Número de registro: 5180 Novena Época Instancia: Pleno Fuente

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AMPARO EN REVISIÓN 2138/96.
Número de registro: 5180
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: Tomo VIII, Septiembre de 1998
Página: 488
Nota: La siguiente ejecutoria aparece publicada en el Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta, bajo el rubro: "RECURSO DE REVISIÓN PREVISTO EN EL ARTÍCULO 83
DE LA LEY DE AMPARO. NO EXISTE LA POSIBILIDAD LEGAL DE QUE A TRAVÉS
DE EL PUEDA IMPUGNARSE A PETICIÓN DE PARTE UNA LEY, NI LA DE
AMPARO, SO PENA DE DESNATURALIZAR EL SISTEMA CONSTITUCIONAL.
AMPARO EN REVISIÓN 2138/96. MARÍA DE LOURDES MADRAZO CUÉLLAR.
Ministra Ponente: Olga María Sánchez Cordero de García Villegas.
Secretario: Marco Antonio Rodríguez Barajas.
CONSIDERANDO:
TERCERO. Es improcedente el recurso de revisión interpuesto por la quejosa, en virtud de
que la recurrente se concreta a señalar que es inconstitucional el artículo 73, fracción XIV, de
la Ley de Amparo, precepto y fracción en los que se apoyó el a quo para estimar
improcedente el juicio de garantías, y, por tanto, para sobreseer en el mismo con fundamento
en el artículo 74, fracción III, del ordenamiento legal citado.
La improcedencia del recurso deriva de que no existe ninguna posibilidad legal de que a
través del recurso de revisión, previsto en los artículos 83 y siguientes de la Ley de Amparo,
se pueda impugnar a petición de parte, una ley, ni la de amparo, so pena de desnaturalizar el
sistema constitucional.
En el sistema constitucional mexicano la impugnación de leyes por parte de los gobernados o
individuos, como tales, exclusivamente puede hacerse a través del juicio de amparo, por
violación a las garantías individuales.
La Carta Magna sólo contempla como medios de control constitucional, a petición de parte,
los procedimientos a que se refieren los artículos 105 y 103 en relación con el 107.
De estos medios, los que se prevén en el artículo 105, en el procedimiento de la fracción I,
esto es, de las controversias constitucionales, sólo tienen legitimación para iniciarla la
Federación, un Estado o el Distrito Federal, un Municipio de cualquier Estado, el Poder
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Ejecutivo, el Congreso de la Unión, cualquiera de las Cámaras de éste o, en su caso, la
Comisión Permanente, sean como órganos federales o del Distrito Federal; los poderes de un
mismo Estado, los órganos de Gobierno del Distrito Federal, en los supuestos siguientes:
"Art. 105. La Suprema Corte de Justicia de la Nación conocerá, en los términos que señale la
ley reglamentaria, de los asuntos siguientes: I. De las controversias constitucionales que, con
excepción de las que se refieran a la materia electoral, se susciten entre: a) La Federación y
un Estado o el Distrito Federal; b) La Federación y un Municipio; c) El Poder Ejecutivo y el
Congreso de la Unión; aquél y cualquiera de las Cámaras de éste o, en su caso, la Comisión
Permanente, sean como órganos federales o del Distrito Federal; d) Un Estado y otro; e) Un
Estado y el Distrito Federal; f) El Distrito Federal y un Municipio; g) Dos Municipios de
diversos Estados; h) Dos poderes de un mismo Estado, sobre la constitucionalidad de sus
actos o disposiciones generales; i) Un Estado y uno de sus Municipios, sobre la
constitucionalidad de sus actos o disposiciones generales; j) Un Estado y un Municipio de
otro Estado, sobre la constitucionalidad de sus actos o disposiciones generales; y k) Dos
órganos de Gobierno del Distrito Federal, sobre la constitucionalidad de sus actos o
disposiciones generales."
En tanto que la fracción II, del mismo 105, la legitimación corresponde al equivalente al
treinta y tres por ciento de los integrantes de la Cámara de Diputados del Congreso de la
Unión, al equivalente al treinta y tres por ciento de los integrantes del Senado, al procurador
general de la República, al equivalente al treinta y tres por ciento de los integrantes de alguno
de los órganos legislativos estatales, al equivalente al treinta y tres por ciento de los
integrantes de la Asamblea de Representantes del Distrito Federal, a los partidos políticos con
registro ante el Instituto Federal Electoral, por conducto de sus dirigencias nacionales, y a los
partidos políticos con registro estatal, a través de sus dirigencias, para los casos siguientes:
"II. De las acciones de inconstitucionalidad que tengan por objeto plantear la posible
contradicción entre una norma de carácter general y esta Constitución. Las acciones de
inconstitucionalidad podrán ejercitarse, dentro de los treinta días naturales siguientes a la
fecha de publicación de la norma, por: a) El equivalente al treinta y tres por ciento de los
integrantes de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, en contra de leyes federales
o del Distrito Federal expedidas por el Congreso de la Unión; b) El equivalente al treinta y
tres por ciento de los integrantes del Senado, en contra de leyes federales o del Distrito
Federal expedidas por el Congreso de la Unión o de tratados internacionales celebrados por el
Estado mexicano; c) El procurador general de la República, en contra de leyes de carácter
federal, estatal y del Distrito Federal, así como de tratados internacionales celebrados por el
Estado mexicano; d) El equivalente al treinta y tres por ciento de los integrantes de alguno de
los órganos legislativos estatales, en contra de leyes expedidas por el propio órgano, y e) El
equivalente al treinta y tres por ciento de los integrantes de la Asamblea de Representantes
del Distrito Federal, en contra de leyes expedidas por la propia Asamblea. f) Los partidos
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políticos con registro ante el Instituto Federal Electoral, por conducto de sus dirigencias
nacionales, en contra de leyes electorales federales o locales; y los partidos políticos con
registro estatal, a través de sus dirigencias, exclusivamente en contra de leyes electorales
expedidas por el órgano legislativo del Estado que les otorgó el registro."
Ahora bien, el juicio de amparo como instrumento de control constitucional, según lo
establecen los artículos 103 y 107 de la Constitución General de la República, surgió con el
propósito esencial de proteger las garantías individuales, contra su violación por parte de las
autoridades públicas, y la impugnación de una ley, está condicionada precisamente a esa
circunstancia: a la violación de garantías individuales, al disponer los artículos 103 y 107 de
la Constitución General de la República, lo siguiente:
"Art. 103. Los tribunales de la Federación resolverán toda controversia que se suscite: I. Por
leyes o actos de la autoridad que violen las garantías individuales. II. Por leyes o actos de la
autoridad federal que vulneren o restrinjan la soberanía de los Estados o la esfera de
competencia del Distrito Federal, y III. Por leyes o actos de las autoridades de los Estados o
del Distrito Federal que invadan la esfera de competencia de la autoridad federal."
