el Amazonas se
encuentra fácilmente en fuentes de soda, restaurantes y hoteles, especialmente en Leticia.
No existe una industria para procesar los frutos. Por lo tanto, se concluye que la
intensidad de comercialización en el sur de Colombia es intermediaria.
En Brasil, la cocona es exclusivamente cultivada por pequeños agricultores,
predominantemente en los municipios de Tefé, Benjamin Constant y Tabatinga,
Amazonas. El fruto in natura es comercializado en las ferias, pero es difícil encontrarlo
en las fuentes de soda, restaurantes y hoteles. De este modo, se concluye que la
comercialización en el oeste del Amazonas brasileño es muy baja.
La intensidad de la comercialización varía por diversas razones, algunas históricas, otras
actuales. En todo el Amazonas occidental tiene una prehistoria rica en tipos de frutas,
incluyendo la cocona (Clement, 1989). Después del contacto con Europa, las poblaciones
indígenas casi se extinguieron, siendo sustituidas por mestizos a partir de 1650-1750.
Toda esta región quedó relativamente aislada de sus capitales hasta la época áurea del
caucho, cuando hubo el “boom” de inmigración y los inmigrantes tuvieron que aprender
con los pocos indígenas y mestizos la forma de producir en el Amazonas. Por ser tan fácil
de cultivar - llega a ser casi una hierva dañina en algunos lugares - la cocona ciertamente
fue una especie ampliamente usada en esta época, aunque no haya registros. Esto
probablemente explica por qué ahora se produce en toda esta región.
Ya en la época moderna, la historia de conexión de las ciudades del Amazonas con sus
respectivas capitales ayuda a entender la diferencia en la intensidad de la
comercialización. Existe una industria en Pucallpa y no en Iquitos, porque Pucallpa está
conectada por carretera a Lima, permitiendo la exportación del producto hacia el gran
número de amazónicos peruanos viviendo en Lima. Esto ocurre aunque el mercado local
90
de Iquitos sea mayor que el mercado de Pucallpa. Por la misma razón, no existe una
industria en Leticia, o sea, falta una conexión terrestre con Bogotá y el mercado nacional
- la conexión existente es por vía aérea y la cocona no tiene una demanda suficiente que
justifique el costo altísimo para exportarla. La demanda es pequeña porque además hay
pocos amazónicos colombianos viviendo en la capital. En Brasil, la situación es similar a
la de Colombia, aunque la región del Alto Solimões esté conectada a la capital (Manaos)
a través del río y vía aérea, pero la demanda de Manaos es relativamente pequeña. Por lo
tanto, no hay mucha comercialización hacia el exterior y no existe una industria brasileña.
Esta historia nos sugiere algo: por lo general existe una demanda de cocona donde
existen amazónicos que la conocen. O sea, la cocona aún sigue siendo un secreto de los
amazónicos! Hoy, sólo Perú está en condiciones de cambiar esto rápidamente, pues tiene
una industria que podría expandir su producción (mediante una mejor comunicación con
los productores) si se aumenta la demanda. Esto es una cuestión de marketing.
8.1
MERCADOS POTENCIALES
La cuestión de mercados potenciales es siempre una cuestión de marketing. Y la
cocona posee diversas características favorables que ameritan que se realice una campaña
moderna de marketing: 1) es autóctona del Amazonas; 2) es razonablemente rica en
vitaminas y minerales; 3) posee la propiedad de bajar los niveles del colesterol sanguíneo;
4) posee un sabor agradable y típico. Aunque no exista una comprobación científica para
el ítem 3, podría ser usado en la campaña de marketing como perteneciente a una
creencia indígena, además no debemos olvidar que los pueblos indígenas han contribuido
con muchos productos de comprobado efecto a la sociedad moderna.
Los mercados europeos y norteamericanos están ávidos por productos exóticos,
especialmente frutos. Un fruto con la tecnología de proceso ya desarrollada y que está
siendo utilizado podría entrar con razonable facilidad en estos mercados, si la calidad de
éste fuese alta y la oferta significativa. Considerando que los mercados del primer mundo
son de grandes dimensiones y muy exigentes en calidad, sería más práctico primero y en
base a productos mejorados en calidad, ampliar la oferta a los mercados de clase A del
Perú, Colombia y Brasil, antes que lanzar el producto a mercados extra regionales. El
mercado del sur de Brasil, por ejemplo, está tan ávido por productos exóticos como los
mercados anteriormente mencionados.
8.2
CONSUMO POTENCIAL POR LA AGROINDUSTRIA
Existen ejemplos de que la cocona está siendo utilizada por la agroindustria,
aunque a escala limitada y casi incipiente. No obstante, el potencial parece amplio,
porque sirve para jugos, néctares, mermeladas, compotas, y otras golosinas que son
populares entre los pueblos de América Latina.