"Art. 107. Todas las controversias de que habla el artículo 103 se sujetarán a los
procedimientos y formas del orden jurídico que determine la ley, de acuerdo con las bases
siguientes: I. El juicio de amparo se seguirá siempre a instancia de parte agraviada; II. La
sentencia será siempre tal, que sólo se ocupe de individuos particulares, limitándose a
ampararlos y protegerlos en el caso especial sobre el que verse la queja, sin hacer una
declaración general respecto de la ley o acto que la motivare. En el juicio de amparo deberá
suplirse la deficiencia de la queja de acuerdo con lo que disponga la Ley Reglamentaria de
los Artículos 103 y 107 de esta Constitución. Cuando se reclamen actos que tengan o puedan
tener como consecuencia privar de la propiedad o de la posesión y disfrute de sus tierras,
aguas, pastos y montes a los ejidos o a los núcleos de población que de hecho o por derecho
guarden el estado comunal, o a los ejidatarios o comuneros, deberán recabarse de oficio todas
aquellas pruebas que puedan beneficiar a las entidades o individuos mencionados y acordarse
las diligencias que se estimen necesarias para precisar sus derechos agrarios, así como la
naturaleza y efectos de los actos reclamados. En los juicios a que se refiere el párrafo anterior
no procederán, en perjuicio de los núcleos ejidales o comunales, o de los ejidatarios o
comuneros, el sobreseimiento por inactividad procesal ni la caducidad de la instancia, pero
uno y otra sí podrán decretarse en su beneficio. Cuando se reclamen actos que afecten los
derechos colectivos del núcleo tampoco procederán el desistimiento ni el consentimiento
expreso de los propios actos, salvo que el primero sea acordado por la asamblea general o el
segundo emane de ésta. III. Cuando se reclamen actos de tribunales judiciales,
administrativos o del trabajo, el amparo sólo procederá en los casos siguientes: a) Contra
sentencias definitivas o laudos y resoluciones que pongan fin al juicio, respecto de las cuales
no proceda ningún recurso ordinario por el que puedan ser modificados o reformados, ya sea
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que la violación se cometa en ellos, o que, cometida durante el procedimiento, afecte a las
defensas del quejoso, trascendiendo al resultado del fallo; siempre que en materia civil haya
sido impugnada la violación en el curso del procedimiento mediante el recurso ordinario
establecido por la ley e invocada como agravio en la segunda instancia, si se cometió en la
primera. Estos requisitos no serán exigibles en el amparo contra sentencias dictadas en
controversias sobre acciones del estado civil o que afecten al orden y a la estabilidad de la
familia; b) Contra actos en juicio cuya ejecución sea de imposible reparación, fuera de juicio
o después de concluido, una vez agotados los recursos que en su caso procedan, y c) Contra
actos que afecten a personas extrañas al juicio; IV. En materia administrativa el amparo
procede, además, contra resoluciones que causen agravio no reparable mediante algún
recurso, juicio o medio de defensa legal. No será necesario agotar éstos cuando la ley que los
establezca exija, para otorgar la suspensión del acto reclamado, mayores requisitos que los
que la ley reglamentaria del juicio de amparo requiera como condición para decretar esa
suspensión; V. El amparo contra sentencias definitivas o laudos y resoluciones que pongan
fin al juicio, sea que la violación se cometa durante el procedimiento o en la sentencia misma,
se promoverá ante el Tribunal Colegiado de Circuito que corresponda, conforme a la
distribución de competencias que establezca la Ley Orgánica del Poder Judicial de la
Federación, en los casos siguientes: a) En materia penal, contra resoluciones definitivas
dictadas por tribunales judiciales, sean éstos federales, del orden común o militares; b) En
materia administrativa, cuando se reclamen por particulares sentencias definitivas y
resoluciones que ponen fin al juicio dictadas por tribunales administrativos o judiciales, no
reparables por algún recurso, juicio o medio ordinario de defensa legal; c) En materia civil,
cuando se reclamen sentencias definitivas dictadas en juicios del orden federal o en juicios
mercantiles, sea federal o local la autoridad que dicte el fallo, o en juicios del orden común.
En los juicios civiles del orden federal las sentencias podrán ser reclamadas en amparo por
cualquiera de las partes, incluso por la Federación, en defensa de sus intereses patrimoniales,
y d) En materia laboral, cuando se reclamen laudos dictados por las Juntas Locales o la
Federal de Conciliación y Arbitraje, o por el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje de
los Trabajadores al Servicio del Estado. La Suprema Corte de Justicia, de oficio o a petición
fundada del correspondiente Tribunal Colegiado de Circuito, o del procurador general de la
República, podrá conocer de los amparos directos que por su interés y trascendencia así lo
ameriten. VI. En los casos a que se refiere la fracción anterior, la Ley Reglamentaria de los
Artículos 103 y 107 de esta Constitución señalará el trámite y los términos a que deberán
someterse los Tribunales Colegiados de Circuito y, en su caso, la Suprema Corte de Justicia,
para dictar sus respectivas resoluciones; VII. El amparo contra actos en juicio, fuera de juicio
o después de concluido, o que afecten a personas extrañas al juicio, contra leyes o contra
actos de autoridad administrativa, se interpondrá ante el Juez de Distrito bajo cuya
jurisdicción se encuentre el lugar en que el acto reclamado se ejecute o trate de ejecutarse, y
su tramitación se limitará al informe de la autoridad, a una audiencia para la que se citará en
el mismo auto en el que se mande pedir el informe y se recibirán las pruebas que las partes
interesadas ofrezcan y oirán los alegatos, pronunciándose en la misma audiencia la sentencia;
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VIII. Contra las sentencias que pronuncien en amparo los Jueces de Distrito o los Tribunales
Unitarios de Circuito procede revisión. De ella conocerá la Suprema Corte de Justicia: a)
Cuando habiéndose impugnado en la demanda de amparo, por estimarlos directamente
violatorios de esta Constitución, leyes federales o locales, tratados internacionales,
reglamentos expedidos por el presidente de la República de acuerdo con la fracción I del
artículo 89 de esta Constitución y reglamentos de leyes locales expedidos por los
gobernadores de los Estados o por el jefe del Distrito Federal, subsista en el recurso el
problema de constitucionalidad; b) Cuando se trate de los casos comprendidos en las
fracciones II y III del artículo 103 de esta Constitución. La Suprema Corte de Justicia, de
oficio o a petición fundada del correspondiente Tribunal Colegiado de Circuito, o del
procurador general de la República, podrá conocer de los amparos en revisión, que por su
interés y trascendencia así lo ameriten. En los casos no previstos en los párrafos anteriores,
conocerán de la revisión los Tribunales Colegiados de Circuito y sus sentencias no admitirán
recurso alguno; IX. Las resoluciones que en materia de amparo directo pronuncien los
Tribunales Colegiados de Circuito no admiten recurso alguno, a menos que decidan sobre la
inconstitucionalidad de una ley o establezcan la interpretación directa de un precepto de la
Constitución, caso en que serán recurribles ante la Suprema Corte de Justicia, limitándose la
materia del recurso exclusivamente a la decisión de las cuestiones propiamente
constitucionales; X. Los actos reclamados podrán ser objeto de suspensión en los casos y
mediante las condiciones y garantías que determine la ley, para lo cual se tomará en cuenta la
naturaleza de la violación alegada, la dificultad de reparación de los daños y perjuicios que
pueda sufrir el agraviado con su ejecución, los que la suspensión origine a terceros
perjudicados y el interés público. Dicha suspensión deberá otorgarse respecto de las
sentencias definitivas en materia penal al comunicarse la interposición del amparo, y en
materia civil, mediante fianza que dé el quejoso para responder de los daños y perjuicios que
tal suspensión ocasionare, la cual quedará sin efecto si la otra parte da contrafianza para
asegurar la reposición de las cosas al estado que guardaban si se concediese el amparo, y a
pagar los daños y perjuicios consiguientes; XI. La suspensión se pedirá ante la autoridad
responsable cuando se trate de amparos directos promovidos ante los Tribunales Colegiados
de Circuito y la propia autoridad responsable decidirá al respecto. En todo caso, el agraviado
deberá presentar la demanda de amparo ante la propia autoridad responsable, acompañando
copias de la demanda para las demás partes en el juicio, incluyendo al Ministerio Público y
una para el expediente. En los demás casos, conocerán y resolverán sobre la suspensión los
Juzgados de Distrito o los Tribunales Unitarios de Circuito; XII. La violación de las garantías
de los artículos 16, en materia penal, 19 y 20 se reclamará ante el superior del tribunal que la
cometa, o ante el Juez de Distrito o Tribunal Unitario de Circuito que corresponda,
pudiéndose recurrir, en uno y otro caso, las resoluciones que se pronuncien, en los términos
prescritos por la fracción VIII. Si el Juez de Distrito o el Tribunal Unitario de Circuito no
residieren en el mismo lugar en que reside la autoridad responsable, la ley determinará el
Juez o tribunal ante el que se ha de presentar el escrito de amparo, el que podrá suspender
provisionalmente el acto reclamado, en los casos y términos que la misma ley establezca;
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XIII. Cuando los Tribunales Colegiados de Circuito sustenten tesis contradictorias en los
juicios de amparo de su competencia, los Ministros de la Suprema Corte de Justicia, el
procurador general de la República, los mencionados tribunales o las partes que intervinieron
en los juicios en que dichas tesis fueron sustentadas, podrán denunciar la contradicción ante
la Suprema Corte de Justicia, a fin de que el Pleno o la Sala respectiva, según corresponda,
decidan la tesis que debe prevalecer como jurisprudencia. Cuando las Salas de la Suprema
Corte de Justicia sustenten tesis contradictorias en los juicios de amparo materia de su
competencia, cualquiera de esas Salas, el procurador general de la República o las partes que
intervinieron en los juicios en que tales tesis hubieran sido sustentadas, podrán denunciar la
contradicción ante la Suprema Corte de Justicia, que funcionando en Pleno decidirá cuál tesis
debe prevalecer. La resolución que pronuncien las Salas o el Pleno de la Suprema Corte en
los casos a que se refieren los dos párrafos anteriores, sólo tendrá el efecto de fijar la
jurisprudencia y no afectará las situaciones jurídicas concretas derivadas de las sentencias
dictadas en los juicios en que hubiese ocurrido la contradicción, y XIV. Salvo lo dispuesto en
el párrafo final de la fracción II de este artículo, se decretará el sobreseimiento del amparo o
la caducidad de la instancia por inactividad del quejoso o del recurrente, respectivamente,
cuando el acto reclamado sea del orden civil o administrativo, en los casos y términos que
señale la ley reglamentaria. La caducidad de la instancia dejará firme la sentencia recurrida;
XV. El procurador general de la República o el agente del Ministerio Público Federal que al
efecto designare, será parte en todos los juicios de amparo; pero podrán abstenerse de
intervenir en dichos juicios, cuando el caso de que se trate carezca a su juicio, de interés
público; XVI. Si concedido el amparo la autoridad responsable insistiere en la repetición del
acto reclamado o tratare de eludir la sentencia de la autoridad federal, y la Suprema Corte de
Justicia estima que es inexcusable el incumplimiento, dicha autoridad será inmediatamente
separada de su cargo y consignada al Juez de Distrito que corresponda. Si fuere excusable,
previa declaración de incumplimiento o repetición, la Suprema Corte requerirá a la
responsable y le otorgará un plazo prudente para que ejecute la sentencia. Si la autoridad no
ejecuta la sentencia en el término concedido, la Suprema Corte de Justicia procederá en los
términos primeramente señalados. Cuando la naturaleza del acto lo permita, la Suprema
Corte de Justicia, una vez que hubiera determinado el incumplimiento o repetición del acto
reclamado, podrá disponer de oficio el cumplimiento sustituto de las sentencias de amparo,
cuando su ejecución afecte gravemente a la sociedad o a terceros en mayor proporción que
los beneficios económicos que pudiera obtener el quejoso. Igualmente, el quejoso podrá
solicitar ante el órgano que corresponda, el cumplimiento sustituto de la sentencia de amparo,
siempre que la naturaleza del acto lo permita. La inactividad procesal o la falta de promoción
de parte interesada, en los procedimientos tendientes al cumplimiento de las sentencias de
amparo, producirá su caducidad en los términos de la ley reglamentaria. XVII. La autoridad
responsable será consignada a la autoridad correspondiente, cuando no suspenda el acto
reclamado debiendo hacerlo, y cuando admita fianza que resulte ilusoria o insuficiente,
siendo, en estos dos últimos casos, solidaria la responsabilidad civil de la autoridad con el
que ofreciere la fianza y el que la prestare."
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De acuerdo con el último de lospreceptos citados, la impugnación de una ley tiene como
características, entre otras, las siguientes: a) la promoción del juicio de amparo será siempre a
instancia de parte agraviada; b) existe la prohibición de hacer una declaración general
respecto de la ley o acto que motive la protección constitucional, cuyos efectos deben
constreñirse a la persona en lo particular, limitándose a ampararla y protegerla en el caso
particular; c) el juicio de amparo procederá contra los actos de los tribunales judiciales,
administrativos o del trabajo, contra sentencias definitivas o laudos o resoluciones que
pongan fin al juicio, sea que la violación se cometa durante el procedimiento o en la sentencia
misma, debiendo promoverse ante el Tribunal Colegiado de Circuito que corresponda; d)
también procede el juicio de amparo contra actos en juicio, fuera de juicio o después de
concluido o que afecten a personas extrañas al juicio, contra leyes o contra actos de autoridad
administrativa, el que se interpondrá ante un Juez de Distrito; e) asimismo la violación de las
garantías de los artículos 16, en materia penal, 19 y 20 se reclamarán ante el Juez Federal o
ante el Tribunal Unitario de Circuito o ante el superior del tribunal que lo cometa; f) siempre
procede el recurso de revisión contra las sentencias dictadas por el Juez de Distrito o por los
Tribunales Unitarios de Circuito, y dependiendo de que en la demanda de amparo se hayan
reclamado leyes federales o locales, tratados internacionales, reglamentos expedidos por el
presidente de la República de acuerdo con la fracción I del artículo 89 de la Constitución, y
reglamentos de leyes locales expedidos por los gobernadores de los Estados o por el jefe del
Departamento del Distrito Federal, y subsista en el recurso el problema de
inconstitucionalidad, será competencia de la Suprema Corte de Justicia, o en su defecto de un
Tribunal Colegiado de Circuito; g) en cambio, por regla general las resoluciones dictadas por
los Tribunales Colegiados no admiten recurso alguno, a menos que decidan sobre la
inconstitucionalidad de una ley o establezcan la interpretación directa de un precepto de la
Constitución, caso en que serán recurribles ante la Suprema Corte de Justicia, limitándose la
materia del recurso exclusivamente a la decisión de las cuestiones propiamente
constitucionales.
De lo expuesto se deduce que son a través de amparo directo o indirecto, también llamado
biinstancial, las vías por las que el individuo exclusivamente puede reclamar una ley; sin
embargo, cada una tiene instrumentación diferente.
Así es, desde la Carta Magna para el juicio de amparo ante Juez de Distrito, se prevé, en la
fracción VII, del artículo 107, que su tramitación se conformará con un informe de la
autoridad, una audiencia para la que se citará en el mismo auto en el que se mande pedir el
informe y se recibirán las pruebas que las partes interesadas ofrezcan y oirán los alegatos,
pronunciándose en la misma audiencia la sentencia; instrumentación que no se prevé para el
juicio de amparo directo.
Las diferencias sustanciales entre una vía y otra, se puntualizan en la Ley Reglamentaria de
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los Artículos 103 y 107 de la Constitución General de la República, pues entre otras cosas, la
impugnación de inconstitucionalidad de una ley, si bien en las dos vías, tienen en común que
debe hacerse en el escrito de demanda de amparo, en el juicio de garantías ante Juez Federal,
debe señalarse como acto destacado tal impugnación, debiendo precisar el quejoso, como
autoridades responsables a los titulares de los órganos del Estado a los que la ley encomiende
su promulgación, y formular los conceptos de violación con los cuales demuestre la
inconstitucionalidad de las leyes federales o locales, tratados internacionales, reglamentos
expedidos por el presidente de la República de acuerdo con la fracción I del artículo 89 de
esta Constitución y reglamentos de leyes locales expedidos por los gobernadores de los
Estados o por el jefe del Distrito Federal, por ser directamente violatorios de la Constitución
Federal, la impugnación puede ser 30 días después de la vigencia de la ley si ésta causa
perjuicio, sin requerir de un acto posterior, o 15 días después del primer acto de aplicación;
en tanto que en el juicio de amparo directo, de manera distinta, no se impugna la
inconstitucionalidad de una ley de forma destacada en la demanda de amparo, ni se llama a
las autoridades que intervinieron en la formación de la norma, y sólo es materia la
impugnación únicamente del capítulo de los conceptos de violación, cuando se impugne la
sentencia definitiva o resolución que pone fin al juicio, debiendo hacer su calificación el
juzgador, en la parte considerativa de la sentencia, como se constata de las siguientes
transcripciones:
"Artículo 22. Se exceptúan de lo dispuesto en el artículo anterior: I. Los casos en que a partir
de la vigencia de una ley, ésta sea reclamable en la vía de amparo, pues entonces el término
para la interposición de la demanda será de treinta días."