En el inicio de la década 1980, una compañía americana se interesó por la cocona
para producir una crema básica para alimentos infantiles (Heinze, 1983), a fin de sustituir
el plátano que estaba temporalmente escaso. Los ensayos tecnológicos preliminares
fueron aceptables para la compañía, pero sin embargo el proyecto no avanzó.
91
La etnobotánica indica otro posible uso para la cocona: en cosméticos para el
cabello. El segmento de este mercado que trata
de los shampoos y
acondicionadores es muy grande, y está buscando aditivos nuevos y exóticos.
Recientemente una compañía brasileña lanzó un shampoo en base al camu-camu
(Myrciaria dubia McVaugh, Myrtaceae), otra especie enfocada en esta serie de
libros y manuales desarrollados por FAO y el Tratado de Cooperación
Amazónica.
92
9.0
SUSTENTABILIDAD DEL CULTIVO
93
94
En el mundo actual la preocupación por la sustentabilidad del sistema agrícola es
consecuencia de la reflexión sobre la relación del hombre con el medio ambiente a lo
largo de la historia. En las últimas tres décadas el concepto ha evolucionado de forma
significativa, pero aun así no existe acuerdo sobre los criterios del concepto de
sustentabilidad agrícola. Por ello, vale la pena recordar un poco de la historia.
En la década de 1960, los formadores de opinión y los líderes nacionales comenzaron a
darse cuenta de que las transformaciones implícitas en los procesos tecnológicos estaban
generando problemas a una escala mayor de la que la naturaleza podría corregir. A lo
largo de las próximas tres décadas numerosas transformaciones indeseables fueron
identificadas: la contaminación ambiental generalizada, la pérdida de suelos fértiles, la
explotación indiscriminada de los bosques, la escasez de agua, la erosión de recursos
genéticos, el compromiso de los recursos naturales provenientes de los ríos y océanos, el
hoyo en la capa de ozono, el DDT encontrado hasta en la leche de las mujeres y en los
pingüinos, la desertificación en varias partes del Planeta, entre otros. Todo esto evidenció
la degradación de las condiciones esenciales de la vida, e hizo que la población estuviera
más atenta a estos peligros y a buscar un nuevo paradigma de desarrollo, basado en la
sustentabilidad.
En la reunión internacional “Eco-92”, realizada en Río de Janeiro, Brasil, el concepto de
sustentabilidad concebido involucró factores económicos, sociales, y ambientales
(Khatounian, 1997). Este trinomio afirma que los recursos naturales deberían ser usados
de tal forma que mejorasen la calidad de vida de las poblaciones actuales, para no
impedir que las poblaciones futuras tengan la posibilidad de usar los mismos recursos
naturales.
No obstante, el modelo de desarrollo predominante en la Tierra se basa en el principio de
la extinción, debido a que arriesga los recursos naturales esenciales a su funcionamiento.
Sólo como ejemplo, se estima que para cada kilo de soya cosechado en el campo
brasileño, se pierden 10 kg de suelo. El suelo perdido, además de empobrecer la tierra
agrícola, determina una disminución en la capacidad de producción del ambiente de un
modo general. O sea, la producción de soya en el campo brasileño no es sustentable
porque agota por lo menos un recurso natural esencial para su producción: el suelo.
De acuerdo con un concepto de agricultura sustentable, para que un sistema agrícola sea
sustentable debe atender a tres criterios básicos: 1) los recursos naturales usados (suelos,
agua, recursos genéticos, fertilizantes, energía, etc.) deben mantener su capacidad
productiva a largo plazo, y si fuere posible mejorarlos; 2) las características del ambiente
deben mantenerse (o mejorarse) a largo plazo, ya sea en términos de calidad o de
cantidad; y 3) la práctica de la agricultura debe permitir una vida digna a los agricultores
(Ehlers, 1996). El primer criterio despierta una duda sobre la sustentabilidad de cualquier
sistema agrícola moderno de altos insumos, pues, como vimos en el caso de la soya, los
recursos naturales no han sido mantenidos en estos sistemas convencionales. Además del
suelo, hay un abuso de los recursos genéticos, fertilizantes, energía y agrotóxicos, los
cuales también ejercen impactos negativos sobre el ambiente (criterio dos). El tercer
criterio garantiza que el productor se interese e intente atender a los otros dos.
95
Es importante destacar, por lo tanto, que aún en una pequeña explotación agrícola, si no
fuere económicamente competitiva, no será sustentable. Además de ello, la insatisfacción
social siempre consigue poner en riesgo tanto los aspectos económicos como los
ambientales. Por ello, aunque sea lucrativa y socialmente aceptable, ningún sistema
agrícola será sustentable si su base natural está siendo dañada.