"Artículo 73. El juicio de amparo es improcedente: ... VI. Contra leyes, tratados y
reglamentos que, por su sola vigencia, no causen perjuicio al quejoso, sino que se necesite un
acto posterior de aplicación para que se origine tal perjuicio; ... XII. Contra actos consentidos
tácitamente, entendiéndose por tales aquellos contra los que no se promueva el juicio de
amparo dentro de los términos que señalan los artículos 21, 22 y 218. No se entenderá
consentida tácitamente una ley, a pesar de que siendo impugnable en amparo desde el
momento de la iniciación de su vigencia en los términos de la fracción VI de este artículo, no
se haya reclamado sino sólo en el caso de que tampoco se haya promovido amparo contra el
primer acto de su aplicación en relación con el quejoso. Cuando contra el primer acto de
aplicación proceda algún recurso o medio de defensa legal por virtud del cual pueda ser
modificado, revocado o nulificado, será optativo para el interesado hacerlo valer o impugnar
desde luego la ley en juicio de amparo. En el primer caso, sólo se entenderá consentida la ley
si no se promueve contra ella el amparo dentro del plazo legal contado a partir de la fecha en
que se haya notificado la resolución recaída al recurso o medio de defensa, aun cuando para
fundarlo se hayan aducido exclusivamente motivos de ilegalidad. Si en contra de dicha
resolución procede amparo directo, deberá estarse a lo dispuesto en el artículo 166, fracción
IV, párrafo segundo, de este ordenamiento."
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"Artículo 114. El amparo se pedirá ante el Juez de Distrito. I. Contra leyes federales o
locales, tratados internacionales, reglamentos expedidos por el presidente de la República de
acuerdo con la fracción I del artículo 89 constitucional, reglamentos de leyes locales
expedidos por los gobernadores de los Estados, u otros reglamentos, decretos o acuerdos de
observancia general, que por su sola entrada en vigor o con motivo del primer acto de
aplicación, causen perjuicios al quejoso; II. Contra actos que no provengan de tribunales
judiciales, administrativos o del trabajo. En estos casos, cuando el acto reclamado emane de
un procedimiento seguido en forma de juicio, el amparo sólo podrá promoverse contra la
resolución definitiva por violaciones cometidas en la misma resolución o durante el
procedimiento, si por virtud de estas últimas hubiere quedado sin defensa el quejoso o
privado de los derechos que la ley de la materia le conceda, a no ser que el amparo sea
promovido por persona extraña a la controversia; III. Contra actos de tribunales judiciales,
administrativos o del trabajo ejecutados fuera de juicio o después de concluido. Si se trata de
actos de ejecución de sentencia, sólo podrá promoverse el amparo contra la última resolución
dictada en el procedimiento respectivo, pudiendo reclamarse en la misma demanda las demás
violaciones cometidas durante ese procedimiento que hubieren dejado sin defensa al quejoso.
Tratándose de remates, sólo podrá promoverse el juicio contra la resolución definitiva en que
se aprueben o desaprueben; IV. Contra actos en el juicio que tengan sobre las personas o las
cosas una ejecución que sea de imposible reparación; V. Contra actos ejecutados dentro o
fuera de juicio que afecten a personas extrañas a él, cuando la ley no establezca a favor del
afectado algún recurso ordinario o medio de defensa que pueda tener por efecto modificarlos
o revocarlos, siempre que no se trate del juicio de tercería; VI. Contra las leyes o actos de la
autoridad federal o de los Estados, en los casos de las fracciones II y III del artículo 1o. de
esta ley."
"Artículo 166. La demanda de amparo deberá formularse por escrito, en la que se expresarán:
I. El nombre y domicilio del quejoso y de quien promueva en su nombre; II. El nombre y
domicilio del tercero perjudicado; III. La autoridad o autoridades responsables; IV. La
sentencia definitiva, laudo o resolución que hubiere puesto fin al juicio, constitutivo del acto
o de los actos reclamados; y si se reclamaren violaciones a las leyes del procedimiento, se
precisará cuál es la parte de éste en la que se cometió la violación y el motivo por el cual se
dejó sin defensa al agraviado. Cuando se impugne la sentencia definitiva, laudo o resolución
que hubiere puesto fin al juicio por estimarse inconstitucional la ley, el tratado o el
reglamento aplicado, ello será materia únicamente del capítulo de conceptos de violación de
la demanda, sin señalar como acto reclamado la ley, el tratado o el reglamento, y la
calificación de éste por el tribunal de amparo se hará en la parte considerativa de la sentencia;
V. La fecha en que se haya notificado la sentencia definitiva, laudo o resolución que hubiere
puesto fin al juicio, o la fecha en que haya tenido conocimiento el quejoso de la resolución
recurrida; VI. Los preceptos constitucionales cuya violación se reclame y el concepto o
conceptos de la misma violación; VII. La ley que en concepto del quejoso se haya aplicado
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inexactamente o la que dejó de aplicarse, cuando las violaciones reclamadas se hagan
consistir en inexacta aplicación de las leyes de fondo. Lo mismo se observará cuando la
sentencia se funde en los principios generales de derecho. Cuando se trate de inexacta
aplicación de varias leyes de fondo, deberá cumplirse con esta prescripción en párrafos
separados y numerados. VIII. Derogada."
Asimismo, las diferencias puntualizadas se resaltan en la tesis del Tribunal Pleno de esta
Suprema Corte de Justicia de la Nación P. LII/95, que aparece publicada en el Semanario
Judicial de la Federación, Novena Época, Tomo II, del mes de agosto de 1995, páginas 75 y
76, que a la letra dice:
"RECURSO DE REVISIÓN, EN EL JUICIO DE AMPARO DIRECTO. DEBE
DESECHARSE POR IMPROCEDENTE CUANDO LA PARTE QUEJOSA OBTUVO
SENTENCIA FAVORABLE EN ESA VÍA. Conforme a lo establecido por los artículos 107,
fracción IX, de la Constitución Federal y 83, fracción V, de la Ley de Amparo, el recurso de
revisión procede, entre otros supuestos, contra las sentencias que en materia de amparo
directo pronuncien los Tribunales Colegiados de Circuito cuando decidan sobre la
constitucionalidad de una ley. Ahora bien, la finalidad del recurso de revisión que se
interpone contra la sentencia dictada en un juicio de amparo directo es resolver cuestiones
estrictamente constitucionales relacionadas con la ley, tratado internacional o reglamento
impugnado, respecto de los que el Tribunal Colegiado se haya pronunciado, pero con efectos
limitados a la sentencia reclamada, como acto de aplicación de la ley por la autoridad
responsable en el juicio de amparo directo. En esas condiciones, si en el juicio mencionado se
otorgó la protección constitucional por los vicios propios contenidos en la sentencia
definitiva, es obvio que en nada beneficiaría a la quejosa la declaración de
inconstitucionalidad de la ley que se plantea en el capítulo de conceptos de violación de la
demanda de garantías, porque ya no puede ganar más de lo que ya ganó. Lo anterior es así, en
atención a que a diferencia de los juicios de amparo indirectos, en los que una ley es
declarada inconstitucional, su efecto se traduce en que no puede volverse aplicar al
peticionario de amparo hasta que esa disposición u ordenamiento legal sea derogado o
abrogado. En cambio en los juicios de amparo directos la declaración de inconstitucionalidad
de la ley controvertida, sólo traerá como consecuencia que la sentencia que se funda en la
misma sea declarada inconstitucional, por lo que no tendrá más trascendencia la cuestión de
la ley en la esfera jurídica del quejoso. En consecuencia, debe desecharse por improcedente el
recurso de revisión que se interponga en contra de una sentencia dictada en un juicio de
amparo directo cuando el recurrente haya sido favorecido por la sentencia sujeta a revisión.
Amparo directo en revisión 115/95. C.C. y G., S.A. de C.V. 23 de mayo de 1995.
Unanimidad de nueve votos. Ponente: Olga María del Carmen Sánchez Cordero. Secretario:
Miguel Ángel Cruz Hernández. El Tribunal Pleno en su sesión privada celebrada el dieciséis
de agosto en curso, por unanimidad de diez votos de los señores Ministros presidente José
Vicente Aguinaco Alemán, Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Mariano Azuela Güitrón,
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AMPARO EN REVISIÓN 2138/96.
Juan Díaz Romero, Genaro David Góngora Pimentel, José de Jesús Gudiño Pelayo,
Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, Humberto Román Palacios, Olga María Sánchez Cordero y
Juan N. Silva Meza; aprobó, con el número LII/95 (9a.) la tesis que antecede; y determinó
que la votación es idónea para integrar tesis de jurisprudencia. México, Distrito Federal, a
dieciséis de agosto de mil novecientos noventa y cinco."
Así como en la tesis P. XXXVII/97 del mismo Tribunal Pleno que aparece publicada en la
Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo V, marzo de 1997,
página 261, que a la letra dice:
"SENTENCIA INCONGRUENTE. LO ES LA DICTADA EN AMPARO DIRECTO
CUANDO EN LOS RESOLUTIVOS EXISTE PRONUNCIAMIENTO SOBRE
PRECEPTOS QUE EN LOS CONCEPTOS DE VIOLACIÓN SE ESTIMARON
INCONSTITUCIONALES. De lo dispuesto en los artículos 158 y 166, fracción IV, de la Ley
de Amparo, se advierte que el juicio de amparo directo sólo procede contra sentencias
definitivas, laudos y resoluciones que hubieren puesto fin al juicio y que las cuestiones que
no sean de imposible reparación, surgidas en la secuela procesal, sobre constitucionalidad de
leyes, tratados o reglamentos, pueden hacerse valer como conceptos de violación, sin que sea
necesario señalar como acto reclamado la ley, el tratado o el reglamento, ni llamar a las
autoridades expedidoras de la ley cuya constitucionalidad se controvierte, ya que su
calificación se hará por el tribunal en la parte considerativa de la sentencia, de lo que se
colige que en la resolución que al respecto se emita, debe tenerse únicamente como acto
reclamado la sentencia definitiva, laudo o resolución que hubiere puesto fin al juicio y en los
puntos resolutivos sólo se concederá o negará el amparo o se sobreseerá en el juicio respecto
de dichos actos, sin incluir a la ley, tratado internacional o reglamento que hubieran sido
materia de impugnación en los conceptos de violación, pues la calificación de su
constitucionalidad o inconstitucionalidad se hace mediante declaraciones con efectos
limitados a la sentencia, laudo o resolución final reclamados, como actos de aplicación, y a la
autoridad judicial que los pronunció, de manera tal que cuando el Tribunal Colegiado que
conoce del juicio sobresee, niega o concede el amparo respecto de los preceptos impugnados,
tal forma de proceder viola el principio de congruencia que debe regir toda sentencia, al
incluir en los puntos resolutivos, como actos específicos, los preceptos reclamados así como a
las autoridades expedidoras de los mismos, lo que hace que la sentencia resulte incongruente
y debe, por tanto, ser corregida. Amparo directo en revisión 1392/95. Joel Solís Rubio. 21 de
octubre de 1996. Unanimidad de once votos. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretaria:
Irma Rodríguez Franco. El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el cuatro de marzo
en curso, aprobó, con el número XXXVII/1997, la tesis aislada que antecede; y determinó
que la votación es idónea para integrar tesis jurisprudencial. México, Distrito Federal, a
cuatro de marzo de mil novecientos noventa y siete."
La posibilidad de recurrir las resoluciones dictadas en los juicios de amparo directo e
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AMPARO EN REVISIÓN 2138/96.
indirecto, ya se precisó se contempla en la ley, por medio del recurso de revisión, que
reglamentan los artículos 83, fracciones IV y V, 84 al 94 de la Ley de Amparo que
literalmente disponen:
"Artículo 84. Es competente la Suprema Corte de Justicia para conocer del recurso de
revisión, en los casos siguientes: I. Contra las sentencias pronunciadas en la audiencia
constitucional por los Jueces de Distrito, cuando: a) Habiéndose impugnado en la demanda
de amparo, por estimarlos inconstitucionales, leyes federales o locales, tratados
internacionales, reglamentos expedidos por el presidente de la República de acuerdo con la
fracción I del artículo 89 constitucional y reglamentos de leyes locales expedidos por los
gobernadores de los Estados, o cuando en la sentencia se establezca la interpretación directa
de un precepto de la Constitución, subsista en el recurso el problema de constitucionalidad. b)
Se trate de los casos comprendidos en las fracciones II y III del artículo 103 constitucional.
II. Contra las resoluciones que en materia de amparo directo pronuncien los Tribunales
Colegiados de Circuito, siempre que se esté en el caso de la fracción V del artículo 83. III.
Cuando la Suprema Corte de Justicia estime que un amparo en revisión, por sus
características especiales, debe ser resuelto por ella, conocerá del mismo, bien sea
procediendo al efecto de oficio o a petición fundada del correspondiente Tribunal Colegiado
de Circuito o del procurador general de la República, aplicándose en lo conducente lo
dispuesto por el artículo 182 de esta ley. Si la Suprema Corte de Justicia considera que el
amparo cuyo conocimiento por ella hubiere propuesto el Tribunal Colegiado de Circuito o el
procurador general de la República, no reviste características especiales para que se avoque a
conocerlo, resolverá que sea el correspondiente Tribunal Colegiado el que lo conozca."
"Artículo 85. Son competentes los Tribunales Colegiados de Circuito para conocer del
recurso de revisión, en los casos siguientes: I. Contra los autos y resoluciones que pronuncien
los Jueces de Distrito o el superior del tribunal responsable, en los casos de las fracciones I, II
y III del artículo 83; II. Contra las sentencias pronunciadas en la audiencia constitucional por
los Jueces de Distrito o por el superior del tribunal responsable, siempre que no se trate de los
casos previstos en la fracción I del artículo 84; y III. Derogada. Las sentencias que
pronuncien los Tribunales Colegiados de Circuito al conocer de la revisión, no admitirán
recurso alguno."
"Artículo 86. El recurso de revisión se interpondrá por conducto del Juez de Distrito, de la
autoridad que conozca del juicio, o del Tribunal Colegiado de Circuito en los casos de
amparo directo. El término para la interposición del recurso será de diez días, contados desde
el siguiente al en que surta sus efectos la notificación de la resolución recurrida. La
interposición del recurso, en forma directa, ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación o
ante el Tribunal Colegiado de Circuito, según corresponda, no interrumpirá el transcurso del
término a que se refiere el párrafo anterior."
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AMPARO EN REVISIÓN 2138/96.