Después de esta introducción, se necesita saber cómo encuadrar el sistema de producción
de la cocona en estos criterios. Un punto importante es que el encuadramiento puede
variar de acuerdo con el ambiente, pues la cocona se produce tanto en la tierra firme
como en la llanura inundable.
9.1
TIERRA FIRME - SISTEMA DE PRODUCCION TRADICIONAL
El cultivo en el campo es de extrema importancia social en el
abastecimiento de la población rural pobre de cualquier país amazónico. La
mantención de la fertilidad de los campos se hace mediante alternación de
períodos, períodos cortos de cultivos y períodos largos de reposo, sin utilizar
abonos. El largo de estos períodos depende principalmente del tipo y fertilidad de
los suelos de cada lugar, de la disponibilidad de suelos en general, de demandas
del mercado, y de la etnia. Generalmente un período de reposo de 5 a 10 años es
suficiente para recuperar la fertilidad del suelo en el Amazonas occidental después
de 2 ó 3 años de uso (Constanza, 1990; Ribeiro, 1990), donde predominan los
latosuelos y podzoles (vea secciones 3.2.1 e 3.2.2). El control de plagas y
enfermedades en los sistemas de agricultura tradicional depende también del
reposo - no se usa productos químicos. De este modo, el impacto que estos
sistemas ocasionan en el ambiente se refiere sólo a empobrecimiento biológico
originado por la tala de bosques inicial (Ribeiro, 1990). Desde el punto de vista
económico, la producción de cocona en estos sistemas es poco lucrativa, porque la
cocona es sólo un componente de un sistema complejo y ofrece su producción
durante uno o dos años en cada 5 ó 10 años (dependiendo de la duración del
período de reposo). No obstante, este sistema de producción todavía es aceptado
socialmente, aunque existan algunas presiones para aumentar la producción para
poder vender y comprar más. Podemos concluir que este sistema es
razonablemente sustentable.
9.2
TIERRA FIRME - MONOCULTIVO TECNIFICADO
Los monocultivos en general son establecidos en función de la demanda
por el producto y exigen un mayor desarrollo técnico, mejorar los transportes y la
comercialización. La lógica de esta actividad se basa en la economía de escala y
en la especialización del productor, que pasa a controlar mejor tanto las técnicas
de cultivo como el mercado. Es siempre un emprendimiento de altos insumos (vea
sección 4) y altos riesgos. Estos riesgos son tanto del tipo biológico como de
mercado. El riesgo biológico se debe a la fragilidad del monocultivo ante las
plagas, enfermedades y adversidades climáticas y el riesgo de mercado a la
dependencia de un único producto, cuyo precio puede variar de tal manera que
arruine al agricultor. Podemos concluir que este sistema sólo será sustentable si el
mercado es suficientemente fuerte y puede asumir los altos costos de los insumos,
96
sin estos el sistema se degradará.
9.3
LLANURAS INUNDABLES- SISTEMA DE PRODUCCION
TRADICIONAL
El sistema tradicional en las llanuras es similar al sistema en tierra firme,
excepto en el uso del reposo que se usa principalmente en el control de plagas,
enfermedades y malezas, ya que el sistema es muy fértil y recibe insumos
naturales todos los años y mediante la crecida del río cuando llega al campo. En
este sistema la cocona puede producir por más de 6 meses, aunque su
productividad disminuya con el tiempo debido a plagas y enfermedades. Por lo
tanto, el sistema es más productivo y podría ser mucho más si hubiera demanda de
mercado, sin comprometer la sustentabilidad. Podemos concluir que este sistema
es sustentable.
9.4
LLANURA INUNDABLES - MONOCULTIVO TECNIFICADO
El monocultivo en llanura media y alta requiere menos insumos que en tierra firme, y
sólo se necesita abono en los años en que la crecida del río no llega hasta la
plantación. No obstante, se necesitará invertir más en el control de plagas,
enfermedades y malezas, en caso que no se pueda minimizar éstas con mezclas de
leguminosas de cobertura u otros cultivos. Si las mezclas no funcionan bien en la
llanura - todavía no comprobado - se necesitará usar agrotóxicos, con sus efectos
adversos al ambiente. Una opción viable en la llanura es el uso de reposo aun en
sistemas tecnificados, pues el área de plantación puede ser cambiada cada año,
retornando al área original después del tercer año (dejando 2 años de reposo para
reducir las poblaciones de plagas, enfermedades y malezas). Si se evita el uso de
agrotóxicos y se usa estos métodos, podemos concluir que este sistema es
sustentable. Puede ser la mejor manera de aumentar la oferta de cocona y de ganar
otro nicho en el mercado: el de producto orgánico.
97
98
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