"Artículo 87. Las autoridades responsables sólo podrán interponer recurso de revisión contra
las sentencias que afecten directamente al acto que de cada una de ellas se haya reclamado;
pero tratándose de amparos contra leyes, los titulares de los órganos de Estado a los que se
encomiende su promulgación, oquienes los representen en los términos de esta ley, podrán
interponer, en todo caso, tal recurso. Se observará lo dispuesto en el párrafo anterior, en
cuanto fuere aplicable, respecto de las demás resoluciones que admitan el recurso de
revisión."
"Artículo 88. El recurso de revisión se interpondrá por escrito, en el cual el recurrente
expresará los agravios que le cause la resolución o sentencia impugnada. Si el recurso se
intenta contra resolución pronunciada en amparo directo por Tribunales Colegiados de
Circuito, el recurrente deberá transcribir, textualmente, en su escrito, la parte de la sentencia
que contiene una calificación de inconstitucionalidad de la ley o establece la interpretación
directa de un precepto de la Constitución. Con el escrito de expresión de agravios, el
recurrente deberá exhibir una copia de él para el expediente y una para cada una de las otras
partes. Cuando falten total o parcialmente las copias a que se refiere el párrafo anterior, se
requerirá al recurrente para que presente las omitidas, dentro del término de tres días, si no
las exhibiere, el Juez de Distrito, la autoridad que conozca del juicio de amparo o el Tribunal
Colegiado de Circuito, si se trata de revisión contra resolución pronunciada por éste en
amparo directo, tendrán por no interpuesto el recurso."
"Artículo 89. Interpuesta la revisión y recibidas en tiempo las copias del escrito de expresión
de agravios conforme al artículo 88, el Juez de Distrito o el superior del tribunal que haya
cometido la violación reclamada en los casos a que se refiere el artículo 37, remitirán el
expediente original a la Suprema Corte de Justicia o al Tribunal Colegiado de Circuito, según
que el conocimiento del asunto competa a aquélla o a éste dentro del término de veinticuatro
horas, así como el original del propio escrito de agravios y la copia que corresponda al
Ministerio Público Federal. En los casos de la fracción II del artículo 83 de esta ley, el
expediente original del incidente de suspensión deberá remitirse, con el original del escrito de
expresión de agravios, dentro del término de veinticuatro horas al Tribunal Colegiado de
Circuito. Tratándose del auto en que se haya concedido o negado la suspensión de plano,
interpuesta la revisión, sólo deberá remitirse al Tribunal Colegiado de Circuito copia
certificada del escrito de demanda, del auto recurrido, de sus notificaciones y del escrito u
oficio en que se haya interpuesto el recurso de revisión, con expresión de la fecha y hora del
recibo."
"Artículo 90. El presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, o el Tribunal
Colegiado de Circuito, según corresponda, calificará la procedencia del recurso de revisión,
admitiéndolo o desechándolo. Admitida la revisión por el presidente de la Suprema Corte de
Justicia o por los presidentes de las Salas de la misma, y hecha la notificación relativa al
Ministerio Público, se observará lo dispuesto por los artículos 182, 183 y 185 a 191.
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AMPARO EN REVISIÓN 2138/96.
Admitida la revisión por el Tribunal Colegiado de Circuito y hecha la notificación al
Ministerio Público, el propio tribunal resolverá lo que fuere procedente dentro del término de
quince días. Siempre que el presidente de la Suprema Corte de Justicia o, en sus respectivos
casos, el Pleno, o la Sala correspondiente, desechen el recurso de revisión interpuesto contra
sentencias pronunciadas por Tribunales Colegiados de Circuito, por no contener dichas
sentencias decisión sobre la constitucionalidad de una ley o no establecer la interpretación
directa de un precepto de la Constitución Federal, impondrán, sin perjuicio de las sanciones
penales que procedan, al recurrente o a su apoderado, o a su abogado, o a ambos, una multa
de treinta a ciento ochenta días de salario."
"Artículo 91. El Tribunal en Pleno, las Salas de la Suprema Corte de Justicia o los Tribunales
Colegiados de Circuito, al conocer de los asuntos en revisión, observarán las siguientes
reglas: I. Examinarán los agravios alegados contra la resolución recurrida y, cuando estimen
que son fundados, deberán considerar los conceptos de violación cuyo estudio omitió el
juzgador. II. Sólo tomarán en consideración las pruebas que se hubiesen rendido ante el Juez
de Distrito o la autoridad que conozca o haya conocido del juicio de amparo; y si se trata de
amparo directo contra sentencia pronunciada por Tribunal Colegiado de Circuito, la
respectiva copia certificada de constancia; III. Si consideran infundada la causa de
improcedencia expuesta por el Juez de Distrito o la autoridad que haya conocido del juicio de
amparo en los casos del artículo 37, para sobreseer en él en la audiencia constitucional
después de que las partes hayan rendido pruebas y presentado sus alegatos, podrán confirmar
el sobreseimiento si apareciere probado otro motivo legal, o bien revocar la resolución
recurrida y entrar al fondo del asunto, para pronunciar la sentencia que corresponda,
concediendo o negando el amparo. IV. Si en la revisión de una sentencia definitiva, en los
casos de la fracción IV del artículo 83, encontraren que se violaron las reglas fundamentales
que norman el procedimiento en el juicio de amparo, o que el Juez de Distrito o la autoridad
que haya conocido del juicio en primera instancia, incurrió en alguna omisión que hubiere
dejado sin defensa al recurrente o pudiere influir en la sentencia que deba dictarse en
definitiva, revocarán la recurrida y mandarán reponer el procedimiento, así como cuando
aparezca también que indebidamente no ha sido oída alguna de las partes que tenga derecho a
intervenir en el juicio conforme a la ley; y V. Derogada. VI. Tratándose de amparos en que
los recurrentes sean menores de edad o incapaces, examinarán sus agravios y podrán suplir
sus deficiencias y apreciar los actos reclamados y su inconstitucionalidad conforme a lo
dispuesto en el tercer párrafo del artículo 78."
"Artículo 92. Cuando en la revisión subsistan y concurran materias que sean de la
competencia de la Suprema Corte de Justicia y de un Tribunal Colegiado de Circuito se
remitirá el asunto a aquélla. La Suprema Corte resolverá la revisión exclusivamente en el
aspecto que corresponda a su competencia, dejando a salvo la del Tribunal Colegiado de
Circuito."
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AMPARO EN REVISIÓN 2138/96.
"Artículo 93. Cuando se trate de revisión de sentencias pronunciadas en materia de amparo
directo por Tribunales Colegiados de Circuito, la Suprema Corte de Justicia únicamente
resolverá sobre la constitucionalidad de la ley, tratado internacional o reglamento
impugnados, o sobre la interpretación directa de un precepto de la Constitución Federal en los
términos del artículo 83, fracción V de esta ley."
"Artículo 94. Cuando la Suprema Corte de Justicia o alguno de los Tribunales Colegiados de
Circuito conozca de la revisión interpuesta contra la sentencia definitiva dictada en un juicio
de amparo, de que debió conocer un Tribunal Colegiado de Circuito en única instancia
conforme el artículo 44, por no haber dado cumplimiento oportunamente el Juez de Distrito o
la autoridad que haya conocido de él conforme a lo dispuesto en el artículo 49, la Suprema
Corte de Justicia o el Tribunal Colegiado declarará insubsistente la sentencia recurrida y lo
remitirá al correspondiente Tribunal Colegiado de Circuito o se avocará al conocimiento del
amparo, dictando las resoluciones que procedan."
Lo establecido en estos preceptos confirma la circunstancia de que el recurso de revisión
contra la sentencia dictada por el Juez de Distrito, esto es, el amparo indirecto, siempre
procede, pero será competencia de la Suprema Corte en el caso de que habiéndose
impugnado en la demanda de amparo, por estimarlos inconstitucionales, leyes federales o
locales, tratados internacionales, reglamentos expedidos por el presidente de la República de
acuerdo con la fracción I del artículo 89 constitucional y reglamentos de leyes locales
expedidos por los gobernadores de los Estados, o cuando en la sentencia se establezca la
interpretación directa de un precepto de la Constitución, y subsista en el recurso el problema
de constitucionalidad o se trate de los casos comprendidos en las fracciones II y III del
artículo 103 constitucional. En cambio, la sentencia dictada por un Tribunal Colegiado en
amparo directo, exclusivamente es recurrible y será competencia del Máximo Tribunal del
país, cuando decida sobre la constitucionalidad de leyes federales o locales, tratados
internacionales, reglamentos expedidos por el presidente de la República de acuerdo con la
fracción I del artículo 89 constitucional y reglamentos de leyes locales expedidos por los
gobernadores de los Estados, o cuando establezca la interpretación directa de un precepto de
la Constitución; caso en el que la materia del recurso se limitará, exclusivamente, a la
decisión de las cuestiones propiamente constitucionales, sin poder comprender otras.
Ahora bien, en la teoría del proceso ordinariamente los recursos tienen como objeto asegurar
la recta administración de la justicia, revisando de nuevo los procesos y reparando los
perjuicios que a veces ocasionan los Jueces, por ignorancia, error, descuido o malicia, al
realizar, en el primer examen de la cuestión controvertida, una incorrecta valoración de los
elementos que aportaron la partes en el juicio, para acreditar sus pretensiones.
En el juicio de amparo el recurso de revisión que se prevé contra la sentencia de un Juez de
Distrito o contra la dictada en un amparo directo por un Tribunal Colegiado, en los casos
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AMPARO EN REVISIÓN 2138/96.
excepcionales ya precisados, tiene el mismo fin, ya que el Tribunal Colegiado o el Máximo
Tribunal del país, en los casos que a él compete, examinan, generalmente a través de los
agravios, si el Juez de Distrito, realizó correctamente el análisis de la constitucionalidad del
acto reclamado, lo que significa que su objeto sólo es el asegurar el óptimo ejercicio de la
función jurisdiccional, y de ahí que la resolución que recae a este recurso puede conducir a la
confirmación, revocación o modificación de la resolución que realizó el primer examen de la
cuestión controvertida, es decir, se trata de un instrumento técnico por el que el legislador
autoriza al ad quem a revisar la legalidad de la resolución impugnada.
Sirven de apoyo a lo anterior la jurisprudencia del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación P./J. 2/97, que aparece publicada en el Semanario Judicial de la Federación, Tomo V,
de enero de 1997, página 5 que a la letra dice:
"AGRAVIOS INOPERANTES. LO SON LOS QUE SOSTIENEN QUE LOS
JUZGADORES DE AMPARO VIOLAN GARANTÍAS INDIVIDUALES, SOLAMENTE
EN ESE ASPECTO. Históricamente las garantías individuales se han reputado como
aquellos elementos jurídicos que se traducen en medios de salvaguarda de las prerrogativas
fundamentales que el ser humano debe tener para el cabal desenvolvimiento de su
personalidad frente al poder público. Son derechos públicos subjetivos consignados en favor
de todo habitante de la República que dan a sus titulares la potestad de exigirlos
jurídicamente a través de la verdadera garantía de los derechos públicos fundamentales del
hombre que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos consigna, esto es, la
acción constitucional de amparo. Los Jueces de Distrito, al conocer de los distintos juicios de
amparo de su competencia, y no de procesos federales, ejercen la función de control
constitucional y, en ese caso, dictan determinaciones de cumplimiento obligatorio y obran
para hacer cumplir esas determinaciones, según su propio criterio y bajo su propia
responsabilidad, por la investidura que les da la ley por lo que, a juicio de las partes, pueden
infringir derechos subjetivos públicos de los gobernados. Ahora bien, aun y cuando en contra
de sus decisiones procede el recurso de revisión, éste no es un medio de control
constitucional autónomo, a través del cual pueda analizarse la violación a garantías
individuales, sino que es un procedimiento de segunda instancia que tiende a asegurar un
óptimo ejercicio de la función judicial, a través del cual, el tribunal de alzada, con amplias
facultades, incluso de sustitución, vuelve a analizar los motivos y fundamentos que el Juez de
Distrito tomó en cuenta para emitir su fallo, limitándose a los agravios expuestos. Luego, a
través del recurso de revisión, técnicamente, no deben analizarse los agravios consistentes en
que el Juez de Distrito violó garantías individuales al conocer de un juicio de amparo, por la
naturaleza del medio de defensa y por la función de control constitucional que el a quo
desempeña ya que, si así se hiciera, se trataría extralógicamente al Juez del conocimiento
como otra autoridad responsable y se desnaturalizaría la única vía establecida para elevar las
reclamaciones de inconstitucionalidad de actos, que es el juicio de amparo; es decir, se
ejercería un control constitucional sobre otro control constitucional.
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AMPARO EN REVISIÓN 2138/96.
"Contradicción de tesis 14/94. Entre las sustentadas por el Tercer Tribunal Colegiado en
Materia Administrativa del Primer Circuito y el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Primer Circuito, entre otros. 14 de noviembre de 1996. Unanimidad de
diez votos. Ausente: Humberto Román Palacios. Ponente: Humberto Román Palacios; en su
ausencia hizo suyo el proyecto el Ministro Genaro David Góngora Pimentel. Secretario:
Manuel Rojas Fonseca.
"El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el trece de enero en curso, aprobó, con el
número 2/1997, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a trece de
enero de mil novecientos noventa y siete."
Así como la jurisprudencia de la Segunda Sala de este Máximo Tribunal 2a./J. 12/96, que
aparece publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo III, marzo de
1996, página 507 y cuyo texto es el que sigue:
"AGRAVIOS INOPERANTES. LO SON LOS CONSISTENTES EN QUE LOS
JUZGADORES DE AMPARO VIOLAN GARANTÍAS INDIVIDUALES, SOLAMENTE
EN ESE ASPECTO. De conformidad con los artículos 103 y 107 constitucionales,
interpretados en forma sistemática, el único medio de defensa para reclamar contravenciones
a las garantías individuales ante los tribunales del Poder Judicial de la Federación, en los
términos del artículo 94 constitucional, lo es el juicio de amparo. Por tanto, si el quejoso
interpone el recurso de revisión en contra de la sentencia emitida en el juicio de garantías de
que se trata y hace valer como agravios la contravención a sus derechos públicos subjetivos
por parte del a quo, el tribunal de alzada no puede examinar tales agravios, ya que si así lo
hiciere, con ese proceder desnaturalizaría la vía correcta establecida para elevar las
reclamaciones de inconstitucionalidad de actos, misma que es sólo la del juicio de amparo.
De otra suerte, se ejercitaría un control constitucional sobre otro control de
constitucionalidad, lo que sería un contrasentido. Por otra parte, el recurso de revisión es un
instrumento técnico a través del cual el legislador tiende a asegurar un óptimo ejercicio de la
función judicial. No es un medio autónomo de control de la constitucionalidad de los actos de
autoridad mediante el cual se busque la restitución del goce de las garantías individuales
violadas (como en el juicio de garantías), sino sólo es un procedimiento de segunda instancia
cuya finalidad únicamente lo es la de controlar la legalidad de las resoluciones emitidas por
los Jueces de Distrito en esos juicios de amparo; es decir, con el recurso de revisión no se
persigue la declaración de nulidad de la resolución materia del mismo, como sí sucede en la
primera instancia, sino que por medio del recurso de revisión el fallo impugnado se confirma,
revoca o modifica, mas no desaparece en forma alguna, y para tales requisitos el tribunal ad
quem sólo debe examinar si el Juez de Distrito hizo o no un adecuado análisis de la
constitucionalidad de los actos reclamados, a la luz únicamente vía de agravios de la litis que
se forma con los planteamientos de las partes (conceptos de violación, informes justificados),
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AMPARO EN REVISIÓN 2138/96.
en relación con las pruebas ofrecidas por las mismas y en esas condiciones resulta
intrascendente que el tribunal de alzada asuma en la revisión, el estudio de las violaciones
constitucionales que hubiere podido cometer el juzgador al dictar su resolución, en virtud de
que este estudio, de ser fundadas las multicitadas violaciones no conducirían al ad quem a
modificar o revocar dicha resolución, porque son ajenas a la litis del juicio de amparo.
"Amparo directo en revisión 658/94. Francisco Javier Soto González. 21 de abril de 1995.
Cinco votos. Ponente: Genaro David Góngora Pimentel. Secretaria: Guadalupe Robles
Denetro.
"Amparo directo en revisión 301/95. Martha Angélica Narváez Montemayor. 30 de junio de
1995. Cinco votos. Ponente: Genaro David Góngora Pimentel. Secretaria: Guadalupe Robles
Denetro.
"Amparo en revisión 1051/94. Multibanco Comermex, S.A., antes S.N.C. 25 de octubre de
1995. Cinco votos. Ponente: Genaro David Góngora Pimentel. Secretaria: Martha Leonor
Bautista de la Luz.
"Amparo en revisión 1157/95. Transportadora de Refrescos Mexicanos en Nuevo León, S.A.
de C.V. 12 de enero de 1996. Cinco votos. Ponente: Genaro David Góngora Pimentel.
Secretaria: Rosa María Galván Zárate.
"Amparo en revisión 2037/95. Leticia Berzunza de Garay. 1o. de marzo de 1996. Cinco
votos. Ponente: Genaro David Góngora Pimentel. Secretaria: Guadalupe Robles Denetro.
"Tesis de jurisprudencia 12/96. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en
sesión privada de ocho de marzo de mil novecientos noventa y seis, por unanimidad de cinco
votos de los Ministros: Juan Díaz Romero, Mariano Azuela Güitrón, Sergio Salvador Aguirre
Anguiano, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia y presidente Genaro David Góngora Pimentel."
Lo expuesto es suficiente para concluir que en el sistema actual en la legislación mexicana,
los individuos como tales, exclusivamente pueden reclamar la inconstitucionalidad de una
ley, a instancia de parte, por violación a sus garantías individuales, a través de las bases que
previene el artículo 107 de la Constitución General de la República, y que reglamenta la Ley
de Amparo, esto es, por medio de un escrito de demanda por el que promuevan juicio de
amparo indirecto, en el que impugnen en forma destacada la propia ley por su sola vigencia o
por virtud del primer acto de aplicación, o por medio de un escrito en el que promuevan
amparo directo contra una sentencia o laudo definitivo o resolución que ponga fin al juicio,
en el cual dicha impugnación sólo será materia del capítulo de conceptos de violación de la
demanda, sin señalar como acto reclamado la ley, el tratado o el reglamento, y la calificación
de éste por el tribunal de amparo se hará en la parte considerativa de la sentencia, y que el
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AMPARO EN REVISIÓN 2138/96.
recurso de revisión a que se refiere el artículo 83 del último de los ordenamiento citados, no
se halla previsto en el sistema constitucional, como una de las formas de control de la Ley
Suprema, sino exclusivamente como un medio técnico de optimizar la función jurisdiccional
realizada por el juzgador primario en el juicio de amparo.
En el caso concreto, la quejosa promovió demanda de amparo indirecto, en la que impugnó
del Juez Quinto de lo Civil del Distrito Federal el auto de veintidós de febrero de mil
novecientos ochenta y seis, por el cual se le hace efectivo un apercibimiento de arresto por
treinta y seis horas es decir, no impugna el artículo 73, fracción XVIII de la Ley de Amparo,
lo que impidió que, en relación con la inconstitucionalidad de ese numeral, se llamara a
autoridad alguna que conforme al orden constitucional interviniera en la elaboración de la
ley.
En la sentencia recurrida el Juez de Distrito estimó que en el caso se surtía la causa de
improcedencia prevista en el artículo 73 fracción XIV, en virtud de que de autos se advertía
que la propia quejosa había interpuesto recurso de apelación contra el acto reclamado.
Conforme a loexpuesto y considerando que el objeto del recurso de revisión, es obtener el
óptimo ejercicio de la función jurisdiccional, examinando si el a quo realizó correctamente el
análisis de la constitucionalidad del acto reclamado, deben considerarse inoperantes los
alegatos formulados por el quejoso, mediante los cuales se pretende impugnar en agravios la
constitucionalidad de la fracción XIV, del artículo 73 de la Ley de Amparo, porque ya se
patentizó que no es este recurso técnico-procesal, un medio de control constitucional
aceptado por el sistema para que los individuos, como tales, puedan impugnar una ley de
inconstitucional, y de ahí que, se reitera, son inoperantes tales agravios.
Además, cabe señalar que no obstante que existen leyes pertenecientes al orden
constitucional en la medida en que forman parte integrante del orden superior constitucional,
y que son susceptibles de impugnarse en amparo; la Ley Reglamentaria de los Artículos 103
y 107 Constitucionales, constituye la excepción. Por regla general, efectivamente, la Ley de
Amparo no es reclamable a través del juicio de garantías. Lo anterior obedece a su carácter
heteroaplicativo derivado de que su sola expedición no causa perjuicio a los interesados, sino
que requiere necesariamente de un acto de aplicación que, de ordinario, se da en los juicios
de amparo los cuales rige.
En consecuencia, si se quisiera impugnar su inconstitucionalidad tendría que hacerse con
motivo de un acto dictado en un juicio constitucional. Sin embargo, en términos de las
fracciones I y II del artículo 73 de la Ley de Amparo, el juicio de garantías es improcedente,
respectivamente contra actos de la Suprema Corte, y contra resoluciones dictadas en los
juicios de amparo o en ejecución de las mismas.
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AMPARO EN REVISIÓN 2138/96.
De allí que pueda sentarse el principio general de que en las condiciones mencionadas, el
amparo no procede contra la Ley de Amparo, lo que se explica si se considera al orden
jurídico como un conjunto finito de normas, con órganos límite, cuya conducta no puede ser
controlada en su constitucionalidad.
Lo anterior no significa que la Ley de Amparo quede fuera del control constitucional. Aparte
de que existen los medios a que se refiere el artículo 105, fracción II, constitucional, debe
hacerse hincapié en que este tribunal se ha pronunciado en múltiples ocasiones sobre la
constitucionalidad de la Ley de Amparo, pero no a instancia de parte, y menos aún en una
instancia formal que se reconozca como un derecho de las partes en un juicio constitucional.
Si el amparo no procede contra la Ley Reglamentaria de los Artículos 103 y 107
Constitucionales, menos aún puede reclamarse su inconstitucionalidad a través del recurso de
revisión.
Por lo expuesto y fundado, se resuelve:
PRIMERO.-Se desecha por improcedente, el recurso de revisión.
SEGUNDO.-Queda intocada la sentencia recurrida que sobreseyó en el presente juicio.
Notifíquese. Con testimonio de esta resolución vuelvan los autos al lugar de su procedencia,
y en su oportunidad, archívese el toca.
Así lo resolvió el H. Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por
mayoría de ocho votos de los señores Ministros Azuela Güitrón, Castro y Castro, Díaz
Romero, Ortiz Mayagoitia, Román Palacios, Sánchez Cordero, Silva Meza y presidente
Aguinaco Alemán, los señores Ministros Aguirre Anguiano, Góngora Pimentel y Gudiño
Pelayo, votaron en favor del proyecto y manifestaron que formularán voto de minoría. Se
comisionó a la señora Ministra Olga María Sánchez Cordero para elaborar el engrose
correspondiente.
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